Manual de Combate- Contraguerrilla

Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales Conflicto y Paz en Colombia D

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Pontificia Universidad Javeriana Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales Conflicto y Paz en Colombia David Ortega, Karen Quintero, Laura Jiménez Ruiz _________________________________________________________________________

Taller análisis de fuentes: Reglamento de Combate de Contraguerrillas. 1. Tipología de la fuente: 1.1 ¿De qué se trata? Se trata de un documento oficial emitido por el Comando del Ejército colombiano. Cabe destacar que en la fuente aparece, junto al sello del Ejército, una advertencia que dice: “RESTRINGIDO”. 1.2 ¿Cuál es la fecha? ¿Cuándo fue elaborada? El documento aparece emitido y aprobado con fecha del 12 de noviembre de 1987, creado bajo la Resolución 036 de ese mismo año. Esta es la fecha de publicación y no se maneja ninguna otra con respecto a su elaboración. 1.3 ¿Para qué fue producida? ¿Para qué me sirve? El Reglamento de Combates de Contraguerrillas se convierte en un manual específico para los miembros de las Fuerzas Armadas en el desarrollo de sus tareas militares. El documento contiene trece apartados basados en las dinámicas de la guerra contraguerrilla que van desde las cuestiones netamente militares, pasando por los aspectos de convivencia de las Fuerzas militares en combate, hasta el papel de los civiles, entre otros. Encontramos que fue producido también para orientar ideológicamente y contextualizar a los efectivos militares sobre los orígenes del conflicto y las causas que defienden. El texto da indicaciones específicas sobre los conceptos tácticos, logística y el papel de la población civil en la organización de operaciones. En cuanto a la utilidad de esta fuente es necesario destacar que nos sitúa de manera muy precisa en las dinámicas de guerra utilizadas en nuestro país en un escenario del conflicto armado colombiano muy avanzado. Podemos analizar la postura ofensiva que los gobiernos, en este caso el de Virgilio Barco, tomaban frente a los grupos guerrilleros y compararlos con las intenciones de realizar negociaciones de paz con los diferentes grupos.

Por otro parte nos abre a la discusión sobre el papel que jugaron las Fuerzas Militares y las Instituciones en la concepción y desarrollo de los llamados grupos paramilitares. Precisamente el Capítulo X del documento ( Las operaciones psicológicas, de acción cívico militar y de organización de la población civil en contraguerrilas) nos permite ver la posición frente a este tema: “Organizar en forma militar a la población civil, para que se proteja contra la acción de las guerrillas y apoye la ejecución de operaciones de combate” (Comando del Ejército, 1987, p.322) “Formado por elementos capaces de actuar en un momento determinado contra delincuentes comunes. Deben tener dotaciones de armas y operar en coordinación con la Policía, el Servicio de Seguridad y la guerra militar” (Comando del Ejército, 1987, p.326) Se habla de que anteriores documentos con este mismo proposito habrían incentivado o permitido la creación de autodefensas. “Decreto 3398 de 1965, cuyas disposiciones se convirtieron en legislación permanente mediante la Ley 48 de 1968. Ambas normas autorizaban al Gobierno nacional a utilizar a la población civil “en actividades y trabajos con los cuales contribuyan al restablecimiento de la normalidad” y se facultaba al Ministerio de Defensa Nacional, por conducto de los comandos autorizados, para “amparar, cuando lo estime conveniente, armas que estén consideradas como de uso privativo de las fuerzas armadas”. (Verdad Abierta, 2012) 2. Autoría de la fuente: 2.1 ¿Quién? ¿Cómo afecta a la fuente? Se trata del Ejército Nacional de Colombia y en específico los altos mandos militares bajo las órdenes de la cartera ministerial de defensa, en ese momento a cargo del General Rafael Samudio Molina, quien era comandante del Ejército en el momento de la toma y retoma del Palacio de Justicia (1985). El documento aparece firmado por dos altos mandos militares: El entonces Mayor General Oscar Botero Restrepo y el Coronel Luis Alfonso Plazas Vega. Botero Restrepo sería posteriormente Ministro de Defensa (1989-1990) en el Gobierno de Virgilio Barco. Por su parte Plazas Vega comandó la retoma del Palacio de Justicia ante en M-19. En el 2010 Plazas Vega fue condenado a 30 años de prisión por las torturas y desapariciones forzadas del Palacio,pero en el 2015 la Corte Suprema de Justicia lo absolvió por “falta de pruebas”

Aparentemente las relaciones de los dos militares eran cercanas teniendo en cuenta la línea de mando del Ejército y la confianza del Gobierno de Barco que en su periodo tuvo a los dos como ministros de defensa en algunos periodos. Para definir cómo afecta la autoría a la fuente podemos revisar algunos apartes del documento que plantean algunos valores y la ideología militar en ese momento. Por ejemplo, la fuente habla de que “En operaciones militares de contraguerrilla el Gobierno Nacional normalmente se propone defender la Independencia Nacional y las instituciones Patrias” (Comando del Ejército, 1987, p.6). También “El ejército es el principal medio que tiene Colombia para obtener y mantener la soberanía terrestre” (Comando del Ejército, 1987, p.5) Otro apartado señala la visión del conflicto que el organismo y la institucionalidad tenían del surgimiento de las guerrillas y sus prácticas: “La agitación política vivida en nuestro territorio dió origen al enfrentamiento de grupos que fueron hábilmente explotados para convertirlos en instrumentos de una lucha de insurgencia” (Comando del Ejército, 1987, p.9) Además se afirma que todas las acciones que se desarrollen en la guerra contraguerrilla están enmarcadas en el ‘derecho de guerra’. Todas estas disposiciones y puntos de vista justificadas en la “defensa de la institucionalidad”, nos permiten ver los posibles puntos de partida desde los que se ve influenciada la fuente. 2.2 ¿Cuáles son las motivaciones del autor? El Reglamento dice: “Este reglamento tiene por objeto emitir normas y procedimientos para la conducción de operaciones contra fuerzas guerrilleras especialmente dentro del medio colombiano” (Comando del Ejército, 1987, p.5). Se plantea la necesidad de eliminar, desintegrar y destruir las guerrillas, se describe al enemigo, se plantean tácticas y estrategias que deben ser utilizadas en el combate. Además se menciona el papel de la población civil dentro de la lucha armada, se manifiesta la necesidad de usarla para obtener éxito en combate y la importancia de que esta se defienda por sus propios medios. Por medio del contexto explicado más adelante, se comprenderán más a fondo las motivaciones del autor. 3. Contexto de la fuente En primer lugar, el Reglamento lo que hace es fijar como condición objetiva y reglamentada, la acuciante necesidad del apoyo civil a las fuerzas armadas. Es decir, se define objetivamente que la lucha contrainsurgente es aquella que se lleva a cabo por las fuerzas armadas, entiéndase, el Estado y una gran porción de la sociedad civil. No obstante, es necesario entender cómo se generó esta objetivización y normalización del apoyo de la sociedad civil a la lucha contrainsurgente que luego se transformaría propiamente en el paramilitarismo.

En ese orden de ideas, hay que entender que previo a este Reglamento, en Colombia ya existía un marco legal que promovía la creación de grupos de autodefensa. El primero: el Decreto Legislativo 3398 de 1965 que luego se tranformacia en la Ley de 1968. De acuerdo con la Corte Interamericana de Derechos Humanos (2007), en dicha ley, el Estado colombiano declaró explícitamente en el artículo 25 que “todos los colombianos, hombres y mujeres, no comprendidos en el llamamiento al servicio militar obligatorio, podrán ser utilizados por el Gobierno en actividades y trabajos con los cuales contribuyeran al restablecimiento de la normalidad”. Para Romero (2006) esta ley se debe entender bajo el contexto de la Guerra Fría y el discurso del “enemigo interno”. A partir de esto, se genero el primer reglamento en la lucha contra insurgente “El Reglamento de Combate de Contraguerrillas” el 9 de abril de 1969, por medio del cual, se hace referencia también a la defensa de la lucha guerrillera en colaboración de la sociedad civil. No obstante, la materialización de las autodefensas, según Romero (2006), fue durante la presidencia de Julio César Turbay Ayala (1978 - 1982). Durante su gobierno, se habla de un Estado de sitio casi que permanente, en el que el Estado se se comporta de manera represiva ante cualquier manifestación civil. Durante este periodo se dio un fortalecimiento de las fuerzas armadas bajo el discurso de la guerra preventiva y enemigo interno y, el ejército pública, aunque con acceso restringido, el libro titulado “instrucciones generales para operaciones de contraguerrilla”. En este, se hace referencia a tácticas para la lucha contrainsurgente por medio de camuflaje civil. Al respecto, la Corte Interamericana (2007) asevera que el manual de combate constituía una normativa que regulaba las relaciones entre los grupos de civiles armados y las fuerzas del Estado. Siguiendo la línea de análisis de Romero (2006), en 1981 en Cali un grupo de narcotraficantes anunciaron la creación del grupo Muerte a Secuestradores (MAS), cuyo propósito era justamente perseguir a guerrilleros que para ese entonces, utilizaban el secuestro como forma de financiación. Este periodo marca un punto de quiebre para los movimientos de autodefensas puesto que hay una vinculación del narcotráfico, con algunos miembros de las fuerzas armadas y grupos de autodefensas. Ahora bien, a partir de 1985 la Corte Interamericana (2007) asevera que los grupos de autodefensa comienzan a tener una transformación hacia grupos de delincuencia. En ese orden de ideas, para el gobierno del presidente Belisario Betancur (1982-1986) la idea de justicia civil ya estaba casi que institucionalizado en el ambiente social colombiano. Betancur, creó una Comisión de Paz con el objetivo de encontrar una solución pacífica y dialogada con la guerrilla de las FARC, no obstante, este intento de negociación presentó varias dificultades como la imposibilidad de cumplir con un cese al fuego de las partes, lo que llevó a varios integrantes de dicha comisión a renunciar. Es aquí donde aparece el “Reglamento del Combate de Contraguerrillas”, bajo la presidencia de Virgilio Barco (19861990), y por medio del cual se institucionaliza la autodefensa civil y su relación con las Fuerzas Militares de Colombia.

4. Información de la fuente 4.1 Literalidad Este punto se llevará a cabo a partir de una serie de fragmentos del Reglamento de Combate: ● “Las fuerzas militares con sus operaciones de contraguerrilla, se proponen la eliminación de las fuerzas insurgentes o de su voluntad de lucha” Este apartado hace parte del capítulo dos, durante todo el Reglamento se hace énfasis en el objetivo de la lucha armada contra guerrillas: su eliminación. Con el fracaso de la supuesta voluntad de paz del gobierno de Belisario Betancur y ante el evidente crecimiento militar y geográfico de las FARC, el único camino que se planteó fue la destrucción por medios militares. ● “Es en esta fase cuando la persecución constante, el patrullaje ofensivo, la limpieza de zonas, el engaño, trampas y artimañas se emplean al máximo” Este fragmento hace parte de la “Fase de destrucción” en el apartado “Fase de combate de guerrillas”, durante gran parte del reglamento se enfatiza la necesidad de realizar persecución constante al oponente, fue seleccionada en este punto pues ilustra de forma general las recomendaciones que hace el ejército en pro de lograr destruir a los grupos guerrilleros, haciendo uso en muchos momentos de “engaño, trampas y artimañas”, que según el manual son típicos en los grupos armados insurgentes y se convierte su uso en una necesidad para debilitarlos. ● “La guerrilla es sencilla por naturaleza y por lo tanto su sistema de mando primitivo no da lugar a confusión” Este fragmento hace parte de “Los principios de la guerra en combate de contraguerrillas”, es una frase que resume la concepción que tenía el ejército de la conformación, acción y maniobra de la guerrilla; sin embargo, se aclara su potencial destructivo y la complejización de sus fuerzas en el tiempo, que inicialmente son intuitivas y precarias. ● “Sin la población civil la guerrilla queda a merced de la suerte y reducida peligrosamente a sus vulnerables medios materiales que no representan amenaza militar de consideración” En el Reglamento se reconoce la importancia de la población civil en el establecimiento, consolidación y permanencia de las guerrillas, afirmando que está es atraida por medio de la base político-ideológica. Se afirma que una estrategia comúnmente empleada por las

guerrillas es la infiltración de población civil simpatizante en diferentes estamentos del Gobierno. En diferentes partes del texto se caracterizan las funciones que cumple la población en la guerra, su “utilidad”, e incluso como son atraídas por la insurgencia. ● “Adoctrinamiento. A través de cursillos, de reuniones periódicas de publicaciones didácticas, el Comisario Político de la guerrilla desarrolla un amplio plan de adoctrinamiento entre la población civil y los combatientes guerrilleros para lograr el convencimiento de que la violencia es el único medio para lograr los objetivos políticos” Este fragmento ilustra lo que ya se explicó en el párrafo anterior, sin embargo, es seleccionado porque resume la forma en la que el Ejército entiende las relaciones, acercamientos o nexos que logra la guerrilla con la población civil, por el vocabulario empleado (“cursillos”) parece que se subestiman las labores. Esta frase se encuentra en un apartado llamado “Métodos de acción psicológica”, dentro del cual se mencionan diferentes formas de persuasión y manipulación supuestamente empleadas con los civiles. ● “Toda fuerza militar en la conducción de una guerra requiere el apoyo de la sociedad a la cual pertenece” Además de retratar la importancia de la población civil para las guerrillas, el Reglamento de Combate poco a poco resalta la necesidad de tener apoyo civil en la lucha armada; al avanzar la lectura está “necesidad” se hace más evidente y se plantea otra forma de combate, las siguientes frases lo comprueban:

● “Es indispensable por lo tanto que la fuerza contra guerrillera obtenga el apoyo decisivo de amplios núcleos de la población civil (...) La acción coordinada de planes gubernamentales y militares así como el empleo de operaciones psicológicas y cívicas, son los mejores medios para aplicar este fundamento” ● “La conquista de la mente del hombre, el control de sus actividades, el mejoramiento de su nivel de vida y su organización para defenderse contra amenazas, son respectivamente los objetivos de las operaciones psicológicas (...) La población civil por lo tanto es uno de los objetivos fundamentales de las unidades del ejército y se materializan por agrupaciones humanas perfectamente definidas dentro del área de operaciones” A lo largo del texto se justifica el uso de la población civil y su intervención en la lucha contrainsurgente, sin embargo, hay partes del Reglamento en las que se reconocen las asociaciones de civiles armados:

● “Los principales apoyos de combate en contraguerrillas son los siguientes: Artillería, ingenieros, inteligencia, Grupos de Guerra Sicológica, Transmisiones, Fuerza Aérea, Fuerza Naval, Policía Nacional y Juntas de autodefensas” Las denominadas “Juntas de autodefensas” para está época ya se habían extendido por el territorio, hay que resaltar que para 1987, César Gaviria, ministro de Gobierno en la administración de Virgilio Barco denunció ante el Congreso la existencia de 163 grupos contrainsurgentes; mientras en el ámbito Colombiano se le estaba dando amparo discursivo y político a la justicia privada (Romero, 2007). ● “Este método hace difícil la coordinación y el control de las actividades de las tropas, aumenta sus vulnerabilidades, se incrementa el riesgo de eliminar elementos inocentes, pero facilita la explotación inmediata de informaciones que suministre la población civil” Este fragmento hace parte de “Métodos empleados en operaciones de registro de áreas”, un segmento en el que se menciona a la población civil constantemente y se muestran intervenciones con métodos posiblemente ilegales, ademá,s se menciona la posibilidad de “eliminar elementos inocentes”. Este apartado permite hacerse una idea del ‘modus operandi’ del Ejército, en general el Reglamento manifiesta que el objetivo es “eliminar la insurgencia”, pero no se definen límites. Esto también se evidencia en “Sección D operaciones de control militar de áreas”- Capítulo V, entre muchos otros. ● “Empleo de minas y trampas cazabobos en sitios que frecuentan las guerrillas” Se encuentra en un apartado llamado “Trampas, ardides y engaños”, se evidencia lo explicado en el párrafo anterior. Las trampas cazabobos eran objetos explosivos camuflados. ● “Propaganda gris, aquella cuya fuente se oculta; se emplea en contraguerrillas principalmente para ejercer presión mental sobre los componentes de un grupo guerrillero. Algunas agrupaciones de población civil que abiertamente apoyan la violencia, pueden ser blanco de este tipo de propaganda.” Tomado de: “Métodos y técnicas de las operaciones psicológicas”, un apartado en el que se mencionan técnicas psicológicas que incluyen propaganda y contrapropaganda, tienen como fin debilitar emocional y psicológicamente al enemigo. La propaganda gris por lo general contiene información falsa y no posee emisor. En otros fragmentos del Reglamento se manifiesta que la propaganda realizada por la contraguerrilla también se dirige a la población civil, incluso la que no tiene nexos con la guerrilla. ● “Determinar las vulnerabilidades que se explotarán en cada blanco seleccionado”

En este punto se habla de explotar vulnerabilidades psicológicas y emocionales para debilitar al enemigo, después de identificarlas se busca el método más conveniente para aprovecharlas y obtener algún beneficio. ● “Organizar en forma militar a la población civil, para que se proteja contra la acción de las guerrillas y apoye la ejecución de operaciones de combate” . En el apartado “Objetos de las operaciones de organización de la población civil” se evidencia el apoyo del Ejército a la formación y entrenamiento de las autodefensas que posteriormente serían llamadas “Paramilitares”. En muchos otros fragmentos del mismo apartado se muestra como se motivaba la creación de contrainsurgencia, la incidencia de militares en la conformación de estos grupos y el apoyo permanente que les daban las Fuerzas Militares y el Estado colombiano. 4.2 Contextualización y triangulación Para hacer la triangulación, se hará un análisis del discurso presidencial de Virgilio Barco durante su posesión en 1987, esto, con el objetivo de analizar la posición del nuevo gobierno frente al contexto del papel de las fuerzas armadas. En dicho discurso, el presidente Virgilio Barco habla por 44 minutos sobre sus compromisos con Colombia. El presidente habla de la nueva política exterior colombiana, arremete contra la pobreza y desigualdad que vive Colombia y enfatiza que su gobierno privilegiará las dinámicas sociales con eficacia económica. En su discurso, el presidente dedicó una gran proporción a la democracia colombiana, aseverando que su gobierno se respetará cualquier posición política en aras de perfeccionar la democracia. En ese sentido, se compromete a darle representación a las minorías en el congreso y a reglamentar la oposición. Ahora bien, llama la atención, que el presidente Barco reconoce que el estado de sitio se había utilizado en Colombia sin ninguna reglamentación, por esa razón, se compromete a reformular dicha política para que solo sea utilizada para grandes conmociones internas. Esto es importante en la medida que el estado de sitio casi que permanente durante los gobiernos anteriores, fue lo que permitió la materialización de las autodefensas campesinas. Casi que al final del discurso, Virgilio Barco habla sobre el papel de las Fuerzas Armadas de Colombia. De acuerdo con el presidente, este órgano debe actuar conforme a la ley y a los mandatos de la constitución política. Barco asevera que si bien, las Fuerzas Armadas y el Estado se encuentran en desventaja con respecto a los “terroristas”, se debe actuar en el margen de la legalidad en la “defensa de los colombianos sin exclusión alguna”. Así mismo, Barco sustenta su discurso de la legalidad de las Fuerzas Armadas aludiendo que precisamente lo que las legitima con la sociedad es el actuar por medio de la legalidad, en ese sentido, si el órgano actúa con arbitrariedad se generaba más violencia y cuestionamiento de la sociedad civil. En ese orden de ideas, no queda claro la posición del presidente con respecto al marco legal que propiciaba la autodefensa puesto que tampoco le da importancia a esto en su discurso de posesión.

4.3 Idea central, personajes, eventos, metáforas, símbolos, conceptos. Inicialmente esta fuente principal parece ser planteada como lo dijimos anteriormente como un manual de acción militar que abarca varias singularidades que conciernen la lucha contra estructuras guerrilleras. este documento tiene mucho contenido técnico del que destacaremos algunos conceptos. antes, cabe mencionar que más allá del objetivo que plantea literalmente el documento, esté dejó las puerta abiertas y avaló la creación de grupos de civiles armados, justificandolo en el apoyo a los ejércitos y la defensa de las mismas poblaciones civiles. Como hemos visto este fenómeno de armar a la población civil para provisionarla de seguridad es un punto clave para el desarrollo del paramilitarismo. También entre los conceptos o ideas más relevantes de nuestra fuente se encuentra el denominado como “operaciones psicológicas” y elementos como la propaganda. Guerra de insurgencia y contrainsurgencia: En el texto se establece formalmente, en primer lugar, las dinámicas y definiciones de una guerra de insurgencia. Se trata de la movilización de un grupo de la población que usando mecanismos políticos, psicológicos y militares trata de tomar el poder tumbando el Gobierno establecido. A este concepto planteado por el documento se antepone la guerra contrainsurgente. Se afirma que la mayoría de la población la apoya y que la conduce el Gobierno. El objetivo principal: evitar y destruir las manifestaciones de insurgencia. Combate de contraguerrillas: En este punto es necesario hablar de guerra de guerrillas, se trata de una mezcla entre el poder alcanzado en combate y el apoyo que encuentre en la población civil. Además se basa en la ventaja de conocer el medio y los recursos de espacio así como atacar la debilidades del enemigo. Es por esto que la llamada lucha de contraguerrilla, que plantea el documento, propone responder no solo con acciones militares sino con “acciones integrales”. La población civil juega también un papel importante, así como el trabajo de inteligencia y estudio al enemigo; incluso se habla de la paciencia. Operaciones psicológicas: Algo importante de destacar en este concepto es que el texto destaca que las dichas operaciones son de “acción cívico militar”. Estas operaciones están orientadas a influir directamente en las opiniones, comportamientos y actitudes de la población civil y de las guerrillas. En este punto se enfatiza en dos elementos: la propaganda y la contrapropaganda y de estas se destacan lo que se menciona como propaganda blanca, gris y negra. La propaganda blanca se expresa abiertamente y se dirige por lo general a la población civil orientándola de los procesos militares, la propaganda gris oculta su fuente y se usa para ejercer presión mental sobre las guerrillas y por último la negra que se basa en fuentes falsas. Otras características del uso de la propaganda involucran la insinuación , acusación , rumor y los regalos, generalmente todas encaminadas hacia la población civil.

REFERENCIAS

BIBLIOGRÁFICAS

https://verdadabierta.com/en-su-origen-paras-fueron-promovidos-por-el-ejercito/ https://www.semana.com/nacion/articulo/vientos-de-guerra/9147-3 Corte Interamericana de Derechos Humanos. (2007) Caso de la Masacre de La Rochela Vs. Colombia. Disponible en: http://www.corteidh.or.cr/docs/casos/articulos/seriec_163_esp.pdf Romero, M. (2006). Paramilitares, narcotráfico y contrainsurgencia: una experiencia para no repetir. En: En la encrucijada. Colombia en el siglo XXI. Bogotá, Ceso/Norma. Discurso de posesión del Presidente Virgilio Barco. (1987) Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=2nLaQnInWGU