Las Mujeres Miran Las Estrellas

LAS MUJERES MIRAN LAS ESTRELLAS Solo los locos exprimen hasta las glándulas de lo absurdo y están en el plano más alto d

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LAS MUJERES MIRAN LAS ESTRELLAS Solo los locos exprimen hasta las glándulas de lo absurdo y están en el plano más alto de las categorías intelectuales. El historiador Juan Gual, del gran trapecio de la frente le cuelga la pirámide la nariz y el gesto triangular de la boca, comprendido en el cuadrilátero de la barbilla. Juan Gual sorbiendo el rape de los papeles viejos, descifra lentamente la pálida escritura antigua. Hay que salir y gozar del buen tiempo gargarismos musicales de los canarios, sombras de las figuras geométricas. A más de historiador el sr Gual prepara delicioso pescado frito, de improvisto la puerta deja entrar una lancha lanzada de luz, las caras se alzan de los papeles. El sr Gual endereza su pequeño cuerpo y va a besar en la frente a su mujer, esta mujer clavando su mirada oblicua en temistocles, hace de su boca un paréntesis. Las caras caen de vergüenza un hijo del s Gual es un absurdo, entonces los dedos estirados sobre sus mejillas o las manos bajo las barbillas. Estaba el sr Gual esperando lo que siempre esperaba que la potencia sea mayor que la resistencia y cuando sintió el resorte de la vida el sr Gual levanto la mano y el tronco. Ah Rosalía la amargura cae también sobre ella sacudiéndola de los hombros hasta hacerle llorar, el sr Gual ha tenido que ir a ver a su copista traerlo por delante y hacerle entrar a la casa. Vaya hombre vaya esta mañana ha llovido un poco y anoche he tenido jaqueca, en fin hay que decirlo francamente y para eso has venido. A fin de prevenir cualquier sorpresa que pudiera perjudicar a mi reputación.

Luz Lateral Se ha producido ya en mí el alargamiento de los parpados sobre los ojos como manos curvadas sobre naranjas y que caen con idéntica nebulosidad dulce que el tiempo sobre los recuerdos. Amelia es una muchacha q estuve esperando que madurara y apenas la vi con la piernas un poco gruesas. Me case con Amelia estoy seguro de haber vivido con ella durante un año casi en la más completa cordialidad casi por que había un feroz motivo de mi vida. Debíamos salir a las calles y se ponía mal el tiempo ella venía a provocarme, sabes porque no podemos salir ahora, porque parece que va a llover. Se iba a alguna visita cuando se le metía alguna estupidez en la cabeza me cortaba el buen humor como gritándome. Pero que es esa manera de hablar no parece que a uno le estuvieran diciéndole bruto o desafiándolo, al principio me picaba la lengua y me traía ganas de ahogárselo en la boca con un beso de esos que comprimen rabiosamente la mucoso hasta hacerla sangrar, ha sido la única causa de mis desdichas. En la casa me tentaba a besarla, lo hice porque no me quede con ella unos diez días, mientras iba a un médico me puse a meditar en la situación que me colocaría, de ser verdad la innovación extraña que presentía. En aquellas circunstancias mi deseo no era el anterior, le había reemplazado un miedo estúpido que me batía los sesos, haciéndolos realizar revoluciones rápidas que insinuaban en mi espíritu. Veo a mis hijos adivino a mis hijos ciegos o con los ojos abiertos todo blanco, a mis hijos mutilados o secos, a mis hijos disfrazados bajo las mascarillas de los eritemas adivino a la papilla que se mueve y que alza un dedo y que quiere abrazarme y besarme. En este pueblo me gusta la vieja iglesia que tiene mosaicos verdes en las cúpulas achatadas porque no da la espalda, dentro abro la boca ante un cuadro de talla que tiene fina y pálida cara, ya es de noche el cielo está completamente negro tengo que salir al campo muy lejos para que no me oigan y gritar altísimo aunque me rasguñe la laringe a la cóncava soledad.