Los Ultimos Dias de Judas Iscariote

LOS ULTIMOS DIAS DE JUDAS ISCARIOTE de Stephen Adly Guirgis Traducción de Rómulo Assereto y Juan Carlos Fisher p. LOS

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LOS ULTIMOS DIAS DE JUDAS ISCARIOTE de Stephen Adly Guirgis Traducción de Rómulo Assereto y Juan Carlos Fisher

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LOS ÚLTIMOS DÍAS DE JUDAS ISCARIOTE

Stephen Adly Guirgis

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LOS ULTIMOS DIAS DE JUDAS ISCARIOTE de Stephen Adly Guirgis Traducción de Rómulo Assereto y Juan Carlos Fisher

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PRIMER ACTO DOMINE ADIUVA INCREDULITATEM MEAM

ESCENA 1 Oscuridad. Lluvia. En ningún lugar, una MUJER emerge del pasado. ENRIQUETA ISCARIOTE: Ningún padre debería enterrar a un hijo…. Ninguna madre debería enterrar a su hijo. Las madres no deberían enterrar hijos. Ese no es el orden natural de las cosas. Yo enterré a mi hijo. En un campo de arcilla. En un campo de sangre. En un silencio vacío, árido. No hubo funeral. Nadie lloró. Sus amigos, ausentes. Su padre, muerto. Sus hermanas se negaron a asistir. Yo encontré su cuerpo sola. Yo cavé su tumba sola. Lo coloqué en un hueco. Lo cubrí con tierra y rocas, sola. No pude terminar de enterrarlo antes de la puesta del sol. Y no sé si eso afectó su destino…. No le reprocho a Dios nada de esto. No lo maldigo ni lamento mi suerte. Y a pesar de que mi corazón sigue latiendo sólo para seguirse rompiendo, no pregunto porqué. Recuerdo la mañana en que mi hijo nació como si fuera ayer. En el momento en el que la partera lo puso en mis brazos me invadió un amor que estaba más allá de cualquier medida o entendimiento. Recuerdo sostener a mi hijo y mirar a mi propia madre y decir “Ahora entiendo por qué el sol sale cada mañana y las estrellas se encienden cada noche, entiendo por qué la lluvia cae tan delicadamente. Ahora te entiendo a ti, madre.”…

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Amé a mi hijo cada día de su vida. Y lo seguiré amando apasionadamente mucho después de haber dejado de respirar. Soy una mujer simple, no soy inteligente ni instruida, no sé leer, no sé escribir, mi opinión nunca es solicitada, mi voz no es importante. El día en que mi hijo nació me invadió un amor que estaba más allá de cualquier medida o entendimiento… El mundo me dice que Dios está en el Cielo y que mi hijo está en el Infierno. Yo le digo al mundo la única verdad que conozco: si mi hijo está en el Infierno, entonces no existe el Cielo, porque si mi hijo está en el infierno, no existe Dios. JESÚS entra cargando una cubeta se acerca a la MUJER, la besa en la mejilla. Ella no lo nota. Desaparecen. Una corte de Justicia. La Corte está en sesión. Una mujer con alas, GLORIA, se pone de pie. GLORIA

Entre el Cielo y el Infierno hay otro lugar. Este lugar: Esperanza. Esperanza está ubicado aquí en el centro del Purgatorio.

JUEZ

¡Siguiente!

GLORIA

El Purgatorio, contrariamente a lo que la gente piensa, tiene cañerías, tiendas… tiene hasta un cine y un pequeño parque por donde la gente pasea a sus perros. Esperanza… bueno… no tiene nada de eso… y definitivamente no huele bien.

JUEZ

¡Siguiente caso, Alguacil!

GLORIA

Yo trabajé aquí en Esperanza por dos años y medio. Así me gané estas alas. Y no cambiaría nada por estas alas. Puedo volar con estas alas. Por la noche vuelo hasta la tierra y veo al menor de mis hijos dormir. Tiene siete y tiene una foto mía en la pared. Junto a su póster del Increíble Hulk. Después, vuelo hasta la ventana de la casa de mi hija mayor y veo a mi nieto dormir. Muchas noches puedo ver a mi hija mayor, Tania, con los pies metidos en una batea con agua caliente, siempre estudiando, leyendo libros. Y me quedo para ver a su esposo,

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Winston, que llega tarde a casa de trabajar, siempre con un postre o un sándwich para mi hija. El amor de Winston por mi hija se le ve en la cara. Estaba equivocada acerca de él. Siempre pensé que era inestable. Cuando regreso al Cielo le cuento a mi esposo todo esto. A mi esposo no le gusta volar, pero le encanta escuchar las historias y le gusta como me veo cuando regreso de la tierra, toda despeinada… Esperanza cambia con el tiempo, pero siempre se ha mantenido como el regalo de Dios para el último de sus hijos. Siempre se ha dicho que cada civilización reacomoda los muebles cósmicos de manera distinta. En los tiempos bíblicos, Esperanza era un oasis en el desierto. En la Edad Media, era un lugar libre de la Plaga. Hoy, Esperanza no es un lugar para la contemplación. Lo que está de moda hoy en día son los juicios. JUEZ

¿Dónde está el maldito alguacil?

ALGUACIL

Aquí señor.

JUEZ

Entonces llame al siguiente caso.

ALGUACIL

Sí, señor. Dios y el Reino del Cielo y de la Tierra contra Tor el Implacable. Pedido de Apelación.

JUEZ

Denegado. Siguiente.

ALGUACIL

Dios y el Reino del Cielo y de la Tierra contra Josef Stalin.

JUEZ

No.

ALGUACIL

Dios y el Reino del Cielo y de la Tierra contra Mark David Chapman, asesino de John Lennon.

JUEZ

¡No hay forma!

ALGUACIL

Dios y el Reino del Cielo y de la Tierra contra Judas Iscariote.

JUEZ

¿Judas Iscariote? ¿Quién presenta esta mierda?

CUNNINGHAM

Su Señoría, mi nombre es Fabiana Aziza Cunningham…

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JUEZ

No la conozco…

CUNNINGHAM

Vivo en el Purgatorio.

JUEZ

¡Bueno, debiste mantener las piernas cerradas! ¡Moción denegada! ¡Siguiente!

CUNNINGHAM

Su señoría, tengo una moción firmada por San Pedro en las Puertas del Cielo.

JUEZ

¡Siguiente!

CUNNINGHAM

¡Pero tengo una moción!

ALGUACIL

Tiene una moción, señor…

JUEZ

¿Perdón?

ALGUACIL

Sólo digo… la señora tiene una moción… así que… quiero decir…

JUEZ

Alguacil, establezcamos una suerte de señal entre nosotros, ¿está bien?

ALGUACIL

Está bien.

JUEZ

Bien. Cuando yo venga a la Corte vestido como Liza Minnelli en ropa de baño, entonces ésa será la señal de que quiero su opinión.

ALGUACIL

Sí, señor.

JUEZ

Siguiente…

ALGUACIL

Pero, ¿qué hay de la moción, señor?

JUEZ

¿Cómo se llama Alguacil?

ALGUACIL

Julio de Mongolia.

JUEZ

¿Está con permiso de trabajo en el Purgatorio, no Julio?

ALGUACIL

Sí, señor.

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JUEZ

¿Quiere llegar al Cielo algún día? ¿Comer pollo a la brasa, papas fritas, tomar sol?

ALGUACIL

Sí, señor, mucho.

JUEZ

¡Entonces llame al siguiente caso, mierda!

ALGUACIL

Sí, señor, absolutamente señor.

JUEZ

Muy bien. Tenga un chupete.

ALGUACIL

Gracias señor.

JUEZ

Siguiente.

ALGUACIL

Pero… señor… la moción, señor…

JUEZ

¡¡Alguacil!!

YUSEF AKBAR WAHID AL-NASSAR GAMEL EL-FAYOUMY se levanta dramáticamente de su asiento en la corte. EL-FAYOUMY

Su señoría, ¿puedo intervenir?

JUEZ

¿Quién está hablando?

EL-FAYOUMY

Soy yo. Yusef Akbar Wahid Al-Nassar Gamel ElFayoumy.

JUEZ

¿Y quién diablos es usted?

EL-FAYOUMY

Un fiscal, gran señor, dispuesto y capaz de tomar este caso y defender a las Puertas del Cielo y al Reino de Dios contra esta bufonada de moción, su guapísima señoría. No busque más, su señoría, Yusef Akbar Wahid Al-Nassar Gamel El-Fayoumy es un paladín de la justicia.

JUEZ

¿Un paladín, no?

EL-FAYOUMY

¿Puedo acercarme a usted, señor?

JUEZ

¡Puede acercarse al estrado, no a mí!

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EL-FAYOUMY

Al estrado, claro. Y es un hermoso estrado. Esplendido y macizo como el gran derrier que descansa sobre él. Su Señoría, he recibido noticias de esta supuesta “moción” hace varias semanas. Me he estado preparando día y noche para refutar los argumentos que contiene.

CUNNIGHAM

Su Señoría, que quede registrado que no me opongo a la presencia del Señor El-Fayoumy.

JUEZ

(A CUNNINGHAM.) ¡¡Hable cuando le hablen!!

EL-FAYOUMY

No trate de provocar a este gran hombre, señora. Él presidió la apelación de Atila el Huno cuando usted no era nada más que un shot de whisky barato en la cuenta de su tatarabuelo.

JUEZ

Bien dicho.

EL-FAYOUMY

Perdóneme el exabrupto.

JUEZ

¿Usted… tiene licencia para ejercer, señor El-Fajita?

EL-FAYOUMY

¿Licencia? Licencia. Sí. Absolutamente. Aquí la presento para su escrupuloso examen y aprobación, eminente gran señor.

EL-FAYOUMY busca en sus bolsillos la licencia. ALGUACIL

(Con cuidado.) Señor, su nombre es El-Fayoumy

JUEZ

¿Qué?

ALGUACIL

Lo llamó El-Fajita.

JUEZ

¡Tráigame mis lentes!

ALGUACIL

Los tiene puestos, señor.

JUEZ

(Explotando.) ¡¡¡Mis otros lentes!!!!

ALGUACIL

Sí, claro, tome.

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EL-FAYOUMY

Idolatrado amo y señor, un pequeño problema. Mi licencia… creo que la he dejado en mi otro saco. ¿Puedo ir corriendo al Infierno para traerla?

JUEZ

¿Usted está en el Infierno?

EL-FAYOUMY

Sólo temporalmente. Un problema con mis papeles.

JUEZ

¿Está seguro de eso?

EL-FAYOUMY

Segurísimo, graciosa Señoría. Le atribuyo el enredo a…

JUEZ

Cunningham, déjeme ver esa moción.

CUNNINGHAM

Aquí tiene, Su Señoría.

El JUEZ lee la moción. EL-FAYOUMY

(Aparte.) Tienes muy buenas piernas, Fabiana. ¿Tienes planes para más tarde? ¿Comemos juntos?

JUEZ

Cunningham, esta moción es basura. Siguiente caso.

CUNNINGHAM

Su Señoría, mi cliente…

JUEZ

¡Su cliente es Judas Iscariote. Su cliente vendió al hijo de Dios, por el amor de Dios!

CUNNINGHAM

Su Señoría, eso no tiene nada que ver…

JUEZ

Cunningham, Judas Iscariote cometió un pecado imperdonable. Todo el mundo lo sabe.

EL-FAYOUMY

El Pecado de la Desesperación.

JUEZ

¡Y luego le hizo un favor al mundo y se colgó!

EL-FAYOUMY

¡De un árbol de olivo, el cobarde!

JUEZ

¡Siguiente caso…!

CUNNINGHAM

¡Su Señoría, la moción está firmada por San Pedro!

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JUEZ

Conozco a Pedro, está inclinado a equivocarse. Además es muy impulsivo…

EL-FAYOUMY

Impulsivo, totalmente. ¿Te suena un pequeño lugar llamado Getsemaní, Fabiana? Cuando las autoridades vinieron a arrestar a Jesús después de que tu cliente lo vendió con un beso, ¿qué hizo Pedro?

CUNNINGHAM

Sé lo que hizo.

EL-FAYOUMY

¡¡Bueno, escúchalo de nuevo!! ¡Pedro sacó su espada y le empezó a cortar las orejas a las autoridades, ¿te imaginas eso?! Jesús tuvo que corregirlo todo. Poner las orejas de nuevo en su sitio… un desastre, en realidad.

JUEZ

¡Siguiente caso!

CUNNINGHAM

Pero Su Señoría…

JUEZ

¡¡Siguiente caso!!

EL-FAYOUMY

Vamos Fabiana, una cena y un masajito… te va a relajar.

CUNNINGHAM

Su Señoría, quiero citar el Sermón de la Montaña, a Kierkegaard, cito a Cristo en la Cruz…

JUEZ

¡Cito mi pie en su culo, Cunningham…!

CUNNINGHAM

Cito a Hegel: En cada idea, Tesis, está contenida una contradicción, Antitesis, y de esa lucha se crea la Síntesis. Síntesis, su Señoría, la unión de los opuestos. Su interdependencia y el inevitable choque produciendo lo siguiente, lo que debe ser revelado: El amor perfecto de Dios contra la Justicia absoluta de Dios. Eso da, ¿qué cosa, Su Señoría?

JUEZ

¡¡Fuera de la Corte!!!

CUNNINGHAM

La síntesis del amor y la justicia solo pueden producir piedad y perdón, Su Señoría. Si hay un Dios justo en el Cielo, no puede ser de otra forma.

JUEZ

¡Siguiente caso!

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CUNNINGHAM

Pero, Su Señoría…

JUEZ

¡¡¡Siguiente caso, siguiente caso, siguiente caso, SIGUIENTE CAS!!!

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El JUEZ golpea su martillo. Apagón. JUEZ

(En voz baja.) Loca de mierda.

ESCENA 2 En la oscuridad escuchamos voces, sonidos, como un terremoto. Luces y música intermitente. SANTA MÓNICA: Gracias chicos. Hey, ¿cómo están? Bienvenidos a mi mundo… esta es la parte de la historia donde si no fuera por mí, no habrían más partes en la puta historia, ¿ok? Mi nombre es Mónica, más conocida por ustedes mortales como Santa Mónica. Sí… eso es, “Santa” como en “no te metas conmigo o te saco la mierda porque soy Santa y tengo unas conexiones santas de la puta madre”, ¿ok? De cualquier forma… déjenme respirar… de cualquier forma, en el Cielo mucha gente no quiere parar conmigo porque tengo un genio de mierda y si no tuviera un genio de mierda nunca hubiera sido Santa y la iglesia no hubiera tenido al puto padre de la Iglesia, San Agustín, porque yo di a luz al hijo de puta, lo crié y cuando la empezó a cagar, como que todo el tiempo y a cada rato, estuve jodiendo a Dios para que lo salvara. Lo jodía, y lo jodía, y lo jodía hasta que Dios se hartó tanto de mi mierda que salvó a mi hijo. Y mi hijo, San Agustín, dejó de estar con putas y tomar vino y se volvió educado, tan educado que ahora es conocido como uno de los putos padres de la Iglesia. Y si quieren chequearlo… ¡vayan! ¡Revisen! Yo los espero… sí, el puto padre de la iglesia. Tiene una placa y todo. Así que si no hubiera sido una jodida todos ustedes serían hijos

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bastardos de la Iglesia… así que chúpense ésa… Así que, de cualquier forma… Déjenme respirar… ok… Como resultado de mi reputación de que Dios me escucha, mucha gente me reza, tanto que tengo tres putos asistentes que me tienen que ayudar con todo. Bueno, al grano… Me dijeron que mirara el caso de Judas, me lo pidió esta abogada… Esta putita del Purgatorio que se llama Cunnigham, quería que jodiera a Dios en nombre de Judas y la verdad me quedé impresionada por su habilidad para joder, porque la puta me jodió día y noche por cuarenta días. Pero yo no jodo a Dios por cualquiera y definitivamente no lo voy a hacer por un hijo de puta que no conozco, así que fui a ver a Judas yo misma. Y ahora está con JUDAS. SANTA MÓNICA

Se le veía como un puto retardado, no hablaba ni nada. Parecía que no me escuchaba, y yo no soy alguien que tiene problemas para expresarse. Pensé que estaba fingiendo. Así que hice esto. (A JUDAS.) Oe, Judas… Judas…. ¡sordo de mierda! (Al público.) Lo golpeé un poquito.

SANTA MÓNICA lo cachetea, lo patea, lo golpea. SANTA MÓNICA

Oe Helen Keller… despierta… a mí no me engañas, yo sé que me puedes escuchar. (Al público). Así que empecé a joderlo. (A JUDAS.) Oe Judas, ¿tienes cambio para treinta monedas de plata? Oe Judas, ¿cuánto pagaste por ese corte de pelo? ¿Treinta monedas de plata? Oe Judas, parece que estás “colgado”, ¿quieres que te cuelgue el teléfono? Ya está bien… vamos Judas, por qué no nos vamos al bar y traicionamos a algún hijo de puta? ¿Qué dices? Sé que te gusta traicionar. ¿Qué te pasa? ¿No estás de humor para traicionar hoy día? ¿Te vas a quedar ahí colgado? ¿Entiendes, “colgado”? ¿La captas? ¿Qué te pasa? ¿Tienes hambre? ¿Quieres ir a cenar? ¿Quieres una cena? ¿Vamos,

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una última cena? (Al público.) No pude quebrarlo, así que me senté a su lado. Se sienta. SANTA MÓNICA

Me senté con Judas por tres días. Luego, en la noche del tercer día, algo pasó. Mientras descansaban mis cuerdas vocales, vi que algo pasó. Vi una lágrima que salía del ojo de Judas. Sólo una. Cuando la lágrima tocó el piso, vi que era roja como un rubí. Entonces, lo miré a los ojos, así.

SANTA MÓNICA mira a los ojos de Judas. SANTA MÓNICA

No podía mirarme. O miraba a través de mí. No lo sé. Sus ojos estaban vacíos. Con las justas respiraba. Era como una estatua catatónica de lo que antes era un ser humano. Y detecté tristeza en él. Tristeza paralizante. Inmovilizante. Sobrecogedora. Su tristeza lo invadía como un río que se había congelado y muerto y donde nadie más vivía. Después de un rato, no supe qué más hacer. Así que pensé en abrazarlo, por un minuto. Calentarlo antes de irme.

SANTA MÓNICA abraza a JUDAS, lo mece. Tiempo. SANTA MÓNICA

Lo sostuve en mis brazos por cuatro días. En el tercer día recordé que Jesús había dicho que Dios siente el más inmenso amor hasta por la más insignificante de sus criaturas y Judas era la criatura más insignificante que había visto jamás. En el cuarto día, Judas soltó otra lágrima. Era clara esta vez y se evaporó cuando tocó la tierra. Tembló un poco y se congeló de nuevo… había visto suficiente. Me quité el abrigo y se lo dejé para que pueda oler algo humano. Recolecté mis lágrimas en un balde y las rocié sobre su cara para que pueda sentir la sal. Luego me fui a casa y llamé a Dios. Marqué directo. Alguna gente lo llama “ser jodida”,

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yo lo llamo “hacer mi trabajo”… es mi vocación. Deberían pasarme la voz cuando lo necesiten, porque me llamo Santa Mónica, soy la mamá de San Agustín, que es uno de los padres de la puta Iglesia… ¿Y saben qué? Este culo sí da resultados. Sonido de martillo.

ESCENA 3 JUEZ

Siguiente caso.

ALGUACIL

Dios y el Reino de los Cielos y de la Tierra contra Judas Iscariote.

JUEZ

(Grita.) ¡Alguacil!

ALGUACIL

¡Tiene una moción firmada por Dios, señor!

SANTA MÓNICA

¡Firmada, sellada y entregada, hijo de puta! ¡Paz con todos!

CUNNINGHAM

Aquí está la moción, Su Señoría. Fíjese en la firma al final.

SANTA MÓNICA y JUDAS desaparecen. JUEZ

¡Alguacil! ¡Alguacil! ¿Dónde está El-Fajita?

EL-FAYOUMY se levanta con garbo.

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EL-FAYOUMY

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Presente, preparado y salivando desde ya por defender con maravillosa astucia y gran deleite al Reino de los Cielos y de la Tierra y a Su Señoría contra este engendro satánico y traidor de Judas Iscariote y su errada, mal guiada y equivocada abogada, gran eminente y guapísimo Señor.

Tiempo. JUEZ

(Refiriéndose a la orden.) Cunningham, no me gusta cuando los abogados pasan sobre mí.

CUNNINGHAM

No me dejó otra opción.

EL-FAYOUMY

¡Objeción, Su Señoría! Como seres humanos, siempre tenemos otra opción. ¡Solicito la anulación!

JUEZ

Señor El-Fajita, ¿se da cuenta que todavía no ha empezado el juicio?

EL-FAYOUMY

Eh… sí… cierto… Claro… Yo sólo estaba… Sí, Señor.

EL-FAYOUMY se sienta mansamente. JUEZ

“Fabiana” “Aziza” “Cunningham”, ¿es correcto?

CUNNINGHAM

Así es.

JUEZ

Cunningham, creo que es justo que en este momento le diga algunas cosas sobre mí, algunas cosas que, tal vez, la inspiren a llevar su pequeña misión a otro lugar. Por ejemplo, odio el pudín de tapioca…

EL-FAYOUMY

(Levantándose.) Tapioca… el peor… Aj….

JUEZ

Siéntese. (A CUNNINGHAM.) ¿Pero sabe qué odio más que el pudín de tapioca, Cunningham? Lo siguiente: abogados defensores y a Judas Iscariote como imagen de cualquier otra cosa que no sea un mal ejemplo. ¿Eso es un problema para usted?

CUNNINGHAM

No.

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JUEZ

¿Conoce a Dios, Cunningham?

CUNNINGHAM

No sé si creo en Dios.

JUEZ

Me acaba de entregar una moción firmada por Él y sin embargo, ¿no sabe si cree?

CUNNINGHAM

Correcto.

JUEZ

Bueno, ¿qué pasa si Dios se le aparece? Un día… ¡boom! Dios: barba blanca, túnica, sandalias… el cordero sagrado…

CUNNINGHAM

Su Señoría…

JUEZ

¿Qué pasaría si hoy en la noche regresa a su casa y Jesucristo está ahí para recibirla en la puerta? Con un poco de corn flakes y leche y le dice: “Cunningham, Fabiana, soy yo. De verdad, soy eso que siempre has temido más que dudado”. ¿Qué haría, abogada?

CUNNINGHAM

Su Señoría…

JUEZ

¿Y que pasaría si lo hiciera pasar y se sentara con el Hombre por… digamos… tres minutos? Y lo pudiera tocar, inspeccionar, interrogar todo lo que quiera. Y le pudiera pedir que haga milagros y que le contara toda la historia de su vida y usted terminara convencida, Cunningham… convencida, Cunningham… Secándose lágrimas de alegría y alivio en el sillón de su sala. Si se lo probara, ¿creería entonces?

CUNNINGHAM

Si me lo probara supongo que lo tendría que creer…

JUEZ

¿Después de sólo tres minutos?

CUNNINGHAM

Pero eso nunca pasará…

JUEZ

Cunningham, me está diciendo que Jesús la tendría de rodillas en tres minutos.

CUNNINGHAM

¿Y?

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JUEZ

Considere esto: ¿Su amigo Judas? Él tuvo a Jesús tres años. Piense en eso, abogada. Tres años. Tres años con el mejor amigo que uno puede tener y lo acuchilló por la espalda por una cajetilla de cigarros. Piense en lo que eso dice de la esencia de este hombre. Ahora váyase a su casa y preparese un café con eso. ¡Moción denegada! ¡Siguiente caso!

EL-FAYOUMY

¡Puro genio! ¡Estoy erecto!

CUNNINGHAM

¡Su Señoría, esta moción está firmado por Dios!

JUEZ

Sí… pero no está firmada por su cliente, ¿no?

CUNNINGHAM

Mi cliente está en estado catatónico, es incapaz de firmar.

JUEZ

Si está en estado catatónico entonces cómo sabe usted que él quiere apelar.

CUNNINGHAM

¿Quién no querría apelar la “condena eterna del infierno”?

JUEZ

Alguien que es conciente de su auto inflingida destrucción, de su incapacidad de ser invadido por la Gracia Divina. Alguien demasiado orgulloso para pedir perdón incluso en la puerta del Infierno. ¡O tal vez, no se preocupó en solicitar la apelación porque sabe que no se la merece!

CUNNINGHAM

Su Señoría, la persona que más necesita ser perdonada es la que no se lo merece.

JUEZ

¡Entonces deje que él lo pida!

CUNNINGHAM

¡Yo lo estoy pidiendo por él!

JUEZ

¡FUERA DE MI CORTE Y QUE DIOS TENGA PIEDAD DE SU ALMA ARROGANTE Y ENFERMA! Ahora regrese a su casa, mujer. ¡¡Pare su demagogia y sea más humilde porque no va a poder entrar en el Cielo tratando de desmantelar el Orden Natural de las Cosas que el buen Señor ha ordenado con tanto cuidado!!

CUNNINGHAM

Su Señoría, ¿es usted un ciudadano del cielo?

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JUEZ

¡Alguacil, llévese a esta mujer!

CUNNINGHAM

¡Usted vive aquí con nosotros! ¡Usted sabe de la Ley de Dios tanto como cualquiera de nosotros!

JUEZ

¡Mis papeles están en trámite! ¡Voy a subir cualquier día de estos!

CUNNINGHAM

¡Sus papeles están en trámite desde 1864! ¡Eso son más de 145 años, su Señoría!

JUEZ

¡Si hay alguna insinuación al final de ese comentario, le sugiero que no la haga!

CUNNINGHAM

No es una insinuación, Su Señoría, es más bien una pregunta: si la “verdad” nos hace libres, ¿qué es lo que está evitando sistemáticamente que usted responda al llamado de “esa verdad”? Porque 145 años me sugieren que usted no se está acercando sino mas bien que se está alejando más y más cada día.

JUEZ

¿Qué carajo tiene que ver Judas Iscariote con mi verdad? ¡Yo no me ahorqué de un olivo!

CUNNINGHAM

No de un olivo pero sí en el campo de batalla en Georgia en 1864. Y el árbol, cedro, creo. Su Señoría, me pregunto cuál sería su respuesta cuando alguien le pregunte qué tan diferente es usted ahora del día en que murió.

Pausa incómoda. JUEZ

Mañana por la mañana. A las nueve. ¿Está bien para usted?

CUNNINGHAM

Está bien.

JUEZ

(Al ALGUACIL.) Póngalo en el legajo.

ALGUACIL

¿Legajo?

JUEZ

¡Sólo anótelo!

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ALGUACIL

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Mm…

El ALGUACIL saca un lapicero y lo anota en su mano. JUEZ

¿Algo más, Fabiana Aziza Cunningham?

CUNNINGHAM

No, Su Señoría.

JUEZ

¡Siguiente caso por la puta madre!

EL-FAYOUMY

¡No tema, Su Señoría, yo acabaré con esta descarriada mujer tal como el cocodrilo acaba con su presa en la orilla del estanque!

JUEZ

¡SIGUIENTE CASO! ¡SIGUIENTE CASO! ¡SIGUIENTE CASO! ¡SIGUIENTE CASO!

Sonido del martillo.

ESCENA 4 GLORIA aparece. GLORIA

Se sabe muy poco sobre Judas Iscariote.No se sabe mucho excepto que fue escogido para ser un Apóstol, que traicionó a Jesús y que después se ahorcó. No es mucho en realidad, especialmente cuando tenemos que basarnos en los hechos.

BUTCH HONEYWELL entra. BUTCH

Señora, nos llaman.

GLORIA

(Al público.) ¡Esperen!

GLORIA chasca los dedos dramáticamente y BUTCH se congela.

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GLORIA

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Ése es Butch Honeywell: él si está muerto pero no tienen ningún interés en saberlo.

GLORIA chasquea los dedos de nuevo y BUTCH ya no está congelado. GLORIA

¿Nos perdimos algo allá adentro?

BUTCH

Sí, basura sobre la paradoja de la esencia del ser humano: cómo nos negamos a yuxtaponer lo absoluto y lo relativo… y otras paradojas como la definición ontológica de la relación entre el espíritu cognitivo existente y la verdad eterna. Ya sabe… Pura mierda. Ya pasaron los menúes para el almuerzo. Le pedí un mixto con papas fritas.

GLORIA

¡Papas fritas… genial! Gracias, Butch.

BUTCH

Por aquí, señora.

Sonido de martillo.

ESCENA 5 JUEZ

Siguiente testigo.

EL-FAYOUMY

¡Magnifico gran señor! La fiscalía llama a Enriqueta Iscariote, madre de Judas Iscariote, al estrado.

ALGUACIL

Diga su nombre señora.

ENRIQUETA

Enriqueta Iscariote.

EL-FAYOUMY

Sí… Buenos días, señora Iscariote.

ENRIQUETA

Buenos días.

EL-FAYOUMY

Sí, bueno… no puedo evitar notar, señora Iscariote, que usted es una mujer robusta…

ENRIQUETA

Ah… todos los Iscariote somos grandes, si se refiere a eso.

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EL-FAYOUMY

¡Me refiero a eso exactamente! Ahora, ¿recuerda usted si Judas Iscariote, cuando era niño, estaba inclinado a robar más de su debida porción de leche de su delicioso y robusto… busto?

ENRIQUETA

No puedo recordar eso, no.

EL-FAYOUMY

Muy bien… Pero puede recordar… ¡esto! La voy a llevar nuevamente al año 8. Usted era una madre soltera, criando a muchos niños, Judas era el mayor, y el hombre de la casa. Usted lo mandó a pescar para tener comida para usted y para sus pobres y hambrientas hermanas. ¿Qué fue lo que sucedió?

ENRIQUETA

(Al JUEZ.) ¿Tengo que contestar?

JUEZ

Sólo diga la verdad, señora.

ENRIQUETA

Bueno… Judas no regresó a casa hasta muy tarde. Yo lo esperé cerca del fuego. Estaba preocupada. Él sólo tenía 8 años. Tenía miedo de que algún romano lo hubiera detenido de nuevo por robar.

EL-FAYOUMY

¡Un ladrón!

ENRIQUETA

Pero luego, regresó a casa.

JUDAS entra, se sienta en el suelo. Tiene ocho años. JUDAS

Hola mami.

ENRIQUETA

Judas, estaba tan preocupada.

JUDAS

¡Mira lo que conseguí, mami, un trompo!

ENRIQUETA

Judas, ¿pudiste pescar algo? Tus hermanas están muriendo de hambre.

EL-FAYOUMY

¡Llorando señor! ¡Llorando y gimiendo!

JUDAS

Pesqué cinco pescados.

ENRIQUETA

¿Y dónde están?

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21

JUDAS

Los vendí en el mercado y compré este trompo. Mira como da vueltas.

ENRIQUETA

¡Judas Iscariote, estoy avergonzada de ti!

JUDAS

¡Pero mami…!

ENRIQUETA

¡Niño egoísta, así vas a terminar muy mal!

EL-FAYOUMY

“Niño egoísta, así vas a terminar muy mal”, ¿eso fue lo que le dijo en ese momento?

ENRIQUETA

¡Tenía ocho!

EL-FAYOUMY

¡Ocho… y ya era demasiado tarde! No tengo más preguntas, Su Señoría.

JUEZ

¿Preguntas de la otra parte?

EL-FAYOUMY

No gracias.

JUEZ

No le estaba preguntando a usted.

CUNNINGHAM

Señora Iscariote, ¿qué pasó al día siguiente?

ENRIQUETA

Bueno, se escapó de la casa esa noche, y lo busqué todo el día. Luego, por la tarde, observé lo siguiente:

MATÍAS DE GALILEA, un niño triste, se acerca a JUDAS, que está jugando con su trompo solo. MATÍAS

Hola.

JUDAS

Hola.

MATÍAS

Hola.

JUDAS

Me llamo Judas, ¿y tu?

MATÍAS

Matías de Galilea.

MATIAS DE GALILEA se sienta.

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JUDAS

Oye, tengo una idea. ¿Por qué no vas a tu casa y traes tu trompo? Y después cuando regreses podemos jugar una guerra de trompos.

MATIAS

Yo no tengo trompo…

JUDAS

Oh.

MATÍAS

Me gustaría tener un trompo. Todos mis amigos tienen, menos yo.

JUDAS

Sí, te entiendo, yo tampoco tenía uno.

MATÍAS

Todos los niños me dicen “mariquita” porque no tengo trompo.

JUDAS

Deberías pedirle a tu mami que te compre uno.

MATÍAS

Yo no tengo mami.

JUDAS

Pídele a tu papi, entonces.

MATÍAS

Tengo papi, pero es muy estricto. Él no cree en los trompos, así que nunca tendré uno.

JUDAS

Wow.

MATÍAS

¿Tú también piensas que soy un mariquita?

JUDAS

No… oye, no llores.

MATÍAS

Es muy duro ir por la vida sin tener trompo.

Tiempo. JUDAS

¿Quieres… jugar con el mío?

MATÍAS

¿De verdad?

JUDAS

Toma.

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MATÍAS DE GALILEA juega con el trompo y su ánimo cambia de inmediato. MATÍAS

¡Wow! ¡Nadie en Galilea tiene un trompo como éste! ¡Este trompo está demasiado bueno!

JUDAS

Lo escogí yo mismo.

MATÍAS

Tú papá debe de quererte muchísimo para comprarte un trompo tan alucinante como éste.

JUDAS

Mi papá está muerto.

MATÍAS

¿Qué?

JUDAS

Los romanos lo mataron.

MATÍAS

(De un respiro.) ¿De verdad? Los romanos se llevaron todas nuestras cabras el mes pasado y ahora no tenemos dinero para nada, ni siquiera comida. Así que mi papá me hace ir al carnicero y me hace pedir huesos para mi perro, pero yo no tengo perro, y el carnicero sabe que no tengo perro, pero igual me da los huesos porque le doy pena, luego yo se los doy a mi papá y él hace sopa con los huesos y todos comemos y sabe muy feo y mi abuela dice que el orgullo de mi papá está herido porque no puede ganar dinero, porque los romanos se llevaron nuestras cabras y por eso todo está mal y no puedo tener un trompo ni nada… ¡Uh oh!

JUDAS

¿Qué?

MATÍAS

Debería irme a casa… tengo que llegar antes de las seis, mi papá es muy estricto.

JUDAS

Oh, está bien.

MATÍAS

Gracias por dejarme jugar con tu trompo, Judas. Tal vez algún día mi papá pueda conseguir más cabras y yo podré tener un trompo y luego podría regresar y jugar trompo contigo y podríamos jugar con los trompos porque de verdad es muy divertido.

ENRIQUETA

El niño triste empezó a irse y entonces…

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JUDAS

Espera. (Pausa.) Toma.

MATÍAS

¿Qué?

JUDAS

Puedes quedártelo.

MATÍAS

¿Me puedo quedar con tu trompo?

JUDAS

Sí.

MATÍAS

¿De verdad?

JUDAS

Sí.

MATÍAS

¡Wow! ¡Sí! ¡Yeee! ¡Gracias Judas!

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24

MATÍAS besa a JUDAS en la mejilla y se va. ENRIQUETA

Cuando la gente me pregunta quién era mi hijo, yo le cuento esa historia.

CUNNINGHAM

Gracias señora Iscariote. He terminado con este testigo.

EL-FAYOUMY

¡No tan rápido! Señora Iscariote, su hijo fue detenido al día siguiente por las autoridades romanas bajo el cargo de haberse robado el bastón de un hombre ciego, ¿eso es cierto? El bastón de un hombre ciego que luego empeñó donde Omán, el panadero, para comprar… dice aquí: “algodón de azúcar y un trompo azul royal”. ¿Eso es cierto? ¿Es correcto? Es correcto. ¿Señora Iscariote?

ENRIQUETA

No lo sé… Fue hace tanto tiempo…

EL-FAYOUMY

¡Háblele al micrófono!

ENRIQUETA

No hay micrófono.

EL-FAYOUMY

Sí. Es verdad… Uh… Su Señoría, tenemos razones para pensar que el hombre ciego desprovisto de bastón fue luego atropellado por un camello judío rabioso. Aquí está el certificado de defunción. No tengo más preguntas.

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Sonido de martillo. JUEZ

Siguiente testigo.

EL-FAYOUMY

Sí. Sabio, gran señor… ¡la fiscalía llama a la incomparable Santa Madre Teresa de Calcuta al estrado!

La MADRE TERESA llega con un bastón. Es muy vieja, pero fuerte. Usa su típico sari y una cruz alrededor del cuello. Está casi sorda. ALGUACIL

Nombre.

MADRE TERESA

¿Dijiste algo?

ALGUACIL

Nombre.

MADRE TERESA

¿Qué?

ALGUACIL

Su nombre por favor, señora.

MADRE TERESA

Oh, si… (Mira su reloj.) 10.45

EL-FAYOUMY toma el mando. EL-FAYOUMY

Madre Teresa, ¿hola? ¡Por aquí!

MADRE TERESA

¿Quién habla?

EL-FAYOUMY

¡Hola, soy yo, Madre! ¿Me recuerda?

MADRE TERESA

Oh, sí. ¡Muchacho guapo! Hola.

EL-FAYOUMY

Sí. Hola. ¿Cómo está?

MADRE TERESA

Más fuerte, por favor.

EL-FAYOUMY

(Mucho más fuerte.) Dije, ¿cómo está?

MADRE TERESA

¿Qué?

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EL-FAYOUMY

(Muy, muy fuerte.) DIJE… ¿CÓMO… ESTÁ?

CUNNINGHAM

Uh, Juez… Alguacil… me parece que tenemos un aparato auditivo para la Madre Teresa.

JUEZ

(Al ALGUACIL.) Traiga el aparato.

ALGUACIL

Creo que usted tiene el aparato, señor.

JUEZ

¡Qué! ¡Tome!

El ALGUACIL toma el aparato, se lo entrega a la MADRE TERESA. ALGUACIL

Señora, ¿puede ponerse esto, por favor?

MADRE TERESA

¿Qué?

El ALGUACIL le pone los audífonos a la MADRE TERESA. MADRE TERESA

Oh, gracias, hombre gigante.

EL-FAYOUMY

Sí. ¡Hola Madre! Sí. ¿Me escucha ahora?

MADRE TERESA

Sí.

EL-FAYOUMY

(Mucha más suave.) ¿Qué tal ahora?

MADRE TERESA

Sí.

EL-FAYOUMI mueve la boca como si hablara. EL-FAYOUMY

¿Escuchó eso?

MADRE TERESA

… es una broma, ¿no?

EL-FAYOUMY

¡Sí! ¡Sí! ¡Era una broma!

MADRE TERESA

(Juguetona.) Niño malo.

EL-FAYOUMY

(Juguetón.) ¡Muy malo! ¡Un escándalo! Sí, lo sé.

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EL-FAYOUMY y la MADRE TERESA se ríen, juguetones. CUNNINGHAM

Su Señoría, si la fiscalía terminó de coquetear con la icónica santa virginal, ¿tal vez podríamos empezar?

JUEZ

¡El-Fayoumy, el contacto ha sido hecho… podemos seguir por favor!

EL-FAYOUMY

Por supuesto, su Señoría, perdone la demora. Me sentí simplemente enamorado de estar en su santa presencia. Ah…. Adoro a la Madre Teresa. Es genial. En el Egipto cristiano ella es una gran estrella. Cuando era niño, yo solía coger una toalla y la bata de mi madre y salía a las calles de El Cairo buscando cosas moribundas para salvarlas y cuidarlas. Sí.

EL-FAYOUMY se pone un poco sentimental. EL-FAYOUMY

(A la MADRE TERESA.) ¡Madre! ¡La amo de verdad! ¡Usted es un oasis! ¡Usted es la luz!

JUEZ

Abogado, ¿necesitamos detenernos por un momento?

EL-FAYOUMY

(Sobándose los ojos.) Tal vez sí, Su Señoría, tal vez sí.

JUEZ

Cinco minutos de receso.

Sonido de martillo.

ESCENA 6 Aparece SAN PEDRO y SAN MATEO, sentados en un lugar silencioso arriba.

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SAN PEDRO

Mi nombre es Pedro. Hay una basílica que se llama como yo en Roma. Lo cual es irónico, porque en mis días, si decías la palabra “Roma” en mi presencia, lo más seguro es que te hubiera sacado la mierda. Hasta tenía una regla en mi bote que siempre hacía cumplir: “Si hablas de Roma, puedes regresar a tu casa nadando.” Yo tenía que tener ese tipo de reglas porque a mi hermano menor, Andrecito, y sus amigos les gustaba gastar su tiempo hablando de cómo derrocar a los romanos y de la venida del Mesías, en vez de concentrarse en lo que estaban haciendo. Y yo siempre les decía: “Oigan, a menos que el Mesías venga ahorita y nos ayude a sacar algunos peces, todos se callan la boca y se concentran en las putas redes” Luego un día, Andrecito no vino a trabajar y llegó corriendo a la orilla al final del día cuando yo estaba regresando con el bote diciendo “Hermano, éste es Jesús, es el Mesías y ya no voy a pescar nunca más, sólo lo voy a seguir”… Y este Jesús que parecía un Mesías tanto como yo me parezco a una bailarina de ballet se me acerca y me dice “¿Pescaste algo hoy?” y yo le dije “No, no pesqué nada hoy” y él me dice “Vuelve a sacar el bote al mar y pescarás algunos peces” así que me llevé a Jesús al bote con la intención de patearlo y tirarlo al mar y me dijo: “Lanza tus redes profundo”… así que lo hice y… bueno… todo lo que puedo decir es que soy un puto pescador profesional. Nadie conocía el mar ni las mareas mejor que yo. Hacía un momento no había peces ahí, pero de pronto todos estaban en mi red y Jesús me dijo: “Sígueme y te haré pescador de hombres”. Y lo que en ese momento no supe es que nunca más vería el mar.

SAN MATEO

Me llamo Mateo, yo era un recaudador de impuestos para el Imperio. Mi trabajo era quitarte la comida de la boca y mandarla a Roma. Los impuestos romanos eran exorbitantes y no negociables. Si tenías seis gansos, yo me llevaba tres. Si tenías un rebaño de ovejas, yo me llevaba el 50%. Si sólo tenías una oveja, cortaba esa oveja por la mitad. Si no tenias ovejas, me llevaba a un niño, tu hijo, y lo vendía como esclavo para saldar tu deuda con el Imperio. Esto no es una historia inventada. Esto es Historia. Es un hecho. Éramos una nación conquistada y yo era un traidor para mi

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pueblo. Era un judío robándoles a los judíos. De acuerdo con nuestras leyes era un pecador y un traidor. Eso es lo que era. Estaba sucio. SAN PEDRO

Yo te odiaba. Te quería sacar la mierda.

SAN MATEO

Y yo te miraba, Pedro, como un pescador tonto e ignorante.

SAN PEDRO

Y yo te miraba, Mateo, como algo que no puedo decir en público.

SAN MATEO

Yo era una mierda.

SAN PEDRO

Es verdad.

SAN MATEO

Yo era una mierda y era ilegal mirarme a los ojos. Jesús me miró a los ojos. Es todo lo que hizo. Me miró a los ojos y me dijo “sígueme”. Y sin darme cuenta, lo hice. Y antes de partir el pan esa misma noche, estuve limpio de nuevo… estaba limpio.

Sonidos de martillo.

ESCENA 7 JUEZ

El-Fayoumy, ¿estamos listos para proceder?

EL-FAYOUMY se levanta. EL-FAYOUMY

Absolutamente…. Perdonen la demora… Madre Teresa, no le voy a quitar mucho tiempo… por supuesto, usted no necesita ninguna presentación.

MADRE TERESA

No se preocupe.

EL-FAYOUMY

Muy bien, entonces… Madre Teresa, usted es una santa que acaba de ser canonizada y una ganadora

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del Premio Nobel de la Paz. Usted es albanesa, lo que me dice que sabe manejar un arma, y sin embargo, desde los doce años deseó servir a Dios. A los 18 entró a un convento y a los 21 se fue a Calcuta y empezó a ayudar a los enfermos y moribundos, labor que realizó con piedad, amor, gracia y generosidad por el resto de su vida hasta que murió, ¿no es así? MADRE TERESA

Sí.

EL-FAYOUMY

Sí, por supuesto que sí Madre. Por eso la he convocado aquí para un propósito muy especial.

MADRE TERESA

¿Cuál?

EL-FAYOUMY

Ahora llego a eso. Madre, su vida y su canonización me sugieren que usted sabe algo sobre Dios y la vida del Espíritu, ¿no es así?

MADRE TERESA

Yo sé lo que sé. ¿Qué quieres saber tú?

EL-FAYOUMY

Sí, madre. ¿Existe el infierno?

MADRE TERESA

Espero que no, pero creo que sí.

EL-FAYOUMY

Judas Iscariote, ¿está en el infierno, no es así?

MADRE TERESA

Bueno, nunca podremos comprobarlo pero parece que sí.

EL-FAYOUMY

Madre, ¿no deberíamos sentir pena por alguien que está en el infierno?

MADRE TERESA

Mucha pena, sí.

EL-FAYOUMY

¿Dios siente pena por la gente en el infierno?

MADRE TERESA

Más que nosotros, sí.

EL-FAYOUMY

¿Pero si Dios siente tanta pena, por qué no lleva a los condenados arriba? Con seguridad, Dios tiene ese poder, ¿no es así?

MADRE TERESA

Bueno, Dios nos puede guiar hacia cualquier lugar, pero a veces, las personas no quieren ir. Y si las personas no quieren ir, ¿qué puede hacer uno?

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EL-FAYOUMY

Pero no creo que esas personas prefieran ir al infierno, ¿no es así?

MADRE TERESA

Te sorprenderías. ¿Sabes lo que es la desesperación, niño?

EL-FAYOUMY

Ilumíneme, Madre.

MADRE TERESA

Te voy a decir lo que Thomas Merton, que era un muchacho tan guapo como tú, dijo sobre la desesperación. Tal vez tú no lo sepas, pero en algún momento de mi vida yo pase por una etapa de gran oscuridad espiritual…

EL-FAYOUMY

Oh no, usted no…

MADRE TERESA

Silencio, muchacho. Sí, por muchos, muchos años, sentí un terrible dolor… de pérdida, de que Dios no me quisiera, de que Dios no fuera Dios, de que Dios realmente no exista. Un día, le confié mis sentimientos a una amiga, una monja irlandesa, una de las hermanas de Loretto de Dublín. Mi amiga, la Hermana Glenna, citó a Thomas Merton en el tema de la desesperación. Ella dijo:

Aparece la HERMANA GLENNA. HNA. GLENNA

“Desesperación… es el máximo desarrollo de un orgullo tan grande y tan terco que prefiere elegir la miseria absoluta de la eterna condena, en lugar de aceptar la felicidad de las manos de Dios y, por lo tanto, aceptar que Él está sobre nosotros y que no podemos cumplir nuestro destino por nuestra cuenta”.

MADRE TERESA

¿Entiendes lo que te estoy diciendo?

EL-FAYOUMY

¿Puede repetirlo?

MADRE TERESA

Sí, claro…

HNA. GLENNA

“Desesperación… es el máximo desarrollo de un orgullo tan grande y tan terco que prefiere elegir la miseria absoluta de la eterna condena, en lugar de

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aceptar la felicidad de las manos de Dios y, por lo tanto, aceptar que Él está sobre nosotros y que no podemos cumplir nuestro destino por nuestra cuenta”. EL-FAYOUMY

Ah sí, creo que ya entendí.

La HERMANA GLENNA desaparece. MADRE TERESA

Judas, él sucumbió a la desesperación. La música del amor de Dios y su Gracia siguió sonando pero él dejó de escucharla… como yo, ¿no? Yo necesito de este aparato para escuchar, ¿sí? Sin él, no podría escuchar nada. Judas tiró sus audífonos… y eso es muy triste, pero es lo que escogió y lo que pasó.

EL-FAYOUMY

Pero Madre, ¿Dios no pudo haber conseguido un megáfono para gritarle las instrucciones en la oreja?

MADRE TERESA

Muchacho, uno debe de participar en su propia salvación. Para oír uno debe de estar dispuesto a escuchar. Cuando rechazas a Dios estás diciendo: “Yo sé más que tú”. Y eso no está bien muchacho, no está bien.

EL-FAYOUMY

Efectivamente, no está bien. Madre, usted es una delicia y le agradezco por su inteligente y experto testimonio.

JUEZ

¿Preguntas de la otra parte?

CUNNINGHAM

Madre Teresa, ¿cuando usted recibió el Premio Nobel le dijo al mundo y la cito: “El mayor obstáculo para la paz mundial hoy en día es el aborto”?

MADRE TERESA

Sí, yo dije eso.

CUNNINGHAM

¿Y de verdad cree eso?

MADRE TERESA Sí, lo creo. CUNNINGHAM

¿Usted aceptó grandes donaciones de la familia Duvalier en Haití, no es así?

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MADRE TERESA Sí. CUNNINGHAM

¿A pesar de que Duvalier era un dictador que asesinó y robó a su gente?

MADRE TERESA El dio. Yo recibí. CUNNINGHAM

¿Dinero sangriento?

MADRE TERESA No, cheques. CUNNINGHAM

Usted también recibió dinero de Charles Keating, el estafador que le robó billones de dólares a los americanos, ¿no es así?

MADRE TERESA

Por lo pobres, lo recibí. ¿Tienes cinco dólares? Te los recibiría a ti también.

CUNNINGHAM

Usted se opuso a las reformas del Concilio Vaticano II que, entre otras cosas, condenaron finalmente el antisemitismo y su relación con la muerte de Cristo. ¿Se opuso usted al Concilio Vaticano II, Madre Teresa?

MADRE TERESA Sí. CUNNINGHAM

Usted culpa al aborto por las guerras en el mundo, tomó dinero de asesinos y ladrones y se opuso a tomar partido contra el antisemitismo. Tengo problemas para entender porqué tenemos que considerarla experta en cualquier tema que tenga que ver con el espíritu.

MADRE TERESA ¿Ah, si? CUNNINGHAM

Sí.

MADRE TERESA Tal vez deberías averiguarlo. CUNNINGHAM

Yo tuve dos abortos, Madre Teresa. ¿Qué piensa de eso?

MADRE TERESA Voy a rezar por ti y por tus hijos. CUNNINGHAM

No tengo hijos.

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MADRE TERESA

Ya no… y eso es terrible.

CUNNINGHAM

Madre Teresa, si el aborto es tan terrible, ¿por qué no estoy en el infierno?

34

MADRE TERESA No lo sé. ¿Alguien te dijo que no estabas? CUNNINGHAM

Debe ser muy fácil tener todas las respuestas.

MADRE TERESA Debe ser difícil tener sólo preguntas. CUNNINGHAM

Yo puedo vivir con mis preguntas, Madre Teresa. Pero si usted puede vivir con esas respuestas, entonces con todo respeto, creo que su lugar no está en el Cielo con los santos sino con los dinosaurios en la Edad de Piedra. Nada más.

EL-FAYOUMY se levanta. EL-FAYOUMY

Madre Teresa… me pregunto si como yo usted también piensa (Voltea hacia CUNNINGHAM.) ¿QUIÉN DEMONIOS SE CREE LA ABOGADA PARA HABLARLE DE ESA FORMA?

MADRE TERESA Está bien, muchacho. Todos quieren decir algo siempre … EL-FAYOUMY

Sí….

MADRE TERESA …pero nunca nadie quiere escuchar. EL-FAYOUMY

Eso es correcto, Madre. Y luego de esa intervención tan importante me gustaría preguntarle…

La MADRE TERESA se levanta. MADRE TERESA Ya me voy. EL-FAYOUMY

Pero no he terminado

MADRE TERESA Ya me voy.

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EL-FAYOUMY

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Oh… como desee, Madre. (Al JURADO.) Y creo que todos deberíamos atesorar en nuestra memoria…

La MADRE TERESA se quita los audífonos. MADRE TERESA Muchacho. EL-FAYOUMY

¿Sí, Madre?

MADRE TERESA Tal vez deberías darle este aparato a la chica. Tal vez así hagas que la chica escuche algo para que su cabeza no le duela tanto. CUNNINGHAM

A mí no me duele la cabeza.

JUEZ

¡Cunningham, suficiente!

MADRE TERESA Buen chico… muchacho guapo… Y el tiempo se detiene mientras vemos a la MADRE TERESA salir con el ALGUACIL. Sonido del martillo. CUNNINGHAM

La defensa llama a Simón, el Zelote, al estrado.

SIMÓN entra, lleva una vara. JUEZ

Nombre.

SIMÓN

Simón, el Zelote.

CUNNINGHAM

¿Usted era uno de los doce apóstoles, no es así, Simón?

SIMÓN

Sí.

CUNNINGHAM

Y usted era un Zelote, ¿no es así?

SIMÓN

Sí.

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p.

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CUNNINGHAM

¿Judas Iscariote era un Zelote?

SIMÓN

Bueno, no iba a las reuniones ni nada, pero sí, creo que era un Zelote si me lo pregunta a mí.

CUNNINGHAM

Los Zelotes eran judíos que buscaban poner fin a la violenta opresión de la ocupación romana, ¿cierto?

SIMÓN

En realidad, no, no exactamente.

CUNNINGHAM

¿Me está diciendo que los Zelotes estaban a favor de la ocupación?

SIMÓN

No, para nada. Odiábamos a los romanos, queríamos que sus culos paganos se fueran corriendo… y sangrando. Pero nos oponíamos también a cualquier gentil en Palestina: griegos, romanos, lo que sea. Lo que nosotros los Zelotes promovíamos en realidad era una adhesión estricta a la Ley de Moisés.

CUNNINGHAM

¿Y qué era la Ley de Moisés?

SIMÓN

La Ley de Moisés. El Torah. De eso se trataba el asunto, señorita. Deshacernos de las malas semillas y unir al pueblo bajo la sagrada Ley de Dios. Básicamente éramos la versión callejera de Caifás. Sólo que nosotros teníamos cuchillos y pensábamos que Caifás era demasiado blando.

CUNNINGHAM

¿Blando cómo?

SIMÓN

Con los Romanos. Era muy político, ¿me entiende?

CUNNINGHAM

¿Y cómo era la vida en el Imperio Romano?

SIMÓN

¿De dónde es usted, señorita?

CUNNINGHAM

Nueva York.

SIMÓN

OK: imagínese que Nueva York es tomada por un grupo de caníbales violentos y adoradores del diablo, que escupen en sus leyes, se roban todo su dinero, convierten a sus mujeres y a sus hijos en esclavos y ponen esvásticas gigantes en todos sus puentes, túneles, bibliotecas e instituciones cívicas y que cualquiera que se queje es clavado calato a un

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pedazo de madera en el medio de Times Square, dejado ahí para que se lo coman las ratas y para que las palomas lo caguen encima, hasta que el peso de su cuerpo lo asfixie hasta la muerte. Así era. CUNNINGHAM

¿Y usted pensaba que Jesús iba a cambiar todo eso, no es cierto?

SIMÓN

Todos pensábamos eso.

CUNNINGHAM

¿Cómo lo iba a cambiar?

SIMÓN

Los botaría. Eso es lo que el Mesías supuestamente iba a hacer.

CUNNINGHAM

Pero no hizo eso, ¿no es cierto?

SIMÓN

No.

CUNNINGHAM

Y sin embargo era capaz de eso, ¿no es cierto? Usted lo vio hacer milagros, levantar a gente de entre los muertos.

SIMÓN

Sí, era un misterio, sí.

CUNNINGHAM

¿Usted estuvo en los disturbios en el Templo?

SIMÓN

Sí.

CUNNINGHAM

¿Qué pensó de eso?

SIMÓN

¿Está bromeando? Me encantó. A Judas también. A todos. Pensábamos que estaba comenzando, ¿sabe?

CUNNINGHAM

¿Comenzando qué?

SIMÓN

Comenzando la revolución.

CUNNINGHAM

Pero no estaba empezando, ¿no es así?

SIMÓN

No.

CUNNINGHAM

¿Qué pasó después de los eventos en el Templo?

SIMÓN

Jesús hizo que todos fuéramos a la casa y nos dijo: “Me voy a morir pronto, así que tranquilos”.

LOS ULTIMOS DIAS DE JUDAS ISCARIOTE de Stephen Adly Guirgis Traducción de Rómulo Assereto y Juan Carlos Fisher

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CUNNINGHAM

Debe de haber sido una decepción.

SIMÓN

Era confuso, quiero decir, una locura de mierda. Un segundo Jesús estaba golpeando a los infieles. Y estoy hablando de puñetazos y látigos. Jesús les estaba sacando la mierda, sacándoles los dientes, gritándoles que iba a destruir el Templo… y al segundo siguiente está totalmente pasivo. Y todos pensamos: hemos invertido tres años en este tipo y ahora se va a poner a descansar… Nada tenía sentido.

CUNNINGHAM

Simón, ¿por qué crees que Judas Iscariote entregó a Jesús a las autoridades?

SIMÓN

Personalmente, creo que Judas estaba tratando de tirarlo a la piscina, de hacerlo nadar.

CUNNINGHAM

¿Judas estaba probando a Jesús?

SIMÓN

No lo estaba probando. Todos sabíamos que Jesús tenía habilidades locas.

CUNNINGHAM

¿Entonces qué?

SIMÓN

Mira, yo conocí muy bien a Judas. Éramos muy unidos en temas de política o en lo que sea. Lo que creo es que Judas sabía que si los romanos atrapaban a Jesús, Jesús tendría que actuar.

CUNNINGHAM

¿Actuar?

SIMÓN

Actuar. Comenzar la revolución y empezar a patear culos como se suponía que Él debía hacer. La libertad era nuestro derecho. Para esto estaba el Mesías ahí. Yo creo personalmente que Judas hizo lo que hizo para ayudar a Jesús a realizar su destino y cumplir su misión.

CUNNINGHAM

¿Judas trató de ayudar a Jesús?

SIMÓN

Creo que sí.

CUNNINGHAM

Gracias.

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EL-FAYOUMY se levanta. EL-FAYOUMY

Así que… Judas ayudó a Jesús. ¿no?

SIMÓN

Sí.

EL-FAYOUMY

Estaba ahí… para darle una mano, ¿no es así?

SIMÓN

Sí.

EL-FAYOUMY

Sí. Sí, creo que está en lo correcto, Zelote. Porque para mí, yo sé que si mi mejor amigo me vende y me traiciona por unas monedas y hace que me golpeen y me azoten, me pateen, me amarren, me cuelguen y me dejen ahí para ser cocinado por el sol de Judea hasta que parezca una salchicha barbuda… bueno, sí, claro, estoy seguro que mi primer pensamiento mientras esté intentando desesperadamente respirar, mientras me desangro hasta morir será “Ese Judas… que buen tipo para ayudarme!... Oh, debo de acordarme de mandarle una carta de agradecimiento”… Simón, el Zelote, seamos francos: Judas era su amigo, ¿no?

SIMÓN

Sí.

EL-FAYOUMY

¿Usted pensaba lo mismo de él?

SIMÓN

Sí.

EL-FAYOUMY

Creía en lo mismo.

SIMÓN

Sí.

EL-FAYOUMY

Quería las mismas cosas.

SIMÓN

Sí.

EL-FAYOUMY

Las quería desesperadamente.

SIMÓN

Sí.

EL-FAYOUMY

Entonces, Zelote, ¿por qué no hizo lo que hizo Judas? Si creía en lo que creía y pensaba lo que pensaba, ¿por qué, Zelote, no se unió a Judas? ¿O por qué no entregó a Jesús usted mismo?

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SIMÓN

… no lo sé.

EL-FAYOUMY

Proteger a un amigo… es admirable, de verdad. Zelote, Jesús nunca dijo que su misión como Mesías en la tierra era sacar a los romanos, ¿no es cierto?

SIMÓN

No, no exactamente, no.

EL-FAYOUMY

Usted quería que esa fuera la misión, hasta pensó que esa era la misión, pero ésa no era la misión, ¿no es cierto?

SIMÓN

Creo que no.

EL-FAYOUMY

Entonces, ¿cómo es que usted entendió que la violencia no era parte de la misión de Jesús pero Judas nunca lo hizo?

SIMÓN

No lo sé.

EL-FAYOUMY

Contésteme esto: ¿Cómo era su vida interior antes de conocer a Jesús de Nazaret? Y creo que no tengo que sugerir que sea honesto aquí.

SIMÓN

No. Estaba consumido por la rabia. Jesús… él me salvó la vida.

EL-FAYOUMY

Zelote, pregunta final: ¿Usted cree, como dice la Biblia, que Dios hizo al hombre a Su imagen y semejanza?

SIMÓN

Sí.

EL-FAYOUMY

Por supuesto que sí y ahí está, amigo Zelote, la respuesta a mis preguntas anteriores. La diferencia, creo, entre usted y Judas Iscariote, es que usted aceptó haber sido creado a imagen de Dios, mientras que Judas Iscariote buscó crear a Dios a su propia imagen y semejanza, Dios como un vengador de la tierra y ése no es el camino de Dios, y a pesar de haber estado asustado, Zelote, a pesar de haber estado molesto, confundido y herido, a pesar de eso, usted eligió obedecer a Dios, ¿no es cierto?

SIMÓN

Creo que tuve suerte.

LOS ULTIMOS DIAS DE JUDAS ISCARIOTE de Stephen Adly Guirgis Traducción de Rómulo Assereto y Juan Carlos Fisher

EL-FAYOUMY

p.

41

¡Suerte, efectivamente! Simón, el Zelote: hay algo hermoso en usted y eso es… su modestia… usted es un hombre temeroso de Dios. Vaya. Sea libre.

CUNNINGHAM se levanta. CUNNINGHAM

Jesús nunca dijo que él era Dios, ¿no es cierto?

SIMÓN

No, nunca lo hizo.

CUNNINGHAM

¿Qué le dijo Jesús a Judas en la última cena?

SIMÓN

Le dijo: “Haz lo que tengas que hacer.”

CUNNINGHAM

Suena como que Jesús estaba de acuerdo.

SIMÓN

Tal vez.

CUNNINGHAM

Pero si usted fuera Judas, Simón, y “hacer lo que tenga que hacer” terminara haciendo que caiga en la desesperación y se cuelgue de un árbol y que después sea enviado al infierno para vivir en la miseria y en la infamia por el resto de la eternidad… si usted fuera Judas, ¿no habría deseado que Jesús, tal vez, le diga cualquier otra cosa?

SIMÓN

Sí, abogada. Habría deseado eso.

CUNNINGHAM

¿No sentiría que lo cagaron?

EL-FAYOUMY

Objeción: Lenguaje. “No se debe decir lisuras.”

CUNNINGHAM

Retiro la pregunta

SIMÓN

…me habría sentido como usted dice.

CUNNINGHAM

Gracias Simón, no tengo más preguntas.

SIMÓN sale. JUEZ

Siguiente testigo.

LOS ULTIMOS DIAS DE JUDAS ISCARIOTE de Stephen Adly Guirgis Traducción de Rómulo Assereto y Juan Carlos Fisher

EL-FAYOUMY

p.

Reverenciado señor, con su permiso magisterial, la fiscalía desea llamar a Satán, Príncipe de las tinieblas, al estrado.

SATÁN entra, saluda al jurado muy amigablemente. JUEZ

Nombre.

SATÁN

(A CUNNINGHAM.) ¿Tú eres Fabiana Aziza Cunningham?

JUEZ

Lu…

SATÁN

Te seguimos esperando, estamos dejando la luz prendida para ti, Cuninngham.

JUEZ

¡Vamos Lu! ¿Por qué no te sientas y empezamos?

SATÁN

Frank, nunca cambias, ¿no?

JUEZ

Creo que no.

SATÁN

Me gusta eso de ti. ¿Cómo está Whilemina? ¿Y las niñas?

JUEZ

No lo sé. Ahora, pon tu trasero en esa silla, por favor.

SATÁN

Claro, claro… lo siento. (A EL-FAYOUMY.) Dispara. (AL JUEZ.) Discúlpame, Frank.

El ALGUACIL entra. JUEZ

¡Alguacil!

ALGUACIL

Estaba ayudando a la anciana, señor.

JUEZ

Prosigamos. El-Fayoumy proceda.

EL-FAYOUMY

Ah… sí… sí… ah… ¿cómo está hoy, Satán?

SATÁN

Bueno, una noche larga… pero no me arrepiento.

42

LOS ULTIMOS DIAS DE JUDAS ISCARIOTE de Stephen Adly Guirgis Traducción de Rómulo Assereto y Juan Carlos Fisher

p.

43

EL-FAYOUMY

¿Se amaneció festejando con los decadentes y los condenados?

SATÁN

Oh, Dios, ¿se nota?

EL-FAYOUMY

Oh… no, no, para nada.

SATÁN

Mira, casi no pude con la clase de Pilates de esta mañana. Si no fuera por mis buenos genes sería una pasa con tetas.

EL-FAYOUMY

Sí, bueno… se le ve muy bien… sinceramente. En realidad, Satán, tiene un físico excelente.

SATÁN

Oh, gracias, tú también.

EL-FAYOUMY

Oh gracias también… hago ejercicios… de cualquier forma… ¿no hay cuernos ni cola el día de hoy, Príncipe del Mal?

SATÁN

No.

EL-FAYOUMY

Están en la lavandería, supongo.

SATÁN

Sí.

EL-FAYOUMY

Sí… debo decirle, Príncipe de los Malditos, su candor es refrescante.

SATÁN

El suyo también.

EL-FAYOUMY

Oh… gracias… sí… Su saco, Satán, es realmente muy hermoso.

SATÁN

¿Le gusta?

EL-FAYOUMY

Bellísimo, de verdad. ¿Armani?

SATÁN

Gucci.

EL-FAYOUMY

“Gucci”. Sí. Elegante. Mucho. Sí… entonces… ¿sus pantalones son Gucci también?

SATÁN

Sí.

EL-FAYOUMY

Tienen una hermosa caída… bueno bueno, ¿empecemos, le parece?

LOS ULTIMOS DIAS DE JUDAS ISCARIOTE de Stephen Adly Guirgis Traducción de Rómulo Assereto y Juan Carlos Fisher

p.

44

SATÁN

Estoy a su servicio.

EL-FAYOUMY

Oh, muchas gracias.

SATÁN

Y yo aprecio que tú aprecies eso.

EL-FAYOUMY

Excelente… entonces… Rey de la Oscuridad… dígame, ¿alguna vez tuvo alguna conversación con Judas Iscariote antes de que vendiera a Jesús?

SATÁN

No.

EL-FAYOUMY

¿Está seguro?

SATÁN

Muy seguro, sí.

EL-FAYOUMY

¿Nunca “entró” en él, como dice el Evangelio de San Lucas?

SATÁN

No.

EL-FAYOUMY

Y de nuevo. ¿Está usted seguro de eso?

SATÁN

Si quieres pregúntale a mi secretaria, Karen: si yo hubiera “entrado” en Judas Iscariote, créeme, habría sentido mi considerable “presencia”… sabes a lo que me refiero.

EL-FAYOUMY

Sí, he oído los rumores. ¿Así que sería correcto decir que “el diablo no lo obligó a hacerlo”?

SATÁN

Absolutamente. A menos… claro… que haya otro diablo rondando por ahí.

EL-FAYOUMY

Muy gracioso. Realmente es usted encantador Satán. Pero seamos claros… usted no hizo nada, Satán, nada, para convencer a Judas Iscariote de vender a Jesús de Nazareth, el Príncipe de la Paz, ¿correcto?

SATÁN

Correcto.

EL-FAYOUMY

¿Ni siquiera un empujoncito?

SATÁN

De verdad. Él no necesitaba un empujoncito. Judas era fácil… ocurre así a veces.

LOS ULTIMOS DIAS DE JUDAS ISCARIOTE de Stephen Adly Guirgis Traducción de Rómulo Assereto y Juan Carlos Fisher

p.

45

EL-FAYOUMY

Fácil sí, una mala semilla.

SATÁN

Sí.

EL-FAYOUMY

Sí. Bueno, entonces, ¿qué pasó después del Acto Fatal? ¿Habló con el traidor de nuestro Salvador en ese momento?

SATÁN

Hablé con él, sí.

EL-FAYOUMY

¿Le importaría compartirlo con nosotros?

SATÁN

No hay problema. Me aparecí al Señor Iscariote en el Judea Night Bar & Grill poco después de la noche en cuestión. En realidad estaba en el pueblo buscando a un tipo llamado Abdul Mahiz-Hatten pero nunca apareció. Cuando me encontré con el señor Iscariote, parecía que había aprovechado bastante bien el happy-hour.

ESCENA 8 JUDAS entra. Está muy borracho y atormentado. SATÁN le da el encuentro. SATÁN

¿Qué tal? ¿Cómo estás esta noche?

JUDAS

¿Cómo estoy esta noche? ¿Qué eres? ¿El puto mozo?

SATÁN

Soy Clemente. Clemente de Capadocia.

JUDAS

¿Ah, sí? ¿Por qué no te vas a tu casa a tirar con tu vieja, Capa-chocha?

SATÁN

“Docia”. Capadocia.

JUDAS

¿Qué?

SATÁN

Es Capadocia.

LOS ULTIMOS DIAS DE JUDAS ISCARIOTE de Stephen Adly Guirgis Traducción de Rómulo Assereto y Juan Carlos Fisher

p.

46

JUDAS

Bueno, déjame preguntarte algo, Capa-chucha, ¿crees que me importa un carajo de dónde mierda eres?

SATÁN

Lo siento mucho.

JUDAS

Las disculpas no significan una mierda. Toma todas las disculpas del mundo, ponlas una encima de la otra y ¿sabes lo que tienes? Una pila enorme de nada. Eso es lo que tienes, ¿ok?

SATÁN

Tienes razón.

JUDAS

¿Vas a hacer algo al respecto?

SATÁN

No, señor.

JUDAS

¡Entonces, anda a tirar con tu vieja y déjame en paz!

SATÁN

Lo haré. Gracias por el consejo.

JUDAS

¡Hey! ¿A dónde vas?

SATÁN

Parece que prefieres estar solo.

JUDAS

¿Por qué voy a preferir eso? ¿Qué quieres decir? ¿que parezco un solitario, un puto piraña?

SATÁN

¿Quieres decir paria?

JUDAS

Quiero decir lo que quiero decir. ¿Qué? ¿Necesitas un encendedor o algo así?

SATÁN

Oh, gracias.

JUDAS

¿Un encendedor como éste?

SATÁN

Muy bonito.

JUDAS

Lo compré hoy. Cara la mierda, pero lo conseguí fácil.

SATÁN

Puedo ver que eres un hombre de recursos. Admiro eso.

JUDAS

¿Recursos? No exageres. ¿Cómo te llamas?

LOS ULTIMOS DIAS DE JUDAS ISCARIOTE de Stephen Adly Guirgis Traducción de Rómulo Assereto y Juan Carlos Fisher

p.

47

SATÁN

Clemente. Clemente de Capadocia.

JUDAS

Clemente, ese es un nombre estúpido.

SATÁN

En Capadocia, no.

JUDAS

Bueno, estamos aquí… ¿estás seguro que no eres un estúpido?

SATÁN

Muy seguro sí.

JUDAS

Soy Judas. Judas Iscariote. Tal vez haz oído de mí.

SATÁN

No. No soy de la ciudad.

JUDAS

¿Nunca has oído de mí?

SATÁN

No.

JUDAS

¿No sales mucho, no Clemente? ¿De dónde eres, de Egipto?

SATÁN

Capadocia.

JUDAS

Eso es en Egipto, ¿no?

SATÁN

No, Capadocia es en Capadocia.

JUDAS

Me gustan tus pirámides y la esfinge. (AL cantinero.) ¡Cantinero! ¡Oye! Trae más de ese vino de Mesopotamia para mi amigo de Nubia, y un poco de dátiles también. (A SATÁN.) ¿Fumas opio, Cleme?

SATÁN

Clemente.

JUDAS

¡Y un poco de opio, cantinero, pero del bueno!

SATÁN

Pareces un hombre que tiene una misión.

JUDAS

Llevé a una chica a un show de títeres hoy día.

SATÁN

Sí, ¿y qué tal?

JUDAS

Una mierda. Los títeres son una mierda.

LOS ULTIMOS DIAS DE JUDAS ISCARIOTE de Stephen Adly Guirgis Traducción de Rómulo Assereto y Juan Carlos Fisher

p.

48

SATÁN

En Capadocia quemamos títeres.

JUDAS

Bueno, parece que piensan bien por ahí… ese faraón es un hombre inteligente. Si… oye, Clemi… ¡salud!

SATÁN

¡Salud!

JUDAS

Sí…. ¡Wow! Es una bonita camisa, ¿cuánto te costó?

SATÁN

Dos monedas de plata.

JUDAS

¿Dos monedas de plata? ¡JA! ¡Te doy cinco! ¿Hay que cambiar de camisa!

SATÁN

Pero a mí me gusta esta camisa.

JUDAS

¡Vamos, hay que cambiar de camisa! ¡Hay que cambiar! Somos amigos ahora… amigos y toda esa mierda… tu vas a ser mi compañero… vamos a conseguir mujeres!

SATÁN

¿Una buena morena?

JUDAS

¡Dos morenas y un eunuco! ¡Vamos dámela!

SATÁN

Ok…

Se intercambian las camisas. SATÁN

(Al público.) Estaba tan borracho que ni siquiera notó mi inconfundible olor satánico.

JUDAS

Me gusta esta camisa, ¿qué es? ¿seda?

SATÁN

De Capadocia.

JUDAS

¡Puta seda de Capadocia! ¡Qué bien!

SATÁN

Tu camisa es bonita también.

JUDAS

¿Sí?

SATÁN

Si…

LOS ULTIMOS DIAS DE JUDAS ISCARIOTE de Stephen Adly Guirgis Traducción de Rómulo Assereto y Juan Carlos Fisher

JUDAS

p.

49

Wow… gracias. Eso es bonito. Sí. Ha pasado buen tiempo desde que escuchaba algo bonito. Eso es muy bonito.

Pausa. JUDAS

Oye, ¿si te digo algo cursi vas a pensar que soy un imbécil?

SATÁN

Para nada.

JUDAS

Ok… tengo un poco de miedo de irme al infierno.

SATÁN

¿Por qué?

JUDAS

Un pequeño incidente anoche… un mal cálculo de mi parte. Nada serio.

SATÁN

Bueno, puedo decirte algo sobre el Infierno: como un destino eterno, me parece que está muy subestimado.

JUDAS

¿Sí?

SATÁN

Y además el “Infierno” no es nada más que la ausencia de Dios, y si estás buscando pasar un buen rato, eso no es para nada malo. Si quieres tocar el arpa y escuchar ABBA… ¡anda al Cielo! ¿Quieres pasarla bien? Aparentemente, el Infierno es el lugar.

JUDAS

¿Y hay muchas chicas por ahí?

SATÁN

No muchas, pero creo que las importan de Europa del Este los fines de semana… pero yo no estaría preocupado por ir al Infierno.

JUDAS

¿A pesar de que he hecho algo… algo… un poco controversial?

SATÁN

Dios entiende.

JUDAS

Si, pero… ¿las decisiones no tienen consecuencias?

SATÁN

¿De verdad crees que tomamos decisiones?

LOS ULTIMOS DIAS DE JUDAS ISCARIOTE de Stephen Adly Guirgis Traducción de Rómulo Assereto y Juan Carlos Fisher

p.

50

JUDAS

¿Acaso no?

SATÁN

Ok… ¿pasaste cerca de ese leproso desagradable cuando viniste para acá?

JUDAS

¿Quién? ¿Freddy?

SATÁN

Freddy. Sí. ¿Tú crees que él tiene posibilidad de tomar una decisión? ¿Freddy el apestoso? ¿Que ni siquiera puede rascarse las pelotas por temor a que se les caigan? ¿Ah? ¿Y qué me dices del…? ¿Cómo se llama? ¿Del Antiguo Testamento…? Job ¿No crees que si Job hubiera podido tomar una decisión, habría dicho: “Ya está bien Dios, entiendo el punto”?

JUDAS

Sí, está bien… pero Job sí dijo eso.

SATÁN

Sí lo hizo, ¿y qué pasó después, Judas? Dios siguió cagándole la vida hasta que Job tomó la única decisión que podía… quedarse quieto y abrir el culo como el Mar Rojo hasta que Dios se canse de perforárselo buscando petróleo.

JUDAS

Creo… pero… bah! No importa.

SATÁN

¿Qué?

JUDAS

No importa.

SATÁN

Vamos.

JUDAS

Está bien. Bueno, digamos que, ¿qué pasaría si alguien traicionara, por ejemplo, al Mesías?

SATÁN

¿Quieres decir al Mesías Mesías?

JUDAS

Si. Digamos que algún idiota tiene que tomar la decisión de traicionar al Mesías o no traicionarlo y eligiera traicionarlo.

SATÁN

Eh… no sé… ¿tú que crees?

JUDAS

Creo que el tipo está cagado.

SATÁN

No sé…

LOS ULTIMOS DIAS DE JUDAS ISCARIOTE de Stephen Adly Guirgis Traducción de Rómulo Assereto y Juan Carlos Fisher

p.

51

JUDAS

¡Ya pues! ¡Te estoy preguntando!

SATÁN

Bueno, ya que preguntaste, creo que si este tipo…

JUDAS

Porque estamos hablando hipotéticamente…

SATÁN

Sí. Creo que si este payaso del que estás hablando traicionara al Mesías, entonces probablemente habría sido mejor para ese hombre no haber nacido.

JUDAS

¿¡No haber nacido?!

SATÁN

Oye… tú preguntaste.

JUDAS

¡Qué fuerte! ¡Qué fuerte, mierda! ¡Eso es muy fuerte!

SATÁN

Tengo sed. ¿Tú?

JUDAS

¡Puta madre, eso es muy fuerte!

SATÁN

¡Una ronda más por acá! ¡Dos barriles de vino y la carta de las putas! (A JUDAS.) ¿Estás bien?

JUDAS

No me he tirado a nadie en tres años…

SATÁN

¿Tres años?

JUDAS

He perdido el tiempo. Y he perdido el tiempo después del tiempo.

SATÁN

Bueno, creo que esta noche te desquitarás...

JUDAS

¿Tu crees?

SATÁN

Sí, estoy seguro.

JUDAS

Quiero otro puto trago. Esta noche me quiero tomar todo el puto bar.

SATÁN

Oye Judas, déjame preguntarte algo: ¿quién es ese Jesús de Nazaret del que todos han estado hablando?

JUDAS

¿Jesús de Nazaret?

LOS ULTIMOS DIAS DE JUDAS ISCARIOTE de Stephen Adly Guirgis Traducción de Rómulo Assereto y Juan Carlos Fisher

SATÁN

Sí. Escuché que es alguien medio importante.

JUDAS

¿Alguien medio importante?

SATÁN

Sí, eso es lo que escuché.

JUDAS

¡Qué se vaya a la mierda… es un imbécil!

p.

52

EL-FAYOUMY se levanta triunfante. EL-FAYOUMY

“¡QUE SE VAYA A LA MIERDA… ES UN IMBECIL!” No más preguntas, Su Señoría.

JUEZ

¿Preguntas de la otra parte?

CUNNINGHAM

No en este momento.

JUEZ

Lu, no te vayas todavía.

SATÁN

No te preocupes.

Sonido de martillo. JUEZ

Receso para almorzar. Quince minutos.

EL-FAYOUMY

Fabiana, ¿almorzamos?

Sonido de martillo. Las luces se apagan. En la celda de Judas, Jesús está parado con su cubeta, solo.

LOS ULTIMOS DIAS DE JUDAS ISCARIOTE de Stephen Adly Guirgis Traducción de Rómulo Assereto y Juan Carlos Fisher

p.

53

SEGUNDO ACTO SIC DEUS DILEXIT MUNDUM

ESCENA 1 SANTA MÓNICA está con MARÍA MAGDALENA. SANTA MÓNICA

¡Hey, cómo estan! Esta es María Mag. Es la única perra con la que yo paro por acá. Diles lo que tienes que decir.

M. MAGDALENA

Mi nombre es María de Magdala. Yo era una de las discípulas de Jesús. Estuve presente en la crucifixión y fui la primera persona a la que él se apareció después de la resurrección.

SANTA MÓNICA

Esta perra tiene vara.

M. MAGDALENA

Yo fui una de las fundadores de la fe cristiana y era conocida por ser capaz de hacer que los corazones de los apóstoles siempre se dirijan hacia al bien en tiempos de dificultad.

SANTA MÓNICA

¡El bien!

M. MAGDALENA

Algunas personas creen que yo fui una prostituta.

SANTA MÓNICA

¡Misóginos hijos de puta!

M. MAGDALENA

Otras personas piensan que Jesús fue mi esposo.

SANTA MÓNICA

¡Feministas de mierda!

M. MAGDALENA

Yo no fui una prostituta.

LOS ULTIMOS DIAS DE JUDAS ISCARIOTE de Stephen Adly Guirgis Traducción de Rómulo Assereto y Juan Carlos Fisher

p.

54

SANTA MÓNICA

¡Abajo las putas!

M. MAGDALENA

Yo era una mujer soltera en un pueblo de muy mala reputación.

SANTA MÓNICA

¡Mala reputación!

M. MAGDALENA

Y tampoco era la esposa de Jesús.

SANTA MÓNICA

¡Igual te amamos!

M. MAGDALENA

Pero estoy muy segura que yo era su mejor amiga. Compartimos una intimidad que no puedo expresar con palabras… excepto decir que podíamos ver nuestros corazones y que estábamos enamorados de lo que encontramos…

SANTA MÓNICA

¡Amor!

M. MAGDALENA

También conocí a Judas Iscariote muy bien.

SANTA MÓNICA

¡Si!

M. MAGDALENA

De los Doce, era el más malhumorado y el más impetuoso. Sin embargo, era mi favorito.

SANTA MÓNICA

¡Eso!

M. MAGDALENA

Y de alguna forma, creo que era el favorito de Jesús también. Judas era casi un alter ego de Jesús. El era la sombra de la luz de Jesús. Era el amargo del dulce y el frío de lo caliente. Solían caminar juntos muy seguido. Discutían también. Nadie podía hacer que Jesús se molestara tanto como Judas. Recuerdo momentos en los que Jesús regresaba de una discusión con Judas verdaderamente furioso, moviendo la cabeza, gruñendo y rechinando los dientes, con la cara roja, exasperado… y me decía que habían estado discutiendo, todavía agitado… pero inevitablemente terminaba mirando al cielo, suspirando… sonriendo. Creo que si alguien dijera que Judas fue bueno para Jesús, no se equivocaría…

SANTA MÓNICA

¡No se equivocaría!

M. MAGDALENA

Cuando pienso en Judas, mi corazón se rompe.

LOS ULTIMOS DIAS DE JUDAS ISCARIOTE de Stephen Adly Guirgis Traducción de Rómulo Assereto y Juan Carlos Fisher

p.

55

SANTA MÓNICA

Pero Mag, ¿si todos somos eternos y la vida humana es sólo el primer paso de un billón, honestamente crees que Dios podría abandonar a cualquier hijo de puta tan pronto en el camino?

M. MAGDALENA

No lo sé. Jesús nunca habla de eso. Así es como sé que su corazón sufre mucho más que el mío.

Sonido del martillo.

ESCENA 2 JUEZ

¡Siguiente testigo!

CUNNINGHAM

La defensa llama a Sigmund Freud, Su Señoría.

ALGUACIL

¡Nombre!

FREUD

Doctor Sigmund Shlomo Freud.

CUNNINGHAM

Doctor Freud, ¿es correcto decir que usted califica como un experto en el campo de la psiquiatría moderna?

FREUD

Fräulien, YO SOY la psiquiatría moderna.

EL-FAYOUMY

Objeción, Su Señoría. El testigo está presumiendo.

JUEZ

¡No ha lugar!

EL-FAYOUMY

Un fanfarrón, Su Señoría, es realmente desagradable.

JUEZ

Siéntese, El-Fayoumy.

EL-FAYOUMY

Debo obedecerlo, Señor, pero que conste en el registro que la Fiscalía tiene grandes reservas sobre este supuesto “experto” psiquiatra.

FREUD

Tal vez debería leer a profundidad “Los Estudios Psicológicos Completos de Sigmund Freud – Volúmenes 1 al 24” y así se quedará más tranquilo.

LOS ULTIMOS DIAS DE JUDAS ISCARIOTE de Stephen Adly Guirgis Traducción de Rómulo Assereto y Juan Carlos Fisher

EL-FAYOUMY

p.

56

Tal vez lo haría si usted fuera Sig… oh… ya veo… sí… claro… sí… cierto… ya veo… sí.

Se sienta. CUNNINGHAM

Doctor Freud, usted es, de hecho el “padre del psicoanálisis”, ¿no es así?

FREUD

Lo soy.

CUNNINGHAM

Usted mantuvo una práctica privada en neuropatología por casi medio siglo, ¿no es así?

FREUD

Así es.

CUNNINGHAM

¿Usted estuvo en la portada de la revista Time en un número dedicado a las grandes mentes del siglo XX?

FREUD

Así es.

CUNNINGHAM

¿Usted conoce el caso histórico de un tal Judas Iscariote?

FREUD

Por supuesto.

CUNNINGHAM

Doctor Freud, en su opinión experta: ¿una víctima de suicidio puede ser considerado un psicótico?

FREUD

Sin duda. El instinto del hombre por autopreservarse es el más fuerte que existe. Cuando ese instinto falla es porque su mente ha fallado. La decisión de quitarse la vida debe ser considerada como una falla en la mente, una rebelión irracional contra el instinto más básico en el hombre, que es perdurar, vivir. Por lo tanto, sí, un suicida puede ser diagnosticado en efecto como psicótico.

CUNNINGHAM

En su opinión experta, doctor Freud, ¿Judas Iscariote era un psicótico?

FREUD

Sin duda alguna.

CUNNINGHAM

¿Y los psicóticos son responsables por sus actos?

LOS ULTIMOS DIAS DE JUDAS ISCARIOTE de Stephen Adly Guirgis Traducción de Rómulo Assereto y Juan Carlos Fisher

p.

57

FREUD

No, no lo son. Por ejemplo, digamos que yo tengo un caso grave de gripe. Como resultado de esta gripe, estornudo, fuerte pero involuntariamente, en su cara. Al siguiente día, usted se levanta con la misma gripe. ¿Yo causé su gripe? No. Mi gripe causó su gripe. Yo sólo estornudé porque estaba enfermo.

CUNNINGHAM

En su opinión doctor Freud, ¿Judas Iscariote debería estar en el infierno?

FREUD

No, no debería.

CUNNINGHAM

Explíquenos por favor.

FREUD

El suicidio es una clara señal de enfermedad mental.

CUNNINGHAM

Pero él se enfermó después de, supuestamente, haber traicionado a Jesús de Nazaret, ¿o estaba mentalmente enfermo desde antes?

FREUD

Preprogramado, sí. Debe entender esto: las personas normales no se suicidan, ni siquiera bajo extrema presión.

CUNNINGHAM

¿Y qué le diría a las personas que piensan que Judas provocó su propia enfermedad mental al traicionar a Jesús y al hacer que lo crucifiquen?

FREUD

Les diría lo siguiente: número uno, no se puede conjurar o provocar una enfermedad mental; número dos, cualquier Dios que castiga a los enfermos mentales no merece ser adorado; y número tres, “un gramo de prevención vale más que una tonelada de remedios”, la persona que pudo haber detenido esa tragedia fue Jesús, no Judas, y decidió no hacerlo.

CUNNINGHAM

¿Pero acaso Judas no es responsable porque hizo lo que hizo por voluntad propia?

FREUD

Fräulien, una vez tuve una paciente suicida que saltó de la ventana de mi consultorio… en el cuarto piso. Ejercitó su libre albedrío, ¿acaso le cobré la luna rota por la que saltó? ¡Claro que no! Mi amigo

LOS ULTIMOS DIAS DE JUDAS ISCARIOTE de Stephen Adly Guirgis Traducción de Rómulo Assereto y Juan Carlos Fisher

p.

58

Winston Churchill que me proveyó de refugio contra los nazis en 1938 solía decir: “El precio de la grandeza es la responsabilidad”. Creo firmemente en asumir responsabilidad. Así que, después de la desafortunada muerte de mi paciente, ejercité responsabilidad por mi grandeza y mudé mis oficinas a un primer piso. Creo que Dios hubiera hecho lo mismo. CUNNINGHAM

Su testigo.

EL-FAYOUMY

Doctor Freud, sí… disculpe por la confusión de hace un rato.

FREUD bosteza grande y desinteresadamente. FREUD

Disculpe.

EL-FAYOUMY

Entonces, Herr Doktor… debo admitir que estoy intimidado frente a tanta grandeza. Después de todo, usted es un genio, ¿correcto?

FREUD

Correcto.

EL-FAYOUMY

¿Un experto?

FREUD

Sí.

EL-FAYOUMY

Un gran cerebro.

FREUD

Inequívocamente.

EL-FAYOUMY

Sí. Inequívocamente. Sí. Bonita palabra. Y se desenrolla de su lengua sin esfuerzo… realmente estoy impresionado.

FREUD bosteza nuevamente, grande y desinteresadamente. EL-FAYOUMY

¿Estamos un poquito cansados, no doctor? ¿Tal vez un gramo o dos de finísimo polvo colombiano podría hacer que se recupere?

FREUD

¿Perdón?

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p.

59

EL-FAYOUMY

¡Cocaína, doctor! “Coca”, “polvo”, “vaina”, “merca”, ¿no es cierto doctor?

FREUD

¿Qué?

EL-FAYOUMY

En un lapso de doce años usted consumió cocaína en una cantidad prodigiosamente enorme, ¿no es así?

FREUD

Como parte de mi investigación, sí.

EL-FAYOUMY

“Investigación”, sí. Y después de doce años de investigación fuerte finalmente habrá llegado a la conclusión de que aspirar tanta cantidad de polvo por la nariz es, tal vez, ¿poco saludable?

FREUD

Estaba tratando de determinar su valor medicinal.

EL-FAYOUMY

¿Su nariz es verdadera?

FREUD

¿Su madre no lo amamantó, no es cierto?

EL-FAYOUMY

Agradeceré que me permita a mí hacer las preguntas, doctor Frodo.

FREUD

¡Freud!

EL-FAYOUMY

Oh, sí, Freud, claro, disculpe, me equivoqué, ¿no es cierto? De cualquier forma, última pregunta señor genio experto doctor Freud: usted fue un ateo devoto toda su vida, ¿no es cierto?

FREUD

Correcto.

EL-FAYOUMY

Y luego murió y ¿qué descubrió?

FREUD

Yo experimenté el antisemitismo cuando era niño, eso me generó prejuicios contra la religión.

EL-FAYOUMY

Einstein experimentó lo mismo, pero no se equivocó tanto como usted, ¿no es cierto? Mi primo Wagui con las justas puede contar hasta diez sin babear y sin embargo no se equivoca tanto como usted, ¿no es cierto? ¿No es cierto?

FREUD

La inteligencia y la fe son dos cosas diferentes.

LOS ULTIMOS DIAS DE JUDAS ISCARIOTE de Stephen Adly Guirgis Traducción de Rómulo Assereto y Juan Carlos Fisher

p.

60

EL-FAYOUMY

¿Lo son, doctor Freud? Porque yo diría que no se puede tener una cosa sin la otra, pero claro, yo no soy un genio brillante y experto como usted, ¿no es cierto?

FREUD

Yo tenía una mente maravillosa y mi curiosidad intelectual no tenía límites.

EL-FAYOUMY hace un gesto como si tocara el violín. EL-FAYOUMY

Que tenga un buen día doctor. Vaya a empolvarse la nariz.

CUNNIGHAM

(Levantándose.) Doctor Freud, ¿las personas sanas cometen suicidios sí o no?

FREUD

¡No! (A EL-FAYOUMY.) ¡Pero algunas veces pueden estar tentadas al asesinato!

EL-FAYOUMY

¡Asesinate esta, cabeza de huevo!

JUEZ

Abogado, suficiente. Siguiente testigo.

Sonido de martillo. JUEZ

¡Siguiente testigo!

EL-FAYOUMY

Su irresistible majestad, la fiscalía llama a la legendaria cantante y actriz Barbra Streisand al estrado.

JUEZ

Barbra Streisand no está muerta.

EL-FAYOUMY

Oh… bueno… gracias a Dios por eso. ¡En ese caso la fiscalía llama a Caifás el Viejo, Sumo Sacerdote del Sanedrín, al estrado!

JUEZ

(Levantándose.) Sí bueno… damas y caballeros del jurado, en este momento debo excusarme del procedimiento hasta que dicho testigo haya concluido su testimonio. Antes de su ascenso final al regazo de nuestro Señor, Caifás el Viejo y yo,

LOS ULTIMOS DIAS DE JUDAS ISCARIOTE de Stephen Adly Guirgis Traducción de Rómulo Assereto y Juan Carlos Fisher

p.

61

fuimos socios de una exitosa cadena de restaurantes de pizza kosher en el Purgatorio Norte. Por esta razón, en estos momentos, debo ser excusado. ¡Alguacil! Traiga su culo para acá, póngase los lentes, tome mi lugar y proceda… ¡pronto! El JUEZ sale mientras EL-FAYOUMY se acerca a CUNNINGHAM. EL-FAYOUMY

¿Fabiana me puedes prestar un lapicero?

CUNNINGHAM

Sólo si me dejas incrustártelo en el ojo.

EL-FAYOUMY

(Confidencialmente.) Fabiana, ¿cómo puedo comprobarte mi sinceridad? A pesar de que siempre estás aquí y de que yo estoy aquí siempre, pienso en ti cuando no estás aquí, a pesar de que siempre estás aquí.

ALGUACIL

Siguiente testigo, por favor.

EL-FAYOUMY

Sí, obedezco. (A CUNNINGHAM.) Discutimos después. (Al ALGUACIL.) Sí, ¿Alguacil Julio, no es así? ¿Te puedo llamar Julio?

ALGUACIL

Está bien.

EL-FAYUOMY

¿Qué tal Julito?

ALGUACIL

Supongo.

EL-FAYOUMY

Entonces, Ju, ¿podemos empezar?

ALGUACIL

Eso sería bueno.

EL-FAYOUMY

Sabio Ju, ¡la fiscalía llama a Caifás el Viejo!

CAIFÁS entra. EL-FAYOUMY

Caifás el Viejo, Sumo Sacerdote del Sanedrín, te saludo.

CAIFÁS

Hola.

LOS ULTIMOS DIAS DE JUDAS ISCARIOTE de Stephen Adly Guirgis Traducción de Rómulo Assereto y Juan Carlos Fisher

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62

EL-FAYOUMY

“Shalom”… como se dice.

CAIFÁS

Shalom.

EL-FAYOUMY

Caifás el Viejo. Tal vez pueda aclarar esto: ¿hay un Caifás el Joven?

CAIFÁS

No.

EL-FAYOUMY

Y sin embargo, ¿usted es “el Viejo”?

CAIFÁS

Sí.

EL-FAYOUMY

Ya veo, sí, gracias. Mi primo, Amghad Wahba me debe cinco dólares ahora. Entonces, Caifás el Viejo: en la Biblia dice que Judas Iscariote se le acercó, un acercamiento oscuro y nefasto, para ofrecerle el paradero de Jesús de Nazaret y para, de hecho, entregárselo a usted y a las autoridades, ¿correcto?

CAIFÁS

Correcto.

EL-FAYOUMY

Caifás el Viejo: ¿Está diciendo que Judas Iscariote fue el que se acercó a usted y no al revés?

CAIFÁS

Sí.

EL-FAYOUMY

Porque una vez vi en una película que fue usted el que se acercó a él.

CAIFÁS

Fue Judas Iscariote el que se me acercó en el templo, no al revés.

EL-FAYOUMY

Sí, sin embargo, a pesar de que sus declaraciones están confirmadas por los cuatro evangelios, debo preguntarle esto otra vez: ¿se acercó usted a Judas Iscariote para que traicionara a su líder y Mesías Jesús de Nazaret?

CAIFÁS

No.

EL-FAYOUMY

¿Por qué no? Jesús era un dolor de cabeza para usted, ¿no? Usted estaba legítimamente preocupado que la mala influencia de Jesús llevara a un levantamiento y a una masacre romana del pueblo judío como respuesta, ¿no es así?

LOS ULTIMOS DIAS DE JUDAS ISCARIOTE de Stephen Adly Guirgis Traducción de Rómulo Assereto y Juan Carlos Fisher

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CAIFÁS

Así es.

EL-FAYOUMY

Entonces, ¿por qué no se acercó usted a alguien?

CAIFÁS

¿Me está preguntando por qué no traté de acercarme a uno de los apóstoles antes?

EL-FAYOUMY

Sí.

CAIFÁS

No pensé que fuera a funcionar.

EL-FAYOUMY

¿Por qué no?

CAIFÁS

Hay un viejo dicho rabino que dice: “Deja que te maten, pero no cruces la línea”. Durante mis dieciocho años como cabeza del Sanedrín y Guardián del Templo, me enfrenté a numerosos Mesías, zelotes, rebeldes y fanáticos. Mi experiencia en esto me enseñó: ellos mueren, sí, pero como regla, nunca cruzan la línea.

EL-FAYOUMY

¿”Cruzan la línea”? ¿Qué significa eso?

CAIFÁS

Traicionar sus ideales. Su conciencia. La ley.

EL-FAYOUMY

¿Judas cruzó la línea no es cierto?

CAIFÁS

Lo hizo.

EL-FAYOUMY

¿Usted admira eso?

CAIFÁS

No.

EL-FAYOUMY

¿Por qué no? Todos cruzamos la línea en algún momento, ¿no es así?

CAIFÁS

Todos somos capaces de cruzar la línea, por suerte, no todos lo hacemos.

EL-FAYOUMY

Pero en realidad, Caifás, ¿dónde está el gran problema? Uno cruza la línea, ¿y qué? Sólo habría que dibujar la línea otra vez.

CAIFÁS

No, no es correcto.

EL-FAYOUMY

¿Por qué no?

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CAIFÁS

La línea viene de Dios. La línea está dada. Nosotros no la creamos y por lo tanto no podemos modificarla. Es nuestra decisión obedecer o traicionar.

EL-FAYOUMY

Ya veo. Caifás el Viejo: cuando Poncio Pilato llegó a Judea lo visitó en el Templo, ¿no es así?

CAIFÁS

Así es.

EL-FAYOUMY

Y como una demostración de su fuerza y su poder, Poncio Pilato intentó colocar símbolos de Roma en el Templo, lo cual, para su gente, era una gran ofensa al lugar sagrado de oración, ¿no es así?

CAIFÁS

Correcto.

EL-FAYOUMY

Caifás el Viejo, cuando usted vio a Poncio Pilato intentar esto, ¿qué hizo?

CAIFÁS

Le dije que debía sacar esos símbolos paganos.

EL-FAYOUMY

¿Y que le dijo Pilato?

CAIFÁS

Creo que en resumen su respuesta fue: “¿Y qué mierda vas a hacer, calvito?”

EL-FAYOUMY

¿Y qué hizo entonces?

CAIFÁS

… Me arrodillé frente a él.

EL-FAYOUMY

¿Y rogó por piedad?

CAIFÁS

No.

EL-FAYOUMY

¿Pidió que lo perdonen?

CAIFÁS

¡No! Le ofrecí mi garganta y le pedí que la cortara.

EL-FAYOUMY

En otras palabras, Caifás el Viejo, usted “permitió que lo mataran, pero no cruzó la línea”.

CAIFÁS

Supongo que sí.

EL-FAYOUMY

Usted no cruzó la línea.

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65

CAIFÁS

No, no lo hice.

EL-FAYOUMY

Sin embargo Judas la cruzó, ¿no es así?

CAIFÁS

Lo hizo.

EL-FAYOUMY

Interesante. Y ya que estamos en ese tema, ¿cuál fue el resultado de su enfrentamiento con Pilato sobre la santidad del Templo?

CAIFÁS

Pilato se retractó.

EL-FAYOUMY

No puso los símbolos paganos, ¿no es cierto?

CAIFÁS

No.

EL-FAYOUMY

Usted mantuvo una línea.

CAIFÁS

Sí.

EL-FAYOUMY

Está bien. Ahora, la última pregunta: Caifás el Viejo, se dice que en la cultura occidental la virtud más valiosa es la honestidad, pero en la cultura oriental, que incluye Judea de esa época, la virtud más preciada es la lealtad. Caifás el Viejo, ¿usted está de acuerdo con esa hipótesis?

CAIFÁS

Abogado, hay 613 leyes sagradas en nuestro Torah. Cumplir esas leyes requiere honestidad y lealtad. Pero el requerimiento más importante de la ley es la obediencia. Eso es lo más preciado.

EL-FAYOUMY

Sí. Es justo. Pero en su opinión, ¿Judas Iscariote fue leal?

CAIFÁS

Obviamente no.

EL-FAYOUMY

¿Fue honesto?

CAIFÁS

No.

EL-FAYOUMY

Caifás el Viejo: ¿Judas Iscariote fue obediente?

CAIFÁS

Obedeció su propia voluntad y su deseo, sí. Fue obediente a eso.

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EL-FAYOUMY

Y para servir esa voluntad y esos deseos, Judas cruzó la línea, ¿no es así?

CAIFÁS

Sirvió a un propósito necesario, pero como judío debo confesar que me asqueó.

EL-FAYOUMY

Caifás el Viejo, le agradezco mucho y debo agregar que usted es mucho más guapo en persona que como lo han retratado en el cine.

CUNNINGHAM se levanta. CUNNINGHAM

“Sumo Sacerdote del Sanedrín” esa era una posición prestigiosa y de gran poder en Judea, ¿no es cierto?

CAIFÁS

Correcto.

CUNNINGHAM

De hecho, excepto por el Gobernador Romano y el Rey Herodes, el Sumo Sacerdote era la posición más importante en Judea, ¿no es así?

CAIFÁS

Sí.

CUNNINGHAM

¿Le importaría mirarme a los ojos cuando responde mis preguntas?

CAIFÁS

Mi posición era muy importante. Como Sumo Sacerdote, yo mantenía las Leyes Sagradas, la seguridad del pueblo y nuestra tradición.

CUNNINGHAM

Bueno, tal vez me pueda ayudar, porque estoy un poco confundida. Judas Iscariote le entregó a Jesús de Nazareth, ¿correcto?

CAIFÁS

Sí.

CUNNINGHAM

Y después usted entregó a Jesús de Nazareth a Poncio Pilato.

CAIFÁS

Así es.

CUNNINGHAM

Entonces, exactamente, ¿cuál es la diferencia entre usted y Judas Iscariote? Porque, a menos que me esté perdiendo de algo, no puedo verla.

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CAIFÁS

Entre Judas y yo, gran diferencia.

CUNNINGHAM

Caifás, usted era un rabino y un judío. Jesús era un rabino y un judío. ¿No es acaso cruzar la línea para un rabino el entregar a otro rabino para que sea asesinado por paganos?

CAIFÁS

Jesús era un rabino blasfemo, sedicioso y yo no tenía certeza de que sería asesinado.

CUNNINGHAM

Pero la pena por sedición era la crucifixión, ¿no es cierto?

CAIFÁS

Su Señoría, no me voy a sentar aquí para ser culpado otra vez por la muerte de Jesús.

CUNNINGHAM

Nadie lo está culpando por la muerte de Jesús…

CAIFÁS

Jesús podría haberse salvado fácilmente.

CUNNINGHAM

¿Cómo podría haberse salvado?

CAIFÁS

Retractándose. Nuestro Torah tiene 613 Leyes Sagradas. Ni siquiera puedo contar cuántas de esas leyes Jesús rompió o trató sin respeto ni consideración. Se unió con los impuros, las mujeres y las prostitutas. Realizó milagros durante el Sabbath, se proclamó a sí mismo como el Mesías. Perdonaba los pecados. ¡Quién era él para perdonar los pecados! ¡Sólo Dios puede hacer eso! ¡Si eso no es cruzar la línea, no sé lo que es!¡Una cosa era que se fuera a los bosques y a los ríos como hizo el Bautista, pero otra cosa distinta era que esté en el Templo! Yo hubiera sido un descuidado si no le hubiera puesto fin a eso. ¡Él azotaba a la gente, la pateaba, amenzaba con destruir el Templo, lo llamaba una “guarida de ladrones”! Si alguien hiciera eso en su catedral, ¿no lo arrestarían?

CUNNINGHAM

Y sin embargo, Judas Iscariote, que nos defendió de esta gran amenaza no es un patriota sino un traidor. Un traidor que en sus palabras, “lo asqueaba”. ¿Por qué, Caifás?

CAIFÁS

Porque entregó a Jesús por dinero.

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68

CUNNINGHAM

¿Y usted por qué entrego a Jesús, Caifás?

CAIFÁS

Las palabras y las acciones de Jesús iban a provocar una rebelión, y el precio de la rebelión en el Imperio Romano era un baño de sangre. Una masacre abogada. Así que decidí que era mejor que un hombre muriera a que mil hombres murieran, por eso.

CUNNINGHAM

Ya veo… Entonces usted estaba cuidando al judío común y corriente, ¿no es así?

CAIFÁS

Sí.

CUNNINGHAM

¿Usted era un judío común y corriente?

CAIFÁS

A los ojos de Dios, todos somos iguales.

CUNNINGHAM

Los impuestos del templo que usted cobraba… diría usted que eso ¿lo hacía igual que un judío común y corriente?

EL-FAYOUMY

¡Objeción, Su Señoría! ¡La zorrita está fastidiando demasiado!

ALGUACIL

¡Ha lugar!

CUNNINGHAM

Las tasas de cambio en el Templo eran extremadamente desfavorables para el judío común y corriente. Y las pozas de purificación fuera del Templo, donde el judío común y corriente estaba obligado por ley a limpiarse antes de entrar al Templo, tampoco eran gratis, ¿no es así?

ALGUACIL

¡Cunningham!

CAIFÁS

¡No, no, voy a responder! Las leyes eran las leyes y las tarifas eran las tarifas.

CUNNINGHAM

¿Y tenían alguna escala para los pobres?

CAIFÁS

No.

CUNNINGHAM

Así que los pobres se mantenían impuros y sucios y se les negaba el derecho a rezar en el Templo.

CAIFÁS

Mi posición requería que yo le respondiese a Dios.

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CUNNINGHAM

¿Dios lo nombró Sumo Sacerdote del Sanedrín?

CAIFÁS

Fue con la bendición de Dios…

CUNNINGHAM

¡Fue con la bendición de ROMA! Usted fue nombrado por Roma, y al final, durante los 18 años que sirvió, a quien tenía que responder y con quien tenía que ser popular era con Roma y el día en el que le demostrara a Roma que no podía manejar a su propio pueblo, iba a ser el día en que lo habrían pateado en el culo, ¿no es así?

CAIFÁS

¡Yo le pertenecía a Dios, no a Roma! ¡Mi trabajo era mantener las 613 Leyes Sagradas y proteger mi Templo y a mi gente! ¡Y eso es lo que hice!

CUNNINGHAM

¡¿Y Jesús de Nazaret no era uno de su gente, Caifás?! Así haya sido un Mesías o un profeta, un hombre sagrado o un loco, ¿no era uno de los suyos? ¿Y acaso la más alta traición no es el traicionar sangre judía? ¿Entregarla a sus opresores? ¡Vamos Caifás! ¡Díganos que no le remordió la conciencia el entregar a Jesús, un judío, a los romanos! ¡Díganos que entregar a un rabino a una muerte cierta en manos de un enemigo no violaba su sentido de “cruzar la línea” y su conocimiento de la ley! ¡Díganos Caifás que al final sí hay una diferencia a los ojos de Dios entre lo que usted hizo y lo que Judas hizo!

Tiempo. CUNNINGHAM

Este es el purgatorio, Caifás, tengo todo el día.

CAIFÁS

En términos de resultado, no hay diferencia.

CUNNINGHAM

Y en términos de lo que pasó después: Judas se arrepintió y trató de devolver las monedas, ¿no es así?

CAIFÁS

Sí.

CUNNINGHAM

Y usted Caifás, ¿trató de hacer algo para evitar la muerte de Jesús?

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CAIFÁS

No.

CUNNINGHAM

Y ahí está la verdadera diferencia entre usted y Judas Iscariote, ¿no es así? Y sin embargo usted se sienta aquí y dice que Judas “cruzó la línea” y que lo asqueaba. Y si eso es verdad, me imagino como debe sentirse respecto de usted mismo.

CAIFÁS

Eso es entre Dios y yo.

CUNNINGHAM

Entonces espero, por su propio bien, que su Dios tenga pensamientos más modernos que el Dios de Judas. He terminado, puede retirarse.

EL-FAYOUMY

Caifás el Viejo, Judas se le acercó a usted, ¿no es cierto?

CAIFÁS

Sí.

EL-FAYOUMY

No tenía porqué haberse acercado, ¿no es cierto?

CAIFÁS

No.

EL-FAYOUMY

Y sin embargo lo hizo.

CAIFÁS

Sí.

EL-FAYOUMY

Por su propia voluntad.

CAIFÁS

Sí.

EL-FAYOUMY

Y aceptó un pago por su traición.

CAIFÁS

Sí.

EL-FAYOUMY

Un pago. Judas no dijo “Caifás, guarda tu dinero, esto lo hago por mí”, ¿no es cierto?

CAIFÁS

Así es.

EL-FAYOUMY

Caifás el Viejo, creo que todos podemos darnos cuenta de la dificilísima posición en la que se encontraba, tratando de proteger a su pueblo de posibles represalias romana.

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CAIFÁS

Y eso lo hace sentir bien, ¿no? Después de dos mil años de persecución finalmente llega y dice “Oye, sabemos que no fue tu culpa, ni la culpa de tu gente”, ¿no es así?

EL-FAYOUMY

Buen Caifás el Viejo… yo sólo estaba tratando…

CAIFÁS

De ganar su caso, ¿no es así? Ustedes me llamaron, yo vine. Ustedes preguntan, yo respondo. Pero por favor, nuca diga que entiende la posición en la que estaba porque no tiene idea en la posición en la que estaba y nunca traté de excusarme o de perdonarme porque no estoy interesado en su perdón. El perdón de Dios, eso es lo que me interesa. El suyo, no me importa. ¿Por qué? Porque usted no tiene idea. Las personas que necesitan perdón son las personas que dijeron mentiras y exageraciones que se convirtieron en hechos sacrosantos y que generaron odio y violencia por los siguientes dos mil años… ellos son los que necesitan ser perdonados. Y no por usted. Sino por mí. Por mí y por mi pueblo. Son los que escribieron el Evangelio los que necesitan ser perdonados. No yo. No, señor. Yo sé lo que es sufrir. Y usted no creo que lo sepa. (Al ALGUACIL.) Julio, mándale mis saludos a Frank.

EL-FAYUOMY

¡Usted es muy guapo, Caifás!

CAIFÁS

Si lo soy, es porque Dios me hizo así y no porque usted lo dice. Buenos días.

CAIFÁS sale. El martillo suena.

ESCENA 3 Luz sobre SANTO TOMÁS. SANTO TOMÁS

Mi nombre es Tomás. En la Última Cena yo fui el primero que dije que moriría por Jesús. Y también fui el primero que se fue a los montes corriendo cuando los romanos vinieron a arrestarlo, y después, cuando Jesús resucitó, fui yo el que dijo

LOS ULTIMOS DIAS DE JUDAS ISCARIOTE de Stephen Adly Guirgis Traducción de Rómulo Assereto y Juan Carlos Fisher

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que no creería que él era quien decía que era a menos que pudiera ver con mis propios ojos los huecos en sus manos y que los inspeccionara personalmente y los tocara como si yo fuera un médico calificado o algo así. Pero el asunto es que Jesús me los enseñó. Y no sólo eso. Me dejó tocarlos. En una iglesia basada enteramente en las virtudes de la fe, él me dio una prueba. Yo no tenía fe y él me la dio gratis. No se porqué me dio el beneficio de la duda y a Judas no. Y no estoy diciendo esto porque me gustara el tipo, porque personalmente creo que Judas era un poco imbécil, en realidad “imbécil de mierda” sería lo más correcto. Judas era el tipo de persona, por lo menos conmigo, que un minuto es tu amigo y el siguiente minuto se está burlando de ti enfrente de todos. El decía que la razón por la que Jesús había hecho los milagros de los peces y los panes era porque yo me había comido toda la comida cuando nadie estaba viendo. Cosas como esa. Pero después otras veces podía ser muy bueno, como una vez en la que fuimos juntos para curar a la gente y exorcizar demonios y bueno… yo tuve algunos problemas ese día… todos los que yo trataba de curar terminaban poniéndose peor, de hecho hubo una señora que casi se queda ciega y otro tipo empezó a convulsionar, pero Judas lo arregló. Los curó, de verdad lo hizo, y eso me dice que su fe era verdadera. Y luego fuimos de nuevo al campamento esa noche y no le dijo a nadie como yo la había cagado. De hecho, dijo que yo hice un buen trabajo. Y lo aprecio. Yo sé que Jesús sabía que era mierda. Pero igual aprecié el gesto. Creo que mostraba grandeza de parte de Judas y el asunto es, que Judas era un imbécil, pero no era hueco ni arrogante. De verdad era grande. No era el mejor, pero estaba lejos de ser el peor. Jesús lo quería. Lo quería mucho de hecho. Judas estaba entre los top 3 con María Magdalena y Pedro, quien dicho sea de paso, también podía ser un imbécil a veces. Alguna gente dice que Judas hizo lo que hizo porque era ambicioso. Personalmente yo creo que eso es mierda. El tipo no estuvo vagando por el desierto por tres años con Jesús y un grupo de pordioseros como nosotros porque quería hacerse rico. Otra gente dice que se le metió el diablo. De nuevo, mierda. Judas era leal, obsesivamente leal incluso.

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Judas habría peleado contra el diablo y contra todo su ejército, uno contra mil, si hubiera tenido que hacerlo. Y lo habría hecho con gusto. Otra gente dice que Judas lo hizo porque sabía que el barco se estaba hundiendo y estaba tratando de salvarse. Escúchenme: Judas no era un tipo que se echara para atrás, al contrario, era todo hacia adelante. Y para mí, eso merece consideración. Yo no era como él, para nada. Y muchos de nosotros tampoco. Judas era un imbécil. Pero se merecía algo mejor. Y esta es sólo la opinión de un Santo.

ESCENA 4 El JUEZ entra. SANTO TOMÁS

¡Siguiente testigo!

CUNNINGHAM

Su Señoría, en este momento la defensa quisiera presentar la prueba 14-A, un video de seguridad antiguo de un evento que ocurrió menos de 24 horas después del arresto de Jesús. Luces por favor.

Un cuarto en Jerusalén. SOLDADO #1

¡Pilato te va a sacar la mierda!

SOLDADO #2

¡Pilato te va a ver y te va sacar la mierda dos veces!

SOLDADO #3

¡Cuando Pilato vea a este hijo de puta nos va a decir “Centuriones, es hora de sacarle la mierda a este imbécil”!

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SOLDADO #1

¡Va a violar a tus mujeres!

SOLDADO #2

¡Se va a llevar tu ganado!

SOLDADO #3

¡Le va a sacar la mierda a tu ganado también!

SOLDADO #1

¡Y a tus ovejas y a tus cabras!

SOLDADO #2

¡Pilato le va a sacar la mierda hasta a tu abuelita!

PILATO entra. PILATO

¿Por qué están haciendo tanto escándalo?

SOLDADOS

¡Ave Poncio Pilato! ¡Ave! ¡Ave! ¡Ave!

PILATO

¿Hay algún problema?

SOLDADO #1

¡Judas se está arrepintiendo!

PILATO

Un momento… ¿quién?

SOLDADO #3

¡Judas Iscariote! Del grupo de Jesús de Nazaret.

SOLDADO #2

¡Este hijo de puta asqueroso de acá!

JUDAS

¡Jesús es un hombre inocente! ¡Por favor! ¡Por favor!

SOLDADO #1

¿Empezamos a sacarle la mierda de una vez?

JUDAS

¡Es inocente, por favor, Jesús es inocente!

PILATO

¡Vamos Judas! Los del San… un momento (AL SOLDADO #2.) ¡Oye Kurt! ¿Cómo es que se llaman?

SOLDADO #2

Sanedrín, señor.

PILATO

Eso. Los del Sanechín te pagaron 30 monedas de plata. Eso son cuatro meses de cuentas, no es cualquier cosa.

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JUDAS

¡Cometí un error! ¡Por favor, por favor! ¡Ustedes no entienden!

PILATO

Entiendo perfectamente. Vendiste a tu hermano y ahora te sientes culpable. Así que vienes acá ha decir: “Era oscuro, besé al hijo de puta equivocado”. Pero nosotros los romanos no somos idiotas.

JUDAS

Estoy arrepentido…

PILATO

No te puedes arrepentir. (A sus SOLDADOS.) Oigan, ¿se acuerdan de ese judío que vino acá el otro día diciendo que se arrepentía? (A JUDAS.) ¡Créeme Judas, no quieres hacer eso! Lo que necesitas es relajarte… lleva a tu novia a ver un show de títeres…

JUDAS

¡Pero es inocente, por favor! ¡Por favor!

PILATO

Escucha Judas, no nos interesa un carajo este Jesús. Es un imbécil que habla pura mierda. Todo el mundo habla mierda. Hasta yo hablo un poco de mierda de vez en cuando. El asunto es que no estamos tratando de levantar ningún cargo contra Jesús, contra este Nazareno. Lo vamos a golpear un poco para hacer a los del Sane… como se diga felices, para que todos podamos vivir en paz. ¿No quieres vivir en paz, Judas? ¿No es lo que todos queremos? Después de todo, no es que vayamos a crucificar al hijo de puta.

De regreso a la corte. CUNNIGHAM

La defensa llama a Poncio Pilato.

EL-FAYOUMY

¡Objeción!

JUEZ

¿Bajo qué argumento?

EL-FAYOUMY

Bajo el argumento… de que es objetable…

JUEZ

No ha lugar.

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EL-FAYOUMY

Pero, Su Santidad, realmente es objetable: lo siento, a pesar de que no lo puedo poner en palabras.

JUEZ

No ha lugar.

ALGUACIL

Nombre.

PILATO

Poncio Pilato.

CUNNINGHAM

¿Poncio Pilato?

PILATO

Eso es.

CUNNINGHAM

Poncio Pilato: Judas Iscariote fue a buscarlo para arrepentirse de su testimonio, ¿no es así?

PILATO

Por recomendación de mi abogado, ejerzo mi derecho de mantenerme en silencio.

CUNNINGHAM

¿Usted le dijo a Judas que sólo iban a golpear a Jesús?

PILATO

Por recomendación de mi abogado, ejerzo mi derecho de mantenerme en silencio.

CUNNINGHAM

Usted tiene responsabilidad por la muerte de Jesucristo, no Judas, sino usted. ¿Eso es correcto, señor Poncio Pilato?

PILATO

Por recomendación de mi abogado blah blah blah. (Al JUEZ.) Su Señoría, tengo un compromiso a las 2. ¿Me puedo ir?

JUEZ

Esto no va a ser muy largo, Poncio.

CUNNINGHAM

Judas fue a buscarlo a la oficina y le rogó de rodillas que tomara el dinero y liberara a Jesús y usted se negó. Judas se arrepintió, trató de devolver el dinero, primero al Sanedrín y después a usted. ¿Lo niega?

PILATO

Mire, si yo la hubiera cagado tanto como él, hubiera hecho lo mismo.

CUNNIGHAM

Así que admite que Judas lo intentó.

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PILATO

Yo no he admitido eso. ¿Me ha escuchado admitir eso?

CUNNINGHAM

Todo sabemos lo que pasó Pilato, acabamos de ver el video.

PILATO

No hay nada en ese supuesto video que me implique de cualquier cosa que no sea buscar una salida pacífica y no letal a un problema potencialmente incendiario.

CUNNINGHAM

Correcto. Señor Pilato, usted fue el quinto prefecto de Judea, ¿correcto?

PILATO

Los diez años más largos de mi vida.

CUNNINGHAM

¿Por qué dice eso?

PILATO

¿Alguna vez ha ido a Judea, señorita? No es Paris, créame.

CUNNINGHAM

Ya veo.

PILATO

Sí, ese Moisés debió tener el mapa al revés o tenía mal puestos sus lentes o algo. Porque si esa era la Tierra Prometida… ¡mierda!

CUNNINGHAM

No le importaba mucho Judea, ¿no?

PILATO

¿Importarme? Era la axila del imperio si me lo pregunta. Sin atmósfera, nada. Caliente. Sucia. Llena de polvo. Moscas por todos lados. Sin cultura y sin diversión. Hubiese preferido pasar diez años metido en mi propio culo, pero Augusto me ordenó mantener la paz ahí, así que obedecí a mi Emperador. Cumplí mi deber.

CUNNIGHAM

¿Mantuvo la paz?

PILATO

La Pax Romana, nena, esa es la regla principal, sí.

CUNNINGHAM

¿Y bajo su gobierno? ¿Cómo se mantuvo la paz en Judea?

PILATO

Por cualquier medio necesario.

CUNNINGHAM

¿Violento?

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p.

PILATO

Violento o de cualquier otro modo. Eran libres de tener lo que desearan.

CUNNINGHAM

De acuerdo con Filo de Alejandría, que escribió sobre usted en el 41 a.C. su gobierno fue conocido por las repetidas ejecuciones sin juicio, injusticias, violencia e interminable crueldad. ¿Algún comentario?

PILATO

No.

CUNNIGHAM

Durante su reinado como Procurador de Jerusalén, ¿cuántas muertes ordenó?

PILATO

Muchas. Y no me arrepiento por ellas. Esos judíos eran una mierda.

CUNNINGHAM

Durante su gobierno en Judea, ¿cuántas crucifixiones ordenó?

PILATO

Muchas menos que las de mi predecesor. Eso de hecho. Ese hijo de puta podía crucificar a un judío por gritar “fuego” en una parrillada. Yo reduje las crucifixiones en Palestina en un 70% y eso está en documentos.

CUNNINGHAM

Eso es encantador, señor Pilato. Pero le pido que responda la pregunta que le hice.

PILATO

¿Cuál era?

CUNNINGHAM

¿Cuántas crucifixiones ordenó cuando estaba en Jerusalén?

PILATO

Yo diría… unas 500 más o menos… ¿por?

CUNNINGHAM

Más de 700 crucifixiones mientras estuvo usted asignado en Judea, ¿le parece bien?

PILATO

Suena bien, sí.

CUNNINGHAM

¿Y de cuántas se lavó las manos públicamente, señor Pilato?

Pausa.

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PILATO

No sé a qué se refiere.

CUNNINGHAM

Me refiero que a demás de Jesús de Nazaret, de las más de 700 crucifixiones e incontables crucifixiones, ¿alguna otra vez se lavó públicamente las manos para no asumir responsabilidad por sus actos?

PILATO

No lo recuerdo.

CUNNINGHAM

¿Se arrepintió porque sabía que estaba mal, no?

PILATO

Los romanos no se arrepienten.

CUNNINGHAM

Usted sabía que Jesús era un hombre santo o un tonto. Pero lo que sea que haya sido, usted le creyó cuando dijo que su reino no era de esta tierra, ¿no es cierto?

PILATO

Mire, no me acuerdo de esa conversación.

CUNNINGHAM

¿No se acuerda de esa conversación? ¿Sabe qué, señor Pilato? Por qué no dice eso de nuevo para que pueda acusarlo de perjurio. Usted ordenó la muerte de Cristo. Usted y sólo usted. Después le echó la culpa a la reticencia de Jesús, a lo impetuoso de Judas, a la política del Sanedrín y a la insistencia de los judío, ¿no es así señor Pilato? ¿Sí o no?

PILATO

Puede hablar todo lo que quiera. Mi conciencia está limpia. La culpa la tienen los judíos.

CUNNINGHAM

Señor Pilato, ¿los Sumos Sacerdotes de Jerusalén estaban autorizados a ordenar sentencias de muerte?

PILATO

No, no estaban.

CUNNINGHAM

¿Y los judíos? ¿Podían ordenar sentencias de muerte cuando les daba la gana?

PILATO

No.

CUNNINGHAM

Un hombre, señor Pilato. En toda Judea, sólo un hombre tenía la autoridad de condenar a otro

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hombre a muerte. ¿Quién era ese hombre, señor Pilato? PILATO

¿Soy yo el que está en juicio? Porque la última vez que revisé, era su cliente, Judas Iscariote, que se está congelando el culo en el noveno círculo del infierno, no yo.

CUNNINGHAM

Mi cliente se arrepintió de corazón y fue ignorado.

PILATO

Entonces váyase a quejarse con los judíos, no conmigo. Esta no es ninguna nueva teoría. Está documentada. Este no es un caso para Sherlock Holmes. Los judíos adoraban a un Dios celoso, iracundo y vengativo, ¿y adivine qué? ¡Sorpresa, sorpresa! Ellos eran celosos, iracundos y vengativos. Nunca tuve ningún problema en Judea que no sea causado por uno de estos judíos. Créame, debería hablar con uno de ellos, no conmigo.

CUNNINGHAM

La culpa la tienen siempre los judíos, ¿no es así?

PILATO

En Judea por lo menos, sí.

CUNNINGHAM

¿Quiere saber lo que pienso de verdad? Creo que toda esta historia de usted dudando sobre qué hacer con Jesús es una mierda inventada escrita por judíos cristianos evangelistas buscando que la historia de Jesús fuese aceptada por el Imperio Romano. No sabemos nada de usted, señor Pilato, absolutamente nada. Eso sugiere que usted no tendría la menor duda de condenar a cualquier judío a muerte. Más aún si se trata de una figura revolucionaria como Jesús, que ha sido proclamado el Mesías, que ha entrado en la ciudad de Jerusalén entre hordas de gente que lo alentaba y que al día siguiente incitó una revuelta en el Templo. Usted odiaba su misión. Usted odiaba Judea. Y usted odiaba a los judíos. Los odiaba. Los odiaba porque le contestaban. Los odiaba porque peleaban. Los odiaba porque se aferraban a sus creencias religiosas y estaban dispuestos a morir por ellas, pero sobretodo, los odiaba porque eran más fuertes que usted. Creo que eso lo molestaba mucho. Creo que eso lo hacía resentido y vengativo y lo ponía furioso. Creo que lo hacía sentir pequeño y fuera de

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lugar. Creo que eso le producía irritaciones en la piel y tics nerviosos. Creo que no lo dejaba dormir y lo hacía contar los días que faltaban para regresar a la comodidad de Roma. Eso creo. Creo que se está escondiendo en imprecisiones históricas y mentiras, señor Pilato. Creo que usted es un mentiroso y un fraude. Creo que cuando Jesús llegó frente a usted, usted no vio a un Dios o a un profeta, usted no vio a un lunático o a un inocente, usted ni siquiera vio a un ser humano. Creo señor Pilato que lo usted vio esa mañana, fue a un judío más y no tuvo la menor duda. Usted no se lavó las manos, Poncio Pilatos. La historia se la lavó, ¿no es cierto? PILATO se levanta. PILATO

Creo que ya tuve suficiente.

CUNNINGHAM

Si fuera un hombre Pilato, diría la verdad.

PILATO

¿La verdad? ¿De qué verdad está hablando? La verdad es que yo soy un santo en la iglesia de Etiopía. La verdad es que yo fui nombrado mártir por la Iglesia Cristiana en el 348 d.C. Esa es la puta verdad.

CUNNINGHAM

¿Un mártir cristiano?

PILATO

¿He tartamudeado acaso?

CUNNINGHAM

Bueno, creo que a eso se refiere cuando dicen que la historia es una mentira con la que todos estamos de acuerdo.

PILATO

¿Una mentira? ¿Qué sabes tú de lo que es mentira y de lo que es verdad? ¿Qué sabes tú de la historia? Todo lo que tienes es un libro escrito de cuatro maneras diferentes por cuatro judíos diferentes que ni siquiera estaban ahí. ¿Y qué sabes tú de mi vida después de Palestina? ¿Qué sabes tú de lo que puedo haber hecho o no cuando regresé a casa? No sabes absolutamente nada, ¿no es cierto? No escribieron esa parte de la historia, ¿no es cierto? Mierda. Voy a decirte algo: tú me recuerdas cada vez más a mi ex esposa Rhonda y créeme que eso

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no es un cumplido. Sí, conocí a ese chico Jesús. Me pareció un buen tipo. Se vestía como un pordiosero y olía a chivo. Pero si lo afeitabas y lo bañabas, habría estado bien. Y te voy a decir una cosa más. A diferencia de Judas, ese Nazareno tenía carácter. No vino a mi llorando como una perra. Me miró como un hombre. Casi como un romano. Y eso me impresionó. Estaba dispuesto a golpearlo bastante fuerte por un par de horas para dirigir su energía pero esos judíos no querían nada de eso. Puedes decir lo que quieras. Pensar lo que quieras. Pero esos judíos no iban a parar hasta que ese chico fuese servido como pollo en el almuerzo y nos tenían un poco rodeados ese fin de semana. Había 200,000 de ellos por las fiestas de pascua, listos para empezar una revolución a la menor provocación. Hice lo que hice para preservar la paz. ¿Por qué? Porque ese era mi puto trabajo. ¿Y ahora me quieres llamar mentiroso? ¿Cuestionar mi veracidad y mi carácter? Soy un romano, 100%, las 24 horas. Nunca cerramos. Tengo tatuados en los huevos VERITAS y eso significa VERDAD. Y eso significa que mi honor está definido por mi integridad. Y que mi integridad está definida por mi verdad. Y te desafío aquí y ahora a que traigas alguna evidencia que pruebe tus alegatos. Mierda. Deberías verificar mejor los hechos antes de tratar de ensuciar a un romano. Estoy limpio como una paloma. Listo para el amor. Yo vivo en el cielo. ¿Dónde vives tú? Mierda. Cuando arregles tu cabeza, llámame. Podremos ir a comer pizza y te enseño mi tatuaje. ¿Alguna otra pregunta? CUNNINGHAM

Creo, señor Pilato, que ya nos ha dicho todo lo que necesitamos saber.

PILATO

Ok. Me largo entonces.

JUEZ

El testigo puede retirarse.

PILATO

Ave César, nena.

EL-FAYOUMY se levanta. EL-FAYOUMY

Una pregunta, Excelencia.

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PILATO

¿Cuál?

EL-FAYOUMY

Sí… me pregunto si le podría decir a la corte lo siguiente: ¿si es que Judas fue a buscarlo para arrepentirse…? Y no estoy diciendo que lo haya hecho o que no – y dicho sea de paso, el único evangelio que dice eso es el de Mateo, así que son tres contra uno, y ese uno era un griego borracho y estafador. Sin embargo, si el griego borracho estaba milagrosamente en lo correcto y Judas en realidad intentó arrepentirse y devolver las monedas de plata… díganos por favor… y esto es muy importante… ¿tuvo la sensación de que Judas estaba realmente arrepentido y preocupado por Jesús o usted cree que estaba buscando reparar el daño por un miedo a las consecuencias y repercusiones eternas de traicionar a Nuestro adorado, exaltado y justo señor y salvador Jesucristo, divino hijo del hombre?

Pausa. PILATO

Yo soy un hombre, y la abogada defensora podrá discutir esto, que sabe algo de remordimiento. En mi tiempo, miré a los ojos a miles de ojos acusados y estuve sentado presidiendo juicios contra ellos. Perdoné a unos cuantos y ejecuté a muchos. Mandé a personas a ser azotadas, encerradas y crucificadas. Y envié a algunos a sus casas también. El remordimiento es raro, pero cuando lo ves, no lo puedes confundir. Judas Iscariote no estaba arrepentido. Su miedo no dejaba lugar para el arrepentimiento. Su miedo era 100% egoísta. 100% pánico. 0% remordimiento. Sino quiere creer nada, crea sólo eso.

EL-FAYOUMY

Gracias, gracias, de verdad, gracias.

Sonido del martillo. JUEZ

Siguiente testigo.

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CUNNINGHAM

Su Señoría, la defensa quiere volver a invocar a Satán al estrado.

JUEZ

Lu… ya puedes venir… Alguacil, traiga a Satán… ¡vaya a traer a Satán!

ALGUACIL

¿Yo solo?

JUEZ

¡Vaya!

84

Entra SATÁN, un poco perturbado. JUEZ

Siéntate, Lu…

SATÁN

¡Quiero presentar una puta queja, Frank!

JUEZ

No será sobre la comida en la cafetería otra vez, ¿no?

SATÁN

No, Frank, no es sobre la comida en la cafetería. Es sobre el hecho de que he reconocido a un par de los oficiales de la corte en el baño, ¿ok? Pregúntame cómo los he reconocido, Frank.

JUEZ

Lu…

SATÁN

¡No! No me vengas a decir Lu ahora, mariconcito. Dios ha estado robándome almas de nuevo, ¿no es cierto?

JUEZ

Este comportamiento es inaceptable, Lu…

SATÁN

No me digas lo que es inaceptable… esos dos oficiales de la corte eran míos, Frank. Sus almas en el infierno… ¿qué? ¿no es suficiente ya? Ahora tengo que lidiar con que Dios se pase la cerca de mi infierno y se lleve mis gallinas como si fuera un puto zorro ladrón en el medio de la noche. ¡Esto es mierda, Frank, y lo sabes! ¡Así que no me iré sin quedar satisfecho! ¡Así que será mejor que hagas algo para arreglar esto! ¡Ahora mismo!

JUEZ

¿Hacer algo? ¿Como qué?

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SATÁN

Número uno: ya no voy a volver a testificar para estos imbéciles, no soy un juguete al que pueden invocar o botar cuando les de la gana. Número dos: quiero dos almas antes de irme, así que haz un memo y envíalo. Te llevaré a ti y a cualquier otro.

JUEZ

¿A mí?

SATÁN

Sí, a ti. Te debía haber llevado hace mucho rato. ¡Y quiero whisky también! (A CUNNINGHAM.) ¡¿Qué mierda estás mirando?¡

CUNNINGHAM

Me gustaría empezar mi interrogatorio.

SATÁN

¿Por qué? ¿Estás apurada?

CUNNINGHAM

No. Avísame cuando termines de llorar.

SATÁN

Oh, discúlpame, ¿me puedes aclarar esto? ¿Acaso hoy es el día de “meterse con alguien que te puede sacar el puto corazón por el culo”? ¿Hoy es ese día?

CUNNINGHAM

Hoy es el día de responder mis preguntas… cuando termine de comportarse como un niño engreído.

JUEZ

¡CUNNINGHAM! Le pido por favor que baje las revoluciones hasta que yo le avise. Y tú Lu, con todo el respeto por tu rango y tu título, ¿te puedes tranquilizar un poco, por favor?

SATÁN

Frank, siempre he sido bueno contigo.

JUEZ

Y yo contigo. Ahora escucha: tu queja ha sido anotada y será llevada arriba cuando terminen los testimonios de hoy, ¿ok?

CUNNINGHAM

Estoy lista para proceder, Su Señoría.

JUEZ

¿Cortésmente?

CUNNINGHAM

Si soy tratada con cortesía.

SATÁN

¿Sabes qué, Cunningham? Todas esas excusas que tienes metida en el escote: tu madre, la bulimia, herpes, el alcohol, los abortos, la violación, las aventuras farmacéuticas bipolares, los intentos de suicidio y los fracasos de todas las relaciones que

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en algún momento intentaste, todas esas cosas no sirven para remediar el hecho de que siempre llega un momento en el que el mundo deja de recompensar el potencial. Y cuando ese momento llegó para ti, tú empezaste a celebrar esta patética fiesta y le dedicaste el resto de tu corta, triste e inconsecuente vida a buscar defectos en todas partes menos en tu propio reflejo, ¿ok? EL-FAYOUMY

Satán, por favor, ¿no piensas que es demasiado?

SATÁN

El-Fayoumy, en un buen día tu pene llega a medir nueve centímetros, erecto, y te vienes hasta estornudando… peor que eso… eres un sobón y tu amor por Dios es absolutamente falso, como tu color de pelo y el único motivo por el que te excita esta desastrosa mujer es porque eres un adicto a la tragedia y al castigo, no porque tú mismo pienses que eres una mierda sino porque tu autodiagnóstico es correcto. Eres una bolsa de aire caliente y un débil, y nunca, jamás, serás amado. (A CUNNINGHAM.) Tú tampoco serás amada nunca, Cunningham, y eso es porque eres incapaz de dar amor. Pero tú ya sabías eso, ¿no es cierto? (Al JUEZ.) Y que nunca se diga que el Príncipe de la Mentira interfirió alguna vez con la verdad.

JUEZ

No mas exabruptos, por favor.

SATÁN

Soy un Buda flotando en un estanque.

JUEZ

¿Seguro?

SATÁN

Segurísimo.

JUEZ

Abogada, puede empezar.

CUNNINGHAM

Señor Satán…

SATAN

Te pido disculpas por mi comportamiento anterior, no me cayó bien el almuerzo.

CUNNINGHAM

Señor Satán, ¿usted tiene una larga pelea con Dios, verdad?

SATAN

No. Yo amo a Dios.

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CUNNINGHAM

¿Ama a Dios?

SATAN

Mucho. Él me hizo.

CUNNINGHAM

Okay, usted dice que Dios lo hizo…

SATAN

Dios me hizo, está en la Biblia.

CUNNINGHAM

Sé lo que dice en la biblia, Señor Satán. También dice… en Mateo creo… dice: “Un buen árbol no puede dar mal fruto”, ¿correcto?

SATAN

Correcto.

CUNNINGHAM

¿Así que está diciendo que usted es bueno? ¡O está diciendo que Dios es malo?

SATAN

Yo nunca diría que Dios es malo.

CUNNINGHAM

Entonces ¿le está diciendo a la corte que usted es bueno?

SATAN

No lo sé… ¿Usted es buena, abogada?

CUNNINGHAM

Eso no es lo que le pregunté.

SATAN

Lo siento.

CUNNINGHAM

Responda mi pregunta.

SATAN

No creo en el Bien o el Mal. En lo que creo es en la verdad.

CUNNINGHAM

De acuerdo. De acuerdo con Job y Nehemías, Dios lo creó en los primeros tres días. ¿Verdad?

SATAN

Verdad.

CUNNINGHAM

Usted era un ángel.

SATAN

Verdad.

CUNNINGHAM

Usted estuvo presente cuando Dios creó la tierra.

SATAN

Verdad.

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CUNNINGHAM

Y luego Dios creó al hombre y le dio a él, no a usted, el dominio sobre la tierra. ¿Verdad?

SATAN

Verdad.

CUNNINGHAM

Y a usted Dios le ordenó que sirviera a los hombres. ¿Verdad?

SATAN

Verdad.

CUNNINGHAM

De acuerdo con el Génesis y con Ezequiel, usted tentó a Eva a comer la manzana para probarle a Dios que cometió un error al darle al hombre el dominio de la tierra. En ese punto, de acuerdo con Lucas, usted “cayó del Cielo como un Rayo” y se convirtió en el adversario de Dios. Y desde ese día, ha competido con Dios por almas para probar su punto de que el hombre no merece dominar la tierra. ¿No es verdad, señor Satán?

SATAN

Yo no compito con Dios, Dios compite consigo mismo.

CUNNINGHAM

Eso no es lo que le pregunté.

SATAN

Estoy tratando de responder tu pregunta.

CUNNINGHAM

¡No! ¡No está tratando de responder a mi pregunta!

SATAN

Su Señoría, estoy tratando de responder aquí.

JUEZ

Deje que responda, Cunnigham.

EL-FAYOUMY

Su Señoría, me parece que…

JUEZ

¡Silencio! (A SATAN.) Proceda.

SATÁN

Gracias. Mira, yo no los hice, Dios los hizo, ¿ok? Pero hay un error en el diseño de creación: les dio libre albedrío. Y para balancear eso, los diseñó con autocorrección. Pero a diferencia del libre albedrío, la autocorrección no es de las favoritas del homo sapiens. Creo que la autocorrección es tan querida como una colonoscopía. De cualquier forma, la verdad es esta: no tengo que competir activamente por las almas humanas. No tengo que hacer nada porque con Dios al otro lado y con ustedes

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corriendo por donde les da la gana debo ser honesto, me paso el día en mi sofá viendo cable. CUNNINGHAM

¿O sea que no le molestó para nada ser arrojado del cielo?

SATAN

Hay un concepto Cunningham que se llama “Juega con las cartas que te han repartido”. Uno puede aceptar esta idea o empezar a perder lentamente la cabeza, el corazón y el alma. Me gustaría poder ayudar más, pero al final se trata de eso.

CUNNINGHAM

¿Sí?

SATAN

Sólo soy un ángel caído tratando de mantener una erección en una sociedad monoteísta. ¿Algo más que quieras preguntar?

CUNNINGHAM

Su Señoría, este testigo está mintiendo. Solicito que todo su testimonio sea borrado del registro.

JUEZ

Denegado. Usted lo invocó… lo que salga de su boca, es responsabilidad suya.

CUNNINGHAM

¡Pero obviamente está mintiendo!

SATÁN

¡Tienes que abrir tu mente, abogada!

CUNNINGHAM

¡Su Señoría!

JUEZ

A menos que tenga otra pregunta, Cunningham, sugiero que se detenga.

CUNNINGHAM

Pero…

JUEZ

Siga o deténgase… ¿qué es lo que va a hacer?

Pequeña pausa. CUNNINGHAM

¿Por qué ama a Dios, señor Satán?

SATAN

¿Qué cosa no hay para amar de él?

CUNNINGHAM

¡Específicamente, señor Satán! ¡Qué es lo que ama específicamente de Dios?

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SATAN

No sé por dónde empezar.

CUNNINGHAM

¡Por donde usted quiera!

SATAN

Amo a Dios porque Él es Todopoderoso y perdona todo. Amo a Dios porque Su justicia es perfecta. Amo a Dios porque Dios me ama a mí.

CUNNINGHAM

¿Dios lo ama?

SATAN

Mucho. Me dio un regalo por navidad y me manda tarjetas en cada fiesta importante.

CUNNINGHAM

¡Pare! Si Dios lo ama, ¡¿por qué lo botó de su Reino?!

SATAN

El no me botó… yo me fui.

CUNNINGHAM

¡Eso no es lo que dice la Biblia!

SATAN

Sí, ellos decidieron esquivar ese detalle… pero eso es porque ustedes, seres humanos, realmente responden sólo al miedo y a las amenazas. Si les dijeran que las Puertas del Cielo no tienen cerradura, entonces no tendrían la más mínima iniciativa de intentar ser medianamente decentes.

CUNNINGHAM

¡En otras palabras, Dios mintió!

SATAN

Dios no escribió la Biblia, y creo que usted sabe eso, ¿no es así?

CUNNINGHAM

¡Claro que lo sé!

SATAN

¿Entonces por qué dice que Dios mintió?

CUNNINGHAM

Señor Satán, ¿Dios ama a Judas Iscariote? ¿Si o no?

SATAN

Dios ama a todos.

CUNNINGHAM

Y sin embargo Judas está en el Infierno… ¿entonces de qué sirve el amor de Dios si mi cliente va a languidecer condenado para siempre?

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SATAN

Su cliente es libre de irse cuando le dé la gana… y realmente, yo quisiera que lo haga… podría usar ese cuarto-

CUNNINGHAM

¡Eso no es verdad y usted lo sabe!

SATAN

Mira, quizás deberías sentarte y respirar…

CUNNINGHAM

¡La verdad es que el amor de Dios por nosotros es condicional, ¿no es así?! ¡Uno falla en llegar a las expectativas de Dios y Él te tira a la basura! ¡Judas se equivocó y ahora está en estado catatónico!

SATAN

Su cliente sucumbió a la desesperación…

CUNNINGHAM

¡Así es! Y si la desesperación del ser humano es tan poderosa que Dios se queda sin poder frente a ella, ¿entonces qué dice eso acerca de nuestro Dios? Dice una de dos cosas, señor Satán: o Dios no es Todopoderoso y por lo tanto inútil, o, Su amor es condicional, lo que hace que ese amor sea falso. ¿Cuál de las dos es?

SATAN

Cunningham, no se tome esto personal, pero su padre nunca la amó de verdad, ni la quiso, ¿no es cierto? Y la única razón por la que su madre no la abortó fue porque tenía miedo de que le quedara alguna cicatriz. ¿Creo que se lo dijo alguna vez, no es así?

CUNNINGHAM

¡Señor Satán!

SATAN

Sólo porque sus padres no la quisieron no significa que Dios no la quiera.

CUNNINGHAM

Señor Satán, le he hecho una pregunta directa y me gustaría que me conteste de forma directa.

SATAN

La respuesta directa es que está totalmente equivocada. Dios no tiene poder o Dios es rencoroso.

CUNNINGHAM

¿Dios no tiene poder o Dios es rencoroso?… Le estoy ordenando que responda.

SATAN

Usted no tiene poder y es rencorosa, no Dios.

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CUNNINGHAM

¡Su Señoría, no está respondiendo!

JUEZ

¿Y qué quiere que haga?

CUNNINGHAM

¡Pero no está respondiendo!

SATAN

Ábrele tu corazón a Dios, Cunningham.

CUNNINGHAM

¡Cállese! (Al JUEZ.) ¡¿Su Señoría?!

JUEZ

Le sugiero que se detenga, Cunningham…

CUNNINGHAM

¡Pero no he terminado!

JUEZ

Entonces termine.

CUNNINGHAM

Pero Su Señoría, esto no es justo…

JUEZ

Es lo que es.

CUNNINGHAM

¡Pero Su Señoría!

JUEZ

¡Cunningham!

CUNNINGHAM

¡Su Señoría!

JUEZ

¡Qué, Cunningham! ¡Qué!

p.

Pausa. CUNNINGHAM

(A SATÁN.) Eres un mentiroso de mierda.

SATAN

Me da mucha pena que pienses algo así.

Pausa. CUNNINGHAM

No mas preguntas.

JUEZ

El-Fayoumy, ¿alguna pregunta?

EL-FAYOUMY mira a CUNNINGHAM, luego a SATÁN, luego otra vez a CUNNINGHAM.

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EL-FAYOUMY

No tengo preguntas. Ninguna.

JUEZ

Puedes irte.

SATÁN

Gracias, Frank. (A los ABOGADOS.) Abogados, se comportaron como era de esperarse. Y dicho sea de paso, El-Fayoumy tú también estás completamente equivocado. Nos vemos.

SATAN se va. JUEZ

Siguiente testigo.

Apagón.

ESCENA 5 Tiempo. JESUS se acerca a JUDAS. Se dirige al público. JESUS

En este instante, estoy en Kabul. Estoy en Africa. Estoy en la Quinta Avenida de Nueva York cenando con Al Pacino y Bono… Ahora estoy en una esquina esperando que me den unas monedas para poder inyectarme. Estoy en la Casa Blanca con Obama. Estoy ayudando a que un terrorista pueda dormir bien… Estuve escondido con Osama y en uno de los aviones… Y lo que quiero que sepan es que su trabajo recién empieza. Y en lo que quiero que confíen es en la eficacia del amor divino si se practica concientemente. Y lo que necesito que crean es que si odian a quienes yo amo, no me conocen en absoluto. Y no se equivoquen. “Quienes yo amo” son todos. Yo soy todos. La gente me pregunta: ¿Dónde estás? ¿Dónde estás? De verdad les digo que se pregunten ¿Dónde están ustedes? ¿Dónde están ustedes? Judas.

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No hay respuesta. JESUS

Judas.

Tiempo. JUDAS regresa lentamente de su estado catatónico. JUDAS

¿Quién es?

JESUS

¿Alguna vez es alguien mas, Judas?

Pausa. JESUS

Te extraño.

JUDAS

Ajá.

JESUS

Te extraño, Judas.

JESUS pone una mano sobre él. JUDAS

¡NO ME TOQUES, MIERDA!

JESUS

Judas.

JUDAS

¡DIJE QUE NO ME TOQUES, MIERDA, POR LA PUTA MADRE NO ME TOQUES!

JESUS

Lo siento, yo…

JUDAS

¡ALÉJATE, MIERDA!

JESUS

Lo siento.

JUDAS

¡ALÉJATE MÁS!

JESUS

Perdón.

Pausa.

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JESUS

Judas: Si mil extraños me escupen o me golpean al pasar, yo les sonreiré. Pero si mi hermano del alma siquiera me mirara mal, no podría dormir esa noche, ni dormir, para nada, hasta que que me permita amarlo de nuevo.

JUDAS

¡NO!

JESUS

¿No qué?

JUDAS

No más consejos de galletita china, ¡eso no! Quieres decir algo, no puedo impedírtelo… te quieres disculpar, bien, discúlpate y lárgate, pero por una vez hablar como una puta persona normal.

JESUS

No soy una persona normal, Judas, y no estoy aquí para disculparme. Soy quien soy y no lo que quieres que sea. Siempre seré quién soy y lo que soy, ¿cuándo me has escuchado entregar mi mensaje de una forma diferente, Judas? ¿Cuándo?

JUDAS

Yo… Sólo lárgate.

JESUS

No me iré.

JUDAS

Esa sería la primera vez.

JESUS

Nunca me he ido, Judas… Mírame.

JUDAS lo hace. JESUS

Te amo, Judas. Y todo lo que quiero, todo lo que quiero, no es estar cerca de ti, es estar contigo.

JUDAS

Debiste pensar en eso antes.

JESUS

¿Antes de qué?

JUDAS

¿Puedes largarte, por favor?

JESUS

Judas.

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JUDAS

No me digas Judas. No te quiero acá, ¿entiendes? Señor todopoderoso.

JESUS

No soy todopoderoso, estoy aquí, ¿no lo ves?

JUDAS

¿Y no entiendes que no me importa?

JESUS

¿Piensas que tu sufrimiento es sólo tuyo? ¡No es así! ¡Es todo lo opuesto a eso!

JUDAS

¡No lo puedo creer!

JESUS

¿Dónde está tu corazón, Judas? ¿Crees que estuviste conmigo por alguna otra razon? Fue tu corazón, Judas. Eras puro corazón. Tú eras mi corazón, ¿no lo sabes acaso?

JUDAS

Te digo lo que sé. Te has tirado al piso para curar a los enfermos, a los ciegos, a los leprosos, a los impuros. Cualquier extraño de mierda que pasara por ahí. Cuando algún pariente lejano demasiado tacaño para comprar buen vino en su propia boda se queda sin trago, tú le dijiste: “No hay problema, yo me encargo”. Y fue una borrachera de aquellas en Canaan, ¿no es cierto hermano? Pero cuando yo te necesité dónde mierda estabas.

JESUS

Judas…

JUDAS

Perdonaste a Pedro y al imbécil de Tomás. Hiciste que Paulo de Tarso se cayera de su caballo. Hiciste resucitar al puto Lázaro de entre los muertos, ¿y a mi? ¿a mí? ¿a “tu corazón”? ¿qué hay de mi? ¿Qué hay de mi Jesús, ah? Solo… tú sólo… ¡cometí un error! ¡Y si eso estuvo mal, me debiste haber dicho! ¡Y si un corazón roto no era suficiente motivo para ahorcarse ME LO DEBISTE HABER DICHO TAMBIÉN!

JESUS

¿No crees… que si supiera que eso te habría hecho cambiar de parecer… que no lo habría hecho?

Pausa. JUDAS

Todo lo que digo es que me destrozaste y no se puede arreglar y que estoy aquí. Y, ¿quieres saber

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cuándo diste tu mensaje de manera diferente? En el Templo Jesús, ahí. Y estuviste hermoso ahí. Y te fuiste siendo más alto. Y todos lo vimos. Y yo te amé. Eso es todo lo que hice. Y esa es la verdad. Y ahora estoy aquí. JESUS

Judas, ¿qué pensarías si te dijera que no estás aquí? ¿Que estás conmigo en el cielo, incluso ahora? Que has estado ahí desde la mañana de mi ascensión y que nunca te has ido.

JUDAS escupe a JESUS en la cara. JUDAS

Eso es lo que pensaría.

JESUS no se limpia. JESUS

Te amo Judas.

Pausa. JESUS

Te amo.

JUDAS

¡Ya para!

JESUS

¿No me ves, Judas?

JUDAS

Veo muchas cosas.

JESUS

¿Ves muchas cosas?

JUDAS

Sí.

JESUS

¿Y a él? ¿Lo ves a él?

SATAN aparece. JESUS

¿Lo conoces? Llámalo. Tócalo. No está ahí. Porque no existe, Judas. Por el contrario, tienen que

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invocarlo y aún así no es nada más que vapor que puede esfurmarse con el aliento de un pájaro. Es falso. Es una mentira. No es real. Tócalo. Anda. JUDAS

No quiero tocarlo.

JESUS

Levántate Judas.

JUDAS

Sabes que no puedo hacer eso.

JESUS

No. Lo que sé es que sí puedes.

JUDAS

¡Vete a la mierda!

JESUS

¿Alimentarás a mis ovejas, Judas? ¿Las cuidarás? ¿Las alimentarás?

JUDAS

¿“Alimentar tus ovejas”?

JESUS

Sabes exactamente lo que te estoy preguntando.

JUDAS

¡Lárgate!

JESUS

Sino me amas Judas, vas a tener que mirarme a los ojos y decirme.

JUDAS

No te amo.

JESUS

Si no me amas, ¿entonces por qué estás aquí?

JUDAS

¡Lárgate!

JESUS

¡Judas! Judas, ¿sabes lo que pasaría en el instante en que te arrodilles?

JUDAS

¿Por qué me tengo que arrodillar? Deberían enterrarme parado, porque he estado de rodillas toda mi vida. Tú me abandonaste.

JUDAS lentamente regresa a su estado catatónico. JESUS

Estoy aquí.

JUDAS

Nunca hubiera creído que me abandonarías.

LOS ULTIMOS DIAS DE JUDAS ISCARIOTE de Stephen Adly Guirgis Traducción de Rómulo Assereto y Juan Carlos Fisher

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JESUS

Nunca te abandoné.

JUDAS

Que no me amarías.

JESUS

Si te amo.

JUDAS

¿Por qué… no me hiciste lo suficientemente bueno… para que me ames?

JESUS

Por favor toma mis manos, Judas. Por favor.

JUDAS

¿Dónde están?

JESUS

Aquí.

JUDAS

No puedo verlas.

JESUS

Están aquí.

JUDAS

¿Dónde te vas?

JESUS

Estoy aquí.

JUDAS

¡No me dejes!

JESUS

Estoy aquí.

JUDAS

No te haré daño

JESUS

Te amo, Judas.

JUDAS

No te…

JESUS

Por favor, quédate.

JUDAS

No te haré daño.

JESUS

Por favor, ámame, Judas.

JUDAS

No puedo.

JUDAS está congelado de nuevo. Un tiempo largo.

LOS ULTIMOS DIAS DE JUDAS ISCARIOTE de Stephen Adly Guirgis Traducción de Rómulo Assereto y Juan Carlos Fisher

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Entra BUTCH HONEYWELL con un six pack de cerveza. BUTCH mira a su alrededor, aclara la garganta, se quita la gorra. BUTCH

Ahhhh, ¿señor Iscariote? Ahhh… señor Iscariote, yo, ah, no sé si pueda escucharme pero quería… quería presentarme si… o… si… si me deja. Soy, ah, Butch Honeywell. Yo fui el presidente del jurado en su juicio ahí… y… bueno, lo encontramos culpable, señor Iscariote… lo siento mucho… ah… traje un six pack. En realidad ahora sólo quedan dos, pero, de cualquier modo… tenga. No sé si toma cerveza, pero es buena, de cualquier forma la voy a dejar aquí a su lado… bueno.

BUTCH empieza a irse. Se detiene. BUTCH

Bueno… creo que estoy muerto, señor Iscariote, y estoy un poco preocupado, por eso… no creo que mi alma esté lista para ser juzgada. Pero nadie me ha corroborado hasta ahora que estoy muerto. Trato de no tocar el tema, pero el hecho es que, si esto fuera un sueño, es el sueño más largo que he tenido en mi vida. Y la verdad es que… de verdad extraño a mi esposa señor Iscariote. ¿Está bien decirle eso?

Pausa. BUTCH abre otra cerveza. Toma. BUTCH

Me acuerdo que estaba con dos chicas esa noche, la primera vez que vi a mi esposa, señor Iscariote. Era una fiesta en la casa de un amigo porque su mamé trabajaba hasta la media noche, así que tenía la casa para él solo, y, usted sabe, estas chicas y yo estábamos conversando, fumando cigarros en la terraza de mi amigo, un poco alejados de la fiesta. Yo estaba deprimido por algo, seguro porque el colegio se estaba terminando, además, acababa de actuar en una obra, hice de Tom en “El Zoológico de Cristal”. Era la primera vez que actuaba. Todo el mundo me dijo que lo había hecho muy bien. Pero

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la obra se había terminado. El colegio estaba a punto de terminarse y para la obra me habían hecho este peinado como en los años cuarenta, y mis orejas, señor Iscariote, no se si se nota, pero sobresalen un poco. Así que con el peinado y todo me estaba sintiendo un poco… cohibido y tonto y… bueno… no muy felíz. Así que estoy en la terraza conversando con mis amigas y de repente veo a esta chica dentro de la fiesta. Creo que acaba de llegar y tenía puesta una casaca roja y me acuerdo que todo lo que vi era el pelo rubio, la casaca roja y esa sonrisa que era, incluso desde esa distancia, como electricidad en el corazón, ¿me entiende? Un minuto después la puerta de la terraza se abre y esta chica sale sola y se dirige hacia nosotros: ¡resulta que es amiga de mis amigas, de… no se…! De cualquier modo, camina hacia nosotros y era tan hermosa que me acuerdo de estar pensando, y esto es exactamente palabra por palabra lo que pensé: “ni siquiera me voy a molestar en hablar con esta chica”. Así que ella viene, dice hola y yo pido disculpas y me voy de la terraza, regreso dentro de la casa dispuesto a despedirme… y trato de irme pero mi amigo, el dueño de la casa me da una cerveza y alguien por ahí empieza a pasar una botella de whisky y después, usted sabe, una pipa que se prende por ahí y un rato después, estoy sentado en el sofá y esta chica, mi futura esposa, se me acerca, sola y dice “te vi en esa obra el otro día, me hiciste llorar…” Dos días después salimos juntos. En el camino de regreso, la estaba llevando a su casa y pasamos por la casa en que mi amigo David solía vivir. Él había muerto y yo no había pasado por su casa desde que murió. Su familia ya no vivía ahí pero cuando vi la casa, me invadió esta sensación y le pregunté si no le importaba que nos estacionemos dentro de la casa y nos quedáramos ahí un momento. Ella dijo “claro”. Así que me estacioné y nos sentamos en mi carro un momento, sin decir nada y antes de que me diera cuenta, señor Iscariote, me puse a llorar, porque éste chico, había sido un gran amigo mío, ¿usted sabe? Y después me puse a llorar, no lo podía evitar y no podía parar y estaba realmente avergonzado y ella, ella sólo me abrazó mientras que las lágrimas y el moco se me salían de mi y se quedaban en su chompa. Y a ella no le importó. No le importó para

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nada. En algún punto la llevé de vuelta a su casa y llegamos a su puerta y nos empezamos a besar y bueno, Dios, fue como duraznos y dinamita… y antes de irme, le pedí disculpas por haber llorado y eso y ella me dijo “no seas tonto Butch Honeywell” y yo sonreí. Y después le expliqué lo que quería decir, que era que, usted sabe, si uno quiere que una chica piense que uno es sensible o algo así, tal vez llevarla a la casa de un amigo muerto y llorar encima de su chompa pueda ser una buena forma de lograrlo. ¿Y sabe lo que me dijo, señor Iscariote? Me miró por un buen rato con esos ojos hermosos que tiene y me dijo “bueno, si eso fue un truco, me engañaste”. Después de tres años de casado conseguí un trabajo enseñando en una universidad y era popular entre los alumnos porque encontraba la manera de hacer que ellos quieran aprender. Una noche, al final del semestre, me llevaron a tomar unas cervezas y terminé teniendo algo con una de mis alumnas, una chica llamada Lucy. Y regresé a casa esa noche, me metí a la cama al costado de mi esposa, borracho como una cuba y me acuerdo que antes de quedarme dormido, la estaba mirando. A mi siempre me gustó mirarla mientras dormía, porque se veía tan bien, y tenía un apodo para ella, le decía “mi dinosaurio bebé”, porque así se veía cuando dormía, como un precioso dinosaurio de caricatura, como un pequeño brontosaurio, pero hermoso… cuando me desperté a la mañana siguiente, ella seguía durmiendo y lo que había hecho la noche anterior me vino a la cabeza y miré a mi esposa y se veía exactamente igual que siempre pero de alguna forma ya no era mi dinosaurio bebé, ¿entiende? Y se despertó. Y ella no sabía nada de nada, y todo era exactamente igual, como si la noche anterior no hubiera existido, excepto que nada era igual y yo lo sabía. Y no tenía idea de porqué había hecho lo que hice pero lo hice y no se podía cambiar. Mi chica se despertó y preparó panqueques con miel. No pude comerlos. No había forma de que los comiera. Nada fue igual después de esa mañana, señor Iscariote, ¿me entiende? Traté de hacer muchas cosas para repararlo, para solucionarlo, lo único que hice fue más cervezas y más mujeres. ¿Usted sabe quién fue W. H. Auden, señor Iscariote? Auden fue un poeta que una vez

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dijo “En el día del Juicio Final, Dios podrá hacer que llores lágrimas de vergüenza recitándote de memoria los poemas que tú habrías podido escribir si tu vida hubiese sido buena”. Ella era mi poema, señor Iscariote. Ella y mis hijos. Pero sobretodo, ella. A usted le pagaron con monedas de plata, señor Iscariote, pero yo… yo desperdicié el oro. Eso es un hecho. Eso es un hecho. Una larga pausa. JESÚS suspira. Se saca la camisa, la mete en la cubeta, la enjuaga y empieza a lavar los pies de JUDAS. JESÚS lava los pies meticulosamente y con mucho cuidado. Los lava. Los limpia, tal vez el agua se mezclan con sus lágrimas. Las luces se apagan. Fin.