Los Horizontes y Capas Maestros Del Suelo

Fa cultad de Ingeniería Agrícola EXPOSICION: HORIZONTES DEL SUELO MATERIA: Edafología NIVEL: Tercero DOCENTE: Ing.

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cultad de

Ingeniería Agrícola

EXPOSICION: HORIZONTES DEL SUELO

MATERIA: Edafología

NIVEL: Tercero

DOCENTE: Ing. Viviana Moreira

ESTUDIANTE:    

García Marín Adrián Fernando. Mera Salvador Donald José. Delgado Roger Adrián. Molina Vélez Sergio

2015-2016

HORIZONTES DEL SUELO

Los horizontes y capas maestros del suelo Horizontes y capas O Horizontes A Horizonte E Horizontes B Horizontes y capas C Capas R Horizontes combinados Horizontes transicionales Horizontes mezclados Características subordinadas de los horizontes y capas maestros del suelo Subdivisiones verticales Discontinuidades litológicas Las secuencias de horizontes y capas Descripción del perfil del suelo

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LOS HORIZONTES

El suelo es un cuerpo tridimensional y para poder comprender su evolución debe observarse todo el conjunto. Ésto implica que se debe exponer a la observación el interior del suelo. Para observar el interior del suelo se debe realizar un corte vertical en él, exponiéndolo hasta una profundidad máxima de 2 m, para la mayoría de las aplicaciones prácticas, si antes no se encuentra el material parental fresco; el mínimo espesor del corte que es adecuado, es aquel que permita observar el solum (horizontes A y B), puesto que él es el que guarda el registro de la pedogénesis; el corte vertical mencionado se denomina perfil del suelo. Cuando se expone el perfil de un suelo, la mayoría de las veces aparece una serie de porciones aproximadamente paralelas entre sí y a la superficie del terreno; cuando estas porciones se están diferenciando entre sí, debido a que sus características son el resultado de la pedogénesis, reciben el nombre de horizontes genéticos, o simplemente horizontes del suelo; si la diferenciación observada no se debe a la pedogénesis, las porciones observadas se nombran capas. 1. LOS HORIZONTES Y CAPAS MAESTROS DEL SUELO El Soil Survey Division Staff (SSDS,1993) define 6 horizontes o capas maestros en el suelo, los cuales simboliza con las letras mayúsculas: O, A, E, B, C y R. Recientemente, el Soil Survey Staff (SSS, 1998) adicionó el símbolo W a la lista anterior para indicar la presencia de capas de agua dentro del suelo; este símbolo no se usa para capas de agua, hielo o nieve que estén sobre la superficie del suelo. 1.1. HORIZONTES Y CAPAS Son porciones del suelo dominadas por materiales orgánicos; no importa si estos materiales han estado o no saturados con agua; tampoco importa el grado de descomposición que tengan dichos materiales orgánicos para merecer el símbolo O. En los horizontes o capas O, los materiales minerales representan un mínimo porcentaje del volumen de ellos y mucho menos de la mitad de su masa; generalmente, ellos se encuentran en la superficie de suelos minerales, aunque pueden presentarse enterrados por horizontes o capas minerales; también hay suelos donde todos los horizontes y capas son O.

1.2. HORIZONTES A Son horizontes minerales que se encuentran en la superficie del terreno o por debajo de un horizonte o capa O, si no son enterrados. Además, presentan:  Acumulación de materia orgánica humificada, íntimamente mezclada con la fracción mineral del suelo y que no está dominado por características de horizontes E o B, y/o  Propiedades resultantes de actividades de disturbación como laboreo, pastoreo, etc. 1.3. HORIZONTE E

Es un horizonte mineral que se caracteriza por presentar pérdidas de arcillas y/o sesquióxidos de Fe y Al, generando una acumulación de partículas de arena y limo; generalmente está debajo de horizontes o capas O y A y sobre horizontes B; normalmente, presenta colores más claros y texturas más gruesas que los horizontes A y B, que lo confinan. 1.4. HORIZONTES B Son horizontes minerales que se desarrollan por debajo de alguno de los horizontes descritos anteriormente. En éstos se ha perdido casi todo vestigio de la estructura original del material parental y se observa alguno de los siguientes rasgos pedológicos, solo o combinado con otros:  Acumulación iluvial de arcillas, hierro, aluminio, humus, carbonatos, yeso y/o sílice.  Remoción de carbonatos.  Acumulación residual de sesquióxidos.  Recubrimientos con sesquióxidos.  Formación de arcilla y/o liberación de óxidos.  Formación de estructura prismática, blocosa o granular. Estos horizontes son siempre subsuperficiales, a menos que hayan sido expuestos en la superficie por procesos erosivos que hayan eliminado horizontes superficiales como O, A y/o E, es decir, que se trate de suelos decapitados; no se consideran horizontes B aquellas capas de materiales no consolidados que presentan recubrimientos de arcilla sobre fragmentos de roca o están en sedimentos finamente estratificados; tampoco son horizontes B las capas de acumulación de carbonatos que no están contiguas a otros horizontes genéticos, ni las capas donde el único proceso que ha actuado ha sido la gleización.

1.5. HORIZONTES Y CAPAS C Son horizontes o capas que han sido muy poco afectados por procesos pedogenéticos; en las capas C se incluyen sedimentos, saprolitos y fragmentos de roca poco consolidados, que exhiben baja a moderada resistencia a la excavación; en los horizontes C se incluyen aquellas porciones del suelo que tienen acumulaciones de sílice, carbonatos, yeso o sales más solubles, aún endurecidas, que no presenten relación genética con los horizontes suprayacentes. 1.6. CAPAS R Este concepto se reserva para las rocas duras, las cuales dificultan excesivamente su excavación, aunque pueden ser fragmentadas con equipos pesados. En la Figura 5.1 se presentan algunos perfiles de suelos en los que pueden verse varios de los horizontes maestros más comunes en nuestros suelos. 2. HORIZONTES COMBINADOS En ocasiones, se presentan porciones dentro de los suelos que no tienen propiedades homogéneas en todo su espesor, sino que presentan características de dos horizontes o capas diferentes; en este caso, esta porción del suelo no puede identificarse con una sola letra, como en los horizontes

Maestros simples, sino que debe recurrirse a la mezcla de dos letras mayúsculas para hacerlo. De acuerdo con la forma en que se combinan las propiedades, el SSDS (1993) define los horizontes transicionales y los mezclados.

a. Entisol

d. Inceptisol

b. Andisol

c. Andisol

e. Inceptisol

f. Inceptisol

FIGURA 5.1. Perfiles y horizontes maestros comunes en el suelo. (Las fotos de los perfiles e y i fueron facilitadas por los profesores Alberto Arias y Luis Hernán González de la Universidad Nacional de Colombia, Sede Medellín).

g. Alfisol

h. Alfisol

j. Entisol

k. Andisol

FIGURA 5.1. Continuación.

i. Oxisol

l. Andisol

2.1.HORIZONTES TRANSICIONALES Son aquellos horizontes dominados por las propiedades de alguno de los horizontes maestros, pero con propiedades subordinadas de otro; se simbolizan con dos letras mayúsculas, la primera de las cuales indica el horizonte maestro cuyas características son dominantes; la segunda letra indica el horizonte maestro que aporta las demás características del horizonte; ejemplo: Un horizonte AB tiene propiedades dominantes de un horizonte A, pero también tiene algunas del horizonte B que lo subyace. También se presentan con frecuencia horizontes BA, EB, BE, BC y CB. Este tipo de horizontes puede ser reemplazado por un límite difuso, ya que el SSDS (1993) define este límite como una zona de cambio entre dos horizontes o capas de más de 15 cm de espesor. La utilización de esta opción depende, obviamente, de las necesidades del estudio que se lleva a cabo. 2.2. HORIZONTES MEZCLADOS Son aquellos en los cuales hay porciones específicas de un horizonte rodeadas por porciones de otro horizonte maestro. Se simbolizan por una fracción de dos letras mayúsculas, en la cual el numerador indica el horizonte maestro cuyas propiedades ocupan el mayor volumen del horizonte mezclado y, la del denominador, indica el horizonte que aporta menos volumen a aquel; por ejemplo, en un horizonte A/B, las propiedades del horizonte A ocupan más espacio que las del B, dentro del horizonte A/B. En la Figura 5.2 se representa esquemáticamente la diferencia entre los dos grupos de horizontes combinados definidos anteriormente. Los colores representan las propiedades de cada horizonte y, en los dos casos del ejemplo, los horizontes combinados tienen propiedades dominantes del horizonte A (más cantidad de color café que de amarillo).

MEZCLADO

TRANSICIONAL

FIGURA 5.2. Diferencia entre un horizonte transicional y uno mezclado.

3. CARACTERÍSTICAS SUBORDINADAS DEL HORIZONTES CAPAS MAESTROS DEL SUELO Algunos procesos pedogenéticos específicos o los efectos más notorios de ellos pueden hacerse resaltar en la nomenclatura de los horizontes y capas maestros del suelo, mediante la utilización de subíndices literales minúsculos que se adicionan a los símbolos de los primeros. El USDA (SSS, 1998) ha definido una buena cantidad de símbolos para estos efectos, los cuales se presentan en la Tabla 5.2, con una definición simplificada en la mayoría de ellos; como los símbolos utilizados en esta publicación modifican los que se utilizaban anteriormente, también se presentan los que se definieron en aquella época (SSS, 1975), ya que hay mucha literatura escrita con ellos. Para el uso de los subíndices literales mencionados, se han establecido algunas convenciones para su uso, entre las que se destacan:  Cuando se usan las letras a, e, h, i, r, s, t, w, con otros subíndices, las expuestas aquí se colocan en primer lugar; solamente en los horizontes Bhs o Crt se combinan entre ellas.  Cuando se usan las letras c, d, f, g, m, v, x, con otros subíndices, excepto con b, aquellas se colocan en último lugar.  Cuando hay horizontes enterrados, la letra b se coloca al final; sólo se usa la b para suelos minerales enterrados.  La letra t tiene precedencia sobre cualquier otro subíndice posible.

4. SUBDIVISIONES VERTICALES Dentro de un mismo horizonte o capa pueden presentarse algunos cambios morfológicos que, aunque no cambian su definición, son lo suficientemente notorios e importantes como para resaltarlos, lo cual se hace mediante subdivisiones verticales del mismo; estas subdivisiones verticales se simbolizan con subíndices numéricos arábigos continuos, empezando con 1. Éstos se colocan a continuación de los símbolos literales que identifican el horizonte; ejemplo: Ap - Bt1 - Bt2 - C. Al establecer estas subdivisiones es importante hacerlas con el propósito de mejorar el conocimiento del suelo, pues ellas definen nuevos horizontes en el perfil. Ésto incrementa el trabajo de campo para describirlos y de laboratorio para caracterizarlos. Cuando se hacen subdivisiones verticales, se realizan con la misma secuencia numérica sólo en aquel horizonte o capa que presente los mismos símbolos, incluyendo los subíndices literales de las características subordinadas; cuando cambie la nomenclatura de los horizontes o capas que

se están subdividiendo, si los que siguen requieren subdivisiones, se debe empezar una nueva serie de numeración; ejemplo: Ap – Bth1 – Bth2 – Bt1 – Bt2 – C y no Ap – Bth1 – Bth2 – Bt3 – Bt4 – C. Cuando en el perfil del suelo que se analiza se encuentran discontinuidades litológicas, estas no interrumpen la secuencia de la numeración de las subdivisiones verticales, siempre que se trate de los mismos horizontes o capas en todos los materiales diferentes; ejemplo: Ap - Bw1 – Bw2 – 2Bw3 – 2C es la nomenclatura correcta y no Ap – Bw1 – Bw2 – 2Bw1 – 2C. En algunos estudios especiales de suelos, como por ejemplo para drenaje o riego, o cuando los horizontes o capas definidos en el perfil son muy gruesos y no pueden hacerse subdivisiones verticales en ellos, se requiere hacer un muestreo estratificado, en ellos, para realizar los respectivos análisis de laboratorio; en estos casos, las subdivisiones verticales son completamente arbitrarias, pero se manejan como si fueran iguales a las que se han descrito anteriormente. Si un horizonte Bt tiene 40 cm de espesor y se debe hacer un muestreo cada 10 cm, el horizonte se subdivide dado origen a los horizontes del suelo; estas discontinuidades se manifiestan comúnmente como cambios texturales o mineralógicos importantes entre las porciones del suelo que han evolucionado a partir de los diferentes materiales y, con frecuencia, presentan límites abruptos entre ellas.en 4 porciones arbitrarias de 10 cm de espesor cada una y la nomenclatura queda: Bt1 – Bt2 – Bt3 – Bt4; si se presenta la situación planteada en un horizonte que ya se hubiera dividido verticalmente, se adiciona otro subíndice para diferenciar las nuevas porciones; si el horizonte es un Bs2 de 30 cm de espeor, la nueva nomenclatura será: Bs21 – Bs22 – Bs23

5. LAS SECUENCIAS DE HORIZONTES Y/O CAPAS En algunos perfiles de suelos pueden encontrarse grupos de dos o más horizontes o capas que llevan los mismos símbolos y que están separados por otros diferentes; en este caso se habla de la existencia de secuencias (sequum) de horizontes o capas; cuando se presenta, a los horizontes o capas iguales se les colocan símbolos prima para relacionarlos; ejemplo: Ap – E – Bh – C – E’ – Bt – E’’ – B’t. 6. DESCRIPCIÓN DEL PERFIL DEL SUELO La descripción del perfil de un suelo es un proceso sistemático de observación, calificación y/o cuantificación de algunas de sus propiedades, con la intención primordial de:  Caracterizar una población de suelos, y/o  Apreciar su variabilidad espacial, y/o  Establecer su génesis y su clasificación taxonómica, y/o  Definir sus limitantes de uso y establecer su uso y manejo más racional. El primer paso para llevar a cabo la descripción consiste en encontrar un corte de suelo fresco con un espesor de 1.5 a 2 m, aproximadamente, desde la superficie del terreno; en caso de no encontrarse cortes ya hechos en el sitio (taludes de carretera, canales, etc.), se debe abrir un hueco con la profundidad indicada y de 1 m de ancho por 1 m largo (calicata); se procede luego a pulir la superficie del perfil con un cuchillo, evitando dejar superficies brillantes en él por efecto del raspado. Se pasa luego a determinar los horizontes y/o capas maestros presentes en el suelo y a comprobar la presencia de discontinuidades litológicas en él, observando las características morfológicas macroscópicas que presenta el perfil (color, estructura, etc.); se señalan en este perfil los sitios donde se producen cambios en las propiedades morfológicas macroscópicas. Cuando se tienen definidos los horizontes y capas maestros, se definen en ellos las características subordinadas que tengan, así como las subdivisiones verticales que se detecten; se marcan los sitios donde se producen cambios en los horizontes y se establece la nomenclatura definitiva para cada uno de los horizontes separados (Ap, Ah, Bt, Bt2, etc). Una vez definidos los horizontes y capas que tenga el suelo, se procede a cuantificar o calificar, según el caso, las propiedades físico – químicas de cada uno de ellos, que puedan definirse en campo, utilizando los términos y definiciones del SSDS (1993), que se dan en los cuadros resumen de la Tabla 5.3; la textura se describe con las clases texturales expuestas en el triángulo textural (Capítulo 7) y la estructura como en la Tabla 3.1; el resultado de estas observaciones se va registrando en formularios especiales como los que se muestran en las Figuras 5.3 y 5.4; el tratamiento de las propiedades físico – químicas, mencionadas, es tema de los próximos capítulos y en ellos se planteará como se describen, cuantifican y califican

RECORDAR La mayoría de los procesos pedogenéticos específicos producen horizontes en el suelo. Los horizontes maestros del suelo se simbolizan con las letras mayúsculas: A, B, E, C, R, O y W. La presencia de procesos pedogenéticos específicos puede hacerse notar adicionando a las mayúsculas, letras minúsculas con un significado predefinido. El conjunto de horizontes y capas presentes en el suelo componen el Perfil del Suelo. El perfil del suelo se describe, en campo, hasta una profundidad máxima cercana a los 2 m. La descripción del perfil del suelo permite: Caracterizar sus propiedades y la variabilidad de ellas, establecer su génesis y su clasificación taxonómica, identificar limitantes de uso y definir prácticas de manejo. BIBLIOGRAFÍA JARAMILLO, J. D. F. 1989. Estudio general de suelos, erosión y uso potencial agropecuario del área de influencia del proyecto hidroelé ctrico Riachón, Amalfi, Antioquia. Empresas Públicas de Medellín. Medellín. 65 p. SOIL SURVEY DIVISION STAFF (SSDS). 1993. Soil survey manual. Handbook No. 18. United States Department of Agriculture (USDA). Washington D. C. 437 p. SOIL SURVEY STAFF (SSS). 1998. Keys to soil taxonomy. 8ª. Ed. USDA. Washington D. C. 326 p. SOIL SURVEY STAFF (SSS). 1975. Soil Taxonomy: A basic System of making and interpreting soil surveys. Agriculture Handbook No. 436. USDA. Washington D. C. 754 p.