Logoterapia, Frankl I

Viktor Emil Frankl Viktor Emil Frankl, (n. 26 de marzo de 1905, en Viena, Austria - 2 de septiembre de 1997, en Viena) f

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Viktor Emil Frankl Viktor Emil Frankl, (n. 26 de marzo de 1905, en Viena, Austria - 2 de septiembre de 1997, en Viena) fue un neurólogo y psiquiatra austriaco, fundador de la Logoterapia. Nacido en el seno de una familia de origen judío, cuyo padre llegó a ser Ministro de Asuntos Sociales. Interesado desde la juventud en asociaciones socialistas, se acercó a la psicología, atraído por los postulados de Sigmund Freud. Tal fue su fascinación, que pronto comenzó a tener una relación epistolar con el Padre del Psicoanálisis. También, tendría un acercamiento con Adler, y a su Psicología Individualista, para luego dejar a ambos y comenzar su propio camino por las rutas de la mente. Estudió Medicina en la Universidad de Viena, especializándose en neurología y psiquiatría. Desde 1933 hasta 1937 trabajó en el Hospital General de Viena. De 1937 a 1940 de desempeñó como psiquiatra de manera particular. Desde 1940 hasta 1942 dirigió el departamento de neurología del Hospital Rothschild (único hospital de Viena donde eran admitidos judíos en aquellos momentos, y cuyo personal también era mayormente de ésa religión). En diciembre de 1941 contrajo matrimonio con Tilly Grosser, pero la felicidad duró muy poco para el vienés y su familia. Desde que inició En La noche de los cristales rotos del 38 Cuando la libertad murió Y la verdad se negó Fue un viaje de ida en tren directo al infierno ¡Entra por las puertas, Auschwitz te espera! Sabaton – “La Solución Final” Por toda Europa estaba gestándose el germen Nazi de la intolerancia y el antisemitismo. Ya en 1938, venía anunciándose su inicio con la Kristallnacht, mejor conocida como “La noche de los Cristales Rotos”, fatídico momento en la historia donde varios pogromos de la juventud nazi, atacaron sin tregua y destruyeron, tanto sinagogas como locales civiles cuyos propietarios eran

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judíos. Recibe su nombre, porque los cristales de las vidrieras, estanterías y ventanas, quedaron regados en las calles alemanas por días. La búsqueda permanente de la Solución Final al problema semita, causó que los nazis concibieran la monstruosa idea de campos de concentración, y exterminio (francamente, uno hacía en meses lo que en otro en media hora, es difícil comprender por qué usaban distintos nombres). Surgió así, entre decenas de otros centros de muerte, Auschwitz, y sus dos campos hermanos, Auschwitz II (Birkenau) y Auschwitz III (Buna - Monowitz). Abriéndose camino por Austria, las tropas de la SS llegaron hasta la familia Frankl, tomando prisionero al médico, a su esposa y a sus padres, en otoño de 1942. Fueron llevados al Ghetto de Theresienstadt. Allí trabajó como médico generalista en la clínica local. Los guardias pronto notaron su habilidad para la psiquiatría, y lo trasladaron al bloque encargado de las guardias de salud mental, donde él mismo propuso un programa de asistencia a las necesidades mentales para los prisioneros. Junto con Regina Jonas, la primera mujer en ser ordenada Rabino, creó un sistema de auxilio permanente para aquellos que querían acabar con su vida, convenciéndoles de que el suicidio no era la solución, que debían seguir, aferrándose a la vida a través de algo. De un sentido. En 1944 fue trasladado a Auschwitz y posteriormente a Kaufering y Türkheim, dos campos de concentración dependientes del de Dachau. Los años de sufrimiento y de negación a las libertades humanas, hicieron de Viktor un hombre distinto. Muy pronto, pasó a preguntarse por el sentido de la vida, el por qué seguía vivo y centenares a su alrededor morían. La Segunda Guerra Mundial estaba en pleno desarrollo, y los Nazis cada vez más arrinconados. Las tropas Aliadas Norteamericanas, el 27 de Abril de 1945 se ocuparon de liberar a todos los prisioneros de los campos, y Viktor pudo escapar del Holocausto, pero sus padres y su esposa no pudieron sobrevivir a las penurias, y tuvo que continuar su camino solo. Ante ésas pérdidas, la duda de “por qué él vivió y los demás no” acusó de nuevo su atribulada, pero brillante mente. Gracias a su inteligencia, y su dedicación, en poco tiempo logró el puesto de Jefe del Departamento de Neurología del Hospital Policlínico de Viena. En 1945, logró reconstruir casi la totalidad del manuscrito que había iniciado, poco 2

antes de ser llevado al Ghetto, y el cual le fue arrebatado a la entrada del mismo. En ése libro “El hombre en busca de sentido”, plantea su teoría del “Sentido de la Vida”, la cual se puede reducir a que, incluso en las más extremas condiciones de sufrimiento, el hombre puede encontrar una razón para vivir, basada en su dimensión espiritual.

“Pero mi mente se aferraba a la imagen de mi mujer, a quien vislumbraba con extraña precisión. La oía contestarme, la veía sonriéndome con su mirada franca y cordial. Real o no, su mirada era más luminosa que el sol del amanecer. Un pensamiento me petrificó: por primera vez en mi vida comprendía la verdad vertida en canciones de tantos poetas y proclamada en la sabiduría definitiva de tantos pensadores. La verdad de que el amor es la meta última y más alta a que puede aspirar el hombre. Fue entonces cuando aprendí el significado del mayor de los secretos que la poesía, el pensamiento y el credo humanos intentan comunicar: la salvación del hombre está en el amor y a través del amor. Comprendí cómo el hombre, desposeído de todo en este mundo, todavía puede conocer la felicidad -aunque sea sólo momentáneamente- si contempla al ser querido.” (Frankl, Viktor. El hombre en busca de sentido) En 1946, ascendió al puesto de Director del Hospital Policlínico de Viena, posición que tuvo durante hasta 1971. Se casó en segundas nupcias con Eleonore Katharina Schwindt, una practicante católica, pero ambos consiguieron un equilibrio entre sus creencias. El 1955 fue premiado con un cátedra de Neurología y Psiquiatría en la Universidad de Viena; fue un profesor visitante en varias universidades, tales como Harvard, La Metodista del Sur (Dallas, EE.UU), y Duquesne (Pittsburgh, EE.UU). Realizó seminarios alrededor de todo el mundo, y recibió 29 doctorados honorarios. Publicó 39 libros, los cuales fueron traducidos a más de 40 idiomas. La Asociación Americana de Psiquiatría le otorgó el premio Oskar Pfister en 1985 por sus importantes contribuciones a la religión y la psiquiatría.

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Frankl murió de una falla cardíaca el 2 de Septiembre de 1997. Su legado fue continuado por su esposa Eleonore, su hija la psicóloga infantil Gabriele FranklVesely, y varios nietos y bisnietos. Viktor Frankl pudo vivir porque halló un sentido a su vida, un sentido espiritual, cuyo motor es la voluntad de querer y ser querido. Un sobreviviente completo, un hombre que halló su sentido, su felicidad, y se atrevió a hablar para los demás.

Teoría “Quien tiene un por qué para vivir, casi siempre encuentra el cómo” Viktor Frankl

La teoría que desarrolló Viktor Frankl está basada en su experiencia en los campos de concentración nazi lo que lo avala a poder hablar sobre quién sobrevive y quién no, en la medida en que cada persona busca y comprende el sentido último de su existencia. Con el aporte filosófico de Friederich Niestzche, quien decía que aquellos que tienen un “porqué” para vivir, pese a la adversidad, resistirán. Frankl planteará esto, a partir de la observación de la rutina de los prisioneros en los campos de concentración. Así, al haber podido sobrevivir, halla su sentido de la existencia en el campo de concentración Después del psicoanálisis de Freud y la psicología individual de Alfred Adler, la logoterapia es la "tercera escuela vienesa de psicoterapia" desarrollada por el neurólogo, y psiquiatra, Viktor Frankl. Es un tipo de psicoterapia que se apoya en el análisis existencial y se centra en una "voluntad de sentido" en oposición a la doctrina de Adler de "voluntad de poder" o la "voluntad de placer" de Freud. Logoterapia deviene de la palabra griega logos que tiene muchas acepciones, pero la empleada por él será la de sentido.

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Se constituye por tres principios básicos que son la voluntad de sentido, el sentido de la vida y la libertad de volición o voluntad. Cada una dirá: 1. La voluntad de sentido (psicoterapia): expresa la preocupación de Frankl ante los métodos psicológicos enfocados en la percepción del “componente exterior”, desvirtuando la idea del animatismo presente en el ser humano que lo hace único ante el reino vegetal y animal (psicologismo). 2. El sentido de vida (filosofía): que para la Logoterapia es un factor incondicional que no se pierde bajo ninguna circunstancia, pero puede escaparse de la comprensión humana. La Logoterapia es una percepción positiva del mundo (reduccionismo). 3. La libertad de voluntad (antropología): que explica que todo hombre es capaz de tomar sus propias decisiones, por lo que es libre de escoger su propio destino y no convertirse en una marioneta a merced del mismo, o del inconsciente colectivo (pandeterminismo). Para este, el ser humano es libre, posee la capacidad de elegir. Por eso en uno de sus libros, El hombre en busca de sentido, dirá: “…el ser humano se halla sometido a ciertas condiciones biológicas, psicológicas y sociales, pero dependerá de cada persona, el dejarse determinar por las circunstancias o enfrentarse a ellas.” Como el desarrollo de una persona se da en la medida en que busca y comprende el sentido último de su existencia, Frankl, nos plantea que para hallarlo, contamos con tres grandes acercamientos: A) a través de los valores experienciales, aquellos valores que tienen que ver con vivenciar algo o alguien que valoramos. Por ejemplo, el de experimentar el valor de otra persona a través del amor. Desde el nuestro, podemos llevar, inducir, a que ese otro desarrolle un sentido y así lograr nuestro propio sentido. B) Otra forma de hallar nuestro sentido podrá ser a través de los valores creativos. Es como “llevar acabo un acto”, como sostiene Frankl. Es la idea existencial tradicional de proveerse a sí mismo con sentido, al llevarse a cabo los propios proyectos, es decir, comprometerse con el

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proyecto de su propia vida. Esto incluye la creatividad representada en el arte, la música, escritura, invención, etc. C) Como tercera vía, Frankl, nos presenta la que tiene que ver con los valores actitudinales. Incluyen virtudes como la compasión, la valentía y el buen humor. Su ejemplo más famoso es el logro del sentido a través del sufrimiento. Éste nos brindará un ejemplo a través de sus pacientes: un doctor cuya esposa había muerto, se encontraba en desolación por lo sucedido. Frankl le preguntó qué hubiera pasado si él hubiera muerto, y su esposa hubiera quedado viva; a lo que el doctor le contestó que para ella hubiera sido extremadamente difícil. El autor, en ese momento puntualiza que al haber muerto ella primero, se logró evitar ese sufrimiento, pero el que ahora tenía que tenía que llorar en su lugar era su esposo, y debía sobrevivir. La pena como el precio que se debe pagar por amor; así, el doctor le dio un sentido a la muerte de su esposa, a través del sufrimiento pero soportándolo con la dignidad. La metodología de la logoterapia de Frankl se basa en tratar las enfermedades psíquicas tanto desde un abordaje netamente médico. Aunque lo principal sea dialogar con la persona y buscar en ella, con ella, qué es a lo que le da sentido en su vida. Se contempla al ser humano en constante desarrollo y evolución, lo que implica un movimiento y procesos constantes. La persona se encuentra en constante relación con su medio. Durante ese crecimiento, la tarea consiste en desplazar la ansiedad de la forma neurótica a la constructiva, es decir, llevar a las personas en las distintas etapas de la vida (niñez, adolescencia, adultez, etc.) a que puedan identificar aquello a lo que genuinamente le teme y adoptar las medidas necesarias para superarlas. Todo esto, frente a las crisis existenciales. La técnica de la logoterapia es una variación del método psicoanalítico. Intenta pasar por alto la interpretación del inconsciente que se nutre del ello. Freud sostenía que la neurosis estaba asociada a impulsividades reprimidas y por tanto su terapia consistía en volver conscientes tales represiones. Esto a través de un proceso de intervención médica conocido como "asociación libre". Frankl incluye otro elemento del inconsciente: el espiritual, haciendo énfasis en la 6

búsqueda de significado de la existencia. Sostendrá la espiritualidad no tiene que ver sólo con un ejercicio tautológico de búsqueda de refugio, es un "modo de existir humano". En el componente psiquis humana, se encuentra una espiritualidad inconsciente que pretende siempre la trascendencia. Con esto, la logoterapia, que pretende la sanidad en busca de la recuperación de sentido. Exponiendo funciones profundas de la conciencia y la toma de decisiones ante las formas cotidianas del existir. Los sueños son aún piezas claves para entender los procesos psíquicos que pugnan en el interior de todo hombre. Podemos decir entonces que la logoterapia funciona como conexión con el ser humano, “puente” entre su inconsciente y su manera de vivir.

“No hay nada en el mundo que capacite tanto a una persona para sobreponerse a las dificultades externas y a las limitaciones internas, como la conciencia de tener una tarea en la vida” Viktor Frankl

Dentro de sus técnicas más interesantes, podemos resaltar a las siguientes: la intención paradójica, la derreflexión, el autodistanciamiento, la modificación de actitudes y el diálogo socrático. En la intención paradójica, el especialista induce al paciente a conseguir a través de su libre albedrío el alejamiento paulatino de su dolor, logrando finalmente, la desaparición del síntoma. En la derreflexión, se anima al paciente a olvidarse de su preocupación, para poder superar su miedo. En el autodistanciamiento, el "compañero existencial" -como se le llama al cliente o paciente- aprende a verse tal cual es más allá de su predicamento, de observarse a sí mismo “cómo sería sino sufriese”, con la chance de dividir a su neurosis para así apelar a la propia voluntad de sentido para dirigirse a la solución. En la modificación de actitudes se subrayan comportamientos claves que deben desarrollarse a través de la práctica de una disciplina particular para más tarde, ser capaz dejar de lado a las acciones negativas y poder ver a las nuevas, como motores de la futura transformación del sujeto. Y en el diálogo socrático, se usa el estilo de la mayéutica para guiar 7

al paciente hacia el autoconocimiento y enseñarle el camino de la responsabilidad ante cada una de sus acciones y decisiones, para que pueda aceptar las consecuencias, cuales fueran. Víctor Frankl, en su libro, “Ante el vacío existencial” sostendrá que ante la génesis del vacío existencial, contrariamente al animal, el hombre carece de instintos que le digan lo que tiene que hacer, y a diferencia de los hombres del pasado, el hombre actual ya no tiene tradiciones que le digan lo que tiene que debe ser. Entonces, ignorando lo que tiene que hacer e ignorando también lo que debe ser, parece que muchas veces ya no sabe tampoco lo que quiere en el fondo. Y entonces sólo quiere lo que los demás hacen (conformismo), o bien, sólo hacer lo que los otros quieren de él (totalitarismo). A parte de estas dos secuelas, menciona una tercera, referida a un neurotismo específico que dio a llamar como neurosis noógena.

El autor dirá que “al contrario que la neurosis en sentido estricto, que presenta, por definición, una enfermedad psicógena, la neurosis noógena no se debe a complejo y conflictos en el sentido tradicional, sino a conflictos de conciencia, a colisiones de valores, y a una frustración existencial que algunas veces puede expresarse bajo la forma de sintomatología neurótica.”

Así, se comparará a la neurosis noógena con la neurosis existencial o espiritual. Frankl, sostendrá que sobre todo, en las personas jóvenes actuales se deja entrever sus vidas como vidas vacías, con falta de sentido, sin propósito. El autor empleará para esto, la metáfora de vacío existencial. Y sí el sentido es lo que buscamos, el sin sentido es un agujero, que cuando se siente se necesita llenar de inmediato. Por eso, sugiere que el vacio existencial en nuestra sociedad es el aburrimiento. Puntualiza en cómo las personas con frecuencia, cuando al fin tienen tiempo de hacer lo que quieren, parecen no querer hacer nada. Sostiene que intentamos llenar nuestros vacíos existenciales con “cosas” que aunque producen algo de satisfacción, también esperamos que provean de una última gran satisfacción. Así, dirá que se puede

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llenar la vida comiendo más allá de nuestras necesidades, con cosas promiscuas, con trabajo, con conformidad, “círculos viciosos” neuróticos, etc. Por tanto, la conciencia en el hombre será el doble sentido del “quién” soy, y el “qué” significo, mi esencia. Así, la felicidad para Frankl, dirá que la felicidad, hoy por hoy, la marcamos como una tendencia nada más orientada al placer, y que nos hemos olvidado del viejo concepto judeocristiano que enmarcaba a la felicidad como un proyecto de vida y a la paz de la conciencia. Una paz que se logra por haber trabajado por el fin último de ese proyecto. Y que por tanto, la felicidad puede convivir con el sufrimiento y con el rechazo colectivo, ya que suelen ser lo contrario de lo que busca el placer.

“El amor a sí mismo es el punto de partida del crecimiento de la persona que siente el valor de hacerse responsable de su propia existencia”

Viktor Frankl no considera prioritario describir las torturas a las que ha sido sometido en los campos de concentración, su interés está en el hombre concreto y en cómo logra sobrellevar sus opresiones en situaciones extremas, sin culpar, acusar o juzgar a alguien por lo que le ha sucedido. En conclusión, en las más extremas condiciones de sufrimiento, el hombre puede encontrar una razón para vivir que esté basada en su dimensión espiritual Frankl unió la psicología, la religión y su experiencia para “llenar” ese vacío existencial del que él habla, y poder encontrar así el sentido de la vida. Según nuestra perspectiva grupal, Viktor Frankl, encontró el sentido de su vida a raíz de su experiencia en los campos de concentración, desarrollando posteriormente una teoría basada en el análisis existencial, cuya técnica para su desarrollo era la Logoterapia, centrada básicamente en la voluntad de sentido. El autor hizo un gran aporte a la Psicología debido a que encontró otro enfoque para comprender al ser humano. Éste enfoque tiene sus cimientos en las 9

frustraciones existenciales que tiene una persona y en cómo se encarga de superarlo. Estas frustraciones -dice él- no sólo de dan en momentos de tristeza o dolor, sino que también surgen cuando logramos concretar nuestros objetivos y nos desilusionamos al ver que no alcanzan nuestras expectativas, y por ende no llenan el vacío existencial, mencionado a lo largo de la investigación. Entonces Frankl, no hace más que limitarse a la capacidad que tiene el hombre para poder soportar el sufrimiento y acabar con el. Con esto, el Dr. Frankl, nos demuestra que se puede fortalecer el espriritu y encontrar un sentido, más alla de las adversidades. Para concluir utilizaremos una frase del autor que, a nuestro modo de ver, sintetiza su pensamiento: “Al hombre se le puede arrebatar todo, excepto una cosa… su libertad para elegir la actitud que va a adaptar para enfrentar cualquier situación y decidir su propio camino. Muchas veces no podremos elegir las circunstancias que nos rodean pero siempre podremos elegir nuestro comportamiento ante ellas. Al final lo que importa es dar testimonio de la mejor y más exclusiva potencialidad humana: el poder que tenemos de transformar la tragedia, la enfermedad y el fracaso en un triunfo personal y en un logro humano”

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