Lineamiento Psicologia

Lineamientos de Política Pública en Ciencias del Deporte en Psicología Departamento Administrativo del Deporte, la Recre

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Lineamientos de Política Pública en Ciencias del Deporte en Psicología Departamento Administrativo del Deporte, la Recreación, la Actividad Física y el Aprovechamiento del Tiempo Libre COLDEPORTES ISBN: 978-958-58238-3-9 ISBN: 978-958-58238-9-1

Psicología Autor: José Fernando Rivera Pérez, PS Esp. Coautores: Jairo Andres Piñeros Moreno, PS Esp. Juan Carlos Montoya, PS Esp. Fernando Humberto Clavijo, PS Esp. María Clara Rodríguez Salazar, PS Esp. Santiago Alejandro Brand Ortiz, PS Esp.

Cita sugerida: Departamento Administrativo del Deporte, la Recreación, la Actividad Física y el Aprovechamiento del Tiempo Libre COLDEPORTES, Colección 1 de los Lineamientos de Política Pública en Ciencias del Deporte en Psicología.

Coordinación Editorial COLDEPORTES Dirección de Posicionamiento y Liderazgo Deportivo Equipo de Producción: Partner Mercadeo y Medios Gráficos S.A.S [email protected] Director de Proyectos: Mauricio López Mansso Corrección de estilo: Mauricio Suárez Pineda

Diseño y Diagramación: Irma Acosta Chaparro Rolando Herrera Antonio Salamanca

Ilustraciones: Rolando Herrera Alejandra Medina Fotografía: Edgar Santos Coldeportes Comité Olímpico Colombiano Comité Paralímpico Colombiano Año de publicación: 2015 Lugar y fecha de la edición: Bogotá, D.C. Tiraje de 1 a 1.400 Printed in Colombia

Todos los Derechos Reservados No está permitida la reproducción total o parcial de este libro, la recopilación en un sistema informático, ni la reproducción por cualquier medio o procedimiento, sin el permiso previo y por escrito de COLDEPORTES.

Comité de Honor Señor Presidente de la República Juan Manuel Santos Calderón

ANDRÉS BOTERO PHILLIPSBOURNE Director

JUAN CARLOS PEÑA QUINTERO Subdirector General

ALEXANDRA HERRERA VALENCIA Secretaria General

CARLOS IVÁN BERMEO ANDRADE

Director Técnico de Posicionamiento y Liderazgo Deportivo

PERLA ESTHER ÁLVAREZ CERVANTES

Directora Técnica de Recursos y Herramientas

CLAUDIA GUERRERO SÁNCHEZ

Directora Técnica de Inspección, Vigilancia y Control

AFRANIO RESTREPO VILLARROEL

Director Técnico de Fomento y Desarrollo (E) Jefe Oficina Asesora de Planeación

ALEJANDRO GARCÍA GARCÍA Jefe Oficina Asesora Jurídica

NORMA LUCÍA ÁVILA QUINTERO Jefe Control Interno

FABIO RAMÍREZ GARCÍA

Asesor de Dirección General Director Juegos Nacionales y Paranacionales 2015

LINEAMIENTOS DE POLÍTICA PÚBLICA EN CIENCIAS DEL DEPORTE CARLOS IVÁN BERMEO ANDRADE Director General

LILIANA ASTRID MANCERA AVILA

Coordinadora Técnica Administrativa

Comité Editorial CARLOS IVÁN BERMEO ANDRADE JUAN CARLOS QUICENO NOGUERA MAURICIO SERRATO ROA ANA MILENA OROZCO CAÑAS LILIANA ASTRID MANCERA AVILA

Coordinación de Lineamientos TIRSO ZORRO GUIO

Técnica Metodológica

MAURICIO SERRATO ROA Medicina

NURY ANGÉLICA NEIRA TOLOSA Fisioterapia

ASTRID ELENA QUINCHIA CASTRO Nutrición

JOSÉ FERNANDO RIVERA PÉREZ Psicología

JAMIR SÁNCHEZ MUÑOZ Desarrollo Psicosocial

ORLANDO REYES CRUZ Antidopaje

Autores Jose Fernando Rivera Pérez

Psicología, Universidad Nacional de Colombia. Candidato a Máster en Psicología del Deporte y la Actividad Física, Sociedad Iberoamericana de Psicología al Deporte SIPD. Especialización en Psicología de la Actividad Física y del Deporte, Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) Psicólogo del Deporte Grupo Convencional Centro de Ciencias del Deporte, Coldeportes.

Coautores Jairo Andres Piñeros Moreno

María Clara Rodriguez Salazar

Juan Carlos Montoya

Santiago Alejandro Brand Ortiz

Psicología, Universidad Santo Tomás. Especialización en Psicología del Deporte y el Ejercicio, Universidad el Bosque. Maestría en psicología Clínica y la familia, Universidad Santo Tomás Candidato a Master en Psicología del Deporte y la Actividad Física, Sociedad Iberoamericana de Psicología al Deporte SIPD. Psicólogo del Deporte Grupo Paralímpico Centro de Ciencias del Deporte, Coldeportes. Psicología, Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. Especialización en Psicología del Deporte y el Ejercicio, Universidad el Bosque. Candidato a Máster en Psicología, con énfasis en psicología. Universidad el Bosque. Psicólogo del Deporte de Instituto de Deportes del Valle. Psicólogo Centros de Iniciación y Formación Deportiva, Secretaría de deportes de Cali.

Psicología, Universidad Católica de Colombia. Maestría en Ciencias del Movimiento Humano, Universidad de Costa Rica. Candidata Doctorado en Psicología, Universidad de Murcia. Directora de la Especialización de Psicología del deporte y el Ejercicio, Universidad el bosque Directora de la Maestría de Psicología, Universidad el bosque.

Psicología, Universidad del Sur de la Florida USA Especialización en Psicología del Deporte, Universidad el Bosque. Especialización en Psicología Clínica, Universidad Católica. Especialización en Biofeedback, Neurofeedback y Mapeo Cerebral, Stens Corporation y Brain Science International. Coordinador de laboratorio de Neurociencias, Centro de Ciencias del Deporte Coldeportes.

Fernando Humberto Clavijo Camero

Psicología, Universidad Nacional de Colombia. Psicólogo del Deporte Instituto Departamental para la Recreación y el Deporte de Cundinamarca.

Revisores Internacionales Jaume Cruz Feliu

Doctor en Psicología por la Universidad Autónoma de Barcelona. Catedrático de Psicología del Deporte. Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Director del Máster Interuniversitario de Psicología del deporte de la UAB-INEFC. Director de la Revista de Psicología del Deporte, desde 1992

José Tomás Trujillo Santana

Psicología, Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente. Tlaquepaque, Jalisco. Máster en Psicología de la actividad física y el deporte. Universidad Autónoma de Madrid, España. Doctor en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, Universidad de León, España. Director General INSTINTO

Colaboradores Adriana García Ramírez

Rafael Francisco Zabarain Pinto

Ángela Patricia Valero Ballesteros

Ruben Darío Rubiano Loaiza

Psicología, Universidad Pontificia Bolivariana. Máster psicología del deporte, Universidad Autónoma de Barcelona. Especialista Psicología del deporte y la actividad deportiva en niños, Universidad Autónoma de Barcelona. Psicóloga del deporte de Indeportes Antioquia.

Psicología, Pontificia Universidad Javeriana Especialización en Psicología del Deporte y el Ejercicio, Universidad el Bosque. Especialista en Psicología Clínica, Pontificia Universidad Javeriana Psicólogo Grupo de Talento y Reserva Centro de Ciencias del Deporte, Coldeportes

Psicología, Pontificia Universidad Javeriana Máster en Psicología de la Actividad Física y del Deporte, Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) Especialización en Psicología de la Actividad Física y del Deporte, Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) Psicólogo Federación Colombiana de Futbol. Psicología, Universidad del Valle Especialización en Psicología del Deporte y el Ejercicio, Universidad el Bosque. Psicólogo del deporte de Instituto de Deportes del Valle.

Edwin Vladimir López Pérez

Psicología, Universidad Santo Tomás Especialización en Psicología del Deporte y el Ejercicio, Universidad el Bosque. Candidato a Máster en Psicología, con énfasis en psicología. Universidad el Bosque.

Participantes encuentros de Lineamientos de Psicología Adriana Teresa Quitian Marín, Adriana Velásquez Mejía, Ana Felisa Serrato, Ana Julia Moreno Chacón, Andrea Castaño Rodríguez, Diana Alejandra Vigoya Reina, Doris Rodríguez Ayala, Eliana María Daza Maya, Felipe Gómez Cárdenas, Gustavo Rodríguez González, Juan Felipe Medina Bejarano, Lina María Orrego Ramírez, Luis Humberto Serrato Hernández, Mauricio Rivas Nieto, Patricia Flórez Sañudo, Sandra Patricia Amado, Sandra Yubelly García Marchena, Sandy Galvis Quintero y Susana Ordoñez Fabara.

Agradecimientos El Departamento Administrativo del Deporte, la Recreación, la Actividad Física y el Aprovechamiento del Tiempo Libre – COLDEPORTES, agradecen a todas las personas que coadyuvaron y participaron en la construcción de los Lineamientos de Política Pública en Ciencias del Deporte como conferenciantes, revisores nacionales e internacionales. También agradecemos los aportes realizados por todos los expertos, en especial a PhD Pedro Jara, las instituciones públicas y al Sistema Nacional del Deporte que participaron en el proceso de revisión e hicieron posible la realización de los Lineamientos.

La respuesta no es el éxito sino el camino para lograrlo No hay un mejor momento en la historia deportiva de Colombia que el actual. Los logros de nuestros atletas a nivel internacional, la cantidad y calidad de los eventos multideportivos que realizamos en el país, la infraestructura recreo deportiva con la que contamos, los avances en las ciencias del deporte, las modernas instalaciones de los laboratorios de control al dopaje y biomédico, la idoneidad y experiencia de nuestro talento humano, entre otros factores, hacen que el mundo nos mire con respeto, admiración y curiosidad por nuestra gestión. Durante los últimos años son varios los países que han venido a preguntarnos cómo trabajar en materia deportiva. Y las respuestas que tenemos para darles son diversas. Coldeportes tiene el privilegio de brindar atención a la población durante toda su vida debido a los programas que impulsa y que van desde el deporte formativo o primera infancia hasta la persona mayor. Todo ese trabajo se traduce en conocimiento. De ahí se desprende la importancia de estos Lineamientos en Ciencias del Deporte. Reconstruir el camino que nos ha llevado a los puestos de vanguardia en el deporte y dejarlo consignado en estas páginas asegura que los procesos que hemos hecho sirven como guía para quienes vienen caminando detrás y también para que la metodología esté al alcance de las diferentes regiones y de los lugares más apartados del territorio. Lo que ustedes leerán a continuación, hoja tras hoja, será como hemos logrado enriquecer nuestro deporte gracias a la ciencia, la tecnología y el respaldo de las estructuras institucionales a través de la inversión y la formulación de políticas públicas que respondan a las necesidades del sector. Bienvenidos a esta publicación. Espero que cuando nos pregunten por el éxito de nuestro deporte la respuesta sea el camino que hemos recorrido para lograrlo.

Ing. ANDRÉS BOTERO PHILLIPSBOURNE Director

¡Equipo de trabajo y trabajo en equipo lo hacen posible! Los Lineamientos de Política Pública en Ciencias del Deporte han sido el producto del trabajo del talento humano calificado y comprometido, que consciente de la necesidad de fortalecer el deporte colombiano, vio en esta estrategia una inmejorable oportunidad de plasmar los procesos y procedimientos que han facilitado y sustentado en gran medida el avance en las ciencias del deporte, lo cual; sin duda, es uno de los pilares de nuestro actual modelo de trabajo para la obtención del resultado y éxito deportivo en el ámbito del rendimiento y alto rendimiento, que hoy nos convierte en potencia deportiva continental y nos proyecta a escalar día a día, a nivel mundial. Esta colección de documentos en las áreas técnica metodológica, medicina, nutrición, fisioterapia, psicología, desarrollo psicosocial y antidopaje, que se complementará próximamente con biomecánica (actualmente en construcción), ha sido posible gracias al apoyo del Gobierno, del respaldo directivo y equipo de trabajo de Coldeportes, entes deportivos, Comités Olímpico y Paralímpico de Colombia, federaciones, universidades y entidades públicas y privadas, del orden nacional y extranjeras; en total, 309 personas con alto nivel de experiencia y experticia (de ellos, 30 extranjeros; en representación de 12 países), quienes sumaron su esfuerzo y conocimiento a este propósito, a través de encuentros nacionales (al menos 2 por cada mesa). Igualmente, se contó con simposios de consenso, con autores y pares académicos nacionales e internacionales; un arduo proceso de redacción, edición, revisión y corrección de estilo y, finalmente, el apoyo en diseño, diagramación, ilustración, fotografía y publicación. A todos ellos, nuestro agradecimiento. Un especial reconocimiento al Ing. Andrés Botero Phillipsbourne, Director y principal promotor e impulsor de las ciencias del deporte, desde Coldeportes, y, por supuesto, de estos lineamientos; quien en todo momento ha visto este producto como una excelente estrategia y herramienta de posicionamiento y liderazgo a nivel internacional. Nuestro anhelo es que estas hojas de ruta o guías, que tienen como propósito fundamental la estandarización en la intervención de nuestro talento deportivo y, además, lograr más eficiencia y efectividad en ese proceso, sean aplicadas en el territorio nacional por aquellos que con su trabajo ayudan a construir ¡un mejor país para todos!

Lic. CARLOS IVÁN BERMEO ANDRADE Director Técnico Posicionamiento y Liderazgo Deportivo

CONTENIDO

Módulo 1 VARIABLES PSICOLÓGICAS RELACIONADAS CON EL RENDIMIENTO DEPORTIVO INTRODUCCIÓN 1. OBJETIVO ................................................................................................................... 25 2. DEFINICIONES ............................................................................................................ 26 3. MARCO DE REFERENCIA ............................................................................................. 28 3.1 Marco conceptual .......................................................................................................28 3.1.1 Antecedentes históricos ....................................................................................28 3.1.2 Definición de la psicología del deporte .............................................................32 3.2. Variables psicológicas .................................................................................................33 3.2.1 Autoconfianza ...................................................................................................33 3.2.2 Proceso y habilidad motivacional .....................................................................35 3.2.3 Procesos y habilidades cognitivas .....................................................................39 3.2.4 Estados y habilidades emocionales ..................................................................43 3.2.5 Habilidades sociales ..........................................................................................46 3.3. Actores influyentes en el desarrollo de las habilidades psicológicas .........................51 3.3.1 Entrenadores .....................................................................................................51 3.3.2 Familia ...............................................................................................................53 3.3.3 Directivos ...........................................................................................................55 4. LINEAMIENTO: ORIENTACIONES METODOLÓGICAS PARA EL DESARROLLO DE LAS VARIABLES PSICOLÓGICAS ............................................................................... 56 4.1 Fortalecimiento de la autoconfianza ..........................................................................57 4.2 Desarrollo de la motivación ........................................................................................58 4.3 Entrenamiento de habilidades y procesos cognitivos ................................................59 4.4 Control de las habilidades emocionales .....................................................................60 4.5 Manejo de las habilidades sociales ............................................................................61 4.6 Recomendaciones para el manejo de las habilidades en atletas paralímpicos ................................................................................................................62

5. CONCLUSIÓN .............................................................................................................. 68 REFERENCIAS ANEXOS

Lista de Figuras Figura 1. Modelo multidimensional de confianza de Vealey, Knight y Pappas ....................35 Figura 2. Pirámide de las necesidades humanas de Maslow ...............................................36 Figura 3. Teoría de la autodeterminación .............................................................................37 Figura 4. Hipótesis de la “U invertida” de Yerkes & Dodson ................................................44 Figura 5. Recomendaciones para el manejo de las habilidades en atletas con discapacidad física ...........................................................................................63 Figura 6. Recomendaciones para el manejo de las habilidades en atletas con discapacidad visual ..........................................................................................64 Figura 7. Recomendaciones para el manejo de las habilidades en atletas con discapacidad auditiva ......................................................................................65 Figura 8. Recomendaciones para el manejo de las habilidades en atletas con parálisis cerebral ..............................................................................................66 Figura 9. Recomendaciones para el manejo de las habilidades en atletas con discapacidad cognitiva ....................................................................................67 Lista de Tablas Tabla 1. Elementos relevantes en el entrenamiento de la imaginación .........................42 Tabla 2. Modelo de cohesión .......................................................................................... 49 Tabla 3. Clasificación de los padres, de acuerdo con su nivel de implicación .................54 Tabla 4. Recomendaciones para el fortalecimiento de la autoconfianza ........................57 Tabla 5. Recomendaciones para el desarrollo de la motivación .....................................59 Tabla 6. Recomendaciones para el entrenamiento de habilidades y procesos cognitivos ........................................................................................... 60 Tabla 7. Recomendaciones para el control de las habilidades emocionales ..................61 Lista de Anexos Anexo 1. Técnica de establecimiento / formulación de metas .............................................74

Módulo 2 ENTRENAMIENTO MENTAL DEL ATLETA INTRODUCCIÓN 1. OBJETIVO .................................................................................................................... 81

2. DEFINICIONES ............................................................................................................. 82 3. MARCO DE REFERENCIA .............................................................................................. 84 3.1 Habilidades, destrezas y técnicas ................................................................................84 3.2 Consideraciones previas a la intervención ..................................................................85 3.3 El entrenamiento mental y su planificación ................................................................87 3.3.1 Objetivos ............................................................................................................88 3.3.2 Filosofía .............................................................................................................89 3.3.3 Principios ...........................................................................................................91 3.3.4 Periodización .....................................................................................................93 3.4 El uso de las tecnologías de la información en el entrenamiento mental ................100 3.5 Aspectos relevantes para el deporte paralímpico .....................................................101 3.6 Marco Normativo ......................................................................................................102 4. LINEAMIENTO EN ENTRENAMIENTO MENTAL DEL ATLETA ........................................ 104 4.1 Establecimiento de los objetivos ...............................................................................104 4.2 Desarrollo de la filosofía del plan de entrenamiento mental ...................................105 4.3 Principios aplicables ..................................................................................................106 4.4 Modelo de entrenamiento mental ............................................................................110 4.5 Modelos de intervención ..........................................................................................111 5. CONCLUSIÓN ............................................................................................................ 113 REFERENCIAS ANEXOS Lista de Figuras Figura 1. Las habilidades mentales para los atletas y entrenadores ......................................88 Figura 2. Estructura jerárquica de filosofía profesional ..........................................................90 Figura 3. Principios relacionados con la persona .................................................................107 Figura 4. Principios relacionados con el plan .......................................................................108 Figura 5. Principios relacionados con la intervención ..........................................................109 Lista de Tablas Tabla 1. Principios de entrenamiento de Samulski ................................................................92 Tabla 2. Principios de entrenamiento de Clavijo, Gracia & Orrego ........................................94 Tabla 3. Modelos de entrenamiento mental ..........................................................................95 Tabla 4. Objetivos de intervención por etapa en el PAIP ........................................................98 Lista de Anexos Anexo 1. Modelos de plan de intervención en psicología del deporte para Colombia.......116

Módulo 3 EVALUACIÓN, TÉCNICAS E INSTRUMENTOS INTRODUCCIÓN 1. OBJETIVO .................................................................................................................. 123 2. DEFINICIONES ........................................................................................................... 124 3. MARCO DE REFERENCIA ........................................................................................... 126 3.1 Generalidades de la medición psicológica ................................................................127 3.2 Evaluación psicológica en el deporte ........................................................................129 3.3 Técnicas e instrumentos de evaluación en psicología del deporte ..........................132 3.3.1 Entrevista .........................................................................................................133 3.3.2 Cuestionarios/inventarios ................................................................................135 3.3.3 Registros de observación .................................................................................136 3.3.4 Registros psicofisiológicos ...............................................................................139 3.3.5 Registros neuropsicológicos .............................................................................142 4. LINEAMIENTO EVALUACIÓN, TÉCNICAS E INSTRUMENTOS ....................................... 144 4.1 El consentimiento informado ....................................................................................145 4.2 Pautas en el diseño de la entrevista ..........................................................................148 4.3 Registros en entrenamiento, competencia y auto registros .....................................148 4.4 Uso de cuestionarios/inventarios en Colombia ........................................................150 4.5 Directrices para el uso de equipos y técnicas de psico y neuro retroalimentación .....................................................................................................151 4.5.1 Equipos y manejo de datos ..............................................................................151 4.5.2 Directrices en evaluación y entrenamiento .....................................................152 4.6 Evaluación psicológica en deporte paralímpico ........................................................153 5. CONCLUSIÓN ............................................................................................................. 155 REFERENCIAS ANEXOS Lista de Tablas Tabla 1. Listado de los cuestionarios más utilizados en psicología del deporte ................131 Tabla 2. Ventajas y desventajas de la entrevista ................................................................133 Tabla 3. Características de los cuestionarios ......................................................................135 Tabla 4. Criterios en la creación de instrumentos de observación ....................................137 Tabla 5. Indicadores de biorretroalimentación más usados en el ámbito deportivo .........................................................................................140 Tabla 6. Objetivos del entrenamiento con Neurorretroalimentación ...............................143

Tabla 7. Lista de chequeo para la elaboración del consentimiento informado en el ejercicio de la psicología en Colombia .......................................147 Tabla 8. Parámetros a tener en cuenta en el manejo de la ficha psico-deportiva .....................................................................................................148 Tabla 9. Recomendaciones propias a tener en cuenta en la evaluación con pruebas escrita y/o sistematizada por discapacidad .....................................153 Tabla 10. Recomendaciones propias a tener en cuenta en la valoración de neurociencias por discapacidad ......................................................................154 Lista de Anexos Anexo 1. Pruebas usadas frecuentemente en deporte ........................................................159 Anexo 2. Modelos de consentimiento informado ................................................................162 Anexo 3. Ficha psico-deportiva .............................................................................................168 Anexo 4. Fichas técnicas de las pruebas adaptadas/creadas y estandarizadas con población deportiva colombiana .......................................170 Anexo 5. Fichas técnicas de las pruebas adaptadas a la población deportiva colombiana ...........................................................................................172 Anexo 6. Protocolo para la elaboración de un perfil de estrés, utilizando diferentes indicadores fisiológicos ........................................................................177

Módulo 1 VARIABLES PSICOLÓGICAS RELACIONADAS CON EL RENDIMIENTO DEPORTIVO

Director:

Carlos Iván Bermeo Andrade, Lic.

Coordinador:

José Fernando Rivera Pérez, Ps

Autor:

José Fernando Rivera Pérez, Ps

Coautores:

Juan Carlos Montoya, Ps; Jairo Andrés Piñeros, Ps

Revisores nacionales:

Fernando Humberto Clavijo, Ps; María Clara Rodríguez, Ps

Revisores internacionales: Jaume Cruz Feliu, PhD Ps (ESP) José Tomas Trujillo S, PhD PS (Mex)

Departamento Administrativo del Deporte, la Recreación, la Actividad Física y el Aprovechamiento del Tiempo Libre



COLDEPORTES



Bogotá, D.C.

2015

INTRODUCCIÓN La psicología del deporte se encarga de aplicar los conceptos de la psicología básica en el contexto de la actividad física y el deporte. El objeto de estudio ha evolucionado, desde la comprensión de factores de psicomotricidad en deporte, los estudios de personalidad del atleta y de las habilidades mentales en el laboratorio, hasta el desarrollo del entrenamiento mental, el cual se ha integrado al entrenamiento y la competencia deportiva.

En Colombia, el avance de la psicologia deportiva se ha dado de manera irregular, desde hace cuatro décadas, liderado inicialmente por Coldeportes y posteriormente con la ayuda de algunas regiones, hoy se cuenta con la participación de profesionales en 12 regionales, el Centro de Ciencias del Deporte de Coldeportes y un programa en postgrado, la especialización en Psicología del Deporte de la Universidad del El Bosque. Sin embargo, su desarrollo se ha dado de manera segmentada y sectorial, sin una línea de trabajo con criterios e instrumentos unificados y un desarrollo que intenta resolver las necesidades propias de cada región. De allí la necesidad de realizar una breve contextualización de la psicología del deporte, a través de su desarrollo histórico, su definición y referencia al marco jurídico de la profesión en Colombia. De igual forma, definir las habilidades psicológicas a tener en cuenta en el rendimiento deportivo, con base en las diferentes teorías en cada uno de los apartados, determinar un modelo de entrenamiento metal y los parámetros de evaluación de las habilidades y programas. En consideración a lo anterior el Departamento Administrativo del Deporte, la Recreación, la Actividad Física y el Aprovechamiento del Tiempo Libre,

Coldeportes, a través de la Dirección de Posicionamiento y Liderazgo Deportivo realizó tres encuentros (Dos en el 2013 y un tercero en el 2014) con psicólogos de diferentes regionales, la academia y la empresa privada y liderados por los psicólogos del Centro de Ciencias del Deporte de Coldeportes, con el apoyo de pares nacionales y revisores internacionales, en los que se trataron aspectos básicos de evaluación e intervención para el atleta en sus diferentes niveles de desarrollo. El objetivo del lineamiento es establecer conceptos, orientar y facilitar el trabajo del área, unificar criterios de intervención bajo el modelo de entrenamiento mental y proponer instrumentos comunes de evaluación, aplicables a los programas de rendimiento y reserva deportiva en el deporte olímpico convencional y paralímpico. Este primer módulo se construye con el fin de dar criterios de intervención en el manejo de las habilidades psicológicas, relacionadas con el rendimiento deportivo, desde el talento y la reserva hasta el alto rendimiento, en los contextos del deporte olímpico convencional, paralímpico y el talento y reserva deportiva y además da recomendaciones sobre su desarrollo.

Cortesía Comité Paralímpico Colombiano

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Módulo 1 VARIABLES PSICOLÓGICAS RELACIONADAS CON EL RENDIMIENTO DEPORTIVO

1. OBJETIVOS •

Revisar y adoptar la definición de psicología del deporte y sus alcances para Colombia.



Especificar las variables relevantes en la preparación psicológica en los contextos del deporte olímpico convencional y deporte paralímpico, desde el talento y la reserva deportiva hasta el deporte de alto rendimiento.



Determinar las orientaciones metodológicas para el desarrollo de las habilidades psicológicas en los contextos del deporte olímpico convencional y deporte paralímpico en el Sistema Nacional del Deporte.

Variables psicológicas relacionadas con el rendimiento deportivo

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Cortesía Comité Olímpico Colombiano

2. DEFINICIONES Atención. Hace referencia a la función como filtro de los estímulos ambientales, decidiendo cuáles son los más relevantes y dándole prioridad al desarrollo de una tarea específica (Pal, 1986). Biorretroalimentación (Biofeedback). Procedimiento en el que, a través del uso de instrumentos especializados, se da información relativa a la variable fisiológica de interés, proporcionada al individuo de forma inmediata, puntual, constante y este pueda modificar sus valores de forma voluntaria, sin precisar la mediación de instrumentos clínicos, mecánicos y/o electrónicos (Agudelo & Vinaccia, 2005). Concentración. Se refiere a la focalización de toda la atención en los aspectos relevantes de una tarea, ignorando o eliminando todo lo demás. Lo específico de la concentración es que se trata de dirigir la totalidad de la atención y no sólo una parte de ella, a la tarea que está ejecutando (González, 1992).

Coldeportes / Psicología

Confianza. Creencia o el grado de certeza que los individuos poseen acerca de su habilidad para tener éxito en cualquier actividad (Weinberg & Gould, 1996). Dimensión cognitivo-perceptual. Conjunto de habilidades que tienen que ver con los procesos ligados a la adquisición, organización, retención y uso del conocimiento. Estas habilidades son muy diversas, se pueden mencionar algunas básicas como la atención, percepción y memoria; así como más complejas, como el razonamiento, producción y comprensión del lenguaje o la solución de problemas (Hernández Mendo, 2005). En el atleta, este proceso viene dado en parte por el entorno y las interpretaciones que realiza del mismo, dando pie a la toma de decisiones en los diferentes momentos del quehacer deportivo. De igual manera, se relaciona con el aprendizaje de las diversas habilidades, logrando codificar, relacionar y almacenar apropiadamente toda la información relevante, favoreciendo de esta manera los procesos cognitivos involucrados (Buceta, 1998).

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Dimensión emocional. Habilidades de reconocimiento de las emociones propias y de otros, como de la manera en la que se experimentan los estados de ánimo y se le asigna un valor afectivo a los objetos y de la forma en la que se afirma lo que se siente (Viadé, 2003). En el contexto del deporte, se debe tener en cuenta que el entrenamiento deportivo involucra aspectos que buscan la estabilidad emocional, cuyo objetivo es la asimilación del conocimiento y sus destrezas; o la desestabilización emocional que puede producir resultados adversos o diversos agentes estresores (Valdés, 1998). Dimensión social. Habilidades que determina al ser humano como un sujeto social y que le permiten identificarse y desarrollarse dentro de un grupo, generando recursos necesarios para interactuar y relacionarse con sus iguales. Cuando estas habilidades son apropiadas, el resultado es una mayor satisfacción personal e interpersonal (Rocha, 2009).

Personalidad. Todas las características constantes o permanentes que hacen que la conducta de una persona difiera de las otras, especialmente en situaciones difíciles (Kalat, 1999, citado por Cox, 2008). De igual manera, se puede definir como “la tendencia de un individuo a comportarse de forma consistente ante diversas situaciones” (Brody & Ehrlichman, 2000). Rasgo psicológico. Determina que las unidades fundamentales de la personalidad (rasgos generales) son estables, perdurables y constantes, independiente de las circunstancias presentadas (Weinberg & Gould,1996). Visualización, ensayo mental, ensayo imaginativo, imaginería. Uso de los sentidos para crear o recrear una experiencia en la mente (Vealey & Greenleaf, 2001).

Emoción. Es la respuesta a un estímulo (real o imaginado) que se caracteriza por la activación fisiológica, cambios en la expresión no verbal y la valoración cognitiva y subjetiva que regula la interacción con el medio ambiente (González, Gil & Martin, 2001). Entrenamiento mental. Conjunto de técnicas de intervención psicológicas que ayudarán al atleta a aumentar sus conocimientos y recursos técnicos para una mejor adaptación y rendimiento deportivo en el momento de la competición (Palmi, 1991). Estado de ánimo. Respuesta psicológica a un estímulo ambiental que de algún modo es transitorio y específico de una situación, que cambia a medida que varían las situaciones (Cox, 2008). Modelo conceptual. Modelos que explican teóricamente el modo en el que diferentes variables interactúan para afectar el rendimiento deportivo (Cox, 2008).

Cortesía Comité Olímpico Colombiano

Motivación. Hace referencia al conjunto de estímulos e incentivos que mueven a una persona a reaccionar y actuar de determinada manera. La palabra motivación siempre cuenta con una connotación positiva, ya que es aquello que genera energía e interés cuando es necesario conseguir algún fin determinado (Pal, 1986).

Variables psicológicas relacionadas con el rendimiento deportivo

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3. MARCO DE REFERENCIA En el rendimiento deportivo el manejo de variables psicológicas es un aspecto fundamental, el cual ha evolucionado históricamente, a la par del quehacer de la psicología del deporte, generando multiplicidad de modelos que intentan definir y predecir el comportamiento del atleta. A continuación, se presenta el desarrollo histórico de la psicología del deporte, su variedad de definiciones y los diferentes modelos que explican cada una de las variables definidas en los encuentros y que son pilar de este lineamiento. Por último, se presenta como las personas que giran en el contexto deportivo, inciden en el desarrollo de las habilidades psicológicas del atleta.

3.1 Marco conceptual Para contextualizar el funcionamiento de la psicología del deporte en Colombia, es necesario entender su desarrollo histórico a nivel internacional y en nuestro medio, al igual que la evolución de su quehacer, que ha enmarcado sus definiciones y objetivos. Como disciplina científica la psicología del deporte ha evolucionado a la par de la psicología general y el desarrollo del deporte y la actividad física, pasando de su estudio académico a métodos y técnicas de aplicación práctica, convirtiéndose, junto a la preparación física, técnica y táctica, en uno de los componentes del entrenamiento moderno. 3.1.1 Antecedentes históricos. La psicología del deporte y la actividad física nace a finales del siglo XIX, como consecuencia de las inquietudes que tenían

Cortesía Coldeportes

Coldeportes / Psicología

algunos entrenadores sobre ciertos comportamientos de los atletas, sobre todo en competencia y la influencia de los procesos psicológicos en el rendimiento deportivo. El desarrollo aplicado de la psicología al deporte se puede resumir en dos grandes etapas: la primera, caracterizada por las investigaciones en velocidad de reacción, personalidad, cohesión y la enseñanza en centros de formación de educadores físicos y la segunda, dada por el reconocimiento y la evolución del área. La primera etapa surge de manera paralela a los inicios propios de la psicología moderna, mostrando los estudios originarios sobre la velocidad de reacción realizados por Wundt en 1879, en Leipzig, Alemania (Serrato, 2005) y los estudios realizados por Triplett en 1898, en la Universidad de Indiana, sobre el efecto de otros participantes en el desempeño de ciclistas (Weinberg & Gould, 1996).

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Dosil (2004) señala que, durante los primeros años, la investigación y el interés se basan en el estudio de rasgos de personalidad, conductas sociales y variables psicomotrices. En la década de los 20, con la creación de los Institutos de Cultura Física, nacen en los centros de investigación los primeros manuales y aparecen los pioneros de la psicología del deporte: C. Puni y A. Rudik, en Rusia; R. W. Schulte y Sniple, con el laboratorio de psicología en Alemania; y en Estados Unidos, C. Griffth, quien en 1925 crea el primer laboratorio de psicología del deporte en Norteamérica, en la Universidad de Illinois (Chicago) y publica dos obras destacables: Psychology of Coaching, 1926 y Psychology of Atlhletics, en 1927. Durante el conflicto y post conflicto de la segunda guerra mundial, el inicio de la guerra fría y los adelantos de la psicología del deporte, la Fuerza Aérea de Estados Unidos financia los estudios en la selección y entrenamiento de pilotos de aviación, iniciando las primeras investigaciones en aprendizaje motor, cuyos resultados fueron transferidos a las destrezas deportivas, destacando en este aspecto, el trabajo de Franklin Henry, que es considerado el padre de la investigación en conducta motriz aplicada a la educación física (Cruz, 1991). En el mismo periodo, en los países de la Europa del Este y la antigua Unión Soviética, se mantiene el legado de Puni y Rudik. La preparación psicológica se enfoca en tres aspectos fundamentales: las necesidades específicas de cada atleta; las demandas psicológicas de cada deporte y de cada competición; y la evaluación del clima de grupo y del rendimiento de equipos deportivos. Se inicia el estudio de las tensiones previas a la competencia y el nivel de activación mediante la evaluación de pruebas psicofisiológicas (cambios de frecuencia cardíaca, de presión sanguínea, de respiración, entre otras) y test psicomotores (coordinación motora, tiempo de reacción, entre otros). En función de los resultados obtenidos, los psicólogos del deporte soviéticos modificaron algunos test psicomotores de laboratorio y elaboraron técnicas de evaluación en situación de campo. En los países de Europa occidental, se realizan estudios sobre el deporte en los centros de investigación de medicina del deporte y en algunas federaciones deportivas (Cruz, 1991). Así mismo, se destaca la creación de las primeras asociaciones de psicología del deporte y se realiza el primer congreso para psicólogos del deporte, en Leningrado, en 1956; sin embargo, no se obtiene aún un reconocimiento del área aplicada (Dosil, 2004).

El primer Congreso Mundial de Psicología del Deporte, celebrado en Roma, en 1965, es reconocido como el evento donde nace de manera oficial la psicología del deporte, a partir de ese momento se crean la Internacional Society of Sport Psychology (ISSP), la North American Society for the Psychology of Sport and Phisical Activity (NASPSPA) y se da el nacimiento de la Federación Europea de Psicología del Deporte y de las Actividades Corporales (FEPSAC), en 1969, cuyo objetivo fue el de agrupar a todos los psicólogos que trabajaban hasta el momento de manera disgregada (Serrato, 2005). En la década de los sesenta, los psicólogos norteamericanos inician la intervención directamente con atletas. Los pioneros fueron Ogilvie y Tutko quienes construyen pruebas y escalas de evaluación para estudiar los rasgos de personalidad de atletas de élite (Cruz, 1991). La evaluación de la personalidad del atleta fue un tema de estudio importante en Alemania, Gran Bretaña y Francia. Sin embargo, en la mitad de la década de los setenta, se cuestiona la relevancia de estos estudios y se completan las medidas de personalidad con medidas fisiológicas y con los resultados de pruebas específicas a la situación deportiva. A partir de la década de los ochenta, la psicología se consolida como disciplina científica en el ámbito del deporte, esta época se caracteriza por un avance en la cantidad de literatura, con más de 100 libros y alrededor de 7.000 artículos en el área, pero, es solo hasta mediados de los 90 que se da énfasis aplicado en el entrenamiento, dejando en un segundo plano el trabajo de laboratorio y consultorio. Otra de las características de este periodo es la incorporación de los psicólogos a los diferentes equipos deportivos, marcando las publicaciones en las intervenciones desde el punto de vista aplicado (Dosil, 2004). Con la profesionalización del deporte, el entrenamiento psicológico se convierte en el tema principal de estudio a nivel mundial, dejando de evaluar la personalidad de los atletas y solucionar sus problemas patológicos, e iniciando la asesoría psicológica a los atletas normales y muy motivados. Esto se ha traducido en una gran proliferación de manuales y libros de divulgación, Vealey en 1988 recopila 29 publicaciones en Estados Unidos entre 1980 y 1988, en las que se describen y enseñan las técnicas psicológicas fundamentales para mejorar el rendimiento en la competición. El rol del psicólogo cambia a tres tareas fundamentales: formación psicológica de

Variables psicológicas relacionadas con el rendimiento deportivo

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los entrenadores, elaboración de programas para atletas jóvenes y elaboración de programas con un enfoque educativo (Cruz, 1992). A partir de la década de los noventa y hasta nuestros días, la psicología del deporte procura llegar al mayor número de contextos y personas relacionadas con la actividad física y el deporte; sin embargo, el énfasis se mantiene en el entrenamiento mental, caracterizado por la incorporación definitiva a los equipos multidisciplinarios que acompañan a los atletas. La intervención se centra en las tareas eminentemente prácticas, marcando la tendencia en el nuevo milenio y la consecución de los objetivos propuestos para esta etapa (Dosil, 2004). El desarrollo de la psicología del deporte en Latinoamérica no ha tenido mucha diferencia respecto al contexto mundial, proviniendo la mayor influencia de Norteamérica y España. Como en el resto del mundo, los orígenes también se encuentran en la medicina y en la educación física (Dosil, 2004). Una de las grandes deficiencias es la investigación y la tradición científica y muestra una marcada tendencia a orientarse a la aplicación práctica, siendo países como Brasil, México, Colombia, Argentina y Cuba los encargados de liderar el desarrollo en la región. En Colombia, la historia de esta disciplina va a tener un desarrollo similar al del resto del mundo, siendo el licenciado en Educación Física, Juan Yovanovich, el primero en hablar de los beneficios de la psicología en el rendimiento deportivo, a comienzos de la década de los 70 (Serrato, 2005).

Cortesía Comité Olímpico Colombiano

Coldeportes / Psicología

Con la vinculación de los psicólogos Esther Granados y Edison Ramos al Instituto Colombiano del Deporte, Coldeportes, en 1973 se realiza el Curso Suramericano de Psicología del Deporte, el cual, según García (2004), oficializó el nacimiento de la psicología del deporte en Colombia. Con la incorporación de María Teresa Velásquez a Coldeportes, se impulsa el desarrollo del área, apoyando su labor con los estudiantes de la Universidad Nacional y el primer laboratorio de psicomotricidad en el país. En este periodo se inicia la formación de estudiantes de Educación Física. Años después, las facultades de psicología se vinculan al desarrollo de la psicología del deporte en Colombia, siendo la Universidad San Buenaventura, en Medellín y las Universidades Nacional y Católica, en Bogotá, las primeras en iniciar la cátedra de Psicología del Deporte y en poner en marcha prácticas profesionales en el área de la psicología aplicada al deporte. En 1979, se realiza el primer aporte académico con la tesis de grado de Hugo Mastrodómenico, atleta y psicólogo de la Universidad Nacional, quien realiza un estudio en el efecto placebo en atletas bogotanos. En la década de los 80, desde Coldeportes, se realizan diferentes eventos organizados en medicina deportiva y ciencias aplicadas, que permiten la divulgación de la psicología del deporte. Simultáneamente, con la colaboración de la Asociación Colombiana de Psicólogos Deportivos (APSIDE) y las Universidades Pedagógica y Nacional, se realizan las primeras (1984) y segundas (1989) jornadas de actualización de Psicología del Deporte, respectivamente, con la participación de los psicólogos, estadounidenses, Robert Singer, en las primeras y Rainer Martens, en las segundas. Las universidades aumentaron el interés en su desarrollo, lo cual se refleja en el número de tesis de grado y practicantes en las instituciones del deporte en Bogotá, Valle y Antioquia. En la década de los años 90, se fortalece la psicología del deporte en el número de profesionales participantes vinculados a los entes regionales, se realizan las III Jornadas de Actualización en Psicología Deportiva y el II Congreso Latinoamericano y del Caribe de Psicología del Deporte y la Actividad Física (Bogotá, 1991) y se inicia la participación de los psicólogos en eventos del ciclo olímpico: Juegos Bolivarianos de 1993, 2001, 2005, 2009; Juegos Suramericanos 2002, 2010, 2014; Juegos Centroamericanos 2002, 2006, 2010, 2014; Juegos Panamericanos 1999, 2003, 2011, 2015 y Juegos Olímpicos 1996, 2000, 2012. A finales de los

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90, la psicología del deporte empieza a ampliar sus límites al campo del ejercicio privado, representando nuevos espacios de intervención en la demanda laboral y oportunidades profesionales, proyectos que han permitido dar cobertura a atletas que anteriormente no podían acceder al entrenamiento mental. Con los inicios de siglo, aumenta el número de regionales con presencia de psicólogos del deporte. Se realizaron seis congresos colombianos e internacionales, con la participación de psicólogos de diferentes países, crece el interés investigativo y académico, se hacen desarrollos técnicos importantes en la elaboración de pruebas psicológicas estandarizadas, con altos índices de confiabilidad y validez estadísticas como el PAR-P1 (Serrato, García & Rivera 2000) y posteriormente el PARP1 R (Serrato, 2009) y el Test de Estados de Ánimo en Atletas de Rendimiento TEAD-R (Moreno & Vigoya, 2005); se conocen las primeras publicaciones de libros de psicología del deporte escritos, de autores como Sandra Yubelly García, en 2004, con Construyendo Psicología del Deporte, Luis Humberto Serrato, en el 2005, con Psicología del Deporte, Historia, Funciones y Contextualización y Diana Vigoya, en el 2009, con Psicología del Golf: estrategias de intervención. Se inicia la adquisición de equipos de biorretroalimentación en Coldeportes y Bogotá. Actualmente, a nivel académico, se tiene presencia en las universidades, como materia de pregrado, en algunos programas de psicología y en la formación profesional de Licenciados en Educación Física y de Profesionales en Ciencias del Deporte, como materia electiva o línea de profundización y en especializaciones en áreas de Medicina del Deporte, Pedagogía para Entrenadores Deportivos, Terapia física y Gerencia en Deporte, entre otros. En 2002, abre sus puertas el programa de especialización en Psicología del Deporte y el Ejercicio, de la Universidad El Bosque (exclusiva para psicólogos), y con ello se empieza a ofrecer al medio profesionales capacitados y certificados; con más de 10 artículos científicos, producto de investigaciones realizadas por esta comunidad académica, lo cual ha implicado una forma importante de darle visibilidad a los psicólogos del deporte colombianos. Desde la creación del Centro de Servicios Biomédicos de Coldeportes (hoy Centro de Ciencias del Deporte), en el Centro de Alto Rendimiento de Bogotá, se cuenta con la presencia de psicólogos, los cuales han tenido la posibilidad de acompañar los eventos de los Ciclos Olímpico y Paralímpico. En general, el desarrollo de la

psicología del deporte en el país ha sido liderado por Coldeportes y por las regionales deportivas de Antioquia, Bogotá y Valle; aunque, en los últimos años, se ha tenido también presencia, de manera permanente, en los entes de deportes de los departamentos de Cundinamarca (desde la década de los 90) y Boyacá (inicios del 2000) y de manera esporádica, en regionales como Meta, Santander, Norte de Santander, Casanare, Bolívar, Tolima, Cauca, Risaralda, Caldas, Cesar, Atlántico Huila y Nariño. La mayoría de estas intervenciones han sido realizadas por psicólogos especialistas; sin embargo, la continuidad del trabajo ha estado condicionada al momento político de la regional, dando poca continuidad a los procesos y en algunos casos, la intervención ha sido realizada por psicólogos con enfoque clínico o laboral, sin tener en cuenta el aspecto deportivo. En Antioquia, la psicología incursiona en el deporte en 1980, cuando fue aceptada la realización de la pre práctica de los estudiantes de psicología, de la Universidad de San Buenaventura, en Coldeportes Antioquia. En 1981, con el apoyo de las Universidades San Buenaventura y de Antioquia y el Convenio Colombo-Alemán, se consolida el área de Psicología en Medicina Deportiva; desde ese momento, se ha contado con psicólogos profesionales, realizando intervención en el área y hoy posee una psicóloga con Maestría en Psicología Deportiva. En Bogotá, el desarrollo de la psicología del deporte se inicia desde finales de la década de los años 70, pero es hacia 1981 que se consolida la presencia de psicólogos en la División de Medicina Deportiva y practicantes de diversas universidades. Con la fusión de la Junta de Deporte de Bogotá y el Instituto Distrital para la Recreación y el Deporte se consolida la presencia de la psicología del deporte (Serrato, 2005). Desde ese instante, se ha tenido presencia permanente y en su mejor momento alcanzó a tener 6 psicólogos, 4 en deporte convencional, un profesional para deporte paralímpico y un encargado del proyecto de especialización deportiva. En la actualidad, cuenta con 4 Psicólogos, así como con un Laboratorio de Psicología Deportiva, con equipos de biorretroalimentación y diversas tecnologías. En Valle, el desarrollo se inicia en 1973, con el licenciado Juan Yovanovich, quien impulsa la actividad con énfasis en el aspecto psicológico, realizando ejercicios de relajación y actividades específicas de motivación con los atletas; sin embargo, es en la década de los 80 que se inicia la participación en el Instituto Departamental de Deportes, Junta de Deportes del Valle, con la vinculación de un psicólogo nombrado institucionalmente en

Variables psicológicas relacionadas con el rendimiento deportivo

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propiedad. Sobre la década del 90, se incorporan al Instituto Departamental de Deporte practicantes de psicología, quienes se vinculan después de manera oficial y acompañan lo procesos de preparación y participación a los Juegos Deportivos Nacionales y eventos especiales como el Mundial de Lucha, Cali, 92 y los I Juegos del Pacífico. Entre tanto, se inicia la cátedra de pregrado en la Escuela Nacional del Deporte. Desde el 2000, se incluye a la psicología deportiva en el Instituto de Deportes del Valle de Cauca (InderValle), aumentando la participación con la contratación de 2 psicólogos, desde allí, se sigue acompañando a los procesos de preparación y participación en eventos nacionales e internacionales. Actualmente, se cuenta con tres profesionales especializados. La historia de la psicología del deporte en el sistema paralímpico en Colombia surge a finales de la década del 90, en donde se realizan los primeros estudios en deporte adaptado y se da más énfasis a la intervención clínica, centrando el trabajo al manejo del duelo, a su discapacidad y a la adaptación progresiva del atleta, como medio de adaptación social. En el 2001, con la creación oficial del Comité Paralímpico Colombiano, se da inicio al proceso de intervención con dos psicólogos, dando apoyo a la Federación de Deportes en Silla de Ruedas, Limitados Físicos y la Federación de Deportes de Limitación Visual en tres niveles: atletas, entrenadores y personal administrativo. Durante el ciclo paralímpico 2000-2004, se implementaron planes de intervención con las diferentes Selecciones Colombia Paralímpicas, acompañando los Juegos Parapanamericanos de Mar del Plata 2003, los I Juegos Paralímpicos Nacionales de Bogotá 2004. Durante los años 2004 y 2008 se inicia un proceso de entrenamiento psicológico individualizado con atletas, que tienen proyección a asistir a los diferentes eventos de ciclo paralímpico, incluyendo los participantes en los Juegos Paralímpicos de Beijing 2008. Desde 2008, se tiene a un psicólogo del deporte encargado de selecciones paranacionales, que estructura el plan de trabajo e intervención con atletas, entrenadores, directivos, metodólogos de cada deporte y/o discapacidad y personal de apoyo a nivel juvenil y mayores. Este realiza acompañamiento a los eventos del ciclo paralímpico: Juegos Parapanamericanos Juveniles Bogotá 2009, Juegos Parapanamericanos Guadalajara 2011, Juegos Paralímpicos Londres 2012, Juegos Suramericanos Santiago 2014 y Parapanamericanos Toronto 2015.

Coldeportes / Psicología

Como ya se expuso, el desarrollo en otras regionales ha sido intermitente y se ha centrado principalmente en la participación de las regionales en los Juegos Deportivos Nacionales, que se celebran cada 4 años. Algunos proyectos privados han colaborado en el desarrollo, realizando intervenciones de manera particular con determinados atletas de élite, a nivel de federaciones, ligas y clubes; sin embargo, en muchos de estos escenarios el desarrollo también se ha dado intermitentemente y sólo en pocos deportes, como los son: tenis, fútbol, bolo, squash, ciclismo, bicicross y golf, entre otros. En la actualidad, en el país se cuenta con psicología del deporte en 15 entes regionales, con psicólogos que realizan la intervención a atletas paralímpicos y convencionales. 3.1.2 Definición de la psicología del deporte. La psicología del deporte ha tenido diferentes definiciones que han venido evolucionando a la par de su desarrollo. Dichas definiciones fueron cambiando a partir de estudios como el aprendizaje, la personalidad, el rendimiento deportivo o el análisis de las variables que afectan a la práctica de cualquier tipo de actividad física. Otro aspecto que ha evolucionado en el desarrollo histórico ha sido la población objeto, donde se pasó del estudio exclusivo del atleta al estudio de todas las personas que se involucran en el proceso. En la bibliografía se encuentran pluralidad de definiciones, sin embargo, estas se centran en los aspectos anteriormente descritos. Para Thomas (1981), la psicología del deporte es la disciplina científica que investiga las causas y los efectos de los procesos y fenómenos psíquicos que tienen lugar en el ser humano, antes, durante y después de una actividad deportiva. Weinberg & Gould (1996), amplían el espectro de estudio a los diferentes actores que intervienen en los contextos deportivos: “La psicología del deporte y el ejercicio físico comprende el estudio científico de las personas y sus conductas en el contexto deportivo de las actividades físicas y la aplicación práctica de dicho conocimiento” Otro matiz lo establece Dosil (2004), el cual la define “como la ciencia que estudia el comportamiento humano en el contexto de la actividad física y del deporte y como disciplina de las ciencias de la actividad física y del deporte guarda relación estrecha con todas las que conforman dicho ámbito, aportando los conocimientos psicológicos y de esta manera, completando y enriqueciendo las aportaciones propias de otras ciencias, como la medicina, la sociología (…)”.

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Cortesía Comité Paralímpico Colombiano

Para Cox (2007), “la psicología del deporte es una ciencia que aplica los principios de la psicología en el ámbito del deporte o la actividad física. Generalmente estos principios se implementan para generar el rendimiento”. Este autor también plantea que “la psicología del deporte y la actividad física es el estudio del efecto de los factores psicológicos y emocionales sobre el rendimiento deportivo y del efecto de la participación en un deporte o de la práctica de actividad física sobre los factores psíquicos y emocionales”. Para la Asociación de Psicología Americana, la psicología del deporte es el estudio científico de los factores psicológicos que están asociados con la participación y rendimiento en el deporte, el ejercicio y otros tipos de actividad física (American Psycological Association, 2010). Para los objetivos de este documento, la definición de psicología del deporte que se adopta, aplica para el contexto del deporte olímpico convencional y paralímpico, desde el talento, reserva deportiva y alto rendimiento, así: La psicología del deporte es la ciencia que estudia las variables psicológicas que intervienen en el rendimiento deportivo, su desarrollo y la influencia de las personas que interactúan con el atleta.

3.2 Variables psicológicas Para entender la dinámica de la psicología del deporte es necesario reconocer la evolución histórica de sus

conceptos y aplicaciones, los cuales en la actualidad se centran en el entrenamiento de habilidades mentales en el contexto del entrenamiento deportivo. Definir dichas habilidades psicológicas facilita el desarrollo de las mismas, así como su entrenamiento hasta convertirlas en destrezas. Es importante establecer que para definir las habilidades existen múltiples modelos teóricos, al igual que métodos para entrenarlas, que exigen su adaptación a la modalidad, género, edad y condición deportiva. En este módulo se presentarán los enfoques acordados en el desarrollo de las mesas de trabajo, que se realizaron en el primer encuentro. 3.2.1 Autoconfianza. Tradicionalmente la autoconfianza se la ha concebido como la percepción que posee el atleta de sus habilidades, las posibilidades de alcanzar el éxito, la evaluación de las dificultades a superar, los recursos propios y la definición de las estrategias, que le permite establecer una expectativa realista para alcanzar un determinado objetivo. El concepto de autoconfianza es quizá uno de los más investigados y que más ha evolucionado con el desarrollo de la psicología del deporte. Para Martens (1987), “el aspecto más importante de la auto confianza no es pensar que los atletas crean ciegamente que van a ganar o que jamás cometerán

Variables psicológicas relacionadas con el rendimiento deportivo

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errores, sino que tengan la convicción, objetivamente apoyada, que poseen los recursos suficientes para vencer y superar los errores que inevitablemente van a cometer”. La autoconfianza es definida por Weinberg & Gould (1996), como “la creencia de poder realizar satisfactoriamente una conducta deseada”, para estos autores, este factor distingue particularmente a los atletas de élite de los de menor rendimiento, ya que resulta fundamental para vencer el miedo a situaciones desventajosas, rendir adecuadamente, perfeccionar y/o adquirir las destrezas necesarias, esforzarse intensamente y fijar metas más altas. En suma, la autoconfianza permite activar emociones positivas, facilitar la concentración, perseverar en los objetivos, aumentar el esfuerzo, mejorar las estrategias durante la competencia e incrementar el ímpetu psicológico. Feltz (1995), determinó que la confianza está determinada por la autoeficacia y la define como las creencias o juicios que una persona hace sobre sus capacidades para desempeñarse en algo, siendo un mecanismo cognitivo que media entre la motivación de las personas, los patrones de pensamiento y la conducta. Estas creencias pueden variar a lo largo de tres dimensiones: magnitud, que es el nivel de ejecución esperado por la persona frente a diferentes niveles de dificultad; fuerza o grado de certeza con el que la persona cree poder lograr esos diferentes niveles de ejecución; y generalidad, definida como el dominio de funcionamiento en los que la persona juzga su eficacia y la posibilidad de transferirlo a otros dominios (Feltz, Short & Sullivan, 2008). En esta teoría la confianza del atleta se determinará por las experiencias de ejecución, el esfuerzo, la experticia y la eficacia física (fuerza, resistencia, entre otros) que llevan a desarrollar patrones de conducta (persistencia, inversión de tiempo y esfuerzo) y pensamiento adecuados (interés, compromiso, planificación de metas, atribuciones) (Eccles & Wigfield, 2002). Buceta (1998), propone que “el deportista con autoconfianza, conoce sus posibilidades reales y sabe cuáles son las conductas propias que debe emplear para que estas posibilidades existan, al igual que las dificultades que podrían impedirle conseguir el objetivo deseado y las conductas que podría utilizar para neutralizar tales dificultades”, sin embargo, aclara que el desarrollo y construcción de la mismas, está mediado por otras habilidades psicológicas (por ejemplo: la motivación, el control cognitivo y emocional), los estilos de comunicación del entrenador y algunos factores ambientales y de competencia que afectaran la percepción de la misma en el deportista.

Coldeportes / Psicología

Para definir la autoconfianza Bandura (1986 & 1997), propone la teoría de autoeficacia donde se funden los conceptos de expectativa y confianza, definiéndola como: “una forma de autoconfianza específica de la situación”. Este modelo describe la autoconfianza como “el grado de creencias acerca de la propia capacidad para organizar e implementar acciones necesarias para lograr determinada ejecución en tareas específicas” y establece que un buen desempeño puede ser predecible si se tienen fuentes de información sobre la eficacia, que suelen ser de gran calidad en el deporte de alto rendimiento. La autoeficacia involucra el proceso cognitivo de percepción que una persona tiene de su propia capacidad para realizar satisfactoriamente una tarea, es en realidad una forma de autoconfianza específica de la situación. Vealey (2007), redefine esta teoría y definió la autoeficacia como “la creencia o el grado de certeza que los individuos poseen acerca de su habilidad para tener éxito en el deporte”. En su modelo especificó tres variables para predecir el nivel de autoconfianza de un atleta: el rasgo personal, definido como la creencia o grado de certeza que los individuos poseen usualmente acerca de sus habilidades para tener éxito en el deporte; el estado de la confianza, creencia o el grado de certeza que los individuos poseen en una situación particular sobre su habilidades para tener éxito en el deporte; y la orientación competitiva, que se refiere a un análisis sobre si el atleta se orienta preferentemente a los resultados o a la ejecución (Cox, 2008). Tanto el rasgo como la orientación competitiva interactúan con la situación objetiva del atleta para producir la autoconfianza estado. Esta situación dará lugar a unas determinadas respuestas conductuales, produciendo unos determinados resultados en función de la misma. Basado en esta teoría Valey, Knight Pappas desarrollan el modelo multidimensional de confianza en deporte (MMCD) (Cox, 2008), en el que se establecen tres fuentes de confianza deportiva: logros (dominio y demostración de destrezas), autorregulación (preparación física y mental, auto representación física) y clima social (apoyo social, liderazgo, aprendizaje vicario, entre otros); la relación de estas influirá sobre tres tipos de confianza deportiva: eficiencia cognitiva (toma de decisiones, dominio de pensamiento, entre otras), destreza y entrenamiento deportivo (ejecución y entrenamiento de la técnica deportiva) y resiliencia (superación de los obstáculos, contratiempos y corrección de acciones después de errores). A su vez, la construcción de la confianza recibirá influencias de las características demográficas del atleta

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y la cultura del medio organizacional, que determinarán los sentimientos, conductas y estrategias cognitivas, determinando el control que se tiene de los factores

externos, la percepción de las habilidades físicas y en consecuencia, del resultado deportivo (figura 1).

Otros factores relacionados

Características personales

Rendimiento Características Socio demográficas y culturales

Habilidades y destrezas

Figura 1. Modelo multidimensional de confianza de Vealey, Knight y Pappas Fuente: Adaptado de Cox, (2008)

A partir de la interacción de estas fuentes se establece el éxito o fracaso de la conducta, mostrando que las personas con mayor confianza son aquellas que tienen mayor constancia, trabajan con disciplina y perseverancia y son capaces de transferir a otras situaciones, los logros alcanzados en momentos específicos o los fracasos obtenidos en determinado momento, anticipándose a situaciones similares en el futuro (Cox, 2008). Para finalizar, se ha mostrado que los grupos que presentan alta autoeficacia colectiva tienden a obtener un rendimiento superior que los que muestran una baja, siendo necesario en el caso de los deportes de conjunto desarrollar la autoeficacia individual como la sensación de autoeficacia dentro del equipo (Cox, 2008). 3.2.2 Proceso y habilidad motivacional. Esta habilidad es de gran trascendencia en el desarrollo del atleta, ya que define el proceso de desarrollo de los motivos de participación, la disciplina y compromiso en

el entrenamiento, la manera de enfrentar la competencia y de asumir la derrota o la victoria, al igual que afecta el desarrollo de otras habilidades y destrezas como la autoconfianza, el control cognitivo y emocional. Históricamente, uno de los modelos más aceptados es el de las necesidades humanas de Maslow (1991), el cual establece una jerarquía piramidal de cinco niveles de necesidades (Figura 2), que van desde las fisiológicas que se relacionan con el ser humano como ser biológico, donde las necesidades son consideradas de orden vital (respirar, comer, dormir, descansar, sexo, entre otras); sobre ella se encuentra la necesidad de seguridad, donde se vinculan la necesidad de sentirse seguro, con respaldo, sin peligro y en orden. En el nivel intermedio figuran las necesidades sociales que permiten el relacionarse en armonía con en el entorno, ser integrante de un grupo, pertenecer a una familia y establecer una relación afectiva.

Variables psicológicas relacionadas con el rendimiento deportivo

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AUTO REALIZACIÓN

AUTO ESTIMA SOCIALES

S E G U R I DA D F I S I O L Ó G I CA S

Figura 2. Pirámide de las necesidades humanas de Maslow Fuente: Adaptado de Maslow, (1991)

Un nivel más arriba se halla la necesidad de autoestima, donde el individuo busca sentirse digno, respetado, con prestigio y poder. Por último, se encuentra la autorrealización o necesidad de crecimiento que evidencia la superación máxima, la realización de aprovechar todo el potencial propio y los constructos precisos de autocontrol (dominio, autonomía e independencia). Maslow (1991), establece que los individuos en cualquier actividad, buscan la autorrealización, para lo cual buscarán satisfacer cada uno de los niveles, hasta llegar a este último.

orientación, adhesión o abandono de la actividad deportiva; esta determinará la dirección e intensidad del esfuerzo, la regulación de las metas y la persistencia de los comportamientos. La motivación suele estar definida por la asociación cognitiva y afectiva que las personas hacen de la situación: si es positiva, mayor motivación; si es negativa, menor motivación; si es neutra, dependerá de la influencia del entorno y de sus convicciones en función de una serie de factores que pueden ser individuales, sociales, ambientales y culturales.

Para Weinberg & Gould (1996), la motivación se desarrolla en dos dimensiones del esfuerzo: dirección e intensidad, en donde la primera se entiende como la disposición de la persona con respecto a una situación (atracción, aproximación, evitación) y la segunda hace referencia a la cantidad de esfuerzo que se está dispuesto a dar ante una situación o actividad específica. Para estos autores dichos conceptos se relacionan permanentemente, llevando al individuo a establecer acciones por alcanzar un objetivo. Años más tarde, Atkinson, (citado por Balague, 1990) incluye una nueva dimensión al modelo: la persistencia, como la actitud subyacente y profunda que mantiene la búsqueda y el esfuerzo a lo largo del tiempo, sin ésta el logro de la misma no sería posible.

La motivación de logro es uno de los modelos más aceptados en el deporte, el cual define la motivación como “la tendencia a conseguir una buena ejecución” (Garrido, citado por Manassero & Vázquez, 1998), en términos prácticos “es la orientación de una persona a luchar por el éxito en una disciplina, persistir a pesar de los fracasos y estar orgullosa de sus éxitos” (Gill, 2000).

Dosil, (2004), define la motivación en deporte como la energía que el individuo moviliza hacia la realización,

Coldeportes / Psicología

En este modelo la motivación dependerá de diferentes factores: •

Personalidad, la cual determina el valor del éxito o el fracaso.



Expectativa del resultado, enmarcado por la percepción de la probabilidad de éxito/ fracaso y el valor subjetivo concedido a la misma.

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Valoraciones causales (tanto como antecedentes como consecuentes), que determinan las expectativas y valores de la situación.



Fortaleza del individuo, definidos por el autoconcepto y autoestima, entre otros.

Nicholls, (citado por Cecchini, Gónzalez, López & Brustad, 2005), redefine esta teoría y establece que la meta principal del individuo es demostrar habilidad, existiendo dos orientaciones de la misma. En primer lugar, la orientación hacia la tarea, donde la habilidad y la percepción subjetiva de éxito se incorpora a través de la mejora personal, el aprendizaje de algo nuevo o desafiante y el esfuerzo constante (auto referencia). En segundo lugar, la orientación hacia el ego, que utiliza criterios normativos o comparativos y sentimientos de competencia derivados de la demostración de una habilidad superior a la de otros. La relación de las orientaciones antes descritas definirán el clima motivacional, entendido como el conjunto de señales percibidas en el entorno, que determinan el éxito o fracaso, que fijan la motivación a la tarea-clima de maestría o motivación al ego-clima competitivo, diferenciándose en función del criterio de éxito establecido. (Moreno, Cervelló & González-Cutre, 2006). Otros modelos establecen que el comportamiento será definido de acuerdo al origen de la motivación en dos extremos: intrínseco o extrínseco. La motivación intrínseca no es más que la “inclinación natural hacia la asimilación, el alcanzar dominio, el interés espontáneo y la exploración que son tan esenciales para el desarrollo cognitivo y social que representan una fuente principal de disfrute y vitalidad a través de toda la vida” (Deci & Ryan, 2002).

De otro lado, la motivación extrínseca es aquella que impulsa a desarrollar actividades por recompensas externas, evitar castigos, demandas sociales o necesidades (Ryan & Deci, 2010); es así como en el desarrollo del modelo, ambas motivaciones pasan de ser opuestas a coexistir, buscando el equilibrio y contextualización apropiada de las dos, dentro de un contexto y momento determinado. La teoría de la autodeterminación de Deci & Ryan (2002) analiza el grado en que las conductas humanas son volitivas o auto determinadas, es decir, el grado en que las personas realizan sus acciones al nivel más alto de reflexión y se comprometen con las acciones relacionadas con su elección; asimismo, se debe entender como el grado dentro de un continuo, en que las personas realizan sus acciones de forma voluntaria, por propia elección. (Moreno, et al., 2006). Este continuó inicia con la conducta no autodeterminada, la amotivación; pasando por las conductas con baja autorregulación, motivación extrínseca; y terminando por la forma más autodeterminada, motivación intrínseca (Figura 3). La amotivación se produce cuando el individuo no percibe ningún vínculo entre sus acciones y la respuesta que podría obtener del medio ambiente, se reconoce por la falta intención de actuar, ocasionado generalmente la falta de eficacia y el control de la situación (Alonso, Sánchez & García, 2011) (Moreno, et al., 2006). Ejemplo de ello, son los atletas que se encuentran amotivados, los cuales practican sin propósito, experimentan efectos negativos como apatía, incompetencia y depresión y no buscan objetivos afectivos, sociales, ni materiales (Vallerand & Rousseau, 2001).

Autodeterminación

No Autodeterminada Tipo de Motivación

Amotivación

Tipo de Regulación

Sin regulación

Motivación Extrinseca Regulación externa

Regulación introyectada

Motivación Intrinseca Regulación identificada

Hacia el conocimiento

Hacia la ejecución

Hacia la Estimulación

Figura 3. Teoría de la autodeterminación Fuente: Adaptado de Deci & Ryan, (2002)

Variables psicológicas relacionadas con el rendimiento deportivo

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Cortesía Coldeportes

La motivación extrínseca proviene de fuentes externas como presiones, premios o recompensas, que evolucionan de menor a mayor nivel de autodeterminación y hacen referencia al compromiso en una actividad (Alonso, et al., 2011). Esta incluye tres tipos de regulación: • Regulación externa la conducta busca obtener una recompensa o evitar un castigo, ninguna de estas conductas lleva autodeterminación o percepción de tener control personal (Cox, 2008). • Regulación introyectada, donde las conductas están asociadas con expectativas de auto aprobación y sensaciones de causalidad, tales como la necesidad de conseguir la aprobación del entrenador, aunque la internalización es parcial, existe un mayor grado de autodeterminación. (aceptación de los motivos externos como propios, hasta ser parte del individuo y desarrollar la competencia percibida). • Regulación identificada, caracterizada por tener motivos extrínsecos altamente internalizados, al punto que la conducta es valorada por el individuo como propia, realizándola libremente a pesar de percibirla poco interesante, en ella, existe un alto grado de autodeterminación (el jugador de fútbol que entrena la fuerza, para mejorar su efectividad de pateo) (Cox, 2008). La motivación intrínseca se asocia a mayores niveles de autodeterminación e implica el compromiso

Coldeportes / Psicología

en una actividad por el placer que se obtiene al realizarla, sin recibir una gratificación externa directa (Alonso, et al., 2011). Los individuos intrínsecamente motivados se involucran en actividades de su interés y se comprometen en su realización, con pleno control personal (Cox, 2008). Un aspecto importante de la conducta intrínsecamente motivada es que el interés por la actividad y las necesidades de competencia y autorrealización subsisten, incluso después de haberse alcanzado la meta. En el modelo de Deci y Ryan, se plantean tres tipos de motivación intrínseca: • Por el conocimiento, en donde el sujeto se compromete en una actividad por aprender o perfeccionar un gesto. • Por la ejecución (el logro), donde el sujeto se compromete por el disfrute, el aprender cosas nuevas, alcanzar objetivos personales. • Por la estimulación, en la que el sujeto se compromete en experimentar sensaciones asociadas al dominio de la tarea o control de la actividad. La motivación se autodetermina con el grado de satisfacción de tres necesidades psicológicas: autonomía, necesidad de competencia y las relaciones sociales (Deci & Ryan, 2002). La autonomía se entiende como la percepción que tienen las personas de la responsabilidad de sus actos, la capacidad para tomar decisiones y la libertad para actuar. La necesidad de competencia implica sentirse eficiente al realizar actividades en el entorno que le rodea y la necesidad de relaciones sociales refleja el deseo de sentirse unido y aceptado por los otros (Luckwü, 2011). Las personas

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muestran una mayor motivación intrínseca si perciben cierta libertad de actuación y decisión, son eficaces en las actividades que desempeñan y poseen una buena relación con la gente que les rodea, mientras que si se frustran, es más probable que el individuo esté motivado extrínsecamente o amotivado. 3.2.3 Procesos y habilidades cognitivas. La definición de las habilidades cognitivas presenta una gran complejidad, por la diversidad de perspectivas y acercamientos realizados al tema; los fenómenos que están asociados con la adquisición de las habilidades motoras, tales como la capacidad de atención, el control de los pensamientos, la capacidad de manejar las imágenes, al igual que la forma de la adquisición de dichas habilidades. A continuación se realiza una revisión teórica de los procesos cognitivos más relevantes en el deporte.

marcha mecanismos psicofisiológicos pertinentes para la misma, lo que optimizará el rendimiento deportivo. Sí existen distracciones, aunque sean parciales, se pondrán en marcha las correspondientes respuestas positivas o la respuesta de los errores. Para García (2004) el proceso atencional presenta cuatro características fundamentales: • Amplitud, definida como la cantidad de información que se puede atender al mismo tiempo y el número de tareas que se pueden realizar simultáneamente: • Intensidad, que se refleja en la cantidad de atención que el atleta presenta a un estímulo, tarea y se relaciona con el nivel de vigilia y alerta de un individuo (activación).

a. Atención. es el proceso, voluntario e involuntario, en el que determinados contenidos constituyen el centro de su vida consciente. Abernethy, Maxwell, Masters, Kamp & Jackson (2007), la definen como la toma de posesión consciente de un estímulo, en forma clara y vívida, eliminando otras informaciones que se perciben simultáneamente. La focalización y la concentración son su esencia e implican el bloqueo de algunos pensamientos, para manejar eficazmente otros.

• Oscilamiento, entendido como el cambio continuo ocasionado por procesar dos o más fuentes de información o llevar a cabo dos tareas de manera alternada.

En la atención se distinguen dos factores opuestos e inversamente proporcionales: la concentración, definida como la intensidad o el mantenimiento prolongado de la capacidad psicológica con la que se atiende; y la distribución, entendida como la extensión del campo de atención. Simultáneamente se pueden percibir pocos contenidos (máximo seis), en circunstancias normales y siempre que sean de diversos tipos, que no sean excluyentes entre sí y que la percepción de alguno de ellos no sea tan intensa que polarice la atención (Pal, 1986).

Easterbrook en 1959 (citado por González, 1996) descubrió que existe una relación evidente entre el nivel de activación y grado de atención. El aumento de la activación por estrés, la preocupación por los fallos cometidos o el cansancio, hacen que la atención se desplace desde el exterior hacia los estímulos internos de la persona, con una influencia negativa en el rendimiento deportivo (Schmid & Peper, 1993; Travlos & Marisi, 1995; citados por Estévez-González, et al., 1997).

La concentración es un medio de atención selectiva, mediante el cual se determina la información que se quiere procesar en el momento. Wood en 1949, (citado por Estévez-González, García-Sánchez & Junqué, 1997) definió la concentración como la focalización de toda la atención en los aspectos relevantes de una tarea, ignorando o eliminando todo lo demás. Lo específico de la concentración es que se trata de dirigir la totalidad de la atención a la tarea puntual, permitiendo poner en

• Control, producto de poner en marcha y desplegar eficientemente mecanismos de funcionamiento de la atención, relacionados con las demandas del ambiente.

b. Percepción. El movimiento está estrechamente ligado a la percepción sensorial, normalmente el atleta analiza la información de la estimulación sensorial, decide qué respuesta debe emitir y finalmente, organiza el sistema motor para producir el movimiento deseado. (Warren, Young & Lee, 1986; Arbib, 1987; Kay, Kelso, Saltzman & Schöner, 1987; Warren, 1988; Kelso, Del Colle & Schoner, 1990). En este proceso no sólo se tiene en cuenta el gesto deportivo, sino también la información de los estímulos del medio ambiente en el que se lleva a cabo la acción, obtenida por los diferentes sistemas perceptivos.

Variables psicológicas relacionadas con el rendimiento deportivo

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Cortesía Comité Olímpico Colombiano

La percepción, en cada uno de sus factores, es un proceso estudiado por la psicología general; sin embargo, en deporte se ha hecho énfasis en la percepción visual, definiéndola como la capacidad de identificar, discriminar e interpretar adecuada y oportunamente estímulos relevantes para la ejecución de las tareas deportivas (Rodríguez, Escobar & Rodríguez, 2013). Estas se relacionan con estrategias de búsqueda visual, en las que el atleta por medio de instrucciones específicas, la práctica y la experiencia, crea estructuras de conocimiento que se almacenan en la memoria y/o en las redes neuronales, permitiendo atender, reconocer, analizar e interpretar la información visual más eficazmente (Williams, 2007). Mohamed El-Araby en 1999 (citado por Ahmed & Shosha, 2010), señaló que existen diferencias en la percepción del movimiento entre los diferentes deportes y categorías y establece que están relacionadas con los momentos clave a los que se enfrenta el atleta durante la competición deportiva. La habilidad visual y de observación tiene un papel activo en la ejecución del movimiento y se relaciona con múltiples gestos deportivos, por lo que es vital hacer entrenamiento visual, debido a su importante papel a la hora de realizar correctamente un movimiento (Fouad & Ziad, 2005).

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Las habilidades perceptivas y específicamente, la destreza viso-espacial determinan la capacidad del atleta para prestar atención a los elementos específicos del deporte y codificar la escena de juego en patrones más significativos (Abernethy, 1990; Nougier & Rossi, 1999; Williams, Davids & Williams, 1999), los jugadores con mayor destreza visual pueden incorporar mayores informaciones en su plan táctico (Williams, et al., 1999). La destreza para percibir los actos visuales puede ser definida como el procesamiento, de forma selectiva, de un pequeño subconjunto de las sensaciones visuales. (Mack & Rock, 1998; Scholl, Clifford & Simons, 2005). La capacidad de concentración selectiva es fundamental para nuestra capacidad de percibir y actuar en el entorno. Si la atención se interrumpe con demasiada facilidad, las personas tienen dificultades para cumplir con sus tareas; si la atención selectiva es demasiado eficaz, no se tendrán en cuenta eventos poco importantes, los que no pasarán a un estado consciente, dando lugar a ceguera por falta de atención para eventos inesperados (Mack & Rock, 1998; Simons & Chabris, 1999). La habilidad cognitivo-perceptual hace referencia a la capacidad para identificar la información del ambiente, integrarla con el conocimiento existente y a partir de allí,

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seleccionar y ejecutar las respuestas que se consideren apropiadas (Marteniuk, 1976, Citado por Rodríguez & Galán, 2007). Un atleta debe seleccionar la información vital y pertinente para la tarea, identificando las áreas más relevantes en información, dirigiendo su atención apropiadamente y extrayendo el significado de estas zonas de manera eficiente y eficaz (Williams, et al., 1999). Para entender las situaciones de juego y poner en práctica una respuesta apropiada, los atletas deben procesar una gran cantidad de información visual (Nicoletti, 1992) y extraer de ellos los recursos más significativos, tan rápidamente como sea posible para anticipar las acciones del oponente (Shim, Chow, Carlton & Chae, 2005). Una de las tareas que permiten la percepción visual es la anticipación, en la que el atleta predice las intenciones de su antagonista de manera más eficiente, basado en información parcial o señales del entorno y puede recoger de forma más consistente la información esencial mínima (por ejemplo, el movimiento relativo) necesaria para la anticipación exitosa (Abernety, Russell, 1987; Jones & Miles, 1978; Williams & Burwitz, 1993, citados por Williams & Ward, 2003). c. Imaginación. Esta habilidad es una de las más utilizadas en el deporte, para aprender o mejorar destrezas físicas, practicar estrategias de ataque y defensa, mejorar el control de variables fisiológicas y psicológicas, optimizar el control de las emociones y apoyar el proceso de rehabilitación. El concepto de práctica imaginada, imaginería, imaginación o practica mental, se suele confundir en deporte, para efectos prácticos de este lineamiento se unifican los conceptos en imaginación. White & Ardí en 1998 (citado por Rodríguez & Galán, 2007), definen la imaginación como “una experiencia que imita la realidad, donde se puede ver una imagen, sentir los movimientos o experimentar sensaciones de olfato, gusto, o auditivas sin estar percibiendo el estímulo real. La imaginación difiere de los sueños, ya que en la primera formamos la imagen cuando estamos despiertos y conscientes”. Sánchez & Lejeune (1999), establecen que la imaginación es una función cognitiva básica, en la que se aborda el concepto de representación, tanto el proceso mental en sí (la actividad), como el producto resultante (la imagen); lo importante de esta representación es hacer

presente algo que está ausente. La imagen resultante tiene como característica preservar en un alto nivel las propiedades estructurales y funcionales del objeto imaginado, estimulando la mayor cantidad de sentidos. Vealey & Greenleaf (2001), definen la imaginación como el uso de todos los sentidos para recrear o crear una experiencia en la mente, en la que se denotan tres particularidades: la primera se basa en la memoria, la cual se experimenta internamente para reconstruir eventos externos en la mente, logrando, por un lado, recrear estos actos para imitar a otros o para retomar y evaluar experiencias propias y crear situaciones nuevas, permitiendo poner parte de las experiencias establecidas en diferentes maneras o formas. La segunda particularidad es que involucra la totalidad de los sentidos, (visual, auditivo, olfativo, gustativo, táctil y kinestésico); y la tercera es que no requiere de un estímulo, puesto que se produce en la mente sin la necesidad de un ambiente externo propicio. Rodríguez & Galán (2007), establecieron los elementos relevantes que un atleta debe tener presente al entrenar la imaginación: control, intensidad, viveza y la capacidad multisensorial (uso de todos los sentidos) (Tabla 1). Dentro de los estudios realizados en psicología del deporte, el uso de técnicas más frecuentes para especializar la imaginación son: la práctica mental, la visualización y el entrenamiento ideomotor. La primera se define como la práctica que permite mejorar el rendimiento, utilizando pensamientos donde se ejecuta la destreza técnica o de ver a otra persona realizar este movimiento (Marteniuk, 1976, citado por Rodríguez & Galán, 2007). Cox (2002) y Moran (2004) establecen que para recrear la experiencia mental, se debe lograr alguna de estas tres condiciones: la imagen debe ser multisensorial, creada en ausencia de estímulos externos y que se construye a partir de la información almacenada en la memoria. En la segunda se pueden crear imágenes sin necesidad de utilizar estímulo externo, es decir, sin tener que estar obligatoriamente en el contexto del deporte. Una tercera condición hace referencia a que es producto de la memoria, por lo que el atleta puede escoger dentro de su abanico de experiencias vitales aquellas que son más adecuadas para experimentar. La respuesta ideomotora se puede entender como la estructuración del patrón motor en representaciones del movimiento, que cumplen dos funciones: programación, entendido como el proceso de asimilación y formación de

Variables psicológicas relacionadas con el rendimiento deportivo

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Tabla 1: Elementos relevantes en el entrenamiento de la imaginación. Elemento

Definición

Control

Dominio que un individuo tiene para cambiar y manipular las imágenes y define la efectividad de la actividad.

Intensidad

Determina la claridad, fuerza y definición de cada imagen.

Viveza

Reproducción de cada una de las emociones, sensaciones corporales y cambios que se generan en una situación real.

Capacidad multisensorial

Se obtiene una mayor información de cada situación y de cómo esta se utiliza para desarrollar diversas actividades.

Fuente: Adaptado de Rodríguez & Galán, (2007)

la técnica deportiva de entrenamiento y de regulación, responsable del efecto entrenador, maximizando la exactitud y rapidez de los movimientos a través de la ejecución mental. Esta técnica es muy eficaz para el aprendizaje y perfeccionamiento de gestos con alta dificultad y alto grado de coordinación. Richard Frester (citado por Abraham, 1998), plantea que el entrenamiento ideomotor se aplica: “Como un medio de desarrollo deportivo, complemento del entrenamiento cuando no se posee una amplia variación del mismo, permitiendo el aumento del volumen, sin aumentar la carga física. El entrenamiento ideomotor, también puede generar confianza en el atleta, permitiendo al mismo un mejor control de sus estados emocionales. Con este tipo de entrenamiento se pueden contemplar cuatro tareas: envolver la práctica de aspectos cognitivos, simbólicos y de toma de decisión; la segunda permite al atleta la repetición de posibles acciones y estrategias, estimando los probables resultados en la situación real; la tercera busca generar contracciones musculares diminutas que simulen el movimiento real y por último, mejora la confianza permitiendo el dominio efectivo del estrés y de la ansiedad (Duarte, 2005). d. Memoria de trabajo. Baddeley & Hitch (1974) la definen como el mecanismo cognoscitivo capaz de retener una pequeña cantidad de información que se emplea en las tareas en curso, cuando la persona está activa. Esta definición hace énfasis en que la memoria de trabajo es esencial en el desempeño de muchas tareas y la realización de algunos comportamientos, en sí, se refiere a las estructuras y procesos usados para el almacenamiento temporal de información y a la manipulación de ella en momentos en los que se

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requiere. Miyake & Shah (1999) definen la memoria de trabajo como mecanismos o procesos que intervienen en el control, regulación y mantenimiento activo de información relevante para la tarea al servicio de la cognición compleja, incluyendo tareas novedosas o habituales. Para Kane & Engle (2003), la memoria de trabajo es relevante en el procesamiento eficiente de información por medio del mantenimiento, actualización y recuperación pertinente para el objetivo de estudio o trabajo, ignorando información que no es relevante para la situación actual. Agregan que esta es importante en situaciones de interferencia, en las que se deben asignar recursos de atención a estímulos relevantes y elegir de manera pronta respuestas o estímulos que compitan entre sí o que sean inadecuados y distractores (Baddeley & Hitch, 1974). La memoria de trabajo integra percepciones instantáneas producidas en períodos cortos y las combinan con los recuerdos de experiencias pasadas, siendo necesaria para la realización de actividades cotidianas como conversar, sumar o leer. Esta resulta clave para el análisis y solución de problemas, permitiendo combinar la información que se procesa en el aquí y ahora del entorno, con la almacenada en la memoria a largo plazo (Kandel, 2007). En el ámbito deportivo, permite que los individuos desarrollen una serie de habilidades motoras y cognitivas bajo condiciones de estrés, considerándose un factor predictor de éxito en tareas que requieren habilidades cognitivas de orden superior, en condiciones de estrés extremo, en las que se requiere de comprensión, razonamiento y resolución de problemas (Engle, 2002 y Furley & Memmert, 2010).

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Las investigaciones en la psicología del deporte respecto a la memoria de trabajo recaen en el aprendizaje motor, la ejecución de las habilidades motoras y el área cognoscitiva, desde el mantenimiento de la atención y toma de decisiones, recorriendo diferentes fases en el procedimiento del aprendizaje y demandas cognoscitivas, enfocado a la identificación de variables psicológicas que permiten a un atleta tener un mejor desempeño que otro, especialmente bajo situaciones de presión, propias de la competencia (Hill, Hanton, Matthews, & Scott, 2010). El modelo de principios de la adquisición de habilidades propuesto por Fitts & Posner (1967) citado por Furley & Memmert, 2012), establecen que las personas operan tres fases de aprendizaje, que difieren en su demandas cognitivas. En la fase cognitiva, las habilidades motoras son atendidas paso a paso y con ello, requieren la aplicación del conocimiento declarativo, en consecuencia, de la disponibilidad de memoria de trabajo. Posteriormente, inicia la etapa asociativa, disminuyendo la participación de la memoria de trabajo a medida que comienzan a desarrollarse asociaciones entre estímulos específicos y respuestas de acción adecuadas. En la etapa final, la autónoma, no existe influencia de la memoria trabajo. Este modelo sugiere que el entrenamiento de gestos técnicos sea entrenado, de tal forma, que en su consolidación, el espacio de la memoria de trabajo sea liberado y que este pueda dedicarse a la optimización de procesos cognoscitivos de atención, comprensión, elaboración de estrategias y toma de decisiones (Furley & Memmert, 2012). Schmader & Johns (2003); Schoofs, Preub, & Wolf (2007); Leach & Griffith (2008) y Klein & Boals (2001)(citados por Wilson, Wood & Vine, 2009) encontraron que el estrés reduce la capacidad de la memoria de trabajo, ya que la persona con ansiedad o malestar psicológico dispondrá de algunos de sus recursos mentales para frenar o eliminar pensamientos, sentimientos o sensaciones generadoras de malestar. 3.2.4 Estados y habilidades emocionales. La emoción es el estado generado como respuesta a estímulos (reales o imaginados) que se caracteriza por la activación fisiológica, cambios en la expresión no verbal y valoración cognitiva y subjetiva, que regula la interacción con el medio ambiente. En el rendimiento deportivo, Sherman, citado por (González, Gil & Martin, 2001), demostró una alta correlación entre los resultados obtenidos y las expectativas previas de éxito o fracaso, influenciadas por la capacidad de controlar las emociones en una situación

problemática, cuando es alta, se genera seguridad, de lo contrario, sentimientos de indefensión. La capacidad de direccionar las emociones como facilitadores o no, depende de la percepción del control que tenga el atleta con respecto al afrontamiento y logro de objetivos (Weinberg & Gould, 2011). La conducta emocional y sus consecuencias son producto de la interacción entre la activación autónoma del sistema nervioso central y la valoración cognitiva y su interpretación, donde la primera proporciona la intensidad de la emoción, mientras que la segunda determina la cualidad de la emoción. El control de las emociones y el manejo de sus respuestas, son fundamentales en el logro de resultados, los procesos de aprendizaje, motivación, confianza, memoria, procesamiento cognitivo y respuesta fisiológica, entre otras. Es común asociar las emociones con respuestas negativas, en especial con la influencia de los estados negativos que la ansiedad o el estrés producen en el rendimiento deportivo, Jones, et al. (1994 & 1995) (citados por Weinberg & Gould, 2011) establecieron que la forma de interpretar los síntomas es la que determina la relación entre ansiedad/estrés y rendimiento. Algunos atletas consideran que estos síntomas afectan de manera positiva, permitiendo preparar el cuerpo y facilitar el rendimiento deportivo; mientras que otros, los asumen como un factor negativo y perjudicial, afectando de manera nociva su desempeño. Cattell y Scheieren, en la década de los 60, formularon la Teoría de Ansiedad Estado-Rasgo, en donde la ansiedad rasgo hace referencia a características relativamente estables, siendo una disposición y/o tendencia y la ansiedad estado se define como la respuesta emocional inmediata, modificable en el tiempo, resultado de evaluar el entorno y la situación, que se caracteriza por la combinación de sentimientos de tensión, aprensión, nerviosismo, pensamientos molestos y preocupaciones, acompañados de respuestas fisiológicas (Ries, Castañeda, Campos & Del Castillo, 2012). La teoría multidimensional de la ansiedad clasifica las fuentes de ansiedad en dos tipos; cognitiva, que hace referencia al componente mental, caracterizado por expectativas negativas, la incapacidad y dificultad para mantener la atención. La ansiedad somática se relaciona con el componente fisiológico de la emoción, producto de la relación entre la activación del sistema nervioso autónomo, (aumento de la frecuencia cardiaca, mayor sudoración, entre otros) y un aspecto mediador en el

Variables psicológicas relacionadas con el rendimiento deportivo

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En el campo deportivo, el rendimiento se asocia con las estrategias de afrontamiento del atleta. Lazarus & Folkman (1990), las define como el “conjunto de esfuerzos cognitivos y conductuales, constantemente cambiantes, que se utilizan o desarrollan para manejar las demandas o exigencias específicas (externas e internas), de una situación concreta”, de manera que el atleta pueden utilizar recursos psicológicos que le permiten integrar las respuestas físicas y cognitivas, a través del entrenamiento de múltiples destrezas. En este apartado se describen tres de estas destrezas: activación, el control emocional y la autorregulación emocional. a. Activación. La activación es entendida como la cantidad de energía indicada para una acción o ejecución de una tarea, que va desde el extremo de sueño más profundo al estado de máxima excitación en el otro (Alderman, 1980). Para cada tarea física (que usualmente requiere algún grado de compromiso mental) hay un nivel óptimo de excitación, si este se excede o detrimenta, el resultado de la ejecución será inferior al esperado. La tarea del atleta es mantenerse en el nivel óptimo de activación y de motivación, puesto que si estos son sobre o sub estimulados se pueden interrumpir los patrones de movimiento fino y coordinado. Una de las hipótesis más aceptadas en el deporte es la de la “U invertida (inverted U) de Yerkes & Donson (1980), que establece una relación directa entre el nivel de activación y el rendimiento deportivo, los cuales se incrementan simultáneamente hasta alcanzar un punto óptimo de activación. Una vez superado este punto, el incremento de la activación produce disminución del rendimiento (figura 4). El nivel óptimo de activación difiere en cada persona, producto de la percepción de la dificultad de la tarea, el desarrollo de la habilidad, el nivel competitivo, las características de la competencia, el rival y la experiencia; determinando la forma de afrontar la situación. La activación se manifiesta de diferentes campos: fisiológico, cognitivo o motor. Dentro de los signos fisiológicos de activación se tiene la sudoración de las palmas de las manos, los cambios en la frecuencia cardiaca, diferencias en la frecuencia respiratoria y cambios en el tono muscular, entre otros. En el

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Rendimiento

proceso (autoconfianza), que determinan la reacción individual ante una situación o estímulo (Garcia, 2004).

BAJA



MEDIA



ALTA

Nivel de activación Figura 4. Hipótesis de la “U invertida” de Yerkes & Dodson Fuente: Adaptado de Cox (2008)

componente cognitivo se encuentra la atención, la motivación y la percepción de la confianza. Por último, en el aspecto motor se tienen la respuesta electro dérmica, la tensión muscular, entre otros. Normalmente, coexisten respuestas de activación de distinto tipo (por ejemplo, fisiológicas y cognitivas), dependiendo de los estímulos que intervienen en la situación, predominan unas u otras. Las técnicas de activación pretenden cambiar la respuestas cognitiva o modificar el efecto fisiológico, por eso, su uso es individualizado, dependiendo de la efectividad que uno u otro método tenga en el atleta (Alderman, 1980). Dentro de los equipos deportivos, cada miembro, al ser expuesto a la misma situación de estrés, se activará de manera diferente, gracias a sus experiencias en situaciones similares, su estado emocional y los patrones motivacionales. De igual forma, el nivel de activación de cada miembro afecta el nivel de respuesta del grupo; atletas excitados, activan a los que están a su alrededor, provocando cambios en la frecuencia cardiaca y sobre motivación; o un entrenador que no es capaz de auto controlar sus emociones, causará cambios en sus entrenados. Vanek & Cratty (1970, citado por Cruz 1990) divide el manejo activacional de la pre competencia en cuatro fases primarias: la primera es un período largo que empieza cuando del atleta se da cuenta de que va a participar, puede durar semanas o incluso meses antes de la competencia y se manifiesta con signos

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Cortesía Coldeportes

de nerviosismo, irritabilidad, falta de sueño y cambios fisiológicos indicativos de altos niveles de activación. Una segunda fase, de menor duración, ocurre días u horas previas a la competencia, durante este tiempo, las estrategias del evento que pueden ser útiles (o dañinas) para la activación pueden ser insertadas. En el tercer momento, en los preliminares de la competencia existe la condición de pre arranque, en esta fase los atletas inexpertos tienden a sobre activarse, a caer en un letargo, o a evidenciar signos fisiológicos y psicológicos de estrés. Una última fase se da en la competencia, donde existen condiciones de activación inherente al esfuerzo competitivo, experimentando cambios en el nivel de activación durante la misma. b. Control emocional. Una de las destrezas más estudiadas por la psicología del deporte ha sido el control emocional, el cual busca que los atletas regulen sus emociones en competencia de manera asertiva. La mayoría de estos estudios determinan que el desempeño ideal es el resultado del ajuste que factores emocionales (ansiedad, fatiga, vigor, estrés, entre otros). Al hablar del control emocional se debe tener en cuenta que algunas emociones pueden tener un carácter positivo (por ejemplo: confianza, activación), que facilitan la ejecución deportiva; mientras que otras, un carácter negativo, que ejercen un papel disfuncional en la ejecución y que el atleta asociará este carácter con el resultado final.

Hanin (2000 & 2007) define el control emocional como la capacidad de controlar el conjunto de respuestas emocionales, en función del perfil ideal individual de cada atleta, tanto en intensidad como en impacto percibido (facilitador u obstaculizador). Cada persona tiene una zona específica donde obtiene su mejor ejecución, fuera de dicha zona la ejecución se verá empobrecida. A partir de esta hipótesis, Hanin formuló la zona individual de óptimo funcionamiento (IZOF) que se diferencia de la hipótesis de la U invertida en dos aspectos: el nivel óptimo de ansiedad no siempre se ubica en el punto medio del continuo, sino que varía de un individuo a otro, es decir, ciertos atletas tienen una zona de funcionamiento óptimo en el extremo inferior del continuo, algunos en el medio y otros en extremo superior. La segunda, establece que el nivel óptimo de ansiedad estado no es un punto único, sino que tiene un ancho de banda. Es por ello, que el atleta deberá identificar su zona personal y específica de control emocional. Posteriormente, la autora amplió el concepto de IZOF más allá de la ansiedad, estableciendo una alta correlación con diversas emociones (determinación, agrado, pereza, entre otras) con el rendimiento deportivo, por lo que el atleta necesita niveles individuales óptimos en todas estas emociones (Hanin, 2007). Es crucial identificar los procesos de rendimiento que determinan el nivel

Variables psicológicas relacionadas con el rendimiento deportivo

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de desempeño, ayudando al atleta y su entrenador a identificar individualmente el contenido emocional relevante; relacionar esos sentimientos en contextos de competencia; visualizar estados emocionales (efectos interactivos); validar y revisar perfiles emocionales y extrapolar perfiles emocionales a otras dimensiones o tareas. c. Autoregulación emocional. Se entiende como una interacción triádica entre procesos personales, comportamentales y ambientales, refiriéndose a pensamientos, sentimientos y acciones autogeneradas, que son planeadas y cíclicamente adaptadas, para la consecución de los objetivos personales (Boekaerts, Pintrich & Zeidner, 2005). En términos de acciones y procesos encubiertos, esto determina por qué las personas pueden autoregular en unos contextos y en otros no. El proceso de autorregulación emocional se verá afectado por la evaluación del logro de objetivos, el manejo de la norma y la regla, el monitoreo, el esfuerzo y aumento de la misma, la disminución por agotamiento y la adquisición y conservación de la autorregulación y su relación con la motivación. La evaluación del logro de objetivos será definitiva en este proceso, la cual está determinada por cuatro fuentes de información (Miller, Galanter & Pribram, 1970): •

La valoración del contexto (sensor de entrada).



Las metas proporcionan el valor de referencia.



El comparador, al establecer o no diferencias entre la entrada y el valor de referencia.



La función de salida, quien determina la conducta, pensamiento o respuesta fisiológica a realizarse: si en la comparación no hay diferencia, se continúa con la misma función de salida; si se obtiene discrepancia, habrá cambios en la misma. (Carver & Scheier, 1981).

El manejo de la norma y la regla, son conceptos aprendidos dentro de la cultura o impuestas por el medio (la estructura del deporte), las cuales son aceptadas, en mayor o menor medida, por las personas y se componen de ideas, valores y metas, las cuales afectan la autorregulación, cuando son ambiguas o conflictivas (Baumeister, Heatherton & Tice, 1994).

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El monitoreo es el seguimiento que la personas realizan para cumplir sus metas y objetivos, permitiendo tener conciencia de sí mismo, lo que facilita o no el progreso hacia el éxito (Carver & Scheier, 1981). Con el esfuerzo y aumento de la autorregulación se busca que la persona tenga la disposición de ejecutar la tarea con un mayor empeño. Este proceso puede ser disminuido por el agotamiento en alcanzar las metas, como consecuencia de no haber obtenido buenos resultados o por rasgos de personalidad que no benefician al proceso. Para contrarrestar el agotamiento existen dos rutas de reposición (Sonnentag, 2003): • El sueño y el descanso, donde la investigación ha demostrado que las personas cansadas y fatigadas tienen mayor posibilidad de fracasar en el proceso de autorregulación, mientras que las que se recuperan son más eficaces, tienen más iniciativa y mejor rendimiento. • Experimentar eventos positivos y emocionales, permitiendo que las personas se motiven para realizar el esfuerzo a pesar de las dificultades que se les presente . En la adquisición y conservación de la autorregulación se debe entender que esta es limitada; sin embargo, las personas no agotan sus recursos; por el contrario, mantienen la energía y los utilizan a medida que los van necesitando. La alta motivación es relevante en el proceso, ya que limita los comportamientos y conductas que perjudican el alcanzar las metas y objetivos. 3.2.5 Habilidades sociales. En el deporte, pertenecer a un grupo se hace cada vez más necesario, incluso en los deportes individuales, es por ello, que entender los procesos sociales permite establecer pautas del funcionamiento de los atletas. Un equipo deportivo es un grupo con identidad y objetivos formales, que implica la cooperación de sus miembros y que en principio no deben considerarse electivos. Para García-Mas & Bauzá (1994), los equipos deportivos se desarrollan de manera ecológica, con fronteras definitivas (aunque artificialmente), tamaño y reglas internas (además de sus reglas de interacción externas), que permanecen estables. Las habilidades sociales se deben entender a partir de la fase de creación del grupo. Mills en 1965 (citado por García-Mas & Bauzá, 1994), establece cinco fases en la

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creación del grupo: la primera corresponde al encuentro y la formación de las impresiones iniciales, que se vuelven relevantes respecto a la formación de juicios, determinan la calidad de los lazos cooperativos. En la segunda, emergen las fronteras grupales, los roles y las normas; en la tercera, las normas se conforman y determinan el funcionamiento del grupo. La siguiente etapa se caracteriza por la producción y el rendimiento del equipo y en la última, se realiza la disolución del equipo, que normalmente se da cuando finaliza la temporada equipo competencia. García-Mas & Bauzá (1994), propone que los grupos constituyen dinámica propias, determinadas por el ciclo vital del equipo y las dinámicas propias del entrenamiento y la competencia, que determinan las características de cada una de las fases. González, et al. (2001), proponen que los equipos se pueden dividir de acuerdo a su estructura en interactivos y los que suman. En los primeros se dividen el trabajo y el resultado final depende de la combinación de los esfuerzos individuales (fútbol, baloncesto, entre otros), en los segundos, todos ejecutan la misma tarea, de manera independiente sumando al final los resultados de cada miembro (por ejemplo: bolos, relevos, equipos en judo). Otra clasificación la dan Chappuis & Thomas en 1989 (citado por Giesenow, 2007), quienes a partir del grado de interacción y la definición de roles, determinan cuatro tipos de equipos deportivos. • Equipos de interacción, que requieren alta interacción entre los miembros y roles definidos (fútbol, baloncesto). • Equipos de acción mixta, donde existen roles poco diferenciados, la interacción es media y la coordinación en el esfuerzo colectivo puede ser simultanea (canotaje) o secuencial (relevos en ciclismo o patinaje). • Equipos de acción conjunta, el rol se define por la tarea del momento y la interacción no es directa (ciclismo de ruta, patinaje). • Equipos de coacción en los que se compite de manera individual y en algunos casos, existen roles muy diferentes, poca interacción al momento de competir, pero una alta cohesión en los sitios de entrenamiento y actividades extras como

las concentraciones, desplazamientos, entre otros (deportes de combate, levantamiento olímpico de pesas). La dinámica de los equipos y su funcionamiento están regulados por aspectos como el liderazgo, la cohesión y la comunicación, sin desconocer que existen otros aspectos a tener en cuenta. Es importante resaltar que los procesos psicológicos varían de acuerdo al tipo de grupo y que habilidades como la motivación, la confianza y el nivel activacional, entre otras, se verán afectadas en cada miembro por la dinámica del equipo y a la vez el equipo se verá afectado por los comportamientos y habilidades de cada uno de sus integrantes (GarcíaMas & Vicens, 1994). a. Comunicación. La comunicación se puede definir como el intercambio de información entre un emisor y un receptor, a través de un canal, para lo que es necesario realizar la codificación, por parte del emisor y la descodificación del mensaje por parte del receptor, del cual a la vez, se espera una retroalimentación. Aunque parece un proceso fácil, se presentan grandes dificultades ya que “la mayoría de las veces el emisor se fija en lo que va a decir y no en quién y cómo va a recibir el mensaje” (Dosil, 2004), generando una relación mutua entre dos personas que tienen mecanismos de pensamiento diferentes y en consecuencia, el sentido del mensaje puede cambiar, lo que normalmente puede afectar la relación entre ambos (Giesenow, 2007). La comunicación entre las personas normalmente se divide en verbal, que hace referencia a los aspectos cognitivos y sirve para transmitir el mensaje; y no verbal, que sirve de apoyo a la primera, se asocia con las emociones y se manifiesta en el lenguaje corporal (apariencia física, postura, gestos, expresión facial, entre otros.), la proximidad física (definida en cuatro zonas: pública, social, personal e íntima) y el paralenguaje (por ejemplo: tono y volumen de la voz, pronunciación, silencio, velocidad) (Giesenow, 2007). El proceso de comunicación está influenciado por variables de orden personal, ambiental y cultural, se debe ubicar en un contexto situacional determinado, que puede obstaculizar o facilitar la transmisión y/o recepción del mensaje. El ruido se entiende como todas aquellas barreras que deforman el mensaje y obstaculizan el proceso general (el contexto, las creencias y prejuicios o cualquier otro tipo de interferencia) generando malos entendidos, conflictos,

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estados emocionales negativos, dificultades en la toma de decisiones, entre otros (Giesenow, 2007). El entrenamiento en la habilidad comunicativa busca eliminar el ruido, permitiendo generar asertividad, definida como la capacidad de una persona en relacionarse efectivamente con otros, transmitir adecuadamente sus pensamientos y emociones y adaptarse convenientemente a las situaciones, potencializando el crecimiento personal del equipo, la cohesión del grupo, la toma de decisiones, el respeto, entre otros, e involucra la decisión de cuándo y cómo expresar sus sentimientos (Giesenow, 2007). Es importante generar entornos donde el entrenador y el atleta manifiesten asertivamente sus emociones y pensamientos y brinden herramientas que permitan el intercambio de información de manera adecuada, siendo necesario la planificación de habilidades sociales y la comunicación asertiva, dentro de los integrantes del equipo deportivo y sus actores externos (padres, dirigentes, medios de comunicación, entre otros). b. Cohesión. Uno de los procesos en intervención de las habilidades sociales más estudiado en el desarrollo de la psicología del deporte es el de la cohesión, a la que se relaciona permanentemente con el desempeño deportivo, siendo claro que afecta al comportamiento de los atletas. Como casi todas las habilidades, su definición ha evolucionado en el desarrollo de la psicología del deporte, Schacter & Back en 1950 (citado por Weinberg & Gould,1996), la definen como “el campo total de las fuerzas que actúan sobre los miembros de un grupo para que permanezcan en él”. Para Tutko y Richards (citados por García-Mas & Bauzá, 1994), existen factores relevantes que permiten mejorar el rendimiento grupal: “respeto mutuo entre los miembros del equipo, comunicación eficaz, sentimientos de importancia, objetivos comunes y tratamiento respetuoso”. Martens (1987), definió la cohesión como un constructo multidimensional de varios factores psicosociales relevantes para el rendimiento deportivo eficaz: la mutua aceptación, la sensación de pertenencia y valía en el grupo, la percepción directa de la cercanía al grupo y del trabajo del equipo. Posteriormente estableció que estos factores se incorporan tanto a la cohesión social, como a la cohesión por la tarea. En 1982 Carron (citado por Cox, 2008), define la cohesión como “el proceso dinámico que se refleja

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en la tendencia de un grupo a juntarse y permanecer unidos para la búsqueda de logros y objetivos”. Iturbide, Elosua & Yanes (2010), formularon que esa tendencia construye un modelo donde se diferencian cuatro tipos de factores, así: • Personales, definidos por las condiciones físicas, técnicas y psicológicas del atleta, su experiencia e historial deportivo, su identificación y satisfacción personal y el compromiso en el cumplimiento de las tareas. • Ambientales / situacionales, determinados por las regulaciones contractuales, las reglas y normas de convivencia que mantienen la unión del equipo, la diferenciación de sus miembros (rituales, uniformes, entre otros). • Factores de liderazgo, íntimamente ligados a la personalidad del entrenador, su estilo de liderazgo y a la consistencia de las relaciones que mantiene con los atletas y su esfuerzo por generar la cohesión. • Factores de equipo, que apuntan a las características de la tarea, a las formas de relación dentro del grupo, los mecanismos de definición de roles, el establecimiento de metas y objetivos, el manejo del éxito y de resultados, los mecanismos de comunicación y la estabilidad del colectivo. En el estudio de la cohesión la se determinan dos estilos: a la tarea, que determina el compromiso y nivel de cooperación en la consecución de los objetivos del grupo; y a lo social, que determina la armonía y la forma de construir las relaciones interpersonales de los miembros del grupo (González, et al., 2001); igualmente, existe evidencia importante sobre la relación bidireccional entre cohesión (de tarea y social) y rendimiento deportivo (Cotterill, 2012). Carron, Widmeyar & Brawley (1985), establecieron el modelo conceptual de cohesión, que se basa en la interacción entre la cohesión del grupo (tarea versus social) y la percepción de los miembro del equipo, determinada por el tipo de identificación que el individuo tiene hacia el grupo en general o, de manera específica, hacia algunos de sus miembros. Esta interacción se presenta en la tabla 2, donde se establecen cuatro tipos de cohesión.

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Tabla 2 Modelo de cohesión

SOCIAL

Integración de grupo

TAREAS

ORIENTACIÓN DE GRUPO

PERCEPCIÓN DEL ATLETA DEL EQUIPO Atracción individual

Vinculación afectiva con el equipo, como satisfacer necesidades sociales (GI-S).

Atracción al equipo y a sus miembros para satisfacer necesidades sociales (ATG-S).

Vinculación afectiva con el equipo, como un todo para satisfacer necesidades de finalización de tareas (GI.T).

Atracción al equipo y a sus miembros para satisfacer necesidades de finalización de tareas (ATG-T).

Fuente: Adaptado de Carron, Widmeyar & Brawley, (1985)

Aunque los estudios no muestran una alta correlación entre el rendimiento deportivo y grado de cohesión, ni tampoco en que el nivel de rendimiento afecte el grado de cohesión de un equipo, es claro que la cohesión a la tarea mejora la probabilidad de tener éxito y a su vez, esto hará que la cohesión social mejore (Cox, 2008). Dentro de los efectos positivos de la cohesión se encuentran: mejora la autoeficacia, debido a que los equipos que desarrollan altos niveles de cohesión reflejan el nivel de autoeficacia, en cada miembro; determina la continuidad en el deporte, en especial en atletas jóvenes, en los que se satisface las necesidades sociales y disminuyen los niveles de ansiedad. Otro aspecto es la disminución de la sensibilidad a los efectos del pesimismo defensivo (mecanismo de defensa utilizado por los atletas para proteger su autoestima, mediante el uso de excusas para su desempeño deportivo, en próximas competiciones), como consecuencia de la red de apoyo que esta genera y por último, mejora la percepción del éxito y la estabilidad emocional de los integrantes (Cox, 2008). c. Liderazgo. Los estudios de liderazgo, en su mayoría, giran en torno al rol del entrenador y su forma de dirigir o al estudio de las características de los atletas que realizan tareas puntuales (por ejemplo: capitanes, líberos) o que por su experiencia, capacidades o desempeño se convierten en referentes para el equipo. Una definición que se usa comúnmente en deporte es la de Barrow (1977), en la que el liderazgo es “el proceso conductual de influenciar a los individuos

y grupos hacia metas establecidas”, este concepto incluye el conocimiento de las objetivos y la capacidad del líder de brindar los recursos y dirección necesaria para alcanzarlos, asegurando que el éxito individual contribuya al éxito del equipo. El entrenador normalmente es concebido como el líder natural, en virtud de su posición de autoridad, el manejo del control del equipo y de la influencia (positiva o negativa) en el comportamiento de los atletas, es claro que la forma de interactuar con el grupo, se determina por el grado de confianza y capacidad de liderazgo de este con su grupo (González et al., 2001). Dos de las tareas que tiene cualquier entrenador son las de potenciar las habilidades que le permitan enfrentar las diferentes situaciones de su rol y a su vez, detectar atletas con cualidades especiales y sus implicaciones en el grupo, con el fin de afianzar su trabajo (Dosil, 2004). Aunque en teoría, el entrenador debe asumir el rol del líder, en muchas ocasiones esto no sucede, ya sea porque no es visto como una figura de autoridad porque no muestra un alto nivel de conocimiento y experiencia o porque no presenta buenas relaciones de empatía con los atletas, quienes, finalmente, terminan por rechazarlo y desplazarlo. Weinberg & Gould,(1996), definen las diferencias entre líder y director, dando al primero el manejo de una organización, incluyendo sus metas y objetivos, mientras que el segundo se ocupa de tareas administrativas. Existen cuatro teorías fundamentales para definir el liderazgo: del rasgo, de la conducta, el enfoque interaccional/situacional y el modelo multidimensional de liderazgo. La primera intenta descubrir las características comunes de los líderes (rasgos innatos, disposiciones relativamente estables), como la inteligencia, la disposición y la confianza, que le permiten responder ante cualquier situación, lo que parece ser poco posible, por lo que se flexibilizó la teoría, definiendo que las características se deben evaluar en situaciones específicas (Dosil, 2004). Históricamente, esta teoría pierde contexto, ya que los estudios mostraron que tener ciertos rasgos, aunque favorece las condiciones del líder, no son necesarios para un liderazgo exitoso. La teoría de la conducta establece que el liderazgo es una conducta aprendida, que se basa en una buena comunicación, alta capacidad para dar instrucciones

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Cortesía Coldeportes

y hacer demostraciones, responder con conductas reactivas (ante demandas del grupo) y espontáneas (como respuesta a la demanda). Para esta teoría, cualquiera puede ser líder, con sólo imitar el comportamiento de otros líderes exitosos. El enfoque mejor interaccional/situacional presta mayor atención a factores de la situación, como la estructura del grupo, las demandas de la situación y dos estilos de liderazgo, el primero se orienta a las relaciones, buscando que los integrantes asuman su papel y se sientan cómodos con él y el segundo, se orienta a la tarea, buscando la consecución de los objetivos de la manera más efectiva y dejando en un segundo nivel las relaciones interpersonales (Dosil, 2004). Uno de los modelos más aceptados en el campo de deporte es el modelo multidimensional de liderazgo de Chelladurai, que define el liderazgo como el producto de interacciones entre las características de la situación, (tamaño del grupo, historia, modalidad, entre otras); las características del líder (autoconfianza, empatía, inteligencia) y las características de los integrantes del grupo (sexo, edad, nivel de rendimiento). A partir de esta interacción, el líder se comportará de acuerdo a lo requerido (lo que se espera), lo real (lo que hace) y lo preferido (lo que se desea), trayendo como consecuencia el rendimiento e identificación de los miembros del equipo (Dosil, 2004 y Weinberg & Gould, 1996). A pesar de las múltiples teorías que han estudiado el liderazgo, no se tiene clara la forma de selección del líder,

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Chelladurai (1984), explica cómo el comportamiento de las personas las pueden llevar a ser líderes a través de tres tipos de factores: los antecedentes, las características de la situación, del propio líder y de los liderados; los comportamientos, tanto requeridos o prescriptos por la situación, como los preferidos o deseados por los atletas y las consecuencias que se traducen en el rendimiento y la satisfacción del atleta, que a su vez, influyen directamente en los comportamientos reales del entrenador/líder. Para Martens (1987), no existe un líder cuyas características lo vuelven eficaz en todas las situaciones, por ello, el liderazgo eficaz se dará como consecuencia de combinar las cualidades del líder, los estilos de liderazgo preferidos por el grupo, los factores situacionales y las características de los liderados. Weinberg & Gould (1996), definen cuatro componentes necesarios del liderazgo efectivo, que se deben integrar de manera dinámica, dependiendo del contexto y la situación: el primero son las cualidades del líder, haciendo claridad que no existen rasgos necesarios para ser líder, pero sí cualidades que facilitan el liderazgo exitoso (integralidad, flexibilidad, lealtad, preparación, confianza, responsabilidad, entre otras), explicando que tenerlas no será condición necesaria para ser líder. Un segundo componente es el estilo de liderazgo, en donde se puede ser autocrático (líder que se centra en la obtención de resultados, tiene una estructura rígida y orientada hacia la tarea), democrático (orientado hacia el atleta, la cooperación y las buenas relaciones entre

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los miembros del equipo) o la integración de ambos estilos (que para muchos autores es el ideal). Como tercer componente se encuentran los factores situaciones, en los que se establecen categorías como el deporte colectivo o individual, el tipo de grupo (definidos anteriormente) el tamaño del equipo, el tiempo disponible de integración y la tradición de liderazgo del grupo. Por último, definen las cualidades de los seguidores como el género, la edad, la experiencia, el nivel de habilidad, entre otras. Para medir el éxito del líder, Chelladurai (1984) propuso consecuencias de la labor del líder: la satisfacción, que se da cuando existe relación entre el estilo del líder y las referencias del grupo (por ejemplo: experiencia, nivel de resultado, conductas); el nivel de cohesión, entendida como la identificación de las tareas individuales y objetivos del grupo; el desempeño deportivo, relacionadas con un alto desempeño; y la motivación intrínseca, en donde las actitudes de los entrenadores influye sobre el grado de perseverancia para alcanzar la meta de manera intrínseca.

3.3 Actores influyentes en el desarrollo de las habilidades psicológicas Históricamente, la intervención en psicología el deporte se ha centrado, principalmente, en el atleta, sin embargo, es importante reconocer que existen otros actores que hacen parte del desarrollo deportivo y que afectan de manera directa o indirecta el funcionamiento del rendimiento deportivo del mismo, convirtiéndose en agentes facilitadores o entorpecedores del proceso. Los estudios en este aspecto se han centrado en entrenadores, padres/familia y dirigentes y en los últimos años, en árbitros, sin embargo, para efectos de este lineamiento solo se incluirán a los tres primeros, debido al bajo número de estudios con árbitros en Colombia, que junto a los objetivos y métodos de intervención poco definidos, no permiten un buen soporte teórico, sin embargo es recomendable propiciar el inicio de un trabajo de estudio y capacitación más estructurado. Es evidente que la relación de entrenadores, padres, familia y dirigentes con el atleta es permanente, generando una estructura social-deportiva, en donde las tareas y relaciones del entrenador trascienden de lo deportivo a lo social, el entorno familiar afecta la estabilidad emocional y las funciones del dirigente, que, aunque en muchas ocasiones no tiene un contacto directo con el atleta, afectan directamente el logro de

los objetivos deportivos. Es importante entender que cada uno de estos actores tienen roles definidos en la estructura social y deportiva; sin embargo, en el medio deportivo es frecuente encontrar a padres y dirigentes, actuando como entrenadores, entrenadores y padres tomando decisiones administrativas o dirigentes y entrenadores encargándose de tareas que deberían realizar las personas del entorno familiar. Para Portero & Riera (1997, citados por Dosil, 2004) la intervención del psicólogo incluye un componente altamente educativo, en el que la función de este se basa en capacitar a los integrantes en aspectos psicológicos (a través de conferencias, folletos y/o libros) y dar opiniones profesionales sobre cómo y cuándo hacer las cosas, sin interferir directamente en ellas, propiciando en cada miembro la capacidad de evaluar y actuar de manera objetiva. Desde lo psicológico, la intervención con estos actores puede darse de manera directa, buscando mejorar las capacidades de cada integrante, evaluando e interviniendo habilidades que le permitan enfrentar con éxito las tareas de su rol; o de manera indirecta, haciendo que su actuación influya de manera positiva en el desempeño del atleta, realizando acciones que optimicen el funcionamiento del equipo, estableciendo planes de refuerzo integrado, entre otros (Dosil, 2004). En el entorno deportivo, entrenadores, dirigentes, familias y compañeros se convierten en un medio de influencias socializadoras que juegan un papel importante en la formación de los jóvenes que practican un deporte. Entre las características psicológicas se pueden destacar: la percepción la habilidad; las consecuencias emocionales y afectivas de la práctica deportiva de jóvenes; la participación, motivación, compromiso y grado de implicación en el deporte o en la retirada del mismo y también, en la transmisión de valores y en el desarrollo moral de los jóvenes (Cruz, 2001). 3.3.1 Entrenadores. El entrenador juega un papel determinante en la actuación del atleta y en muchas ocasiones, por razones de la actividad deportiva y la ausencia de los padres llega a establecer un vínculo afectivo muy fuerte con sus dirigidos, convirtiéndose en un referente para el atleta con una gran incidencia en las decisiones del mismo, incluso más que sus propias familias. Para Buceta (2004) en cada decisión del entrenador está en juego el bienestar del atleta, pues es el encargado directo de: seleccionar a los atletas

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(en la mayoría de los casos), establecer los objetivos a lograr durante la temporada, elaborar calendario de competiciones, planificar, conducir y evaluar los entrenamientos, establecer normas de funcionamiento interno y roles concretos a cada atleta y al equipo de colaboradores, con sus respectivas tareas, evaluar el rendimiento de sus atletas y tomar las decisiones oportunas para mejorar el futuro. El entrenador es una figura clave en la iniciación deportiva, no solo por su influencia en los jóvenes, sino también porque puede convertirse en uno de los motivos por los cuales los niños abandonan o continúan con el deporte. Autores como Martens (1987), Martin & Hrycaiko (1983), Smoll & Smith (1980, 1987) (citados por Cruz, 2001), demostraron que algunas de las razones de abandono de los atletas están bajo el control del entrenador, ya que sus decisiones y manera de interactuar pueden estar lejanas a un enfoque positivo en la enseñanza de destrezas deportivas. A esto se suma la dificultad de algunos entrenadores en reconocer la importancia del trabajo multidisciplinario y en consecuencia, no se apoya en el trabajo de otros profesionales, a quienes ve como invasores de su espacio, negando la posibilidad de incorporar elementos de otras áreas a su método de trabajo.

Cortesía Comité Olímpico Colombiano

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Es innegable que los entrenadores deben integrar conocimientos de psicología en sus competencias profesionales, optimizando la forma de entrenar y de dirigir al grupo, mediante dos vías: • Controlando circunstancias ambientales relevantes: estableciendo objetivos apropiados, organizando ejercicios atractivos y estimulantes, dando instrucciones adecuadas, que proporcionen retroalimentación, refuercen, castiguen y/o expongan a los atletas a situaciones estresantes, aportando ejemplos que ayuden a controlar las expectativas de éxito, empleando estrategias para centrar la atención en los estímulos relevantes, entre otras. • Influyendo en la disposición psicológica de los atletas: controlando con habilidad expectativas de éxito y atribuciones de éxito/fracaso, utilizando habilidades de comunicación eficaces, entre otras. Quizá la primera tarea del psicólogo es mostrar al entrenador que los roles del entrenador y del psicólogo deportivo son diferentes y complementarios, siendo

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conveniente que interactúen correctamente, para que la preparación psicológica de los atletas sea la mejor posible, en beneficio de su rendimiento (Buceta, 1998). La segunda de las tareas es brindar recursos y herramientas para obtener una comunicación más adecuada con sus jugadores y de esta forma, enseñar mejor las técnicas y tácticas deportivas, que mejoren la habilidad percibida y la autoconfianza de sus jugadores y logren, asimismo que estos se diviertan más en los entrenamientos y en las competiciones (Cruz, 2001). Otra de las tareas es analizar el estilo del entrenador, orientar su aplicación y fortalecer el bienestar del atleta, sin intentar cambiar su filosofía y forma de liderar. Para ello, el entrenador puede recibir la colaboración del psicólogo deportivo en: asesoría (aportando sugerencias sobre la preparación psicológica de la competencia), tareas concretas (elaborar un programa de establecimiento de objetivos, diseñando una simulación estresante de competencia), entrenándole en técnicas psicológicas que le permitan influir en el funcionamiento de los atletas (programas de refuerzos y castigos) y optimizando habilidades psicológicas de autorregulación que le permitan mejorar su funcionamiento psicológico (relajación, concentración) (Buceta, 1998). De igual forma, el psicólogo debe mantenerse al margen de las decisiones técnicas, tácticas y físicas, pues, aunque se requiera un conocimiento del deporte para el abordaje de los atletas, este tipo de análisis no hace parte de su quehacer. Los entrenadores deben comprender que, aún dominando y aplicando múltiples estrategias psicológicas desde su rol de entrenador, no pueden sustituir al psicólogo deportivo en tareas concretas con los atletas y al contrario, se puede apoyar de este en el manejo del estrés que provoca la competición deportiva antes, durante y después; la toma de decisiones difíciles en momentos críticos; el mejorar estilos de afrontamiento al estar sometidos a una evaluación constante y crítica por parte de todos los actores del deporte (directivos, jugadores, padres, medios de comunicación, aficionados, entre otros). Otro aspecto a tener en cuenta, es la asesoría permanentemente sobre la situación emocional del grupo, lo cual le puede ayudar en la toma de mejores decisiones y en el manejo de las variables psicológicas que podrían ser relevantes en su trabajo. Todo esto, buscando la consecución de los objetivos psicológicos

con los atletas y mejorando la asertividad en la comunicación con dirigentes y padres (Dosil, 2004). Por esta razón, se deben establecer estrategias de capacitación con las federaciones y entes deportivos, buscando la optimización en competencias del manejo psicológico del entrenador, permitiendo facilitar el trabajo de las partes implicadas. Por último y como se mencionó anteriormente, el entrenador será el líder natural del equipo, debe poseer recursos que le permitan realizar adecuadamente esta tarea. El modelo de mediación de liderazgo, propuesto por Smoll y Smith en 1989 (citados por Cruz, 1992) proponen que las conductas del entrenador pueden alterar el rendimiento, motivación, actitudes y actuación de sus jugadores y los comportamientos de estos, a su vez, afectan al entrenador; de tal forma que los atletas responderán en función de las percepciones y los recuerdos de los comportamientos del entrenador. El entrenador, a su vez, reaccionará teniendo en cuenta los comportamientos de sus jugadores. El modelo multidimensional de liderazgo de Chelladurai (1984) considera importante que exista congruencia entre la conducta real del entrenador, la conducta que prefieren los atletas que ejerza su entrenador y la conducta requerida del entrenador en función de las demandas de la situación. Los atletas se muestran satisfechos con un tipo de liderazgo que valora la habilidad y los esfuerzos de los miembros del equipo y con la retroalimentación positiva que recompensa la ejecución correcta. En la actualidad se cuenta con diversos programas desarrollados para la intervención del psicólogo con entrenadores, destacándose el Coach Effectiveness Training propuesto y el Mastery Approach to Coaching (MAC) desarrollados por Smoll y Smith o el Programa de Asesoramiento Personalizado a Entrenadores (PAPE), concebido por Sousa, Cruz, Viladrich, & Torregrosa, (2007). Todos ellos buscan medir y mejorar las habilidades propias de la tarea del entrenador y su consecuencia en el desarrollo deportivo y la permanencia deportiva (Sousa, et al., 2007). 3.3.2 Familia. En los atletas, la influencia de su entorno familiar en la iniciación y mantenimiento de la práctica deportiva es fundamental, siendo directa y relevante en los primeros años de edad e inicio deportivo y más indirecta en la medida en que el atleta alcanza un alto rendimiento deportivo. Torregrosa et al, (2007) aporta evidencia sobre la importancia del apoyo social que reciben los atletas por parte de la familia,

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el entrenador, los amigos y compañeros, resaltando el papel que cumplen en los patrones socializadores. La familia es un elemento claramente condicionante en la iniciación y formación deportiva. En sentido positivo, los padres en niños y jóvenes y las parejas en atletas adultos, se convierten en el mejor medio motivacional, orientando y apoyando a la formación y el desarrollo deportivo. En sentido negativo, pueden traducirse en fuentes de estrés y presión para los atletas. Boixadós, et al. (1998), señalan que los padres tienen una gran influencia en la participación deportiva de sus hijos, a

lo largo de todo el proceso de socialización y de manera especial, en la etapa de iniciación, donde su influencia es fundamental, debido a que los padres actúan como agentes de socialización que introducen a los niños en la práctica deportiva y los animan a desarrollarse como jóvenes atletas, incidiendo en la calidad de la experiencia deportiva y la orientación de los valores de los jóvenes. Para Smoll (1991, citado por Dosil, 2004 y Cruz, 2001), el nivel de implicación de los miembros de la familia se define por la intensidad del comportamiento de estos, estableciendo diferentes tipos (tabla 3).

Tabla 3 Clasificación de los padres, de acuerdo con su nivel de implicación Entrenadores auxiliares / Entrenadores de banda

Entrenadores en banda; son aquellos que realizan permanentemente sugerencias a los atletas, contradiciendo en muchas ocasiones al entrenador y desorganizando la estructura interna. Este tipo de padres también dan a conocer sus opiniones a otros padres o directivos, en momentos y lugares que no son los más adecuados.

Padres hipercríticos

Acostumbran a tener expectativas y objetivos poco realistas respecto a la progresión deportiva de sus hijos. Son muy exigentes con la actuación de los jóvenes y casi nunca están satisfechos. Refuerzan poco y en cambio, critican a menudo, constituyendo una causa de estrés para su hijo.

Padres vociferantes

Son aquellos que se acostumbran a colocar junto al banquillo y actúan como cuando presencian una competición profesional: gritando o insultando a los árbitros, jugadores y entrenadores rivales y a veces, a miembros del propio equipo. En general, son poco pacientes, escuchan poco a los demás y están poco predispuestos a cambiar su conducta.

Padres sobreprotectores

Son exageradamente cautelosos con los riesgos del deporte y tienden a preocuparse excesivamente, justificando permanentemente la actuación del atleta. Hacen comentarios angustiados sobre algunas jugadas o movimientos y amenazan con sacar del club a sus hijos o hijas.

Padres desinteresados

Son los que no reconocen el valor del deporte en la educación de los jóvenes y se caracterizan por no asistir nunca a los entrenamientos y competiciones de sus hijos ni interesarse por sus progresos.

Fuente: Adaptado de Dosil, (2004) y Cruz, (2001)

Amenábar, Sistiaga & García (2008) afirman que a medida que los niños van desarrollando sus intereses y motivaciones, una actitud potenciadora por parte de los padres facilita el mantenimiento de la participación deportiva de los niños. En esta misma línea, Harter (1978 & 1981) afirma que los padres son la principal influencia para que los niños comiencen a configurar sus propias percepciones en el contexto

Coldeportes / Psicología

tanto académico como deportivo, donde por medio de investigaciones concluyen que existe relación entre la opinión del padre o madre y la de su propio hijo, lo que refleja la gran influencia del entorno familiar. También se ha comprobado que conforme aumenta la formación académica de los padres, perciben más conflicto entre la práctica deportiva y otros roles sociales de sus hijos (O`Sullivan & Howe, 1996).

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Para Kleiber & Duda (1981, citado por Cantón, Mayor & Pallares, 1995) el entorno familiar es la variable más decisiva para comprender el efecto diferencial de la competición en los atletas y recalcan en la importancia de centrar la orientación motivacional en la mejora paulatina del propio rendimiento, valorando las ejecuciones en función de los objetivos de la competencia o a través de señales que le indiquen su actuación. Cruz (2001), define las tareas que tienen las familias en la participación de los atletas: • Favorecer la participación deportiva. • Ayudar a que decidan cómo practican el deporte. • Ayudar en la elección del deporte. • Facilitar la participación deportiva y la elección de un club. • Mostrar interés deportivas.

por

las

actividades

• Asegurarse de que los niños/as practiquen el deporte de una manera saludable. • Ayudar en las tareas logísticas del club o escuela deportiva. Dentro de las tareas de trabajo del psicólogo con la familia se deben entender dos momentos: el entrenamiento que demanda tiempo especial por parte del atleta y donde se debe promover el interés y la comunicación por parte de la familia; y la competencia, en el que el apoyo, sin importar el resultado, favorece la estabilidad emocional del atleta, el manejo activacional y reforzar positivamente la actuación del mismo. De igual manera, las actividades de capacitación deben impulsar el manejo de las emociones propias,

la aceptación del rol propio y del entrenador, la buena comunicación entre todos los entes del equipo deportivo y por último, el desarrollo de habilidades que promuevan la autoconfianza y autodeterminación del atleta. 3.3.3 Directivos. Son otra figura importante en el sistema deportivo, ya que sus decisiones pueden afectar al bienestar y rendimiento de los atletas. El dirigente, en su rol, es el responsable, entre otras cosas de: el nombramiento del cuerpo técnico, la revisión y aprobación del calendario de competencias de preparación, la definición de los sitios de entrenamiento y concentración y algunas veces, en la creación y aplicación de los programas de apoyos e incentivos por resultados obtenidos de los atletas. En muchas ocasiones el rol es desempeñado por un padre, lo que lleva a la confusión de los roles y dificultades con otros padres. Adicionalmente, se confunde la tarea de liderar y dirigir, como se explicó en el apartado anterior. Para Portero & Riera (1997, citado por Dosil, 2004), la intervención del psicólogo incluirá la asesoría en aspectos psicológicos y en propiciar la capacidad de evaluar y actuar de manera objetiva. Es claro que un adecuado manejo por parte de los dirigentes puede traer resultados positivos en la estabilidad emocional de un grupo deportivo; sin embargo, una inadecuada administración de estas tareas puede provocar dificultades en el manejo de las habilidades psicológicas, como el control emocional, la atención y la motivación, entre otras (Dosil, 2004). Aunque los estudios al respecto son pocos, es claro que la relación Psicólogo-Directivo, le permitirá optimizar el manejo del estrés que este último debe soportar, servirá de asesor en la toma de decisiones y en la generación de un ambiente adecuado que beneficie las relaciones entre padres, entrenadores, atletas y demás actores del equipo, en la resolución de conflictos y en la creación de programas de refuerzo y estímulos, entre muchas otras tareas.

Variables psicológicas relacionadas con el rendimiento deportivo

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Cortesia Comité Olímpico Colombiano

4. LINEAMIENTO: ORIENTACIONES METODOLÓGICAS PARA EL DESARROLLO DE LAS VARIABLES PSICOLÓGICAS Como se ha expuesto en apartados anteriores, la psicología del deporte muestra diversos enfoques y teorías para explicar y definir una habilidad. Es por ello, que el texto no pretende tener definiciones únicas en procesos y habilidades psicológicas, por el contrario, busca exponer las teorías de mayor uso e identificación en el deporte, para que cada profesional, de acuerdo con su formación y condiciones de trabajo, las adapte a sus necesidades y recursos. Aun así, es importante definir líneas de trabajo para Colombia, que permitan unificar criterios generales de intervención y establecer recomendaciones en la aplicación de cada una de las variables expuestas en atletas de los diferentes ámbitos, al igual que en las tareas generales del quehacer del psicólogo: asesorar y capacitar al entrenador, los padres y dirigentes, con el fin de que este influya positivamente en el manejo psicológico de los atletas y regule adecuadamente sus necesidades psicológicas.

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En la labor con los atletas, debe definir las habilidades psicológicas a entrenar, permitiendo que estos las dominen, con el objetivo de generar autosuficiencia e independencia en el uso de ellas. Igualmente, otra de sus tareas prioritarias es colaborar en la disposición psicológica de los mismos hacia la competencia, dando recomendaciones para manejar el éxito o fracaso y propiciando que las habilidades entrenadas se trasladen a otros escenarios del desarrollo personal.

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Es necesario conocer el entorno del atleta, lo que permitirá una intervención más efectiva, propiciando siempre su desarrollo y bienestar personal. Cabe resaltar que el uso de estas habilidades deberá cumplir un objetivo específico dentro del plan de entrenamiento, del desarrollo deportivo individual y en consecuencia, se deberá concertar y aplicar con el atleta y su entrenador. A continuación se dan parámetros de trabajo generales en cada una de las variables ya expuestas. Conviene resaltar que el desarrollo de cada una de las habilidades entrenadas afectará, en alguna medida, a las otras, la selección de técnicas implicará entender la correlación de la técnica seleccionada con el desempeño de cada una de las otras. Aunque este módulo no pretende ser una guía de las técnicas a usar, se expone en el anexo 1, a manera de ejemplo, una de las técnicas más utilizadas para mejorar la motivación en el ámbito de la psicología deportiva, de esta forma, se entenderá su influencia en la autoconfianza, los procesos cognitivos y emocionales y en el desarrollo del grupo.

4.1 Fortalecimiento de la autoconfianza En la investigación de la autoconfianza, el modelo teórico de mayor aceptación en el deporte es el desarrollo de

autoeficacia de Vealey, la cual busca el generar en el atleta el auto control de su rendimiento deportivo. Las recomendaciones para fortalecer la confianza están definidas en la tabla 4. Es importante entender que en el entrenamiento, ante tareas similares, la confianza no será la misma y dependerá de la evaluación de factores externos, de la percepción de las capacidades propias ante la tarea, del análisis de las dificultades y de las experiencias propias (exitosas o no). El desarrollo de la confianza se da en la medida en que se proporcionen experiencias de control, tanto exitosas (que se dan cuando se cumplan los objetivos, atribuyendo los resultados al uso de sus habilidades), como de fracaso (siempre que el atleta perciba que ha controlado el proceso por intentar conseguir el resultado y se le refuerza que él dispone de recursos apropiados para lograr el éxito en una próxima oportunidad) (Buceta, 2004). En la competencia los resultados suelen ser los que marcan el grado de confianza en la mayoría de los casos: cuando son buenos, la confianza es mayor e intervienen en el funcionamiento de las demás variables (mayor motivación, menor ansiedad, mayor concentración, entre otras); cuando los resultados no

Tabla 4 Recomendaciones para el fortalecimiento de la autoconfianza Talento y reserva deportiva

El manejo del éxito o del fracaso controlado, permiten que se desarrolle una evaluación objetiva del rendimiento y sus capacidades, fomentando la tolerancia a la frustración y mejorando la capacidad de afrontar las situaciones críticas. Para ello, es necesario que se den más situaciones exitosas que de fracaso y que en estas últimas el resultado esté cerca al objetivo esperado. En la adolescencia esta habilidad es fundamental para el desarrollo de la personalidad. Este periodo se caracteriza por compararse con los resultados con los de sus pares, lo que afecta la permanencia en el deporte, por la generación de alto estrés. Es recomendable reforzar permanentemente, enseñar a evaluar de manera realista y hacer énfasis en el logro de objetivos de desempeño, por encima de objetivos de resultado, favoreciendo la percepción de control sobre las experiencias deportivas que estos puedan tener.

Deporte olímpico convencional

En atletas de rendimiento la autoconfianza será consecuencia del fortalecimiento de lo expuesto y de la evaluación permanente de sus posibilidades. Se recomienda establecer objetivos de rendimiento y resultado, realizar tareas donde exista equilibrio entre el reto y las habilidades, retroalimentar positivamente de manera permanente, fortalecer la sensación de control y la pérdida de la conciencia del gesto técnico. Esto implica un alto control del pensamiento y de los estímulos externos, al igual que el control emocional ante situaciones difíciles, competencias y aprendizaje de elementos técnicos y tácticos.

Fuente: Adaptado por los autores de Buceta, (1998); Cox (2009) y Dosil, (2004).

Variables psicológicas relacionadas con el rendimiento deportivo

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son satisfactorios, la confianza disminuye y con ella, el control de las demás variables (menor motivación, mayor ansiedad, menor concentración). Por todo ello, es importante facilitarle al atleta una serie de estrategias que le ayuden a modular su confianza en estas situaciones, permitiendo una evaluación objetiva del mismo y determinando variables interferentes en el desarrollo óptimo del rendimiento (Dosil & Caracuel, 2003). Las principales tareas que el psicólogo debe realizar para el fortalecimiento de la autoconfianza son: • Asesorar en la aplicación de tareas adecuadas para el atleta, teniendo en cuenta variables como el género, el periodo de desarrollo motor, la edad deportiva, las condiciones de salud. Se debe hacer énfasis en los objetivos del proceso, mas que en el resultado del mismo. • Asesorar al entrenador para que proporcione un ambiente de confianza, que permita una buena comunicación e identificación con el plan de entrenamiento. • Desarrollar un buen clima para la auto evaluación, se debe tener cuidado con ofrecer espacios de falsa confianza o en donde la evaluación genere desconfianza.

buscando mejorar el auto concepto y la auto estima.

4.2 Desarrollo de la motivación La motivación “es un término polisémico, pues a veces nos referimos como si fuera una característica de la personalidad (este atleta es una persona muy motivada) y a veces como una influencia externa (este deportista necesita algo que le motive). Actualmente la perspectiva más aceptada es la interaccionista, donde la motivación surge de intereses y necesidades personales y de factores ambientales, como el estilo de comunicación del entrenador o los resultados de las competiciones”. (Cruz, 2015). El desarrollo de la motivación en el atleta es una de la principales tareas del entrenador y el psicólogo de deporte, esta habilidad es la fuente de permanencia e identificación con el deporte y tiene diferencias inter e intra personales, es decir, varía de atleta a atleta y está en continuo cambio en el sujeto, dependiendo de las circunstancia, el desarrollo deportivo y el logro de sus objetivos (Dosil, 2004). El modelo recomendado para el manejo de la motivación es el de la autodeterminación de Deci y Ryan, expuesto en el apartado anterior. Las recomendaciones de su manejo son presentadas en la tabla 5.

• Determinar programas de auto refuerzo, basándose en el desempeño y no en el resultado. • Determinar conductas individuales que permitan determinar el nivel de autoeficacia del atleta. • En la etapa de iniciación, es vital que las tareas del entrenamiento desarrollen la autoconfianza, siendo necesario que los retos y procesos de aprendizaje tengan posibilidades de éxito, implicando el reconocimiento de los recursos propios, los objetivos de la tarea y las conductas a realizar para el logro de la tarea. • Es recomendable plantear tareas de manera progresiva y el establecimiento de metas realistas (determinadas en función de su desarrollo deportivo y edad biológica),

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Tabla 5 Recomendaciones para el desarrollo de la motivación Talento y reserva deportiva

En los niños y pre adolescentes los motivos que llevan a realizar cualquier deporte están orientados, a la ejecución y no a los resultados, en general practican por aprender, divertirse, estar en forma, hacer nuevos amigos y mejorar; mientras que los motivos orientados a los resultados tales como ganar, ser importante y popular, hacer aquello en lo que destacan, las recompensas, quedan en un lugar más bajo, sobre todo, en las niñas. Los resultados, dejan claro que los jóvenes se acercan más al deporte por motivos intrínsecos que extrínsecos. Por ello, dentro de sus programas de entrenamiento, los entrenadores de equipos de iniciación deportiva, deberán hacer hincapié en el desarrollo y mejora de las habilidades básicas y específicas, así como en la diversión, para satisfacer las demandas de los jóvenes. En esta etapa, la motivación es la clave para la adherencia a la práctica del deporte y la prevención al abandono, buscando el disfrute de la actividad, el aprendizaje de nuevas destrezas, el asistir de forma voluntaria. A medida que el atleta va alcanzando la adolescencia, los motivos extrínsecos cambian, sin embargo los intrínsecos se mantienen, es por ello que la necesidad de aprender habilidades nuevas y el reconocimiento de los pares son fundamentales en el mantenimiento de la práctica deportiva. En esta etapa inicia el proceso de auto determinación, por ello, la principal tarea es que los refuerzos externos se introyecten de manera adecuada y se fortalezca la motivación intrínseca.

Deporte olímpico convencional

En este tipo de deporte la motivación extrínseca toma trascendencia, aparecen los incentivos y recompensas externas, aumentando el reconocimiento social, siendo un error común creer que la motivación intrínseca desaparece. La labor del psicólogo estará encaminada en el establecimiento de objetivos con el atleta, propiciando el uso de metas de rendimiento, regulando la retroalimentación de atribuciones, haciéndolo consciente de sus verdaderas habilidades. Adicionalmente, se hará necesario crear programas adecuados de estímulos y refuerzos con entrenadores y dirigentes, (Para el manejo de estos aspectos se recomienda revisar el lineamiento del área psicosocial).

Fuente: Adaptado por los autores de Buceta, (1998); Cox (2009) y Dosil, (2004).

Las principales tareas que el psicólogo debe realizar para el desarrollo de la motivación son: • Reconocer el grado de nivel de motivación, reforzando el desarrollo de la auto determinación en el atleta y el grupo. • • Evaluar los aspectos que pueden influir en la motivación de los atletas. • • Asesorar al entrenador para que proporcione un ambiente ideal, a nivel individual y colectivo. • Apoyar la selección de técnicas y métodos de estimulación y refuerzos, que influyan positivamente en la motivación de los atletas • Intervenir directamente en los casos más complejos de falta de motivación

(modificando creencias y actitudes rígidas mediante estrategias psicológicas complejas).

4.3 Entrenamiento procesos cognitivos

de

habilidades

y

El entrenamiento de las habilidades cognitivas es fundamental en el rendimiento deportivo, gracias a ellas se realizan la incorporación y manejo de la información que suministra el entrenamiento, la evaluación del entorno, la detección de los estímulos más relevantes y la toma de decisiones apropiadas. Las recomendaciones en el entrenamiento mental son presentadas en la tabla 6. Las principales tareas que se tienen en el entrenamiento de habilidades y procesos cognitivos son: •

El desarrollo de estas habilidades debe realizarse a manera de procesos.

Variables psicológicas relacionadas con el rendimiento deportivo

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Vincular su manejo a las actividades del entrenamiento técnico/táctico, en las que se puedan incluir tareas en el manejo de estímulos e instrucciones, percepción de tiempo y espacio, manejo de pensamientos positivos, definición de tareas de táctica y estrategia y la toma de decisiones.



Usar técnicas relacionadas con la imaginación, el establecimiento de objetivos y rutinas competitivas, permite centrarse en tareas puntuales, disminuyendo el número de estímulos interferentes.



Trabajar inicialmente en el entrenamiento, para posteriormente trasladar a la competencia.

Tabla 6 Recomendaciones para el entrenamiento de habilidades y procesos cognitivos Talento y reserva Deportiva

En atletas que se encuentran en etapa de iniciación, es difícil que el control cognitivo se centre en las mismas tareas o estímulos por mucho tiempo, siendo necesarias las explicaciones breves, la variedad en las tareas, la participación activa, la selección en el mínimo de estímulos (en especial cuando se trate de tareas nuevas o difíciles), en la competencia es fundamental el manejo de todas las situaciones que puedan interferir, como marcadores en contra, decisiones arbitrales, instrucciones encontradas, entre muchas otras.

Deporte olímpico convecional

En los atletas de rendimiento, es fundamental evaluar cuáles son las capacidades cognitivas básicas desarrolladas, ajustándolas al deporte, el nivel de desarrollo deportivo, la etapa del entrenamiento y las condiciones individuales del atleta (horarios de entrenamiento, disposición al trabajo, otro tipo de actividades). En esta etapa debe desarrollarse aspectos fundamentales como el pensamiento operativo, la memoria de trabajo y el control cognitivo, que permiten afrontar de manera más clara la competencia.

Fuente: Adaptado por los autores de Buceta, (1998); Cox (2009) y Dosil, (2004).

4.4 Control de las habilidades emocionales Las habilidades emocionales son utilizadas permanentemente en el deporte, tanto en entrenamiento como en competencia y se refleja en una gran cantidad de situaciones de la misma práctica, siendo necesario el conocimiento de las manifestaciones individuales y grupales, con el fin de potencializar sus beneficios, disminuir sus riesgos y conseguir el bienestar del atleta y su rendimiento deportivo. Los modelos más aceptados son la zona individual de óptimo funcionamiento, (IZOF) y el modelo de la U invertida anteriormente expuesta. Las recomendaciones para el control de las Habilidades emocionales, son presentadas en la tabla 7. Las principales tareas que el psicólogo debe desarrollar en el control de las habilidades emocionales son:

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• Establecer la zona de activación y los estímulos que pueden favorecer o alterar manejo de dicha zona. • Evaluar permanentemente el estado emocional del atleta, con el fin de generar perfiles en situaciones de entrenamiento y competencia. • Asesorar al entrenador para en el manejo de situaciones críticas de la competencia y el manejo del refuerzo positivo y negativo. • Definir técnicas de relajación, control cognitivo y estrategias emocionales en los atletas, influyendo positivamente en la asertividad de los mismos. •

Intervenir directamente en los casos más complejos de falta de control emocional.

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Tabla 7 Recomendaciones para el control de las habilidades emocionales Talento y reserva deportiva

En los atletas en etapas de iniciación y formación, es importante desarrollar la capacidad de auto controlar sus emociones, por ello, es recomendable el uso de experiencias vicarias con atletas del mismo contexto y edad, identificar las situaciones concretas que generan la pérdida del control, entrenar estrategias específicas de auto control. Es necesario evitar las consecuencias negativas, el abandono de la actividad, el riesgo de lesiones, la fatiga, el agotamiento, el bajo rendimiento, los problemas de alimentación y sueño y las sensaciones de fracaso, entre otras. Estas dificultades se acentúan más en la adolescencia, siendo necesario el seguimiento continuo, al igual que el entrenamiento frecuente y variado de técnicas de control emocional, que permitan fortalecer el auto control, mejorar los niveles de confianza y el aprovechamiento de la práctica deportiva.

Deporte olímpico convencional

En el trabajo con atletas de rendimiento, se debe estar alerta al riesgo de agotamiento psicológico, las situaciones potencialmente estresantes y definir situaciones de riesgo. Es por ello, que es necesario identificar las señales claves relacionadas con el nivel de activación de los atletas, a nivel individual y colectivo y realizar entrenamiento en el reconocimiento de su nivel de activación, en técnicas de autocontrol y auto regulación, que propicien el ajuste del nivel óptimo antes, durante y después del entrenamiento y la competencia. El entrenamiento en este tipo de habilidades debe realizarse de manera progresiva, a través del uso de técnicas fisiológicas y cognitivas, ajustadas a las necesidades individuales de cada atleta y de las características del deporte.

Fuente: Adaptado por los autores de Buceta, (1998); Cox (2009) y Dosil, (2004).

4.5 Manejo de las habilidades sociales En toda práctica deportiva, tanto en los momentos de entrenamiento como de competición, se está ante la presencia y los efectos de las habilidades sociales de cada individuo; por ello, el psicólogo debe estar alerta y aportar al desarrollo armónico, eficaz y eficiente de la cohesión, la comunicación y el liderazgo, mejorando la dinámica que el grupo deportivo y su entrenador van definiendo. Por ser una habilidad que depende de la interacción con muchos autores se presentaran recomendaciones generales para su desarrollo en la reserva y el rendimiento deportivo, al igual que su incidencias en el deporte paralímpico

Aunque los estudios no ratifican altas correlaciones entre rendimiento y cohesión, para Cox (2009) es claro que la cohesión a la tarea mejorará la probabilidad de tener éxito y a su vez, esto hará que la cohesión social mejore; también atribuye que los equipos que desarrollan altos niveles de cohesión, muestran altos niveles de autoeficacia y esta se refleja a la vez en cada miembro. En particular, en poblaciones juveniles, la cohesión social permite la satisfacción de necesidades sociales y disminuye los niveles de ansiedad, favoreciendo la continuidad en el deporte; todo lo anterior ratifica la necesidad de la intervención del psicólogo en el seguimiento de la evolución de la cohesión de los equipos deportivos.

En la cohesión se pone a prueba en momentos de dificultad o adversidad (frecuentes en el ámbito deportivo), la respuesta a estas dificultades se da en acciones deportivas, que además de la exigencia física, integra componentes de tipo cognitivo-motriz (tarea deportiva con elementos técnicos y tácticos) y puede ser evaluada como exitosa (que aporta al logro del objetivo grupal) o deficiente (que no aporta al logro) y con ello, las implicaciones emocionales individuales y grupales sobre la cohesión de tarea y la cohesión social.

El entrenamiento en el estilo de comunicación asertivo debe incluir las formas del lenguaje verbal y no verbal, además de todas las señales que indican una buena relación entre emisor y receptor, es importante desarrollar este tipo de comunicación en los atletas y el entrenador, sin importar el nivel de desarrollo deportivo, con el fin de crear estructuras de comunicación sólidas que permitan la fluidez de los mensajes y la adecuada comprensión de los mismos, fortaleciendo el buen clima

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del grupo, afianzado las relaciones interpersonales y mejorando las habilidades como la confianza, el control emocional y la motivación e identificación con el grupo Por último en el deporte convencional y adaptado el modelo más aceptado en el es el modelo multidimensional de liderazgo de Chelladurai en el que el entrenador se convierte en el líder natural del grupo, los que implica que este debe tener un nivel de comprensión de las características de la situación y sensibilidad hacia las características de sus entrenados, al mismo tiempo, ser capaz de exigir y potenciar a cada atleta desde sus capacidades y limitaciones, generando ambientes de empatía y confianza. De igual manera, el grupo lo conforman líderes que se destacan por su buena adaptación, su capacidad de comunicación y cohesión, al igual que su desempeño deportivo, teniendo claro lo que se espera de él, en lo que hace y lo que él

Cortesía Comité Paralímpico Colombiano

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desea, trayendo como consecuencia el rendimiento e identificación de los miembros del equipo

4.6 Recomendaciones para el manejo de las habilidades en atletas paralímpicos El desarrollo de las habilidades psicológicas se tiene esquemas similares para todas las personas, existen consideraciones especiales para este desarrollo en el deporte adaptado. Aspectos como la formas de adquisición de la discapacidad, el momento de duelo, el tipo de discapacidad y su clasificación deportivo funcional determinaran la forma de aprendizaje en el atleta, la forma de establecer el plan de trabajo por parte del entrenador y definirán el plan de intervención del psicólogo. En las figuras 6 al 10 se presentan algunas recomendaciones para el desarrollo de las habilidades por tipo de discapacidad.

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HABILIDADES EMOCIONALES El manejo de las emociones pueden ser alterado en tres momentos: • Al estar adaptando a la actividad deportiva y confrontar su ejecución deportiva contra la discapacidad. • Al enfrentarse a la competencia, afectándole el nivel de exigencia de esta o la capacidad de sus rivales. • Al manejo de la evolución deportiva frente a su discapacidad y tipo de clasificación deportivo-funcional.

MOTIVACIÓN El tipo de discapacidad, así como el nivel de lesión, determinara el grado de motivación interna y externa, relacionándose directamente con la forma como se generó la discapacidad y el manejo de duelo por parte del atleta.

ATLETAS CON DISCAPACIDAD FÍSICA

CONFIANZA Para su desarrollo se debe tener en cuenta tres aspectos: • Percepción propia del atleta (tipo de discapacidad y/o nivel de lesión). • Percepción del rival en competencia (confrontar sus capacidades). • Nivel de clasificación funcional (tipo y ventajas de la ejecución en el deporte).

HABILIDADES SOCIALES Se presentan con algunas características particulares relacionadas con el tipo de lesión existiendo niveles claros de afinidad y comunicación entre limitaciones similares o cercanas. Por lo general existen niveles de cercanía del grupo o equipo deportivos con los atletas con discapacidades más complejas o aquellos que evidencian un alto nivel de adaptación y rendimiento a pesar de su discapacidad. El entrenador debe tener un nivel de comprensión y sensibilidad hacia la discapacidad y al mismo tiempo ser capaz de exigir y potenciar a cada atleta. De igual manera los atletas que se destacan por su buena adaptación a la discapacidad y altos niveles de rendimiento deportivo se convierten en líderes de sus grupos.

Figura 5. Recomendaciones para el manejo de las habilidades en atletas con discapacidad física Fuente: Adaptado por los autores de Goosey, (2010); Peralta, (2013); Shearer, (2010); Tepper, (2011); Reina, (2012); Krueger, (2011); y Cárdenas & Sepúlveda, (2010)

Variables psicológicas relacionadas con el rendimiento deportivo

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HABILIDADES EMOCIONALES Las percepciones (totales o parciales) y los diversos tipos de emociones influyen en cómo enfrenta el atleta la competencia. Es conveniente establecer los mecanismos de percepción y configuración de las mismas. Debido a que la información auditiva y de percepción del entorno no le permite reconocer completamente el contexto, (magnitud del escenario de competencia, cercanía o distancia con uno o varios rivales, entre otras), se puede generar aumento en la tensión.

MOTIVACIÓN Está determinada por el manejo y adaptación de la discapacidad; la evaluación de retos y logros; y la comprensión, asimilación y manejo del entorno deportivo. Es importante hacer énfasis en la motivación de logro.

CONFIANZA

ATLETAS CON DISCAPACIDAD VISUAL

Se da a partir de la cantidad de información que recopile el atleta, con la cual se hace una idea mental del contexto y de las situaciones particulares (a mayor detalle y amplitud, mayor nivel de confianza). Debe existir un nivel de cercanía entre el atleta y la persona que brinda la información, para que aumente la credibilidad de la misma.

HABILIDADES SOCIALES Los atletas generan vínculos afectivos, de escasa relación personal y deportiva permitiéndoles un mejor conocimiento del contexto. Para suplir su limitación, buscan filtrar y recopilar la información que permita optimizar su ejecución deportiva. En entornos en los que se desarrollen con pares deportivos tendrán mayor capacidad de adaptación. Estos atletas tienen como punto referente para comunicarse y para liderar el proceso al entrenador quien se asume a si mismo como guía y orientador de los atletas dentro de los diferentes momentos del contexto deportivo. Al interior del grupo el líder esta directamente relacionado con dos aspectos el rendimiento en el deporte y la capacidad de adaptación lectura y respuesta del entorno deportivo y social.

Figura 6. Recomendaciones para el manejo de las habilidades en atletas con discapacidad visual Fuente: Adaptado por los autores de Goosey, (2010); Peralta, (2013); Shearer, (2010); Tepper, (2011); Reina, (2012); Krueger, (2011); y Cárdenas & Sepúlveda, (2010).

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HABILIDADES EMOCIONALES Es importante evaluar constantemente como se pueden alterar las emociones de los atletas auditivos, frente a cada situación deportiva y la forma de responder fisiológicamente frente a situaciones que generen alteraciones en los estados emocionales. Esta discapacidad genera cierto nivel de introversión, haciendo más difícil que el atleta exteriorice lo que piensa y/o siente.

MOTIVACIÓN Principalmente se genera de manera externa y estará marcada por la necesidad del atleta de retroalimentación con su entorno, tanto personal, como deportivo.

ATLETAS CON DISCAPACIDAD AUDITIVA

CONFIANZA Está determinada por los adecuados niveles de comprensión del atleta con su entorno y por la percepción de la capacidad de anticipar y responder, de manera eficiente a las exigencias de la práctica deportiva. Es fundamental que el contexto familiar apoye el desarrollo de la autonomía del atleta (aprendizaje lenguaje de señas, adaptación al entorno social).

HABILIDADES SOCIALES Se establecen siempre grupos cerrados, reconociendo y dando relevancia a cada miembro del grupo. Las personas externas deben ser reconocidas y aceptadas por cada uno de sus miembros (entrenador – grupo administrativo) demostrar su valía y utilidad en procura del crecimiento y desarrollo del mismo. La comunicación es estructurada por los atletas, estableciendo códigos y niveles particulares por deporte; que determinan, en gran parte, su sentido de grupo o equipo. Existen diferentes tipos de líderes los cuales se caracterizan y destacan por aspectos sociales principalmente. La característica fundamental del líder es que se convierte en la persona que transmite de mejor manera el sentir del grupo y se relaciona más ampliamente con las personas sin discapacidad.

Figura 7. Recomendaciones para el manejo de las habilidades en atletas con discapacidad auditiva Fuente: Adaptado por los autores de Goosey, (2010); Peralta, (2013); Shearer, (2010); Tepper, (2011); Reina, (2012); Krueger, (2011); y Cárdenas & Sepúlveda, (2010)

Variables psicológicas relacionadas con el rendimiento deportivo

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HABILIDADES EMOCIONALES La modificación de los estados de ánimo genera un aumento de la tonicidad muscular, limitando todos los procesos físicos y mentales del atleta, incluyendo los de autoregulación. La regulación y manejo de las emociones debe darse de forma progresiva, de tal manera que el atleta controle su estado de forma paulatina en cada momento durante la actividad deportiva.

MOTIVACIÓN Se establece por el nivel de compromiso neuro-motor y la capacidad funcional del atleta. El desarrollo de la motivación, está relacionado con la percepción de su limitación y el manejo de esta.

ATLETAS CON PARÁLISIS CEREBRAL

CONFIANZA La modificación de los estados de ánimo genera un aumento de la tonicidad muscular, limitando todos los procesos físicos y mentales del atleta, incluyendo los de autoregulación. La regulación y manejo de las emociones debe darse de forma progresiva, de tal manera que el atleta controle su estado de forma paulatina en cada momento durante la actividad deportiva.

HABILIDADES SOCIALES El tipo de afinidad es determinado por el nivel de dependencia con el entorno familiar y social y dependerá de la capacidad de adaptación al contexto y a la discapacidad del atleta. Se establecen códigos y formas de comunicación particulares, las cuales dependen directamente del tipo de parálisis, el daño neurológico y compromiso motor y de lenguaje de cada atleta. El tipo de comunicación se da de manera casi individualizada, generando códigos particulares con el personal y grupo de apoyo de los atletas, los cuales van desde aspectos personales (aseo – manejo diario) a situaciones deportivas.

Figura 8. Recomendaciones para el manejo de las habilidades en atletas con paralisis cerebral Fuente: Adaptado por los autores de Goosey, (2010); Peralta, (2013); Shearer, (2010); Tepper, (2011); Reina, (2012); Krueger, (2011); y Cárdenas & Sepúlveda, (2010)

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HABILIDADES EMOCIONALES La forma como la emoción influye en la discapacidad intelectual es proporcional al nivel de significado que la situación tenga para el atleta, siendo necesario que él entienda cada emoción de manera clara y la acepte. No es pertinente que el atleta se mantenga y centre demasiado en emociones que pueden alterar su ejecución y desempeño en el deporte. La diversidad y fluidez de pensamientos asociados se relacionan directamente con el tipo de retardo mental.

MOTIVACIÓN Estos atletas evidencian altos niveles de motivación intrínseca de base, la cual da amplia relevancia a la aprobación y reforzamiento social constante. El indicador de logro toma un nivel de relevancia secundario.

CONFIANZA Se da a partir del reforzamiento continuo y preciso de aspectos relacionados con la actividad deportiva.

ATLETAS CON DISCAPACIDAD COGNITIVA

Estos atletas buscan refuerzos positivos de manera constante, necesitando aprobación para el desarrollo de las actividades

HABILIDADES SOCIALES Se relaciona con el afecto e identidad que existe entre cada uno de sus miembros. Se da una marcada cercanía y afinidad entre atletas a partir del tipo de retardo (coeficiente intelectual cercanos o similares) y también en relación a su rendimiento deportivo. Estos atletas expresan su sentir de manera natural básica y poco elaborada. El nivel de retardo que tiene el atleta determina en gran medida su capacidad de comunicarse y de su nivel de comprensión. El entrenador debe adaptarse al nivel cognitivo de cada atleta fomentando su desarrollo personal; al interior del grupo, aquellos atletas que tengan una mayor retroalimentación y reconocimiento por parte del entrenador serán asumidos como líderes.

Figura 9. Recomendaciones para el manejo de las habilidades en atletas con discapacidad cognitiva Fuente: Adaptado por los autores de Goosey, (2010); Peralta, (2013); Shearer, (2010); Tepper, (2011); Reina, (2012); Krueger, (2011); y Cárdenas & Sepúlveda, (2010).

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Cortesía Coldeportes

5. CONCLUSIÓN La preparación psicológica se basa en el entrenamiento de variables psicológicas como la auto motivación, la autoconfianza, los proceso emocionales y cognitivos, entre otros, permitiendo optimizar el rendimiento deportivo y personal de acuerdo a las circunstancias del momento (por ejemplo: entrenamientos, pre competencia, competencia, transiciones y demás circunstancias. La psicología ha dado grandes aportes teóricos al desarrollo de la psicología del deporte, sin embargo ésta hoy cuenta con modelos creados y aplicados de manera específica al ámbito deportivo, permitiendo entender el funcionamiento de habilidades y estrategias psicológicas que contribuyen a mejorar el rendimiento, generando planes de entrenamiento que permiten su dominio. El lineamiento no pretende definir un orden determinado en el entrenamiento de las habilidades, esto se hará de acuerdo con las necesidades propias del atleta, el deporte y su modalidad. Dichas necesidades están relacionadas con: el género, el desarrollo evolutivo y deportivo, los recursos físicos e intelectuales y la capacidad de aprendizaje del atleta, realizando su planeación y aplicación, de manera individualizada y teniendo en cuenta que la intervención o no de cualquier habilidad, optimizará o empeorará el funcionamiento de las otras. Sin embargo, es importante entender cuál es el funcionamiento de las variables psicológicas en cada momento y los mecanismos que permiten el control por parte del atleta La caracterización el deporte por disciplina, modalidad y de ser posible por prueba, permitirá definir la intervención de las variables psicológicas que afectan el rendimiento deportivo, estableciendo los métodos

Coldeportes / Psicología

y técnicas de entrenamiento; teniendo claro que no se tienen procesos psicológicos estandarizados, sino procesos de intervención determinados por circunstancias deportivas específicas. De igual manera se debe comprender que el funcionamiento de las habilidades dependerá de las condiciones propias del atleta, su desarrollo, entorno y metas deportivas. En consecuencia, cada persona tendrá circunstancias específicas, con necesidades psicológicas también específicas; que determinaran la intervención psicológica que en cada caso y momento particular. En el trabajo con el talento y la reserva deportiva, es importante entender como cada variable psicológica difiere de acuerdo al momento del desarrollo, siendo necesario adaptar el trabajo a cada etapa de la evolución deportiva y personal del atleta. De igual forma se debe tomar en cuenta las condiciones especificas del deporte paralímpico, conociendo las posibilidades de desarrollo de las variables, de acuerdo a la discapacidad del atleta. Por último; se debe reforzar el conocimiento de las variables en otras personas del medio deportivo, como lo son entrenadores, preparadores físicos, padres, dirigentes, entre otros, permitiendo el uso de técnicas psicológicas que favorezcan el rendimiento del atleta y optimicen las competencias personales de los mismos, para el desarrollo deportivo.

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Variables psicológicas relacionadas con el rendimiento deportivo

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ANEXOS Anexo 1. Técnica de establecimiento / formulación de metas

GENERALIDADES

META

Consecución de un nivel especifico de dominio en una tarea (niveles de rendimiento), dentro de un intervalo de tiempo establecido previamente, a través de un plan específico para lograrlo, que implica la realización de tareas puntuales y relevantes, la ejecución y persistencia de esfuerzos necesarios para alcanzarlos y el desarrollo de nuevos aprendizajes (González, et al., 2001).

OBJETIVO

Mostrar, a manera de ejemplo, la influencia de uso de una técnica específica en el desarrollo de otro tipo de habilidades. Su selección se da por ser una de las usadas más frecuentemente en el ámbito deportivo, sin embargo, se resalta que para el trabajo de la motivación existen otros modelos, igualmente válidos, como lo son el modelado, los registros conductuales, los contratos conductuales, los programas de refuerzo, las matrices de decisiones, entre otros.

ANTECEDENTE

Adaptación del modelo de la psicología industrial, que busca que el uso de objetivos (característicos en la actividad deportiva) tenga un mayor control y conocimiento, facilitando su comprensión y utilidad por el atleta y permitiendo evaluar y dar solidez a su motivación (Dosil, 2004), determinando la dirección, intensidad y persistencia de las conductas del mismo (González, et al., 2001).

PRINCIPIOS APLICABLES

La efectividad en el establecimiento de metas implica el cumplimiento objetivo de los siguientes principios (Cox, 2009) ( Dosil, 2004): • • • • • • • • •

Coldeportes / Psicología

Tener metas específicas (pero flexibles), medibles, observables y dentro de un límite de tiempo, siendo un reto alcanzable, realista y manejable. Identificar las limitaciones temporales, teniendo en cuenta los factores que la rodean. Utilizar metas de dificultad moderada (mejor que las más fáciles o muy difíciles). Combinar metas de proceso, rendimiento y resultado, permitiendo la evaluación del progreso, a la vez, cuando se tengan dos o más metas, estas deben ser compatibles. Fijar metas a corto plazo para logar metas a mediano y en consecuencia, a largo plazo, estructurándolas según su importancia. Establecer metas individuales y colectivas, que permitan el compromiso previo para afrontar lo que conlleva esta tarea y sean acordadas por los atletas y el entrenador. Fijar metas de entrenamiento y competencia. Considerar diferencias individuales y contextos específicos. Escribir las metas, ya que esto aumenta el compromiso del atleta y evita que a mediano plazo se olviden.

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CLASIFICACIÓN

OBJETIVO

• Resultado (lugar en la competencia, clasificación a otra competencia) • Rendimiento (tiempo, calificación, marca) y proceso • Realizacion (actividades o tareas para conseguir las metas), siendo más efectivo el uso de las dos últimas

TEMPORALIDAD

• Corto plazo (de la semana) • Mediano plazo (meta del meso ciclo) • Largo plazo (metas del macro cicló o la temporada

NUMERO DE PARTICIPANTES

• Individuales (que se plantean de manera personal) • Colectivas (que implican a uno o más miembros del equipo)

ESPECIFICIDAD DE LA TAREA (DOSIL, 2004)

• Generales o especificas • De orden primario (principales)., secundario o terciario (metas poco importantes)

VARIABLES RELACIONADAS

MOTIVACIÓN

AUTO CONFIANZA

HABILIDADES COGNITIVAS

HABILIDADES SOCIALES

Permite que atleta movilice el esfuerzo a su consecución, fortaleciendo la perseverancia en la realización de las tareas y promueve la ejecución de nuevas estrategias de aprendizaje, forzándolo a aprender cosas nuevas o a usar nuevos métodos o destrezas deportivas.

Posibilita la evaluación del progreso, permitiendo que el atleta sea consciente del mismo y a la vez, mejore la percepción de la eficiencia de sus habilidades, experimentando sensaciones de orgullo e incrementando sus expectativas en actuaciones futuras (González, et al., 2001).

El atleta tiende a centrar sus pensamientos y atención en tareas a realizar, para alcanzar sus metas en el futuro (Cox, 2008), adicionalmente, le permite mejorar la toma de decisiones y la aceptación de responsabilidades (González, et al., 2001).

Mejora las relaciones, ya que estas permiten entender que el resultado será la consecuencia de esfuerzos individuales, pero con la colaboración de todos los miembros del equipo (entrenador, auxiliar, compañeros), por otro lado, ayuda a la resolución de problemas cuando existe confusión o discrepancias en las expectativas del entrenador con respecto a los atletas (González, et al., 2001).

Variables psicológicas relacionadas con el rendimiento deportivo

Módulo 2 ENTRENAMIENTO MENTAL DEL ATLETA

Director:

Carlos Iván Bermeo Andrade, Lic.

Coordinador:

José Fernando Rivera Pérez, Ps

Autor:

José Fernando Rivera Pérez, Ps

Coautores:

Fernando Humberto Clavijo C, Ps; Juan Carlos Montoya, Ps

Revisores nacionales:

María Clara Rodríguez, Ps Juan Carlos Montoya, Ps

Revisores internacionales: Jaume Cruz F. PhD Ps (ESP) José Tomás Trujillo S. PhD Ps (MEX)

Departamento Administrativo del Deporte, la Recreación, la Actividad Física y el Aprovechamiento del Tiempo Libre



COLDEPORTES



Bogotá, D.C.

2015

INTRODUCCIÓN Como se expuso en el módulo anterior, la preparación psicológica en el deporte ha evolucionado con el desarrollo e influencia sistematizada y planificada de los profesionales de la psicología del deporte; inicialmente, se centró en el análisis de las conductas psicomotrices de los deportistas, pasando a los estudios de personalidad, que buscaban predecir conductas específicas en ciertos deportes y en las últimas décadas, el motivo de investigación y aplicación se ha centrado en el entrenamiento mental, que incluye la integración y aplicación de modelos, técnicas y estrategias apropiadas para conseguir un determinado estado mental y la reproducción de un conjunto de conductas, que resulten relevantes para su rendimiento.

En Colombia desde hace varios años se ha venido implementando el modelo de entrenamiento mental; sin embargo, cada profesional ha desarrollado estrategias diferentes, de acuerdo a sus recursos y necesidades y a la posibilidad de interactuar con el atleta, sin tener uno o varios modelos, que determinen los objetivos, principios y las etapas a desarrollar de manera estándar. Atendiendo a esta necesidad este lineamiento (en su módulo I), definió parámetros generales que permitirán unificar el plan de intervención en psicología, los cuales fueron sustentados teóricamente por los autores y validados por pares nacionales e internacionales. En este módulo se realiza una revisión teórica del marco conceptual, que permite entender los conceptos de habilidades, destrezas y técnicas y sus diferencias,

como los aspectos a tener en cuenta en cuanto a su aprendizaje y entrenamiento. Continúa con la planificación del entrenamiento mental, exponiendo sus objetivos, principios, componentes y periodización. El presente documento incluye recomendaciones en el uso de tecnología en el entrenamiento mental y algunos aspectos relevantes para el deporte paralímpico. También una breve exposición del marco normativo del quehacer de la psicología en Colombia, con el fin de entender el contexto de trabajo, el marco que regula los derechos del atleta, el contexto ético y el secreto profesional. Por último se determina los componentes necesarios para la formulación del plan de entrenamiento mental, revisando diferentes contextos de trabajo y definiendo cuatro modelos de intervención para Colombia.

Cortesía Coldeportes

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Módulo 2 ENTRENAMIENTO MENTAL DEL ATLETA

1. OBJETIVO •

Definir el modelo de plan de entrenamiento mental en el deporte colombiano con el propósito de estandarizar su aplicación en los atletas del deporte olímpico convencional y deporte paralímpico, desde el talento y la reserva deportiva hasta el deporte de alto rendimiento, en todas las regiones del país.



Determinar modelos de intervención para el desarrollo de las habilidades psicológicas en los contextos del deporte olímpico convencional y deporte paralímpico en el Sistema Nacional del Deporte, de acuerdo a las condiciones del deporte colombiano.



Presentar el marco jurídico aplicado a la intervención psicológica y de entrenamiento mental en el deporte en Colombia.

Entrenamiento mental del atleta

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Cortesía Coldeportes

2. DEFINICIONES Destreza psicológica. Se entiende como una habilidad perfeccionada a través del entrenamiento, con el objetivo de optimizar el rendimiento (Viadé, 2003). También se puede concebir como el conjunto de operaciones lógicas, concretas, ordenadas y graduadas, que realiza el sujeto sobre la información o conocimiento que quiere adquirir. Se entrena a través de la práctica de conductas o tareas, con el uso de técnicas y métodos específicos.

Coldeportes / Psicología

Entrenamiento deportivo. Es un proceso científico– pedagógico, sistemático y abarcador, concebido sobre la base de las nuevas combinaciones y aplicaciones de los contenidos, encaminado al logro de las distintas transformaciones y adaptaciones biológicas más profundas, dirigido al aumento de las capacidades de rendimiento físico y psicológico (Pérez & Pérez, 2009), a través de un conjunto de decisiones tomadas en los

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distintos momentos, de actividades y experiencias realizadas por los actores que intervienen en la búsqueda del perfeccionamiento del individuo en el campo de la práctica del deporte (Colectivo de profesores del Departamento de Educación Física de la Universidad Pedagógica Nacional de Colombia, 2008, citado por Pérez & Pérez, 2009). Entrenamiento mental. Pretende el desarrollo y fortalecimiento de habilidades psicológicas que intervienen en el comportamiento deportivo, tales como la motivación, la auto-confianza, el nivel de activación, la atención, el manejo de las habilidades sociales, entre muchas otras, teniendo en cuenta características personales y del entorno y el uso de técnicas que pueden transformarlas en destrezas. Estado emocional. Se establece como una respuesta psicofisiológica a un estímulo ambiental, que de algún

modo es transitoria y específica de una situación (Cox, 2007). Se distingue por ser de corta duración, teniendo en cuenta el tiempo de permanencia del estímulo desencadenante de la emoción. Habilidad psicológica. Potencial cognoscitivo innato, común a los humanos, se puede desarrollar y se convierte en real; expresado en cualquier momento en conductas y en estrategias concretas (Cox, 2009). Se entiende como las características del atleta, adquiridas o innatas, que tornan posible o probable que tenga éxito en el deporte. Técnica psicológica: comprenden un conjunto heterogéneo de métodos y sistemas estructurados. Su finalidad es conseguir los objetivos marcados en la intervención y como fin último desarrollar las habilidades establecidas en el plan de preparación psicológica.

Entrenamiento mental del atleta

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Cortesía Coldeportes

3. MARCO DE REFERENCIA En el desarrollo del quehacer de la psicología deportiva se ha centrado en los últimos años en la realización del entrenamiento mental, que se realiza de manera simultánea al entrenamiento físico, técnico y táctico y el cual cumple los mismos principios de este, A continuación, se hace una revisión teórica de los conceptos de habilidades, destrezas y técnicas; el objetivo; principios; filosofía y periodización del plan de entrenamiento mental.

3.1 Habilidades, destrezas y técnicas Entender la importancia de las habilidades y destrezas psicológicas relevantes en cada momento, permite su uso a voluntad, pero esto solo dependerá del aprendizaje, adaptación y entrenamiento de las mismas (Viade, 2003); para ello, es necesario realizar una planificación del componente mental, sin llegar a “reducir el trabajo psicológico al simple entrenamiento de habilidades, e

Coldeportes / Psicología

incluso extenderlo a la aplicación de estas sin discriminar muy bien cuál es la variable sobre la que se pretende actuar” (Buceta, 1998b) y tampoco olvidar que el trabajo del psicólogo puede colaborar a la solución de problemas personales del atleta que propicien su bienestar. La habilidad psicológica se define como la capacidad que tiene un atleta para auto controlar las variables relevantes que pueden afectar su propio rendimiento,

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de manera innata o adquirida, a través de la propia experiencia o con entrenamiento. Independientemente de la forma de adquisición, se debe realizar una secuencia planificada de las actividades y técnicas de intervención, como métodos para ser perfeccionadas mediante un entrenamiento específico que hará más eficaz el desempeño deportivo (Viadé, 2003). La destreza se entiende como la habilidad perfeccionada, a través del aprendizaje y el entrenamiento, con los objetivos de optimizar el desarrollo deportivo y conseguir los resultados previstos. Para ello, es importante tener en cuenta las características individuales, las necesidades propias del deporte y la metodología de aprendizaje. Este proceso pasa por diferentes momentos que van desde la adquisición, la incorporación al gesto técnico, la repetición y por último, la aplicación, entendida como la realización automática de lo aprendido (Viadé, 2003). Las técnicas psicológicas son las herramientas operativas del entrenamiento mental, se entienden como los procedimientos o métodos utilizados que sirven para optimizar las destrezas psicológicas relevantes (confianza, atención, entre otras). Entre las más conocidas están la visualización, la relajación, la fijación de metas (establecimiento de objetivos), auto dialogo y la retroalimentación. Aunque la gran mayoría de estas técnicas son de uso común por los deportistas, algunas de estas necesitan la aplicación de conocimientos específicos, por lo que no pueden ser aplicadas o utilizadas de forma indiscriminada, sin el entrenamiento previo por un psicólogo (Buceta, 1998b). Técnicas como la reestructuración cognitiva, la neuro programación, mapeo cerebral, el condicionamiento encubierto o el entrenamiento en biorretroalimentación y neurorretroalimentación, requieren de conocimientos y equipos específicos, procedimientos de evaluación determinados e intervención dirigida por un psicólogo, con capacitación específica. Estas técnicas, bien aplicadas, pueden contribuir enormemente a modificar variables relevantes relacionadas con el rendimiento del atleta (Buceta, 1998b). Entrenar las habilidades psicológicas permitirá, sin duda, mejorar el rendimiento deportivo, es por ello que se debe realizar una planeación integral del entrenamiento deportivo, en en el que se tengan en cuenta todas las variables (físicas, técnicas, tácticas y psicológicas), permitiendo una valoración integral del atleta. La

aplicación de la técnica se define a partir de la habilidad que se desea entrenar, las cualidades del atleta, los recursos y objetivos dentro del plan de entrenamiento deportivo. Para Vealey (2007) es “importante poner a prueba la eficacia de las técnicas específicas de entrenamiento mental y motivar futuras iniciativas de investigación y de práctica profesional que permitan estudiar la forma de utilizar más eficazmente las técnicas específicas dentro de las estrategias y los modelos en particular”.

3 .2 . Co n sid eracio n es p rev i as a l a in t erven ció n Como se ha expuesto anteriormente, el fin de la psicología del deporte en el rendimiento deportivo es apoyar al proceso de entrenamiento deportivo (permitiendo optimizar las habilidades psicológicas y el mejor desempeño mental en la competencia), sin olvidar el bienestar del atleta. El desarrollo de estas tareas debe tener en cuenta múltiples aspectos. El primer aspecto es entender la psicología como una disciplina multi-paradigmática, en la que conviven muchos modelos teóricos y de investigación (Buceta, 1998b). Desde el punto de vista teórico en la psicología del deporte se aplican varios modelos, siendo los más destacados el conductual, en que las modificaciones del comportamiento se determinan por los modelos de aprendizaje que intervienen en el medio en donde se desarrolló el mismo. El segundo modelo es el cognitivo, para el que los diferentes grados de aprendizaje dependerán de los procesos internos (mecanismos o estrategias) desarrollados por las personas (Viadé, 2003). A partir de la combinación de estos modelos surge el cognitivo–conductual, en el que el aprendizaje implica reflexionar e interpretar lo que se percibe y de allí se puede modificar la conducta (Weingberg & Gould, 1996). Modelos como el humanista, sistémico, el psicoanálisis, el diferencial o el integral son usados con menor fuerza en la investigación y aplicación en el deporte. En el campo de la investigación en psicología del deporte existen tres grandes orientaciones, aunque la tendencia actual en el deporte es integrarlas, buscando la comprensión de la conducta de diferentes maneras, máxime cuando el trabajo moderno se realiza con equipos multidisciplinares (Dosil, 2004): • Conductual, en la que se estudia cómo los factores del entorno afectan la conducta.

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• Psicofisiológica, cuyo objetivo es el estudio de los fenómenos fisiológicos y neurológicos en el comportamiento. • Cognitivo-conductual, que estudia cómo los pensamientos y sus creencias determinan la aparición o no de su conducta. Un segundo aspecto a tener en cuenta es la metodología de intervención, que puede darse de manera directa e indirecta. La primera tiene lugar cuando el psicólogo y el atleta trabajan en contacto directo, esta incluye el entrenamiento de habilidades para el deporte, cuyo objetivo es la auto aplicación de técnicas específicas, el desarrollo de ciertas habilidades y la intervención en aspectos personales del atleta, que busca fortalecer el bienestar del mismo. La intervención indirecta se realiza a través de las personas que están en el entorno habitual de este (entrenadores, directivos, compañeros, familiares y miembros del equipo) asesorando que sus decisiones y actuaciones influyan de manera positiva en el desempeño deportivo y está especialmente recomendada en las etapas de iniciación deportiva (Buceta, 1998b). La intervención en deporte de rendimiento implica la combinación de ambas. Un tercer aspecto es el conocimiento de los recursos y las limitaciones en la aplicación del plan. Para Buceta (1998b) “El conocimiento de este tipo de recursos y limitaciones, propiciará que se elabore y programe un plan de actuación que resulte viable y que por tanto no se limite a un planteamiento teórico utópico, sino que

pueda llevarse a cabo en realidad”. Para ello, propone dos escenarios: los recursos y limitaciones materiales, que incluye pruebas psicológicas, equipos de intervención, escenarios, entre otros y presenta dos fuentes: la del profesional que presta el servicio y la institucional que le provee el servicio al atleta. Otro escenario a tener en cuenta, son los recursos y limitaciones humanas, que considera la presencia y efecto de personas en el entorno del atleta que puedan favorecer o perjudicar el trabajo psicológico (entrenador, preparador físico, amigos, familia, directivos, profesionales de otras áreas), la idoneidad del psicólogo que presta el servicio (siendo determinante la formación académica y experiencia en deporte) y el nivel de la colaboración del entrenador y los directivos (determinado por su vinculación y aceptación del proceso de intervención y la disposición para atender las recomendaciones consecuencia del proceso)(Buceta, 1998b). En el momento de planificar la intervención, es necesario tener en cuenta los posibles riesgos psicológicos, destacando entre otros el significado que el entrenador o atleta da a cada competencia (la desmotivación y pérdida de la confianza cuando se pierde o la falsa confianza cuando se gana); la fatiga física y mental producto del calendario saturado de competencia; el desgaste por viajes largos; la mala selección de rivales en competencias preparatorias. De igual forma, el plan debe prever la aparición de lesiones deportivas, sobre entrenamiento, bournout, uso de doping y otros factores que pueden afectar el rendimiento (Dosil, 2004). Jackson & Csikszentmahalyi (2003, citado por Dosil, 2004) describen que el objetivo final de la preparación psicológica es conseguir el “estado ideal para rendir al máximo” o estado de flow, en donde se logra un equilibrio entre las habilidades y el desafío, la atención se coordina con las tareas, se tiene una alta biorretroalimentación, alta sensación de control, pérdida de consciencia del propios ser, transformación del tiempo (sensación de que pasa o más rápido o más lento) y buenas sensaciones (experiencia autotélica). Este estado es comparado a la zona óptima de rendimiento de Hanin (2000), descrito en el módulo anterior.

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Cox (2009), establece que los mecanismos de intervención se determinan por la definición del cliente, que en el contexto colombiano puede ser un ente público (departamental o municipal) o privado (club, liga o federación), los padres y en muy pocas ocasiones,

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los deportistas. En los primeros casos se debe respetar, la relación psicólogo/atleta, que se determina por la confidencialidad y el secreto profesional. Sin embargo, es normal que en estos casos el contratante tenga derecho a recibir información, es allí donde se debe dar claridad en el tipo de información a suministrar, que incluye aspectos generales del tipo de intervención, resultados esperados, desarrollo del proceso y recomendaciones (a manera de asesoría) del manejo con el atleta. La intervención debe tener presente el bienestar psicológico, tomando en cuenta factores como el estilo de vida, las actividades paralelas al deporte (trabajo, estudio), dificultades del entorno social y familiar del atleta, situación económica y la manera como afronta estas circunstancias. También, debe considerar el sitio de realización de la intervención, que puede tener tres espacios: • Consultorio (siguiendo el método clínico tradicional), siendo el método tradicional de la psicología del deporte, en el que se asesora a deportistas en el manejo y entrenamiento de algunas habilidades, con la dificultad de perder información relevante que se da en los sitios de entrenamiento y en algunos casos, los deportistas lo asocian a la atención meramente clínica. • Ámbito del atleta; escenarios de entrenamiento y competencia, integrando la intervención al entrenamiento físico técnico y deportivo, este tiene la dificultad de no poder resolver dificultades personales, por no tener privacidad y entorpece la enseñanza de técnicas (relajación, visualización) y uso de equipos de apoyo (Dosil, 2004). • Aplicaciones tecnológicas, que determinan la asesoría on line y que tienen la dificultad de no poder hacer un seguimiento real y limitarse a las interpretaciones del entrenador o el atleta (Dosil, 2004). El uso de los espacios no es excluyente, por el contrario, se debe contar con los tres espacios, optimizando recursos y posibilidades en la intervención. Por último, la elaboración del plan de entrenamiento y la posibilidad de intervención estarán determinadas por las demandas del plan de entrenamiento, las metas esperadas por el atleta, el entrenador, la familia y/o los directivos y la dinámica de la competencia. Se debe evitar

el inicio de la intervención ante demandas inminentes como una competencia importante, un proceso de selección u otro momento o problemática relevante.

3 .3 El en t ren amien t o men t al y s u p lan ificació n La planificación del entrenamiento mental debe tener en cuenta que apoya la preparación deportiva, por tanto, debe estar inmersa en dicha preparación. Sin embargo, la intervención no solo se debe limitar al entrenamiento de habilidades; támbien debe solucionar problemas psicológicos presentes, (detectados en el proceso de intervención o por el entrenador o el atleta), producto de la dinámica interpersonal, del desarrollo del plan de entrenamiento, las dificultades de la competencia, entre otros. Buceta (1998b), menciona los diferentes aspectos a tener en cuenta en la elaboración de un plan de entrenamiento: “(…) Se deben tener en cuenta diferencias deportivas determinantes, tales como: el ciclo competición-entrenamiento de cada deporte; las exigencias y circunstancias concretas del entrenamiento y la competición de cada especialidad; los objetivos específicos de la actividad deportiva en función de la edad, la existencia de perspectivas deportivas a largo plazo, el grado de profesionalidad, etc.; y por supuesto, la situación concreta en la que se encuentra cada deportista en particular dentro de un mismo deporte o de una misma edad o circunstancia global (no es lo mismo, por ejemplo, ser titular que suplente, destacar que no hacerlo, disponer del apoyo apropiado de la familia que sufrir la “presión” irracional de los padres, etc.)”.

Buceta (1998b, p. 25). La determinación de un sistema será relevante en el momento de planificar. Vealey (2007) define el desarrollo del proceso de entrenamiento mental a partir de identificar las habilidades mentales claves que están relacionadas con el rendimiento del deporte y el éxito del bienestar personal de los deportistas. Esta autora crea un modelo de habilidades mentales para los atletas y entrenadores, enfatizando que varios tipos de habilidades mentales son importantes para el éxito y el bienestar de los atletas y entrenadores, incluyendo la formación, el rendimiento, el desarrollo personal y habilidades de equipo, en el que se pasa de la adquisición o creación de las habilidades, al desarrollo general, personal y de equipo de las mismas (figura 1). Otra dirección sugerida para el entrenamiento de habilidades mentales es el desarrollo de modelos, enfoques y/o programas que abordan las transiciones o

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eventos claves que representan un cambio significativo para los atletas y entrenadores. Estos pueden incluir modelos mentales de habilidades en nuevas estructuras deportivas (por ejemplo, la escuela secundaria, la universidad, el deporte profesional), el retiro del deporte, cambios de roles, las interrupciones de participación (lesiones, inelegibilidad, transferencia, entre otras), (Danish, Owens, Green, & Brunelle, 1997) y eventos de crisis de vida (Buchko, 2005; Vernacchia, Reardon & Templin, 1997).

CREACIÓN DE HABILIDADES Manejo del Logro Conciencia de sí mismo Pensamiento Productivo Confianza

Cualquier sistema de entrenamiento debe incluir objetivos, filosofía y principios y debe cumplir con una estructuración metodológica que satisfaga las necesidades del atleta y se adapte al plan de entrenamiento, las metas de rendimiento y el calendario deportivo. A continuación, se definen cada uno de estos elementos.

DESARROLLO DE HABILIDADES

DESARROLLO PERSONAL DE HABILIDADES

CREACIÓN DE HABILIDADES

Perceptivacognitiva Foco atencional Gestión de la Activación

Logro de identidad Competencias interpersonales

Liderazgo Comunicación Cohesión

Figura 1. Las habilidades mentales para los atletas y entrenadores Fuente: Adaptado del Modelo de Vealey, (2007)

3.3.1 Objetivos. Se relaciona principalmente con el desarrollo de las habilidades psicológicas en el contexto del deporte de rendimiento, pero no por ello se debe olvidar al atleta como persona, ayudándole a que aproveche la experiencia deportiva en un sentido más amplio que el del rendimiento; que se enfrente saludablemente a los riesgos y problemas psicológicos, que puedan derivarse de las exigencias permanentes del deporte y permitan el desarrollo como una persona equilibrada, satisfecha y feliz; sin que por ello desvíe su atención del objetivo principal de su cometido como atleta de competición, el alto rendimiento. En los últimos 30 años, los objetivos del entrenamiento mental en deporte han evolucionado desde diversas propuestas como la modificación de procesos y estados psíquicos del atleta (Nitsch, 1985; citado por Samulsky, 2002), el énfasis en los procesos cognitivos (Eberspächer, 1996). La tendencia actual es el desarrollo del entrenamiento en las habilidades psicológicas y las destrezas que le faciliten al atleta el desempeño

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en el contexto del rendimiento deportivo (García, 2004; Serrato, 2005) permitiendo la formulación de objetivos para cada fase establecida en el entrenamiento mental. Para Vealey (2007) las habilidades desarrolladas en el entrenamiento mental deben integrarse y constituirse en un repertorio de recursos para actuar de manera competente ante situaciones en las que el rendimiento es esencial en el proyecto de vida, permitiendo un desarrollo armónico e integral, de manera que los alcances de la intervención del entrenamiento mental guarden relación con los objetivos del rendimiento deportivo, el desarrollo personal y las habilidades de equipo. El objetivo general del entrenamiento mental será facilitar, en el atleta, el desarrollo de habilidades psicológicas, a través de intervenciones planificadas, que le permitan responder con éxito a las exigencias del entrenamiento y la competición en el deporte; afrontando y superando las dificultades en la consecución del logro deportivo.

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De igual manera, el sistema de objetivos debe establecer objetivos específicos provenientes de tres posibles fuentes: las habilidades psicológicas concretas que se van a desarrollar o fortalecer en el plan de entrenamiento mental; los componentes de la preparación físico, técnico táctico y teórica, que se buscan asesorar y acompañar y la dimensión del desarrollo personal, que definirá el bienestar del atleta. Dentro de este contexto, el psicólogo del deporte, con base en su criterio profesional, establecerá la relevancia y cantidad de objetivos específicos de la preparación de cada atleta en particular, teniendo en cuentas variables como el desarrollo deportivo, el nivel de maduración, los objetivos de la temporada, los métodos y técnicas de entrenamiento deportivos, la disposición del atleta y el entrenador, entre muchos otros. 3.3.2 Filosofía. En la práctica cotidiana del entrenamiento deportivo se encuentra que todo entrenador responsable de la preparación de un grupo, ya sea en deportes individuales o de equipo, ha estructurado un sistema de creencias, normas y principios de interacción con los atletas, que es presentado ante ellos como su filosofía de trabajo; de esta forma, el atleta no solo aprende técnicas y táctica en su preparación, sino que la aplicación de dicha

filosofía transciende significativamente a los planos físico, motor y personal del atleta. El entrenamiento mental debe estructurarse, como lo hace el entrenamiento físico, con base en una filosofía, aunque no se encuentra mucha literatura sobre el tema. Poczwardoswki, Sherman & Ravizza (2004) conceptualizaron una estructura jerárquica de filosofía profesional en la prestación de servicios en psicología del deporte, como motor de los aspectos técnicos del proceso de intervención. Estos autores definen la filosofía profesional como “las creencias de los consultores y los valores relativos a la naturaleza de la realidad del deporte, su lugar en la vida humana, la naturaleza básica del ser humano, la naturaleza del cambio del comportamiento, al igual que las creencias y los valores relativos de los consultores y su rol teórico y práctico que influyen en el logro de las metas de intervención establecidas entre atleta y psicólogo”. Estos autores en su conceptualización, sobre la filosofía profesional de quien presta el servicio, identifica niveles jerárquicos, organizados desde el más estable e interno al más dinámico y externo (ver figura 2). Cada componente define como la filosofía guía a la práctica y el resultado de esta será determinante para su uso con fines didácticos y de investigación.

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Métodos y técnicas de intervención Metas de la intervención Modelo de práctica y rol de consultor Paradigma teórico Creencias fundamentales y valores personales

Figura 2. Estructura jerárquica de filosofía profesional Fuente: Adaptado de Poczwardowski; Sherman & Ravizza, (2004).

En la base de la jerarquía se encuentra la más interna de las capas: las creencias y valores más íntimos de un individuo. Un nivel arriba se encuentra la selección del paradigma teórico, que determina conceptualmente la forma como se pretende cambiar el comportamiento objeto de entrenamiento, para ello, los autores enfatizan la importancia del sustento en uno o más paradigmas teóricos y filosóficos de la psicología. (Estos paradigmas, por un lado, permiten describir y explicar el comportamiento humano y por otro, predecir y controlar el cambio de comportamiento). Los principales paradigmas están relacionados con las perspectivas psicoanalítica, la teoría de aprendizaje, el conductismo, el enfoque cognitivo-conductual, el enfoque humanista y más recientemente, el eclecticismo (en el que el profesional utiliza una organización de la teoría psicológica, pero diferentes métodos y técnicas originadas en diversas escuelas de pensamiento). En el tercer nivel se ubica el modelo de entrenamiento mental y el rol del profesional que lo orienta. Uno de estos modelos es el modelo de formación psicológica de habilidades, el cual busca mejorar el rendimiento y el crecimiento personal, a través de cambios en el comportamiento, mediante el aprendizaje de los aspectos psicológicos del rendimiento y el desarrollo de habilidades psicológicas (Vealey, 1988). El modelo de asesoramiento va más allá del modelo de entrenamiento de habilidades psicológicas, ocupándose

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de áreas no relacionadas con el deporte que favorecen en el atleta el afrontamiento de situaciones estresantes, el crecimiento personal, interviniendo habilidades para el deporte y la vida (Danishy & Hale, 1981). La principal hipótesis del modelo interdisciplinario de las ciencias del deporte es que los problemas en el rendimiento deportivo no se pueden atribuir únicamente a cuestiones psicológicas, siendo el éxito determinado por la relación de los componentes de preparación física, técnica, táctica, teórica y psicológica; donde la comprensión de los problemas psicológicos o de rendimiento se basan en un conocimiento más amplio (Bompa, 1999; Drabik, 1996; Kurz, 2001). Poczwardowski, et al., (2004) sugieren que el profesional se basa en sus creencias, valores y nivel de formación y de capacitación (o paradigmas teóricos) para elegir un modelo de intervención, en donde históricamente se han asumido dos roles: clínico o educativo (Nideffer, 1984), (Weinberg & Gould, 1999). El cuarto nivel del modelo jerárquico considera las metas de la intervención (por ejemplo, la mejora del rendimiento), que se determinan por el modelo de intervención, su paradigma teórico y las creencias fundamentales y valores personales (por ejemplo, la preocupación para el crecimiento y desarrollo de las personas). Debido a que los componentes de la filosofía profesional están relacionados, los objetivos de la intervención son consecuencias de la construcción de su filosofía.

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En la cima del modelo está la definición de técnicas y métodos de intervención, las cuales se determinan por las capas más fundamentales en la filosofía de quien hace la intervención. Es decir, que las creencias personales y valores fundamentales del psicólogo, su paradigma en relación con el cambio de comportamiento teórico, su modelo preferido de práctica y el papel percibido junto con las variables situacionales, determinan y estructuran los objetivos y las técnicas y métodos de intervención, que varían en gran medida como resultado del contexto dinámico en el que opera el consultor. Otro modelo en la creación de la filosofía lo define la Asociación Para el Avance de la Psicología Aplicada al Deporte (AASP), la cual determina seis principios de ética que regulan la intervención y su relación con otros profesionales (Cox, 2009): • Competencia, estableciendo que el profesional debe ser competente (actualizando permanentemente sus destrezas y conocimientos) y reconocer la limitación de sus competencias (por ejemplo un psicólogo especializado en deporte, no podrá asesorar a un atleta con problemas extremos de alimentación). • Integridad (en la enseñanza, intervención e investigación) instando a tener claridad en los resultados del uso de técnicas y métodos elegidos, al igual que de la formación, productos, honorarios, entre otros. • Responsabilidad profesional y científica, proponiendo que los psicólogos trabajen de manera profesional y científica, comprometiéndose con proteger la reputación de los colegas y a denunciar las faltas éticas que estos pudieran cometer.

a la preservación del bien común y los derechos individuales. 3.3.3 Principios. El desarrollo de la actividad deportiva, desde los talento y reserva deportiva hasta el alto rendimiento, se realiza a través del concepto de entrenamiento deportivo, que lleva inherente el componente psicológico; el entrenamiento mental hace parte del entrenamiento deportivo y comparte con este la necesidad de regirse bajo el marco de los principios de intervención. Al planificar el entrenamiento mental el psicólogo del deporte enfrenta la necesidad de considerar principios que se expresen en las actividades de la intervención. Estos principios han sido desarrollados por múltiples autores, como Samulski (2002), quien resaltó la importancia de desarrollar el entrenamiento mental bajo nueve principios fundamentales, que se muestran en la tabla 1. García (2004) propone el concepto de criterios de intervención y los agrupa en macro y micro contextuales, incluyendo en el primer grupo la especificidad, en el que la intervención psicológica se desarrolla de forma concreta, específica y aplicada hacia el entrenamiento de destrezas psicológicas para optimizar el rendimiento deportivo. Un segundo criterio macro contextual es la planeación, entendida como la periodización de la intervención psicológica y tiene en cuenta aspectos como las metas competitivas de la temporada, las necesidades de cada atleta, los objetivos planteados para cada etapa y las características propias del deporte.

• Respeto por los derechos y la dignidad de las personas, protegiendo la confidencialidad y el secreto profesional y respetando las diferencias personales (por ejemplo, genero, edad, raza, etnia, nacionalidad, religión, orientación sexual, discapacidad física o mental). • Bienestar de los demás, procurando que se minimice el daño y maximice el bienestar, en caso de conflictos entre las personas. • Responsabilidad social, que busca que los profesionales compartan sus conocimientos e investigaciones con la sociedad, contribuyendo

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Tabla 1 Principios de entrenamiento de Samulski Principio

Definición

Iniciativa propia

Son los propios atletas quienes deben tomar la decisión de participar en un programa de entrenamiento mental.

Comprensión de contenidos

El entrenamiento mental debe dar inicio cuando la técnica y la estructura básica de los ejercicios han sido comprendidos.

Confianza

La compresión intelectual y la apropiación en el uso de una técnica, permite fortalecer la utilidad de su práctica.

Disciplina

La regularidad y continuidad en la participación del atleta en el proceso.

Método

Los procedimientos utilizados en el entrenamiento mental deben ser adaptados a las necesidades personales de los atletas y la aplicación de una técnica definida, deberá tener un uso específico en la competencia.

Economía

La interacción se realiza en sesiones de corta duración y el máximo aprovechamiento, integrando el entrenamiento mental al entrenamiento físico.

Consejería

Para alcanzar los objetivos del entrenamiento mental es fundamental hacer que los atletas utilicen solos los métodos y técnicas seleccionadas, es por ello que se requiere que la selección y adaptación individual de las técnicas sea orientada por una profesional con formación en Psicología del Deporte.

Éxito

El plan de entrenamiento mental busca la estabilización del estado mental del atleta, como también la mejora del rendimiento deportivo.

Transferencia

La mayoría de los efectos de los métodos aplicados en el entrenamiento mental se pueden transferir a otros contextos, diferentes al deporte, de la vida del atleta.

Fuente: Adaptado de Samulski (2002)

El tercero es el desarrollo tecnológico, que busca que en el entrenamiento mental puedan cuantificarse las realidades y los progresos. Continúa con el trabajo de campo, fomentando que la mayor parte de las actividades y tareas psicológicas del entrenamiento mental se realizan en el contexto del entrenamiento y la competencia deportiva. Por último, define la intervención interdisciplinaria dentro del contexto de respeto y conocimiento de otras áreas, lo que conlleva un nivel básico de capacitación al interior del equipo y el desarrollo de un buen clima de trabajo, mutuo conocimiento interpersonal y el fomento de la visión investigativa, que pretende la continua búsqueda de más

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y mejores métodos y procesos de intervención (García, 2004). Dentro de los criterios de intervención micro contextual, señala tres momentos de la intervención: el rapport, la evaluación inicial y la intervención, todo ello en dos frentes de acción: el desarrollo de destrezas aplicadas al deporte y el desarrollo personal. Serrato (2005) formula los principios en relación con dos escenarios: los inherentes al atleta y los inherentes al diseño del plan de entrenamiento mental y la aplicación. En el primer escenario establece 5 principios:

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• Conciencia, definida como la comprensión del atleta sobre la importancia que tienen las habilidades psicológicas y su adecuado entrenamiento. • Autodeterminación, que requiere del mismo la comprensión de sus motivos y determina la necesidad de fomentar el perfeccionamiento de sus cualidades psicológicas y en la optimización de los estados psíquicos, asumiendo como propia la responsabilidad de incrementar la fortaleza de sus habilidades psicológicas. • Multilateralidad, en el que se establece que la influencia de la preparación psicológica se extiende a todas las manifestaciones psicológicas del atleta, incluyendo los aspectos físicos, técnicos y tácticos. • Individualización en la preparación psicológica, que debe ser prevista de acuerdo a los problemas de cada atleta en particular, los cuales deben ser trabajados de forma estrictamente individual. • Estado pasivo de la mente, definido como el estado que facilita el aprendizaje de la mayoría de las destrezas mentales sin forzar la mente y dejar que las cosas pasen por sí solas. Dentro de los principios relacionados con el diseño del plan de entrenamiento psicológico y aplicación, Serrato (2005), destaca ocho: • Calidad del diagnóstico, determinado por la selección adecuada de los medios e instrumentos de evaluación y la consecuente utilización de los resultados para el desarrollo del plan de entrenamiento. • Integración, de los objetivos del entrenamiento psicológico con la preparación general, identificando los acentos en las variables psicológicas de acuerdo con las características de los periodos de preparación. • Correlación, de los controles psicológicos con los de otras áreas, reflejando la incidencia

de los componentes psicológicos en las mediciones de cargas de entrenamiento. • Concertación, la formulación de los objetivos específicos de la preparación psicológica y los medios para lograrlos deberán acordarse previamente con el atleta y su cuerpo técnico. • No porcentaje, en la que la preparación psicológica es constante y no es aconsejable someter el entrenamiento de la misma temporalidad, cuantificar en tiempo de intervención o porcentaje del programado en cada etapa del entrenamiento deportivo. • Aplicación de los métodos, en el que se asume que deben ser utilizados diferentes métodos y medios sin establecer falsas expectativas. • Repetición y gradualidad, en el que se manifiesta que las técnicas y métodos psicológicos producen el mayor efecto si se utilizan repetidamente y de manera gradual. • Generalización, determinando que los progresos en las destrezas psicológicas aprendidas en un programa de entrenamiento psicológico son aplicables a todos los campos de la vida. En el diseño del plan de entrenamiento, Clavijo, García & Orrego (2008) identificaron ocho principios de intervención psicológica, que se presentan en la tabla 2. Es evidente la convergencia y la divergencia en la consideración de criterios y de elementos que los psicólogos del deporte señalan como aspectos importantes en el entrenamiento mental, tanto en su planificación como en su aplicación. Como es deseable mantener la coherencia, los principios deben reflejarse en las actividades que el psicólogo realiza en los diferentes momentos del entrenamiento mental, en el día a día de sus interacciones con entrenadores y deportistas. 3.3.4 Periodización. Cuando se habla de realizar un plan de entrenamiento una de las tareas necesarias es la de establecer etapas (periodos), con el fin de organizar las prioridades, establecer tiempos para cada tarea y seleccionar los métodos, medios y técnicas a usar, ajustándose a los recursos y sus limitaciones.

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Tabla 2 Principios de entrenamiento de Clavijo, García & Orrego Principio

Definición

Planeación

Cada fase y actividad que se desarrolla en la intervención psicológica debe responder a un objetivo específico que hace parte de un sistema de objetivos en la preparación del atleta, correspondiendo a sus necesidades y al plan de entrenamiento.

Especificidad

Los medios, métodos y estrategias utilizadas en la intervención en deporte guardarán estrecha relación con las necesidades específicas de las distintas disciplinas y sus modalidades individuales.

Individualidad

La intervención psicológica se hace sobre la base de las diferencias individuales, tanto en el contexto del proyecto personal de vida como en las destrezas psicológicas y deportivas desarrolladas.

Aplicabilidad

Las destrezas psicológicas se desarrollan por etapas, lo que implica que las actividades del psicólogo se desarrollan preferentemente en el escenario deportivo.

Interdisciplinariedad

Hace referencia a la coordinación y apoyo del trabajo psicológico con otras áreas del deporte.

Orientación hacia la investigación

Fomenta que la intervención contribuye a la generación de nuevo conocimiento.

Desarrollo tecnológico

Es necesario incorporar en el entrenamiento mental instrumentos técnicos, equipos y medios de informática acordes con los avances del sector y la disponibilidad institucional o el personal del profesional que presta el servicio.

Autonomía

Propicia que el atleta se empodere del proceso de entrenamiento mental para la aplicación de las habilidades y destrezas desarrolladas en los contextos.

Fuente: Adaptado de Clavijo, García & Orrego, ( 2008)

La planificación de la preparación psicológica debe ir inmersa en el plan de preparación deportiva y en coordinación con las tareas y objetivos del entrenamiento físico, técnico y táctico. Históricamente se han tenido diferentes modelos de intervención, Cruz (2001) hace una referencia histórica, la cual se muestra en la Tabla 3. Dentro de los modelos inicialmente usados, se encontraba la periodización en ciclos (macro, micros y sesiones), que buscaba tener y coordinar los momentos de la preparación deportiva en su modelo clásico. Este modelo dividía la preparación psicológica en un plan de preparación general, en donde se enseñaban y evaluaban el estado de las habilidades y se realizaba el aprendizaje de técnicas. Una etapa de preparación específica, que buscaba el perfeccionamiento en el uso de técnicas y un periodo competitivo, en el que se buscaba la aplicación de las técnicas aprendidas.

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Este modelo mostraba dificultades en lo práctico, por ejemplo, el tiempo de aprendizaje de algunas técnicas en psicología, podría ser mayor o menor (dependiendo del sujeto) que la duración de la preparación general. En muchas ocasiones el aprendizaje no correspondía con tareas del plan de preparación (los microciclos de choque), en otras, el proceso se interrumpía por el plan de competencia, las competencias preparatorias, la desincronización de los objetivos en las fases. Esto se sumaba a que varias de las actividades se hacían por fuera del entrenamiento y no se tenía la posibilidad de integrar las habilidades desarrolladas a las tareas técnicas o tácticas del plan. Dentro de la literatura se encuentran diferentes metodologías para la elaboración de dichos planes: sin embargo, para fines prácticos se presentan los modelos que sirvieron para la elaboración del lineamiento. El primero de

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Tabla 3 Modelos de entrenamiento mental Autor

Características

Puni (1969)

Se basaba en su estructura: los objetivos, contenidos y las tareas parciales. Este sistema se orientaba en dos direcciones: preparación psicológica general y para la competencia concreta.

Gorbunov (1988)

En la preparación psicológica se distinguen cuatro tipos íntimamente vinculados entre sí: • Para un largo proceso de entrenamiento. • General para las competencias. • Especial para una competencia concreta. • Corrección de los estados psíquicos en la etapa final de la preparación para la competencia importante.

Rodionov (1990)

Plantea una estructura basada en: objetivos, tareas, medios y métodos. La periodización la establece en dos fases, la segunda con subfases específicas: Preparación general. Preparación psicológica concreta. • Primer período, desde el momento de recibir la información sobre la próxima competencia, hasta recibir la información sobre el horario y el sorteo. • Segundo período, a partir del momento de conocer los resultados del sorteo, hasta el comienzo de la primera etapa de competencia. • Tercer periodo, desde el comienzo de la primera etapa de la competencia, hasta terminar el final.

Moreno, A. y Russel, L. (1999)

Está organizado por fases:

Para Ribetti (2003) Williams (1991), González (1992) y Valdés (1996).

El modelo está organizado por fases:

1. La primera fase está destinada a la evaluación de las necesidades psicológicas de los deportistas. 2. La segunda fase planifica y prepara al atleta para las siguientes situaciones deportivas que se consideren importantes. 3. La tercera fase es precompetitiva. 4. La cuarta fase es competitiva. 5. La fase quinta es la valoración de la planificación desarrollada.

1. Evaluación de las necesidades psicológicas de los deportistas. 2. Aprendizaje de aquellos aspectos que los psicólogos consideran que los deportistas deben adquirir (habilidades psicológicas, recursos, entre otras). Luego, se pasa a planificar y a preparar al atleta para las siguientes situaciones deportivas que se consideren importantes. 3. Precompetitiva. 4. Competitiva. 5. Postcompetitiva.

Fuente: Adaptado de Cruz, (2001)

ellos es el propuesto por Buceta (1998b), quien propone un plan de entrenamiento mental dividido en cuatro periodos (que se ajustan al plan de entrenamiento general): • Periodo preparatorio, que busca “contribuir a la realización del exigente trabajo de la preparación general” y “sentar las bases para optimizar el funcionamiento en periodos sucesivos”.

• Competición menor, donde se debe “aprovechar al máximo la experiencia competitiva para la preparación psicológica” y “prevenir y controlar las dificultades que puedan surgir en la competición”. • Competición mayor es el tercer momento y su objetivo es el de “conseguir la mejor forma psicológica para optimizar el rendimiento” y “prevenir y controlar las dificultades que puedan afectar el rendimiento”.

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• Descanso, que se asocia al fin de la temporada y en él se evalúa el logro de objetivos y se definen tareas de recuperación física y psicológica. Para Buceta (1998a), es indispensable la detección de necesidades, posibilidades y riesgos psicológicos y determina una carga psicológica diferente en cada uno de los periodos en los que se divide el plan de preparación, identificando el componente psicológico involucrado. Por ejemplo: periodo preparatorio con acento en preparación física, implica la necesidad de reforzar la motivación hacia el entrenamiento con énfasis en las capacidades físicas y en los componentes técnicos, con aprendizaje de nuevas técnicas. Cox (2009), adapta la propuesta de Weinberg & Williams (2001) y propone un modelo dividido en siete fases, las iniciales buscan definir el tipo de vinculación, además, realiza el acercamiento con el grupo deportivo y el entrenador. En la primera fase se da la definición al cliente, con la que se determina el modelo de trabajo a realizar. En la segunda, se hará una reunión inicial con los deportistas, con el objetivo de establecer el énfasis

Cortesía Comité Paralímpico Colombiano

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en el entrenamiento de las habilidades mentales y comprometer a entrenador y deportistas en su realización. En la tercera fase, el psicólogo deberá entender las características del deporte y el grupo a intervenir, formándose en aspectos fisiológicos, biomecánicos, técnicos; que lo lleven a ser un versado en ese deporte, respetando los roles de otros profesionales. En la cuarta fase inicia el proceso de intervención directa, este incluye la evaluación del plan necesidades, determinando el estado de las habilidades, a través de la entrevista, la elaboración del perfil, la observación en entrenamiento y competencias y la aplicación de pruebas psicométricas. Esta evaluación comprobará las carencias en el manejo de habilidades y será la base para la construcción del plan maestro, dando lugar a la quinta fase: enseñanza de métodos y estrategias psicológicos, que define técnicas y metas, dando lugar al manejo de debilidades en el entrenamiento. Durante este periodo se deben realizar controles de eficiencia de los métodos y técnicas usados, a fin de realizar ajustes. La sexta fase se enseñarán, practicarán y aplicarán lo métodos y técnicas entrenadas en competencia y

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se determinarán rutinas psicológicas de competencia (para antes, en los periodos de descanso o tiempos muertos de la competencia y dentro de la ejecución) con el fin de mejorar las habilidades psicológicas. Una última fase será la evaluación del plan de entrenamiento mental, que tiene como objetivo determinar los cambios y mejoras en las habilidades entrenadas, el nivel de compromiso del atleta y los entrenadores y la eficiencia y facilidad de adaptación de los métodos utilizados. Para Dosil (2004) la elaboración del plan de entrenamiento dependerá de la posibilidad de asesoramiento psicológico que se realice con el atleta, estableciendo tres niveles: • Resolución de problemas, que busca la solución de un problema específico del entrenamiento o la competencia. • Entrenamiento mental básico, cuyo objetivo es brindar estrategias que le permitan al atleta rendir mejor y prevenir posibles problemas del rendimiento. • Alto rendimiento mental, en él se busca tener un alto control de las habilidades mentales y se propone la necesidad de unas condiciones psicológicas especiales en el atleta. Los dos primeros niveles son de uso común y parten de la premisa que “el atleta acude al psicólogo para solucionar problemas personales o deportivos o aprender una técnica que mejore una habilidad específica” (Dosil, 2004), sin prever planes de intervención a largo plazo y en muchos casos, que no complementan la preparación general. En el tercer nivel se realiza de manera paralela al entrenamiento físico y técnico, empleando métodos psicológicos de carácter progresivo, que permiten al atleta actuar en situaciones límite; dejando de ser un complemento a una necesidad dentro de la preparación y pasando al perfeccionamiento de estrategias y habilidades, que se adapten de manera automática a cualquier situación, con altas estrategias de afrontamiento (Dosil, 2004). Dosil (2004), también propone el Programa de Asesoramiento e Intervención Psicológica (PAIP) que consta de un periodo de ajustes y cuatro fases.

a. Periodo de ajuste, que debe definir aspectos entre los que se destacan el cómo, el cuándo y el dónde se va a realizar la presentación del profesional y su plan de trabajo, la disposición de entrenadores y deportistas, el tipo de entrenador, el plan de competencias, entre otros. Es importante determinar que el trabajo con el entrenador será conciliado y que en ningún momento se puede imponer la intervención con el atleta o el entrenador. Para Dosil, es importante realizar una reunión inicial donde se presente el rol del psicólogo del deporte, se aclare los métodos y espacios de intervención, la no interferencia con el trabajo del entrenador, la confidencialidad de la intervención y se realiza una capacitación introductoria a la psicología del deporte, aclarando que su objetivo es el de mejorar el rendimiento deportivo (sin negar que lo aprendido, podrá ser utilizado en otros ámbito de la vida). b. Fase de evaluación, la cual debe ser específica al tipo de deporte a intervenir y a las necesidades de cada atleta, tiene como objetivo obtener información concreta sobre el atleta y/o el equipo, que ayude a planificar el trabajo psicológico de la temporada y permita que el entrenador y el atleta vayan incursionando en el tipo de trabajo a realizar. Para Dosil (2004), la información recolectada tendrá tres fuentes: • El atleta, centrando la evaluación en la disposición que este tenga. • El entrenador quien se constituye en un complemento a la información suministrada por el atleta, del quien se obtiene su visión en aspectos psicológicos del mismo. • La modalidad deportiva determinará las necesidades psicológicas y el tipo de intervención a realizar, estableciendo las características propias del deporte (requisitos físicos y técnicos, entre otras); los periodos de entrenamiento y competencia; la planificación de la temporada; estructura del grupo; equipo de trabajo. Dentro de los métodos usados para la recolección, se propone el uso de correo electrónico, entrevistas (a directivos, entrenadores y deportistas), registros de observación (en entrenamientos y competencias) y la aplicación de test o cuestionarios (que deben ser relevantes para la situación deportiva, de corto tiempo de aplicación y su uso debe ser un complemento a los otros métodos, debe permitir la elaboración de una hipótesis y no como resultado final de la evaluación) (Dosil, 2004).

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c. Fase de planificación psicológica de la temporada, con base a la información de la fase anterior, se determinarán objetivos generales y específicos de la intervención, la planificación de la temporada (adaptándose a las necesidades psicológicas del meso, micro y sesiones del entrenamiento). La intervención psicológica se estructurara de acuerdo a los condiciones de entrenamiento y competencia, previniendo posibles aspectos que puedan afectar al atleta. La tabla 4 resume los objetivos de intervención en cada etapa de entrenamiento. d. Fase de preparación psicológica de los entrenamientos, en la cual, dependiendo del tipo de atleta y de las características de la intervención, Dosil propone dos alternativas: el programa de entrenamiento para la mejora de habilidades psicológicas, destinado al aprendizaje de estrategias para aplicar en entrenamiento, competencias y diferentes situaciones, que se realiza a la par de la preparación deportiva, es usado por deportistas que se dedican exclusivamente a la práctica del deporte, implicando un trabajo de 3 a 5 sesiones cortas por semana, con una duración de 3 a 6 meses, consta de dos periodos: en el primero se realiza el aprendizaje de las habilidades básicas, denominado general y en el segundo, el específico, se trasladan las habilidades aprendidas a situaciones concretas de la práctica deportiva, garantizando el estado máximo de rendimiento (flow).

La segunda alternativa la denomina Programa de Intervención de la Psicología al Entrenamiento, dirigida a optimizar el entrenamiento a través de colaborar en el aprendizaje de habilidades físicas, técnicas y tácticas del atleta y el entrenador. Este tipo de programa es recomendado para iniciar la intervención, ya que mejora la percepción de la tarea del psicólogo, quien suministra estrategias para cada situación y ayuda a solucionar posibles conflictos. e. Fase de preparación psicológica para la competencia, en la que se aplicarán las habilidades aprendidas en los entrenamientos y la tarea del psicólogo del deporte será la de realizar un plan personalizado, con el objetivo de que el atleta sepa lo que debe hacer en cada situación, proporcionando estrategias de control en las que se deberán identificar sus rutinas, el estado psicológico del mismo y se elaborará el plan personal pre-competitivo, que deberá abarcar el inicio de la pre-competencia hasta las actividades de post-competencia. Esta Fase Dosil (2004) la divide en tres momentos: • Pre-competencia, que se inicia cuando el atleta empieza a ocupar una parte importante de sus pensamientos y comportamientos en la misma, esta etapa se da en los últimos entrenamientos, el viaje a la competencia, las concentraciones previas al torneo, el

Tabla 4 Objetivos de intervención por etapa en el PAIP Período

Objetivo

Preparación general

Permitir que el atleta se adapte a la situación y se establezcan las bases de las relaciones sociales, los roles dentro del grupo, relaciones psicólogo-deportistasentrenador.

Preparación básica

Incidir en el trabajo de recuperación, procurando que el atleta entienda el componente psicológico en la asimilación del trabajo físico y técnico. En esta etapa se consolidan las relaciones interpersonales e inicia el trabajo individualizado.

Competencias menores

Consolidar el entrenamiento en estrategias psicológicas, que sirva para las competencias mayores, reforzando el trabajo de los periodos anteriores y enseñando a realizar una evaluación objetiva de los resultados.

Competencias mayores

Llevar a cabo la práctica de todo lo realizado y de esta manera, rendir al 100 % de sus posibilidades, adaptando la intervención a las características de la competencia.

Fuente: Adaptado de Dosil, (2004)

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desplazamiento hacia el escenario y la llegada al mismo. Cada momento tendrá características diferentes y el nivel de estrés tiende a aumentar, a medida que se acerca el inicio de la competencia. • Competencia, donde propone un plan personal para la competencia, elaborado para las características específicas de la competencia y tiene como objetivos que el atleta se concentre en las tareas; controle sus pensamientos y nivel de activación; y logre alta confianza, superando los desafíos. Para ello se propone un dividir la competencia en partes (definiendo tareas para cada momento y permitiendo que el atleta se apropie de la competencia, reconociendo sus debilidades y fortalezas) y plantear objetivos de rendimiento para cada momento, (buscando que el atleta se centre en tareas específicas del momento). Balaguer y Castillo (1994, citado por Dosil, 2004), proponen el plan de enfoque y reenfoque, donde exista un alto compromiso de todas las personas que intervienen para la realización del mismo. • Post- competencia, en donde el objetivo será proporcionar estrategias para que entrenador y atleta puedan realizar una valoración objetiva de la actuación, elaborando el plan personal de post competencia, el cual se divide en tres sub fases: La recuperación física y mental, en donde el deportista deberá ocupar su mente, evitando pensar en la competencia, La segunda sub fase sera el auto registro de la pre y competencia, en las que se realizan las primeras reflexiones sobre la actuación, que incluye los posibles fallos cometidos, las dificultades presentadas y el cumplimiento de los planes de los momentos anteriores, dicho análisis se realizará minutos u horas después de la terminación de la competencia y será de carácter superficial. Con este registro se iniciara la tercera sub fase, balance y aprendizaje, recomendado para 1 o 2 días después de la competencia, que pretende la evaluación objetiva, a través del análisis crítico de aspectos positivos y negativos (buscando potenciar los primeros y mejorar en los segundos) y registrar lo aprendido.

Un último modelo del plan de entrenamiento mental será el propuesto por Serrato (2005) compuesto de seis fases, así: a. Caracterización del deporte, que tiene como objetivo establecer las exigencias psicológicas que demanda el deporte, a través de profundizar en las particularidades el entrenamiento y la competencia (físicas, técnicas y tácticas). Para ello, este autor propone una descripción de las particularidades específicas de la actividad deportiva (a través del análisis de la expresión del gesto motor, las cualidades físicas predominantes, las particularidades tácticas de la competencia) y la orientación de las habilidades y características psicológicas del atleta (como lo son la orientación motivacional, la regulación de los estados emocionales, las relaciones interpersonales y la regulación de los procesos cognitivos). b. Evaluación y el diagnóstico, en donde se obtienen datos sobre el nivel de las habilidades psicológicas del atleta, evaluando particularidades de la personalidad y el estado psicológicos en las diferentes etapas de la preparación psicológica. Para ello, propone varias metodologías que se correlacionan entre sí: la recolección de información general, a través de una entrevista semi estructurada y una ficha técnica creada para tal fin; las pruebas psicológicas, que pueden ser cognitivas, conductuales y/o psicofisiológicas; la evaluación de seguimiento en entrenamientos y competencias, a través del diseño de registros adaptados al deporte, la etapa de entrenamiento y los informes de entrada y seguimiento, que serán presentados al entrenador y atleta. c. Preparación para el largo proceso de la temporada, en la que se buscan tres tareas específicas: crear, mantener y perfeccionar la motivación en el entrenamiento, desarrollar actitudes favorables hacia el proceso de entrenamiento y crear una adecuada filosofía de la diversión en el deporte. Esta fase se desarrollará durante todo el macro ciclo de entrenamiento, de manera cotidiana y buscando alta motivación y actitud positiva ante las exigencias del deporte. d. Tareas de la preparación general, busca perfeccionar al máximo las habilidades y procesos psicológicos acorde a las exigencias del deporte, a través del entrenamiento en técnicas. Para lo cual, propone la aplicación en el entrenamiento de habilidades en dos niveles: en el nivel 1 se trabajarán las destrezas básicas, en el que se desarrollan los cimientos para la preparación psicológica de la temporada, a través del entrenamiento en la variación del tono muscular, el entrenamiento cognitivo

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y el entrenamiento asertivo y de grupo. En el nivel 2 se realiza la combinación de destrezas, que puede hacerse una vez se han adquirido y perfeccionado (o de forma paralela al nivel 1) de acuerdo con el grado de desarrollo. e. Preparación especial se busca crear el estado de disposición psicológica adecuada para afrontar la competencia, desarrollando el estado ideal, facilitando el control de todas las funciones y procesos psicológicos perfeccionados en el proceso. Esta fase se subdivide en dos sub fases: preparación psicológica temprana, que inicia seis semanas previas a la competencia y termina faltando dos para la misma, con ella se busca recolectar información de las características de la competencia, el nivel de entrenamiento alcanzado, las posibilidades del atleta y/o equipo, la definición de objetivos, los planes de afrontamiento ante las dificultades, la determinación de procesos de autoregulación. La segunda sub fase será la preparación psicológica directa que se llevará a cabo el día de la competencia, busca mantener la predisposición psicológica del atleta, creado en las semanas anteriores y se divide en tres momentos: la pre competencia, que va desde el momento en el que el deportista percibe como inminente la competencia, hasta el momento en que inicia a competir, buscando la adecuada disposición de afrontamiento. La competencia, que trascurre desde el inicio oficial, que determina la adaptación a las condiciones de la misma, durante su desarrollo, determinada por el logro de objetivos técnicos, tácticos y psicológicos hasta el final de la misma. El tercer momento será el de post-competencia que incluye tareas de relajación y asimilación. f. Preparación para la recuperación o transición, en la que se evalúa el cumplimento de los objetivos de las fases anteriores y se puede aplicar en tres momentos, en los periodos de descanso, antes de iniciar una nueva etapa de entrenamiento, después de una competencia o entre competencias. Esta fase tiene tres objetivos fundamentales: analizar el nivel alcanzado de las capacidades psicológicas, técnicas, tácticas y físicas; puntualizar y replantear los objetivos para las siguientes etapas de entrenamiento o competencias y aplicar técnicas de recuperación psicofisiológica, evitando los efectos nocivos del entrenamiento.

3.4 El uso de las tecnologías de la información en el entrenamiento mental La tecnología debe seguir siendo desarrollada y utilizada para mejorar la entrega de capacitación mental para

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deportistas y entrenadores. Los enfoques actuales incluyen intervenciones basadas en internet (Farres & Stodel, 2003; Zizzi & Perna, 2002) y los usos innovadores de la tecnología de video (Ives, Straub, & Shelley, 2002; Omodei, McClennan, & Whitford, 1998; Sousa, Smith & Cruz, 2008). El desarrollo de tecnologías incluye medios de comunicación directa: correos electrónicos, los sistemas de mensajería presentes en redes sociales o los que incluyen sistemas de teleconferencia como Skype. Estos modelos son ideales para el seguimiento de deportistas que compiten o se concentran en ciudades diferentes a la del psicólogo, encargado de su preparación, sin embargo, existen dificultades, como la interpretación de la información por parte del atleta o el entrenador, la imposibilidad de solucionar dificultades en la competencia, entre otros (Dosil, 2004). Algunas empresas han implementado la creación de plataformas on line, en donde se brindan evaluaciones con perfiles inmediatos y se proporcionan ejercicios que permiten trabajar habilidades como la atención, el desarrollo de estilos de pensamiento y la confianza. Este modelo muestra ventajas como la inmediatez de la información, la posibilidad de trabajar en cualquier momento, además, permite la aproximación de deportistas renuentes a la intervención directa con el psicólogo. Dentro de las deficiencias se encuentran: la dificultad para evaluar de una manera asertiva algunas de las habilidades, no genera hábitos en la aplicación de las técnicas, no permite solucionar problemas relacionados con el bienestar y por último, no permite una adecuada integralidad con el plan de preparación. Aunque no se debe desechar su uso, sí es recomendable que este se haga de la mano de la intervención realizada por un psicólogo del deporte, se recomienda su uso a los psicólogos del deporte como complemento a su trabajo. Cualquiera de los métodos tecnológicos seleccionados debe respetar principios éticos de la intervención como la confidencialidad y el secreto profesional, por esta razón, su uso se debe dar a través de canales seguros, de manera privada y con plataformas de compañías que muestren tradición y profesionalismo en el manejo de la información. Es común encontrar plataformas on line de tipo gratuito, que usan la información recogida para generar perfiles o vender servicios y publicidad por fuera de la intervención. La tarea del psicólogo que decide usar este tipo de tecnologías es la de asesorarse con profesionales del área, buscando el manejo de la información y el respeto por las normas definidas por la ley del psicólogo y la ética de la profesión.

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3.5 Aspectos relevantes para el deporte paralímpico

solamente evalúa la discapacidad, sino que toma en cuenta la ejecución deportiva (Peralta, 2013).

Al elaborar el plan de entrenamiento de las habilidades psicológicas con deporte adaptado, debe tomarse en cuenta la discapacidad, la evolución de la misma y su adaptación al entorno deportivo (Shearer, 2010). La variables psicológicas planteadas en el ítem anterior, son relevantes para las diferentes discapacidades, la importancia de cada una será determinada por la discapacidad, el tipo de deporte y características propias del atleta, la forma de adquisición de la capacidad y la clasificación deportiva funcional.

Los deportistas que ya tienen un diagnóstico de su discapacidad, no necesariamente tiene definida su clasificación funcional, por lo que en casos particulares, estos deportistas son evaluados en varios torneos, por los mismos o diferentes clasificadores y en diversos momentos dentro de una competencia. La intervención psicológica debe tener en cuenta estos situación, previendo el manejo indicado, frente al resultado que se da en dicho proceso (ratificación de la clasificación, modificación de la clasificación, exclusión del sistema deportivo o atleta no elegible)(Samulski, 2002).

La forma de adquisición de la discapacidad puede ser congénita o adquirida y define la manera en la que el atleta llega a la discapacidad, determinando el momento de la vida en que se enfrenta a la limitación y la aceptación y adaptación a la misma (Krueger, 2010). El deportista que nace con la discapacidad, la hace parte de sí, permitiendo desarrollar capacidades y habilidades particulares propias de su limitación, adaptándose de forma temprana y generando un entorno social con alta capacidad y desarrollo funcional, permitiendo que el entorno familiar asuma la discapacidad como una circunstancia de vida (Tepper, 2011). La discapacidad adquirida genera una readaptación de la persona, creando reaprendizaje en procesos estructurados, potenciando capacidades físicas y mentales. La forma de relacionarse con las nuevas experiencias y la aceptación del entorno social se convierten en aspectos fundamentales en el proceso deportivo, que determinan el nivel de rendimiento del atleta. Para Tepper (2011) la adaptación (direccionada por el proceso de duelo y aceptación de la lesión), la capacidad funcional progresiva, la readaptación corporal, el entorno familiar y social (que se modifica desde la discapacidad) son características determinantes en el desarrollo del proyecto de vida. Otro aspecto relevante es la clasificación deportivo funcional (determinada por la capacidad del atleta a partir del tipo de lesión y su nivel de limitación para practicar su deporte), que incidirá en la selección del deporte a practicar y el desarrollo del plan de entrenamiento. Los deportistas que inician su proceso deportivo, presentan mayores niveles de tensión psicológica, como consecuencia de la definición de su clasificación deportiva, debido a que el clasificador no

Otros aspectos a tener en cuenta en el proceso de planificación del plan de entrenamiento mental son el manejo del duelo por parte del atleta y el momento de la evolución de la discapacidad. El duelo se desarrollará por la manera como se adquiere la discapacidad y la forma de evolución de la misma. Inicialmente, la práctica del deporte se asume como medio terapéutico y facilitador en el manejo de duelo y la aceptación de la limitación; sin importar el nivel de rendimiento. A medida que se adquiere mayor compromiso y disciplina con la práctica de su deporte, la discapacidad se transforma en la circunstancia que posibilita el desarrollo deportivo y el factor terapéutico está inmerso en los procesos metódicos de entrenamiento deportivo. Es pertinente aclarar que en situaciones normales, a medida que transcurre el tiempo desde la discapacidad se evidencia en el atleta mejor comprensión de su condición y menor presencia de duelo, adaptándose a las diferentes situaciones deportivas y personales que experimenta (Goosey, 2010). El aspecto psicológico de la condición de discapacidad presenta dos matices: en el primero, como consecuencia de la evolución de la discapacidad y el proceso de entrenamiento deportivo, se alcanza estabilidad física y mantenimiento de la discapacidad, generando reacciones psicológicas positivas, que a la vez contribuyen a elevar su rendimiento. En el otro matiz, se encuentran los deportistas con discapacidades de tipo degenerativo y/o corta expectativa de vida, donde el deterioro físico progresivo obliga a planificar lo psicológico, de manera particular, revisando aspectos de tipo deportivo, familiar y social, a los que haya lugar y anticipando los momentos difíciles generados por la misma situación.

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3.6 Marco Normativo El quehacer de la psicología general en Colombia está reglamentado por la Ley 1090 de 2006, la cual enmarca el ejercicio de la profesión de Psicología, define lo correspondiente al Código Deontológico y de Bioética y reglamenta las sanciones disciplinarias y el funcionamiento de los diferentes tribunales, encargando su aplicación al Colegio Colombiano de Psicólogos (Colpsic). La Ley 1090 de 2006 define a la psicología como “una ciencia sustentada en la investigación y una profesión que estudia los procesos de desarrollo cognoscitivo, emocional y social del ser humano, desde la perspectiva del paradigma de la complejidad, con la finalidad de propiciar el desarrollo de la reserva y las competencias humanas en los diferentes dominios y contextos sociales”. La misma ley define el ejercicio de la profesión de psicólogo como “toda actividad de enseñanza, aplicación e indicación del conocimiento psicológico y de sus técnicas específicas, el diseño, ejecución, dirección y control de programas de diagnóstico, evaluación e intervención psicológica en las distintas áreas de la psicología aplicada”, incluyendo la psicología del deporte. Igualmente, determina los principios fundamentales de intervención en donde se destacan la confidencialidad; el bienestar de las personas y de los grupos con los

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cuales trabajan; las relaciones profesionales respecto de las necesidades, competencias especiales y obligaciones de sus colegas en la psicología y en otras profesiones y de la evaluación de técnicas, ordenando “el evitar el uso indebido de los resultados de la evaluación y el respeto al derecho de los usuarios de conocer los resultados, las interpretaciones hechas y las bases de sus conclusiones y recomendaciones”. La ley establece que para ejercer el rol de psicólogo se requiere acreditar la formación académica e idoneidad profesional, mediante la presentación del título obtenido en una universidad aprobada en Colombia o en uno de los países con los que el país tenga convenio y obtener la tarjeta profesional, expedida por Colpsic. Sin embargo, es un hecho que en el país otros profesionales de diferentes áreas han venido realizando actividades propias del psicólogo, sin tener el entrenamiento y la formación adecuada, violando la normatividad vigente. Algunas universidades en el exterior incluyen en los estudios de postgrados en Psicología del Deporte a profesionales de otras áreas, sin embargo, la Ley 1090 de 2006 y la Asociación de Psicología Americana, establece que estas personas solo podrán intervenir en educación y el campo de investigación, quedando prohibida la “aplicación e indicación del conocimiento psicológico y de sus técnicas específicas, el diseño, ejecución, dirección y control de programas de diagnóstico” que definen el quehacer del psicólogo.

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Adicionalmente, la ley establece que “quienes sin llenar los requisitos establecidos en la presente ley, ejerzan o actúen como psicólogos en Colombia, recibirán las sanciones que la ley ordinaria fija para los casos del ejercicio ilegal”. Para finalizar el Colegio Colombiano de Psicologos publica el libro Perfil por competencias del profesional en psicología, cuyo primer capítulo se refiere al perfil del psicólogo del deporte. Aunque la ley establece la confidencialidad como principio fundamental, el secreto profesional de la psicología y lo definen como un derecho de especial protección por parte del Estado, ya que por la figura jurídica de la conexidad el secreto profesional, sin ser un derecho fundamental, “adquiere dicha categoría por estar en conexidad con los derechos fundamentales al buen nombre y a la intimidad de las personas” (Colpsi, 2012). Para Hernández & Espinosa, (2011) citados por (Colpsic, 2012) “la práctica de la psicología debe mantener el secreto profesional, definido como la obligatoria reserva que debe tener todo profesional frente al conocimiento que en función de su trabajo llegare a conocer”. La Ley 1090 de 2006 es insistente en el deber de guardar el secreto profesional, al punto que lo menciona en varias oportunidades: artículo 2, numeral 5°; artículo 10, ordinales a, b, d y f; artículo 11, ordinal c; y artículos 23 al 32. Por ello, el psicólogo que viole el secreto profesional podría recibir sanciones administrativas, disciplinarias y éticas, sin perjuicio de las demás acciones judiciales que el afectado pueda emprender en contra del profesional infractor. En concordancia con esa misma posición, el artículo 68 y 385 del Código de Procedimiento Penal prescribe la exoneración al deber de denunciar cuando medie el secreto profesional y la relación con el testimonio, dispone como excepciones constitucionales al deber de testimoniar, las relaciones entre psiquiatra, psicólogo o terapista con el paciente, entre otras profesiones. Colpsic (2012) establece en su doctrina 2 que “(…) el inciso final del artículo 74 de la Constitución, debe guardar silencio. No es optativo para el profesional levantar o no la reserva (Corte Constitucional, Sentencia C-411 de 1993)” y continúa: “(...) Por otro lado, la Ley 1090 de 2006, a pesar de lo reiterativa que es frente al deber de reserva, obliga al psicólogo a ser explícito con su consultante frente a las limitaciones del secreto profesional, al tenor de lo dispuesto en el numeral 5 del artículo 2 de la mencionada ley”.

Frente a la intervención simultanea por dos psicólogos en su artículo 22, la ley prevé que “por ninguna razón se restringirá la libertad de abandonar la intervención y acudir a otro psicólogo o profesional; antes bien, se favorecerá al máximo la capacidad de decisión bien informada del cliente”, obligando a los psicólogos a trabajar de manera coordinada, en procura del bienestar del usuario, sin embargo, también establece que “el profesional puede negarse a llevar a cabo simultáneamente su intervención con otra diferente realizada por otro profesional”. En sus artículos 18 y 21 establece que los psicólogos nunca podrán realizar maniobras de captación encaminadas a que le sean confiados los casos de determinadas personas, ni tampoco procederá en actuaciones que aseguren prácticamente su monopolio profesional y deberán rechazar, llevar a cabo la prestación de sus servicios, cuando haya certeza de que puedan ser mal utilizados o utilizados en contra de los legítimos intereses de las personas, los grupos, las instituciones o las comunidades. La ley también establece que es deber del psicólogo consignar en un formato de consentimiento informado, indicando las limitaciones al Secreto Profesional y es deber del atleta acceder mediante su firma, especificando, para el caso del deporte, que hay ocasiones en que la información dada al psicólogo, así como los resultados de sus evaluaciones, pueden llegar a ser de dominio público o de conocimiento de terceros. En el módulo siguiente de este lineamiento se incluyen los parámetros establecidos por Colpsic, para elaborar los consentimientos en el caso de la psicología. Para fomentar el desarrollo de la psicología del deporte, en el 2006, Colpsic crea las divisiones profesionales, una de ellas: División de Psicología del Deporte y el Ejercicio. Estos se transforman en el 2012, en campos aplicados, siendo el número 12 el del Campo de Psicología del Deporte y el Ejercicio, que tiene como propósito agrupar a los psicólogos que trabajan en el deporte, para promover el desarrollo del área en el país y generar estándares de calidad para la formación y ejercicio de la profesión, incluyendo dentro de sus actividades: liderar a nivel nacional lineamientos técnicos del campo y proponer procedimientos para la ejecución de los planes y proyectos del campo y mecanismos de evaluación de los mismos. Sin embargo, este es un campo joven y los aportes no han sido aún significativos en el desarrollo del área, como consecuencia del poco interés de los psicólogos del deporte en participar.

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4. LINEAMIENTO EN ENTRENAMIENTO MENTAL DEL ATLETA La planificación del componente mental, no sólo implica su integración al plan general de entrenamiento, debe tener en cuenta las necesidades de la preparación mental y la existencia de problemas concretos que requieren de una intervención psicológica (detectados por el entrenador, por el atleta, por la valoración a través de pruebas, por la entrevista, por la observación), lo que permitirá no “reducir el trabajo psicológico al simple entrenamiento de habilidades, e incluso extenderlo a la aplicación de estas sin discriminar muy bien cuál es la variable sobre la que se pretende actuar” (Buceta 1998), y tampoco olvidar que el trabajo del psicólogo puede colaborar con la solución de problemas personales del atleta que propicien su bienestar.

4.1 Establecimiento de los objetivos El objetivo general del entrenamiento mental es, facilitar el desarrollo de habilidades psicológicas en el atleta, a través de intervenciones planificadas, que le permitan responder con éxito a las exigencias del entrenamiento y la competencia, afrontando y superando las dificultades en la consecución del logro deportivo. De esta manera,

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el entrenamiento mental será concebido como un sistema integrado, que incluye la mayor cantidad de variables posibles, con el que se pretende desarrollar y perfeccionar habilidades y destrezas psicológicas, integrándose a la preparación general del atleta y su estilo de vida. Se debe coordinar con el trabajo del entrenador y del grupo deportivo.

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La elaboración del plan de entrenamiento requiere integrar los objetivos del entrenamiento mental con los componentes físico, técnico y táctico estratégico (Gimeno & Buceta, 2010) e incorporar al entrenador en su diseño, siendo la estrategia de formulación de objetivos, un sistema que facilita el ordenamiento y seguimiento del desarrollo y entrenamiento de habilidades y destrezas psicológicas, permitiendo que el atleta fortalezca su capacidad de afrontamiento ante las exigencias de la práctica deportiva y admita la conexión con los demás componentes de la preparación del atleta. El psicólogo del deporte, con base en su criterio profesional, la evolución y las posibilidades de intervención, establecerá la relevancia y cantidad de objetivos específicos en el contexto de la preparación de cada atleta en particular. El sistema de objetivos presentará un número suficiente de objetivos específicos provenientes de tres posibles fuentes: • Las fases en que se estructura el plan de entrenamiento, cada una de ellas responde al cumplimiento de un objetivo. • Las habilidades psicológicas concretas que se van a desarrollar o fortalecer en el plan de entrenamiento mental, el número de habilidades psicológicas consideradas en el plan y la secuencia de trabajo en que se aborden, serán definidas por el psicólogo en cada caso en particular, considerando aspectos como la disposición para el entrenamiento mental, el estado de desarrollo de las habilidades, la aplicación en la modalidad deportiva, entre otros. • Otros componentes de la preparación como son el entrenamiento físico, técnico táctico e incluso teórico, por ejemplo, en el entrenamiento de la resistencia, existen componentes psicológicos inherentes como la actitud o disposición hacia los trabajos físicos de resistencia, el manejo de la fatiga, la persistencia en el esfuerzo y otros que puedan ser identificados y relevantes en cada caso; el trabajo sobre esta línea de componentes constituye el objetivo específico en este caso. Es importante considerar las diversas fuentes y establecer objetivos realizables y aplicables al plan, que permitan el fortalecimiento de las habilidades mentales y surjan como resultado de la interacción de las metas del

atleta, los objetivos de la temporada del entrenador, el plan de competencias y los recursos físicos, económicos, técnicos y de instrumentación con que se cuenta.

4.2 Desarrollo de la filosofía del plan de entrenamiento mental Como se planteó anteriormente, el establecimiento de la filosofía de trabajo permite estructurar el sistema de creencias, normas y principios del profesional y su interacción con los atletas, que se reflejan en la creación y aplicación del plan y que se determina por el conocimiento de los recursos y limitaciones, el uso de técnicas y las metas del mismo, permitiendo que no se limite a un planteamiento teórico utópico, sino que pueda llevarse a cabo en realidad (Buceta, 1998a). Dentro de las consideraciones a tener en cuenta en la elaboración del plan, se deben analizar los recursos y limitaciones humanas, en donde se considerarán la presencia y efecto de personas en el entorno del atleta (sistema de influencias) que puedan favorecer o perjudicar el trabajo psicológico (entrenador, psicólogo, medico, nutricionista, preparador físico, amigos, familia, directivos, entre otras); es importante establecer la idoneidad del psicólogo que presta el servicio en términos de formación académica, conocimiento y experiencia en atención en deporte. Los recursos y limitaciones materiales, físicas y de temporalidad en la intervención, que estarán determinadas por las expectativas y necesidades del atleta, los recursos de la institución a los que pertenece el atleta y de los recursos del profesional que presta el servicio, en cuanto al manejo de técnicas, el conocimiento del deporte, de métodos e instrumentos de evaluación, que al interactuar definirán la intervención. Otros puntos a considerar en la definición de la filosofía serán la planificación y programación del trabajo psicológico, en el conjunto del plan de preparación deportiva, en el que se debe contar con los objetivos deportivos, el plan de la etapa en que se realiza la intervención, las metas del plan anual y los objetivos establecidos a largo plazo, de acuerdo a la proyección del atleta. Por último, se debe tener en cuenta las actividades programadas por el entrenador en los diferentes segmentos de la planificación, identificar micro ciclos de mayor carga (de choque), competencias preparatorias, concentraciones, topes, acentos en los componentes

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de la preparación, la modificación del calendario y/o actividades, entre otras; siendo necesaria la interacción del psicólogo y el entrenador.

4.3 Principios aplicables Es evidente la diversidad de criterios y de elementos que los psicólogos del deporte consideran como aspectos importantes en el entrenamiento mental, en su planificación y por ende, en su aplicación. Los principios deben reflejarse en las actividades que el psicólogo realiza con el atleta, no solamente en la planificación del entrenamiento mental sino en lo cotidiano de su intervención. Para fines prácticos se establecieron como principios, los más comunes y aplicables, categorizándolos en tres categorías, los referidos a: la persona; el plan de

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entrenamiento y la intervención. Los principios aplicables a la persona determinan las orientaciones que propician en el atleta, facilitar el desarrollo de las habilidades psicológicas. (Se presentan en la figura 3). La segunda categoría son los principios relacionados con el plan de entrenamiento mental, los cuales determinan que al momento de estructurar el plan de entrenamiento mental, se establecen los objetivos y seleccionen las estrategias, métodos y técnicas que permitan mayor eficacia y calidad y faciliten el desarrollo de las habilidades psicológicas. La figura 4 presenta el resumen de los mismos. La última categoría será la intervención, entendida como las orientaciones que mejoran la calidad de la intervención y facilitan el desarrollo de las habilidades psicológicas. Cada categoría, con sus principios son presentados en la figura 5.

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Principios relacionados con la persona Disciplina:

Como en todo proceso de entrenamiento, quien asume las tareas del entrenamiento mental con continuidad, constancia, exigencia y rigor estará más cerca de verificar sus beneficios (Samulsky 2002); cabe recordar que muchas tareas que permiten el desarrollo de habilidades psicológicas en deporte, necesitan de su práctica en momentos en que el atleta define fuera de los entrenamientos, en los entrenamientos mismos y la competición. En esencia, solo se mejora en el desarrollo de habilidades psicológicas, si la disciplina en el entrenamiento psicológico, hace parte de la disposición del atleta al participar en el proceso.

Autorregulación: El logro de los efectos

Contextualización: Es necesario conocer al

Conocimiento de sí mismo (conciencia): El

Transferencia: Las destrezas psicológicas desarrolladas o perfeccionadas en el entrenamiento mental son susceptibles de aplicación en otros campos de la vida en situaciones no deportivas (Samulsky, 2002), por ello, conviene aplicar el principio de la transferencia en la mejoría del desempeño personal en otros contextos de rendimiento (como el rendimiento académico o el rendimiento laboral) que en muchos casos un atleta realiza de manera paralela a su práctica deportiva, así como en la vida cotidiana.

Confianza: El entrenamiento mental requiere que

atleta desde su historia, su entorno y el sistema de influencias que actúan sobre él. Aspectos como su habilidad de autorregulación desarrollada, su sistema de creencias y algunos esquemas de pensamiento, son expresión del seguimiento de este principio. Sintetizando, un entrenamiento mental puede ser exitoso si se conoce con quien se está trabajando.

productivos de la autorregulación del desempeño requiere de la autonomía en la toma de decisiones, en los contextos del entrenamiento y la competencia, pretendiendo que el atleta alcance, conserve y recupere los estados ideales de desempeño y resuelva de manera autónoma las situaciones problema en el medio deportivo (Serrato 2008); igualmente, debe considerar la comprensión de sus motivos e intereses y su responsabilidad en el perfeccionamiento de habilidades psicológicas (Serrato, 2005), involucrando también la decisión voluntaria de participar y mantenerse en el proceso de entrenamiento mental (Samulsky 2002); en esencia, se trata de que el atleta asuma su condición de agente de su propia transformación.

desarrollo de habilidades psicológicas involucra el reconocimiento, por parte del atleta, de sus propias sensaciones, pensamientos, emociones así como de su capacidad para reflexionar sobre su propio comportamiento; no solo se trata de entender los pensamientos, sentimientos y comportamientos (Vealey, 2007) sino de la posibilidad de modificar su contenido o modular sus efectos. En esencia, solo se puede mejorar lo que se conoce.

el atleta desarrolle confianza en el aprendizaje, desarrollo y perfeccionamiento de técnicas, destrezas y habilidades del entrenamiento mental (Samulsky 2002); y que, a su vez, genere empatía frente al psicólogo que orienta el proceso. En esencia, solo se mejora si se cree que se puede mejorar y si se cree en quien es el facilitador del proceso.

Figura 3. Principios relacionados con la persona Fuente: Creado y adaptado por autores de Samulsky, (2002); Vealey, (2007); Serrato, (2005 y 2008) y Dosil, (2004)

Entrenamiento mental del atleta

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Principios relacionados con el plan entrenamiento mental Individualización: Considerar las diferencias

Gradualidad y repetición: En el entrenamiento mental, la aplicación de las técnicas psicológicas se rige por un principio similar al entrenamiento de la técnica deportiva, en el sentido que necesita de la repetición para poder desarrollar la destreza que producirá su mayor efecto (inicialmente en el contexto del entrenamiento y posteriormente en la competencia); de igual forma, debe considerar la implementación de las técnicas con incremento gradual en la complejidad y la integración de técnicas que provean al atleta de más y mejores estrategias de afrontamiento. Las técnicas y métodos psicológicos producen el mayor efecto si se utilizan repetidamente y su dosificación se incrementa gradualmente.

Especificidad: La selección de medios y estrategias

Continuidad: El entrenamiento mental es constante y el tiempo que requiere no puede calcularse en porcentajes dentro del plan de entrenamiento general. La aplicación de este principio requiere del compromiso de entrenador y atleta, en la asignación de tiempos por fuera de las sesiones de entrenamiento, para la participación del atleta en trabajos orientados por el psicólogo o realizados por el atleta, en sus tiempos y espacios propios.

Transversalidad: El entrenamiento mental se ve influido y debe influir sobre aspectos físicos técnicos y tácticos en la preparación del atleta, lo que implica identificar, reconocer y actuar sobre los componentes psicológicos en el desarrollo de capacidades físicas, en los procesos de aprendizaje y desarrollo de la técnica, en la comprensión, interiorización y aplicación de conceptos tácticos. En esencia, el entrenamiento mental también debe incorporar “lo psicológico” presente en las cargas de trabajo del entrenamiento deportivo.

Interdisciplinariedad:

individuales en el entrenamiento de habilidades psicológicas no solo es un consenso entre autores que tratan el tema (Samulsky, 2002, Serrato, 2005, Serrato, 2008, Sánchez y Lejeune, 1999) sino que es un elemento coadyuvante en la calidad de la intervención. En esencia, establecer en cada caso una línea de base en torno a las habilidades que constituyen el repertorio de recursos del atleta con los que enfrenta las exigencias del entrenamiento y competición en su modalidad deportiva, es vital para un buen entrenamiento mental.

en el entrenamiento mental debe guardar relación con las exigencias y requerimientos de la disciplina, modalidad y pruebas deportivas sobre la que se interviene (García, 2004, Serrato, 2008); ello implica hacer los ajustes necesarios para garantizar la eficacia de la intervención, en esencia, implica hacer los ajustes necesarios para garantizar la eficacia de la intervención como una respuesta a las demandas de funcionamiento psicológico en entrenamiento y competición.

Se expresa en el establecimiento de objetivos o metas en la preparación del atleta, en las que el entrenamiento mental aporta en la consecución del logro deportivo, además, se manifiesta en la resolución de situaciones problema, como lo son: los procesos de rehabilitación de las lesiones deportivas y otros factores que incapaciten o afecten la continuidad del entrenamiento.

Figura 4. Principios relacionados con el plan entrenamiento mental Fuente: Creado y adaptado por autores de Samulsky, (2002); Vealey, (2007); Serrato, (2005 y 2008) y Dosil, (2004)

Coldeportes / Psicología

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Principios relacionados con la intervención Planeación: Cada sesión del entrenamiento

Economía: Considerando las circunstancias concretas en las que entrena un atleta en relación con los tiempos para entrenar y las demás actividades por las que el atleta debe responder, es deseable optimizar el uso del tiempo en las intervenciones del psicólogo con el atleta, buscando el máximo aprovechamiento en la menor cantidad de tiempo.

Concertación: La intervención del psicólogo requiere de la imprescindible concertación con el entrenador y el atleta, cuando ella se desarrolla dentro de los espacios y tiempos del entrenamiento deportivo; con el atleta se debe concertar las intervenciones que se hagan por fuera del espacio del entrenamiento.

Estabilidad:

Integración: Los componentes psicológicos están inmersos en las tareas del entrenamiento deportivo, por ello, estos componentes deben visibilizarse para ser objeto del entrenamiento mental y una vez desarrollada la habilidad, estar de vuelta a la realidad cotidiana para integrarlos a las tareas del entrenamiento y que puedan ser asumidas con éxito y una mayor autorregulación del atleta.

Multidisciplinariedad: En la intervención para desarrollar el entrenamiento mental, la interacción del psicólogo con el atleta se convierte en una más de un grupo de personas, algunos de ellos profesionales en otras ciencias del deporte, además del entrenador y algunos otros, sin ser profesional, hacen parte del sistema de influencias sobre el atleta; sobre esta realidad debe actuar el psicólogo del deporte, con el abordaje transversal de las situaciones problema a resolver, con la intervención considerando las variables componentes y relaciones de las ciencias del deporte y la Psicología del Deporte.

mental debe incluir actividades orientadas hacia el cumplimiento de los objetivos específicos en cada habilidad psicológica definida o de los demás factores identificados como relevantes en el plan de entrenamiento mental. Cada actividad debe hacer parte del sistema de objetivos que permitan evidenciar los progresos en el entrenamiento mental.

Las intervenciones en el entrenamiento mental a través del desarrollo de las habilidades psicológicas no solo se orientan hacia el mejoramiento de las mismas, sino que deben propiciar el aporte en la búsqueda de la estabilización de los estados psicológicos, de manera que faciliten el incremento en el rendimiento deportivo.

Figura 5. Principios relacionados con la intervencion Fuente: Creado y adaptado por autores de Samulsky, (2002); Vealey, (2007); Serrato, (2005 y 2008) y Dosil, (2004)

Entrenamiento mental del atleta

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4.4 Modelo de entrenamiento mental Como se mencionó anteriormente, en la elaboración del plan, se debe estructurar bajo las exigencias y circunstancias concretas del entrenamiento deportivo y debe tener en cuenta las siguientes condiciones: las expectativas y nivel de compromiso del atleta, entrenador, directivos y entorno familiar; el plan y las características de la competencia; la edad física y deportiva; las perspectivas deportivas a corto, mediano y largo plazo; el nivel del rendimiento del atleta; los objetivos específicos de la habilidad, etapa, sesión. (sistema de objetivos).

Es importante realizar una reunión con el entrenador y el cuerpo metodológico, con el fin de contextualizar, de manera bidireccional, la información de ambas partes, definir sitios y horarios de intervención, metodología de trabajo, compromisos de ambas partes, entre otros. Posteriormente, con el grupo se deberá hacer la presentación inicial, con el fin de presentar los objetivos de trabajo, contextualizar la intervención, establecer compromisos de ambas partes (qué, cómo y cuándo se va a realizar la intervención) y establecimiento del rapport o empatía necesarios para iniciar la intervención.

Para fines operativos a continuación se presentarán las conclusiones de los encuentros realizados con diferentes psicólogos del país. Sin embargo, es importante resaltar dos condiciones: dentro de la periodización del plan no se tiene en cuenta como fases a las competencias (preparatorias o fundamentales) y los momentos anteriores y posteriores, estos se trabajarán como momentos con tareas específicas dentro del desarrollo del plan. La segunda consideración será la posibilidad de intervención, para lo cual los autores de este módulo diseñaron un plan de intervención, dependiendo del número de sesiones a realizar, que se presentará al final del apartado.

b. Evaluación o diagnóstico, busca tener información más objetiva del grupo y los deportistas, con el uso de técnicas e instrumentos diseñados para tal fin, en las que se incluye la entrevista, las observaciones de entrenamientos y competencias, la aplicación de pruebas psicológicas y psico deportivas (que se deben adaptar al deporte), la aplicación de fichas socio deportivas, la evaluación psico y neuro fisiológica (en el caso de que se cuente con equipos) y el uso de auto registros. El módulo 3 de este volumen desarrolla y define los parámetros de técnicas de evaluación e instrumentos a utilizar.

Para la periodización del plan de entrenamiento es conveniente resaltar que sus fases no tendrán un tiempo específico de duración y que cada una de ellas, dependerá de la dinámica de la intervención, la capacidad de aprendizaje de los deportistas, las posibilidades y frecuencias de intervención, entre otras variables. Se proponen cinco fases, que se aplican para en atletas del deporte olímpico convencional y paralímpico: a. Pre fase o fase inicial, debe iniciarse con una caracterización del deporte (que incluya aspectos técnicos, reglamentación, categorías, habilidades psicológicas fundamentales, entre otros), la caracterización actual del grupo y los deportistas (edad cronológica, edad deportiva, tiempo en el grupo, objetivos deportivos de la temporada del grupo y el atleta, entre otros), se debe determinar el plan de competencias (tanto preparatorias, como fundamentales), el plan de preparación física (haciendo énfasis en la duración y las tareas de la preparación general y específica, así como el de momentos críticos, micro ciclos de choque, los periodos de pre competencia), las concentraciones planeadas (ciudades, duración, objetivos) y por último, la estructura del cuerpo técnico y directivo.

Coldeportes / Psicología

Cabe anotar que esta fase debe iniciar con el diligenciamiento del consentimiento informado, que debe incluir las características anteriormente mencionadas, continúa con el uso de técnicas de evaluación seleccionadas, la aplicación de la batería de pruebas psicológicas definidas y termina con la retro alimentación de los resultados, que presenta dos informes, el primero se entrega al atleta, el cual debe ser individualizado, usando un lenguaje simple y de fácil comprensión, el profesional debe estar seguro de que este ha sido entendido por parte del atleta y permitirá el establecimiento de metas y tareas de intervención de manera directa con el mismo. Un segundo informe se deberá entregar al entrenador, en algunos casos a los dirigentes, siempre y cuando la aprobación del atleta haya sido incluida en el consentimiento informado y esta especifique el tipo de información a entregar, los fines de esta y no viole el principio del secreto profesional. La información contenida deberá ser general y utilizada por los entrenadores y dirigentes para fines exclusivos del entrenamiento deportivo, siendo responsabilidad del psicólogo que tenga este fin. Es vital que los profesionales revisen los artículos 23 al 31 de la ley 1090 de 2006 y la

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d. Desarrollo del plan, se realiza lo planificado en la fase anterior, busca el desarrollo del entrenamiento de las habilidades psicológicas. Se puede realizar de acuerdo con los modelos ya expuestos, sin embargo, la selección del modelo debe ajustarse a las características del deporte, la dinámica del grupo, los objetivos del mismo, el atleta, el plan de competencia, entre otros. En esta fase es importante evaluar permanentemente la efectividad de las técnicas y medios de entrenamiento de las habilidades mentales y a su vez, la integración al entrenamiento y su aplicación en competencia. Debe realizarse en coordinación con el entrenador y/o cuerpo técnico, de manera que estos apoyen la aplicación de las técnicas, incluyendo las tareas del plan y reforzando su uso en competencia. Como se indicó anteriormente, las competencias (preparatorias y fundamentales), serán parte de esta fase y deberán incluir tareas de aproximación, manejo del estrés, establecimiento y evaluación de objetivos, simulación de las mismas, a fin de probar la aplicación de las técnicas entrenadas y el fortalecimiento de las tareas del plan. De igual forma, debe incluir la evaluación del atleta en un medio más real, para lo cual se recomienda el uso de formatos de auto registro y de observación. El uso de planes de enfoque es recomendado, siempre y cuando se tenga un entrenamiento previo de su uso.

Cortesía Coldeportes

Doctrina 2 del Tribunal Nacional Deontológico y Bioético de Psicología de Colpsic, los cuales establecen y definen las pautas en el manejo del secreto profesional para tales fines. c. Diseño y la elaboración del plan, esta se realiza a partir de la información recolectada en las fases anteriores y con en base en el sistema de objetivos propuesto anteriormente, tratando de ser lo más realista posible y aterrizando el plan a las posibilidades de intervención. Se debe tener en cuenta los objetivos de la temporada, las competencias fundamentales, el resultado de las evaluaciones, la experiencia con intervenciones pasadas, la posibilidad de intervención (frecuencia por semana, sitios de intervención, interés del atleta y/o entrenador, entre otros) y el tiempo de intervención.

e. Transacción, se debe evaluar la realización de los objetivos de entrenamiento (psicológico y deportivo), la efectividad de la intervención, la receptividad y percepción del trabajo por parte del entrenador y el atleta. Esta debe iniciar el plan de preparación de la nueva temporada, lo cual implica el planteamiento de nuevas metas y objetivos, retomando el trabajo ya realizado.

4.5 Modelos de intervención Todo proceso de intervención debería incluir los principios, objetivos y fases, presentados anteriormente; sin embargo, las posibilidades de intervención generalmente son limitadas, por las mismas condiciones de nuestro medio (gran cantidad de deportistas a intervenir, poca asistencia de los deportistas, prejuicios de deportistas y entrenadores ante la preparación psicología, entre muchos otros factores). Es por ello que en la construcción del módulo se proponen cuatro modelos de intervención, en los que se recogieron las posibles situaciones de intervención:

Entrenamiento mental del atleta

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• Apoyo en competencia. Se dará en el acompañamiento que se hace a competencias de equipos con los que no se tiene contacto o intervención (juegos nacionales, campeonatos mundiales, competencias de ciclo olímpico) o que no cuentan con trabajo en psicología, en este no habrá posibilidad de realizar entrenamiento psicológico, el objetivo será el de apoyar en momentos críticos de la competencia. Como se trata de una intervención in sitio es importante identificar necesidades y definir estrategias de intervención, al igual que elaborar planes de enfoque y reenfoque, con objetivos de rendimiento y resultados definidos y tareas puntuales. • Intervención de crisis. Este tipo de plan se realiza normalmente cuando el atleta deba solucionar problemas relacionados con su bienestar psicológico y/o personal, con dificultades en el funcionamiento del equipo, lesiones deportivas o en situaciones puntuales ante una competencia cercana (como se mencionó anteriormente, se debe procurar esta última situación). • Plan de entrenamiento corto. Se da cuando se realiza apoyo en concentraciones puntuales de equipos de corta duración, para competencias específicas o cuando se tiene la probabilidad de intervención con deportistas que viven en el exterior y se

Coldeportes / Psicología

encuentran en una corta temporada, este tipo de plan permite la elaboración del plan de entrenamiento mental. • Plan de entrenamiento mental. este modelo se reconoce como el ideal, ya que permite el desarrollo del plan trabajado, de acuerdo con lo ya expuesto. Permite realizar control y seguimiento de manera permanente, con el fin de reajustar el manejo de objetivos y estrategias de intervención, de acuerdo con los logros alcanzados y la efectividad del mismo. El modelo posibilita la creación y difusión de la filosofía del entrenamiento, el establecimiento de una matriz de objetivos y el entrenamiento de varias habilidades, de igual manera, la evaluación constante de las técnicas utilizadas y el fortalecimiento del bienestar psicológico del atleta. También debe tener en cuenta mayor integración al programa de entrenamiento deportivo, un alto conocimiento de las características del deporte, alta coordinación del trabajo con el entrenador, cuerpo técnico y alta aceptación y participación por parte del atleta. En el Anexo 1 se realiza un resumen de las características de cada fase del plan, al igual que la duración de cada modelo; sin embargo, se aclara que este es un esquema general y que su aplicación dependerá de las condiciones de la intervención, las competencias profesionales, los recursos y la disposición tanto del atleta como el entrenador.

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Cortesía Comité Olímpico Colombiano

5. CONCLUSIÓN Desde hace varios años los psicólogos del deporte en Colombia han venido trabajando bajo el modelo de entrenamiento mental, sin embargo este ha sido usado de manera individual, sin directrices y características comunes, que permitan interacción de los psicólogos en el modelo deportivo del país.

El principal objetivo del trabajo psicológico en el contexto del deporte es preparar al atleta para enfrentar las diferentes situaciones de la práctica deportiva y la competencia; sin embargo, es importante apoyarlos procesos de desarrollo personal, brindando recursos que optimicen su bienestar y calidad de vida. Los modelos de intervención deben establecer las posibilidades de desarrollo personal y deportivo, definiendo las posibilidades y alcances de las mismas. El entrenamiento mental se estructura a partir de las características del deporte, el grupo y el atleta; los objetivos de la temporada y de rendimiento; los recursos, físicos, económicos y de tiempo; y debe tener en cuenta los principios, filosofía y objetivos de la intervención psicológica (que idealmente deben ser conciliados con el entrenador y el atleta). Las tareas del plan de

intervención no solo deben centrarse en el deportista, sino incluir actividades con entrenadores, padres y directivos y siempre estar inmerso con el plan de preparación general Por último, Colombia los procesos de intervención psicológica son regulados por la Ley 1090 de 2006, la cual enmarca el ejercicio de la profesión y determina las características y posibilidades de trabajo, reglamenta el intercambio de información entre psicólogos, direcciona el manejo del secreto profesional y la confidencialidad de la intervención y determina los mecanismos de intervención por varios psicólogos; estableciendo parámetros y normas claras en el quehacer de la profesión, los cuales deben ser acogidos e implementados en el contexto de la psicología del deporte.

Entrenamiento mental del atleta

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Entrenamiento mental del atleta

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ANEXOS Anexo 1: Modelos de plan de intervención en psicología del deporte para Colombia. APOYO EN COMPETENCIA

INTERVENCIÓN DE CRISIS

Dependerá de la duración de la competencia y las posibilidades de intervención.

Menos de 10, sin embargo dependerá de las posibilidades de intervención.

PRE FASE O FASE INICIAL

Se recomienda revisar si el atleta tiene algún tipo de intervención y ponerse en contactos con los psicólogos que la han realizado con el fin de coordinar el trabajo.

Diagnosticar el problema con rapidez. Realizar entrevista estructurada. Aplicar pocas pruebas psicológicas, (preferiblemente de estados emocionales).

EVALUACIÓN/ DIAGNÓSTICO

Se debe identificar necesidades y definir estrategias de intervención Realizar auto reportes con el atleta

Diagnosticar el problema con rapidez Realizar entrevista estructurada Aplicar pocas pruebas psicológicas, (preferiblemente de estados emocionales)

Como se trata de una intervención in sitio es importante, definir tareas y acciones puntuales.

Definir y aplicar técnicas y estrategias de intervención desde la primera sesión.

Como se trata de una intervención in sitio es importante, definir tareas y depende de la disposición del atleta y las características y duración de la competencia. Es importante elaborar planes de enfoque y reenfoque, con objetivos de rendimiento y resultados definidos y tareas puntuales.  

Depende de la disposición del atleta y las características y duración de la competencia.

Realizar informe de intervención y socializar con el psicólogo encargado de la intervención y entrenador.

Realizar informe de intervención y socializar con el psicólogo encargado de la intervención y entrenador.Realizar plan de reestructuración, para regreso al entrenamiento y/o competencia.

N° DE SESIONES

DISEÑO Y LA ELABORACIÓN DEL PLAN

DESARROLLO DEL PLAN

TRANSICIÓN

Coldeportes / Psicología

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PLAN DE ENTRENAMIENTO CORTO Menos de 16 (en lo posible realizar dos o más por semana)

PLAN DE ENTRENAMIENTO MENTAL Más de 16 (con frecuencia de mínimo una semanal, incluye acompañamiento a entrenamiento y competencia).

Indagar sobre antecedentes de intervención. Determinar expectativas de la intervención. Establecer objetivos, tareas, frecuencia, sitios de intervención, etc.. Elaborar el plan.

Indagar sobre antecedentes de intervención. Determinar expectativas de la intervención. Establecer objetivos, tareas, frecuencia, lugares, etc.. Elaborar el plan.

Indagar sobre antecedentes de intervención. Determinar expectativas de la Aplicación de cuestionarios

Realizar entrevista semi-estructurada. Observaciones en entrenamiento. Aplicación de Cuestionarios de rasgo y estado. Aplicación de registros de neuro y biorretroalimentación (si se tiene).

Establecer, de manera conjunta, objetivos, tareas, frecuencia, sitios de intervención Definir técnicas y estrategias de intervención.

Establecer, de manera conjunta, objetivos, tareas, frecuencia, sitios de intervención. Definir técnicas y estrategias de intervención. Establecer derechos y obligaciones del atleta, entrenador y psicólogo.

Establecer, de manera conjunta, objetivos, tareas, frecuencia, sitios de intervención Definir técnicas y estrategias de intervención evaluaciones de control

Aprendizaje y aplicación de técnicas de manera práctica. Entrenamiento de técnicas en entrenamiento y competencia. Combinación de técnicas entrenadas. Simulación de competencia. Realizar periódicamente evaluaciones de control.

Recuperación física y mental. Evaluar el cumplimento de los objetivos. Definir objetivos de la próxima temporada.

Recuperación física y mental. Evaluar el cumplimento de los objetivos. Definir objetivos de la próxima temporada.

Entrenamiento mental del atleta

Módulo 3 EVALUACIÓN, TÉCNICAS E INSTRUMENTOS

Director:

Carlos Iván Bermeo Andrade, Lic.

Coordinador:

José Fernando Rivera Pérez, Ps

Autor:

José Fernando Rivera Pérez, Ps

Coautores:

María Clara Rodríguez, Ps Jairo Andrés Piñeros, Ps Santiago Brand, Ps

Revisores nacionales:

Fernando Humberto Clavijo, Ps Juan Carlos Montoya, Ps

Revisores internacionales: Jaume Cruz F. PhD Ps (ESP) José Tomás Trujillo S. PhD Ps (MEX)

Departamento Administrativo del Deporte, la Recreación, la Actividad Física y el Aprovechamiento del Tiempo Libre



COLDEPORTES



Bogotá, D.C.

2015

INTRODUCCIÓN En la intervención psicológica se requiere obtener información permanente, que a modo de diagnóstico, permita establecer prioridades, identificar debilidades y fortalezas, elaborar un plan de trabajo, verificar avances en el proceso de entrenamiento mental, determinar la efectividad del plan y de ser necesario, realizar ajustes. Por ello, es importante contar con herramientas que permitan determinar una línea base del trabajo, la efectividad de la intervención, el estado de los objetivos y de este modo, poder continuar con las acciones que demostraron ser adecuadas, al igual que ajustar y corregir aquellas que no lo fueron.

Esta información, además de ser útil para el psicólogo, resulta de gran valor para el atleta, el entrenador y demás profesionales involucrados en el proceso. En este módulo se describen las características propias de la evaluación, los requisitos mínimos en el uso de técnicas e instrumentos de evaluación y observación; también, el uso de nuevas tecnologías (neuro y biorretroalimentación), que permitan la recolección

óptima de la información y la evaluación y mejoramiento permanente del entrenamiento mental. Finalmente, se establecen los parámetros de uso de estas técnicas e instrumentos, aplicables a los programas de rendimiento y reserva deportiva en el deporte olímpico convencional y paralímpico, así como el manejo que se debe dar por parte de los psicólogos del deporte.

Cortesía Coldeportes

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Módulo 3 EVALUACIÓN, TÉCNICAS E INSTRUMENTOS

1. OBJETIVO •

Establecer las técnicas e instrumentos usados en la evaluación psicológica.



Determinar la metodología para realizar la evaluación psicológica en atletas de talento, reserva y rendimiento en Colombia.



Presentar el marco jurídico para el uso obligatorio del consentimiento informado.

Evaluación, técnicas e instrumentos

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Cortesía Coldeportes

2. DEFINICIONES Cualidades psicométricas. Son aquellas condiciones de calidad que debe garantizar un instrumento de medición para que cumpla correctamente su función de medir. Tradicionalmente, se consideran sólo dos: validez y confiabilidad; pero algunos autores identifican otras dos: sensibilidad (capacidad de reflejar en sus resultados pequeños cambios de la cualidad que mide) y objetividad (independencia en los resultados de la persona que administra y califica la prueba) (Aiken, 2003). Estandarización. Proceso por el cual se transforman las distribuciones de los puntajes directos o crudos

Coldeportes / Psicología

de una muestra, en calificaciones derivadas o normas, que usualmente se presentan como rasgos percentiles, calificaciones estándares o baremos. Normalmente, las muestras están definidas por la edad, sexo, nivel educativo u otras características demográficas y definen la posición de una persona con referencia a la población evaluada en las mismas características demográficas, sin embargo, los puntajes obtenidos “no funcionan como estándares de desempeño deseado, sino simplemente como un marco de referencia para interpretar” (Aiken, 2003). Toda prueba estandarizada debe incluir instrucciones de aplicación y calificación, las cuales se deben seguir estrictamente.

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Evaluación. Se entiende como la valoración o estimación de la magnitud de uno o más atributos en una persona, con referencia a una población (Gregory, 2012). Expresa un juicio de valor acerca de la medición obtenida con relación a un estándar, con un criterio; por lo tanto, implica necesariamente un proceso previo de medición. Fiabilidad. Se concibe como la consistencia o estabilidad de las medidas cuando el proceso de medición se repite (Prieto & Delgado, 2010). Esta se asimila a la consistencia interna obtenida mediante al alfa de Cronbach, derivada de la teoría clásica de los test (Aiken, 2003).

permite describirla en función de categorías, niveles, o cantidades y predecir conductas no evaluadas. Generalmente una prueba incluye tanto normas de aplicación como de calificación (Gregory, 2012). Validez. Es la cualidad de un prueba para medir lo que dice que mide, cualidad que se puede afirmar después de un proceso de evaluación por jueces expertos, análisis de estructura factorial y en ocasiones, una correlación con algún criterio o medida paralela (Aiken, 2003). En la actualidad se entiende como los indicadores que representan de forma apropiada el dominio o contenido a medir (Prieto &. Delgado, 2010).

Función de la medición. La medición o evaluación psicológica se puede realizar para diferentes fines: identificar el nivel o grado en el cual una cualidad está presente en una persona a modo de evaluación inicial o diagnóstico; seleccionar a una o más personas que presenten determinado nivel o rango de la propiedad, diferenciándolas de otras que tienen niveles o rangos distintos; y promocionar a la persona que cumpla un criterio de la propiedad, motivar a las personas a través del ejercicio implicado en la medición, determinar la evolución de una propiedad o cualidad sobre la cual se supone ha sido afectada, intencionalmente o no y evaluar la efectividad de una intervención (Kerlinger & Lee, 2002). Medición. El concepto clásico se refiere al proceso por el cual se asignan valores numéricos a objetos o eventos, siguiendo determinadas reglas, es decir, una guía o método que indica qué hacer (Kerlinger & Lee, 2002). Desde otra perspectiva y dada la complejidad de las variables o conceptos que se miden en la ciencia psicológica, se puede entender como el proceso de vincular conceptos abstractos con indicadores empíricos, a partir de un plan explícito para clasificar los datos (Hernández, Fernández & Baptista, 2010). La medición es esencial para cuantificar información; en la práctica se tienen actualmente tres modelos: nominal, ordinal y escalar (que incluye tanto la medición a intervalos, como de razón). Es importante considerar que la mayor cantidad de los datos en psicología son de tipo ordinal, aunque en ocasiones pueden considerarse escalares.

Cortesía Coldeportes

Prueba psicológica (test). Se define como un instrumento o técnica de medición utilizada para cuantificar el comportamiento o ayudar a entender y predecir la conducta (Kaplan & Saccuzzo, 2006). También se entiende como un procedimiento estandarizado para obtener una muestra de una cualidad o habilidad, que

Evaluación, técnicas e instrumentos

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Cortesía Comité Paralímpico Colombiano

3. MARCO DE REFERENCIA La psicología, como ciencia general, le ha brindado a la psicología deportiva los elementos necesarios para la construcción de instrumentos de medición y recomendaciones en el uso de tecnologías. Estos parámetros se han adaptado permanentemente en deporte y han permitido la construcción de instrumentos propios, contando hoy con pruebas adaptadas y estandarizadas en Colombia. En la evaluación y en especial en el uso de instrumentos, se deben tener en cuenta algunos parámetros generales, que se presentan en este apartado.

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3.1 Generalidades de la medición psicológica La medición y evaluación de constructos psicológicos en el ámbito de la psicología muestra un refinamiento conceptual y metodológico en diversos aspectos: teorías, estudios de fiabilidad, metodologías del diseño, estudios de validaciones, establecimiento de criterios, adaptación de las herramientas a características específicas e incluso, atención a nuevos constructos de relevancia para el área (Padilla, 2013). Habitualmente las técnicas e instrumentos usados en la evaluación han sido adaptadas de una existente en otro ámbito o contexto. Es normal suponer que en su aplicación solo es necesario seguir las mismas normas o hacer una traducción aceptable, partiendo del supuesto erróneo de que los constructos son universales y que el idioma o la cultura no inciden en su conceptualización; es decir, que existe una equivalencia psicológica del factor psicológico a medir (Padilla, 2013). La psicometría ha diseñado mecanismos que permite eliminar este error, a través de la validación de jueces, el pilotaje de los instrumentos, las adaptaciones a jergas específicas y la medición de la validez en grupos determinados. En Latinoamérica y concretamente en Colombia, las pruebas de medición, en su mayoría, se continúan validando según The Standards for Educational and Psychological Testing publicados por la American Psychological Association (1954), basados en un concepto dividido de validez: de constructo, de contenido y predictiva concurrente, que se basaban en comparar al sujeto con grupos normativos, interpretando desde allí la ejecución de las personas en el prueba. Durante décadas el concepto de validez evolucionó a un concepto unitario, que implica acumular evidencias que apoyen la interpretación de las puntuaciones, centrándose en la validez de constructo, de tal forma que a mayor cantidad de evidencias, mayor validez (Padilla, Gómez, Hidalgo & Muñoz, 2006). En 1999, se logra un consenso avalado por la American Educational Research Association (AERA), la National Council on Measurement in Education (NCME) y la American Psychological Association (APA) denominado Standards for Educational and Psychological Testing, donde se incluye la validación de las consecuencias como una fuente más de evidencia, exponiendo las dificultades de su incorporación a la teoría de la validez (Padilla, Gómez, Hidalgo & Muñoz, 2007).

A partir de estos estándares, la construcción de modelos de medición, el uso y desarrollo tecnológico y procedimientos de medida alternativos a las pruebas, se hacen cada vez más complejos y plantean nuevos retos en la evaluación y medición, acentuados por la mayor sensibilidad ante las consecuencias que tienen para las personas las decisiones tomadas a partir de la información aportada por los instrumentos de medición psicológica. Así, la construcción de instrumentos debe tener en cuenta dos conceptos fundamentales, la validez y la adaptación. El primero se define como la elaboración de un argumento científicamente sólido, que apoye la interpretación prevista en las puntuaciones de la prueba y su uso propuesto, es el grado en el que la evidencia y la teoría apoyan las interpretaciones de las puntuaciones. De tal forma que el proceso de validación implicará acumular evidencias que proporcionen una base sólida para la interpretación de un resultado; por consiguiente, lo que se evalúa de una prueba es la forma como se interpretan las puntuaciones que se requieren para un propósito, no la prueba misma. La validación deberá tener en cuenta variables socio-demográficas y buscara las mismas posibilidades normativas en personas con o sin discapacidad (Padilla, 2013). Dentro de la validación Padilla et al. (2007) presenta cuatro fuentes de evidencia, acordes a los estándares de la APA: en primer lugar, el contenido de la prueba, refiriéndose a los contenidos de las preguntas, redacción y formato, instrucciones de aplicación, entre otras. La segunda fuente, será determinada por los procesos de respuesta, que incluye el análisis de los procesos cognitivos, las estrategias de resolución de problemas y las representaciones mentales que emplean los participantes para resolver los ítems. En tercer lugar está la evidencia en la estructura interna de la prueba determinará si los ítems se ajustan a la dimensión teórica prevista en la construcción. Una última fuente será la relación con otras variables, que permite determinar la relación e influencia de variables externas con las puntuaciones obtenidas. La adaptación se refiere al proceso que debe tener cualquier prueba que originalmente ha sido creada para contextos culturales diferentes o ámbitos diversos de la psicología. El objetivo de toda adaptación es lograr una versión equivalente y dar cuenta del grado de certeza sobre la comparabilidad entre las mediciones resultantes de las distintas versiones de la prueba. Los

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aspectos críticos de una adaptación son la equivalencia y el sesgo (Padilla, Gómez, Hidalgo & Muñoz, 2006).

general, ofrecen en la actualidad nuevas oportunidades, así como nuevos retos a la medición psicológica, Padilla (2013) los enumera así:

La equivalencia permite establecer si la versión adaptada es semejante a la original. Esta puede ser de tres tipos (Matsumoto & Van de Vijver, 2011):

• Modelos de recolección de datos a través de medios virtuales.

• De constructo, referida a la definición conceptual u operacional.

• Estrategias de validación que integren evidencias cuantitativas y cualitativas.

• Estructural, relativa a la organización interna o dimensionalidad.

• Identificación de emergentes que adecuadamente.

• Métrica, definida por las escalas de medida, ofrece mayor seguridad sobre la comparabilidad. Para cada uno de estos niveles de equivalencia, la estadística ofrece diversidad de métodos para su estudio: análisis factorial exploratorio, modelos de ecuaciones estructurales para redes nomológicas, escalamiento multidimensional pesado, modelos de ecuaciones estructurales multi-grupo, entre otros. El sesgo es la cara opuesta a la equivalencia y con ella se busca definir errores constantes o sistemáticos, contrastándolos con los que son producto del azar. Se identifican tres tipos de sesgo (Matsumoto & Van de Vijver, 2011): • De constructo, por distintas definiciones operacionales.

nuevos constructos requieren evaluarse

Finalmente, en la selección y construcción de instrumentos de medición es primordial tener en cuenta dos aspectos: • El uso y la interpretación de una prueba psicológica no sólo debe comparar al sujeto contra un grupo normalizado, sino que debe tener en cuenta características socio-demográficas, la presencia o no de discapacidades y el contexto mismo de su aplicación, aspecto relevante en Colombia dada la variedad multicultural. • La estadística ofrece métodos para el análisis de los procesos de validación y adaptación que permiten un buen análisis en el momento de seleccionar la prueba y entender mejor su interpretación.

• De método, referido al procedimiento o condiciones de aplicación. • De ítem, el cual se presenta cuando con versiones diferentes, el sujeto no responde al ítem de la misma forma Una de las nuevas aproximaciones metodológicas frente al proceso de la adaptación transcultural de pruebas es el uso de un enfoque mixto (cualitativo - cuantitativo), cuya premisa fundamental es la de utilizar la combinación de métodos que tengan fortalezas complementarias y no las mismas debilidades (Padilla, 2013). Es necesario que al momento de hacer una validación transcultural, se conozcan las diferentes metodologías y se determinen sus fortalezas y debilidades, buscando la calidad de las interpretaciones que se realicen a partir de allí. La investigación, la psicometría y la tecnología en

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3.2 Evaluación psicológica en el deporte La psicología general y la psicometría han brindado los elementos necesarios para adaptar instrumentos de otros ámbitos o construir propios al ámbito del deporte: la evaluación psicológica en el deporte busca entender el funcionamiento de las conductas que definen el rendimiento deportivo; así como cualquier respuesta o estado psicológico que influya en estas (activación, estrés, motivación), (Gimeno & Buceta, 2010). La aproximación a la evaluación psicológica, en el contexto específico del deporte, muestra un progreso interesante en las décadas recientes, resultado de la articulación cada vez más cuidadosa entre el diseño de los instrumentos, la teoría, la práctica y la aplicación de técnicas metodológicas y estadísticas cada vez más sofisticadas (Buceta, Esquerro, Gimeno, Bueno, & PerezLLantada, 1998). Como en cualquier contexto de la psicología, los objetivos de la evaluación en deporte son: • Conocer el estado de las habilidades (conocer la realidad del atleta, el desarrollo de las variables psicológicas en el mismo y la manera que estas influyen en su rendimiento deportivo). • Definir los objetivos y estrategias de la intervención a seguir (definir las habilidades a intervenir, conductas a modificar, dificultades y obstáculos relevantes que deban controlarse). • Establecer la eficacia de la misma (es prioritario contar con indicadores que permitan valorar el proceso de intervención, como los posibles efectos a mediano y largo plazo). En resumen, el proceso de evaluación tiene como proposito tratar de identificar la conducta objeto de estudio en las diferentes variables de respuesta, así como aquellas que las mantienen o las controlan (González, 2010). Una vez el objetivo de la evaluación este claro o determinado, se plantea la cuestión de qué y cómo evaluar, para ello, Fernández Ballesteros (1991), clasificó el comportamiento humano en tres modalidades de

expresión: la modalidad cognitiva, cuando se evalúan pensamientos, sentimientos o expectativas del sujeto; la modalidad conductual externa, se refiere a la forma de actuar de los sujetos; y la modalidad psicofisiológica, mide aspectos fisiológicos del sujeto. A partir de estas modalidades se generan tres tipos de indicadores: cognitivos, con los que se obtiene información de las percepciones, las habilidades cognitivas y las motivaciones del sujeto, para lo cual se usan pruebas, entrevistas, auto registros y observaciones; conductuales, a través de la observación sistemática se analiza el comportamiento del sujeto en ambientes específicos del entrenamiento y la competencia; y neuro/psico-fisiológicos, que se realiza con equipos especializados con los que se determinan este tipo de indicadores con las respuestas emocionales y cognitivas como la activación, el estrés, la fatiga, entre otros, atraves de electroencefalografía y electromiografía, temperatura electrocardiografía, entre muchos otros Al momento de seleccionar un método o técnica de evaluación se debe tener en cuenta la pertinencia de la medición y el uso de diferentes métodos que apliquen a las variables a medir, entendiendo que hay conductas que son observables, mientras que otras no. Dentro de las primeras se encuentran conductas externas de rendimiento deportivo, conductas de preparación personal y auto cuidado, las manifestaciones externas de agresividad, impulsividad e inhibición; conductas de escape, evitación u otra forma de afrontamiento; la conducta verbal; determinadas respuestas psicofisiológicas y cualquier gesto observable como expresiones de dolor, alegría, sorpresa o cualquier movimiento (Buceta et al, 1998). La evaluación de estas se debe realizar con instrumentos creados para tal propósito (formatos de observación, entrevistas a entrenadores y compañeros), que cumplan con objetivos determinados y que permitan definir conductas de manera técnica y objetiva. Es importante mencionar, que no basta con observar la conducta, sino que esta debe situarse en el contexto concreto en el que se produce o debería producirse (situaciones o estímulos antecedentes) y con relación a las consecuencias que proporciona (estímulos consecuentes)(Buceta et al, 1998). La evaluación de conductas no observables, incluye conductas internas directamente relacionadas con el rendimiento (nivel de activación, conducta atencional, razonamientos previos a la toma de decisiones),

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estados psicológicos que influyen en estas conductas (motivación, estrés, autoconfianza) y variables de mayor estabilidad que subyacen a estos estados psicológicos (creencias, actitudes, conocimientos, intereses, valores, emociones, variables de personalidad, entre otros) (Buceta et al, 1998). De igual forma, Gimeno & Buceta (2010) definen las variables psicológicas a evaluar en cuatro grupos: • Relacionadas con el rendimiento, que incluye todas las variables que afectan directamente al rendimiento (autoconfianza, percepción del control, atención, reto, auto concepto y demás habilidades) o que tienen diferentes componentes que se convierten en factores predominantes (motivación básica y motivación cotidiana, emociones, activación, entre otras). • Ambientales, que se relacionan al estilo de vida del atleta, la organización deportiva, el estilo de dirección del entrenador y las situaciones de entrenamiento y competencia. • Rendimiento deportivo, definidas por las características del deporte, las cualidades

físicas del deporte y su rendimiento (fuerza, resistencia, entre otras) y los resultados deportivos del equipo y el del atleta. • Funcionamiento personal, salud y bienestar, en las que se encuentra la adhesión al entrenamiento, el comportamiento frente a los jueces, las lesiones deportivas, los hábitos de alimentación y sueño, cualquier incidente que afecte la salud física o mental, el grado de satisfacción deportiva, el proyecto de vida, las actividades educativas o laborales, entre otras. Un buen número de las pruebas frecuentemente usadas por la psicología del deporte son adaptaciones de otras áreas más generales de la psicología, como pueden ser la psicología clínica, educativa u organizacional, que, en algunos casos, no sufren adaptaciones y cuyos baremos de comparación, a menudo, corresponden a poblaciones no deportivas o clínicas, sin tener adaptaciones a la población deportiva. En este sentido Roffé (1999) realizó una revisión de los cuestionarios más utilizados en psicología del deporte, mostrando un número considerable de pruebas de la psicología clínica o de otros ámbitos, el cual se presenta en la tabla 1.

Cortesía Coldeportes

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Tabla 1 Listado de los cuestionarios más utilizados en psicología del deporte Variable psicológica Personalidad (proyectivos y cuestionarios)

Cuestionario o prueba

Variable psicológica

Cuestionario o prueba

Test de la familia

Ansiedad

Cuestionario de indicadores de tensión y ansiedad

Test de la familia cinética

Cuestionario pre-competitivo

Test de relaciones objetables (TRO)

Test de ansiedad rasgo y estado (STAI)

Test de Rorschach

Inventario de respuestas de ansiedad (ISRA)

Dibujo de la figura humana

Motivación

Test de los 10 deseos

Test de Boston

Test frases incompletas

Test desiderativo de Bernstein

Test de planeamiento de objetivos

Test de personalidad Eisenk-EPI.

Test prospectivo

Test Wartegg

Cohesión grupal

Inventario de personalidad 16-PF

Coeficiente intelectual

Sociograma Cuestionario grupal símil

Inventario de personalidad M.M.P.I

Reactividad/adversidad

Test persona bajo la lluvia

Test H.T.P. (Home, Tree, Person)

Espacialidad

Test Bender

Test de Raven

Estados emocionales

POMS (Profile of Mood States)

Dominó/Naipes

Test de Butt (agresión y suficiencia)

Luria DNA

Test STAXI de Spilberger (enojo rasgo y estado)

Test de Weschler Concentración / Atención

Constructo motivacional

Test de las dos personas de Machover & Bernstein

Trail Making

Feedback

Planilla Feedback del 0-10

Test de Toulouse-Pieron

Salud general

GHQ-28 de Goldberg.

Rejilla de concentración (diferentes opciones)

Memoria

Test S.K.T. (memoria reciente y aprendizaje)

Fuente: Adaptado de Roffé, (1999)

La evaluación en la psicología del deporte debe atender al contexto deportivo, no solo se debe limitar a los atletas, esta debe incluir a los entrenadores, jueces, directivos, familiares, espectadores y medios de comunicación, permitiendo entender su relación e interacción con el atleta y/o el equipo deportivo. Aunque es claro que la mayoría de instrumentos disponibles se centran en la evaluación del atleta y que son pocos los instrumentos en la evaluación de los otros actores, la tendencia es crear cada vez más pruebas y registros que permitan evaluar a estos de una forma más objetiva (González, 2010). Una de las tareas del proceso de evaluación incluye su diseño. Para ello, Garcés, Vives & Dosil (2005) definieron 5 componentes a valorar: los contenidos a evaluar de

carácter social y familiar, de carácter deportivo, de índole psicológica, la dimensión temporal e intensidad del proceso de evaluación y las técnicas e instrumentos a seleccionar. Los contenidos a evaluar de carácter social y familiar se refieren a los planos sociales no relacionados con la actividad deportiva, pero que influyen en la misma (amigos, compañeros de trabajo o estudio). En cuanto a la familia es conveniente indagar aspectos sobre el apoyo y su incidencia en la motivación del atleta y la influencia de las relaciones en el contexto deportivo y fuera de este (Garcés et al., 2005). En los contenidos de carácter deportivo se evalúan los aspectos relacionados con la técnica, táctica, estructura

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deportiva y demás, que tengan una relación clara con reacciones psicológicas concretas del atleta. Los contenidos de índole psicológico definen las habilidades a evaluar (confianza, motivación, activación, control emocional, entre otras.) de manera independiente o su interrelación, estableciendo aquellas que entorpecen o facilitan el accionar del atleta en entrenamiento o competencia y con ellos, determinar las habilidades a desarrollar en el proceso de entrenamiento psicológico (Garcés et al., 2005).

• Desarrollar una relación de mutua confianza, suponiendo que se debe invertir tiempo en este fin, previo a la evaluación.

En la dimensión temporal e intensidad del proceso de evaluación estos autores recomiendan realizar evaluaciones de corta duración y de ser necesario, una evaluación larga, es preferible realizarla en varias secciones cortas, para evitar el cansancio y aburrimiento del atleta. En cuanto a la intensidad esta debe ser baja y media, reduciendo el costo emocional de la misma.

• Entrenar al evaluado (y su entrenador) para el uso de los procedimientos de recolección de información.

Finalmente, la elección de las técnicas e instrumentos debe basarse en dos aspectos: En el primero se selecciona los que mejor se adapten al deporte, sus condiciones y a las habilidades a evaluar, teniendo en cuenta las evaluaciones previas realizadas, en el caso que las haya. El segundo aspecto a considerar es si la evaluación debe hacerse de carácter cualitativo y cuantitativo, determinando las mejores características aplicables al atleta (Garcés et al., 2005).

• Hacer buen uso de la información recolectada, permitiendo que el evaluado entienda que será para su beneficio.

De igual forma Abernethy & Jackson (2007) proponen seis condiciones básicas en el proceso de evaluación: tener claridad conceptual del proceso psicológico, definir tareas específicas a evaluar, ser sensible a los cambios, ser discretos (no deben interferir con la tarea de la actividad deportiva), permitir un diagnóstico eficiente (ser capaz de identificar recursos que están evaluando) y por último, ser altamente válidas y fiables. Se debe aclarar que la evaluación en el contexto deportivo no se debe reducir a un simple análisis de habilidades, sino que ha de tener en cuenta las relaciones que las personas establecen con su medio físico, biológico y social e incluir el contexto deportivo (atletas, entrenadores, familiares, directivos, entre otros). De igual forma, es necesario que la relación psicólogoevaluado sea dinámica y permita un ambiente de confianza y colaboración del evaluado, proporcionando datos fidedignos, a su vez, se deben tener en cuenta las variables interferentes como la deseabilidad social. Para ello, Buceta et al. (1998) proponen las siguientes medidas:

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• Eliminar temores sobre el uso de la información que resulta de la evaluación, para ello, el consentimiento informado deberá expresar sobre las condiciones del secreto profesional y los alcances de la información.

• Reforzar la colaboración permanentemente y establecer las dificultades y por menores de la evaluación.

La evaluación, aunque no es siempre el primer momento del proceso, es una etapa importante en el proceso de intervención psicológica, a partir de allí, se planifica la intervención, se revisa la efectividad de la misma y se acentúan los momentos de intervención. Es prioritario evaluar constantemente, no reduciéndola a un momento específico dentro del plan, sino que haga parte del continuo del mismo, realizándose permanentemente. El uso efectivo de la misma no sólo proporciona al psicólogo información, sino que a la vez afectará habilidades como la motivación y la confianza en el atleta, también, le brindará al entrenador y cuerpo técnico los elementos para la toma de decisiones en el proceso de entrenamiento deportivo.

3.3 Técnicas e instrumentos de evaluación en psicología del deporte En el desarrollo de la psicología del deporte se ha venido trabajando modelos de evaluación que, como se mencionó anteriormente, se han adaptado de otras áreas de la psicología general. En la actualidad, se cuenta con un gran número de técnicas como la entrevista, los cuestionarios/inventarios (pruebas o test), los registros de observación (entrenamiento, competencia y auto registros) y los indicadores psico/neuro-fisiológicos. Es claro que un modelo de evaluación no incluye el uso de una sola técnica; por el contrario, se espera que se

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usen todas las posibles y que se correlacionen los datos obtenidos en las diferentes técnicas. No se puede negar que la selección indicada de las pruebas, instrumentos o formatos de registro harán la diferencia en la evaluación y en la observación de las conductas (González, 2010). De igual forma, se resalta que aunque la mayoría de ocasiones se evalúa al atleta, es conveniente evaluar a entrenadores, cuerpo técnico, dirigentes, padres de familia y en general, todas las personas que intervienen en el proceso. A continuación se presentan los más usados en el medio colombiano.

et al. (2005), la entrevista se define como el proceso de interacción que se produce entre el psicólogo y un interlocutor (atleta, dirigente, entrenador, entre otros), de carácter semi-estructurado y de orden cualitativo y subjetivo, que mediante estrategias de orden emocional, obtiene información cualitativa y cuantitativa de los diferentes ámbitos relacionados con el atleta. Kerlinger & Lee (2002) la definen como “el mejor instrumento disponible para estudiar el comportamiento, las intenciones futuras, los sentimientos, las actitudes y las razones del comportamiento de las personas (…)”.

3.3.1 Entrevista. Es quizá el procedimiento más extendido de recolección de información entre las personas, al utilizarse de forma sistemática. Para Garcés

La entrevista tiene ventajas y desventajas que son definidas por Kerlinger & Lee (2002) & Garcés, et al. (2005), se presentan en la tabla 2.

Tabla 2 Ventajas y desventajas de la entrevista Kerlinger & Lee

Garcés, Vives, & Dosil

Ventajas

• Facilidad para recoger gran cantidad de • Facilita la obtención de información relevante que no brinda otros instrumentos información. • Es adaptable casi a cualquier circunstancia. • Es fácilmente adaptable al contexto deportivo. • Permite explorar el contexto y las razones de las respuestas que ofrece el • Permite la modificación de objetivos de acuerdo con la dinámica de la misma entrevistado. • Facilita la interacción entre psicólogo y entrevistado.

Desventajas

• El tiempo de duración, lo que se traduce • La alta carga emocional. • La interacción personal de alta intensidad. en mayor costo y mayor esfuerzo. • Las respuestas pueden ser fácilmente • La falta de sistematización y objetividad. influenciables por características del entrevistador como el sexo, entrenamiento, prejuicios, edad, apariencia.

Fuente: Adaptado de Kerlinger & Lee, (2002) y Garcés, Vives & Dosil, (2005)

Anguera (2001) citado por (Dosil, 2004) clasifica la entrevista por su estructura, situación, grado de dirección y número de participantes. La primera clasificación se da por el nivel de estructura: no estructurada (con libertad para formular contenido y número de preguntas, respuestas abiertas, sin categorías establecidas), semi estructurada (con guión preexistente, que se adapta de acuerdo a las condiciones de la entrevista) y estructurada (con guión rígido, número fijo de preguntas, respuestas cerradas, pero limita el contenido). Entre la entrevista estructurada (como las encuestas o fichas psicosociales) y no estructurada, varía el grado de flexibilidad o libertad que el entrevistador se puede dar.

Se pueden tener entrevistas cara a cara, por teléfono y por internet, que se utiliza dependiendo de las necesidades y recursos con los que se cuente. En el grado de dirección se encuentra la entrevista dirigida, donde el entrevistador establece los contenidos y objetivos a tratar y no dirigida, donde se tiene un objetivo general, que se logra en un ambiente más agradable. Por último, de acuerdo al número de participantes, la entrevista puede ser individual o grupal (Dosil, 2004). Otra modalidad de entrevista es el grupo focal, que suele realizarse con no más de 7 a 10 personas (Krueger, 1994), con bajo nivel de direccionamiento por parte del moderador, pero circunscrito a un tema específico.

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Dentro de las características de la entrevista se encuentra la interacción entre psicólogo y entrevistado, que dependiendo de su calidad facilitará o dificultará los procesos de intervención posteriores; la existencia de componentes emocionales, relacionados con el recuerdo de situaciones, momentos y relaciones interpersonales con alta carga emocional, permite la obtención de información cualitativa y cuantitativa, necesaria para estructurar el proceso de intervención (marca mínimas, metas personales, relación entre compañeros, entre otras.), también permite indagar el funcionamiento en otros contextos en los que se relaciona el entrevistado (por ejemplo: familia, grupo deportivo, estudio o trabajo), sin embargo, es importante contar con una estructura básica que permita llevar un orden conductor, recomendando el uso de la entrevista semi-estructurada. Por último, su alta carga emocional la hace un instrumento de alta intensidad y debe tener corta duración, siendo necesario realizarla en diferentes secciones, contando con una estructura básica que permita llevar un orden conductor (Garcés et al., 2005). La entrevista, por tratarse de una técnica de evaluación, debe presentar las mismas cualidades que cualquier

otro instrumento: evidencia de validez, confiabilidad, objetividad y sensibilidad. La modalidad de entrevista a utilizar dependerá tanto del objetivo de la misma, como de las posibilidades y recursos particulares que la situación permite. Sin importar el modelo, se deben considerar parámetros mínimos en su realización: • Establecer con claridad el objetivo de la misma y delimitar su alcance, de forma que ambas partes conozcan cuáles son los motivos de la entrevista, los cuales pueden ser modificados parcial o totalmente en función de las circunstancias que se presenten al momento de la entrevista. • Tener una adecuada comunicación verbal y no verbal y de ser necesario, reorientar el tema o cortar las respuestas cuando sean muy extensas o irrelevantes. • Contar con un instrumento guía, teniendo en cuenta el tipo de respuesta que se espera (abierta, semi-abierta o cerrada), así como la extensión de la misma. Es importante estructurarla por partes. • • De ser necesario se puede grabar, para lo cual el atleta deberá expresar claramente su consentimiento por escrito. • Establecer la modalidad (individual o grupal), espacio y momento más adecuados. • Generar la empatía necesaria con la persona entrevistada, sin embargo, no debe exceder a los límites del deseo de agradar, para no sesgar las respuestas y concluir con un cierre adecuado, de modo que la persona entrevistada se retire con una positiva valoración de la entrevista. Aunque la entrevista se puede realizar en diferentes momentos del proceso, para Dosil (2004) la primera entrevista toma matices especiales y debe contener datos básicos como lo son: datos de identificación, datos deportivos, información del equipo técnico, datos del entorno y datos específicos que dependerán de dos condiciones: la primera se dará cuando el atleta acude por un problema, donde se debe indagar por el motivo

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de consulta, la conducta problema y la influencia de las personas cercanas del atleta. La segunda condición estará determinada cuando el atleta acude para mejorar su rendimiento, siendo necesario indagar sobre el estudio de las capacidades físicas, técnicas, tácticas y psicológicas del atleta, realizar una descripción detallada de los hábitos del atleta y determinar el balance de las variables psicológicas más importantes. 3.3.2 Cuestionarios/inventarios. Los cuestionarios e inventarios, en sus distintas modalidades constituyen uno de los procedimientos de evaluación más utilizados en la Psicología en general y en el deporte en particular. Los cuestionarios resultan muy útiles para recoger

información acerca de los atletas, sus actitudes, creencias, experiencias y diversas variables psicológicas (Viadé, 2003). Garcés et al. (2005) los define como la interacción que el psicólogo realiza con el atleta a través de la administración de una serie de afirmaciones y/o preguntas que este debe responder en un formato determinado, proceso que es garantizado por la objetividad, validez y fiabilidad, determinada psicométricamente, ya que su aplicación, calificación e interpretación siguen principios estandarizados. Las características de este tipo de instrumentos son presentadas en la tabla 3.

Tabla 3 Características de los cuestionarios Característica

Definición

Interacción psicólogo-evaluado

La interacción es indirecta, sin embargo, se considera más objetiva, ya que disminuye la influencia que el psicólogo puede tener sobre este.

Formato estandarizado

Sin importar el método (papel o electrónico), la tarea consiste en que el evaluado seleccione la opción de respuesta que mejor se le adapte al enunciado estandarizado que se le presenta.

Objetividad apoyada en análisis psicométricos

La construcción, aplicación, calificación e interpretación se basan en métodos psicométricos que permiten una mayor objetividad.

Administración, corrección y análisis estandarizados

Cuenta con métodos de aplicación y calificación estandarizados, buscando que todas las personas tengan las mismas condiciones de interpretación, evitando el sesgo subjetivo del psicólogo.

Fuente: Adaptado de Garcés et al. (2005)

Los cuestionarios son un elemento objetivo en la evaluación del atleta, ya que permiten una medida tipificada, válida, fiable y a diferencia de la entrevista o la observación, suponen dos características: deben tener uniformidad del procedimiento en su aplicación y calificación y los resultados deben ser comparables, las puntuaciones tienen que ser totalmente independientes de las condiciones de evaluación (la actitud o el comportamiento del evaluador)(Viadé, 2003). Dentro de las ventajas de su uso, se tiene que son instrumentos construidos técnicamente, que permiten realizar un análisis objetivo y cuantitativo de la variable o habilidad que se está evaluando. En un primer momento permite evaluar, de manera simultánea, un buen número de habilidades (motivación, confianza, liderazgo, concentración, entre otras), para luego utilizar

cuestionarios más específicos a la habilidad, detectados con riesgo o deficiencia y a su vez, pueden ser utilizados para medir el avance de la intervención de manera cuantitativa (Garces et al., 2005). Dentro de los inconvenientes figura la rigidez del procedimiento, ya que las habilidades mentales suelen ser cualitativas y flexibles a perder información, generando pérdida de información específica. De otro lado, no se cuenta con un número suficiente de instrumentos adaptados y validados en deporte, lo que no permite una evaluación específica dentro del contexto y por último, existe gran cantidad de perjuicios por parte de atletas y entrenadores, ya que se les ha dado un peso mayor al que tiene, no se retroalimentan adecuadamente los resultados y tienden a usarse como único medio de evaluación (Garces et al., 2005).

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Este tipo de instrumentos, por sí solos, plantean múltiples dificultades y no deben usarse como el elemento clave de la evaluación; e incluso, en algunos casos, no son necesarios y pueden resultar contraproducentes. La información obtenida con las pruebas y cuestionarios debe ser complementada con los datos obtenidos a través de las entrevistas y de la observación directa del atleta. La selección adecuada del instrumento y el momento de aplicación se deben fundamentar en un marco conceptual claramente definido, presentar datos sobre su análisis factorial y mostrar evidencia de un extenso marco de referencias previas a su construcción (García-Mas, Estranny & Cruz, 2004). Aunque las pruebas son técnicamente construidas y representan una tendencia del atleta, es importante entender que estos resultados no son absolutos y su interpretación debe tener en cuenta el momento personal del atleta y el entorno de la aplicación, al igual que el grupo de referencia, porque las diferencias sociales y culturales pueden influir en el resultado, de allí, la importancia de tener baterías de pruebas estandarizadas con la población, lo que permitiría una evaluación más acertada. Balagué (1997) define tres criterios para el uso de los instrumentos: utilizar pruebas relevantes y adaptadas al contexto deportivo; retroalimentar los resultados en el menor tiempo posible; y utilizar los resultados como hipótesis de trabajo y no como conclusiones finales, sirviendo como complemento a las otras técnicas usadas. En el anexo 1 se encontrará un inventario de las pruebas más usadas en el deporte.

trabajo habitual de entrenamiento y/o competencia” (Garcés et al., 2005). Su uso es común en psicología del deporte, permite observar comportamientos específicos e interacciones entre los miembros de un grupo deportivo, en el ámbito natural, puede ser un proceso estandarizado y realizarse de manera planeada o espontanea (cuando las circunstancias lo requieren), además, permite involucrar de manera directa al atleta mediante el uso de formatos de auto registro. Los registros de observación son instrumentos que permiten recoger amplia información de los atletas en su medio natural, a través del registro sistemático y planeado. Este es un complemento a los datos recogidos en la evaluación realizada a través de pruebas o instrumentos psico fisiológicos y permiten la evaluación en tiempo real, en condiciones naturales no controladas, detecta conductas espontáneas, facilita el seguimiento temporal, permite determinar el carácter perceptible de los comportamientos y facilita el análisis de los atletas como entes individuales o como miembros del grupo (González, 2010). Para Anguera, Hernández Mendo & Losada (2011) estos instrumentos se deben ajustar a la estructura del método científico y reunir una serie de características específicas propias de una metodología, caracterizada por la perceptividad del comportamiento, la habitualidad en el contexto, la espontaneidad de la conducta observada y la elaboración a la medida de instrumentos de observación. Como todo tipo de técnica de evaluación los registros de observación, en cualquiera de sus modalidades deben tener validez y fiabilidad.

Para finalizar, el desarrollo tecnológico de la información, así como los avances en programación, permiten que la recolección de datos a través de las pruebas pueda ser automatizada e inclusive romper los límites físicos que en ocasiones dificultan la labor del psicólogo (comunicación y seguimiento online). Estas herramientas ayudan a que el manejo de la información pueda realizarse en menor tiempo y dejándole más espacio al análisis por parte del profesional. Sin embargo, es recomendable mantener el manejo de los protocolos creados por las pruebas, eliminando sesgos y manteniendo los estándares de la misma.

Algunas de las ventajas de su uso son: sirve como complemento básico en la evaluación, ya que permite recoger información que no se puede encontrar con otras técnicas; facilita la comprensión del comportamiento en el contexto deportivo real; es objetivo, siempre y cuando se realice de manera metódica; permite involucrar a todos los miembros del equipo deportivo (entrenadores, atletas, dirigentes, preparadores, entre otros) y por último, brindan información en tiempo real, que permite ajustar los objetivos y prioridades del plan de entrenamiento.

3.3.3 Registros de observación. La observación se define como el “(…) proceso sistemático que se establece por parte del psicólogo del deporte, con el fin de atender, detectar y analizar determinados comportamientos e interacciones del observado (entrenadores, atletas, equipo y demás personas que intervienen) en su

Dentro de las desventajas es posible que debido a la cantidad de información, no se observen las variables que interesan y/o no se pueda dar un análisis objetivo de la información y de los cambios de conducta del atleta o entrenador al sentirse evaluado (Garcés et al., 2005).

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Aunque este tipo de instrumento permite cierta flexibilidad en la construcción y dependen de las necesidades de la dinámica del entrenamiento, estos se condicionarán por la limitación de objetivos, los cuales deben hallarse perfectamente delimitados (Anguera, 1998); deben ser sistemáticos, especificando las variables y unidades de observación y contar con un diseño, válido y fiable, permitiendo el uso de medios técnicos encaminados a reducir los errores de percepción y codificación y estableciendo la

metodología en el análisis de datos (cualitativos y/o cuantitativos). La validez se dará en la medida en que exista concordancia entre observadores independientes, evitando concordar en el error (Anguera & Hernández Mendo, 2014). Bajo esta perspectiva el diseño observacional que se desarrolle debería configurarse bajo los criterios de la tabla 4 (Anguera, et al., 2011).

Tabla 4 Criterios en la creación de instrumentos de observación Característica

Definición

Unidades del estudio

Definidas en función de los unidades o variables de estudio (sin importar el número de variables), las cuales pueden ser ideográficas, cuando se trata de una sola unidad o variable (el comportamiento de la motivación en un atleta o en un equipo de fútbol) o nomotética, cuando se trata de dos o más variables (la influencia de la concentración y el manejo de órdenes en el nivel de activación de un atleta o el rendimiento individual en el funcionamiento táctico de un equipo).

Temporalidad

Permite distinguir las dos grandes posibilidades de cualquier estudio observacional respecto a su carácter estático (puntual), cuando se hace una sola observación o dinámico (seguimiento), cuando se trata de analizar una variable en diferentes momentos.

Dimensionalidad

Establece los niveles de respuesta que se generan al registrar el flujo de conducta de un sujeto o de varios y que pueden estar formados solamente por la misma modalidad de conductas (secuencias homogéneas o auto contingentes, que implican unidimensionaldad) o por una heterogeneidad de posibilidades (secuencias conductuales hetero contingentes que implican multidimensionalidad).

Fuente: Adaptado de Anguera et al., (2011)

La interacción de los criterios, antes señalados, permitirá la construcción de diferentes diseños que se adapten a las necesidades y características de lo que se quiere observar, siendo necesario prestar atención a los ajustes que estos diseños deben tener en función de la naturaleza del dato a registrar (Anguera, et al., 2011). Se pueden encontrar tres parámetros a considerar:

convencionales de tiempo (días, horas, minutos, segundos) correspondientes a cada ocurrencia de conducta, que equivale a un plus de información que permite discriminar entre sesiones diferentes que aparecerían como idénticas, si sólo se contemplará el parámetro orden.

• Frecuencia, consiste en un mero conteo de ocurrencias de conducta.

Un factor a tener en cuenta gira alrededor de los datos a recoger, siendo necesario definir su registro, gestión y análisis. El registro de datos implica la construcción del instrumentos que resuelven necesidades únicas y pueden ser de dos tipos: el sistema de categorías (variables unidimensionales) y el formato de campo (variables multidimensionales) (Anguera & Blanco Villaseñor, 2006). La gestión de datos se lleva a cabo en función del tipo de datos que nos interesa obtener en la observación, clasificándose en datos secuenciales, que solamente podrán

• Orden, dado en la sucesivas ocurrencias de conducta y duración, medido en unidades convencionales de tiempo. • Duración, es el parámetro de registro más consistente y el que encierra mayor riqueza de información, ya que contiene al orden y por supuesto la frecuencia, además, la indicación del número de unidades

Evaluación, técnicas e instrumentos

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lograrse a partir de diseños unidimensionales y datos concurrentes obtenidos de diseños multidimensionales (Anguera et al., 2011). El análisis de datos debe tener en cuenta el número de unidades, la temporalidad, la dimensionalidad y la naturaleza de los datos. En la actualidad existen múltiples metodologías para dichos análisis, destacándose la estadística descriptiva, correlación ordinal, Chicuadrado, análisis secuenciales (intra e inter), correlaciones múltiples, regresión logística, análisis de tendencias, análisis de varianza, análisis multivariado de la varianza, el escalamiento multidimensional, pruebas no paramétricas, entre otros (Anguera et al., 2011). Para no cometer errores en el procedimiento deben incluirse las restricciones iniciales: • El mantenimiento de la constancia intersesional, que busca garantizar la homogeneidad entre las sesiones de observación, determinado por la relación de requisitos mínimos que se ajustan al objetivo propuesto (por ejemplo, días, lugar, hora, actividad, características del entorno, ausencia de interrupciones externas). • El mantenimiento de la constancia intrasesional, que se afectará por un evento inesperado o circunstancia sobrevenida en el transcurso de la sesión de observación. • El tratamiento de las rupturas temporales, entendido como las interrumpciones temporales por un evento inesperado, sin que se rompa el curso de la acción. Finalmente, es necesario establecer los mecanismos de identificación de la sesión de observación, como lo son la fecha y hora, la descripción del entorno físico (superficie, iluminación, implementos, entre otros), la actividad realizada (sesión de entrenamiento, de competición, el nivel social relativo de los participantes y la información de carácter institucional u organizativo (inicio y duración de actividades en su contexto habitual) (Anguera, et al., 2011). Debe considerarse el plan de muestreo con el que se planifica cuál es el momento para realizar el registro, teniendo en cuenta los dos niveles de muestreo: intersesional e intrasesional. El nivel de muestreo

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intersesional se establece a partir de definir el período de observación, lafrecuencia, número de sesiones y los criterios de inicio y fin de la sesión. El nivel de muestreo intrasesional se refiere a la información registrada dentro de la sesión, el cual se puede dar a través del muestreo continuo de toda la sesión, el muestreo de eventos (donde se registran determinado tipo de conductas o elementos) o el muestreo de manera temporal (donde se toma información en función del tiempo real) (Anguera, 2003). Balagué (1997) propone dos áreas de observación, el entrenamiento y la competencia, lo que permite contrastar el comportamiento como elemento clave en la evaluación del atleta. Dentro del entrenamiento propone observar la comunicación, las posibles áreas de conflicto, qué emociones se manejan y expresan, la constancia y disciplina en el entrenamiento, la forma de asumir los aciertos, errores y el clima en general. Dentro de la competencia, la observación la divide en tres momentos: la pre-competencia, donde se contrasta el comportamiento frente al entrenamiento, el tipo de comunicación usado y la interacción con los compañeros y entrenadores; la competencia, en donde se puede observar el manejo del resultado (adverso o a favor), su comportamiento ante los jueces, la interacción con los compañeros y entrenadores, la reacciones ante errores, los estilos de afrontamiento ante situaciones estresantes, entre otras; y la post-competencia, que permite evaluar la reacción ante el resultado, el manejo de la evaluación (realista o no), como por ejemplo, las relaciones que mantiene con sus compañeros o entrenador (Balagué, 1997). La estructura de estos elementos, si bien es propia de los diseños observacionales, también puede ser utilizada en la construcción de formatos o procedimientos de auto reporte, donde los atletas, con la apropiada guía e instrucción, reportarán la información que se pretende observar y que, por diferentes razones, el profesional no puede hacerlo de manera personal. Con los auto registros se busca que el atleta o entrenador inspeccione de manera sistemática los eventos trascendentales observados en la propia conducta. Este instrumento tiene dos grandes ventajas: aporta información valiosa sobre el comportamiento de la persona observada y permite que preste más atención a sus experiencias y comportamientos en el entrenamiento y competencia. Una de las dificultades que tiene este tipo de instrumentos es que la persona observada esté

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dispuesta a aportar información personal, ya que se tiende a desconfiar sobre la confidencialidad y utilidad de la misma (Buceta, et al., 1998). El auto registro debe cumplir objetivos específicos, que deben ser acordados y explicados al sujeto observado, quien debe tener toda la disposición de brindar información fidedigna y confiable. Su diseño demanda la creación de instrumentos de fácil comprensión y aplicación, que implique la observación de pocas variables y que permitan su diligenciamiento inmediatamente termine la conducta o el entrenamiento. El auto registro debe ser entendido por el sujeto, lo que implica un entrenamiento previo en su auto aplicación y un seguimiento más cuidadoso por parte del psicólogo; y debe correlacionar con los resultados de otro tipo de técnicas e instrumentos utilizados en la evaluación (Buceta, et al., 1998). 3.3.4 Registros psicofisiológicos. Gracias al desarrollo tecnológico, la psicología del deporte cuenta actualmente con instrumentos que permiten realizar la medición de indicadores fisiológicos, como la frecuencia cardiaca, la tasa respiratoria, entre otras, en señales visuales o auditivas (González, Gil & Martin, 2001). Estos indicadores permiten evaluar, analizar, interpretar y entrenar estados de ansiedad, activación o concentración, entre otras habilidades, lo cual se hace a través de equipos amplificadores y transductores de estas señales, convirtiendo las variaciones fisiológicas en ondas eléctricas, que son transformadas por programas informáticos, en señales visuales o auditivas de fácil entendimiento para el atleta.

los sistemas (respuestas fisiológicas) que se entrenan (González, et al., 2001). La biorretroaimentación funciona como un espejo, el cual refleja al atleta las señales emitidas por su cuerpo y mente, cuando este se encuentra realizando diferentes tareas o experimentando diferentes estados (ansiedad, concentración, relajación, entre otros) (Labrador, 1984). Para Fridlind & Cacioppo (1986) citado en (González, et al., 2001) su fin será proporcionar al atleta información sobre los procesos fisiológicos que le permitan su control. González et al. (2001) definió el proceso de biorretroalimentación en cuatro etapas: • Detección, consiste en la captura de las señales por medio de sensores diseñados específicamente, para cada tipo de señal. • Amplificación, recoge las señal y la incrementa el número de veces necesario para su manejo, cuidando eliminar distorsiones conocidas como ruido. • Transformación, donde la señal se convierte en un estímulo visual o auditivo de fácil comprensión. • Presentación, con el fin de que este la entienda y transforme su conducta. Esta retroalimentación se da en la forma de pantallas interactivas, juegos de video, barras, ondas, tonos, sonidos, música e inclusive vibraciones (retroalimentación kinestésica).

En la actualidad se cuenta con equipos portátiles, de fácil uso, que permiten su aplicación en entrenamiento o competencia. Gracias a los avances en telemetría y la portabilidad de algunos aparatos, permiten el análisis en situaciones reales de entrenamiento y competición, sin interferir en la conducta deportiva (González, et al., 2001). Un gran aporte del desarrollo tecnológico se puede observar en el registro de indicadores fisiológicos y neurológicos, que en la actualidad ha tenido dos usos: la investigación y el entrenamiento de las habilidades a través de la biorretroalimentación (biofeedback). La biorretroalimentación es definida como un tratamiento sin el uso de medicamentos, el cual se apoya en instrumentos (equipos) científicos para medir y retroalimentar la información psicofisiológica al usuario. La meta principal es lograr la autoregulación de

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Evaluación, técnicas e instrumentos

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Dentro de los indicadores más usados se tienen: electromiografía (EMG), respuesta galvánica (GSR), temperatura de la piel, ritmo respiratorio, variabilidad de la frecuencia cardiaca (HRV). La tabla 5 resume los usos, de cada uno de los indicadores descritos en deporte. La electromiografía (EMG) es la medición de la señal eléctrica emitida por el músculo durante su contracción, en un lapso de tiempo. La fuente de la señal eléctrica es el potencial de acción del músculo (PAM). Los PAM son producidos por las unidades motoras que son los bloques de las fibras músculo-esqueléticas. Cada unidad

motora consta de una neurona en la médula espinal, fibras musculares que inerva y un axón que transmite las señales eléctricas de la neurona a las fibras musculares. Una vez la neurona envía el impulso eléctrico, se libera acetilcolina que estimula al músculo para que este se contraiga. Este impulso se mide por medio de electrodos en contacto con la piel situada por encima del músculo (Fischer, 1970), dura unos pocos milisegundos y emite una señal de micro voltios, la cantidad de actividad electica será proporcional a la tensión muscular (a mayor tensión, mayor registro eléctrico) (González et al., 2001).

Tabla 5 Indicadores de biorretroalimentación más usados en el ámbito deportivo Indicador

Uso

Electromiografía (EMG)

• Evaluación y entrenamiento del gesto deportivo. • Manejo eficiente del dolor. • Recuperación de las cargas en entrenamientos y competencias. • Rehabilitar lesiones y/o cirugías. • Entrenamiento en el control y activación muscular.

Respuesta galvánica (GSR)

• Mejorar el control psicológico. • Desactivar la rama simpática. • Optimizar estados de relajación. • Control de activación y estrés.

Temperatura

• Entrenamiento en relajación muscular. • Recuperación de lesiones y/o cirugías. • Optimizar estados de activación. • Desactivación de la rama simpática.

Ritmo respiratorio

• Entrenamiento de la relajación muscular. • Regular el balance autonómico. • Optimizar estados de activación. • Mejorar el intercambio eficiente de gases.

Variabilidad de la frecuencia cardiaca (HRV)

• Evaluación de la salud cardiaca del atleta. • Entrenamiento de las relaciones corazón-cerebro. • Optimización del balance autonómico. • Optimización del rendimiento en momentos críticos de la competencia.

Fuente: Coldeportes, Centro de Ciencias del Deporte - Brand, S., (2014)

Existen diferentes tipos de técnicas invasivas (EMG de aguja) y no invasivas (electrodos de superficie), siendo recomendado por los psicólogos el uso de esta última, la primera requiere entrenamiento específico y solo la debe realizar el área de medicina. Este tipo de señal es usado en deporte en el entrenamiento de la tensión muscular (activación relajación), buscando un mejor control sobre el músculo trabajado, esperando el principio de generalización del mismo (Labrador, 1984).

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La respuesta galvánica (GSR), también conocida como respuesta eléctrica de la piel, representada en la sudoración palmar, es uno de los indicadores más utilizados, tanto en investigación como en intervención psicológica. La medición de la GSR es una señal indirecta o transducida, ya que no es el reflejo de la actividad eléctrica del organismo, sino que es la medición de la conductividad de la piel, según la sudoración, por medio de un impulso eléctrico emitido por el equipo a través de los electrodos (González et al., 2001).

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La actividad eléctrica refleja la acción de las glándulas sudoríparas (apocrinas y ecrinas) productoras del sudor, permitiendo cambios en la conductividad de la piel; estas glándulas están distribuidas por todo el cuerpo y responden a dos tipos de estimulación: térmicos, que se producen progresivamente y tienen periodos de latencia más largos; y psicológicos, que se producen de forma repentina, prácticamente sin que haya un periodo de latencia, entre 1 y 5 desaparece con rapidez (Viadé, 2003).

La temperatura corporal interna presenta pequeñas variaciones que se mantienen dentro de ciertos márgenes que aseguran y perpetúan la actividad celular. Los mecanismos que controlan la temperatura de nuestro organismo se basan en un cuidadoso equilibrio entre la producción y la pérdida de calor (balance o equilibrio térmico). Los fenómenos fisiológicos que controlan la tasa de ganancia y pérdida de calor son dirigidos por el hipotálamo, que actúa a la manera de un termostato que mantiene la temperatura central dentro de márgenes normales.

El aumento de la sudoración palmar está relacionado con el aumento de la ansiedad, produciendo un cambio en la resistencia de la piel a la respuesta de la corriente eléctrica. La respuesta galvánica esta mediada por la inervación simpática de la piel y se atribuye al cambio en el número de glándulas sudoríparas activas (Cox, 2007). Una respuesta contraria se produce cuando el individuo se relaja, debido a que disminuye la sudoración aumentando la resistencia eléctrica (disminuyendo la respuesta eléctrica).

El análisis de la temperatura periférica de la piel es un buen indicador fisiológico del estrés. Siendo uno de los usos más aplicados en el deporte, tanto para la evaluación de estados de ansiedad, como estrategia de regulación de esos estados a través de biorretroalimentación. La respuesta termo regulatoria puede ser modificada por otros factores muy diversos en su naturaleza, entre los que se encuentran los aspectos psicológicos. Diversas investigaciones mencionan que los cambios en la

Evaluación, técnicas e instrumentos

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temperatura de la piel permiten inferir acerca de estados emocionales, por ejemplo, en estados de ansiedad se enfrían las manos, mientras que en estados de relajación se genera calor. El ritmo respiratorio está dado por el control de la respiración, producido por el sistema nervioso, quien controla la tasa de ventilación ajustando la velocidad y profundidad de la respiración con el objetivo de satisfacer las necesidades del organismo, manteniendo constantes las concentraciones de oxígeno y de dióxido de carbono en la sangre, incluso, durante el ejercicio intenso (Baechle & Earle, 2000). Existe una interrelación entre el número de respiraciones y la frecuencia cardiaca, afectándose de manera directa cuando se presentan diversos cambios, de allí que la mayoría de veces se estudien conjuntamente. La frecuencia respiratoria puede aumentar con el ejercicio muscular, las emociones, la digestión o situaciones estresantes. En el ámbito deportivo, la respiración diafragmática ha sido la más estudiada y aplicada, ya que tiene gran influencia sobre la frecuencia cardiaca (HRV) y la tensión muscular, debido a los mecanismos de retroalimentación que unen los centros de control de la respiración y de la frecuencia cardiaca en el tronco del encéfalo, sin embargo, los equipos en la actualidad permiten el estudio de la respiración torácica. La variabilidad del ritmo cardiaco, Heart Rate Variability (HRV), es una técnica no invasiva (García, 1998), (Poveda, 2005), que se entiende como la variación de la distancia de los intervalos R-R de un registro electrocardiográfico. Desde los inicios de la electrocardiografía se sabe que el ritmo cardíaco varía latido a latido, la variabilidad del ritmo cardíaco da información sobre la relación entre el corazón y el sistema nervioso autónomo, actualmente la HRV es considerada un marcador clínico relevante (Cabezuelo, Vallverdú, Caminal, Cygankiewicz, & Bayes de Luna, 2004), (Ortiz & Mendoza, 2008). La HRV comprende entonces las dinámicas de interacción entre el sistema nervioso simpático y el parasimpático: en entrenamiento en HRV (a través del manejo de los ritmos del corazón y de determinadas técnicas de intervención), busca una sincronización saludable de estos dos sistemas, lo cual propende optimizar el rendimiento, la salud y la calidad de vida. 3.3.5 Registros neuropsicológicos. De igual forma como se han desarrollado equipos que permiten

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entender los indicadores fisiológicos, en los últimos años se han desarrollado equipos que permiten registrar la actividad del cerebro, permitiendo reconocer y modificar su funcionamiento, esta técnica es conocida como neurorretroalimentación (neurofeedback NFB). La neurorretroalimentación es un proceso específico que se utiliza para modificar la actividad del sistema nervioso central usando las técnicas de electroencefalografía, como base para la retroalimentación, el cual tiene sus orígenes y bases en el condicionamiento operante (ley del efecto), que establece que cuando se refuerza un comportamiento es más probable que este se repita; el objetivo es modificarla actividad cerebral en el punto del sensor o entre múltiples puntos de colocación. El resultado de la adquisición de la destreza es un cambio extendido (positivo o negativo) en las funciones del sistema nervioso central, lo cual depende de los mecanismos que se entrenan. La intensidad y duración del entrenamiento ayudan a determinar la velocidad y precisión de la adquisición de la destreza, la tabla 6 muestra los objetivos del entrenamiento con neurorretroalimentación.

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Tabla 6 Objetivos del entrenamiento con neurorretroalimentación Indicador

Objetivos del entrenamiento

Neurorretroalimentación

• Cambiar patrones específicos en el EEG en áreas corticales localizadas. • Modificar patrones locales en el EEG en regiones corticales generales. • Modificar procesos de comunicación interactiva en redes corticales y subcorticales. • Lograr una mejor comunicación en sitios específicos

Fuente: Coldeportes, Centro de Ciencias del Deporte, Brand, S., (2014)

El electroencefalograma (EEG) es la técnica más usada en neurorretroalimentación, se define como el rastreo de las fluctuaciones de voltaje en el cuero cabelludo (que requiere de amplificación, ya que los voltajes son pequeños), las cuales son grabadas por sensores en una escala de tiempo. La actividad eléctrica del cerebro refleja estados emocionales y mentales, procesamiento de la información sensorial, formación de memorias y la capacidad de recordar, funcionamiento cognitivo y el proceso de toma de decisiones, comunicación para todas las anteriores, todas ellas se pueden entrenar. El EEG se origina principalmente de la materia gris con un grosor aproximado de 5 mm, las neuronas piramidales en las capas III y IV y la comunicación entre neuronas localizadas, así como de grupos regionales de células. El tálamo es la estructura que se encuentra ubicada encima del hipotálamo, este recibe, filtra y distribuye la mayoría de la información sensorial, ya que contiene neuronas que pueden bloquear o distribuir información sensorial ascendente. Cuando las neuronas talámicas se disparan rítmicamente bloquean la transmisión de información a la corteza. Cuando estas se despolarizan en respuesta a información sensorial, se integra y se transmite la información a la corteza. La actividad en el tálamo determina si estas neuronas

bloquean o transmiten la información sensorial a células distantes. La duración del potencial post-sináptico depende del acoplamiento entre el receptor y el mediador, durando menos entre 20-30 ms, con una activación de 30 a 50 Hz. La duración de la descarga es de 1 ms que corresponde a 1000 Hz. Adicionalmente, el espacio ocupado por las sinapsis (donde los potenciales post sinápticos son generados) es mayor que el espacio ocupado por los axones donde se genera la descarga. Estos dos factores hacen que los potenciales post-sinápticos jueguen un papel importante en la generación de potenciales grabados en el cuero cabelludo en el rango de 0-70 Hz. La cartografía o mapeo cerebral es una técnica que tiene sus inicios en la década de los 80, en la que se realiza un plano de la actividad eléctrica del cerebro, permitiendo entender su actividad y sus procesos neurológicos y fisiológicos, asociados a los procesos mentales como pensar, soñar, recordar, entre otros; posibilitando el estudio de funciones cognitivas, la localización y manejo de las emociones, el entrenamiento en habilidades psicológicas, el manejo de la fatiga y su efecto en procesos psicológicos y la detección de secuelas de micro lesiones (en especial en deportes de combate), (González, et al.,2001).

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4. LINEAMIENTO EVALUACIÓN, TÉCNICAS E INSTRUMENTOS La evaluación psicológica se puede definir como una actividad científica y profesional de recopilar, integrar y analizar datos sobre un individuo en particular (Ribeiro, 2007). La evaluación debe proporcionar información útil para tomar decisiones, sin importar cuál sea el procedimiento utilizado, su efectividad dependerá del adecuado manejo de los procedimientos y de la veracidad de los datos, los cuales, no pueden ser recolectados con eficacia sin que se desarrolle una relación apropiada de mutua confianza entre atleta y evaluador. Por la anterior es importante tener en cuenta las siguientes consideraciones: • Desarrollar una relación de mutua confianza y colaboración entre el psicólogo y el atleta, lo que supone invertir el tiempo con este objetivo, retrasando la búsqueda de información. • Eliminar posibles temores sobre la utilización que hace el psicólogo de la información que el atleta le proporciona. El psicólogo debe explicar el uso de la información, garantizando la confidencialidad.

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• Entrenar convenientemente al atleta y al psicólogo para usar con eficacia los distintos procedimientos de recogida de datos. • Reforzar al atleta por su colaboración (refuerzos sociales, retroalimentación) y mantenerlo enterado de los pormenores y dificultades de la evaluación, según sea el caso.

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• Hacer uso adecuado de los datos recolectados y mostrar al atleta la utilidad de estos, hacia su propio beneficio, sin importar el tipo de datos. Dentro de los aspectos a considerar figura el uso de instrumentos de medición en psicología, ya que estos deben ser adaptados a su fin, es muy frecuente que en el medio se traduzcan cuestionarios o utilicen formatos de observación, sin tener en cuenta la naturaleza conceptual de apoyo. Como se explicó anteriormente, cualquiera que sea la técnica de evaluación a usar esta debe ser válida y preferiblemente estandarizada en la población donde se va a utilizar, debe tener un fin metodológico y mostrar indicadores de confiabilidad, de tal forma que la información recolectada proporcione la calidad para la toma acertada de decisiones. En este proceso es importante destacar: • Antes de iniciar, explique al atleta y/o entrenador el por qué y para qué de la evaluación, el manejo que se dará a los resultados. Es vital aclarar la confidencialidad que da el secreto profesional a través del diligenciamiento del consentimiento informado. • Utilice métodos combinados, aunque la técnica o instrumentos presenten buenos coeficientes psicométricos, no son infalibles, la posibilidad de usar métodos combinados elimina la posibilidad de error. • La evaluación debe tener una finalidad clara, establezca el qué y el cómo antes de iniciar. En lo posible, utilice instrumentos creados o adaptados para el contexto deportivo y para Colombia. • Establezca líneas de tiempo en la intervención en las que se incluyan los momentos de evaluar, la evaluación inicial siempre será diagnóstica, sin embargo, es importante evaluar la efectividad de los métodos de intervención de manera periódica. • La evaluación inicial debe complementarse con el uso de instrumentos específicos (por ejemplo, formatos de observación, cuestionarios complementarios, entrevistas a otras personas), que permitan optimizar la información necesaria para emitir juicios y tomar decisiones en la intervención.

A continuación se presentarán las características del consentimiento informado, de acuerdo con la normatividad vigente en Colombia y los elementos que permitan una adecuada selección de los instrumentos y técnicas de evaluación, discutidos y acordados en las reuniones de trabajo.

4.1 El consentimiento informado El consentimiento informado es un deber del psicólogo y un derecho del usuario del servicio, en el cual se presenta a este último, de forma general, las características de la evaluación e intervención. En Colombia, la Ley 1090 de 2006, en su artículo 13 establece que es deber del psicólogo hacer uso del consentimiento informado en todas las especialidades de la psicología básica y aplicada. El ordinal (i) del artículo 36 de la misma ley, señala como obligación del psicólogo “No practicar intervenciones sin consentimiento autorizado del usuario, o en casos de infantes o adolecentes o dependientes, legalmente, del consentimiento del acudiente”. De igual modo la Ley 1616 de 2013, por medio de la cual se expide la Ley de Salud Mental, señala en el artículo 6º, numerales 13 y 14, el derecho que tiene todo usuario de servicios de salud metal a exigir que sea tenido en cuenta el consentimiento informado para recibir el tratamiento, y a no ser sometido a ensayos clínicos ni tratamientos experimentales sin su consentimiento informado” (Hernández, 2015). El consentimiento informado es de carácter obligatorio en cualquier tipo de intervención de la psicología en Colombia, es un documento legal que deben firmar el atleta y el psicólogo, como condición previa a cualquier intervención, (entrenamiento mental, evaluación o investigación) y consta de dos partes: a. Información: detallada, clara, precisa, contundente y de fácil comprensión, que el profesional le debe dar al usuario sobre los procedimientos, su justificación y consecuencias, permitiendo respetar los derechos fundamentales del usuario y blindando al psicólogo de posibles demandas. Dentro del contenido de este numeral estará el motivo de información, las técnicas e instrumentos que se utilizarán, el tipo de intervención a realizar, entre otros (Hernández, 2015). También debe determinar la ausencia o limitaciones de la confidencialidad, en las situaciones que describan resultados de la evaluación o del proceso de intervención (informes a entrenadores, ligas, federaciones y/o Comités), siendo necesaria la autorización expresa del mismo para entregar la información a quien corresponda, como los dispone el numeral 5° de la Ley 1090 de 2006,

Evaluación, técnicas e instrumentos

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aun el psicólogo no podrá suministrar información a cualquier persona que el usuario no haya autorizado. Si no existe acuerdo en las limitaciones de confidencialidad, el psicólogo debe determinar si continúa o no con la intervención y de hacerlo, no podrá por ningún motivo revelar la información.

padres (excepto en los casos que determina la ley del menor) o por el tutor o responsable o ambos padres para el caso de las discapacidades mentales. En Colombia existen tres tipos de consentimientos, El anexo 2 muestra varias modelos para la elaboración de la ficha (Hernández & Sánchez, 2015):

También debe dejar claro que el usuario en cualquier momento puede renunciar a las limitaciones de la reserva de información, en cuyo caso prevalecerá el secreto profesional de la información (Hernández, 2015).

• Pleno, solo lo puede dar la persona que es capaz legalmente de dar su consentimiento, es decir, una persona mayor de edad, sin ningún tipo de limitación.

b. El consentimiento, que es la autorización dada por el usuario al profesional para que este pueda proceder (Hernández & Sánchez, 2015). Hernández (2015) define el consentimiento como “la expresión clara, precisa, autónoma y libre que da el usuario de haber comprendido y de aceptar el proceder del psicólogo, luego de ser enterado de los pormenores de la evaluación, intervención o investigación psicológica”. El consentimiento se convierte en el soporte legal por el cual el atleta capaz de autorizar al psicólogo a actuar en las condiciones que este describe. Se entiende como una persona capaz, aquella que ha alcanzado la mayoría de edad y goza de sus facultades mentales, quien firma bajo su propia responsabilidad y autonomía, libre de presiones o situaciones similares. En el caso de los menores de 18 años, deberá ser firmado por ambos

• Asistido, que lo firma el adolescente, que debe estar asistido por sus padres. • Legal, que solo lo pueden dar los padres o representantes legales del infante o de adultos que hayan sido declarados incapaces mediante decreto judicial Hernández & Sánchez (2015) diseñaron para el Colegio Colombiano de Psicólogos (Colpsic) la Lista de chequeo para la elaboración del consentimiento informado en el ejercicio de la psicología en Colombia, esta define los parámetros generales que deben incluir los consentimientos, dependiendo del área, del quehacer, la tabla 7 presenta los más relevantes en el área del deporte:

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Tabla 7 Lista de chequeo para la elaboración del consentimiento informado en el ejercicio de la psicología en Colombia 1

Identificar de manera clara a la institución responsable donde labore el psicólogo o al sitio donde este haga su práctica privada.

2

Contener: fecha de elaboración, nombres completos de quienes intervienen, edad del usuario, datos de identificación de quienes intervienen, datos de contacto del usuario y demás intervinientes, las firmas correspondientes.

3

Elaborarse, para el caso de menores de edad, con sus nombres completos y firmas de los representantes legales y del menor cuando esté en capacidad de hacerlo.

4

En circunstancias de los atletas con discapacidad cognitiva, adultos, que sean declaradas judicialmente como incapaces, deberá incluir el consentimiento de uno o de los dos padres o de la persona que un juez designe.

5

En el caso del adolescente (persona mayor de 12 años y menor de 18 años, artículo 3, Ley 1098 de 2006), tener además de la firma de este, la firma del respectivo representante legal, salvo las excepciones establecidas en la jurisprudencia y la doctrina.

6

Tener la indicación expresa de cuál será el uso que se le va a dar a la información suministrada por el usuario.

7

Hacer explícita la excepción a la confidencialidad, de acuerdo con lo señalado lo señalado en el artículo 2º, Numeral 5º de la Ley 1090 de 2006: “Los psicólogos que ejerzan su profesión en Colombia se regirán por los siguientes principios universales: confidencialidad. Los psicólogos tienen una obligación básica respecto a la confidencialidad de la información obtenida de las personas en el desarrollo de su trabajo como psicólogos. Revelarán tal información a los demás solo con el consentimiento de la persona o del representante legal de la persona, excepto en aquellas circunstancias particulares en que no hacerlo llevaría a un evidente daño a la persona o a otros. Los psicólogos informarán a sus usuarios de las limitaciones legales de la confidencialidad”.

8

Indicar de manera clara, oportuna, veraz y completa los procedimientos a seguir, el tiempo estimado para ello, las posibles consecuencias negativas, si las hubiere y cuando sea del caso, los instrumentos que se utilicen para tal efecto.

9

Indicar de manera expresa y clara, en el caso en el que la atención del usuario sea llevada a cabo con participación de estudiantes en prácticas de pregrado o de posgrado, su nombre, el nivel de estudios, el tipo de participación, así como el nombre de su respectivo docente, asesor de práctica ó responsable de la prestación del servicio.

10

Indicar de manera expresa y clara la libertad que tiene el usuario, en cualquier momento, sin ningún tipo de consecuencias para él, de renovar o desistir de continuar con la prestación del servicio por parte del psicólogo y revocar dicho consentimiento.

11

En el caso de proyectos de investigación, en cualquiera de los ámbitos del desempeño del psicólogo, indicar de manera clara y comprensible para el participante o su representante legal, la justificación y los objetivos de la investigación, los procedimientos que vayan a usarse y su propósito, incluyendo la identificación de aquellos que son experimentales, las molestias o los riesgos esperados, los beneficios que puedan obtenerse, los procedimientos alternativos que pudieran ser ventajosos para el participante, la garantía de recibir respuesta a cualquier pregunta y aclaración a cualquier duda acerca de los procedimientos, riesgos, beneficios y otros asuntos relacionados con la investigación y el tratamiento del participante, la libertad de retirar su consentimiento en cualquier momento y dejar de participar en el estudio sin que por ello se creen perjuicios para continuar su cuidado y tratamiento, la seguridad de que no se identificará al participante y que se mantendrá la confidencialidad de la información relacionada con su privacidad, el compromiso de proporcionarle información actualizada, obtenida durante el estudio, aunque esta pudiera afectar la voluntad del participante para continuar en el proyecto, la disponibilidad de tratamiento y la indemnización a que legalmente tendría derecho, por parte de la institución.

12

En el caso de proyectos de investigación con menores de edad o con discapacitados físicos y mentales, además del consentimiento informado de quienes ejerzan la patria potestad o la representación legal del menor o del discapacitado, hacer explícita la capacidad de entendimiento, de razonamiento y lógica del menor o del discapacitado, certificada por un neurólogo, psiquiatra o psicólogo al tenor de los dispuesto en el artículo 25 de la Resolución 8430 de 1993. De igual manera, contar con la firma del participante aun si este es un menor de edad o persona con discapacidad mental, cuando su estado psicológico le permita comprender las características de la investigación, explicándole lo que se pretende hacer, al tenor de los dispuesto en el artículo 25 de la Resolución 8430 de 1993.

13

Señalar de manera expresa y clara las condiciones por las cuales el psicólogo pueda terminar el servicio antes de lo previsto.

14

Constatar que el usuario ha comprendido los términos del consentimiento informado.

Fuente: Adaptada de Colpsic-Hernández & Sánchez, (2015)

Evaluación, técnicas e instrumentos

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4.2 Pautas en el diseño de la entrevista La entrevista es el método más usado para la recolección de información en el medio deportivo; la cual debe ser tomada como un parámetro a tener en cuenta a lo largo de la intervención psicológica, de tal forma que el plan de entrenamiento se adapte a las características sociales, personales y deportivas de los atletas y entrenadores, permitiendo la contextualización de la realidad del atleta, lo que facilita los procesos de planeación de la intervención. En deporte es común usar la entrevista semiestructurada, de carácter dirigido y preferiblemente cara a cara, (si se usa internet es recomendable, hacerla por video conferencia) de carácter individual. De igual forma, el diseño debe tener validez, objetividad y sensibilidad. También debe propiciarse en ambientes naturales (entrenamientos y competencias), que permitan una conversación más fluida con el entrenador y el atleta. En cualquiera de los casos se debe tener un protocolo establecido, unos objetivos claros y formatos de registro de la información, a la vez, debe permitir al entrevistado

la opción de poner temas que para este sean importantes en el proceso de intervención. Uno de los instrumentos usados en el contexto colombiano para tal fin, es la ficha psico-deportiva, la cual puede ser aplicada de manera individual o masiva, como instrumento inicial y como parte de la entrevista. En la construcción de la ficha se deben tener en cuenta aspectos como el contexto y desarrollo deportivo, las características generales de la población y las necesidades de información, que intervendrán en la intervención posterior. El modelo adaptado en los encuentros es presentado en el anexo 3. En la tabla 8 se presentan algunos de los parámetros a tener en cuenta. Por último, es importante indagar en aspectos como: los objetivos deportivos, personales y familiares; los logros deportivos y personales, las competencias planeadas en la temporada, el uso del tiempo libre y recuperación, antecedentes de intervención psicológica, antecedentes de lesiones, las relaciones con los miembros del equipo y cuerpo técnico y la auto evaluación de habilidades, fortalezas y debilidades, entre otros.

Tabla 8 Parámetros a tener en cuenta en el manejo de la ficha psico-deportiva Parámetro

Descripción

Extensión de la ficha

Es el primer medio para la recolección pero no el único, no se pretende tener un registro detallado y extenso sobre la información general del atleta que obligue a construir un documento obligando al atleta mucho tiempo en su diligenciamiento.

Información repetitiva

La información acá recogida puede ser usada por diferentes áreas de intervención, con diversos usos, por ello es importante el coordinar con las mismas la metodología de recolección y manejo de la información, de manera que no se replique la recaudación vez al momento de que el atleta sea evaluado por varios profesionales.

Información relevante

La información tomada en estas fichas debe tener una intención y un objetivo claramente establecido, por ello se debe incluir información que realmente sea utilizada a lo largo del proceso de evaluación y/o entrenamiento. Se debe tener en cuenta que la información debe ser relevante para la intervención posterior y que la recolección no puede generar falsas expectativas

Fuente: Coldeportes, Tercer encuentro de lineamentos en psicología del deporte Rivera et al., (2014)

4.3 Registros en entrenamiento, competencia y auto registros Existen diferentes medios y estrategias de registro en campo que permiten la recolección de información encaminada a observar una serie de indicadores del

Coldeportes / Psicología

comportamiento del atleta, los entrenadores, el grupo técnico y en general, cualquier persona o grupo de personas que actúan en el medio deportivo. Estos indicadores pueden ser conductuales, fisiológicos e inclusive relacionados con sus estados emocionales y los pensamientos del atleta.

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Estos pueden tener infinidad de usos y objetivos, adecuándose a la especificad de las condiciones de cada deporte, como lo son el conocimiento de la dinámica social del grupo deportivo, valorar la eficiencia de la intervención en competencia o establecer las características del comportamiento de un individuo, ante tareas específicas, dentro de infinidad de aplicaciones. Sin importar su modalidad es importante prestar atención a los siguientes aspectos: • Cualquier protocolo o registro ya sea de observación por parte del profesional o de auto registro, realizado por el atleta, debe ser adaptado e incluido a la dinámica propia donde se va a llevar a cabo la competencia, con el fin de que no interfiera las actividades que se deben realizar. • Es preciso mantener constancia en los registros utilizados en las diferentes competencias con el fin de permitir efectuar, de forma adecuada, comparaciones frente a los comportamientos o estados que presenta el atleta. • La información recolectada en las competencias debe ser condensada en la brevedad de tiempo posible, esto con el fin de lograr tener la mayor y mejor información para su posterior análisis. Los registros permiten la toma de datos, de manera directa, de los participantes en entrenamientos y competencias, se rigen por las condiciones, criterios y parámetros mencionados anteriormente, adaptándolos a las características propias del deporte, de las actividades de entrenamiento y de la estructura de la competencia (momentos de descanso, acceso del psicólogo a los eventos y/o al espacio donde se encuentran los atletas, entre otras). Esta metodológica requiere, a lo largo del proceso, prestar atención a diferentes etapas: delimitación del problema y propuesta del diseño observacional, manejo, recolección, gestión y optimización de datos, análisis de los mismos (a través de metodologías cualitativas, cuantitativas o mixtas) e interpretación de los resultados. Aunque el manejo de los registros permite una gran flexibilidad en su uso, se deben definir criterios claros en su diseño y aplicación. Especificando las unidades de estudio (ideográfico/unidad o nomotético/pluralidad), su temporalidad (puntual/una sola observación o

de seguimiento/observaciones longitudinales) y dimensionalidad (unidimensional o multidimensional); teniendo en cuenta las posibles combinaciones de las anteriores características. La diversidad extraordinaria de situaciones susceptibles de ser observadas sistemáticamente en el ámbito de la evaluación, obliga a prescindir de instrumentos estándar y por el contrario, dedicar el tiempo necesario a prepararlo ad hoc en cada una de los casos (Anguera, 2003). Es por eso que se deben diseñar protocolos ad hoc, como lo son el sistema de categorías, el formato de campo, la combinación entre ambos y las escalas de apreciación o estimación. El sistema de categorías es de mayor rango por su imprescindible soporte teórico, mientras que los formatos de campo constituyen un instrumento más flexible, especialmente adecuado a situaciones empíricas de elevada complejidad. En el sistema de categorías se asigna a las conductas observables un repertorio o lista de rasgos de conducta, que consiste en una relación de las posibles conductas realizadas que deben pasar por una presunción de exhaustividad y una prueba de cautela, para ello, se observa en un número mínimo de sesiones sucesivas en las cuales no ocurra alguna nueva conducta distinta de las ya listadas. En el paso siguiente se proponen criterios de agrupaciones por afinidad entre los rasgos de conducta definidos se les da una denominación provisional. Se analiza y revisa si existe un grado adecuado de homogeneidad entre las conductas registradas, procediéndose, según sea el caso, a desglosar alguna de las agrupaciones o a modificar otras, hasta obtener categorías mutuamente excluyentes y en lo posible, jerarquizadas, las cuales deben ser codificadas. Este proceso se debe repetir hasta definir el protocolo (Anguera, 2003). El formato de campo es más flexible que el anterior en su aplicación y construcción; en su construcción se deben tener en cuenta varios momentos. En el primero se establecen los criterios o ejes del instrumento, que se dan a partir de los objetivos de la observación, los cuales deben desglosarse jerárquicamente. En el segundo, se crea un listado (no cerrado) de conductas/situaciones, denominado catálogo, que corresponde a cada uno de los criterios a trabajar. En un tercer momento, se determina un sistema de codificación, que preferiblemente debe ser decimal, a cada conducta/situación determinada que derive de cada uno de los criterios, lo cual permite desplegar cualquiera de ellos en un sistema jerárquico de orden inferior. Finalmente, se elabora la lista de

Evaluación, técnicas e instrumentos

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evalúa a través del grado de concordancia entre un observador y un estándar determinado (Anguera, 2003).

4.4 Uso de cuestionarios/inventarios en Colombia Una de las técnicas más utilizadas en la evaluación en Colombia es la aplicación de cuestionarios, los cuales muestran ventajas ya expuestas y permiten su aplicación masiva, lo que facilita el momento de evaluar grupos. Aunque se entiende como una medida objetiva y estandarizada que requiere una aplicación, corrección e interpretación igualmente estandarizada. Las propiedades psicométricas y la estandarización de la medida muestran gran validez y calidad psicométrica, lo que permite comparar al individuo ante un grupo, sin embargo, las desventajas ya expuestas no permiten realizar conclusiones totalmente concluyentes. La APA estableció directrices mínimas en la elaboración y el uso de estas pruebas, las cuales también aplican en el deporte. Dentro de las más destacadas se tienen (Viadé, 2003, p. 140): Cortesía Coldeportes

configuraciones, que consiste en formar matrices que encadenan los códigos correspondientes a conductas simultáneas o concurrentes, permitiendo un registro exhaustivo y facilitando el análisis de datos posterior (Anguera, 2003). Un último tipo de registro es la escala de apreciación o estimación, rating scale, que corresponde a un sistema dimensional de registro de carácter residual; debido al orden obligatorio de un atributo o dimensión (por ejemplo: bueno, regular, malo), dificulta su uso y aplicación, siendo recomendable su aplicación en observaciones puntuales. En su construcción es importante el componente operativo de cada estimación y la constancia entre las distancias; en muchas ocasiones esto no es posible determinarlo y de ahí el carácter residual de este instrumento (Anguera, 2003). Para finalizar los instrumentos de observación, deben ser fiables, tener pocos errores de medida y mostrar estabilidad, consistencia y dependencia en las puntuaciones individuales de las características evaluadas. Un concepto asociado a la fiabilidad de los registros es la precisión, que se da si representa totalmente los rasgos de la conducta en cuestión y se

Coldeportes / Psicología

• Conocer los principios de la medida y el error de la medida: las baterías utilizadas deben ser resultado de un desarrollo sistemático, de no ser así, se llegaría a conclusiones poco éticas frente a la conducta o comportamiento del atleta que se deseaba medir. • Conocer las propias limitaciones en cuanto a formación y preparación y su rol: con demasiada frecuencia se aplican pruebas de evaluación clínica o de otras áreas psicológicas sin la suficiente adaptación o sin demasiado cuidado. • Las pruebas no deben ser usadas como único instrumento en la selección de los miembros de un equipo (sea deportes de conjuntos o selecciones locales, regionales o nacionales), los instrumentos no son lo suficientemente precisos como para predecir un tipo de conducta, debido a esto, con solo la aplicación de un instrumento no es posible determinar si un atleta se ajusta o no a un perfil en una conducta específica. • Incluir explicación e información antes de la aplicación de la prueba al atleta.

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• Garantizar la confidencialidad: si el atleta interpreta que los resultados de la prueba o las respuestas dadas por él le generan menos posibilidad de competir, posiblemente dará respuestas que crean se esperan de él y no de manera sincera, haciendo que los resultados no sean confiables.

aplicar la escala de resiliencia de Wagnild & Young y la escala de motivación (SMS-28); para el caso de atletas con clasificación cognitiva del sector paralímpico, se recomienda el uso del WAIS III y del IP-SETA.

• Tener un enfoque interindividual: comparar los resultados con una media estandarizada puede es erróneo, si dicha estandarización no está ajustada a la población del atleta y aunque se tenga dicha estandarización, es más efectivo comparar la puntuación de un atleta en diferentes situaciones o momentos. Se debe ser consciente de que existe una respuesta individual y por ello, la construcción de una línea base es necesaria con el fin de comparar al atleta con los resultados obtenidos de aplicaciones previas.

Aunque el uso de equipos y técnicas de psico y neuro retroalimentación se han venido usando a nivel mundial desde hace varias décadas en la psicología del deporte, en Colombia el uso de los mismos es relativamente corto y en deporte, se ha limitado a iniciativas desde el sector privado y pocas regionales. Aun así, debe darse el crecimiento a corto plazo en el uso de este tipo de instrumentos, es por ello que en este apartado se darán recomendaciones para el manejo y uso de equipos, junto con su utilización en la valoración y entrenamiento, cuando se emplea este tipo de instrumentos.

• Aplicar siguiendo las condiciones estandarizadas, su interpretación se hara de acuerdo a los procesos psicométricos que le dan validez, sin embargo, estas deberán tener en cuenta el contexto de aplicación y la historia del sujeto, a la vez, las posibles consecuencias del resultado. Aunque en Colombia el uso de pruebas se da frecuentemente, aún no se tiene un número considerable de las mismas, solo se cuenta con tres pruebas estandarizadas en el medio: la prueba de rasgos psico deportivos (PAR P1 - R), el test de estados ánimo en deporte (TEAD-R) y el inventario psicológico para el seguimiento de talentos deportivos (IP-SETA). En el anexo 3, se encuentran las fichas técnicas de las pruebas creadas o adaptadas en Colombia, con un proceso de estandarización con población colombiana. Adicionalmente, como trabajos de investigación, se han adaptado varias pruebas para nuestro medio, las cuales ya están en proceso de estandarización. El anexo 4 presenta las fichas técnicas de las pruebas adaptadas y validadas en Colombia, que se encuentran en proceso de estandarización. Dentro de los encuentros, se definió en la evaluación inicial la aplicación de las pruebas PAR P1–R y TEAD–R para el sector del deporte Olímpico Convencional y Paralímpico. Estas pruebas solo se podrán aplicar a los atletas mayores de 14 años, para los menores se recomienda el uso de IP-SETA, en ambos rangos de edad se recomienda

4.5 Directrices para el uso de equipos y técnicas de psico y neuro retroalimentación

4.5.1 Equipos y manejo de datos. A raíz de estos avances tecnológicos, los aparatos que registran los indicadores fisiológicos son más pequeños, más exactos; los sistemas permiten una mayor velocidad en el procesamiento, esto hace posible un análisis en tiempo real de los indicadores fisiológicos y una mejor presentación de estos al atleta. Dentro del mercado, cada día se cuenta con una mayor oferta de equipos. La selección debe llevar consigo el análisis de las características y parámetros que deben tenerse en cuenta para su uso y correcta utilización, con el fin de lograr el efecto esperado, una inversión adecuada y que no se conviertan en un efecto adverso al trabajo profesional. Es por ello que se deben tener en cuenta las siguientes directrices, que permitan que la adquisición de los equipos cumpla con lo esperado: • Los equipos a utilizar deben contar con aprobación y/o registro de la Food and Drug Administration (FDA) de los Estados Unidos de America o del ente encargado en el país de fabricación de dicho equipo. • Debe existir un respaldo empírico solido frente a las tecnologías que se vayan a realizar, tanto en la automatización de instrumentos de evaluación, como en el registro de indicadores fisiológicos. • El registro de la información obtenida a través de los aparatos debe ser recolectado de manera sistemática y específica.

Evaluación, técnicas e instrumentos

152

• Debe conocerse si cada instrumento o procedimiento automatizado inicialmente, está adaptado a la población con la cual se va a trabajar. Todos los elementos utilizados deben tener protocolos y estos deben ser probados antes de ser utilizados en atletas. • El profesional está en la obligación de capacitarse antes de usar dichos instrumentos y protocolos. No debe limitarse al procedimiento técnico para su uso, sino también al sustento teórico que soporta el uso de ese aparato. Se deben conocer muy bien los indicadores o procedimientos de la evaluación y/o intervención, con el fin de analizar la información adecuadamente y tener claro los alcances y límites que tiene esta tecnología. • No solo el profesional tiene la responsabilidad y obligación de capacitarse, sino que también debe certificarse y actualizarse constantemente, realizando horas de educación continuada que le permitan mantenerse al tanto de los avances y cambios constantes en el medio. • En el caso de herramientas a las que se tiene acceso desde plataformas, servidores o páginas web, se debe tener especial cuidado en la confidencialidad de la información suministrada. Verificando si dichas herramientas tienen medios para la protección de la información. • En cuanto a la recolección de información fisiológica y el entrenamiento, basándose en dicho indicador (biorretroaimentación), se debe prestar especial atención a los riesgos que puedan tener al ser usados con los atletas y al adecuado respaldo empresarial de esos productos, ya que existen en el mercado un sin número de estos, algunos de menor costo, que se usan indiscriminadamente, sin conocer realmente los efectos que puedan tener en los atletas. 4.5.2 Directrices en evaluación y entrenamiento. Como se indicó anteriormente, son diferentes los indicadores fisiológicos y neurológicos que se pueden medir con las tecnologías con las que hoy se cuenta.

Coldeportes / Psicología

Estas se pueden realizar de manera independiente o con equipos de diferentes canales que permiten realizar la medición simultanea de diversos indicadores, siendo recomendable el uso de este tipo de evaluación. En la actualidad, se cuenta con equipos portables, inalámbricos y de fácil uso, tanto en el laboratorio como en el campo. Independientemente del sitio de realización de la evaluación y/o entrenamiento, es importante tener claro el objetivo de su uso, al igual que la pertinencia de las mediciones a realizar y los resultados esperados con la intervención. A continuación se dan algunas pautas generales para tal fin: • Tener protocolos de evaluación y entrenamiento, como también conocimiento y entrenamiento en el manejo de equipos que se utilizan para tal fin, definiendo el manejo de los datos e información almacenada en estos equipos. • Es fundamental la formación en psicología clínica, ya que el atleta también puede presentar patologías mentales. La responsabilidad ética y profesional implica ayudar al diagnóstico de estas condiciones o a referir al atleta a un profesional idóneamente capacitado para el respectivo tratamiento. • Recibir capacitación y entrenamiento en anatomía y fisiología, como en psicofarmacología. • Es importante tener supervisión y apoyo por parte de un profesional certificado en el área, estableciendo un mínimo de horas requeridas por el equipo y la técnica a usar. Esta no necesariamente debe ser presencial. Es recomendable apoyarse en el trabajo interdisciplinario con las áreas de medicina, nutrición y fisioterapia, especialmente para conocer las condiciones médicas que pueden afectar o ser afectadas por el uso de equipos y/o técnicas, conocer si se consume medicamentos y los efectos de estos en el sistema nervioso central, cómo pueden alterar los resultados del entrenamiento y establecer las dinámicas de lesiones deportivas (en caso de presentarse) para realizar una intervención que no interfiera en el trabajo realizado por otros profesionales. Por último, se debe indagar en alternativas nutricionales

153

que pueden ayudar a fomentar una salud cerebral y fisiológica. Coldeportes, desde el 2014, posee un Laboratorio de Neurociencias que cuenta con equipos para la evaluación y el entrenamiento a través de protocolos diseñados para el deporte convencional y paralímpico, estos se muestran en el anexo 5, a manera de ejemplo.

4.6 Evaluación psicológica en deporte paralímpico Si bien el deporte paralímpico ha generado un avance en las diferentes técnicas, al igual que en procesos de

evaluación y análisis de cada una de ellas, se debe tener en cuenta que en esta área la gran mayoría se encuentra en constante construcción, resaltando que aún es escasa la investigación con relación a cada discapacidad o no se cuenta con la adaptación de pruebas relacionadas con la discapacidad en contextos diferentes al deportivo (Goosey, 2010). La batería de pruebas psicológicas que se propone a continuación (tablas 9 y 10) ha sido adaptada a la discapacidad en su aplicación, se sugiere con las recomendaciones propias a tener en cuenta para cada discapacidad:

Tabla 9 Recomendaciones propias a tener en cuenta en la evaluación con pruebas escrita y/o sistematizada por discapacidad Discapacidad

Aspectos relevantes

Física

Las pruebas son fácilmente adaptables a la discapacidad, a pesar de ello, se debe tener claridad en el nivel de la lesión del atleta para ayudar a la interpretación de la misma.

Visual

La principal adaptación se da en la metodología de la aplicación, se sugiere aplicar la prueba de manera individualizada y asistida y evaluar el nivel de comprensión del atleta en cada ítem.

Auditiva

La principal adaptación se da en la metodología de la aplicación se sugiere tener conocimiento en lengua de señas o apoyarse en un intérprete para realizarla; y evaluar el nivel de comprensión del atleta en cada ítem.

Parálisis cerebral

Se sugiere evaluar el tipo y grado de parálisis cerebral para determinar el nivel de comprensión de la prueba, en parálisis con alto grado de complejidad, la prueba debe ser asistida por el evaluador.

Cognitiva

Se debe solicitar y/o realizar una prueba para medir el nivel de C.I. del atleta con el fin de tener un indicador real de su nivel de retardo mental. De igual manera, en retardos mentales leves se pueden utilizar pruebas cortas y de fácil lenguaje y aplicación, para evaluar la adherencia al deporte por parte del atleta, su nivel de motivación y de competitividad.

Fuente: Adaptado de Goosey, (2010); Peralta, (2013); Shearer, (2010); Tepper, (2011); Reina, (2012); Krueger, (2011); Cárdenas & Sepúlveda, (2010).

Evaluación, técnicas e instrumentos

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Tabla 10 Recomendaciones propias a tener en cuenta en la Valoración de neurociencias por discapacidad Discapacidad

Aspectos relevantes

Física

Se deben tener en cuenta las condiciones del sitio de la aplicación: amplio plano y antideslizante, en caso de que el atleta tenga silla de ruedas. De igual manera, la comodidad del atleta: si puede y desea trasladarse a una silla más cómoda para el procedimiento, encaso de las personas con silla de ruedas o si desea realizar la aplicación con o sin prótesis en los atletas con esta condición. Es importante en estos atletas conocer la forma como se trasladaron para llegar a la prueba, ya que cada situación puede alterar los resultados arrojados por los indicadores de la prueba. (Carga acumulada). Por último, se debe tener claridad en el tipo de discapacidad física, así como en el nivel de lesión del atleta, para determinar el grado de sensibilidad de este y realizar las adaptaciones requeridas en la ubicación de los sensores para tener registros de medición más confiables.

Visual

Los aspectos de mayor relevancia para la valoración y uso de equipos de neurociencias con esta discapacidad, se dan en la contextualización de la prueba y equipos por parte del evaluador, así como en el manejo y tiempos de retroalimentación: se debe describir, de manera detallada, el procedimiento a realizar: sitio donde se realiza la prueba, equipos que se utilizarán, personas de apoyo, permitiendo al atleta palpar cada uno de los equipos, sensores y realizar las preguntas que crea convenientes, mejorando el clima de confianza con el evaluador y el procedimiento. Es importante limitar los tiempos de retroalimentación, durante la prueba como en la descripción de los resultados. Es relevante que se realice una descripción detallada del procedimiento, ya que en ocasiones los apoyos visuales de los atletas de baja visión no son los adecuados para hacer una percepción visual real de la prueba.

Auditiva

Se debe, en lo posible, tener un conocimiento en lengua de señas colombiana por parte del evaluador; no obstante, es recomendable contar con el apoyo de un intérprete para procedimientos que requieran uso de amplia fluidez en este lenguaje. Es importante que el intérprete tenga información de las técnicas e instrumentos con el fin de una mejor interpretación. Se deben manejar tiempos de ejecución con el atleta para que este tenga mayor claridad y comprensión. Al finalizar cada momento se le debe permitir al atleta que (con ayuda del intérprete) haga las preguntas que crea pertinentes y el evaluador dé claridad sobre aspectos concretos.

Parálisis cerebral

Se debe tener en cuenta el tipo de parálisis y el nivel de compromiso motor y de lenguaje que tiene el atleta, para realizar las adaptaciones pertinentes y definir equipos y variables a evaluar. Establecer códigos de comunicación claros con el atleta que permitan determinar su nivel de comprensión del procedimiento a realizar y de la retroalimentación dada por el evaluador. Realizar una revisión constante de que el registro de los diferentes indicadores que se estén evaluando se esté dando de manera correcta, teniendo en cuenta que el nivel de complejidad de la patología del atleta puede alterar los registros por movimientos fuertes e involuntarios. Por último, se debe tener en cuenta la patología de base del atleta al momento de analizar, interpretar y retroalimentar los resultados obtenidos, manejando resultados individualizados por atleta no comparables con otro atleta.

Cognitiva

Si bien es claro que dado el tipo de discapacidad no es pertinente la evaluación y uso de determinados protocolos y equipos, es pertinente poder realizar una evaluación de electroencefalografía, con el fin de evaluar el compromiso de las diferentes áreas del cerebro a partir de cada tipo de retardo y de esta manera, realizar intervenciones encaminadas a trabajar directamente sobre la limitación.

Fuente: Adaptado de Goosey, (2010); Peralta, (2013); Shearer, (2010); Tepper, (2011); Reina, (2012); Krueger, (2011); Cárdenas & Sepúlveda, (2010).

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Cortesía Comité Olímpico Colombiano

5. CONCLUSIÓN A lo largo del módulo se han desarrollado diferentes conclusiones en el manejo de instrumentos y el diseño de evaluación para Colombia; sin embargo, a continuación se recopilan las más relevantes en el desarrollo del tema. La evaluación de las habilidades psicológicas es una de las etapas más importantes del plan de entrenamiento, ya que con ella se conocen las fortalezas y necesidades del atleta, al igual que su entorno. Sin embargo, la evaluación debe concebirse como un proceso continuo y periódico que permite revisar el desarrollo de las habilidades entrenadas, la efectividad en el uso de técnicas y en general, entender el impacto del proceso de entrenamiento mental. El proceso de evaluación debe incluir el uso de múltiples técnicas e instrumentos, los cuales deben ser adaptados al contexto colombiano y presentar niveles adecuados de validez y fiabilidad. La información arrojada por cada uno de ellos debe correlacionarse al momento de emitir conclusiones y debe permitir al psicólogo, deportista y entrenador reconocer el estado de las habilidades psicológicas, a partir de allí, se tomarán las decisiones en pro del desarrollo deportivo. La evaluación dependerá del entorno de la misma, la motivación y las condiciones personales por las que

el evaluado este pasando y el nivel de validez de los instrumentos. Es importante entender y manejar las variables de sesgo y generar ambientes de confianza entre el evaluado y el psicólogo, permitiendo un adecuado manejo de las variables a evaluar. Los resultados de la evaluación no deben ser concluyentes y mucho menos excluyentes. Ante el poco número de instrumentos validados y estandarizados en Colombia, es evidente la necesidad de crear, adaptar y estandarizar nuevos instrumentos y protocolos en el uso de tecnologías de la información, así como en el manejo de equipos y técnicas de neuro y biorretroalimentación. Aunque su uso esté probado, se requiere de capacitación en su manejo, de tener condiciones mínimas de uso y permitir el desarrollo de nuevas técnicas de entrenamiento. Por último, se recomienda el uso obligatorio del consentimiento informado, este busca la protección tanto del usuario como de los profesionales, permitiendo la claridad en el manejo de la intervención, el uso de la información y las limitaciones del proceso.

Evaluación, técnicas e instrumentos

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Evaluación, técnicas e instrumentos

158

Padilla, J., Gómez, J., Hidalgo, M., & Muñoz, J. (2007.). Esquema conceptual y procedimientos para analizar la validez. Psicothema, 19(1), 173-178. Padilla, J. (2013). ¿Cómo validar las comparaciones culturales mediante pruebas? Nuevas herramientas conceptuales y metodológicas. Conferencia. Diciembre 4 de 2013, Bogotá, Universidad El Bosque. Poveda, C. (2005). Valoración del SNA: autonomía, desequilibrios e imbalances. Recuperado el 12 de febrero de 2011, de autonomia, desequilibrios e imbalances: http://hypertonia.bitacoras.com/ archivos/2005/01/13/valoracion-del-sna. Prieto G &. Delgado, A. (2010). Fiabilidad y validez. Papeles del Psicólogo. 31(1), 67-74 Ribiero, J (2007). avaliação em psicologia da saúde. Instrumentos publicados em portugués. Coimbra. Quartelo Roffé, M. (1999). Psicología del jugador de fútbol. Con la cabeza hecha pelota. Buenos Aires: Lugar editorial Rodríguez, M.; Escobar, J.; Bohórquez, D.; Charria, M. & Pulido, M. (2010). Trabajo de Grado: Diseño y validación de un instrumento para medición de fortaleza mental en futbolistas colombianos. Bogotá, Universidad El Bosque. Rodríguez, M. Escobar, J.; González, A. & Rodríguez, M. (2012). Trabajo de Grado: Fortaleza mental,

Coldeportes / Psicología

identidad deportiva, autorregulación y apoyo social: variables moderadoras del éxito deportivo en futbolistas colombianos categoría SUB 17. Bogotá, Universidad El Bosque. Rodríguez, M. & Rodríguez, L. (2014). Trabajo de Grado: Ajustes y validación de un instrumento para medir autoeficacia en entrenadores. Bogotá, Universidad El Bosque. Rodríguez, M & Neira, C. (2010). Trabajo de Grado: Validación preliminar del cuestionario de autoeficacia para entrenadores de diferentes disciplinas deportivas. Universidad El Bosque. Serrato, L., H. (2009). Características Psicométricas de la versión corta de la prueba para evaluar rasgos psicológicos en deportistas PAR P1-R. Cuadernos de Psicología del Deporta. 9(1), 21-38. Serrato, L.; García, S. & Rivera, J. F. (2000). PAR P1: Prueba para evaluar rasgos psicológicos en deporte (Manual). Bogotá: Par Ltda. Valero, A. P. (2014). Estandarización de la prueba (ABQ) Athlete Burnout Questionnaire para la evaluación del “síndrome del quemado” en un grupo de atletas pertenecientes al programa de rendimiento deportivo Bogotá. Avances de la Psicología del Deporte en Iberoamérica, 3(1), 03-18. Viadé, A. (2003). Psicología del rendimiento deportivo. Barcelona: Editorial UOC.

159

ANEXOS Anexo 1. Pruebas usadas frecuentemente en deporte Variable

Nombre de la prueba

Cuestionario multifactoriales

Inventario psicológico de rendimiento Loerh deportivo (IRP). Inventario psicológico deportiva (IPED).

Autor

de

ejecución Hernández

Cuestionario de características Gimeno & Buceta psicológicas relacionadas con el rendimiento deportivo (CPRD). Cuestionario de habilidades psicológicas Mahoney, Gabriel & Perkins para deporte (PSIS-5). Instrumento de evaluación de habilidades Durand-Bush, Salmela & Green mentales de Ottawa (OMSAT-3). Demers

Ansiedad

Inventario de ansiedad competencia(CSAI-I).

estado

en Martens

Inventario de ansiedad en deporte Fisher / Fisher, Horsfall & Morris (general y baloncesto). Estado de ansiedad inventario-2 (CSAI-2).

competitiva, Martens, Burton, Vealey, Bump & Smith

Inventario de estrés competitivo golf.

Richardson & Norton

Escala de fuentes de estrés.

Gould, Horn & Spreeman

Evaluación de ansiedad para luchadores. Gould, Horn & Spreeman Inventario de estrés precompetitivo.

Silva, Hardy, Crace & Slocum

Inventario de adjetivos de la presión en Rushall & Sherman deporte. Escala de ansiedad cognitiva.

Weiss, Klint & Wiese

Medida de interpretación de la ansiedad Hackfort en deporte. Inventario de adjetivos de estilos de Crocker afrontamiento en atletas.

Activación

Escala de Borg: el índice de esfuerzo Borg percibido (REP). Inventario de adjetivos de activación- Thayer desactivación (normal y forma corta). Inventario de adjetivos competición psicológicos

de

pre- B. Rushall

Escala de esfuerzo percibido (RPE) Noble, Borg, Jacobs, Cici y Kaiser revisado. Escala de activación en niños.

Anshel

Lista de comprobación de estrés en Rushall& Sherman deporte.

Evaluación, técnicas e instrumentos

160

Anexo 1. Pruebas usadas frecuentemente en deporte Variable

Nombre de la prueba

Autor

Motivación

Inventario de incentivos motivacionales Alderman & Wood (IMI). Inventario de satisfacción en deporte Whittall & Orlick (SSI). Escala de motivación intrínseca en Ryan deporte (SIMS). Escala de motivos para competir (MCS).

Youngblood & Suinn

Inventario de orientación competitiva (COI).

Vealey

Escala de motivos relacionados con la Willis competencia (C-RMS). Inventario de motivos de disfrute en Wankel & Kreisell deporte para menores (MSEI). Cuestionario de motivos de participación Gill, Gross & Huddleston (PMQ). Escalas orientación para mujeres atletas. Siegal & Newhof Escala de motivación extrínseca en deporte.

intrínseca/ Weiss, Bredemeier & Shewchuk

Escala de información de competencia Horn & Hasbrook en deporte (SAMT). Deporte motivación prueba de logros Kamlesh (SAMT). Inventario motivos competitivos (CMI).

Ping

Cuestionario de motivos de participación McKee, Mahoney & Kremer en deporte (SPMQ) Escala de motivación deporte (SMS).

Butt

Clima motivacional percibido en el Newton, Duda & Yin Deporte.2. Escala situacional motivación (SIMS).

F. Guay, R. Vallerand & C. Blanchard

Test de estrategias de rendimiento Tomas, Murphy & Hardy (TOPS). Test de percepción de láminas deportivas Roffe, García-Mas, García, Morilla & (TGSD). Lameiras

Cohesión grupal

Cuestionario sobre el ambiente del Martens & Petersen equipo (forma B). Sociograma. (Equipo ideal, compañero de Moreno habitación, compañero para salir, líder).

Coldeportes / Psicología

161

Anexo 1. Pruebas usadas frecuentemente en deporte

Variable

Nombre de la prueba

Atención

Prueba de estilos interpersonales e Nideffer atención (TAIS).

Autor

Cuestionario de atención de Riflery Etzel Jr. (RQA). Prueba de estilos atencionales en fútbol Fisher y Taylor (CSTE). Prueba de estilos interpersonales e Van Schoyck & Grasha atención para tenis. Prueba de estilos interpersonales e Albrecht &Feltz atención para béisbol. Estudio de concentración en baloncesto Bergandi (BCS). Cuestionario (AFQ).

Estados emocionales

de

focos

Profile of Mood States (Pooms)

McNair, Loor & Dropplemam

El test del estado psicológico (TEP).

Buceta

Inventario (UMACL).

de

adjetivos

Cuestionario de deporte (ACSI 28).

Comportamiento de entrenadores

atencionales Brewer, Van Raalte & Linder

de

ánimo Mathews, Chamberlain, Jone

afrontamiento

en Smith, Schutz, Smoll & Ptacek

El sistema de evaluación conductual de Smith, Smoll & Hunt los entrenadores (SECE/CBAS). El sistema de observación del refuerzo social.

Roberts et al.

Fuente: Adaptado de Iturbide, (2014); Dosil, (2004); González et al., ( 2001); Buceta et al., (1998) y Cox, (2007).

Evaluación, técnicas e instrumentos

162

Anexo 2. Modelos de consentimiento informado

LOGO INSTITUCIONAL (Ente Deportivo, Federación, otro) ÁREA DE PSICOLOGÍA DEL DEPORTE CONSENTIMIENTO PLENO PARA LA INTERVENCIÓN EN PSICOLOGÍA DEL DEPORTE Fecha de registro

Día (dd):

Mes (mm):

Año (aaaa):

(Nombres Completos del atleta) Yo, _________________________________________________, identificado con el documento número ________________de __________,con _____ años de edad, con residencia en ___________________________, de la ciudad de ____________ y teléfono N° ______________ y correo electrónico_____________________________________, del deporte: ________________________, acepto que he sido informado sobre las actividades en las que participaré durante el proceso de evaluación e intervención, establecidos por el área de psicología del deporte, que me han sido explicados y entendidos por mí y manifiesto a ustedes mi aceptación del trabajo a realizar.

Entiendo que toda la información concerniente a mi evaluación e intervención es confidencial y está protegida por el secreto profesional, establecido en el artículo 2º, numeral 5º de la Ley 1090 de 2006: “Los psicólogos que ejerzan su profesión en Colombia se regirán por los siguientes principios universales: Confidencialidad. Los psicólogos tienen una obligación básica respecto a la confidencialidad de la información obtenida de las personas en el desarrollo de su trabajo como psicólogos. Revelarán tal información a los demás, solo con el consentimiento de la persona o del representante legal de la persona, excepto en aquellas circunstancias particulares en que no hacerlo llevaría a un evidente daño a la persona o a otros. Los psicólogos informarán a sus usuarios de las limitaciones legales de la confidencialidad” y en consecuencia no será divulgada ni entregada a ninguna otra institución o individuo, sin mi consentimiento expreso, excepto cuando la orden de entrega provenga de una autoridad judicial competente y otorgo, de manera libre y sin apremio alguno, consentimiento y autorización para: • Quebrantar el principio de confidencialidad en caso de presentarse situaciones que pongan en grave peligro mi integridad física o mental o de algún miembro de la comunidad, o si se revela información, la cual indique que he abusado física, sexual o emocionalmente a un niño, adolescente, adulto o adulto mayor, lo cual será informado a la autoridad correspondiente. • Autorizo al psicólogo para que consulte mi caso con otros psicólogos, los cuales se verán obligados a mantener el secreto profesional o remitirlo a consulta con especialista para brindar el mejor tratamiento posible. El resultado de dicha consulta me será comunicado verbalmente. • En los procesos de evaluación e intervención en los que participen estudiantes en prácticas de pregrado o de posgrado, siempre y cuando estos seán supervisados por el psicólogo a cargo y se veran obligados a mantener el secreto profesional. • La realización y presentación de informes que contengan los datos personales y psicológicos recogidos durante todo el proceso, serán dirigidos exclusivamente a profesionales que intervengan en el proceso del desarrollo deportivo (entrenadores, dirigentes, preparadores físicos, entre otros) y que contengan exclusivamente información relacionada con el mismo proceso, sin afectar mi integridad personal. La información no podrá ser usada como un indicador exclusivo de selección.

Coldeportes / Psicología

163

De igual forma comprendo que tengo derecho, en cualquier momento, sin ningún tipo de consecuencias para mí, de renovar o desistir de continuar con la prestación del servicio por parte del psicólogo y revocar dicho consentimiento. Después de estar enterado de los servicios y de cómo funciona el área de psicología del deporte del CCD, me comprometo a asistir a las valoraciones programadas, diligenciar los formatos y pruebas establecidas por el área de psicología del deporte o el laboratorio de neurociencias y a brindar todo el apoyo necesario para realizar un trabajo con los profesionales del área, cuando se requiera y acepto que se realice la intervención, seguimiento y acompañamiento necesarios, para el alcance de los objetivos establecidos, conociendo mis responsabilidades, deberes y derechos. En forma expresa manifiesto a ustedes que he leído y comprendido íntegramente este documento y en consecuencia, acepto su contenido y las consecuencias que de él se deriven.

FIRMA DEL ATLETA

FIRMA DEL PSICÓLOGO

NOMBRE DEL ATLETA

NOMBRE DEL PSICÓLOGO

C.C. No.

C.C. No.

Teléfono:

T.P. No.:

Evaluación, técnicas e instrumentos

164

LOGO INSTITUCIONAL (Ente Deportivo, Federación, otro)

ÁREA DE PSICOLOGÍA DEL DEPORTE CONSENTIMIENTO ASISTIDO PARA LA INTERVENCIÓN EN PSICOLOGÍA (Aplica para adolecentes)

Fecha de registro

Día (dd):

Mes (mm):

Año (aaaa):

(Nombres Completos del adolescente) Yo,_______________________________________________, identificado con documento número ________________ de __________,que en el momento de la firma de este documento tengo ________ años de edad, con residencia en Nombre del padre __________________, de la ciudad de ____________ y teléfono N°. ______________, el padre ________________ __________________ identificado con documento número ________________de __________, mayor de edad, con residencia en ________________________, de la ciudad de ____________ y teléfono N° ______________ y la Nombre de la madre madre__________________________________, identificada con documento número ________________de __________, mayor de edad, con residencia en ________________________, de la ciudad de ____________ y teléfono N°. ______________; aceptamos que hemos sido informados sobre las actividades que se realizarán durante el proceso de evaluación e intervención establecidos por el área de psicología del deporte, que nos han sido explicados y entendidos y manifestamos a ustedes nuestra aceptación del trabajo a realizar. Nota: En circunstancias en las cuales el derecho de los niños, niñas y adolescentes, se encuentre en riesgo y no se tenga el consentimiento de uno o de los dos padres, al consentimiento informado, se le anexará la orden de la autoridad judicial o administrativa competente (el juez, el defensor de familia, el comisario de familia o quien haga sus veces. Debe ir firmado por ambos padres, o por uno solo de ellos, cuando no se conozca el paradero del otro padre.

Entiendo que toda la información concerniente a mi evaluación e intervención es confidencial y está protegida por el secreto profesional, establecido en el artículo 2º, numeral 5º de la Ley 1090 de 2006: “Los psicólogos que ejerzan su profesión en Colombia se regirán por los siguientes principios universales: Confidencialidad. Los psicólogos tienen una obligación básica respecto a la confidencialidad de la información obtenida de las personas en el desarrollo de su trabajo como psicólogos. Revelarán tal información a los demás solo con el consentimiento de la persona o del representante legal de la persona, excepto en aquellas circunstancias particulares en que no hacerlo llevaría a un evidente daño a la persona o a otros. Los psicólogos informarán a sus usuarios de las limitaciones legales de la confidencialidad” y en consecuencia, no será divulgada ni entregada a ninguna otra institución o individuo, sin mi consentimiento expreso, excepto cuando la orden de entrega provenga de una autoridad judicial competente y otorgo de manera libre y sin apremio alguno, consentimiento y autorización para: • Quebrantar el principio de confidencialidad en caso de presentarse situaciones que pongan en grave peligro mi integridad física o mental o de algún miembro de la comunidad, o si se revela información, la cual indique que he abusado física, sexual o emocionalmente a un niño, adolescente, adulto o adulto mayor, lo cual será informado a la autoridad correspondiente. • Autorizo al psicólogo para que consulte mi caso con otros psicólogos, los cuales se verán obligados a mantener el secreto profesional o remitirlo a consulta con especialista para brindar el mejor tratamiento posible. El resultado de dicha consulta me será comunicado verbalmente.

Coldeportes / Psicología

165

• En los procesos de evaluación e intervención en los que participen estudiantes en prácticas de pregrado o de posgrado, siempre y cuando estos seán supervisados por el psicólogo a cargo y se veran obligados a mantener el secreto profesional. • La realización y presentación de informes que contengan los datos personales y psicológicos recogidos durante todo el proceso, serán dirigidos exclusivamente a profesionales que intervengan en el proceso del desarrollo deportivo (entrenadores, dirigentes, preparadores físicos, entre otros) y que contengan exclusivamente información relacionada con el mismo proceso, sin afectar mi integridad personal. La información no podrá ser usada como un indicador exclusivo de selección. De igual forma comprendo que tengo derecho, en cualquier momento, sin ningún tipo de consecuencias para mí, de renovar o desistir de continuar con la prestación del servicio por parte del psicólogo y revocar dicho consentimiento. Después de estar enterado de los servicios y de cómo funciona el área de psicología del deporte del CCD, me comprometo a asistir a las valoraciones programadas, diligenciar los formatos y pruebas establecidas por el área de psicología del deporte o el laboratorio de neurociencias y a brindar todo el apoyo necesario para realizar un trabajo con los profesionales del área, cuando se requiera y acepto que se realice la intervención, seguimiento y acompañamiento necesarios, para el alcance de los objetivos establecidos, conociendo mis responsabilidades, deberes y derechos. En forma expresa manifiesto a ustedes que he leído y comprendido íntegramente este documento y en consecuencia, acepto su contenido y las consecuencias que de él se deriven.

FIRMA DEL ATLETA

FIRMA DE LA MADRE

NOMBRE DEL ATLETA

NOMBRE DE LA MADRE

C.C. No.

C.C. No.

Teléfono:

T.P. No.:

FIRMA DEL PADRE

FIRMA DEL PSICÓLOGO

NOMBRE DEL PADRE

NOMBRE DEL PSICÓLOGO

C.C. No.

C.C. No.

Teléfono:

T.P. No.:

Evaluación, técnicas e instrumentos

166

LOGO INSTITUCIONAL (Ente Deportivo, Federación, otro)

ÁREA DE PSICOLOGÍA DEL DEPORTE CONSENTIMIENTO LEGAL PARA LA INTERVENCIÓN EN PSICOLOGÍA DEL DEPORTE (Aplica para menores de 12 años y adultos declarados judicialmente como incapaces) Fecha de registro

Día (dd):

Mes (mm):

Año (aaaa):

(Nombres del padre o representante legal) Yo,el padre _______________________________________________ identificado con documento número

________________de __________, mayor de edad, con residencia en ________________________, de la (Nombres de la madre ) ciudad de ____________ y teléfono N° ______________ y la madre__________________________________,

, identificada con documento número ________________de __________, mayor de edad, con residencia en ___________________________, de la ciudad de ____________ y teléfono N° ______________, en calidad de (Nombre del atleta ) padres () o representante legal () de_____________________________________, identificado con documento número ________________de __________,que en el momento de la firma de este documento tiene ________ años de edad, con residencia en ___________________________, de la ciudad de ____________ y teléfono N° ______________ ____________ y correo electrónico_____________________________________, del deporte: ________________________; aceptamos que hemos sido informados sobre las actividades en las que participara nuestro hijo, durante el proceso de evaluación e intervención establecidos por el área de psicología del deporte, que nos han sido explicados y hemos entendidos y manifestamos a ustedes nuestra aceptación del trabajo a realizar. Nota: Ir firmado por los dos padres cuando se trate de los niños, niñas y adolescentes, o personas adultas declaradas judicialmente como incapaces, o por uno solo de los padres cuando no se conozca el paradero del otro padre. En circunstancias en las cuales el derecho de los niños, niñas y adolescentes o el derecho de personas adultas declaradas judicialmente como incapaces se encuentre en riesgo y no se tenga el consentimiento de uno o de los dos padres, al consentimiento informado se le anexará la orden de la autoridad judicial o administrativa competente (el juez, el defensor de familia, el comisario de familia o quien haga sus veces). Entiendo que toda la información concerniente a mi evaluación e intervención es confidencial y está protegida por el secreto profesional, establecido en el artículo 2º, numeral 5º de la Ley 1090 de 2006: “Los psicólogos que ejerzan su profesión en Colombia se regirán por los siguientes principios universales: Confidencialidad. Los psicólogos tienen una obligación básica respecto a la confidencialidad de la información obtenida de las personas en el desarrollo de su trabajo como psicólogos. Revelarán tal información a los demás solo con el consentimiento de la persona o del representante legal de la persona, excepto en aquellas circunstancias particulares en que no hacerlo llevaría a un evidente daño a la persona o a otros. Los psicólogos informarán a sus usuarios de las limitaciones legales de la confidencialidad” y en consecuencia no será divulgada ni entregada a ninguna otra institución o individuo sin mi consentimiento expreso, excepto cuando la orden de entrega provenga de una autoridad judicial competente y otorgo de manera libre y sin apremio alguno, consentimiento y autorización para: • Quebrantar el principio de confidencialidad en caso de presentarse situaciones que pongan en grave peligro mi integridad física o mental o de algún miembro de la comunidad, o si se revela información, la cual indique que he abusado física, sexual o emocionalmente a un niño, adolescente, adulto o adulto mayor, lo cual será informado a la autoridad correspondiente.

Coldeportes / Psicología

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• Autorizo al psicólogo para que consulte mi caso con otros psicólogos, los cuales se verán obligados a mantener el secreto profesional o remitirlo a consulta con especialista para brindar el mejor tratamiento posible. El resultado de dicha consulta me será comunicado verbalmente. • En los procesos de evaluación e intervención en los que participen estudiantes en prácticas de pregrado o de posgrado, siempre y cuando estos seán supervisados por el psicólogo a cargo y se veran obligados a mantener el secreto profesional. • La realización y presentación de informes que contengan los datos personales y psicológicos recogidos durante todo el proceso, serán dirigidos exclusivamente a profesionales que intervengan en el proceso del desarrollo deportivo (entrenadores, dirigentes, preparadores físicos, entre otros) y que contengan exclusivamente información relacionada con el mismo proceso, sin afectar mi integridad personal. La información no podrá ser usada como un indicador exclusivo de selección. De igual forma comprendo que tengo derecho, en cualquier momento, sin ningún tipo de consecuencias para mí, de renovar o desistir de continuar con la prestación del servicio por parte del psicólogo y revocar dicho consentimiento. Después de estar enterado de los servicios y de cómo funciona el área de psicología del deporte del CCD, me comprometo a asistir a las valoraciones programadas, diligenciar los formatos y pruebas establecidas por el área de psicología del deporte o el laboratorio de neurociencias y a brindar todo el apoyo necesario para realizar un trabajo con los profesionales del área, cuando se requiera y acepto que se realice la intervención, seguimiento y acompañamiento necesarios, para el alcance de los objetivos establecidos, conociendo mis responsabilidades, deberes y derechos. En forma expresa manifiesto a ustedes que he leído y comprendido íntegramente este documento y en consecuencia, acepto su contenido y las consecuencias que de él se deriven.

FIRMA DE LA MADRE

FIRMA DEL PSICÓLOGO

NOMBRE DE LA MADRE

NOMBRE DEL PSICÓLOGO

C.C. No.

C.C. No.

Teléfono:

T.P. No.:

FIRMA DEL PADRE O REPRESENTANTE LEGAL

NOMBRE DEL PADRE O REPRESENTANTE LEGAL C.C. No. Teléfono:

Evaluación, técnicas e instrumentos

168

Anexo 3. Ficha psico-deportiva

LOGO INSTITUCIONAL (Ente Deportivo, Federación, otro)

ÁREA DE PSICOLOGÍA DEL DEPORTE –COLDEPORTES FICHA PSICO - DEPORTIVA

Fecha actual: ___________________________ País: ___________________ Ciudad: _____________________________ Documento de identidad: C.C.: ____ T.I.: ____ C.E.: ____ No.: ________________________________________________ Primer apellido: ____________________________ Segundo apellido: __________________________________________ Primer nombre: ____________________________ Segundo nombre: __________________________________________ Fecha de nacimiento: _____/_____/_______

Lugar:___________________ Edad: _______ Género: ________________

Teléfono: _________________________ Correo: ____________________________________________________________ Dirección: ______________________________________ Ciudad de residencia : _________________________________ Atleta convencional

Paralímpico

Deporte: __________________________________ Modalidad: _______________________________________________ Tipo de discapacidad _____________________ Clasificación deportiva funcional ________________________________ Forma de adquisición de la discapacidad: _________________________________________________________________

Marque con una X la opción que corresponda (en algunos casos se podrá colocar más de una) Estado civil

Nivel educativo

Yo soy:

Soltero(a)

Primaria

Hijo único

Casado(a)

Secundaria

El mayor

Separado(a)

Técnico

El menor

Unión libre

Pregrado

Intermedio

Viudo Vivo con: Padres Hermanos Pareja Solo Familiares Amigos

Coldeportes / Psicología

Posgrado Último grado cursado _______ Actualmente: Trabajo Entreno

Estudio

No. de hermanos _________ Dependencia económica : Padres Hermanos Pareja Hijos Mi trabajo Otros

169

DATOS DEPORTIVOS Entreno: (días por semana)

Las horas diarias que entreno son:

He practicado este deporte:

2 días

1 y 2 horas

Menos de 1 año

3 días

2 y 4 horas

Entre 1 y 3 años

4 días

4 y 6horas

Entre 3 y 5 años

5 días

Más de 6 horas

Entre 5 y 10 años

6 días

No. de sesiones por día

Más de 10 años

7 días

No. de sesiones por semana Entreno:

Cuento con un plan de entrenamiento que:

Conozco y sigo

Sin entrenador

Conozco pero no sigo No conozco No tengo

Para mi práctica deportiva cuento con el apoyo de: Padres Hermanos

Solo y/o con entrenador Con entrenador

Federación Estado Comité Olímpico

Diseñado por mí

Con más de un entrenador

Universidad Otros

Evaluación, técnicas e instrumentos

170

Anexo 4. Fichas técnicas de las pruebas adaptadas/creadas y estandarizadas con población deportiva colombiana

• Prueba de rasgos psicológicos deportivos PAR P1-R Autor (es)

Desarrollado inicialmente por Serrato, García & Rivera (2001), conocido con PAR P1y luego revisado por Serrato (2006), cambiando su denominación a PAR P1-R.

Características

Cuestionario que mide rasgos con diseño psicométrico de 45 ítems, divididos en cinco (5) factores principales y dos factores de segundo orden (actitud positiva y reto competitivo) extractados del factor confianza.

Descripción variables

Confianza, creencia o grado de certeza individual, usualmente poseída sobre su habilidad para ser exitoso en el deporte. Motivación, orientación de la persona hacia el esfuerzo por tener éxito en una tarea determinada, la persistencia a pesar de los fracasos y la sensación de orgullo por las ejecuciones realizadas. Concentración, habilidad que posee el atleta para ampliar o reducir su atención hacia estímulos internos y/o externos que facilitan o perjudican su actuación. Sensibilidad emocional, es un estado emocional desagradable que incluye sensaciones de irritabilidad, nerviosismo, preocupación durante la competencia, causados por sí mismo o por los rivales. Imaginación, definida como la habilidad para imaginar antes, durante y después de las actividades correspondientes al deporte. Factores de segundo orden Actitud positiva, la habilidad para el auto-diálogo positivo y de reflejar ante los demás una actitud de ganador. Reto competitivo, habilidad para persistir y responder de forma emocional positiva ante las adversidades que plantea la competencia y el entrenamiento.

Propiedades psicométricas

Esta prueba fue estandarizada en Colombia, con 240 mujeres y 360 hombres, con edades entre 12 y 64 años, distribuidos en cuatro grupos deportivos (combate, arte y precisión, tiempo y marca, pelota). Presenta una confiabilidad de Alfa de Cronbach de 0.896 para el total de la prueba.

Aplicación

Individual (prueba sistematizada) o colectiva (formularios de lápiz y papel).

Tiempo

Varía entre 20 y 25 minutos.

Edad recomendada

Mayores de 12 años.

Sistema de corrección

Prueba sistematizada.

Coldeportes / Psicología

171

•Test de estados de ánimo para atletas de rendimiento (TEAD-R) Autor (es)

Adaptada inicialmente por Moreno & Vigoya (2005) y posteriormente validada y estandarizada por Moreno J.(2004).

Características

Prueba de estado, tipo cuestionario con diseño psicométrico de 18 reactivos, divididos en siete escalas, es una adaptación para el deporte del POMS (Profile of Mood States), de McNair, Lorr & Dropleman; traducida por Hernández & Ramos (1996).

Descripción variables

Tensión/ansiedad, definida como un estado de ánimo percibido como negativo, que puede estar acompañado de un incremento en el nivel de la activación y de sensaciones tales como nerviosismo, preocupación y aprensión. Melancolía, que representa un estado de ánimo depresivo, acompañado de sensaciones de inadecuación personal, indignación y aislamiento emocional. Hostilidad, definida como un estado de ánimo de cólera, irritabilidad y antipatía hacia los demás. Fatiga, que representa un estado de ánimo caracterizado por cansancio o desgaste físico y psicológico. Vigor, entendido como la representación de alta energía, acompañado de un incremento en la activación. Confusión, que representa un estado de ánimo que hace referencia a un desorden o a la inapropiada utilización de los recursos cognoscitivos, acompañado por deficiencias atencionales e inadecuados procesamientos de información.

Propiedades psicométricas

Esta prueba fue estandarizada en Colombia con 384atletas de rendimiento deportivo, distribuida en tres grupos deportivos (arte y precisión, tiempo y marca y pelota). Presenta una confiabilidad con un alfa de Cronbach de 0,73 para el total de la prueba y para los factores sus valores oscilaron entre 0.70 y 0,88.

Aplicación:

Individual

Tiempo:

Varía entre 1 y 5 minutos.

Edad recomendada:

Mayores de 14 años.

Sistema de corrección:

Prueba sistematizada.

(prueba

sistematizada)

o

colectiva

(formularios

de

lápiz

y

papel).

• Inventario psicológico para el seguimiento de talentos deportivos (IP-SETA) Autor (es)

García, S (2005).

Características

Prueba de rasgo que evalúa tres escalas: motivación intrínseca, motivación de logro y auto-eficacia

Descripción variables

Motivación intrínseca. Es aquel impulso que conduce a la realización de una tarea, únicamente por el interés y placer de realizarla. Motivación de logro. Es una orientación de la persona hacia el esfuerzo por tener éxito en una tarea determinada, la persistencia a pesar de los fracasos, y la sensación de orgullo por las ejecuciones realizadas, no solo en situaciones evaluadas socialmente sino en situaciones de auto competición. Auto-eficacia. Es la predicción del desempeño real que un atleta puede hacer a través de la propia creencia de su competencia personal para realizar una tarea. Los atletas con un buen nivel de auto-eficacia creen en su capacidad para adquirir las destrezas y competencias necesarias que les permitan alcanzar un máximo potencial.

Propiedades psicométricas

Esta prueba fue estandarizada en Colombia, con 190 atletas infantiles de diferentes deportes. Presenta una confiabilidad con un alfa de Cronbach de 0,429 en motivación intrínseca, en motivación de logro de 0,560, en auto eficacia de 0,659 y para el total de la prueba de0,775.

Aplicación:

Individual o colectiva (formularios de lápiz y papel).

Tiempo:

Varía entre 10 y 15 minutos.

Edad recomendada:

Niños entre 7 y 14 años, con un nivel educativo suficiente para comprender las instrucciones y realizar la tarea que se les pide.

Sistema de corrección:

Prueba con plantilla, baremos en decatipos por género y el total de la prueba.

Evaluación, técnicas e instrumentos

172

Anexo 5. Fichas técnicas de las pruebas adaptadas a la población deportiva colombiana

• Escala motivacional en deporte (SMS-28) Autor (es)

Instrumento desarrollado por Brière, Vallerand, Blais & Pelletier (1995); revisado y validado en el mismo año por Pelletier, Fortier, Vallerand, Briére, Tuson & Blais. Adaptado y validado para Colombia por Lozada, E & Rodríguez, M. C (2007).

Características

Consta de 28 ítems que miden 3 tres dimensiones generales: motivación intrínseca (para conocer, por el resultado y por la estimulación); motivación extrínseca (regulación externa, introyección, e identificación); y amotivación. Se fundamenta en el modelo de Deci & Ryan (1985).

Descripción variables

Motivación Intrínseca con tres escalas: • Hacia el conocimiento: hacer una actividad por el placer y la satisfacción experimentada al aprender, explorar, e intentar entender algo nuevo. • Hacia el logro: conocida como motivación de maestría, motivación de eficacia y orientación a la tarea; la conducta se realiza por la satisfacción de crear algo nuevo, adquirir maestría. • Hacia la estimulación: hacer una actividad por experimentar sensaciones de estimulación, como experiencias estéticas, diversión y disfrute. Motivación Extrínseca con tres escalas: • Regulación externa: se refiere al comportamiento que es controlado por fuentes externas tales como recompensas materiales o restricciones impuestas por otros. • Introyección: representa conductas que están empezando a interiorizarse, pero que no están completamente autodeterminadas • Identificación: se da cuando las personas juzgan la conducta como importante y aunque la actividad se realiza todavía por motivos extrínsecos, la conducta es internamente regulada y autodeterminada. Amotivación: falta de intención para realizar una actividad o la ausencia relativa de motivación con respecto a la conducta.

Propiedades Psicométricas

Se validó con 455 atletas de Colombia, 30.3 % mujeres y 69.7 % hombres, de ocho ciudades del país, con edades entre 13 y 30 años, de diferentes agrupaciones deportivas (deportes de tiempo y marca, deportes de arte y precisión, deportes de combate y deportes de pelota). Se obtuvo un alto índice de consistencia interna mediante el alpha de Crombach (0,89). La confiabilidad se obtuvo mediante test-retest, indicando su positiva estabilidad temporal. El análisis factorial exploratorio confirmó la estructura multidimensional del instrumento.

Aplicación:

Individual o colectiva (formularios de lápiz y papel).

Tiempo:

Varía entre 10 y 15 minutos.

Edad recomendada:

A partir de 13 años, con mínimo noveno grado de educación escolar.

Sistema de corrección:

Prueba con plantilla. Baremos en decatipos por género y el total de la prueba.

Coldeportes / Psicología

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• Inventario de ansiedad estado en competencia (CSAI-2) Autor (es)

Creado originalmente por Martens, Burton, Vealey, Bump, & Smith (1990) para medir intensidad de ansiedad en competencia (pre-competitiva). Jones (1991) & Jones & Swain (1992) proponen la escala direccional. Con esta segunda escala el CSAI-2 fue adaptado para Colombia por Ma. Clara Rodríguez Salazar (2010).

Características

El inventario de ansiedad estado en competencia (Competitive State Anxiety Inventory-2 -CSAI-2) originalmente consta de una escala de respuesta que mide cuantitativamente la magnitud o intensidad de la ansiedad, previa a la competencia, en una escala Likert de 4 puntos, que responde a qué tan fuerte experimenta la persona en el momento, lo que el ítem indica; varía de 0: nada a 4: mucho. Está compuesta por 27 ítems, que miden tres dimensiones, nueve para cada una de ellas: ansiedad cognitiva, ansiedad somática y autoconfianza. Se puntúa en una escala Likert de cuatro puntos; la suma de las puntuaciones en cada subescala refleja la intensidad de la respectiva dimensión de ansiedad. Jones & Hanton (2001) proponen una segunda escala de respuesta complementaria, que mediría la dirección en la cual la ansiedad es percibida por el atleta como facilitadora o debilitante para el desempeño; consiste en una escala de 7 puntos que varía de -3 (afecta mucho negativamente) a +3 (afecta mucho positivamente), pasando por 0 (no me afecta en ningún sentido). De este modo, el atleta debe responder a cada uno de los 27 ítems en las dos escalas.

Descripción Variables

Se entiende la ansiedad como un constructo multidimensional, distinguiendo entre sus componentes cognitivos y fisiológicos. Ansiedad cognitiva: expectativas negativas y ansia cognitiva sobre uno mismo, la situación y las posibles consecuencias. Ansiedad somática: elementos fisiológicos y afectivos de la experiencia de ansiedad que se manifiestan directamente de la activación autónoma; aceleración de la tasa cardíaca, dificultad para respirar, temblores de manos, mariposas en el estómago y músculos tensos. Auto confianza: grado de certeza que tienen los atletas sobre su habilidad para obtener éxito en su deporte. Escala de dirección, ofrece un estimativo sobre el impacto percibido de cada una de las dimensiones sobre el rendimiento en términos de facilitador o debilitador del mismo.

Propiedades psicométricas

Sin información sobre estudios de validación en Colombia. La validez del CSAI-2 se basa en el modelo teórico de Martens y en la inmensa literatura científica que refiere a su uso, incluido el metanálisis de Cox (2003).

Aplicación

Individual o colectiva (formularios de lápiz y papel).

Tiempo

Entre 10 y 15 minutos.

Edad Recomendada

A partir de 14 años.

Sistema de Corrección

Prueba con plantilla. No cuenta con baremos.

Evaluación, técnicas e instrumentos

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• Cuestionario de autoeficacia para entrenadores (CAEE) Autor (es)

Desarrollado por Feltz, Chase, Moritz & Sullivan (1999), Coaching Efficacy Scale, adaptado para Colombia por María Clara Rodríguez y Carlos Neira (2008) y validado por María Clara Rodríguez & Lina María Rodríguez (2014).

Características

Consta de 24 ítems que miden cuatro dimensiones: autoeficacia para motivación, para estrategia de juego, para técnica, y para construcción de carácter.

Descripción Variables

La autoeficacia del entrenador es definida como la capacidad que él cree tener para afectar el aprendizaje y el desempeño de sus atletas; según el modelo inicial, consta de cuatro dimensiones: Motivación. Definida como la confianza de los entrenadores en su habilidad para afectar el estado motivacional y las habilidades psicológicas de sus atletas. Estrategia de juego. Se refiere a la confianza que tienen los entrenadores en su habilidad para entrenar o conducir durante la competencia a que su equipo consiga un desempeño exitoso. Técnica. Es la creencia que tienen los entrenadores en sus habilidades educativas y de diagnóstico. Carácter. Hace referencia a la confianza que tienen los entrenadores en su capacidad de influir en la actitud positiva de sus atletas hacia el deporte.

Propiedades psicométricas

Se validó con 252 entrenadores de Colombia de diferentes deportes agrupados (deportes de tiempo y marca, deportes de arte y precisión, deportes de combate y deportes de pelota); 15 % mujeres, 85 % hombres, con edades entre los 18 y 70 años, de 12 departamentos del país, con experiencia como entrenador entre uno y 50 años, diferentes niveles educativos. Se obtuvo un alfa de Cronbach total (0,914) y para cada una de las dimensiones: motivación (0,869), estrategia de juego (0,814), técnica (0,730) y formación de carácter (0,763). Se confirmó, de manera parcial, la estructura factorial de la prueba mediante un análisis multivariado (varimax), dado que emergió una quinta dimensión.

Aplicación

Individual o colectiva (formularios de lápiz y papel).

Tiempo

Aproximadamente 20 minutos.

Edad Recomendada

A partir de 18 años

Sistema de Corrección

Prueba con plantilla. No cuenta con baremos para población colombiana

Coldeportes / Psicología

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• Cuestionario de fortaleza mental en fútbol (FORME) Autor (es)

Diseñado por María Clara Rodríguez, Jazmine Escobar, Daniela Bohórquez, María Camila Charria & María del Mar Pulido (2010). Validación preliminar realizada por María Clara Rodríguez, Jazmine Escobar, Ángela González & Marcela Rodríguez (2012).

Características

Es un instrumento de medición específico para fútbol. Consta en total de 70 ítems que miden cuatro dimensiones: afrontamiento, autocontrol, resiliencia y autoeficacia, en una escala Likert de siete puntos, con cinco descriptores que varían desde “No corresponde” a “Corresponde totalmente”. Los primeros 47 ítems se derivan de 17 situaciones de juego propias del fútbol; los restantes 23 son afirmaciones simples.

Descripción Variables

Inicialmente se identificaron seis dimensiones a partir, tanto de la revisión de literatura como de los grupos focales. Resultado de la primera fase de validación, se eliminaron dos: motivación y liderazgo. Se mantuvieron las cuatro restantes: Autocontrol. Hace referencia a la propia regulación de emociones, pensamientos y comportamientos mediante la inhibición o ejecución de respuestas, para el logro de los resultados específicos (Ramachandran, 1994). También se refiere a los cambios emocionales y cognoscitivos en función de la valoración del propio comportamiento (autoevaluación) y de la capacidad para regular las contingencias del propio comportamiento (auto refuerzo), (García, Martin & Jiménez, 2003). Resiliencia. Son todos aquellos patrones de adaptación positiva bajo alguna situación de adversidad o riesgo significativo para la persona; adaptación adecuada ante circunstancias demandantes. También puede ser entendida como el conjunto de tareas que se deben emprender a pesar de las graves amenazas que la situación presenta (Snyder & López, 2005). Autoeficacia. Son las creencias en las propias capacidades para producir determinados niveles de funcionamiento sobre eventos o acontecimientos que afectan la vida (Bandura, 1997). Afrontamiento: son los esfuerzos cognoscitivos y conductuales que debe realizar un individuo para manejar las demandas específicas externas e internas que exceden los recursos de la persona (Lazarus & Folkman, 1984).

Propiedades psicométricas

Se validó, posteriormente, con 498 hombres, jugadores de fútbol entre 13 y 20 años, de ocho diferentes ciudades del país. Se obtuvo un alfa de Cronbach total (0,93) y para cada una de las dimensiones, afrontamiento (0,86), autocontrol (0,66), resiliencia (0,69) y autoeficacia (0,63). Se realizo validez de criterio con tres subescalas del cuestionario de personalidad 16-PF de Cattell; C (estabilidad emocional), H (sensibilidad) y deseabilidad social (DS). Las escalas C y DS correlacionaron significativamente y en la dirección esperada con todas las dimensiones y con la prueba total.

Aplicación:

Individual o Colectiva (formularios de lápiz y papel).

Tiempo:

Entre 40 y 50 minutos.

Edad Recomendada:

A partir de 13 años

Sistema de Corrección:

Prueba con plantilla. No cuenta con baremos.

Evaluación, técnicas e instrumentos

176

• Athlete Burnout Questionnaire (ABQ) Autor (es)

Raedeke & Smith, adaptado en Colombia por Ángela Valero (2014).

Características

El ABQ es un instrumento empleado para la medida del síndrome de Burnout, en el contexto deportivo, basado en el modelo tridimensional propuesto por Raedeke, (2001), que consta de 15 ítems que evalúan las dimensiones de agotamiento físico y emocional (AFE), devaluación de la práctica deportiva (DPD) y reducida sensación de logro (RSL).

Descripción Variables

Agotamiento físico y emocional (AFE) hace referencia a la aparición de sensaciones de sobre esfuerzo físico y cansancio emocional y la disminución del sentimiento de entusiasmo y energía hacia la práctica del deporte. Devaluación de la práctica deportiva (DPD) se define como la presencia de sentimientos de baja realización personal y malestar, baja autoestima. Reducida sensación de logro (RSL) se entiende como la sensación de encontrarse fallando permanentemente y no conseguir los objetivos ni rendimientos esperados, sentimientos de tristeza y depresión, que se hacen visibles a partir de una baja productividad o un decremento del nivel deportivo.

Propiedades psicométricas

Los análisis estadísticos reportaron para el conjunto de la prueba una confiabilidad de alfa de Cronbach de 0,818, para AFE de 0,853,. la escala DPD 0,773 y para la variable de RSL de 0,747.

Aplicación

Individual o colectiva (formularios de lápiz y papel).

Tiempo

Varía entre 05y 15 minutos.

Edad Recomendada

A partir de los 12 años

Sistema de Corrección

Prueba con plantilla. No cuenta con baremos para población colombiana.

Coldeportes / Psicología

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Anexo 6. Protocolo para la elaboración de un perfil de estrés, utilizando diferentes indicadores fisiológicos

LOGO INSTITUCIONAL (Ente Deportivo, Federación, otro)

LABORATORIO DE PSICOLOGÍA Y NEUROCIENCIAS, COLDEPORTES PROTOCOLO PARA LA ELABORACIÓN DE UN PERFIL DE ESTRÉS, UTILIZANDO DIFERENTES INDICADORES FISIOLÓGICOS

• OBJETIVO Elaborar un perfil psicofisiológico de estrés del atleta por medio de la medición de: tasa respiratoria abdominal (opcional toraxica), respuesta galvánica de la piel, temperatura periférica, variabilidad del ritmo cardiaco (HRV) y electromiografía de cuello y espalda, con el fin de conocer el estado autonómico del atleta, dominancia simpática o parasimpática, con el objetivo de individualizar y personalizar el entrenamiento para optimizar procesos y rendimiento físico, emocional y psicológico.

• INSTRUCCIONES GENERALES PARA EL USO DEL PROTOCOLO Lea totalmente este documento antes de utilizarlo y comprenda su contenido con claridad. • Practique consigo mismo, antes de implementarlo. Reconozca y revise los instrumentos y manuales de uso general del equipo a utilizar con el fin de una manipulación adecuada. • Calcule el tiempo que gastará en la realización completa de la sesión, para no entorpecer otras actividades que incluyan el uso del laboratorio o los aparatos utilizados, además de la disponibilidad de tiempo de los participantes. Preparación de condiciones físicas • Disponga de un sitio cerrado, con bajo nivel de ruido, buen nivel de ventilación, iluminación y espacio. • Asegure un lugar para la ubicación del portátil y equipos, que proporcione estabilidad y seguridad para los dispositivos. Recomendaciones para el atleta antes de iniciar el procedimiento • No consumir bebidas alcohólicas, ni sustancias estimulantes. • Asistir a la sesión con ropa cómoda y durante el procedimiento quitarse accesorios como anillos, cadenas, relojes o similares. • Tener apagados todos los aparatos electrónicos que se tengan durante toda la sesión (celular, reproductora, entre otros). • Ducharse antes de venir a la sesión. • No llegar a la sesión con el estómago vacío, ni deshidratado, ni enfermo (gripa, infecciones o similares), (véase fase entrevista previa).

Evaluación, técnicas e instrumentos

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Duración La duración de evaluación esta entre 40 y 50 minutos, dependiendo del tiempo de preparación del atleta y los sensores y el tiempo posterior a la retroalimentación. La fase de evaluación será de 10 minutos Nota: La duración acá referida indica solo el tiempo en entrenamiento, no se toma el tiempo de preparación. Aspectos a tener en cuenta antes del inicio de la sesión: • Durante la sesión deben estar presentes el psicólogo, el atleta y si en necesario, uno o más asistentes (con previa autorización del atleta, los cuales deben permanecer en silencio). • Apagar los celulares de quienes estén presentes en la sesión, no solo poner en modo silencio. Es importante que elementos ajenos a la sesión interrumpan el protocolo o alteren la señal de los equipos. • Procurar que la sesión en el Laboratorio no sea interrumpida por personas fuera del laboratorio. • Limitar las interacciones del atleta con sus compañeros o demás asistentes que hayan pasado por el proceso de evaluación.

• CONEXIÓN DE LOS ACCESORIOS AL ATLETA Pletismografía Registro del pulso cardiaco, se sitúa en el dedo central o índice de la mano dominante, como se indica en la imagen. En el caso de tener un participante con dedos delgados y que eviten ajustar adecuadamente el velcro del accesorio, se debe usar coban para lograr el ajuste apropiado. Se debe tener en cuenta no interrumpir la circulación.

Electromiografía Para el registro de la respuesta eléctrica de los músculos (EMG), se ubica en los trapecios de los hombros y en el cuello, como se indica en la imagen. Para ubicar los sensores individuales, inicialmente, se debe preparar la piel, retirando sudor e impurezas; para ello, deben limpiarse con alcohol los lugares donde se pondrán los sensores individuales. Después de haber limpiado la zona, se colocan los electrodos individuales, retirándoles la capa protectora y poniéndolos en el punto que ilustra la imagen anterior. Finalmente, ya ubicados los sensores individuales, se conectan.

Coldeportes / Psicología

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Respiración Registro de la respiración abdominal, para ello se debe ubicar el sensor alrededor del abdomen del participante, a la altura del ombligo. Teniendo en cuenta que el sensor debe estar ubicado al frente, como se indica en la siguiente imagen.Usar este sensor, con ropa cómoda, que no sea gruesa (chaquetas, busos, sacos, camisas). Importante: tener en cuenta si el participante sufre alergias al látex

Respuesta galvánica de la piel Medición de los cambios en la conductancia de la piel, se realiza a través del sensor de respuesta galvánica, el cual se ubica en la palma de las manos. Si se va a realizar la medición en la palma, se deben utilizar los electrodos individuales, como se indica en la imagen.

Temperatura Se utiliza para registrar los cambios en la temperatura del participante, mediante el sensor de temperatura. Se ubica en el dedo de la mano y se sujeta con coban (venda elástica auto adherente). Para evitar accidentes con el sensor, coloque micropore sobre el cable, en la palma de la mano, con el fin de sostener y limitar su movimiento Importante: recuerde no ajustar el Cobán al punto de cortar la circulación o generar molestia.

Evaluación, técnicas e instrumentos

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ESTRUCTURA DE LA SESIÓN La sesión constará de 6 fases, las cuales estarán organizadas de la siguiente manera: Entrevista previa. Antes de iniciar la sesión, el atleta debe responder unas preguntas, para saber si se encuentra en adecuadas condiciones para la sesión de entrenamiento: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9.

¿Usted entrenó hoy? ___________________________________________________________________________ ¿Qué tipo de entrenamiento? ____________________________________________________________________ ¿Con qué intensidad fue el entrenamiento?_________________________________________________________ ¿Se encuentra usted en algún tratamiento por alguna lesión en estos momentos? __________¿Cuál?_____________ ¿Tiene gripe o algún malestar respiratorio?___________ ¿Cuál?________________________________________ ¿Está consumiendo actualmente algún medicamento?______________ ¿Cuál?____________________________ ¿Cuántas horas de sueño tuvo la noche anterior?____________________________________________________ ¿ De 1 a 5 ¿Qué tan reparador fue su sueño?________________________________________________________ ¿Hace cuánto fue su última comida?_______________________________________________________________

Nota: En función de lo que el atleta reporte, se continuará, modificará o suspenderá la sesión 1. Línea base (2 min) En esta fase se pretende observar el estado base. En esta fase, el profesional le pedirá al atleta que mantenga los ojos cerrados, la espalda recta, no cruzando los brazos ni los pies y quedándose los más quieto posible. 2. Estrés 1 (prueba siete serial), (2 min) Durante esta fase se registrará la respuesta que el atleta genera ante una tarea estresante. Para ello se utilizara la prueba de siete serial, para lo cual el profesional dará al atleta la siguiente instrucción: “le voy a dar un número (1081) y va a restar de siete en siete dándome la respuesta en voz alta y lo más rápido posible” Y procederá a realizar la actividad “mil ochenta y uno, mil setenta y cuatro, mil sesenta y siete… tenga en cuenta que:” •

Es importante recordarle permanentemente al atleta que procure no moverse.



Si el atleta comete algún error, reiniciará el conteo desde el número inicial (1081).



Constantemente se le estará solicitando que realice el cálculo con mayor velocidad, con el fin generar estrés en él.

Completado el tiempo asignado para esta fase, se le pedirá al atleta interrumpir la actividad. 3. Recuperación 1 (2 min) En esta fase se le pedirá al atleta relajarse lo más que pueda, manteniendo los ojos cerrados. El profesional hará una marca de inicio en el programa y se le indicará al atleta que busque relajarse, con los ojos cerrados, bajo la siguiente instrucción: “siéntese cómodo y relájese lo más que pueda” Completado el tiempo y sin que el atleta abra los ojos, se comenzará la siguiente actividad.

Coldeportes / Psicología

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4. Estrés 2 (evento estresante), (2 min) El objetivo de esta fase es registrar la respuesta del atleta ante la evocación de una situación estresante. Para ello el profesional le solicitará al atleta que describa un evento o situación que haya sido significativo y estresante, en competencia o entrenamiento; explicando la situación, lo que le hizo sentir, lo que pensaba en ese momento. Nota: De no reportar ningún evento en competencia o entrenamiento, se le puede pedir al atleta que describa el día más estresante que él haya tenido Terminados los dos minutos, se interrumpe al atleta (de ser necesario) para iniciar la siguiente fase. 5. Recuperación 2 (2 min). El atleta buscará relajarse lo más que pueda. El procedimiento de esta fase se realizará como esta descrito en la fase de recuperación 1. Pasados los dos minutos, se detendrá el registro de las respuestas. Retroalimentación En el caso de disponer de tiempo se realizará la retroalimentación inmediatamente, de lo contrario, coordinará una cita para realizar la retroalimentación al atleta y/o entrenador, lo más pronto posible. De acuerdo con los datos arrojados en las fases anteriores, el psicólogo le describirá al atleta el perfil observado y se contrastará con la información proporcionada por el atleta, permitiendo evidenciar los puntos centrales en los cuales se va a realizar la intervención. Finalizará esta fase y la sesión, con la propuesta de lo que se va a trabajar y los acuerdos para su realización.

Evaluación, técnicas e instrumentos

Este documento propone los lineamientos generales para la intervención, acompañamiento y seguimiento de la psicología del deporte en Colombia, en el marco del deporte olímpico convencional y paralímpico, desde la reserva y el talento deportivo hasta el alto rendimiento, para lo cual define las variables psicológicas a intervenir, establece los criterios para realizar el entrenamiento mental y define técnicas e instrumentos de evaluación en psicología del deporte para Colombia. De igual forma, hace una breve revisión del desarrollo de la psicología del deporte y recuerda los parámetros definidos en el marco normativo de la profesión de psicología.