Mapa Bosque Andino y Alto Andino

Bosque andino Se denomina bosque andino, bosque nuboso o bosque de niebla, a los ecosistemas de bosque y selva montana d

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Bosque andino Se denomina bosque andino, bosque nuboso o bosque de niebla, a los ecosistemas de bosque y selva montana de la Cordillera de los Andes, especialmente a los situados en los Andes septentrionales y que son propios de Colombia, Venezuela, Ecuador y una parte del Perú, los cuales son llamados bosques montanos de los Andes del norte por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF – World Wildlife Fund). Hacia el sur, a los bosques de montaña de Perú, Bolivia y Argentina se les suele llamar yungas. Tienen una altura desde 1.000 a 4.000 msnm con alta humedad y niebla. Índice [ocultar]



1 Bosques montanos de los Andes del norte



2 Bosque andino colombiano

o

2.1 Bosque altoandino

o

2.2 Beneficios ambientales



3 Véase también



4 Notas y referencias

Bosques montanos de los Andes del norte[editar]

Bosque andino con caída de agua en el Parque nacional Chorro El Indio en Venezuela.

El Fondo Mundial para la Naturaleza llama a la región de bosque andino con el nombre de bosques montanos de los Andes del norte y la divide en las siguientes ecorregiones terrestres:1



Bosques montanos del valle de Magdalena, principal valle de Colombia que cubre la mayor parte de la región Andina.



Bosques montanos de los Andes venezolanos, en las sierras de la región de los Andes de Venezuela. Destaca el Parque Nacional Sierra Nevada.



Bosques montanos de los Andes del noroeste, se sitúan a lo largo del flanco occidental de los Andes, relacionado con la Cordillera Occidental (Colombia) y la región Interandina del Ecuador.



Bosques montanos del valle del Cauca, entre las cordilleras central y occidental de Colombia.



Bosques montanos de la Cordillera oriental, en el flanco oriental de los Andes colombianos. Tienen la influencia de los llanos de la Orinoquía.



Bosques montanos de Santa Marta, al norte de Colombia en la Sierra Nevada de Santa Marta cerca al mar Caribe y rodeada de ecosistemas secos. Destaca el parque nacional de Santa Marta.



Bosques montanos de la Cordillera Real oriental, conforman la selva ecuatorial de montaña especialmente el flanco oriental de los Andes ecuatorianos, alcanzando parte de Colombia y Perú y limitando al oriente con la selva amazónica.

Bosque andino colombiano[editar]

Un bosque antioqueño de montaña con una caída de agua.

Se localizan en las tres cordilleras, la Sierra Nevada de Santa Marta, la Sierra de la Macarena y la serranía del Darién.

El bosque andino comienza por encima del nivel de la selva húmeda tropical, más o menos entre los 1.000 y 1.200 msnm. A partir de los 1.800 o 2.000 msnm están frecuentemente cubiertos de neblina y se les suele llamar «bosques nubosos». Estos son el reino por excelencia de bromeliasy orquídeas. Cada árbol es un jardín botánico con decenas de especies asociadas, todas dedicadas a la labor de cosechar las diminutas gotas de agua que forman la neblina. Esta agua que escurre por hojas, ramas y troncos contribuye a incrementar el caudal de los ríos y quebradas que nacieron en los páramos, o da origen a nuevos manantiales. El bosque andino es el ecosistema más diezmado de Colombia, del cual tan sólo queda un 4%. Entre la biodiversidad de estos bosques se destacan ranas y aves, dos grupos en los cuales Colombia es el primero del mundo.

Bosque altoandino[editar] La flora de los cerros y de las áreas rurales pertenece a los niveles que por altitud se definen como bosque alto andino y páramo. Entre 2.800 y 3.200 msnm se desarrolla el bosque alto andino que se distingue por su amplia diversidad biológica. Árboles como el raque, encenillo, mortiño, canelo, romero, aliso y varios familiares del sietecueros como el angelito, son predominantes. Una familia muy vistosa de arbustos está formada por los parientes del pegamosco que se distinguen fácil por lo vistoso de sus flores. Los helechos van desde las minúsculas gateaderas hasta el helecho palma, especie que supera los 10 m de altura; algunos de ellos se comportan como epífitos en el bosque alto andino y como rupícolas en el páramo. Los musgos y los líquenes al igual que las orquídeas son parte integral de estos ecosistemas; ellos aportan el color y las texturas propias del bosque nativo. Prospera entre 2.800 y 3.200 msnm, límite que varía en cien o doscientos metros por las condiciones locales (vientos, asolación). Es un ambiente supremamente húmedo que se aprecia a la distancia como el característico manto de nubes que envuelve las cumbres de las montañas. El exceso de humedad permite que sobre las ramas de los árboles crezca una abundante variedad de epífitas como quiches, orquídeas, musgos y líquenes que los cubren por completo. También llamado selva andina y bosque de alta montaña, cumple funciones específicas como son la regulación del flujo hídrico que desciende de los páramos y la acumulación y administración de sus nutrientes. Por esto crecen árboles hasta de 20 m de alto que resguardan y alimentan una amplia y muy importante variedad de especies animales y vegetales. Se trata de un bosque de fisonomía muy distinta a la del bosque andino, con un solo estrato de árboles pequeños y arbustos nanófilos (hojas muy pequeñas), de troncos por lo general torcidos y alturas entre 3 y 10 m, en el que predominan los elementos de la antigua familia Asteraceae. Además, forman parte de este estrato algunas hierbas altas como las cerbatanas y chusques y bromeliáceas. Los musgos son

muy abundantes y forman espesos colchones en el piso del bosque. Muchos de ellos trepan y cubren totalmente los troncos y ramas de los árboles, junto con otras epífitas y bromelias. El bosque alto andino ha sido destruido en su mayor parte, para dar paso al pastoreo de ganado vacuno y ovino y a algunos cultivos de papa. En su lugar se ha producido un avance de la vegetación del páramo, lo cual se conoce como proceso de paramización del bosque, esto caracteriza la mayoría de paisajes por encima de 3200 m. de altitud. Las quemas periódicas llevadas a cabo para favorecer el rebrote de los pastos impiden la recolonización del bosque, la cual de por sí es muy lenta dadas las condiciones muy limitantes de temperatura. Por esta razón, muchos autores han situado el límite bosque - páramo alrededor de los 3.200 msnm o a veces menos. Esta degradación ha producido en muchos sitios un tipo especial de matorral más o menos abierto, basado en elementos propios del bosque alto andino y del páramo, el cual para algunos autores conforma lo que se denomina como «subpáramo». En realidad y dado que en algunas partes el paso del bosque al páramo herbáceo es relativamente rápido, la formación vegetal conocida comúnmente como subpáramo bien podría corresponder al bosque alto andino degradado, por lo menos en parte. A pesar de lo anterior, se conservan relictos de muy diversos tipos de este ecosistema, desde los bosques paramunos de rodamonte y coloradito, pasando por la extensa franja de encenillal, hasta bosques andinos con especies de laureles y palmas de cera, lo cual configura una gama mucho más amplia que la conservada en el resto del área rural y un importante potencial biótico para la preservación de la biodiversidad y la extracción de herramientas de restauración para otras localidades.

Beneficios ambientales[editar] 1. Son hábitat de una amplia cantidad de especies vegetales, tanto endémicas como nativas (entre ellas muchos arbustos, líquenes y musgos, organizados verticalmente en al menos cuatro estratos de vegetación), así como de muchas especies de mamíferos, insectos, anfibios, aves y reptiles. 2. Aportan gran cantidad de agua a los afluentes cercanos, gracias a que se especializan en la captación de agua del ambiente. 3. La cobertura boscosa de las laderas andinas protege contra la erosión y previene deslizamientos de tierra.

BOSQUE ANDINO - DESCRIPCIÓN COMPLETA Ver descripción resumida

Características generales Bosque de la parte alta de nuestras montañas, formado por árboles relativamente bajos y con hojas en promedio

pequeñas, y con el sotobosque muy denso, a veces impenetrable. Las ramas y troncos suelen estar cubiertos por una gran cantidad de plantas epífitas, como musgos, bromeliáceas y orquídeas. El bosque andino crece en la franja de clima frío de Colombia y sus temperaturas pueden bajar mucho en la noche. Algunos bosques andinos crecen en zonas montañosas donde casi todo el tiempo se encuentran nubes: estos bosques son muy húmedos y se los conoce como bosques de niebla andinos. Otros bosques andinos pueden crecer en zonas secas, donde van siendo reemplazados por matorrales semiáridos. Las plantas y animales del bosque andino presentan un alto grado de endemismo, con muchas especies restringidas a áreas relativamente pequeñas. La diversidad global de los bosques andinos de Colombia es muy alta. El origen de los bosques andinos es relativamente “reciente” en términos geológicos, correspondiendo con el levantamiento de los Andes hasta alturas cercanas a las actuales en los últimos 6 millones de años. Este levantamiento hizo que en estas regiones tropicales aparecieran tierras con clima frío, permitiendo que especies de plantas y animales de latitudes elevadas entraran a Colombia. Entre ellas podemos mencionar los robles (Quercus) y zarzamoras (Rubus) del hemisferio norte y los encenillos (Weinmannia) y ajíes de páramo (Drimys) del hemisferio sur. El levantamiento de las montañas también favoreció que un sinnúmero de especies tropicales fueran evolucionando en los nuevos hábitats.

Distribución en el país Sierra Nevada de Santa Marta y las tres cordilleras andinas, desde unos 2400 m.s.n.m. hasta el límite superior del bosque (usualmente entre 3300 y 3800 m.s.n.m.)

Flora A diferencia de lo que ocurre en zonas bajas, en los bosques andinos suele presentarse la dominancia numérica de una o unas pocas especies de árboles sobre las otras. Uno de los géneros más importantes de árboles dominantes en los distintos bosques andinos de Colombia son los encenillos (Weinmannia.) Otros árboles dominantes en bosques andinos del país son los cedrillos (Brunellia), robles (Quercus, Trigonobalanus), pinos romerones (Podocarpaceae), alisos (Alnus), palmas de cera (Ceroxylon), tíbares y rodamontes (Escallonia), colorados (Polylepis), raques (Vallea), arrayanes (Myrcianthes), gaques (Clusia), taguas (Gaiadendron), laureles de cera (Myrica), sietecueros y tunos (Tibouchina, Miconia, etc.), moquillos (Saurauia), granizos (Hedyosmum) y manzanos (Clethra), entre muchos otros. Entre las familias más diversas de plantas leñosas en el bosque andino se cuentan las Asteraceae (familia de los frailejones y margaritas), Ericaceae (familia de los uvos de monte), Lauraceae (familia del aguacate), Melastomataceae (familia de los sietecueros) y Rubiaceae (familia del cafeto.) Es muy notorio el número de especies endémicas que hay en varios de estos grupos de plantas, por ejemplo en las Melastomataceae del género Miconia y en muchas Asteraceae. Comparado con otros bosques de Colombia, el bosque andino es particularmente rico en especies de líquenes y briófitos (musgos y sus parientes, las hepáticas), que crecen sobre las ramas de los árboles o forman colchones sobre el suelo, rocas y troncos caídos. También crecen sobre troncos y ramas numerosas bromeliáceas, orquídeas y helechos y las carnosas Peperomia.

Fauna La fauna de insectos de este ecosistema es más bien discreta en comparación con la de bosques de climas más calientes. Las chicharras (Cicadidae) son relativamente escasas y su canto no domina el ambiente. Las hormigas no son muy vistosas. Y las mariposas suelen ser pequeñas, predominando las especies de tonos oscuros de la subfamilia Satyrinae (tribu Pronophilini.) De todas formas, se presenta una alta diversidad de insectos, con muchas especies de gran belleza y distribución restringida. En todos los estratos del bosque abundan las arañas y, ocultos bajo rocas, se pueden encontrar algunos alacranes del género Tityus. Bajo la hojarasca del bosque y dentro de las rosetas de las bromeliáceas habita una rica fauna de invertebrados, que incluye colembolos, cucarachas, escarabajos, milpiés, ciempiés, etc. Profundo en el suelo habitan las lombrices, destacándose las especies gigantes de la familia Glossoscolecidae, que pueden alcanzar más de 50 cm de longitud. En el suelo y sobre las plantas se encuentran caracoles terrestres (por ejemplo especies de Bulimulidae.) En las quebradas que atraviesan el bosque andino habitan pequeños peces de los géneros Trichomycterus(capitanes) y Astroblepus (babosos.) También suele haber cangrejos de la familia Pseudothelphusidae en estos ambientes. Los anfibios son comunes en los bosques andinos más húmedos y cerca a las quebradas. Predominan especies de ranas de

los géneros Eleutherodactylus, Atelopus, Hyla y Colostethus. También se encuentran salamandras del género Bolitoglossa. Los reptiles son más bien escasos e incluyen algunas lagartijas (Phenacosaurus,Anolis, Stenocercus, etc.) y serpientes no venenosas (por ejemplo Atractus, Liophis y Chironius.) Entre las aves destacan numerosas especies de colibríes, polinizadores importantes de muchas plantas del bosque andino y las tangaras de montaña (Anisognathus, Buthraupis, Dubusia, Iridosornis, Chlorornis, Sericossypha), de plumaje sumamente colorido. En los bosques andinos también habitan grandes aves que la gente suele asociar más con ambientes de clima caliente. Entre ellas se cuentan los tucanes de montaña (Andigena, Aulacorhynchus), varias especies de loros y pericos (Amazona, Hapalopsittaca, Pionus, Onchorhynchus, Leptopsittaca, Bolborhynchus,Pyrrhura) y las pavas de monte (Penelope.) Estas grandes aves son muy vulnerables a la destrucción de los bosques y a la cacería y por esta razón han desaparecido de muchos lugares habitados por el ser humano. Los roedores forman el grupo dominante de mamíferos y ocupan todos los estratos del bosque: sobre los árboles habitan ardillas, el puercoespín Echinoprocta rufescens y algunos ratones silvestres. En el suelo se observan otras especies de ratones y ratas, los borugos (Agouti taczanowskii) y la guagua loba (Dinomys branickii): esta, con sus 12 a 15 kg de peso, es unos de los roedores más grandes del mundo y puede trepar árboles con regularidad. Incluso en el agua hay ratones nadadores de los géneros Chibchanomys, Ichthyomys y Neusticomys. Los murciélagos son relativamente escasos en este ecosistema e incluyen especies insectívoras de la familia Vespertilionidae, frugívoras del género Sturnira y nectarívoras del género Anoura. Entre los mamíferos más particulares del bosque andino se cuentan las musarañas (Cryptotis) y los pequeños marsupiales del género Caenolestes. Otros mamíferos importantes son el oso de anteojos (Tremarctos ornatus), la danta de páramo (Tapirus pinchaque), el puma (Puma concolor), tigrillos (Leopardus), los pequeños venados de los géneros Mazama y Pudu, los cusumbos (Nasuella, Nasua) y el runcho o fara (Didelphis albiventris.)

Gente Desde tiempos precolombinos, los habitantes de los Andes han establecido asentamientos y abierto caminos por zonas de bosque andino. En aquella época, se talaban pequeñas zonas, abriendo el terreno para establecer cultivos de clima frío (papa, maíz, etc.) Estos primeros habitantes del bosque también aprovechaban los recursos silvestres de este ecosistema, cazando, recolectando leña, madera para construcción y plantas mágicas, medicinales y comestibles. La llegada de los europeos a América originó un vertiginoso aumento de la población en las montañas; con estos nuevos habitantes llegó también el ganado. Esto hizo necesario abrir cada vez más zonas para vivienda, para la agricultura y para la ganadería. Además, se intensificó el uso de productos del bosque y la extracción de madera para construcción, leña y la elaboración de carbón vegetal, ocasionando una fuerte reducción del bosque andino en las áreas más pobladas. Con todo, ha habido gente que ha sabido apreciar y conservar los bosques de montaña, estimulados por su belleza y su ambiente misterioso y por los servicios ambientales que presta como refugio de biodiversidad y protector de cuencas hidrográficas. Gracias a estos habitantes del bosque andino, se conservan bosques protegidos en fincas privadas y en las cuencas importantes de muchos municipios de montaña.

Conservación Los bosques andinos se encuentran gravemente amenazados, pues están situados en la parte más poblada del país. En muchas partes persisten sólo como fragmentos aislados en la parte alta de las montañas y en las laderas más empinadas. Puede decirse que nuestra cultura, ahora dominante, no es una cultura del bosque. El desarrollo consiste en abrir terrenos, no en cerrarlos. Es decir, en tumbar monte en lugar de conservarlo y aumentarlo. Esto ha resultado muy desafortunado, incluso en términos económicos, pues los bosques andinos cumplen un gran papel como protectores de cuencas hidrográficas. Su suelo esponjoso y densos colchones de musgos acumulan el agua y la liberan gradualmente, permitiendo que los caudales de ríos y quebradas sean relativamente regulares, incluso durante las temporadas secas. Ahora, con la destrucción del bosque, muchas quebradas se han secado. Debido a la creciente escasez de bosques naturales, cada vez hay mayor conciencia de la necesidad de proteger los fragmentos que quedan en pie. Entre los pasos más importantes que hay que seguir en la actualidad, para asegurar la permanencia del bosque andino y el conjunto completo de fauna y flora que habita en él, están transmitir a las nuevas generaciones el conocimiento y amor por los bosques naturales y establecer una red de corredores biológicos de bosque a lo largo de los linderos de las fincas y de los cursos de agua, que conecten unos con otros los fragmentos de

bosque restantes.

ECO-REGION DE ALTOANDINO Mapa de AltoAndino

La ecoregión Altoandina se ubica en las altas montañas, ocupando laderas montañosas y planicies con alturas generalmente mayores a los 3.700 m s.m, hasta el límite superior de la vegetación, a los 5.500 m s.m aproximadamente, en relieves que conforman mayoritariamente cuencas cerradas, que suelen terminar en lagunas o salares ubicados en esta eco-región, o a menor altura, en la Puna, aunque en algunos casos también encontramos cuencas de ríos que abandonan el Altoandino y la Puna, tal como el Chaschuil en el departamento Tinogasta. Ocupa la Cordillera Frontal y limítrofe con Chile (Dptos. Tinogasta y Antofagasta de la Sierra), la Cordillera de San Buenaventura (Dptos. Tinogasta y Antofagasta de la Sierra), la Sierra de Calalaste (Dpto. Antofagasta de la Sierra), la Sierra de Laguna Blanca (Dptos. Belén y Antofagasta de la Sierra), sectores más altos de la Sierra de Chango Real (Dptos. Belén y Santa María), y de las Sierras de Fiambalá y Las Lajas (Dptos. Belén y Tinogasta) y del altiplano puneño (Dptos. Belén, Antofagasta de la Sierra y Tinogasta), como así también, ya fuera del sector andino, las altas cumbres de la Sierra del Aconquija (Dptos. Santa María y Andalgalá) y del Ambato (Dptos. Ambato, Capayán y Pomán). Se caracteriza por un clima frío y seco, prácticamente no existe período libre de heladas y en general las cumbres más altas presentan nieves permanentes; las precipitaciones son del orden de 100 a 300 mm anuales, se concentran en los meses de verano, y se producen precipitaciones sólidas (nieve, granizo) en cualquier época del año (Morlans, 1995). El Altoandino se caracteriza por presentar una vegetación con predominio de estepas abiertas de gramíneas duras, o a veces de estepas de caméfitos en cojín (Morlans, 1995, Cabrera, 1971, 1976), con presencia de vegas en zonas de suelos húmedos. La fauna presenta como especies más importantes a Vicugna vicugna (vicuña), Oreailiurus jacobita (gato andino), Chinchilla brevicaudata (chinchilla), etc. La presencia humana aquí es casi inexistente, por las rigurosas condiciones climáticas, no encontrándose poblaciones, ni actividades productivas, salvo algunos emprendimientos mineros. En general no encontramos en el Altoandino divisiones de subecoregiones, pero sí diferentes comunidades vegetales, que alternan con la dominante estepa herbácea abierta. Las especies más características son Festuca orthophylla y Festuca chrysophylla (iros), Stipa frigida (pasto vicuña) y caméfitas como Adesmia nanolignea (cuerno de cabra). En suelos húmedos, se ubican las vegas, formadas por juncáceas, gramíneas y ciperáceas.

Caracteristicas del bosque alto andino

El bosque andino se caracteriza por incluir coberturas arbóreas por encima de 1000 m.s.n.m. hasta un límite entre 3.400-3.600 metros. Los elementos florísticos varían entre las tres cordilleras, aunque existen géneros que son típicos de este ecosistema, como son: Quercus sp. (robles), Weinmannia sp. (al cual pertenece el encenillo), Clusia sp., Juglans sp. (cedro negro), Drymis (incluye al ají de monte) y Podorcarpus sp. (pino romerón). Además se consideran algunas

familias como: lauráceas, melastomatáceas, y rubiáceas, entre otras El bosque andino suele clasificarse en tres subtipos (van der Hammen, 1992)1: - Bosque subandino: Es dominado por un clima templado. Se encuentra entre 1.000 y 2.400 m.s.n.m. - Bosque Andino: Se distribuye entre 2.000-3.000 m.s.n.m. de altitud, aunque en la cordillera central tiende a llegar hasta 3.200 o más. - Bosque Altoandino: Alcanza los 3.400-3.600 m.s.n.m, presentando su mayor límite altitudinal, como en el caso anterior, sobre la cordillera central.

Se caracterizan por que: • Los patrones de precipitación permiten, bajas o nulas deficiencias de humedad durante el año. • El dosel arbóreo en el bosque subandino puede alcanzar alturas de 20 a 30 m. La temperatura media anual puede oscilar entre 14 y 21 grados centígrados. En contraparte, el bosque altoandino presenta un dosel de aproximadamente 8 y a 15 m.,

con temperaturas entre 8 y 13 grados. • En general, el grupo andino-altoandino comparte más elementos florísticos entre sí. Una diferenciación importante es que el segundo es frágil al fenómeno de paramización, y presenta además, algunas especies arbustivas que denotan la transición con páramo y subpáramo. • El bosque andino en general, proporciona el ambiente propicio para el establecimiento de musgos y hepáticas. Estos elementos son bioindicadores de bajo disturbio en el ecosistema, debido a la fragilidad de los tapetes que forman sobre el suelo. • Las especies epifitas, como bromelias, hongos y orquídeas, también son típicas de bosques andinos, aunque no exclusivas. Son favorecidas por la humedad y por la sombra de las coberturas. • Bosque de Niebla: Esta variación del bosque andino, recibe su nombre por los frentes de condensación de agua permanente y semipermanente. Estos ecosistemas hacen parte de un complejo de ecosistemas propios de la región andina, en los que se encuentran bosques secos montanos, bosques húmedos, páramos, páramo bajo y páramo alto. En ellos, es determinante el factor climático, debido a la altura en la que se encuentran; en sus vertientes húmedas, por lo regular más expuestas a las variables climáticas, hay gran actividad gemorfológica, que da como resultado una alta inestabilidad de suelos, movimientos en masa y derrumbes frecuentes que determinan una dinámica muy especial y propia de estos bosques.

También hay una alta incidencia de interacciones bióticas, y relaciones de microclima, en especial los flujos de agua y de nutrientes, varios estudios demostraron que la intercepción y condensación de neblinas del agua representa entre un 12 y 18% de la entrada total del sistema. Esta cantidad de agua adicional aparentemente contribuye al desarrollo de una flora abundante de epifitas. La lluvia también tiene un efecto en el ingreso y flujo de nutrientes en el ecosistema. Este tipo de bosques están adaptados a las condiciones del clima de las vertientes andinas y juegan un papel en generar y mantener las condiciones microclimáticas y de flujo de nutrientes2.