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Las miserias del proceso penal. De Francesco Carnelutti. Por Carlos Reyes Pérez.

Las miserias del proceso penal, es un libro, que critica, el procedimiento mismo que está revestido de una serie de elementos, que tratan al reo como un ser sin sentido y sin humanidad. El dentro de esta obra critica al procedimiento civil, ya que afirma que como es un procedimiento muy estricto, actúa como una maquina la cual, es incapaz de sensibilizarse ante un caso concreto; este mismo procedimiento, sea tratado de aplicar al campo penal pero como él lo expone, es un error querer aplicar los mismos razonamientos del proceso civil al penal, ya que este no es una maquina estática, amorfa y sensibilidad, es decir debe ser un procedimiento que se revista de la dignada humana. Para Francesco Carnelutti, analiza el procedimiento penal desde tres perspectivas fundamentales: lo religioso, lo filosófico y jurídicamente, desde estos puntos, son la espina medular de la obra, entonces visto desde el punto religioso, las miserias del proceso están consagradas dentro de la biblia y el menciona que uno de los deberes cristianos de todo abogado es la de visitar a los reos, así como el sacerdote visita a los enfermos y moribundos; para el el deber del abogado es ayudar al reo ya que este, como el lo menciona no ha cometido un delito sino una enemistad y que estas se subsanan con la amistad, misma que le debe ofrecer el abogado. Siguiendo con el análisis religioso del reo, Carnelutti compara al proceso penal con una misa de réquiem, esta misa consta de cuatro partes esenciales, el introitus, secuenz, ofertarium y communio; y que se asemeja con el procedimiento penal que inicia con la demanda o querella, la orden de aprensión, auto de formal prisión y la sentencia. Para Carnelutti dentro de un espacio espiritual afirma que el reo no comete delitos sino enemistades y que este busca la amistad del propio abogado. Ahora dentro del análisis filosófico que hay dentro de la obra, esta expone un análisis profundo acerca de la forma de cómo el juez y la sociedad actúan en torno al reo. Encontramos pues que para que el juez, al momento de aplicar una sentencia este realiza un silogismo, mismo que puede ser una arma de doble filo, como es bien sabido el silogismo es una manera de llegar a la verdad, pero esa verdad puede ser cierta o falsa; entonces encontramos que el silogismo no es la manera correcta, para aplicar una norma y en consecuencia una sentencia, ya que la respuesta que arroja puede resultar un poco dudosa entonces en este punto se debe de dejar de lado ese razonamiento, y verlo desde el punto de vista del humanismo, que seria el análisis de todas las pruebas, pero ahora valorando el ente humano que existe dentro de ella, es decir viendo que tanto culpa o absuelve al reo. Dentro de este marco Carnelutti trata de explicarnos que el análisis lógico-juridico no es una maquimaria fría dentro del proceso penal, tal vez dentro del proceso civil el silogismo es muy útil, pero un el campo penal no ya lo que esta en juego, no es una cosa sino una persona humana, capaz de sentir, amar y odiar; este ultimo sentimiento el lo que se analiza dentro del campo social, que es el responsable de la mayoría de reincidencias de delitos.

Ya vimos como Carnelutti expone que el procedimiento no debe ser frio sino humano, pero hay otro elemento, la sociedad, cuando se analiza el actuar de la sociedad, nos damos cuenta que aun cuando el reo ya haya purgado su condena, la sociedad lo sigue viendo como una reo, al despreciarlo, y humillarlo; entonces nos ponemos a pensar quien es realmente el preso, es aquel que ha purgado una condena justa o injusta, o es la sociedad que sigue recluida en una idea mediocre que el reo siempre será reo. Para ello se analiza la psicología de la mente de un preso, y podemos en tender en la siguiente metáfora: Unos cazadores capturaron a un león muy fiero y lo encerraron, dentro de una jaula, el león siempre fiero trata de escapar con todas sus fuerzas de su desdichada prisión, pero con el paso de los días y los años en los ojos del león ya no se notaba la misma fiereza que había tenido en pasado y solo quedaba un animal indefenso. La anterior metáfora explica sencillamente la psicología del preso dentro de prisión, que se traduce que aunque allá sido el ser más despreciable, dentro de su mente sus ganas de seguir se empiezan a apagar. Pero la mentalidad de la sociedad en un tanto más complicada para ellos el preso sigue siendo el mismo delincuente peligroso, por lo cual fue en cerrado y consideran que las prisiones no los rehabilitan, sino que son todo lo contrario, tal vez este supuesto social tenga toda la razón, pero en este supuesto quien es el culpable, la sociedad o el reo, con esta pregunta abierta, Carnelutti nos invita a la reflexión de los actos de la sociedad que se justifican de humanos al negarle el trabajo o menospreciarlo. Ahora el análisis que se hace jurídicamente, pero en relación con los abogados y expone que los abogados, como ya lo mencionamos antes son los que le deben de ofrecer la amistad al reo. Y que muchas ocasiones los abogados ven más por sus propios intereses que por los de su cliente, es decir, aquí se manifiestan las verdaderas miserias del proceso, que son: Las enemistades que generan el delito. La falta de humanidad de las penas. La falta de una adecuada defensa. Y todos los vicios que afecten la dignidad humana del reo. Para Francesco Carnelutti, en esta obra exhorta a la humanización de las penas y el respeto por los derechos humanos del hombre. Mismos que quebrantas las autoridades y la misma sociedad.

Carlos Reyes Pérez.