La Union Monetaria

Desde el 1º de enero de 2002, más de 300 millones de ciudadanos europeos utilizan el euro en su vida diaria. Entre el Tr

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Desde el 1º de enero de 2002, más de 300 millones de ciudadanos europeos utilizan el euro en su vida diaria. Entre el Tratado de Maastricht firmado en febrero de 1992, que estableció irrevocablemente el principio de una moneda europea única, y la circulación de monedas y billetes en doce países de la Unión sólo han transcurrido 10 años, plazo extraordinariamente breve para llevar a cabo una operación única en la historia monetaria mundial.

El euro, que ha venido a reemplazar monedas que habían sido para los países europeos los símbolos e instrumentos de su soberanía nacional, ha impulsado considerablemente la unificación económica de Europa, al tiempo que representa un factor de aproximación e identificación de los ciudadanos europeos, que, a partir de ahora, pueden viajar por prácticamente toda la Unión sin cambiar de moneda.

CONCEPTO: la unión monetaria es la situación en la cual un grupo de países acuerdan hacer transacciones con una moneda. Se diferencia de una unión económica en que la primera no necesariamente debe tener una sola moneda. La tendencia mundial de monedas comunes entre naciones se dará con mayor probabilidad entre los países que mantienen relaciones comerciales “estrechas”. El aumento del comercio puede ser al mismo tiempo causa y efecto de las uniones monetarias. Incluso “el hecho de poseer una moneda común multiplica el volumen del comercio en dos o tres veces”.

7

de

febrero

de

1992:

Firma

del

Tratado

de

Maastricht

El Tratado de la Unión Europea y la Unión Económica y Monetaria se acordaron en Maastricht en diciembre de 1991. El Tratado se firmó en febrero de 1992 y entró en vigor en noviembre de 1993. Conforme a este Tratado, las monedas nacionales habrán de ser reemplazadas por una moneda europea única bajo ciertas condiciones. Para poder participar en la moneda única los países deben cumplir varios criterios económicos.

Enero de 1994: Creación del Instituto Monetario Europeo Se crea el Instituto Monetario Europeo (IME) y se introducen nuevos procedimientos de supervisión para impulsar la convergencia económica. 

Junio

de

1997:

Pacto

de

Estabilidad

y

Crecimiento

El Consejo Europeo de Ámsterdam aprueba el Pacto de Estabilidad y Crecimiento y el nuevo mecanismo de tipos de cambio (SME bis) destinado a garantizar la estabilidad entre el euro y las monedas de los Estados miembros no participantes en el euro. También se acuerda el diseño para la cara europea de las monedas euro.

Mayo de 1998: 11 países cumplen las condiciones para acceder al euro Los Jefes de Estado o de Gobierno deciden que once Estados miembros están calificados para participar en la zona euro y anuncian los tipos de cambio bilaterales, irrevocables y definitivos, entre las monedas participantes.

 1º de enero de 1999: Nacimiento del euro El 1º de enero de 1999, las 11 monedas de los Estados participantes desaparecen a favor del euro, que se convierte de este modo en la moneda común de Bélgica, Alemania, España, Francia Irlanda, Italia, Luxemburgo, los Países Bajos, Austria, Portugal y Finlandia. (Grecia se añade a ellos el 1º de enero de 2001). El Banco Central Europeo sustituye al IME y es en adelante el responsable de la política monetaria, que se define y aplica en euros. 1º de enero de 2002: Introducción de las monedas y los billetes euro El 1º de enero de 2002 se ponen en circulación los billetes y las monedas en euros. Comienza el plazo para la retirada de los billetes y las monedas nacionales, que finaliza definitivamente el 28 de febrero de 2002. A partir de entonces solo el euro tiene curso legal en los países de la zona euro

 





Eurolandia es la zona del euro. Esta compuesta por los países que decidieron sustituir sus signos monetarios por el euro. Eurolandia consta de 20 países que han adoptado el euro. Diez países de la UE que todavía no han adoptado la moneda única, entre ellos; el Reino Unido, Suecia y Dinamarca.

El Reino Unido, Suecia y Dinamarca, han insistido en que su adhesión a las formas más complejas de la Unión Europea no tendrían que incluir la pérdida de su signo monetario propio. De esta manera, subsistirían la libra inglesa, la corona sueca y la corona danesa. Sin embargo, estos países podrían modificar su decisión en un futuro mediato, siempre y cuando el experimento del euro dé buenos resultados e incite a dichos países a formar parte de Eurolandia.

La aparición de una moneda única tiene una explicita intención de índole política. La forma mas audaz de enfrentar al poderío económico de los E.E. U.U., es mediante el mayor estrechamiento de los lazos que unen a las economías europeas . La unión monetaria representa la solidificación de dichos vínculos. Los europeos saben que la única forma de contrarrestar la hegemonía del país antes mencionado es mediante la unificación.







Se eliminan de manera inmediata los costos de transacción. La nueva moneda permitirá la transparencia de precios, es decir, se podrán comparar los precios de un mismo bien en distintos países de Eurolandia sin tener que realizar una conversión aritmética Desaparece en definitiva la incertidumbre respecto de las variaciones cambiarias que hacen mas riesgosas las transacciones comerciales o inversiones en el extranjero.



Carecerán de política monetaria domestica y no podrán influir sobre el nivel de la tasa de interés, ni para salir de una recesión ni para combatir un brote inflacionario.



En cuanto a las desventajas de la moneda única, la más inmediata para los distintos agentes económicos es los costes de adaptación al Euro; como, por ejemplo, los que se producirán en los procesos administrativos de las empresas o el propio esfuerzo de los ciudadanos para asimilar el cambio en referencias de precios.

Las disparidades estructurales de los países de eurolandia tenderán a disminuir, debido a que la nueva moneda permitiría una mejor sincronización del ciclo económico para todos ellos. Significa que disminuiría la probabilidad de que un grupo de países de Eurolandia se encuentre en recesión mientras el resto esté en auge, razón por la cual la carencia de una política cambiaria y monetaria domestica no será una desventaja significativa.

Algunos analistas dudan que la integración derivada de la nueva moneda sea suficiente para sincronizar mas apropiadamente los ciclos económicos de los doce países y, por tanto, consideran que la carencia de políticas monetarias y cambiaria domestica será una fuerte desventaja.

Imaginemos un ciudadano alemán con una deuda de cien mil marcos, al desaparecer marco y ser sustituido por el euro, podría alegar que su compromiso desaparece, ya que su deuda original esta estipulada en una moneda que ya no existe. En este caso las deudas de cualquiera de las 20 monedas de la zona del euro, simplemente se denomirán en su equivalente en euros.

El tratado de la UE no contempla la posibilidad de que un país que haya adoptado el euro como su moneda, pueda rechazarlo posteriormente y volver adoptar a su antigua moneda. El posible colapso del euro aparece como una “imposibilidad legal”, sin que por ello proporcione alivio y permita descartar la posibilidad fáctica del evento.

Esta se daría con un choque externo a la economía europea. Tal vez una severa recesión en Estados Unidos que dañaría considerablemente a Francia y a Alemania, mientras que afectaría con mucha menor intensidad al resto de Eurolandia. Francia y Alemania exigirían al BCE una política monetaria expansiva, con la finalidad de reducir las tasas de intereses y salir con rapidez de la recesión. Sin embargo, una política monetaria como ésa perjudicaría a los demás países, a quienes menores tasas de interés podrían significar mayor inflación

En la actualidad el euro comparte con el dólar la función de ser moneda de reserva, situación privilegiada a la que no cualquier moneda puede acceder. La zona del euro es la segunda economía mas gran del mundo, detrás de la de Estados Unidos. El desafío de la UE es grande, en su afán de desplazar al dólar, pero para que éste pierda su hegemonía, tendría que ver un colapso económico muy grande, tan similar como una guerra mundial.

Uno de los grandes problemas estructurales es el desempleo, la moneda única no reducirá automáticamente los impuestos de las empresas ni simplificaría las complicadas reglamentaciones fiscales que agobian al medio empresarial europeo. El euro no será la medida que logre llevar a la Unión Europea al cambio estructural, sino será el mecanismo que unifique a los sistemas existentes.

El éxito económico europeo redundaría en un mayor entusiasmo por lo alcanzado y, para algunos sería suficiente justificación para estrechar mas los lazos europeos. Las complicaciones económicas que podría sufrir Europa, desempeñarían un papel no solo desalentador para sus miembros, reales y potenciales, sino que podría poner en peligro el proyecto europeo.