Lugones El Hombre Muerto

1-Desarrollar un análisis del cuento de Leopoldo Lugones “El hombre muerto”. Seguir dos de las perspectivas teóricas tra

Views 76 Downloads 0 File size 247KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

1-Desarrollar un análisis del cuento de Leopoldo Lugones “El hombre muerto”. Seguir dos de las perspectivas teóricas trabajadas durante el curso (con exclusión del textualismo barthesiano). Leopoldo Lugones (1874-1938) “fue y sigue siendo el máximo escritor argentino” así lo considera Borges en la obra que le dedica. Puntualiza además que no se trata del autor del libro máximo sino de alguien que “encarnó en grado heroico las cualidades de nuestra literatura, buenas y malas.” 1 En 1906 publica Las fuerzas extrañas , obra compuesta por un tratado de cosmogonía y doce cuentos fantásticos. Borges considera que estos cuentos constituyen una de las páginas “más logradas de las literaturas en lengua hispana”2. Dice también que Lugones tenía una especial predilección por lo fantástico, que la lectura de Poe fue un estímulo aunque su literatura no se parezca a la de su antecesor y que publicó, desde 1896,

cuentos (nunca recogidos), en diversas

revistas, entre ellas Caras y Caretas donde, en 1907, apareció “El hombre muerto”. En 1924 publica Cuentos fatales con el propósito de continuar aquel libro de cuentos pero “la pompa de ciertas descripciones, algo mecánica, traduce la fatiga del escritor y su alejamiento de los temas tratados” 3 Nuestra hipótesis de lectura sostiene que en el cuento de Leopoldo Lugones El hombre muerto conviven dos lógicas: la lógica del relato tradicional y la lógica del caso. Umberto Eco afirma en Lector in fabula

4

que “ningún texto se lee

independientemente de la experiencia que el lector tiene de otros textos”. En nuestro caso, la lectura de El hombre muerto de Lugones apela a la competencia intertextual del lector y, entre las posibles combinaciones, extrae de su repertorio el cuadro intertextual│hombre muerto│ del que infiere otro cuento, el homónimo de Horacio Quiroga. En nuestro caso, la diferencia que más nos detiene es la que atañe a la

1

Borges, Jorge Luis Leopoldo Lugones, Edit. Pleamar. Buenos Aires .1967 2da. Ed. P 95 y 96. Borges, Jorge Luis op. cit. p. 71 3 Borges, Jorge Luis op. cit. p. 73 4 Eco, Umberto Lector in fabula Editorial Lumen. 3ra. Edic. 1993. p116 2

construcción de la trama que, en términos de Tomachevski 5 está constituida por la relación causal y cronológica entre motivos. La condición se cumple en el cuento de Quiroga: la caída es causa de la herida del machete y la herida, causa de la muerte. En el cuento de Lugones no hay causalidad natural que dé cuenta de la escena final en la que debajo de la manta aparecen los huesos y el pellejo. La ausencia de un principio explicativo convierte al desenlace del cuento en un hecho extra-ordinario, fuera del orden natural. Esta condición de extraordinario prevé una lectura que lo aproxima a otro relato, al cuento de Edgar Allan Poe La verdad sobre el caso del señor Valdemar: en ninguno de los dos es posible explicar la metamorfosis del final. Sin embargo hay una diferencia sustancial entre ambos: en el cuento de Poe existe una causalidad natural científica o pseudo científica (mesmerismo) que explica los hechos. El final no está explicado pero no hay contradicción en considerar que en el futuro podría ser explicado. En el cuento de Lugones el propio relato impone la condición de la muerte: “Mas para que esto sea humanamente efectivo, necesito una voluntad que difiera. Una sola.” El desenlace está previsto por el relato y sucede en consecuencia: los carreros perciben al muerto como muerto y el muerto se muere. Tomashevski6 sostiene que el tema de una obra da unidad al material verbal que la compone. Esta unidad temática es susceptible de ser dividida en unidades menores hasta el punto de llegar a unidades mínimas, no analizables a las que denomina motivos. Por necesidad interna del modelo teórico que sostiene y en vista a una formalidad del relato, considera una organización sistemática de los motivos a las que denomina motivaciones. Cada una de ellas comprende procedimientos que responden a finalidades diversas: la compositiva procura la economía del relato, la estética alude a la conversión de lo no literario en literario y la realista refiere que toda obra debe satisfacer la exigencia de provocar “una ilusión muy elemental: por

5

Tomashevski, Boris Temática en Todorov, T. (comp), Teoría de la literatura de los formalistas rusos, México, Siglo XXI, 1970 6

Cfr Tomashevski, Boris Op.cit. loc. Cit. p.215 y sgtes.

muy convencional y artificial que ella sea, debemos percibir la acción como verosímil”7 . Tomashevski afirma que la exigencia de esta ilusión no se contrapone al desarrollo de la literatura fantástica: en los relatos tradicionales lo fantástico siempre ha estado presente en brujas u otros seres cuya supervivencia o bien no se justifica o bien suele justificarse mediante hipótesis (procedimiento utilizado por Wells, en sus novelas, a fines del siglo XIX). En El hombre muerto no hay propiamente hipótesis, se trata más bien de una condición según la cual el muerto es muerto si y solo si alguien lo cree. Si no se cumple la condición, el muerto es un loco. Muerte y locura introducen una doble lógica: 1- El loco no es loco, es muerto. 2- El muerto no es muerto, es loco. El texto prevé la posibilidad de las dos interpretaciones. En la interpretación 1 se cumple la condición en el desenlace. Lo fantástico es producto de la causalidad que funda la condición. Es un procedimiento semejante al del relato tradicional, lo fantástico es a priori. En la interpretación 2 no se cumple la condición. Lo fantástico es la trasgresión de la causalidad natural. Es la excepción, lo extraordinario. Lo increíble. El relato debe convertir en creíble lo increíble en aras del resguardo de su verosimilitud. En el cuento de Quiroga, el narrador en 3era. Persona y la solidez de la relación causa-efecto entre los acontecimientos de la trama son procedimientos tendientes a satisfacer la exigencia de verosimilitud que reclama la motivación realista. El narrador en 1ra. Persona/personaje de La verdad sobre el caso del señor Valdemar y de El hombre muerto de Lugones también es procedimiento para lograr igual fin. En el cuento de Poe, para que se confirme la verdad del caso, el narrador/personaje recurre a la autoridad y prestigio de la ciencia o seudo ciencia y el relato cumple entonces con la exigencia de verosimilitud. En el cuento de Lugones el procedimiento es más complejo. El cuento de Lugones es una analepsis compleja8 externa, anacronía entre el tiempo del relato y el tiempo de la historia que, en este caso, consiste en la 7

Tomashevski, Boris Op.cit. loc. Cit. p.215 .

evocación de acontecimientos que han sucedido y concluido con anterioridad al punto actual de la historia y al acto que los narra. Se trata del clásico relato en pasado que Genette denomina narración ulterior para destacar la posterioridad del acto narrativo respecto de la historia. En el relato se diferencian dos niveles: el nivel diegético, cuyo narrador es el personaje testigo del hecho extraordinario y el nivel metadiegético cuyo narrador es protagonista de la diégesis y de la metadiégesis. En términos de Genette, por su relación con la historia, son narradores homodiegéticos. El narrador extradiegético

representado en el relato por el personaje del

amigo del agrimensor es la razón calculadora (por algo es agrimensor) Su discurso tiene el objetivo de mostrar el carácter fantástico de lo que ha sucedido. Construye la perspectiva del relato desde el foco puesto en el personaje que lo representa y que observa

y narra lo que sucede como si se tratara de un

experimento de laboratorio cuyos datos hay que “metodizar”. El narrador intradiegético está representado por el personaje del muerto. Introducido por el agrimensor quien “resultó afecto al alienismo y no desperdició la ocasión de interrogar al curioso personaje” pero no hubo diálogo sino monólogo “con una nitidez de expresión, por todos conceptos, discorde con su catadura”. Se trata de un discurso restituido de tipo dramático, adoptado por la epopeya, género narrativo mixto y, a posteriori, por la novela. Esta forma es la más mimética de discurso de personaje y, en este caso, apela al pathos para lograr la adhesión de al menos una voluntad para efectivizar su muerte. Como en los relatos tradicionales, lo fantástico se acepta a priori. No constituye un escándalo de la razón y no afecta la verosimilitud. Como hemos anunciado, sostenemos que en el cuento de Leopoldo Lugones El hombre muerto conviven dos lógicas: la lógica del relato tradicional y la lógica del caso y cada una de ellas se desarrolla en un espacio textual diferente (diégesis y metadiégesis), co narradores diferentes. Ambas producen lo fantástico y ninguna de ellas afecta la ilusión de verosimilitud

8

Genette, Gérard: Figures III Edit. Lumen 1989.p.95 y sgtes.

Prof. Diego Bentivegna

Maestría en Análisis del Discurso

Narratología 2013 María Mercedes López [email protected]