Liberalismo y Socialismo (Moralidades)

Debate Moralidad del Capitalismo vs. Moralidad del Socialismo Fundación para la Responsabilidad Intelectual (FRI). Audit

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Debate Moralidad del Capitalismo vs. Moralidad del Socialismo Fundación para la Responsabilidad Intelectual (FRI). Auditorio del Centro Cultural de la Ciencia de la Ciudad de Buenos Aires. 21 de noviembre de 2018. (Notas marginales críticas) Intervención

¿Qué sería la libertad –en términos ideales- bajo el capitalismo? (A) La libertad para intentar ganarse la vida del modo que pueda. (B) Un límite para la libertad del otro. Veámoslo desde los ángulos liberal y libertario, respectivamente;… para el liberalismo en general, el libre cambio/la libre concurrencia, sostenido/a en la mutua indiferencia, es la piedra de toque de lo verdadero y lo falso; de lo útil y lo inútil; de lo deseable y lo indeseable (necesidad-valor-precio / mi libertad es un límite para la libertad del otro / egoísmo / la seguridad frente a ese otro deviene fundamental). Para el socialismo en general, a su tiempo, lo será el entendimiento intersubjetivo basado en la asociación libre/reconocimiento mutuo, pero no lo será tanto de lo deseable y lo indeseable (acicate libidinal de liberalidad burguesa), sino, más bien, o en todo caso, de lo aceptable y lo inaceptable (voluntad-capacidad-dignidad / la libertad del otro es condición para mi libertad / mutualismo / la responsabilidad frente al otro deviene fundamental). El acicate libidinal del socialismo tiende a transfigurarse, apareciendo siempre, en principio, como un imperativo moral (que no debería confundirse con el eros revolucionario así sin más). Como un deber diligente motorizado más por el pundonor personal que por el mero egoísmo, por el amor propio más que por el goce posesivo. Va de suyo que a medida que el socialismo se va afirmando, el amor propio se afirma, a su vez, como el goce apasionado de (o por) la producción libre, donde cada cual (se) va afirmando (en) el desarrollo libre de su personalidad, confirmándose en el disfrute que los otros hacen de la propia inspiración, talento o genio productivo (más o menos como actualmente les sucede a quienes se dedican al arte, al deporte, y acaso en menor medida a la ciencia). El deseo, como deseo del otro, deja de ser así, el deseo de aquello que el otro desea, y deviene el deseo de afirmarse en el deseo del otro. Lo que no debería interpretarse como servilismo o adulonería, sino, acaso, en el afán de ser admirado por ese otro. Claro que esto supone también frustraciones, sufrimientos y demás (quizás al estilo de las frustraciones vocacionales, profesionales, amorosas, etc.). Sea como fuere, en el capitalismo, la libertad significa la chance de elegir “libremente” el modo de ganarse la vida. En el socialismo/comunismo, libertad significará la chance de

desarrollarse personalmente en cualquier ámbito, sin preocuparse por tener que ganarse la vida.

Por otra parte, el ser humano no es sólo un animal social, sino, ante todo, un animal político (sometido a sus propias leyes). En la antigüedad clásica heleno-latina "el hombre" (varón) se consideraba libre como ser político, como miembro de la comunidad política, como coparticipe en los asuntos generales; En la modernidad capitalista, los seres humanos se sienten libres como seres apolíticos, como animales sociales replegados sobre sí mismos, como quienes se retrotraen a sus propios asuntos. En la antigüedad clásica, la libertad de cada uno de los ciudadanos era condición para la libertad de todos; en la modernidad burguesa, la libertad de los otros es un límite para la libertad de cada cual. Con la privatización del ser social (cada familia es un mundo; cada persona es un mundo) y el advenimiento del “homo clausus” (replegado sobre sí mismo # homines aperti), todo individuo aparece y se presenta como lo totalmente otro y, por tanto, lo otro (Sartre). Ya no solamente como aquel que es distinto y/o diferente, sino también como quien representa lo ajeno y/o lo extraño (enajenación). Así, bajo el imperio de la vida privada, “el otro” se nos presenta como límite para nuestra libertad, mientras que la asociación con aquel aparece como algo meramente secundario o accidental. Por tanto, “la seguridad” frente “al otro” deviene el concepto fundamental de la sociedad (Hobbes). El último ratio de la liberalidad burguesa es [el concepto de] la policía.

Las moralidades pre-modernas tienden a ser más “rigoristas”, las moralidades modernas tienden a ser más “utilitaristas”. En las sociedades pre-modernas se tendía hacia el disciplanamiento moral de la vida activa (la religión y la moral tienden a subordinar incluso a la actividad de las ciencias); en las sociedades modernas se ha tendido a la normalización científica de la condición vital (la ciencia tiende a desplazar a las religiones y a absorber la moralidad). El sujeto moderno no se vincula con las diversas facetas de su vida social por amor a la índole de tal o cual vinculación en sí misma (o por alguna verdad que le presuponga como inherente), sino que lo hace en función de si tales vinculaciones le resultan de algún modo útiles o provechosas.

Negociante, pragmático (cultor de la racionalidad práctica; calculadora, utilitaria e instrumental) y liberal, no se interesa tanto por la dignidad o la veracidad de “sus asuntos”, sino por cuan convenientes o inconvenientes le resultan a sus intereses; por cuan beneficioso o perjudicial resulten para su persona. En suma, dentro de los marcos del capitalismo, la dignidad de la condición humana, se valora en función de su utilidad (racionalidad instrumental), no es un fin en sí misma. Por lo demás, no hay que andar buscando el modelo ideal de socialismo ni nada de eso. Las premisas del socialismo han de ser buscadas en el propio seno del capitalismo, en las formas cooperativas, mutualistas, sindicales, etc., que se desarrollan dentro mismo de la sociedad burguesa, como un modo de intentar ir más allá de la misma. Con todas sus virtudes y defectos, esos son los socialismos realmente existentes, pues, a decir verdad, el socialismo no es otra cosa más que una articulación económico-política de sindicalismo, mutualismo, comunitarismo y cooperativismo (las comunidades antiguas y modernas representan una resistencia arcaica –más o menos reaccionaria- a la subsunción del trabajo en el capital. Las cooperativas representan experimentos modernos –más o menos subversivos- de superación de la subsunción del trabajo en el capital. Los sindicatos representan una resistencia moderna –más o menos subversiva- a la subsunción del trabajo en el capital).

“Lxs comunistas no predican ninguna moral”. Ni la de ellxs, ni la nuestra. Todo moralismo es siempre un idealismo a través del cual se reduce cualquier manifestación de vida y todo movimiento social a una “casuística moral”. En la conciencia de lxs moralistas, por tanto, todas las colisiones y los conflictos políticos se reducen a la oposición entre la “buena” y la “mala” voluntad. Cualquier moralidad implica siempre la heteronomía de los individuos. La ética, por el contrario, consiste en la expresión vital de la personalidad autónoma y no del despliegue heterónomo de una moralidad “profunda y severa”. El desarrollo del socialismo (por más estímulo y presión moral que precise ejercer en su efectivo devenir) no descansa tanto en el imperativo categórico de la solidaridad de clase, sino, más bien, en un mutualismo impuesto como una necesidad por las condiciones económico-políticas de la lucha de clases. Por fin, el socialismo precisa de la producción de manifestaciones vitales afirmativas; de una vida digna, creativa, intensa y apasionada. No tanto una vida de meras diversiones y practicas fáciles, sino el desarrollo de una vida activa, es decir, de una vida dinamizada en forma multifacética, intensa y prácticamente rica en sus relaciones mundanas. Lxs comunistas son individuos apasionados, representantes idiosincrásicos de “un movimiento real”. Un ser apasionado es, fundamentalmente, un ser agonista, mas no necesariamente un fanático, pues todx fanáticx tiene, indefectiblemente, “un ideal que

realizar”. Los fanáticxs enarbolan siempre “un ideal” al que la realidad ha “de sujetarse”. Los grupos fanatizados, a su tiempo, desarrollan y plasman tal “ideal” como “un estado que debe implantarse”. El que lxs comunistas no pregonen ninguna moral significa, sencillamente, que el comunismo es un movimiento que procura la emancipación del individuo; por tanto, la emancipación de su capacidad individual de modelamiento est-ético. Pero el problema de la libertad debe ser situado en el proceso de lucha de clases a fin de no dejarse engañar por una figuración abstracta de la misma. Dicho esquemáticamente; en una sociedad sin clases, las relaciones libertarias de producción se sostienen en el control comunitario de las condiciones materiales de existencia y en la determinación ética de los propios estilos de vida. “Nadie combate la libertad; combate, a lo sumo, la libertad de lxs otrxs”. Desde una perspectiva ético-política moderna y contemporánea, por tanto –y en términos generales, podemos distinguir el fascismo en todxs aquellxs para quienes las libertades sólo pueden existir como el “privilegio particular de algunxs” y no como la prerrogativa general de todxs y para todxs. Por su parte, el liberalismo es patente en quienes sostienen aquello de que “la libertad de unx, es el límite para la libertad de otrx” [libertad negativa]. Lxs comunistas, en cambio, se caracterizan por postular a la “libertad de cada unx como condición para la libertad de todxs” [libertad positiva].

Respuestas; polémicas y debates

1a] Fracaso tras fracaso. Miseria tras miseria. Masacre tras masacre. El mutualismo y otras expresiones orgánicas dentro de sociedades libres "funcionan" porque el capitalismo exterior funciona. Todas esas disquisiciones teóricas y dislates ideológicos, sólo caben en la mente de un patológico mental. El socialismo no funciona, y así mismo sus más conspicuos economistas y sociólogos lo reconocieron en el siglo XX luego de la Revolución Húngara el '56. Y en todo caso, pena dieron los ponentes a favor del socialismo. Pena das tú, arrojando manotazos de ahogado frente al fracaso flagrante teórico y práctico de la mierda llamada socialismo.

"Miseria tras miseria. Masacre tras masacre", eso es una constante de la historia, de la historia en general, de la historia del capitalismo y, claro, también de la historia de los experimentos socialistas. Eso no nos dice nada, ni en favor ni en contra del socialismo. Mutualismo, cooperativismo, comunitarismo, etc., son formas socialistas que funcionan por cuenta propia, claro que el capitalismo se las anexa como forma de mercados exteriores, y que tales "expresiones orgánicas", para hablar en vuestro lenguaje, mantienen una relación

contradictoria con la sociedad capitalista imperante. Nada extraño hay en ello, podrían hacerse lecturas semejantes respecto de cómo, por ejemplo, formas capitalistas se desarrollaban en el seno de sociedades feudales, esclavistas, comunitarias -orgánicas, vale decir-, a la par, y en contradicción con las mismas. Arrogarse el buen funcionamiento de tales formaciones como mérito del capitalismo, sólo demuestra la tendencia imperialista-colonial del mismo, no más nada. Lo de los "dislates ideológicos" y lo de "patológico mental", hay que tomarlo como de quien viene. "El socialismo no funciona", afirmación ridícula luego de afirmar que el mutualismo etc. funcionan. Pero tratemos de comprender semejante sandez; decir que "el socialismo no funciona", sólo porque los regímenes bolcheviques resultaron un fiasco, es como decir que "el capitalismo no funciona", cada vez que un régimen capitalista determinado estalla, y se ve obligado a abdicar ante un nuevo tipo de régimen que se pretende y/o presenta como anticapitalista (o incluso atiliberal). ¿Te das cuenta lo estúpido de tu razonamiento? Luego, zopenco, puedes encontrar críticas socialistas/comunistas al experimento bolchevique, incluso antes de la revolución húngara. Incluso podrías retrotraerte hasta la crítica marxianoengelsiana a los socialismos de Estado, etc. Es muy pueril tu razonar. Lo que sigue, ni siquiera vale la pena, sólo demuestra tu nivel intelectual, y acaso también tu condición moral. Sos una muestra cabal de que el liberalismo es la filosofía moral de los idiotas (en el sentido que se le daba a tal expresión en la Grecia clásica). Un fantoche, con todo respeto.

1b] En teoría, en la práctica es al revés, zurdo negador de los datos. En el capitalismo son excepciones, en el socialismo es la regla, esa es la diferencia.

Bue, luego de acusarme de "zurdo negador de los datos" largas semejante afirmación!!! (ya que estamos, no sé de qué datos me hablas, ya que no se me ha brindado ninguno). Me pregunto qué tipo de forclusión opera en la mentalidad de tipos como vos para que la realidad que negas, retorne de una manera tan alucinatoria. Cabeza de tacho, no hablemos ya de la violencia intrínseca que supone el capitalismo en cuanto modo de explotación, vamos a algo más pueril y difícil de negar. Sos capaz de negar que la expansión global del capitalismo ha ido de la mano, ayer como hoy, de distintas formas de imperialismo/colonialismo? Vamos al añorado país de la libertad, ese que se configuró en base al exterminio de los pueblos indígenas -ni más ni menos que otros países capitalistas, tales como la Argentina o Israel, etc. Pero también de países socialistas-, en base a la esclavitud masiva de las negritudes africanas fruto del imperialismo/colonial europeo. Que se ha convertido en la potencia dominante a nivel global gracias a las conflagraciones interimperialistas sucedidas en Europa (I y II GM), y que una vez erigido en el gendarme mundial que custodia la globalidad capitalista, se ha

cansado de invadir, masacrar, destruir, etc. etc. En fin, la diferencia entre el capitalismo y el socialismo ha sido, en tal sentido, la excepción y no la regla. Más aún, en la modernidad en general, en tanto que época determinada por la lucha entre clases, razas, naciones, imperios, etc. el estado de excepción ha sido la regla. Y si querés, podemos remitirnos a la historia interna del "país de la libertad", desde sus orígenes hasta la actualidad.

1c] La última de tu comentario, como me ganó la libertad de desarrollarme sin preocuparme por nada? Me la da otro, sometemos a otros para que yo la tenga. El Socialismo no habla nunca de que logros podemos tener, es más en tu visión es una cosmovisión Latinoamericana imbuida de cristianismo y misticismo, una sociedad osciosa es una sociedad que cae en el extremo la vagancia, no hacen nada por su vida, el Arte, la Música, la Letras, la Ciencia, la Filosofía, nacieron por la necesidad humana de tener recreación en un mundo que hace 200.000 años atrás no era hostil, con ellas aplacábamos la hostilidad, pero nunca fueron lo central porque seguía existiendo, y en un futuro ideal socialista ante un cambio radical en la Naturaleza, que aria esas personas ociosas, como enfrentarían está amenaza? Fácil dejándose morir, resignado se porque la Vida no tiene sentido me la pasó acostado no hace una diferencia cuando me muera seguiré acostado. Los planteos idealistas socialistas no se fundan en la Realidad Concreta, sino en la Idea de Platón, un Mundo Ideal Separado de este. Y como nombraste el Son polítikon de Aristóteles, el mismo estaba en contra de esta idea de una Sociedad Ideal que existe en la mente pero no en la realidad y que Platón despreciaba la realidad Concreta porque no se parecía a la Idea.

Bueno, a esta altura ya debería decir que no pregunto cuántos son, sino que vayan pasando. Hermano, no se puede ser más bruto. Pero bruto al grado de lograr que tus propios argumentos se muerdan la cola. Para los griegos que conformaban la clase dominante de la antigüedad clásica, el ocio era la condición de la libertad, ellos valoraban el ocio creativo (claro que en ellos, tal ociosidad era sostenida en base a la esclavitud de otros. No, bruto, "el arte", "la música", "las letras", "la ciencia", "la filosofía", no surgen de "la hostilidad" de la naturaleza, sino del sometimiento y la esclavización de un grupo social por otro). Ahora bien, será con la disolución del mundo heleno-latino en la cristiandad, que la antigua consideración del ocio como espacio de libertad creativa, va siendo condenada y estigmatizado hasta convertirse en "la madre de todos los vicios". Una vez más, es exactamente al revés de lo que decís, es con la hegemonía del cristianismo que el ocio comienza a ser estigmatizado como el espacio de una libertad indolente y degradada (¿nunca leíste el textito de Weber sobre "la ética protestante y el espíritu del capitalismo"?). Marx, aristotélico como era, no solamente

retomaba la idea del ocio de la antigüedad clásica, sino que encontraba que la posibilidad concreta para que tal forma de ocio se volviera masiva, en el propio desarrollo del maquinismo y la automatización que engendraba la dinámica capitalista (hoy hablaríamos de robotización). Esa sería la premisa para socializar un ocio creativo, sin necesidad de explotar a nadie (cosa que ya atisbaba el propio Aristóteles). Y, en tal sentido, nadie negará que en nuestra actualidad socio-histórica existe, desde hace tiempo, la capacidad tecnológica para que la humanidad en masa pueda vivir con holgura con un mínimo de tiempo de trabajo, ¿por qué no se hace? Pues, una vez más al contrario de lo que postulas, las propias relaciones de producción capitalistas no lo permiten. Así, en el capitalismo, el imperio de la propiedad privada sobre los medios de producción, un innegable desarrollo tecnológico va de la mando con la desocupación y empobrecimiento relativo de la inmensa mayoría de la población mundial (en los fofos términos planteados por éste debate, en esto consistiría la inmensa "inmoralidad" del capitalismo; en que habiendo desarrollado los medios técnicos potenciales para acabar con la necesidad de trabajar y con el empobrecimiento, no lo permite por su propia lógica del lucro y la apropiación privada. ¿Te das cuenta como tus argumentos son los mejores argumentos contra el capitalismo?). Todo el resto, ni vale la pena considerar, caen por su propio peso, sólo me permitiré agregar que, a diferencia de la clase dominante de la antigüedad clásica, donde la riqueza y la cultura eran destinadas al cultivo de sí en tanto zoon politikon mediante "el arte", "la filosofía", "la ciencia", etc., en la modernidad capitalista, la riqueza y la cultura están más orientadas al sentido del tener y al dominio de las cosas, lo que si bien de una parte permite un gran desarrollo de la tecnología, de la otra, supone un in crescendo del cretinismo social, tanto así que la estupidez se ha convertido en un fenómeno de masas, y, como no podía ser de otra manera, una nueva fuente de ganancias para las así llamadas industrias culturales. El propio Axel Kaiser lo reconoce, tácitamente, al hablar de Justin Bieber. Más todavía, el inefable de Javier Milei ha señalado que esa capacidad de lucrar con la estupidización social, es una de las virtudes del capitalismo, tanto así que si alguien inventa algo que potencie la experiencia onanista y logra convertirlo en un "bien social", ese tipo vale más que un científico que, aun produciendo las mayores innovaciones teóricas respecto del área epistémica que fuere, pero cuyos descubrimientos no son útiles para producir ganancia comercial. En fin, y me repito, no pregunto cuántos son, sino que vayan pasado. Orates.

1d] Que sería la libertad, en términos ideales, bajo el capitalismo? Hay un problema fundamental, es que tenés a todas luces una imagen del capitalismo/liberalismo distorsionada, sesgada groseramente, y eso mancha o directamente invalida todo lo que puedas decir de allí

en más. Así sería inútil seguir, debido a que estás hablando de algo que no comprendiste. La base desde la que partís está mal. Punto. Sin embargo voy a hacer un esfuerzo para intentar desasnarte (perdón, pero que tu discurso tenga tanto olor a pretensión de superioridad intelectual, que te pavonees tan arrogantemente, y encima que partas de un prisma ideológico distorsivo + toda una serie de contradicciones, no me predispone para tratarte como lo que pretendés). A y B, se supone que son en términos ideales... pero luego solo mostrás una caricatura y deformación de lo que sería idealmente ese liberalismo que describís. Es sencilla la cosa: mi libertad no es solo un "límite" para la libertad del otro, sino también para mí como individuo frente a los demás. La regla fundamental del liberalismo aplica a todos, idealmente hablando. Esto por un lado. Es mucho pedir un poquito de honestidad intelectual? Luego seguís, en términos "generales"... el liberalismo aquí es presentado, otra vez, sesgado, oportunamente caricaturizado para representar lo inmoral: "sostenido en la mutua indiferencia", "mi libertad es un límite para la libertad del otro" (otra vez),"egoísmo"... Really?? Es un típico error tomar como equivalentes "individualismo" y "egoísmo", cuando estrictamente hablando son cosas diferentes. Que luego algunos en nombre del individualismo pretendan justificar actitudes egoístas, o que así lo interpreten, es otra historia (la de siempre). Así también como algunos pueden ser tanto o más egoístas, escudándose detrás de una (hiper) moralidad socialista anti-individualista (compartiendo con nacionalistas, fascistas, y fanáticos religiosos, mucho más de lo que les gustaría), siendo más resonantemente hipócritas por la pretensión de superioridad moral (que se nota, y mucho, cuando más adelante adjudicas a los comunistas una prístina vocación ética, y no una mera moralidad... que niegues con un hábil juego de palabras la moralidad, o moralismo, comunista, no lo hace menos moralista, sino mucho más). El ángulo "libertario", entonces, sería la perspectiva socialista, no? "Para el socialismo en general, a su tiempo"... Es decir, este socialismo es una teoría y promesa, no mucho más.

Bueno, nobleza obliga, debo comenzar por celebrar que al menos alguien se haya dado al intento de responder, mal que mal, algo de lo que he planteado, en forma más o menos razonable y razonada. Aunque también me resulta imperioso dejar sentado que me deje engañar por la primera impresión, y poco a poco, a medida que avanzaba en la lectura, me sentí tan defraudado como antes, o aun más, dado las expectativas que me había generado. Pero vamos al grano. Dejemos de lado todas las sentencias teórico-admonitorias que utiliza nuestro lenguaraz interolocutor para intentar descalificar nuestros razonamientos. No son más que falacias lógicas instrumentadas como recursos retóricos para fanfarronear con aires de pedantería, cuando se carece de sustancialidad teórica y analítica. Vamos a lo que en verdad

resulta axial en la argumentación de quien me impugna: “mi libertad no es solo un "límite" para la libertad del otro, sino también para mí como individuo frente a los demás”. Oooh!!, paren un poco, que brillante deducción. No quisiera entrar en detalles, pero el anverso de mi primera formulación, la voy desarrollando, y volviendo a desarrollar al revés, a lo largo de mis posteos. Hecha la aclaración, en nada cambia, si seguís mi razonamiento, lo que he venido planteando a partir de la fórmula “base”, como consecuencias necesarias de la misma. En lo que respecta a la confusión entre “individualismo” y “egoísmo”, bueno, en principio es algo que deberían aclararse mutuamente entre quienes profesen el liberalismo. Podrías armar un debate entre tú y el fantoche de Gloria Álvarez, sólo por traer un patético ejemplo, que nos resultaría de mucha utilidad y lo seguiría con atención. ¿Cómo se intutularía? “El individualismo ético contra el ‘egoísmo racional’”, o quizás mejor, “el capitalismo, entre ‘la virtud del egoismo’ y la eticidad individualista”. Sería un lindo contrapunto, aunque me temo que el resultado sería algo decepcionante, con “egoístas” e “individualistas” dándose al final “la mano invisible”, o, como diría el querido Hayek, sometiendo su voluntad a la “disciplina impersonal” del mercado. En lo que a mí respecta, una vez más, me basta con solicitarte que leas mejor el resto de mis posteos, y podrás advertir, sin demasiada perspicacia, que hay un claro distingo entre “individualismo” y “egoísmo”, ¿si no por qué me atrevería a señalarles la paradoja (que a mentalidades tan antinómicas como las vuestras ha de sonar a oxímoron) de que el socialismo es un movimiento que se plantea, entre otras cosas, la emnacipación individual, incluso de toda determinación moral, moralista o moralizante? Lo afirmo una vez más, la única moral socialista que pude valer como tal sería, para decirlo Nietzscheanamante, una moral inmoralista, una moralidad que vaya disolviéndose y abriendo paso desde su normatividad, hacia las eticidades facultativas. Por lo demás, claro que también hay, en el campo socialista, sectas doctrinarias insufriblemente moralistas y moralizantes, sobre todo en los partidos de izquierda, que, por su propia naturaleza de aparatos ideológicos del estado, para decirlo como Althusser, no pueden dejar atrás su lastre jacobino. Ese jacobinismo socialista, no es más que una manifestación extrema del radicalismo popular-burgués nacido al calor de la revolución francesa; un igualitarismo tan despótico como democrático. Por fin, y no lo he puesto aquí para no aburrir con citas, el propio Friedrich Engels reivindicaba su adhesión al comunismo como una adhesión egoísta, lo cual nos lleva luego al postulado marxiano-engelsiano de que el movimiento socialista no augura la imposición de ningún tipo de moralidad social, ni la egoísta, ni la altruista, pues, de lo que para ellos se trataba, a decir verdad, es de una superación esencialmente económica del capitalismo, que generara las condiciones para una mayor libertad individual, no sujeta a las determinación de la división del trabajo, y, plausible, por tanto, de un desarrollo multiforme y polifascetico. En fin, se hiso

demasiado largo, pero al menos me sirvió para desarrollar un poco más la idea. La sigo luego, tengo que laburar.

2] Es muuy loco que no se den cuenta q esas cosas buenas que traería el socialismo, son posibles, y de hecho existen y hallaron terreno fértil, bajo este régimen más o menos capitalista y liberal. Lo que pasa es que los socialistas son unos pesimistas que están pasados de rosca de utópicos e idealistas, y bue así chocan una y otra vez con una realidad que niegan, y en lugar parar un poquito, reflexionar y hacer una auténtica autocrítica... no! Los motiva a recrudecer su posición, echando culpa a factores externos, al capitalismo, a blablabla. Claro, si desde el inicio parten de una versión envilecida de lo que estrictamente hablando es "capitalismo" o "liberalismo", van mal. Hace falta aclarar que el egoísmo no es algo propio del "liberalismo", sino algo inherentemente humano, independientemente de la filosofía o ideología que este profese? No me voy a enroscar con toda la parte en la que pretendes legitimar porqué uno y otro son inmoral y moral respectivamente, con sofisticaciones psicoanalíticas y afines, a las que, personalmente, soy inmune. Sabes muy bien que para los "legos" hablar en esos términos es bastante críptico. Interesantes recursos, pero para mí no son mucho más que eso, y en definitiva la típica masturbación intelectual al servicio de criticar y determinar lo que supuestamente es, frente a lo que no es pero será (y debe ser). No se puede superar algo (el sistema capitalista en este caso), si no se lo comprende previamente. Por eso la utopía socialista que tanto se pregona, se quedó en las intenciones. Por más que sus defensores se esfuercen con tanta pasión y malabares retóricos.

Bueno, en tu segundo posteo seguís con la misma cantinela, si antes de responder hubieses leído todo lo que puse, tal vez nos hubieras ahorrado algo de valioso tiempo (tiempo es dinero), evitando poner naderías que, con solamente leer todo lo que ya puse, demuestran su futilidad. Pero hagamos el esfuerzo una vez más: “Es muuy loco que no se den cuenta q esas cosas buenas que traería el socialismo, son posibles, y de hecho existen y hallaron terreno fértil, bajo este régimen más o menos capitalista y liberal”. Lo que en verdad resulta “muy loco” es escribir esto aquí para luego tener que contradecirse al versar sobre las bondades del “capitalismo/liberalismo” que propiciarían el desarrollo del “mutualismo”, “cooperativismo”, etc. Claro que, ya que estamos, podríamos traer a colación, todo lo que referí, asimismo, al maquinismo y la tecnología como condiciones de posibilidad desarrolladas por la propia dinámica capitalista (más allá de sus límites y aporías), para la emancipación social de las relaciones de explotación, etc., etc.

Lo que sí merece algo más de atención, es esa “naturalización” que se hace del “egoísmo”. Hay que ser un ignorante en las ciencias sociales para realizar una afirmación tal. Si ya el propio “individuo” es una forma de subjetivación históricamente construida, tanto más lo será “el egoísmo”. Eso que naturalizamos bajo el nombre de “individuo”, no es más que un ser humano singular socio-históricamente determinado, la complexión psico-física de un ser social ficcionalmente individualizado en base a dispositivos jurídico-ideológicos que lo dotan de una existencia efectiva (una ficción jurídica con su consecuente efecto de realidad). Cierto es, en todo caso, que los [in]dividuos siempre han partido “de sí mismos”, pero no necesariamente haciendo

de

las

relaciones

sociales

“simples

medios

para

sus

fines

privados”

(egocentrismo/egoísmo). Más, ante todo, hay que evitar las postulaciones metafísicas al respecto. Hay que advertir, en todo caso, que la producción socio-histórica del “individuo aislado” –como de los individuos en general- es, al mismo tiempo, la producción de “su naturaleza interior” y, por tanto, también, la producción histórica de “su ‘conciencia’ acerca de ella”, es decir, de su psicología, en este caso, del egoísmo. Y la naturalización del egoísmo, no es más que una mistificación metafísica de un efecto histórico específico. Al respecto, sólo bastara, aclarar que una diferencia histórica específica entre los teóricos más lúcidos del neoliberalismo, respecto de los teóricos del liberalismo clásico, es que los primeros no cometen la ingenuidad de creer en algo así como “el hombre natural”, sino que comprenden demasiado bien que tal “hombre”, ha de ser un resultado de un régimen de ingeniería social conscientemente dirigido. Como dijera otra inefable como lo fuera Margaret Thatcher, “la economía es el método, el objetivo es el alma”. Claro que siempre quedaran sujetos más cándidos que, como usted, creen en una naturaleza humana metafísica, y se presten, ingenuamente, a los procesos de mistificación naturalista de aquello que no es otra cosa que un producto histórico-social. El resto, sobre la psicología, es como decir, no entendí un pomo pero te lo discuto igual. Acaso sea eso lo que se entiende aquí por “honestidad intelectual”. En fin, se hiso demasiado largo, pero al menos me sirvió para desarrollar un poco más la idea. La sigo luego, tengo que laburar.

3] En lo que si estoy (en parte) de acuerdo, es con lo de la relación entre liberalismo y el ser "apolítico". El ser humano es un ser (o animal, como prefieras) social Y político. No "sobre todo". Uno y otro son inherentes a lo humano, no se puede pensar una cosa sin la otra. Por otro lado, no me parece muy conveniente recurrir a la antigüedad clásica helénica para contrastarla con lo "apolítico" que aparentemente caracteriza a la burguesía, especialmente porque luego idealizás "la libertad de cada uno de los ciudadanos era condición para la libertad

de todos", siendo esto impreciso. Bien deberías saber que era aceptada la esclavitud, y la mujer como ser político estaba bastante limitada. Ser apolítico es prácticamente imposible (salvo que estés en coma, o totalmente incapacitado mentalmente, o muerto). Incluso una posición "apolítica" (habrá que ver qué se entiende por "político"), también es política. Desde el vamos la revolución burguesa/capitalista (gestada desde la revolución renacentista) fue notablemente

política,

y

con

implicancias

mucho

más

allá

de

lo

meramente

económico/material. Que a vos y a los socialistas en general no les guste (o no la entiendan), no quita que el liberalismo, y la "modernidad burguesa" como más o menos su consecuencia, implique una concepción política. Ahora bien, es cierto que hay una potencial tendencia a lo "apolítico", es como un punto débil, porque, por ejemplo, a un empresario, emprendedor o incluso trabajador que sea no le hace falta entender de filosofía liberal ni nada por el estilo, sino que comprueba que la cosa más o menos le está funcionando, en la medida que tiene un aceptable nivel de éxito obvio (y que más allá de los altibajos, devenires propios de la historia y particularidades culturales, desde entonces se viene reafirmando una y otra vez). O sea, queda margen para dar por sentadas las cosas, y volverse "apolítico": no estar atento a las amenazas iliberales, ni ser consciente de las propias actitudes liberticidas. Aunque obvio no necesariamente.

Bueno, que el ser humano sea un animal social, en el sentido de animal gregario, no debería ser una novedad para nadie, salvo para algún liberal Tatcherista y de ahí en adelante, para quienes, como dijera la querida Margarita, “la sociedad no existe”, sólo existen “individuos” y, a lo sumo, “familias”. Pero este animal gregario alcanza su condición humana, strictu sensu, cuando “asciende” desde la societas a la civitas, es decir, cuando deviene un zoon politikon capaz de vivir y cohabitar bajo el imperio de sus propias leyes, etc. De ahí que la condición humana propiamente dicha sea, no solamente social, sino, “ante todo”, política, pues tal condición, una vez más, es una conquista histórica, no un don natural. Luego, una vez más asoman las orejas de burro cuando me querés correr con la esclavitud (la que, otra vez, si lees todo lo que posteé, verás que no dejo de resaltar) y la situación de las mujeres en la antigüedad clásica (y otra vez tu apuro por querer corregirme te juega una mala pasada, si aprendés a leer, veras que puse “el hombre” (varón), ¿no te dice nada eso? Por fin, dejame ilustrar tu intelecto, si pongo la palabrita “ciudadano”, y no la de “habitante”, o “poblador” o simplemente “todos” en general, es claro que estoy hablando de quienes disfrutaban de tal condición, no de los que estaban excluid@s de la misma. Che, si eso lo sabe cualquiera que haya aprobado los primeros años de historia de la secundaria, que, por lo que se ve, no es tu caso.

En cuanto al carácter político de las revoluciones burguesas y demás, reina una evidente confusión. Claro que cualquier revolución es un acto eminentemente político, va de suyo, pero esto no quiere decir que la sociedad burguesa lo sea, al contrario. Veamos, si el feudalismo politizaba la sociedad y despolitizaba el estado (en el sentido de que todos los lazos sociales adquirían un carácter y una significación política evidente, pero el poder político era teológicamente despolitizado y demás). El capitalismo, a su vez, tiende a despolitizar la sociedad civil y a politizar el Estado (en el sentido de que las relaciones sociales se despolitizan, se tornan apolíticas, y la lucha por el control del estado, adquiere una significación y un carácter político). Pero si comparamos una vez más el etat moderno con el clásico mundo de las polis antiguas, se advierte que en la antigüedad la condición de ciudadanía significaba una existencia destinada a la vida política; en la modernidad la vida política está destinada al aseguramiento de las condiciones de existencia. Que si en la antigüedad, la existencia social de los “[in]dividuos” (ciudadanos varones) estaba destinada a la gloria de la vida política, en la modernidad la vida política se encuentra destinada al aseguramiento de la existencia social de los “individuos” (en principio también con un carácter fuertemente patriarcal y racista). Que en la antigüedad clásica, la ética y la política configuraban las artes del gobierno y la libertad (poesía / autonomía como creatividad). Mientras que en la modernidad, la economía-política configura la ciencia del gobierno y la riqueza (posesión / autonomía como usufructo). Que así como el ciudadano antiguo buscaba la gloria, la ciudadanía moderna se procura la seguridad. Que, si en la antigüedad clásica “el hombre” se consideraba libre como ser político, como miembro de la comunidad política, como coparticipe en los asuntos generales; el hombre moderno se siente libre como ser apolítico, como animal social replegado sobre sí mismo, como quien se retrotrae a sus propios asuntos. Que aquello que en la antigüedad clásica se menospreciaba como idiotismo, en la modernidad burguesa se celebra y consagra como “derechos del hombre”. Que si, por fin, la política era el concepto social supremo de las polis clásicas, la policía (no la política) será el concepto social supremo de la sociedad civil moderna. Con el resto no me meto, corre por vuestra cuenta.

4] Por todo lo demás que decís, ese diagnosticar la modernidad capitalista/burguesa como la exaltación del aislarse, el egoísmo, el desotrar, etc, es un reduccionismo grosero que habla mucho más, como mínimo, de lo distorsivo del prisma ideológico socialista/comunista hipermoralista desde el que se pretende entender/explicar la realidad (el devenir histórico, el mundo, etc.), más que de la realidad y diversidad de experiencias que se pueden observar en

esa "modernidad capitalista". Primero, todos esos rasgos egoístas que atribuís al "liberal" son preexistentes, digamos "defectos" propios del ser humano (y si, también vicios recurrentemente

observados

en

iliberales

socialistas).

Segundo,

los

llamados

socialistas/comunistas suelen ignorar, ocultar o desconocer adrede, que esa modernidad burguesa es en gran parte un producto de ciertas ideas y filosofías subyacentes que justamente abrieron las puertas a esa búsqueda de "la emancipación del individuo", pero que en concreto se desenvolvió/desenvuelve de manera "imperfecta" debido a la coexistencia con muchísimas otras concepciones del mundo, alguna complementarias, otras no tanto pero no por eso menos válidas o que al menos algún rol juegan, muchos otros factores, y obvio muchas resistencias: viejas estructuras feudales, clericales, por citar dos ejemplos. Y si, también los capitalistas pueden atentar contra el propio capitalismo. Y acá entra la cuestión de cómo distorsionan aquello de la "libertad negativa", y cómo se creen seriamente que a fin de cuentas no hay cooperación en una sociedad capitalista, que no existe noción alguna de comunidad, donde el individualismo es ser egoísta, cuando la realidad (los hechos) desmiente semejante pesimista diagnóstico. Tercero, no entendieron que en términos ideales, el capitalismo contempla dentro de las posibilidades el emerger de esos diversos "modelos socialistas" de los que hablas! Esas búsquedas emancipatorias fueron, en cierto modo y en parte, diversificaciones inspiradas por la potencia de la revolución burguesa. Así, como bien decís, surgen en el propio seno de capitalismo.

Tu posteo cuatro me resulta el más pobre, reiteras las objeciones que venías realizando y que ya te he hecho ver que nada tienen que ver conmigo. Ya te desmonté la naturalización del egoísmo, al que pareces considerar más como una actitud personal que como una disposición sociológica, de ahí, obvio, no te queda más que caer en el moralismo. De hecho, yo no he hablado nunca en términos morales respecto del egoísmo, y si al mismo tiempo que he hablado de la sociedad capitalista como una formación social que tiende a establecerse sobre tales disposiciones “morales”, no he dejado de señalar los progresos que tales disposiciones han significado, más allá de que lo haya realizado de un modo terriblemente unilateral y por demás contradictorio. Todo lo demás, respecto de que no existe una sociedad capitalista pura, podría estar de acuerdo, sólo agregaría que eso también ha sido valido para los socialismos, y que, en todo caso, el capital, como modo de producción dominante, tiende a subalternizar y colonizar los otros modos de producción que surgen o permanecen a la par suyo, como anexos contradictorios del mismo. Por fin, cabe destacar que tampoco hable nunca de “desotrar”, podría haberlo hecho, pero no, lo que señale, sin más, fue la aleterización absoluto del otro, devenido en ajeno, etc.

5] Esa necesidad "comunal" del Individuo, siendo el ser humano un ser hipersocial (gracias a la conciencia humana q lo hace reconocerse tanto a sí mismo como individuo, como reconocer a los demás como semejantes), se expresa no solo bajo formas cooperativas, mutualistas, sindicales, comunitarias, etc, vale aclarar. Explicitás la particular naturaleza de esos modelos: "un mutualismo impuesto como una necesidad por las condiciones económico-políticas de la lucha de clases". Acá está parte del problema, el diagnóstico del cual parte, el marco teórico/ideológico. Seguir hablando en esos términos, cuando el sistema capitalista se viene caracterizando por un dinamismo tal que permite la movilidad social, es bastante obsoleto a mí entender. No descarto completamente el hablar de "clases sociales", pero hasta ahí. Lo problemático se halla principalmente en ese desbocado afán de alcanzar no solo libertad sino los resultados mismos (libertad positiva). No distinguen la diferencia sustancial que hay entre los que consiguieron esos resultados gracias a la libertad de emprender, y ciertos capitalistas iliberales q los obtuvieron en colusión con otros capitalistas o burócratas estatales, por definición también antiliberales. Y así sin más justifican arrasan con las bases de lo que los trajo hasta aquí, la libertad individual misma. Ya no reconocen individualidades actuando de maneras diversas, y en un obvio desotrar, con esas concepciones clasistas e identitarias de las que hacen gala borran todo rasgo individual. El idealismo y utopismo, explícito en tu exaltación de los comunistas, es proporcional a la ignorancia, no sólo en materia económica, sino también a los errores de diagnóstico a la hora de identificar a los liberticidas, o a las ideas subyacentes. Así encarnan bien contra lo que luchan: se cargan la libertad negativa, oh casualidad convenientemente distorsionada, dejando abierta la puerta para legitimar totalitarismos. Diferente es sacrificar algo de esa libertad negativa, en favor de las libertades positivas. Se puede matizar. Más, menos Estado, todo es discutible, se ve según el caso. Hace falta que lo reitere? A lo largo de toda tu exposición no te cansaste de bastardear el concepto de libertad negativa, exaltando el de libertad positiva, cuando sin la primera, podés ir olvidándote de la segunda.

El posteo quinto es, también, más de lo mismo, no voy a reincidir en la crítica a las naturalizaciones metafísicas. Aburren. Sólo me limitaré a remarcar la postura de psicofante de las patronales que adopta tu razonamiento, más propio de una capanga que de un libre pensador. El tipo puede aceptar la idea de una sociedad dividida en “clases sociales”, con todas las desigualdades que, va de suyo, tal división suponen e implican. Ah pero que las clases subalternas se pongan en pie de lucha e intenten dar al traste con esta “obsoleta” división, eso, a nuestro cultor de moralidades clasistas, le pone los pelos de punta.

Luego, nuestro meritocrático amigo, nos dice que al criticar la libertad negativa dejamos abierta la puerta “para legitimar totalitarismos”, sin siquiera advertir, que, actualmente, el único riesgo de totalitarismo, es el totalitarismo de mercado, ese que pregona la venalidad absoluta y la plena mercantilización de las relaciones sociales. Ese “dinámico” “emprendimiento” social a través del cual, incluso la dignidad personal deviene un mero valor de cambio, y que se suele conocer como sociedades de (libre) mercado. Una vez más, vemos como nuestros amigos liberales se muerden la cola y nos ofrecen las mejores razones para la crítica del capitalismo.

6] En los últimos párrafos de tus primeras intervenciones te metiste de lleno a tirar más o menos las mismas teorías y promesas socialistas/comunistas de siempre. La gracia de toda esa última parte, es que digas que "lxs comunistas no pregonen ninguna moral significa, sencillamente, que el comunismo es un movimiento que procura la emancipación del individuo". Jajjaja, casi, casi podría describir muy bien al liberalismo. Es zarpadamente increíble. Y encima: "en la conciencia de lxs moralistas, por tanto, todas las colisiones y los conflictos políticos se reducen a la oposición entre la “buena” y la “mala” voluntad". Moralismo que evidenciás desde el principio con la descripción del liberalismo: todas cosas malas e indeseables como la indiferencia, el egoísmo... el utilitarismo!! (que en sí es una teoría ética). Todas las cosas buenas nobles, elevadas y superadoras para el socialismo. Por otro parte, habiendo sido yo mismo un idealista de izquierda, me asqueé de encontrarme a individuos que se definen como comunistas/socialistas, que la flashean de bien intencionados, en favor de la "justicia social" e igualdad, peeero que por algún extraño motivo, tarde o temprano muestran la hilacha y desotran de diversas formas y con diferentes grados de perversidad y violencia. También se revelan como "utilitaristas" (entendido aquí como ese rasgo negativo que atribuiste al liberalismo), etiqueta q por cierto le queda muy bien a este Sartelli que descaradamente justifica el genocidio.

Bueno, el posteo seis, una vez más, es fofo y soso hasta el tedio. Lo de cómo es que el movimiento comunista se pretende un movimiento de emancipación social a través del cual se generan las condiciones para la emancipación individual, ya se ha dicho. Sólo cabe agregar que sólo a un ignorante lo puede generar sorpresa y tener como un increíble descubrimiento, la continuidad relativa que hay entre socialismo y liberalismo (los fascistas, lo saben reconocer bastante bien). Lo demás, otra vez, corre por su cuenta, si a usted le place enjuiciar moralmente lo que no intenta más que ser una sucinta caracterización sociológica (con todos los defectos que un esquematismo tal pudiera tener), allá usted, “bueno”, “malo”, no es mi

problema, es, en todo caso, una confusión atendible dado que es como se planteó el debate sobre el que se montó nuestro intercambio. Y luego viene la confesión de parte, claro, si usted era un “idealista de izquierda” que luchaba por “la justicia social”, era, efectivamente, un buen idealista, pero un pésimo izquierdista. Cualquier “zurdo” más o menos bien (in)formado sabría que, por ejemplo, no se puede condenar al capitalismo como un sistema injusto, en sus términos, como tampoco al feudalismo o al esclavismo, que cada modo de producción imperante produce, con ello, su propio régimen de justicia social, y que si usted es un esclavo, es completamente justo que lo traten como tal, lo mismo si es un asalariado moderno. Un esclavo no tiene que exigir que lo traten con justicia, sino que tiene que abolir la esclavitud, lo mismo un asalariado. El oprobio y la miseria social no nacen de “la injusticia”, sino de las relaciones de producción de las que aquella emana y a las cuales corresponde. Lo de Sartelli no me haré cargo, pero lo que sí, no lo escuché legitimar ningún genocidio. Y la sigo luego porque, básicamente, me aburrí y estoy cansado.

7] "Arrogarse el buen funcionamiento de tales formaciones como mérito del capitalismo.." No comprendiste el capitalismo ni el pensamiento liberal. Obviamente que esas "formas socialistas" no se pueden atribuir al capitalismo. Así tampoco se puede atribuir al comunismo/socialismo la tendencia preexistente del ser humano a sociabilizar y colectivizarse. No se les puede atribuir un valor negativo o positivo a esas tendencias, al menos en principio, cuando son innegablemente propias de la naturaleza humana. Pero lo que SI se puede atribuir al capitalismo (o mejor dicho al liberalismo) es que implementado fue y es mucho más efectivo a la hora de permitirle a los individuos emanciparse y desarrollarse, más que otros paradigmas como el comunista/socialista, muy lindos en teoría, pero que en la práctica.. bue. En cuanto a lo fallido de experimentos capitalistas y socialistas, contrastados, el socialismo acumuló muchísimos y resonantes fracasos. En cuanto a lo exitosos de uno y otro modelo, el capitalismo lleva las de ganar, por lejos. Guste o no. Que los pasionales socialistas exageren los fracasos capitalistas y minimicen los socialistas, no cambia lo que fue y es en realidad, y por otro lado es síntoma de que no comprenden qué es el capitalismo ni las implicancias de las ideas socialistas en cuestión, y encarnan muy bien lo que sucede cuando la pasión exacerbada nubla la razón.

El punto siete comienza de la manera más pueril: “No comprendiste el capitalismo ni el pensamiento liberal. Obviamente que esas "formas socialistas" no se pueden atribuir al capitalismo. Así tampoco se puede atribuir al comunismo/socialismo la tendencia preexistente

del ser humano a sociabilizar y colectivizarse. No se les puede atribuir un valor negativo o positivo a esas tendencias, al menos en principio, cuando son innegablemente propias de la naturaleza humana”. ¿?, este párrafo resulta, de una parte, un compendio petulante de lugares comunes, y, de otra, una completa estupidez. Esta tendencia a naturalizar metafísicamente los comportamientos sociales llevada al colmo de la sandez. Así, esto deriva o en que el socialismo es lo mismo que un hormiguero (cuento naif que Disney, si no mal recuerdo, ha llevado al cine), o, peor, que la idea moderna de los contratos sociales ya estaban, in nuce, en la vida gregaria de las hordas promiscuas de la protohistoria (con la carta de los derechos del hombre y el ciudadano incluidas). Antes y después, el tipo que nos señala no haber comprendido ni el capitalismo ni el liberalismo, nos señala, que si bien no se le puede adjudicar al capitalismo el feliz desarrollo de “las formas socialistas”, que serían inherentes a la condición humana, nos aclara, que, no obstante, lo que sí se le puede conceder al capitalismo liberal el haber propiciado el mejor espacio social para el desarrollo y emancipación de tales tendencias que, de golpe y porrazo, ha trocado en “individuales”. Resulta en verdad gracioso el modo de construir estos razonamientos, donde de un párrafo a otro, las “formas socialistas” se metamorfosean en “los individuos”. Un mamarracho lógico y retórico. Todo para rematar que los “paradigmas como el comunista/socialista” resultan “muy lindos en teoría, pero que en la práctica”. Esto luego de haber reconocido cierta eficacia práctica “natural” de las “formas socialistas”, y sin decirnos en qué consistirían los supuestos paradigmas que impugna. De ahí, nuevamente recurre a las modelizaciones abstractas para decir que los fracasos socialistas son tan notables como los éxitos del capitalismo. Ante semejante afirmación a uno no le queda más que preguntarse, ¿estará hablando de los desarrollos capitalistas de África? ¿de Asia? ¿De América Latina? ¿Estará refiriéndose al “despegue” de la Europa oriental luego del desplome del bloque soviético? ¿Haiti? ¿Las crisis del 30, del 70 y la del 2008, serán meras exageraciones? Pero sigamos ¿exitosos respecto de qué? Evidentemente, nadie pondría en duda que la Alemania nazi fue un “experimento capitalista” (no liberal, incluso anti-liberal) bastante exitoso en su momento. Tan exitoso resultó que no se desplomó, no fracaso, sino que fue aplastado, derrotado militarmente. Algo parecido podría decirse de los otros experimentos del capitalismo fascista. ¿Eso los vuelve regímenes deseables? Continuando, durante unos treinta años más o menos, el régimen bolchevique resultó bastante exitoso en términos de desarrollo industrial y tecnológico, ¿resultaba deseable aun entonces? Viniendo al presente, el capitalismo de Estado Chino (una mixtura que mezcla lo peor del socialismo bolchevique y el capitalismo neoliberal) resulta, hoy por hoy, bastante exitoso, en diversos ítems, ¿lo torna en

un régimen deseable? La Chile de Pinochet (la de Hayek, Fridmann y Kaiser; la de los Chicago boys), la Argentina de Menem en su momento, la Sudáfrica del apartheid o el Israel sionista actual; los EEUU y su ordenamiento social esclavista primero y supremacista después, etc. Y así podría continuarse hasta el cansancio. Aquí el perro liberal vuelve a morderse la cola y termina pecando, como no podía ser de otra manera, de la valuación utilitarista que más arriba le endosaba el señor Sartelli. 8] "Miseria tras miseria. Masacre tras masacre", eso es una constante de la historia, de la historia en general, de la historia del capitalismo y, claro, también de la historia de los experimentos socialistas." Me encanta como intentas salvar el socialismo. Relativizando y torciéndolo todo según convenga. Te recuerdo, por si no quedó claro, que a diferencia de los regímenes capitalistas, los socialistas fracasaron no un poquito, sino mucho. No te parece que debe haber algo que está muuy mal con las ideas subyacentes y la concepción del poder que tienen? En el mejor de los casos, no fueron sustentables a largo plazo (excepto las "formas socialistas" circunscriptas en marcos capitalistas/liberales q les permiten existir, excepto formas de organización social "pre-capitalistas") y en el peor de los casos, terribles genocidios, liberticidio, esclavitud. Me parece muy bien que se busquen alternativas, que se reflexione sobre el liberalismo/capitalismo y los límites/defectos que tiene (claramente no tiene todas las respuestas, y quien lo cree, no entendió de que se trataba), construir modelos superadores, tooodo lo que se quiera... pero seguir insistiendo con las mismas ideas estancas (marxistas/socialistas/comunistas) y más o menos los mismos diagnósticos de ¡siempre!, denota necedad, ignorancia, arrogancia y, para variar, una falta de honestidad intelectual impresionante.

El punto ocho, por fin, (menos mal porque el nivel de la argumentación ya entró en un degradé irremontable), continua en la misma tónica pueril. Según nuestro interlocutor los regímenes capitalistas que fracasaron, fracasaron “un poquito”, mientras que los socialismos todos, fracasaron “mucho”. ¿Por qué? Los primeros porque tenían que lidiar con los inevitables defectos de un funcionamiento “imperfecto” que, al parecer, se debería a su coexistencia con otras “concepciones del mundo” no liberales (y al mal comportamiento de algunos malos capitalistas, malos, muy muy malos), que le ponen palos en la rueda, mientras que los estrepitosos fracasos del socialismo se deberían a sus “propias ideas subyacentes y la concepción del poder que tienen”. ¿Y este tipo nos acusa de tergiversar, caricaturizar, ser deshonestos intelectualmente, estar demasiado sesgados, etc., etc.? Se nos enseña que los intentos socialistas no resultaron –habla en pasado- sustentables a lo largo del tiempo, ¿de cuánto tiempo? ¿nada tiene que ver el que todos estos experimentos se desarrollaron el

marco de una hegemonía global capitalista, con todo lo que ello implica en términos económicos, políticos y culturales; además de verse sometidos a una hostilidad sistemática en el marco de la guerra fría? ¿Nada tiene que ver el punto de partida socio-histórico concreto de tales experimentos? Por lo demás, y en lo que a mí concierne, una vez más reitero que ya Marx y Engels fueron muy críticos de lo que ellos ya atisbaban como “socialismos de Estado”, así como también, de las tendencias jacobinistas (con toda su doctrina ético-política del poder y la política) que subsistían y se actualizaban en el seno del movimiento socialista (tendencias que irían desde Blanqui hasta Lenin, y que irradian a toda la ideología bolchevique). Luego, se nos señala que es el capitalismo-liberal el que permite la existencia de formas socialistas relativamente “exitosas” (antes había negado eso). A esto cabe responder en un doble sentido, (A) que la diferencia entre el socialismo y el capitalismo, es, precisamente, que el socialismo se presenta como una articulación económico-política de tales formas, para una suplantación a gran escala del modo de producción específicamente capitalista, sostenido en la explotación sistemática del trabajo asalariado, al tiempo que (B), el capitalismo “circunscribe” la existencia de tales formas como anexos coloniales del capitalismo como modo de producción dominante. Y lo hace por diversa cantidad de motivos económicopolíticos que no tengo tiempo de desarrollar aquí. Pero, por otra parte, es una muestra cabal de ignorancia histórica decir que tales “formas” deben su existencia actual al favor de las formas liberales del capitalismo. Nada más falso, el apoyo político-cultural de tales formas socio-económicas ha de encontrarse en los partidos y regímenes social-demócratas (los liberales, en principio, ni siquiera eran demócratas strictu sensu). Luego viene la misma cantinela del “liberticidio”, “genocidio”, “esclavitud”. Veamos, hasta la consolidación de los respectivos aparatos de Estado, las revoluciones socialistas – sobre todo la soviética- fueron extraordinariamente libertarias, sólo un orate como usted podría ignorar ello. Genocidio, crimen que excede largamente a los experimentos socialistas, y que tiene que ver, sobre todo, con el sistema internacional de Estados-nacionales se puede hablar de genocidio en EEUU (a nivel interno como externo) como en la Camboya del kemel rojo; desde la Argentina de la generación del ochenta hasta la URSS stalineana; desde el actual Estado de Israel, hasta la China Maoista. Refugiarse en la densidad poblacional es ni más ni menos que lo que usted llama deshonestidad intelectual. Si un régimen eliminase 900.000.000 miembros de un pueblo-nación cuya densidad poblacional alcanza los 1000.000.000, comete una monstruosidad colosal, pero si un régimen x eliminase 1000 miembros de un pueblo cuya densidad poblacional alcanzase los 1000, la monstruosidad se torna en un daño absoluto, irreparable. No es la densidad poblacional lo que define un genocidio, sino el plan sistemático de un exterminio total del grupo dado. ¿Esclavitud? Jeje, es muy gracioso ver a los liberales

adjudicar tal modo de explotación a los socialismos de Estado (con todo lo oprobioso que sin dudas fueron), al tiempo que escamotean cómo la esclavitud moderna se desarrolló de la mando de la conformación y primera expansión del capitalismo global, que fue una de las palancas de acumulación capitalista y que, actualmente, tiende a retornan aleatoriamente en diversas partes de un plantea que al fin hubo de liberarse de las tiranías socialistas, etc. Mal que nos pese, usted sigue siendo un zopenco idealista, antes se las daba de “izquierdista”, ahora se jacta de “liberal”. Antes como ayer, presa de un utopismo incorregible que “denota necedad, ignorancia, arrogancia y, para variar, una falta de honestidad intelectual impresionante”. Su apología del capitalismo-liberalismo ideal, va de la mano de su completa incomprensión de la dinámica efectiva del capitalismo realmente existente. Una pena, esperaba algo más de usted, pero no le dio el cuero. Que se le va a hacer. Hasta nunca y que pase el que sigue.

1e] Mira... soy economista y he pasado gran parte de mi vida analizando datos de la historia económica mundial, datos tengo cientos, miles, que avalan mi postura... Podría estar enumerándote toda la tarde los resultados desastrosos que ha tenido el comunismo en todos y cada uno de los indicadores que tomes, y cuáles son los números del capitalismo, que desde luego no es Perfecto, pero es infinitamente mejor que la falacia socialista Pero de que serviría? ... si ustedes viven de espalda a los datos, y niegan cualquier tipo de evidencia que contradiga a su propio credo. El marxismo no es científico, funciona como un credo religioso. No tiene teorías ni hipótesis, tiene axiomas. Por eso no les interesa la realidad, les interesa seguir manteniendo vivo el mito de la utopía que les dio origen... La teoría del valor, que es la base de la tesis de la explotación y de la plusvalía, fue desmentida hace 150 años por si no te enteraste... y ni siquiera el propio Marx pudo contrarrestar las críticas que le hicieron antes de morir. El corazón de la ideología se construye sobre un argumento falso, que parte del profundo desconocimiento que Marx tenía sobre cómo funciona la economía... de hecho no era economista. Si los cimientos están mal, todo lo construido a partir de ahí es endeble. Suerte. Sigan acumulando éxitos teóricos alrededor del mundo... cuando lo hagan funcionar en algún país del mundo real me avisan...

Ah bueno, sos un pelotudito importante entonces. Hermano, qué culpa tengo yo de que seas economista, búscate un laburo honesto. Mira vos, soy historiador y antropólogo y he pasado gran parte de mi vida contextualizando datos económicos, especificando las condiciones socio-

históricas en que se encuadran, a nivel glocal. Datos tengo cientos, miles, que avalarían mi postura… Podría estar enumerándote toda la noche los resultados desastrosos que ha tenido el capitalismo en todos y cada uno de los indicadores que tomes, y cuáles son los datos del socialismo, del socialismo y el capitalismo realmente existentes, desde luego, con las infinitas premisas socio-históricas que hacen a sus condiciones de desarrollo. Pero de qué serviría?... si ustedes son unos fetichistas de los datos en abstracto, de los números sueltos y se niegan a una contextualización socio-histórica de los mismos. El liberalismo no es científico, funciona como un credo religioso. No tiene teorías ni hipótesis, tiene axiomas. Por eso no les interesa su realidad, sino seguir manteniendo vivo el mito de la utopía que les dio origen… “La teoría del valor, que es la base de la tesis de la explotación y de la plusvalía, fue desmentida hace 150 años por si no te enteraste... y ni siquiera el propio Marx pudo contrarrestar las críticas que le hicieron antes de morir. El corazón de la ideología se construye sobre un argumento falso, que parte del profundo desconocimiento que Marx tenía sobre cómo funciona la economía... de hecho no era economista. Si los cimientos están mal, todo lo construido a partir de ahí es endeble”. Bueno, con esta cita se demuestra tu calidad de economista; lean bien por favor, “la teoría del valor, que es la base de la tesis de la explotación y de la plusvalía, fue desmentida hace 150 años”, nuestro economista no dice qué teoría del valor, sino que “la teoría del valor” fue desmentida. Hay que ser bruto diplomado. Si lo que usted quiere significar es que a “la teoría del valor-trabajo” (que no es marxista, sino liberal) se le opuso la teoría del valor subjetivo, la teoría de la utilidad marginal, bue, aun así su afirmación demuestra que no entiende un pomo de economía, pues tal teoría se encuentra ya en Say, y se puede encontrar ilustres antecesores al mismo. Claro que al escamotear tales antecedentes se puede “demostrar” que existió una supuesta “revolución marginalista”, cuando lo que en verdad ha sucedido, es un retroceso hacia la economía vulgar. “Si los cimientos están mal, todo lo construido a partir de ahí es endeble”. Por lo demás “el socialismo” (como si fuera algo dado de una única forma) ha funcionado, mal que mal, alrededor del mudo, mas cualquier socialista medio pelo sabe que para un desarrollo “exitoso” del mismo, no alcanza con el desarrollo del socialismo en un solo país, ni en un puñado de países, sino que el socialismo tiene que suceder al capitalismo como modo de producción dominante a nivel global. En fin, dedícate a los números que a lo sumo serás un buen contador, pero has demostrado ni siquiera ser buen economista.

2] Bueno... en primer lugar, el insulto y la descalificación es el recurso que usan los que saben que no tienen razón, y no les da la cabeza para rebatir con argumentos. Así que lamento

haberte puesto tan nervioso... No era mi intención hacerte quedar en evidencia, sino simplemente intercambiar opiniones... En segundo lugar, estoy hablando con un marxista, con lo cual no creí necesario mencionar que la teoría del valor a la que me estaba refiriendo es, desde luego, la teoría del valor trabajo, pensé que se caía de maduro, ya que es la única que manejan ustedes... Pero claro, me olvide que estaba hablando con un zurdo... Se nota que sos tan cortito de mente como ellos, así que de ahora en más te voy a especificar cada término, así te resulta más fácil procesarlo. Dale? Se qué manejar abstracciones, números y conceptos complejos, para un historiador no debe ser nada fácil... perdón por sobre estimar tu limitado intelecto, mala mía. En tercer lugar, cortas y pegas lo mismo que escribí yo, invirtiendo la argumentación a pesar de que en esa inversa quede ridícula por su falta de sustento, y después resulta que el “pelotudo” soy yo... pero bue. En cuarto lugar, bueno dale... enumérame los resultados desastrosos del capitalismo... te escucho. Quiero ver cuantos y cuales tenes. Ah... y agarra la guitarra para adornarlos un poco si queres... o bueno, dicho en tus términos “contextualizalos socio-históricamente”, no tengo problema. En quinto lugar, si por supuesto qué la teoría del valor trabajo tiene un origen liberal. Los economistas anglosajones protestantes postularon el valor como algo objetivamente incluido en las cosas y que viene determinado por el trabajo presente en ellas. Este es el error de la escuela clásica inglesa encabezada por Adam Smith y David Ricardo. Luego la teoría del valor trabajo la desarrollan más autores como Proudhon, Sismondi, Lasalle, etc. Y es recién a partir de esto que el Alemán Rodbertus crea la teoría de la explotación, la cual Marx solamente extiende y perfecciona... Los leí a todos ellos genio, así que vos “historiador” me vas a venir a explicar el origen de la teoría del valor trabajo?... me haces reír... Pero que tiene que ver esto con lo que yo te dije? Lo que yo te dije es que esa teoría fue rebatida en todas y cada una de sus hipótesis... entendiste? Te da la cabeza para interpretar una afirmación? O solamente repetís como loro respuestas armadas en los panfletos políticos que soles leer, historiador? Bueno, si te da la cabeza para entender cuáles fueron las críticas que se le hicieron y por qué es falsa, vas a entender también, que si la base de una argumentación es errónea, todas sus tesis derivadas y sus hipótesis ad hoc son también erróneas, genio .. En sexto lugar, hablas de Say, de marginalismo, de modo de producción, y vos que venís de las ciencias sociales lo último de economía que estudiaste habrá sido la tabla del 3... así que por favor, si no entendes nada de números, como quedó demostrado, dedícate a aprenderte fechas y batallas... que servís solo para eso. La economía es una disciplina donde se

acude al álgebra, al análisis matemático, a algoritmos y cuestiones que a un historiador le quedan bastante grandes. Así que trata de no opinar de lo que no sabes. Y por último, me causa mucha gracia que afirmas que “mal que mal” el socialismo ha funcionado (si, bastante “mal” de hecho)... jaja... me gustaría saber dónde, y que ha logrado para el bienestar de las personas, aunque inmediatamente después, como todo zurdo, te apuras en decir que para que sea exitoso no sirve que sea en un solo país y bla, bla, bla... puro relato. No te culpo, les pasa a todos los zurdos... la culpa no es de la teoría, sino de la praxis, la culpa no es de la ideología, sino del intérprete, etc., etc... todo se remite a un defecto de implementación, nunca la causa es que su teoría es una porquería... parecen curas defendiendo el mito de la creación...

Jajaja, salto la burra. En principio, el insulto y la descalificación es una estrategia retórica lícita en un debate, sobre todo si se trata de bajarle los humos a pedantes fanfarrones como voz. ¿Mi táctica? A Pedante, pedante y medio. Por lo demás, la victimización es el recurso que usan los que saben que no tienen razón, y no les da la cabeza para rebatir con argumentos. Así que lamento haberte puesto tan nervioso... Pero bueno, era mi intención hacerte quedar en evidencia, antes de simplemente intercambiar opiniones... En segundo lugar, ¿por qué tan seguro de que estás hablando con un marxista? ¿Por qué usé citas de Marx, precisamente para criticar a “los marxistas”? Vamos hombre, no sea tan pueril, tanto pavoneo intelectivo para terminar con razonamientos y deducciones tan pueriles. Luego, una vez más, haces gala de tu ignorancia, lean bien por favor, ahora resulta que “la teoría del valor-trabajo es la única que manejan ustedes”, ¿ustedes quiénes? Ustedes “los zurdos”. Por favor hermano, en serio te pido, deja de hacer papelones, volvé a estudiar, hacete un cursito pedorro de corrientes o tendencias económicas del socialismo y luego vení a discutirme algo. Y cuando uno supone que no se puede ir más allá en el nivel de la estulticia, nuestro “intercambiador de opiniones” remata con un “sé qué manejar abstracciones, números y conceptos complejos, para un historiador no debe ser nada fácil”. Uno no puede salir del asombro cuando advierte que, para un disque economista, las “abstracciones” y “números” se transforman equivalencialmente en “conceptos complejos”. Que cachivache. En tercer término, nuestro amigo de “las abstracciones”, “los números” y demás “conceptos complejos”, advierte, muy a su pesar, como la estrategia de usar su forma discursiva en contra de sus afirmaciones, demuestra la insustancialidad de las mismas, dado que se pueden usar para un lado y para otro, apenas cambiando alguna palabrilla, se da cuenta

que ha quedado en ridículo, advierte su pelotudez, e intenta zafar de la trampa de la forma más patética y predecible, proyectando. “Pero bue”. En la cuarta instancia, el disque economista éste, cuya única argumentación consiste en afirmar mucho y demostrar nada (y éste tipo tiene el descaro de hablar de razonamientos científicos) y nos desafía a tirar datos sobre la mesa (él, que no ha tirado ninguno). Pero luego, advierte, mal que mal, que no se trata de aportar datos, sino de encuadrarlos sociohistóricamente, de contextualizarlos. Pero eso él se le hace difícil y se ataja de antemano, mas, en el fondo, y a regañadientes, nos ha dado la razón, sabe que donde se argumenta en base a datos sueltos o de series abstractas, lo que hay, precisamente, es abstracción y no análisis. En el quinto punto, nuestro disque economista, intenta hacernos una reseña sumaria de la teoría del valor-trabajo y, como era de esperar, vuelve a fallar y tergiversa las cosas. Al menos podría haber aprovechado la ocasión para hablarnos de lo que significaron los fisiócratas en este asunto, pero no le da ni para eso. Pone a Lassalle antes que a Marx en el tratamiento del tema (si al menos hubieras puesto a Engels), y nada tiene que decirnos acerca de cómo opera en Marx, la teoría de la utilidad subjetiva. Claro, el tema es que el tipo no sabe nada acerca de ello y lo resuelve todo afirmando sus “axiomas” sin la menor necesidad de demostrar nada. “Te da la cabeza para interpretar una afirmación?” A esto se reduce la elevada ciencia del economista vulgar. A él le alcanza con afirmar y todos debemos aceptar a pie juntillas la verdad contenida en sus afirmaciones, que los debates entre los defensores de la teoría objetiva del valortrabajo y quienes adhieren a la teoría subjetiva de la utilidad (marginal) continúen hasta nuestra actualidad, y que incluso hayan comenzado antes de la supuesta “revolución marginalista”, al tipo le tiene sin cuidado. A él le enseñaron que ya está, y el repite como loro esa “afirmación”, pues ni siquiera es una “afirmación” suya. Oh la ciencia!!! Luego, nos quiere dar una clase de economía, y poco más la transforma en una ciencia exacta. Claro, los de “ciencias sociales” nada tenemos que ver con ello (y eso que el muy zopenco había comenzado con una digresión de la vulgata sociolgicista –liberal- acerca de la oposición entre “individuo” y “sociedad”. Adviértase pues, como nuestro disque economista todoterreno no hace pie en ningún lado). Hete ahí la matriz epistémica del fetichismo tecnocrático y la superchería de “los datos”, donde, una vez más, hay abstracción, mas no análisis, cuestión que queda “bastante grande”, no digamos que a quienes estudian economía en general (como una ciencia social), sino a nuestro contador engrupido por su propia estulticia algebraica, que se cree economista y no es más que un fanfarrón autodiplomado. Nuestro amigo de “los números”, “las abstracciones” y demás “conceptos complejos”, cree, de una parte, que la ciencia de la historia se ocupa de “fechas” y “batallas”, con lo que se advierte

que no tiene ni idea, ni de historia, ni de economía. De historia, sabe lo que sabe un estudiante de primer grado de la primaria, y de economía nada entiende si, con todo, supone que “fechas” y “batallas”, nada tienen que ver con la economía. Por fin, como no podía de ser de otro modo, él disque economista éste hace gala de su total ignorancia de las dinámicas socio-históricas, e intenta hacernos creer (A) que algo así como “el socialismo” es una “teoría” que hay que “aplicar” a “la realidad”, y (B) que los procesos de génesis, desarrollo y caducidad de las diferentes formaciones sociales son el resultado de algo así como ingenierías sociales preestablecidas a las que a realidad se vería sujetada con mayor o menor éxito. Cualquier científico social medio pelo advertirá de antemano la ignorancia y la estupidez suprema subyacentes en este tipo de razonamientos, propio de quienes, para decir que hacen “ciencia”, se esfuerzan en sustraerla de su condición de ciencia social, es decir, los disque economistas. Pero, ¿Qué es la economía? El ámbito y la ciencia de la producción y distribución de la riqueza social. Como cualquier otra área epistémica [apreciándole desde un ángulo parcial], dispone (de) un cierto campo [siempre contextualizado] de positividades –un ordenamiento empírico de las cosas-, atravesado por tensiones y contradicciones que dan pie a diversas tendencias partidarias que lo dinamizan, lo estructuran y lo dislocan (política). Tales tendencias se ideologizan, es decir, se alejan del campo epistémico de producción de conocimientos efectivos, para devenir en narrativas más o menos dogmatizadas que no hacen otra cosa más que sintetizar doctrinariamente los diversos prejuicios populares – de izquierda o derecha, lo mismo da; tales tendencias se transforman en meras ideologías, decíamos, cuando se abstraen del campo de positividades concreto (relativo, contradictorio, mutante) del que hacíamos mención más arriba, o cuando tienden a tergiversarlo sistemáticamente. Y qué nos ofrecen, en este sentido, y sólo por poner un ejemplo en boga que sirva de ilustración, que nos ofrecen, decíamos, desde el punto de vista liberal en general (neo, ultra o liberal a secas). Un discurso “tecnocrático” saturado y suturado por una pléyade de mitomanías matemáticas, o de un misticismo afirmado estadísticamente. Esta gente no nos ofrece tanto un análisis de economía-política (como ámbito/campo de tensiones sociales histórico-naturalmente determinadas), sino, a lo sumo, una narrativa circunscripta a la “aritmética-política” (estadísticas que refieren a una suerte de campo/ámbito dotado de una existencia aparte e independiente del quehacer social, y que, en todo caso, se encuentra deletéreamente intervenido por la acción y voluntad política de los malos gobiernos). Y a decir verdad, este punto de vista no debería de sorprendernos, pues esta gente pone a la “crematística” (el arte de hacer dinero) por sobre la economía (la ciencia de la producción y

distribución de la riqueza). De ahí que tanto la lógica como la retórica de tales pelafustanes, tenga tanta resonancia entre “jugadores de la bolsa”, aficionados o profesionales. Pues su discurso no hace más que dar un cuadro de sofisticación técnica a la dimensión especulativa del mundo de los negocios (hoy comandado por el capitalismo financiero), tocando apenas superficialmente todo lo que refiere a las inversiones productivas, o todo aquello que se supone que tiene que ver con “la economía real”. Esta superficialidad (se) explica, asimismo, (por) su vulgar teoría del valor, ligada al movimiento de los precios y desligada de los procesos productivos en cuanto tales. Su idea de gobierno “racional”, consecuentemente, es y será la de un mero “comité que administra los negocios conjuntos” de la clase o los sectores dominantes (lo cual explica que sus disputas “técnicas”, en general, (a)parezcan más como discordias o querellas entre lobistas, que como debates políticos propiamente dichos). Cuando el gobierno abandona o se sale de los estrechos límites de ese marco funcional-estructural, indefectiblemente será declarado como un gobierno “irracional”, dado que, se esgrime, su accionar “distorsionará”, indefectiblemente, la dinámica “natural” de los procesos económicos. Esta creencia en el carácter “natural” de la economía –que redundaría en una fe religiosa en sus supuestas armonizaciones espontáneas-, es lo que habilita, por ejemplo, al zoquete de Mauricio a hablar en términos meteorológicos. Esta naturalización de los procesos económicos, por fin, esta sustracción de la economía de sus determinaciones socio-históricas, es lo que les permite, por otra parte, presentar a su elevadísima “ciencia”, no como una ciencia social, sino como una ciencia exacta que se ocupa de un ámbito “natural” sui géneris. Y así, cuando el campo de la economía se sustrae de la política, o cuando a la ciencia de la economía se le escamotea su carácter de ciencia social, las ciencias económicas se transforman en mera ideología instrumental. Ya que estamos, ¿cómo entender, por ejemplo, la alta rotación y la resonancia que están teniendo ciertos economistas “ultra-liberales” y/o “liberal-libertarios”? Esos que realizan críticas a Macri por derecha (desde Espert hasta Milei), incluso tachando a su gobierno de “intervencionista” y hasta de “socialista” sin más. Bien, por su función histórico-política, la cual consiste en brindar cobertura ideológica al “trust-liberalismo” actual, posicionándose como una corriente crítica del mismo. El carozo del asunto de este verdadero quid pro quo, es desactivar la crítica por izquierda aduciendo que esto no es liberalismo, etc. Claro está que ellos han de creer efectivamente en aquello que pregonan, y que sueñan genuinamente con su sociedad “anarco-liberal”. Mas como el “capitalismo realmente existente” no se ajusta ni se ajustará nunca a su utopía del mercado perfecto, etc., su rol se reduce a oficiar de críticosapologéticos del capitalismo actual (el capitalismo neoliberal).

En cierto modo, son el equivalente de las corrientes de socialismo (utópico) que durante la existencia de la URSS, decían que eso no era un verdadero socialismo, etc. Y tanto en un caso como en el otro, la eficacia ideológica de estos posicionamientos será el desplazar el análisis y la problematización de aquello que realmente es, por el enjuiciamiento de aquello que realmente es, por contraste y en oposición a lo que debería ser, o haber sido (la típica antinomia entre el ser y el deber ser). Y en el debate del video, por fin, ambos bandos tienden en común éste defecto. Ahora sí, terminada la clase, dejo aquí, pues tengo asuntos más urgentes e interesantes que atender, que el de dedicarme a desasnar a nuestro disque economista, el amigo de “los números”, “las abstracciones” y demás “conceptos complejos”. Chau.

3]...Uy hermano... aburrís... ni termine de leer. Seguís sin responder a la crítica principal. Das 20 mil vueltas para no decir nada. Giras en círculos.... Te recibiste de historiador o de charlatán? Si queres datos, pregunta el que quieras, no tengo problema. Y cuando tengas algún razonamiento propio, que no sea repetir todo lo que escribí yo antes (o cortar y pegar textos), me avisas y seguimos. Así es más entretenido. Nunca pensaste en ser pastor? Te iría genial..

La pucha, y yo que creí haber dado con un intelectual de fuste, con alguien que se movía como pez en el agua en una marea de "conceptos complejos", pero no, me equivoqué. Mala mía por sobreestimar tu inteligencia. No volverá a suceder chambón. Fue un gusto.

4] “el repetidor”... debe tener dislexia... anda a estudiar economía y cuando sepas algo después hablamos, sino parece que estoy hablando con un albañil.

Viniendo de alguien que no acierta a distinguir entre cálculo y pensamiento, que cándidamente confunde la razón reflexiva con la razón calculante, supongo que no ha de ser un buen consejo. Pibe, ya está, si no te da el piné ni para la sorna y la chicana, ni siquiera te da para discutir de economía con un albañil.