Lacan y la metafora paterna.

Lacan: la metáfora paterna y los tres tiempos del Edipo. 1958. Seminario V. Las formaciones del Inconsciente. Metáfora p

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Lacan: la metáfora paterna y los tres tiempos del Edipo. 1958. Seminario V. Las formaciones del Inconsciente. Metáfora paterna. Es la función del padre es decir del Edipo porque no hay Edipo sin padre y cuando hablamos del padre estamos hablando siempre de su función en el drama edipico. Lacan habla de descubrimientos del psicoanálisis y debates El psicoanálisis descubrió la amnesia infantil respecto a ciertos deseos por la madre y como estos estaban reprimidos, eran primordiales y siguen existiendo en el en el inconsciente de la persona. 1er descubrimiento. Edipo como función normalizadora de los sujetos. Se empezó a cuestionar. Las neurosis de algunas personas no parecían estar vinculadas con el drama edipico sino exclusivamente en relación a la madre y el niño. Sin la función del padre. Entonces ¿Hay neurosis sin Edipo? ¿Hay superyó materno? Es un primer polo de discusión alrededor de la constitución del superyó. 2do descubrimiento. Hay patologías que perturban la relación con la realidad: las perversiones y la psicosis. Se creía que entraban en el campo de lo pre-edipico. Melanie Klein habla de la etapa pre-edipica, una etapa imaginaria en relación con la madre. El niño encuentra dentro del cuerpo de la madre el falo paterno como amenazador, hay una relación dual. La terceridad aparece. El 2do polo histórico se encuentra en relación con la realidad. 3er descubrimiento. Discusión acerca de la genitalización. La asunción del individuo de su propio sexo. ¿Cómo el niño se convierte en hombre? Hay un factor biológico evolutivo de maduración genital. Lo que se juega en el Edipo es más cultural. Hombre/mujer. Alrededor de esa cuestión no fue del todo planteado y es allí donde Lacan produce su teorización. Para Lacan la función del complejo de Edipo -en relación a la genitalización o la asunción del propio sexo por parte del sujeto- se vincula con la instauración del Ideal del Yo. El 3er polo es la constitución del ideal del yo. La función del padre no tiene nadas que ver con si el padre está presente o ausente. Hay distintos niveles donde entra en juego el padre. AGENTE

FALTA

OBJETO (QUE FALTA)

1. Padre real

Castración

Imaginario

2. Madre simbólica

Frustración

Real

3. Padre imaginario

Privación

Simbólico

1. Nivel de la amenaza de castración. El niño tiene en su fase fálica, el despertar de la pulsión real, se toca, se masturba. La persona encargada de su crianza dice “no te toques eso”. En ese nivel aparece la personal real del padre como agente de esa castración de un objeto imaginario (porque no se lo cortan nunca). La castración es simbólica porque el castigo es simbólico. En ese nivel el padre no es estrictamente necesario. Puede ser el padre, la madre u otra persona. En la mayoría de las veces es más la madre, ante el exhibicionismo masturbatorio. Amenaza de castración: R.i 2. Nivel de la frustración. El padre aparece como provisto de un derecho que la madre en cuanto objeto es del padre. Prohíbe a la madre. La prohibición de la madre aparece de distintas formas y es con su sola presencia que se produce en el inconsciente del niño. El padre como provisto de un derecho. La madre en cuanto objeto, es suya. Y la madre simbólica, está simbolizada, ese primer objeto de toda la satisfacción. Cuando está ausente priva al niño de la necesidad real. El objeto es el pecho real, lo frustra imaginariamente porque es algo que el niño exige o desea pero no se le da y es como algo de reivindicación. La madre simbólica porque aparece en este juego de presencia, ausencia. El niño entiende que la madre está con otro objeto que desea. Está velada la función del padre en este momento. Frustración: S’.r 3. Nivel de la privación. Se produce la formación del ideal del yo, la identificación con el padre y la salida del complejo de Edipo. El padre se hace preferir a la madre como objeto de amor, y se hace preferir a la madre como portador del falo. La niña no tiene dificultades para preferir al padre como portador del falo, pero el niño suscita algunas dificultades. Lacan dice que la identificación está muy cerca del amor y cuando uno ama la identificación del padre como ideal del yo solo se da en cuanto al padre prefiere a la madre como objeto de amor. Esto se da tanto uno ama al padre en cuanto quien tiene el falo. Y si la niña ama el falo en cuanto quien tiene el falo. Entonces ella, se ubica en amor con él, en cuanto no tiene el falo y en eso se asume castrada, es la posición femenina para la salida. (Para Jorge Reitter eso es sumamente heteronormativo, escritor del Edipo Gay) En el caso del niño se genera un conflicto al preferir al padre como portador del falo. El niño queda entonces en una posición femenina. El que tiene y el que no tiene el falo ¿Y entonces como asume su virilidad? Lacan dice acá hay algo de la teoría que no funciona. Entonces la solución es: ¿Qué es el padre en el Edipo? No es el padre real (en sentido de la realidad), ni tampoco solo el padre ideal, es el padre simbólico. Esto es un significante que sustituye a otro significante. Pues es el significante paterno que va a sustituir al 1er significante, y a esa metáfora Lacan la va a denominar metáfora paterna que tiene tiempos y son los 3 tiempos del Edipo.

Privación: I.s Primer tiempo del Edipo. El niño se identifica en espejo con el objeto de deseo de la madre. Para el niño la madre es fuente de toda satisfacción. El desea más allá de los cuidados ser deseado por ella. Lacan dice es un “deseo de deseo”. La madre está simbolizada. El niño se da cuenta que ella esta y no está que va y viene. La razón de las ausencias de la madre es que ella desea otra cosa además de mí. El niño para ser deseado por la madre intenta identificarse con lo que el percibe que es el objeto de deseo de la madre y queda identificado a ese lugar de falo de la madre, al falo del Gran Otro, en su súbdito. Sujeto y súbdito en francés es igual. A merced del capricho de la madre. Lacan dice que se producen una serie de fijaciones por ejemplo en las perversiones, fijado al ser el objeto del deseo del otro (travestismo, fetichismo). Segundo tiempo del Edipo. El padre aparece como privador de la madre. El niño se da cuenta que la madre es dependiente de un objeto, que no solo es el objeto de su deseo, sino que es un objeto que el Otro tiene, la madre es dependiente de ese objeto. El gran Otro del Gran Otro. Es quien tiene este objeto, quien posee soberanamente este objeto y también es quien le dicta la ley. La madre remite a una ley que no es la suya, la del Otro. Esto es tremendo para niño porque lo que se da cuenta que el objeto que la madre deseaba no es algo que ella tenía, sino que tenía Otro. Algo que a ella le falta. Se introduce la privación de la madre que el niño vive como si el padre privara a la madre, le sacara el objeto del deseo, privación o castración de la madre, no del niño. El niño como estaba identificado con el objeto, en tanto el padre se lo arrebata a la madre, se produce una desidentificación con el objeto y el niño deja de ocupar el lugar de súbdito (es liberador). El niño vive esto imaginariamente como si fuese así. Es un estadio nodal y negativo, fundamental en el Edipo. Se plantea un dilema ¿Ser o no ser el falo? Aceptar o rechazar esta privación que el padre le pone a la madre respecto al objeto de su deseo. El niño no puede hacer, está atado. Es una elección pero los hilos de lo simbólico no son manejados por él. Si el acepta esta privación cae del lugar del falo de la madre y se des identifica. Si no la acepta se mantiene en ese lugar y en una posición de súbdito. Tercer tiempo del Edipo. El padre aparece como real y potente, se revela 1er tiempo: padre velado en ausencias de la madre 2do tiempo: padre mediado en el discurso de la madre 3er tiempo: padre se revela como real y potente

El sí tiene el falo. En el 2do es prohibidor. En este se lo da, donador del objeto de la madre y permisivo. Se lo puede dar. Se da la identificación con el padre, la salida del complejo de Edipo y el niño puede identificarse y acceder a los títulos de la virilidad. En reserva están dichos títulos hasta la pubertad. La niña debe reconocer quién tiene el falo, no tiene que identificarse y tiene que ir a buscarlo.