La Venganza de La Tierra

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Pontificia Universidad Católica Del Ecuador Sede Ibarra Escuela de Gestión en Empresas Turísticas y Hoteleras 1.- Datos informativos: Nombre: María José Cabrera Rosero Nivel: Segundo Turismo Fecha: 01 de abril del 2013 Tema: Ensayo "La venganza de la tierra"

2.- Desarrollo: James Ephraim Lovelock (26 de julio de 1919) es un científico independiente, meteorólogo, escritor, inventor y ambientalista, famoso por la Hipótesis Gaia, que visualiza a la Tierra como un sistema autorregulado. Intenta explicar por qué el cambio climático no se ha tomado realmente en serio, por mucho que los científicos no paren de dar alarmas, dado que la ciencia no puede explicarlo todo, promueve un uso pacífico de la energía nuclear como único recurso para disminuir el abuso de los combustibles fósiles Explica, además, que no hemos de tener miedo por esos residuos nucleares y como prueba de ello él mismo se ha ofrecido en público para que todos los residuos altamente radiactivos producidos en un año se entierren en un pozo de hormigón con las garantías habituales de seguridad en su propiedad. Lovelock aprovecharía el calor generado por ellos para calentar su casa. Para el autor, hoy día se mezclan demasiado los conceptos de “nuclear” y “mortal”. Que la energía nuclear está demasiado demonizada y no es una cosa mala, que son cosas que la población ha ido asimilando como verdad en una mentira repetida muchas veces. Cree que nuestro miedo viene a consecuencia de los horrores de Hiroshima y Nagasaki y que el miedo a las centrales nucleares es irracional. Nos advierte que otro gran problema para el cambio climático es la superpoblación. Respecto quien piense que hay que volver a las cavernas y que los primeros humanos vivían en armonía total con la misma o quien piense que hoy día somos superiores a ellos, se equivocaría, según él, en cualquiera de los dos casos. No somos mejores ni peores, sino diferentes. Quien se considere superior por conducir coches, utilizar ordenadores, viajar grandes distancias o vivir en casas con aire acondicionado habría que preguntar cuántos de ellos serían capaces de vivir en una cueva, encender fuego para cocinar, hacerse ropa y zapatos con pieles de animales o utilizar arcos y flechas para mantener alimentada la familia. En el presente libro el autor nos intenta advertir y concienciar de cómo nos estamos enfrentando al cambio climático y, al mismo tiempo acercándonos a un punto de no retorno del cual ningún ser humano sobrevivirá. Desde mi punto de vista la visión que el autor aporta en toda la redacción del libro adopta una postura muy pesimista, de una destrucción de nuestro planeta casi inevitable.

En la primera parte nos presenta el estado de la tierra o de Gaia como el mismo la denomina, y también nos muestra la evolución de ella desde la era de las glaciaciones, los avances que se produjeron en este campo..; es decir, nos hace como la presentación del tema que posteriormente tratará. En una segunda parte, se encuentra "el plato fuerte" de todo el libro, en el cual pone de manifiesto todas sus opiniones y alternativas para lograr que la humanidad sobreviva a esta catástrofe climática que afecta a nuestro planeta tierra, y, su mejor alternativa es la energía nuclear y, finalmente, en una tercera parte nos presenta la pregunta clave, ¿qué hacer? en la que Lovelock dice que el ser humano no es la enfermedad del planeta, pero nuestro egoísmo ha producido que a Gaia le suba la fiebre y aumente su enfermedad, entre muchos otros aspectos que trata como son las energías que existen, las renovables y las no renovables. La utilización de la energía nuclear como una manera de sostenernos hasta que las nuevas energías, las renovables, estén en gran potencia, la utilización de los aerosoles y pesticidas, la lluvia ácida y, la relación entre el cambio climático y la destrucción de la capa de ozono. Primeramente, con lo que respecta a la utilización de la energía nuclear como menciona Lovelock, en el libro nos “vende” la energía nuclear en su lado positivo, pues de este modo podremos subsistir hasta que las energías renovables estén “a punto” para proporcionarnos a la humanidad los recursos necesarios para nuestra supervivencia, pero ¿realmente la energía nuclear es tan abundante, controlable y barata?; desde mi punto de vista el uso de esta energía supondría la exposición del ser humano a numerosas efectos adversos como son las enfermedades; con respecto a que esta energía es controlable pues se puede poner en duda teniendo presente el accidente que se produjo en Chernobil en el cual murieron 75 personas, las cuales eran trabajadoras de la fábrica; otro de los aspectos negativos de la utilización de esta energía es que uno de los componentes es el uranio, el cual es escaso y las mayores reservas se encuentran en países del tercer mundo. Yo creo que la pregunta a la cual se debería someter este autor con esta postura, la utilización de la energía nuclear sin importar los daños que esta cause a la humanidad, es ¿para qué salvar al planeta si con la utilización de esta energía estamos acabando con el ser humano?, en este caso lo que él está proponiendo es “curar” a Gaia de su enfermedad pero enfermando a las personas que habitan en ella.

3.- Conclusión: Tras estas reflexiones decir que, del mismo modo que Lovelock, creo que nosotros, el ser humano está llevando a Gaia a su destrucción, por la poca conciencia de este problema. Aquí la importancia de la educación ambiental para ayudar a conocer esta problemática y proporcionar indicaciones que nosotros podamos llevar a cabo para ayudar a frenar este gran cambio en el que estamos incluidos. Pero a diferencia de Lovelock que antepone el “curar” a Gaia de su enfermedad yo creo que debemos intentar integrar en este “proyecto de curación” al ser humano, puesto que si salvamos a la Tierra pero hacemos que el ser humano se enferme no tiene sentido ninguno. Debemos salvar a nuestro planeta e intentando producir el mínimo daño en los seres humanos y animales.