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LA VERDAD La verdad es una palabra que ha sido de interés por muchos pensadores desde tiempos inmemorables; constituye una de esas cosas que los niños preguntan y nos dejan en la incertidumbre de no saber elaborar una conceptualización de lo que significa “verdad”. Para una persona, la verdad es un hecho cierto, pero no todo hecho o acontecimiento es de fácil verificación. Para otros la verdad está íntimamente ligada a la fe, y en estos casos se cree que algo es verdad, no porque amerite de cierta verificación, sino porque sencillamente lo dice una autoridad dentro de la iglesia o congregación. Jesús citado en el evangelio de Juan dijo: Y conocerán la verdad y la verdad los libertará Jn 8:32. Desde esta perspectiva se asocia la libertad a otra palabra cuya definición también es compleja: La libertad; pero en esencia, lo que se afirma es que la verdad está asociada con las cosas que enseñó Jesús. En el odu ogbe roso se dice que por mucho que avance la mentira, la verdad siempre la alcanzará; esto no deja muy claro el concepto de la verdad toda vez que se considera que algo es verdad, cuando no es mentira; y caemos en un círculo vicioso porque algo que no es mentira es porque es verdad. También se dice en ese odu “La verdad dice que es mejor mejorar la verdad o morir”, donde se hace énfasis en que la verdad puede ser mejorada; desde esta perspectiva, la verdad no es sencillamente una declaración definitiva, más bien se refiere a un contínuum que puede ser mejorado. En el contexto academicista, Becerra (2010, pág. 355) señala que verdad es: “Estado de confirmación o refutación valorativa de un hecho, objeto, asunto, suceso, situación, idea, sentir o de algo que se califique de algún modo en un contexto determinado de interpretación personal, grupal, colectiva, cultural y social. Es por lo tanto un concepto relativo y no absoluto”. De esa definición se aprecia que verdad se asocia con valoración, y la valoración humana por ser subjetiva, conduce a una verdad que puede ser absoluta o relativa. Para otro enfoque de la palabra verdad, el Awo FA'LOKUN FATUNMBI, en su obra “Proverbios, leyenda, historia sagrada y oración IFA” señala: “En el Odù Osá'Tùrá, Òrúnmìlà dice que la Verdad es el Jefe del Reino Invisible que guía el Destino de la Tierra. Continúa diciendo que la Verdad es una palabra que nunca puede echarse a perder; es la fuente de poder que vence toda la adversidad. Los que conocen la Verdad pueden descubrir la Voluntad de la Creación. Esto implica que la Verdad es una manera de conocer más bien que un conjunto de creencias rígidas. También implica que la Luz, como una Fuerza de la Naturaleza (Òrìsà), porta su propia forma de conciencia que puede tener un impacto directo en el curso de la evolución. Estos son dos temas centrales en las Escrituras de Ifá, y son elementos clave para comprender la naturaleza y función de los Òrìsà desde la perspectiva de la teología de Ifá”. Aquí la palabra verdad se asocia con quien guía el destino de la tierra; es una fuente de poder que vence la adversidad; es una manera de conocer más que un conjunto de creencias

rígidas; situación esta que es contraria a lo expresado en la Biblia; es un tema importante en IFA y un tema importante para comprender aspectos asociados con los Orishas. Por otro lado existen aspectos relativos a la verdad que los expresa el autor antes citado en los siguientes términos: “Decir que Esù es el Guardián de la Verdad es sugerir que la Verdad nunca puede volverse un conjunto fijo de reglas o de dogma. En cambio, la Verdad es un modo de mirar al self y al Mundo; es un estado de ser más bien que un acto de conocer. Este es un concepto difícil de captar para algunos occidentales, pues hemos sido condicionados por la idea de que la Verdad se establece por hechos objetivos. La idea de que la Verdad sólo puede ser descubierta si somos periódicamente sacudidos de nuestras nociones preconcebidas es perturbadora para quienes quieren que la religión tenga la totalidad de las respuestas correctas sobre cualquier cosa”. Entonces la verdad va más allá de las reglas y de los dogmas; está relacionado más con el ser, con el sujeto, con aspectos de la conciencia, con el orí; de esta manera se supera la barrera de la objetividad; para instalarnos en las posibilidades de reconsiderar nuestras creencias, revisar nuestros conocimientos y saberes; volver a echar una mirada a aquello que por muchos años hemos considerado como la verdad; para que, en un continuum de sucesiones, podamos descubrir cosas nuevas. La verdad no aparece en una simple declaración, se asoma en la percepción que tiene el awo inspirado cuando hace una consulta, como una serie de iluminación, una luz que le permite dar en el clavo de los acontecimientos que desnudan al sujeto y lo enfrentan con una verdad a la cual no ha querido enfrentarse, por temores, miedos a lo que representa enfrentar la verdad. Entonces, la verdad para el awo de Orumila más que una estática explicativa de un suceso o acontecimiento, es una dinámica, es un constante cambio que se opera y que conduce al descubrimiento y redescubrimiento de hechos y acontecimientos que hacen posible una maduración profunda del sacerdote. Así como resulta imposible afirmar que tenemos todo el conocimiento del mundo relativo a una materia, también es imposible afirmar que sabemos toda la verdad de las cosas. Tener una mente abierta, enriquecerla a diario con nuevas informaciones, apreciaciones personales y de los otros puede conducir a un proceso de maduración y de adquisición de habilidades para poder acercarnos a la verdad. Por otro lado, mejorar nuestra relación con Olodumare, con Olofín, con Orumila, con nuestros Orishas, con nuestra familia, con nuestros amigos, con nuestros hermanos en el servicio IFA, nos conduce a progresivamente conformar una conciencia sólida, es lograr un Orí alineado con Olodumare, con nuestros santos, con Orumila y nuestros congéneres; es ser más sensibles frente a los acontecimientos que se producen alrededor nuestro, producto de acciones que se ejecutan pos asumir un destino contrario al plan original establecido para nuestro beneficio. ¿Cuándo podemos afirmar que sabemos la verdad?; no existe un tiempo establecido para ello; cada día nos enfrentamos a sucesos y acontecimientos que nos permiten descubrir algo más de la verdad. ¿Quién tiene la verdad?, responder a esta pregunta resulta de un ejercicio

interesante que comienza con una introspección relativa a si nosotros mismos conocemos la verdad; a partir de eso, podemos opinar sobre otras cosas que entran en el debate de quien conoce la verdad.