Los Mitos Hebreos

Raphael Patai y Robert Graves aúna en "Los Mitos Hebreos" sus conocimientos, para darnos una interesante visió

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Versi6n española de Luis Echávarri Revisión de Lucía Graves

ROBERT GRAVES RAPHAEL PATAI

LOS MITOS HEBREOS ALIANZA EDITORIAL

íNDICE

Título original: The Hebrew Myths

Primera edición: 1982 Primera reimpresión: 1988

Introducción

Copyright © Robert Graves and Raphael Patai, 1963, 1964 © Ed. cast.: Alianza Editorial, S. A., Madrid, 1986, 1988 Calle Milán, 38; 28043 Madrid; teléf. 200 00 45

ISBN: 84-206-9529-7 Depósito legal: M. 6.413-1988

Compuesto en Fernández Ciudad Impreso en Hijos de E. Minuesa, S. L. Ronda de Toledo, 24. 28005 Madrid

Made in Spaio

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1. La Creación según e! Génesis 19 2. La Creación según otros textos bíblicos 26 3. Cosmología mitlca 31 4. Glosas sobre la fábula de la Creación 36 5. Creaciones anteriores 40 6. Descripción de los monstruos primitivos 41 7. Reem y e! Ziz 48 8. La caída de Lucifer 51 9. El nacimiento de A.dán 54 10. Compañeras de Adán 59 . 11. El Paraíso 63 12. La caída de! hombre 68 13. Rebelión de Samae! 74 14. Los nacimientos de Caín y Abe! 77 15. El acto de amor 80 16. El fatricidio 81 17. El nacimiento de Set 87 18. Los hijos de Dios y las hijas de los hombres 88 19. El nacimiento de Noé 96 20. El Diluvio 98 21. Embriaguez de Noé 106 22. La Torre de Babel 11 O 23. Ascendencia de Abraham 115 24. Nacimiento de Abraham 118 25. Abraham y los ídolos 124 26. Abraham en Egipto 126 27. La Liberación de Lot por Abraham 129

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índice 28. 29. 30. 31. 32. 33. 34. 35. 36. 37. 38. 39. 40. 41. 42. 43. 44. 45. 46. 47. 48. 49. 50. 51. 52. 53. 54. 55. 56. 57. 58. 59. 60. 61.

INTRODUCCION

Los animales muertos cortados 135 Ismae! 138 Ab,.,hám en Guetar 142 El nacimiento de Isaac 144 Lot en Sodoma 146 Lot en Soar 150 El sacrificio de Isaac 152 Abraham y Queturá 158 Casamiento de Isaac 160 Isaac en Guerar 165 Nacimiento de Esaú y Jaeob 166 Muerte de Abraham 168 Trueque de! derecho de primogenitura 170 La bendición robada 173 Casamientos de Esaú 176 Jaeob en Bete! 179. Casamiento de Jaeob 183 Nacimiento de los doce Patriarcas 187 Regreso de Jaeob a Canaán 193 J aeob en Penuel 197 Reconciliación de Jaeob y Esaú . 202 La violación de Diná 205 Rubén y Bilha 211 Judá y Tamar 213 Muerte de Isaac, Lía y Esaú 216 José e! pozo 218 José y Zuleika 221 José en la prisión 225 José llega a ser virrey 226 El hambre 230 Regreso de los hermanos 233 Jaeob en Egipto 236 Muerte de Jaeob 239 Muerte de José 243

en

Abreviaturas, fuentes y bibliografía anotada índice onomástico

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Los mitos son fábulas dramáticas que forman un fuero sagrado gracias al cual se autoriza la conti"nuídad de instituciones, costumbres, ritos y creencias

antiguos en la regió~ donde son corrientes, o se aprueban las alteraciones. La palabra «mito» e~ -griega, la mitología es un concepto griego y el estudio de la mitologiase basa en ejemplos griegos. Los escrupulosamente exactos que niegan que la Biblia contiene mitos están, hasta cierto punto, justificados. La mayoría de los otros mitos se relacionan con dioses y diosas que intervienen

en los asuntos humanos, favoreciendo cada uno de ellos a los protagonistas rivales, en tanto que la Biblia no reconoce más que a un solo Dios universal.

Todos los documentos sagrados anteriores a la Biblia escritos en hebreo se han perdido o han sido suprimidos deliberadamente. Entre ellos figuran El Libro de las guerras de Yahvéh y el Libro de Yashar, relatos épicos de las andanzas de los israelitas por e! desierto y de su invasión de Canaán. Que estos libros fueron escritos en e! primitivo estilo poético bebreo se puede comprobar con los breves fragmentos de ellos citados en Números XXI.14; Josué X.13 y 2 Samuel 1.18. Un tercer libro, compilado, según se cree, en siete partes por orden de Josué, describía Canaán y sus ciudades (josué XVIlI.9). El Libro de las generaciones de Adán (Génesis V.1) sugiere un relato detallado de las diez primeras generaciones desde Adán hasta Noé. El Libro tle Jahvéh (Isaias XXXIV.16) parece haber sido un bestiario mitológico. Algunos otros libros perdidos mencionados en la Biblia, como los Hechos de Salom6n, e! Libro de Genealogia, las Cr6nicas de los reyes de Judá, De los reyes de Israel, De los hijos de Levi, deben de haber contenido muchas referencias míticas. Los documentos sagrados posteriores a la Biblia abundan. En los mil años siguientes a la primera canonización de la Biblia los judíos de Eutopa, Asia 9

Los mitos hebreos

Introducción

y Africa escribieron pro¡¡¡¡camente. A ellos se deben tentativas para aclarar la

diosa de la fertilidad, y aparece como Lillake en un texto religioso sumerio, Gilgamesh y el sauce (véase 10.3-6). Hay referencias prebíblicas al ángel Samae!, alias «Satán». Aparece por primera vez en la historia como e! dios patrono de Samal, un pequeño reino hitita-arameo situado al este de Harrán (véase 13.1). Otro dios desaparecido de! mito hebreo es Ráhab, e! Príncipe de! Mar, quien sin buen éxito desafió a Jehová (,- fue en un tiempo un título de la Creadora. Los mitos griegos explican las maldiciones y prohibiciones que todavía regían al cabo de mil años; y el Infierno griego contenía ejemplos amonestadores de criminales castigados, como Tántalo, por haber comido alimentos prohibidos; como las Danaides, por haber asesinado a sus maridos, y como Pirítoo, por haber intentado seducir a una diosa. Pero los griegos n? glosaban

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de conservar su independencia nacional consistía en un monoteísmo autoritario

y declamaban incesantemente contra la adoraci6n de las diosas en los bosquecilios sagrados cananeos. El Libro del Deuteronomio, publicado bajo Josías, prohíbe numerosos ritos cananeos, entre ellos

la prostitución ritual, la

sodomía

Los mitos hebreos

Introducción

sus mitos con comentarios piadosos: como el de que la tentativa de Abraham de sacrificar a Isaac tuvo lugar e! primer día de! mes de Tisrí, cuando todo Israe! toca un cuerno de carnero para recordar la piedad de! Dios de Abraham e implorar e! perdón de sus pecados. O que la fiesta de! sacrificio de la víctima propiciatoria conmemora e! engaño de J acob por los patriarcas cuando salpicaron la túnica de largas mangas de José (o la «túnica de muchos colores») con la sangre de un cabrito (véase 53.3). Aunque e! mito' de Isaac tiene su paralelo en el relato griego de la tentativa de Atarnante de sacrificar a Zeus su hijo Frixo -sacrificio interrumpido por la llegada de Herades y la apa-

gar, como hizo Autólico, con animales que eran ya propiedad de otros, Jacob condiciona su color y establece su propiedad de ellos mediante e! empleo estudiado de las influencias prenatales, y la lección consiste en que los judíos pueden defenderse contra los opresores solamente con medios legítimos (véase 46.1).

rición divina de un carnero- esta ocasión era recordada sólo porque el car~

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nero proporcionó e! vellocino de oro en busca de! cual salieron luego los argonautas de Jasón. El Génesis lo presenta como el episodio fundamental de la historia hebrea (véase 34.9). Los mitos griegos tampoco eran utilizados como textos para predicaciones políticas. El relato de! mal trato de Esaú por Jacob fue perfeccionado posteriormente con la profecía de que un día libertaría a su cuello del yugo de J acob, agregado que se proponía claramente justificar una rebelión edomita contra Judea durante el reinado de Jorarn (véase 40.3). A este texto se le dio un nuevo significado cuando los invasores romanos coronaron a Herodes el

Malvado, un edomita, rey de los judios: Edom se convirtió entonces en un sinónimo de «Roma», y los fariseos aconsejaron a los judíos que no se rebelaran en armas, sino que expiaran el mal trato de Esaú por su antepasado con

paciencia e indulgencia (véase 40.4). Se atribuía a los héroes israelitas una presciencía histórica completa, incluyendo el conocimiento previo de la ley mosaica; y siempre que en las escrituras realizan algún acto solemne se en-

tiende que con ello determinan e! destino de sus descendientes para toda la eternidad. Así, cuando Jacob, en su camino para encontrarse con Esaú, divide su casa y su ganado en tres grupos, enviando regalos con cada uno a intervalos, con ello advierte a sus descendientes que deberán guardarse siempre prudentemente contra lo peor. Según el midrás, Jacob rogó: «Señor, cuando las aflicciones desciendan sobre mis hijos, te ruego que dejes un intervalo entre ellos, como yo he hecho» (véase 47.2). Y los apócrifos Testamentos de los Doce Patriarcas atribuyen a esos patriarcas un conocimiento preciso de la historia posterior.

El mito de Jacob ilustra otra diferencia entre las actitudes religiosas griega y hebrea. Roba rebaños de ovejas y de vacas a su pariente cambiándoles e! color; e! héroe griego Autólico hace lo mismo; y estos dos mitos tienen al parecer el mismo origen palestino. Autólico es un ladrón astuto y nada más, pero como Jacob, con

el

nuevo nombre de Israel, iba a convertirse en

el

santo

De las hazañas de los héroes griegos no se sacaban conclusiones morales,

como no fuera una advertencia contra la veleidad de la fortuna. En tanto que la destrucción de Troya no trajo consigo más que mala suerte para todos los jefes griegos importantes, y los famosos guerreros de una generación anterior,

como Teseo y Belerofonte, habían sido destinados a un fin miserable, víctimas de la némesis divina, Abraham, Isaac, Jacob y José murieron tranquilamente a una edad avanzada y se unieron honorablemente a sus padres. Este contraste

se agudiza cuando recordamos que la fábula de José y Zuleika, la esposa de Putifar, es idéntica a la de Be!erofonte y su madrastra Antea (véase 54.1). Los principales profetas hebreos fueron igualmente bienaventurados: Enoc y Elías ascendieron directamente al Cielo; pero e! adivino griego Tiresias previó la ruina de Tebas y murió en una lucha innoble. Y aunque Moisés, que salv6 a su pueblo de la Esfinge egipcia -a saber, el poder del Faraón-, tuvo que expiar una culpa particular en el monte Pisgah, fue llorado honorablemente por todo Israel y enterrado por Dios mismo; en tanto que Edipo, que salvó a su pueblo de la Esfinge tebana, y cuyo nacimiento se asemejaba mucho .1 de Moisés, murió miserablemente en el destierro perseguido por las Furias de! Derecho Materno. La principal diferencia entre los mitos griegos y hebreos -aparte de su evidente contraste en la recompensa de la virtud- consiste en que los griegos eran regios y aristocráticos, lo que explica ciertas instituciones religiosas en

ciudades-estados particulares, dirigidas por sacerdotes que pretendían descender de los dioses o héroes respectivos. Solamente el héroe o sus descendientes, podían esperar una existencia posterior grata en las Islas Afortunadas o los

Campos Elíseos. Las almas de los esclavos y exttanjeros, por ejemplares que fueran sus vidas, estaban condenadas a un Tártaro lúgubre, por el que volaban a ciegas, agitándose como murciélagos. Entre los judíos de la sinagoga, al contrario, todos los que obedecían la ley mosaica, cJalquiera que fuera su naci-

miento o su condición social, quedarían liberad", en un Reino Celestial que surgida de las cenizas de nuestro mundo actual. Los griegos nunca dieron un

paso tan democrático: aunque excluían de los Msterios (que daban a los iniciados la seguridad del Paraíso) a todas las perronas con antecedentes criminales , no obstante limitaban la admisión a los nacidos libres. Los mitos griegos son fueros para ciertos clanes -descendientes de Perseo,

Pélope, Cadmo o quienquiera pueda haber sido- para gobernar ciertos terri-

antepasado de todos los judios, había que justificar su engaño sobre la base de que Labán le había engañado dos veces. Y, en vez de utilizar la magia vul-

torios mientras aplacasen a los dioses locales con sacrificios, danzas y procesiones. La realización anual de esos ritos fortalecía su autoridad,:,;;,Los mitos

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Los mitos hebreos hebreos son principalmente fueros nacionales: e! mito de Abraham para la posesión de Canaán y para el casamiento patrilocal; el mito de Jacob para la posición de Israe! como un pueblo elegido; e! mito de Cam para la propiedad de esclavos cananeos. Otros mitos apoyan la santidad suprema de! monte Sión contra los santuarios rivales de Hebrón y Siquem (véase 27.6 y 43.2). Unos pocos posteriores fueron escritos para resolver graves problemas teoló-

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gicos: como e! origen de! mal en e! hombre, cuyo antepasado Adán fue hecho por Dios a Su propia imagen y animado por Su propio espíritu. Adán erró por ignorancia, Caín pecó deliberadamente, y un mito posterior hace de él, en consecuencia, un bastardo engendrado por Satán y Eva (véase 14.a). En los mitos griegos no se tiene en cuenta a veces el elemento tiempo. Así, respecto a la reina He!ena, que conservó su belleza durante los diez años que duró el sitio de Troya y durante diez años más, han dicho algunos que dio al rey Teseo una hija una generación antes que comenzara ese sitio. Pero las dos fábulas no son relatadas por e! mismo autor, y los eruditos griegos podían suponer que hubo dos reinas Helena o que uno de los mitógrafos se equivocó. En los mitos bíblicos, sin embargo, Sara sigue siendo irresistiblemente bella después de haber cumplido noventa años, concibe, da a luz a Isaac y amamanta a todos los niños de la vecindad lo mismo que a él. Los patriarcas, héroes y reyes primitivos viven casi mil años. El gigante Og sobrevive al diluvio de Noé, vive más tiempo que Abraham y finalmente acaba con él Moisés. El tiempo se condensa. Adán ve a todas las futuras generaciones de la humanidad colgando de su cuerpo gigantesco;' Isaac estudia la ley mosaica (revelada diez generaciones después) en la Academia de Sem, quien vivió diez generaciones antes que él. En realidad, en el protagonista del mito hebreo no sólo influyen profundamente los hechos, palabras y pensamientos de sus antepasados, y se da cuenta de su profunda influencia en e! destino de sus descendientes; influye en él igualmente el comportamiento de sus descendientes, y él, a su vez, influye en el de sus antepasados. Así, el rey Jeroboán erigió un becerro de oro en Dan, y este acto pecaminoso socavó la fuerza de Abraham cuando persiguió a sus enemigos en el mismo distrito mil años antes.

Todavía en la Edad Media se hacían caprichosas ampliaciones rabínicas de los relatos del Génesis: eran respuestas a preguntas hechas por estudiantes inteligentes, como las siguimtes: «¿Cómo fue iluminada e! Arca?», «¿Cómo se alimentaba a los animal