Lengua y Literatura

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Ana María Sandoval

Lengua y literatura 4 Ana María Sandoval García Maestra de educación primaria urbana Profesora en enseñanza media en Pedagogía y s co og·a. Licenciada en Pedagogía con especialidad en e al ac ó s, a ·�icación educativas. Maestría en Literatura Hispanoamericana.

Editorial Sandoval

Tels. 2434 7134 - 5594 71344 Esta obra es propiedad de su autora. Prohibida su reprodución total o parcial por cualquier medio. El diseño y estructura didáctica de este libro son prop·edad de la autora, queda prohibida su copia o imitación.

Las citas y lecturas incluidas en este libro se amparan e derechos conexos: "Será lícito, sin autorización del remuneración, con obligación de mencionar la fue utilizada, si están indicados: d) Incluir en una obra propia, fragmentos de o '"2S o audiovisual, así como obras de carácter plás ·c pre que se trate de obras ya divulgadas y s · c _s � su análisis, con fines docentes o de investigac --·

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__ - .::: ogas, siem­ - ""cita o para

Ana María Sandoval

iene un propósito muy especial: ayudar eficazmente para que el pro­ ::�=a aprendizaje sea dinámico, ameno y efectivo. e incluimos proponen el desarrollo de valores éticos y morales, además pensamiento crítico y la reflexión. erosas actividades pretendemos que los estudiantes desarrollen habili::: scutir con respeto, expresar sus puntos de vista y resolver los conflictos a • ogo, promoviendo la cultura de paz que tanto necesita nuestro país. -

e y para Guatemala, basado en el conocimiento de nuestra realidad. Es una stante a que todos unamos nuestro esfuerzo para construir un futuro

_ ..a didáctica que proponemos, parte de una lectura motivacional al principio _ � dad, para reforzar la autoestima y la autoconfianza de los estudiantes. -0 e ofrecemos algunas competencias e indicadores de logro referentes a los - s desarrollados en la unidad. Estas competencias son adicionales a las que ,, "" Currículum Nacional Base, que también han sido respetadas en el texto. ofrecemos apoyo adicional a los profesores que utilizan nuestros textos, el solicitar en la página:

�-os promover un diálogo constante con ustedes, por eso los invitamos a visitar compartir sus aportes, de esa manera mejoraremos siempre. :s or elegir este libro, esperamos que cumpla sus expectativas y sea una herra­ --- 'til en la importante función que desempeñan.

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En esta unidad co oceremos las principales obras de la an ig a Grec a y de Roma. Veremos que en muchas de ellas se exalta la figura del héroe como guerrero y se aprecian sus vir­ tudes en combate. La guerra ha sido una actividad que desde la antigüedad ha despertado grandes pasiones y a pesar de los logros de la razón humana y de la civilización, la destrucción de unos pueblos a manos de otros continúa hasta nuestros días, sembrando la muerte, el sufrimiento y la miseria de la humanidad. Cuando vemos por televisión el despliegue bélico y la alta tecnolo­ gía que ha producido armas "inte­ ligentes" (como paradójicamente se les llama a los misiles que siem­ pre dan en el blanco), no pode­ mos sino pensar que entre el caballo de Troya y los modernos tanques de guerra sólo hay un avance tecnológico, pero para la sensatez y la inteligencia implica un enorme retroceso. En el fondo, hoy como ayer, los motivos que determinan la muerte masiva de seres inocentes son los mismos: la ambición, el poder y los intereses económicos. ¿ Qué tiene que ver la literatura clásica con nuestra vida de hoy? i Mucho! Como podrá darse cuenta en esta unidad, el dolor, la lucha cor ra las dificultades, el amor, la alegría y a bertad son, hoy como ayer, el motor que · p sa a los seres huma­ nos.

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Competencia de la unidad

Utiliza el lenguaje como el medio que le permite establecer relaciones en los diferentes ámbi­ tos en los que se desenvuelve.

Indicadores de logro

Identifica el lenguaje como un sistema de comunicación. Establece diferencias y similitudes entre lenguaje, lengua e idioma. Valora la influencia de la cultura griega en las civilizaciones occidentales. Discute y expresa sus opiniones sobre los contenidos de las obras de la literatura clásica. Aplica técnicas para mejorar su proceso de lectura.

Contenidos de la unidad Lingüística

Diferencias entre lenguaje, lengua y habla. El código lingüístico. Literatura

Definición y origen de la literatura Los géneros literarios. La literatura griega: Las obras de Homero. La tragedia y la comedia. Literatura latina: Etapas de la literatura latina. La Eneida. Comunicación

La lectura.

Mis metas Anote aquí los propósitos que desea alcanzar en esta unidad:

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Lingüística

Diferencias entre lengua,

Para comprender mejor es e .... -­ o idioma es un gran a toma de ese almacé orden establec·do.

- s que la lengua 2s Cada persona ,. siguiendo un - ·cen lo siguien-

i Esta co i a est2 - _ iAI a erzo e -"a - Se i Qué insípidos está"' est

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Como vemos, las tres perso as u zaro- ;:>a a:i-as ,. _.=. ron del mismo almacén), pero las empleara e "e�e- e -" �2 Es decir que la lengua o idioma es la misma para todos, pe o caca ra.

st .... a mane-

La lengua o idioma es un sistema de signos cuya finalidad es la comunicación. Es un sistema porque sus elementos están organizados, y siguen un orden definido para lograr su propósito. Los signos que emplea la lengua son las palabras. Las palabras son signos, porque son elementos que tienen significado y los hablantes las com­ prenden. Por ejemplo, sabemos qué quiere decir desabrido o insípido. Hay algunas palabras que tienen más de un significado, como "cielo" cuando decimos "El cielo está nublado". O "Esa niña es un cielo".

Algunas características de la lengua son las siguientes:

Es un producto social, ya que las sociedades la han ido estableciendo a través del tiempo y la transmiten a las generaciones nuevas. Cuando nacimos las palabras ya existían y las aprendimos de nuestros padres, familiares, maestros y amigos.

La lengua es un sistema estable, eso quiere decir que los cambios tardan cierto tiempo en ser aceptados e incorporados. En el caso del español es la Real Academia Española de la Lengua la institución que determina qué vocablos nuevos se aceptan o no, dependiendo de qué tanto los utilicen los hablantes. La lengua es perdurable, ya que permanece durante mucho tiempo, siglos inclusive. Esa permanencia se ve favorecida por la escritura. ___ Características del habla: .,. 1.,_ El habla es individual. Aunque cuando naci­ mos ya existían las palabras, cada uno las emplea o las asocia en forma única. Ni los miembros de una misma familia utilizan exactamente las mismas expresiones siem­ pre. Cada uno se expresa de diferente manera.

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Ana María Sandoval El habla puede cambiar constantemente. Por ejemplo hay expresiones que se ponen de moda entre los jóve­ nes, o vocablos que utilizan cierto tiempo y luego des­ cartan. Inclusive podemos inventar o modificar pala­ bras cuando charlamos con amigos y familiares. Los niños lo hacen a menudo; cuando alguien le dijo a Juanito que era egoísta, replicó "soy egoísta, porque soy hombre". El habla es momentánea, podemos usar una expresión u otra dependiendo del estado de ánimo o de la cir­ cunstancia. Por ejemplo, hablamos tranquilamente cuando le explicamos a un niño que·no debe cruzar la calle sin ver a ambos lados, pero seguramente le grita­ remos "iJuanito, pará!" si vemos que está a punto de hacerlo. Los actos de habla utilizan las palabras que tomamos de la lengua, siguiendo las reglas que ésta establece. Todos los hablantes de un idioma conocen el orden que siguen las palabras, aunque nunca hayan estudiado gramática; a ese conocimien­ to se le llama "competencia lingüística". Por ejemplo, un hispanohablante dirá: i La comida está desabrida! En cambio, si dice: "La desabrida está comida", los demás se sorprenderían mucho, hasta podrían preguntarle "¿Te sientes bien?, ¿necesitas que te llevemos al manicomio?"

Actividad individual Ahora que conoce muy bien la diferencia entre lengua (o idioma) y habla, escriba a continua­ ción las principales características de ambas:

Lengua:

Habla:

Actividad en grupos Observen el habla de varias personas de diferentes edades. Identifiquen algunas expresiones y determinen qué significan. Comparen cómo hablan los niños, los jóvenes y las personas mayores. Compartan los resultados de su observación con sus compañeros de clase y comenten cómo a pesar de utilizar el mismo idioma, todos hablamos diferente.

El lenguaje El lenguaje es más amplio que la lengua y el habla. El lenguaje oral y escrito utiliza las palabras, pero hay otros sistemas que no las necesitan, por ejemplo el lenguaje corporal y la mímica trans­ miten los mensajes a través de gestos o movimientos.

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El lenguaje gestual puede ser complementario del habla, ya que cuando hablamos reforzamos lo que decimos con gestos o movimientos de las manos, pero también puede sustituir a las pala­ bras, como en las actuaciones de los mimos. ¿ Quieren comprobarlo? Busquen en Youtube en la categoría "mimo" y encontrarán vídeos muy divertidos.

Otros sistemas de lenguaje son por ejemplo la clave de Morse, que utiliza sonidos, las letras mudas o el lenguaje de los sordomudos, basados todos en las palabras. Existe también el len­ guaje matemático que emplea números; el musical, que se vale de sonidos, notas, pentagramas, etc; el geométrico, las señales de tránsito, etc.

El lenguaje no es exclusivo de los seres humanos, ya que muchas especies animales tienen sis­ temas de comunicación a través de sonidos o movimientos. Uno de los más complejos es el que utilizan los delfines, de una variedad tan asombrosa que lo han comparado con la comunicación humana.

Actividad en grupos

Analicen un vídeo de un mimo. Determinen cómo a través del lenguaje corporal se pueden transmitir mensajes claros, e inclusive hacernos reír.

Juego de mímica

Un voluntario pasará al frente y utilizando el lenguaje gestual mostrará una película o una serie de televisión. Quien adivine de qué programa se trata, pasará al frente y hará lo mismo.

Literatura Los orígenes de la literatura

La necesidad de contar historias es tan antigua como la humanidad. Si analizamos la vida de los pueblos primitivos, apreciamos el afán de dejar plasmados testimonios de su vida, por ejemplo a través de las pinturas rupestres en el interior de las cavernas. En las civilizaciones antiguas como la egipcia o la maya, se desarrolló una forma de escritura por medio de jeroglíficos, que solamente los sacerdotes y otros personajes importantes conocían.

Antes de que los pueblos adoptaran la escritu­ ra, las historias se transmitían de una genera­ ción a otra por medio de la palabra hablada. A este acervo se le conoce como tradición oral, y está integrada por los mitos, las leyendas y otras historias que constituyen el cimiento de una cultura.

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Cuando las sociedades arcaicas empezaron a establecer sus panteones (conjuntos de dioses) y le asignaron a cada uno ciertos poderes, surgió una figura que será prota­ gónica a lo largo de la historia: el sacerdote. A él se atribuyó el poder de interpretar los deseos o mandatos de los dioses y de condu-

Ana María Sandoval �a agradarlos. El sacerdote era también el encargado de guardar los sitios a ·da espiritual (y en muchos casos también la vida social y política) de los

n oficio sagrado.

en la antigüedad los sacerdotes eran personajes sobresalientes que tenían ""-es cuando las creencias se fueron organizando y sistematizando surgieron las s eran los encargados de transmitir esas enseñanzas, así como de formar a sus _e se crearon sistemas de escritura esos preceptos se conservaron en tablas, perga­ pciones en las paredes de los templos y puede decirse que hasta allí se remontan e a literatura. De hecho, los primeros textos que registra la historia son relatos arraciones sagradas.

de literatura

eratura proviene del latín "littera" que significa "letra". Es u111 arte que se vale de s ara crear sus obras. Por eso las composiciones literarias, como los poemas, cuen­ obras de teatro, etc. son consideradas obras de arte. rque provoca reacciones en la sensibilidad del lector; eso significa que cuando lee­ a experimentamos emociones o sentimientos que el autor ha transmitido, y refle­ .-r.;.r--:;1.c:: sobre lo que plantea. Es decir que entran en juego varias capacidades: emotivas, inte­ .., erpretativas e imaginativas. erario nos vincula a otras personas, tiende un puente que nos conecta con los demás, _ando leemos un poema (o escuchamos una canción) sentimos que lo que dice el poeta --�---e'lte lo que estamos viviendo nosotros, sólo que lo ha expresado con un lenguaje espera literatura también nombra la produc­ n país o una época determinada, por eso : ..., os de literatura guatemalteca, literatura --sal, literatura antigua, medieval, o moderna, e,e plo.

"' eros I itera rios

crear sus obras de arte, la literatura utiliza -...-entes formas de expresión, llamadas géneros -e-arios. Los principales son: la poesía, la narrati= el teatro y el ensayo.

� poesía

-=- ama también género lírico y se vale del ritmo y ,. -·ma para expresar los pensamientos o ideas del ta. Las obras de este género son los poemas, ...omposiciones en verso. Un verso es una línea del ema, y generalmente se agrupan en estrofas. = género lírico utiliza el lenguaje poético, que se ale de figuras como el símil, que consiste en com­ arar un elemento con otro, por ejemplo: ! 9

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refiere a la pasión o devora, para dar

Denotación y connotac· - ... Cuando analizamos os damos cuenta de

esa expresión se e c e -2 e e " . e co veremos en qué consiste a d·.::e-e c a:

mente.

Denotación: Se refiere a sign· icado literal de una palabra. En el nivel denotativo, la palabra "llama" es la que proviene del fuego, literal­

Connotación: es un significado no literal de la palabra, que cambia según el contexto o la inten­ ción del hablante, quien le adjudica un sentido que no le es propio. Este sería el caso de utilizar el término "llama" para referirse a una pasión o un sufrimiento. Los hablantes de una lengua comprendemos el sentido connotativo de un término, por eso la poesía es eficaz para provocar en nosotros sentimientos y emociones.

Actividad individual

A continuación se presentan varios términos. Utilícelos en una oración dándoles un significado denotativo, y en otra oración con sentido connotativo. Observe el ejemplo: Veneno Significado denotativo: El agricultor colocó veneno para combatir la plaga. Significado connotativo: Había veneno en sus palabras, pero yo tenía el antídoto. 1. Arroyo. Significado denotativo: ___________________________ Significado connotativo: ___________________________ 2. Sombra. Significado denotativo: ___________________________ Significado connotativo: ___________________________ 3. Brillo. Significado denotativo: ___________________________ Significado connotativo: ___________________________

El teatro

El teatro o género dramático tiene dos formas de expresión: el texto y la representación. El texto dramático está estructurado en base a los diálogos de los personajes, llamados "parla­ mentos" y algunas anotaciones del autor con instrucciones sobre escenografía o movimientos de los actores, llamadas acotaciones. Las acotaciones generalmente usan diferente tipo de letra,

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Ana María Sandoval para diferenciarlas de los diálogos. La obra dramática es la puesta en escena del texto, su realización. Generalmente se divide en actos, cuadros y escenas. Los actos se establecen por la a�ur.a..'¡l ci.ei:re d@I telói:t. o cua ros se indican con el cambio en la escenografía; y las escenas se distinguen por la entrada o salida de un pe·r­ sonaje en el escenario. Esa es la estructura básica, aunque el teatro actuaiño la sigue rígidamente, al contra­ rio, muchos dramaturgos intentan romper esos esque- mas y hacer obras originales.

El ensayo En este texto se combina la infor:mación. .objetiv,a con la �p1n1on del autor acerca de ....,_........,,..,,.....o de interés �neral. Desde luego, las opiniones deben fundamentarse, respaldar­ se con los datos que se presentan. El ensayo se distingue de un informe en que en este último no deben incluirse opiniones del autor, sino se limita a comunicar datos objetivos. Además, el ensayo tiene una finalidad artística, es decir que el autor utiliza el lenguaje literario y busca que su texto sea accesible e interesante, además de motivar al lector a la reflexión, al análisis o a la acción.

La persuasión Es la capacidad que tiene una persona para ser convencer a los demás. Para persuadir eficaz­ mente, primero tenemos que estar convenc1 o ros mismos y ofrecer argumentos válidos, o ejemplos que refuercen las palabras. Muchas veces la persuasión depende de la identificación del receptor con el mensaje que trans­ mitimos. Si hablamos sobre algo que le interesa a nuestros oyentes, o un problema que afecta a la población, estarán más receptivos a escuchar nuestras ideas. Para ser convincentes debemos ofrecer datos e información válida. También es importante ser sinceros y éticos, formular propuestas que favorezcan la paz, la concordia y las soluciones inte­ ligentes. Recordemos que las palabras tienen un poder muy grande, por eso debemos utilizarlas para fines positivos. Argumentación: Argumentar es expresar convincente ente ........_..--taenen:.o. .r:.:i pensar o ac.tua de cierta manera. Por ejemplo, si a un joven le ofrecen un cigarrillo, puede negarse a fumar argumentando que la nicotina causa graves daños al organismo y que él mere­ ce una vida sana. Argumentar es respaldar nuestras decisiones o acciones con ideas válidas. Cuando argumenta­ mos tenemos una gran ventaja: actuamos con fuerza y energía, proyectamos seguridad, respe­ to e inteligencia.

Actividad individual

Redacte un ensayo acerca de un tema que le interese especialmente, sobre el gue desea invitar a reflexionar a sus oyentes. Recuerde que para ser convincente debe fundamentar bien sus pun­ tos de vista, con información válida y datos confiables. No olvide transmitir valores éticos y morales, y que sus palabras promuevan la paz y las soluciones armoniosas.

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Lengua y literatura 4 Para hacerlo mejor, piense en un buen inicio que capte la atención de sus oyentes. Plantee con claridad sus ideas al respecto, respalde sus ideas con datos e información adecuada, y que al final quede una motivación en los oyentes, para actuar o reflexionar sobre el problema que usted abordó. Cuando tenga su texto terminado, expréselo en voz alta, frente a sus compañeros. iAdelante! Usted es un importante elemento de cambio para nuestro país. La narrativa El género narrativo integra los diferentes tipos de relatos o narraciones. Sus modalidades prin­ cipales son la novela, el cuento, la fábula, la crónica, la epopeya y la leyenda. El cuento y la novela tienen tanto en común que muchas veces es difícil distinguirlos. Aunque la· extensión puede ser un criterio para diferenciarlos, no siempre es infalible ya que hay cuen­ tos muy largos y novelas cortas. La novela generalmente incluye diferentes historias que se relacionan entre sí, en cambio el cuento se refiere a un solo argumento. La fábula es una narración breve, cuyos personajes generalmente son animales, que tiene como objetivo transmitir una enseñanza o motivar al lector a reflexionar sobre la moralidad de las acciones. Concluye con una sentencia llamada "moraleja" acerca de las consecuencias de los actos, buenos o malos. La crónica es una narración que se estructura según el orden en el que ocurrieron los aconteci­

mientos.

La epopeya es el relato de aventuras de héroes o personajes sobresalientes; muchas están escri­

tas en verso y mezclan hechos reales y sobrenaturales. En esta unidad estudiaremos algunas epopeyas de las culturas griega y latina.

Las leyendas son relatos populares, que se cuentan tradicionalmente en una comunidad y que en un principio se transmitieron oralmente. Muchas leyendas se basan en hechos o personajes históricos, pero la imaginación de quienes lo narran va agregando elementos sobrenaturales o increíbles. En Guatemala la tradición popular es muy rica y contamos con una gran cantidad de leyendas, como La Tatuana, el Sombrerón, el Cadejo. Algunas de nuestras leyendas han sido re!nventadas por �scritores c?�� _ _ . .> ,� ." Miguel Angel Asturias, quien les 1mpnm10 '� su sello personal transformando algunos elementos y narrándolas en su ¿, característico lenguaje poético.

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Actividad en grupos

�. Elaboren un álbum en el que presenten muestras de cada uno de los géneros descritos. En el caso del tea­ l tro y la novela, pueden incluir el su investigación.

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La literatura griega

Aunque generalmente se conoce como literatura grie­ ga, sería más apropiado llamarla literatura helénica, ya que el nombre de Grecia se lo dieron los romanos. Los habitantes de esa región la llaman Hellas y se conoce también como Hélade. Entre las obras clásicas de la literatura helénica o grie­ ga, sobresalen dos grandes epopeyas: La 1/íada y la Odisea, atribuidas a un autor casi legendario: Homero. Se cree que vivió en el siglo VIII A de C. y aunque se sabe muy poco de su vida, se ha dicho entre otras cosas que era ciego. Se ha llegado inclusive a negar su exis­ tencia y se dice que las dos obras fueron escritas por varias personas. Independientemente del enigma de la autoría, ambos poemas cantan las hazañas heroicas de los protagonistas en la guerra de Troya.

La llíada

Esta obra narra algunos días de la guerra de Troya, cuando se acercaba a su final. Se decía que duró diez años, aunque hoy se considera que una ciudad no hubiera podido resistir tanto tiempo el ataque enemi­ go; a pesar de su posición estratégica sobre una colina, y de estar bien fortificada. Los dos bandos enfrentados eran: por un lado, los aqueos y los eolios; y por el otro los troya­ nos. Según la leyenda, la guerra se desató por el amor de la bella Helena, aunque actualmente algunos investigadores menos románticos creen que fue por cuestiones políticas y económicas, ya que Troya se ubicaba en un punto importante para el comercio internacional. Los aqueos contaban con un ejército de más o menos 135,000 soldados y una flota de 1,186 bar­ cos. Por su parte, los troyanos contaban con la ayuda de algunos pueblos aliados, aunque su ejército era menor. El nombre que los helenos daban a Troya era llión, por eso la obra se llama llíada. A lo largo de la historia, las batallas entre los hombres se mezclan con las intervenciones de los dioses del Olimpo, que seguían de cerca el enfrentamiento, tomaban partido y ayudaban a unos u otros, como los fanáticos de dos equipos de fútbol rivales.

Los antecedentes de la guerra de Troya

Veamos por qué ocurrió la guerra y quiénes la provocaron. Uno de los protagonistas es Aquiles, hijo del rey de Tesalia llamado Peleo y la ninfa Tetis. Cuando Aquiles nació, ella quiso hacerlo invulnerable sumergiéndolo en las aguas sagradas del río Éstige, pero como lo sostuvo por los talones, éstos no se mojaron, quedando como el único punto donde una flecha podría darle muerte. Por eso se usa la expresión "el talón de Aquiles" para referirse al punto débil de una per­ sona. Príamo era el rey de Troya, padre de dos héroes de esta guerra: Héctor y Paris, que fue el cau­ sante del conflicto. Menelao era rey de Esparta y estaba casado con la bella Helena. Cierto día Paris fue a visitar a

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Lengua y literatura 4 Menelao, quien lo recibió con gran hospitalidad, sin sospec a .. te enamorado de su esposa. En esos días Menelao tuvo q ausencia, Paris sedujo a Helena, con la ayuda de la diosa Afrod a.

sitante estaba locamen­ ·aje, y aprovechando su

Paris y Helena huyeron de Esparta y al llegar a Troya celebraron su boda. Cuando Menelao se enteró de la noticia fue a buscar a su hermano Agamenón, llamaron a todos los reyes amigos y así empezaron la guerra contra Troya, diciendo que era necesario castigar al culpable para evi­ tar que otros siguieran su ejemplo. Entre los que apoyaron a Menelao estaban Odiseo, rey de !taca (protagonista de La Odisea); Aquiles, Néstor y Ayax. A todos los ejércitos de estos reyes que combatieron contra Troya, Homero los llama "aqueos", en general.

Actividad en pequeños grupos Reunidos en grupos de tres o cuatro integrantes comenten lo siguiente: ¿Qué piensan de lo que hizo Paris?, ¿cómo debió comportarse?

¿qué opinan de la reacción de Menelao y los otros reyes que iniciaron la guerra contra Troya? ¿ Cómo creen que debió actuar Menelao?

Imaginen que una historia parecida ocurre en la actualidad; inventen nombres para los pro­ tagonistas. En lugar de reyes vecinos, ¿a quiénes acudiría el marido engañado?

¿qué final le darían a la historia que ustedes inventaron? ¿Qué final creen que tuvo la gue­ rra de Troya?

El pleito entre Aquiles y Agamenón Actuando bajo las órdenes de Agamenón, Aquiles saqueó varias ciudades y raptó a muchas mujeres que le entregó. Una de ellas era Criseida, hija de Crises, el sacerdote del templo de Apolo, a quien Agamenón tenía como su esclava. La llíada empieza precisamente cuando Crises va a buscar a Agamenón y le ofrece muchos rega­ los a cambio de que libere a su hija. Sin embargo éste se niega a entregársela y echa al sacerdo­ te con malos modos. Eso provocó la furia del dios Apolo quien lanzó sus flechas sobre los aque­ os provocando una terrible peste que atacó a los animales y a los hombres.

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Ana María Sandoval uería que devolvieran a Criseida para calmar la ira de Apolo, pero como Agamenón se os dos tuvieron un pleito muy fuerte. Finalmente Agamenón no tuvo más remedio que __ a a muchacha, pero entonces se apropió de Briseida, la mujer que Aquiles tenía para él. _ "'S se enfureció, se retiró a su tienda y se negó a combatir. Cuando los troyanos supieron - _ es no peleaba, atacaron a los aqueos y los diezmaron en el campo de batalla.

"' ganza de Aquiles

: a adre de Aquiles, le pidió a Zeus, el padre de los dioses, que hiciera sentir el poder de _ es a los aqueos y en especial a Agamenón. _ - es Patroclo, el mejor amigo de Aquiles, le rogaba que regresara al combate porque ya los s estaban cerca de las embarcaciones y las iban a quemar. Aquiles no cedía y seguía =---2 o en su tienda. A Patroclo se le ocurrió una solución: se puso la armadura de su amigo - _e los enemigos creyeran que éste había vuelto a la batalla. Cuando lo vieron, pensaron - t'c quiles y se batieron en retirada.

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consiguió dos resultados muy importantes: además de ahuyentar a los troyanos, les _11erosas bajas; sin embargo, Héctor, el hermano de Paris, se enteró de la suplantación - - � a Patroclo. -

quiles se enteró de la muerte de su amigo decidió olvidar sus resentimientos y vengar lo. Al siguiente día volvió a pelear, a pesar de que le habían anunciado que moriría en - 2 guerra. Iba montado en un corcel llamado Janto, a quien la diosa Juno le había dado voz, e recordó que su muerte estaba próxima; Aquiles le respondió que ya lo sabía y siguió _,,.,·có a Troya, donde los habitantes todavía lloraban a sus muertos; Aquiles quería encon­ - -::, L-ente a frente con Héctor y luego de varios combates por fin lo enfrentó junto a las --=-2s Sombrías. _:e" e ese enfrentamiento Zeus decidía la suerte de los dos: el destino de Héctor se inclinó - 2 el Hades (la muerte) y Aquiles salió victorioso. Sin embargo no se conformó con darle _,, ....e, ató el cadáver a su carro y lo arrastró alrededor de Troya. Después, volvió a tiempo para - c par en los funerales de Patroclo. "s -arde llegó Príamo, el padre de Héctor, a la tienda de Aquiles y le suplicó que le devolviera -2. áver de su hijo para darle sepultura. Conmovido por el dolor del anciano, Aquiles le entre- - "' cuerpo haciendo a un lado el rencor, y ordenó que se le rindieran los honores correspon- ..,,--es a un guerrero. =- ·ada finaliza con la ""sc ·pción de los _ -e ales de Héctor y anto de las mujeres Troya cuando -- a110 lleva su cadá-

-"'ª

os a continua­ un fragmento del -¿ o primero de la da, para apreciar su · o literario.

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Canto primero

Peste - có e a

Canta, oh diosa, la cólera del Pelida Aquiles; cólera funesta que causó infinitos males a los aqueos y precipitó al Hades muchas almas valerosas de héroes, a quienes hizo presa de perros y pasto de aves -cumplíase la voluntad de Zeus- desde que se separaron disputando el Atrida, rey de hombres, y el divino Aquiles. ¿cuál de los dioses promovió entre ellos la contienda para que pelearan? El hijo de Leto y de Zeus. Airado con el rey, suscitó en el ejército maligna peste, y los hombres perecían por el ultraje que el Atrida Agamenón infiriera al sacerdote Crises. Este, deseando redimir a su hija, se había presenta­ do en las veleras naves aqueas con un inmen­ so rescate y las ínfulas de Apolo, el que hiere de lejos, que pendían de áureo cetro, en la mano; y a todos los aqueos, y particularmente a los dos Atridas, caudillos de pueblos, así les suplicaba: Crises: iAtridas y demás aqueos de hermosas grebas! Los dioses, que poseen olímpicos pala­ cios, os permitan destruir la ciudad de Príamo y regresar felizmente a la patria. Poned en libertad a mi hija y recibid el rescate, veneran­ do al hijo de Zeus, a Apolo, el que hiere de lejos. Todos los aqueos aprobaron a voces que se respetara al sacerdote y se admitiera el esplén­ dido rescate; mas el Atrida Agamenón, a quien no plugo el acuerdo, le despidió de mal modo y con altaneras voces: Agamenón: No dé yo contigo, anciano, cerca de las cóncavas naves, ya porque ahora demo­ res tu partida, ya porque vuelvas luego; pues

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quizá o -e dios. A a

e ce ro y las ínfulas del so aré; antes le sobre­ casa, en Argos, lejos de su patria, tra a;a co e el telar y aderezando mi lecho. Pero ve e· o me irrites, para que puedas irte sano y sa vo.

Así dijo. El anciano sintió temor y obedeció ej mandato. Fuése en silencio por la orilla del estruendoso mar; y mientras se alejaba, diri­ gía muchos ruegos al soberano Apolo, a quien p9rió Leto, la de hermosa cabellera: Crises: i Óyeme tú, que llevas arco de plata, pro­ teges a Crisia y a la divi­ na Cila, e imperas en Ténedos poderosamen­ te! iOh, Esminteo! Si alguna vez adorné tu gracioso templo o quemé en tu honor pin­ gües muslos de toros o de cabras, cúmplase este voto: iPaguen los dánaos mis lágrimas con tus flechas! Así dijo rogando. Oyóle Apolo, e irrita­ do en su corazón, descendió de las cumbres del Olimpo con el arco y el cerrado carcaj en los hombros; las saetas resonaron sobre la espalda del enojado dios, cuando comenzó a moverse. Iba parecido a la noche. Sentóse lejos de las naves, tiró una flecha, y el arco de plata dio un terrible chasquido. Al principio el dios dispara­ ba contra los mulos y los ágiles perros; mas luego dirigió sus amargas saetas a los hombres y continuamente ardían muchas piras de cadá­ veres. Durante nueve días volaron por el ejército las flechas del dios. En el décimo, Aquiles convocó al pueblo al ágora: se lo puso en el corazón Hera, la diosa de los níveos brazos, que se inte­ resaba por los dánaos, a quienes veía morir."

Ana María Sandoval Actividad en parejas

Un miembro de la pareja será el entrevistador y el otro representará a uno de los personajes de la llíada, quien será entrevistado. Pueden elegir el que deseen de todos los que hemos enu­ merado. El entrevistador deberá planificar muy bien sus preguntas, de manera que permitan respuestas amplias por parte del personaje. A través de esta actividad podremos conocer mejor las características y acciones de los héroes de esta obra.

Discusión general

Expresen sus opiniones sobre los sentimientos y las pasiones que intervienen en las guerras. Comparen cómo en la antigüedad los hombres luchaban por satisfacer sus ambiciones de poder o de venganza, con las guerras modernas y sus causas. Comenten los riesgos y la destrucción que provocaría actualmente una guerra nuclear. Finalicen la actividad proponiendo algunas medidas prácticas para preservar la paz en el pla­ neta.

Antecedentes de La Odisea

¿ Cómo se sentiría usted si se encontrara lejos de su patria y soñara con regresar, pero cada vez que está a punto de lograrlo, una desgracia lo alejara? Sería una experiencia terrible, no cabe duda, aún más si esa situación se prolongara durante diez largos años. Eso justamente le ocu­ rrió a Odiseo, el protagonista de esta obra. Como saben, Odiseo es uno de los héroes que lucharon en la guerra de Troya. Era el rey de ltaca. En la llíada no se narra el final de la guerra de Troya, ni la muerte de Aquiles, ya que como diji­ mos, Homero abarcó solamente un período de aproximadamente cincuenta y cinco días. Después de los funerales de Héctor la guerra siguió su curso. Aquiles sabía que su muerte esta­ ba cerca pero no se rindió y siguió dirigiendo a su ejército, logrando que los troyanos se reple­ garan detrás de las murallas de su ciudad. Entonces Paris, aconsejado por Apolo, disparó una fle­ cha al talón de Aquiles provocándole la muerte. Los troyanos intentaron apoderarse del cadá­ ver del héroe, pero Ayax y Odisea lo llevaron a su campamento y le tributaron las honras fúne­ bres -en las que estuvieron presentes su madre Tetis y las otras ninfas-. Las cenizas de Aquiles fueron depositadas junto a las de su amigo Patroclo, en un ánfora de oro. .------------------=------.---. Sin embargo Paris no pudo disfrutar de su triunfo durante mucho tiempo ya que Filoctetes lo mató, vengando así a Aquiles y el rapto de Helena. A pesar de que ambos bandos habían perdido a sus más valerosos guerreros, la guerra no parecía terminar. Los aqueos estaban cansados después de diez años de com­ bates y ansiaban volver a sus tierras. Entonces a Odisea se le ocurrió un plan muy ingenioso: construyeron un enor­ me caballo de madera, en cuyo interior se ocultaron varios guerreros. Dejaron

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Lengua y literatura 4 el caballo cerca de la entrada de Troya y subieron a las naves, para que los troyanos creyeran que se marchaban derrotados, pero solamente se ocultaron detrás de un islote. Los troyanos estaban sorprendidos y se acercaron al caballo con gran curiosidad, por más que Casandra -una adivina, hermana de Paris- les advirtió del peligro. También desobedecieron al sacerdote Laocoonte, quien les dijo que lo dejaran afuera de la muralla. Se les hizo creer a los troyanos que era una ofrenda a Atenea y que si lo rechazaban la diosa los castigaría. Entonces, contra todas las advertencias lo llevaron a la ciudad y celebraron la supuesta derrota de sus ene­ migos hasta quedar totalmente ebrios. Cuando los pobladores dormían, cansados y borrachos por la celebración, Odiseo y sus comba­ tientes salieron del interior del caballo, abrieron las puertas de la ciudad para que entrara el resto del ejército, y tomaron por sorpresa a los troyanos, que no pudieron hacer nada contra los enemigos. Troya fue incendiada y saqueada. En medio de aquel desastre, Menelao fue al palacio a buscar a Helena, quien después de la muer­ te de Paris se había casado con un hermano de éste. Cuando la bella vio entrar a Menelao con la espada en la mano pensó que la mataría, pero él la tomó entre sus brazos, la besó y se la llevó de regreso a Esparta.

La Odisea En los primeros cantos de La Odisea (del I al VIII) vemos cómo estaba la familia de Odiseo por su larga ausencia. Los pretendientes de su esposa Penélope la asediaban para que eligiera a uno de ellos como marido, sin importarles que ella quería serle fiel a su esposo, a pesar de que todos aseguraban que nunca regresaría. Entonces su hijo Telémaco, ayudado por Atenea, salió a buscar a su padre, que en ese momen­ to era prisionero de la ninfa Calipso, que quería casarse con él. Sin embargo Odisea solamente deseaba volver a su hogar. Finalmente, Zeus decidió que Calipso debía dejarlo libre y así se cum­ plió. A partir del canto IX, hasta el XII, Odisea le cuenta al rey Alcínoo sus aventuras desde que salió de Troya rumbo a su patria. Al zarpar, un fuerte ciclón alejó sus embarcaciones arrastrándolas hasta lsmaro, el país de los cícones, que Odiseo y sus hombres invadieron y saquearon. Aunque Odiseo ordenó a sus compañeros que se retiraran rápidamente des­ pués de saquear la ciudad, éstos se emborracha­ ron y pasaron un buen tiempo degollando ove­ jas y bueyes en la playa; su descuido fue apro­ vechado por los cícones para pedir ayuda a sus vecinos, que en gran número atacaron a los invasores hasta hacerlos huir en sus barcos. En esa terrible matanza, Odisea respetó la vida del sacerdote de Apelo, llamado Marón, quien en agradecimiento le regaló doce ánforas del vino de los dioses, que como veremos más ade­ lante, le fueron muy útiles para superar un terrible peligro.

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Ana María Sandoval Después de salir del país de los cícones navegaron rumbo al sur hasta llegar a las costas de África, a la región de los lotófagos, quienes se alimentaban de lotos, una fruta muy dulce que hizo que los com­ pañeros de Odiseo olvidaran su patria y perdieran el deseo de regresar, al punto que él debió obligarlos a embarcarse de nuevo.

En la tierra de los cíclopes La flota de Odiseo llegó entonces a la tierra de los cíclopes, unos seres terribles, gigantes con un solo ojo en la frente, que habitaban en cuevas. El mayor de ellos era el cíclope Polifemo. Odiseo bajó a tierra con doce de sus hombres y algunos odres del vino que le regaló el sacerdote Marón, para obse­ quiárselos a los habitantes. Al poco tiempo divisaron una cueva enorme donde se almacenaban grandes cantidades de leche y quesos gigantescos. Odiseo se sorprendió mucho; sus compañeros lo urgían a marcharse pero él insis­ tió en ver al gigante que vivía en la caverna. El dueño de la gruta era el cíclope Polifemo, quien a su regreso descubrió a los intrusos, los encerró y selló la entrada con una roca enorme que los prisioneros no podían mover. Encendió una hoguera en el centro de la caverna y devoró a dos hombres, advirtiéndoles que se los comería de dos en dos. Entonces Odiseo le ofreció el vino y el cíclope se embriagó. Ya más animado le pregun­ tó a Odiseo cómo se llamaba, y éste respondió: "mi nombre es Nadie". Como muestra de amis­ tad, Polifemo le prometió a Odiseo que a él lo devoraría al final. Odiseo estaba acorralado. La roca era demasiado pesada para moverla; matar al cíclope era casi mposible, ¿qué podrían hacer para salir vivos de aquel peligro?

Actividad en pequeños grupos

Discutan en grupos qué harían en una situación así. Deben tomar en cuenta que no es una buena solución matar a Polifemo pues ustedes no tienen la fuerza suficiente para mover la roca y quedarían encerrados. Muy bien, ya ustedes propusieron algunas buenas soluciones al problema. Ahora, dejemos que sea el propio Odiseo quien nos cuente lo que ocurrió con el cíclope Polifemo, en el canto IX de la Odisea:

Tomó el vino y bebióselo. Y gustóle tanto el dulce licor, que me pidió más. Polifemo: -Dame de buen grado más vino y hazme saber inmediatamente tu nombre para que e ofrezca un don hospitalario con el cual te huelgues. Pues también a los cíclopes la fértil tie­ rra les produce uvas en gruesos racimos, que crecen con la lluvia enviada por Zeus; mas esto se compone de ambrosía y néctar. Así habló y volví a servirle negro vino; tres veces se lo presenté y tres veces bebió incautamen­ ·e. Y cuando los vapores del vino envolvieron la mente del cíclope, díjele con suaves palabras:

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Lengua y literatura 4

Odiseo: -iCíclope! Preguntas cuál es mi nom­

Dio el cíclope un fuerte y horrendo gemido. Retumbó la roca, y nosotros, amedrentados, huimos prestamente; mas él arrancó la estaca, toda manchada de sangre, arrojóla furioso lejos de sí y se puso a llamar con altos gritos a los cíclopes que habitaban a su alrededor den­ tro de cuevas, en los ventosos promontorios. En oyendo sus voces acudieron muchos, quién por un lado y quién por otro, y parándose junto a la cueva, le preguntaron qué le angus­ tiaba.

Tiróse hacia atrás y cayó de espaldas. Así echa­ do, dobló la gruesa cerviz y vencióle el sueño, que todo lo rinde; salíale de la garganta el vino con pedazos de carne humana, y eructaba por estar cargado de vino. Entonces metí la estaca debajo del abundante rescoldo, para calentar­ la, y animé con mis palabras a todos mis com­ pañeros, no fuera que alguno, poseído de miedo, se retirara.

Los Cíclopes: -¿ Por qué tan enojado, oh Polifemo, gritas de semejante modo en la divi­ na noche, despertándonos a todos? ¿Acaso algún hombre se lleva tus ovejas mal de tu grado? ¿o, por ventura, te matan con engaño o con fuerza?

bre ilustre, y voy a decírtelo; pero dame el pre­ sente hospitalario que me has prometido. Mi nombre es Nadie; y Nadie me llaman mi madre, mi padre y mis compañeros todos. Así le hablé, y en seguida me respondió con ánimo cruel. Polifemo: -A Nadie me lo comeré el último; después de sus compañeros, y a todos los demás antes que a él; tal será el don hospitala­ rio que te ofrezco.

Mas cuando la estaca de olivo, con ser verde, estaba a punto de arder y relumbraba intensa­ mente, fui y la saqué del fuego; rodeáronme mis compañeros y una deidad nos infundió gran audacia. Ellos, tomando la estaca de olivo, hincáronla por la aguzada punta en el ojo del Cíclope, y yo, alzándome, hacíala girar por arriba. De la suerte que cuando un hombre taladra con el barreno el mástil de un navío, otros lo mueven por debajo con una correa, que asen por ambas extremidades, y aquel da vueltas continuamente, así nosotros, asiendo la estaca de ígnea punta, la hacíamos girar en el ojo del cíclope y la sangre brotaba alrededor del caliente palo. Quemóle el ardoroso vapor párpados y cejas, en cuanto la pupila estaba ardiendo y sus raíces crepitaban por la acción del fuego. Así como el bron­ cista, para dar el temple que es la fuerza del hierro, sumerge en agua fría una gran segur o un hacha que rechina grandemente, de igual manera rechinaba el ojo del cíclope en torno de la estaca de olivo.

Respondióles desde la cueva el robusto Polifemo: Polifemo: -iOh amigos! "Nadie" me mata con engaño y con fuerza. Y ellos le contestaron con estas aladas pala­ bras:

Los Cfclopes: -Pues si nadie te hace fuerza, ya que estás solo, no es posible evitar la enferme­ dad que te envía el gran Zeus; pero ruega a tu padre, el soberano Poseidón. Apenas acabaron de hablar, se fueron todos; y yo me reí en mi corazón de cómo mi nombre y

Ana María Sandoval mi excelente artificio les había engañado. El Cíclope, gimiendo por los grandes dolores que padecía, anduvo a tientas, quitó el peñasco de la puerta y se sentó en la entrada, tendiendo los brazos por si lograba echar mano a alguien que saliera con las ovejas: itan mentecato esperaba que yo fuese! Mas yo meditaba cómo pudiera aquél lance acabar mejor, y si hallaría algún arbitrio para librar de la muerte a mis compañeros y a mí mismo. Revolví toda clase de engaños y de artificios, como que se trataba de la vida y un gran mal era inminen­ te, y al fin parecióme la mejor resolución la que voy a decir. Había unos carneros bien alimentados, hermosos, grandes, de espesa y oscura lana; y, sin despegar los labios, los até de tres en tres, entrelazando mimbres de aquellos sobre los cuales dormía el monstruoso e injusto cíclope, y así el del centro llevaba a un hom­ bre y los otros dos iban a entrambos lados para que salvaran a mis com­ pañeros. Tres carneros llevaban, por tanto, a cada varón; mas yo, vien­ do que había otro carnero que sobresalía entre todas las reses, lo así por la espalda, me deslicé al vedijudo vientre y me quedé agarrado con ambas manos a la abundantísima lana, mante­ niéndome en esta postura con ánimo paciente. Así, profiriendo suspiros, aguardamos la apari­ ción de la divina aurora". Al amanecer, los carneros salieron a pacer; el cíclope los acarició pero no se dio cuenta de que los hombres escaparon atados al vientre de los animales. "Cuando estuvimos algo apartados de la cueva y del corral, soltéme del carnero y desaté a los amigos. Al punto antecogimos aquellas gordas reses de gráciles patas y, dando muchos rode-

os, llegamos por fin a la nave. Nuestros com­ pañeros se alegraron de vernos a nosotros, que nos habíamos librado de la muerte, y empeza­ mos a gemir y a sollozar por los demás". Cualquiera diría que ya Odisea y sus compañe­ ros estaban salvados y sólo tenían que correr a sus naves y zarpar, sin embargo, el héroe no se contentó con huir así, y antes de partir, desde su barco, le gritó a Polifemo que lo que le ocu­ rría era un castigo de los dioses; eso aumentó la furia del cíclope, quien les lanzó un enorme peñasco que por poco les cae. Los tripulantes se molestaron porque al provocar al cíclope los había puesto en peligro. Sin embargo antes de irse, Odisea le gritó a Polifemo que cuando le preguntaran quién lo dejó ciego con­ testara: "fue Odisea, el asolador de ciudades, el hijo de Laertes, que tiene su casa en ltaca". Imagínense, si hasta le dio su dirección, el cíclope, ni lento ni perezoso, fue a rogarle a su padre Poseidón (el dios del mar) que le impidiera a Odisea regresar a su hogar. Sus ruegos fueron escuchados y a partir de entonces las cosas se pusieron más difíciles para el héroe porque, como es de supo­ ner, es muy difícil navegar con el mar en contra. Sin embargo, no todo estaba perdido porque como sabemos, los dioses tomaban partido e intervenían en los pleitos humanos. Entonces Eolo, el dios de los vientos, ayudó a Odisea cuando llegó a su isla. Eolo recibió muy bien a Odisea y a su tripula­ ción, los agasajó durante un mes y cuando llegó el momento de partir, le obsequió un odre de cuero en el que había encerrado a todos los vientos contrarios, dejando libre solamente a Céfiro, que soplaría en las velas de sus barcos para que pronto regresaran a casa. Desde luego, Odisea advirtió a sus hombres que no abrieran el odre, o los malos vientos escaparían sin remedio. Por fin estaban muy

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Lengua y literatura 4 cerca de !taca cuando el héroe muy cansa­ do, se quedó dormido. Los compañeros creyeron que el odre guardaba grandes tesoros y lo abrieron desatando a los vientos, que los regresaron a la isla de Eolo. Esta vez el dios se negó a ayudarlos. Tenía razón, ¿no creen?

¿ Qué ocurrió después? A Odisea le esperaban otros grandes desa­ fíos, como el enfrentamiento con los Lestrigones, que destruyeron todas las embarcaciones de su flota, excepto una; y el encuentro con la hechicera Circe que lo enviaría en un viaje al Hades, el mundo de los muertos. Mientras tanto, ¿qué ocurría en su amada patria !taca? Su esposa Penélope aguardaba su regreso, pero los pretendientes no la dejaban en paz, porque querían quedarse con el trono de Odisea. Para mantenerse fiel, ella les dijo que elegiría marido cuando terminara de tejer la mortaja de su anciano suegro Laertes. Entonces durante el día tejía, y al llegar la noche, a escondidas, des­ hacía lo que había tejido. Esa labor interminable funcionó por un buen tiempo, hasta que los pretendientes descubrieron el truco. ¿ Logrará Odisea volver a su hogar?, ¿aún encontrará a su esposa y a su hijo?, o ¿ Penélope se verá obligada a tomar a un nuevo esposo? No se pierda el final de esta interesantísima obra y léala cuanto antes. Si no la tiene a la mano, puede descargarla gratis en internet. Las obras clá­ sicas no tienen derechos de autor, seguramente será fácil encontrarla.

Actividad en grupos:

Presenten un noticiero sobre las vicisitudes de Odiseo. Seguramente ustedes han visto los noticieros por televisión. Generalmente un reportero narra un breve resumen de la noticia (indicando qué ocurrió, cuándo, dónde y en qué circunstan­ cias), luego presentan tomas de los hechos y si el caso lo amerita, entrevistan a los involucra­ dos. La fórmula es simple y efectiva, ¿no creen? Bien, imaginen que ustedes son reporteros de un telenoticiero (pónganle nombre) y viajan al pasado para informar a los televidentes de esta época lo que le está ocurriendo al héroe. Es una experiencia excitante porque son los primeros seres humanos que pueden retroceder a épocas pasadas. Narren la historia como si se tratara de una noticia de última hora. Otros integrantes del grupo dramatizarán los hechos noticiosos que presentan. Entrevisten a los personajes para conocer sus opiniones al respecto. Una última sugerencia: Para no caer en la repetición, pueden ponerse de acuerdo sobre el suceso que presentará cada grupo, total, en la Odisea tienen material para divertirse, enton­ ces... i háganlo y pásenla bien! porque la literatura es siempre una actividad muy placentera.

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Ana María Sandoval

La tragedia

e:. Podemos cambiar el destino?

::sa pregunta ha sido repetida a través de la historia y

dríamos decir que sigue vigente, ya que algunos rman que lo que nos sucede es consecuencia de ..., estras decisiones, y otros aseguran que la mayoría e los sucesos -buenos y malos- están predeterminaos y muy poco o nada podemos hacer para cambiar­ º· ¿ Qué cree usted?

a-
rincipales son las fijaciones, desplazamientos regresiones.

i/ ,.,.,.

.,

Fijaciones: Al recorrer una línea, los ojos

acen brevísimas paradas que duran aproxi­ adamente 30 centésimas de segundo, des­ ués de haber captado una o varias palabras, "sas son las fijaciones. :)urante la fijación nuestra mente establece el significado de las palabras leídas. Mientras los ojos se están desplazando por el renglón el cerebro solamente capta los signos, y en la fijación os interpreta todos juntos. Cuando usted está leyendo, su cerebro no percibe las letras aisladaente, sino abarca las palabras completas, y durante la fijación interpreta su significado.

os desplazamientos: Son los movimientos que realizan los ojos, de izquierda a derecha, antes de cada fijación. Lo ideal es que estos movimientos sean largos y eficaces; eso se logra con la práctica de la lectura, pero también cuando tratamos de que nuestra vista recorra el renglón abarcando la mayor cantidad de palabras.

Podemos comparar los desplazamientos con una persona que está aprendiendo a patinar, al ;:>rincipio no se puede deslizar y camina alzando los pies, dando pasos cortos. Cuando adquiere práctica sus movimientos son ágiles, se desplaza a gran velocidad y sin perder la eficacia. Con los desplazamientos oculares ocurre algo similar, si los ojos se mueven en pequeños saltos, abarcando solamente algunas letras en cada fijación, la lectura será difícil, lenta e ineficaz.

Las regresiones: Consiste en que la vista regresa para captar de nuevo algunas palabras que ya

habíamos leído. Eso puede suceder cuando no nos concentramos en lo que leemos, si hay rui­ dos que nos distraen, o por un mal hábito que se puede corregir. Las regresiones dificultan la comprensión de lectura. Cuando lea, concéntrese en el texto y siga los desplazamientos largos, como se indicó anteriormente, evitando las regresiones. El rango de lectura: Es la cantidad de palabras que el ojo percibe en cada desplazamiento. Cuantas más palabras podamos abarcar en cada desplazamiento, el rango de lectura será mayor, esto se consigue con la práctica y ejercitando los movimientos oculares.

Actividad individual De ahora en adelante, cada vez que lea analice cómo se mueven sus ojos, trate de que sus des­ plazamientos sean largos y efectivos, abarcando mayor cantidad de palabras. Con la práctica lo conseguirá y el tiempo que dedica al estudio será más productivo y eficaz.

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Lengua y literatura 4

Evaluación de la unidad El propósito de los siguientes ejercicios es que usted evalúe su aprendizaje, por eso es impor­ tante que responda las preguntas sin consultar el libro. De esa manera podrá determinar si nece­ sita reforzar algún tema.

I Serie Responda las siguientes cuestiones: ¿Por qué se dice que la lengua es estable y el habla es cambiante?

Explique por qué la lengua es social y el habla es individual.

¿ Cuál es la diferencia entre lenguaje y lengua?

¿Qué es la tradición oral?

¿ Cuáles son las características de la poesía?

Proponga un ejemplo de símil:

¿ Cuáles son las formas del género narrativo?

¿Qué es un ensayo literario?

¿ Cuál es la diferencia entre la obra dramática y la representación?

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Ana María Sandoval ¿ Qué es la persuasión?

11 Serie

Subraye la respuesta correcta. ¿cuál fue la causa de la guerra de Troya, según la tradición? Los troyanos invadieron a los aqueos. Paris raptó a Helena, esposa de Menelao. Afrodita decidió crear enemistad entre los pueblos. Menelao raptó a la esposa de Paris. ¿Por qué pelearon Aquiles y Agamenón en el inicio de La !liada? Porque Aquiles quería ser el jefe del ejército. Porque los soldados solo obedecían a Aquiles. Porque Agamenón se negó a devolver a Criseida. Porque Aquiles se oponía a que Agamenón raptara mujeres. ¿Cuál es el tema central de la Odisea? Las dificultades que enfrenta Odisea para regresar a su hogar. El amor que sintió la ninfa Calipso por Odisea. La derrota de Polifemo. la muerte de Odisea. ¿cuál fue el castigo de Prometeo? Una flecha le atravesó el talón. Fue encadenado a una roca. Tenía que cuidar que el fuego no se apagara nunca. os fuertes vientos regresaron su embarcación. ¿Qué sucede cuando Edipo descubre la verdad sobre su origen? Castigan al pastor por desobedecer las órdenes del rey. Yocasta se saca los ojos y Edipo se suicida. Yocasta se suicida y Edipo se saca los ojos. El sacerdote de Apolo envía una peste sobre la ciudad.

111 Serie

En hojas adicionales, realice el análisis comparativo entre la Odisea y la Eneida. Indique qué tie­ nen en común los protagonistas y en qué se diferencian.

Autoevaluación

¿Alcanzó las metas que se propuso al principio de la unidad? Explique cómo. ¿Encontró dificultad en el estudio de algún contenid0? Si es así explique en cuál y a qué se debió el problema. ¿ Cómo puede mejorar su aprendizaje en el futuro? 35

Se Ju"da uttidad

-.

'"

Durante la época medieval la fe cristiana estaba fuertemente ligada a la vida. Prácticamente todos los aspectos estaban normados por los principios cristianos, inclusive las batallas y las guerras que se emprendían para instaurarlos.

-

Si trasladamos esa relación a nuestra vida actual, podemos compa­ rarla con las luchas que a veces enfrentamos, conflictos que nos '-..,.�ngustian o nos confunden. En esos casos, como los caballeros medievales, podemos recurrir a nuestra fuerza interior y centrar­ nos en la capacidad de salir victoriosos, en lugar de pensar que los problemas son tan grandes que terminarán derrotándonos. Si emprendemos esa batalla interior ayudados por la fe, descu­ briremos que nuestras fuerzas se renuevan y crecen a medida que la situación lo requiere. Hoy, como hace diez siglos, la fe puede mover las montañas que se alzan dentro de nosotros y nos impiden alcanzar los reman­ sos de paz. iAdelante, porque el héroe en esta batalla es usted!

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Ana María Sandoval

Competencia de la unidad

Apreciaremos cómo la literatura se relaciona estrechamente con las condiciones ideológicas y políticas del contexto en el que surge.

Indicadores de logro

Aplica lo que conoce del mundo, de la materia y las claves presentes en el texto para obtener información. Relaciona los discursos literarios con sus marcos históricos referentes. Realiza eficazmente procesos de transformación lingüística. Establece la relación que existe entre literatura, identidad y cultura. Aprecia las características de la sociedad medieval y su relación con la literatura. Valora la importancia de las composiciones del Siglo de Oro. Interioriza los valores expresados en Don Quijote.

Contenidos:

Li ngüfstica:

las disciplinas que estudian la lengua. Los constituyentes del enunciado.

Literatura: Relación entre literatura, identidad y cultura. El contexto histórico. Literatura medieval: El ideal caballeresco. Los cantares de gesta. El cantar de Mío Cid. Mester de juglaría. Mester de clerecía. El Renacimiento. La Divina Comedia. El Siglo de Oro español. La Celestina. La picaresca española. Garcilaso de la Vega. Juan Boscán. Góngora y Quevedo. Miguel de Cervantes y Don Quijote.

Comunicación: Estrategias para la lectura eficaz.

Mis metas:

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Lengua y literatura 4

Lingüística

Las disciplinas que estudian la lengua

La lingüística se divide en varios campos para el estudio sistemático de la lengua; los principa­ les son los siguientes: Gramática: Estudia cómo se estructura la lengua, las reglas y normas que la rigen. Esta disci­ plina analiza las oraciones, los enunciados, sintagmas y palabras.

Semántica: Estudia las palabras según su significado, las agrupa en familias o campos semánti­ cos. Una disciplina relacionada con la semántica es la lexicología, que las organiza en glosarios, diccionarios, etc. según su significación.

Fonética: Estudia los sonidos que integran una lengua, sus características y cómo se unen para formar palabras. Estilística: Estudia el lenguaje empleado en las obras literarias y el lenguaje artístico en gene­ ral.

Los constituyentes del enunciado.

Un enunciado es un conjunto de palabras que transmiten un contenido de comunicación claro. Expresan un deseo, una petición, un estado de ánimo, afirman o niegan algo. También pueden plantear una pregunta o expresar una emoción. Lea atentamente los siguientes ejemplos y subraye los que usted considera que son enunciados, tomando en cuenta la explicación anterior: iVen acá! Llueve. Cantante. i Detente! Odiseo navega hacia su hogar. Dos perros. Estamos cansados. Odiseo no puede regresar a casa. Mesa. La cantante tiene dos perros. La estructura básica del enunciado mínimo presenta tres partes o sintagmas. Un sintagma es una cadena de pala­ bras.

Grupo de personajes

Grupo de acciones

Marco

Odisea

navega

con destreza.

La alegría

agitó su corazón

esta mañana.

El viento

soplaba en las velas

suavemente.

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Ana María Sandoval Para facilitar su estudio, empezaremos identificando a los sintagmas así: Veamos los ejemplos anteriores: El grupo de personajes se refiere a quiénes o qué elemento realiza la acción. Puede tratarse también de un sentimiento, como se observa en el segundo caso. Para fines prácticos los vamos a considerar a todos personajes, ya que hacen o provocan algo. El grupo de las acciones nos dice qué sucede, sucederá o ha sucedido, y el marco nos indica las circunstancias en que ocurrieron las acciones: cómo, cuándo, dónde, por qué o para qué ocurrieron. Ahora, complete usted el siguiente cuadro, agregando el grupo que hace falta para producir un enunciado con significado pleno. Para el grupo de personajes pregúntese ¿quién? o ¿qué? realiza la acción. Para el grupo de acciones pregúntese ¿qué hace, hizo o hará? Para el marco pregúntese ¿cómo, cuándo, dónde, por qué o para qué lo hace?

Grupo de personajes

Grupo de acciones

Marco

está enamorado

apasionadamente.

El médico

en el hospital. corrió

iAdelante, es muy fácil! i Muy bien! Ahora que maneja bien los tres grupos, vamos a conocerlos por su verdadero nom­ bre: El grupo de los personajes se llama sintagma nominal (SN) y su núcleo es un nombre o sus­ tantivo. El grupo de las acciones se llama sintagma verbal (SV) y su núcleo es un verbo. El marco se llama sintagma circunstancial (SC) y su estructura puede variar, como veremos más adelante.

Ejercicio individual Agregue un sintagma nominal SN que conecte eficazmente para completar los siguientes enun­ ciados. Observe que puede estar al principio, en medio o al final del enunciado: ___________ escribe poemas. Ayer anotó un gol ________________ En el campeonato, ________ fue el mejor jugador. _________ cazó un ratón en el comedor.

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Lengua y literatura 4

ar,__,________________________________

Ahora, agregue un sintagma verbal SV que conecte eficazmente para com­ pletar los siguientes enunciados.

Las estrellas _____________ en el cielo. Mis amigos y yo _____________ esta tarde. Muy rápido ____________ los carros. __________ en la fiesta todos los invitados. Los niños __________ en el parque. En la cancha, Luisa _____________

Finalmente, agregue un sintagma circunstancial se que conecte eficaz­ mente para completar los siguientes enunciados. Recuerde preguntarse cómo, cuándo, dónde, por qué o para qué se realiza la acción: Los jóvenes recolectaron víveres ________________ ________ vimos las noticias en la televisión. Mis primos vinieron de visita _________________ El médico examinó al paciente _________________ La maestra asignó las tareas _________________ El juez dictó la sentencia ___________________

Literatura Relación entre literatura, identidad y cultura. La literatura es el arte que utiliza las palabras para la creación de sus obras. Así como la pintura se vale de los colores y la iluminación, o como la danza se basa en los movimientos corporales y el ritmo, la literatura nos hace sentir, nos conmueve o nos invita a pensar, a través de la palabra. Las obras literarias no son ajenas al contexto en el que surgen. Los escri­ tores construyen sus mundos ficcionales de acuerdo a sus sentimientos o pensamientos, que han sido moldeados por su medio, su cultura. Todos los seres humanos estamos condicionados por nuestra cultura, es decir que somos el producto de la sociedad o la comunidad en la que vivimos, pues sus elementos han determinado en alguna medida nuestra identidad. La identidad es, según el DRAE, el "conjunto de rasgos propios de un indi­ viduo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás". Eso significa que como guatemaltecos compartimos un conjunto de elemen­ tos, como las costumbres, creencias y el vocabulario, que nos distinguen de otras comunidades. La relación entre literatura e identidad se manifiesta cuando en las obras literarias encontramos esos elementos culturales que caracterizan a un país o a una comunidad. Por ejemplo, pensemos en las novelas de Miguel Ángel Asturias, en ellas hay muchísimos elementos de la cultura guatemalteca: los vocablos, las costumbres, las creencias y tradiciones, los lugares y los personajes que se comportan como lo hacían los chapines de su época.

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Ana María Sandoval Esa es la relación que existe entre literatura, identidad y cultura, ya que todo escritor está influido por el medio en el que ha vivido, y de alguna manera lo expresa en sus textos. Algunos más, otros menos, los autores manifiestan a través de su escritura la manera de hablar, el comporta­ miento y las costumbres de su gente. Las obras literarias también reflejan el contexto histórico en el que surgen, eso lo veremos a lo largo del curso, ya que las ideologías, los temores o las características de cada época se proyectan en ellas. Otro elemento que el escritor toma de su realidad son los temas sobre los que escribe. Por ejemplo, durante el conflicto armado que vivió nuestro país, muchos autores escribieron poesía, teatro o narraciones sobre estos hechos. Las dictaduras militares fueron también materia prima literaria. Vemos pues que las obras tienen relación con la época y la sociedad en las que surgen. Muchas de ellas son testimonios de historias reales.

Actividad individual Lea el siguiente fragmento del cuento "El simio", del escritor guatemalteco Luis de Lión, y luego responda las preguntas correspondientes '"Para mí era una exageración que a los dictadores latinoamericanos se les representara en las caricaturas como a simios. Hasta que un día ... Sobre la vía férrea aparecieron cientos de soldados con su uniforme de ojas, varias tanquetas taparon los cruces de los caminos y en el cielo vola­ ron dos de aquellos pájaros. Era domingo. En el campo había un juego de fútbol, había bolos en las cantinas y una marimbita tocando en una fiesta. De pronto, todo quedó como si fuera el día lunes. Los que pudieron se tiraron a los montes y los que no, se ence­ rraron en sus ranchos. Tam, tam, tam ... un tambor era el corazón. Claro, de otros lados llegaban noticias de aldeas convertidas en humo y polvo y ahora le tocaba a ésta. Pero no pasó nada. Ni bueno ni malo. Cierto que de vez en cuando aparecían algunos letreros en los pechos de las ceibas o se encontraban sobre la vía férrea palomitas mensajeras, como les decían los campesinos a los papelitos clandestinos. Pero nada más. Después de que pasó el susto, la gente que se quedó en la aldea empezó a salir y se enteró de la noticia: El Dictador llegaba de visita". Analice cómo se manifiesta en el fragmento anterior la relación entre lite­ ratura, identidad y cultura: ¿Qué elementos culturales de Guatemala se mencionan en el cuento? ¿Qué hechos históricos menciona el autor? ¿En qué lugar se imagina usted que ocurre esa historia, en el área urbana o rural? Explique su respuesta. ¿se puede deducir que esos personajes son guatemaltecos?,¿por qué?

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Lengua y literatura 4

La época medieval y el Renacimiento

La Edad Media empieza tras la caída del imperio romano de occidente. Abarca desde el siglo V al XV, cuando inicia el Renacimiento. La sociedad durante esa época era muy rígida y estaba dividida en clases sociales que no podían alterarse. Los señores feudales pertenecían a la noble­ za y eran propietarios de enormes extensiones llamadas feudos; tenían a su servicio a un gran número de siervos, quienes trabajaban a cambio de una modesta choza, un pequeño huerto y protección en caso de guerra, porque las batallas eran muy frecuentes entonces, tanto que los señores feudales se preparaban constantemente en el uso de las armas. Para mantener la estructura social se impusieron las ideas sobre el "derecho divino" que afir­ maba que la autoridad de los reyes y los nobles se las había dado Dios, y quien no les obedecie­ ra sería castigado en esta y en la otra vida. Además, los siervos tenían que permanecer en el feudo porque era muy difícil movilizarse.

¿Quiénes eran los caballeros? En la Edad Media sobresale la figura de los caballeros, hombres generalmente de origen noble, que desde niños eran entrenados para la guerra. Pertenecían a una orden de caballería que esta­ blecía un estricto código de conducta. Tenían como normas el respeto a los principios cristianos, la defensa de los débiles, especialmente de "las damas en peligro", la valentía y generosidad. ¿Por qué para un caballero era tan importante el amor a su dama? Una condición fundamental en la imagen del caballero era el amor apasionado, muchas veces imposible, hacia una dama que era su inspiración y en cuyo nombre se lanzaba con valor a las batallas. A partir de esa condición caballeresca, la imagen de la mujer durante la Edad Media era una verdadera contradicción, ya que se idealizaba a tal grado que el caballero se rendía ante ella, pero a la vez era tra­ tada como un ser pasivo que debía ser protegido y amparado bajo la fuerza del hombre. La mujer no era dueña de su vida. Generalmente era su padre quien concertaba el matrimonio (casi siempre por conveniencia) y una vez casada pasaba a ser casi una propiedad de su marido. No tenía acceso a la educa­ ción y menos aún al poder, reservados para una elite muy reducida.

Los cantares de gesta Eran composiciones populares acerca de la vida de héroes o personajes sobresalientes. Los autores eran los juglares, que recorrían los feudos cantando acompañados de instrumentos musicales. Los juglares y trovadores eran el equivalente de los noticieros, los conciertos, el teatro y otras formas de entreteni­ miento actuales. Los juglares y trovadores modificaban los cantares a su antojo, eran más bien composiciones colectivas que cambiaban según el gusto o la imagi­ nación popular. Por eso, aunque muchos se basaban en personajes reales, terminaban siendo más fantásticos que verídicos. Los cantares de gesta se originaron en Francia, pero se cultivaron en . ,, � otros lugares. Dos buenos ejemplos son el Cantar de Mío Cid en España, y el Cantar de Roldán, en Francia.

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Ana María Sandoval El cantar de Mío Cid

Don Rodrigo Díaz de Vivar, llamado Mío Cid (que significa mi señor), fue un personaje real que nació en el año 1043, aproximadamente. En la época en la que el Cid creció, los enfrentamien­ tos entre reinos eran frecuentes, y él desde muy joven participó en las batallas contra el rey de Navarra, peleando a favor del rey de Castilla. En un principio el Cid gozaba de toda la confianza del rey Alfonso VI, sin embargo, por intrigas y envidias en la corte, fue acusado de robar parte del dinero cobrado por tributos. El rey lo creyó y lo condenó al destierro, quitándole además la patria potestad sobre su familia. Los datos reales se mezclan con las leyendas, como suele ocurrir en las historias de héroes, y tanto la figura como el cantar de Mío Cid han sido estudiadas minuciosamente por muchos especialistas. Aún ahora se siguen descubriendo datos nuevos, pero quedan todavía grandes enigmas. El argumento de El Cantar de Mío Cid se divide en tres partes: El Cantar del destierro, el Cantar de las bodas y el Cantar de la afrenta de Carpes. La historia empieza con el destierro del Cid. A pesar de la injusticia él obedece la orden del rey y se marcha. Este hecho tiene dos implicaciones importantes: la obediencia incondicional de Don Rodrigo a su señor, y la primera pérdida de su honor, ya que lo humillaron al acusarlo de -obo. Ser expulsado como un criminal, era una de las mayores deshonras que podía sufrir un hombre valiente, que había luchado fielmente por su rey. Sin embargo, esa injusticia no provoca en el Cid el deseo de venganza, ni se alza contra el rey. Obedece y se marcha. Al llegar a Burgos le cierran todas las puertas, solamente una niña de ueve años sale a su encuentro y le pide que se marche, porque el rey castigará a quien lo ayude. Se despide de su familia y luego se lanza a las batallas ara recuperar los territorios ocupados por los árabes, a uienes llamaban "moros". Con el fruto de sus conquis­ -as le envía muchos regalos al rey Alfonso y manda afiar mil misas en Santa María de Burgos. �anto es su afán por recuperar el favor del rey, que des­ :, és de conquistar Valencia le pide a Minaya, su fiel compañero de batalla, lo siguiente: "quisiera que fue­ -,3°s a Castilla, donde están nuestras heredades, para ,.. e vierais al rey Alfonso, mi señor natural. Quiero que ::scojáis de entre mis ganancias un centenar de caballos , se los llevéis en mi nombre. Y que le beséis la mano de .., parte, y le roguéis encarecidamente que, si a tanto 2 canza su gracia, me deje traer conmigo a mi mujer, - ña Jimena, y a mis hijas. Si así fuere, enviaré por "' as". Viendo su lealtad y recibiendo tan valiosos regas el soberano decide perdonarlo y el Cid se reúne con - - esposa y sus hijas Doña Elvira y Doña Sol. = �ey decide casar a las hijas del Cid con dos nobles: los -�ntes de Carrión. Este hecho muestra dos cosas: la _ -estad absoluta del soberano sobre la vida de sus súb-os, característica de la época; y la recuperación de su

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Lengua y literatura 4 honra para el Cid. Recordemos que en la Edad Media las clases sociales eran muy rígi­ das, y los miembros de la nobleza se casaban solo entre ellos, por lo tanto ese matrimonio era un ascenso impor­ tante. Sin embargo, algo le decía a don Rodrigo que esa boda no sería buena para sus hijas. Él no se atreve a desa­ fiar la decisión del rey, aunque le expresa sus dudas al respecto: "No debiera casar a mis hijas, que todavía son de poca edad. Los infantes de Carrión son de mucha fama, buenos para mis hijas y aun para otras mejo­ res. Ellas y yo estamos en vuestras manos. Disponed de doña Elvira y de doña Sol; dadlas a quien os parezca bien, que yo quedaré contento". A pesar de la desconfianza que siente hacia aquellos hombres, accede al matrimonio de sus hijas, aunque les confiesa: "A vosotros os digo, doña Elvira y doña Sol, que este matrimonio nos hon­ rará; pero tened por sabido que yo no lo inicié. Mi señor Alfonso os ha pedido tan firmemente y con tanta voluntad, que yo nada pude negarle. A ambas, hijas, os he confiado en sus manos. Creédmelo: es él, no yo, quien os casa". Las bodas se celebran sin que el Cid pudiera sospechar la terrible desgracia que caería sobre sus hijas. Los infantes marchan a la batalla con don Rodrigo, pero actúan con cobardía y los solda­ dos del Cid se burlan de ellos. Eso desata la cólera de los de Carrión y traman una terrible ven­ ganza. En el Cantar de la afrenta de Corpes se cuenta cómo los infantes de Carrión, para vengarse del Cid, golpean brutalmente a sus esposas, dejándolas semidesnudas y moribundas, abandonadas en el bosque. Esta es la segunda caída del Cid, ya que la vejación de sus hijas implicaba una nueva deshonra, mayor que el destierro. El Cid pide al rey reparación por lo sucedido, y los de Carrión se enfrentan en un duelo con hom­ bres de don Rodrigo, quienes los derrotan. Finalmente, el rey decreta que doña Elvira y doña Sol se casen con los infantes de Navarra y Aragón, y de ese modo el Cid emparenta con los reyes de España, en el mayor ascenso social posible.

Actividad en pequeños grupos

Analicen y discutan libremente las siguientes cuestiones ¿qué opinan del sentido de lealtad del Cid hacia su rey, de la obediencia y la humildad con la que cumplió sus órdenes injustas?

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Ana María Sandoval ¿Qué piensan sobre la respuesta que el Cid le da al rey cuando éste le pide que case a sus hijas con los infantes de Carrión?

¿Qué opinan sobre lo que hacen los infantes de Carrión con sus esposas? ¿ E I ma !trato a la mujer es cosa del pasado, o sigue dañando a nuestra sociedad? Discutan ampliamente este punto y si es posible, consigan información sobre ese problema en la actualidad.

Determinen cuáles son las principales similitudes y diferencias entre los valores, las costumbres, el matrimonio, la familia y la forma de vida entre la sociedad de la época del Cid y la nuestra ahora.

¿ Ha cambiado la imagen de la mujer como propiedad de su padre o de su marido, o aún se mani­ fiestan los efectos de la sociedad patriarcal? Expliquen sus respuestas y propongan soluciones.

El autor del Cantar de Mío Cid y los motivos de la obra

La autoría del cantar no se ha podido comprobar plenamente. La copia que se conserva tiene la firma de Per Abbat, o Pero Abat, pero hasta ahora había prevalecido la explicación de Menéndez Pida!, que decía que eran dos los autores, un juglar de San Esteban de Gormaz y uno de Medinacelli. Sin embargo otros estudiosos no están de acuerdo. Recientemente ha causado gran conmoción el estudio de la historiadora y profesora de árabe, Dolores Oliver, que atribuye la autoría a un poeta árabe, llamado Walid al­ Waqqasi, quien lo escribiría por encargo del propio don Rodrigo, en vida del héroe. Todo esto lo fun­ damenta en su libro El Cantar de Mío Cid: géne­ sis y autoría árabe.

Otra versión: motivos políticos Según el estudio de Timoteo Riaño y María del Carmen Gutiérrez Aja, la composición del cantar tuvo propósitos políticos; pretendía conseguir el apoyo popular al rey frente a los ataques de algunos nobles que se alza­ ron en su contra.

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Lengua y literatura 4 Señalan los estudiosos que el desarrollo del cantar no se apega a los hechos históricos, conoci­ dos a través de otras composiciones, sino el poeta reinventa la figura del Cid para promover la lealtad de los súbditos. Según dicen en su estudio: "Los personajes y las gestas del Cid tienen raí­ ces históricas, pero el tratamiento es poético y novelesco. Pero Abat no trató de escribir un canto heroico relatado con estricta fidelidad histórica, sino elaborar una obra de arte". Según ellos el autor del cantar tuvo en principio una motivación política pero también una intención estética, la de crear una obra de arte. Los autores señalan que las bodas de las hijas del Cid con los infantes de Carrión fueron parte de la ficción, así como la afrenta de Carpes, el encuentro con la niña de nueve años y otros episodios más.

El mester de clerecía

En el siglo XIII surge una poesía culta, más para ser leída que cantada. La mayoría era de temas religiosos, escrita por monjes. Es el mester de clerecía (oficio de clérigos), en contraposición al mester de juglaría (oficio de juglares). El mester de clerecía reglamentaba la poesía, es decir que los versos eran regulares, agrupados en estrofas, a diferencia de la libertad que se observaba en los cantares de gesta. Uno de los principales representantes del mester de clerecía fue Gonzalo de Berceo, que cuen­ ta en su obra las vidas de los santos, para difundir la moral cristiana.

Dante Alighieri y la Divina Comedia

Dante nació en Florencia en 1265 y murió en 1321. De origen noble, estudió las ciencias y las artes de su época, participó en política y fue desterrado de su patria, a la cual no regresó. Le tocó vivir una época convulsa en la que la vieja nobleza medieval era desplazada por las nuevas monar­ quías, y los Estados pasaban a manos de comerciantes ricos. Su obra cumbre es la Divina Comedia, que él tituló solamente "Comedia", pero que más tarde Boccaccio llamó "divina", quedando así el nombre con el que es conocida hasta nuestros días. Dante empezó a escribir este extenso poema en el año 1304 y lo terminó poco antes de morir, es decir que tardó más de quince años en su creación. Compuesta por más de catorce mil versos, la obra se divide en un canto preliminar y en tres grandes par­ tes: Infierno, Purgatorio y Paraíso. La obra inicia invocando a la Antigüedad, y entre los grandes maestros clásicos elige a Virgilio para que lo guíe en su recorrido por el Infierno y el Purgatorio. Cuando le toca visitar el Paraíso debe despedirse de Virgilio ya que por haber nacido antes de Cristo no fue bautizado y tiene vedado el ingreso a los recin­ tos de la gloria. Entonces su guía será Beatriz: la ide­ alización de la mujer como la pureza y la santidad más sublimes. Se dice que este personaje está inspi­ rado en una niña a quien Dante conoció cuando ape­ nas tenía nueve años; siendo su amor irrealizable, la idealizó a tal punto que la inmortalizó en su poema. En su obra la Vita Nuova, Dante relata su amor por Beatriz, quien murió a los veinticinco años de edad.

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Ana María Sandoval El argumento de la Divina Comedia relata el recorrido de Dante por los sitios a donde viajan as almas después de la muerte. El poeta, perdido en una espesa selva, se encuentra con tres bestias 40eroces que le salen al paso; en ese momento se le aparece la sombra de Virgilio, que lo saca de allí y lo conduce por los senderos del infierno y el purgatorio. El infierno, tal como Dante lo pre­ senta, tiene la forma de un embudo dividido en distintas capas, cuánto más abajo se encuentran 10s condenados, más graves fueron los delitos que cometieron. El paraíso está formado por un cono hacia arriba, es decir que su estructura es inversa a la del infierno, y está fuera de la tierra. En la entrada del infierno hay una inscripción que dice "Por mí se va a la ciudad doliente, por mí se va al eterno dolor, por mí se va con la perdida gente. Abandonad toda esperanza, vosotros que entráis". A medida que avanzan, Dante habla con os condenados, llega al primer cerco, que es el Limbo, donde se encuentran las almas de los que, aunque vivieron una vida apegada a la virtud, no pueden entrar al paraíso porque no fueron bautizados. En el segundo cerco encuentra al rey Minos y observa a los condenados por el pecado de luju­ ria; luego encuentra a los castigados por la gula, luego a los iracundos y perezosos; así, sucesi­ vamente va narrando diferentes historias de las almas que pagan sus culpas, quienes relatan, en medio de grandes sufrimientos, por qué están allí. En el vértice del embudo hay un cono hela­ do, allí permanecen los autores de los peores delitos, aparece Lucifer, a quien Dante presenta como un monstruo de tres cabezas que devora a los grandes pecadores. Dante y Virgilio salen del infierno y llegan al purgatorio. En el purgatorio no se observa la misma desesperanza que en el infierno, ya que quienes están allí todavía podrían alcanzar el paraíso. El purgatorio es una isla que se formó por las tierras que movilizó Lucifer cuando cayó y se hundió en el infierno. En este sitio los padecimientos no se deben a torturas físicas sino a remordimientos y reflexiones sobre los errores cometidos. Cuando Dante ingresa en estos círculos, un ángel le dibuja sobre la frente siete letras "P", que corresponden a los pecados capitales, que se le irán borrando a medida que supere los siete cír­ culos que faltan para llegar al paraíso. Antes de ingresar en el paraíso, Dante se separa de Virgilio y contempla en una visión magnífi­ ca a Beatriz, quien le explica que su paso por el infierno y el purgatorio era necesario para que volviera al camino recto que ella le enseñó y del que el poeta se había desviado. Empieza el reco­ rrido por los círculos de la gloria, en el que Beatriz va explicando y reflexionando acerca de Dios y de la fe cristiana; estos principios también se ven profundizados en las conversaciones que Dante sostiene con Santo Tomás de Aquino y San Agustín. Finalmente llegan al último círculo donde aparece Dios como una luz cegadora y Beatriz alcanza su máximo esplendor. Leamos un fragmento del canto XXII, en el que Dante describe la visión del Paraíso: 47

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"De estupor lleno, a mi guía me volví, como párvulo que corre siempre allí a donde más confía;

Mas a otro vuélvete ahora; que más ilustres espíritus verás, si como te digo vuelves la vista.

y ella, como madre que socorre enseguida al hijo pálido de anhelos con la voz, que su bien dispone,

Como a ella plugo, los ojos retorné y vi cien esferillas que juntas más bellas se hacían entre sus mutuos rayos.

me dijo: No sabes que estás en el cielo? ¿y no sabes que el cielo es todo santo y todo lo que aquí se hace viene de buen celo?

Yo estaba como el que en sí retiene la punta del deseo, y no se atreve a preguntar, que de abusarse teme.

Cuánto te habría trasmudado el canto y mi sonrisa, puedes considerarlo ahora, ya que el grito te ha conmovido tanto;

Y la mayor y la más luciente de aquellas margaritas adelante vino, para dejar de sí contento mi deseo.

en el cual, si entendido hubieras su ruego, te sería notoria ya la venganza, que verás antes de la muerte.

Luego dentro de ella oí: Si tu vieses como yo la caridad que entre nosotros arde, tus conceptos habrías expresado. Pero para que tú, esperando, no te tardes al alto fin, te daré la respuesta a lo que piensas, que en ti tanto guardas".

La espada de aquí arriba ni presto corta ni tarde, como parece a quien con deseo o con temor la aguarda.

El recorrido de Dante puede analizarse en forma simbólica, e interpretarse como la búsqueda espiritual. Al inicio de la obra, Dante dice que se encuentra en una selva oscura porque se des­ vió del camino recto. La búsqueda espiritual no es cosa del pasado, todos en algún momento de la vida podemos expe­ rimentarla, puede ser a consecuencia de una crisis, un suceso doloroso o un error que cometi­ mos. Mucha gente cuando enfrenta esas situaciones busca evadirlas por medio de diversiones, sexo, alcohol o drogas, pero el resultado es un vacío mayor. �

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Ana María Sandoval Al igual que Dante, cuando sufrimos o tenemos una crisis nos encontramos en medio de una selva oscura, que es nuestro interior, donde está el conflicto. Ese estado puede compararse con el infierno; pero cuando intentamos volver al buen camino pasamos al purgatorio, que simbo­ liza una etapa de reflexión y decisión de cambio. Alcanzamos el paraíso cuando resolvemos el conflicto y salimos del problema con mayor fuer­ za y fe. Entonces vemos el mundo diferente y estamos dispuestos a empezar una nueva vida.

Análisis individual

Reflexione sobre el simbolismo en la obra de Dante y analice si usted ha vivido una situación parecida; un conflicto que le causó dolor, y cómo lo superó para alcanzar la luz de nuevo. Cada vez que enfrente un conflicto piense que las crisis son también la oportunidad para levantarnos, aprender de nuestros errores y seguir adelante con más fuerza y fe.

El Renacimiento

El paso de la Edad Media al Renacimiento fue progresivo y no ocurrió de igual manera en toda Europa. El Renacimiento es el periodo comprendido entre los siglos XV al XVI y se caracteriza por profundos movimientos culturales, sociales y políticos que transformaron las estructuras edievales. El Renacimiento plantea una nueva visión del mundo y del ser humano, que se convierte en el centro de interés para las artes y las ciencias. Este cambio de visión se debió a ciertos factores istóricos: en el plano económico el crecimiento de las ciudades, el auge del comercio y el sur­ gimiento de la burguesía como nueva clase social dominante, transformaron las antiguas clases sociales y la nobleza perdió gran parte de su poder. A raíz de estos cambios ya no es el origen noble sino el dinero lo que determina el estrato social. Las actividades comerciales y el crecimieno urbano hacen que las clases sociales no sean tan rígidas como en la Edad Media; asimismo, los antiguos siervos tienen ahora la posibilidad de movilizarse hacia las ciudades, desempeñar otros trabajos que ya no están ligados a la tierra y eventualmente, hacer fortuna. El derecho divino y las ideas sobre la autoridad de os nobles dan paso a mentalidades más abiertas y progresistas, y con todo ello el panorama cambia sustan­ cialmente.

¿oónde surgió el Renacimiento? El país que hoy conocemos como Italia, en aquella época era un conjunto de pequeños Estados. Uno de ellos era Florencia, la cuna del Renacimiento. Durante el siglo XIV, mientras el resto de Europa continuaba bajo el dominio de los nobles, los estados de la península itálica dieron el paso decisivo hacia el mercantilismo, promovi­ do por la burguesía. Los burgueses eran los habitantes de los burgos, pequeñas poblaciones que dependían de otras más grandes. Durante la Edad Media los burgueses no tuvieron .----,

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Lengua y literatura 4 mayor protagonismo, pero con el tiempo fueron alcanzando amplios espacios sociales. Era una clase intermedia, ya que no eran siervos pero tampoco nobles; en un principio se dedicaban al comercio y a las labores artesanales, aunque más tarde su poder fue creciendo y muchos de ellos se convirtieron en banqueros y empresarios. Sin embargo, acrecentar y afirmar su poder no era fácil, ya que debían disputarles el dominio a los nobles. Por eso las burguesías promovieron revoluciones, reforzaron los estados constitu­ cionales y financiaron a los científicos y artistas. Un hecho determinante también en este auge económico fue el descubrimiento de América, la apertura de nuevas rutas de navegación y la novedad que planteaba el nuevo continente.

¿cómo fue el Renacimiento artfstico? En el plano artístico, el Renacimiento se caracteriza por la valorización de las obras grecolati­ nas, que se convirtieron en modelos pero no para ser imitados, ya que los renacentistas busca­ ban la originalidad. La invención y perfeccionamiento de la imprenta fue un hecho decisivo para la difusión del conocimiento, aunque la educación y la lectura todavía eran privilegio de las élites. Como dijimos, el Renacimiento fue una etapa de profundos cambios. Por un lado la riqueza de unos aumentaba desmedidamente, mientras las hambrunas y epidemias redujeron práctica­ mente a la mitad, a la población europea de entonces. La emigración a América y las guerras, como la de los Cien Años entre Francia e Inglaterra, fueron también hechos muy importantes.

Principales representantes de la literatura renacentista En la península itálica sobresalen Francesco Petrarca y Giovanni Boccaccio. Petrarca (1304-1374) renovó la poesía, pues no solamente escribió en latín como se acostumbraba en aquella época, ya que era la lengua culta, sino también lo hizo en el dialecto toscano del italiano. Así inició la valoración de las lenguas vernáculas, que más tarde seguirían otros poetas. Los poemas de su Cancionero están dedicados en su mayoría a su amor idealizado e imposible: Laura. La primera parte son poemas escritos cuando ella vivía y la segunda fue creada después de su muerte. Leamos a continuación uno de sus poemas: Bendito sea el año Bendito sea el año, el punto, el. día, la estación, el lugar, el mes, la hora y el país, en el cual su encantadora mirada encadenóse al alma mía. Bendita la dulcísima porfía de entregarme a ese amor que en mi alma mora, y el arco y las saetas, de que ahora las llagas siento abiertas todavía. Benditas las palabras con que canto el nombre de mi amada; y mi tormento, mis ansias, mis suspiros y mi llanto. Y benditos mis versos y mi arte, pues la ensalzan, y en fin, mi pensamiento, puesto que ella tan solo lo comparte.

Ana María Sandoval

Actividad en pequeños grupos El poeta habla del amor imposible como de un dulce sufrimiento (bendita la dulcísima por­ fía) y lo compara con el arco y las flechas que le han abierto llagas, ¿qué piensan de esas figu­ ras?, ¿creen que describen bien el dolor por el amor no correspondido?

¿Qué opinan de quienes se aferran a un amor imposible?, ¿qué es lo mejor en esos casos?

Cantar o escribir sobre el sufrimiento amoroso nunca ha pasado de moda. ¿ Pueden mencio­ nar y analizar algunas canciones actuales, novelas, telenovelas o películas que exalten esa situación?

Dicen que en esta vida nadie sale ileso de las desilusiones amorosas; es un dolor por el que prácticamente todos debemos pasar tarde o temprano, pero, ¿cuál será la mejor manera de superarlo?, ¿qué podemos hacer para que las heridas de amor cicatricen más rápido?

Giovanni Boccaccio Boccaccio nació en 1313, probablemente en Florencia. Su obra más conocida, el Decamerón, reúne varias historias que presen­ tan la forma de vida en aquella época. Los relatos se desarro­ llan en 1348, cuando la gran peste arrasó Europa. Siete damas y tres caballeros huyen de la epidemia y se resguardan en un palacio en el campo. Transcurren diez días en los que cada uno cuenta una historia. Los relatos tratan temas distintos, como la avaricia y el adul­ terio. Algunas narraciones presentan una visión crítica de la sociedad y otras son especialmente cáusticas con los religio­ sos. En 1350 Boccaccio se hizo amigo de Petrarca y al mismo tiempo se acercó a la religión, tanto que estuvo a punto de des­ truir el Decamerón, ya que se sintió avergonzado. Petrarca lo convenció de que no lo hiciera y por eso se conservó hasta la actualidad. Boccaccio murió en 1375, un año después que Petrarca.

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El Siglo de Oro Se conoce como "Siglo de Oro" una etapa de gran esplendor en España, durante el reinado de Felipe 11. En realidad duró mucho más de un siglo, ya que su inicio se sitúa en 1499, con la publi­ cación de La Celestina, y finaliza más o menos en 1681, año de la muerte de Calderón de la Barca. En el terreno sociopolítico, España se convirtió en imperio, ya que sus colonias en América la hicieron la mayor potencia del continente europeo, sin embargo, las riquezas provenientes del nuevo continente eran utilizadas por el rey para consolidar su poderío en otras regiones euro­ peas, mientras el pueblo vivía empobrecido. En la literatura se manifiestan esas desigualdades, especialmente en la picaresca, que estudiaremos más adelante.

La Celestina

La primera edición que se conoce de esta obra es la de Burgos, en 1499. Su autor es Fernando de Rojas, quien nació en 1475 en la Puebla de Montalbán (Toledo). En el prólogo, el autor expli­ ca que su propósito es prevenir a los amantes para que no caigan en el cautiverio de Cupido, y para que la historia de los infortunados protagonistas impongan temor de fiarse de alcahuetes y falsos sirvientes. La obra narra el apasionamiento que surge entre Calisto y Melibea. Él era un joven noble, acos­ tumbrado a obtener lo que quería, y cuando ve por vez primera a Melibea, una muchacha rica y muy hermosa, se obsesiona con ella. (alisto intenta acercársele, pero ella lo rechaza, con lo cual aumenta su obsesión. Al verlo tan desesperado, su criado Sempronio le aconseja los servi­ cios de una vieja alcahueta llamada Celestina. Los criados de (alisto van a buscar a Celestina, pero le exigen que comparta con ellos el dinero que le cobrará a su amo, y la mujer acepta. Celestina se vale de sus hechizos y brujerías para despertar en Melibea una pasión incontenible que la lleva a entregarse a (alisto. Una vez conseguido ese propósito la vieja recibe su paga, pero cuando los criados le reclaman su parte, ella se niega a dárselas. Ellos, furiosos, la matan, pero las prostitutas que vivían con Celestina arman tal escándalo que llegan los guardias y cap­ turan a los criados. Las prostitutas deciden vengar la muerte de su patrona y esa noche, cuando Calisto sube al jar­ dín de Melibea, envían a un hombre a agredir a su criado. Sorprendido, (alisto cae de la escale­ ra y muere. Melibea no soporta el dolor y, frente a su padre, se lanza desde una torre, poniendo fin a su vida.

Análisis individual

Responda a las siguientes preguntas. ¿cuál fue la causa del trágico final de los dos amantes?

¿ Qué opina sobre Calisto, que en vez de aceptar el recha­ zo de Melibea, recurrió a la brujería?

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Ana María Sandoval En el caso de Calisto y Melibea, ¿puede decirse que era amor lo que sentían? ¿por qué?

Según su criterio, ¿ Cómo debió actuar Calisto cuando Melibea lo rechazó?

Proponga otro final para la historia. Al finalizar el ejercicio, comenten en clase sus respuestas.

La picaresca española

La narrativa picaresca floreció en España durante los siglos XVI y XVII. Estos relatos giran en torno a la figura del pícaro, un personaje de clase baja que se las ingenia para sobrevivir, reali­ zando diferentes oficios, legales o ilegales. Una de las características de la novela picaresca es que está escrita en primera persona, como si se tratara de un relato autobiográfico en el que el protagonista va narrando sus aventuras. Generalmente el pícaro tenía que trabajar para un amo, ya que en esa época era muy difícil desempeñar un trabajo independiente, o no sabía ningún oficio. Eso lo obligaba a saltar de una ocupación a otra valiéndose de su ingenio y frecuentemente, de su habilidad para engañar. En estas obras se presenta un amplio cuadro de la sociedad española de la época, sus costum­ bres, creencias y supersticiones. Las novelas picarescas son en realidad un conjunto de episodios independientes, que relatan aventuras que empiezan y terminan en el mismo capítulo, y el único enlace entre ellas es el protagonista. Las obras más destacadas de este género son: el Lazarillo de Tormes (1554) de autor desconocido; La vida del pícaro Guzmán de Alfarache (1599) de Mateo Alemán; y El Buscón (1626) de Francisco de Quevedo.

Lazarillo de Tormes

Esta obra cumbre de la picaresca española apareció en tres ediciones en el año 1554, lo que da una idea del gran éxito que tuvo. De autor desconocido, se cree que mantuvo el anonimato para evadir la cen­ sura de la Inquisición. El protagonista es Lázaro, nacido junto al río Termes. Lázaro desempeña los más variados oficios: empie­ za ayudando a un ciego embustero, luego pasa a ser empleado de un clérigo avaro, de un escudero empobrecido, un fraile alcahuete y un alguacil inepto. El anti-moralismo de la obra se resume en el consejo del arcipreste: "no mires a lo que pue­ dan decir, sino a lo que te toca, digo, a tu prove­ cho".

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Lengua y literatura 4 Leamos ahora un fragmento de la obra: "Desta manera me fue forzado sacar fuerzas de flaqueza, y poco a poco, con ayuda de las buenas gentes, di conmigo en esta insigne ciu­ dad de Toledo, adonde, con la merced de Dios, dende a quince días se me cerró la herida. Y mientras estaba malo siempre me daban algu­ na limosna; mas después que estuve sano, todos me decían: -Tú, bellaco y gallofero eres. Busca, busca un buen amo a quien sirvas. -¿y adónde se hallará ése -decía yo entre mí-, si Dios ahora de nuevo, como crió el mundo, no lo criase? Andando así discurriendo de puerta en puerta, con harto poco remedio, porque ya la caridad se subió al cielo, topóme Dios con un escudero que iba por la calle, con razonable vestido, bien peinado, su paso y compás en orden. Miróme, y yo a él, y díjome: -Muchacho: ¿ buscas amo?

Yo le dije: -Sí, señor. -Pues vente tras mí -me respondió-, que Dios te ha hecho merced en topar conmigo. Alguna buena oración rezaste hoy. Y seguíle, dando gracias a Dios por lo que le oí, y también que me parecía, según su hábito y continente, ser el que yo había menester. Era de mañana cuando este mi tercero amo topé. Y llevóme tras sí gran parte de la ciudad. Pasábamos por las plazas donde se vendía pan y otras provisiones. Yo pensaba, y aun desea­ ba, que allí me quería cargar de lo que se ven­ día, porque ésta era propia hora cuando se suele proveer de lo necesario, mas muy a ten­ dido paso pasaba por estas cosas. Por ventura no lo ve aquí a su contento -decía yo- y querrá que lo compremos-en otro cabo. Desta manera anduvimos hasta que dio las once. Entonces se entró en la iglesia mayor, y yo tras él, y muy devotamente le vi oír misa y los otros oficios divinos, hasta que todo fue acabado y la gente ida. Entonces salimos de la iglesia.

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A buen paso tendido comenzamos a ir por una calle abajo. Yo iba el más alegre del mundo en ver que no nos habíamos ocupado en buscar de comer. Bien consideré que debía ser hom­ bre que se proveía en junto y que ya la comida estaría a punto y tal como yo la deseaba y aun la había menester. En este tiempo dio el reloj la una después de mediodía, y llegamos a una casa, ante la cual mi amo se paró, y yo con él, y, derribado el cabo de la capa sobre el lado izquierdo, sacó una llave de la manga y abrió su puerta y entramos en casa. La cual tenía la entrada obs­ cura y lóbrega de tal manera, que parecía que ponía temor a los que en ella entraban, aun­ que dentro de ella estaba un patio pequeño y razonables cámaras. Desque fuimos entrados, quita de sobre sí su capa y, preguntado si tenía las manos limpias, la sacudimos y doblamos y, muy limpiamente, soplando un poyo que allí estaba, la puso en él. Y hecho esto, sentóse cabo de ella, preguntán­ dome muy por extenso de dónde era y cómo había venido a aquella ciudad. Y yo le di más larga cuenta que quisiera, porque me parecía más conveniente hora de mandar poner la mesa y escudillar la olla, que de lo que me pedía.

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Con todo esto, yo le dije de mi persona lo mejor que mentir supe, diciendo mis bienes y callan­ do lo demás, porque me parecía no ser para en cámara. Esto hecho, estuvo así un poco, y yo luego vi mala señal, por ser casi las dos y no verle más aliento de comer que a un muerto. Después desto, consideraba aquel tener cerrada la puerta con llave ni sentir arriba ni abajo pasos de viva persona por la casa. Todo lo que yo había visto eran paredes, sin ver en ella silleta, ni tajo, ni banco, ni mesa, ni aun tal arcaz como el de marras. Finalmente, ella parecía casa encan­ tada. Estando así, díjome: -Tú, mozo, ¿ has comido? -No, señor -dije yo-, que aún no eran dadas las ocho cuando con vuestra merced encontré. -Pues, aunque de mañana, yo había almorzado, y cuando así como algo, hágote saber que hasta la noche me estoy así. Por eso, pásate como pudieres, que después cenaremos. Vuestra merced crea, cuando esto lo oí, que estuve en poco de caer de mi estado, no tanto de hambre como por conocer de todo en todo la fortuna serme adversa. Allí se me representaron de nuevo mis fatigas y torné a llorar mis trabajos. Allí se me vino a la memoria la consideración que hacía cuando me pensaba ir del clérigo, diciendo que, aunque aquél era desventurado y mísero, por ventura toparía con otro peor. Finalmente, allí lloré mi trabajosa vida pasada y mi cercana muerte venidera."

Análisis individual Imagine cómo sigue esta historia, quien era ese caballero, por qué su casa era tan sombría, por qué vivía solo, y cómo termina este episodio. Piense en situaciones fuera de lo común, miste­ riosas o tenebrosas. Comente con sus compañeros el final que inventó y luego comprueben lo que sucede en la obra.

Segunda parte

Al leer el fragmento de la obra, puede darse cuenta de que el autor presenta el habla propia de aquella época. Seguramente encontró algunas palabras que han cambiado y otras expresiones que ya no se usan. Lea las siguientes expresiones o palabras, y determine lo que significan. "Sacar fuerzas de flaqueza" Con la merced de Dios. Dende a quince días. "Decía yo entre mí". Harto poco remedio. Muy a tendido paso pasaba por estas cosas.

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Lengua y literatura 4

La lírica renacentista: Garcilaso y Boscán. En el Siglo de Oro se acentuó la influencia italiana en las letras españolas. Siguiendo esos modelos, las composiciones líricas adoptan el endecasílabo (ver­ sos de once sílabas), a diferencia de la rima tradicio­ nal que empleaba octosílabos. Uno de los primeros poetas españoles que empleó los temas, procedimientos y formas de la lírica ita­ liana fue Juan Boscán. En sus composiciones es evi­ dente la influencia de Petrarca.

Garcilaso de La Vega

Nació en Toledo, se cree que en 1501, en una familia noble. Dedicó gran parte de su vida a servir como caballero al emperador, por lo que pasó muchos años luchando en distintas campañas. Se dice que Garcilaso es el ejemplo perfecto del caballero rena­ centista: soldado heroico, cortesano, buen lector y poeta. Se casó por conveniencia con Elena de Zúñiga, pero después conoció a Isabel Freyre, una dama de la corte que fue su amor imposible, ya que se casó con otro, lo que causó un profundo dolor al poeta que igual que Petrarca, dedicó gran parte de su poesía a la amada que lo despreciaba. Isabel murió de parto, pero Garcilaso nunca la olvidó. Aunque viajó un buen tiempo por Italia, volvía regularmente a España para visitar su tumba, con una fidelidad parecida a la de Petrarca por Laura. En 1536 cayó herido en batalla, en Francia, y murió poco tiempo después. Lea detenidamente el siguiente soneto de Petrarca y luego establezca las similitudes que pre­ senta con los poemas de Juan Boscán y de Garcilaso. Soneto CXXXII Francesco Petrarca Si no es amor, ¿qué es esto que en mí siento? Y si es amor, ¿cuál es su natural? Si bueno, ¿por qué su efecto es mortal? Si malo, ¿por qué es dulce su tormento?

Soneto Juan Boscán Bueno es amar; pues ¿cómo daña tanto? Gran gusto es querer bien; ¿por qué entristece? Placer es desear; ¿cómo aborrece? Amor es nuestro bien; ¿cómo da llanto?

Si de voluntad ardo ¿qué lamento? Si a mi pesar ¿el lamentar qué val? i Oh viva muerte, oh deleitoso mal! ¿quién te dio en mí poder, si no consiento?

Da esfuerzo amar; pues ¿cómo causa espanto? Por el amor el bien del alma crece; pues ¿cómo así por él ella padece? ¿cómo tantos contrarios cubre un manto?

Y si consiento, sin razón me quejo. Entre tantos contrarios va mi nave metida en alta mar y sin gobierno; tan falta de saber, de error tan grave, que no sé lo que digo, o lo que dejo, pues tiemblo de verano, ardo de invierno.

¿ No es el amor el que dolor nos trae? La compañía que a su pesar él tiene, también a su pesar nos hiere y mata. El mal en él de nuestra parte cae, él solo en nuestro bando nos sostiene y nuestra paz continuamente trata.

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Ana María Sandoval Soneto X Garcilaso de La Vega. iOh dulces prendas por mí mal halladas! Dulces y alegres cuando Dios quería. Juntas estáis en la memoria mía y con ella en mi muerte conjuradas. ¿Quién me dijera cuando en las pasadas horas en tanto bien por vos me vía que me habíais de ser en algún día con tan grave dolor representadas? Pues en un hora junto me llevaste odo el bien que por términos me diste, llevadme junto el mal que me dejaste. Si no, sospecharé que me pusiste en tantos bienes, porque deseaste verme morir entre memorias tristes.

Actividad individual:

¿Qué elementos similares encuentra entre el poema de Petrarca y el de Boscán?

¿ Existen semejanzas entre el poema de Petrarca y el de Garcilaso?, ¿cuáles son?

¿Piensa usted que la época determina las ideas sobre el amor? ¿será que en la actualidad el amor es diferente?

Si observa con atención, en los poemas de Petrarca y de Boscán se plantea un juego entre con­ ceptos contrarios, ¿puede descubrir algunos? iseguro que sí! Escriba a continuación las ideas opuestas que encontró:

El barroco -literario en España: el culteranismo y el conceptismo.

Se conoce como barroco al movimiento cultural que abarcó distintas disciplinas estéticas (danza, música, pintura, arquitectura y escultura) y que se extendió por Europa y América Latina, en un periodo posterior al Renacimiento, entre finales del siglo XVI hasta el siglo XVII. El barroco surge en un momento histórico de intensa crisis económica y política, marcado por las guerras, la miseria y los grandes contrastes sociales. Por eso refleja las contradicciones, el sentimiento de inestabilidad, la conciencia sobre la brevedad de la vida y el misterio de los sue­ ños.

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Lengua y literatura 4 En ese contexto surgen en literatura dos tendencias que en realidad no son tan contrarias como suele decirse: el culteranismo y el conceptismo. Los principales representantes de estos movi­ mientos fueron Luis de Góngora (culteranismo) y Francisco de Quevedo (conceptismo). Cada uno defendía su propio estilo, sin reconocer los rasgos que tenían en común. En ese enfrentamiento Quevedo lanzó críticas ácidas contra Góngora y su obra, dedicándole varias de sus sátiras y llamando "jerigóngora" (por jerigonza) al estilo de don Luis.

¿vale más lo que se dice, o cómo se dice?

Para el culteranismo, promovido por Góngora, la forma de expresión era más importante que el contenido. Buscaba el refinamiento en el estilo, la suntuosidad, la abundancia de metáforas y latinismos, las expresiones son exageradas, difíciles de comprender. Hacía alarde de conoci­ mientos mitológicos, y en resumen le interesaba más la sonoridad que transmitir un contenido claro y accesible.

Luis de Góngora

y Argote nació en Córdoba (España) en 1561, estudió en Salamanca aunque no finalizó la carrera de teólogo ya que dedicaba mucho tiempo a la literatura y al juego. Aunque no tenía vocación, tomó órdenes religiosas menores, pero fue acusado de descuidar sus labores eclesiásticas y de asistir a las corridas de toros, que estaban prohibidas a los clérigos. Viajó mucho y se relacionó con la aristocracia madrileña y la elite literaria. Se quedó en Madrid, donde trató de abrirse espacios en la corte, cosa que no consiguió y regresó desengañado a Córdoba, donde pasó varios años dedicado a la escritura. De ese retiro surgen sus mejores obras, como la "Fábula de Polifemo y Galatea" y la primera de sus Soledades. Murió en Córdoba en 1627. Su conocimiento sobre mitología se observa, por ejemplo en su poema "Fábula de Polifemo y Galatea": El cíclope gigante Polifemo se enamora de la ninfa Galatea, pero ella ama al pastor Acis. Movido por los celos, Polifemo decide matar a Acis lanzándole una roca, pero en el mismo momento en que la piedra cae, Doris, la madre de Galatea, convierte al pastor en un río, transformando así la muerte en vida. Galatea queda unida para siempre a su amado, pues las ninfas viven en los ríos y en los bosques. La his­ toria, contada así, es clara y sencilla, pero veamos cómo relata Góngora lo que sucede cuando Polifemo le lanza la roca a Acis: Corriente plata al fin sus blancos huesos, lamiendo flores y argentando arenas, a Doris llega, que con llanto pío, yerno lo saludó, lo aclamó río. Las figuras en la estrofa anterior quieren decir lo siguiente: Sus blancos huesos se convierten en corriente plata, es decir en agua. "Lamiendo flores y argentando arenas". Argentar significa platear, o cubrir de plata. Es una metáfora ,que expresa cómo el agua del río "lame" las flores y hace que la arena se vea plateada.

Ana María Sandoval A Doris llega, que con llanto pío" Pío signifi­ ca piadoso, es decir que Doris lloró, apiadán­ dose del pastor. "yerno lo saludó, lo aclamó río". Quiere decir que Doris lo aceptó como yerno pero a la vez lo convirtió en río. Ahora, expresen sus opiniones sobre la poesía de Góngora y el culteranismo. ¿creen que la musicalidad de los versos es más importante que la comprensión del contenido? Comenten odo lo que piensen al respecto.

Actividad en pequeños grupos Lean la siguiente estrofa del mismo poema, y traten de descubrir qué significan las figuras que utiliza Góngora; por ejemplo, ¿cuál es el ave que dulce muere y en las aguas mora"? "i Oh bella Galatea, más suave que los claveles que tronchó la aurora; blanca más que las plumas de aquel ave que dulce muere y en las aguas mora; igual en pompa al pájaro que, grave, su manto azul de tantos ojos dora, cuantas el celestial zafiro estrellas!"

El conceptismo y los juegos de lenguaje

El conceptismo hacía énfasis en las ideas o conceptos que se transmitían, sin descuidar el estilo. Empleaba palabras que pudieran interpretarse en varios sentidos (polisemia), el juego de conrarios, las paradojas y las frases ingeniosas. Uno de sus mejores exponentes fue Francisco Gómez de Quevedo y Vil legas. Nació en Madrid en 1580, estudió en Alcalá y se interesó por todos los campos del saber de aquella época. Dominó varias lenguas y durante mucho tiempo fue aceptado en la corte, donde conoció la corrupción y los vicios de esos círculos. Años más tarde se enemistó con el poderoso duque de Olivares, fue encarcelado en 1639 en un calabozo donde pasó cuatro años. Al morir el duque recuperó su ibertad, pero murió al poco tiempo, en 1645. Su obra incluye prosa y poesía. Es autor de la novela picaresca La vida del Buscón llamado don Pablos, y cinco piezas cortas que llamó Los sueños, en las que manifiesta su gran ingenio e iro­ nía. Su obra poética fue publicada casi toda después de su muerte y comprende los más variados temas, como el amor, las sátiras y las reflexiones morales, reunidas en el volumen Heráclito cris­ tiano, que escribió después de una fuerte crisis espiritual en 1613. Quevedo tenía una personali­ dad contradictoria, ya que así como profundizaba en la moral y el estoicismo, escribía las más agudas y despiadadas críticas en las que derrochaba humor Leamos a continuación algunas estrofas de su "Letrilla satíri­ ca" en la que a partir de un concepto (que el dinero todo lo puede) da rienda suelta a la ironía, el ingenio y las paradojas: Madre, yo al oro me humillo: él es mi amante y mi amado, pues de puro enamorado, de continuo anda amarillo; que pues, doblón o sencillo, hace todo cuanto quiero, poderoso caballero es don Dinero.

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Lengua y literatura 4 Nace en las Indias honrado donde el mundo le acompaña; viene a morir en España y es en Génova enterrado. Y pues quien le trae al lado es hermoso, aunque sea fiero, poderoso caballero es don Dinero.

Son sus padres principales y es de nobles descendiente, porque en las venas de Oriente todas las sangres son reales y pues es quien hace iguales al duque y al ganadero, poderoso caballero es don Dinero.

Es galán y es como un oro, tiene quebrado el color, persona de gran valor, tan cristiano como moro; pues que da y quita el decoro y quebranta cualquier fuero, poderoso caballero es don Dinero. En las estrofas anteriores podemos apreciar el uso que hace Quevedo de la figura retórica lla­ mada "concepto" (de ahí el nombre de conceptismo), que consiste en establecer semejanzas entre cosas distintas y aplicar un concepto a varias palabras, como cuando dice que el dinero es galán y persona de gran valor, y que es tan cristiano como moro. En esas frases se observa también la polisemia, ya que al dinero le atribuye diferentes significa­ dos. En resumen, a partir de una idea: "poderoso caballero es don Dinero", Quevedo muestra diferentes circunstancias que lo respaldan, y al mismo tiempo hace una crítica irónica de la sociedad que aprecia sobre todo el materialismo y la riqueza. Eso provoca que los valores se alteren, los jueces se corrompan, se vea como bello lo feo y como bueno lo malo.

Análisis en pequeños grupos Reunidos en grupos de cuatro o cinco integrantes, analicen los siguientes aspectos basándose en las estrofas de la Letrilla satírica que leyeron: ¿ Qué significa esta frase de Quevedo: "Y pues quien le trae al lado es hermoso, aunque sea fiero, poderoso caballero es don Dinero"?

¿Por qué creen que dice que el dinero es tan cristiano como moro?

¿A qué se refiere cuando afirma que el dinero da y quita el decoro (respetabilidad, decencia) y quebranta cualquier fuero (gobierno)?

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Ana María Sandoval Están de acuerdo en que el dinero hace iguales a las personas, como afirma Quevedo al decir e iguala al duque y al ganadero?

nalmente, ¿qué opinan sobre la idea que transmite el poema?, ¿1a situación en la actualidad es como la que describe Quevedo?, ¿por qué?

Miguel de Cervantes y El Quijote

Miguel de Cervantes Saavedra nació en Alcalá de Henares en 1547. Antes de dedicarse a la lite­ ratura había sido soldado y participó en la batalla de Lepanto contra los turcos; allí fue herido en el pecho y en el brazo izquierdo, que le quedó inmóvil, por eso lo llamaban "el manco de Lepanto". Cuando iba de regreso a España, unos piratas capturaron la embarcación y lo llevaron prisione­ ro a Argel. Cervantes intentó huir varias veces pero no lo consiguió. Cinco años después los padres Trinitarios reunieron el dinero del rescate y fue liberado. Sobre esa experiencia escribió dos obras de teatro: Los baños de Argel y El trato de Argel. Al volver a España sufrió una gran decepción porque era muy difícil conseguir trabajo y tuvo que aceptar empleos mal pagados. Entonces se dedicó a escribir y en 1585 publicó su primer libro, la novela pastoril La Cialatea. En esa misma época se casó con Catalina de Salazar y Palacios, y empezó a trabajar como recaudador de impuestos. Su situación empeoró, porque fue encarcelado debido a un faltante en las cuentas. Al parecer, él había depositado el dinero en un banco que luego quebró y no pudo reintegrar la cantidad completa. Pasó tres meses en la cárcel de Sevilla. Según decía el mismo Cervantes, durante el tiempo que estuvo preso empezó a imaginar la apasionante historia que lo haría inmortal: El Ingenioso Hidalgo don Quijote de La Mancha. En 1605 publicó la primera parte del Quijote y fue un éxito, con cinco ediciones en un año. Ofreció escribir la continuación de su historia, pero años más tarde se llevó una terrible sorpresa pues apareció en Tarragona una segunda parte apócrifa, escrita por un enemigo suyo que firmaba bajo el seudónimo de Alonso Fernández de Avellaneda. Ese texto fraudulento no podía compararse ni de lejos con la verdadera obra, ya que presentaba a los perso­ najes como seres grotescos y vulgares. Al final eso favoreció a Cervantes, pues apresuró la segunda parte del Quijote, que salió en 1615, apenas un año después de que apareciera la versión de Avellaneda. En este nuevo volumen Cervantes declara la ilegiti­ midad de la obra apócrifa y para evitarse futuros dis­ gustos, la historia termina con la muerte de Don Quijote.

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Lengua y literatura 4 Durante los últimos años de su vida Cervantes se dedicó a escribir, publicando en una década la mayoría de su obra, pero a pesar de su éxito literario, su situación económica no mejoró mucho, por lo que generalmente vivió en la pobreza. El último libro que escribió, Los trabajos de Persiles y Segismunda, se publicó póstumamente; puede decirse que Cervantes murió escribiendo, ya que el 19 de abril de 1616 la finalizó y murió cuatro días después, el 23 de abril. Fue enterrado pobremente por los padres franciscanos, en el convento de las Trinitarias Descalzas de Madrid, pero los trabajos de construcción que se hicieron más tarde allí, han impedido localizar sus res­ tos, es más, ni siquiera se tiene la certeza de que se encuentren en ese lugar.

El teatro y la poesía de Cervantes

Aunque Cervantes intentó destacar como dramaturgo y como poeta, su fuerte fue la narrativa. Él mismo reconoció la limitación de su poesía cuando escribió los versos siguientes: "... Yo que siempre me afano y me desvelo por parecer que tengo de poeta la gracia que no quiso darme el cielo..." En teatro, la obra cervantina (junto a la de Lope de Rueda y Juan de La Cueva) abrió la brecha para la configuración del arte dramático español, camino que más tarde transitará con maestría Lope de Vega. En su momento fueron muy bien aceptados los entremeses y las piezas humo­ rísticas de Cervantes, aunque no alcanzaron la calidad del teatro de Lope de Vega, con quien sos­ tuvo una constante rivalidad. De hecho, Lope escribió una crítica sobre los poetas de ese tiem­ po, en la que afirmaba que aunque había "muchos en cierne para el año que viene, ninguno tan malo como Cervantes, ni tan necio que alabe a don Quijote".

La narrativa de Cervantes El primer relato de Cervantes fue la novela pastoril La Ca/atea, publicada en 1585. Presenta esce­ nas de la vida en el campo y se intercalan varios poemas; sin embargo ya se advierten diferen­ tes elementos novelescos, como las acciones dinámicas, los enredos y confusiones amorosas. En el prólogo de sus Novelas ejemplares dice ser el primero en novelar en lengua castellana, ya que los "novelistas" españoles, hasta ese momento, se habí­ an limitado a copiar la obra de algunos extranjeros, especialmente de los italianos.

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En esos relatos pinta diferentes aspectos de la socie­ dad española; por ejemplo, en "El coloquio de los perros", el perro Berganza narra sus aventuras con distintos amos (en forma parec;jda a la del Lazarillo de Termes), mientras que Ci1tión, su interlocutor, va aportando opiniones, sentencias y aforismos.

Don Quijote

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Desde un principio don Quijote se va delineando con gran ironía como la parodia del héroe caballe­ resco, ya que el hidalgo manchego no es de origen noble, es ingenioso (que por entonces era sinónimo de loco), y desde luego, estaba totalmente fuera de tiempo, ya que la época de los caballeros andantes era cosa del pasado.

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Ana María Sandoval Don Alonso Quijano, antes de convertirse en Don Quijote, vivía una existencia aburrida, común, en un lugar de La Mancha que no valía a pena nombrar. Así nos presenta Cervantes al protagonista: "Frisaba la edad de nuestro nidalgo con los cincuenta años; era de comple­ xión recia, seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza (...) Los ratos que estaba ocioso (que eran los más del año), se daba a leer libros de caballerías con tanta afición y gusto, que olvidó casi de todo punto el ejercicio de la caza, y aun la adminis­ tración de su hacienda; y llegó a tanto su curiosidad y desatino en esto, que vendió muchas hanegas de tierra de sembradura para comprar libros de caballerías en que leer, y así levó a su casa todos cuantos pudo haber dellos". En la primera parte se cuentan dos de los tres viajes que realizó don Quijote. La primera vez sale solo. Después de preparar su armadura y a su caballo Rocinante, llega -según él- a un cas- aburrir al lector, ya no se observa en la segun­ illa donde será ordenado caballero por el da parte, en la que se concreta a la historia del señor. En realidad el castillo era una venta, es hidalgo. decir una posada, y el que don Quijote creyó señor era tan sólo el ventero que, curioso y El Quijote se considera la primera novela moderna. No presenta un estilo único, ya que divertido, decidió seguirle el juego y reírse a sus costillas. Veamos cómo lo ordena caballe­ mezcla admirablemente diferentes géneros y formas de expresión; precisamente, uno de sus ro: mayores aciertos es la polifonía, es decir la cre­ Advertido y medroso desto el castellano, ación de distintas "voces" para caracterizar a rujo luego un libro donde asentaba la paja y los personajes, ya que cada una de ellas refleja cebada que daba a los harrieros, y con un cabo el modo de hablar y los elementos culturales de vela que le traía un muchacho, y con las dos que los definen. Así, vemos una magistral ya dichas doncellas, se vino adonde don alternancia entre las voces de campesinos y Quijote estaba, al cual mandó hincar de rodi­ aldeanos, de aristócratas, de clérigos, etc. La llas; y, leyendo en su manual (como que decía primera parte finaliza con el regreso de don alguna devota oración), en mitad de la leyen­ Quijote a casa, y se incluyen algunos epitafios da alzó la mano y dióle sobre el cuello un buen que ya anticipan su muerte. golpe, y tras él, con su mesma espada, un gen­ La segunda parte empieza con un prólogo en til espaldarazo, siempre murmurando entre el que Cervantes replica a Avellaneda (el dientes, como que rezaba." impostor, que además era admirador de Lope En la primera parte se intercalan relatos inde­ de Vega) y aprovecha para lanzar algunas crí­ pendientes de la historia principal, que no ticas también contra Lope. En esta parte se afectan el argumento ni se relacionan directa­ narra la tercera y última salida de don Quijote, mente con las aventuras de Don Quijote. Este que finalizará en Barcelona, donde será derro­ recurso, que a menudo se empleaba para no tado por el Caballero de la Blanca Luna. 63

:Lengua y literatura 4 Después de esas últimas aventuras vuelve enfermo a su hogar, ha recobrado la razón y muere rodeado de sus familiares y amigos. A lo largo de la historia se observa cómo don Quijote y Sancho van transformándose psico­ lógicamente, adoptando cada uno ciertas características del otro, al punto que algunos críticos hablan de la "quijotización" de Sancho y la "sanchificación" del Quijote; la transfor­ mación es mucho más profunda que una sim­ ple influencia, veamos por qué. Decir que don Quijote estaba loco es una afir­ mación muy simple, ya que si bien su manera de interpretar la realidad y de abordar la vida no encajaba con lo que se consideraba "nor­ mal" o cuerdo, lo que él soñaba era un mundo donde prevaleciera la justicia. El heroísmo y el idealismo de don Quijote se tradujeron en acciones (aunque éstas eran dis­ paratadas y risibles), cuando decidió abando­ nar la simpleza de su vida y salió en pos de su sueño. Por su parte, Sancho se daba cuenta de las confusiones de su amo, pero a medida que transcurre la historia va interiorizando y haciendo suyos esos ideales, es decir que entiende la necesidad de aquel hombre de transformar la injusticia, la vulgaridad y la bajeza, adornándolas con la opulencia del mundo caballeresco. Por eso don Quijote era

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capaz de ver y tratar a una rústica aldeana como a una princesa, pues veía en los demás una belleza que seguramente ni ellos mismos percibían, tanto que se desconcertaban al reci­ bir un trato tan respetuoso. La imagen que don Quijote hacía de los demás, les servía como espejo en el que se contempla­ ban mejores, importantes, dignos de respeto; un espejo en el que veían no tanto lo que eran sino cómo podrían ser. Por ejemplo, a Sancho, su escudero, le ofrece que como premio de tantas aventuras le dará una isla: la ínsula Barataria, que deberá gobernar con sabiduría; entonces Sancho deja de verse como un rústi­ co campesino y empieza a visualizarse como el gobernador de una isla. Como buen caballero, don Quijote idolatraba a su dama: la sin par Dulcinea del Toboso, que en realidad era una tosca aldeana llamada Aldonza Lorenzo. No cabe duda de que la pri­ mera impresión que causaba aquel patético caballero montado sobre su caballo flaco era risible, pero pasado el desconcierto inicial, ejercía un efecto casi mágico al que nadie que­ daba indiferente, nadie, inclusive los lectores que más allá de la risa, captamos el mensaje de humanidad que sigue transmitiendo el caballe­ ro de la triste figura. El cambio entre la primera y la segunda parte es evidente: en la primera parte don Quijote se dejaba llevar por la fantasía, mientras Sancho se empeñaba en hacerle ver la reali­ dad. Por ejemplo, en la lucha con­ tra los molinos de viento, el escu­ dero le advierte que no son gigan­ tes como él creía. En cambio, en la segunda parte cuando don Quijote va recuperando la cordura, es Sancho (con la ayuda de otros per­ sonajes) quien inventa nuevas aventuras, aunque su amo no se las cree del todo. La transformación de Sancho es tal, que cuando don Quijote cae enfermo y se queda en casa a bien

Ana María Sandoval morir, él trata de convencerlo para que salgan a buscar nuevas aventuras, pero esto ya no es posible porque su amo ha recuperado la razón. ¿ Por qué don Quijote se vuelve cuerdo? tal vez porque se le mueren los sueños y cae en el desencanto. Mientras conservó la capacidad de soñar, lo sostuvieron los ideales y tuvo la energía para perseguirlos, pero cuando afron­ ta los hechos y se da cuenta de que el mundo es como es y no puede transformarlo, la desi­ lusión y la amargura (que seguramente tam­ bién invadieron a Cervantes) le ponen los pies en la tierra. Todas esas consideraciones explican en parte por qué esta monumental obra, después de cuatrocientos años de vida, sigue impactando y llegando a los lectores de todo el mundo y de todas las épocas. Seguramente seguirá tocan­ do esas fibras interiores mientras la humani­ dad conserve lo que tiene de humano: la capa­ cidad de soñar, la búsqueda de un mundo mejor, los ideales de justicia, la posibilidad de ver el lado bueno de las personas y la energía suficiente para pasar del sueño a las acciones. Leamos a continuación un fragmento de la pri­ mera parte: Después de ser ordenado caballe­ ro, don Quijote cabalga por los campos de Castilla y encuentra la ocasión de imponer jus­ ticia cuando observa a un amo que maltrata cruelmente a su empleado:

Capítulo IV De lo que le sucedió a nuestro caballero cuan­ do salió de la venta.

"La del alba sería cuando don Quijote salió de la venta, tan contento, tan gallardo, tan albo­ rozado por verse ya armado caballero, que el gozo le reventaba por las cinchas del caballo. Mas viniéndole a la memoria los consejos de su huésped acerca de las prevenciones tan necesarias que había de llevar consigo, espe­ cial la de los dineros y camisas, determinó vol­ ver a su casa y acomodarse de todo, y de un escudero, haciendo cuenta de recebir a un labrador vecino suyo, que era pobre y con hijos; pero muy a propósito para el oficio escu­ deril de la caballería. Con este pensamiento

gu10 a Rocinante hacia su aldea, el cual, casi conociendo la querencia, con tanta gana comenzó a caminar, que parecía que no ponía los pies en el suelo. No había andado mucho, cuando le pareció que a su diestra mano, de la espesura de un bosque que allí estaba, salían unas voces delicadas, como de persona que se quejaba; y apenas las hubo oído, cuando dijo: -Gracias doy al cielo por la merced que me hace, pues tan presto me pone ocasiones delante donde yo pueda cumplir con lo que debo a mi profesión, y donde pueda coger el fruto de mis buenos deseos. Estas voces, sin duda, son de algún menesteroso o menestero­ sa que ha menester mi favor y ayuda. Y volviendo las riendas, encaminó a Rocinante hacia donde le pareció que las voces salían. Y a pocos pasos que entró por el bosque, vio atada una yegua a una encina, y atado en otra a un muchacho, desnudo de medio cuerpo arriba, hasta de edad de quince años, que era el que las voces daba, y no sin causa, porque le esta­ ba dando con una pretina muchos azotes un labrador de buen talle, y cada azote le acom­ pañaba con una reprehensión y consejo. Porque decía:

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Lengua y literatura 4 -La lengua, queda; y los ojos, listos. Y el muchacho respondía: -No lo haré otra vez, señor mío; por la pasión de Dios que no lo haré otra vez, y yo prometo de tener de aquí adelante más cuidado con el hato. Y viendo don Quijote lo que pasaba, con voz airada dijo:

lanza. Pagadle luego sin más réplica; si no, por el Dios que nos rige que os concluya y aniqui­ le en este punto. Desatadlo luego.

El labrador, que vio sobre sí aquella figura llena de armas blandiendo la lanza sobre su rostro, túvose por muerto, y con buenas pala­ bras respondió:

El labrador bajó la cabeza y, sin responder palabra, desató a su criado, al cual preguntó don Quijote que cuánto le debía su amo. Él dijo que nueve meses, a siete reales cada mes. Hizo la cuenta don Quijote y halló que monta­ ban sesenta y tres reales, y díjole al labrador que al momento los desembolsase, si no quería morir por ello. Respondió el medroso villano que para el paso en que estaba y juramento que había hecho (y aún no había jurado nada), que no eran tantos; porque se le habían de descontar y recebir en cuenta tres pares de zapatos que le había dado, y un real de dos sangrías que le habían hecho estando enfer­ mo.

-Señor caballero, este muchacho que estoy castigando es un mi criado, que me sirve de guardar una manada de ovejas que tengo en estos contornos; el cual es tan descuidado, que cada día me falta una; y porque castigo su des­ cuido, o bellaquería, dice que lo hago de mise­ rable, por no pagalle la soldada que le debo, y en Dios y en mi ánima que miente.

-Bien está todo eso -replicó don Quijote-; pero quédense los zapatos y las sangrías por los azotes que sin culpa le habéis dado; que si él rompió el cuero de los zapatos que vos pagas­ tes, vos le habéis rompido el de su cuerpo; y si le sacó el barbero sangre estando enfermo, vos en sanidad se la habéis sacado; ansí que, por esta parte, no os debe nada.

-¿"Miente" delante de mí, ruin villano? -dijo don Quijote-. Por el sol que nos alumbra que estoy por pasaros de parte a parte con esta

-El daño está, señor caballero, en que no tengo aquí dineros; véngase Andrés conmigo a mi casa, que yo se los pagaré un real sobre otro.

-Descortés caballero, mal parece tomaros con quien defender no se puede; subid sobre vues­ tro caballo, y tomad vuestra lanza -que tam­ bién tenía una lanza arrimada a la encina donde estaba arrendada la yegua-; que yo os haré conocer ser de cobardes lo que estáis haciendo.

-¿ Irme yo con él -dijo el muchacho- más? i Mal año! No señor, ni por pienso; porque en vién­ dose solo, me desollará San a un como Bartolomé. -No hará tal -replicó don Quijote-: basta que yo se lo mande para que me tenga respeto; y con que él me lo jure por la ley de caballería que ha recebi­ do, le dejaré ir libre, y ase­ guraré la paga.

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-Mire vuestra merced, señor, lo que dice -dijo el

Ana María Sandoval muchacho-; que este mi amo no es caballero, buen juez, vive Roque que si no me paga, que ni ha recebido orden de caballería alguna, que vuelva y ejecute lo que dijo! es Juan Haldudo el rico, el vecino del -También lo juro yo -dijo el labrador-; pero, Quintanar. por lo mucho que os quiero,quiero acrecentar -Importa poco eso -respondió don Quijote-; la deuda, por acrecentar la paga. que Haldudos puede haber caballeros; cuanto y asiéndole del brazo, le tornó a atar a la enci­ más, que cada uno es hijo de sus obras. na,donde le dio tantos azotes, que le dejó por -Así es verdad -dijo Andrés-,pero este mi amo, muerto. ¿de qué obras es hijo,pues me niega mi solda­ -Llamad, señor Andrés, ahora -decía el labra­ da y mi sudor y trabajo? dor- al desfacedor de agravios; veréis como no -No niego, hermano Andrés -respondió el desface aquéste. Aunque creo que no está aca­ labrador-,y hacedme placer de veniros conmi­ bado de hacer,porque me viene gana de deso­ go; que yo juro por todas las órdenes de caba­ llaras vivo, como vos temíades. llerías que hay en el mundo de pagaros, como Pero, al fin le desató y le dio licencia tengo dicho, un real sobre otro, y aun .. que fuese a buscar a su juez, para sahumados. ,:�;":�_ que ejecutase la pronunciada -Del sahumerio os hago gracia _ """'lk. sentencia. Andrés se partió dijo don Quijote-; dádselos en --- ,fe.e. algo mohino,jurando de ir a reales, que con eso me con­ 'ft;" buscar al valeroso don tento; y mirad que lo cum­ Quijote de La Mancha, y pláis como lo habéis jurado, i:)! contalle punto por punto si no, por el mismo jura­ lo que había pasado,y que mento os juro de volver a ?.'f se lo había de pagar con buscaros y a castigaros, y ifi! las setenas. Pero,con todo que os tengo de hallar aun­ .J f);, '_ esto, él se partió llorando y '-·_' que os escondáis más que una �����!li--��:---- __ su amo se quedó riendo. Y lagartija. Y si queréis saber �desta manera deshizo el agraquién os manda esto,para quedar ._ vio el valeroso don Quijote; el con más veras obligado a cumplirlo, cual, contentísimo de lo sucedido, sabed que yo soy el valeroso don Quijote pareciéndole que había dado felicísimo y alto de La Mancha,el desfacedor de agravios y sin­ principio a su caballería, con gran satisfacción razones, y a Dios quedad, y no se os parta de de sí mismo, iba caminando hacia su aldea, las mientes lo prometido y jurado, so pena de diciendo a media voz: la pena pronunciada. -Bien te puedes llamar dichosa sobre cuantas Y en diciendo esto, picó a su Rocinante, Y en hoy viven sobre la tierra i oh sobre las bellas, breve espacio se apartó dellos. Siguióle el bella Dulcinea del Toboso!, pues te cupo en labrador con los ojos y cuando vio que había suerte tener sujeto y rendido a toda tu volun­ traspuesto del bosque y que ya no parecía,vol- tad e talante a un tan valiente y tan nombra­ vióse a su criado Andrés,y díjole. do caballero como lo es y será don Quijote de -Venid acá, hijo mío; que os quiero pagar lo La Mancha; el cual,como todo el mundo sabe, que os debo, como aquel deshacedor de agra- ayer recibió la orden de caballería y hoy ha desfecho el mayor entuerto y agravio que vios me dejó mandado. formó la sinrazón y cometió la crueldad: hoy -Eso juro yo -dijo Andrés-; i Y cómo que andará vuestra merced acertado en cumplir el man- quitó el látigo de la mano a aquel despiadado damiento de aquel buen caballero, que mil enemigo que tan sin ocasión vapulaba a aquel años viva; que, según es de valeroso y de�-�delicado infante."

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Lengua y literatura 4

Actividad individual ¿cómo se manifiesta el choque entre los ideales de don Quijote y la realidad?

Don Quijote, movido por su idealismo, creyó haber resuelto la injusti­ cia que se cometía con el muchacho, pero no fue así, ¿cuál fue su error?

¿qué opina de que Don Quijote se marcha muy feliz creyendo que había realizado una buena acción?

Esa historia no termina allí, ¿cómo la proseguiría usted?, ¿qué final inventaría?

Don Quijote actuaba basándose en un código caballeresco en el que ya nadie creía, y no se daba cuenta de que el mundo había cambiado, por eso confió en que el labrador cumpliría su juramento. ¿ Cree que en la actualidad pueden ocurrir situaciones así? Explique su respuesta.

Lea el final del episodio. Si no tiene el libro puede descargarlo en: www.cervantesvirtua 1.com

Actividad en pequeños grupos

En grupos de tres o cuatro integrantes inventen un cuento cuyo argumento presente una situación parecida a la del fragmento que leyeron. Piensen cómo sería un Quijote en la actualidad y en nuestro país, imaginen una anécdota divertida y com­ partan la historia con sus compañeros de clase.



Ana María Sandoval

Comunicación

Estrategias para la lectura eficaz

El tipo de lectura depende en buena medida del texto que vamos a leer. Por ejemplo, una narración requiere que dejemos volar la imaginación y nos dispongamos a disfrutarla; pero un exto científico, o los libros académicos exigen un proceso más complejo para que los aprovechemos al máximo. A continuación ofrecemos algunos consejos para que la lectura de textos académicos sea más eficaz. Póngalos en práctica y verá que el estudio será más efectivo y fácil. Lea en un lugar tranquilo y silencioso. Aunque muchos jóvenes tienen la costumbre de estudiar escuchando música, se ha com­ probado que eso impide la concentración y hace más difícil la comprensión de los textos. Subraye las ideas principales y haga anotaciones. Cuando lea un texto tenga a mano un cuaderno o fichas para hacer esquemas, cuadros sinópticos o diagramas. Anote también sus ideas respecto a lo que lee, de esa manera será mucho más fácil repasar el tema. Asegúrese de comprender lo que lee. Si hay términos difíciles búsquelos en el diccionario. El aprendizaje depende de su comprensión. Sabrá que ha comprendido un texto si puede explicar el tema fácilmente, con sus palabras. Utilice recursos para recordar fechas o nombres. Si necesita memorizar una lista, puede anotar las iniciales de las palabras. Por ejemplo, digamos que usted necesita recordar los nombres de algunos dioses griegos: Zeus, Afrodita, Eros, Poseidón, Atenea; puede memorizar sus iniciales: ZAEPA.

Si necesita recordar biografías, imagínese que le presentan al personaje en una fiesta y que se presenta así, por ejemplo: "Mucho gusto, soy Miguel de Cervantes y Saavedra, nací en 1547, y soy un gran escritor, posiblemente ha escuchado hablar sobre mi mayor éxito, Don Quijote de La Mancha". Imagine su acento, su estatura y aspecto, su vestimenta y hasta su olor, todo lo que haga más realista la imagen. Explique lo que ha leído. Es la mejor manera de aprender un tema, ya que si puede explicarlo es porque lo domina. Puede explicárselo a un compañero, y así verifican entre los dos que lo com­ prenden bien. Relacione lo que lee con experiencias de su vida diania. Por ejemplo, si está estudiando los esta­ dos de la materia, visualícese poniendo agua en el congelador, luego bebiendo un vaso de agua pura y finalmente observando el vapor que sale de una olla con agua hirviendo. Si se trata de contenidos de historia, imagínese que usted participa en el acontecimiento que está estudian­ do. Si se trata de una guerra es mejor que se ponga a salvo y observe la batalla desde un lugar seguro. No estudie a última hora. En realidad eso no es estudiar, se llama -en buen chapín- "calentar para el examen", pero si lo hace así seguramente lo olvidará casi de inmediato. Si practica cons­ tantemente los consejos anteriores podrá responder el examen en cualquier momento, sin des­ velos ni nervios de última hora, porque realmente habrá aprendido.

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Lengua y literatura 4

Evaluación de la unidad El propósito de los siguientes ejercicios es que usted evalúe su aprendizaje, por eso es impor­ tante que responda las preguntas sin consultar el libro. De esa manera podrá determinar si nece­ sita reforzar algún tema.

1 Serie Agregue el sintagma que haga falta para completar los siguientes enunciados. Anote en cada uno qué sintagma agregó: ___________ llegó a la fiesta empapado. Los niños juegan _______________ Teresa __________ un cachorro perdido. Cervantes escribía _______________ ____________ era el escudero de Don Quijote.

11 Serie

Explique con sus palabras lo siguiente: ¿ Cómo se manifiesta la relación entre literatura, identidad y cultura?

Mencione un ejemplo de los cantares de gesta

¿ Cuáles son las diferencias entre el mester de clerecía y el mester de juglaría?

¿ Cuál es el tema central de la Divina Comedia?

Enumere los principales cambios que se produjeron en el Renacimiento.

Explique qué es el Siglo de Oro español.

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Ana María Sandoval ¿cuál era el propósito del autor de La Celestina al escribir su obra?

r,_

¿cómo se llama el autor de La Celestina? 3

Describa las características del pícaro y la picaresca española.

ffxisten personajes en la actualidad similares al pícaro? Si es así, ¿quiénes son?

111 Serie

Escriba en la línea correspondiente el nombre de la pareja, el amor idealizado o imposible, de los siguientes personajes o autores: Calisto _________________________________ Doña Jimena _______________________________ Dante--------------------------------Garcilaso-------------------------------­ Petrarca--------------------------------­ Galatea--------------------------------Don Quijote _______________________________

Autoevaluación ¿Alcanzó los propósitos que estableció al principio de esta unidad?

¿Encontró difícil algún tema de esta unidad?, ¿cuál fue y por qué?

Determine sus propósitos para mejorar su aprendizaje.

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Lengua y literatura 4

feÍi

En esta unidad veremos cómo el teatro resurge con una gran fuerza en el siglo XVI. Se convierte en un espectáculo para todos los públicos y es un ele­ mento muy importante, no sólo como entretenimiento, sino como configurador de los valores nacio­ nales. En el teatro español, el pue­ blo se ve reflejado en el escenario, observa sus propias luchas y con­ flictos, y también las salidas que dejan intacto su honor.

En Inglaterra, Shakespeare lleva a las tablas historias asombrosas de amores imposibles, desenga­

ños y muerte. Invita al especta­ dor a viajar por lugares exóticos, o inclusive al inframundo donde habitan los fantasmas. Las historias giran en torno a temas que siguen vigentes: los sueños, el amor, las pasiones y la muerte.

El teatro francés explorará la tragedia, pero también nos hará reír con persona­ jes que podrían existir hoy entre nosotros. Usted será partícipe de esos dramas y se dará cuenta de que hoy como ayer, la humanidad sigue sufriendo o gozando por las mismas cosas.

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Ana María Sandoval

Competencias de la unidad

Valora la calidad estética de textos considerados clásicos o de cánones de diferentes culturas con el fin de construir referentes culturales amplios. Apreciará el papel que históricamente ha desempeñado el teatro en la configuración de los imaginarios nacionales.

Relaciona los discursos literarios con sus marcos históricos referentes. Realizará procesos gramaticales para mejorar su capacidad de redacción. Analizará los valores transmitidos en las obras de Lope de Vega. Apreciará el teatro de Shakespeare en relación a su contexto histórico. Identificará los personajes-tipo creados por los dramaturgos franceses del neoclasicismo. Distinguirá elementos gráficos en los mensajes, como los iconos y símbolos.

Contenidos de la unidad Lingüística:

Oraciones adjetivas de relativo. Literatura:

El teatro del Siglo de Oro: Lope de Vega, Tirso de Molina y Pedro Calderón de la Barca. El teatro isabelino en Inglaterra: William Shakespeare. El teatro neoclásico francés: Corneille, Racine y Moliére.

Comunicación:

Indicios, iconos y símbolos. Los símbolos patrios.

Mis metas:

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Lengua y literatura 4

Lingüística Oraciones adjetivas de relativo En el sintagma nominal hay una palabra esencial: el nombre o sustantivo, que funciona como núcleo. No podemos quitar esa palabra, o el enunciado perdería sentido. Veamos el siguiente ejemplo: El equipo/ ganó el campeonato. En el ejemplo anterior la palabra equipo es el núcleo del SN; si la quitamos el enunciado no se entiende (El ganó el campeonato).

Como podemos comprobar, en muchos casos el núcleo del SN está acompañado de otros ele­ mentos, que se llaman modificadores. El modificador usual es un adjetivo, que nos dice algo acerca del sustantivo. Por ejemplo: El mejor equipo, o el equipo visitante. Pero la función de modificador no la cumple solamente un adjetivo, también puede ser una ora­ ción que hace lo mismo, ya que nos dice algo acerca del sustantivo, por ejemplo: Al grupo de palabras que realiza la misma fun­ ción que el adjetivo, se le llama oración adjetiva de relativo. Es adjetiva porque modifica al sustantivo y se llama "de relativo" porque va precedida de un pronom­ bre relativo: que, quien, a quien, de quien, cuyo, donde.

El equipo que entrenó todo el año ganó el campeonato. El equipo que organizaron los alumnos ganó el campeonato. En algunos casos las oraciones adjetivas de relativo se pueden cambiar por un adjetivo. Veamos: Los jóvenes que hacen deporte son muy saludables. Los jóvenes deportistas son muy saludables. Las personas que gritan molestan a los demás. Las personas gritonas molestan a los demás. Ejercicio individual En los siguientes enunciados realice lo siguiente: Separe el sintagma nominal y el sintagma verbal. Identifique la oración adjetiva de relativo y subráyela, como observa en el ejemplo:

El escenario que diseñaron los alumnos / quedó precioso. Amalia, cuyo padre es músico, toca muy bien el piano. El viajero que llegó esta mañana desayunó en la terraza. Dante, quien escribió la Divina Comedia, idealizaba a Beatriz. Los actores a quienes citó el director montaron la obra. El escritor de quien te hablé publicó un nuevo libro. El cachorro que se había perdido apareció ayer. El restaurante donde nos reuníamos cerrará el domingo. Complete la oración adjetiva de relativo en los ejemplos siguientes: Los poemas que ____________________ conmovieron a los lectores. Mi vecino, quien ____________________ curó a los niños enfermos. Los alumnos cuyo ____________ ganarán el curso. El par.que donde ___________ quedó desierto aquella tarde. Los carpinteros a quienes ___________ trabajan toda la semana. El muchacho que __________ anotó un gol. Los amigos a quienes __ ____ asistirán a la fiesta.

74

Ana María Sandoval · hora, sustituya la oración adjetiva de relativo por otra. Observe el ejemplo: �os alumnos que perseveran alcanzan sus metas. _os alumnos que estudian alcanzan sus metas. ervantes, cuyos poemas me agradan, fue un gran escritor. _a maestra que llegó esta mañana revisará los exámenes. _a casa donde vivíamos era muy bonita. _ río que salió de su cauce derribó el puente. . ·s hermanos, quienes son buenos deportistas, juegan fútbol los sábados. _a cena que preparó mi abuela huele delicioso. ,

i abuela, quien es magnífica cocinera, preparó la cena.

::dison, cuyos inventos revolucionaron al mundo, aprendía de sus errores.

Literatura El teatro del Siglo de Oro finales del siglo XVI el teatro español presenta grandes cambios: ya o es solamente ambulante, se construyen salas y hay compañías esta­ :,.ecidas. Era un espectáculo para todas las clases sociales, pero se ubi­ caban aparte hombres y mujeres; éstas en el piso superior, al que lla­ aban "gallinero". Los hombres ocupaban los lugares más cercanos al escenario. diferencia del teatro inglés, en el que sólo los hombres podían actuar, en España los papeles femeninos sí eran representados por mujeres. ::>ueden ver un breve video sobre la vida en el Siglo de Oro, en esta dirección: ttp://www.youtube.com/watch ?v=xsjxDC7n Kd E&feature=channel Generalmente las obras se dividían en tres actos, alternados con entre11eses y cantos. La música era muy importante y los argumentos se yeferían a la vida cotidiana, el honor, la lealtad y los temas religiosos. En esta época sobresalen tres dramaturgos: Félix Lope de Vega y Carpio, Pedro Calderón de la Barca y Tirso de Malina. El primero de ellos revolucionó las representaciones teatrales y es considerado el creador del teatro nacional español.

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Lengua y literatura 4

Lope de Vega Félix Lope de Vega y Carpio (1562-1635) nació en Madrid, en una familia de artesanos. Estudió con los jesuitas y más tarde en la uni­ versidad de Alcalá. Quiso hacerse sacerdote pero abandonó la carrera eclesiástica por una mujer. Su obra es sumamente extensa y abar­ có la poesía, la narrativa y el teatro, destacan­ do sobre todo en este último, que le propor­ cionó seguridad económica y le valió ser el autor más famoso de la época.

Nevares, con quien vivió una etapa de estabi­ lidad. En ese tiempo su teatro es reconocido popularmente, hace cambios importantes en la preceptiva teatral y tiene seguridad econó­ mica. Cuando todo parecía ir bien, su querida Marta queda ciega, y poco tiempo después pierde la razón hasta que muere en 1632. Lope la acompaña y la cuida hasta el último momento, pero sus penas no terminarían allí, ya que Antonia Clara, la hija que tuvo con Marta, huye con un muchacho y él se queda Su vida amorosa fue tempestuosa; siendo muy solo hasta su muerte en 1635. joven mantuvo relaciones con la actriz Elena Osorio, quien lo introdujo en el mundo del La prosa y la poesía de Lope de Vega teatro; sin embargo cuando lo dejó por otro, La prosa de Lope abarca la novela pastoril, Lope se dedicó a escribir versos insultantes algunas obras de carácter culto como La contra ella y su familia; fue enjuiciado y con­ Arcadia; los temas religiosos, como en denado al destierro, que cumplió marchándo­ Pastores de Belén; y finalmente El peregrino se a Valencia. en su patria, que fue muy criticada por Cervantes debido a su derroche de erudición, Su estancia en Valencia fue positiva, ya que allí se hacía un teatro diferente, con mayor que llega a ahogar la obra.

libertad y elementos picarescos; eso ayudó a Entre sus novelas cortas pueden mencionarse Lope a innovar sus producciones. En esa época Las fortunas de Diana, La desdicha por la se casó con Isabel de Urbina, quien murió poco honra y La prudente venganza. Entre su poe­ tiempo después. La familia de Elena Osorio lo sía narrativa, una obra humorística es la perdonó y pudo volver a Madrid donde empe­ Catomaquia, en la que cuenta la historia de zó a presentar comedias. Más tarde se casó gatos: dos se dice que por interés- con Juana de y Marramaquiz Guardo, y estando casado mantuvo relacio­ Micifuz, que se ena­ nes con la actriz Micaela Luján, con quien moran de la gata tuvo cinco hijos. Zapaquilda, quien decide aceptar al segundo, pero Años más tarde murió Carlos Félix, cuando iba a celebrarse la boda, su hijo favorito, y poco tiempo el rival la rapta y se la lleva a su for­ después su esposa Juana. taleza, hasta que intervienen los Lope cae en una crisis pro­ Olimpo, y dioses del funda, de reflexión espiri­ Marramaquiz termina muerto. tual; tuvo la intención de La poesía de Lope es extensa y variada, aunque en su mayoría se refiere a los temas amoro­ sos. En toda su obra se evi­ dencia también la influen­ cia de los romances y las historias de la tradición popular.

hacerse sacerdote pero cambió de idea, porque se enamoró de nuevo. Esas reacciones ponían de manifiesto su carácter ambi­ valente, que oscilaba entre la búsqueda religiosa y las pasiones tormentosas. Su último amor fue Marta de

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Ana María Sandoval - teatro de Lope de Vega

_ ::>e introdujo cambios importantes en la estructura de las representaciones. De las tres unida­ "'S del teatro clásico (tiempo, lugar y acción), mantiene solamente la última. Mezcla lo trágico o cómico, introduce la figura del gracioso y emplea historias de la tradición popular para sus c·gumentos. También toma en cuenta los gustos del público, convirtiendo el teatro en espectá­ c lo masivo. ::n varias de sus obras se presentan los conflictos entre el abuso de las autoridades y el honor de la gente del pueblo, que se enfrenta al poder. Eso ocurre, por ejemplo en Peribáñez y el Comendador de Ocaña y en Fuenteovejuna. _os comendadores eran nobles que gobernaban los poblados; se trataba de un poder aristocrá­ �·co y clasista. Ese orden se basaba en el honor, ya que el comendador debía actuar honesta11ente y a cambio los vasallos respetaban su autoridad. En Peribáñez y el comendador de Ocaña, el comendador del pueblo de Ocaña se obsesiona con Casilda, la esposa del labrador Peribáñez. Hace que Peribáñez marche al frente de un grupo de hombres al servicio del rey, y aprovecha su ausencia para acechar a Casilda cuando estaba sola en casa. Sin embargo, Peribáñez había sospechado algo y regresa sorpresivamente, a tiempo para defenderla y matar al comendador. Peribáñez y Casi Ida se presentan ante el rey, le cuentan lo ocurrido y, a pesar de que la corte exi­ gía que fuera castigado, el soberano lo perdona y lo nombra capitán, en reconocimiento a su sentido del honor. Es así como un labrador da muerte a un noble en nombre del honor y es per­ donado por su monarca, ya que el comendador había quebrantado los principios sobre los que descansaba la paz social. ope de Vega no critica el sistema de autoridad en sí; más bien cuestiona los abusos cometidos por algunos comendadores, quienes debían ser ejemplo de honorabilidad. En realidad se refor­ zaba el orden establecido, ya que la solución no era terminar con el sistema de vasallaje ni con el poder de los nobles, sino que se respetara el código de honor para asegurar la obediencia de os vasallos. La siguiente exclamación de Peribáñez resume esa situación: Basta que el Comendador a mi mujer solicita; basta que el honor me quita, debiéndome dar honor."

-

Fuenteovejuna

Es el nombre de un pueblo donde ocurre una situación parecida a la anterior. El comendador Fernán Gómez desea a Laurencia, la novia de Frondoso. Cuando se casan, don Fernán encarcela al novio y rapta a a joven. Los hombres del pueblo están reunidos, discutiendo qué deben hace� cuando aparece Laurencia con el vestido desgarra­ do, pidiendo justicia.



Lengua y literatura 4 El pueblo asalta la casa del comendador y lo mata; después se entregan a las autoridades y cuan­ do los torturaban para que señalaran a un culpable, respondían en forma unánime "Fuenteovejuna fue", mostrando así que habían defendido su honor como si se tratara de una sola persona. Los pobladores se presentan ante el rey y piden clemencia; el soberano, enterado del abuso del comendador, los perdona a todos. Como vemos, al igual que en Peribáñez, el orden social es restablecido. Es un caso de abuso, ven­ gado por el coraje del pueblo y la clemencia del rey. Leamos a continuación el fragmento donde Laurencia se presenta ante los hombres que delibe­ raban en consejo. Después de haber sido raptada y violada por don Fernán, reprocha a su padre y a los hombres del pueblo que no la defendieron, y amenaza con hacer justicia por su propia mano:

Esteban: i Hija mía! Laurencia: i No me nombres tu hija! Esteban: ¿por qué, mis ojos? ¿Por qué? Laurencia: Por muchas razones,

y sean las principales: porque dejas que me roben tiranos sin que me vengues, traidores sin que me cobres.

Aún no era yo de Frondoso, para que digas que tome, como marido, venganza que aquí por tu cuenta corre; que en tanto que de las bodas no haya llegado la noche, del padre, y no del marido, la obligación presupone; que en tanto que no me entregan una joya, aunque la compre, no han de correr por mi cuenta las guardas ni los ladrones. Llevóme de vuestros ojos a su casa Fernán Gómez: la oveja al lobo dejáis como cobardes pastores. ¿Qué dagas no vi en mi pecho? i Qué desatinos enormes, qué palabras, qué amenazas, y qué delitos atroces, por rendir mi castidad a sus apetitos torpes! Mis cabellos ¿no lo dicen? Las señales de los golpes ¿no se ven aquí, y la sangre? ¿vosotros sois hombres nobles?

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Ana María Sandoval sotros, padres y deudos? sotros, que no se os rompen las entrañas de

iVive Dios, que he de trazar que solas mujeres cobren la honra destos tiranos, la sangre destos traidores, que os han de tirar piedras, hilanderas, maricones, amujerados, cobardes, y que mañana os adornen nuestras tocas y basquiñas, solimanes y colores!

e me en tantos dolores? ¿J as sois, bien lo dice "'"=uenteovejuna el nombre. me unas armas a mí, : _es sois piedras, pues sois bronces, : _es sois jaspes, pues sois tigres... gres no, porque feroces � guen a quien roba sus hijos, ....,atando los cazadores _ "tes que entren por el mar . por sus ondas se arrojen. _ ebres cobardes nacisteis; ::>árbaros sois, no españoles. Gallinas, i vuestras mujeres sufrís que otros hombres gocen! oneos ruecas en la cinta. (Para qué os ceñís estoques?

A Frondoso quiere ya,sin sentencia, sin pregones, colgar el Comendador del almenar de una torre; de todos hará lo mismo; y yo me huelgo, medio-hombres, porque quede sin mujeres esta villa honrada, y torne aquel siglo de amazonas, eterno espanto del orbe.

Actividades en grupos

Hagan la lectura expresiva de un fragmento de Fuenteovejuna (puede ser el anterior) recuer­ den cuidar la pronunciación y dar al texto la fuerza expresiva y emocional que tiene.

Discusión en pequeños grupos Discutan sobre las siguientes cuestiones y anoten sus respuestas en el espacio correspondiente: ¿Qué opinan sobre el Comendador y los abusos que cometió?

¿Qué piensan sobre la actitud de Laurencia y la forma en la que habló a los hombres para que se hiciera jus­ ticia?

¿ Piensan que fue adecuada la reacción del pueblo? .-¿ Pudieron haber actuado de otra manera? Expliquen sus . ;_respuestas.

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Lengua y literatura 4 ¿qué ocurre cuando las masas actúan bajo un estado de furia colectiva?¿ Pueden ocurrir situa­ ciones parecidas en la actualidad? Citen algunos ejemplos.

¿Qué piensan del sentido de lealtad del pueblo que, en lugar de delatarse unos a otros, sopor­ taron las torturas y los interrogatorios respondiendo con coraje "Fuenteovejuna fue".

¿Creen que siempre que los gobernantes cometen abusos de poder el pueblo reacciona como los pobladores de Fuenteovejuna? Expliquen cómo se deben enfrentar y combatir los abusos de autoridad, en una sociedad democrática:

Análisis individual: Investigue qué significan las siguientes frases que exclamó Laurencia y escriba cuál es el men­ saje que transmiten (si es necesario busque las palabras desconocidas en un diccionario): Dadme unas armas a mí, pues sois piedras, pues sois bronces, pues sois jaspes, pues sois tigres... Liebres cobardes nacisteis; bárbaros sois, no españoles. Poneos ruecas en la cinta,¿para qué os ceñís estoques? Que mañana os adornen nuestras tocas y basquiñas, solimanes y colores.

Actividad en grupo grande Un juicio al comendador.

En la obra el comendador es ejecutado por el pueblo sin juicio previo. Imaginemos que podemos impedir el ataque y llevamos a don Fernán al banquillo de los acusados. Asignen los diferentes papeles: tres jueces que inte­ grarán el tribunal de sentencia, un abogado defen­ sor, el fiscal, los acusadores o querellantes adhesi­ vos, los testigos de cargo (declararán contra el acu­ sado), testigos de descargo (testificarán a su favor), el secretario y el público que asistirá al juicio. El abogado defensor deberá prepararse muy bien, recordemos que en el sistema penal actual todos los acusados tienen derecho a la defensa. Asimismo, el fiscal debe probar que el sindicado es el autor del delito que se le imputa.

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Ana María Sandoval

El teatro de Tirso de Molina

5 verdadero nombre era Gabriel Téllez. Siguió las pautas de Lope, aunque sus personajes tie­ -en mayor profundidad psicológica. Muchas de sus comedias escandalizaron a los conservado-es de sµ época; sin embargo también escribió obras de contenido moral como El burlador de Sevilla,! cuyo protagonista es un mujeriego. Ese tema será desarrollado más tarde por José Zorrilla, con su personaje Don Juan Tenorio. ::n varias de las obras de Tirso se observa el protagonismo de las mujeres, que en algunos casos se hacían pasar por hombres, especialmente en sus célebres comedias de enredos. Por ejemplo, en Don Gil de las calzas verdes, doña Juana llega a Madrid disfrazada de hom::>re, haciéndose llamar don Gil, para buscar a su amado Martín, que se va a casar con Inés, una dama adinerada. Pero doña Juana no contaba con que Inés se enamoraría locamente de don Gil. Después de una serie de enredos, Martín cree que doña Juana ha muerto y su fantasma lo persigue, pero al final la astuta doña Juana consigue su propósito y se casa con él.

Pedro Calderón de la Barca

Fue uno de los grandes dramaturgos del Siglo de Oro. Nació en Madrid en 1600, quedó huérfano de madre a los diez años, estudió en un colegio de jesuitas y pos­ teriormente en las universidades de Alcalá y Salamanca. Cuando tenía quince años falleció su padre y en 1620 se presentó como poeta en los feste­ jos de San Isidro. Durante breve tiempo fue soldado, posteriormente fue nombrado poeta de la Corte y en 1651 se ordenó sacerdote. Murió en 1681

¿ La vida es sueño?

¿Alguna vez ha sentido que lo que le sucede no es real, que más parece un sueño del que va a despertar en cual­ quier momento? O quizás le ha ocurrido lo contrario: ha tenido un sueño tan vívido que aún después de despertar tiene la sensación de que fue real. Esas experiencias en las que sueño y vigilia parecen fundirse, han sido tratadas por muchos escritores a través del tiempo. Uno de los autores que plasmó con maestría esa tenue línea entre sueño y realidad fue Pedro Calderón de La Barca. En su obra dramática La vida es sueño cuenta la historia de un príncipe que vivió prisionero sin haber cometido ningún delito, condenado por su propio padre. Veamos por qué.

Argumento de La vida es sueño

La historia empieza cuando Rosaura (vestida de hombre) y su criado Clarín llegan a Polonia, buscando a Astolfo, el hombre que la engañó. Ella no conoce a su padre, y lo único que guarda de él es una espada que lleva al cinto. Rosaura y Clarín están perdidos en un llano, cuando observan una torre; allí se encuentra pri­ .---_,sionero un joven que parece una fiera, enca81

Lengua y literatura 4 denado y cubierto con pieles de animales, quejándose de la injusticia que padece. Es Segismundo, hijo del rey Basilio de Polonia, quien lo mandó encerrar desde que nació, deján­ dolo al cuidado de un guardián llamado Clotaldo, el único con el que el muchacho se relaciona. Rosaura habla brevemente con Segismundo, pero en ese momento llega Clotaldo con los solda­ dos encargados de cuidar la torre; los reprende por dejar que los extranjeros entraran y les orde­ na matarlos, pero cuando iban a cumplir la orden, Rosaura le entrega la espada a Clotaldo y éste reconoce que es la suya, y piensa que se trata de su hijo (porque iba vestida de hombre). Clotaldo duda entre serle leal al rey o matar a su hijo. Decide que el mismo rey lo dictamine, y les perdona la vida. En su palacio, el rey Basilio les cuenta a los cortesanos y a sus sobrinos Astolfo y Estrella cómo fue el nacimiento de Segismundo. El rey acostumbraba a estudiar los astros para adivinar el des­ tino y antes de que su hijo naciera, pronosticó que sería un príncipe muy cruel. Cuando el parto estaba próximo, su esposa Clorilene soñó que un monstruo le salía de las entra­ ñas, y el día del nacimiento tembló la tierra, hubo un eclipse y llovieron piedras. La reina murió al dar a luz. Ante esos sucesos, Basilio decidió encarcelar al recién nacido para evitar que se con­ virtiera en una fiera. Al pueblo le dijo que el bebé había muerto. Después de revelarles el secreto, decidió poner a prueba a Segismundo y averiguar si se podía cambiar el destino. Ordenó que lo llevaran a palacio y lo trataran como príncipe para observar su comportamiento. Si actuaba bien, heredaría el trono, pero si demostraba crueldad volverían a encadenarlo. Antes de llevarlo al palacio le dieron un somnífero, y cuando despertó, Clotaldo le contó la ver­ dad sobre su nacimiento. Entonces el príncipe se dio cuenta de lo que le habían hecho y de quién era en realidad. Se enfureció con Clotaldo llamándolo traidor y más tarde, cuando uno de los criados lo desafió, Segismundo lo lanzó desde un balcón, dándole muerte. Cuando Segismundo mató al criado, Basilio le reprochó su mala acción, pero él le reclamó por haberlo tratado como a una fiera. Le dijo: "No sueño, pues toco y creo lo que he sido y lo que soy. Y aunque ahora te arrepientas, poco remedio ten­ drás; sé quién soy, y no podrás, aunque suspires y sientas, qui­ tarme el haber nacido desta corona heredero; y si me viste primero a las prisiones rendido, fue porque ignoré quién era; pero ya informado estoy de quien soy, y sé que soy un com­ puesto de hombre y fiera." Segismundo se enamora de Rosaura pero ella no le corres­ ponde, porque como sabemos, está buscando a Astolfo, al que todavía ama. Segismundo se

Ana María Sandoval enfurece por el rechazo de Rosaura e intenta forzarla, pero Clotaldo se lo impide. Cuando el rey observa todo eso, decide dormirle de nuevo y regresarlo a la torre. Cuando despierta en su prisión, cree que todo lo vivido fue un sueño y hace profundas reflexio1es sobre la vida y la muerte, planteando que el sueño bien puede ser la prisión y el palacio la realidad. Clotaldo le advierte que, aunque crea estar soñando, debe comportarse siempre con Es verdad; pues reprimamos esta fiera condición, esta furia, esta ambición, por si alguna vez soñamos; y así haremos, pues estamos en mundo tan singular que el vivir sólo es soñar; y la experiencia me enseña que el hombre que vive, sueña lo que es, hasta despertar.

Sueña el rico en su riqueza, que más cuidados le ofrece; sueña el pobre que padece su miseria y su pobreza; sueña el que medrar empieza, sueña el que afana y pretende, sueña el que agravia y ofende, y en el mundo, en conclusión, todos sueñan lo que son, aunque ninguno lo entiende.

Sueña el rey que es rey, y vive con este engaño mandando, disponiendo y gobernando; y este aplauso, que recibe prestado, en el viento escribe, y en cenizas le convierte la muerte (idesdicha fuerte!) ¿que hay quien intente reinar, viendo que ha de despertar en el sueño de la muerte?

Yo sueño que estoy aquí destas prisiones cargado, y soñé que en otro estado más lisonjero me vi. ¿Qué es la vida? Un frenesí. ¿Qué es la vida? Una ilusión, una sombra, una ficción, y el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son."

justicia y bondad pues "aún en sueños no se pierde al hacer el bien", a lo que Segismundo responde: No permanece mucho tiempo en la prisión pues el pueblo, enterado de que el príncipe está vivo, se subleva y va a buscarlo, reclamando que el trono no se le otorgue a Astolfo (como el rey pretendía) sino a Segismundo. Finalmente, su padre le pide perdón y Segismundo lo perdona aunque deja bien claro que por creer en el destino, fue él quien lo convirtió en una fiera, porque su naturale­ za era noble y buena pero la crueldad y los malos tratos lo transformaron en monstruo. Hace una interesante reflexión sobre el hecho de que muchas veces por creer en el destino se consigue precisamente lo que más se temía. Al final Clotaldo confiesa que Rosaura es su hija y Astolfo acepta casarse con ella; Segismundo se casa con Estrella y reinan con justicia y sabiduría.

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Lengua y literatura 4 Análisis de la obra: Haciendo una comparación con la vida humana, se dice que las personas permanecen "dormi­ das" cuando se dejan llevar por las vanas ilusiones de la riqueza, el poder y las cosas materiales. El despertar es el estado que sucede cuando tomamos conciencia de que todos esos afanes y ambiciones desmedidas sólo son espejismos, que la vida es algo más y el sentido de vivir es más profundo. Cuando tomamos conciencia de la trascendencia y la brevedad de la vida, para des­ cubrir significados más profundos, ese estado es comparable con el despertar, de hecho se le llama el despertar de la conciencia.

El monólogo o soliloquio Es un discurso que expresa un personaje, como si estuviera pensando en voz alta o dirigién­ dose a otras personas, para comunicar sus sentimientos o ideas. Puede encontrarse en la narración y en el teatro. Los monólogos dramáticos deben expresarse con mucha fuerza, ya que generalmente trans­ miten reflexiones para que el auditorio se conmueva o analice lo que dice el personaje. Son famosos los monólogos de Segismundo en La vida es sueño, y el dé Hamlet, en la obra de Shakespeare del mismo nombre.

Actividad en grupos: Lean en la obra "La vida es sueño" el famoso monólogo que pronuncia Segismundo en la esce­ na 11 (primera jornada), cuando Rosaura y Clarín lo descubren en su prisión. Si no tienen el libro pueden descargarlo gratis en www.cervantesvirtual.com Pueden ver un video con el monólogo de Segismundo en esta dirección: http://www.youtube.com/watch?v=e8d_yDCEd9c

Concurso de monólogos Ensaye un monólogo famoso, o uno creado por usted, y preséntelo en clase. Esta actividad les ayudará muchísimo a mejorar la pronunciación, entonación, a hablar en público y adquirir segu­ ridad propia.

Actividad en grupos: Comenten por qué creen que Segismundo dijo las siguientes frases: El delito mayor del hombre es haber nacido. Además de nacer, ¿en qué más les pude ofender para castigarme más? El ave, que es flor de pluma o ramillete con alas, tiene más libertad que yo, que tengo alma. El pez, que no respira puede vivir libre en la inmensidad del mar, y yo, con más albedrío, tengo menos libertad. ¿Qué ley, justicia o razón niega a los hombres el privilegio de la libertad que Dios le ha dado?

Análisis individual Realice el análisis comparativo entre Edipo y Segismundo. ¿En qué aspectos se parecen sus his­ torias?, ¿en qué se difer�ncian?

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Ana María Sandoval Compare los finales de Edipo Rey y La vida es sueño.

Analice el papel que jugó el pueblo para cambiar el final de Segismundo y compárelo con las acciones de los pobladores en las obras de Lope de Vega.

Actividad en grupos de tres

Escriban un relato basándose en el argumento de La vida es sueño, situando la historia en la época actual. Uno de los integrantes inventará el inicio, otro el nudo y el tercero el final. Compartan su trabajo con sus compañeros de clase.

El teatro isabelino en Inglaterra Durante la segunda mitad del siglo XVI, hasta su muerte en 1603, reinó en Inglaterra Isabel 1, por lo que ese periodo se conoce como la era isabelina. Fue muy autoritaria pero apoyó el desa­ rrollo artístico, especialmente el teatro, que alcanzó gran esplendor. Los teatros ingleses de.ese tiempo tenían muy poco decorado; eran de forma poligonal, el fondo del escenario estaba cubierto por un telón, en los extremos había dos puertas por las que entra­ ban y salían los actores. La música era un elemento fundamental en las representaciones tea­ trales, como acompañamiento de las actuaciones y para amenizar los entreactos. No trabajaban actrices, y los papeles femeninos eran representados por hombres disfrazados de mujeres. Otra de las características de la era isabelina fue la gran producción original y la libertad para crear. Una muestra de ello es la sobresaliente obra de William Shakespeare.

William Shakespeare

Se sabe muy poco acerca de este dramaturgo inglés; tan escasa es la información sobre su vida, que algunos críticos dicen que su nombre era el seu­ dónimo de otro escritor. Según la especialista Christiane Zschirnt "sólo la cons­ trucción mítica en torno a la vida de Shakespeare resulta tan inagotable como sus dramas. Shakespeare es un gran desconocido. Aquél que pretenda escribir una biografía del poeta isabelino sólo podrá basarse en un puñado de hechos más o menos contrastados. Para el resto tendrá que moverse de una hipótesis a otra." En efecto, de la vida de Shakespeare apenas se tienen algunos datos: Nació en abril de 1564 en Stratford­ upon-Avon. Su familia enfrentó problemas económi­ cos y William tuvo que dejar la escuela para trabajar. Cuando apenas tenía dieciocho años de edad se casó con una mujer ocho años mayor que él: Anne Hathaway, hija de un granjero, con la que tuvo una hija y dos varones. Se cree que llegó a Londres en 1588 donde inició su carrera en el teatro, primero como actor y luego como dramaturgo.

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Lengua y literatura 4 Análisis de la obra: Haciendo una comparación con la vida humana, se dice que las personas permanecen "dormi­ das" cuando se dejan llevar por las vanas ilusiones de la riqueza, el poder y las cosas materiales. El despertar es el estado que sucede cuando tomamos conciencia de que todos esos afanes y ambiciones desmedidas sólo son espejismos, que la vida es algo más y el sentido de vivir es más profundo. Cuando tomamos conciencia de la trascendencia y la brevedad de la vida, para des­ cubrir significados más profundos, ese estado es comparable con el despertar, de hecho se le llama el despertar de la conciencia.

El monólogo o soliloquio Es un discurso que expresa un personaje, como si estuviera pensando en voz alta o dirigién­ dose a otras personas, para comunicar sus sentimientos o ideas. Puede encontrarse en la narración y en el teatro. Los monólogos dramáticos deben expresarse con mucha fuerza, ya que generalmente trans­ miten reflexiones para que el auditorio se conmueva o analice lo que dice el personaje. Son famosos los monólogos de Segismundo en La vida es sueño, y el dé Hamlet, en la obra de Shakespeare del mismo nombre.

Actividad en grupos: Lean en la obra "La vida es sueño" el famoso monólogo que pronuncia Segismundo en la esce­ na 11 (primera jornada), cuando Rosaura y Clarín lo descubren en su prisión. Si no tienen el libro pueden descargarlo gratis en www.cervantesvirtual.com Pueden ver un video con el monólogo de Segismundo en esta dirección: http://www. youtube.com/watch ?v=e8d_yDCEd9c

Concurso de monólogos Ensaye un monólogo famoso, o uno creado por usted, y preséntelo en clase. Esta actividad les ayudará muchísimo a mejorar la pronunciación, entonación, a hablar en público y adquirir segu­ ridad propia.

Actividad en grupos:

Comenten por qué creen que Segismundo dijo las siguientes frases: El delito mayor del hombre es haber nacido. Además de nacer, ¿en qué más les pude ofender para castigarme más? El ave, que es flor de pluma o ramillete con alas, tiene más libertad que yo, que tengo alma. El pez, que no respira puede vivir libre en la inmensidad del mar, y yo, con más albedrío, tengo menos libertad. ¿ Qué ley, justicia o razón niega a los hombres el privilegio de la libertad que Dios le ha dado?

Análisis individual Realice el análisis comparativo entre Edipo y Segismundo. ¿En qué aspectos se parecen sus his­ torias?, ¿en qué se diferencian?

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Ana María Sandoval ompare los finales de Edipo Rey y La vida es sueño.

Analice el papel que jugó el pueblo para cambiar el final de Segismundo y compárelo con las acciones de los pobladores en las obras de Lope de Vega.

Actividad en grupos de tres

Escriban un relato basándose en el argumento de La vida es sueño, situando la historia en la época actual. Uno de los integrantes inventará el inicio, otro el nudo y el tercero el final. Compartan su trabajo con sus compañeros de clase.

El teatro isabelino en Inglaterra Durante la segunda mitad del siglo XVI, hasta su muerte en 1603, reinó en Inglaterra Isabel 1, �orlo o,ue ese �eriodo se e.once.e e.orno \a era isabe\ina. �ue muy autor"1taria pero apoyó el desa­ rrollo artístico, especialmente el teatro, que alcanzó gran esplendor. Los teatros ingleses de.ese tiempo tenían muy poco decorado; eran de forma poligonal, el fondo del escenario estaba cubierto por un telón, en los extremos había dos puertas por las que entra­ ban y salían los actores. La música era un elemento fundamental en las representaciones tea­ trales, como acompañamiento de las actuaciones y para amenizar los entreactos. No trabajaban actrices, y los papeles femeninos eran representados por hombres disfrazados de mujeres. Otra de las características de la era isabelina fue la gran producción original y la libertad para crear. Una muestra de ello es la sobresaliente obra de William Shakespeare.

William Shakespeare

Se sabe muy poco acerca de este dramaturgo inglés; tan escasa es la información sobre su vida, que algunos críticos dicen que su nombre era el seu­ dónimo de otro escritor. Según la especialista Christiane Zschirnt "sólo la cons­ trucción mítica en torno a la vida de Shakespeare resulta tan inagotable como sus dramas. Shakespeare es un gran desconocido. Aquél que pretenda escribir una biografía del poeta isabelino sólo podrá basarse en un puñado de hechos más o menos contrastados. Para el resto tendrá que moverse de una hipótesis a otra." En efecto, de la vida de Shakespeare apenas se tienen algunos datos: Nació en abril de 1564 en Stratford­ upon-Avon. Su familia enfrentó problemas económi­ cos y William tuvo que dejar la escuela para trabajar. Cuando apenas tenía dieciocho años de edad se casó con una mujer ocho años mayor que él: Anne Hathaway, hija de un granjero, con la que tuvo una hija y dos varones. Se cree que llegó a Londres en 1588 donde inició su carrera en el teatro, primero como actor y luego como dramaturgo.

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Lengua y literatura 4 El teatro de Shakespeare se caracteriza por la profundización en la condición humana. Su conocimiento sobre los sentimientos, reac­ ciones y pasiones se ve reflejado en sus personajes, que encarnan virtudes o defectos, presentando rasgos bien definidos. Otro de sus aciertos es el uso del lenguaje, que tiene gran fuerza expresiva. Sus obras combinan hechos históricos, alusiones a los clásicos griegos y latinos y también las costumbres de su tiempo. Las tramas se desarrollan en distintos ambien­ tes, varias de ellas en ciudades italianas o en parajes exóticos y misteriosos. Entre sus tragedias más conocidas pode­ mos mencionar: Tito Andrónico, Enrique VI, Ricardo /11, Romeo y Julieta, Julio César, Hamlet, Otelo, El rey Lear, Macbeth y Antonio y Cleopatra. Entre sus comedias sobresalen: Los dos caballe­ ros de Verana, Esfuerzo de amor perdido, El sueño de una noche de verano, El mercader de Venecia, Mucho ruido por nada, Como gustéis, Las alegres comadres de Windsory La fierecilla domada.

El mercader de Venecia

El protagonista de esta obra es Antonio, el mercader de Venecia: cristiano, leal a sus amigos y adinerado, aunque su fortuna se encuentra dispersa en los barcos que llevan sus mercancías a diferentes lugares. Al inicio de la obra Antonio está conversando con dos de sus amigos, cuan­ do aparece su pariente Basanio, que ha perdido toda su herencia en alardes de lujo, y que le debe dinero a Antonio. Aun así, le solicita un nuevo préstamo para conquistar a Porcia, una rica here­ dera que vive en Belmonte. Antonio le explica a Basanio que no tiene dinero en ese momento, pero le ofrece ser su fiador si consigue prestado lo que necesita. Basanio va a casa del judío Shylock, que aborrecía a Antonio por ser cristiano, y éste a su vez ha despreciado al judío varias veces. Después de una agria discusión, Shylock acepta prestarle el dinero sin cobrar intereses, pero le impone a Antonio una condición: "Venid a casa de un escribano, donde firmaréis un recibo pro­ metiendo que si para tal día no habéis pagado, entregaréis en cambio una libra justa de vuestra carne, cortada por mí del sitio de vuestro cuerpo que mejor me pareciere". Aunque Basanio intenta disuadirlo, Antonio acepta el trato, muy seguro de que antes de la fecha podrá pagarle. Mientras tanto, la rica heredera Porcia recibe en su palacio a numerosos pretendientes: reyes, príncipes y nobles, pero a ella no le interesa ninguno. Antes de morir, su padre había estableci­ do una prueba: sería su esposo el que eligiera correctamente uno de tres cofres: el primero era de oro y tenía una inscripción que decía "Quien me elija, ganará lo que muchos desean"; el segundo cofre era de plata y en él se leía "Quien me elija, cumplirá sus anhelos"; el tercero era de plomo y la frase era: "Quien me elija, tendrá que arriesgarlo todo". En uno de los cofres esta­ ba el retrato de Porcia, y si el enamorado acertaba, podría casarse con ella. Todos los preten­ dientes elegían el cofre de oro y luego se marchaban desencantados. Sin embargo, cuando Porcia conoce a Basanio se siente atraída y decide que él sí le agradaría como marido.

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El judío Shylock tenía una hija llamada Jéssica, que estaba secretamente enamorada de Lorenzo, un cristiano amigo de Basanio; la joven rechazaba a su padre y sabía que él jamás aceptaría su .,oviazgo con un cristiano; entonces decidió robarle el oro y las joyas para huir con Lorenzo, aprovechando una fiesta de disfraces.

Cuando Shylock se da cuenta se enfurece, más por la pérdida de sus bienes que por su hija, al extremo de exclamar: "poco me importaría ver muerta a mi hija, si tuviera los diamantes en las orejas y los ducados en el ataúd".

a situación se complica para Antonio cuando se entera de que sus barcos han naufragado y su quiebra es inminente. Por su parte, el judío se alegra muchísimo pensando que cobrará el pre­ cio convenido: una libra de la propia carne del cristiano.

Basanio llega al palacio de Parcia, quien se ha enamorado de él y, aunque en un principio pien­ sa darle la clave para que supere la prueba, recuerda lo que prometió a su padre y no lo hace. Por suerte, Basanio elige el cofre de plomo donde se encuentra el retrato de Parcia. Preparan la boda y sé juran eterno amor, pero su alegría es interrumpida por una carta de Antonio en la que le cuenta que el plazo se cumplió y el judío reclama su carne.

Adelantan el matrimonio y Parcia le da a Basanio diez mil ducados para que ofrezca al judío el triple de la deuda; también le entrega un anillo, haciéndolo jurar que lo conservará mientras viva, como símbolo de su amor; él le promete que sólo muerto lo perdería y sale a toda prisa a Venecia para salvar a Antonio. Shylock solicita al Dux (el gobernante) que se le haga justicia y Antonio es llevado a los tribu­ nales. De nada sirven las reflexiones del Dux, ni el ofrecimiento de Basanio de aumentar la can­ tidad que se le adeuda, porque el judío se empeña en cobrarse con la carne del mercader.

Lo peor es que el Dux no puede impedir que se cumpla el trato, porque las leyes de Venecia pro­ tegían los intereses de los extranjeros. Cuando todo parecía perdido, aparece en escena Parcia, disfrazada de abogado, y con gran astucia le dice a Shylock que puede tomar la carne que le corresponde, pero sin derramar , ,,., :'"' _ . un� s�la gota de �angre, �a que eso no es�á en el c�ntrato. .U 1 ,��\ r, El JUd10, confund1do, decide acepta: el triple del dinero = "' -. -��· .. _ "· -;_" ::>ero Parcia responde que es demasiado tarde porque ,..,,, t �----. · ya se negó a recibirlo, es más, le advierte que si se ' f f� t : ·] Jr equivoca al cortar la carne, y corta de más o de j· 1 'llenos, pagará con su propia vida el error. =inalmente, menciona otra ley que castigaba a quienes intentaran dañar a un veneciano, por lo que el judío debía pagar una multa, entregando o que quedaba de su fortuna, la mitad a Antonio y la otra mitad al Estado.

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Antonio y el Dux perdonan a Shylock y el aboga­ do (Parcia) le ordena legarle su fortuna a su hija a su yerno. A regañadientes el judío acepta las condiciones, y Basanio -que no ha reconocido a su esposa- le ofrece los tres mil ducados en señal de gra­ -·tud, pero Parcia, astutamente, le pide el anillo. 3asanio se niega, pero ante la insistencia del abogado y e Antonio se lo entrega.

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Lengua y literatura 4 Ya de regreso en el palacio de Parcia, ésta le pide a su marido que le muestre el anillo y le reclama con dureza que no cumplió su prome­ sa de conservarlo. Por fin, ella revela que se hizo pasar por abogado y ante los ruegos de Antonio, perdona a su marido. La alegría es completa cuando reciben la noticia de que no todos los barcos naufragaron y que tres de ellos llegaron a puerto seguro, con lo que Antonio se ha salvado de la ruina. Leamos a continuación un fragmento del cuar­ to acto, de la escena del tribunal en Venecia.

Acto IV Escena Primera. Tribunal en Venecia

Dux. -¿y Antonio? Antonio. -A vuestras órdenes, Alteza. Dux. -Te tengo lástima, porque vienes a res­ ponder a la demanda de un enemigo cruel y sin entrañas, en cuyo pecho nunca halló lugar la compasión ni el amor, y cuya alma no encierra ni un grano de piedad. Antonio. -Ya sé que Vuestra Alteza ha puesto empeño en calmar su feroz encono, pero sé también que permanece inflexible, y que no me queda, según las leyes, recurso alguno para salvarme de sus iras. A ellas sólo puedo oponer la paciencia y la serenidad. Mi alma tranquila y resignada soportará todas las durezas y ferocidades de la suya. Dux. -Decid que venga el judío ante el tribunal. Salarino. -Ya viene, señor. Está fuera, espe­ rando vuestras órdenes (entra Shylock). Dux -Haceos atrás, i Que se presente Shylock! Cree el mundo, y yo con él, que quieres apurar tu cruel­ dad hasta las heces, y luego cuando la sentencia se pronuncie, hacer alarde de piedad y mansedum­ bre, todavía más odiosas que tu crueldad primera. Cree la gente qu.e en vez

de pedir el cumplimiento del contrato que te concede una libra de carne de este desdichado mercader, desistirás de tu demanda, te move­ rás a lástima, le perdonarás la mitad de la deuda, considerando las grandes pérdidas que ha tenido en poco tiempo, y que bastarían a arruinar al más opulento mercader monarca, y a conmover entrañas de bronce y corazones de pedernal, aunque fuesen de turcos o tártaros selváticos, ajenos de toda delicadeza y buen comedimiento. Todos esperamos de ti una cor­ tés respuesta. Shylock. -Vuestra alteza sabe mi intención y he jurado por el sábado lograr cumplida ven­ ganza. Si me la negáis, ivergüenza eterna para las leyes y libertades venecianas! Me diréis que¿ por qué estimo más una libra de carne de este hombre que tres mil ducados? Porque así se me antoja. ¿ Os place esta contestación? Si en mi casa hubiera un ratón importuno, y yo me empeñara en pagar diez mil ducados por matarle,¿ lo llevarías a mal? Hay hombres que no pueden ver en su mesa un lechón asado, otros que no resisten la vista de un gato, ani­ mal tan útil e inofensivo, y algunos que ori­ nan, en oyendo el son de una gaita. Efectos de la antipatía que todo lo gobierna. Y así como ninguna de estas cosas tiene razón de ser, yo tam­ poco la puedo dar para seguir este pleito odioso, a no ser el odio que me ins­ pira hasta el nombre de Antonio. ¿ Os place esta respuesta? Basanio. -No basta, cruel hebreo, para disculpar tu fiereza increíble.

r,

Shylock. -Ni yo pretendo darte gusto. Basanio. -¿y mata siem­ pre el hombre a los seres que aborrece? Shylock. -¿Y quién no pro­ cura destruir lo que odia?

Ana María Sandoval sanio. -No todo agravio provoca • .., a indignación desde luego. ock. -¿consentirás que la ser­ _..,-e te muerda dos veces? - onio. -Mira que estás hablando - un judío. Más fácil te fuera - gar a las olas de la playa cuan� 'Tlás furiosas están, y conseguir _.::. se calmen; o preguntar al lobo devora a la oveja y deja ' r rdero; o mandar a --= a selva, y con­

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