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• Yolisbeth Yepez

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Las Etapas del Ministerio El hecho de recibir un ministerio de parte de Dios no quiere decir que todas las cosas se vayan a dar de una vez, es decir, llegar a ser usados grandemente, recibir mucha prosperidad, tener un ministerio conocido y reconocido por otros, ser proyectados a un largo alcance por Dios, entre otras, eso no viene de la nada, sino a través de una formación espiritual, de atravesar diversas etapas que no pueden ser evadidas y que son necesarias y muy dolorosas en donde Dios te va deshacer para volverte a hacer. El ministerio no es soplar y hacer botellas como dicen, no es de la noche a la mañana, es entrar al taller del maestro, es morir a nosotros mismos para que Dios pueda vivir en nosotros. Entonces todo ministro debe estar consciente de que el ministerio va a requerir pasar por diversas etapas en donde las cosas no van a ser tan fáciles, pero tendrán que estar preparados física, psicológica y espiritualmente para no frustrarse en el camino. Entonces vamos a proceder a explicar cada una de las etapas del ministerio.

1. El Llamamiento: Es la primera etapa del trato de Dios con el hombre, en donde él se revela y se manifiesta a este para mostrarle sus designios y propósito. De manera que el llamamiento es el primer contacto espiritual que Dios tiene con alguien. No podemos confundir el Llamamiento general que Dios les hace a todos para salvación, con el llamamiento especial que Dios hace a pocos escogidos para un ministerio. Ahora vamos a explicar las sub etapas que constituyen el Llamamiento especial, tales son: a) Selección: Cuando la persona es llamada para salvación es escogida entre muchos inconversos o perdidos. Mientras que cuando alguien es llamado para el ministerio es seleccionado entre muchos a ser salvos, pero selecciona a pocos para el ministerio. De manera que el llamado especial es una selección que Dios hace de muy pocas personas a las cuales Dios escoge soberanamente, es decir, nadie fue seleccionado para el ministerio porque pidió ministerio, más bien los que fueron seleccionados para el ministerio no querían recibirlo. “El Señor le dijo: Ve, porque instrumento me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel;”(Hechos 9:15).Este pasaje muestra como el apostol Pablo fue escogido por Dios entre mucha gente para ser el apostol a los gentiles a pesar de haber sido perseguidor de la iglesia.

b) Revelación: Cuando Dios llama a alguien para el ministerio, el se revela de manera sobrenatural a esa persona, para que esta no tenga duda de que fue Dios quien lo llamo y no el hombre. Revelar significa dar a conocer algo que no era conocido o que estaba oculto. Revelación fue lo que tuvo Moisés cuando Dios se le apareció en la Zarza ardiendo, allí fue donde este hombre conoció a Jehová, de manera personal. “Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema. Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es. Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios. ” (Éxodo 3:3-6) c) Impartición de una visión: En el llamamiento es en donde Dios entrega la visión a la persona que el selecciona para el ministerio. En esta etapa el ministro es embarazado espiritualmente con la visión de Dios.  ¿Qué es visión? Es el panorama del plan específico de Dios entregado a un hombre en función del desarrollo y expansión del reino de los cielos acá en la tierra. También visión es el enfoque claro y concreto de metas, objetivos encomendados por Dios a un hombre en beneficio de la obra del Señor. Cuando Jesús se le aparece a Pablo rumbo a Damasco y lo llama también le entrega una visión esto lo vemos en Hechos 1:15” El Señor le dijo: Ve, porque instrumento escogido me es éste, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles…” Hechos 9:20 “En seguida predicaba a Cristo en las sinagogas, diciendo que éste era el Hijo de Dios.”Observe que ya Pablo inmediatamente que Dios se le aparece ya predicaba, pero pasaron 14 años para que fueran enviados al apostolado a los gentiles a cumplir cabalmente la visión la cual había recibido del Señor (Hechos 13:1) 

La visión y la misión: Para el cumplimiento de la visión se necesita realizar diversas directrices y actividades y esto es lo que se conoce como misión. El apostol Pablo realizo tres misiones o viajes misioneros para alcanzar la visión que le había sido entregada, esto lo vemos en (Hechos 13:4 hasta 20:38)

d) Convencimiento: No todas las personas que Dios llama respondieron afirmativamente a dicho llamado. Tenemos el caso de Moisés que puso

como excusa que no sabía hablar, así también Jeremías puso excusa que era muy niño para no atender el llamado de Dios (Jer. 1:6). A estas personas tuvo Dios que persuadirlos y convencerlos para que obedecieran al llamado. En la biblia lo vemos confirmado en el siguiente pasaje: Éxodo 4:10 “Entonces dijo Moisés a Jehová: ¡Ay, Señor! nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua.”

2. Preparación: Esta es la segunda etapa y más dura en donde Dios tiene que lidiar y trabajar nuestras imperfecciones del carácter, el egocentrismo, orgullo, independencia, temor, incredulidad, la ira, el sentimentalismo, entre otras cosas para hacernos ministros maduros y fuertes de carácter usados poderosamente como instrumentos en las manos de Dios. Esta etapa comprende varias sub etapas, las cuales son las siguientes:

1) Perfeccionamiento-Quebrantamiento: En esta sub etapa Dios empieza el proceso de transformación del corazón del ministro. Somos confrontados por la palabra de Dios. Comenzamos a notar nuestras imperfecciones y sentir la necesidad de cambiar. El Señor permite situaciones difíciles, problemas familiares, conflictos en el trabajo aunque Satanás nos enferme, entre otras cosas, las permite para quitar lo que a el no le agrada de nosotros, el egocentrismo, sentimentalismo, orgullo, soberbia, incredulidad, amargura, ira, desobediencia, etc. También Jehová trabaja nuestra mentalidad y carácter para cambiarlo llevándonos a tener una mente alineada a su palabra y un carácter conforme a el de Jesucristo. -Características principales de esta sub etapa:  Es quebrantada la voluntad del ministro para que ya no haga lo que quiere sino la voluntad de Dios.  Es confrontado el ministro con el filtro de la palabra de Dios, para que se someta a ella y la conozca con mayor amplitud.  Dios trabaja la mente, las emociones renovándolas y transformándolas.  Es desarrollado el fruto del Espíritu en el ministro.  Se aprende a conocer a fluir más en los dones del Espíritu.

Los pasajes bíblicos que corroboran lo antes dicho son estos: “estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;”(Filipenses 1:6) “Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor” (2 Corintios 3:18) “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia.”(Santiago 1:2.-3) -Agentes que perfeccionan a los ministros: a. b. c. d.

El Espíritu Santo (Juan 14:26) Los cinco ministerios (Efesios 4:12) Los dones espirituales (1 Corintios 14:3-4) La palabra de Dios (2 Timoteo 3:16-17)

2) Suicidio del Alma: “Os aseguro, hermanos, por la gloria que de vosotros tengo en nuestro Señor Jesucristo, que cada día muero.”(1 Corintios 15:31) “Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría;” (Colosenses 3:5) “…mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.” (Romanos 8:13). Si usted analiza los tres pasajes anteriores que el que debe hacer morir los deseos del alma o corazón no es Dios sino uno mismo. Cuando hacemos morir nuestros deseos egoístas y carnales dándole prioridad a la perfecta voluntad de Dios, vamos a poder decir lo que dijo Pablo el apostol; ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí, esto es lo que se conoce como suicidio del alma. Claro está que el alma es inmortal pero yo no estoy refiriendo a su existencia sino a sus malos deseos a esos debemos hacer morir. Es obvio que en la primera etapa Dios nos confronta nos hace ver lo que no le agrada de nosotros, para que en esta segunda etapa del suicidio del alma nosotros decidamos voluntariamente morir a sí mismo para que el Señor pueda gobernarnos. Hay tres cosas que Dios espera que hagamos en esta etapa: a. Abnegación, renunciar a nuestros propios deseos. b. Rendición, sumisión total a Dios. c. Determinación de andar en el Espíritu y no conforme a los deseos del alma.

-Las características principales de esta sub etapa: a. Reconocer las áreas del carácter y del alma que necesitan ser cambiadas. b. Entregar cada parte de la mente, la voluntad y las emociones de Dios. c. Decidir no ceder a los deseos carnales del alma sino obedecer a Dios.

3) Utilidad (Idónea): Después de ser procesado fuertemente a través de pruebas, problemas y ser confortado por la palabra de Dios siendo retados a un cambio de carácter y mentalidad en donde decidimos morir a los deseos del alma egoísta, entonces pasamos a ser útiles en el reino de Dios. Un ministro útil es aquel que es confiable para Dios que cumplirá cabalmente lo que él nos encomiende. Nunca se puede llegar a ser útiles en gran manera si no pasáramos por un quebrantamiento en el carácter para rendirnos totalmente a Dios. El apostol Pablo le sugiere a Timoteo que encargara el reino de Dios, le diera responsabilidad a los hombres idóneos porque eran personas confiables. “Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros.”(2 Timoteo 2:2)

3. Envió: Esta es la tercera etapa del ministerio en donde se comenzara a ver el fruto, el resultado de haber pasado por las dos etapas anteriores, la del llamamiento y la preparación. También en esta etapa somos ya ministros con cierto grado de madurez y somos más confiables para Dios él puede darnos recursos financieros, una mayor proyección ministerial, entregarnos más gente, entre otras cosas. Asimismo en esta etapa comenzamos a ver el cumplimiento de la visión de Dios que hemos recibido reflejamos mas fe, amor por la obra, paciencia, templanza, es decir, con mayor facilidad mostramos el carácter de Dios. Esta etapa podemos dividirlas en las siguientes sub etapas: a. Total consagración: “Ministrando éstos al Señor, y ayunando, dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo para la obra a que los he llamado.”(Hechos 13:2). El término “apartadme” antes mencionado tiene que ver con separar a alguien para una gran misión, tiene que ver con consagración total para el servicio en la obra. Esto implica dedicarse a tiempo completo a la visión que hemos recibido de Dios. b. Fructificación: “Y algunos de ellos creyeron, y se juntaron con Pablo y con Silas; y de los griegos piadosos gran número, y mujeres nobles no pocas.” (Hechos 17:4). Según este pasaje después de que Pablo fue enviado comenzó a multiplicarse, ganando almas y haciendo discípulos y eso sucedió cuando llego a Tesalónicas donde predico y gran número de

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griegos y mujeres nobles creyeron haciéndose discípulos del apostol Pablo. La fructificación es la multiplicación que tenemos cuando ganamos almas y hacemos discípulos es la razón principal para la cual Dios nos llama, prepara y envía. Aumento en la unción: Obviamente una vez que somos enviados al ministerio y nos consagramos totalmente a Dios la unción va a crecer. Esto fue lo que sucedió con el apostol Pablo cuando fue enviado en la medida que avanzo en el ministerio la unción creció fuertemente en el, esto lo vemos confirmado en el siguiente pasaje: “Y hacía Dios milagros extraordinarios por mano de Pablo, de tal manera que aun se llevaban a los enfermos los paños o delantales de su cuerpo, y las enfermedades se iban de ellos, y los espíritus malos salían.”(Hechos 19:11-12) Se desarrolla la visión: La visión es la meta principal, es el panorama del plan de Dios para el ministro. En el envió se amplia y desarrolla el panorama de la visión ya tenemos mayor facilidad para creer que si es posible en Dios alcanzar la visión aunque sea muy grande y a pesar de las dificultades que se presenten. El apostol Pablo recibió una visión muy grande de llevar el evangelio a los gentiles, pero para poder alcanzar y cumplir dicha visión tuvo que superar muchos obstáculos, la biblia dice lo siguiente al respecto: “¿Son ministros de Cristo? (Como si estuviera loco hablo.) Yo más; en trabajos más abundante; en azotes sin número; en cárceles más; en peligros de muerte muchas veces. De los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno.”(2 Corintios 11:23-24) Provisión: En el envió viene consigo la impartición de la visión y seguido de esta viene la provisión es un término compuesto que significa el proveer de Dios a causa de una visión. Dios nunca va a darle una visión a alguien y dejarlo desamparado y sin recurso, el esta responsabilizado en suplirte porque fue él quien te llamo y envió. Proyección y promoción ministerial: En la medida que el ministro va siendo fiel en la visión y misión que Dios le ha entregado, entonces vendrá la promoción, es decir, será llevado a nuevos niveles de crecimiento ministerial donde el respaldo divino será notable. Además de ser promovido será proyectado y esto tiene que ver con que Dios dará a conocer ese ministerio llevándolo a tener gran alcance, ya sea en la ciudad, nación y el mundo entero. Por ejemplo Josué después de tanto tiempo de haber servido a Moisés en el desierto y haber recibido la encomienda de introducir al pueblo a Canaán, entonces Dios promueve y proyecta, esto lo vemos confirmado en el pasaje siguiente:

“Entonces Jehová dijo a Josué: Desde este día comenzaré a engrandecerte delante de los ojos de todo Israel, para que entiendan que como estuve con Moisés, así estaré contigo.”(Josué 3:7)

 Las escuelas de Dios: Cuando hablo de las escuelas de Dios me refiero a las distintas etapas por las cuales permitió que pasáramos para formarnos para el ministerio, tales son:

a. La escuela de la vida: “Oyendo Faraón acerca de este hecho, procuró matar a Moisés; pero Moisés huyó de delante de Faraón, y habitó en la tierra de Madián.”(Éxodo 2:15). Cuando analizamos este pasaje nos damos cuenta que todavía Moisés no había sido llamado al ministerio, pero Dios usa las circunstancias que se le presentan de hecho que huya al desierto de Madián y conozca toda esa área por donde muchos años después el tendría que pasar con el pueblo de Israel para llevarlo a la tierra prometida. De modo que toda la vida de Moisés fue una constante preparación, conocer la cultura egipcia, vivir en el palacio del faraón, huir al desierto todo esto estuvo en el plan de Dios. Para preparar a Moisés, eso es lo que se conoce como la escuela de la vida.

b. Escuela de la Iglesia: “Pero ahora son muchos los miembros, pero el cuerpo es uno solo. Ni el ojo puede decir a la mano: No te necesito, ni tampoco la cabeza a los pies: No tengo necesidad de vosotros. ” (1Corintios 12:20-21). Observe que el apostol está tomando como figura el cuerpo humano para referirse a la iglesia y explica la dependencia que debe haber de un miembro a otro, es indudable que ningún miembro o cristiano fuera del cuerpo puede crecer y desarrollarse.

c. Escuela del Espíritu: “Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo.”(Mateo 4:1). Esta escuela también es llamada la escuela del desierto. El Espíritu no lleva a tener momentos de sentirnos solos, sentir el silencio de Dios, a ser

despreciado a un por nuestra familia, permite que Satanás nos ataque, nos tiente. En esta escuela somos llevados al campo de batalla para pelear contra Satanás. Todo esto lleva el propósito de hacernos fuertes de carácter y dependientes del Espíritu Santo y que muera la independencia en nosotros.