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INDICE © Grama ediciones, 2014. Av. Maipú 3511, 1 o A (1636) Olivos. Pcia. de Buenos Aires. Tel.: 5293-2275 • grama@gram

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INDICE © Grama ediciones, 2014. Av. Maipú 3511, 1 o A (1636) Olivos. Pcia. de Buenos Aires. Tel.: 5293-2275 • [email protected] http: 11www.gramaediciones.com.ar © NEL-Miami, 2014. 782 NW 42 Avenue, Suite 339 Miami, FL 33126

Presentación, Juan Felipe A rango .................................... .

SEMINARIO

Introducción a la clínica psicoanalítica de la anorexia, bulimia y obesidad, por Domenico Cosenza .................... Arenas, Alicia Lagos 8 / Alicia Arenas ; adaptado por Alicia Arenas. - la ed. - Olivos: Grama Ediciones, 2014. 136 p.; 21x14 cm. ISBN 978-987-1982-17-2 l. Psicoanálisis. l. Arenas, Alicia, adapt. Il. Título CDD 150.195

Diseño de tapa: Kn.AK 1 Diseño y Web www.kilak.com

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1. Agradecimientos. Mona Lisa entre Leonardo y Botero · 11. Algunas explicaciones sobre el título del seminario III. Anorexia, bulimia y obesidad como síntomas contemporáneos IV. Dimensión descriptiva y estructural en la clínica de los trastornos de alimentación V. Entre desarrollo y estructura VI. La cuestión de la familia y el trabajo con los padres VII. Coordenadas psicoanalíticas de la cura VIII. Función del psicoanálisis en la clínica de la obesidad IX. Dispositivos de tratamiento analíticamente orientados: pequeño grupo, comunidad terapéutica, hospital

Hecho el depósito que determina la ley 11.723 Queda prohibida la reproducción total o parcial de este libro por medios gráficos, fotostáticos, electrónico o cualquier otro sin permiso del editor.

ARTÍCULOS

Filosofía de la unificación, lógica de lo suelto, por Fernando Schutt .......................................................... .

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Impreso en Argentina

La clínica y el lazo, por Alicia Arenas ............................. .

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Apunte sobre la impulsividad, por José Armando García

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¿Cuál amor en los tiempos del Todo?, por !solda Alvarez .... .. . ·························································

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Presentación

CASOS CLÍNICOS

Una mirada perdida, por María Eugenia Cardona .........

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Comentario del texto "Una mirada perdida" por Ruth Gorenberg ............................................ :.............. .

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Sobre un lienzo, por Erika Guedez

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Sin oxígeno, sin aire, una historia de sacrificios por Sandra Cantor '

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DATOS DE LOS AUTORES

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Este número contiene el seminario dictado en Miami por Doménico Cosenza los días 2 y 3 de octubre del año 2010 sobre los llamados trastornos de alitnentación, oportunidad en la que tuvimos el placer de escuchar una transmisión de alguien que lleva muchos años estudiando el tema y sobre el que tiene un amplio conocimiento. Es este un seminario lleno de referencias bibliográficas que le serán de enorme utilidad a los que investigan esta temática, incluyendo también las publicaciones del mismo Cos~l1Z.!i1_ ue CM.~ntª--Ya con unª-.s.erie que recorre tantoJa_nÓsografía-psiquiátrica,...los..autar.es_d~.-~iver­ ~- ••

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III. Anorexia, bulimia y obesidad como síntomas contemporáneos III.I. S!NTOMAS CLASICOS Y S!NTOMAS CONTEMPORANEOS

Una vía que podemos tomar para empezar a introducir este campo, consiste en ubicar sus coordenadas históricas y ·estructurales, en relación con la expefiencia del acercamiento psicoanalítico a la anorexia, bulimia y obesidad. En esta perspectiva, como decía, hay una bibliografía psicoanalítica muy amplia respecto de la anorexia mental, que se ha desarrollado sobre todo en los últimos cincuenta años, y también una difusión importante de trabajos sobre la bulimia en las últimas décadas. Respecto de la obesidad podemos decir hoy lo contrario, que se difunde al mismo tiempo de manera exponencial en el mundo desarrollado, y sigue siendo escasa en las consultas de los psicoanalistas y ausente en los escritos de los mismos. W. esto la posición del sujeto con ob~d amJ2lifica una tendencia q~e podemos en..::ontrar también .~ la ayoría de_las pacientes con2.!,lorexia y ~ulimia, es decir, un rasgo de rechazo fund~~I}_tal r~p_ecto ~ !.azo tera éuti.fO.:.. Esto no significa que no acudan a veces a la consulta del médico y, aunque menos, a la del psicoanalista, sobre todo si llegan bajo la demanda de sus padres y de los familiares. Sin embargo, lo que más muestra el ras o de rechaz2, es la_ · 'cu t_ad a implicarse sub'ettvamente en el tratamiento. No se trata simplemente de un problema de mala voluntad, ni de capricho, ni de una bad compliance. Se trata de un problema mucho más radical, que tiene su lógica, y que ha conducido en las últimas dos décadas a analistas de nuestra orientación lacaniana, y no solo a estos, a reflexionar respecto de las dificultades específicas en la puesta en marcha del trabajo analítico con sujetos que padecen estos síntomas u otros, como por ejemplo la toxicomanía. Una tesis que podemos intentar articular es que, enlama:[email protected] e los casos, anorexia, bulimia y obesidad no se resentan como síntomas en el sentido freu~, es decir, no son

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síntomas_propiamente psicoanalíticos. De manera que, cuando

n_~s re~enmos a ellas, podemos hablar de síntoma en una acepcwn diferente respecto al síntoma freudiano. · é es lo ue caracteriza un sínt.QmA...psicoanalítico en el sentido freudian~ Creo que podemos aislar por lo menos_ducQ..caracter-ístü;;~s il es algo que produce en el sujeto un efecto de dhdsión: al 0 ue él mismo produce sin...., uerer, Y. QUe escapa de_su..control; 2 es algo que roduce un efecto _de sufrimiento y que funciqna .como algo que obstaculiza el sujeto en sus _tareas (aunque sabemos que esto ~stá relacionado con un goce fantasmático); 3 es algo que ~ontiene en su inte ·or un enigmª-J2ara el sujetQ.. sobre el porque le pasa esto que el síntoma encarna· como tal, el sínt~ma presenta siempre un ras _o de mensaJe, y acJ!va en el_ SUJeto ~a demanda alrededor de _su raíz enigmática: ¿qué qmere ?eCI: ~o que me está pasando.~ 5 por último, esta de~anda erugn1atica está en el corazón de la transferencia simb~hca, que hace existir el ~onsciente _I:2ara etsujeto y que permite la articulación de una demal}da de tratamiento analítico. De hecho, si el inconsciente del su'eto está cerrado 0 más ~adical~ent~, si algllien está como )Óyce "desabon;~ mco~sc~ez:te , no hay nin~na_ razón para que se dirija a Ul} .anah_sta, ~Il? hace, lo hara equivocándose. En este caso, para el psicoanalista el problema consistirá en cómo actuar en esta _equivocación a l9- que el paciente lo ha convocado. ¿Qué esto gue ocurre con síntomas como la anorexia la J:>ulimia, la obesidad, así como con 1~ tq_xicomanía, por ej~m­ plo, con excepción de los casos que no son la mayoría, en los ~ue aparee~ en forma clara el funcionamiento de una neuroSIS en el SUJeto? Podemos explicarlo en cinco )2untos. En muchos casos, y durante mucho tiempo, estos síntomas no ,producen un efecto de . ivisió..n,. Por lo e .ntrario prevale~ sobre todo en la anorexia, la §~ción de ~ plenitud y: de un ontrol del J2ro]2io §~ ásJuert_e cuanto más radical es s' oma. Cuanto más se adelgaza la anoréxica rechaza;do la, comida, más fuerte y autónoma se siente~ .El efecto de s1_11toma no e~n muchos casos de sufrimien!o--~. sino de eufona. (sobre todo en la anorexia, así como en el período de

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luna de miel en la toxicomanía 3 El síntom no Eroduce n sí mismo ningún efecto enigmático e j~ r ue tá com_p desconectado del inco.ll§ciente. Así sus manifestaciones s percibe como acontecimientos_de l_a _natural~za, como una lluvia, algo que viene del exterior, y respecto .de lo que él no tiene nin!WJla implicaciQ.n, ninguna responsabilidad. Es este el rasgo de denegación y de rechazo del inconsciente que está · muy presente en estos síntomas que se suelen nombrar como contemporáneos para distinguirlos de los freudianos clásicos. De esto nos habla con gran intuición clínica Lacan en su última enseñanza, en la clase del9 de abril1974 de su Seminario 21, "Les non dupes errent", sobre el síntoma de la chica anoréxica y de su raíz en el "comer nada". 5 Pero este rasgo está.muy presente también p,or ejen;q~lo e_n, ~a obesidad, donde lo más frecuente es encontrar .al paciente que niega la evidencia cuando declara no tener runguna responsabilidad respecto al hecho de haber aumentado su peso. Es la situación que se da con más frecuencia y también la que más les molesta a los médicos nutricionistas, es decir, la denegación del paciente obeso que de hecho no mantiene el régimen dietético y que al mismo tiempo niega que ha comido más de lo acordado con el nutricionista. 4 E senda d_e_efe.ct~Lenigmático, falta . o es m~ dé il) ~ el sujeto,.Ja dimensión metafórica de mensaje 12ro ia del síntoma freu~iano: es decir que se presentan.,como síntomas si.n..m_ensaje. Tambiéngs c~arente la exigencia de articulación de una demanda hacia el Otro sobr el eni a, contenido en el corazón de este síntoma-mensaj 5 Por estas razones se puede entender bien la dificultad extrema en la articulación de una transferencia simbólica en el marco de la relación analítica con un paciente anoréxico, bulímico y obeso. Cuando. hay trans-

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Lacan, J., Seminario 21, "Les non dupes errent", clase del 9 abril 1974, inédita. Sobre esto reenvío a La Psicoanalisi n. 50, D. Cosenza (compilador), "L'anoressica e l'inconscio", Astrolabio, Roma 2011; D. Cosenza, "L'anorexie dans le demier enseignement de Lacan", La cause du désir, Navarin, París, 2012, n. 81, pp. 106-111.

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erencia, esta se inclina tendencialmente hacia la transferencia imaginaria y: la es~ecularidad. Hay en esta clínica una tendencia a la reducción imaginaria de la transferencia. Por ejemplo en mi práctica clínica co dentes obes s iempre me ha dado ocasiones para reflexionar el hecho que tienden a rechazar, más allá de un problema de estructura clínica, el diván y he tenido más de un caso donde la paciente misma me ha pedido poder volver a estar en la posición vis-a-vis. Era demasiado ang!l~­ tiante para ellas la desa2arición del analista del cam12o visual, y: e enruentro en_la sesión cg_n un Otro de pura palabra sin soporte de la imagen del otro, del analista como otro parecido.

pode la toxicomanía, esta tesis ha sido retomada por Jacque~­ Alain Miller en su curso compartido con ,Eric Laurent El Otto que no existe y sus comités de ética, del año 1996-97.7 Freda también en sus artículos anteriores sobre la toxicomanía intentó ofrecer las implicaciones de las referencias de Lacan al fenómeno toxicómano, subrayando el rasgo de "solución", más que de síntoma en sentido freudiano, que la ·práctica toxicómana realiza: Solución feliz que no implica una división del sujeto, sino lo contrario: una identificación más fuerte con el goce realizado, un hacer Uno con la droga como objeto condensador de un goce sin límites. En las referencias de.1acan, Frecl.a pone de relieve la,_tesis_de la_solución de la ~lroga como remedio a la ruptura del matrimonio del toxicóano con el falo. Es decir, que en la historia de un toxicómano lo que se presenta en la mayoría de los casos en conyunturas claves de su historia es la jmp9sibilidad del sujeto de vivir SJ:l experiencia de goce dentro de las coordenadas constantes del .goce fálico. Si en la experiencia pulsional de todos hay una dimensión residual del goce que no se reduce al goce fálico, en la experiencia del toxicómano el goce fuera dEU.a lógica fálica no-es..,sim.plemente un residyo: es algo masL.~o e..iro~afvq, que se impone al sujeto come un goce Uno, no relacionado con el Otro, .sin.Jímites.. El goce fálico caracteriza la satisfacción libidinal del sujeto en su relación con el Otro, que es una satisfacción siempre parcial porque el Otro no puede llegar nunca a ser Uno con el sujeto. En este sentido no hay relación sexual: la ley de la castración no le permite al sujeto ser Uno con su partenaire de goce. Los goces en una pareja permanecen estructuralmente heterogéneos e irreductibles. En este sentido, la relación sexual como intento de recuperación del primer goce mítico de la Chose es un fracaso estructural. En

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Ill.Il. ALGUNOS ANCLAJES PSICOANALfTICOS SOBRE TRASTORNOS DEL COMER Y TOXICOMANfAS

En las últimas décadas se está reflexionando mucho sobre estas nuevas estructuras sintomáticas tan diferentes respecto a los síntomas neuróticos clásicos, histéricos y obsesivos, que el psicoanalista encuentra diariamente desde la época de Freud. Muchos estudiosos de diferentes disciplinas sociales (sociólogos, psicólogos sociales, etnopsiquiatras, antropólogos, estudiosos de historia contemporánea entre otros) trabajan en torno a la conexión entre estos síntomas Y. el conjunto s sociedades con estructura capitalista desarrollada, que es en su interior donde, a artir de los -os 60 tlel si lo con la toxico anía, estos han e pezado a manifestarse de forma e idémica entre los jóvene§. En el medio de la ~­ tación lacaniana en psicoanálisis, un enfoque del problema que intenta ofrecer una lectura unitaria de estas formaciones sintomáticas tan difundidas en las sociedades posmodernas y tan refractarias al tratamiento de palabra ha sido sin duda la tesis sobre las "nuevas formas del síntoma". Elaborada por primera vez en un artículo de Hugo Fr_eda.__y: B~rnªrd Lecoeur al comienzo de los años O, 6 con referencia particular al cam-

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Freda, F. H., "La toxicomanie: un symptóme modeme", Analytica, 1 1989, 57, p. 115-120; Freda, F. H., "Les nouvelles formes du symptó-

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me", Revue dell'ECF, 05/1992, 21, p. 85; y Freda, F. H ., Lecoeur, B., "Les nouvelles formes du symptóme", Mental, décembre 1997,4, p. 139-148. 7 Miller, J.-A., Laurent, E., El Otro que no existe y sus comités de ética, Paidós, Bs. As., 2005, clase del21 de mayo 1997, pp. 373-379.

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otras p~labras, el toxicómano no encuentra manera de aceptar Y. a~urmr, como hacen los neuróticos, los efectos de este prinCipiO estructural. Su solución es romper el matrimonio con el falo Y. dirigirse hacia un objeto de satisfaresencia y con su acto. Cuando decirnos que hoy nos encontramos con sujetos que evaden en forma radical la dimensión de lo simbólico, es porque de ese modo excluyen la "no relación" en el dispositivo, mientras apuntan a la complementación . Hacer surgir la pregunta que atañe al Otro -¿Qué me quieres?- es una táctica que instala el campo del deseo e introduce en la experiencia la dimensión discursiva, pero eso no es posible sin la demanda de amor, que es lo que induce a registrar la presencia del analista como Otro, para ir más allá del uso que quiere hacerse de él como coach. Es por intermedio de esa demanda de amor que podrá instalarse el discurso analítico, en el que se induce al analizante a amar a su inconsciente y preguntarse por él. El discurso analítico es el lazo con el Otro que introduce el campo de lo simbólico por la vía del lazo social. Lacan dirá que "solo hay eso, lazo social".4 Es lo que pondrá en primer plano en su clínica borromea, un lazo con el Otro que anude algo de su real. Es el lazo mismo como modo de tratamiento de lo real en el dispositivo analítico, y también en el mundo. Cuando los lazos no funcionan, lo real emerge y la imposibilidad se hace 4 Lacan, J., El Seminario, Libro 20, Aun, Paidós, Barcelona, 1981, p. 68.

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presente de un modo insoportable, que dispara el autismo del goce. Miller, en El lugar y ellazo, 5 dice que la experiencia psicoanalítica es un forzamiento del autismo entre dos, gracias a la lengua. Un forzamiento de lo Uno del goce gracias al Otro de la lengua. El lenguaje, el discurso, el lazo, tratamiento de lo real descubierto por Freud que Lacan actualiza situándolo en la época y ofreciendo al psicoanalista del siglo XXI herramientas con las que el inconsciente transferencia! permita contornear, afectar, el inconsciente real.

Apuntes sobre la impulsividad fosé Armando García

Desde un enfoque conductual, la impulsividad se nos presenta como una disociación entre acto y pensamiento: allí donde debería pensar, actúo; y donüe actúo no hay pensamiento. Es la creencia de que el acto no encama más que un fenómeno biológico separado de lo cognitivo. De hecho, la impulsividad es componente fundamental en el criterio neuropsiquiátrico de diagnósticos tales como "Trastornos de Atención e Hiperactividad" y el "Trastorno de Bipolaridad". Por tanto, los tratamientos cognitivos-conductuales se acercan más al "entrenamiento de mascotas" que al desciframiento de lo que está en juego en el acto. Se trata entonces de pensar antes de actuar, y condicionar al individuo a este respecto. El pensamiento como condicionamiento del acto, ahí donde el acto sería un riesgo. El pens::miento-antes sería preventivo (forethought), y el pensamiento-después sería patológico. Al pensamiento se le da el estatuto de conductor y entrenador de los impulsos del cuerpo. Esto asumiendo que en el acto nada fue pensado. Pero, ¿qué tal si en el acto hay un proceso de elaboración de algo pensable pero aún indecible? Sin duda, se reconoce que en el impulso hay un destiempo entre el estímulo y la reacción, donde el pensamiento no media. Expresiones tales como "actuar en el calor del momento" [to act in the heat of the moment] merecen atención, por lo que indican en tanto estímulos no simbolizados pero presentes en el cuerpo. Esto hace que el resultado sea -palabras más palabras menos- similar: la exposición ante la mirada del Otro. 5

Miller, J.-A., El lugar y el lazo, Paidós, Bs. As., 2013.

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Por lo tanto, el psicoanálisis se permite tratar al acto en tanto formación del inconsciente, con la prelación de que el sujeto le dé el estatuto de un síntoma. De tal forma que no se trata de pensar antes, durante o después del acto, sino más bien pensar sobre el acto en tanto mensaje a ser descifrado y cifra de goce. Ese acto implicará algo en el pensamiento inconsciente, pero este pensamiento es en retrospectiva, se piensa en apres-coup. En "el calor del momento" se tendría un S2 • Ese calor -en tanto estimulo- será un goce al que se le dará destino en el acto. Ahora bien, ese estímulo. interno -puerta de entrada a la pulsión de muerte en el Freud de la segunda tópica- no tiene nombre sino hasta después; ello no quiere decir que en el acto no hay una elaboración del pensamiento -claro que este pensamiento no es precisamente el conciente-. La sentencia "allí donde debería pensar, actúo y donde actúo no hay pensamiento" -núcleo de la impulsividad- es correlativa a esa esquicia que Lacan hace operar en el cogito cartesiano: "allí donde pienso, no soy; y donde soy no pienso". De tal manera que sustituyendo variables tenemos: "Cuando actúo no soy, cuando soy no actúo". Sin duda, algo del ser es arrebatado en el acto, al punto que la mirada del Otro social arrojará sobre ese cuerpo actuante atributos de toda índole: delincuente, estudiante problemático, antisocial, hiperactivo, agresivo, bipolar. Estos atributos intentan darle cuerpo al ser y ser al acto donde antes hubo un destiempo, una disociación, un hiato entre estímulo y reacción. De hecho, podríamos inferir que todo acto es un pensamiento reactivo, en el orden de lo inconsciente, a un estímulo innombrable. Pero el sujeto que ha actuado más habla de darle, con su acto, un ser al cuerpo que no lo tiene, por tanto, algo piensa por él. Esta falta-en-ser es el estímulo interno intraducible del primer momento, del calor de ese momento, de lo insoportable de ese calor y a lo que este conlleva (pensemos en El extranjero de Albert Camus). A duras penas, el sujeto trata de fixar -fijar y arreglar- con un acto algo irreductible. Comete así una falta con su acto, ya que cometer es precisamente lo

que pone en evidencia su ser, su falta en él. De aquí que "ser atrapado en el acto" tome sentido en esta lógica, ya que se trata de una escenificación. Un ser atrapado le da destino al acto. La impulsividad pulsa hacia el gran Otro, para ver qué este atrapa, como peces lanzados al anzuelo. No hay instinto de sobrevivencia cuando se trata de atrapar un ser, por lo demás imp osible. Mejor atrapado que libre.

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¿Cuál amor en los tiempos del Todo? !solda Alvarez

"Nada obliga a nadie a gozar, salvo el supery6". 1 Jacques Lacan

El amor en los tiempos del Todo-goce ha quedado relegado al estatuto de un mito inal