La Tora Del Rebe Najman - BaMidbar

El REBE NAJMÁN SOBRE LA TORÁ IDEAS DE BRESLOV SOBRE LA LECTURA SEMANAL DE LA T ORÁ COMPILADO POR JAIM KRAMER EDITADO

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El REBE NAJMÁN SOBRE LA TORÁ IDEAS DE BRESLOV SOBRE LA LECTURA SEMANAL DE LA T ORÁ

COMPILADO POR JAIM KRAMER

EDITADO POR Y. HALL

TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL

GUILLERMO BEILINSON

BAMIDBARDEVARIM NúmerosDeuteronomio

Publicado por BRESLOV RESEARCH INSTITUTE Jerusalem/New York

Copyright © 2012 Breslov Research Institute Ninguna parte de esta publicación podrá ser traducida, reproducida o archivada en ningún sistema o transmitida de ninguna forma y de ninguna manera, electrónica, mecánica,

fotocopiada o grabada o de cualquier otra manera, sin el consentimiento previo, por escrito, del editor.

Título del original: REBBE NACHMAN’S TORAH

Para más información: Breslov Research Institute POB 5370 Jerusalem, Israel. Breslov Research Institute POB 587 Monsey, NY 10952-0587 Estados Unidos. Breslov Research Institute c\o G.Beilinson

calle 493 bis # 2548 Gonnet (1897) Argentina. e-mail: [email protected] Impreso en Argentina Diseño de cubierta: Gasner

Ben

Indice

Reconocimientos Conceptos Generales Números/Bamidbar Parashat Bamidbar Parashat Nasó Parashat Behaaloteja Parashat Shelaj Parashat Koraj Parashat Jukat Parashat Balak Parashat Pinjas

Parashat Matot Parashat Masei Deuteronomio/Devarim Parashat Devarim Parashat Veetjanan Parashat Ekev Parashat Reé Parashat Shoftim Parashat Ki Tetzé Parashat Ki Tavó Parashat Nitzavim Parashat Vaielej Parashat Haazinu Parashat Vezot HaBrajá

Reconocimientos Den gracias a Dios, anuncien Su Nombre; hagan conocer entre los pueblos Sus hazañas (Salmos 105:1). “Den gracias a Dios”, y así lo hacemos, pues Él nos dio la fuerza para completar este segundo volumen de nuestra serie El Rebe Najmán sobre la Torá. Esta compilación presenta las ideas de Breslov sobre los Libros de Éxodo (Shemot) y Levítico (Vaikrá).

Nuestro primer volumen, sobre el Libro de Génesis (Bereshit), ha sido ampliamente aceptado, por lo que agradecemos la respuesta positiva que hemos recibido de nuestros lectores. También debemos agradecerles a todos aquellos que ayudaron a completar este proyecto. Estamos profundamente agradecidos a Ira Berkowitz, quien aportó una considerable contribución en memoria de sus queridos padres, que descansen en paz. Agradecemos a Alvin y Elaine Gordon, quienes pusieron en marcha todo el proyecto a finales de 1990. Apreciamos profundamente el apoyo constante y el entusiasmo de

Diana Korzenik, Steve y Beryl Reich, Allan Steinberg y Jay y Lisa Knopf. Y les damos la bienvenida a nuestro grupo de dignos sostenes a Jay y Paula Novetsky. Esta publicación se ha beneficiado de los excepcionales talentos de R’ Iaacov Dovid Shulman, quien le dio sentido, en inglés, a las profundas ideas del Likutey Moharán del Rebe Najmán; y a Y. Hall, quien con notable pericia transcribió el Likutey Halajot del rabí Natán a un lenguaje comprensible incluso para el lego. Gracias a B. Aber por el espléndido diseño gráfico. Quiera Dios ayudarnos a ver la

finalización de este proyecto y de muchos otros, y podamos todos ser dignos de ver la Llegada del Mashíaj, la Reconstrucción del Templo y el Retorno de los Exilados, pronto y nuestros días. Amén. Jaime Kramer Tamuz 5771 Julio 2011

Conceptos Generales

Aquellos familiarizados con las lecciones del Rebe Najmán saben que éstas suelen comenzar con una cierta premisa que es luego desarrollada utilizando textos de prueba tomados de la Biblia, del Talmud, del Midrash, de la Kabalá, del Zohar y de otras enseñanzas. Construyendo y agregando más ideas, el Rebe entreteje un tapiz increíblemente hermoso englobando toda la lección. El rabí Natán sigue el mismo patrón en sus discursos. Para el estudiante de Breslov, estas lecciones

combinan un profundo comentario de los versículos bíblicos junto con una gran riqueza de consejos para la vida. Pero para el editor que busca aislar cada enseñanza no es fácil discernir las piedras preciosas de los consejos sobre cada versículo. Es necesario profundizar en los escritos del Rebe Najmán y del rabí Natán para encontrar esas pepitas de oro, pues están intrincadamente bordadas en sus discursos, de una manera exquisita. Así, la compilación de esta obra implicó extraer virtualmente cada lección “fuera de contexto” y desarrollarla como una unidad autónoma. En su mayor parte, los

comentarios del Rebe Najmán y del rabí Natán se sustentan por sí mismos, pero muchos de ellos son mejor comprendidos en el contexto original. Por lo tanto presentamos este capítulo como conceptos básicos de El Rebe Najmán sobre la Torá. Es posible encontrar varios temas básicos y recurrentes a lo largo de las enseñanzas de Breslov, entre ellos: la fe, la verdad, la moral, el cuidado del pacto de Abraham, el lugar central del Tzadik en el judaísmo, dar caridad o actuar de manera caritativa, alegría y felicidad, guardar y/o cuidar los pensamientos y la primacía del estudio de la Torá y de la plegaria. Dado que estas ideas son

centrales al pensamiento judío, se presentan una y otra vez en las enseñanzas del Rebe Najmán y siempre desde un punto de vista diferente. Hay tres que se destacan más que las otras: la fe, el pacto y el Tzadik. La Fe Como explica el Rebe Najmán: “Afortunados somos de que Moisés nos diera la Torá que empieza con ‘En el comienzo creó Dios los cielos y la tierra’. Se nos ordena creer en Dios sólo mediante la fe y no entrar en especulaciones intelectuales” (Sabiduría y Enseñanzas del Rabí Najmán de Breslov #5). Ello se debe a que la fe está

imbricada dentro del Acto mismo de la Creación, como está escrito, “Todas Sus obras están hechas con fe” (Salmos 33:4). El rabí Natán explica además que la fe es absolutamente necesaria en cuatro áreas. Éstas son: la fe en Dios, la fe en la Torá como un regalo de Dios, la fe en los líderes rectos (e.g. Moisés, el rey David y todos los verdaderos Tzadikim y líderes de la nación judía a lo largo de las épocas) y quizás la más significativa de todas, la fe en uno mismo – en el hecho de que uno es valioso a los ojos de Dios, que sin importar cuán lejos se sienta de Dios uno siempre puede volver a Él, que tiene un propósito en la vida, que tiene la fe y

la confianza necesarias para tratar con los demás y la fuerza interna para cambiar los hábitos y mejorar su vida (cf. Likutey Halajot, Masá u-Matán 3:6). También incluidas en el concepto de la fe se encuentran la verdad y la honestidad, dado que la fe implica fidelidad y la capacidad de confiar en los demás, una situación que sólo es posible mediante la honradez. El Pacto El tema de la moralidad y del cuidado del pacto hace referencia al Pacto de Abraham, el brit milá (el pacto de la circuncisión). El brit milá no es

una ceremonia religiosa que es celebrada un día y olvidada al siguiente. Es el pacto eterno entre Dios y el pueblo judío. El retiro del prepucio del órgano sexual simboliza el retiro de todo lo que es impuro en la vida de la persona; con pureza en la mente y en el corazón la persona puede entonces utilizar el órgano de procreación para ser un socio de Dios en el proceso continuo de la creación del mundo. Es impensable que se pueda llegar al abuso de ese poder procreador para propósitos lujuriosos, pues ello envenena el mundo con deseos cada vez mayores y degradantes. Cuando la persona guarda el pacto y eleva sus pensamientos e intenciones morales, se eleva a sí misma y a muchos otros, hacia

una conciencia más exaltada de honestidad, de decencia y de pureza. En palabras del Rebe Najmán: “El principal camino para acercarse a Dios es el cuidado y la rectificación del pacto” (Likutey Moharán I, 29:4). El Tzadik El Tzadik es quizás el tema más recurrente en las enseñanzas del Rebe Najmán pero es, probablemente, el concepto menos comprendido. Este concepto se menciona por primera vez en una frase del Talmud: Dice el rabí Elazar: El mundo entero fue creado debido a un solo

Tzadik. Esto lo aprendemos del versículo “Dios vio que la luz era buena” (Génesis 1:4). “Bueno” no es otra cosa que el Tzadik, como está escrito, “Di del Tzadik que es bueno” (Isaías 3:10). El rabí Jiá dijo en nombre del rabí Iojanan: Pues el mundo será mantenido en aras de un solo Tzadik, como está escrito, “El Tzadik es el cimiento del mundo” (Proverbios 10:25) (Ioma 38b). Es axiomático el que el Tzadik sea una figura central del judaísmo. Su tenacidad en el servicio a Dios pese a todos los obstáculos -como atestigua el ostracismo de Abraham debido a su rechazo de la idolatría y de su enseñanza

en la creencia en Dios- y su completa anulación delante de Dios al servir como líder de la nación -como Moisés que estuvo dispuesto a “borrarse” a sí mismo si Dios no perdonaba la rebelión del pueblo judío (Éxodo 32:32)- ha salvado al pueblo judío una y otra vez a lo largo de nuestra extensa historia. Ello se debe a que el Tzadik trasciende este mundo material y alcanza una comprensión de lo espiritual incluso mientras existe en el plano físico. Como tal, es una especie de puente entre nosotros y Dios. Por supuesto, ningún judío necesita de un intermediario entre él y Dios. Dios ciertamente no necesita que nadie actúe como Su intermediario y tampoco nosotros, porque siempre

podemos buscar a Dios y encontrarlo. Pero el Tzadik ya ha encontrado a Dios y, por lo tanto, para decirlo de una forma más simple, conoce la manera eficaz de hallarlo. Esto significa que es la persona adecuada para enseñarnos aquello que debemos saber para poder acercarnos a Dios. Aun así el Tzadik es mucho más que un maestro que nos da una óptica Divina. El Tzadik se encuentra en un plano tan elevado que en verdad llega a ser el emisario de Dios para hacernos llegar Su mensaje. Sólo Moisés pudo traernos la Torá tal cual la conocemos y sólo los muy grandes Tzadikim de cada generación -los profetas, los reyes

justos, los Sabios líderes, los Gaonim, los Codificadores y demás- son capaces de transmitirnos las instrucciones de Dios, la Torá. (En su obra clásica, el Mishne Torá, Maimónides presenta una lista de los líderes de cada generación desde Moisés hasta el final de la era Talmúdica). Y los Tzadikim reciben desde Arriba el poder para enseñar la Torá tal cual lo consideren adecuado por ejemplo, los Sabios Talmúdicos introdujeron muchas leyes y guías nuevas para preservar la observancia de la Torá. De la misma manera, en cada generación, los Tzadikim ejercen un “poder Divino” para dirigir a la nación de acuerdo a su comprensión de la Torá y en concordancia con la generación en

la cual viven. Éste es un concepto muy audaz, pero no es nuevo. De la Torá misma aprendemos que el Tzadik tiene poder. A lo largo de las Escrituras, encontramos el versículo “Vaidaber IHVH el Moshé lemor - Dios le habló a Moshé, diciendo” (Éxodo 13:1; 14:1; 25:1; 30:11; et al.). Vaidaber (‫וידבר‬, “Él habló”) proviene de la misma raíz que DaBaR (‫דבר‬, líder) (Rashi sobre Deuteronomio 31:7; ver Sanedrín 8a). El rabí Natán explica que cuando Dios le habló a Moisés, no sólo le habló a él y le dio directivas, sino que también le pasó esa directiva y liderazgo al mismo Moisés. Con cada Vaidaber, Dios le entregó el liderazgo y

la dirección a Moisés, para que él implementase las enseñanzas tal como lo considerase adecuado (Likutey Halajot, Milá 2:8). Entender la grandeza del Tzadik es algo esencial para nuestra comprensión de la Torá. El Talmud, el Midrash, el Zohar, la Kabalá y virtualmente todas las enseñanzas jasídica están repletas de afirmaciones sobre la grandeza del Tzadik y de su rol central en el judaísmo. El Rebe Najmán enfatiza en su enseñanza más importante sobre el hitbodedut que cada persona debe desarrollar su propia y directa conexión con Dios (Likutey Moharán I, 52; Ibid. II, 25). Pero el Tzadik es un Tzadik,

un líder que se entrega en aras de los demás sin buscar remuneración alguna y que continuamente dará de sí mismo hasta el fin. Todos comprenden la importancia de tener líderes calificados - ¡no hace falta más que ver la expresión de emoción y determinación en un día electoral cuando la gente corre a las urnas para votar por el político más mediocre! Pero el Rebe Najmán considera el liderazgo desde un punto de vista muy diferente. Su concepto del liderazgo incluye personas tales como Abraham, Moisés, el rey David y el rabí Akiba, personas que entregaron sus vidas por los demás sin ocuparse de sí

mismas. Por ese motivo, la Torá termina con el fallecimiento de Moisés, pues una vez que nos unimos a un Tzadik así, estamos en el sendero correcto. Pero en verdad la Torá no termina sino que comienza una y otra vez. Y es por eso que encontraremos muchas enseñanzas en El Rebe Najmán sobre la Torá que se explican al comprender el papel del Tzadik en nuestras vidas.

Números > Bamidbar

Parashat Bamidbar

1:2 “Toma el censo de toda la congregación de los hijos de Israel, por sus familias, por sus casas paternas, conforme a la cuenta de los nombres, de todos los varones individualmente”.

Toma el censo Debido al amor de Dios por el pueblo judío Él le ordenó a Moisés que los contase. Cuando cayeron debido al becerro de oro, fueron contados. Cuando el Tabernáculo fue establecido, fueron contados (Rashi).

La idea de contar a los judíos representa contar a las legiones del Rey. Al contar a los judíos, Dios demostró cuán valiosos eran para Él. Cada judío tiene su propio y especial lugar y cada uno marca una diferencia. En nuestro actual exilio, el número de judíos es limitado y puede por lo tanto ser contado. Pero en el Futuro, cuando las impurezas sean eliminadas del mundo, el

número de judíos aumentará más allá de toda cuenta (cf. Hoshea 2:1). Pues en verdad, las almas judías trascienden el tiempo y el espacio - trascienden el número (Likutey Halajot IV, p. 96). Podemos percibir la misma idea de una “cuenta” en la manera en que Dios enumeró los Días de la Creación. Tan pronto como el mundo fue creado, Dios le dio a cada día un número: el Primer Día, el Segundo Día, el Tercer Día y así en más. La santidad trasciende el tiempo y el espacio y no puede ser numerada ni contada. Pero en este mundo de impurezas, Dios estableció un sistema para que sea posible contar. Así, uno debe presentarse para ser contado y

representar así su bien y su posición. Pero en el Futuro, los judíos serán incontables (ibid.). Toma el censo No está permitido contar a los judíos per se. Si hay necesidad de censarlos, la gente se enumera mediante el medio shekel con el que cada uno contribuye al Templo. Pero, si es peligroso contar a los judíos, ¿por qué deben dar los shekalim? ¿Por qué no evitar directamente toda cuenta? En este caso, el censo era una consecuencia necesaria del pecado del becerro de oro. El pecado le roba a la

persona las “chispas de santidad” que posee. Después de que los judíos pecaron, la cuenta se volvió necesaria para identificar y tratar de recuperar lo que se había perdido, para volver a elevarlo hacia la santidad (Likutey Halajot II, p. 105a).

1:3 “De edad de veinte años para arriba, todos los que pueden salir a la guerra en Israel, tú y Aarón los contarán por sus divisiones”.

Todos los que pueden salir a la guerra Todos los judíos deben estar dispuestos a batallar por Dios. Esto sólo es posible cuando están unidos en su objetivo. Así, Moisés contó en el desierto a los judíos que estaban dispuestos a luchar por Dios (Likutey Halajot VII, p. 150).

2:2 “Los hijos de Israel acamparán cada cual junto a su propia bandera, bajo el estandarte de sus casas paternas; dando frente a la

tienda de reunión, acamparán a su alrededor”. El campamento de los hijos de Israel Los judíos acampaban en el desierto alrededor del Arca, que estaba en el centro (ver Rashi).

Cada judío corresponde a una letra en la Torá. Sólo cuando están unidos puede la Torá estar “completa”. Así, leemos sobre la unidad del pueblo judío inmediatamente antes de Shavuot, la festividad de la recepción de la Torá (Likutey Halajot II, p. 105a). El campamento de los hijos de Israel

Los judíos les dicen a las naciones, “¿De qué grandeza pueden hablar ustedes que pueda compararse con la grandeza del campamento de los judíos en el desierto?” (Tanjuma, Bamidbar 11).

En el desierto, los judíos acampaban de acuerdo a las tribus. Cada tribu era completamente diferente a las otras en tamaño, posición y naturaleza y cada una se distinguía por su propia bandera que tenía su propios colores tribales. Pero pese a sus muchas diferencias, todas las tribus se aferraban a su fe en el Dios Único, unidas en su fe, revelando la Unidad de Dios (Likutey Halajot V, p.198a-396).

Acamparán Cada vez que los judíos se ponían en movimiento, desmantelaban el Tabernáculo y lo volvían a armar en su nuevo campamento. Adonde fuera que se rearmaba el Tabernáculo, éste mantenía la santidad del Tabernáculo armado inicialmente por Moisés. De aquí aprendemos que cuando viajamos, podemos llevar nuestra santidad con nosotros y restablecerla allí en donde estemos (Likutey Halajot I, p. 236a-472). Dando frente a la tienda de reunión, acamparán a su alrededor El Tabernáculo era el asiento para

la Presencia Divina, que se manifestaba a través de la plegaria de los judíos. Toda la nación judía acampaba alrededor del Tabernáculo, dado que cada judío adquiría una porción en él mediante sus plegarias. Por ejemplo, así como las contribuciones de los judíos se combinaron para hacer las 100 basas de plata para las columnas, las barras, los pilares, las cortinas y los utensilios del Tabernáculo, de la misma manera, hoy en día, cuantos más judíos se sumen a la plegaria, más partes del Tabernáculo serán construidas, hasta que la Presencia Divina vuelva a revelarse una vez más (Likutey Halajot VIII, p. 102a).

Acamparán cada cual junto a su propia bandera Cada judío posee un punto bueno individual en el cual Dios se regocija. De manera similar y a una escala nacional, cada una de las Doce Tribus estaba representada por una bandera diferente y una piedra diferente en el Pectoral del Cohen Gadol. A partir de aquí aprendemos la importancia de desarrollar nuestra individualidad (Likutey Halajot II, p. 25a). Más aún, no podemos aceptar verdaderamente la Torá hasta que no se manifieste la individualidad de cada

uno. Por ello Parashat Bamidbar (que comienza con el censo de todos los judíos, tribu por tribu) se lee en el Shabat previo a Shavuot, enseñándonos la importancia de establecer nuestra individualidad antes de poder unificarnos en una causa común (ibid., II, p. 50). Las diferencias entre las tribus y sus banderas y colores representativos también hacen referencia a las diferentes alusiones que despiertan a la persona al servicio a Dios. Cada persona percibe las obras de Dios desde un punto de vista diferente y el “llamado para juntarse para la guerra” (contra las fuerzas del mal) se manifiesta de manera

diferente para cada uno (ibid.). Los campamentos sagrados y los viajes por el desierto Los judíos pecaron con el becerro de oro porque le prestaron atención a la multitud mezclada, que los confundió con falsas interpretaciones de Torá. Su pecado fue rectificado mediante el Tabernáculo, que los acompañó a través de sus viajes por el desierto. Al viajar junto con el Arca Sagrada (que contenía los Diez Mandamientos), los judíos obtuvieron la capacidad de “armar y desarmar la Torá” - estudiarla y comprenderla apropiadamente. De esa manera, rectificaron su falsa

comprensión de la Torá y los pecados cometidos debido a sus malas interpretaciones (Likutey Halajot II, p. 166).

2:3 “Los que acampen hacia el este, hacia donde se levanta el sol, serán los de la bandera del campamento de Iehudá, según sus escuadrones, siendo el príncipe de los hijos de Iehudá, Najshón, hijo de Aminadav”.

Los que acampen hacia el este, hacia donde se levanta el sol Las Doce Tribus, divididas en cuatro campamentos, representan los doce meses divididos en las cuatro estaciones del año. De manera similar, representan las doce horas del día divididas en cuatro cuartos. La primera estación incluye los meses de Nisán, Iyar y Sivan. Ese período incluye el Éxodo de Egipto (en Nisán), los cuarenta y nueve días de la Cuenta del Omer (desde Nisán hasta Sivan) la Revelación en el Sinaí (en Sivan), marcando el comienzo del

período en el cual los judíos fueron llevados cerca de Dios. Esta estación es un paralelo de las tres Tribus de Iehudá, Isajar y Zebulún, quienes acampaban en el este, donde se levanta el sol y comienza el primer cuarto del día. Así, el Shemá debe ser recitado en el primer cuarto del día, asegurando así que el día comience con una declaración de fe que nos acerque a Dios (Likutey Halajot I, p. 165a). La bandera Los cuatro campamentos que rodeaban el Arca Sagrada y los Diez Mandamientos que estaban dentro del Arca, aluden a la Canción Cuádruple y a

las Diez Clases de Canciones que serán reveladas cuando llegue Mashíaj (Likutey Halajot II, p. 221a).

3:31 “Ellos estarán a cargo del Arca, de la Mesa, de la Menorá, de los Altares y de los utensilios del santuario con los cuales ministran y la Cortina y todo lo perteneciente a su servicio”. Ellos estarán a cargo del Arca El Arca llevaba a aquellos que la cargaban

(Sotá 35a).

De manera similar, los ángeles que llevan la Carroza Divina (Mercavá) son llevados por la Carroza. Así, el versículo dice: “El espíritu de vida está en los ángeles” (Ezequiel 1:20). El espíritu de vida de Dios está en los ángeles y los lleva, aunque parece como si fuesen ellos quienes llevan a la Carroza. Por ese motivo, cuando la persona les ofrece algo de tomar a otros, también se la invita a recitar la bendición sobre las bebidas. Inicialmente, ella ofreció “llevar” -o proveer- las bebidas. Ahora, recita una bendición sobre la bebida y la

bebida “la lleva” espiritualmente a ella. BeRaJá (‫ברכה‬, bendición), es un acrónimo para la frase Ki Rúaj HaJaiá BaOfanim (“El espíritu de vida está en los ángeles”) (Likutey Moharán II, 69).

3:45 “Toma a los Levitas en lugar de cada primogénito entre los hijos de Israel, y los ganados de los Levitas en lugar de sus ganados. Así, los Levitas serán Míos. Yo soy Dios”.

Toma a los Levitas en lugar de cada primogénito Lo primero es la sabiduría (Salmos 111:10).

Lo “primero” (i.e., el primogénito) representa la sabiduría. Los egipcios deificaron a los primogénitos, pues ellos representaban la superioridad de su sabiduría atea. Cuando Dios golpeó a los primogénitos egipcios (i.e., demostró que su sabiduría y su ateísmo no eran nada), los judíos quedaron atrapados en el exilio. Entonces se reveló la verdadera sabiduría -es decir, la “supremacía del primogénito”, representando la verdadera fe- y se hizo

posible el Éxodo. El ateísmo prolifera entre aquellos que no llevan una vida espiritual productiva. Podemos vencer al ateísmo dando caridad, pues la caridad representa una vida larga y espiritualmente satisfactoria, como en “Arroja tu pan sobre las aguas, pues lo encontrarás luego de muchos días” (Eclesiastés 11:1). Mediante la mitzvá de la redención del primogénito, redimimos a la sabiduría que puede haber sido dañada y la llevamos hacia una vida santificada. El dinero de la redención va al Cohen, quien representa el Favor Divino, la caridad, una vida satisfactoria y la bondad.

Esta redención debe tener lugar tan pronto como el niño tiene un mes de edad. JoDeSh (‫חודש‬, mes) es similar a JiDeSh (‫חדש‬, renovar). Debemos renovarnos continuamente para no envejecer, para no tener que vivir una vida insatisfactoria (Likutey Halajot V, p. 41-210a-420).

3:47 “Toma cinco shekels por cabeza, utilizando el shekel del santuario. Un shekel es equivalente a veinte guerás”.

Cinco shekels por cabeza Iosef fue vendido por el mismo monto, cinco shekels - el equivalente a veinte piezas de plata (Rashi).

¿Cuál es la conexión entre la venta de Iosef y la redención del primogénito? La santidad del primogénito corresponde a daat (conciencia de Dios), que es la esencia del “nacimiento”. Daat está representado por la letra hei (‫)ה‬. Hasta que Dios no le agregó la hei al nombre de Abraham (ver Génesis 17:5), éste no pudo tener descendencia en el verdadero sentido. Pudo engendrar a Ishmael antes de que

se le agregara la hei, como mucha otra gente que tiene hijos sin esa letra hei en sus nombres. Pero para el nacimiento de Itzjak, quien sería la conexión en la transmisión y revelación de la Divinidad en este mundo, fue necesaria la hei (ver Likutey Moharán I, 53). La letra hei (que tiene el valor de 5) corresponde a los cinco shekels de la redención. Así, la redención del primogénito trae el daat que fue oscurecido debido a la venta de Iosef (Likutey Halajot V, págs. 212a-424, 215a).

3:48 “Y les darás el dinero a Aarón y a sus hijos como

una redención por los primogénitos que exceden el número de Levitas”. Le darás el dinero a Aarón Fue por la riqueza que les diste que ellos hicieron el becerro de oro (Berajot 32a).

La riqueza es una gran bendición. Cuando es utilizada de la manera apropiada, puede elevar a la persona hacia grandes alturas espirituales. Pero muy comúnmente, la riqueza se transforma en un medio que la gente utiliza para alejarse de Dios. Cuando los judíos en el desierto pidieron un ídolo y

mataron a Jur, quien se interpuso en su camino, Aarón hizo alusión al mal uso que habían hecho de la riqueza diciendo, “Quítense sus anillos de oro... traiganlos a mí [para construir un ídolo]” (Éxodo 32:2). Debido a que corrompieron su riqueza, los primogénitos perdieron el derecho a llevar a cabo el servicio a Dios. Después del establecimiento del Tabernáculo, los primogénitos se redimieron al darle su riqueza a Aarón el Cohen Gadol (Likutey Halajot V, p. 430216a).

Parashat Nasó 5:12 “Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando la mujer de un hombre se desvíe, portándose deslealmente para con él”. La sotá El sufrimiento del pueblo judío es un paralelo del sufrimiento de la sotá (mujer sospechosa de adulterio).

Las aguas amargas que debe beber la sotá representan el sufrimiento de los judíos durante los exilios (Zohar III, 124). La humillación de ser forzada a tomar las aguas amargas que probarán su culpabilidad o inocencia es un medio para el perdón. Si ella está libre de pecado, las aguas que beba (i.e., sus sufrimientos) le darán alivio del sufrimiento y será bendecida con fertilidad. Si ella ha pecado pero confiesa su pecado, entonces la humillación será su expiación y será perdonada. Pero si se niega a admitir su pecado, las aguas servirán para aumentar su sufrimiento (Likutey Halajot II, p. 102a-204).

Lo mismo se aplica a la nación judía. Pese a su sufrimiento a lo largo de todos los exilios, las “aguas amargas” que han “bebido” sirven para que los judíos sean “fértiles” y crezcan física, financiera y espiritualmente.

5:14 “Cuando le llegue a él un espíritu de celos de modo que tenga celos de su mujer, siendo ella adúltera; o le llegue un espíritu de celos a él de modo que tenga celos de su mujer, aunque ella no

haya sido adúltera”. Cuando le llegue a él un espíritu de celos de modo que tenga celos de su mujer El amor que no está acompañado por sentimientos de celos no es un verdadero amor (Zohar I, 245a).

Este versículo hace referencia a la pareja cuyo matrimonio es una expresión del amor más grande y profundo, debido al cual el hombre puede sentir celos de su esposa aunque ella no tenga culpa alguna. Tal pareja posee el nivel más elevado de santidad y refleja la pureza del mismo Mashíaj (Likutey Moharán II,

32:4).

5:17 “El Cohen tomará agua santa en una vasija de barro. Luego tomará algo del polvo del suelo del Santuario y lo pondrá en el agua”. Tomará algo del polvo del suelo Si ella es culpable, recibirá el castigo. Si es inocente, podrá tener hijos más fácilmente y éstos serán mucho más saludables (Rashi sobre Números 5:28).

La sotá es probada con tierra, que corresponde a Maljut, la sefirá más baja que interactúa con este mundo, distribuyendo la abundancia y ejecutando el castigo. Si la sotá es inocente, será limpiada por Maljut y se beneficiará de ello. Si es culpable, Maljut ejecutará el castigo (cf. Likutey Moharán I, 49:7). Muchas cosas en este mundo tienen un doble poder, haciendo que la persona se beneficie o, Dios no lo permita, sufra de acuerdo a sus acciones (Likutey Halajot IV, p. 6).

5:23 “Entonces el Cohen escribirá estas maldiciones

en un pergamino y las borrará en las aguas amargas”. Las borrará en las aguas amargas Durante la ceremonia de la sotá, que determina si la mujer le fue infiel a su marido, el Nombre de Dios se escribe en un trozo de cerámica que luego es sumergido en el agua, haciendo que el Nombre se borre. Es como si Dios estuviese diciendo, “Mi Nombre, que fue escrito en santidad, puede ser borrado para traer la paz entre el esposo y la esposa”. Siendo así, dicen nuestros Sabios, para traer la paz entre los judíos y Dios,

ciertamente los libros ateos pueden ser borrados del mundo (Shabat 116a).

Muchos libros sagrados fueron escritos en las generaciones anteriores. Ellos están aludidos en los escritos sagrados, pero ninguno ha llegado hasta nosotros. ¿Por qué? Esos libros sagrados corresponden al Nombre de Dios (ver Zohar I, 37b). Así como el Nombre de Dios era borrado para traer la paz entre el esposo y la esposa, de la misma manera, esos libros sagrados fueron destruidos para traer la paz entre Dios y el pueblo judío. Pues además de esos libros sagrados, también existían muchos libros de ateísmo y

herejía. Si estos últimos se hubieran difundido, habrían imposibilitado el acercamiento a Dios del pueblo. Por lo tanto, cuando los libros sagrados de enseñanzas de Torá desaparecen del mundo también desaparecen los libros de enseñanzas heréticas, y entonces es posible acercarse a Dios (Likutey Moharán II, 32:5).

6:2 “Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando algún hombre o mujer hiciere un voto especial, voto de Nazir para Dios”.

Nazir para Dios Las palabras adicionales “para Dios” enseñan que todo voto que haga la persona debe tener el objetivo de acercarla a Dios (Likutey Halajot III, p. 14a). Nazir Incluso su cabello es sagrado, pues el Nazir que se ha prometido a Dios trae su santidad del nivel de “El cabello de su cabeza era como lana limpia” (Daniel 7:9), que corresponde al nivel de Atik, el nivel de Keter. La porción de Torá del Nazir siempre se lee en Shabat después

de Shavuot, dado que Shavuot también representa el nivel de Keter, cuya santidad se alcanza al contar el Omer (Likutey Halajot III, p. 218).

6:23 “Habla a Aarón y a sus hijos y diles: De esta manera han de bendecir a los hijos de Israel diciéndoles:”. De esta manera han de bendecir... diciéndoles Las Escrituras utilizan la palabra “diciéndoles” para evocar las Diez

Expresiones con las cuales fue creado el mundo (ver Avot 5:1).

Cuando Dios creó el mundo, Sus bendiciones fueron colocadas dentro de Sus “Decires” (“Dijo Dios...”). Así, cuando Dios instruyó a Aarón y a sus hijos para recitar el Birkat Cohanim (Bendición Sacerdotal), Él dijo, “Diciéndoles” extiendan esas bendiciones que ya fueron colocadas en potencia en el mundo, para que puedan concretarse (Likutey Halajot I, p. 342). De esta manera han de bendecir a los hijos de Israel... Que ellos coloquen Mi Nombre sobre el pueblo judío y Yo lo bendeciré

Koh (“De esta manera”) - en la Lengua Sagrada (Sotá 38a).

Koh hace referencia a una lengua sagrada, a una señal de bendición y a un recipiente que es posible utilizar para recibir las bendiciones. Así, “Que ellos coloquen Mi Nombre sobre el pueblo judío” - pues el nombre de la persona es su esencia (cf. Génesis 2:19). Cuando uno tiene un recipiente, puede recibir el Nombre de Dios - i.e., Su Esencia. Entonces la bendición se recibirá automáticamente: “Yo los bendeciré”. “Dios te bendiga y te proteja” dándote riqueza y evitándote todo daño,

debido a que has cuidado el pacto, que trae bendiciones y abundancia. “Dios haga brillar Su Rostro sobre ti” - porque merecerás un rostro brillante y la pureza de corazón que ilumina el rostro. “Dios te muestre Su Rostro y te dé paz” merecerás quebrar la gula, pues con la pureza del pacto y con una lengua sagrada, la persona puede sustentarse mediante la esencia interna de la comida, por el alimento espiritual. Esto se merece mediante la “paz” - un pacto cuidado (Likutey Halajot I, p. 182a). De esta manera han de bendecir a los hijos de Israel La bendición debe ser pronunciada en la

Lengua Sagrada (Sotá 38a).

La bendición sólo llega a través de la lengua sagrada (Likutey Moharán II, 2:5) - es decir, una lengua que no se dedica a decir vulgaridades, calumnias, burlas y demás. Sólo la persona que tiene una lengua así puede traer bendiciones. De esta manera han de bendecir... diciéndoles Cuando el Tzadik necesita pedirle algo a Dios, puede suceder que Dios no le otorgue su pedido. Ello se debe a que “A veces Él escucha y a veces Él no escucha” (Zohar I, 105b).

Sin embargo, hay un Tzadik que siempre puede bendecir a los demás. Él, si así pudiera decirse, instruye a Dios, “De esta manera Has de bendecir... Diciéndoles”. Es decir, “¡Yo digo que deberá ser así: ‘Dios te bendiga y te proteja’!” (Números 6:24) (Likutey Moharán I, 223). De esta manera han de bendecir Cuando los Cohanim bendecían a los judíos en el Santuario, extendían sus manos. La bendición que recitaban estaba compuesta de sesenta letras, esas sesenta letras corresponden a los “sesenta hombres fuertes” (Cantar de los Cantares 3:7). “Fuerte” indica abundancia,

en el hecho de que la lluvia, que trae abundancia material, es mencionada en la frase “fuertes lluvias” (Berajot 33a). Por lo tanto la Bendición de los Cohanim trae abundancia y bendición (Likutey Moharán I, 4:10).

6:24 “Dios te bendiga y te proteja”. Birkat Cohanim Sacerdotal

-

la

Bendición

“Dios te bendiga y te proteja” - Él te bendiga con una riqueza santa (por la cual no tengas que trabajar muy duro y

estés libre y puedas dedicarte a la búsqueda espiritual) y te proteja del daño y de otros temores. En su lugar, merecerás el temor a Dios. “Dios haga brillar Su Rostro sobre ti” - esto representa el Favor Divino. “Dios te muestre Su Rostro y te dé paz” - la revelación del Rostro de Dios se evoca mediante la caridad. Al dar caridad, merecemos la paz, como en “Cuanta más caridad, más paz” (Avot 2:7) (Likutey Halajot I, p. 185a). Birkat Cohanim Sacerdotal

-

la

Bendición

Las tres bendiciones del Birkat Cohanim aluden a los tres “puntos” básicos que la persona debe despertar cada día para experimentar la Divinidad. Uno es el “punto” propio de la persona, que es único de ella. El segundo es el “punto” de su amigo, que es único y propio de él. El tercero es el del Tzadik, cuyo “punto” engloba a todas las personas. Recibir la primera bendición, “Dios te bendiga y te proteja” corresponde a recibir el punto del Tzadik. El Tzadik es el canal para todas las bendiciones, dado que toda la abundancia fluye a través de la sefirá de Iesod (que corresponde al Tzadik).

Recibir la segunda bendición, “Dios haga brillar Su Rostro sobre ti”, corresponde a recibir el “punto” del amigo, dado que todo amor que se desarrolle entre la gente revela más el Rostro de Dios en el mundo. Recibir la tercera bendición, “Dios te muestre Su Rostro y te dé paz”, corresponde a recibir los beneficios del “punto” propio de uno mismo, que, al desarrollarse apropiadamente, trae la paz interior (Likutey Halajot I, p. 189a-338190a).

6:25 “Dios haga brillar Su Rostro sobre ti y te muestre gracia”.

Y te muestre gracia ViJuNeKa (‫ויחנך‬, “Te muestre gracia”) es similar a JaNuKa (‫)חנוכה‬. Cuando la persona observa la mitzvá de Jánuca, encuentra gracia ante los ojos de Dios (Likutey Moharán II, 7:11). Y te muestre gracia Él te dará gracia y favor (Sifri 41).

El principal favor que la persona obtiene es el favor que Moisés tuvo ante los ojos de Dios (Éxodo 33:17). De ese favor provienen los Trece Atributos de Misericordia. Cuando la persona

alcanza ese nivel, se hace meritoria de la paz (Likutey Halajot I, p. 298-150a).

6:26 “Dios te muestre Su Rostro y te dé paz”. Y te dé paz La bendición final es la paz, pues la paz es el recipiente que contiene todas las bendiciones (Uktzin 3:12).

Así, los Cohanim podían atraer la luz Celestial y dirigirla hacia la paz (Likutey Halajot III, p. 284).

6:27 “Que ellos pongan Mi Nombre sobre el pueblo judío y Yo lo bendeciré”. Yo lo bendeciré Cuando una persona es bendecida, recibe la bendición en un recipiente espiritual denominado ANI (‫אני‬, yo). Esta palabra está compuesta por las letras alef, nun, iud. Alef (‫)אלף‬, que significa “enseñar” o “estudiar”, representa al Tzadik. Cada judío es conceptualmente un Tzadik, como dice el versículo: “Tu pueblo, son todos Tzadikim” (Isaías 60:21). Y el

Tzadik es conocido como ALeF, como en “Nuestros grandes (ALuFeinu) son aceptables” (Salmos 144:14). Nun (‫ )נ‬connota corresponde al habla.

Maljut,

que

Iud (‫ )י‬indica Jojmá, que hace referencia al pensamiento. Cuando el judío unifica el pensamiento con el habla (en particular cuando se concentra en las palabras de la plegaria que está recitando), conforma ANI, un recipiente para poder captar las bendiciones (Likutey Moharán I, 73).

7:1 Y fue en el día en que Moisés terminó de erigir el Tabernáculo, que lo ungió y lo santificó con todos sus utensilios. También ungió el Altar y sus utensilios y lo santificó. En el día en que Moisés término La palabra KaLoT (‫כלות‬, terminó) se lee y se estudia como si la vav no existiese (i.e., ‫כלת‬, KaLoT) (Zohar I, 236b). Por lo tanto la frase KaLoT Moshé (‫כלות משה‬, “Moisés terminó”)

puede leerse como KaLaT Moshé (‫משה‬ ‫כלת‬, “la novia de Moisés”). El Tabernáculo corresponde a la Presencia Divina. Moisés trascendía el Tabernáculo y fue así capaz de traer hacia él la Divinidad. Por lo tanto, el Tabernáculo es llamado “la novia de Moisés” (i.e., el dominio de Moisés). Más aún, KaLot (‫ )כלת‬es un acrónimo de la frase Kapará Lejol Toldotam (“Perdón para toda su descendencia”) (Musaf de Rosh Jodesh). La dedicación del Tabernáculo por Moisés comenzó un proceso de rectificación para el mundo entero y específicamente para el pueblo judío

(Likutey Moharán I, 151).

7:3 Trajeron delante de Dios, como ofrenda suya, seis carros cubiertos y doce bueyes; un carro de parte de cada dos príncipes y un buey de parte de cada uno de ellos y los presentaron delante del Tabernáculo. Trajeron delante de Dios, ofrenda suya, seis carros

como

La tribu de Isajar les dio a las otras tribus la idea de donar bueyes y carros. Isajar hizo notar que el Tabernáculo estaba “flotando” (i.e., no había con qué llevarlo). Por lo tanto cada tribu trajo como donación bueyes y carros para transportarlo (Ialkut Shimoni, Nasó 713).

El consejo de Isajar se aplica similarmente a las devociones a Dios de cada persona. Dado que la espiritualidad es trascendente, uno debe estar “plantado” - i.e., debe crear un medio para transportarse en su viaje espiritual (Likutey Halajot II, p. 50). Los hijos de Iaacov llevaron su féretro a la Tierra Santa distribuidos de la misma manera en que acamparon en el desierto,

pues él representaba la santidad. Cuando Iaacov vio que Iosef le había enviado carros, comprendió que Iosef entendía la necesidad de estar bien plantado al servir a Dios (Likutey Halajot II, p. 52).

7:9 Pero a los hijos de Kehat no les dio ninguno, pues eran responsables de todas las cosas santas que llevaban sobre sus hombros. Eran responsables de todas las cosas santas que llevaban sobre sus hombros

Es posible determinar si la persona ha aceptado el yugo de la Torá prestando atención a las melodías que canta. Como afirman nuestros Sabios: “‘Llevaban sobre sus hombros’ - ‘llevar’ no es otra cosa que cantar, como está escrito, ‘Lleva una canción’” (Salmos 81:3) (Erjin 11a). Los hombros implican cargar el yugo de la Torá (Likutey Moharán II, 31). Por lo tanto, es posible comprobar la medida de su aceptación de la Torá a través de las canciones que canta.

7:10 Los príncipes también presentaron sus ofrendas para la dedicación del Altar,

el día en que fue ungido, presentando los príncipes sus ofrendas delante del Altar. Los líderes tribales trajeron sus ofrendas para el Tabernáculo Esto alude a los Tzadikim que contribuyeron con los bueyes para el Tabernáculo, para llevar los elementos santificados del Tabernáculo, pese al hecho de que cuando el Tabernáculo se desarmaba ya no tenía santidad. Los Tzadikim son aquellos que contribuyen a darle fuerza a los judíos para que puedan cargar con la santidad, aunque la

santidad no sea manifiesta (Likutey Halajot III, p. 228). Los doce líderes tribales Los doce líderes tribales corresponden a los doce meses del año, que se establecían mediante la proclamación de los Sabios. Más aún, este pasaje que describe las doce ofrendas se lee en Jánuca, una festividad establecida por los Sabios. Así, tanto la lectura de este pasaje como su alusión a los doce meses recuerda la fe en los Tzadikim (Likutey Halajot III, p. 118a).

7:13 Su ofrenda era una

fuente de plata pesando ciento treinta shekels y un tazón de plata pesando setenta shekels de los shekels del santuario ambos llenos de harina flor mezclada con aceite para ofrenda vegetal. La ofrenda de los líderes tribales Las ofrendas llevadas por las cabezas de cada tribu corresponden a la aceptación de la Torá a través de los Tzadikim, rectificando los daños

causados por Adán al comer del Árbol del Conocimiento y por nuestro propio comer. “Una fuente de plata pesando ciento treinta shekels... ambos llenos de harina flor...” - esto corresponde a Adán, quien engendró a Set a los 130 años de edad (Rashi sobre Números 7:19). Adán pecó al comer del Árbol del Conocimiento; por lo tanto el tazón estaba lleno de harina flor. “Un tazón de plata pesando setenta shekels” - esto hace referencia a Noaj y a las setenta naciones que salieron de sus hijos (Rashi, loc. cit.). Cada nación tiene su propio idioma, que debe ser

elevado a la santidad. Esto se logra mediante las dos siguientes ofrendas: “Una fuente de oro pesando diez shekels” -esto alude a los Diez Mandamientos, a la Torá (Rashi sobre Números 7:20)- “un novillo joven, un carnero, un cordero” - correspondientes a los tres patriarcas (Rashi sobre Números 7:21), quienes revelaron enseñanzas de Torá. “Un macho cabrío para ofrenda por el pecado” - para efectuar el perdón del pecado de vender a Iosef (Rashi sobre Números 7:23). La venta de Iosef implica el consejo impropio que se sigue cuando se está lejos de la Torá.

“Dos bueyes para ofrenda de paz” correspondientes a Moisés y Aarón (Rashi sobre Números 7:23), quienes representan la Torá en su totalidad. Moisés fue el maestro (la Ley Escrita) y Aarón fue el discípulo (la Ley Oral). “Carneros, machos cabríos, corderos” - esto representa a los judíos, que están divididos en tres grupos: Cohanim, Levitas e Israelitas. Alternativamente, representan la Torá, los Profetas y los Escritos (Rashi, loc. cit.) (Likutey Halajot III, p. 246). Una fuente de plata

Kaarat kesef (fuente de plata) hace referencia a Adán (Rashi sobre Números 7:19). Su tronco es como marfil pulido (Cantar de los Cantares 5:14). Así como el tronco es el centro del cuerpo, el Libro de Levítico es el centro de la Biblia (Shir HaShirim Rabah 5:14).

La palabra KaARaT (‫קערת‬, fuente) tiene el valor numérico de 770, el mismo que el valor de ESheT (‫עשת‬, pulido). El Libro de Levítico habla sobre los sacrificios (comer en santidad). Esos sacrificios rectifican el daño de Adán, quien pecó al comer del

Árbol del Conocimiento. KaARaT (‫קערת‬, fuente) también tiene las mismas letras que AKeReT (‫עקרת‬, central o más importante), que hace referencia a la fe, el punto focal más importante y el centro de la devoción a Dios (Likutey Halajot III, p. 248).

7:89 Y cuando Moisés entraba en la Tienda de Reunión para hablar con Él, oía la voz que le hablaba desde arriba de la Cubierta

que estaba sobre el Arca del Testimonio, entre los dos querubines. De esa manera, hablaba con él. Oía la voz que le hablaba desde arriba de la Cubierta que estaba sobre el Arca del Testimonio, entre los dos querubines La fuente de la profecía está situada en el espacio por sobre el Arca, entre los querubines (Likutey Moharán II, 1:6). Cuando la persona pone el temor a Dios en su corazón, puede recibir la profecía desde ese espacio.

Oía la voz que le hablaba... Cuando enciendas las lámparas El principal motivo para encender la Menorá es traer la luz del Tzadik hacia el mundo. Esto es evidente a partir de la proximidad de los versículos “Oía la voz” (i.e., oía una profecía para transmitirle a los judíos) y “Cuando enciendas las lámparas” (i.e., el Tzadik debe asegurarse de que su profecía ilumine el mundo) (Likutey Halajot V, p. 48a).

Parashat Behaaloteja 8:2 “Habla a Aarón y dile: ‘Cuando enciendas las lámparas, siete lámparas han de alumbrar hacia el rostro de la Menorá’”. Cuando enciendas las lámparas Behaaloteja (“Cuando

enciendas

las

lámparas”) significa literalmente “cuando eleves”. Cuando uno enciende una llama, ésta se eleva (Rashi).

La Menorá tenía siete lámparas o velas. La cabeza de la persona corresponde a la Menorá: sus “siete velas” son sus dos ojos, sus dos oídos, los dos orificios de la nariz y la boca. Si la persona santifica sus “siete velas” santificando la boca al no decir mentiras, la nariz al inculcar el temor a Dios, los oídos teniendo fe en los sabios y los ojos cerrándolos ante el malentonces la llama de su corazón se elevará e iluminará su rostro con una luz Divina (Likutey Moharán I, 21).

Cuando enciendas las lámparas, siete lámparas han de alumbrar hacia el rostro de la Menorá Cuando quieras que las lámparas iluminen, haz que su luz brille hacia el “rostro de la Menorá” - i.e., hacia la fortaleza y las enseñanzas de la columna central, del Tzadik (Likutey Halajot II, p. 126). Cuando enciendas las lámparas, siete lámparas han de alumbrar hacia el rostro de la Menorá La lámpara simboliza el alma, como está escrito, “El alma del hombre es una lámpara de Dios” (Proverbios

20:27). Cuando quieras iluminar el alma,

deberás hacerlo hacia el “rostro” de la Menorá - éste es el Tzadik, cuyo rostro brilla para todo Israel. Este rostro brillará incluso en la noche más oscura y en los lugares más lóbregos. Las siete lámparas de la Menorá corresponden a las “siete vacas gordas [i.e., días]” y a las “siete vacas enjutas” del sueño del faraón (Génesis 41:1-4). Pese a la oscuridad que pueda caer sobre la persona -especialmente la oscuridad que produce el pecado- el alma puede volver a encenderse si se queda junto al Tzadik (Likutey Halajot I, p. 258-130a). Cuando enciendas las lámparas, siete lámparas han de alumbrar hacia el

rostro de la Menorá... Desde su base hasta sus flores Las siete lámparas de la Menorá representan los siete pastores (Abraham, Itzjak, Iaacov, Moisés, Aarón, Iosef y David). Moisés, el verdadero Tzadik, corresponde a la lámpara central, hacia la cual se inclinan las otras seis lámparas. El Tzadik es el conducto a través del cual se llevan a cabo todas las rectificaciones. Behaaloteja et hanerot (“Cuando enciendas las lámparas”) significa literalmente “cuando eleves las lámparas”, haciendo referencia a la capacidad del Tzadik para elevar todas

las almas caídas hacia el retorno a Dios. Así como la Menorá estaba conformada por una sola pieza de oro, todas las rectificaciones necesarias están interconectadas y se obtienen a través del Tzadik. El versículo alude a este proceso con las palabras Ad IReKa ad PiRJá (“desde su base hasta sus flores”) (Números 8:4). PiRJá (sus flores) también se traduce como “florecer”, implicando que incluso IReJ (los niveles más bajos) “florecerán” y brillarán con la luz recibida del Tzadik. De acuerdo a Rashi, Moisés tenía dificultades para visualizar cómo sería la Menorá hasta que Dios le mostró la imagen de una menorá de fuego (Rashi

sobre Éxodo 25:31). Esto nos enseña que

todas las rectificaciones derivan de hecho de Dios Mismo, Quien ayuda al Tzadik a iluminar los niveles más bajos (Likutey Halajot VIII, p. 41a-b).

8:3 Y Aarón así lo hizo; encendió las lámparas de modo que alumbrasen hacia la parte de enfrente de la Menorá, como Dios había mandado a Moisés. Encendió las lámparas

El Cohen comenzaba encendiendo la Menorá desde la Ner HaMaaravi (la lámpara central) y terminaba en la lámpara del centro. Esta lámpara nunca se extinguía. Dios no necesita de esa luz, pero Él la otorga como testimonio a los judíos de que la Presencia Divina siempre está con ellos (Menajot 86b; ver Rashi sobre Números 8:2). Aunque el Cohen comenzaba en el centro, lo hacía mirando hacia el oeste pues, como afirman nuestros Sabios, la Presencia Divina reside en el oeste (Meguilá 21b).

De manera similar todo lo que enciende o se quema lo hace de acuerdo a la Voluntad de Dios. Dios no necesita la luz, pero si no fuera por Él, nada

encendería nunca. Nosotros somos quienes debemos encender las lámparas, lo que nos enseña que es nuestra responsabilidad hacer lo que sea necesario. Si servimos a Dios, incluso en lo mínimo, estamos encendiendo nuestras propias lámparas - nuestras almas. Entonces Dios nos ayudará, asegurando que la llama nunca sea extinguida (Likutey Halajot I, p. 169a-338).

8:4 Así estaba hecha la Menorá: de oro batido a martillo. Desde su base hasta sus flores, todo era

labrado a martillo. La Menorá fue hecha exactamente como la visión que Dios le había mostrado Moisés. A martillo La Menorá era miKShá (‫מקשה‬, martillada), implicando que uno debe ser aKShan (‫עקשן‬, perseverante) en su servicio a Dios (Likutey Halajot II, p. 154). La Menorá La Menorá estaba hecha de un solo

bloque de oro (Rashi).

La Menorá tenía muchas copas, flores y otros ornamentos que hacían parecer que estaba compuesta por muchas piezas. Pero, en verdad, estaba modelada a partir de una sola pieza de oro. La verdad es sólo una y, para que la luz de la espiritualidad pueda brillar, todo debe estar unido como uno (Likutey Halajot IV, p. 56a). Así, aunque la Menorá tenía una base, brazos, flores y copas (que connotan diferencias) estaba hecha para hacer brillar la verdad del Dios Único (ibid., V, p. 199a).

8:6 “Toma a los Levitas de entre los hijos de Israel y purifícalos”. Toma a los Levitas El servicio de los Levitas incluía cantar y ejecutar instrumentos musicales durante las ofrendas de los sacrificios. Ello se debe a que la música también sirve para separar el mal espíritu del buen espíritu (pues el músico debe mover sus manos con precisión a lo largo del instrumento para extraer el buen espíritu -las notas o sonidos- del mal espíritu, construyendo así la

melodía; ver Likutey Moharán I, 54:7). Por el mismo motivo, durante las plegarias de la mañana recitamos los Salmos inmediatamente después de recitar el pasaje sobre los sacrificios (Likutey Halajot I, p. 220).

9:7 Esos hombres le dijeron a él: “Estamos impuros a causa de un cadáver, ¿por qué seremos excluidos de modo que no presentemos la ofrenda a Dios en su tiempo señalado, entre los demás

hijos de Israel?”. Pesaj Sheini El pasaje describiendo la mitzvá de Pesaj Sheini (una segunda oportunidad para llevar el sacrificio de Pesaj en el mes de Iyar, para aquellos que estuvieren ritualmente impuros o que estuvieron de viaje durante la festividad de Pesaj un mes antes, en Nisán) debería haber sido enseñado directamente por Moisés, al igual que las otras mitzvot. En su lugar, fue revelada debido a aquellos que estaban impuros, pues eran gente digna (Rashi).

Aunque estaban ritualmente impuros en el momento de la ofrenda del

sacrificio de Pesaj, esos judíos nunca dejaron de tratar de volverse puros o de buscar la rectificación. “¿Por qué seremos excluidos [de la mitzvá de] Pesaj?”, preguntaron. Así, pese a su impureza, era gente meritoria (Likutey Halajot VII, p. 54a). Por qué seremos excluidos Aunque la persona esté impura, nunca debe dejar de anhelar llevar a cabo una mitzvá. Ese anhelo constituye el verdadero arrepentimiento. Los judíos que estaban en un estado de impureza en el momento del Éxodo no pudieron realizar la mitzvá de Pesaj. Pero, aun así, se acercaron a Moisés y le rogaron

que encontrase una manera para que pudiesen servir a Dios. Debido a su fuerte deseo, no sólo encontraron una manera de cumplir con la mitzvá, sino que de hecho fueron dignos de agregar un pasaje en la Torá (Likutey Halajot II, p. 103a).

9:15 Y en el día en que se erigió el Tabernáculo, la nube cubrió el Tabernáculo, la Tienda del Testimonio. Entonces, al anochecer hubo la apariencia de un fuego por sobre el Tabernáculo

hasta la mañana. Al anochecer hubo la apariencia de un fuego Cuando uno lo merece, incluso la noche se ilumina como el día (Likutey Halajot I, p. 99a).

9:18 Por orden de Dios los hijos de Israel se ponían en marcha y por orden de Dios acampaban; y todo el tiempo que permanecía la nube sobre el Tabernáculo,

ellos continuaban acampados. Por orden de Dios los hijos de Israel se ponían en marcha y por orden de Dios acampaban Cada campamento o viaje era un tzimtzum (constricción) que creaba un lugar en el cual podía revelarse la Divinidad. Lo mismo se aplica a nuestros movimientos hoy en día: todos tenemos la capacidad de revelar la Divinidad mediante nuestros viajes (Likutey Halajot III, p. 65a).

10:2 “Haz para ti dos trompetas de plata, labradas a martillo. Serán tuyas para reunir a la comunidad y enviar a los campamentos en sus viajes”. Las trompetas de plata Las trompetas de plata se hacían sonar por diversos motivos: para reunir al pueblo y realizar anuncios o para el estudio, para señalar el comienzo del viaje, para llamar a la gente a las armas y para conmemorar las ofrendas de las festividades. En un nivel simbólico, los

sonidos de la trompeta eran alusiones que llevaban a la persona al retorno hacia Dios. Cada sonido contenía una alusión diferente, un diferente “llamado a despertar” para retornar a Dios (Likutey Halajot II, p. 40a).

10:10 “También en el día de sus alegrías y de sus fiestas solemnes y en los principios de sus meses, tocarán las trompetas durante sus holocaustos y sacrificios de sus ofrendas pacíficas; y esto

les servirá de recuerdo delante de Dios, su Señor. Yo soy Dios, su Señor”. Esto les servirá de recuerdo Oír el shofar es propicio para la memoria. Es un “llamado para despertar”, para recordar el Mundo que Viene (Likutey Halajot II, p. 182a).

10:25 Después emprendió la marcha la bandera del campamento de los hijos de Dan, el último de los

campamentos, según sus escuadrones: sobre su división estaba Ajiezer, hijo de Amishadai. El campamento de los hijos de Dan, el último de los campamentos Measef (el último) también significa “el que recolecta”. Los miembros de la tribu de Dan recogían los artículos caídos de las tribus que viajaban delante de ellos en la formación y retornaban los objetos perdidos (Rashi).

DaN representa la plegaria, como dijo nuestra matriarca Raquel cuando le

puso el nombre al progenitor de esa tribu: “DaNani Elohim - Dios me juzgó [debido a mis plegarias]” (Génesis 30:6). La plegaria es tan exaltada que puede “recolectar” todas las almas dispersas que están “presentes” en todos los pensamientos y deseos de la gente y llevarlas hacia el campamento judío (Likutey Halajot VIII, p. 48b). El último de los campamentos Measef (el último) también significa “el que recolecta”. Los miembros de la tribu de Dan recogían los artículos caídos de las tribus que viajaban delante de ellos en la formación y retornaban los objetos perdidos (Rashi).

MeaSeF (‫מאסף‬, último) es similar a SoF (‫סוף‬, final), que está asociado con el temor, como en “El fin de todo el tema, cuando todo ha sido considerado: Teme al Señor” (Eclesiastés 12:13). Aquel que alcanza el temor a Dios puede recolectar todo lo que perdió durante el curso de su vida (Likutey Moharán I, 56:5).

10:30 Pero él respondió: “No iré; sino que volveré a mi tierra y al lugar de mi nacimiento”. No iré; sino que volveré a mi tierra y al lugar de mi nacimiento

Itró se unió a los judíos en el desierto pero se fue antes de la entrega de la Torá (Zevajim 116a).

Todo aquel que viene a estudiar Torá tiene en sí una mala inclinación. Ese mal se sustenta a partir de la materia superflua, tal como las klipot toman su sustento de los deseos superfluos. Si la persona oye más de lo que es capaz de absorber, el mal en ella puede tomar esa sustancia superflua -aunque sean los secretos más elevados de la Torá- y hacerle daño al maestro. Por lo tanto aquel que transmita enseñanzas de Torá deberá tener extremo cuidado y no hablar por sobre

la comprensión de sus oyentes, asegurándose que cada uno oiga sólo lo que necesita oír y no algo que no sea apto para su mente -que no le sea relevante- para no permitir que las klipot reciban alimento, Dios no lo permita. La forma de protegerse de esas klipot es hablar sobre la salvación de Israel. Las klipot no soportan oír tales conceptos y huyen. Por lo tanto, cuando Itró oyó sobre la salvación de los judíos -i.e., que pronto recibirían la Torá- huyó (Likutey Moharán II, 47).

10:35 Cuando el Arca

partía, decía Moisés: “¡Levántate, oh Dios, y sean disipados Tus enemigos y huyan delante de Ti los que Te odian!”. Cuando el Arca partía... sean disipados Tus enemigos... Y cuando ella se asentaba... los millares de los millares de Israel Estos dos versículos son considerados un libro separado de la Torá (Shabat 116a).

Éste es un gran misterio. ¿Por qué los versículos 35 y 36 constituyen un

libro separado de la Torá y por qué un pasaje tan corto fue elegido para semejante honor? Incluso los Diez Mandamientos no son considerados un libro aparte. Como estos versículos hablan de viaje, el Rebe Najmán enseña que viajar es una forma de rectificación para el daño en la fe (Likutey Moharán I, 40). A donde fuera que uno viaje, deberá centrarse en el Arca - es decir, en la Torá y en los Tzadikim que transmiten la Torá. De esa manera, podrá “disipar a sus enemigos”. Y cuando descanse, deberá centrarse en la presencia de Dios entre “los millares de los millares de Israel” - pues la principal manera de

adquirir la Torá y de rectificar los propios daños es generando amor y unidad entre los judíos (Likutey Halajot VIII, p. 141a-b).

11:1 El pueblo comenzó a quejarse y ello fue malo a oídos de Dios. Cuando Dios oyó, se encendió Su ira. El fuego de Dios ardió contra ellos, consumiendo el extremo del campamento. El pueblo comenzó a quejarse

Ellos buscaban maneras para alejarse de Dios (Rashi).

Todos tienen una mala inclinación que intenta alejarlos de Dios. Esto es especialmente así para aquellos que comienzan a acercarse a Dios pero fallan una y otra vez. La mala inclinación presenta toda clase de barreras y de frustraciones para desviar la energía de la persona lejos de Dios. Pero es posible luchar en su contra utilizando incluso el mínimo esfuerzo para acercarse. En el último día, cuando deba rendir cuentas de todos sus pensamientos, palabras y acciones, esos esfuerzos para servir a Dios -no importa cuán insignificantes hayan parecido-

pesarán 205a).

mucho (Likutey Halajot VII, p.

11:8 El pueblo deambulaba en derredor y lo recogía. Lo molían en una muela o lo machacaban en un mortero; entonces lo cocían en una olla o hacían de él tortas; su sabor era como el sabor de masa con aceite. El pueblo deambulaba en derredor y lo recogía

ShaTu (‫שטו‬, “deambulaba alrededor”) beShTuta (‫בשטותא‬, “con locura”) (Zohar II, 62b).

La gente que tiene fe en la Providencia Divina está segura de que Dios le proveerá para sus necesidades y encuentra alegría en su vida. Aquellos que carecen de fe, por otro lado, sufren de la maldición de “Con tristeza comerás” (Génesis 3:17), pues deben trabajar muy duro para ganarse el sustento. ¡Cuanto más tontos, entonces, son los codiciosos! (Likutey Moharán I, 30:4). El pueblo deambulaba en derredor y lo

recogía ShaTu (‫שטו‬, “deambulaba alrededor”) beShTuta (‫בשטותא‬, “con locura”) (Zohar II, 62b).

El maná caía directamente en la puerta de aquellos judíos que tenían el daat (percepción superior) como para saber que Dios les proveería el sustento sin ningún esfuerzo de su parte. Aquellos que dudaban de Dios y salían a buscar el maná demostraban una tonta carencia de fe. De haber utilizado su daat, el maná habría caído precisamente junto a ellos. Cuanto más pequeño sea el daat de

la persona, más duro tendrá que trabajar para ganarse el sustento (Likutey Moharán I, 56:6). El pueblo deambulaba en derredor y lo recogía ShaTu (‫שטו‬, “deambulaba alrededor”) beShTuta (‫בשטותא‬, “con locura”) (Zohar II, 62b).

Durante los seis días de la semana, los judíos tenían que salir y recolectar el maná, lo que representa salir a ganarse el sustento. Pero en el Shabat, el trabajo está prohibido. Los seis días de la semana simbolizan la locura, mientras que el Shabat simboliza el daat de la

semana - el conocimiento de que Dios le provee a toda Su creación sin que ésta tenga que trabajar para ello (Likutey Moharán I, 119). El pueblo deambulaba en derredor y lo recogía Cada mañana, durante cuarenta años, los judíos salían a recolectar el maná que había caído del Cielo. ShaTu (‫שטו‬, “deambulaba alrededor”) tiene el valor numérico de 315; también alude a la palabra ShTut (‫שטות‬, “locura”). Hay chispas de santidad en todas las cosas, pero el hombre cae del daat (percepción superior) hacia la locura y

no puede rectificar esas chispas. Por lo tanto, cada día de la semana de la Cuenta del Omer, la persona debe trabajar para elevarse hacia el nivel de Adam (hombre). ADaM (‫ )אדם‬tiene el valor numérico de 45, hay cuarenta y cinco chispas sagradas que deben ser elevadas cada día del Omer. Al completar una semana entera, la persona ha elevado entonces 7 x 45 chispas, igual a 315, y transforma ShaTu en ADaM (Likutey Halajot II, p. 42).

11:12 “¿Acaso he concebido yo a todo este pueblo y le he dado a luz para que Tú me

digas: Llévalo en tu seno, como suele llevar la nodriza al niño de pecho, a la tierra que prometiste con juramento a sus padres?”. Como suele llevar la nodriza al niño de pecho La relación entre el Tzadik y la Comunidad de Israel está encapsulada en la frase masá umatán (actividad comercial), que literalmente significa “llevar y dar”. El Tzadik es el masá (quien lleva)

porque él “lleva” al mundo “como suele llevar la nodriza al niño de pecho”, buscando su rectificación. La Comunidad de Israel es llamada matán (dador) pues sus actividades comerciales elevan las chispas de santidad y se las “dan” al Tzadik para su rectificación (Likutey Moharán I, 54:3).

11:23 Dios le dijo a Moisés, “¿Acaso se ha acortado la mano de Dios? Ahora verás si Mi palabra se te cumple o no”.

Acaso se ha acortado la mano de Dios Moisés le preguntó a Dios, “Aunque fueran sacrificadas todas las ovejas y el ganado, ¿sería suficiente para ellos?” (Números 11:22). Dios le respondió, “¿Acaso se ha acortado la mano de Dios?”. La palabra “acortado” implica los juicios Divinos, que restringen la abundancia. La mano de Dios no es “corta” - por el contrario, es “larga” y provee de infinita abundancia. Para despertar la “larga mano” de Dios, la persona debe diezmar sus ingresos. El Targúm Onkelos traduce la frase “¿Sería suficiente para ellos?” como “¿Los dejará satisfechos?”.

Cuando la persona aparta el diezmo de sus ingresos, demuestra su satisfacción con lo que tiene y entonces Dios extiende Su “larga mano”. Más aún, cuando el individuo retira el diezmo, se salva de sus enemigos, pues la “larga mano” de Dios se extiende para ocultarlo (Likutey Moharán I, 221).

11:26 Pero se habían quedado dos de aquellos hombres en el campamento, siendo el nombre de uno Eldad y el nombre del otro Medad; y descansó sobre

ellos el espíritu, pues estaban entre los inscriptos, mas no habían salido a la Tienda, y ellos profetizaron en medio del campamento. Y descansó sobre ellos el espíritu, pues estaban entre los inscriptos Vehemá baketuvim (“pues estaban entre los inscriptos”) significa literalmente “pues estaban entre los escritos”. Cuando se establece a alguien que es digno de ser un líder judío, éste le agrega fuerza a los “escritos judíos” i.e., enseñanzas de Torá- que difunden el

conocimiento de Dios en el mundo entero. “Y descansó sobre ellos el espíritu” - esto significa que Eldad y Medad se volvieron profetas. “Estaban entre los escritos” - debido a que fueron dignos de que el espíritu de Dios se posara sobre ellos, merecieron la sabiduría, que lleva a la proliferación de las enseñanzas que difunden el conocimiento de Dios en el mundo entero (Likutey Moharán I, 61:2).

11:28 Y dijo Ioshúa, hijo de Nun, ayudante de Moisés,

quien lo atendía de entre sus discípulos y dijo: “¡Señor mío Moisés, destrúyelos!”. Señor mío Moisés, destrúyelos “Destrúyelos” - cárgalos con la responsabilidad comunal y entonces perecerán [por sí mismos] (Rashi).

Es necesario ser muy cuidadosos y no asumir una posición de autoridad, pues tal posición aleja la inspiración profética. Ioshúa no quería destruir ni deshacerse de Eldad y Medad; sólo quería detener su profecía (dado que estaban profetizando que Moisés moriría

y que Ioshúa llevaría al pueblo a la Tierra; Rashi). Sin embargo, Moisés conocía la grandeza de esos dos hombres y expresó el deseo de que todo el pueblo de Dios fuese digno de la profecía (Números 11:29) y que no fuese corrompido por ella (Likutey Moharán II, 1:7).

12:1 Miriam y Aarón hablaron contra Moisés con respecto al tema de la mujer kushita que él había tomado, dado que él se casó con una mujer kushita.

Miriam y Aarón hablaron contra Moisés... el hombre Moisés era muy humilde Cuando la calumnia prevalece, crea una atmósfera espiritual que hace difícil que la persona se mantenga humilde. Ello se debe a que es necesaria la sabiduría para discernir cómo ser humilde, y la calumnia crea una brecha entre la sabiduría y la humildad. Pero Moisés fue una excepción. Aunque Miriam y Aarón hablaron en su contra, su humildad era tan grande que ni siquiera la calumnia pudo minarla (Likutey Moharán I, 197).

Miriam y Aarón hablaron contra Moisés... el hombre Moisés era muy humilde Todo aquel que es orgulloso terminará cometiendo adulterio (Sotá 4b).

Miriam y Aarón hablaron mal de Moisés pues él se había separado de su esposa (Rashi) y pensaron que aún estaba sujeto a la pasión sexual. Para refutar sus sospechas, inmediatamente después de relatar las palabras de Miriam y de Aarón, la Torá asegura que “Moisés era muy humilde” (Números 12:3) implicando que estaba libre del mínimo rasgo de lujuria (Likutey Moharán I, 130).

12:3 Pero el hombre Moisés era muy humilde, más que cualquier otro hombre sobre la faz de la tierra. El hombre Moisés era muy humilde, más que cualquier otro hombre ¿Qué es la humildad? Se podría pensar que alguien es humilde cuando es sumiso frente a los demás. Sin embargo, ello puede ser adulación o servidumbre. Y tal falsa humildad es en general una forma de orgullo - orgullo de la propia

humildad (Likutey Moharán I, 11:8). Moisés era el más humilde de los hombres. Pero al tiempo en que reconocía su propia insignificancia, también reconocía la grandeza y la importancia del pueblo judío (cf. ibid, I, 79). Para alcanzar humildad, escribe el persona debe pedirle dirija por el sendero Tefilot II, 20).

la verdadera rabí Natán, la a Dios que la correcto (Likutey

El hombre Moisés era muy humilde, más que cualquier otro hombre

Para lograr la humildad, Moisés tuvo que anular todos sus sentimientos. ¿De qué otra manera habría sido posible que no sintiese el mínimo orgullo dado que la Torá repetidamente afirma: “Dios le habló a Moisés”? Aunque Moisés registraba su propia alabanza en la Torá, era capaz de anular todo sentimiento de orgullo y de vanidad (Likutey Moharán I, 4:7). La humildad es el atributo más grande (Avodá Zará 20b) (Likutey Moharán II, 7:final). Y el nivel más elevado de humildad es ser capaz de escribir que uno es humilde (ibid., I, 147). Moisés era muy humilde

Moisés fue capaz de registrar este versículo sobre su grandeza y aun así mantenerse humilde, pues él se anulaba completamente ante Ain, el Infinito (Likutey Halajot II, p. 378). Moisés alcanzó el epítome del bitul (anulación ante Dios). Cuanto más grande sea el bitul ante Dios, mayor será la capacidad de mitigar el sufrimiento. Debido a que Moisés era tan humilde, fue capaz de ponerle fin al sufrimiento en Egipto y mitigar los decretos en contra de los judíos en el desierto (ibid., I, p. 54). El hombre Moisés era muy humilde,

más que cualquier otro hombre La esencia de la humildad de Moisés yacía en que, pese a su estatura ante los ojos de los demás y la estima que le tenía el Cielo, fue capaz de percibir la grandeza de cada uno de los judíos. Por lo tanto pudo reunir el coraje como para desafiar a Dios en aras del pueblo judío, pese a su humildad (Likutey Moharán I, 79:1). El hombre Moisés era muy humilde, más que cualquier otro hombre Aunque los judíos en el desierto tuvieron grandes líderes como Aarón y Ioshúa -quienes eran profetas de por sí-

tuvieron que recibir su principal inspiración de Moisés, el Tzadik. La luz espiritual de Moisés era muy fuerte para los judíos. Pero su nivel de humildad fue tan grande que pudo disminuir su luz de acuerdo a las necesidades de cada receptor (Likutey Moharán II, 38). El hombre Moisés era muy humilde, más que cualquier otro hombre Aquel que desee volverse sabio deberá mirar hacia el sur [durante sus plegarias]; si quiere volverse rico, deberá mirar hacia el norte (Bava Batra 25b).

En el Santuario, la Menorá, que simboliza la sabiduría, estaba ubicada hacia el sur de la entrada del Santo de

los Santos; por otro lado, la Mesa, que está asociada con la riqueza, estaba ubicada hacia el norte de la entrada. La riqueza y la sabiduría tienen cada una su propio lugar. Pero la persona humilde puede alcanzar ambas, pues no ocupa lugar alguno y así no está limitada por un “lugar” específico ni por ningún estado del ser. Así, Moisés fue tanto sabio como rico (Likutey Moharán I, 162). El hombre Moisés era muy humilde, más que cualquier otro hombre La energía contenida dentro de la calumnia de Miriam hacia Moisés amenazó dañar las “siete velas” de Moisés: sus sentidos, tal cual están

representados por sus dos ojos, sus dos oídos, los dos orificios de la nariz y la boca. Pero Moisés era tan humilde, tan anulado y paciente que no se vio afectado en absoluto. Por lo tanto, aunque fue avergonzado, no montó en cólera. Esto correspondía a la perfección de la nariz de Moisés, pues la nariz está asociada con arijut apaim - el largo suspiro de la paciencia. Dios les dijo entonces a Miriam y Aarón, “En toda Mi casa, él es el más fiel” (Números 12:7). Esto hace referencia a la perfección de los oídos de Moisés, como está escrito, “Un espíritu fiel

oculta el tema” (Proverbios 11:13) - i.e., aquello que oye, no lo difunde (cf. Zohar III, 128a). “Boca a boca hablo con él” (Números 21:8) - esto hace referencia a la perfección de la boca de Moisés. “Él contempla la apariencia y la imagen de Dios” (ibid.) - esto hace referencia a la perfección de los ojos de Moisés (Likutey Moharán 21:6). Moisés era muy humilde La humildad es el atributo más grande (Avodá Zará 20b).

Aquel que es verdaderamente humilde y se anula ante Dios trasciende el espacio, hacia el nivel de Ain (la Nada). Al alcanzar el nivel en el cual trasciende todas las emociones mundanas, tal persona puede encontrar mérito en todos los individuos. Ésta fue la grandeza de Moisés: siempre encontraba el bien en la gente, pese a sus pecados. Moisés era tan humilde y estaba tan anulado ante Dios que fue capaz de vencer a los ángeles que trataron de impedirle llevar la Torá hacia la tierra (Shabat 88b). Y fue capaz de transmitirles la Torá a todas las generaciones, pues trascendía el lugar y el tiempo (ver

Likutey Halajot VII, p. 72a).

12:6 Él entonces les dijo: “Escuchen, por favor, Mis palabras: Si hubiese un profeta de Dios entre ustedes, Yo Me daría a conocer a él en visión o le hablaría en un sueño”. Si hubiese un profeta de Dios entre ustedes... le hablaría en un sueño... No así Mi siervo Moisés Hay dos maneras de experimentar

la profecía: debido a un “despertar desde Arriba” (Dios así lo desea) o debido a un “despertar desde abajo” (la persona es digna de experimentar una revelación Divina). “Si hubiese un profeta de Dios entre ustedes” - pero en ese momento no fueron dignos de la revelación; la profecía le llegaría “en un sueño”, no sería una profecía muy clara. “No así Mi siervo Moisés” - quien siempre se esforzó por ser digno de experimentar la inspiración Divina. Vemos que cuando Dios llamó a Aarón y a Miriam, los dos pidieron primero agua, indicando que tenían una impureza temporal (Rashi sobre Números 12:4) y que eran indignos en ese momento de recibir una profecía completa (Likutey Halajot I,

p. 330-166).

12:8 “Boca a boca hablo con él; y él contempla la apariencia y la imagen de Dios, no por enigmas. ¿Por qué, entonces, no temieron hablar contra Mi siervo Moisés?”. Él contempla la apariencia y la imagen de Dios La “imagen” de Dios hace referencia a la representación de las

cualidades Divinas tales como “Compasivo”, “Bueno” y demás. Esas cualidades se nos revelaron por medio de los profetas. NaVi (‫נביא‬, profeta) está relacionado con NiV sefataim (‫נינ שפתים‬, “movimiento de los labios”) (Isaías 57:19). Cuando expresamos la representación de las cualidades de Dios con nuestros labios durante la plegaria y también aplaudimos, llevamos a cabo el versículo “Por las manos de los profetas Yo soy descrito” (Hoshea 12:11). Esto implica un nivel de profecía que nos permite “contemplar una imagen de Dios” (Likutey Moharán I, 212:1).

12:12 “¡Que no sea ella como el que sale muerto del seno de su madre, que tiene ya consumida la mitad de su carne!”. Que no sea ella como el que sale muerto del seno de su madre, que tiene ya consumida la mitad de su carne Si un hombre fallece sin dejar hijos, su viuda se casa con su hermano en una ceremonia denominada ibum

(matrimonio de levirato). La Kabalá enseña que como resultado de ese matrimonio, el hombre fallecido reencarna como el hijo de su anterior esposa y de su hermano (Zohar II, 100b). Ser reencarnado como un hijo de su anterior esposa es fuente de un gran sufrimiento para la persona fallecida y de no mediar la gran misericordia del Cielo, sería casi imposible que esa alma reencarnada pudiera encontrar su alma gemela para casarse. Por lo tanto enseña el Talmud: “Quizás otro lo preceda - con misericordia” (Moed Katán 18b). Estos conceptos están incluidos en el episodio en el cual Miriam se volvió leprosa por haber calumniado a su

hermano Moisés. En ese momento, Aarón le pidió a Moisés: “Que no sea ella como el que sale muerto del seno de su madre, que tiene ya consumida la mitad de su carne”. La frase “que sale del seno de su madre” hace referencia al matrimonio de levirato, en el cual el marido fallecido nace de su anterior esposa. “Que tiene ya consumida la mitad de su carne” significa que carece de una pareja, como afirma el Zohar (III, 109b): “El esposo y la esposa son dos mitades de un cuerpo”. Ahora que su esposa es su madre, esa mitad de su carne ha sido “consumida” (Likutey Moharán I, 21:6).

12:13 Moisés clamó a Dios, diciendo, “¡Por favor, Dios, cúrala, por favor!”. Por favor, Dios, cúrala, por favor En su plegaria por Miriam, Moisés no la mencionó por su nombre. Pues aquél que nombra a una persona que está sujeta al juicio Divino hace que su identidad sea conocida por los acusadores Celestiales, quienes entonces se levantan y la atacan. Sin embargo, es costumbre orar en aras de una persona diciendo su nombre

junto con el nombre de su madre. En el caso de Miriam, era Miriam bat Iojeved (Miriam la hija de Iojeved). Moisés siguió esta costumbre de una manera oculta, sin revelarles la identidad de Miriam a las fuerzas acusadoras, aludiendo a su nombre en la frase Na ReFá (‫נא רפא‬, “por favor, cúrala”), que tiene el mismo valor numérico que MiRIaM IOJeVeD (‫( )מרים ויכבד‬Likutey Moharán I, 174). Por favor, Dios, cúrala, por favor Hablando en general, hay dos grados de compasión Divina: la Compasión Simple, que está enraizada en el nivel espiritual denominado Zeir Anpin, y la Compasión Abundante, que está enraizada en el nivel

espiritual superior (Zohar III, 137b).

denominado

Atik

Debido a nuestros muchos pecados, no podemos ser ayudados plenamente por la Compasión Simple de Dios, sino que requerimos de Su Compasión Abundante. Sin embargo, esta última es mucho más difícil de alcanzar. Estos dos niveles pueden compararse a dos hombres ricos que vivían en una ciudad. Uno era moderadamente rico mientras que el otro era tremendamente rico. Cierta vez, otro residente de la ciudad se encontró en dificultades financieras. Podía obtener una audiencia con el hombre

moderadamente rico, pero le era imposible acercarse al hombre tremendamente adinerado. Sin embargo, el individuo moderadamente rico no tenía los medios para satisfacer las necesidades de este hombre. ¿Qué podía hacer? Alguien le aconsejó que volviese a ver al hombre moderadamente rico y apelase a su compasión: “Mire, necesito una gran salvación y yo sé que usted quiere ser compasivo conmigo. Pero dado que no está en su poder satisfacer mi pedido, por favor vaya a ver al hombre muy rico y haga que se compadezca de mí”. De la misma manera, la persona debe orar por la Compasión Simple de

Dios para que ascienda al nivel de Su Compasión Abundante y satisfaga nuestros pedidos. La manera de despertar esa Compasión Simple es a través del estudio de la Torá, dado que el estudio de la Torá le da a la persona un daat apropiado (conciencia de Dios) y todo aquel que posee ese daat puede despertar la Compasión Abundante (Likutey Moharán I, 105:3).

Parashat Shelaj

13:2 “Envía para ti hombres que exploren la tierra de Canaán, la cual voy a dar a los hijos de Israel; enviarás un hombre de cada una de las tribus de sus padres, siendo cada uno príncipe en ellas”.

Los espías... libaciones de vino... jalá... sacrificios... el que desacralizó el Shabat... tzitzit Los tópicos en Parashat Shelaj siguen una secuencia lógica. Los espías dañaron la Tierra Santa, la que representa jidush haolam (la renovación del mundo - una forma milagrosa de vivir). Moisés pudo lograr el perdón por el asunto de los espías despertando el daat (conciencia de Dios) en el pueblo, mediante una buena amonestación, llevándolos al arrepentimiento. Las libaciones de vino siguen después del relato de los espías (Números 15:1-16) porque también el vino despierta el daat

(cf. Ioma 76b). Al beber vino, la persona

puede experimentar daat y retornar a Dios. Inmediatamente después encontramos las leyes de la jalá (dar un trozo de la masa al Cohen) (Números 15:17-21), que se aplica en la Tierra Santa. Al separar la jalá, rectificamos el daño producido por toda comida que hayamos ingerido sólo para nutrir el cuerpo y obtenemos así el alimento espiritual de esas comidas. Esto a su vez rectifica la fe; así, las leyes de los sacrificios que expían por la idolatría siguen a las leyes de la jalá (ibid., 15:2226). Y éstas están seguidas por la historia de aquel que desacralizó el

Shabat (ibid., 15:32-36), pues el Shabat y las Festividades representan la fe. Y al final de la parashá, leemos sobre los tzitzit (ibid., 15:37-41), pues los tzitzit representan el jut shel jesed (hilo de bondad) que efectúa el perdón (Likutey Halajot I, p. 50a). Envía para ti hombres Los judíos se acercaron a Moisés y le dijeron, “Envía delante de nosotros hombres para explorar la tierra” (Deuteronomio 1:22) (Rashi).

El pedido de los judíos de enviar espías constituyó un daño en la Providencia Divina. Conceptualmente, un mensajero es un intermediario entre

Dios y el hombre. Al enviar los espías, los judíos demostraron que estaban dispuestos a entrar a la Tierra Santa sin el beneficio de la Providencia Divina. Su rechazo de la Providencia Divina (i.e., la continua “mirada” de Dios sobre nosotros) también constituyó un daño en la vista. Así como cuando la persona llora, su vista se distorsiona, el pueblo lloró debido al reporte malicioso de los espías, transformando esa noche (Tisha beAv) en una noche permanente de llanto y de duelo. Es posible rectificar ese llorar innecesario mediante lágrimas reales - lágrimas por la destrucción del Templo. Al llorar debido a la lejanía de Dios,

contrarrestamos las lágrimas causadas por los espías y atraemos la Providencia Divina. De la misma manera, nuestra matriarca Lea lloró incesantemente para salvarse del matrimonio con el malvado Esaú (Rashi sobre Génesis 29:17). Gracias a sus lágrimas, se casó con Iaacov y se volvió una matriarca en Israel, madre de seis de las Doce Tribus (Likutey Halajot VII, p. 400-402-202a).

13:16 Estos son los nombres de los hombres que Moisés envió para explorar la

tierra. Moisés le dio a Oshea el hijo de Nun el nuevo nombre de Ioshúa. Moisés le dio a Oshea el hijo de Nun el nuevo nombre de Ioshúa Moisés oró para que Ioshúa fuera salvado del mal consejo de los espías. El nombre IOShuA (‫ )יהושע‬es similar a IáH iOShiEja (‫ יה יושיעך‬, “que Dios te salve [de la conspiración de los espías]”) (Rashi).

La plegaria es el medio principal para la salvación. Utilizamos una frase similar, HOShana (‫)הושענא‬, durante Sukot y Hoshana Rabah para inspirarnos

con la plegaria pidiendo la salvación de Dios (Likutey Halajot III, p. 90). Moisés le dio a Oshea el hijo de Nun el nuevo nombre de Ioshúa Cuando los espías vieron los bnei hanefilim (ángeles caídos), se atemorizaron (ver Rashi sobre Números 13:33). Esos ángeles caídos están celosos de los seres humanos y acusan continuamente al hombre y le impiden servir a Dios. Actúan de esa manera debido a que saben que el hombre tiene el potencial para ascender más allá del nivel de los ángeles. Pero los espías no pensaban así de ellos mismos. Ellos dijeron, “Nos sentimos como langostas y

eso es lo que somos para ellos” (Números 13:33), pues sintieron que nunca podrían llegar a vencer a tales adversarios. Sin embargo, Ioshúa no les temía a esos ángeles, porque él sabía que la fuerza de Moisés era suficiente para vencerlos. Ioshúa mereció ese conocimiento pues era el discípulo de Moisés y Moisés mismo aludió a la fortaleza de Ioshúa cuando le cambió el nombre a su discípulo de HOsheA (‫ )הושע‬a IOShúA (‫ )יהושע‬y oró por él. Si los otros espías hubieran aprendido del discípulo de Moisés, también ellos habrían sabido sobre la fortaleza de Moisés para luchar contra los ángeles.

Pero los celos y el deseo de honor les impidió aprender de su colega. Ello produjo su caída (Likutey Halajot a VII, p. 144; ver también ibid., VII, 77a).

13:17 Moisés los envió a explorar la tierra de Canaán y les dijo: “Suban por el Neguev y asciendan la montaña”. Suban por el Neguev y asciendan la montaña El desierto del Neguev es una zona particularmente poco atractiva de la

Tierra de Israel. Moisés les dijo a los espías que pasaran primero por las áreas menos atractivas de la Tierra y que luego fuesen a las zonas más hermosas (Rashi).

La “montaña” representa el Templo (Rashi sobre Deuteronomio 3:25), que es análogo a las enseñanzas sagrada del Tzadik. El “desierto” representa las conversaciones mundanas del Tzadik. Cuando el Tzadik desea “subir” -es decir, cuando desea elevar a la gente que se encuentra en un bajo nivel espiritual- primero debe llevarla a través del “desierto”, hablándole sobre temas mundanos. De esa manera, la acerca al servicio a Dios. Finalmente, la llevará hacia la “montaña” del Santo

Templo, que indica un gran nivel de daat (conocimiento de Dios) (Likutey Moharán I, 81:1). A veces sucede que el Tzadik cae de su elevado nivel espiritual. Cuando una persona común habla de temas mundanos con el Tzadik conversaciones sobre el “desierto”- y el Tzadik siente placer en ello, esto inspira al Tzadik para elevarse y ver las “montañas” - a retornar a su exaltado nivel. Entonces el Tzadik puede elevar a la persona común hacia el daat (ibid., I, 81:3).

13:21 Ellos ascendieron y

exploraron la tierra desde el desierto de Tzin hasta Rejov, llegando hacia Jamat. Ellos ascendieron y exploraron la tierra Si los judíos hubieran entrado a la Tierra Santa junto con Moisés, como estaba originalmente planeado, habrían elevado todas las chispas de santidad de la Tierra. Pero los espías pensaron que ellos podían lograr el mismo objetivo de una manera diferente. De acuerdo a su razonamiento ellos -quienes eran Tzadikim en ese momento- entrarían a la

Tierra primero y llevarían su santidad hacia fuera de la Tierra difundiéndola sobre los judíos, permitiendo que la gente entrase y conquistase la Tierra y de esa manera elevase las chispas. Por ello el Otro Lado se tomó un gran trabajo, no sólo en producir la caída de los espías sino también en frustrar la capacidad de los judíos para entrar a la Tierra con Moisés (Likutey Halajot II, p. 492).

13:23 Llegaron al valle de Eshkol y cortaron de allí un sarmiento con un racimo de uvas: y lo llevaron en una

vara entre dos; también tomaron de las granadas y de los higos. Cortaron de allí un sarmiento con un racimo de uvas El vino, que proviene de las uvas, representa el poder de ascender a grandes niveles; también representa el poder de confundir a la persona. Los espías que tomaron uvas de la Tierra Santa se equivocaron en sus juicios. Así, la viña produjo su caída. También subrayó su temor a Amalek, que representa el poder del mal; así, ellos hablaron de Amalek habitando en el

“sur” de la Tierra (Números 13:29) (lo que implica un descenso en lugar de un ascenso a grandes niveles) (Likutey Halajot III, p. 94). Cortaron de allí un sarmiento con un racimo de uvas... también tomaron de las granadas y de los higos El faraón soñó con siete vacas gordas que eran tragadas por siete vacas enjutas (Génesis 41:4). El faraón representa el hombre rico que siempre desea más, como si siempre tuviese hambre y carencias. Cuando Iosef interpretó su sueño, le aconsejó al faraón cobrar un “impuesto” a la riqueza del veinte por ciento. Iosef el Tzadik les

aconsejó a los ricos “diezmar su riqueza” dando caridad, una mitzvá que protege los bienes (Likutey Halajot II, p. 79a). El deseo insaciable de riqueza fue también el daño de los espías. Varios puntos en las dos narrativas aluden a esta conexión. El que los espías tomaran las uvas, las granadas y los higos que tenían un tamaño increíble indica su codicia. Adicionalmente, el sueño del faraón ocurrió después de shnataim iamim (literalmente, “dos años de días”) (Génesis 41:1), una frase poco usual indicando una conexión entre “años” y “días”. De manera similar, los espías que calumniaron la Tierra Santa fueron

castigados con “un día por año, un día por año” (Números 14:34) - i.e., un año en el desierto por cada día que pasaron espiando la Tierra. En verdad, la Tierra Santa era más que fértil, lista para entregar su producción al pueblo judío de una manera milagrosa. Pero los espías querían conquistar la Tierra de una manera “natural”, implicando que deseaban la riqueza sin necesidad de creer que Dios es Quien provee. Sus verdaderos motivos están revelados en su nombre. La palabra hebrea meRaGLim (‫מרגלים‬, espías) proviene de la raíz ReGueL (‫רגל‬, pie). La gente codiciosa viaja constantemente, siempre

buscando algún “negocio”, siempre anhelando más dinero y bienes, nunca apoyándose en Dios para que le provea allí en donde vive (Likutey Halajot II, p. 158).

13:27 Y dieron este reporte: “Fuimos a la tierra a la cual tú nos enviaste. En verdad, ella fluye con leche y miel y éstos son sus frutos”. Ella fluye con leche y miel Toda mentira que no tenga algún elemento de verdad no se mantendrá (Rashi).

A partir de esta afirmación de los espías podemos ver que para que la gente acepte algo falso ello debe tener alguna relación con la verdad (Likutey Moharán II, 2:4). Hay algunas personas que simplemente dicen la verdad. Hay otras que piensan que están diciendo la verdad pero no es así. Otras más que dicen mentiras pero las disfrazan de verdad. Y están aquellos que mienten intencionalmente. Sólo el primero grupo de personas puede alcanzar la perfección. En otra instancia, enseña el Rebe

Najmán: “La persona que quiera unirse al Santo, bendito sea -de modo que sus pensamientos viajen de una cámara a la otra, y pueda contemplar esas cámaras con los ojos de la mente- debe evitar decir mentiras, ni siquiera por error” (El Libro de los Atributos, Verdad, pág. 8). Éstos son sus frutos Los espías le dijeron a la gente que los frutos de la Tierra eran exquisitos. Pero continuaron y calumniaron a la Tierra. Su “gusto” fue dañado: ya no podían sentir la Divinidad en su comida (Likutey Halajot II, p. 182). En verdad, ella fluye con leche y miel y

éstos son sus frutos... pero el pueblo que vive en la tierra es fuerte EReTz (‫ארץ‬, Tierra) es similar a RaTzón (‫רצון‬, voluntad o deseo). Aquel que desee entrar a la Tierra Santa deberá fortalecerse con mucho anhelo y deseo de alcanzar su objetivo. Los espías sabían esto. Pero dado que querían mantener a los judíos lejos de la Tierra, dijeron mentiras. Ellos dijeron, “ella fluye con leche y miel y éstos son sus frutos” – significando que con deseo y anhelo de la Tierra (i.e, de la santidad), podemos ascender la escala de la espiritualidad. Sin embargo, “el pueblo que vive en la tierra es

fuerte” – significando que los obstáculos que nos enfrentan son más grandes que la fuerza de nuestro deseo. Ioshúa y Calev no sucumbieron a la corrupción de los espías. Ellos dijeron, “¡Vayamos y conquistémosla!” (Números 13:30). Aunque Moisés nos diga que tenemos que construir escaleras y ascender al Cielo (Rashi sobre Números 13:30), lo haremos, pues con el poder del deseo y del anhelo, podremos superar todos los obstáculos (Likutey Halajot II, p. 132a).

13:29 “Amalek habita en el área del Neguev. Los hititas,

los jebusitas y los emoritas están asentados en la montaña. Los cananitas habitan cerca del mar y en las riberas del Jordán”. Los días y Amalek El daño principal de los espías se debió a Amalek, la fuerza que ataca el intelecto sagrado de la persona. Ese intelecto corresponde al Templo y al conocimiento de Dios. Así, cuando los espías rechazaron la Tierra Santa, les dijeron a los judíos, “Amalek habita en el área del Neguev”, despertando su

temor. Más tarde, cuando Dios decretó que los judíos no entrarían a la Tierra, algunos trataron de llegar igualmente y Amalek descendió de las montañas para impedírselo (Números 14:44-45), pues es Amalek quien coloca los obstáculos frente a las fuerzas de santidad. Además, vemos que cuando Hamán, un descendiente de Amalek, llegó al poder, él y sus hijos detuvieron la construcción del Santo Templo (ver Rashi sobre Ezra 4:8), pues Amalek siempre trata de vencer al intelecto sagrado (Likutey Halajot VII, p. 171a).

13:32 Ellos comenzaron a calumniar a la tierra que

habían explorado diciéndoles a los israelitas, “La tierra por la cual hemos pasado y explorado es una tierra que devora a sus habitantes. Todos los que vimos en ella son hombres inmensos”. Una tierra habitantes

que

consume

a

sus

Un nivel inferior de santidad siempre se anula ante un nivel superior. Así como la persona puede ser

“consumida” por la santidad de la Tierra de Israel, de la misma manera una persona común puede ser “consumida” por el Tzadik y ser transformada en su sustancia - es decir, en sus buenas características y actos rectos (Likutey Moharán I, 135). En otra instancia, el Rebe Najmán enseña que así como una persona gravemente enferma busca el mejor especialista para que la cure, de la misma manera debería el judío buscar al mejor “especialista” espiritual para que cure su alma (ibid., I, 30:2). Una tierra habitantes

que

consume

a

sus

Es bueno que la persona esté unida al Tzadik, aunque no parezca que esté recibiendo mucho de él. Con el correr del tiempo, “aquello que es consumido se transforma en quien lo consume”. Por ejemplo, cuando un animal ingiere hierbas, las hierbas se transforman en el animal. La persona que come carne transforma el animal en partes de ella misma. El mismo concepto se aplica a la Tierra Santa, que es llamada “una tierra que consume a sus habitantes”. Cuando uno entra a la Tierra, que es el concepto de la fe, es consumido por ella - es

decir, se transforma en su sustancia, volviéndose una persona de fe. De manera similar, cuando uno se asocia con el Tzadik, que es el concepto de la Tierra de Israel, es consumido por el Tzadik y se transforma literalmente en la sustancia del Tzadik - i.e., en sus buenas características y actos rectos. Sin embargo, estar cerca del Tzadik no le es beneficioso a alguien que no desea acercarse a Dios. Esto puede compararse con el alimento que no puede ser consumido: si la persona come algo que su cuerpo no puede tolerar, entonces no es digerido ni transformado en nutrientes. En su lugar, el cuerpo lo vomita. Aquel cuyos

motivos son impuros no será “consumido” por el Tzadik, sino que será rechazado por él. De la misma manera, la Tierra Santa expulsa a aquellos que no buscan la santidad, como está escrito, “Para que la tierra no los vomite por impurificarla, tal cual vomitó a la nación que estuvo antes de ustedes” (Levítico 18:28) (Likutey Moharán I, 129). Una tierra habitantes

que

consume

a

sus

El concepto de habitar en la Tierra Santa está asociado con el rasgo de la verdad. Así, aprendemos que Iaacov que representa la verdad, tal como en

“Da verdad a Iaacov” (Mija 7:20)“habitaba en la tierra” (Génesis 37:1). Aquel que controla su tendencia a la gula es también llamado “quien habita en la tierra”, por lo cual alcanza la verdad. Entre las alabanzas de la Tierra Santa está “No comerás pan en la pobreza” (Deuteronomio 8:9). Pues a veces la persona come pan debido a la pobreza y no porque carezca de deseos de otras comidas. De tener otros alimentos, ciertamente no comería sólo pan. Sin embargo, en la Tierra de Israel uno come pan no porque sea pobre y no pueda acceder a nada más, sino porque ha quebrado su deseo de comidas

sofisticadas. Así, el presente versículo puede comprenderse como sigue: “Es una tierra que consume” - en la Tierra Santa, uno come pan porque ha quebrado el deseo por la comida, debido a “sus habitantes” - i.e., Iaacov/verdad, que ilumina la Tierra con abundancia (Likutey Moharán I, 47). Una tierra habitantes

que

consume

a

sus

Tuya, Dios, es la bondad, Tú le retribuyes a cada hombre de acuerdo a sus acciones (Salmos 62:13).

Dios demuestra una gran bondad al retribuirle a cada persona de acuerdo con sus acciones. Pues si Dios fuese a castigar a cada persona apelando a la compasión y no de acuerdo a sus acciones, la persona no llegaría a darse cuenta de su error y nunca llevaría a cabo el arrepentimiento apropiado. En particular, es en la Tierra Santa donde Dios recompensa al hombre “medida por medida”, como está escrito, “Es una tierra que consume a sus habitantes”. OJeLeT (‫אכלת‬, consume) es un acrónimo para la frase Ata Teshalem Leish Kemaasehu (“Tú le retribuyes a cada hombre de acuerdo a sus acciones”). Es por eso que la gente que

vive en la Tierra Santa parece en general sufrir más que lo que debería estar sufriendo (Likutey Moharán I, 187). El daño de los espías Los espías cometieron un daño al calumniar la Tierra Santa; por lo tanto Dios juró que no entrarían en la Tierra (Números 14:21-23; ver Erjin 15a).

El Zohar enseña que las almas de los espías estaban enraizadas en un nivel mucho más elevado que la santidad de la Tierra Santa. Provenían de la Dor Deá (la Generación del Conocimiento que siguió a Dios en el desierto durante cuarenta años), mientras que la Tierra Santa representa en sí a Maljut (fe).

Como tal, de haber entrado a la Tierra Santa, los espías habrían tenido que dejar su posición de liderazgo y llevar vidas comunes (Zohar III, 158a; ver también Ari, Shaar HaPesukim, p. 119-123). Dado que sus almas eran mucho más grandes que la Tierra, ¿por qué Dios se enojó con ellos y juró que no entrarían? La persona tiene por objetivo reconocer a Dios. Ese reconocimiento se produce a través del Tzadik. No importa cuánto uno crea que conoce a Dios, no puede realmente comprenderlo, pues Dios es Infinito. Por otro lado, no importa cuán lejos piense la persona que está de Dios, está equivocada, pues “El mundo entero está lleno de Su gloria”

Sólo el Tzadik puede percibir y combinar esos dos niveles, ayudando a aquellos que piensan que están cerca de Dios a comprender cuán lejos están todavía y ayudando a aquellos que están distantes de Dios a sentirse cerca de Él. (Isaías

6:3).

La grandeza de Moisés, el verdadero Tzadik, fue en verdad su humildad, pues era tan humilde que podía disminuirse hasta el más bajo de los niveles para instilar incluso allí la Divinidad (Likutey Halajot V, p. 28-15a). En su elevado nivel, los espías no podían comprender cómo podrían contener su intelecto dentro de los

parámetros menores de la fe ofrecidos por la Tierra Santa. No pudieron ver que el principal objetivo es combinar los dos niveles, como lo hace el Tzadik. Es decir, cuando uno alcanza la fe, debe buscar el intelecto. Cuando alcanza el intelecto, debe retornar a la fe para, de esa manera, alcanzar un intelecto mayor. El Zohar (III, 158a) afirma que los espías no pudieron entrar a la Tierra Santa debido a su arrogancia. Ellos sabían que, de entrar a la Tierra, Moisés los encontraría indignos y nombraría a otros como líderes de los judíos. Si hubiesen sido humildes delante de Moisés, habrían recibido la capacidad de combinar los niveles inferiores y

superiores, volviéndose verdaderos líderes. Podrían haber reconocido que la Tierra también podía beneficiarlos. Pero en su lugar, los espías dijeron, “Nos sentimos como langostas y así es como éramos para ellos” (Números 13:33) pues minimizaron sus capacidades y no pensaron que Dios podría deleitarse en ellos (Likutey Halajot V, p. 28). Aunque Calev también poseía una gran alma, se disminuyó ante la grandeza de los Tzadikim tales como los patriarcas y Moisés. Por lo tanto Calev pudo entrar a la Tierra (ibid., V, p. 20).

14:2 Todos los hijos de Israel

murmuraron contra Moisés y Aarón. “Si al menos hubiéramos muerto en la tierra de Egipto”, dijo toda la comunidad. “Si al menos hubiéramos muerto en este desierto”. Murmuraron contra Moisés El principal pecado de los espías fue su disputa en contra de Moisés. La controversia es y siempre ha sido la ruina del pueblo judío (Likutey Halajot II, p. 33a).

14:13 Moisés le dijo a Dios, “Entonces lo oirán los egipcios, de en medio de quienes Tú sacaste a este pueblo con Tu poder”. Moisés le dijo a Dios Las almas judías emanan de una fuente espiritual extremadamente elevada. Todo aquel que sea espiritualmente refinado reconocerá y apreciará la exaltada santidad de la esencia del pueblo judío y comprenderá

que éste realmente no tiene conexión alguna con el pecado, el cual sólo existe en el plano material. Así, las almas judías son totalmente incapaces de soportar el peso de sus pecados. Debido a que Moisés conocía la fuente Divina de los judíos y la delicadeza de sus almas, oraba continuamente por ellos. Le pidió a Dios que les otorgase el perdón y retirase la carga que pesaba sobre sus almas debido a sus pecados (Likutey Moharán II, 7:3).

14:17 “Ahora, pues, sea grande, Te lo ruego, el poder

de Dios, conforme a lo que has hablado, diciendo”. Sea grande, Te lo ruego, el poder de Dios, conforme a lo que has hablado, diciendo La palabra “diciendo” se asocia generalmente con el pacto (cf. Sanedrín 56b).

La revelación del poder de Dios está relacionada con la santidad del habla de la persona. Ésta, a su vez, está en relación al cuidado del pacto. Si la persona cuida el pacto, podrá percibir el poder y las maravillas de Dios (Likutey

Moharán I, 19:6; ibid., I, 19:final).

14:19 “En Tu gran bondad, por favor perdona el pecado de esta nación, tal como Tú has perdonado a este pueblo desde el momento en que dejó Egipto hasta ahora”. En Tu gran bondad, por favor perdona el pecado de esta nación, tal como Tú has perdonado En la medida en que la persona sea efectiva en su ruego “¡Por favor,

perdona!” en Iom Kipur, de la misma manera contribuirá a la reconstrucción del Templo. Esto está aludido en el ruego de Moisés. Las iniciales de las palabras Haze Kegodel Jasdeja Vekaasher Nasata (“esta [nación], en Tu gran bondad, tal como Tú has perdonado”) conforman JaNUKaH (‫)חנוכא‬, la festividad que conmemora la reinauguración -conceptualmente equivalente a la reconstrucción- del Segundo Templo. Así, de acuerdo al perdón que logremos en Iom Kipur, así alcanzaremos la santidad de Jánuca (Likutey Moharán II, 7:11).

14:20 Dios dijo, “He perdonado de acuerdo a tus palabras”. Dios dijo, “He perdonado de acuerdo a tus palabras” “De acuerdo a tus palabras” - de acuerdo a la sinceridad y al esfuerzo que pongas en tus palabras, podrás efectuar el perdón (Likutey Halajot III, p. 218). Dios dijo, “He perdonado de acuerdo a tus palabras” Las iniciales de las palabras

Vaiomer IHVH Salajti Kedevareja (“Dios dijo, ‘He perdonado de acuerdo a tus palabras’”) conforman la palabra KOSI (‫כוסי‬, “mi copa”). Y la raíz de la palabra Kedevareja (‫כדבריך‬, “de acuerdo a tus palabras”) es DaVaR (‫)דבר‬, que es un acrónimo para Dishanta Vashemen Roshi (“Tú ungiste mi cabeza con aceite”) (Salmos 23:5). Hay algunos Tzadikim cuyo nivel de daat (conciencia de Dios) es tan elevado que pueden obtener el perdón para los demás al beber vino de una copa. TiRoSh (‫תירוש‬, vino) está relacionado con RoSh (‫ראש‬, cabeza) (Ioma 76b), que corresponde a alcanzar los intelectos trascendentes. Cuando el

Tzadik bebe vino, se transforma en la “cabeza” y es capaz de atraer esos intelectos, con los cuales perdonar la iniquidad de los demás. Una persona común también puede alcanzar un elevado nivel de daat al cuidar el pacto, pues ello le permite perfeccionar su mente (Likutey Moharán I, 177). Dios dijo, “He perdonado de acuerdo a tus palabras” En las festividades de Pesaj, Shavuot, Rosh HaShaná y Sukot, recitamos el Kidush sobre una copa de vino y recitamos la bendición de Shehejeianu, agradeciendo a Dios por habernos mantenido con vida y traído

hasta ese día. En Iom Kipur, dado que no recitamos el Kidush, ¿dónde debemos recitar la bendición Shehejeianu? En la víspera de Iom Kipur, concluimos la plegaria del Kol Nidrei con este versículo. Las iniciales de las palabras Vaiomer IHVH Salajti Kedevareja (“Dios dijo, ‘He perdonado de acuerdo a tus palabras’”) conforman la palabra KOSI (‫כוסי‬, “mi copa”), haciendo referencia a la Copa de Perdón de Dios. Por lo tanto, en un sentido conceptual, recitamos la bendición Shehejeianu en Iom Kipur sobre la Copa de Perdón de Dios (Rabí Najmán Goldstein).

14:24 “En cuanto a Mi siervo Calev, por cuanto hubo en él otro espíritu, de modo que siguió en pos de Mí, Yo le haré entrar en la tierra adonde ha ido y su descendencia la heredará”. Otro espíritu Cada líder judío posee un aspecto del espíritu de profecía. Incluso en nuestra época, cuando la profecía ha cesado, los líderes judíos tienen “otro espíritu”, una forma de rúaj hakodesh

(inspiración Divina) en virtud de la cual merecen ser líderes. Este espíritu les permite a todos los que se acercan a ellos fortalecerse y rectificar su fe. Por tanto es necesario hacer todo lo posible para encontrar un líder verdadero y acercarse a él (Likutey Moharán II, 8:8).

14:27 “¿Hasta cuándo tengo que sufrir a esta congregación perversa que sigue haciendo murmurar contra Mí? Yo he oído las murmuraciones de los hijos de Israel que ellos hacen

proferir contra Mí”. Esta congregación perversa De este versículo aprendemos que un eda (quórum, congregación) comprende diez hombres (Sanedrín 74b; Rashi).

El momento más común para la necesidad de un quórum es durante la plegaria pública. ¿Por qué aprendemos los detalles de un propósito tan sagrado a partir de gente malvada? Siempre habrá gente que se oponga a la santidad y grupos que causen daño a la comunidad. Debemos aprender de ellos el hecho de que si su quórum

puede causar daño, ¡¿cuánto más aún podrá un quórum de gente dedicada a la construcción espiritual rectificar a los demás?!

14:34 “Como el número de días que exploraron la tierra, es decir, cuarenta días, llevarán sus pecados por cuarenta años, un día por un año, un día por un año. Entonces conocerán Mi desagrado”.

Un día por un año Aquel que calumnia daña su daat (percepción superior), cayendo en un estado de imaginación semejante al sueño (Likutey Moharán I, 54:6). En tal estado, el tiempo se expande y la persona puede soñar con una vida entera en cuestión de pocos minutos. Cuando uno cae víctima de los aspectos negativos de la imaginación, el tiempo parece alargarse y sus días parecen extremadamente largos. Así, debido a que los espías calumniaron a la Tierra Santa, su castigo fue “un día por un año” (Parparaot

LeJojmá I, 54).

14:38 Ioshúa el hijo de Nun y Calev el hijo de Ifuné sobrevivieron de los hombres que fueron a explorar la tierra. Ioshúa el hijo de Nun y Calev el hijo de Ifuné sobrevivieron de los hombres La frase hebrea ViIoshúa... veCalev... jaiú min haanashim (“Ioshúa y Calev sobrevivieron de los hombres”) significa literalmente “Ioshúa y Calev vivieron de los hombres”. Es decir, ellos heredaron

las porciones de la Tierra Santa que les correspondían a los otros espías (Rashi).

La gloria de Dios se manifiesta cuando el honor recae sobre una persona – siempre y cuando la persona utilice tal honor para glorificar a Dios. Pero cuando la persona trata de tomar el honor para sí misma, invariablemente minimiza la gloria de Dios. Y dado que trató de tomar el honor para sí misma, cuando el honor parte, su alma parte con él (Likutey Moharán I, 67:1). La gloria de Dios se menciona varias veces en el pasaje de la Torá sobre los espías, pues la Tierra Santa es el lugar en donde debe revelarse esa

gloria. Si los espías no hubiesen corrompido su misión, los judíos habrían entrado a la Tierra Santa y revelado allí la Gloria de Dios. En su lugar, los espías trataron de ocultar la Divinidad y hacer que ella se revelase sólo en un lugar deshabitado, en el desierto. Ello dio como resultado sus muertes y la muerte de casi toda la nación. Sólo Ioshúa y Calev se salvaron de ese destino y fueron incluso recompensados con las herencias de los otros espías, pues ellos se habían sacrificado por la gloria de Dios tratando de hacerla manifiesta (Likutey Halajot VIII, p. 282b).

15:5 “Prepara un cuarto hin de vino como libación por cada cordero que es llevado como ofrenda quemada u ofrenda de la festividad”. Las libaciones Las nesajim (libaciones) eran ofrecidas sobre un Altar hecho de tierra, correspondiente al burdo materialismo. Del hecho de que el Altar era hueco, permitiendo que las libaciones se filtrasen hacia el abismo, comprendemos que el valor de éstas era muy grande. Pues eran capaces de descender hacia el

burdo materialismo y llegar hasta las almas que estaban en las profundidades, para elevarlas de allí (Likutey Halajot VII, p. 154). Libación de vino El vino puede hacer daño, tal cual sucedió con Noaj (ver Génesis 9:20-21), haciendo caer a la persona de su daat (percepción superior). Cuando, durante la libación de vino, recitamos alabanzas a Dios, ésta rectifica los daños causados por el vino, rectificando así la imaginación y elevando nuestro daat (Likutey Halajot I, p. 94).

15:20 “Separa la primera porción de tu masa como ofrenda alzada: como la ofrenda alzada de la era, así han de ofrecerla”. Jalá Las instrucciones de Dios sobre la jalá siguen al relato de los espías, quienes representan a aquellos que se rebelan contra Dios. La jalá es un regalo dado al Cohen y connota caridad. La caridad le da a la persona el poder para enfrentar a los ateos y a aquellos que desafían a Dios (Likutey Halajot I, p. 274).

Jalá La ley de la Torá de separar la jalá sólo se aplica en la Tierra Santa. Nuestros Sabios instituyeron la práctica de separar la jalá incluso fuera de la Tierra Santa, para no olvidar esa mitzvá (Rambam, Hiljot Bikurim 5:7).

JaLá (‫ )חלה‬comparte la misma raíz que toJeLet (‫תוחלת‬, deseo) y vaiJaL (‫ויחל‬, plegaria). Cuando le damos la jalá al Cohen, despertamos en nosotros un gran deseo de servir a Dios. Hoy en día llevamos a cabo esta mitzvá en todas partes, para mantener vivo nuestro gran deseo de retornar a Dios y a la Tierra Santa (Likutey Halajot V, p. 436-219a).

Jalá Es necesario separar la jalá de la masa. No se debe designar toda la masa como jalá (Kitzur Shuljan Aruj 35:1).

Cuando Adán comió del Árbol del Conocimiento, hizo que muchas chispas de santidad se dispersaran por el mundo. Al comer en santidad y llevar a cabo las mitzvot que se aplican a la comida, elevamos esas chispas. La mitzvá de separar la jalá representa la rectificación final, dado que es realizada cuando la masa está por quedar lista para ser comida. En ese punto, el sabor que proviene del Favor Divino- entra en

el alimento. Por lo tanto la jalá debe ser dada al Cohen, que representa el Favor Divino. Al revelar el sabor, atraemos el Favor Divino. Esta mitzvá continúa aplicándose hoy en día incluso fuera de la Tierra Santa, pues ahora más que nunca necesitamos revelar el Favor Divino. La Torá llama a la jalá, reshit aristeijem (“lo primero de tu masa”), pues si no la separamos primero, podemos llegar a olvidar Quién es Primero. Más aún, Dios creó el mundo Bereshit - i.e., por [aquellos que son llamados] “primeros”, la nación judía (Bereshit Rabah 1:4). Si la persona designa toda la masa como jalá, deja de

diferenciar lo que es primario de lo que es secundario. Peor aún, podría decir que lo primario es secundario y que lo secundario es primario. Su única esperanza es centrarse en Dios. De manera similar, tan pronto como el mundo llegó a la existencia, las fuerzas del mal desataron el caos y la confusión para mezclar lo que era primario con lo que era secundario. Sólo debido a que “el espíritu de Dios sobrevolaba por sobre la superficie de las aguas” (Génesis 1:2), pudo restaurarse el orden (Likutey Halajot V, p. 494).

15:21 “De lo primero de sus

masas presentarán a Dios ofrenda alzada durante sus generaciones”. De lo primero de sus masas presentarán a Dios ofrenda alzada Dado que el Cohen ya ha recibido su parte correspondiente del grano, ¿cuál es el propósito de este regalo adicional de la masa? El primer regalo, terumá, rectifica el grano de la maldición de Adán. Ahora el grano está siendo amasado y moldeado con una forma específica. El regalo de la jalá asegura la bendición en la nueva forma (Likutey Halajot III, p. 143a).

15:38 “Habla a los hijos de Israel y diles que se hagan tzitzit en las esquinas de sus vestidos, para todas sus generaciones; y que coloquen sobre los tzitzit de cada esquina un cordón de color celeste”. Tzitzit Los tzitzit protegen a la persona de la inmoralidad, que está asociada con el

“veneno de la Serpiente”. Cuando utilizamos los tzitzit, nos acercamos a la naturaleza de los Tzadikim quienes cuidan el pacto de manera perfecta y podemos así recibir su consejo. Recibir el consejo de un Tzadik es considerado una forma de unión. Cuando la mujer recibe la simiente de su marido, ella concibe un niño que luego nace. Durante varios años el niño crece y madura hasta llegar a ser responsable. De la misma manera, recibimos el consejo del Tzadik y, en los años subsiguientes, este enraiza y madura, ayudándonos siempre a crecer (Likutey Moharán I, 7:4, 5).

Diles que se hagan tzitzit Al hacer los tzitzit, se enrosca un hilo largo alrededor de los demás, entre los cinco nudos. Hay treinta y nueve vueltas en total, que es numéricamente equivalente a la palabra TaL (‫טל‬, rocío) y hace referencia a traer el “rocío de bendición”. Este Rocío está enraizado en la abundancia que proviene de las tres primeras letras del Santo Nombre de Dios, IHVH -i.e., I-H-V (‫ו‬-‫ה‬-‫ י‬y es canalizada hacia Maljut (representada por la letra final hei [‫ ]ה‬del Nombre). Este rocío trae una santidad adicional (Likutey Halajot I, p. 33a). En las esquinas de sus vestidos

Las cuatro esquinas de los tzitzit aluden a las cuatro esquinas de la tierra, desde donde serán traídos los exilados (Likutey Halajot II, p. 221a-442). En las esquinas de sus vestidos KaNFeI (‫כנפי‬, esquinas) representan las KaNFeI nesharim (‫נשרים‬ ‫כנפי‬, alas de águila) sobre las cuales Dios sacó a los judíos fuera de Egipto (Éxodo 19:4). El águila simboliza la compasión (Tikuney Zohar 25, p. 71a), que a su vez representa daat (percepción superior). El daat más efectivo es aquel que cuida a la persona de la inmoralidad. Al usar los tzitzit, uno

adquiere moralidad (Likutey Halajot I, p. 64). Más aún, así como las kanfei nesharim representan el concepto que trasciende el tiempo y el espacio (dado que ellas llevaron a todos los judíos en el mismo instante desde sus hogares en Egipto hacia Ramsés, para estar listos y partir en el momento del Éxodo), de la misma manera, los tzitzit pueden elevar a la persona hacia conceptos que trascienden el tiempo y el espacio. Así, mediante los tzitzit, es posible lograr cada día un grado mucho mayor de alegría y de plenitud, pues se alcanzan grandes logros espirituales (ibid. I, p. 74).

Los tzitzit también representan la reunión de los exilados, motivo por el cual juntamos los cuatro tzitzit en una mano antes de recitar el Shemá, que incluye este pasaje sobre los tzitzit. MiTzRaim (‫מיצרים‬, Egipto) refleja MeiTzaR (‫מיצר‬, un lugar estrecho y restringido), significando el exilio. Egipto también es considerado ervat haaretz (la desnudez de la tierra) (Génesis 42:9), refiriéndose a la inmoralidad. El exilio y la inmoralidad están unidos pues cuanto más uno se aleja de la Divinidad y la santidad (que están más allá del espacio), más queda atrapado en los confines del espacio i.e., del exilio. Para servir a Dios, es necesario elevarse por sobre la

inmoralidad para trascender el exilio. Los tzitzit ayudan a la persona a trascender el exilio (Likutey Halajot I, p. 82a-76). Diles que se hagan tzitzit en las esquinas de sus vestidos La santidad de los cuatro tzitzit surge de las cuatro letras del Tetragrámaton, IHVH, del cual derivan los cuatro elementos: el fuego, el aire, el agua y la tierra. Cuando la persona peca, daña esos cuatro elementos y así es llamada BoGueD (‫בגד‬, traidora) esta palabra también puede leerse como BeGueD

(‫בגד‬, vestimenta). Aquel que peca es un traidor a la santidad de los tzitzit, que están asociados con las vestimentas. Pero aquel que se vuelve a Dios merece aferrarse a Él, tal como los tzitzit que están aferrados a la vestimentas (Likutey Moharán I, 8:9). Diles que se hagan tzitzit en las esquinas de sus vestidos Los tzitzit se colocan en las cuatro esquinas de la prenda, y así están asociados con las cuatro letras del Tetragrámaton, IHVH, que es la fuente de la vida espiritual. Ese espíritu de vida está asociado con el número 4,

como en el versículo “De las cuatro esquinas viene el espíritu” (Ezequiel 37:9). Pero aquel que no cumple con la mitzvá de los tzitzit atrae para sí el espíritu de Esaú, cuyo estado “velludo” (ver Génesis 27:11) también es conocido como tzitzit, como está escrito, “Él me tomó por los rizos (tzitzit) de mi cabeza” (Ezequiel 8:3) (Likutey Moharán I, 8:8). Para todas sus generaciones Usar los tzitzit otorga la capacidad de vencer a los tres pecados mayores: la idolatría, la inmoralidad y el asesinato.

Esto puede verse en la palabra leDoRoTaM (‫םתרדל‬, “para todas sus generaciones”), que contiene la frase DoR TaM (‫דר תם‬, “generación perfecta”). Nuestros Sabios enseñan que la Generación del Desierto estaba libre (TaM) de la idolatría, libre de la inmoralidad y libre del asesinato (Tana debei Eliahu Rabah #26). Así, los tzitzit nos perfeccionan y liberan de las malas características (Likutey Halajot I, p. 72).

15:39 “Estos, entonces, serán sus tzitzit, a fin de que al mirarlos se acuerden de todos los mandamientos de

Dios y los cumplan; y que no se extravíen detrás de sus corazones ni detrás de sus ojos, para perderse”. Al mirarlos... no se extravíen... detrás de sus ojos La palabra TziTzit (‫ )ציצית‬está relacionada con lehaTziTz (‫להציץ‬, mirar). Los tzitzit ayudan a la persona a ver más allá del mundo material y a anularse delante de Dios. Evitan que la persona se extravíe detrás de los placeres de este mundo (Likutey Halajot I, p. 29a).

Los tzitzit también evitan que la persona se extravíe detrás (o debido a) el mal ojo, dado que “al mirarlos” - i.e., tu vista quedará rectificada (ibid. II, p. 183a). Al mirarlos se acuerden de todos los mandamientos Toda la Torá está aludida en los tzitzit. Los cinco nudos corresponden a las cinco primeras palabras de la declaración de fe, “Shemá Israel, IHVH Eloheinu IHVH... - Oye, Israel, Dios es nuestro Señor, Dios...” (Deuteronomio 6:4). Todas las mitzvot representan la fe. Por lo tanto los tzitzit, que corresponden a la fe, aluden a toda la Torá (Likutey

Halajot I, p. 44). (La sexta palabra del

Shemá, “Ejad - Uno”, representa la Unidad de Dios). Al mirarlos se acuerden Una amonestación buena y apropiada es un “buen perfume”. Una mala amonestación genera un mal olor. Los tzitzit son considerados una buena amonestación, como está escrito, “al mirarlos se acuerden” (Likutey Halajot I, p. 45a). Al llevar los tzitzit, recordamos a Dios y nos acercamos a Él (Ibid., I, p. 102). No se extravíen detrás de corazones ni detrás de sus ojos

sus

Cada vez que la persona piensa profundamente en algo, es como si lo estuviese viendo con sus propios ojos. Por lo tanto, así como no está permitido mirar algo que nos aleje de Dios, tampoco está permitido pensar sobre ello. La mente tiene sus límites que la persona debe evitar cuidadosamente. Enseñan nuestros Sabios: “Las paredes de la casa de la persona darán testimonio de sus pecados” (Taanit 11a). ¿Qué sucede si alguien peca fuera de su casa, en las calles o en los campos? Las “paredes” hacen referencia a los parámetros de la mente, pues estos darán testimonio de sus pensamientos (Likutey

Halajot VII, p. 326-164a).

No se extravíen corazones

detrás

de

sus

Los treinta y dos hilos de los tzitzit (ocho en cada una de las cuatro esquinas) protegen el corazón y evitan que se extravíe. Ello se debe a que la palabra LeV (‫לב‬, corazón) tiene el valor numérico de 32 (Likutey Halajot I, p. 70). No se extravíen... detrás de sus ojos AIN (‫עין‬, ojo) es un homónimo de la letra AIN (‫)ע‬, que tiene el valor numérico de 70.

La persona que “se extravía detrás de sus ojos” corre detrás del estilo de vida material asociado con el arquetipo de las setenta naciones (Likutey Moharán I, 36:3). Su rectificación es ir detrás de la vida de Torá a la cual se dedica el pueblo judío, que está representado por las setenta almas que descendieron de Iaacov (Éxodo 1:5). No se extravíen detrás de corazones ni detrás de sus ojos

sus

En sí y de por sí, el usar los tzitzit no provee de protección en contra de los deseos. La persona también debe orar a Dios para que la ayude a cumplir apropiadamente con la mitzvá, para

adquirir

sus

beneficios (Likutey Halajot VIII, p. 22a).

espiritual

Parashat Koraj

16:1 Y tomó Koraj el hijo de Itzar, hijo de Kehat, hijo de Leví, a Datán y Avirám los hijos de Eliav y a On el hijo de Pelet, descendientes de Rubén.

Koraj Debido a que Adán produjo un daño al comer del Árbol, le trajo la corrupción y el conflicto a su simiente. Inmediatamente después de pecar, Caín y Abel comenzaron a discutir entre sí. Su discusión fue precursora de todas las disputas y conflictos que vendrían, especialmente aquellas en contra de los Tzadikim. Así, su conflicto engendró el conflicto de Koraj (Likutey Halajot III, p. 124a-248). Koraj Koraj era un hereje (Bamidbar Rabah 18).

Él era orgulloso, lo que es equivalente a la idolatría (Sotá 4b).

El antídoto para el orgullo es unirse al Tzadik, demostrando que uno acepta el hecho de que hay alguien más grande, más sabio y más perfecto. Pero en su lugar, Koraj encabezó una rebelión en contra de Moisés (Likutey Moharán I, 10:5, 9). Koraj tomó “Koraj tomó” - él se tomó a sí mismo y se sacó fuera de la comunidad (Rashi). Koraj era un ateo (Ierushalmi, Sanedrín 10:3).

Al comienzo Koraj fue un Tzadik, pero carecía de perfección. En lugar de perfeccionarse, permitió que su profecía -que preveía el hecho de que grandes hombres descenderían de éltransformase su cabeza y fomentase su rebelión en contra de Moisés. Él trató de diferenciar su grandeza Levita de Moisés, el verdadero Tzadik (Likutey Halajot I, p. 274-138a). Koraj el hijo de Itzar, hijo de Kehat, hijo de Leví... toda la comunidad es santa Koraj era un Levita. Los Levitas, que representan el lado izquierdo, el

lado de las guevurot (juicios), tenían el objetivo de servir a los Cohanim, quienes representan jesed (bondad). Cuando los juicios son secundarios a la bondad, el sufrimiento puede evitarse. El hecho de sufrir proviene del poder de la mala inclinación, que es otra fuente de juicios. El pecado produce un despertar de los juicios, mientras que el servicio a Dios despierta la bondad. Koraj se separó de Aarón el Cohen Gadol pues sintió que podía mantenerse por sí mismo; no le daba importancia a la inclinación al mal. Le dijo a Moisés, “Toda la comunidad es santa” (Números 6:3) - pues después de que el pueblo judío estuvo en el Sinaí y recibió la

Torá, había cesado la polución de la Serpiente. Así, Koraj exclamó, “Todos son santos. ¿Qué hace que Moisés y Aarón sean más grandes que el resto de nosotros?”. Pero Koraj no sabía que existen niveles superiores del mal que son más poderosos que la fuerza de la persona común, quien no los puede mitigar. Ésa era la batalla de Moisés al igual que la batalla de Aarón. La arrogancia de Koraj lo llevó a su perdición (Likutey Halajot V, p. 264-134a). Koraj tomó “Koraj tomó” - él se tomó a sí mismo y se puso a un lado para separarse de la comunidad (Rashi).

Aarón era un Cohen, quien está asociado con jesed (bondad) y corresponde a la realidad espiritual denominada el “lado derecho”. Koraj era un Levita, quien está asociado con las guevurot (juicios) y corresponde a la realidad espiritual denominada el “lado izquierdo”. El decreto de Dios “Que haya luz” (Génesis 1:3) corresponde al lado derecho. “Y hubo luz” (ibid.) corresponde al lado izquierdo. “Dios separó entre la luz y la oscuridad” (ibid., 1:4) - esto se refiere a la diferencia entre Aarón y Koraj

(Likutey Moharán I, 44).

Koraj tomó “Koraj tomó” - él se tomó a sí mismo y se sacó fuera de la comunidad (Rashi).

Todos los conflictos derivan de la disputa de Koraj contra Aarón. Koraj quería ser como Aarón. Ellos eran dos entidades separadas, cada uno con sus propias y únicas cualidades. Pero Koraj se rebeló contra el hecho de ser él quien era, de modo que hizo de la disputa una forma de vivir. La persona debe ser ella misma.

Debe crear unidad y paz entre los opuestos. Ello es lo que mitiga los decretos Divinos (Likutey Moharán I, 46:3). Koraj... On el hijo de Pelet La sabiduría de la mujer construye su casa, pero la mujer insensata la destruye con sus manos (Proverbios 14:1). “La sabiduría de la mujer” hace referencia a la esposa de On el hijo de Pelet [quien lo mantuvo alejado de la disputa de Koraj con Moisés]. “La mujer insensata” es la esposa de Koraj, quien lo instigó en la disputa (Bamidbar Rabah 18:20).

El Sefer Ietzirá enseña que dos

piedras construyen dos casas (i.e., dos combinaciones), tres piedras hacen seis casas y cuatro piedras hacen veinticuatro casas. Cada piedra aumenta el resultado final de manera exponencial. Esas “piedras” aluden a las almas; así, cuanta más gente esté incluida en una mitzvá, más aumentará el poder de esa mitzvá. Sin embargo, Koraj y su esposa intentaron destruir la “casa” -la Comunidad de Israel- al separarse de ella. De esa manera, disminuyeron el número de personas que podían haberse unido para llevar a cabo las mitzvot. Luego de que Koraj, su esposa y sus acólitos fueron tragados por la tierra, los judíos murmuraron en contra

de Moisés. La ira de Dios se despertó en contra de ellos y Moisés detuvo la plaga resultante ordenándole a Aarón que trajese la ofrenda de incienso. El aroma dulce del incienso contiene un ingrediente de mal olor, el gálbano, para enseñarnos que debemos mantenernos juntos, pues incluso los pecadores son parte de la comunidad. Pero Koraj insistió en mantenerse aparte (Likutey Halajot VII, 157a-314).

16:2 Se presentaron delante de Moisés con doscientos cincuenta hombres de los hijos de Israel - líderes de la

comunidad, personas escogidas de la asamblea, varones de renombre. Se presentaron delante de Moisés con doscientos cincuenta hombres de los hijos de Israel - líderes de la comunidad Koraj juntó 250 hombres importantes del Sanedrín y los vistió con talitot de puro tejelet. Los hizo parar delante de Moisés y preguntó, “Si el talit está hecho completamente de hilos de tejelet, ¿requiere entonces tzitzit? Dado que un solo hilo de tejelet en los tzitzit es suficiente para la mitzvá, una prenda entera hecha de tejelet, ¿no estará

entonces exceptuada de los tzitzit? (Rashi sobre Números 16:1).

Koraj se rebeló contra los esfuerzos de Moisés de agregar más gente al campamento santo. Por lo tanto se opuso a Moisés con argumentos en contra de los tzitzit, una mitzvá que puede llevar a la gente hacia Dios (Likutey Halajot I, p. 102-52a). Además, vemos que la palabra TziTzit (‫ )ציצית‬está relacionada con el término lehaTziTz (‫להציץ‬, mirar), pues la mitzvá de los tzitzit provee de rectificación para los ojos. Aquel que daña sus ojos entra en el ámbito de las Cámaras de los Intercambios, donde ve

las cosas diferentes a lo que en realidad son. Esto lleva a la disputa. Así, Koraj vistió a su gente con ropas hechas enteramente de tejelet como una excusa para no cumplir con la mitzvá de los tzitzit y entrar así en conflicto en contra de Moisés. Pues Koraj dañó sus ojos (ibid. IV, p. 56). Se presentaron delante de Moisés con doscientos cincuenta hombres de los hijos de Israel - líderes de la comunidad Koraj juntó 250 hombres importantes del Sanedrín y los vistió con talitot de puro tejelet. Los hizo parar delante de Moisés y preguntó, “Si el talit está hecho completamente de hilos de tejelet,

¿requiere entonces tzitzit? Dado que un solo hilo de tejelet en los tzitzit es suficiente para la mitzvá, una prenda entera hecha de tejelet, ¿no estará entonces exceptuada de los tzitzit? (Rashi sobre Números 16:1).

La comida y la bebida cuestan menos que la vestimenta; por lo tanto es más fácil darle de comer a una persona que vestirla. En un sentido espiritual, el Malo trata de aferrar a la persona “por sus vestimentas” (empujándola hacia deseos más caros), haciendo que la persona persiga las vestimentas materiales de este mundo. Un significado más profundo es que la gente naturalmente presupone que “lo que ves es lo que es”. No puede comprender el

hecho de que el Tzadik -que parece ser una persona común- de hecho posee una esencia mucho más elevada, que está investida en su apariencia externa. “Vestimentas” y propiedades son áreas en las cuales la gente cae víctima de los celos que perturban su pensamiento y la llevan hacia la búsqueda de lo material. Koraj no pudo ver más allá de las apariencias externas de Moisés y de Aarón. Celoso de Aarón, quien estaba vestido con las ropas reales del Cohen Gadol, Koraj se vistió y vistió a sus hombres con vestimentas de puro tejelet, creyendo que había alcanzado la pureza del alma y era digno de la posición que buscaba. No comprendió que los

verdaderos niveles de Moisés y Aarón estaban investidos en sus apariencias externas (Likutey Halajot VII, p.139a-278140a). Se presentaron delante de Moisés con doscientos cincuenta hombres de los hijos de Israel - líderes de la comunidad Koraj le preguntó a Moisés, “Si el talit está hecho completamente de hilos de tejelet, ¿requiere entonces tzitzit? Dado que un solo hilo de tejelet en los tzitzit es suficiente para la mitzvá, una prenda entera hecha de tejelet, ¿no estará entonces exceptuada de los tzitzit?”. Y le preguntó además, “Si una casa está llena de escritos sagrados, ¿requiere una

mezuzá? Dado que la mezuzá, que contiene sólo dos pasajes de la Torá cumple con el requerimiento para la mitzvá, ¿una casa entera llena de pasajes de la Torá no cumplirá con el requerimiento de una mezuzá?”. Hizo además otra pregunta: “El área mínima de una marca leprosa para ser considerada impura debe ser de un centímetro cuadrado. Sin embargo, si las marcas se difunden por todo el cuerpo, ello es señal de pureza. ¿Cómo es esto posible?” (Ierushalmi, Sanedrín 10:3).

El principal daño de Koraj fue su negación de la Providencia Divina. Simplemente no creía que Dios es Uno, y que al mismo tiempo, “Dios, la Torá e Israel son uno” (Zohar III, 73a). Por lo tanto Koraj buscó alguna clase de falta

en la Torá y utilizando sofismas proponiendo mitzvot sobre los tzitzit que son totalmente tejelet, una casa llena de libros que la exceptúan de la mitzvá de la mezuzá y demás, que Dios nos salve (Likutey Halajot II, p. 6a). Las preguntas de Koraj estaban basadas en la suposición de que las intenciones detrás de las mitzvot son más importantes que el cumplimiento de las mitzvot mismas. Pero Moisés nos dio una Torá que enseña que la realización de las mitzvot, de acuerdo a los dictados de Dios, es de crucial importancia. No importa cuántos hilos de tejelet puedan estar incluidos en el talit, el talit no vale nada sin tzitzit. En

su fuente, las mitzvot son extremadamente elevadas y nadie -ni siquiera Moisés, el Tzadik más grande, ni la persona común ni los pecadorespuede tomar de la santidad de los tzitzit de acuerdo a su nivel, porque nadie conoce las intenciones de Dios. Lo mismo se aplica a la casa llena de pasajes de Torá. La pregunta de Koraj sobre la marca de lepra tiene un sentido diferente. ¿Cómo puede algo considerado impuro volverse puro cuando se propaga? Aquí también el intelecto humano no puede comprender lo Divino. Hay veces en que la persona peca y alcanza un nivel muy bajo.

Precisamente es cuando llega al ámbito más bajo que comienza su retorno a Dios. El esfuerzo de Koraj de adscribirle limitaciones humanas a Dios lo llevó a su perdición y a la rebelión (ibid., V, p. 132a-266-134a).

16:3 Se juntaron contra Moisés y Aarón y les dijeron “¡Suficiente para ustedes! Pues toda la comunidad es santa y Dios se encuentra en medio de ella. ¿Por qué se han ensalzado por sobre la

asamblea de Dios?”. Se juntaron contra Moisés y Aarón Koraj corrompió la humildad. Él deseaba una posición de autoridad y se oponía al nombramiento de Aarón como Cohen Gadol. Aarón representa la humildad, pues aunque era mayor que Moisés y un líder de por sí, se sometió a la autoridad de Moisés (Likutey Halajot I, p. 88a).

16:6 “Esto es lo que deberán hacer: que Koraj y todos los de su séquito tomen los

incensarios”. Los incensarios La oposición de Koraj a Moisés se manifiesta hoy en día en el conflicto y la oposición a las personas verdaderamente rectas. Koraj era un brillante erudito de Torá que carecía de rectitud, lo que lo llevó a oponerse a Moisés, el Tzadik verdadero. Lo mismo sucede hoy, cuando brillantes y promisorios eruditos de Torá se enredan en la disputa por falta de rectitud. Después de tratar de razonar con Koraj, Moisés lo desafió a llevar el ketoret (ofrenda de incienso) como una

prueba. El ketoret contiene muchos y profundos misterios de la Torá. Si Koraj hubiera sido una persona realmente recta, no habría entrado en ámbitos que estaban más allá de su capacidad. Pero él dejó que su erudición lo extraviara. Aquel que separa la esencia espiritual de la Torá de su “cuerpo” físico de conocimientos queda sólo con lo material; de modo que Koraj fue tragado por la tierra. Finalmente, Koraj y sus seguidores serán rectificados, pues los Tzadikim buscarán el bien que había en ellos y elevarán sus almas (Likutey Halajot VIII, p. 172b).

16:7 “Y mañana pondrán

fuego en ellos y el incienso sobre ellos, delante de Dios. Y será que el hombre a quien Dios escoja, ese será el santo. ¡Suficiente para ustedes, hijos de Leví!”. El hombre a quien Dios escoja, ese será el santo Los ojos de Koraj lo engañaron. Él vio al profeta Shmuel y a muchas generaciones ilustres que descendían de él y pensó que tendría éxito (Rashi). Koraj le dijo a Moisés, “Tú no fuiste el único que oyó a Dios en el Sinaí. También

nosotros Lo oímos” Números 16:3).

(Rashi

sobre

Koraj pensó que la Torá era una herencia de generación en generación y que no dependía del Tzadik que se la enseña a los demás. Sin embargo, sólo el Tzadik puede transmitir daat (conocimiento de Dios). Aquel que busca enseñar Divinidad podrá transmitir el conocimiento de Dios. Pero si busca su propio honor, su transmisión del conocimiento de Dios cesará. (En su lugar, estará transmitiendo su propio daat, que puede incluso estar corrompido). Por lo tanto Koraj fue tragado por la tierra, pese al

hecho de que tendría grandes descendientes (Likutey Halajot II, p. 6031a). ¡Suficiente para ustedes, hijos de Leví! Koraj era muy inteligente. ¿Por qué apeló a tanta locura? Él previó que sus descendientes estaban destinados a la grandeza (Rashi).

Koraj pensó que, debido a que sus descendientes serían Tzadikim, podría sobrevivir en su revuelta en contra de Moisés. Pero los pensamientos de Dios son mucho más profundos. Finalmente, Koraj pereció y sus hijos se arrepintieron, llevando al nacimiento de

grandes descendientes tales como el profeta Shmuel. Aunque alguien trate de perturbar la Voluntad de Dios, el plan de Dios siempre prevalecerá y el rebelde sufrirá terriblemente por sus errores y pecados, como sucedió con Koraj (Likutey Halajot IV, p. 64a-128). ¡Suficiente para ustedes, hijos de Leví! Koraj era muy inteligente (Rashi).

Pero su inteligencia para argumentar y causar conflictos lo destruyó. Lo mismo sucederá con todos aquellos que se oponen a los rectos. El conflicto que producen es peor que

cualquier pecado, porque genera la destrucción del Templo y prolonga nuestros exilio (Likutey Halajot II, p. 30).

16:18 Cada hombre tomó su incensario. Pusieron fuego sobre ellos y colocaron sobre ellos incienso. Y estuvieron de pie a la entrada de la Tienda de Reunión, junto con Moisés y Aarón. Colocaron sobre ellos incienso Koraj quería separar entre lo físico

y lo espiritual. Él no aceptaba el hecho de que fuera posible unir todos los mundos al realizar las mitzvot. Dirigió su argumento en contra de Moisés, dado que Moisés era capaz de revelar la Divinidad. Uno de los argumentos de Koraj concernía los hilos de tejelet de los tzitzit. Cuando colocamos los hilos de tejelet junto con los hilos blancos, unimos los mundos físicos y espirituales. Koraj intentó separarlos (Likutey Halajot II, p. 30a). Para contrarrestar el deseo de Koraj de separar lo espiritual y lo físico, Moisés ordenó una prueba que incluía el ketoret. KeToRet (‫קטרת‬, la ofrenda de incienso) es similar a KaTaR

(‫קטר‬, la palabra aramea que designa “unir”), pues el ketoret une los niveles inferiores con los ámbitos de la santidad. Nadav y Avihu también se equivocaron con el ketoret (Levítico 10:1). Esos dos Cohanim aún no estaban casados. El matrimonio es una unidad. Nadav y Avihu representaban la división, lo opuesto del ketoret (Likutey Halajot II, p. 30a-60).

16:22 Ellos cayeron sobre sus rostros y dijeron: “Dios todopoderoso, Dios de los

espíritus de toda carne, ¿será que si un hombre peca Tú dirigirás tu ira hacia toda la comunidad?”. Dios de los espíritus de toda carne, será que si un hombre peca... si la tierra abre su boca Cientos de judíos se unieron a la rebelión de Koraj. De modo que, ¿por qué Moisés dijo, “si un hombre peca”? Moisés se estaba refiriendo específicamente a la capacidad de Koraj de contrarrestar la difusión de la Divinidad entre el pueblo. Al llamar a

Dios “Dios de los espíritus”, Moisés aludió a los dos espíritus que posee un gran Tzadik - uno dentro de sí mismo y otro, más etéreo, que habita Arriba. Cuando el Tzadik fallece, esos dos espíritus se unen y transmiten una gran iluminación a los discípulos que quedan. En cada generación, hay discípulos que pueden recibir esa iluminación de los Tzadikim de su generación, permitiéndoles transmitir más aún la Divinidad y la Torá. Así, Moisés oró para que fuera esa iluminación la que surgiera y fuera recordada por Dios, en lugar de la rebelión y la herejía que Koraj estaba intentando difundir. Para castigar a Koraj, Moisés oró

por un tipo de creación enteramente nuevo: la apertura de la “boca” de la tierra. Aunque Moisés ciertamente podía abrir todos los canales de espiritualidad existentes, tuvo que utilizar su fuerza para crear una nueva apertura, trayendo un espíritu vital hacia un objeto inanimado. De esa manera, contrarrestó los argumentos de Koraj en su contra. Koraj desafió a Moisés con la mitzvá de los tzitzit, que trae el espíritu de vida desde Arriba (ver Likutey Moharán I, 8:8). Koraj ridiculizó a Moisés creando vestimentas hechas totalmente de tejelet, afirmando que nadie podía traer una fuerza de vida tan grande. Moisés le mostró a Koraj que él era capaz de traer esa fuerza de vida al crear la boca de la

tierra, trayendo una fuerza vital desde Arriba (Likutey Halajot IV, p. 151a-306).

16:32 La tierra abrió su boca y los tragó a ellos con sus familias y a todos los hombres que eran de la camarilla de Koraj, con todas sus posesiones. La tierra abrió su boca y los tragó La misión del hombre en este mundo es recolectar la mayor cantidad de buenas acciones posibles,

construyendo el sendero para que su alma ascienda luego de su fallecimiento. Entonces, en el Cielo, su alma aún podrá iluminar el cuerpo que llevó a cabo esas mitzvot, sustentándolo hasta el tiempo de la Resurrección, cuando el cuerpo y el alma vuelvan a estar unidos. Koraj, sin embargo, fue tragado vivo por la tierra, anulando la oportunidad de que su alma ilumine a su cuerpo después de la muerte. Su rectificación se realizó mediante sus descendientes que participaron en los sacrificios del Templo. Entre los sacrificios estaban los nesajim (libaciones) que eran derramadas sobre el Altar y que se filtraban hacia el

abismo, alcanzando y elevando las almas perdidas en las profundidades (Likutey Halajot VII, p. 79a). La tierra abrió su boca y los tragó Raba bar bar Janá relató lo siguiente: Ese mercader me dijo, “Ven, que te mostraré a aquellos que fueron tragados junto con Koraj”. Fui y vi dos grietas de las cuales salía humo. Él tomó una bola de algodón y la empapó con agua. Luego la puso en la punta de una lanza y la insertó allí. Cuando la retiró, estaba completamente quemada. Él me dijo, “¡Escucha! ¿Qué es lo que oyes?”. Yo los oí decir, “Moisés y su Torá son verdad y nosotros somos mentira”. Él me dijo, “Una vez cada treinta días [en Rosh Jodesh; Rashbam], Gueinom los trae de vuelta aquí, como

carne en una olla y esto es lo que ellos dicen, que Moisés y su Torá son verdad y que ellos son mentira” (Bava Batra 74a). Rosh Jodesh es la fuente del arrepentimiento, pues en ese día, Dios Mismo se “arrepiente” por haber disminuido el tamaño de la luna (ver Julín 60b).

Todas las criaturas experimentan un “pensamiento” de arrepentimiento en Rosh Jodesh, al igual que lo hacen en Rosh HaShaná. Así, incluso Koraj y sus seguidores deben sentir algún remordimiento en Rosh Jodesh. Sin embargo, el arrepentimiento por las malas acciones sólo se aplica en este mundo, cuando aún se está con vida. Por

lo tanto cada treinta días, cuando Koraj y sus seguidores sienten remordimientos y confiesan su error, admitiendo que “Moisés y su Torá son verdad y nosotros somos mentira”, Dios es misericordioso y permite que Gueinom los traiga de vuelta hacia este mundo. No son absueltos de su pecado, pero en cada Rosh Jodesh se les permite arrepentirse. De manera similar, todo aquel que siente remordimientos y vergüenza por haber pecado contra Dios está, de alguna manera, experimentando Gueinom en este mundo. Esto contrarresta el orgullo y la vanidad que lo llevaron a pecar en primera lugar. Su arrepentimiento hace que la Presencia

de Dios se revele aún más, lo que constituye la esencia de todo arrepentimiento (Likutey Moharán I, 10:9).

16:33 Cayeron vivos al abismo junto con todo lo que tenían. Entonces la tierra los cubrió y perecieron en medio de la comunidad. Cayeron vivos al abismo junto con todo lo que tenían Koraj y sus seguidores no murieron

ni fueron enterrados. Éste fue un castigo adicional. Desde que el pecado de Adán trajo la maldición de la muerte al mundo, la muerte y el entierro son una parte importante del proceso de purificación de cada individuo. El retorno del cuerpo a la tierra rectifica el placer sensual que la persona tomó de este mundo, haciendo que el cuerpo se vuelva digno de la Resurrección. Koraj se separó de la vida -del Tzadik verdadero, de Moisés- incluso mientras estaba con vida. Por lo tanto se le impidió la rectificación física del entierro. Con seguridad, su alma es

castigada continuamente (Likutey Halajot II, p. 274-138a-276). En contraste, vemos que Pinjas estaba dedicado al Tzadik, Moisés (Números 25:7, ver Rashi). Él se transformó en el profeta Elías, quien nunca falleció. Como opuesto a Koraj, Pinjas vive eternamente, tanto física como espiritualmente (Likutey Halajot II, p. 276).

17:20 “Y será que la vara del hombre a quien Yo escoja, florecerá; así Me libraré de las

murmuraciones de los hijos de Israel, con que ellos murmuran en contra de ustedes”. La vara del hombre a quien Yo escoja, florecerá Todos oyeron en el Sinaí: “Yo soy tu Dios” (Rashi sobre Números 16:3).

La persona debe unir los niveles de “Tzadik” y de “lamdan” (erudito). Pero el nivel más importante es el de “Tzadik”, pues es posible ser un erudito y a la vez un malvado (Likutey Moharán I, 31).

Koraj, sin embargo, sintió que “lamdan” era el más importante de los dos niveles. También él había “oído en el Sinaí” y era un erudito en la Torá. Es por ello que presentó cuestiones y pruebas sobre las mitzvot de los tzitzit y de la mezuzá. Pero en su conducta, Koraj separó el nivel del “Tzadik” del nivel de “lamdan” al rebelarse abiertamente en contra de las leyes de la Torá. Después de que Koraj fue tragado por la tierra, Moisés les dijo a Aarón y a los seguidores de Koraj que trajeran varas y “será que la vara del hombre a quien Dios escoja, florecerá”. MaTéH

(‫מטה‬, vara) representa MeTat (‫ט‬-‫)מט‬, el ángel que corresponde a la Ley Oral (i.e., el lamdan) (ver Likutey Moharán I, 31). La vara de Aarón floreció dado que él era un Tzadik y un lamdan, y su Torá creció y “dio frutos”. Las varas del grupo de Koraj no podían fructificar; su Torá no valía nada (Likutey Halajot II, p. 137a).

17:23 Al día siguiente, cuando Moisés fue a la Tienda de Reunión, he aquí, la vara de Aarón de la casa de Leví, había florecido;

había brotado flores y producido almendras. La vara de Aarón de la casa de Leví, había florecido Aarón el Cohen está asociado con jesed (bondad). Para que la bondad florezca y se difunda debe tener un recipiente en la cual ser captada. Ese recipiente es el temor a Dios. El temor a Dios corresponde al rasgo de guevurá (juicio) que está asociado con Leví (Likutey Moharán II, 4:4; ver también ibid., II, 4:11B).

La vara de Aarón... había florecido

La vara simboliza la libertad de elección. La vara de Aarón floreció porque él había aprendido a controlarse completamente: utilizaba la libertad de elección para dedicarse enteramente a Dios, negando todo deseo material que pudiese nublar su pensamiento o su visión. Su vara podía florecer, pues él ascendía continuamente en la escala espiritual. No sucede lo mismo con aquellos que piensan que han aprendido a controlar su comportamiento pero que en realidad carecen de autocontrol. Su libertad de elección no está realmente “libre” de las influencias de la pasión y

del deseo, de modo que sus varas no pueden florecer y no pueden ascender hacia una vida espiritual. Por lo tanto Dios le dijo a Aarón, “Tú y tus descendientes harán expiación por todo pecado relacionado con el Santuario” (Números 18:1). Aquel que controla su vara es un líder digno y puede proteger a los judíos del pecado (Likutey Halajot V, p. 135a-270).

18:8 Dios le dijo a Aarón, “¡He aquí! Yo te he dado cargo de Mis ofrendas alzadas, de todas las cosas

santificadas de los hijos de Israel, te las he dado a ti y a tus hijos, como porción de ustedes, como decreto eterno”. Yo te he dado “Yo te he dado” - con alegría (Rashi).

Debido a que Aarón recibió a Moisés con alegría (Éxodo 4:14), Dios le dio los regalos del sacerdocio con alegría. La raíz misma del sacerdocio es la alegría. Los veinticuatro regalos sacerdotales corresponden a los

veinticuatro ornamentos dados por el “novio” (Dios) a Su “novia” (Israel) (cf. Rashi sobre Éxodo 31:18), que corresponde a la Divina Presencia. Mediante sus servicios a Dios con alegría, el Cohen efectúa una unidad entre el Santo, bendito sea y Su Presencia Divina, la Novia Superior. Cuando se produce una unificación es posible alcanzar una gran alegría (Likutey Halajot VI, p. 21a). Yo te he dado cargo de Mis ofrendas alzadas Estos son los veinticuatro sacerdotales (Rashi).

regalos

Existen arriba Veinticuatro Cortes,

correspondientes a las veinticuatro permutaciones del Nombre de Dios ADoNaI. Nuestro regalo al Cohen es considerado un pidion (redención) delante de la Corte, mitigando los decretos de esa Corte. Los veinticuatro regalos sacerdotales combinados mitigan los juicios de las Veinticuatro Cortes. Esas Veinticuatro Cortes también corresponden a los veinticuatro libros del Tanaj, pues la Torá también es un medio de redención que mitiga los decretos que se encuentran en cada una de las veinticuatro horas del día. Es interesante notar que el tratado Talmúdico Shabat tiene veinticuatro capítulos, pues el Shabat mismo mitiga los decretos.

Si la persona no da una redención, entonces los decretos se transforman en las “veinticuatro aves impuras” (Levítico 11:13-19) - aludiendo a las fuerzas de la impureza y del mal que se fortalecen de esa manera (Likutey Halajot I, p. 266). El número 24 también tiene un significado en el hecho de que hay veinticuatro guardias de Cohanim y veinticuatro guardias de Levitas en el Templo, totalizando cuarenta y ocho. Esto es un paralelo de las cuarenta y ocho maneras con las que se adquiere la Torá (Avot 6:5) y contrarresta a JaM (‫םח חם‬, el hijo de Noaj, cuyo nombre tiene el valor de 48 y significa literalmente “caliente”), quien representa los malos deseos ardientes de

la persona (Likutey Halajot I, p. 134a). Mis ofrendas alzadas TeRuMáH (‫תרומה‬, ofrenda alzada) se asemeja a TRei miMeáH (‫תרי ממאה‬, dos de cien) (Rambam sobre Terumot 4:3).

El regalo de terumá es variable, pero nuestros Sabios sugieren que la persona dé una unidad por cada cincuenta (i.e., dos de cada cien) de su cosecha. Cincuenta representa la Puerta Número Cincuenta, la fuente desde donde se mitigan todos los juicios (Likutey Halajot I, p. 254). Mis ofrendas alzadas

Un regalo promedio es uno en cincuenta (Terumot 4:3).

“Uno en cincuenta” hace referencia a la luz de la Puerta Número Cincuenta de Comprensión, de Biná. Al darle terumá al Cohen, la persona hace descender bendiciones a través de todos los cincuenta niveles hasta su propio nivel (Likutey Halajot VI, p. 39a). Terumá y diezmos Hay dos clases de “corazón ardiente”. Uno es el corazón que arde por deseos materiales y que aleja a la persona de Dios. El otro es un corazón

que arde con un anhelo de Dios que está más allá de su capacidad de realizar. Este individuo puede llegar a abandonar al percibir que no puede transformarse en un “Tzadik instantáneo”. Pero mediante el estudio de la Torá podrá aprender a regular el deseo ardiente, manteniendo la llama viva y guardando así su calor, para crecer en sus devociones en lugar de abandonar completamente. El Cohen representa el estudio de la Torá, como está escrito, “Ellos enseñarán Tus leyes” (Deuteronomio 33:10). Le damos terumá al Cohen para atraer la Torá hacia nosotros. Las letras de la palabra TeRuMáH (‫תרומה‬, ofrenda

alzada) pueden reordenarse para formar TORáH Mem (‫ ;)תורה מ‬la letra mem (‫)מ‬, que tiene el valor numérico de 40, indica que la Torá fue dada a Moisés después de cuarenta días. La Mem también representa un buen ojo al dar el diezmo (Terumot 4:3). TeRuMáH (‫תרומה‬, ofrenda alzada) también se asemeja a TRei miMeáH (‫תרי ממאה‬, dos de cien) pues nuestros Sabios enseñaron que el regalo promedio de terumá es uno sobre cincuenta (ibid.). Esto alude a los dos poderes de la terumá: uno para detener el ardiente deseo de las pasiones materiales y el otro para controlar el ardiente deseo por Dios. Además, también debemos conocer

nuestras limitaciones, cuán lejos podemos llegar con nuestros deseos ardientes. Esto corresponde al diezmo del Levita, quien representa guevurot (juicios y constricciones). Esas constricciones nos retienen dentro de nuestros límites para que podamos avanzar en nuestras devociones con la mayor bendición posible - de la misma manera en que nuestro grano está permitido una vez que hemos sacado el diezmo (Likutey Halajot V, p. 251a-253a). Terumá y diezmos Al separar el diezmo, es necesario primero separar terumá (aproximadamente uno sobre cincuenta

de la producción) para el Cohen, luego el maaser (uno sobre diez) para el Levita, después terumat maaser (otro uno sobre diez de lo del Levita) para el Cohen. Dado que ambos tipos de terumá son dados al Cohen, ¿por qué no pueden ser separados al mismo tiempo? ¿Por qué el diezmo deber ser dado primero al Levita para que él separe terumat maaser? Existen dos espíritus de santidad: un poder trascendente y un poder inmanente. Esto representa el proceso de llevar algo de la potencia al acto, del pensamiento al habla y a la acción. Terumá representa el pensamiento. No tiene una cantidad designada; su medida

se evalúa de acuerdo al pensamiento de cada persona. Maaser, el diezmo del Levita, representa el habla, dado que el Levita representa guevurot (juicios y constricciones), que corresponden al habla (Likutey Moharán I, 207). Una vez que los pensamientos son articulados en el habla, pueden ser llevados hacia la acción. Así, sólo después de que se le da el diezmo al Levita podemos separar el terumat maaser (Likutey Halajot V, p. 498-250a). Terumá, maaser y terumat maaser El daño de Koraj se produjo debido a que quiso intercambiar la derecha con la izquierda (Tikuney Zohar #30, 74a).

Los tres regalos de terumá (aproximadamente uno sobre cincuenta de la producción), maaser (uno sobre diez) y terumat maaser (otro uno sobre diez del restante) corresponden a las “tres manos”: la “mano grande” (la derecha), la “mano poderosa” (la izquierda) y la “mano exaltada” (la combinación de las dos). Cuando las manos se juntan, la derecha y la izquierda se unen, significando la paz y la unidad. Conceptualmente, los tres regalos corresponden a la caridad y producen la rectificación de las manos, dado que mitigan los decretos y traen la paz.

A continuación del incidente de Koraj, la Torá enumera los veinticuatro regalos sacerdotales. Esos regalos están mencionados en Parashat Koraj porque el daño de Koraj estuvo relacionado con las manos. Siendo un Levita, Koraj representaba guevurot (juicios), la mano izquierda. Pero él quería el sacerdocio, que representa jesed (bondad), la mano derecha. De haber estado dispuesto a someterse a Aarón el Cohen Gadol, Koraj habría rectificado las manos y alcanzado el nivel de unidad y de paz. En su lugar, produjo un daño que hizo que fuese tragado por la tierra, dejándolo sin nada. La rectificación de Koraj depende ahora de nosotros cuando damos el diezmo, rectificando las manos

con nuestra caridad y trayendo así la paz (Likutey Halajot V, p. 255a-510).

18:19 “Todas las ofrendas alzadas de las cosas santas que los hijos de Israel ofrezcan a Dios, te las he dado a ti y a tus hijos y a tus hijas contigo, como porción para siempre: un pacto de sal eterno delante de Dios, para ti y para tu simiente contigo”.

Un pacto de sal eterno El Tzadik se compara con la sal, que preserva la carne. Esto se debe a que el Tzadik es ejemplo de aquel que cuida el pacto, preservando su carne del pecado (Likutey Moharán I, 4:10). Así como la sal es un condimento para las comidas, de la misma manera el Tzadik les agrega un sabor alegre a nuestras vidas - pues sus enseñanzas nos ayudan a endulzar la amargura de ganarse el sustento disminuyendo nuestro deseo de placeres materiales (ibid. I, 23:2).

18:20 Dios le dijo a Aarón, “No tendrás herencia en la tierra, ni tendrás porción en medio de ellos. Yo soy tu porción y tu herencia entre los hijos de Israel”. Yo soy tu porción Debido a que Dios les dio Su Torá a los judíos, nos transformamos en Su “porción”. De manera similar, Dios se volvió, si así pudiera decirse, nuestra “porción”. Como resultado, tenemos un cierto poder para atraer la Voluntad de Dios y hacer de ella lo que nosotros

deseamos que sea (Likutey Halajot II, p. 144).

18:28 “Ustedes también ofrecerán la ofrenda alzada de Dios, de todos sus diezmos que recibirán de los hijos de Israel; y de ellos le darán la ofrenda alzada a Dios a Aarón el Cohen”. Ustedes también A partir de este versículo aprendemos que un mensajero es exactamente igual a

quien lo envía. Así como ustedes están circuncidados, sus mensajeros también deben estar circuncidados (Kidushin 41b).

El Talmud utiliza el término bnei brit (‫בני ברית‬, literalmente, “hijos del pacto”) para referirse a los judíos circuncidados, dado que el brit (‫ברית‬, pacto) implica la unidad entre la gente. Cuando la gente está unida, entonces el mensajero y quien lo envía son uno (Likutey Halajot VII, p. 195).

Parashat Jukat

19:2 “Éste es el decreto de la Torá que Dios ordenó, diciendo, ‘Diles a los hijos de Israel que te traigan una vaca completamente roja, que no tenga defecto, sobre la cual nunca se haya puesto yugo’”.

Éste es el decreto de la Torá Un jok (decreto) es una ley cuya razón no nos es revelada (por ejemplo, las leyes de la Vaca Roja, shaatnetz y la kashrut). Aunque los motivos para todas las mitzvot están más allá de nuestra comprensión, algunas razones de ciertas mitzvot han sido reveladas mientras que otras no. Así, vemos que la mitzvá de la Vaca Roja purifica al impuro al tiempo que impurifica al puro. Esto es ciertamente algo imposible de comprender y nos enseña que todas las mitzvot están más allá de nuestra comprensión (Likutey Halajot I, p. 207a). Que

te

traigan

una

vaca

completamente roja, que no tenga defecto, sobre la cual nunca se haya puesto yugo Es costumbre leer el pasaje de la Vaca Roja en el Shabat antes de Purim, como un recordatorio para purificarnos en honor de la próxima festividad de Pesaj. PaRá (‫פרה‬, vaca) es similar a HaPuR (‫הפור‬, la lotería) que Hamán consultó y a partir de la cual se nombra a la festividad de Purim (Esther 9:26). La lotería de Hamán refleja los juicios de Dios en contra de los judíos. Cuando éstos fueron finalmente mitigados, HaPuR se transformó en PaRá, la

pureza de la Vaca Roja (Likutey Moharán II, 74). Una vaca completamente roja, que no tenga defecto, sobre la cual nunca se haya puesto yugo... El Cohen tomará madera de cedro, hisopo y lana roja y las arrojará en medio de la quema de la vaca La Vaca Roja purificaba a los judíos de la peor de las impurezas. Después de la destrucción del Templo, el servicio de la Vaca Roja quedó anulado. Hoy en día, es posible obtener el perdón mediante nuestras plegarias. La vaca representa en particular a la plegaria, pues está escrito “Ofreceremos

[las palabras de] nuestros labios en lugar de vacas” (Hoshea 14:3). Así, la ceremonia de purificación de la Vaca Roja se ve reflejada hoy en día en nuestras plegarias. “Una vaca completamente roja” - el color rojo indica juicios, pues el rojo es el Color Superior de Guevurá, que está asociada con los juicios (ver Diagramas). El Zohar (III, 180b) enseña que el poder de la Vaca Roja para purificar proviene de Guevurá. “Que no tenga defecto” - la persona debe volverse hacia Dios con la plegaria y aceptar que los juicios de Dios son rectos. Al hacerlo, disminuye

la intensidad de los juicios y alcanza un estado de ser puro. “Sobre la cual nunca se haya puesto yugo” - es necesario tener una fe completa en Dios, libre del yugo de las creencias idólatras de las otras naciones. “Madera de cedro, hisopo y lana roja” - esto hace referencia a contrarrestar las voces de los malvados durante las plegarias. Esas “voces” son los sonidos de la insensatez, el sonido de los filósofos y de los ateos y el sonido del vilipendio y la burla. Cuando uno contrarresta esas voces, se vuelve capaz de orar con sinceridad y de la

manera apropiada, anulándose ante Dios. Los actos de degollar la Vaca Roja, quemarla y recolectar esas cenizas también ayuda a contrarrestar los tres tipos de sonidos. “En medio de la quema” - esto se refiere a anular los rasgos negativos, llevando a los malvados hacia el servicio a Dios y uniendo nuestras plegarias con las de los Tzadikim. El Zohar (III, 76b) hace notar que la Vaca Roja está asociada con el número 7 - por ejemplo, la Torá menciona en ese pasaje siete inmersiones (del cuerpo o de la vestimenta) y el Cohen está mencionado siete veces. Siete es, de

manera similar, el aspecto de la plegaria, como está escrito, “Siete veces al día yo Te alabo” (Salmos 119:164) (Likutey Moharán I, 55:3-6).

19:3 “Y se la darán a Elazar el Cohen. Él la llevará fuera del campamento y alguien la degollará en su presencia”. Él la llevará fuera del campamento Todas las devociones relacionadas con la Vaca Roja, que purifica a la

persona incluso de las peores impurezas, se llevaban a cabo fuera del Tabernáculo y, más tarde, fuera del Templo, directamente enfrente de la entrada del Santuario. De aquí aprendemos que incluso si la persona se encuentra completamente fuera del campo de la santidad, aún puede retornar a Dios y alcanzar la pureza. Pues la Vaca Roja tomaba su fuerza para purificar directamente del Templo, pues todo era hecho frente a la entrada del Templo (Likutey Halajot IV, p. 28). Él la llevará fuera del campamento Todas las devociones relacionadas con la Vaca Roja, que purifica a la

persona incluso de las peores impurezas, se llevaban a cabo fuera del Tabernáculo y, más tarde, fuera del Templo, directamente enfrente de la entrada del Santuario. Conceptualmente, esas devociones hacen referencia a las acciones del Tzadik, quien a veces deja el “santuario” en el cual lleva a cabo sus propias devociones a Dios e interactúa con la gente común. Mediante un acercamiento simple, atrae a esa gente hacia Dios (Likutey Halajot VIII, p. 6a-b). Alguien la degollará... la vaca será quemada... un hombre que esté ritualmente puro recogerá las cenizas de la vaca

“Degollada” hace referencia a Pesaj, cuando los judíos llevaban el cordero de Pesaj. “Quemada” corresponde a Shavuot, cuando recibimos la Torá en el fuego. “Recoger las cenizas” corresponde a Sukot, la Festividad de la Recolección. Al celebrar las Tres Festividades, hacemos descender sobre nosotros la pureza de la Vaca Roja (Likutey Halajot IV, p. 224).

19:6 “El Cohen tomará

madera de cedro, hisopo y lana roja y los arrojará en medio de la quema de la vaca”. Madera de cedro, hisopo Las cenizas de la Vaca Roja estaban mezcladas con madera de cedro e hisopo, implicando que uno que es arrogante como un gran árbol debe volverse humilde como una pequeña hierba (Rashi sobre Números 19:22).

Adán no se restringió de comer del Árbol del Conocimiento, pasando más allá de su nivel con la intención de

experimentar la gran luz de Dios. Su pecado trajo la muerte al mundo. La mitzvá de la Vaca Roja rectifica las impurezas de la muerte causada por Adán. Pero principalmente nos enseña a minimizar nuestra arrogancia y a reducir el deseo por aquello que se encuentra más allá de nosotros (Likutey Halajot II, p. 209a). Madera de cedro, hisopo y lana roja El cedro, un árbol alto, refleja un gran intelecto, Jojmá y el Tzadik. El hisopo, una pequeña planta, refleja el intelecto inferior, Maljut y la persona común. Sólo uniéndolas es posible purificar la impureza. La única manera

de recibir un gran intelecto es uniéndose a él (Likutey Halajot IV, p. 112a).

19:14 “Ésta es ley cuando un hombre muere en una tienda: Todo lo que entre en la tienda y todo lo que hubiese estado en la tienda, estará ritualmente impuro durante siete días”. Ésta es la Torá, un hombre Zot HaTorá adam (“Ésta es la ley [cuando] un hombre”) puede ser

traducido más literalmente como “Ésta es la Torá, un hombre”. Hombre corresponde a la Torá. La palabra hebrea para “hombre”, ADaM (‫)אדם‬, está compuesta por las letras alef, dalet y mem. Alef ( ‫ )אלף‬significa “estudio”, indicando la Torá. Dalet (‫ )ד‬tiene el valor numérico de 4, haciendo referencia a los cuatro elementos: el fuego, el aire, el agua y la tierra. Estos constituyen la composición material del hombre, que debe ser subyugada ante el alma.

La mem final (‫ )ם‬corresponde al Mundo que Viene, pues la mem final está cerrada, indicando un futuro no visto. Con la Torá, la persona puede trascender su aspecto físico y alcanzar el Mundo que Viene (Likutey Moharán I, 37:3). Ésta es la Torá, un hombre Así como la humanidad consiste de diferentes clases de personas -por ejemplo, ricos y pobres- de la misma manera la Torá tiene toda clase de aplicaciones, permisivas y restrictivas (Likutey Moharán I, 13:5). Sólo cuando

uno lleva a cabo todas las mitzvot de la Torá es llamado un “hombre” completo. Ésta es la Torá, un hombre Así como la persona puede escribir las letras de la Torá sobre un trozo de pergamino transformando ese pergamino en un rollo de la Torá, de la misma manera uno puede transformarse a sí mismo en un rollo de la Torá al inscribir las letras de la Torá sobre uno mismo -i.e., al hablar continuamente palabras de Torá y de santidad- es posible transformar el cuerpo en un receptáculo de Torá y de santidad (Likutey Halajot I, p. 470).

Ésta es la Torá, un hombre Cada judío es como un libro de Torá. Cuantos más judíos existan en el mundo, más Torá será revelada. Y cuantos más libros de Torá sean publicados y revelados en el mundo, más grande será el grado de claridad que ganaremos al observar la Torá (Likutey Halajot III, p. 236a). Esto explica por qué es una gran mitzvá “fructificar y multiplicarse” (Génesis 1:28) - pues al tener hijos, se genera una mayor revelación de Torá en el mundo. Ésta es la Torá, un hombre

Existen “cámaras de la Torá” que la persona puede entrar y recorrer, pasando de una habitación a la otra - es decir, de una idea a otra, así sean las ideas de otros o las propias. Pero nunca es posible llegar al corazón mismo de la Torá. Como analogía, es posible escribir la palabra “hombre”, dibujar la figura de un nombre o hacer una escultura con la imagen de un hombre. Pero nada de esto es un ser humano en verdad. De la misma manera, la Torá se manifiesta en varios grados. Pero uno debe trabajar para alcanzar la verdadera Torá. Es por ello que el versículo dice: “Ésta es la

Torá, un hombre”. Debemos alcanzar la Torá que es tan real como un hombre (Likutey Moharán I, 245). Ésta es la Torá, un hombre La Torá contiene un intelecto que está compuesto de sabiduría, comprensión y conocimiento correspondiente a las sefirot de Jojmá, Biná y Daat. Juntos, esos tres aspectos del intelecto representan el Santo Nombre de Dios, IáH (‫ה‬-‫)י‬. Jojmá representa la iud (‫)י‬, Biná representa la hei (‫ )ה‬y Daat es la confluencia de las dos. Iud (‫ )י‬tiene el valor numérico de

10, hei (‫ )ה‬tiene el valor de 5, sumando 15 entre ambos. Además, la letra hei tiene tres “expansión”, pues puede ser pronunciada de tres maneras diferentes: hei-alef (‫)הא‬, hei-hei (‫)הה‬, hei-iud (‫)הי‬. Tres veces 15 es igual a 45, que es el valor numérico de ADaM (‫)אדם‬. Así, el estudio de la Torá le da a uno el mérito de ser llamado “hombre” (Likutey Moharán I, 101:3). Ésta es la Torá, un hombre Vivir con la Torá hace de persona un “hombre”. Cuando persona se separa de la Torá, divorcia de su intelecto; así, ya no

la la se es

más clasificada como “hombre” (Likutey Halajot III, p. 32). Ésta es la Torá cuando un hombre muere en una tienda La Torá sólo permanece con alguien que “se deja morir a sí mismo” por ella (Berajot 63b). ATzMO (‫ומצע‬, “a sí mismo”) alude a ATzMiutó (‫ עצמיותו‬, “su esencia”) i.e., sus malos rasgos y deseos, la fuente de todos los daños grabados en ATzMOtav (‫עצמותיו‬, “sus huesos”). La persona que “haga morir” sus pasiones materiales para alcanzar la

Torá, logrará la luz de la sabiduría de la Torá, que purga los malos rasgos grabados en sus huesos (Likutey Moharán I, 101:3). Ésta es la Torá cuando un hombre muere en una tienda Para merecer la Torá, la persona deberá estar dispuesta a “morir en la tienda” del verdadero Tzadik (Likutey Halajot IV, p. 222).

20:1 Y vino toda la congregación de los hijos de Israel al desierto de Tzin en

el mes primero; y el pueblo se estableció en Kadesh y allí falleció Miriam y fue sepultada. Y vino toda la congregación... al desierto de Tzin... allí falleció Miriam... No había agua El Rebe Najmán encuentra en estos versículos una alusión al proceso de hacer descender nuevas enseñanzas de Torá: “Miriam” - el nombre MiRiam (‫ )מרים‬es similar a MaR (‫מר‬, amargo) y representa a la persona que sólo come

“pan con sal, en medida” (Avot 6:4) al crear ideas originales de Torá. “Allí falleció Miriam... No había agua” - cuando Miriam falleció, se secó el pozo que proveyó de agua al pueblo judío a lo largo de sus viajes por el desierto (Taanit 9a). BeER (‫באר‬, pozo) alude a BIuRei HaTorá (‫באורי התורה‬, explicaciones de la Torá). Miriam falleció en MiDBaR TziN (‫מדבר צן‬, el desierto del Tzin), que es similar a DiBuR MeTzuNan (‫דיבור מצנן‬, palabras frías e indiferentes). Cuando parte el alma que hace descender explicaciones de Torá, las explicaciones de Torá también parten.

“El pueblo discutió con Moisés” cuando desaparece la fuente de las explicaciones de Torá, la gente comienza a argüir en contra de los Tzadikim, en lugar de esperar pacientemente a que ellos traigan nuevas lecciones de Torá. “Ellos cayeron sobre sus rostros” el “rostro” representa sabiduría y comprensión de la Torá. Ya no era visible la claridad de la Torá. “Háblale a la roca, a la vista de ellos y ella dará sus aguas” - en ese punto, Moisés mismo tenía que transformarse en la fuente del comentario de la Torá y debía hacerlo

hablándole a la roca. “Dios habló con Moisés, diciendo, ‘Toma la vara... háblale a la roca, a la vista de ellos’” - Dios le dijo a Moisés que hablase delante del pueblo. De haberlo hecho, habría unido al pueblo, lo que hubiera aumentado las fuerzas de la santidad. Además, debía llevar su vara. La vara representa los méritos de las propias mitzvot, que tienen el poder de anular el mal en los demás. “Háblale a la roca” - “hablar” connota decir las palabras con calma, con humildad y modestia (Shabat 63 a; Rashi sobre Salmos 47:4), y “la roca” corresponde al Corazón Superior, la

fuente de las enseñanzas de Torá, como en “la roca de mi corazón” (Salmos 73:26). Para atraer nuevas enseñanzas de Torá desde el Corazón Superior, uno debe derramar su corazón con plegarias y súplicas delante de Dios. “Oigan, rebeldes” - MoRIM (‫מורים‬, rebeldes) también puede traducirse como “maestros”, como en la frase MoRIM et MoReIhem (‫מורים את מוריהם‬, “ellos instruyen a sus maestros”). Moisés amonestó al pueblo por rebelarse en contra de Dios y de él mismo al pedir nuevas explicaciones de Torá en lugar de esperar pacientemente a que el Tzadik las trajese de nuevo.

“Moisés levantó la mano y golpeó la roca” - la “mano” de Moisés indica la plegaria (ver Targúm Onkelos sobre Éxodo 17:12), y “levantarla” implica que elevó su plegaria por sobre las del pueblo, basándose solamente en sus propios méritos. “Golpeó la roca” - no le habló con súplicas y ruegos sino que intentó tomar las explicaciones de Torá del Corazón Superior por la fuerza. Como resultado, no santificó el Nombre de Dios y no se le permitió entrar a la Tierra Santa. A partir de aquí podemos aprender que uno nunca debe forzar un tema. Si Dios otorga lo que uno pide, Él lo

otorga; y si no, no. También podemos aprender que cuando la persona hace descender enseñanzas de Torá de la manera apropiada merece entrar a la Tierra de Israel (Likutey Moharán I, 20:16).

20:6 Moisés y Aarón se alejaron de la congregación hacia la entrada de la Tienda de Reunión y cayeron sobre sus rostros; y la gloria de Dios se les apareció.

Cayeron sobre sus rostros Los Tzadikim se prosternan sobre el suelo - i.e., se arrojan hacia los niveles más bajos para buscar las almas perdidas y salvarlas (Likutey Halajot I, p. 210a).

20:8 “Toma la vara y reúne a la congregación, tú y Aarón, tu hermano; y háblale a la roca, a la vista de ellos, y ella dará sus aguas; así les sacarás agua

de la roca, y darás de beber a la congregación y a sus ganados”. Háblale a la roca De haberle hablado a la roca, habría revelado el gran poder del habla. Así, “Porque desobedecieron Mi boca” (Números 20:24) - significa, el poder del habla que puede ser utilizado en santidad (Likutey Halajot I, p. 193a).

20:11 Moisés levantó la mano y golpeó dos veces la

roca con su vara. Surgió abundante agua, y bebió la comunidad y su ganado. Moisés golpeó la roca El robo entontece al sabio y corrompe el corazón (Eclesiastés 7:7). Éste era Moisés, quien fue llevado al error por aquellos que se juntaron en su contra (Rashi, loc. cit.). Ora a Dios con súplicas y no con demandas. Si Dios otorga lo que uno pide, Él lo otorga; y si no, no (Likutey Moharán I, 20:5).

Los judíos hicieron encolerizar a Moisés al demandar agua en el desierto. Moisés respondió demandando una acción -golpeando la roca- en lugar de rogar delante de Dios y “hablarle de manera suave” a la roca, con súplicas. Demandar es como robar, como aquel que toma algo por la fuerza. Y forzar un tema siempre lleva al error. Sin embargo, Moisés aprendió la lección y no volvió a equivocarse. Cuando los judíos pecaron con el becerro de oro y nuevamente con los espías, él pidió y oró delante de Dios para que los perdonase (Likutey Halajot VIII, p. 222a-b). Moisés golpeó la roca

Dado que el pueblo enojó a Moisés al punto en que se equivocó y golpeó la roca, el daño en Mei Merivá (literalmente, “Aguas de la Disputa”) fue equivalente a una falta de fe en los Tzadikim. “Aguas” hace referencia a la Torá; al golpear la roca, Moisés produjo un daño en el descenso de las enseñanzas de Torá. Por lo tanto nuestros Sabios afirman que si Moisés no hubiese golpeado la roca, no habría experimentado dificultades para aclarar la ley de la Torá (Tikuney Zohar #21, p. 43a).

Todas las dificultades para aclarar un tema provienen del pecado de Adán que comió del Árbol del Conocimiento del Bien y Mal. “Bien” representa lo permitido; “Mal” representa lo

prohibido. Si Moisés le hubiese hablado a la roca para hacer salir sus “aguas”, habría rectificado el pecado de Adán. Ahora depende de nosotros fortalecer nuestra fe en los Tzadikim y dedicarnos a aclarar las leyes para saber qué es lo correcto que debemos hacer, así podremos rectificar el pecado de Adán y nuestros propios pecados (Likutey Halajot III, p. 398). Moisés golpeó la roca El daño de golpear la roca fue similar al daño de atraer a la multitud mezclada, que hizo el becerro de oro (ver Éxodo 32). Cuando Moisés atrajo a la multitud mezclada, lo hizo sin pedirle a

Dios que le otorgase la capacidad de hacerlo de la manera correcta y sin forzarlo. Este daño permitió que la multitud mezclada llevase a los judíos a equivocarse con respecto al becerro de oro. Moisés tuvo una posibilidad de rectificar ese daño cuando se le dijo que le “hablase” a la roca, implicando un pedido en lugar de hacerlo por la fuerza. Pero Moisés se encolerizó y volvió a equivocarse, perdiendo la oportunidad de rectificar ese daño (Likutey Halajot II, p. 51a). Moisés golpeó la roca Si Moisés no hubiese golpeado la roca, no habría habido necesidad de trabajar para comprender la Ley Oral (Tikuney

Zohar #21, p. 43a). La “roca” representa la Ley Oral (ver Likutey Moharán I, 12:4).

Toda la abundancia nos llega a través de los canales de la Torá. Esa abundancia se revela de diferentes maneras, dependiendo de la forma en cómo se estudie la Torá. Podemos estudiarla lishmá (por sí misma) - es decir, para beneficio espiritual. Podemos estudiarla shelo lishmá (no por sí misma) - es decir, para beneficio material (por ejemplo, para obtener honor, status o riquezas). También podemos estudiarla shelo lishmá con el objetivo de utilizar el conocimiento de

la Torá para demostrar nuestra superioridad sobre los demás. Sobre este último aspecto, afirman nuestros Sabios: “Mejor le hubiera sido no nacer” (Berajot 17a). El Tzadik siempre estudia la Torá lishmá y está constantemente inmerso en tareas espirituales, todo en aras del Cielo. La persona común no siempre es capaz de esta clase de estudios o de dedicación en sus devociones. Sin embargo, todos necesitan de la abundancia material. Por ese motivo, el Tzadik a veces enfrenta oposición, lo que le hace caer en el aspecto shelo lishmá. Enseñan nuestros Sabios sobre el versículo “Larga vida está a su

derecha; riquezas y honor a su izquierda” (Proverbios 3:16), indicando que lishmá representa un compromiso espiritual total con la Torá, mientras que shelo lishmá representa el aspecto material de la Torá (Shabat 63a). La oposición al Tzadik lo fuerza hacia el shelo lishmá, pero esto es intencional por parte del Cielo. Este shelo lishmá i.e., un error por parte del Tzadik cometido debido a la ira o a la oposición en su contra- lleva en última instancia a traer abundancia para la persona común. Esto es lo que sucedió cuando Moisés se preparó para sacar agua de la roca. El pueblo disputó contra Moisés

quien se enojó debido a la oposición, lo que lo hizo caer en la ira conceptualmente shelo lishmá- y golpear la roca, forzándolo hacia el shelo lishmá. En lugar de hablarle a la roca para traer abundancia, se encolerizó y “forzó” a la roca a dar agua. Como resultado de su disputa, los judíos tuvieron constantes dificultades para “sacar” agua de la roca - i.e., sacar comprensión de la Ley Oral, como enseñan nuestros Sabios: “Aquel que estudia la Torá lishmá es como una fuente que aumenta su caudal y como un río que nunca se detiene” (Avot 6:1) (ver Likutey Halajot V, p. 122).

20:13 Éstas son las Aguas de la Disputa, donde el pueblo de Israel arguyó con Dios y Él fue santificado en ellos. Las Aguas de la Disputa “Aguas” hace referencia a la disputa (cf. Sanedrín 7a).

Cuando son utilizadas de la manera apropiada, las disputas pueden servir como un medio para llegar a reconocer a Dios. Toda serie de preguntas y respuestas puede dar como resultado enseñanzas sobre cómo servir a Dios. Así, las Aguas de la Disputa rectifican

esas controversias (Likutey Moharán I, 61:5).

20:14 Moisés envió mensajeros desde Kadesh al rey de Edom. “Así dice tu hermano Israel, ‘Tú sabes de todos los problemas que hemos encontrado’”. Moisés envió mensajeros... al rey de Edom... Tú sabes de todos los problemas que hemos encontrado El intercambio de palabras entre

los israelitas y el rey de Edom alude a los pasos que son necesarios para enseñar Torá y aumentar la santidad: “Moisés envió mensajeros” malajim (mensajeros) también puede traducirse como “ángeles”. Esos ángeles llegan a la existencia cuando los judíos articulan en voz alta sus plegarias y la Torá. “El rey de Edom” - esto hace referencia a las fuerzas de Esaú, quien es conocido como Edom (Génesis 36:1). “Tú sabes de todos los problemas que hemos encontrado” - Edom sabía del exilio de los judíos porque, en un

sentido espiritual, Edom administra todos los castigos dispuestos por el Cielo para los judíos. Esto fue particularmente así con respecto al exilio en Egipto en el cual los judíos estuvieron subyugados por la espada, que se encuentra bajo el poder de Edom. Los judíos fueron subyugados por la espada porque dañaron su pacto, un acto que trae la espada, como en “una espada de venganza para vindicar el pacto” (Levítico 26:25). “Los egipcios nos maltrataron... Cuando clamamos a Dios, Él oyó nuestra voz y envió un emisario para sacarnos de Egipto” - este emisario era Moisés (Vaikrá Rabah 1:1), quien

representa daat (percepción superior). Al dañar el pacto se daña el daat de la persona, mientras que clamar despierta el daat, como dicen nuestros Sabios: “El sonido de la voz facilita la concentración del pensamiento” (cf. Berajot 24b). Por lo tanto el clamor del pueblo despertó daat -Moisés- y rectificó el pacto, permitiendo que Moisés “nos sacase de Egipto”. Dado que la redención de Egipto se produjo a través de la “voz” de los judíos, recitamos La Hagadá en voz alta en el Seder de Pesaj. HaGaDá (‫)הגדה‬ indica la rectificación del pacto, como en “Él te habló (‫ויגד‬, vaiaGueD) de Su pacto” (Deuteronomio 4:13). Y la

principal mitzvá es recitar La Hagadá sobre el vino (Pesajim 99b), pues el vino indica la rectificación de daat. Como enseñan nuestros Sabios: “El vino y las fragancias hacen inteligente a la persona”, y “TiRoSh (vino) si uno es digno, se vuelve RoSh (importante)” (Ioma 76b), haciendo referencia a daat. “Ahora estamos en KaDeSh (‫)קדש‬, una ciudad al borde de tu frontera” esto significa que la KeDuShá (‫קדושה‬, santidad) de los judíos era débil, bordeando con el límite de la impureza. “Por favor déjanos pasar por tu tierra” - los judíos querían viajar hacia la Tierra de Israel por medio del poder

de Edom, para recibir de él el poder de castigar a los demás con la espada, pues de esa manera querían silenciar a los malvados. “No pasaremos por ningún campo ni viña y no beberemos agua alguna de ningún pozo” - esto alude a los placeres de este mundo, que los judíos no deseaban. “Viajaremos por el camino real” los judíos sólo seguirían el sendero del Rey del mundo. “No pases a través mío o saldré contra ti con la espada” - Edom respondió de esa manera porque el

poder de los judíos estaba debilitado. “Iremos por el sendero” - los judíos trataron de apaciguar a Edom porque la persona que se encuentra en un nivel inferior de santidad no debe provocar a los malvados, dado que el malvado puede devorar a un hombre recto más grande que él (cf. Habakuk 1:13). “Si nosotros o nuestros rebaños bebemos algo de tus aguas, la pagaremos a precio completo” - “agua” es sinónimo de juicio, como en “Que el juicio caiga como agua” (Amos 5:24). El Targúm Onkelos traduce “precio completo” como “su precio”. Cuando la

santidad está limitada, se hace necesario halagar a los malvados en las cortes corruptas e incluso sobornarlos, dándoles “su precio”. “Ninguna cosa sucederá; pasaremos a pie” - DaVaR (cosa) también puede traducirse como “palabra”. “Pies” es una referencia a la gente común, como en “Todo el pueblo que está a tus pies” (Éxodo 11:8). Los judíos querían que los malvados no tuviesen palabras para engañar a la gente común. Pero nuevamente Edom respondió, “¡No pases!”. A partir de esto podemos concluir que antes de enseñar Torá, uno debe

derramar su plegaria y unirse a las almas de los oyentes. Esto aumenta el poder de la santidad, como está escrito, “En la multitud del pueblo se encuentra el esplendor del Rey” (Proverbios 14:28). El aumento de la santidad está en relación al aumento del brillo de la Torá. Cuanto mayor es el brillo de la Torá, más grande es el poder de los ángeles. Y cuanto mayor es el poder de los ángeles, más es capaz la persona de castigar a los malvados que calumnian (Likutey Moharán I, 20:10).

20:28 Moisés le quitó a Aarón sus vestimentas y las

colocó en su hijo Elazar. Aarón falleció allí, en la cumbre del monte y Moisés y Elazar descendieron del monte. Aarón falleció... Toda la comunidad vio No leas “vio” sino “fue vista”. Cuando Aarón falleció, las Nubes de Gloria partieron y los judíos quedaron expuestos a la vista de sus enemigos (Rashi).

Las Nubes de Gloria, que se presentaron en mérito a Aarón, protegieron a los judíos de Amalek, del

mal ojo. Cuando las Nubes partieron con el fallecimiento de Aarón, Amalek atacó (Likutey Halajot II, p. 182a-364). La frase ra ain (‫רע עין‬, mal ojo) tiene el valor numérico de 400, que hace recordar a los 400 hombres que Esaú llevó consigo para atacar a Iaacov (Génesis 32:7). Amalek, el descendiente de Esaú, siempre trata de hacer caer un mal ojo sobre la nación judía. Para desbaratar a Esaú y a Amalek y a su mal ojo, los judíos llevan a cabo muchas buenas acciones desde Rosh HaShaná hasta Iom Kipur. El éxito de sus esfuerzos se revela en Sukot, que conmemora las Nubes de Gloria que protegieron a los judíos del mal ojo

(Likutey Halajot II, p. 364). Es por ello que

Sukot sigue inmediatamente después de Rosh HaShaná y Iom Kipur.

21:1 Cuando el cananita, el rey de Arad, que habitaba en el Neguev, oyó que Israel estaba viajando por la ruta de los espías, enfrentó a Israel en batalla y tomó algunos cautivos. El cananita... que habitaba en el Neguev

Éste era Amalek, que oyó que las Nubes de Gloria partieron después del fallecimiento de Aarón (Rashi).

Las Nubes de Gloria aluden a la mitzvá de la suká (ver Levítico 23:43). Esta mitzvá nos protege de Amalek - de la herejía, de la inmoralidad y demás. Sólo cuando nos permitimos estar “afuera” de las suká puede atacarnos Amalek (Likutey Halajot III, p. 426).

21:5 El pueblo habló en contra de Dios y de Moisés: “¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el

desierto? ¡No hay pan ni agua! Nuestras almas están disgustadas con este pan insustancial”. Pan insustancial La Torá sólo les fue dada a aquellos que comieron el maná (Mejilta Beshalaj #17).

Uno puede ver lo que desee en su alimento. Los malvados desdeñaron el maná, llamándolo lejem hakelokel (pan insustancial), quejándose de ello. Pero los rectos honraron al maná y así fueron capaces de saborear todas las cosas

buenas que se se podían buscar en él. Para ellos, era pan del Cielo (Likutey Halajot II, p. 82).

21:14 Por lo tanto está dicho en el libro de las Guerras de Dios: “He dado como límite extremo los ríos de Arnon”. He dado como límite extremo Et vaHeV BeSuFá (‫את והב בסופה‬, “He dado como límite extremo”) - ellos no se movieron de allí hasta que se volvieron OHaVim (‫אוהבים‬, amantes) (Kidushin 30b).

Toda disputa que sea en aras del Cielo, al final (Be SoFá,) su valor perdurará (Avot 5:17).

Aunque los estudiosos de Torá discuten sobre las palabras de Dios, al final, son amigos, pues su batalla es en aras de Dios y los llevará finalmente a alcanzar daat (conocimiento de Dios). Aunque una batalla en aras del Cielo pueda parecer hostil, de hecho es una expresión de profunda paz (Likutey Moharán I, 56:8).

21:15 “Y la corriente de los torrentes que corren por la

región de Ar y se recuesta sobre el borde de Moab”. La corriente de los torrentes Cuando los judíos estaban viajando hacia la Tierra Santa, las montañas de la Tierra se desarraigaron y salieron a su encuentro, como una sierva sale a recibir a su ama (Rashi).

Debido a que los judíos deseaban llevar a cabo la mitzvá de entrar a la Tierra Santa, la santidad de esa mitzvá descendió sobre ellos. Así, las montañas de la Tierra “salieron a su encuentro”. Lo mismo es verdad de cada mitzvá que realiza la persona. La santidad de la

mitzvá desciende sobre ella desde el mismo momento en que toma la decisión de llevarla a cabo, ayudándola a realizarla (Likutey Halajot II, p. 118a).

21:18 “Pozo que cavaron los príncipes y lo ahondaron los líderes del pueblo con sus varas a través del legislador - un regalo del desierto “. Pozo... que cavaron... los líderes del pueblo con sus varas Cuando los judíos acampaban en el desierto, el líder de cada tribu tomaba su

vara y trazaba un surco desde el pozo hacia el campamento de su tribu; por él fluía el agua hacia ellos (Rashi sobre Números 21:20).

El “pozo” representa la fuente de vida y de vitalidad. Los líderes de cada tribu representan a los Tzadikim que pueden traer esa luz y esa vitalidad desde Dios y canalizarla hacia cada individuo, de acuerdo a su capacidad para recibirla (Likutey Halajot III, p. 94a). Pozo que cavaron los príncipes y lo ahondaron los líderes del pueblo con sus varas a través del legislador - un regalo del desierto

Este versículo describe el proceso en el cual es posible alcanzar la vida eterna: “Pozo” - BeER (‫באר‬, pozo) alude a BIuRei HaTorá (‫התורה‬ ‫באורי‬, explicaciones de la Torá). “Que cavaron los príncipes” JaFaRua (‫חפרוה‬, cavar) es similar a JaFRa (‫חפרה‬, humillado), como en “La luna será humillada” (Isaías 24:23). Cuando la persona estudia y aprende las explicaciones apropiadas de Torá, siente vergüenza por sus pecados y se ve inspirada a arrepentirse. Esto es especialmente así con los “príncipes” los líderes espirituales judíos- quienes

derivan su iluminación de Moisés. Esos príncipes son llamados NeDiVei haam (‫נדיבי העם‬, “los líderes del pueblo”) aludiendo al arrepentimiento, como en “Cuando ellos se ofrecen (behitNaDeV, ‫( ”)בהתנדב‬Jueces 5:2), que Rashi explica cómo “cuando ellos ofrecen sus corazones al arrepentimiento”. “A través del legislador” - esto es una referencia a Moisés (ver Bava Batra 15a). Moisés es el epítome de la humildad, que es capaz de instilar en los demás. MeJoKeK (‫מחקק‬, legislador) tiene el valor numérico de 248, correspondiente al número de miembros en el cuerpo humano, pues la humildad de Moisés se encuentra en cada judío, en

cada uno de los 248 miembros de la persona. “Con sus varas” - esto alude a la resurrección, como afirman nuestros Sabios: “‘Cada hombre con la vara en su mano’ (Zacarías 8:4) - los Tzadikim están destinados a hacer renacer a los muertos” (Pesajim 68a). Así, como resultado de la humildad de Moisés, que se encuentra en cada uno de los 248 miembros de cada persona, todos podrán arrepentirse y volver a la vida. “Un regalo del desierto” - es necesario buscar el nivel de la humildad simbolizado por el polvo y la arena del desierto, como enseñan nuestros Sabios:

“Si la persona se vuelve como un desierto para que todos caminen sobre él, el conocimiento de la Torá le será dado como un regalo” (Eruvin 54a). Mataná (regalo) hace referencia al Shabat, como afirman nuestros Sabios: “Dios dijo, ‘Tengo un hermoso regalo en Mi Tesoro. Su nombre es Shabat’” (Shabat 10b). Así, mediante la humildad y el arrepentimiento la persona merece el Shabat - el Mundo que Viene (Likutey Moharán II, 72:9).

21:34 Dios le dijo a Moisés, “No le tengas miedo; porque a él y a todo su pueblo y a su

tierra los he entregado en tu mano. Y harás con él como hiciste con Sijón, rey de los emoritas, que habitaba en Jeshbón”. No le tengas miedo Moisés atacó sin miedo al gigante Sijón, pero tuvo temor de Og. Pues Og había sido originalmente un siervo de la casa de Abraham; había sido circuncidado incluso antes que Itzjak (cf. Génesis 17:23). Abraham corresponde a la sefirá de Jesed, que está asociada con el “lado derecho” de la energía

espiritual y Og podía tomar sustento de esa energía. Dado que Og poseía el poder del lado derecho, Moisés temía que pudiese tomar su fortaleza del poder de la santidad. Quizás había sido eso lo que le había asegurado una longevidad tan extraordinaria (¡más de 400 años!) y podía asegurarle ahora la victoria, pese a su maldad (Likutey Moharán I, 55:9). Y harás con él como hiciste con Sijón Cuando Ioshúa guió a los judíos en su conquista de la tierra de Canaán, pudo vencer a los treinta y un reyes. Pero, por sí mismo, no pudo conquistar

a Sijón y a Og, cuyas tierras bordeaban la Tierra Santa. Sólo Moisés tuvo la fortaleza para conquistar a esos reyes, quienes representan el poder y los obstáculos que se encuentran en la frontera de todo lo sagrado. Si el pueblo hubiese seguido a Moisés de todo corazón, habría podido entrar a la Tierra Santa incluso en vida de Moisés. Pero dado que los judíos se rebelaron contra él, tuvieron que enfrentar muchos obstáculos para obtener la posesión de la Tierra. Leemos Parashat Jukat antes de Tisha beAv, el día en que conmemoramos la destrucción del Santo Templo, pues la destrucción nacional se produce debido

a la rebelión en contra del Tzadik. La oposición al Tzadik también hizo que ambos, Moisés y Aarón, falleciesen justo en la frontera de la Tierra Santa. Aun así, debido a que conquistaron los obstáculos en la frontera, los judíos merecieron entrar a la Tierra y finalmente ganar sus batallas (Likutey Halajot VII, p. 187a-374).

Parashat Balak

22:2 Y Balak, hijo de Tzipor vio todo lo que había hecho Israel al emorita. Balak y Bilaam Balak representan las “bestias salvajes” - aquellos que niegan la Providencia Divina y creen en la naturaleza, dejándose llevar por sus

pasiones y búsquedas materiales, sólo por placer. BaLaK (‫ )בלק‬quería LoKeK (‫לוקק‬, lamer) la sangre de los judíos, como una bestia salvaje. Bilaam representa la “serpiente maligna” - aquel que se presenta como una persona temerosa de Dios pero utiliza su sabiduría para desarrollar explicaciones y metodologías ateas que alejan a los demás de Dios. Fue llamado BiLAam (‫ )בלעם‬porque quería BoLeA (‫בולע‬, tragar) a toda la nación judía. Cuando Balak vio que los judíos conquistaban fácilmente a sus enemigos, Sijón y Og, tuvo miedo. Aunque era un hechicero consumado, su magia no tenía

ningún poder en contra de Israel. Debido a que Balak creía en la naturaleza y en su capacidad para usurpar y modificar la naturaleza a través de la hechicería, no tenía poder en contra de los judíos que, con sus plegarias, están más allá de la naturaleza. Pero Bilaam era el maestro de todos los hechiceros (Zohar III, 192a) y su poder estaba en su boca, en su capacidad para maldecir - i.e., para desviar la fe de la persona y convencerla de rebelarse en contra le Dios (Likutey Halajot I, p. 139a-141a).

22:4 Moab le dijo a los ancianos de Midian, “Ahora

la congregación devastará todo lo que nos rodea, como un buey que devora la vegetación en el campo”. En ese tiempo Balak, el hijo de Tzipor, era rey de Moab. Moab le dijo a los ancianos de Midian Aunque Moab y Midian era viejos enemigos, hicieron la paz para atacar a los judíos (Rashi).

MiDiaN (‫ )מדין‬es similar a DiN (‫דין‬, juicios). Así, los “ancianos de Midian” hacen referencia a la ira y a los juicios,

como opuesto a los “ancianos de la santidad”, quienes representan la paciencia y la compasión. Balak, el rey de Moab, temía que los judíos lo “devorasen” - i.e, que consumiesen su sendero del mal. Por lo tanto llamó a los ancianos de Midian, sus enemigos, para que lo ayudasen a detener la difusión de la santidad, de la paciencia y de la compasión (Likutey Halajot I, p. 144a). Moisés, Balak, Bilaam y su asna Cuando los moabitas vieron que los hijos de Israel habían salido victoriosos sobre Sijón y Og, de una manera milagrosa, dijeron, “Su líder creció en Midian”, y fueron a preguntarles a los midianitas cuáles eran las principales características

de Moisés. Los midianitas les dijeron, “Su poder está en su boca [i.e., el poder de la plegaria]” - por lo cual los moabitas decidieron vencer a los judíos con un hombre (Bilaam) cuyo poder también estaba en su boca [i.e., para pronunciar maldiciones] (Rashi).

Balak buscó contrarrestar el poder de Moisés contratando a Bilaam, cuyos poderes eran iguales a los de Moisés pero se originaban en el Otro Lado de la santidad. Esto dispuso el escenario para una batalla arquetípica. Moisés representa al verdadero Tzadik que estudia la Torá con pureza y les puede traer la luz de la Torá a todos. Bilaam representa el falso erudito de Torá; aquel que presenta enseñanzas

aparentemente hermosas de Torá pero que no vive a la altura de ninguno de los ideales de la Torá. El malvado que enseña Torá es muy peligroso - puede producir la caída de mucha gente. Pero el Tzadik verdadero retira las palabra de Torá de la persona malvada y las transforma, volviéndolas beneficiosas. Los poderes de Moisés eran tales que podía elevar la Torá desde el nivel más bajo en que había caído, desde la boca de Bilaam, transformándola en Torá y trayendo bendiciones. Por lo tanto pudo obstruir los designios del malvado Bilaam. Es posible ver esto en la historia de Bilaam, que tuvo relaciones con su asna (ver Avodá Zará

4b).

El asna reprochó a Bilaam, “Hahaskein hiskanti ¿He acostumbrado [a hacer estas cosas contigo antes]?” (Números 22:30), que el Targúm Onkelos traduce como “HameiLaF ALiFna - ¿Alguna vez me han enseñado?” (de la palabra ALeF, estudio). Bilaam estaba totalmente avergonzado y fue incapaz de maldecir a los judíos. Las palabras del asna revelan que los poderes de Bilaam surgían de sus estudios inapropiados. Pues pese a la aparente piedad de Bilaam y a su erudición, de hecho era profundamente inmoral, llevando la erudición de la Torá a un nuevo y bajo nivel (Likutey Halajot V, p. 538-270a-540).

22:5 Y envió mensajeros a Bilaam el hijo de Beor, a su tierra de Petor, que está junto al río, para llamarle diciendo: “He aquí un pueblo que acaba de salir de Egipto; he aquí que cubre la faz de la tierra y está asentado enfrente de mí”. Balak envió mensajeros a Bilaam Cuando los moabitas vieron que los hijos de Israel habían salido victoriosos sobre

Sijón y Og, de una manera milagrosa, dijeron, “Su líder creció en Midian”, y fueron a preguntarles a los midianitas cuáles eran las principales características de Moisés. Los midianitas les dijeron, “Su poder está en su boca [i.e., el poder de la plegaria]” - por lo cual los moabitas decidieron vencer a los judíos con un hombre (Bilaam) cuyo poder también estaba en su boca [i.e., para pronunciar maldiciones] (Rashi).

Moisés es la personificación del daat de santidad, mientras que Bilaam es la personificación del daat de la impureza. En ambos casos, la revelación del daat se produce a través de la boca, como está escrito, “Noche a noche dice su daat” (Salmos 19:3). Sin embargo, cuando el malvado habla y exhala aire

de su boca, produce un aire envenenado de inmoralidad y todo aquel que oye sus palabras y las respira, introduce ese aire en su cuerpo (Likutey Moharán I, 43). El rabí Natán agrega que hoy en día nos es muy difícil saber quién es realmente malo. La única manera de evitar el habla de la persona malvada y protegernos de los pensamientos y de las acciones inmorales es orando y pidiéndole a Dios que nos proteja del “malvado que tiene daat” y nos guíe en el sendero de los santos Tzadikim (Likutey Tefilot I, 43). Bilaam

Nunca volvió a levantarse en Israel un profeta como Moisés (Deuteronomio 34:10). Nunca volvió a levantarse en Israel, pero sí lo hizo en las naciones. ¿Quién fue? Bilaam (Sifri; Zohar II, 21b).

Moisés representa la Torá de la pureza. Su nombre, MoShé RaBEiNU (‫משה רבינו‬, “Moisés, nuestro maestro”), tiene el mismo valor numérico que TaRIaG (‫תרי״ג‬, 613), haciendo referencia a las 613 mitzvot que conforman la Torá (Megalé Amukot #113). BiLAaM (‫)בלעם‬, que es el paralelo de Moisés dentro de las fuerzas de la impureza, también es el paralelo de la Torá dentro de las fuerzas de la

impureza, como está aludido por las letras de su nombre: bet, lamed, ain, mem. Bet (‫ )ב‬y lamed (‫ )ל‬son, respectivamente la primera y la última letra de la Torá (ver Génesis 1:1; Deuteronomio 34:12). Ain (‫ )ע‬tiene el valor numérico de 70, aludiendo a los setenta “rostros” o interpretaciones de la Torá. Mem (‫ )מ‬tiene el valor numérico de 40, correspondiente a los cuarenta días en los cuales fue dada la Torá (ver Éxodo 24:18).

Debido a que Bilaam estaba hundido en la impureza, deseaba desarraigar a la Torá, que está asociada con la pureza (Likutey Moharán I, 36:2).

22:8 Y él les dijo: “Pasen la noche aquí y les traeré una respuesta según me hable Dios”. Se quedaron pues, los príncipes de Moab con Bilaam. Pasen la noche aquí Dado que los profetas no judíos son

indignos de una comunicación Divina directa, el espíritu de profecía se posa en ellos sólo durante la noche (Rashi).

El espíritu de profecía puede posarse sobre un profeta a la noche o durante el día. “Noche” representa un “despertar desde Arriba” (i.e., Dios desea que así sea). “Día” representa un “despertar desde abajo” (i.e., la persona se vuelve digna de recibir la inspiración Divina). Dado que Bilaam era una persona indigna, sabía que no podía alcanzar la profecía durante el día. Por lo tanto les dijo a los mensajeros de Balak, “Pasen la noche aquí y les traeré una respuesta según me hable Dios” (Likutey Halajot I, p. 330).

22:18 Bilaam les respondió a los siervos de Balak: “Aun cuando Balak me diere su casa llena de plata y de oro, no puedo traspasar la palabra de Dios, mi señor, para hacer cosa alguna, ni chica ni grande”. No puedo traspasar la palabra de Dios... Ahora ustedes también permanezcan aquí esta noche

Así como cada persona puede utilizar su libertad de elección para volverse santa y atraer la Voluntad de Dios hacia su propia voluntad, los malvados como Bilaam utilizan su libertad de elección para impurificarse y llevar la Voluntad de Dios hacia sus malignos designios. Bilaam hizo creer a Balak que la Voluntad de Dios ya no era suprema (Dios no lo permita) y que él, Bilaam, podía hacer que la Voluntad de Dios se plegase a su deseo. Bilaam mostró ese deseo de atraer la Voluntad de Dios hacia la suya, pese al hecho de que Dios le había dicho que no fuese a ver a Balak (Números 22:12). Les pidió a los nuevos mensajeros que

se quedasen esa noche, con la esperanza de encontrar todavía una manera de maldecir a los judíos. Cuando comenzó su viaje para encontrarse con Balak, un ángel se colocó en su camino para detenerlo, pero él persistió en continuar. Bilaam golpeó a su asna tres veces; en su reproche el asna aludió a que Bilaam estaba tratando de desarraigar a una nación que celebra las Tres Festividades (Rashi sobre Números 22:28). Las Festividades conmemoran los milagros del Éxodo, cuando Dios reveló Su Providencia Divina, Su Voluntad. El que el asna abriese su boca para hablar fue un milagro que tenía la intención de demostrarle a Bilaam cuán lejos había caído, llevando sus impurezas hacia la

boca para poder maldecir a los demás. En verdad, estaba hundido en la impureza dado que cometía bestialismo con su asna (ver Avodá Zará 4b) (Likutey Halajot I, p. 142a-143a-286).

22:28 Dios abrió la boca del asna, la cual le dijo a Bilaam: “¿Qué te he hecho, para que me hayas pegado estas tres veces?”. Dios abrió la boca del asna Nunca volvió a levantarse en Israel un profeta como Moisés (Deuteronomio

34:10). Nunca volvió a levantarse en Israel, pero sí lo hizo en las naciones. ¿Quién fue? Bilaam (Sifri; Zohar II, 21b).

Entre los niveles de santidad y los niveles de impureza se encuentra la klipá de noga, que contiene tanto bien como mal. Noga representa la libertad de elección, que puede ser dirigida hacia ambos lados. Moisés alcanzó su nivel al utilizar la libertad de elección para servir a Dios, buscando los niveles más elevados de pureza. Bilaam decidió utilizar su libertad de elección para buscar los niveles más bajo de impureza. Se hundió tan bajo que llegó a cometer bestialismo con su asna (ver

Avodá Zará 4b).

Balak contrató a Bilaam para maldecir a los judíos porque había reconocido el tremendo poder del habla de Bilaam. Este poder le llegaba debido a que Bilaam aprovechaba toda oportunidad para llevar el poder de la santidad hacia el ámbito de la impureza. Pero Moisés era la contraparte de Bilaam en el ámbito de la santidad y pudo anular el poder de Bilaam. Al abrir la boca del asna, Dios le demostró a Bilaam que no tendría éxito en contra de Moisés. Al darle al asna una criatura carente de libertad de elección- el poder del habla, Dios le

estaba aludiendo a Bilaam que, aunque su poder del habla se apoyaba en los ámbitos más bajos, Bilaam no tenía la última palabra; no era el dueño de su propio destino. Cuando Bilaam fue a maldecir a los judíos, Dios puso Su palabra en la boca de Bilaam tal como se coloca un bozal en la boca de un animal (Rashi sobre Números 23:16). Dado que Bilaam abusó de su libertad de elección ésta le fue retirada (Likutey Halajot V, p. 310-156a-312-157a-314). Estas tres veces Mientras Bilaam estaba en camino a maldecir a los judíos, su asna comenzó a actuar de manera extraña. Primero salió del camino hacia el campo, luego entró a

un sendero entre dos paredes y aplastó la pierna de Bilaam contra una pared, entonces se echó al suelo en mitad del camino. Cada vez que Bilaam se enojaba golpeaba el asna, por lo que Dios abrió la boca del animal que dijo, “¿Por qué me has golpeado estas tres veces?”. En hebreo, la frase “tres veces” se escribe usualmente como shalosh peamim (‫פעמים‬ ‫)שלש‬, pero aquí está escrito como shalosh regalim (‫ )שלש רגלים‬aludiendo a los Shalosh Regalim (Tres Festividades) -i.e., Pesaj, Shavuot y Sukot- de la nación que Bilaam estaba tratando de desarraigar (Rashi).

Nuestros Sabios enseñan que Bilaam era completamente inmoral y tenía la intención de maldecir a los judíos hasta que también ellos

sucumbiesen a la inmoralidad. El asna lo empujó contra la pared para implicar que los judíos construirían su propio muro de protección en contra de la inmoralidad al controlar los pensamientos de sus mentes. Las Tres Festividades representan los tres parámetros de la mente -Jojmá, Biná y Daat- que protejan a la persona de la inmoralidad (Likutey Halajot VII, p. 328165a).

22:30 Dijo pues el asna a Bilaam: “¿Acaso no soy yo tu asna, en que has cabalgado desde tu juventud

hasta este día? ¿He acostumbrado a hacer estas cosas contigo antes”. Y él respondió: “No”. He acostumbrado a hacer estas cosas contigo antes El Targúm Onkelos traduce hahasken hiskanti (‫ההסכן הסכנתי‬, “He acostumbrado”) como hameiLaF ALiFna (‫המילף אליפנא‬, “acaso he aprendido y me he acostumbrado”), de la palabra ALeF (‫אלף‬, estudio). Bilaam también estudió la Torá. Pero su estudio estaba corrompido,

debido a su insolencia y naturaleza lujuriosa (Likutey Moharán I, 30:9). He acostumbrado a hacer estas cosas contigo antes Los actos de bestialismo de Bilaam (ver Sanedrín 105b) lo alejaron de la Torá y lo hicieron oponerse a ella (Likutey Moharán I, 36:2). Cuanto más grande sea la santidad de la persona, mayor será su capacidad de acceder a la Torá. Cuanto más bajo sea su nivel moral, más se opondrá a la Torá. He acostumbrado a hacer estas cosas

contigo antes [HahaSKeN hiSKaNti (‫ההסכן הסכנתי‬, “He acostumbrado”) es similar a SaKaNá (‫סכנה‬, peligro)]. Nuestros Sabios derivan de este término el hecho de que Bilaam tenía relaciones con su asna (Sanedrín 105b). Todos los caminos son considerados peligrosos (Ierushalmi, Berajot 4:4).

Hay peligro en los caminos si uno no se protege de la inmoralidad. El viaje requiere del cuidado del pacto (Likutey Moharán I, 31:4).

22:35 Pero el ángel de Dios le dijo a Bilaam: “Ve con los hombres; sin embargo no has de hablar otra cosa sino lo que yo te diga”. Fue, pues, Bilaam con los príncipes de Balak. Ve con los hombres Por la senda que la persona desee ir, ellos [el Cielo] la llevarán (Makot 10b; Rashi).

Bilaam deseaba maldecir a los judíos. Al principio Dios le dijo que no fuese, pero cuando Bilaam insistió,

recibió finalmente permiso. Sin embargo, a cada etapa, Dios trató de detenerlo e impedir que llevase a cabo sus malas intenciones. Continuamente puso obstáculos al sendero de Bilaam, tratando de impedirle hacer el mal. Pero debido a que Bilaam insistió en seguir por su mala senda, ello lo llevó finalmente a su eterna destrucción. Él insistió en seguir una senda de destrucción en lugar de elegir la vida (Likutey Halajot IV, págs. 328, 338).

23:3 Luego Bilaam le dijo a Balak: “Ponte junto a tu holocausto, en tanto que yo

me vaya; por si acaso Dios se me revele: y cualquier cosa que Él me revele, te lo avisaré”. Se fue, pues, al páramo. Bilaam dijo Bilaam tenía la necesidad de maldecir a los demás. Estaba profundamente impuro y era culpable de inmoralidad, lo que lo llevaba a maldecir y a negar las bendiciones. Había corrompido sus recipientes y no podía recibir bendiciones. Por lo tanto anhelaba maldecir a los demás (Likutey

Halajot I, p. 182a).

23:7 Entonces él profirió su parábola y dijo: “Desde Aram me ha traído Balak, el rey de Moab, desde las montañas del oriente: ¡Ven, maldice a Iaacov, derrama maldiciones sobre Israel!”. Desde Aram me ha traído Balak, el rey de Moab ARaM (‫ )ארם‬es una referencia tanto al ancestro de Bilaam, Labán HaARaMi

(‫לבן הארמי‬, “Labán el arameo”) (ver Génesis 31:24), como a ARaMit (‫ארמית‬, arameo), el lenguaje del Targúm (la traducción al arameo de la Torá). Así como Labán intentó arrastrar a Iaacov, hacia un estado material de conciencia (ver Génesis 31), de la misma manera Bilaam trató de llevar al pueblo judío hacia la esfera mundana - la “traducción” en algo físico de los elevados niveles espirituales que pueden encontrarse en este mundo. Cuando la espiritualidad se ve subvertida y “traducida” en algo mundano, se debilita su conexión con Dios. Bilaam tenía intención de llevar a los judíos hacia ese nivel, para hacerlos

pecar (ver Likutey Moharán I, 19:4).

23:9 “Desde la cima de las peñas lo veo, y desde las alturas lo estoy contemplando: he aquí que este pueblo habita solo y entre las demás naciones no será contado”. Este pueblo habita solo Es una nación que está por sí misma: se dedica al hitbodedut, una plegaria privada, en reclusión, delante

de Dios (Likutey Halajot I, p. 145a).

23:10 “¿Quién puede contar el polvo de Iaacov o el número de la simiente de Israel? ¡Muera yo la muerte de los rectos y que mi final sea como el de ellos!”. Quién puede contar el polvo de Iaacov ¿Quién puede calcular o concebir la grandeza de cada uno de los pasos que da un judío cuando lleva a cabo una mitzvá, tal como ir a la sinagoga, recibir

a su rabí o practicar hitbodedut? Cada paso produce Arriba una gran alegría (Likutey Halajot I, p. 145a). Quién puede contar el número de la simiente de Israel Dios contempla cada gota de simiente para ver si de ella provendrá un Tzadik (Nidá 31a; Rashi).

El significado simple de esta enseñanza es que Dios mira para ver si de esa simiente se formará un Tzadik. En un nivel más profundo, Dios inspecciona cada simiente, aunque contenga los comienzos de alguien malvado. Dios espera con paciencia, pues

eventualmente verá un Tzadik crecer a partir de esa persona malvada (Likutey Halajot IV, p. 108-55a). Muera yo la muerte de los rectos Incluso Bilaam conocía la importancia y la grandeza de un fuerte deseo de servir a Dios. De haber podido vivir con buenos deseos, también el habría podido morir como los rectos (Likutey Halajot I, p. 290).

23:14 Le llevó entonces al campo de los atalayas, a la cumbre del Pisgá, y edificó

siete altares y ofreció un toro y un carnero sobre cada altar. El campo de los atalayas Sedé tzofim (campo de los atalayas) también puede traducirse como “campo de los videntes”. Las almas judías pueden ser comparadas con hierbas que crecen en un campo de Torá. El Señor del Campo el Tzadik- las cuida, mirando en cada alma para ver dónde necesita su rectificación.

Cuando esas almas sirven a Dios, los ojos del Señor del Campo brillan y pueden ver más aún en ellas examinando las palabras de cada una para ver dónde carecen de perfección- y llevándolas hacia su objetivo final (Likutey Moharán I, 65:2).

23:19 “Dios no es hombre para que mienta, ni persona para arrepentirse. ¿Ha dicho Él y acaso no lo hará?, ¿O ha hablado y dejará de cumplirlo?”.

Dios no es hombre para que mienta Las palabras de Dios no son como las de un ser humano. Mientras que los humanos pueden mentir y no mantener su palabra, Dios es fiel y lleva a cabo cada uno de sus dichos (Targúm Onkelos).

El Santo Nombre de Dios El (El Todopoderoso) está asociado con la verdad. La verdad también está asociada con Iaacov, como en “Vaikrá lo El Elohei Israel - “Él lo llamó, ‘Dios del Señor de Israel’” (Génesis 33:20), que también puede leerse como “El Señor de Israel lo llamó a él [i.e., Iaacov] ‘El’” (Meguilá 18a). Más aún, la verdad está conectada con el Mundo que Viene y con el sustento. Pues cuando la persona gana

su propio sustento y no depende de otros seres humanos, es capaz de orar a Dios de manera honesta. ¡Afortunado aquel que no depende de otros y puede así alcanzar la verdad! (Likutey Moharán I, 66:3D).

23:20 “He aquí que yo he recibido comisión para bendecir; si Él ha bendecido no podré yo revocarlo”. He aquí que yo he recibido comisión para bendecir; si Él ha bendecido no podré yo revocarlo

La palabra “bendición” aparece dos veces en el versículo. En la primera instancia, es pronunciada BaReJ y en la segunda instancia, es pronunciaba BeReJ. La primera vocal en BaReJ es una kamatz, mientras que la primera vocal en BeReJ es un tezirei. Kamatz significa literalmente “cerrado” o “sellado” y TzEiRei (‫)צירי‬ alude a lehiTztaIer (‫להצטיר‬, “tomar forma”). La Luz de Dios desciende hacia nosotros de una manera indiferenciada e informe - i.e., sellada. Depende del hombre crear un recipiente para captar esa luz. Si el recipiente de la persona

tiene alguna falla, entonces aunque la luz le llegue, no podrá tomar la forma de una bendición (Likutey Moharán I, 36:6). Por lo tanto, “He recibido comisión para bendecir” - depende de cada individuo perfeccionar sus recipientes para poder captar la bendición de Dios. He aquí que yo he recibido comisión para bendecir; si Él ha bendecido no podré yo revocarlo Hundido en la impureza, Bilaam quería traer la luz de Dios hacia sus recipientes, para maldecir a los judíos. Sin embargo, Dios se ocupó de que Su luz estuviese bendecida en su fuente de modo que Bilaam no pudiera hacer uso

de ella (Likutey Halajot I, p. 318).

23:21 “Él no mira la iniquidad en Iaacov y no contempla la perversidad en Israel. El Señor su Dios está con él; y tiene la amistad del Rey”. Él no mira la iniquidad en Iaacov Dios siempre busca el bien en los judíos e ignora lo que no es bueno. ¡Cuánto más aún no debemos mirar negativamente a los demás ni ocuparnos

de sus faltas! (Likutey Moharán II, 17:3). Tiene la amistad del Rey Esto significa que la Presencia Divina está con el pueblo judío (Rashi).

Teruá (amistad) también connota Favor Divino y profecía. Los judíos logran esto debido a que la Presencia de Dios está con ellos (Likutey Moharán II, 8:11).

23:22 “Dios que le sacó de Egipto es para él como la fortaleza del toro salvaje”.

Dios que le sacó de Egipto Tú, Balak, piensas que los judíos dejaron Egipto por sí mismos. No es así. ¡Dios los sacó! (Rashi).

Balak y Bilaam querían encontrar fallas en el pueblo judío para que la maldición de Bilaam tuviese donde aferrarse. Balak sugirió que aunque Dios había sacado a los judíos de Egipto, ellos habían sido indignos. Pero Bilaam comprendió que Dios había hecho que Su luz iluminase a los judíos con bondad, de modo que, pese a su indignidad, Él podría igualmente traer el Éxodo (Likutey Halajot III, p. 142a).

23:23 “Que no hay hechizo en ella, ni hay sortilegio en Israel. A su tiempo se le dice a Iaacov y a Israel lo que va a hacer Dios”. No hay hechizo en ella, ni hay adivinación en Israel Nuestros Sabios afirman que todo aquel que se dedica a la hechicería engendra hechicería. Por lo tanto, ¿qué significa el versículo cuando afirma: “No hay sortilegio en Israel”? Esto nos enseña la idea de “medida por medida” (Nedarim

32a). Es decir, aquel que persigue la hechicería será perseguido por la hechicería. Aquel que no la toma en cuenta nunca será molestado por ella (Ran, loc. cit.).

Iaacov y sus descendientes están lejos de todo lo que pudiera parecer hechicería y sortilegio. Por lo tanto esa clase de acciones no puede tener efecto alguno sobre ellos. No es así con aquellos que persiguen la hechicería y otras prácticas malvadas. Dado que buscan corromper los caminos de la vida se les paga “medida por medida” con la oportunidad de hundirse más profundamente en los malos caminos (Likutey Halajot VIII, p. 255a-255b).

Lo que va a hacer Dios En el Futuro, cuando los ángeles vean a los judíos dentro del ámbito más cercano a Dios, les preguntarán, “¿Qué ha hecho Dios?”. Debido a que se mantuvieron firmes ante la prueba de este mundo, los judíos estarán más cerca de Dios que los ángeles, que nunca fueron probados. Los judíos merecerán los parámetros internos, Keter. Es así que los ángeles son llamados serafim (quemados), pues ellos se consumen en sus acciones sin tener ningún recipiente apto para contener su entusiasmo. Pero los judíos, al realizar las mitzvot, crean esos recipientes (Likutey Halajot I, p.

203a).

23:24 “He aquí que el pueblo como león se levantará y cual león se alzará; no se acostará hasta que coma de la presa y beba de la sangre de los degollados”. No se acostará hasta que coma de la presa y beba de la sangre de los degollados “Beba la sangre de los degollados” - esto

significa “hereda las posesiones de las naciones” (Targúm Onkelos).

TeReF (‫טרף‬, presa) hace referencia a la perfección del Altar, como enseñan nuestros Sabios: “El Altar era la porción del ToReF (‫טורף‬, depredador)” (Zevajim 53b). El Altar puede ser perfeccionado cuando “heredamos las posesiones” de las naciones - i.e., cuando los no judíos se convierten y se unen a la nación judía. Las naciones toman cautiva la bondad de los judíos mediante los impuestos confiscatorios y demás. Esa bondad y ese bien deben retornar a la nación judía y lo hacen en la forma de los prosélitos (Likutey Moharán I, 17:4).

24:3 Profirió entonces su parábola y dijo: “Ésta es la palabra profética de Bilaam, hijo de Peor y ésta es la palabra profética del varón cuyo ojo está abierto”. El varón cuyo ojo está abierto Aunque Bilaam tenía un “ojo abierto” con el cual veía proféticamente, el otro era ciego (Rashi).

AIN (ojo) es un homónimo de la

letra AIN (‫)ע‬, que tiene el valor numérico de 70 y que aquí representa los rasgos negativos de las setenta naciones arquetípicas. La ceguera moral y espiritual de Bilaam se debía a su lujuria - el rasgo negativo que engloba a todos los malos rasgos de las setenta naciones (Likutey Moharán I, 36:2).

24:4 “La palabra profética del que oye los dichos de Dios, aquel que percibe la visión del Todopoderoso, caído en éxtasis y que tiene quitado el velo de los ojos”.

Que percibe Todopoderoso

la

visión

del

MaJaZé (‫מחזה‬, percibe) tiene la misma raíz que JaZón (‫חזון‬, visión). JaZóN (‫ )חזון‬también refleja JaZáN ((‫חזן‬, el líder de la plegaria). Aquel que quiera ser líder de la plegaria deberá saber cómo focalizarse en Dios (Likutey Halajot I, p. 300).

24:5 “¡Cuán hermosas son tus tiendas, Iaacov, tus moradas, Israel!”

Cuán hermosas son tus tiendas, Iaacov “Tiendas” - esto hace referencia a los batei kneset (sinagogas) (Sanedrín 105b).

Batei KNeSet (‫בתי כנסת‬, sinagogas) proviene de la palabra KaNeS (‫כנס‬, asamblea). Las sinagogas, que se basan en la unidad entre la gente, están asociadas con Iaacov, cuyos hijos estaban unidos. Por lo tanto está escrito, “Toda el alma de la casa de Iaacov” (Génesis 46:27). Aunque eran setenta almas en total, fueron llamadas un nefesh (alma), indicando que estaban unidas (Likutey Halajot I, p. 462).

Cuán hermosas son tus tiendas, Iaacov Bilaam vio que las tiendas de los judíos estaban ubicadas de manera tal que la entrada de una no enfrentaba la entrada de la otra. Otra explicación: Cuán hermosas son las “tiendas” de Shiló y del Templo, donde los judíos ofrecen sacrificios para expiar por sus pecados (Rashi).

Debido a que los judíos se preocuparon de cómo colocaban sus tiendas (i.e., no miraban a sus vecinos con celos, sino con un ojo benefactor), merecieron construir el Tabernáculo y el Templo. El MiShKaN (‫משכן‬, Tabernáculo) es construido por los

buenos SheJeNim (‫שכנין‬, vecinos) que forman una comunidad unida. Debido a que están unidos, sus plegarias tienen un gran valor y pueden agruparse para construir la Casa de Dios, la Casa de Plegaria (Likutey Halajot VII, p. 156a-318160a). Cuán hermosas son tus tiendas, Iaacov Bilaam quería echar un mal ojo sobre los judíos. Pero cuando vio que sus tiendas estaban ubicadas de modo tal que las entradas no se enfrentaban (i.e., vivían de manera modesta y no miraban a las tiendas de los otros), no pudo echar el mal ojo. En su lugar los bendijo (Rashi).

La ubicación de las tiendas de los judíos no está descrita explícitamente en la Torá, sino que está implícita en el hecho de que los judíos llevaban una vida moral. Aquel que lleva una vida moral y cuida el pacto es comparado conceptualmente con Iosef, de quien está escrito, “Él asciende por sobre el ojo” (Génesis 49:22) - significando que está protegido del mal ojo (cf. Bava Batra 118b). Podemos aplicar esto al presente versículo. Debido a que llevaban una vida moral, los judíos estaban protegidos del mal ojo (Likutey Halajot VII, p. 302). Cuán hermosas son tus tiendas... como ríos que fluyen

Bilaam trató de maldecir a los judíos tres veces, correspondientes a los tres Templos. Pero Dios puso cada vez una bendición en su boca. Dado que Bilaam previó que tanto el Primer Templo como el Segundo Templo serían destruidos, también trató de aplicar una maldición al Tercer Templo. Por lo tanto Dios hizo que comenzase su tercera bendición con “Cuán hermosas son tus tiendas, Iaacov, tus moradas, Israel. Como ríos que fluyen...”. Las “tiendas de Iaacov” aluden a las casas de estudio fundadas por los verdaderos Tzadikim de cada generación. No sólo tienen el poder de contrarrestar cualquier maldición sino que también permiten

que el pueblo judío se sobreponga a los exilios y reconstruya el Tercer Templo. Así como los “ríos que fluyen” irrigan las tierras que los rodean, los Tzadikim les inspiran a los judíos un “despertar desde abajo” para superar los obstáculos en el servicio a Dios (Likutey Halajot II, p. 226a-452). Cuán hermosas son tus tiendas... como ríos que fluyen, como jardines junto al río, como especias aromáticas... como cedros junto a las aguas “Tiendas” hace referencia a la sinagogas (Sanedrín 105b), que son buenas y efectivas cuando están

construidas por los Tzadikim, quienes son como arroyos de sabiduría, revelando la majestad y la presencia de Dios en el mundo. La sabiduría de los Tzadikim fluye como ríos de “especias aromáticas” que atraen a la gente; sus plegarias son como “cedros junto a las aguas” - i.e., son fuertes y poderosas para vencer al Otro Lado y llevar las aguas de la sabiduría hacia cada persona (Likutey Halajot I, p. 500).

24:14 “Y ahora, he aquí, ya me voy a mi pueblo; ven, pues, que te diré lo que este pueblo hará a tu pueblo en

los días venideros”. Ven, pues, que te diré Bilaam le aconsejó a Balak: “El Dios de este [pueblo] odia la inmoralidad. Ve y sedúcelo y esto producirá su caída” (Rashi).

¿Qué clase de consejo era ése? Si Dios odia la inmoralidad, entonces Balak y las hijas de Midian también caerían, especialmente dado que ellos iban a comenzar con el pecado al seducir a los judíos. La frase “El Dios de este [pueblo]” también necesita ser explicada. ¿Acaso Bilaam era tan tonto como para pensar que había un Dios

diferente para los no judíos? Bilaam sabía que los judíos se acercaban a Dios y a Su Voluntad de acuerdo a los dictados de Moisés, quien se comportaba de una manera moral y pura. Por lo tanto, si llegaban a cometer actos inmorales, inmediatamente caerían de su nivel. Balak y su pueblo, por otro lado, ya estaban hundidos en la inmoralidad, sólo continuarían con sus maneras impuras y no perderían su posición debido a ese pecado. Los judíos sufrieron por su pecado, pero finalmente prevaleció la Voluntad de Dios. Los judíos fueron a la guerra y vencieron y mataron a Balak, a su

pueblo y a las seductoras. Bilaam, que trató de huir, también fue muerto. La Voluntad de Dios, que es pureza, siempre prevalece (Likutey Halajot I, p. 286-144a).

24:16 “La palabra de aquél que oye los dichos de Dios y entiende la mente del Altísimo, aquel que ve visión del Todopoderoso, caído en éxtasis y que tiene quitado el velo de los ojos”. Entiende la mente del Altísimo

Dios hizo uno en contraste con el otro (Eclesiastés 7:14).

Bilaam alcanzó el conocimiento de Dios al igual que Moisés. Sin embargo, Bilaam corresponde al conocimiento asociado con las klipot impuras y como tal se encuentra en oposición a Moisés, que logró un conocimiento sagrado. Dios diseñó este mundo como para que la libertad de elección pudiera manifestarse en todos los niveles. Dado que es posible alcanzar el conocimiento espiritual en los niveles más elevados de santidad, también debe existir una manera de obtener conocimiento

espiritual de una forma impura (Likutey Moharán I, 36:2). Entiende la mente del Altísimo Bilaam sabía cuándo Dios estaba enojado (Berajot 7a).

Bilaam poseía un conocimiento de Dios a través de los poderes del mal i.e., de las klipot. Bilaam se concentraba en el daat de las klipot -que es la materia externa del daat del Uno Superior- y cuando éste predominaba, él sabía que se había despertado la ira de Dios (Likutey Moharán I, 43).

24:17 “¡Lo estoy viendo, pero no es de ahora, lo estoy mirando pero no en tiempos cercanos: de Iaacov ha salido una estrella y se levantará una tribu de Israel, que hiera los costados de Moab y destruya a todos los hijos de Set!”. De Iaacov ha salido una estrella y se levantará una tribu de Israel Este versículo describe el objetivo de la plegaria correcta:

“Levantará” - esto significa amidá (estar de pie), que hace referencia a la plegaria (Berajot 6b). “Una tribu de Israel” - éstas son las doce puertas de la plegaria, correspondientes a las Doce Tribus. Para que pueda ascender su plegaria, la persona debe dirigirla hacia la puerta única correspondiente a su tribu. “Saldrá”- DaRaJ (‫דרך‬, “saldrá”) alude a la unión matrimonial, a partir de la connotación de “Toda carne ha pervertido su DeReJ (‫דרך‬, camino)” (Génesis 6:12). Cuando la persona ora de la manera apropiada puede producir una

unificación arriba, generando el descenso de abundancia (Likutey Moharán I, 112:5). De Iaacov ha salido una estrella y se levantará una tribu de Israel No hay una hoja de hierba debajo que no tenga una estrella y un ángel Arriba, que la golpee y le diga, “¡Crece!” (Bereshit Rabah 10:7).

Vekam (“se levantará”) también puede traducirse como “se pondrá de pie”. Esto hace referencia a la plegaria, dado que Amidá (la Plegaria de Pie) es el nombre de la más importante plegaria judía (Berajot 6b).

Cuando una “tribu de Israel” se pone de pie para orar despierta una estrella, la cual golpea las cosas para hacerlas crecer, como explica el Midrash. Todo depende de la plegaria, pues la plegaria llega hasta Dios, Quien crea y gobierna todas las cosas. Mediante la plegaria, es posible prevalecer sobre Dios para que actúe para nosotros - i.e., realice milagros para nosotros (Likutey Moharán I, 9:2).

24:20 Luego, mirando a Amalek, pronunció su parábola y dijo: “¡Primera

de las naciones es Amalek, pero su fin será eterna perdición!”. Amalek es primero Amalek es “primero” por el hecho de que se opone a todo lo que está asociado con el concepto de la santidad, que es el “primer” nivel o el comienzo, de la realidad (Likutey Moharán I, 56:5). Primera de las naciones es Amalek “Primero” connota arrogancia, en el hecho de que la persona arrogante se pone a sí misma primero y por sobre las

demás (Likutey Moharán I, 10:9). Primera de las naciones es Amalek “Amalek” incluye a todos aquellos que niegan a Dios y que aceptan una fuerza natural en lugar del Creador. Vencer a Amalek -a las falsas creenciassignifica conquistar a todas las naciones, a todos aquellos que niegan a Dios (Likutey Halajot I, p. 19a). Amalek es primero Amalek no dirige su principal batalla contra la gente común, ni siquiera contra las grandes personas, sino contra los líderes de la nación

judía, pues su deseo es dejar a los judíos sin guía. Amalek es llamado ReShit (‫ראשית‬, primero) porque ataca el RoSh (‫ראש‬, líder) (Likutey Halajot III, p. 9a). Su modus operandi es hacer que los judíos sigan detrás de cualquier líder cuanto más malvado mejor. Incluso si el líder no es un malvado, será igualmente elegido por Amalek toda vez que logre que los judíos se mantengan lejos de los verdaderos líderes de Israel. Amalek es primero Amalek corresponde a los tontos, aquellos que buscan abrumar a Maljut de santidad con ideas ajenas. Su rey, Agag, encarna a los Cuatro Maljuiot

(reinos) del Otro Lado. Para elevar a Maljut de santidad y sacarla del exilio bajo los Cuatro Maljuiot del Otro Lado, celebramos las Tres Festividades, cada una de las cuales está asociada con el número 4. En Pesaj, bebemos cuatro copas de vino. En Shavuot, estudiamos la Torá, que Moisés recibió y enseñó cuatro veces (ver Eruvin 54a). En Sukot, tomamos las Cuatro Especies. Mediante la alegría de las mitzvot de cada Festividad, sacamos a Maljut de santidad del exilio entre los Cuatro Maljuiot y anulamos el poder de Amalek (Likutey Moharán I, 30:6; ver también ibid., I, 135:4).

Amalek es primero ReShit (‫ראשית‬, primero) es como RoSh (‫ראש‬, cabeza). Amalek es llamado la “cabeza” - el origen de todos los sufrimientos que se abaten sobre el pueblo judío. Amalek está también asociado con un daño al daat y con el intelecto restringido, que lleva al deseo de inmoralidad. Así, Amalek corresponde a la Serpiente primordial de la cual está escrito, “La Serpiente era astuta” (Génesis 3:1). “Astuta” hace referencia al daat del Otro Lado. Así como el daño de la Serpiente fue la inmoralidad sexual, con lo cual envenenó a Eva

(Shabat 146a), de la misma manera

Amalek representa un pacto corrompido. En contraste, si la mente y el daat están plenos, protegen a la persona de los deseos inmorales (Likutey Moharán II, 8:23).

24:21 Mirando entonces a los kenitas pronunció su palabra y dijo: “Tu morada es segura y colocado en la peña está tu nido”. Mirando entonces a los kenitas

¿Por qué están Amalek y los kenitas mencionados tan cerca uno del otro? Amalek representa la justicia corrompida y la inmoralidad. AMaLeK (‫ )עמלק‬tiene las mismas letras que MeUKaL (‫לקעמ מעקל‬tortuoso). Los kenitas, descendientes de Itró, representan a los prosélitos. La inmoralidad entra en la nación judía a través de los conversos. Cuando los judíos pecan, fragmentan el ámbito de la santidad al punto en que las chispas de santidad caen y son diseminadas entre las naciones. Entonces el orgullo y la gloria de los judíos descienden entre las

naciones. Cuando llega el tiempo para la rectificación de las chispas, éstas retornan en la forma de prosélitos. Esos conversos traen consigo el orgullo y la gloria caídos de los judíos que aún no están rectificados y que, por lo tanto, se manifiestan como arrogancia. Nuestros Sabios enseñan que la arrogancia lleva a la inmoralidad (Sotá 4b). Así, los conversos traen con ellos las raíces de la inmoralidad (Likutey Moharán II, 5:11). Sin embargo, cuando el prosélito acepta la soberanía de Dios y lleva a cabo las mitzvot, rectifica esa arrogancia. Finalmente, será una importante causa para la destrucción total de Amalek.

Tu morada es segura EITaN (‫איתן‬, segura) tiene las mismas letras que TaNIA (‫תניא‬, “se enseñó una regla”). Eitan también alude a las sefirot de Netzaj y Hod. La Kabalá asocia a Netzaj y Hod con los riñones, sobre los cuales afirman nuestros Sabios: “Los riñones aconsejan” (Berajot 61a; cf. Likutey Moharán I, 7:3). Y Netzaj y Hod corresponden a los Tzadikim, quienes son los EITaNei (‫איתני‬, soportes) del mundo (Tikuney Zohar #21, p.44). MoShaVeja (‫מושבך‬, “tu morada”) viene de la misma raíz que ieShiVá

(‫ישיבה‬, academia de Torá). La ieshivá es el lugar en donde los Tzadikim les enseñan la fe a sus discípulos. Por lo tanto la frase eitan moshaveja (“Tu morada es segura”) implica que el consejo de los Tzadikim sustenta al pueblo judío en su exilio (Likutey Moharán II, 5:15A).

25:1 Mientras Israel habitaba en Shitim comenzó el pueblo a cometer inmoralidad con las hijas de Moab. A cometer inmoralidad con las hijas de Moab Las

hijas

de

Moab

estaban

dispuestas al pecado pues su raíz era inmoral: toda la nación provenía de la inmoralidad de Lot con su hija (Génesis 19:36-37) (Likutey Halajot I, p. 144a).

25:6 En esto, he aquí un hombre de los hijos de Israel, el cual venía trayendo a sus hermanos una mujer midianita, a vista de Moisés y a vista de toda la congregación de los hijos de Israel, estando ellos llorando a la entrada de la

tienda de reunión. Un hombre de los hijos de Israel, el cual venía trayendo a sus hermanos una mujer midianita, a vista de Moisés Zimri tomó a Kozbi y se acercó a Moisés, preguntándole si ella estaba permitida o prohibida. “Prohibida”, respondió Moisés. Zimri le preguntó entonces, “¿Quién te permitió casarte con la hija de Itró [que también era una mujer midianita]?” (Rashi).

El consejo de Bilaam de enviar a las mujeres midianitas para seducir a los judíos (ver Sanedrín 106a) dio como

resultado la difusión de la inmoralidad y Zimri, líder de la Tribu de Simón, sucumbió a ella. Para defenderse, Zimri trató de transformar su pecado en una mitzvá, volviendo la prohibición en contra de casarse con una mujer no judía en un argumento legal, como si estuviese hablando de parte de todos los judíos. Ésta es una táctica favorita de la mala inclinación que constantemente intenta “transformar el pecado en una buena acción” (Likutey Halajot IV, p. 326). Un hombre de los hijos de Israel Zimri tomó a Kozbi y se acercó a Moisés, preguntándole si ella estaba permitida o prohibida. “Prohibida”, respondió Moisés. Zimri le preguntó

entonces, “¿Quién te permitió casarte con la hija de Itró [que también era una mujer midianita]?” (Rashi).

Zimri era el líder de la Tribu de Simón. ¿Cómo pudo entonces caer en tal depravación e indecencia e incluso encabezar una rebelión en contra de Moisés? Nadie se hunde a tales abismos de la noche a la mañana. Ello sucede de manera gradual, durante un periodo de tiempo, pues su estudio de Torá es shelo lishmá (“no por la Torá misma”). En su lugar, cada vez que estudia, toma un poco más del poder de la Torá para sí mismo. Sin embargo, esa Torá es impura

y embota su sensibilidad espiritual. Si Zimri hubiese aceptado a Moisés como su líder, quien habría podido enseñarle a estudiar de la manera apropiada mostrándole cómo estudiar Torá lishmá (“por la Torá misma”)- podría haber superado su depravación interior. Pero era arrogante; después de todo, era un líder entre los judíos. De modo que su depravación creció hasta que ya no pudo contenerla. Por lo tanto sucumbió a los niveles más bajos de inmoralidad, que sabía que estaban prohibidos, y también utilizó su conocimiento de Torá para desafiar a Moisés: “¿Quién te permitió casarte con una mujer midianita?” (Likutey Halajot V, p. 273a-146).

Estando ellos llorando Además de llorar, Moisés y los ancianos estaban recitando el Shemá (Targúm Ionatán).

El Shemá se recita con los ojos cerrados. Los ojos pueden alejar a la persona de la Torá y llevarla tras los deseos materiales. Cuando cierra sus ojos, la persona reafirma su fe y trasciende los deseos materiales. Es un buen consejo, en lo posible, derramar lágrimas al recitar el Shemá. Las lágrimas son externas al cuerpo. Llorar indica que uno desea verse libre de los deseos materiales y unirse en

cambio a la santidad. Así, cuando Zimri llevó a cabo un acto pecaminoso y lujurioso delante de Moisés y de los ancianos, estos lloraron y recitaron el Shemá para verse protegidos de los pensamientos lujuriosos (Likutey Moharán I, 36:3-4, 8).

25:7 Cuando Pinjas el hijo de Elazar, el hijo de Aarón el Cohen, vio esto, se levantó de entre la asamblea y tomó una lanza en su mano.

Pinjas el hijo de Elazar, el hijo de Aarón el Cohen ¿Por qué la genealogía de Pinjas se retrotrae hasta Aarón? Pinjas es el profeta Elías (Targúm Ionatán sobre Éxodo 6:18), quien será el catalizador de la Resurrección. La Resurrección sólo puede producirse debido a la humildad. Aarón demostró una gran humildad al aceptar a Moisés como su líder. Así, la capacidad de Pinjas (como Elías) de ser el heraldo de la Resurrección proviene de Aarón (Likutey Halajot I, p. 85a). Tomó una lanza en su mano

Pinjas se preparó para luchar contra el líder de la Tribu de Simón. Él le oró a Dios, tomó la lanza y salvó a los judíos (Likutey Halajot I, p. 292). Tomó una lanza en su mano RoMaJ (‫רמח‬, lanza) es una contracción de la frase RúaJ Mem (‫מ‬ ‫רוח‬, “el espíritu de cuarenta”) (cf. Zohar III, 237a). Esto hace referencia a los cuatro RuJot (‫רוחות‬, vientos o espíritus) que provienen de los cuatro puntos cardinales, cada uno de los cuales está compuesto por Diez Sefirot. La fuente de ese rúaj mem es el Tzadik. Pinjas tomó del espíritu del Tzadik más grande, de Moisés, para vencer a Zimri (Likutey

Moharán I, 10:9).

“El espíritu de 40” también hace referencia al espíritu de la Torá, que fue dada en el monte Sinaí en un período de cuarenta días (ibid., I, 8:8). Tomó una lanza en su mano El Zohar enseña que Pinjas vio la letra Mem (‫ )מ‬-la primera letra de la palabra Mavet (‫מות‬, muerte)- flotando en el aire por sobre los judíos. Atrajo esa mem hacia él y así salvó a los judíos. Tuvo la fuerza para hacerlo debido a que había alcanzado el nivel de Guevurá (Fuerza), que está asociado con Itzjak. El nombre PINJas (‫ )פינחס‬tiene el mismo valor numérico que ITZJaK (‫)יצחק‬. Con esa fuerza de santidad, Pinjas fue capaz de

llevar la mem hacia él. Le agregó la mem que tiene el valor de 40- a su nombre, llegando a la suma de 248. Esto es numéricamente equivalente a RoMaJ (‫רמח‬, lanza) con la cual venció a Zimri (Zohar III, 236b-237a).

Tú eres mi escudo; me protegerás de la adversidad (Salmos 32:7). Hay un Santo Nombre de Dios de Setenta y Dos Letras que puede ser subdividido en veinticuatro Nombres Santos de tres letras cada uno. Uno de esos es S-A-L (‫)לאס סאל‬. Este Santo Nombre forma un anillo protector alrededor de la persona para protegerla de las fuerzas del mal. Si la persona peca, produciendo una brecha en ese

anillo protector, no sólo permite la entrada de las fuerzas del mal sino que éstas pueden tomar fuerza adicional de ese Nombre. Las fuerzas del mal están representadas por el nombre SaMaEL (‫מאל‬-‫)ס‬, en el cual la letra Mem (‫ )מ‬está agregada al Nombre Divino S-A-L (‫)סאל‬. Normalmente ello le da un mayor poder a las fuerzas del mal y hace que las letras del Santo Nombre formen el acrónimo de la frase Sof Adam Lamut (‫סוף אדם למות‬, “el destino del hombre es morir”) (Berajot 17a). Pero si la persona es digna, esas letras se combinan y forman en su lugar el acrónimo de la frase Atá Seter Li (‫אתה סתר לי‬, “Tú eres

mi escudo”) protegiendo a la persona de todo daño (Likutey Moharán I, 213:1-2).

25:8 Entró en el pabellón tras el hombre de Israel y atravesó a ambos, al hombre de Israel y a la mujer, hasta llegar al vientre de ella, con lo cual se detuvo la plaga de los hijos de Israel. Entró en el pabellón tras el hombre Pinjas se puso de pie y oró (Salmos 106:30).

VeIPaLeL (‫ויפלל‬, oró) -se trabó en PeLiLot (‫פלילות‬, disputa judicial) con su Creador- i.e., una “plegaria de juicio” (Sanedrín 44a).

Cuando Zimri se comportó de manera inmoral con la mujer midianita, corrompió el pacto e hizo que muchas chispas de santidad descendieran hacia el ámbito de la impureza. Para contrarrestar las malas consecuencias de la acción de Zimri, Pinjas tuvo que orar para que el Juicio Divino se opusiese y venciese a Zimri. Así, ofreció una “plegaria de juicio”. El Otro Lado siempre trata de tragar este tipo de plegarias. Pero

cuando la plegaria de juicio es ofrecida por una persona de una gran fortaleza espiritual, tal cual era Pinjas, la plegaria se clava en su garganta, forzándola a vomitar todas las chispas de santidad que pudo haber tragado. Así, mediante la fuerza de su plegaria de juicio, Pinjas pudo vencer a Zimri y hacer que las chispas caídas retornaran hacia el ámbito de la santidad (Likutey Moharán II, 8:3).

Parashat Pinjas

25:11 “Pinjas el hijo de Elazar, hijo de Aarón el Cohen, ha hecho volver Mi ardiente ira de sobre los hijos de Israel, por cuanto ardió en celo por Mi causa en medio de ellos, de manera que Yo no acabe con

los hijos de Israel en Mi venganza”. Pinjas Leemos Parashat Pinjas y Parashat Matot durante las Tres Semanas, pues estas porciones de la Torá reflejan los temas de este período. La destrucción del Templo comenzó en el día diecisiete de Tamuz, cuando los judíos hicieron el becerro de oro que ocultó la Voluntad Divina. Pinjas, mediante su celo por Dios, reveló la Voluntad Divina. Más aún, Parashat Pinjas habla de los sacrificios llevados en las Festividades, que también revelan

la Voluntad Divina por medio de los milagros que ocurrieron en esos días. Parashat Matot habla de los votos, que permiten que la persona transforme, por sí misma, aquello que está permitido en algo que está prohibido. Esto demuestra el poder de la libertad de elección, que uno puede utilizar para revelar la Voluntad de Dios (Likutey Halajot I, p. 290146a). Pinjas... ha hecho volver Mi ardiente ira... de manera que Yo no acabe con los hijos de Israel en Mi venganza La justicia del hombre es más inflexible que la justicia del Cielo. Por lo tanto, cuando Pinjas persiguió a

Zimri, los juicios Divinos cesaron - no sólo en contra de Zimri, que había instigado el mal, sino en contra de todos los judíos que habían pecado. Pero Pinjas de hecho les hizo un gran favor a los judíos, pues confundió a los juicios Divinos haciéndoles pensar que él iba a ejercer una venganza mucho más severa que la de ellos y posiblemente incluso destruiría totalmente a los judíos, Dios no lo permita. En verdad, Pinjas era la más compasiva de las personas. Su objetivo no era destruir a toda la nación, sino sólo al instigador del mal, que era suficiente para aplacar la ira de Dios y terminar con los juicios Divinos. Al

tomar el manto de la venganza, Pinjas de hecho aplacó los juicios en contra de los judíos, de modo que Dios pudo decir, “Yo no acabé con los hijos de Israel en Mi venganza”. Pinjas transformó JaMaTI (‫חמתי‬, “Mi ira”) en MaJiTI (‫מחתי‬, “he disipado”), como en “He disipado sus pecados como una nube” (Isaías 44:22) (Likutey Moharán I, 241). Pinjas... ha hecho volver Mi ardiente ira... Toma el censo de toda la comunidad de Israel... La tierra será dividida entre éstos Pinjas se puso de pie y oró (Salmos 106:30).

Con sus plegarias, Pinjas trajo la compasión para los judíos. Aquel que despierta el poder de la plegaria invoca el mérito de los Tzadikim; su mérito nos lleva a la Tierra Santa y permite la revelación del Acto de la Creación. Por lo tanto la descripción que hace la Torá de las acciones de Pinjas es seguida inmediatamente por el censo de las familias de Israel, de quienes Dios testifica que son todos Tzadikim (Rashi sobre Números 26:5), y es seguida inmediatamente por las leyes de la herencia de la Tierra (Likutey Halajot II, p. 24-13a).

25:12 “Por lo tanto dile: He

aquí que Yo le doy a él Mi pacto de paz”. He aquí que Yo le doy a él Mi pacto de paz... un pacto de eterno sacerdocio Originalmente, Dios tuvo la intención de que el sacerdocio proviniese de Shem. Pero debido a que Shem bendijo a Abraham antes de bendecir a Dios (ver Génesis 14:19-20), el sacerdocio fue tomado de Shem y dado a Abraham (Nedarim 32b).

Como resultado de vengar la inmoralidad de Zimri, Pinjas alcanzó la cualidad del “amor” asociada con Abraham. El amor y la paz son

sinónimos. Así, Pinjas obtuvo el “pacto de paz... un pacto de eterno sacerdocio” (Likutey Moharán I, 34:7; ibid., I, 34:9). He aquí que Yo le doy a él Mi pacto de paz... un pacto de eterno sacerdocio Pinjas obtuvo el sacerdocio porque ejecutó la venganza en aras de Dios y reveló la Voluntad de Dios. Vengar la Voluntad de Dios es considerado caridad, pues anula la manifestación de otras voluntades. Por lo tanto Pinjas recibió el sacerdocio, pues el Cohen lleva las vestimentas sacerdotales que revelan la Voluntad de Dios (como en Éxodo 28:2) (Likutey Halajot I, p. 290).

He aquí que Yo le doy a él Mi pacto de paz... un pacto de eterno sacerdocio El sacerdocio representa la paz, pues los Cohanim ofrecen los sacrificios para hacer la paz entre Dios y el pueblo judío. Esto es especialmente así con respecto al Cohen Gadol, cuyas devociones en Iom Kipur hacen la paz entre Dios y los judíos, pues Él perdona sus pecados (Likutey Halajot II, p. 169a).

26:5 Rubén primogénito de Israel: los hijos de Rubén: de Janoj, la familia de los janojitas; de Palu, la familia

de los paluitas La familia de los janojitas Las otras naciones se burlaban de los judíos, diciendo, “¿Cómo pueden estos afirmar el linaje de sus tribus? ¡Si los egipcios gobernaron sobre sus cuerpos, de seguro que controlaban a sus esposas también!”. Para silenciar sus acusaciones, Dios agregó Su Santo Nombre a sus nombres -una hei (‫ )ה‬en un lado y una iud (‫ )י‬en el otro- para decir, “¡Yo testifico de que ellos son hijos de sus padres!” (Rashi).

Esto indica que, debido a que los judíos cuidaron el pacto, Dios puso Su Nombre sobre ellos (Likutey Moharán I,

36:6).

I-H (‫ה‬-‫)י‬, las dos primeras letras del Tetragrámaton, corresponden a las sefirot de Jojmá y Biná. Cuando la persona alcanza el daat (percepción superior) asociado con esas mentalidades, comprende la importancia de cuidar el pacto (cf. Likutey Moharán I, 177:2). La familia de los janojitas Las otras naciones se burlaban de los judíos, diciendo, “¿Cómo pueden estos afirmar el linaje de sus tribus? ¡Si los egipcios gobernaron sobre sus cuerpos, de seguro que controlaban a sus esposas también!”. Para silenciar sus acusaciones,

Dios agregó Su Santo Nombre a sus nombres -una hei (‫ )ה‬en un lado y una iud (‫ )י‬en el otro- para decir, “¡Yo testifico de que ellos son hijos de sus padres!” (Rashi).

Como Moisés les había enseñado a los judíos a desear la Divinidad, finalmente pudieron traer esa espiritualidad hacia ellos. Por lo tanto Dios Mismo fue testigo de su pureza. En este censo, dos letras del Santo Nombre de Dios IHVH, hei (‫ )ה‬y iud (‫)י‬, fueron agregadas al comienzo y al final del nombre de cada tribu familiar. Los buenos deseos les dan forma y significado a las letras de la Torá. En virtud de sus buenos deseos, los judíos

que se mantuvieron puros pese al incidente con las hijas de Moab, pudieron darles forma a las 600.000 letras de la Torá. Esas letras son un paralelo de las 600.000 almas de los judíos, motivo por el cual inmediatamente después de la plaga, se tomó un censo, para demostrar que los judíos aún eran puros y dignos de la Torá (Likutey Halajot II, p. 298).

26:39 De Shefufam, la familia de los shufamitas; de Jufam, la familia de los jufamitas. De Shefufam, la familia de los shufamitas; de Jufam, la familia de

los jufamitas Para honrar a su hermano desaparecido, Benjamín aludió a la venta de Iosef en cada uno de los nombres que les dio a sus diez hijos (Zohar I, 153b; Rashi sobre Génesis 43:30).

La letra Pe (‫פ‬, pronunciada también como efe) aparece seis veces en los nombres de las letras del alfabeto hebreo: aleF (‫אלף‬, la primera letra del alfabeto), jaF (‫כף‬, la letra número once), la jaF final (‫)ךף‬, la Pe (‫פא‬, la letra número diecisiete), la Pe final (‫)אף‬ y la kuF (‫קוף‬, la letra número diecinueve). Pe tiene el valor numérico de 80.

Ochenta veces seis es igual a 480, que es el valor numérico de LILIT (‫)לילית‬, la klipá que lleva a los hombres hacia la inmoralidad y toma su sustento de esas seis letras - pues cuando se lee hacia atrás, Pe (‫ )אפ‬se pronuncia Af (‫אף‬, ira). Además, el valor numérico combinado de las seis letras Pe es el mismo que el valor numérico de ESh (‫אש‬, fuego). Esto, también, es una referencia a la ira. Si uno no cuida la pureza espiritual, las letras pe ejecutarán el castigo y la persona será consumida por el fuego. Para protegerse, uno debe dar caridad. Al dar caridad de manera

anónima, se redimen las chispas de santidad que están en la klipá, como está escrito, “Un regalo oculto aplaca la ira (AF)” (Proverbios 21:14). El “regalo oculto” de la caridad transforma la ira AF- dándola vuelta y volviéndola Pe (Likutey Moharán I, 83). El presente versículo alude a estos conceptos. Cada una de las seis palabras del versículo contiene la letra Pe: lisheFuFam mishPajat hashiFami lejuFam mishPajat hajuFami (“De Shefufam, la familia de los shufamitas; de Jufam, la familia de los jufamitas”). Como explica el Zohar, Benjamín nombró a sus hijos en honor a Iosef, su hermano desaparecido. Aunque Iosef

estaba en Egipto, la tierra de la inmoralidad, cuidó el pacto y fue capaz así de traer abundancia y sustento. Al contrarrestar la influencia de Lilit, Iosef devolvió las seis Pe hacia la santidad (Parparaot LeJojmá I, 83).

26:54 “A la tribu grande le darás mayor herencia y a la pequeña le darás menor herencia: a cada una, a proporción de los alistados de ella, se le dará su herencia”.

A la tribu grande le darás mayor herencia Aquel que habita en la Tierra Santa tiene un Dios (Ketuvot 110b).

La esencia de daat (conciencia superior) es conocer a Dios. Cuanto más uno merezca desarrollar el conocimiento espiritual para obtener el daat, más grande será la porción que herede de la Tierra Santa. Todas las tribus esperaban una porción grande en la Tierra, pues eso les daría un mayor conocimiento de Dios (Likutey Halajot VII, p. 336).

26:55 “Pero por sorteo será

repartida la tierra; conforme a los nombres de las tribus de sus padres, la han de heredar”. Pero por sorteo será repartida la tierra La suerte era determinada por el rúaj hakodesh (inspiración Divina) (Rashi sobre Números 26:54).

El sorteo implica que el tema bajo discusión se encuentra más allá de nosotros y que debemos apoyarnos en un Poder Superior para que nos guíe. Nadie puede saber con certeza cuál

es la raíz de su alma - o, por extensión, qué porción de la Tierra Santa es mejor para él. La santidad de la Tierra trasciende todo lo que la mente humana puede concebir. Por lo tanto la Tierra tuvo que ser dividida por medio de la lotería, que aclaraba qué área le correspondía a cada herencia (Likutey Halajot II, p. 120a-240). El sorteo llevado a cabo en el Templo en Iom Kipur funcionaba de una manera similar. Al echar suertes para determinar cuál carnero debía ser sacrificado a Dios y cuál debía ser enviado a Azazel, el Cohen Gadol podía aclarar los pecados que estaban enraizados en el Árbol del

Conocimiento y traer el perdón para ellos, un concepto que trasciende a la comprensión humana (ibid., II, p. 240). Pero por sorteo será repartida la tierra No sólo el sorteo se llevaba a cabo de acuerdo al rúaj hakodesh (inspiración Divina), sino que las suertes mismas clamaban y decían: “Yo, la lotería, he salido para esta porción y para esta tribu” (Rashi sobre Números 26:54).

Todos los hombres poseen libertad de elección y se espera que elijan sabiamente. Dado que esto suele ser difícíl, uno puede pedir la ayuda de Arriba para llevar a cabo las elecciones correctas (Likutey Halajot II, p. 240-121a).

27:1 Entonces se acercaron las hijas de Tzlofajad, hijas de Jefer, hijo de Guilad, hijo de Maquir, hijo de Menashé de las familias de Menashé, hijo de Iosef. Sus nombres eran Majlá y Noá y Joglá y Milká y Tirtzá. De las familias de Menashé, hijo de Iosef La Torá remonta la genealogía de las hijas de Tzlofajad hasta Iosef, quien amaba la

Tierra al punto en que les hizo jurar a sus hermanos que, al salir de Egipto, llevarían sus huesos allí para ser inhumados. Debido a que también ellas deseaban una porción en la Tierra, estas rectas y justas descendientes de Iosef merecieron introducir este pasaje de la Torá que detalla las leyes de la herencia (Rashi).

Los hijos proveen la principal rectificación para las almas de los padres. Al heredar lo que sus padres dejaron, los hijos continúan con la obra de sus padres y conectan las generaciones futuras con las generaciones pasadas, remontándose hasta el tiempo de Adán. Cuando Adán comió del Árbol, dañó a sus descendientes. Nosotros somos la

rectificación para él y para todas las sucesivas generaciones (Likutey Halajot III, p. 236a-472).

27:7 “Dicen bien las hijas de Tzlofajad: ciertamente les darás posesión de herencia en medio de los hermanos de su padre, haciendo pasar la herencia de su padre a ellas”. Les darás posesión de herencia La riqueza del hombre depende de

cuánto honre a su esposa (cf. Bava Metzía 59a). Ello se debe a que el plano espiritual que es la fuente del alma de ella es también la fuente del dinero. Así, después de su fallecimiento, la herencia del hombre va a sus hijos, pues ellos son ramas del alma de su madre (Likutey Moharán I, 69:1). Haciendo pasar la herencia de su padre a ellas Las hijas de Tzlofajad presentaron su reclamo delante de Moisés: “Si nosotras [como hijas] no somos consideradas descendientes, entonces nuestra madre debería haber tenido ibum [matrimonio de levirato; ver Deuteronomio 25:5]. Pero si somos consideradas

descendientes, deberíamos heredar la propiedad de nuestro padre” (Rashi sobre Números 27:4). Al tratar sobre las leyes de la herencia, la Torá utiliza la palabra HaAVaRta (‫העברת‬, “pasarás sobre”). Si uno no deja detrás un hijo que lo herede, Dios se llena de EVRá (‫עברה‬, ira) en su contra (Bava Batra 106a).

Un hijo [que está circuncidado] representa un pacto rectificado. Este pacto rectificado corresponde al Tikún HaKlalí (Remedio General), un nivel muy elevado que puede efectuar rectificaciones incluso para los niveles más bajos. La persona no siempre es capaz de rectificar su propia alma

durante su vida. Al dejarle su herencia a su hijo, le da a éste la oportunidad de rectificar todo lo que la persona (el padre) no pudo lograr. Cuando no hay hijos, la ira Divina se despierta debido a las rectificaciones necesarias que no fueron llevadas a cabo. Aun así, si la persona no tiene hijos, su herencia pasa a sus hijas. Cuando las hijas se casan, su herencia pasa a sus maridos e hijos, lo que finalmente da como resultado mayores rectificaciones del Remedio General. Por lo tanto las hijas de Tzlofajad le dijeron a Moisés: “Si no podemos efectuar ninguna rectificación, que nuestra madre pase entonces por el

matrimonio de levirato, pues el alma de nuestro padre ya no puede alcanzar ninguna rectificación a través de nosotras [de sus hijas]. Pero si somos consideradas descendientes, en el hecho de que el Remedio General puede llevarse a cabo a través de nosotras, deberíamos heredar la propiedad de nuestro padre - pues mediante nuestros futuros matrimonios también nosotras podremos efectuar las rectificaciones” (Likutey Halajot VIII, p. 96a-b). Haciendo pasar la herencia de su padre a ellas Al tratar sobre las leyes de la herencia, la Torá utiliza la palabra HaAVaRta (‫העברת‬, “pasarás sobre”). Si uno no deja detrás un

hijo que lo herede, Dios se llena de EVRá (‫עברה‬, ira) en su contra (Bava Batra 106a).

El hombre simboliza jesed (bondad); la mujer simboliza guevurot (juicios o constricciones). Los hijos heredan porque representan el conducto a través del cual fluye la abundancia hacia afuera, para que también los demás puedan beneficiarse. Las hijas representan las constricciones que confinan y restringen la abundancia. Así, “Dios se llena de ira en contra [de aquel que fallece sin hijos]”. La ira corresponde a las constricciones, el ámbito de las hijas (Likutey Halajot VIII, p. 102a).

Haciendo pasar la herencia de su padre a ellas Dios diseñó conductos a través de los cuales la abundancia fluye hacia este mundo. Esos canales pueden abrirse mediante la plegaria. El Rebe Najmán explica que la plegaria es similar a un nacimiento (Likutey Moharán I, 2). Así como la plegaria abre conductos para permitir la salida de la abundancia, los hijos tienen el poder de seguir trayendo esa abundancia. Si uno no tiene herederos, sus canales de abundancia se cierran. Por lo tanto la Torá ofrece leyes de herencia para asegurar que los conductos de abundancia se mantengan

abiertos (ver Likutey Halajot VIII, p. 101b). Por el mismo motivo, la Torá describe cómo pueden los parientes redimir a sus desafortunados hermanos que han descendido a la esclavitud bajo los no judíos (ver Levítico 25:47-54). Los tíos, los primos y otros parientes representan los canales de abundancia que pueden ayudar a la persona a volver y recibir la abundancia de manera directa (Likutey Halajot VIII, p. 102a).

27:16 “Que Dios, el Señor de los espíritus de toda carne, designe un hombre que esté

sobre la congregación”. Que Dios, el Señor de los espíritus... designe un hombre que esté sobre la congregación Cada persona posee dos espíritus: uno que habita dentro de ella y otro, un espíritu más etéreo, que habita arriba. Cuando la persona fallece, esos dos espíritus se unen. Aquel que está presente en el momento del fallecimiento de un Tzadik, en el momento en que esos dos espíritus se unen, puede merecer una gran iluminación en su propio espíritu. Así, Moisés le pidió a Dios, el “Señor de los espíritus” que, en el momento de su

fallecimiento, nombrase un hombre que pudiese merecer el gran espíritu de Moisés (Likutey Halajot IV, p. 151a).

27:18 Dios le dijo a Moisés, “Toma contigo a Ioshúa, hijo de Nun, hombre en quien está el espíritu y pon tu mano sobre él”. Hombre en quien está el espíritu “Hombre en quien está el espíritu”, que puede resonar con el espíritu de cada individuo (Rashi).

Éste es el Tzadik, quien conoce la respuesta correcta para cada individuo y puede hacer descender sobre él un espíritu de vida (Likutey Moharán I, 8:2). Debido a que el Tzadik es la fuente espiritual de todas las almas, tiene el espíritu como para ver a cada persona como un individuo (ibid., II, 72). Él puede despertar el espíritu y la mente dentro de cada individuo (ibid., I, 209:2). El Tzadik tiene un espíritu grande y único, que es una forma del espíritu de profecía. Por lo tanto es el elegido para ser líder (ibid., II, 8:8).

El Tzadik posee el espíritu para superar la idolatría y el orgullo (ibid., I, 10:5). A veces, cuando el fuego se está por apagar, el viento sopla sobre las brasas y la llama emerge otra vez. De la misma manera, el espíritu del Tzadik puede “soplar sobre las brasas” del alma hundida bajo la depresión y volver a encenderla con alegría y deseo de Dios (ibid., II, 9). Hombre en quien está el espíritu Un hombre que puede traerle vida y vitalidad al espíritu de su rebaño, de

hacerlo desear el bien (Likutey Halajot, p. 278-140a).

27:20 “Y pondrás parte de tu esplendor sobre él, a fin de que le obedezca toda la congregación de los hijos de Israel”. Pondrás parte de tu esplendor sobre él El esplendor del Tzadik es demasiado grande como para poder contemplarse. Debe transferir algo de su esplendor a su discípulo, para que en el

discípulo uno pueda tener un atisbo del esplendor del Tzadik (Likutey Halajot III, p. 44a).

28:3 “Y les dirás: Ésta es la ofrenda de fuego que presentarán a Dios: dos corderos de un año, sin tacha, día por día, como sacrificio perpetuo”. El sacrificio perpetuo El OLaT tamid (‫עולת תמיד‬, sacrificio perpetuo) tenía el objetivo de

contrarrestar el TOLaAt (‫תולעת‬, gusano) que consume y destruye todo en su camino. Aquel que se siente perseguido y atrapado por el materialismo, pero que se fortalece para acercarse a Dios, puede transformar su TOLaAt en OLaT, un sacrificio que es ofrecido diariamente a Dios (Likutey Halajot IV, p. 160-162).

28:4 “Un cordero ofrecerás por la mañana y el otro cordero ofrecerás a la caída de la tarde”. Un cordero ofrecerás por la mañana y

el otro cordero ofrecerás a la caída de la tarde KeVeS (‫כבש‬, cordero) es similar a KaVShei deRajamana (‫כבשי דרחמנא‬, “misterios del Misericordioso”). Mediante los sacrificios diarios -y su análogo moderno de las plegarias diarias- se revelan los misterios de la Torá (Likutey Moharán I, 44:7). Un cordero ofrecerás por la mañana y el otro cordero ofrecerás a la caída de la tarde Tefilot kenegued temidim tiknum (“Las plegarias diarias fueron establecidas como un paralelo de los sacrificios diarios”) (Berajot 26b).

Esta afirmación de nuestros Sabios también puede traducirse como “Fueron establecidas las plegarias opuestas a los sacrificios continuos”. A veces las plegarias de la persona están “opuestas”. Se encuentran en oposición a la persona, quien no puede orar con concentración. Los sacrificios “continuos” connotan la Tierra Santa. Como afirma el versículo, “Los ojos de Dios, tu Señor, están sobre ella continuamente” (Deuteronomio 11:12). TIKNUM

(‫תקנום‬,

“fueron

establecidas”) también puede comprenderse como TiKUNaM (‫תקונם‬, “su rectificación”). La Tierra Santa es la rectificación para las plegarias fallidas de la persona. Uno se apega a la Tierra Santa yendo allí o atrayendo su santidad hacia donde se encuentre (Likutey Moharán I, 44:3). Un cordero ofrecerás por la mañana y el otro cordero ofrecerás a la caída de la tarde Las plegarias diarias fueron establecidas como un paralelo de los sacrificios diarios (Berajot 26b).

Todo aquel que recibe estudiosos

de Torá en su hogar es considerado como si ofreciese el sacrificio diario (ibid., 10b). Si la persona encuentra difícil orar (i.e., ofrecer su “sacrificio diario”), debe dedicarse a su análogo y recibir en su hogar a un estudioso de Torá, lo que rectificará su plegaria (Likutey Moharán I, 209).

28:5 “Con la décima parte de un efá de harina flor, mezclada con la cuarta parte de un hin de aceite

batido por ofrenda vegetal”. La décima parte de un efá Minjá (la ofrenda vegetal) es el sacrificio del pobre (ver Rashi sobre Levítico 2:1). Aun así, pese a la pobreza de la persona, minjá debe estar acompañada de una libación de aceite. Ello se debe a que el aceite representa tanto a Mashíaj como a una gran riqueza, y esos conceptos mitigan los juicios que se han abatido sobre el pobre (Likutey Halajot II, p. 192a).

28:8 “Y el otro cordero

ofrecerás a la caída de la tarde: conforme a la ofrenda vegetal de la mañana y conforme a su libación, has de ofrecer éste; ofrenda de fuego de perfume grato a Dios”. Ofrenda de fuego IShE (‫אשה‬, “ofrenda de fuego”) se deletrea igual que IShA (‫אשה‬, mujer). Los Kabalistas explican que Dios diseñó el mundo para que siempre hubiera un benefactor y un beneficiario.

Por ejemplo, cuando el marido le trae el sustento a su esposa, él es el benefactor y ella es la beneficiaria. Cuando ella le da de comer a él, ella es la benefactora y él es el beneficiario. Cuando el marido le da la simiente a su esposa, él es el benefactor y cuando ella concibe y da a luz, se transforma en la benefactora de ese niño. Cuando Dios nos da la vida y el sustento, Él es el Benefactor y nosotros somos los beneficiarios. Pero cuando nosotros hacemos la Voluntad de Dios al llevar a cabo las mitzvot, al estudiar Torá y al orar, le damos alegría a Él, de modo que nosotros nos transformamos en benefactores y Dios es el

Beneficiario (Likutey Moharán I, 15:5; ibid., I, 73:2). Ofrenda de fuego de perfume grato La persona que arde con deseos de Dios crea un fuego espiritual -“una ofrenda de fuego de perfume grato”- que le trae satisfacción a Dios. Sin embargo, debe tener cuidado de esa ardiente pasión y asegurarse de que no sea el fuego de su mala inclinación - que es “un fuego extraño que Él no les ordenó traer” (Levítico 10:1) (Likutey Moharán I, 41:1).

28:11 “Asimismo en sus

festividades de la Luna Nueva presentarán en ofrenda a Dios: dos novillos jóvenes y un carnero, con siete corderos de un año, sin tacha”. En sus festividades de la Luna Nueva Una segulá (remedio propicio) para concebir hijos es que el marido y la esposa reciten el pasaje de las ofrendas de la Luna Nueva (Números 28:11-15) antes de tener relaciones. También es beneficioso el que la pareja recite este pasaje a favor de un hijo enfermo.

Explica el Rebe Najmán: Cuando Dios creó el sol y la luna, tenían igual tamaño. Pero la luna se quejó, “¿Acaso dos reyes pueden utilizar la misma corona?” (Julín 60b). Como resultado, Dios disminuyó el tamaño de la luna (Rashi sobre Génesis 1:14,16). Las Escrituras aluden a esta disminución al afirmar que Dios creó las “dos grandes luminarias” (Génesis 1:16); MeORoT (‫מארת‬, luminarias) está escrito de manera defectuosa, sin la letra vav (‫מאורות‬, MeOROT). La vav (‫)ו‬, que es la tercera letra del Santo Nombre de Dios IHVH (‫ה‬-‫ו‬-‫ה‬-‫)י‬, es la fuerza de vida de todas las cosas. La vav que falta alude a una carencia en la fuerza de vida, lo que

hace que los niños pequeños fallezcan debido a las enfermedades tales como la difteria, que Dios nos salve. De manera similar, está escrito, “Moisés finalizó” (Números 7:1). KaLOT (‫כלות‬, finalizó) se lee y se estudia como si la vav no estuviese presente (i.e., ‫כלת‬, KaLoT) (Zohar I, 236b). Moisés finalizó la construcción del Tabernáculo en Rosh Jodesh, el día en que la luna alcanza el epítome de la carencia y de la falta y por lo tanto comienza el proceso de la rectificación y de la plenitud. Por lo tanto KaLOT (‫ )כלת‬es un acrónimo para la frase Kapará Lejol Toldotam (“expiación para todas sus generaciones”) (Musaf de Rosh Jodesh).

Mediante el perdón generado por la finalización del Tabernáculo -KaLOT con la vav- el bien y la larga vida descienden sobre todos los judíos (cf. Rashi sobre Éxodo 39:43). Así, el pasaje sobre las ofrendas de la Luna Nueva es propicio para concebir hijos (Likutey Moharán I, 151).

28:15 “Se presentará también un macho cabrío para ofrenda por el pecado a Dios, además del sacrificio diario y su libación”.

Un macho cabrío para ofrenda por el pecado El SeIR (‫שעיר‬, macho cabrío) ofrecido como sacrificio en Rosh Jodesh vence a Esaú, quien es llamado el hombre de SiAr (‫שער‬, cabello) (cf. Génesis 25:25) y el hombre de SeIR (‫שעיר‬, el Monte Seir) (ibid., 36:8) (Likutey Halajot II, p. 356). Un macho cabrío para ofrenda por el pecado a Dios El SeIR (‫שעיר‬, macho cabrío) de la ofrenda de pecado hace recordar a Esaú, a quien la Torá llama ish SeIR (‫איש שעיר‬, “el hombre de Seir”) (Génesis 36:8). El

sacrificio del macho cabrío tenía el objetivo de darle un mínimo de sustento a Esaú -i.e., las fuerzas del Otro Ladohasta que llegue el momento en que no sea más necesario. De modo que, ¿por qué el versículo dice “ofrenda por el pecado a Dios”? En verdad, las fuerzas del mal siempre intentan tomar más de lo que les corresponde. Si se les da la oportunidad de tomar algo del lado de la santidad, tomarán tanto que ello les quedará atorado en la garganta, ahogándolas y haciendo que vomiten toda la santidad que podían haber tragado. Dado que hacen volver a Dios toda la santidad que tragaron, es de hecho un ofrenda “a

Dios” (Likutey Halajot V, p. 146a-290).

28:16 “Asimismo en el mes primero, a los catorce días del mes, se ofrendará el sacrificio de Pesaj a Dios”. Los sacrificios de las Festividades El Favor Divino se revela en las Festividades, dado que ellas conmemoran los milagros que Dios hizo para los judíos cuando salieron de Egipto. Este Favor Divino invoca la alegría. Y la principal alegría de las Festividades es invocada por los

sacrificios, que connotan caridad. Así, la caridad invoca el Favor Divino (Likutey Halajot VII, p. 119a).

28:26 “Asimismo en el día de los primeros frutos, cuando ofrezcan ofrenda de nuevo grano a Dios, en su festividad de Shavuot, tendrán una convocación santa; no harán ningún trabajo mundano”. En el día de los primeros frutos,

cuando ofrezcan ofrenda de nuevo grano a Dios, en su festividad de Shavuot, tendrán una convocación santa; no harán ningún trabajo mundano BiKuRim (‫בכורים‬, “primeros frutos”) está asociado con la autoridad de la sefirá de Maljut, que es conocida como el BeJoR (‫בכור‬, primogénito). Cuando la persona utiliza su autoridad sólo en aras de Dios, alcanza un nivel espiritual equivalente al de la “ofrenda del nuevo grano” llevada en Shavuot. Esa “ofrenda del nuevo grano” corresponde a la “nueva Torá” - la revelación de la Torá en un nivel

espiritual muy elevado, que emana de Dios en Su aspecto del Anciano Oculto (ver Vaikrá Rabah 13:3; Zohar III, 152a). “Su festividad de Shavuot” - esto hace referencia a la revelación de la Torá y de la Divinidad asociadas con esa festividad. “Una convocación santa” - ese momento está pleno de un espíritu de santidad. “No harán ningún trabajo mundano” - cuando la persona alcanza daat (percepción superior), trasciende a la maldición traída por la Serpiente: “Comerán con el sudor de su frente”

(Génesis 3:19). En su lugar, uno alcanza la

Providencia Divina y obtiene el sustento con facilidad (Likutey Moharán I, 56:12). En el día de los primeros frutos, cuando ofrezcan ofrenda de nuevo grano a Dios, en su festividad de Shavuot, tendrán una convocación santa; no harán ningún trabajo mundano BiKuRim (‫בכורים‬, “primeros frutos”) es similar a BeJoR (‫בכור‬, primogénito). La persona puede comenzar nuevamente al dar una “ofrenda de nuevo grano” - i.e., caridad. La caridad es una mitzvá tan poderosa que puede abrir todas las puertas.

“Su festividad de Shavuot” - esto corresponde a un anciano, pues Shavuot conmemora la Entrega de la Torá en el monte Sinaí, donde Dios se les apareció a los judíos como un Anciano (Rashi sobre Éxodo 20:2). De la misma manera, cuando se revela un santo anciano -un Tzadik- se anulan los ancianos de las filosofías y del ateísmo. Mikra kodesh (convocación santa) significa literalmente “llamado a lo santo”. Esto hace referencia a la voz de santidad que clama y revela la Providencia de Dios. “No harán ningún trabajo mundano”

- cuando la Providencia Divina se le revela a la persona, ésta no tiene necesidad de esclavizarse para ganar el sustento. En su lugar, Dios la sustenta con Su bondad (Likutey Moharán II, 4:13). Primero frutos... una convocación santa BiKuRim (‫בכורים‬, “primeros frutos”) es similar a BeJoR (‫בכור‬, primogénito), connotando un nacimiento, como en “Como aquella que da a luz por primera vez (‫כמבכירה‬, kemaBKiRá)” (Jeremías 4:31). Cuando se le otorga a una persona un nuevo grado de honor, es como si

hubiera nacido una nueva entidad. Al igual que un niño recién nacido, ello debe ser traído a la existencia y desarrollado de la manera apropiada i.e., de una manera que exprese la gloria de Dios. Esta idea está designada con el término mikra kodesh (convocación santa), que significa literalmente “llamado a lo santo”. Cuando la persona desarrolla su honor de la manera apropiada, ello proclama la gloria de Dios (Likutey Moharán I, 67:10).

29:1 “En el mes séptimo, al primero del mes tendrán

una convocación santa; no harán ningún trabajo mundano, les será un día de hacer sonar el shofar”. En el mes séptimo, al primero del mes tendrán una convocación santa En Su gran compasión por nosotros, Dios estableció Rosh HaShaná, el Año nuevo, en Rosh Jodesh, el día de la Luna Nueva. (En verdad, Rosh HaShaná es la única festividad que cae en Rosh Jodesh). La ofrenda de pecado de Rosh Jodesh es única entre las ofrendas de

pecado llevadas en ocasiones especiales, pues está descrita como siendo “a Dios” (Números 28:15). Esta frase puede comprenderse cómo teniendo un significado especial: no sólo esta ofrenda de pecado es ofrecida a Dios, sino que es ofrecida en nombre de Dios - pues, si así pudiera decirse, en Rosh Jodesh Dios Mismo pide perdón por haber disminuido el tamaño de la Luna (Julín 60b). Así, debido a que Dios pide perdón en ese día, nosotros podemos atrevernos a pedirle perdón a Él, aunque Rosh HaShaná sea un día de juicio estricto (Likutey Moharán II, 1:14).

Un día de hacer sonar el shofar Cuando hacemos sonar el shofar, tocamos un sonido simple (tequía), luego un sonido entrecortado de nueve notas (terúa) y finalmente tequía una vez más. TeRúA (‫תרועה‬, “hacer sonar el shofar”) implica la Torá, pues sus letras pueden reordenarse para formar TORá Ain (‫)תורה ע‬, indicando los “setenta rostros de la Torá” (la letra ain [‫ ]ע‬tiene el valor numérico de 70). La Torá sólo fue dada después de que sonara el shofar (Éxodo 19:16), enseñando que no es posible alcanzar la Torá a no ser que uno tenga tanto el tequía como el terúa i.e., que se conduzca con simpleza tanto antes como después de su estudio de

Torá. De manera similar, en Rosh HaShaná, hacemos sonar el tequía, un sonido simple, antes y después del terúa (Likutey Halajot I, p. 240a).

29:13 “Y presentarán en sacrificio, como ofrenda de fuego de perfume grato a Dios, trece novillos jóvenes, dos carneros, catorce corderos de un año sin tacha”. Setenta novillos llevados sacrificios en Sukot

como

Los setenta novillos llevados como sacrificios en los siete días de Sukot eran una expiación por los pecados de las setenta naciones (Rashi sobre Números 29:18).

Los sacrificios eran presentados de la siguiente manera: En el primer día de Sukot, trece novillos; en el segundo día, doce novillos; en el tercer día, once novillos; y así en más, hasta que eran llevados siete novillos en el séptimo día. Cada día, el número de sacrificios disminuía en uno - esto está relacionado con el poder de la Torá, que puede llegar incluso a aquellos que están muy alejados de Dios. En el primer día, traemos trece novillos, correspondientes

a los Trece Principios de Interpretación de la Torá - esto representa a los judíos que tienen algún conocimiento de Torá. El segundo día, traemos doce novillos, que representan a los judíos que tienen menos conocimiento y que por lo tanto están más lejos de Dios. En el tercer día, llevamos once novillos correspondientes a aquellos judíos que tienen menos conocimiento de Torá aún y que están mucho más alejados de Dios - y así en más durante el resto de los días de Sukot. Pues nuestra principal misión es iluminar el mundo con el conocimiento de Dios, que se manifiesta a través del conocimiento de la Torá (Likutey Halajot VIII, p. 149a).

Setenta novillos llevados sacrificios en Sukot

como

Los setenta novillos llevados como sacrificios en los siete días de Sukot eran una expiación por los pecados de las setenta naciones (Rashi sobre Números 29:18).

Los sacrificios eran presentados de la siguiente manera: En el primer día de Sukot, trece novillos; en el segundo día, doce novillos; en el tercer día, once novillos; y así en más, hasta que eran llevados siete novillos en el séptimo día. ¿Por qué la regresión de los números? ¿Acaso no sugiere la eliminación de las naciones? (ver la opinión de Beit Shamai en Shabat 21b). ¿No

deberían los números ir aumentando e implicar con ello un aumento de la santidad, a medida que los pecados de las naciones están siendo perdonados? Hay chispas de santidad sumidas en todas las naciones. Los sacrificios extraen el bien, lo elevan y lo incorporan a la santidad de la nación judía en la forma de prosélitos. El descenso en los números apunta al proceso de purificación que tiene lugar. En el comienzo, extraemos muchas chispas y las elevamos. Luego, la cantidad de chispas que quedan entre las naciones va disminuyendo y no se requiere de tantos sacrificios para extraer las restantes y elevarlas al

campo de la santidad (Likutey Halajot III, p. 122a).

29:35 “El octavo día será una restricción para ustedes; no harán ningún trabajo mundano”. Shemini Atzeret [Después de la festividad de Sukot] Dios les dice a los judíos, “Quédense conmigo otro día más” (cf. Rashi).

En la Festividad de Sukot, nos regocijamos en Dios. La Festividad de

Shemini Atzeret, un día después de Sukot, representa el regocijo de Dios con nosotros. Completando el círculo, la alegría se perfecciona en ese día. Nos regocijamos en Dios y Él se regocija en nosotros (Likutey Halajot VII, p. 294). Shemini Atzeret ATzeReT (‫עצרת‬, restricción) proviene de la raíz ATzoR (‫עצור‬, juntar o unir). Después de haber derramado nuestros corazones en plegaria delante de Dios en Rosh HaShaná, Iom Kipur y Sukot, demostrando un gran anhelo de servir a Dios de la manera apropiada, nuestros deseos se unen en Shemini Atzeret para llevarnos hacia el sendero

de la rectitud y hacia un buen año nuevo (ver Likutey Halajot VIII, p. 166b). El octavo día será una restricción ATzeReT (‫עצרת‬, restricción) connota “reunir”. Sukot es llamada la Festividad de la Recolección, pues recolectamos los frutos de nuestros campos y de las cosechas del año entero. En Shemini Atzeret, el día después de Sukot, recolectamos los “frutos” de nuestro trabajo espiritual y las rectificaciones del año entero, especialmente aquellas que comenzaron en Rosh HaShaná. Por lo tanto en Shemini Atzeret (Simjat Torá), completamos la lectura de la Torá, pues

es a través de la Torá que se producen las principales rectificaciones. Cada uno recolecta la porción de Torá que mereció ese año (Likutey Halajot I, p. 394). El Rebe Najmán dijo cierta vez que en la noche de Shemini Atzeret se le adjudica a la persona el sustento del año entero (que fue decretado en Rosh HaShaná) (Siaj Sarfei Kodesh 1:55).

Parashat Matot

30:2 Moisés habló a las cabezas de las tribus de los hijos de Israel, diciendo: “Ésta es la palabra que Dios ha mandado”. Ésta es la palabra que Dios ha mandado Moisés profetizó con las palabras, “Así

dijo Dios” y los otros profetas profetizaron con las palabras, “Así dijo Dios”. Pero Moisés era más grande que ellos, pues él quería decir “Esto [específicamente] es lo que Dios ha mandado” (Rashi).

El Rebe Najmán enseña que la palabra NAVI (‫נביא‬, profeta) connota recompensa, pues es un acrónimo para Iavo Verina Nose Alumotav (“Vendrá con alegría, cargando sus gavillas”) (Salmos 126:6), que alude a una recompensa. Es posible servir a Dios de dos maneras. Se puede servirlo sólo en aras de Dios, regocijándose en el cumplimiento de una mitzvá sin ningún

pensamiento de recompensa. O se puede servir a Dios sabiendo que se recibirá una recompensa por las mitzvot. Estos dos niveles representan a los profetas de Israel. Moisés estaba tan cerca de Dios que todo lo que pensaba era servir a Dios en aras de Dios Mismo. Por lo tanto mereció conocer exactamente qué era lo que Dios ordenaba, percibiendo a Dios de una manera clara. Los otros profetas, grandes como eran, no alcanzaron el nivel de Moisés; así, sólo podían percibir a Dios de una manera opaca (Likutey Moharán I, 5:2). Servir a Dios con alegría lleva a la persona hacia un nivel más cercano a Él. Pero se requiere que la mitzvá sea

llevada a cabo con una gran alegría, pues de ese modo es posible obtener una clara percepción de la Divinidad. Es por ello que vemos que “un profeta no puede imponer una nueva mitzvá” (Shabat 104a). Pues el nivel de Moisés representa una absoluta claridad en la Torá, mientras que los otros profetas no alcanzaron semejante claridad. Aun así, nos hacen falta los otros profetas, aunque no puedan darnos nuevas leyes de Torá, pues sus percepciones fortalecen nuestra fe en la Torá que recibimos a través de Moisés (Likutey Halajot VII, p. 84a). Ésta es la palabra que Dios ha mandado

Moisés profetizó con las palabras, “Así dijo Dios” y los otros profetas profetizaron con las palabras, “Así dijo Dios”. Pero Moisés era más grande que ellos, pues él quería decir “Esto [específicamente] es lo que Dios ha mandado” (Rashi).

El rabí Najmán Goldstein, el Rav de Tcherin (1825-1894), preguntó: ¿Por qué Rashi esperó hasta este momento en la Torá para explicar la diferencia entre Moisés y los otros profetas? Vemos que Moisés ya había dicho anteriormente en la Torá, “Esto es lo que Dios dijo” (ver Éxodo 35:4; Levítico 8:5; ibid., 17:2). La respuesta es que Dios nos dio la

Torá y las mitzvot para recompensarnos. Como tal, no podemos saber si la persona que lleva a cabo una mitzvá la está haciendo por la recompensa futura, como en “Así dijo Dios”, o en aras de Dios Mismo. Pero cuando la persona hace un voto de servir a Dios de una determinada manera, vemos que está yendo más allá de la manera básica de servir a Dios. Esto la coloca en la categoría de “Esto es lo que Dios dijo”, el nivel de Moisés (Zimrat HaAretz I, 5). Ésta es la palabra que Dios ha mandado Todos los otros profetas comenzaron sus mensajes con la frase “Así dijo Dios”, indicando una comprensión general, la

percepción de algo desde una distancia. Pero Moisés logró mucho más que ellos, pues él también profetizó con, “Ésta es la palabra”, indicando una gran especificidad y claridad (Rashi).

Estos dos niveles de profecía pueden compararse a las dos maneras en las cuales es posible llevar a cabo las mitzvot. Primero está la persona que lleva a cabo las mitzvot con el conocimiento de que recibirá una recompensa en el Mundo que Viene. No obtiene alegría alguna de la mitzvá misma y si no se le diese el Mundo que Viene como recompensa, no la llevaría a cabo. Al igual que el profeta que ve algo desde

una distancia, la persona lleva a cabo las mitzvot debido a la recompensa que le darán en un tiempo distante, después de este mundo. Además está la persona que lleva a cabo las mitzvot con tal alegría que no tiene deseo alguno de recompensa en el Mundo que Viene. En su lugar, su único deseo es que Dios le dé la oportunidad de llevar a cabo otra mitzvá como recompensa de la primera mitzvá. Al igual que la profecía clara e inmediata de Moisés, tal persona cosecha su recompensa aquí y ahora (Likutey Moharán I, 5:2). Ésta es la palabra que Dios ha

mandado Todos los otros profetas miraron en un espejo que no brilla, mientras que Moisés miró en un espejo que sí brilla (Iebamot 49b).

Todos los profetas, aparte de Moisés, percibían imágenes y manifestaciones de Dios, con las cuales se relacionaban como si éstas otorgasen un Conocimiento Infinito. Pero ésta era una visión poco clara, correspondiente al versículo “El mundo entero está lleno de Su gloria” (Isaías 6:3) - i.e., la manifestación de Divinidad a través de nuestro ámbito de ser.

Sin embargo, Moisés, alcanzó una percepción clara de la Divinidad en el nivel de la sefirá de Keter, que está asociada con la palabra MaH (‫מה‬, qué). En otras palabras, alcanzó el conocimiento de que no hay una comprensión plena del Ser Infinito de Dios. Por lo tanto siempre preguntaba, “¿Qué?” - significando, “¿Qué más puedo saber sobre Dios?” (Likutey Moharán II, 7:8).

30:3 Cuando un hombre hiciere un voto a Dios o hiciere un juramento para obligar a su alma para

prohibirse algo, no ha de violar su palabra, antes hará conforme a lo que saliese de su boca”. Las leyes de los votos Las leyes de los votos son verdaderamente originales, en el sentido de que aquel que toma un voto hace que algo permitido se vuelva prohibido. Es como si ejerciese el poder de escribir su propia Torá, permitiendo esto y prohibiendo aquello. Esto es posible debido a que todo en la creación toma su fuerza de vida de la Torá; por lo tanto todo está enraizado en la Torá.

Consecuentemente, es posible transformar aquello que está permitido en algo que está prohibido con la plena aplicación de la ley de la Torá, como si la Torá misma lo estuviese prohibiendo (Likutey Halajot V, p. 2a). Una de las leyes de los votos dicta que un voto puede ser anulado como si nunca hubiese sido tomado. Esta anulación sólo puede ser llevada a cabo por los sabios que comprenden la fuente de los votos (i.e., la Torá, que es la fuerza de vida de todas las cosas) y que pueden anularlos en su raíz. La Torá alude al poder de los sabios al introducir las leyes de los votos con las palabras “Moisés les habló a las

cabezas de las tribus de los hijos de Israel” (Números 30:2). Ningún otro pasaje de la Torá comienza de esta manera, pues las leyes de los votos están íntimamente asociadas con los líderes los sabios que conocen la verdadera fuente de los votos (Likutey Halajot VI, p. 4a). Votos y juramentos La Torá prohíbe específicamente que la persona agregue o quite algo de las mitzvot (Deuteronomio 13:1). ¿Por qué, entonces, está permitido hacer un voto que prohíbe aquello que la Torá permite?

Durante el proceso de la Creación, se produjo un evento que permitió la creación del mal. Esto fue la Rotura de los Recipientes, que esparció los trozos de los recipientes, formando las klipot y dando lugar al ámbito del mal. La luz de Dios fue demasiado intensa para los Recipientes de modo que éstos se quebraron. Así como el mal llegó a la existencia debido a una sobreabundancia de luz, la mala inclinación se aferra de la persona debido a “demasiada luz” i.e., demasiada rigurosidad al seguir la ley y actitudes demasiado estrictas que dificultan el cumplimiento de las mitzvot (si las mitzvot no requieren de esa rigurosidad).

Sin embargo es posible cuidarse de la mala inclinación. También en el momento de la Creación, Dios constriñó Su luz para formar un Espacio Vacío, dentro del cual creó el mundo entero. La persona que toma un voto está, en efecto, haciendo su propio “espacio vacío”. Dado que su corazón está lleno de anhelo y de deseo de servir a Dios, su voto actúa como una constricción de ese anhelo, y no le permite ir más allá de sus parámetros. Así, en lugar de “demasiada luz”, restringe la luz, para poder recibirla y utilizarla en busca de la Divinidad (Likutey Halajot V, p. 10-6a-12).

31:6 Moisés envió mil

hombres de cada tribu al ejército, junto con Pinjas el hijo de Elazar el Cohen. Pinjas llevaba en su mano los instrumentos santos, es decir: las trompetas para llamar. Moisés envió... al ejército, junto con Pinjas... también a Bilaam, hijo de Beor, lo pasaron a espada La persona debe ser capaz de diferenciar entre las historias sobre Tzadikim, que son beneficiosas y pueden ayudarla a purificar sus pensamientos,

de las historias sobre la gente malvada. Nuestros Sabios enseñan que en la batalla contra los midianitas, tanto Bilaam como Pinjas volaban por el aire. Bilaam utilizó la hechicería para volar y alejarse de la batalla, pero Pinjas, al invocar el Nombre de Dios en la plegaria, voló tras Bilaam y lo mató (Targúm Ionatán sobre Números 31:8). La persona debe saber cómo diferenciar entre “la luz y la oscuridad” - entre las acciones de los Tzadikim que tienen su fuente en la plegaria y en el lado de la santidad y los actos de los malvados que tienen su fuente en la magia y en el Otro Lado (Likutey Moharán I, 234:1).

Moisés envió... al ejército, junto con Pinjas... también a Bilaam, hijo de Beor, lo pasaron a espada Pinjas voló por el aire al igual que Bilaam (Targúm Ionatán sobre Números 31:8).

Por cada acción llevada a cabo por un Tzadik, encontramos actos similares hechos por los malvados. Debido al éxito y a los milagros de los malvados uno puede ser engañado con facilidad y llevado a pensar que el malvado es una persona recta. Pero al final, aunque el daño que hacen los malvados sea considerable, los rectos siempre prevalecen (Likutey Halajot I, p. 282).

31:8 Mataron también a los reyes de Midian, además de los hombres suyos que mataron; a saber, Evi, Requem, Tzur, Jur y Reva, cinco reyes de Midian; también a Bilaam, hijo de Beor, lo pasaron a espada. También a Bilaam, hijo de Beor, lo pasaron a espada Bilaam fue muerto específicamente por Pinjas. Bilaam corrompió el pacto

pero Pinjas lo preservó, dándole a Pinjas el poder de vencer a Bilaam (Likutey Halajot I, p. 182a).

31:14 Y Moisés se indignó contra los oficiales del ejército, los jefes de miles, los jefes de cientos, que volvían del servicio de la guerra. Moisés se indignó Cuando la persona se enoja, pierde su sabiduría (Pesajim 66a).

La ira es la culpable de todos los daños y errores cometidos por la gente. Dado que la ira hace que la persona pierda su intelecto, invariablemente cometerá errores (Likutey Halajot VIII, p. 230b). Moisés se indignó contra los oficiales del ejército... Mantuvieron vivas a las mujeres... Ellas fueron quienes llevaron a cabo la palabra de Bilaam, haciendo que los hijos de Israel fuesen infieles a Dios La persona revela los pensamientos de su mente a través del habla. Cuando el malvado habla y expele aire de su

boca, produce un aire venenoso de inmoralidad y todo aquel que escucha sus palabras y las respira, introduce ese aire en su cuerpo. El estado mental de Bilaam estaba asociado con las klipot. Así, sus palabras e incluso su aliento producían el aire tóxico de la inmoralidad. El hecho de que los judíos no pensasen en eliminar a las mujeres inmorales midianitas sugiere que habían sido afectados de manera adversa por la “palabra de Bilaam”. Más tarde, cuando volvieron de la batalla en contra de Midian, los oficiales le dijeron a Moisés,

“Queremos traer un ofrenda a Dios... para expiar por nuestras almas delante de Dios” (Números 31:50). Explican nuestros Sabios: “Esto es lo que dijeron: ‘Aunque evitamos pecar, no pudimos evitar tener malos pensamientos’” (Shabat 64a). Al ofrecerse a contribuir para el Tabernáculo, los oficiales buscaron acercarse a Moisés, el Tzadik, y a la santidad (Likutey Moharán I, 43).

31:21 Y dijo el sacerdote Elazar a los hombres del ejército que habían ido a la guerra: “Éste es el estatuto

de la Torá que Dios ha mandado a Moisés”. Y dijo el sacerdote Elazar... Éste es el estatuto de la Torá Después de la batalla contra los midianitas, los judíos trajeron como botín de guerra a las mujeres midianitas, a sus hijos, al ganado y a los utensilios. Moisés se enojó, pues supuso que se estaba llevando a cabo otro acto inmoral debido a las mujeres midianitas cautivas. Dado que perdió la paciencia, creyendo que sería muy difícil efectuar la purificación necesaria para más inmoralidad, olvidó las leyes de la

inmersión de los utensilios. Fue Elazar, el Cohen Gadol, quien explicó las leyes, dado que el Cohen Gadol es el símbolo de la pureza y de la expiación (Likutey Halajot IV, p. 141a-282).

31:22 “Ciertamente el oro y la plata y el cobre y el hierro y el estaño y el plomo”. Oro y plata Los utensilios de metal requieren la inmersión en una mikve. No así los utensilios de cerámica (ver Rashi sobre Números 31:23).

Las fuerzas del mal intentan aferrar todo lo que puedan. Cuanto más grande sea el objeto, más tratarán de atraparlo en su ámbito. El metal, que tiene un gran valor, se encuentra bajo un constante ataque de las fuerzas del mal. Por lo tanto, los utensilios de metal deben ser sumergidos en una mikve antes de que puedan entrar al ámbito de la santidad. Si el utensilio de metal ha sido contaminado con alimentos que no son kosher, también debe ser calentado al rojo blanco y purificado en el fuego. Aunque las fuerzas del mal atacan continuamente aquello que es valioso, siempre hay una manera de purificarlo y de hacerlo retornar al ámbito de la

santidad. (Esto se aplica también a la gente). Por contraste, un utensilio de cerámica tiene muy poco valor. Puede ser traído a la santidad con mucha facilidad al punto de no requerir la inmersión en una mikve. Pero si el utensilio de cerámica es utilizado para alimento que no es kosher, entonces ni siquiera la purificación podrá ser de ayuda. Tal utensilio deberá ser quebrado y destruido, pues algo de muy poco valor no necesita llegar a un estado de santidad (Likutey Halajot IV, p. 132a-264).

31:23 “Toda cosa que va al

fuego la harán pasar por el fuego y así quedará pura, con tal que sea purificada con las aguas para la impureza; pero todo lo que no va al fuego, lo harán pasar por agua”. Toda cosa que va al fuego la harán pasar por el fuego Uno debe siempre buscar a Dios para purificar su corazón. Si ya se ha comenzado a servir a Dios, será necesario aumentar las

devociones con una renovada pasión. Pero si hasta ahora se ha estado ardiendo con la pasión por las cosas de este mundo, se deberá transformar ese deseo en una pasión por el servicio a Dios. Así, “toda cosa que va al fuego” el fuego de la pasión material - “la harán pasar por el fuego” - deberán transformarla en una apasionada devoción a Dios (Likutey Moharán I, 156:1). Toda cosa que va al fuego la harán pasar por el fuego “Mi Palabra es como fuego” (Jeremías 23:29).

La Torá es llamada “fuego” porque es de allí que se origina Maljut. Aquel que peca ha desobedecido la autoridad de Dios y ha dañado a Maljut. Su rectificación será elevar y restaurar a Maljut hacia su fuente, que es el fuego. Para ello deberá confesar sus pecados delante de un estudioso de Torá, quien es la encarnación de la Torá. Así, “toda cosa que va al fuego” todo aquel que daña el fuego de Maljut “la harán pasar por el fuego” - será rectificado mediante la confesión delante de un estudioso de Torá (Likutey Moharán I, 4:6). Purificando los utensilios

Antes de purificar un utensilio deberá ser limpiado de todo óxido (Rashi sobre Números 31:22).

“Óxido” corresponde a la mentira. La persona debe limpiarse de la mentira y ser totalmente honesta consigo misma antes de poder alcanzar la pureza (Likutey Halajot IV, p. 300). Toda cosa que va al fuego la harán pasar por el fuego y así quedará pura, con tal que sea purificada con las aguas para la impureza Al comer del Árbol del Conocimiento Adán corrompió para

toda la humanidad la experiencia espiritual del comer. Sin embargo, el judío aun así anhela comer en pureza, con fe en Dios y en la Providencia Divina. Los no judíos no poseen esa fe; por lo tanto sus utensilios son considerados como la antítesis de la fe. Si un judío compra utensilios de un no judío, debe primero sumergirlos en una mikve, para purificarlos. La mikve llena de agua implica el conocimiento de la Providencia Divina, como en “El mundo estará lleno del conocimiento de Dios, tal como las aguas cubren el fondo del mar (Isaías 11:9) (Likutey Halajot I, p. 22a). Sin embargo, si el no judío ya ha utilizado ese utensilio cocinando sobre

el fuego, el judío deberá purgarlo mediante el fuego. Esto implica el hecho de que las falsas creencias están profundamente enraizadas y requieren una purga mucho mayor para poder llegar a ser kosher (ibid., I, p. 44). Las aguas para impureza Sólo una mikve que es apta para una nidá puede ser utilizada para sumergir los utensilios (Rashi).

Conceptualmente, la inmersión de una nidá (la mujer que espera la purificación después del período menstrual) y la inmersión de los utensilios impuros logran lo mismo.

Después de que Eva comió del Árbol del Conocimiento, fue maldecida con la sangre menstrual y “Con tristeza darás a luz” (Génesis 3:16). La inmersión en la mikve contrarresta esa tristeza y depresión. Adán fue maldecido con el hecho de tener que ganarse el sustento con las palabras “Con tristeza comerás” (ibid., 3:17). Por lo tanto, todos los utensilios utilizados para cocinar deben ser sumergidos en una mikve para elevar la tristeza hacia la alegría. Pues la mikve encarna el estado de rectificación que existió antes del pecado de Adán y Eva; es el “río que fluye del Edén” (ibid., 2:10) (Likutey Halajot IV, p. 132a).

32:3 “Atarot y Divon, Iazer, Nimrá, Jeshbón, Elalé, Sevam, Nevo y Beon”. Atarot y Divon La persona debe siempre leer la porción semanal de la Torá dos veces y el Targúm una vez, incluso para [tales versículos como el nombre de las ciudades] Atarot y Divon (Berajot 8a-b). El Targúm está escrito en arameo, una lengua intermedia entre el Lenguaje Sagrado y los lenguajes de las setenta naciones (Likutey Moharán I, 19).

¿Por qué nuestros Sabios pusieron

Atarot y Divon como ejemplos? Esas ciudades del territorio capturado de Sijón y Og estaban situadas en el límite de la Tierra Santa. Estando en la frontera, eran comparables al Targúm, que sirve como una línea divisoria entre el Lenguaje Sagrado y los otros idiomas. Nuestra misión es vencer todo mal y elevar hacia la santidad todas las chispas que podamos. Por lo tanto debemos elevar incluso a Atarot y Divon -i.e., el Targúm- hacia la Tierra Santa. Aunque esos versículos no tienen Targúm, debemos leerlos para vencer el mal en ellos y elevar las chispas de santidad (Likutey Halajot I, p. 456). Atarot y Divon

La persona debe siempre leer la porción semanal de la Torá dos veces y el Targúm una vez, incluso para [tales versículos como el nombre de las ciudades] Atarot y Divon (Berajot 8a-b).

Las tribus de Rubén y Gad, y la media tribu de Menashé, eligieron como su herencia tierras que estaban hacia el este del río Jordán. Pero Moisés se enojó con ellos. Hay santidad -la Tierra Santa- y hay noga, el nivel que contiene bien pero que también contiene mal. Noga corresponde al Targúm, que está escrito en arameo pero que contiene Torá. No es posible alcanzar nivel alguno

de verdadera santidad a no ser que se separe primero el bien del mal. Por lo tanto Moisés quería que las tribus de Rubén y de Gad y la media tribu de Menashé entrasen primero a la Tierra Santa; luego, podrían retornar hacia la orilla oriental -noga- para santificarla con el bien que hubieran adquirido. Por el mismo motivo, nuestros Sabios enseñan: “La persona debe siempre leer la porción semanal de la Torá dos veces y el Targúm una vez, incluso para [tales versículos como el nombre de las ciudades] Atarot y Divon”. De hecho, Atarot y Divon también están traducidas en el Targúm. Pero Atarot y Divon representan el

Targúm mismo, pues esas ciudades están situadas al este del Jordán, en noga. Así, incluso el santo Targúm requiere de la santidad de la Torá, el Lenguaje Sagrado, para elevarlo a un verdadero nivel de santidad (ver Likutey Halajot III, p. 224a-448).

32:7 “¿Por qué quieren desalentar el corazón de los hijos de Israel, para que no pasen por la tierra que les ha dado Dios?”. Por qué quieren desalentar el corazón

de los hijos de Israel TeNiun (‫תניאון‬, desalentar) tiene la misma raíz que ToNo (‫תונו‬, engañar). El engaño se produce debido a la klipá de noga, a una combinación de bien y mal que tiene poder para confundir a la persona. La margen oriental del Jordán representa a noga. Cuando las tribus de Rubén y de Gad pidieron por su porción en el lado este del Jordán, Moisés temió que pudiesen caer víctimas de noga y que no sólo se dañaran a sí mismas sino que también engañasen a los judíos retrasando la oportunidad de entrar a la Tierra Santa. Pero las tribus de Rubén y de Gad

respondieron que tenían la voluntad de sacrificarse por la santidad y guiar el ejército hacia la batalla para la conquista de la Tierra Santa. Su compromiso demostró que eran capaces de superar las ilusiones de noga y mantenerse firmes en la santidad (Likutey Halajot VII, p. 226a).

32:14 “Y ahora he aquí que ustedes se han levantado en lugar de sus padres, una prole de hombres pecadores, para aumentar todavía más el ardor de la ira de Dios

contra de Israel”. Una prole de hombres pecadores Todo aquel que retiene una ley de la boca de su discípulo es considerado como si le hubiese robado su herencia, como está escrito, “La Torá que Moisés nos ordenó es la herencia de la congregación de Iaacov” (Deuteronomio 33:4) (Sanedrín 91b).

Cuando Moisés pensó que las tribus de Rubén y de Gad estaban tratando de disuadir a los judíos de tomar la herencia que les correspondía en la Tierra Santa, los llamó “una prole de hombres pecadores”. El Targúm Onkelos traduce esta frase como

“discípulos de hombres culpables”. En otras palabras, Moisés pensó de ellos como si hubiesen aprendido de un maestro malvado - i.e., un hombre que les hubiera retaceado las leyes, que es comparable a robar su herencia. Ahora bien, pensó que ellos también querían hacer lo mismo y privar a otros judíos de su herencia (Likutey Moharán I, 103). Una prole de hombres pecadores Debido a que Moisés denunció a las tribus de Rubén y de Gad como “una prole de hombres pecadores”, fue castigado en el hecho de que sus descendientes se volcaron a la idolatría (Sefer Jasidim #137).

¿Cuál es la conexión entre las palabras de Moisés y el hecho de que sus descendientes se volcasen a la idolatría? Enseñan nuestros Sabios: “Aquel que sospecha del inocente es castigado” (Shabat 97a). Más aún, enseñan: “Todo aquel que habita fuera de la Tierra Santa es considerado como si no tuviese Dios” (Ketuvot 110b). Dado que Moisés pensaba que las dos tribus no querían habitar en la Tierra Santa, sospechaban en efecto que serían idólatras. Debido a que eran inocentes, Moisés mismo fue castigado en el hecho de que sus descendientes se dedicaron a

la idolatría (Likutey Moharán I, 104).

Parashat Masei 33:1 Estos son los viajes de los hijos de Israel, que salieron de Egipto por sus escuadrones, bajo la mano de Moisés y de Aarón. Estos son los viajes Debido que los judíos pecaron con EiLeH elokeija (‫אלה אלהיך‬, “Estos son tus dioses”) (Éxodo 32:4), tuvieron que

experimentar EiLeH masei (‫אלה מסעי‬, “Estos son los viajes”) (Asará Maamarot, Ialkut Rubeini, Masei).

La idolatría y la falta de fe llevan a viajar y al exilio (aunque también hay otros motivos para viajar). Pues si la persona tiene fe en que Dios la proveerá de todas sus necesidades allí en donde se encuentre, no tiene que viajar a otra parte para ganarse el sustento. Así, un viaje indica un daño en la fe, que es un aspecto de la idolatría. Sin embargo, cuando la persona viaja, puede rectificar su fe dañada. Más aún, la fe dañada produce el exilio Arriba, pues la Presencia Divina va al

exilio debido a los pecados del hombre. Mediante el propio exilio, la persona puede rectificar el exilio de la Presencia Divina (Likutey Moharán I, 40). Sin embargo, esto sólo es efectivo si uno se cuida de no pecar durante el viaje. Entonces producirá las rectificaciones allí en donde se encuentre, al orar, al dar caridad, al recitar las bendiciones y demás (Sabiduría y Enseñanzas del Rabí Najmán de Breslov #85).

Estos son los viajes La idolatría y la falta de fe llevan a viajar y al exilio.

Nuestros Sabios enseñan que allí en donde prevalezca la idolatría -idolatría es una falta de fe- allí habrá ira Divina (Sifri, Ree). Pero cuando la persona rectifica su fe dañada y elimina la idolatría, remueve la ira Divina y en su lugar hace descender la compasión de Dios. Puede incluso ser digna de comprender cómo las circunstancias y las situaciones que no parecen compasivas son en verdad una expresión de la gran compasión de Dios (Likutey Moharán II, 62). Estos son los viajes de los hijos de Israel

La estadía de los judíos en el desierto, sus viajes y tribulaciones, se ve reflejada hoy en día en los viajes que encaramos cuando vamos a nuestras casas de plegaria y al viajar para estar con los Tzadikim (Likutey Halajot VII, p. 150). Estos son los viajes de los hijos de Israel Los viajes de los judíos en el desierto les permitieron aplastar a las klipot, representadas por las “serpientes, víboras y escorpiones” (Deuteronomio 8:15). Esas klipot se le aparecen a cada persona en la forma de los temores que experimenta. Si uno

eleva esos temores y sólo teme a Dios, podrá aplastar y vencer todos los otros temores (Likutey Halajot VII, p. 200). Estos son los viajes de los hijos de Israel ¡Con sus viajes hicieron la Torá! Cada vez que los judíos salían al desierto, anulaban a las fuerzas del mal y transformaban el desierto espiritual en un oasis de Torá (Likutey Halajot II, p. 166). Estos son los viajes... Y escribió Moisés sus exilios y sus viajes Debido que los judíos pecaron con EiLeH

elokeija (‫אלה אלהיך‬, “Estos son tus dioses”) (Éxodo 32:4), tuvieron que experimentar EiLeH masei (‫אלה מסעי‬, “Estos son los viajes”) (Asará Maamarot, Ialkut Rubeini, Masei).

Viajar es una forma de rectificación de la idolatría y del daño a la fe (Likutey Moharán I, 40; Likutey Halajot VIII, p. 140b). Estos versículos nos muestran cuán grande es la fe en el Tzadik, pues Moisés pudo llevar a los judíos hacia el arrepentimiento después de que hicieran el becerro de oro y elevarlos al punto en que sus aparentemente mundanos viajes se volvieron parte de la Torá. Es decir, ellos viajaban para rectificar sus pecados, pero mediante su arrepentimiento, sus viajes se

santificaron y forman ahora parte integral de la Torá (Likutey Halajot VIII, p. 141a). Por lo tanto está escrito, “Y escribió Moisés sus exilios y sus viajes conforme a la voluntad de Dios, siendo sus viajes y sus exilios” (Números 33:2). Primero el versículo menciona el exilio seguido por los viajes. Luego los viajes seguidos del exilio. Los pecados de los judíos produjeron el exilio y la necesidad de viajar. Su arrepentimiento elevó sus viajes y rectificó el exilio (Likutey Halajot VIII, p. 149). Estos son los viajes

HaLaJáH (‫הלכה‬, la ley judía) está relacionada con HaLiJáH (‫הליכה‬, caminar). Los viajes de la nación judía por el desierto tenían el objetivo de buscar, aclarar y elevar las leyes y las ideas que hasta ese entonces estaban ocultas. Lo mismo se aplica a cada persona hoy en día. Uno debe ver sus viajes como maneras de aclarar los senderos para acercarse a Dios y elevar los caminos que aún no están bien transitados mediante la espiritualidad en el servicio a Dios (Likutey Halajot V, p. 274a-548).

35:4 “Los espacios abiertos de las ciudades que darán a

los levitas se extenderán desde el muro de la ciudad para fuera, mil codos alrededor”. Mil codos alrededor Dos mil codos de tierra rodeaban a cada ciudad de los Levitas. Los 1000 codos internos debían ser dejados vacíos para el uso de los habitantes. Los 1000 codos externos estaban designados para plantar campos y viñas (Rashi).

ELeF (‫אלף‬, mil) se escribe igual que ALeF (‫אלף‬, la primera letra del alfabeto hebreo). Para protegerse realmente de las fuerzas del mal uno

necesita las dos lecciones del Rebe Najmán que comienzan con la letra Alef (‫)א‬. La primera es ¡Azamra! (‫אזמרה‬, “Cantaré”), que trata sobre encontrar los puntos buenos en uno mismo (Likutey Moharán I, 282). Pues la “tierra” debe ser sembrada, para que puedas encontrar dentro de ti buenas cosas para “crecer y desarrollar”. Pero cuando pienses que las cosas están mal y tengas muchas preguntas sin respuesta, deberás recordar la lección de ¿Aié? (‫איה‬, ¿Dónde?) (ibid., II, 12). Incluso aunque la “tierra” parezca vacía, carente de Divinidad, no es así. Tiene un propósito y Dios existe incluso allí (Likutey Halajot III, p. 75).

35:6 “Y las ciudades que darán a los levitas serán las seis ciudades de refugio, las cuales señalarán para que huya allí el homicida; y además de éstas darán cuarenta y dos ciudades”. Seis ciudades de refugio... y además de éstas darán cuarenta y dos ciudades Las seis ciudades de refugio representan el versículo de Shemá Israel, que contiene seis palabras. Las cuarenta y dos ciudades corresponden al

número de palabras en el pasaje de Veavta (“Amarás”) (Deuteronomio 6:5-9). Así, el Shemá provee de un refugio para el individuo que desea evitar al “asesino” - las fuerzas del mal. Cada una de las ciudades de refugio estaba rodeada por 2000 codos de tierra adicional para plantar árboles y arbustos. Esos 2000 codos aluden al tejum Shabat (límite del Shabat). El Shabat representa la fe, que es otro medio para refugiarse del mal (Likutey Halajot III, p. 138-70a).

Deuteronomio > Devarim

Parashat Devarim >> El Libro de Deuteronomio El valor numérico del nombre IOShúA (‫)יהושע‬, más cinco unidades correspondientes a cada una de las letras del nombre, equivale a 396. De manera similar, la palabra MiShNáH (‫משנה‬, la Ley Oral; literalmente, “repetición”), más una unidad por toda la palabra, equivale a 396. Ioshúa, el

discípulo de Moisés, equivale al Libro del Deuteronomio, que es a veces llamado Mishne Torá dado que repite muchas de las leyes de la Torá. El Libro del Deuteronomio exhorta continuamente a los judíos a fortalecerse en el servicio a Dios, en no cejar en sus devociones. Ésta es la devoción de Ioshúa, el discípulo: instilar en los demás las enseñanzas de su maestro para despertarlos al servicio a Dios (Likutey Halajot III, p. 45a-46a).

>>

1:1 Éstas son las palabras que habló Moisés a todo Israel en la orilla oriental del Jordán, en el desierto, en la Aravá, frente al mar Rojo, entre Parán y Tofel y Laván y Jatzerot y Di Zahav. Éstas son las palabras que habló Moisés a todo Israel Cuando un Tzadik excepcionalmente grande habla, sus palabras están relacionadas con todo

Israel y cada individuo puede encontrarse en ellas (Sabiduría y Enseñanzas del Rabí Najmán de Breslov #290).

Éstas son las palabras que habló Moisés a todo Israel en la orilla oriental del Jordán La tierra de Israel corresponde a la santidad, mientras que la orilla oriental del Jordán corresponde a noga, la klipá que contiene tanto bien como mal. Moisés amonestó a los judíos cuando estaban en la orilla oriental del Jordán, antes de que cruzaran a la Tierra Santa, para enseñarles que debían primero vencer al mal antes de llevar el bien

hacia el ámbito de la santidad (Likutey Halajot III, p. 224a-448). Éstas son las palabras Parashat Devarim siempre se lee en el Shabat previo a Tisha beAv, dado que habla de la amonestación de Moisés a los judíos debido a la falta en su fe, que les hizo creer en los espías y lamentar su entrada en la Tierra Santa, creando “días de llanto para todas las generaciones” (Taanit 29a). La siguiente porción de la Torá, Parashat Veetjanan, siempre se lee en el Shabat posterior a Tisha beAv, dado que habla del Tesoro de Dones Inmerecidos de Dios (ver Rashi sobre Deuteronomio 3:23), con el cual Él

nos da el mérito de entrar a la Tierra Santa (ver Rashi sobre Génesis 1:1) (Likutey Halajot VIII, p. 157b).

1:2 Once días de viaje hay de Jorev, camino de la montaña de Seir, hasta Kadesh Barnea. Once días de viaje hay de Jorev Moisés dijo estas palabras en Shevat, el mes once del calendario hebreo. El número 11 es significativo. La santidad comprende diez niveles (por ejemplo, las Diez Sefirot). El ámbito de

la impureza comprende once niveles diez de los cuales son impuros y uno que es santo, dado que sin una chispa de santidad nada puede existir. Mediante el poder místico del número 11, la santidad puede vencer a las fuerzas de la impureza. Así, hay once especias en la ofrenda de incienso, once cortinas de piel de carnero en el Tabernáculo y Iosef -el paradigma del Tzadik- es el undécimo hijo de Iaacov. Mediante la festividad de Tu BiShevat, el Año Nuevo de los Árboles, el mes de Shevat, el mes once, puede rectificar la impureza causada por Adán al comer del Árbol. Tu BiShevat cae en el día quince del mes de Shevat, el día

más cercano al Shabat en el cual se lee la porción de Beshalaj, que describe la apertura del Mar. El mar se abrió en mérito a Iosef, el Tzadik (Likutey Halajot V, p. 162a-324-163a).

1:11 “Que Dios, el Señor de sus padres, los haga mil veces más numerosos de lo que son y los bendiga, según Él se lo ha dicho”. Que Dios, el Señor de sus padres, los haga mil veces más numerosos

Los judíos le dijeron a Moisés, “¿Por qué nos bendices sólo para mil veces? ¿Acaso deseas limitar nuestro número?” (Ialkut Shimoni, Shmuel 24, #165).

En la Kabalá, la sefirá de Jojmá representa “mil”, Biná representa “cien”, Zeir Anpin representa “diez” y Maljut representa “uno”. Moisés quiso bendecir a los judíos con un número grande, como Dios le había prometido a Abraham (Génesis 22:17), pero también quería que lograsen el nivel más grande posible - el nivel de Jojmá. Una vez que la persona alcanza Jojmá, trasciende todas las limitaciones y puede quedar sumida en la Divinidad. Sin embargo, Moisés sabía que el objetivo último es traer la gran luz de Jojmá hacia los

niveles inferiores. El Midrash hace notar que la bendición de Ioab fue mucho mayor que la de Moisés. Moisés bendijo a los judíos para que aumentasen mil veces, pero Ioab los bendijo, “Pues añada Dios a su número, tal como son, y nuevamente como tal y mucho más que cien tantos” (Samuel 2, 24:3) (Ialkut, ibid.). Ioab quería decir que el número de judíos debería duplicarse, y luego duplicarse otra vez y ese número aumentar 100 veces. En el aspecto numérico, la bendición de Ioab parece sobrepasar a la de Moisés. Pero Joab de hecho estaba confiriendo un tipo diferente de bendición: que después de que los judíos alcanzasen el nivel de

“mil”, fueran capaces de traer la gran luz de Jojmá hacia los niveles inferiores y beneficiarse de ella (Likutey Halajot VII, p.19a). Y los bendiga, según Él se lo ha dicho Vibarej etjem kaasher diber lajem (“Y los bendiga, según Él se los ha dicho”) también puede traducirse como “Él los bendecirá de acuerdo a la palabra de ustedes”. Aunque Dios conoce nuestros pensamientos, es necesario orarle, pues las palabras son los recipientes de la abundancia. Cuanto más perfectos sean nuestros recipientes la plegaria y el habla- más bendiciones podremos hacer descender (Likutey

Moharán I, 34:3).

1:12 “¿Cómo he de sobrellevar yo solo sus molestias y su carga y sus controversias?”. Cómo he de sobrellevar yo solo Tres personas dijeron, “Eijá - ¿Cómo?”: Moisés, Isaías y Jeremías. Moisés vio a los judíos en su nivel más elevado, Isaías los vio cuando estaban cayendo y Jeremías los vio en su nivel más bajo (Ialkut, Devarim #801).

Moisés percibió lo difícil que era inculcarle al pueblo judío un verdadero sentido de justicia. Aunque estableció un sistema de jueces y de cortes, conocía muy bien los problemas de mantener tal sistema y se lamentó, “¿Eijá? ¿Cómo he de sobrellevar yo solo?”. Isaías observó a los judíos después de que su sentido de justicia se había corrompido y exclamó, “¿Eijá? ¿Cómo es posible que la ciudad de justicia [Jerusalén] se haya vuelto una ramera?” (Isaías 1:21) - pues un sentido pervertido de la justicia lleva a la inmoralidad. La justicia continuó deteriorándose hasta que el Templo fue destruido, haciendo que Jeremías se lamentara, “¿Eijá? ¡Cómo se sienta solitaria la ciudad que estaba tan llena

de gente!” (Lamentaciones 1:1). La rectificación del Templo destruido y, por extensión, la rectificación de nuestro sentido de justicia, tendrá lugar con la llegada del Mashíaj, quien juzgará de manera recta (Likutey Halajot VII, p. 13a).

1:17 “No hagan excepción de personas en el juicio; al pequeño oirán lo mismo que al grande; no han de temer a nadie, porque el juicio es de Dios; y la causa que sea demasiado difícil para

ustedes la traerán a mí y yo la oiré”. Porque el juicio es de Dios Dios es el Único Que sabe cómo juzgar a cada individuo por sus acciones, en el contexto de sus intenciones y circunstancias. Debemos tener mucho cuidado y nunca juzgar a los demás, pues no conocemos todo lo que hay que conocer sobre los motivos detrás de las acciones de la persona (Likutey Moharán II, 1:14).

1:21 “Mira, que el Señor, tu

Dios ha puesto ante ti la tierra: sube, toma posesión, como te ha dicho el Señor, Dios de tus padres; no temas ni te amedrentes”. El Señor, tu Dios ha puesto ante ti la tierra: sube, toma posesión ¿Qué es lo que debe hacer la persona si desea llevar a cabo una mitzvá y no puede? Por ejemplo, si desea viajar a la Tierra Santa pero no encuentra un transporte apropiado o carece de fondos o es una época de guerras y demás. La respuesta es que

nunca debe abandonar el deseo y el anhelo de realizar la mitzvá. Si se mantiene firme la oportunidad se presentará por sí misma (Likutey Halajot II, p. 160).

1:22 “Con lo cual se acercaron a mí, todos ustedes y dijeron: ‘Enviemos, por favor, hombres delante de nosotros, que nos exploren la tierra y nos vuelvan a traer razón del camino, por

donde hemos de subir y de las ciudades a donde hemos de llegar’”. Se acercaron a mí Los espías no le pidieron consejo a Moisés (ver Rashi sobre Deuteronomio 1:23). Éste fue su principal error. Antes de llevar a cabo una tarea seria, la persona debe siempre buscar el consejo de mucha gente. Y pedir el consejo del Tzadik es considerado equivalente a preguntar a muchos consejeros (Likutey Moharán I, 143).

Parashat Veetjanan

3:23 “Y yo supliqué a Dios en aquel tiempo, diciendo”. Y yo supliqué a Dios en aquel tiempo, diciendo El Rebe Najmán enseña que el objetivo de la plegaria es lograr la devekut (una profunda unión con Dios). Sin embargo, si la persona no puede

orar con devekut, no debe decir, “No hay sentido en que siga orando”. Más bien, debe poner en sus plegarias tanto esfuerzo y concentración como pueda. Pues más tarde, cuando ore con devekut, todas sus plegarias ascenderán junto con la plegaria que es dicha de la manera apropiada. Y esto está aludido en el presente versículo. “Yo supliqué” - Moisés siempre suplicaba delante de Dios. A veces oraba con una gran devekut y otras veces, cuando no podía alcanzar esa devekut, oraba igualmente con todas sus fuerzas. “En aquel tiempo, diciendo” - cuando llegó el momento en que mereció orar con devekut, ése fácil

“diciendo” ascendió y elevó con él a todas las otras plegarias, menos aceptables (Likutey Moharán I, 99). Y yo supliqué a Dios en aquel tiempo Específicamente, “en aquel tiempo”. Moisés sabía que cada tiempo es diferente. La manera en que una persona se siente hoy es diferente a la manera en que se sintió ayer y en cómo se sentirá mañana. Moisés siempre le suplicaba a Dios de acuerdo a cómo se sentía en ese momento específico (Likutey Halajot V, p. 57a). Y yo supliqué a Dios

VeetJaNaN (‫ואתחנן‬, “Yo supliqué”) proviene de la raíz JaNaN (‫חנן‬, graciable), significando un regalo no merecido. Aunque los Tzadikim tienen muchos méritos, le suplican a Dios que les otorgue sus pedidos como regalos inmerecidos (Rashi).

Cuando la persona quiera algo de Dios, deberá orar para recibirlo solamente como un regalo inmerecido y no como pago en retribución a sus acciones. Más aún, no deberá insistir en que Dios responda a su plegaria, sino que deberá aceptar graciosamente la respuesta de Dios, le otorgue lo pedido o no (Likutey Moharán I, 20:5). Y yo supliqué a Dios

VeetJaNaN (‫ואתחנן‬, “Yo supliqué”) proviene de la raíz JaNaN (‫חנן‬, graciable), significando un regalo no merecido. Aunque los Tzadikim tienen muchos méritos, le suplican a Dios que les otorgue sus pedidos como regalos inmerecidos (Rashi).

El Midrash enseña que Dios posee un Tesoro de Dones Inmerecidos del cual Él otorga favor a aquellos que lo necesitan (Shmot Rabah 44). ¿Para quiénes son esos regalos? Los Tzadikim no los necesitan, dado que ellos se ganan su recompensa debido a sus buenas acciones. Los malvados no los recibirán, pues de otra manera estarían siendo recompensados aunque sean

indignos. Debemos concluir que esos regalos son para los Tzadikim, para que ellos los distribuyan como lo crean conveniente. Sin embargo, incluso los Tzadikim se benefician del Tesoro de Dones Inmerecidos. Pues es imposible que la persona pueda estar unida a la Torá sin interrupciones, dado que debe atender a sus asuntos mundanos tales como comer, dormir y demás. Cuando el Tzadik tiene que dedicarse a los asuntos mundanos, recibe su sustento del Tesoro de Dones Inmerecidos. Entonces puede transferirles el sustento a los demás que no están unidos a la Torá, como lo está él, tales como la gente que debe trabajar

y que carece del tiempo o de la capacidad para estudiar Torá, o de aquellos que están lejos de la Torá y no la estudian ni la observan, o incluso de los no judíos, que no recibieron la Torá (Likutey Moharán II, 78). Yo supliqué El principal propósito de las plegarias de Moisés para entrar a la Tierra Santa era hacer descender sobre él y sobre la nación judía el poder de la memoria, el “ojo bueno y caritativo”. El Rebe Najmán enseña que la buena memoria depende de evitar el mal ojo (Likutey Moharán I, 54:4). Así, Moisés

buscó el ojo bueno y caritativo para traer el poder de la memoria. Oró así, “Te ruego, me permitas pasar y ver la buena tierra y el Levanon [el Templo]”. Y agregó, “Porque Tú eres Dios en el Cielo y en la tierra y Te encuentras en todas partes” - para que nunca Te olvidemos. Pero aún no había llegado el tiempo de la victoria eterna sobre el mal, de modo que las plegarias de Moisés para entrar a la Tierra no fueron aceptadas. Aun así, se le permitiría a Moisés contemplar la Tierra y traer la bondad con su buen ojo, para que Ioshúa pudiese entrar a la Tierra (Likutey Halajot II, p. 174a). Yo supliqué

Después de que Moisés conquistó a Sijón y a Og, comenzó a orar incesantemente para tener el mérito de entrar a la Tierra Santa. Pensó que si había merecido vencer tales fuerzas del mal como Sijón y Og, tendría el mérito de entrar a la Tierra. Pero Dios le respondió, “No vuelvas a hablarme sobre este asunto” (Deuteronomio 3:26) pues aún hay muchas más fuerzas del mal que no han sido derrotadas. El principal motivo por el cual Moisés no pudo continuar con su liderazgo y entrar en la Tierra es que el pueblo no buscó al Tzadik para que lo guiase. Como Moisés les hizo entender a

los judíos, “Dios estaba enojado contra mí por causa de ustedes” (ibid.) - i.e., la gente peleó entre sí y esa disputa ocultó al Tzadik. De manera similar, en las Aguas de la Disputa, el pueblo arguyó en contra de Moisés, cosa que lo enojó, al punto en que golpeó la roca (Números 20:10-11) y perdió la posibilidad de entrar a la Tierra Santa (Likutey Halajot I, p. 456-299a). Cuando el Midrash relata el incidente de la roca, describe el pecado de Moisés como algo menor: como el hecho de haberse elevado por sobre el pueblo y no haberse unido a él. Esto hizo que actuase con precipitación, lo que dio por resultado el que se le

impidiese entrar a la Tierra Santa (Devarim Rabah 2). ¡Cuánto más deberá la persona común considerar profundamente sus acciones y trabajar para unirse con los Tzadikim, en lugar de separarse de ellos! (Likutey Halajot I, p. 230a).

3:24 “Señor Dios, Tú has comenzado a mostrar a Tu siervo, Tu grandeza y Tu mano poderosa; pues ¿Qué Dios hay en el cielo o en la tierra, que pueda hacer conforme a Tus obras y

conforme a Tus hechos estupendos?”. Tú has comenzado a mostrar a Tu siervo... me permitas pasar y ver la buena tierra... No vuelvas a hablarme sobre este asunto Hasta ese momento, las bondades que percibió Moisés no habían sido nunca reveladas en este mundo. Ahora que Dios se las estaba mostrando, Moisés suplicó entrar a la Tierra donde esas bondades les serían reveladas a todos. Pero aún no había llegado el momento de revelar esas bondades de manera abierta, de modo que Dios le

dijo a Moisés, “¡Estás pidiendo demasiado! ¡No vuelvas a hablarme sobre este asunto!” (Likutey Halajot VIII, p. 17a). Tú has comenzado a mostrar a Tu siervo Moisés oró como si recién hubiese comenzado a servir a Dios (Likutey Halajot I, p. 154).

3:25 “Te ruego, me permitas pasar y ver la buena tierra que está más allá del Jordán, aquella buena

montaña y el Levanon”. Aquella buena montaña “Aquella buena montaña” se refiere al Templo. Es llamada “buena” porque allí los judíos ofrecían los sacrificios, que separaban el bien del mal (Likutey Halajot I, p. 3a).

3:26 “Pero Dios estaba enojado contra mí por causa de ustedes, de manera que no me escuchó. Me dijo, pues, Dios: ‘¡Estás pidiendo

demasiado! No vuelvas a hablarme sobre este asunto’”. No vuelvas a hablarme sobre este asunto Algunas cosas se encuentran más allá de la comprensión de la gente. En tales casos uno debe permanecer en silencio, pues “El silencio es una cerca para la sabiduría” (Avot 3:3). Moisés no podía comprender por qué no merecía entrar en la Tierra Santa. Los judíos habían cometido varios pecados graves en el desierto pero aun

así habían sido perdonados. En comparación, el error de Moisés en las Aguas de la Disputa fue bastante menor. ¿Por qué no debería ser también perdonado? Por lo tanto Dios le dijo, “¡Estás preguntando demasiado! No hagas preguntas que se encuentran más allá de tu capacidad de comprensión” (Likutey Halajot II, p. 36a).

3:28 “Instruye a Ioshúa, fortalécelo y dale ánimos; porque él guiará al pueblo delante de Mí y él lo hará poseer la tierra que tú

verás”. Instruye a Ioshúa... porque él guiará al pueblo Sólo después del fallecimiento de Moisés y de su ascenso a un nivel mucho más elevado pudo Ioshúa guiar al pueblo judío. Ioshúa alcanzó ese nivel únicamente debido a la influencia de Moisés (Likutey Halajot II, p. 72).

4:3 “Ustedes vieron con sus propios ojos lo que Dios hizo con motivo de Baal Peor;

pues que a todo hombre que siguió a Baal Peor lo ha destruido Dios, nuestro Señor, de en medio de ti”. Pues que a todo hombre que siguió a Baal Peor lo ha destruido Dios... Pero ustedes que se apegan al Señor, su Dios, están todos vivos hoy Este pasaje enseña que la gente debe unirse a Dios, pues con ello vive mientras que aquellos que no se unen a Dios son destruidos. Pero las Escrituras dicen: “Dios, tu Señor, es un fuego que consume” (Deuteronomio 4:24). Siendo así, sería imposible que una persona se

uniese a Dios. La respuesta es que la santidad de Dios sustenta a todos aquellos que Lo buscan y destruye a todos aquellos que se alejan de Él. Una dinámica similar corresponde al tejelet, el hilo de lana azul celeste en los tzitzit. TeJeLeT (‫ )תכלת‬es similar a TaJLiT (‫תכלית‬, objetivo final) y TIKLe (‫תכלה‬, consumido). Cuando la persona busca el tajlit, el objetivo final, que es Dios Mismo, el tejelet la ayuda a entrar en el ámbito de la santidad. Pero si no buscan la santidad, entonces el ámbito de la santidad se le cierra y ella es tijle, consumida (Likutey Moharán I, 49:7).

4:4 “Pero ustedes que se apegan al Señor, su Dios, están todos vivos hoy”. Pero ustedes que se apegan al Señor Uno se apega a Dios mediante los tefilín (Likutey Moharán I, 38:1; Likutey Halajot I, p. 63a).

4:6 “Los guardarán, pues, para cumplirlos, porque en esto consistirá su sabiduría

y su inteligencia a los ojos de las naciones, las cuales oirán de todos estos estatutos y dirán: Ciertamente esta gran nación es un pueblo sabio y entendido”. En esto consistirá su sabiduría y su inteligencia a los ojos de las naciones “Su sabiduría y su inteligencia” - esto hace referencia a los cálculos astronómicos (Shabat 75a) realizados a propósito de sincronizar el año solar con el año lunar, con el fin de establecer las

festividades judías.

Nosotros les revelamos esta profunda y única sabiduría a las naciones para que ellas puedan ver que la poseemos - pero incluso así, se mantiene oculta de ellas (Likutey Moharán I, 61:3). En esto consistirá su sabiduría y su inteligencia “Su sabiduría y su inteligencia” - éste es el misterio de la intercalación (la sincronización del calendario solar y lunar) (Shabat 75a).

El pueblo judío se encuentra por sobre el tiempo, pero aun así debe

calcular cada día y cada mes al segundo, para establecer las Festividades en su momento apropiado. La intercalación misma no es un gran misterio. El verdadero misterio es cómo los judíos utilizan esas Festividades para trascender los límites del tiempo, acercándose al Uno Quien está por sobre el tiempo (Likutey Halajot V, p. 162). En esto consistirá su sabiduría JoJMá (‫חכמה‬, sabiduría) proviene de la raíz JaJaM (‫חכם‬, sabio), que es un acrónimo para Jaser (‫חסר‬, carencia), Kesidrun (‫כסדרון‬, “en orden”) y Male (‫מלא‬, pleno). Los años del calendario judío pueden estar compuestos por 353,

354 ó 355 días. Jaser hace referencia a un año en el cual los meses de Jeshvan y Kislev tienen cada uno veintinueve días. Kesidrun hace referencia a un año en el cual todos los meses alternan entre treinta días y veintinueve días (por ejemplo, Tishrei, 30 días; Jeshvan, 29 días; Kislev, 30 días; Tevet, 29 días; y así en más). Male hace referencia a un año en el cual los meses de Jeshvan y Kislev tienen cada uno treinta días (Likutey Halajot III, p. 236). A los ojos de las naciones Este versículo hace referencia a los secretos de la intercalación mediante la cual nuestros Sabios sincronizan los

años solares con los años lunares. Los secretos del sistema solar están ocultos de las naciones. Los judíos deben revelar esos secretos para que las naciones sepan que los tenemos. ¡Pero entonces dejan de ser un secreto! En verdad, los secretos de la intercalación hacen referencia a los makifim (intelectos trascendentes) que sabemos que existen, pese al hecho de que se encuentran más allá de nuestra comprensión. Así, nosotros sabemos de ellos aunque aún no los hayamos alcanzado. De la misma manera, debemos hacer que se conozcan los secretos del sistema solar, aunque se encuentren más allá de nuestro

entendimiento (Likutey Halajot II, p. 20a).

4:7 “Porque ¿qué nación hay tan grande que tenga dioses tan cercanos a sí, como lo está el Señor, nuestro Dios, siempre que nosotros Le invocamos?”. Porque ¿qué nación hay tan grande que tenga dioses tan cercanos a sí, como lo está el Señor, nuestro Dios, siempre que nosotros Le invocamos? “Grande” - esto indica la plegaria, como

afirman nuestros Sabios: “‘Dime, por favor, qué grandes cosas hizo Elisha’ (Reyes 2, 8:4). Aquello que logró Elisha, lo hizo a través de la plegaria” (Meguilá 27a).

La grandeza de la nación judía yace en el hecho de que Dios oye nuestras plegarias y cambia para nosotros el orden natural de las cosas (Likutey Moharán I, 250:4). Porque ¿qué nación hay tan grande que tenga dioses tan cercanos a sí, como lo está el Señor, nuestro Dios, siempre que nosotros Le invocamos? Dios es bueno para todo (Salmos 145:9).

Cuando la persona cree que “Dios es bueno para todo” -que Él siempre puede ser llamado para cubrir las necesidades que uno tenga, así sean de salud, sustento, hijos y demás- entonces el foco principal de sus esfuerzos estará puesto en Dios, en lugar de ir detrás de toda clase de estrategias. Sin embargo, la persona que no cree en Dios debe recurrir a toda clase de opciones. Por ejemplo, si está enferma, tratará de encontrar remedios para su mal. Pero en verdad, hay veces en que el remedio particular que necesita no existe en su país, mientras que los remedios que sí pueden adquirirse no sirven para su enfermedad.

Dios, sin embargo, es “bueno para todas” las enfermedades - para curarlas. Y Él siempre está accesible (Likutey Moharán I, 14:11).

4:9 “Guárdate, por eso y guarda tu alma mucho, no sea que te olvides de las cosas que han visto tus ojos y que se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, hazlas saber a tus hijos y a los hijos de tus hijos”.

Guárdate... no sea que te olvides Si la persona olvida una sola palabra de sus estudios de Torá, ello es considerado como si hubiera faltado en su alma (Avot 3:8).

El alma corresponde a la memoria y el cuerpo al olvido. La persona debe tener cuidado y no caer en el burdo materialismo, que puede hacer que se olvide de su alma (Likutey Moharán I, 37:2). Guárdate... no sea que te olvides Bitul (la anulación delante de Dios)

es uno de los objetivos más elevados del buscador espiritual. Pero incluso después de alcanzar el bitul, uno debe retornar a su estado corpóreo y puede incluso olvidar la Divinidad que ha “visto” y experimentado. (Como un ejemplo, en la Revelación en el Sinaí, los judíos ascendieron al nivel de percibir a Dios, pero aun así poco tiempo después se hundieron al nivel de la idolatría con el becerro de oro). Por lo tanto la Torá advierte: “Guárdate... no sea que olvides”. Uno debe purificar constantemente su mente para que sea digna de retener las impresiones de santidad y de Divinidad que ha alcanzado (Likutey Halajot II, p. 236a-422).

Hazlas saber a tus hijos y a los hijos de tus hijos Si uno es un estudioso de Torá, al igual que sus hijos y sus nietos, la Torá no dejará de estar con sus descendientes (Bava Metzía 85a; cf. Kidushin 30a).

Cuanta más gente acepte la verdad de Dios, más se exaltará el Nombre de Dios. A través de nuestros hijos, podemos transmitir el conocimiento de Dios a las futuras generaciones. Así como en todas las cosas el comienzo, el medio y el final deben ser verdaderos, de la misma manera aceptamos el conocimiento de Dios sobre nosotros, nuestros hijos y nuestros nietos (Likutey Halajot V, p. 31a-32a). Pues el judaísmo

debe ser transmitido de generación en generación (ibid., III, p. 110). Hazlas saber a tus hijos y a los hijos de tus hijos La Torá describe tres niveles: tú, tus hijos y tus nietos. El Rebe Najmán enseña que la persona debe desarrollar tres “puntos” cada día. Uno es el punto del Tzadik - es necesario hablar cada día con el Tzadik o con el maestro. El segundo es el punto del amigo - uno debe hablar cada día con un amigo. El tercero es el punto propio de cada persona - uno debe expresarse y hablar con Dios desde el fondo de su corazón, cada día, desarrollando una relación

personal con su Creador. Estudiar Torá uno mismo es equivalente a desarrollar el punto personal. Estudiar con tus hijos es equivalente a desarrollar el punto de un amigo, pues tienes alguien más con quien conversar y estudiar. Estudiar Torá con un nieto es equivalente a desarrollar el punto abarcador del Tzadik. Esto se comprende a partir de los patriarcas, Abraham, Itzjak y Iaacov - un padre, un hijo y un nieto, representando los tres puntos (Likutey Halajot V, p. 55a-110).

4:10 “El día que estuviste

delante del Señor, tu Dios, en Jorev, cuando Dios me dijo: Júntame al pueblo para que Yo le haga oír Mis palabras, las que aprenderán, para que Me teman todos los días que vivan sobre la tierra y las enseñen a sus hijos”. Las enseñen a sus hijos La mitzvá de enseñar Torá se aplica principalmente a los banim zejarim (hijos varones) (Kidushin 30a).

ZaJaR (‫זכר‬, varón) también significa “recordar”. El estudio de la Torá nos hace recordar que este mundo es transitorio y que debemos dirigir nuestros esfuerzos hacia el Mundo que Viene. La mitzvá de enseñarles Torá a nuestros hijos subraya la obligación de recordar que existe un Mundo que Viene. En otra instancia, está escrito, “ZaJoR (‫זכור‬, recuerda) el día del Shabat” (Éxodo 20:8). Cada día de la semana cumplimos con esta mitzvá al recordar la eminente llegada del Shabat. Conceptualmente, el Shabat representa el Mundo que Viene. Así como recordamos el Shabat durante los días

de la semana, debemos recordar el Mundo que Viene en este mundo (Likutey Halajot V, p. 104-53a).

4:13 “Y Él les anunció Su pacto, el cual les mandó observar, a saber, los Diez Mandamientos; y los escribió sobre dos Tablas de piedra”. Él les anunció Su pacto VaiaGueD (‫ויגד‬, “les anunció”) es similar a GuiDim (‫גידים‬, venas y

tendones). Así como las venas y los tendones llegan a todas partes del cuerpo, la rectificación del pacto es relevante a todas las mitzvot que se realizan con el cuerpo. Aquel que cuida el pacto es capaz de rectificar todas las partes de su cuerpo que han sido dañadas por el pecado. El pacto también está asociado con el Santo Nombre de Dios ShaDaI (‫י‬-‫ד‬-‫)ש‬, pues éste ShaDeI (‫שדי‬, arroja) rectificaciones como flechas hacia los lugares que son muy estrechos y pequeños como para acceder a ellos a través de los canales regulares (Likutey Moharán I, 29:4).

4:19 “No sea que alces tus ojos a los cielos y veas el sol y la luna y las estrellas, con todo el ejército de los cielos, y seas impulsado a postrarte ante ellos y darles culto; cosa que el Señor, tu Dios, ha dado como porción suya a todas las naciones debajo de todos los cielos”. Que el Señor, tu Dios, ha dado como porción suya a todas las naciones

Para iluminarlas (Rashi). BeReShIT bará Elohim (“En el comienzo creó Dios”) (Génesis 1:1) - esto puede también traducirse como “Dios creó [el mundo] para ReShIT” - i.e., para los judíos, que son llamados ReShIT (primero) (Vaikrá Rabah 36:4).

Si el mundo fue creado para los judíos, ¿por qué Dios les dio el sistema solar a las naciones? En verdad, los judíos no necesitan la luz y los beneficios otorgados por el sistema solar, pues sus necesidades pueden ser satisfechas directamente por Dios. Esta relación será evidente en el Futuro, como afirma el profeta: “El sol no será más tu luz... Dios será tu luz” (Isaías

60:19) (Likutey Halajot V, p. 80a).

Que el Señor, tu Dios, ha dado como porción suya a todas las naciones Para iluminarlas. Otra opinión: para la idolatría (Rashi).

¿Dios creó el sistema solar para iluminar solamente a las naciones? ¿Acaso los judíos no se beneficia de él? Y, ¿Dios les dio el sistema solar a las naciones para idolatría? ¿Acaso no tienen también prohibida la idolatría? En verdad, Dios les dio este mundo a las naciones. Los judíos no tienen porción alguna en el aspecto material

del sol, de la luna o de las estrellas. En su lugar, su porción se encuentra en el lado espiritual, que es Dios Mismo. (Así, la profecía de los días del Mashíaj afirma: “El sol no será más tu luz... Dios será tu luz”; Isaías 60:19). Si el sistema solar se vuelve una fuente de idolatría ello se debe a que las naciones lo perciben, erróneamente, como una divinidad (Likutey Halajot IV, p. 179a).

4:24 “Porque el Señor, tu Dios, es un fuego devorador, Dios celoso es”. Tu Dios, es un fuego devorador

El conocimiento de Dios lleva a la persona a un ardiente y apasionado deseo de acercarse a Él. Por otro lado, aquel que se aleja de Dios también puede ser consumido por ese mismo fuego, dado que entonces éste arde fuera de control (Likutey Halajot VIII, p. 229b).

4:28 “Y servirán allí a dioses que son obra de manos de hombres, de madera y de piedra, que no ven, ni oyen, ni comen, ni huelen”.

Y servirán allí a dioses que son obra de manos de hombres, de madera y de piedra La gente cree, equivocadamente, que Dios necesita que nosotros hagamos alguna clase de tarea para que Él pueda proveernos. Esta noción es totalmente errónea. Dios puede darnos lo que necesitamos aunque no hagamos nada para ganarnos el sustento. (Para un ejemplo de por qué tenemos que trabajar, ver Likutey Moharán I, 54:5). De manera similar, las primeras generaciones se equivocaron al insistir en que el hombre necesita de alguna clase de intermediario material entre él y Dios. Por lo tanto le asignaron poderes

a los ídolos - incluso a aquellos que ellos mismos esculpieron en madera y piedra (Likutey Halajot II, p. 6).

4:29 “Empero buscarás de allí al Señor, tu Dios, y Le hallarás, si acudes a Él con todo tu corazón y con toda tu alma”. Empero buscarás de allí al Señor, tu Dios Allí en donde te encuentres, podrás buscar y encontrar a Dios (Likutey Halajot

III, p. 213a).

Específicamente, “de allí”. Sea donde fuere que te encuentres, siempre podrás encontrar a Dios, pues Él está en todas partes (ibid., VII, p. 64). Específicamente, “de allí” significando, allí en donde estés, no importa dónde sea (ibid., I, p.38a, citando al Baal Shem Tov). Buscarás de allí al Señor, tu Dios, y Le hallarás Si estuvimos tan cerca de Dios en nuestra propia Tierra y sin embargo nos extraviamos, ¿cómo podremos encontrar

a Dios en tierras extrañas? De hecho, el exilio no nos aleja más de Dios sino que nos acerca a Él. En la Tierra Santa, rodeados de todas las señales de la presencia de Dios, los judíos se volvieron muy “confianzudos” con Dios - cayendo en la pereza y debilitando sus devociones hasta sucumbir al pecado. Pero en el exilio, bajo el dominio de las naciones, comenzaron a sentir su judeidad de manera mucho más aguda, lo que los llevó a retornar a Dios. A veces la persona experimenta descensos mucho más grandes que el exilio. Puede encontrarse cayendo en

profundidades espirituales y depravaciones inimaginables, tanto con la mente como con el cuerpo. Pero incluso desde allí, desde lo más bajo de lo bajo, puede comenzar a sentir el anhelo y el deseo de retornar a Dios. Esto se debe a que, a veces, la luz de Dios es demasiado grande para que pueda ser experimentada en un cierto nivel. En un nivel inferior, esa luz puede oscurecerse más aún, pero esto es para bien de la persona, pues en ese nivel inferior, donde la luz brilla con menor intensidad y está más limitada, puede experimentar a Dios de una manera que nunca podría haber experimentado cuando la luz era más intensa (Likutey Halajot II, p. 128a).

4:30 “Cuando estés en angustias y te sobrevengan todas estas cosas, entonces en los últimos días volverás al Señor, tu Dios, y oirás Su voz. Cuando estés en angustias y te sobrevengan todas estas cosas, entonces en los últimos días volverás al Señor, tu Dios, y oirás Su voz Mediante el arrepentimiento, la persona merece anular el tiempo, al

igual que todos los problemas y los juicios estrictos que provienen del Otro Lado y que sólo existen en el ámbito temporal. A su vez, merecerá oír la voz de la santidad y anular la voz del Otro Lado. Este versículo alude a estos conceptos: “Cuando estés en angustias” cuando experimentes todas las dificultades y los juicios que surgen del Otro Lado. “En los últimos días” - pues estás constreñido por el tiempo. “Volverás al Señor, tu Dios” - te arrepentirás.

“Y oirás Su voz” - el arrepentimiento corresponde a la sefirá de Biná, que trasciende el tiempo. Cuando la persona retorna a Dios, merece anular el tiempo y oír las voces de la santidad (Likutey Moharán II, 79). Cuando estés en angustias... en los últimos días Las angustias provienen de “los últimos días” - i.e., de las constricciones del tiempo. Aquel que se une a Dios, Quien está más allá del tiempo, encontrará alivio para su sufrimiento. Por lo tanto se le dijo a Adán, “En el día en que comas de él, de

seguro morirás” (Génesis 2:17). Al comer del Árbol, Adán se ubicó dentro de las constricciones del tiempo (Likutey Halajot V, p. 166).

4:32 “Pues, inquiere, si quieres, de los primeros tiempos, que eran antes de ti, desde el día que creó Dios al hombre sobre la tierra y desde un extremo de los cielos hasta el otro extremo de los cielos, si alguna vez ha habido cosa parecida a

ésta gran cosa, o si se ha oído de otra parecida a ésta”. Si alguna vez ha habido cosa parecida a ésta gran cosa Todos pueden lograr grandes cosas - mediante la plegaria (Likutey Halajot I, p. 141a).

4:34 “O ¿ha intentado dios alguno tomar para sí una nación de en medio de otra

nación, con pruebas, con señales y con maravillas, y con guerra y con mano fuerte y con brazo extendido y con terrores estupendos, como todo lo que el Señor, tu Dios, hizo por ustedes, en Egipto, ante tus ojos?”. Tomar para sí una nación de en medio de otra nación El descenso a Egipto fue una rectificación para el pecado de la emisión en vano de semen de Adán.

Habiendo soportado la esclavitud, rectificando así el pecado de Adán, los judíos pudieron volverse “una nación en medio de otras naciones” (Likutey Halajot I, p. 95a; Shaar HaPesukim, Shmot).

4:35 “A ti te fue mostrado esto, para que supieses que el Señor es Dios; ningún otro hay fuera de Él”. A ti te fue mostrado esto, para que supieses Moisés era tan grande que fue capaz de llevar a los judíos hacia un

estado en el cual alcanzaron un verdadero conocimiento de Dios, y no sólo reconocimiento mediante la fe (Likutey Moharán II, 7:2). A ti te fue mostrado esto, para que supieses Moisés es sinónimo de daat (conocimiento de Dios), dado que alcanzó la conciencia más elevada de Dios a la que un ser humano pueda aspirar. Debido a que los judíos de su generación estuvieron unidos a él, también ellos alcanzaron daat (Likutey Moharán I, 4:9). A ti te fue mostrado esto

En hebreo, esta declaración se expresa utilizando un verbo pasivo (hereta), como diciendo, “Se te mostró”. Ustedes se mantuvieron pasivos pero Dios les reveló Su Providencia Divina (Likutey Halajot III, p. 132a).

4:39 “Entiende esto, pues, hoy y recapacítalo en tu corazón, que sólo el Señor es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra; no hay otro alguno”.

Entiende esto, pues, hoy y recapacítalo en tu corazón La persona debe llevar el conocimiento de Dios hacia su corazón (Likutey Moharán II, 1:5). El corazón es el asiento de las emociones. Uno debe “llevar el conocimiento hacia su corazón” en el sentido de que su mente controle sus deseos - especialmente los tres malos deseos de la codicia, la gula y la lujuria. Entiende esto, pues, hoy y recapacítalo en tu corazón Alguna gente piensa que este versículo nos insta a conocer a Dios de

manera intelectual. El Rebe Najmán dice que están absolutamente equivocados. La única manera de conocer a Dios es mediante la fe, como está escrito, “Te desposaré conmigo con fe y tú conocerás a Dios” (Hoshea 2:22) (Sabiduría y Enseñanzas del Rabí Najmán de Breslov #217).

Entiende esto, pues, hoy y recapacítalo en tu corazón La fe sola es insuficiente para alcanzar un conocimiento pleno de Dios; la persona debe también aprender a conocer a Dios de manera intelectual. Sin embargo, la comprensión intelectual sólo debe estar construida sobre la fe en

Dios (Likutey Halajot I, p. 222a-444). Entiende esto Uno debe buscar el intelecto y el conocimiento. Sin embargo, es necesario evitar las filosofías ajenas, las falsas sabidurías y la retórica, que en última instancia, extravían a la gente. La sabiduría esencial es la sabiduría de la Torá (Likutey Halajot I, p. 350). Entiende esto... el Señor es Dios La esencia del conocimiento es el conocer a Dios. Esto une el Santo Nombre de Dios Elohim (conceptualmente, los juicios, las

constricciones y todo lo que está desordenado) con Su Santo Nombre IHVH (la compasión, la bondad y el orden en la vida de la persona) (Likutey Halajot I, p. 24a). Recapacítalo en tu corazón, que sólo el Señor es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra “Los cielos” representan a los que “habitan arriba”, a los Tzadikim, quienes llevan en sus corazones el hecho de que Dios es el Único Dios. “La tierra” representa a los que “habitan abajo”, la gente común. Incluso la gente común -incluso los malvados- debe colocar a Dios en su corazón, pues Él

está siempre con cada persona, así sea recta o no (Likutey Halajot II, p. 22a).

4:44 Ésta es la Torá que Moisés puso delante de los hijos de Israel. Ésta es la Torá que Moisés puso delante de los hijos de Israel [SaM (‫שם‬, puso) es homónimo de SaM (‫סם‬, elixir o poción)]. Así, enseñan nuestros Sabios: “Si uno lo merece, la Torá se vuelve un elixir de vida. De lo contrario, se transforma en una poción mortal” (Ioma 72b).

Vezot haTorá asher sam Moshé lifnei Bnei Israel (“Ésta es la Torá que Moisés puso delante de los hijos de Israel”) también puede traducirse como “Ésta es la Torá que Moisés puso en el rostro de los hijos de Israel”. Cuando la Torá es un elixir de vida, el rostro de la persona brilla con una luz Divina. De otra manera, el rostro se oscurece y refleja la lujuria y los deseos de este mundo (Likutey Moharán I, 101:2). ZaJá (“si uno lo merece”) puede también traducirse como “purificado”. Si la Torá de la persona es un elixir de vida -es decir, si estudia Torá en aras de Dios y en aras de observar Sus mitzvotentonces ésta lo purificará de sus deseos

materiales. Pero si sus intenciones son egoístas, entonces la Torá se volverá una poción mortal. No lo limpiará de sus bajos deseos y, peor aún, contribuirá a sus pasiones y lo hundirá más todavía (rabí Noson Libermentsch).

5:4 “Cara a cara habló Dios con ustedes en el monte, de en medio del fuego”. Cara a cara habló Dios con ustedes Cuando la persona cuida su lengua y sólo dice palabras de santidad, ello indica que las palabras de Dios están

con ella. En ese nivel, uno ve a Dios cara a cara, si así pudiera decirse (Likutey Moharán I, 19:9). “Palabras de santidad” puede también referirse a conversaciones sobre las necesidades mundanas de la vida, siempre y cuando, al hacerlo, uno tenga el propósito de servir a Dios. Habló Dios con ustedes “Habló con ustedes” - esto representa la profecía (Shabat 138b).

En la Revelación en el Sinaí, los judíos alcanzaron un nivel de profecía que aclaró y asentó su fe (Likutey Halajot

V, p. 48a).

Habló Dios con ustedes Hay diez palabras en las Escrituras que connotan profecía (Bereshit Rabah 44:6).

Estos diez niveles de profecía corresponden a los Diez Mandamientos - que, siendo la palabra de Dios son, en sí mismos, profecía (Shabat 138b). Durante la entrega de los Diez Mandamientos, le fue instilado a los judíos el espíritu Divino de profecía que fortaleció su fe en que Dios creó el mundo con Diez Expresiones (Rosh HaShaná 32a) (Likutey Moharán II, 8:7).

Cuando la persona estudia Torá correspondiente a los Diez Mandamientos- alcanza un espíritu Divino que fortalece su fe en Dios correspondiente a las Diez Expresiones. Cara a cara habló Dios con ustedes En el monte Sinaí, el Rostro de Dios se reflejó en los rostros de los judíos. Pudieron oír directamente de Dios cuando Él les habló y sus propias palabras expresaban la palabra de Dios (Likutey Moharán I, 153). De en medio del fuego El fuego en la Entrega de la Torá

puede encontrarse en la Torá misma, como dice Dios, “¿No es acaso Mi Palabra como el fuego?” (Jeremías 23:29) (Likutey Halajot II, p. 98).

5:28 “Pero en cuanto a ti, párate aquí conmigo y Yo te declararé todos los mandamientos, los estatutos y las leyes que les has de enseñar, para que los practiquen en la tierra que les voy a dar en posesión”.

Pero en cuanto a ti, párate aquí conmigo Nuestros Sabios enseñan que desde ese momento Moisés se abstuvo de tener relaciones con su esposa. Moisés razonó: “Si se requiere que los judíos se abstengan de las relaciones maritales debido a que escucharán directamente de Dios un solo día, ¿Cuánto más aún debo yo separarme, dado que Dios habla conmigo todos los días?”. Dios lo elogió por esto, diciendo, “Diles [a los judíos] que vuelvan a sus tiendas, pero tú quédate aquí conmigo” (Shabat 87a).

De aquí aprendemos que, para recibir la Torá, la persona debe cuidar el pacto. Cuanto más grande sea el grado de pureza sexual, mayor será su

capacidad de alcanzar revelaciones de Torá (ver Likutey Moharán I, 36:2). Esto no quiere decir que la persona deba elegir el celibato. Estar casado y tener relaciones maritales es un deber de cada judío. Pero esto debe ser hecho con un espíritu de santidad y no con bajos deseos. Pero en cuanto a ti, párate aquí conmigo Moisés fue capaz de abstenerse de las relaciones maritales debido a que alcanzó el nivel de la total pureza del pacto (Likutey Moharán II, 72:7).

Es necesario tener un nivel muy elevado de pureza sexual para ser un verdadero líder de la nación judía. En el caso de Moisés, ello requirió de una total abstinencia. Sin embargo, todos los otros líderes, incluyendo a los patriarcas y al rey David, se casaron y se adhirieron estrictamente a las normas de las obligaciones maritales. Pero en cuanto a ti, párate aquí conmigo La Torá y la plegaria corresponden a los pies. La Torá - como está escrito, “Pero en cuanto a ti, párate aquí conmigo” y “Ellos se pararon al pie del monte” (Éxodo 19:17). La plegaria - como

está escrito, “Pinjas se puso de pie y oró” (Salmos 106:30). Cuando la persona estudia Torá y ora, rectifica el nivel espiritual asociado con los pies e invoca así el mérito del Mashíaj, de quien está escrito, “Ese día, sus pies se pararán en el Monte de los Olivos” (Zacarías 14:4) (Likutey Moharán I, 75-A:4).

6:4 “¡Oye, Israel! Dios, nuestro Señor, Dios es Uno”. El Shemá Rabí Iojanan dijo en nombre del rabí Simón bar Iojai: Aunque la persona sólo haya recitado el Shemá a la mañana y a la

noche, cumplió con la mitzvá de “Esta Torá no deberá estar lejos de tu boca” (Ioshúa 1:8) (Menajot 99b).

Ésta es una expresión de la idea de que la persona debe estar satisfecha en la vida aunque tenga muy poco (Likutey Moharán I, 54:3). Uno debe ocuparse de estudiar tanta Torá como le sea posible. Y aunque no llegue a cumplir con sus objetivos, deberá estar contento con lo que sí pudo lograr. El Shemá Al recitar el primer versículo del Shemá la persona debe cerrar los ojos y cubrirlos con la mano derecha (Oraj Jaim 61:5; Mishná Brurá, op. cit.).

La palabra hebrea ain (‫עין‬, ojo) se pronuncia igual que la letra ain (‫)ע‬, que tiene el valor numérico equivalente a 70. Los ojos de la persona pueden llevarla hacia las raíces de la Torá, que están asociadas con los setenta miembros de la casa de Iaacov (Génesis 46:27) o pueden extraviarla tras los deseos materiales de las setenta naciones arquetípicas. Al cerrar los ojos cuando reafirmamos nuestra fe, bloqueamos los espejismos de este mundo y trascendemos los deseos materiales (Likutey Moharán I, 36:3). Shemá Israel

La esencia del Shemá es el versículo Shemá Israel IHVH Eloheinu IHVH Ejad (“¡Oye, Israel! Dios, nuestro Señor, Dios es Uno”), seguido por, Baruj Shem kevod maljutó leolam vaed (“Bendito sea el Nombre de Su glorioso reino por siempre”) (cf. Berajot 13a).

El primer versículo del Shemá Israel, más la frase siguiente Baruj Shem, contienen un total de doce palabras, paralelas a las Doce Tribus, que constituyen el Maljut de santidad. Esas dos frases también contienen cuarenta y nueve letras, paralelas a las cuarenta y nueve letras en los nombres de las Doce Tribus. Aquel que recita esos versículos con gran concentración se incluye en el Maljut de santidad.

Además, recitar el Shemá desvía los poderes del Otro Lado que intentan alejarnos de la santidad (Likutey Moharán I, 36:3). El Shemá El Shemá representa el punto sagrado de la fe que se encuentra en cada judío. Esa fe se desarrolla de tres maneras: al conversar con los Tzadikim, al conversar con un amigo y al hablar con Dios. Por lo tanto está escrito, “Ama a Dios” (Deuteronomio 6:5) - pues al desarrollar la fe, uno desarrolla el amor

por Dios. Los versículos del Shemá nos dan entonces las herramientas para nutrir la fe. “Éstas palabras que Te ordeno” (ibid., 6:6) corresponde a estudiar Torá y las enseñanzas de los Tzadikim. “Enséñalas a tus hijos” (ibid., 6:7) corresponde a conversar con un amigo. “Habla de ellas” (ibid.) representa hablar con Dios (Likutey Halajot V, p. 56a-11257a). El Shemá Los tres párrafos del Shemá que están incluidos en nuestras plegarias diarias contienen 248 palabras, que es el valor numérico de la palabra RaJeM (‫רחם‬, compasión). La mayor compasión

que uno puede recibir es creer en Dios y llegar a conocerlo. Entonces la persona es considerada un ser humano con 248 miembros. De otra manera, no es más que un animal con forma humana (Likutey Halajot I, p. 314). El Shemá La principal idea detrás del Shemá es el fortalecimiento de la fe (Likutey Halajot I, p. 123a). El Shemá es la expresión central de la fe en Dios. Así, es la mitzvá central, que incluye a toda la Torá (Likutey Halajot III, p. 118). ¡Oye, Israel! Dios, nuestro Señor, Dios es Uno

El Shemá es nuestra declaración de fe. Pero, ¿no debería ser suficiente con proclamar: “Dios, nuestro Señor, Dios es Uno”, sin comenzar con “¡Oye, Israel!”? Este preámbulo nos enseña que debemos oír cuidadosamente y prestar mucha atención a lo que estamos diciendo, como uno que le dice a otro, “Tengo algo muy importante y maravilloso para decirte, ¡escucha atentamente!” (Likutey Halajot I, p. 164a). ¡Oye, Israel! “Oye” - que tus oídos oigan lo que estás

diciendo (Berajot 15a). “Oye” - en cualquier idioma que puedas oír [i.e., comprender] (ibid. 13a).

Oye atentamente lo que estás diciendo sobre la Unidad de Dios. Entonces, sea lo que fuere que escuches, así esté dicho en el Lenguaje Sagrado o en el lenguaje mundano, podrás detectar el mensaje de que Dios está presente constantemente (Likutey Halajot I, p. 328). ¡Oye, Israel! “Oye” - que tus oídos oigan lo que estás diciendo (Berajot 15a). “Oye” - en cualquier idioma que puedas

oír [i.e., comprender] (ibid. 13a).

Estas dos enseñanzas son una sola. Debemos oír lo que estamos proclamando: que el reinado de Dios se extiende por sobre el mundo entero. Esta fe deberá filtrarse hacia todas las lenguas y hacia todas las personas, no importa qué idioma hablen (Likutey Halajot I, p. 316). ¡Oye, Israel! Que tus oídos oigan lo que estás diciendo (Berajot 15a).

Cuando la persona recita las palabras de la plegaria, éstas se elevan

hacia sus oídos y le ruegan, “No nos dejes, aunque tengas que seguir adelante”. Las palabras de la plegaria son tan poderosas que cada letra le pide a la persona que está orando que se quede con ella. Pero la persona debe continuar. La manera de resolver este dilema es conformar una unidad con toda la plegaria. Uno debe tratar de concentrarse en cada letra sin perder conciencia de todas las letras anteriores y de todas las palabras que ya ha recitado - algo realmente difícil de llevar a cabo (Likutey Moharán I, 65:2). Ejad - Uno

Al recitar el Shemá, debemos prolongar la pronunciación de la Dalet (‫ )ד‬de la palabra EjaD (‫אחד‬, Uno) (Oraj Jaim 61:6).

En kabalá, la letra dalet hace referencia a Maljut, el reinado de Dios. Al prolongar la aceptación del Maljut de Dios, contribuimos a extender Su soberanía por sobre toda la creación (Likutey Halajot I, p. 18a). Ejad - Uno En el rollo de la Torá, la palabra EjaD (Uno) está escrita con una Dalet (‫)ד‬ grande para distinguirla de la letra resh (‫)ר‬. [La parte posterior de la resh es

redondeada mientras que la punta derecha de la cabeza de la dalet se extiende más allá de la pata de la letra]. Esto deja en claro que la palabra es EjaD (‫אחד‬, Uno) y no ajer (‫אחר‬, otro), haciendo referencia a la idolatría (Tur, Oraj Jaim 61). [El Tzadik] es el punto de atrás de la letra dalet (Tikuney Zohar, p. 55b).

Una línea muy fina distingue a la dalet de la resh y no todos son capaces de distinguir esto con claridad. De manera similar, es muy difícil discernir entre el verdadero Tzadik y el falso líder - el “uno” que promueve la Unidad de Dios y el “otro” que la disminuye. Sólo el Tzadik transforma la resh de la idolatría en la dalet de la Unidad de

Dios (Likutey Moharán I, 10:5). Ejad - Uno En el rollo de la Torá, la letra Dalet (‫ )ד‬en la palabra EjaD (‫אחד‬, Uno) está escrita más grande para asegurar de que se vea como una dalet y no como una resh (‫)ר‬, que transformaría la palabra en ajeR (‫אחר‬, otro) (cf. Benaiahu sobre Berajot 32a). Al recitar el Shemá, debemos prolongar la pronunciación de la Dalet (‫ )ד‬de la palabra EjaD (‫אחד‬, Uno) (Oraj Jaim 61:6).

Al extender la pronunciación de la Dalet de EjaD, declaramos que Dios gobierna sobre los cuatro rincones de la

tierra. Así, “La tierra entera está llena de su gloria” (Isaías 6:3), incluso los niveles más bajos reciben su fuerza vital de Dios. Pero si es así, ¿cómo se sustenta la idolatría? La idolatría es “ajer”, lo opuesto a la Divinidad. Por lo tanto, después de decir el Shemá decimos Baruj Shem kevod maljutó leolam vaed (“Bendito sea el Nombre de Su glorioso reino por siempre”). Esto nos enseña que el reinado de Dios es eterno, incluso en el ámbito de la idolatría, pues Dios sustenta a toda la creación, incluso a los niveles más bajos. En contraste con la primera línea

del Shemá, que se dice en voz alta, Baruj Shem se dice en voz baja. Nuestros Sabios ofrecen la analogía con una princesa que desea sentir el aroma de los restos que han quedado en una marmita. Hacerlo de manera abierta no sería bien visto en una princesa. Si no pide por ello, sufrirá por no tenerlo. De modo que pide que se la lleven en secreto (Pesajim 56a). De manera similar, declaramos el reinado de Dios sobre todas las cosas en voz baja, al igual que los niveles más bajos que son sustentados de manera secreta (Likutey Halajot I, p. 68). Shemá... Ejad

Las palabras SheMá (‫שמע‬, oye) y EJad (‫אחד‬, Uno) contienen las letras de ESMaJ (‫אשמח‬, “Me regocijaré”) (Zohar III, 236b).

Debemos regocijarnos por el hecho de ser dignos de recitar el Shemá dos veces al día. Pues ésta es nuestra esperanza y salvación a lo largo de nuestras vidas: ser capaces de proclamar a Dios como Rey. Entonces verdaderamente merecemos regocijarnos (Likutey Halajot II, p. 330166a).

6:5 “Ama a Dios, tu Señor, con todo tu corazón, con

toda tu alma y con toda tu fuerza”. Ama a Dios La persona cumple con la mitzvá de “Amar a Dios” haciendo que el Nombre del Cielo sea amado debido o ella. ¿Cómo? Cuando ella ha leído y estudiado y servido a los estudiosos de Torá, y su trato con la gente es agradable y lleva a cabo sus negocios de manera honesta, ¿qué es lo que dice la gente? “Afortunado aquel que le enseñó Torá...” (Ioma 86).

La mitzvá de “Amar a Dios” es la raíz de todos los mandamientos positivos. La persona que, al actuar de

manera honesta, hace que el Nombre de Dios sea amado, despierta esa raíz en todas las mitzvot (Likutey Moharán I, 93:1). Ama a Dios El sustento de la persona es tan difícil como la apertura del Mar Rojo (Pesajim 118a).

Al llevar a cabo los negocios de manera honesta la persona cumple con la mitzvá de “Amar a Dios”. Y cuando cumple con esa mitzvá, el sustento le llega sin esfuerzo. El Rebe Najmán explica la conexión como sigue:

La Apertura del Mar se produjo en mérito a Abraham, quien está asociado con jesed (bondad) (Zohar II, 170b). Durante la noche anterior a la Apertura del Mar, los ángeles acusadores estuvieron arguyendo que los judíos no eran mejores que sus perseguidores egipcios y que no eran dignos de la redención. Por lo tanto la Apertura del Mar fue “difícil” para Dios, pues el atributo de justicia de Dios demandaba un castigo para los judíos. Pero a la mañana, Dios recordó el mérito de Abraham, quien se había levantado temprano en la mañana para hacer la Voluntad de Dios (Génesis 22:3). El mérito de Abraham transformó la “dificultad” del Mar Rojo en un juicio

mitigado. Cuando la persona es honesta en los negocios, cumple con la mitzvá de “Amar a Dios”. Esto despierta el mérito de Abraham, la personificación de la bondad, lo que mitiga a su vez los juicios del Mar Rojo, la dificultad de ganarse el sustento (Likutey Moharán I, 210). Ama a Dios, tu Señor, con todo tu corazón [La palabra leVaVja (‫לבבך‬, “tu corazón”) está escrita con dos bet (‫ )ב‬en lugar de una]. Esto implica las dos inclinaciones del hombre, la buena inclinación y la inclinación al mal. Ambas deben ser

utilizadas en el servicio a Dios (Rashi).

Uno debe subyugar las instigaciones de la mala inclinación mediante los deseos de la buena inclinación, lo que trae la paz entre las dos fuerzas (Likutey Moharán I, 62:2). La buena inclinación representa la fuerza que atrae a la persona hacia Dios. La mala inclinación representa la fuerza que aleja a la persona de Dios. Uno debe servir a Dios con ambas fuerzas. Debe hacer uso de las energías que lo alejan de Dios para transformarlas y dirigirse hacia Dios (Likutey Halajot VII, p. 272-137a).

Con todo tu corazón Todos tienen “sangre caliente” éstas son las pasiones despertadas por la mala inclinación. Es necesario aprender a canalizar esas pasiones y deseos hacia la santidad, para poder “arder” con un gran deseo por Dios. Esto es “amar a Dios con todo tu corazón” (Likutey Halajot IV, p. 158a). Con todo tu corazón Incluso con tu cuerpo, con tu corporeidad (Likutey Halajot I, p. 108a). Con todo tu corazón

Cuando el rabí Akiba estaba siendo despellejado vivo por los romanos, recitó el Shemá, ofreciendo voluntariamente su vida a Dios. “¡Maestro!”, exclamaron sus discípulos. “¿Hasta aquí? ¿Es que el requerimiento de santificar el Nombre de Dios llega hasta aquí - hasta la muerte?”. El rabí Akiba respondió, “Todos mis días estuve preocupado por este versículo ‘Ama a Dios... con toda tu alma’ - que significa ¡aunque Él tome tu alma! Yo decía, ‘¿Cuándo tendré la oportunidad de llevarlo a cabo?’. De modo que ahora que se ha presentado la oportunidad, ¡¿no debería acaso cumplirlo?!”. El rabí Akiba continuó recitando el Shemá, extendiendo su concentración en la palabra Ejad (Uno), hasta que su alma partió (Berajot 61b).

El Shemá es la declaración de la voluntad de santificar el Nombre de Dios con el martirio. Cada día, cuando el rabí Akiba recitaba el Shemá, se imaginaba que estaba siendo martirizado en aras de Dios. Los pensamientos de la persona son tan poderosos que pueden hacerla imaginar que está siendo sacrificada literalmente por la santificación del Nombre de Dios y sentir la angustia de ese sacrificio (Likutey Moharán I, 193). Con toda tu fuerza “Con toda tu fuerza” - esto significa con todo tu dinero (Rashi).

La persona puede amar a Dios con todo su dinero cuando tiene fe en que Dios la provee de todas sus necesidades (Likutey Moharán I, 23:5).

6:6 “Y estas palabras que te ordeno hoy, han de permanecer sobre tu corazón”. Estas palabras que te ordeno hoy Las mitzvot que Dios ordenó deben ser siempre nuevas cada día (Rashi).

Así como nos despertamos cada día

frescos y con nuestra mente e intelecto renovados, debemos hacer el esfuerzo de renovar nuestro acercamiento a Dios, diariamente, mediante el intelecto de la Torá (Likutey Halajot I, p. 27a). Cada día, el Malo encuentra nuevas maneras de atraparnos. Inspirados por una nueva devoción y un nuevo sentimiento, podemos enfrentar al adversario y salir victoriosos (ibid., IV, p. 6a). Y estas palabras que te ordeno hoy, han de permanecer sobre tu corazón Estas palabras deben ser nuevas en tu corazón. Pues cada día, Dios

introduce novedades en la creación (Likutey Halajot I, p. 200). Cada día el sol se levanta nuevamente para mostrarnos que el poder de la renovación está implícito en cada día (ibid., I, p. 16). Debemos recibir la Torá nuevamente cada día. Esta renovación también renueva nuestras almas (ibid., I, p. 6a). Hoy El Shemá, la declaración de fe, es el principal llamado a la renovación diaria. Cada día, la persona es probada

en su fe; así, la importancia de la renovación está enfatizada en el Shemá (Likutey Halajot I, p. 164). Uno debe renovar su fe diariamente (ibid., II, p. 250). Hoy “Hoy” - como si fuese un nuevo documento (Rashi).

Cada día recitamos la bendición “Bendito eres Tú, Dios, nuestro Señor, Rey del mundo, Quien nos da la Torá” (liturgia de la mañana). Decimos “da” en tiempo presente, pues cada día Dios entrega nuevamente la Torá. Cada día la

persona puede encontrar un espíritu de renovación en la Torá, de acuerdo a cuánto se prepare para recibirla (Likutey Halajot VIII, p. 192b). Hoy La única manera de compadecerse de uno mismo y alcanzar el objetivo eterno es renovándose diariamente. Así como el ayer nunca volverá, de la misma manera, hoy tampoco volverá. Cada día es una creación de Dios, nueva y diferente, y cada individuo que esté vivo en ese día puede beneficiarse de ello. Incluso si nuestros actos hasta ahora fueron cuestionables, hoy es cuando todo comienza y empieza nuevamente

(Likutey Halajot I, p. 223a).

6:7 “Y las enseñarás a tus hijos y hablarás de ellas estando en tu casa y andando por el camino y al acostarte y al levantarte”. Y las enseñarás a tus hijos Cada uno de nosotros tiene preceptos que debe cumplir y el tiempo y el lugar para hacerlo. Mediante el cumplimiento de las mitzvot, perfeccionamos y rectificamos nuestras

almas. También nuestros hijos tendrán su tiempo y lugar para llevar a cabo las mitzvot y lograr sus rectificaciones. El daño de Adán hizo que muchas chispas de santidad se diseminaran por el mundo entero. Cada persona tiene la capacidad de rectificar esas chispas de acuerdo al tiempo y al lugar (i.e., la generación) en que se encuentra (Likutey Halajot IV, p. 6a). Y las enseñarás a tus hijos “Hijos” - esto hace referencia a los discípulos (Rashi).

Los discípulos son llamados hijos

pues a través de ellos la persona llega a tener la capacidad de engendrar sus propios hijos. Los discípulos agudizan la mente del maestro, ayudándolo a obtener daat (conciencia superior) y con daat llega la capacidad de tener descendencia. Así, vemos que Abraham y Sara trabajaron muy duro para hacer prosélitos, acercándolos como discípulos, para agudizar su propio daat - y como resultado finalmente pudieron tener un hijo (Likutey Moharán I, 53:2). Hablarás de ellas estando en tu casa y andando por el camino Hablarás [palabras de Torá] y no palabras vanas (cf. Sifri).

Allí donde te encuentres y sea lo que fuere que estés haciendo, puedes decir palabras de Torá. ¡Hasta las tareas mundanas pueden ser elevadas hacia la Torá! (Likutey Halajot VIII, p. 147b). Hablarás de ellas... atarás... escribirás Así como la persona puede escribir las letras de la Torá sobre un trozo de pergamino y transformar ese pergamino en un rollo de Torá, de la misma manera, puede transformarse a sí misma en un rollo de Torá. Al escribir las letras de la Torá sobre ella misma -i.e., al hablar continuamente de Torá y decir palabras de santidad- puede transformar su

cuerpo en un receptáculo de Torá y de santidad. Así, si uno dice palabras de Torá, “estando en tu casa y andando por el camino y al acostarte y al levantarte”, entonces podrá “atarlas por señal en su mano... escribirlas sobre las mezuzot”, pues se habrá transformado a sí mismo en un objeto tan sagrado como los tefilín y las mezuzot (Likutey Halajot I, p. 470). Estando en tu casa y andando por el camino y al acostarte y al levantarte Cada día y cada circunstancia son diferentes. Para desarrollarnos apropiadamente, debemos aprender a ser flexibles en nuestras devociones. En Pesaj, nos acercamos a Dios comiendo

matzá, mientras que en Sukot, lo hacemos al comer en la suká. Ciertas devociones sólo se aplican a los días de la semana, mientras que otras sólo se aplican al Shabat. Cada semana leemos una porción diferente de la Torá y cada porción está dividida en siete partes, correspondientes a los diferentes días de la semana (Likutey Halajot V, p. 56a-11257a). Andando por el camino Los viajes que encaramos representan nuestros esfuerzos para rectificar las chispas de santidad diseminadas por el mundo entero. Donde fuera que vayamos, allí realizamos una

mitzvá o varias mitzvot y así elevamos esas chispas. Esto, en sí mismo, eleva nuestros viajes hacia un nivel espiritual. La persona debe recordar constantemente a Dios, no importa dónde se encuentre. Entonces podrá rectificar su fe junto con las chispas de santidad (Likutey Halajot III, p. 32a). Estando en tu casa y andando por el camino El Shemá declara la Unidad de Dios. Por lo tanto nos ordena recordar a Dios, tanto en casa como en el camino. Debemos recordar a Dios igualmente en todas partes, pues Dios reina en todo lugar (Likutey Halajot VII, p. 200a).

En tu corazón... Estando en tu casa y andando por el camino “Estando en tu casa” corresponde al aspecto revelado de Dios, al estudio de la Torá y al cumplimiento de las mitzvot, con lo cual la persona se siente “en casa”. “Andando” corresponde a los momentos en los cuales la persona se siente lejos de Dios. Allí donde la persona se encuentre y sea lo que fuere que esté sintiendo, deberá mantener estos pensamientos de Dios “en su corazón” (Likutey Halajot VII, p. 50a).

6:8 “Y las atarás por señal

en tu mano y estarán por frontales entre tus ojos”. Y las atarás por señal en tu mano Los tefilín, la “señal” que atamos sobre nuestro brazo, corresponden al pacto. Los tefilín pueden ayudar a la persona a cuidar el pacto (Likutey Halajot I, p. 54a). Y las atarás por señal en tu mano Los tefilín corresponden al atributo Divino de “Lento para la Ira” (Éxodo 34:6). La paciencia ayuda a traer la santidad de la Tierra Santa, que

merecemos mediante la fe. Así, los dos primeros pasajes de los tefilín hablan de la Tierra Santa, mientras que los dos últimos hablan de la fe en Dios (Likutey Halajot I, p. 132). Y las atarás por señal en tu mano y estarán por frontales entre tus ojos Debido al gran amor de Dios por el pueblo judío y a Su deseo de que nos unamos a Él, Dios invistió Su Divinidad en las letras de la Torá y en las 613 mitzvot. Al cumplir con las leyes específicas implícitas en la confección de los tefilín -al igual que aquellas implícitas en todas las otras mitzvotpodemos llegar a reconocer el amor de

Dios por nosotros (Likutey Moharán I, 33:4). Y las atarás por señal en tu mano y estarán por frontales entre tus ojos El Tzadik gobierna (Samuel 2, 23:3).

Cada una de las letras de la Torá, al igual que cada una de sus palabras, frases y capítulos, es una expresión de la Voluntad de Dios. Cada una define la Voluntad de Dios de una manera que nos permite saber cómo servirlo. La Voluntad de Dios se revela más aún en los preceptos de la Torá, siendo cada mitzvá una expresión particular de Su Voluntad.

Ahora que la Torá ha sido puesta en nuestras manos, la Voluntad de Dios también nos ha sido dada a nosotros. Al observar los preceptos de la Torá, podemos alcanzar el nivel de “El Tzadik gobierna” - podemos determinar el flujo de abundancia y traer bendiciones (Likutey Moharán I, 34:4). Totafot - frontales Los tefilín de la cabeza, que están divididos en cuatro compartimentos, son llamados ToTaFoT (‫טטפת‬, frontales). Nuestros Sabios explican que esta palabra está compuesta por dos palabras extranjeras, ToT (‫טט‬, “dos” en idioma copto) y PaT (‫פת‬, “dos” en idioma

afriqui) (Rashi).

Dios puede ser encontrado en todas las cosas de la creación, sustenándolas y dándoles su vitalidad. La Torá utiliza diferentes lenguajes para enseñarnos que Dios está siempre presente, en todo momento y en todas las situaciones incluso en todas las lenguas (Likutey Moharán I, 33:2). Estarán por frontales entre tus ojos La luz de los tefilín depende de cómo uno mire. Si la persona mira a los Tzadikim o busca la rectitud, merecerá recibir la iluminación de los tefilín (Likutey Halajot I, p. 84a).

Estarán por frontales entre tus ojos Los tefilín difunden la fe en Dios de una generación a otra (Likutey Halajot I, p. 100a-200).

6:9 “Y las escribirás sobre las mezuzot de tu casa y en tus portales”. Las escribirás sobre las mezuzot de tu casa El Shemá contiene alusiones a los Diez Mandamientos. Por ejemplo, la

referencia a la mitzvá de la mezuzá corresponde al mandamiento “No codiciarás” (Éxodo 20:14) (Ierushalmi, Berajot 1:5). ¿Por qué las [monedas] son llamadas ZuZin (‫ ?)זוזין‬Porque ellas ZaZ (‫זז‬, se mueven) de una persona a la otra (Bamidbar Rabah 22:8).

La mitzvá de la mezuzá es un paralelo del Décimo Mandamiento debido a que la mezuzá representa el pacto y el pacto es la sal que endulza la amargura del deseo de dinero. Al reafirmar nuestra fe mediante la mitzvá de la mezuzá, superamos la codicia y la avaricia.

Así, la palabra ZuZin (‫זוזין‬, dinero) está contenida en la palabra meZuZá (‫)מזוזה‬. Al cuidar el pacto mediante la mitzvá de la mezuzá es posible controlar la codicia (Likutey Moharán I, 23:2, 4; ibid., I, 23:11, 12). Las escribirás sobre las mezuzot de tu casa Las letras de la palabra MeZuZOT (‫)מזזות‬ pueden reordenarse para formar la frase ZaZ MaVeT (‫זז מות‬, “La muerte ha sido retirada”) (Zohar III, 300 b).

Aquellos que sucumben al deseo de dinero y no creen que Dios puede proveerlos con un sustento fácil

invierten un gran esfuerzo en correr detrás de su subsistencia. Caen víctimas de la maldición “Comerás con tristeza” (cf. Génesis 3:17), que está asociada con el rostro del Otro Lado, la idolatría, la oscuridad y la muerte. Pero aquellos que cumplen con la mitzvá de la mezuzá pueden superar la codicia, la idolatría y la muerte. En su lugar, están unidos a la luz del rostro de la santidad, la Luz del Rostro de Dios - i.e. ¡la vida misma! (Likutey Moharán I, 23:1; ibid., I, 23:9). Las escribirás sobre las mezuzot La mezuzá contiene dos pasajes de la Torá. El primero es el Shemá (Deuteronomio 6:4) y el párrafo de

Veahavta (“Y amarás”) (ibid., 6:5-9), nuestra declaración de fe en Dios. El segundo es Vahaiá im shamoa (“Y si escuchas”) (ibid., 11:13-21), nuestra declaración de fe en la Providencia Divina. Al declarar nuestra fe, traemos la santidad de la Tierra Santa hacia nuestros hogares. Así, la última línea de la mezuzá dice: “Para que tus días y los días de tus hijos aumenten sobre la tierra” (Likutey Halajot V, p. 234-236). Las escribirás sobre las mezuzot En la parte externa del pergamino de la mezuzá escribimos el Santo Nombre de Dios ShaDaI (‫י‬-‫ד‬-‫)ש‬, que se deletrea shin, dalet, iud. Shin (‫ )ש‬y iud

(‫ )י‬equivalen numéricamente a 310, correspondiente a los 310 mundos que la persona heredará en el Mundo que Viene (Mishná Uktzin 3:12). Dalet (‫ )ד‬es la letra final de la palabra EjaD (‫דחא אחד‬, Uno), que significa la unidad y la paz. Así, la mezuzá representa las recompensas del Futuro (Likutey Halajot V, p. 250-126a-252).

6:25 “Entonces será caridad para nosotros cuando cuidemos de cumplir todo este mandamiento en presencia de Dios, nuestro Señor, como Él nos lo tiene

mandado”. Entonces será caridad para nosotros cuando cuidemos de cumplir todo este mandamiento en presencia de Dios, nuestro Señor Cuando llevamos a cabo una mitzvá delante de Dios esforzándonos en ello como si estuviésemos siendo observados por otra gente (con todas las posturas que eso podría generar), podemos atraer el poder de la caridad sobre nosotros, lo que nos permitirá dar caridad de la manera apropiada. Esto asegura que toda nuestra caridad irá hacia causas dignas (Likutey Moharán I, 251:2).

Entonces será caridad para nosotros cuando cuidemos de cumplir todo este mandamiento Toda la Torá se compara con la caridad (ver Bava Batra 9a). Pues al dar caridad, abrimos los senderos para la revelación de la Torá (Likutey Halajot VI, p. 94).

7:2 “Y cuando Dios, tu Señor, las hubiera entregado delante de ti y las hubieras herido, las destruirás del

todo; no harás con ellas pacto alguno, ni les tendrás piedad”. Ni les tendrás piedad [TeJaNem (‫תחנם‬, “tenerles piedad”) tiene la misma raíz que JeN (‫חן‬, gracia)]. No les demuestres gracia alguna (Avodá Zará 20a).

Cuando la persona alaba a su congénere judío, a la Torá y a las mitzvot, le da prominencia a Dios. Pero cuando alaba a las naciones, retrae la prominencia que debería haberle sido dada a Dios (Likutey Halajot IV, p. 213a).

7:5 “Esto es lo que harás con ellas: derribarás sus altares y quebrarás sus estatuas y cortarán sus asherot y sus esculturas quemarán a fuego”. Sus esculturas quemarán a fuego Todo lo que está por ser destruido por el fuego ya es considerado como si estuviese totalmente destruido y reducido en tamaño (Rosh HaShaná 28a).

El Talmud hace esta afirmación en referencia a un shofar que ha sido utilizado para propósitos idólatras. Tal objeto es considerado como destruido incluso antes de haber sido quemado, por lo tanto es legalmente inexistente. Debido a que los sonidos que produce ese shofar provienen de una “nulidad” en el aspecto halájico no pueden ser utilizados para la mitzvá del shofar. El mismo concepto se aplica a una persona arrogante, que es comparable a un idólatra (Sotá 4b). Dado que ella es una “nulidad” en el aspecto halájico, sus palabras no son dignas de ser consideradas habla. Sin embargo, cuando la persona se comporta con

humildad, puede decir palabras que iluminen y llegar a una profunda comprensión de la Torá (Likutey Moharán I, 11:2).

7:7 “No por ser ustedes más numerosos que todos los pueblos los ha amado Dios y los ha escogido; porque ustedes eran el más pequeño de todos los pueblos”. No por ser ustedes más numerosos que todos los pueblos los ha amado Dios y los ha escogido; porque ustedes eran

el más pequeño de todos los pueblos Merubjem (“numerosos”) también puede traducirse como “grande”, implicando orgullo, mientras que la frase “ustedes eran el más pequeño” implica humildad. La persona humilde es comparada con el polvo, que constituye la composición de la tierra. La fuerza de la gravedad de la tierra atrae los objetos hacia ella. De manera similar, la persona humilde atrae la Divinidad hacia ella, como está expresado en la frase “Dios los ha deseado” (Likutey Moharán I, 70:2A). Ustedes eran el más pequeño

Pese al hecho de que podemos llegar a experimentar la Divinidad, no tratamos de comprender los niveles de Divinidad que están más allá de nosotros. Lo que deseamos es vivir dentro de nuestros límites mentales y no extender nuestros pensamientos hacia ámbitos externos. Así, somos “los más pequeños”, pues nos limitamos (Likutey Halajot I, p. 205a). Ustedes eran el más pequeño “El más pequeño” - esto significa humildad (Rashi). El Mundo que Viene está representado por la letra iud (‫)י‬, la más pequeña de las letras hebreas, indicando que son pocos

los Tzadikim que merecen el Mundo que Viene (Menajot 29b).

Los Tzadikim son “pocos” - es decir, son muy humildes. Aquí, Moisés les dice a los judíos: “Debido a que ustedes -como nación y como individuos- son humildes, merecerán el Mundo que Viene” (Likutey Halajot I, p.164).

7:10 “Pero a los que Le odian les da la retribución en su misma cara para destruirlos: no tardará con aquel que Le odia, en su

misma cara le dará la retribución”. Les da la retribución en su misma cara para destruirlos UmeShaLeM (‫ומשלם‬, “Les da la retribución”) es similar a ShleiMut (‫שלמות‬, completitud). Algunas personas parecen tener todo lo que desean, pero su estado de “completitud” es una ilusión. Dios retribuye a esas personas “en su cara” - i.e., en este mundo. Dios le da espíritu a esta gente por un momento, pero finalmente, la destruye, en el hecho de que pierde su porción en el Mundo que Viene (Likutey Moharán I,

8:3).

Les da la retribución en su misma cara para destruirlos La “cara” representa la Dios les revela la verdad enemigos. Esto en sí mismo dolorosa retribución por sus (Likutey Moharán I, 66:3C).

verdad. a Sus es una pecados

7:11 “Guarda, pues, el mandamiento y los estatutos y las leyes que yo te prescribo hoy, para ponerlos

por obras”. Hoy, para ponerlos por obras “Hoy, para ponerlos por obras” - y mañana [en el Mundo que Viene], para recibir la recompensa por haberlos hecho (Rashi).

Mediante el cumplimiento de las mitzvot, la persona se transforma, en efecto, en alguien que le presta a Dios pues ahora Dios le debe su recompensa (Likutey Halajot III, p. 38). Hoy, para ponerlos por obras “Hoy, para ponerlos por obras” - y mañana [en el Mundo que Viene], para recibir la

recompensa por haberlos hecho (Rashi).

La mala inclinación es, en verdad, un amigo y no un enemigo. Al poner barreras y dificultades para el cumplimiento de las mitzvot, ella permite que la persona supere la oposición y reciba así una gran recompensa por sus esfuerzos. Cuando la persona fallece, también muere su mala inclinación. Así, en el Mundo que Viene, uno ya no puede realizar más mitzvot ni esperar una recompensa. Es en este mundo -mientras aún tiene una mala inclinación- que debe trabajar para llevar a cabo las mitzvot, para recibir su recompensa en el Futuro.

Sin embargo, cuando llegue Mashíaj, la mala inclinación aún estará con nosotros. Pues ¿de qué otra manera podrá Mashíaj rectificar el mundo? ¿Cómo es posible que la persona alcance la perfección si no tiene tentación que deba superar? (Likutey Halajot II, p. 104a). Hoy, para ponerlos por obras De acuerdo a cómo uno se comporte durante los seis días de la semana, así merecerá el Shabat. De acuerdo a cómo uno se comporte en este mundo, así merecerá el Mundo que Viene.

Las leyes de los eruvei tejumim (límites del Shabat; i.e., hasta dónde se puede caminar en Shabat) se aplican desde el lugar en que la persona comienza el Shabat. Es decir, los límites de la santidad establecidos por la persona dependerán de cuánto haya logrado espiritualmente durante la semana (Likutey Halajot III, p. 51a). Hoy, para ponerlos por obras Hoy, en este mundo, puedes ponerlo en práctica. Es decir, hoy puedes traer luz, expansión y orden a tu vida, siempre y cuando lleves a cabo las mitzvot. Todo lo bueno puede suceder - ¡si comienzas hoy! (Likutey Halajot I, p. 24a-48).

Parashat Ekev

7:12 “Y será que si escuchan estas leyes y las guardan y cumplen, el Señor, tu Dios te guardará el pacto y la misericordia que juró a tus padres”. Y será que si escuchan estas leyes... el Señor, tu Dios, te guardará

Tishmeun (“escuchan”) está escrito en plural, haciendo referencia a muchos oyentes. El objeto de Veshamar Adonai Eloheja lejá (“El Señor, tu Dios, te guardará”) está en singular, haciendo referencia a un solo receptor. El principal camino para alcanzar la Divinidad es mediante los “muchos”, pues todos y todas las cosas se unifican. Una vez que están unidos, podemos tomar nuestras bendiciones individuales (Likutey Halajot II, p. 76-39a). Y será que si escuchan... el Señor, tu Dios te guardará el pacto y la misericordia

Ekev (“si”) significa literalmente “talón”. Moisés estaba diciendo: Si ustedes hacen caso a Dios y a Su Torá, al punto de extender la Divinidad hasta sus mismos pies, entonces Dios extenderá sobre ustedes más misericordia. “Pies” también hace referencia a la riqueza, la base sobre la cual se sostiene la persona. Por lo tanto Moisés también implicó: Si su percepción de la Divinidad se extiende a la manera en la cual utilizan su riqueza, entonces Dios hará descender sobre ustedes mucha más bondad y bendiciones (Likutey Halajot V, p. 89a).

Y será que si escuchan Ekev (“si”) significa literalmente “talón”. Si escuchan estas leyes incluso cuando están hundidos bajo el talón de su enemigo y reconocen que el sufrimiento viene de Arriba, entonces Dios los oirá y recordará el pacto que Él hizo con sus antepasados (Likutey Halajot IV, p. 338). Y será que si escuchan estas leyes [Ekev (“si”) significa literalmente “talón”. Por lo tanto esta frase implica] “Si observan las mitzvot que la gente suele aplastar con el talón” (Rashi).

Los Tzadikim son llamados “pies”

porque caminan de un lugar a otro para esclarecer la Torá y enseñarle a la gente el servicio a Dios. Cuando Dios emite un decreto de juicio en el mundo, Él se aconseja con los Tzadikim y les revela los juicios que han sido decretados en contra de la generación. Entonces los Tzadikim van y amonestan a la generación para que mejore sus caminos y mitiguen el juicio. Este versículo alude a ese proceso. “Ekev” - cuando los Tzadikim (los “pies”) son conscientes de un decreto de Dios en contra de la generación van y amonestan al pueblo judío para que mejore -“si escuchan estas leyes”entonces el pueblo judío acepta su

amonestación y los juicios son mitigados (Likutey Moharán I, 22:1, 15). Y será que si escuchan estas leyes y las guardan y cumplen Vehaiá (“Y será”) connota alegría (Vaikrá Rabah 11:7).

Bailar y aplaudir mitiga los juicios severos (ver Likutey Moharán I, 10). Pero cuando los juicios están decretados en contra del mundo, es muy difícil bailar. Los juicios, que corresponden a los pies, hacen que éstos se pongan pesados y lentos. Para

mitigar

esos

juicios

y

recuperar un estado de alegría, es necesario juzgarse y evaluarse a uno mismo. Mediante el hitbodedut, la persona se examina y corrige cada una de sus acciones y de sus relaciones con los demás. De esa manera, mitiga los juicios Celestiales, “pues cuando hay juicio abajo, no hay juicio Arriba” (Devarim Rabah 5:4). Esas ideas están expresadas en este versículo. Vehaiá ekev tishmaun (“Y será que si escuchan”) - la palabra vehaiá connota alegría y ekev alude a los pies. Si quieres que los pies oigan y “escuchen” la alegría, entonces “estas leyes, las guardan y cumplen” - debes practicar hitbodedut y juzgarte a ti

mismo (Likutey Moharán I, 169).

8:3 “Por esto te afligió y te dejó padecer hambre; y entonces te dio a comer el maná que tú no habías conocido, ni lo conocieron tus padres; para hacerte saber que no solo de pan vive el hombre sino que el hombre vive de toda palabra que sale de la boca de Dios”. Te afligió y te dejó padecer hambre

La persona que espera en Dios el sustento diario crea un recipiente con el cual captar la abundancia de Dios (Likutey Moharán I, 76:2). Los judíos en el desierto esperaban que el Cielo supliera sus necesidades diarias, creando el recipiente para recibir el maná. Te afligió y te dejó padecer hambre No hay comparación entre una persona que puede ver lo que come con aquella que no lo puede ver. Rav Iosef [que era ciego] dijo, “Esto implica que la persona ciega nunca está saciada” (Ioma 74b).

Este versículo hace referencia al maná con el que Dios alimentó a los

judíos en el desierto. Aunque el maná adquiría el sabor que la persona deseaba, dado que los judíos no podían ver esa comida, nunca estaban saciados. De manera similar, cuando la persona no puede ver la luz de la espiritualidad queda insatisfecha. Uno debe purificar el deseo de servir a Dios para experimentar la luz de la espiritualidad y alcanzar la saciedad espiritual (Likutey Moharán I, 13:5). No solo de pan vive el hombre sino que el hombre vive de toda palabra que sale de la boca de Dios El

sustento

proviene

de

la

bendición de Dios. Al recitar las bendiciones sobre el pan y otros alimentos invocamos esa bendición (Likutey Halajot IV, p. 135a). No solo de pan vive el hombre sino que el hombre vive de toda palabra que sale de la boca de Dios La fuerza vital esencial de la persona proviene de la “boca de Dios”, que es la Torá (Likutey Halajot II, p. 82a). No solo de pan vive el hombre No es el pan físico, sino la cualidad espiritual del alimento -el espíritu Divino dentro del alimento- lo que le da

vida a la persona (Likutey Halajot I, p. 20).

8:8 “Tierra de trigo y de cebada y de la vid y de la higuera y del granado; tierra de aceite de oliva y de miel de dátiles”. Tierra de trigo y de cebada y de la vid y de la higuera y del granado; tierra de aceite de oliva y de miel de dátiles Dios les prometió a Abraham, Itzjak y Iaacov que Él les daría a sus descendientes una tierra “que fluye leche

y miel”. Esa promesa fue hecha varias veces y está registrada en la Torá. Aquí la Torá agrega más alabanzas a la Tierra, citando su producción de trigo, cebada, uvas, higos, granadas, aceite de oliva y miel. ¿Es ésta la promesa de Dios, darles a los judíos la oportunidad de comer bien? En verdad, los frutos de la Tierra están dotados de manera única de Noam HaElion (Deleite Divino). Al comer esos frutos, uno puede “saborear” lo Divino. Ello explica por qué Moisés elevó 515 plegarias para que se le permitiese entrar a la Tierra (Ialkut Shimoni, Devarim #940). ¿Acaso quería simplemente comer de sus frutos? No,

deseaba “saborear” lo Divino (Likutey Halajot II, p. 90a-180). Tierra de trigo y de cebada y de la vid y de la higuera y del granado; tierra de aceite de oliva y de miel de dátiles La palabra “tierra” aparece dos veces en este versículo - primero con la mención de cinco frutas y luego con la mención de dos frutas. Los frutos que aparecen más cerca de la palabra “tierra” tienen prioridad [en la bendición, cuando están incluidos en la misma comida]. Así, uno debe primero consumir el trigo y la cebada y luego el aceite de oliva y la miel de dátiles, después las uvas, los higos y la granadas (Berajot 41a-b).

El maná tenía el sabor del aceite y de la miel (Éxodo 16:31; Números 11:9). Al comer el pan diario, uno debe tratar de elevar los ingredientes del aceite y de la miel (para que el pan ascienda al aspecto de maná). La Tierra Santa es el lugar clave en donde uno puede alcanzar esta elevación. Por lo tanto el pan de la Tierra Santa, hecho con su trigo, es la comida principal y por ello tiene un sabor muy especial (Likutey Halajot II, p. 43a). Tierra de trigo y de cebada y de la vid y de la higuera y del granado; tierra de aceite de oliva y de miel de dátiles Los shivat haminim (los siete

frutos por los cuales es alabada la Tierra de Israel) contrarrestan las siete naciones cananitas que ocupaban la Tierra antes de la conquista judía. Esto nos enseña que al comer en santidad -o simplemente al creer en la santidad de los productos de la Tierra- uno puede conquistar la oposición de aquellos que desean impedirle experimentar la santidad de la Tierra (Likutey Halajot II, p. 182).

8:9 “Tierra en donde no con escasez comerás pan, puesto que nada faltará en ella; tierra cuyas piedras son

hierro y de cuyas montañas podrás extraer el cobre”. Tierra en donde no con escasez comerás pan, puesto que nada faltará La Tierra Santa no carece de nada (ver Berajot 36b).

A veces la persona come pan porque no le alcanzan los recursos para comer otra cosa. Si pudiese comprar otros alimentos no comería sólo pan, sino muchas otras delicias. Sin embargo, cuando uno alcanza la santidad de la Tierra Santa, come pan porque ha quebrado el deseo de comer. Y aquel

que quiebra el deseo de comer es liberado de la indigencia y la pobreza (Likutey Moharán I, 47:2). Nada faltará En el pan de la Tierra de Israel, uno puede sentir todos los sabores, así como los judíos los sintieron en el maná (Likutey Halajot II, p. 43a).

8:10 “Cuando comas y estés saciado, bendecirás a Dios, tu Señor, en la buena tierra que Él te da”.

Cuando comas y bendecirás a Dios

estés

saciado,

Aunque la comida sea mínima, uno debe bendecir a Dios con un corazón satisfecho. Entonces la bendición será enviada hacia el alimento mientras se encuentra en los intestinos, para dar saciedad también allí. Un corazón quebrantado alude al hambre y a la pobreza, mientras que un corazón satisfecho, al que se accede a través del Tzadik, produce abundancia y bendiciones (Likutey Halajot II, p. 71a). Cuando comas y estés saciado, bendecirás a Dios, tu Señor, en la

buena tierra La Tierra Santa es el lugar de las comidas sagradas y del comer santo (Likutey Halajot II, p. 13a). Mediante las Gracias Después de las Comidas, hacemos descender sobre nosotros la santidad de la Tierra Santa (ibid., I, p. 94-48a). ¿Cuál es la conexión entre bendecir a Dios por el alimento y la Tierra de Israel? Todas las bendiciones tienen su fuente en la santidad, y la esencia de la santidad se encuentra en la Tierra Santa. Así, bendiciendo a Dios por nuestro alimento atraemos la santidad cuando

mencionamos la santidad de la Tierra (ibid., II, p.108-55a). Cuando comas y estés saciado, bendecirás a Dios, tu Señor, en la buena tierra La Tierra Santa es el lugar en donde el judío puede comer en santidad, pues ella nos fue dada para que pudiésemos santificar sus productos mediante las mitzvot (tales como el diezmo, el año sabático y demás) (Likutey Halajot I, p. 244). Al comer en santidad, es posible experimentar el Noam HaElion (Agrado Divino), que se encuentra

principalmente en la Tierra Santa. Al bendecir a Dios por nuestro alimento, atraemos la santidad de la Tierra hacia lo que comemos (ibid, II, p. 90a). Cuando comas y estés saciado, bendecirás a Dios, tu Señor, en la buena tierra Cuando uno bendice a Dios por la abundancia que ha recibido, revela la Providencia Divina. La misma Tierra Santa implica la Providencia Divina. Aquel que come y bendice a Dios es como aquel que come el maná, el “pan del Cielo” (Éxodo 16:4): es como si estuviese recibiendo directamente de la Providencia Divina (Likutey Halajot I, p.

44).

Cuando comas y bendecirás a Dios

estés

saciado,

Los ángeles cuestionaron a Dios por favorecer a los judíos, en aparente contradicción con Su afirmación “Yo no mostraré favor” (Deuteronomio 10:17). Dios respondió, “¿Cómo no he de favorecerlos? Yo dije, ‘Ustedes comerán, se saciarán y bendecirán’, pero ellos son tan estrictos con una aceituna como con un huevo [i.e., recitan las Gracias Después de las Comidas aunque hayan comido sólo un pequeño trozo]” (Berajot 20b).

Esto

indica

que

la

persona

encuentra favor a los ojos de Dios cuando controla su deseo de comer (Likutey Moharán I, 47:1; ibid., I, 67:2).

8:12 “No suceda nunca, cuando hayas comido y te hayas saciado, cuando hayas edificado para ti casas buenas y habitado en ellas”. No suceda nunca, cuando hayas comido... y se enorgullezca tu corazón Éste fue el pecado de Adán. Comer

del Árbol del Conocimiento lo llevó a la arrogancia (Likutey Halajot I, p. 86a). El pecado de Adán hizo que todos los alimentos se corrompieran con una mezcla de bien y mal. Es posible rectificar el comer de Adán comiendo en santidad - i.e., estar contentos al sentarnos a comer. La mesa de hoy en día se compara con el Altar del Templo sobre el cual se colocaban los sacrificios. Durante las ofrendas de los sacrificios, los Levitas ejecutaban instrumentos musicales y se regocijaban. Comer en santidad nos permite purificar el acto de comer y separar y elevar el bien en la comida. Y esto lleva a un aumento de la conciencia de Dios y a

una rectificación de la mente y de la memoria (ibid., IV, p. 17a). No suceda nunca, cuando hayas comido... y se enorgullezca tu corazón... De manera que digas en tu corazón: “Mi poder y la fuerza de mi mano me han procurado esta riqueza”... te acordarás de Dios, tu Señor, porque Él es quien te da poder La progresión en estos versículos implica un daño en el comer, un daño en las manos y un daño de la fe en la Providencia Divina. Koaj (‫כח‬, fuerza) tiene el valor numérico de 28, correspondiente a las veintiocho letras del versículo de apertura de la Torá

(“En el comienzo...”). Aquel que cree en la fuerza de Dios rectifica ese daño (Likutey Halajot I, p. 22a).

8:13 “Y cuando tus vacas y tu ganado menor se hayan multiplicado y tu plata y tu oro abunden y todo lo que tengas se aumente”. Tu plata y tu oro abunden... y se enorgullezca tu corazón y te olvides de Dios Es posible encontrar chispas de

santidad desparramadas por el mundo entero, especialmente en los objetos inanimados como el oro y la plata (i.e., el dinero). Al dedicarse a los negocios de manera honesta uno eleva esas chispas. Pero si no se busca la Divinidad dentro del oro y de la plata, uno sucumbe a la codicia, su “corazón” se hincha de arrogancia y olvida a Dios (Likutey Halajot VII, p. 98).

8:15 “Quien te condujo por el desierto grande y espantoso, de serpientes ardientes y escorpiones y de

sequía, en donde no hay aguas; Quien sacó para ti aguas de la roca durísima”. Serpientes ardientes y escorpiones Éstos representan las dudas y las confusiones que uno encuentra en la vida (Likutey Halajot I, p. 131a). El desierto grande y espantoso, de serpientes ardientes y escorpiones En el desierto, los judíos caminaron por sobre las fuerzas del mal para vencerlas y elevarlas hacia el ámbito de la santidad. Es por ello que allí se

quedaron durante cuarenta años (Likutey Halajot III, p. 414-208a). De manera similar, los judíos ofrecían sacrificios en el Templo en aras de las naciones, expiando por su mal y elevándolas hacia la santidad (ibid., III, p. 416). La idea es que todo el esfuerzo que ponemos en nuestras mitzvot o bien atrae la santidad hacia algún lugar o bien elimina todo vestigio de chispas de santidad, dejando ese ámbito vacío de vitalidad espiritual (retirando la vida del ámbito del mal).

8:17 “De manera que digas en tu corazón: “‘Mi poder y la fuerza de mi mano me

han procurado esta riqueza’”. Mi poder y la fuerza de mi mano Todo lo relacionado con el sustento se ve acosado por la mala inclinación que abruma a la persona. La persona cree, tontamente, que puede ganarse la vida solamente mediante “la fuerza de su mano” y no le presta ninguna atención a la Providencia Divina (Likutey Halajot II, p. 19a). Mi poder y la fuerza de mi mano Esta actitud lleva a la persona a

creer que es invencible cuando se trata de ganar dinero. También puede llevarla a pensar que puede robarles a los demás o hacer lo que quiera, pues siente que es “Mi poder...” (Likutey Halajot I, p. 119a). Mi poder y la fuerza de mi mano me han procurado esta riqueza No seas malvado ante tus propios ojos (Avot 2:13).

Las palabras de la Mishná, Veal tehi rashá bifnei atzmeja (“No seas malvado ante tus propios ojos”) significan, literalmente, “No seas malvado delante de ti mismo”. BiFNeI (‫בפני‬, delante) corresponde al PNeI (‫פני‬,

rostro) del Otro Lado, al cual uno queda apegado como resultado del deseo de dinero. Pues la persona no cree que es Dios Quien la sustenta y la provee y en su lugar cree en el OTzeM (‫עצם‬, poder) de su mano - que es similar a ATzMeja (‫עצמך‬, “ti mismo”). Así, esta Mishná se traduce en nuestro contexto como, “No seas malvado” - no seas un idólatra “delante” - no sea que quedes unido al rostro del Otro Lado - “ti mismo” - al pensar que son tu poder y tu fuerza las que te dan el sustento (Likutey Moharán I, 23:1). Mi poder y la fuerza de mi mano me

han procurado esta riqueza El deseo de dinero es la raíz de toda la idolatría. MaMoN (‫ממון‬, dinero), tiene el valor numérico de 140 (incluyendo una unidad por cada letra), paralelo de los 140 clamores de la Providencia Divina cuando exclama -“¡Mi cabeza está pesada! ¡Mi brazo está pesado!”(Sanedrín 46a)- debido a aquellos que sucumben a la codicia (Likutey Moharán 23:1). El rabí Najmán Goldstein, el Rav de Tcherin, conecta la enseñanza del Rebe Najmán con el presente versículo. “Mi poder” alude a la mente, a los pensamientos con los cuales la persona

considera cómo ganar dinero. “La fuerza de mi mano” alude al trabajo físico que se lleva a cabo. Ante esas dos conductas idólatras, la Providencia Divina clama, “Mi cabeza... mi brazo” (Parparaot LeJojmá 23:final).

8:18 “Antes bien, te acordarás de Dios, tu Señor, porque Él es quien te da poder para adquirir riquezas, a fin de cumplir el pacto que juró a tus padres, como se ve el día de hoy”.

Te acordarás de Dios, tu Señor, porque Él es quien te da poder para adquirir riquezas, a fin de cumplir el pacto que juró a tus padres La plegaria es el medio principal para conectarse con Dios. Uno debe orar con energía - i.e., con todas sus fuerzas. Pero muy comúnmente, al orar, nos vemos asediados por pensamientos impropios. Esto sucede debido a que la plegaria -que es conceptualmente el Maljut de santidad- se encuentra en el exilio dentro del Maljut del Otro Lado; las fuerzas del mal no la dejan salir y la aferran con el propósito de dominar y gobernar.

La solución es dejar de lado todos los pensamientos impropios y orar con entusiasmo. De esa manera, se le infunde a la plegaria la fuerza para superar al Maljut del Otro Lado y salir del exilio. Esto Le hace recordar a Dios que Él les juró a nuestros patriarcas que nos redimiría (Likutey Moharán II, 84). Te acordarás de Dios Comer le da fuerza al cuerpo. La persona que no come en santidad le da demasiada fuerza al cuerpo y debilita el alma. Así, la Torá afirma: “De modo que comerás y te saciarás... no sea que se enorgullezca tu corazón... Te acordarás de Dios, tu Señor, porque Él es quien te

da poder”. Al comer en santidad, uno recuerda a Dios y fortalece su alma (Likutey Halajot II, p. 88a). Porque Él es quien te da poder para adquirir riquezas “Él es Quien te da poder” - esto hace referencia a Dios que nos aconseja (Targúm Onkelos).

Pese a todos nuestros esfuerzos, el sustento proviene de Dios, Quien le aconseja a cada persona sobre cómo ganarse la vida. Las dificultades en la búsqueda del sustento surgen de la maldición de Adán. Sólo por la gracia de Dios es posible superar esa

maldición. El Shabat, el día en que no hacemos ninguna tarea, es la rectificación para esa maldición (Likutey Halajot I, p. 132a).

9:1 “Oye, Israel: tú vas a pasar hoy el Jordán, para ir a desposeer a naciones más grandes y más fuertes que tú, con ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo”. Oye, Israel: tú vas a pasar hoy el Jordán

¿Por qué Moisés comenzó esta frase con la palabra “Oye”? Nuestros Sabios comparan esto con un rey que se comprometió en matrimonio con una joven dándole dos perlas. Cuando ella perdió una de las perlas, el rey le dijo, “Has perdido una. Cuida la otra”. De la misma manera, los judíos recibieron dos coronas cuando fueron comprometidos en matrimonio por Dios en el monte Sinaí, “Naasé veNishmá - Haremos y oiremos” (Éxodo 24:7). Moisés les dijo a los judíos, “Cuando hicieron el becerro de oro perdieron la corona del ‘haremos’. Cuiden la otra – el ‘oiremos’”. Por lo tanto Moisés comenzó diciendo, “¡Oye, Israel!” (Devarim Rabah 3:10).

No es suficiente con estudiar las enseñanzas de los Tzadikim; uno

también debe viajar para estar con ellos y oír sus enseñanzas de manera directa. Pues cuando uno estudia de un libro -que corresponde al “haremos”- no se inspira tanto como cuando oye enseñanzas de Torá directamente del Tzadik - que corresponde al “oiremos” (Likutey Moharán I, 120). Pero, ¿qué debemos hacer si queremos oír las enseñanzas del Rebe Najmán? En otra instancia, el Rebe Najmán enseña que el rostro, el alma y el intelecto del Tzadik pueden encontrarse en sus escritos (ibid., I, 192). Por lo tanto, cuando pronunciamos las palabras del Tzadik, al leerlas en sus escritos, podemos “oír” y conectarnos

con el Tzadik.

9:9 “Cuando yo había subido al monte para recibir las Tablas de Piedra, las Tablas del pacto que Dios había hecho con ustedes, estuve en el monte cuarenta días y cuarenta noches; no comí pan ni bebí agua”. Estuve en el monte cuarenta días Los cuarenta días intermedios fueron días

de ira (Rashi sobre Deuteronomio 9:18).

Moisés estuvo en el Cielo durante tres períodos de cuarenta días cada uno. Los primeros cuarenta días (desde el día 17 de Sivan hasta el día 17 de Tamuz) fueron días de compasión, al igual que los últimos cuarenta días (desde el primero de Elul hasta el día 10 de Tishrei). Pero los cuarenta días intermedios (desde el 18 de Tamuz hasta el 29 de Av) estuvieron dedicados a rogarle a Dios el perdón por el pecado del becerro de oro. Así, los cuarenta días intermedios son llamados “días de ira”. El punto central de los cuarenta

días intermedios es Tisha BeAv. En ese día, el Templo fue incendiado y, en lugar de destruir al pueblo judío, Dios descargó Su ira sobre la madera y la piedra del Santuario. Así, hasta el punto central de los cuarenta días intermedios, hubo ira. Luego, se efectuó el perdón y el decreto fue mitigado (Likutey Halajot II, p. 170a). No comí pan ni bebí agua Moisés no comió ni bebió durante todo el tiempo que estuvo en el monte Sinaí. Aquel que toma del espíritu Divino del alimento puede de hecho mantenerse sin la comida misma, como hizo Moisés (Likutey Halajot I, p. 170).

9:15 “Me volví, pues, y bajé del monte, que estaba abrasado en fuego, con las dos Tablas del pacto en mis dos manos”. Las dos Tablas del pacto en mis dos manos Con sus manos, la persona puede sostener las Tablas y la Torá. Es decir, con sus manos, la persona puede llevar a cabo las mitzvot (Likutey Halajot I, p. 48).

10:2 “Y Yo escribiré en las Tablas las palabras que había sobre las Tablas primeras que quebraste y las pondrás en el Arca”. Las pondrás en el Arca La Primeras Tablas, que fueron quebradas, se colocaron en el Arca junto con las Segundas Tablas (Berajot 8b).

Las Segundas Tablas, que fueron talladas por Moisés, tenían menos santidad que las Primeras Tablas, que fueron escritas por la mano de Dios. A

partir del hecho de que las Segundas Tablas estaban colocadas en el Arca, podemos comprender que ellas eran parte de las Primeras Tablas, que se quebraron debido a la idolatría. Aunque uno haya quebrado su fe, aún puede encontrar su lugar en la Torá (Likutey Halajot III, p. 42).

10:6 “Los hijos de Israel viajaron desde los pozos de Bnei Iakan hasta Moserá. Allí falleció Aarón y allí fue enterrado; y Elazar, su hijo fue nombrado Cohen en

lugar suyo”. Allí falleció Aarón y allí fue enterrado; y Elazar, su hijo fue nombrado Cohen en lugar suyo Aarón no falleció en Moserá, sino en Har HaHor. Sin embargo cuando, al fallecer Aarón, las Nubes De Gloria desaparecieron, los judíos retrocedieron ocho campamentos hasta que volvieron a Moserá. Allí lo ensalzaron. De este modo, es como si hubiese fallecido en ese lugar (Rashi).

Los judíos no podían creer que Aarón había fallecido. Era un hombre que se había enfrentado al Ángel de la Muerte y frenado la plaga desatada por

el episodio con Koraj (Números 17:12-3). ¿Cómo podía haber fallecido? Los judíos dañaron sus pensamientos al pensar que habían perdido a Aarón y su influencia. Pero, en verdad, en la medida en que las enseñanzas del Tzadik puedan ser transmitidas de una generación a otra a través de sus discípulos, el Tzadik no muere. Para corregir su error, Moisés le mostró al pueblo una visión de Aarón acostado (Rashi sobre Números 20:29), implicando con ello que, si deseaban que Aarón continuase viviendo entre ellos, deberían tomar sus enseñanzas por intermedio de su hijo. Lo mismo se aplica a cada Tzadik: aunque los

hayamos perdido de manera física, sus enseñanzas permanecen con sus discípulos (Likutey Halajot VII, p. 432217a).

10:12 “Y ahora, Israel, qué es lo que Dios, tu Señor pide de ti, sino solamente que temas a Dios, tu Señor, que andes en todos Sus caminos y que Le ames y Le sirvas a Dios, tu Señor, con todo tu corazón y con toda tu alma”.

Qué es lo que Dios, tu Señor pide de ti, sino solamente que temas a Dios Dios le da al hombre el libre albedrío para elegir temer o no al Cielo (Berajot 33b).

Dios Se humilla, si así pudiera decirse, al pedirles a los judíos que Lo teman (Likutey Moharán I, 219:2). El reinado es inherentemente pobre en el hecho de que “no hay rey sin un pueblo sobre el cual gobernar” - es decir, el rey requiere de una nación que acepte su soberanía. Cuando tememos a Dios, demostramos nuestra aceptación de Su soberanía.

Qué es lo que Dios, tu Señor pide de ti, sino solamente que temas a Dios ¿Es eso todo? ¿Sólo temerlo? [Pero, sin embargo, esto es algo muy grande]. ¿Por qué suena como si Moisés lo estuviese minimizando? Porque para Moisés el temor era un logro menor (Berajot 33b).

Aunque para Moisés el temor era un logro menor, aún es algo muy importante para nosotros. Por lo tanto, ¿qué nos están enseñando nuestros Sabios? Má (‫מה‬, ¿Qué?) representa el nivel más elevado, el nivel de Keter

(Voluntad). Todos tenemos voluntad. Al dirigir la voluntad hacia Dios, es posible alcanzar todos los niveles. La respuesta a lo que nuestros Sabios nos están enseñando es realmente una pregunta: “¿Desde dónde (o con qué) comenzamos a temer a Dios?”. Dado que Moisés, siendo una persona temerosa de Dios, alcanzó niveles muy elevados, conocía la situación desde la cual es posible comenzar a temer a Dios. Así, nos dio el punto de partida desde el cual podemos alcanzar el temor: mediante las enseñanzas del Tzadik (Likutey Halajot V, p. 220a-440). Qué es lo que Dios, tu Señor pide de ti

No leas MÁ (‫מה‬, ¿qué?), sino MeÁ (‫מאה‬, cien). De aquí aprendemos que el judío debe recitar 100 bendiciones cada día (Menajot 43b).

La persona debe ocuparse de traer la letra alef (‫ )א‬a la palabra Má (‫)מה‬. Má (¿qué?) implica la pregunta “¿Qué puedo llegar a comprender?”. Alef tiene el valor numérico de 1, representando la Unidad y la Unicidad de Dios. Al llevar la alef hacia ese má -la humildad- la persona adquiere la conciencia de que todo es bueno y que todo es uno (Likutey Moharán I, 4:10; Mei HaNajal, ad loc.). Qué es lo que Dios, tu Señor pide de ti No leas MÁ (‫מה‬, ¿qué?), sino MeÁ (‫מאה‬,

cien). De aquí aprendemos que el judío debe recitar 100 bendiciones cada día (Menajot 43b).

La luz de Dios es tan grande que sólo podemos describirla como “¿Má? ¿Qué es?”. (Esto alude a una gran luz superior que representa la sefirá de Jojmá, correspondiente a “miles”). Sólo podemos beneficiarnos de esa luz cuando la hacemos descender hacia niveles inferiores, más filtrados. Esto lo logramos bendiciendo a Dios y realizando Sus mitzvot. Así, “No leas MÁ (‫מה‬, ¿qué?), sino MeÁ (‫האמ מאה‬, cien)”. Al recitar las bendiciones y llevando a cabo las mitzvot, traemos una ALeF (‫ )א‬-representando los ALaFim

(‫אלפים‬, miles)- hacia una forma menor, filtrada, permitiendo que la luz de Dios se vuelva accesible (Likutey Halajot VII, p. 34). Qué es lo que Dios, tu Señor pide de ti Má (¿qué?) representa el nivel más elevado, el nivel de Keter. Es posible ascender a ese nivel preguntando, “¿Qué?” y “¿Cómo?” y anhelando continuamente a Dios, aunque se carezca de comprensión (Likutey Halajot II, p. 26a).

10:19 “Han de amar al prosélito pues extranjeros

fueron ustedes en la tierra de Egipto”. Han de amar al prosélito Dios Se regocija cuando una “unidad simple” se conforma a partir de “fenómenos diversos” (Likutey Moharán II, 2:6). Es decir, la Unidad de Dios debe manifestarse en cada cosa. Pero debido a la complejidad de la creación y a la percepción única y propia de cada individuo, cada persona y cada cosa representa un “fenómeno diverso”. Sólo cuando la gente se acerca a Dios y a Su Unidad emerge la “unidad simple” -un reflejo del Dios Único- de entre

“fenómenos diversos”. Se nos ordena amar al prosélito pues él dejó detrás los “fenómenos diversos” -sus percepciones individuales- y eligió buscar y servir a Dios (Likutey Halajot VIII, p. 62a).

10:21 “Él es tu alabanza y Él es tu Dios, el cual ha hecho contigo aquellas grandezas y aquellas obras terribles que han visto tus ojos”.

Él es tu alabanza y Él es tu Dios “Él es tu alabanza y Él es tu Dios” esto significa que Dios Mismo es tu alabanza y tu plegaria. A veces tus plegarias se vuelven como fuego. Las palabras fluyen de tus labios con una ardiente devoción, tocando tus emociones más profundas. En ese momento la propia luz de Dios está dentro de ti, llamándote para que te acerques. Tus sentimientos más profundos son una chispa de la Propia Esencia de Dios (Sabiduría y Enseñanzas del Rabí Najmán de Breslov #52). El objetivo final de la plegaria es

que las palabras queden incluidas en Dios, para que la plegaria y Dios sean uno (Likutey Moharán II, 19:2).

10:22 “Con setenta almas descendieron tus padres a Egipto y ahora Dios, tu Señor, te ha hecho como las estrellas del cielo en multitud”. Con setenta almas descendieron tus padres Las iniciales de las palabras Be-

shivim Nefesh Iardu Avoteja (“Con setenta almas descendieron tus padres”), conforman la palabra NAVI (‫נביא‬, profeta). Esas setenta almas representan gloria de Israel que, a su vez, refleja gloria de Dios. Y la revelación de gloria de Dios lleva a la difusión de profecía (Likutey Moharán II, 8:5).

la la la la

Con setenta almas descendieron tus padres Las iniciales de las palabras Beshivim Nefesh Iardu Avoteja (“Con setenta almas descendieron tus padres”), conforman la palabra NAVI (‫נביא‬,

profeta). El poder de la profecía desciende sobre los judíos cuando están unidos, como estuvieron las tribus y sus descendientes al descender a Egipto (ver Génesis 46) (Likutey Halajot I, p. 227a).

11:2 “Y consideren hoy: porque no se lo digo a sus hijos, que no han conocido ni visto el castigo de Dios, tu Señor, Su grandeza, Su mano fuerte y Su brazo extendido”. Sus hijos, que no han conocido... sus

propios ojos lo han visto Moisés exhortó a los judíos a que consideraran la grandeza de Dios, no desde el punto de vista de un intelecto restringido, como el de un niño, sino desde el punto de vista de un gran intelecto, como el de un adulto maduro que puede reconocer la verdad de Dios una vez que abre los ojos (Likutey Halajot VII, p. 16a).

11:6 “Y lo que hizo a Datán y Avirám, hijos de Eliav, hijo de Rubén, cómo la tierra abrió su boca y los

tragó a ellos y a sus familias y a sus tiendas, con todos los bienes que estaban a sus pies, en medio de todo Israel”. Todos los bienes que estaban a sus pies “Todos los bienes que estaban a sus pies” - éste es el dinero del hombre, que lo mantiene sobre sus pies (Pesajim 119a; Sanedrín 110a).

La fuerza para mantenerse de pie proviene de la verdad, como está escrito, “La verdad se mantiene [i.e.,

perdura]” (Shabat 104a). Con la verdad, la persona retiene sus bienes (Likutey Moharán I, 47:1). Todos los bienes que estaban a sus pies El sustento de la persona le llega principalmente debido a su esposa. Ella corresponde a Maljut, que está asociado con los “pies” (Zohar I, 112b), y este versículo nos dice que el hombre se mantiene sobre sus “pies” - i.e., su esposa. Por lo tanto aconsejaron nuestros Sabios: “Honren a sus esposas, para que puedan ser ricos” (Bava Metzía 59a) (Likutey Moharán I, 69:1).

Todos los bienes que estaban a sus pies Los bienes de la persona corresponden a Maljut, que está asociado con los pies (Zohar I, 112b) y con los juicios Celestiales. Para mitigar esos juicios es necesario dar un pidion nefesh (literalmente, “redención del alma”) - i.e., caridad a un Tzadik (Likutey Moharán I, 180; ibid., I, 41:2). Generalmente, la persona enfrenta desafíos monetarios a lo largo de toda su vida. Para tener éxito, pese a los tiempos difíciles, es necesario dar caridad para causas dignas.

Todos los bienes que estaban a sus pies Iekum (bienes) hace referencia al dinero, aquello sobre cual uno se mantiene (Pesajim 119a; Sanedrín 110a).

El significado simple de esta enseñanza es que el dinero le da a la persona la seguridad de “estar parada” sobre sus propios pies. También la lleva a tener “una posición” en la comunidad. Más aún, aquel que se apoya en su riqueza no dejará que ésta se desperdicie o le sea quitada. El Rebe Najmán dice que ganar dinero es igual a dar a luz, pues es

necesario traer nuevas ganancias al mundo. Nuestros Sabios enseñan que ganar el sustento es dos veces más difícil que dar a luz (Pesajim 118a). Dado que la mujer en trabajo de parto clama 70 veces (Zohar III, 249b), aquel que trata de ganar dinero debe clamar 140 veces. La Torá llama al dinero ieKuM (‫)יקום‬, pues Kuf (‫ )ק‬y Mem (‫)מ‬ tienen el valor numérico combinado de 140, el número de clamores y súplicas que la persona debe elevar para poder obtener una ganancia (Likutey Moharán I, 23:1). El rabí Natán agrega que el dinero ganado de manera honesta y en santidad “mantiene a la persona sobre sus pies”.

De otra manera, las dificultades financieras son en general la causa de la caída de la persona, Dios no lo permita - el opuesto de KaM (‫םק קם‬, “estar de pie”) (Likutey Halajot VIII, p. 266a).

11:12 “Tierra de la cual Dios, tu Señor, tiene especial cuidado; los ojos de Dios, tu Señor, están siempre sobre ella, desde el principio hasta el fin del año”. Los ojos de Dios, tu Señor, están siempre sobre ella

Debido a que los ojos de Dios están sobre la Tierra Santa, la Tierra corresponde a la verdad, que permanece. La Tierra Santa está en oposición a la mentira, que no permanece, como está escrito, “Aquel que dice mentiras no permanecerá bajo Mi vista” (Salmos 101:7) (Likutey Moharán I, 47:10). Los ojos de Dios, tu Señor, están siempre sobre ella La Tierra Santa engloba toda la santidad. Aquel que es atraído por la Tierra Santa es llevado hacia todos los niveles de la santidad - en particular, es

llevado hacia Dios Mismo. Tal persona puede abandonar su naturaleza material y alcanzar la espiritualidad (Likutey Moharán I, 234:3). Tamid - siempre La Tierra Santa es llamada tamid (siempre), pues la persona debe siempre buscar la santidad. Debe anhelarla constantemente (Likutey Halajot II, p. 118). Los ojos de Dios, tu Señor, están siempre sobre ella La principal revelación de la Tierra Santa se produce en Rosh HaShaná, el aniversario de la creación del mundo.

La creación del mundo fue producto de la bondad de Dios y nos llega como un regalo de Su Tesoro de Dones Inmerecidos. Cada año, desde el primer día del año hasta el último, Dios envía constantemente sus Dones Inmerecidos a este mundo, en especial a la Tierra Santa. Y cada año en Rosh HaShaná, el día de la Creación, se renueva el regalo. Al acercarnos a los días del Mashíaj, nos acercamos cada vez más al Regalo Completo de Dios, a la Tierra Santa (Likutey Halajot I, p. 239a). Desde el principio hasta el fin del año Todo lo que sucederá al final del año está decretado desde el comienzo del año,

desde Rosh HaShaná (Rosh HaShaná 8a).

La misión del hombre es conectar el tiempo con el nivel que está más allá del tiempo. Lo que suceda al final del año ya estuvo en potencia al comienzo del año (Likutey Halajot III, p. 422). Aquel que comprende esta verdad puede ver el año como una unidad y ascender al nivel más allá del tiempo. Tierra de la cual Dios, tu Señor, tiene especial cuidado; los ojos de Dios, tu Señor, están siempre sobre ella Tefilot kenegued temidin tiknum (“Las plegarias diarias fueron establecidas

como un paralelo de los sacrificios diarios”) (Berajot 26b).

TeMIDin (‫תמידין‬, “los sacrificios diarios”) comparte la misma raíz que TaMiD (‫תמיד‬, “siempre”). Tamid es conceptualmente la Tierra de Israel, pues afirma el versículo: “Tierra de la cual Dios, tu Señor, tiene especial cuidado; los ojos de Dios, tu Señor, están siempre sobre ella”. El Rebe Najmán enseña que cada vez que la persona se pone de pie para orar, generalmente se ve asediada por pensamientos externos. La manera de evitar tales pensamientos es aplaudir durante la plegaria, lo que atrae sobre la persona la santidad de la Tierra de

Israel. Las palabras del Talmud aluden a esta dinámica. Tefilot kenegued (“las plegarias diarias son un paralelo”) significa literalmente “oposición a las plegarias”. Cuando los pensamientos externos generen oposición a tus plegarias entonces teMIDin TiKNum entonces TaMID, el concepto de atraer la santidad de la Tierra de Israel será el TiKún (‫תיקון‬, la rectificación) para ello (Likutey Moharán I, 44:3).

11:13 “Y sucederá que, si oyen atentamente mis

mandamientos que yo les ordeno hoy, amando a Dios, su Señor, y sirviéndole con todo el corazón y con toda el alma”. Y sirviéndole con todo el corazón ¿Cuál es el servicio del corazón? La plegaria (Taanit 2a).

Es necesario concentrarse plenamente en las palabras de la plegaria, para que no se diga de uno: “Ellos Me honran con sus labios, pero su corazón está lejos de Mí” (Isaías 29:13) (Likutey Moharán I, 49:2).

Cada vez que el Rebe Najmán habla de la plegaria, se está refiriendo a las plegarias diarias, a las plegarias especiales del Shabat, de Rosh Jodesh y de las Festividades, al Tikún Jatzot (el Lamento de Medianoche), al recitado de Salmos, a las bendiciones sobre los alimentos y otras plegarias que aparecen en los libros de plegarias. También tiene en mente el hitbodedut - la plegaria privada en reclusión, en la cual la persona derrama su corazón delante de Dios en su lengua madre. Las plegarias que uno compone estarán siempre más cerca de su corazón - i.e., “el servicio del corazón”.

11:14 “Yo les daré la lluvia en su tierra y en su tiempo, la temprana y la tardía, para que recojas tu trigo y tu vino y tu aceite puro”. Tu vino La palabra hebrea para vino es TiRoSh (‫)תירש‬. Sobre esto, afirman nuestros Sabios: Si uno es digno, se transforma en RoSh (‫ראש‬, cabeza); si no es digno, se transforma en RaSh (‫רש‬, empobrecido) (Ioma 76b).

Cuando la persona merece beber

vino en santidad -como cuando hace el Kidush o bebe las Cuatro Copas en Pesaj- “éste se sube a su cabeza” - i.e., alcanza el RoSh, el estado de conciencia superior y de sabiduría. Pero si no merece beber el vino en santidad, éste la disminuye hasta que llega a la pobreza y a la corrupción del pacto (Likutey Moharán I, 29:8; ibid., I, 20:10).

11:15 “Asimismo daré hierba en tu campo para tu bestia; de modo que comerás y te saciarás”. Asimismo daré hierba en tu campo

para tu bestia ESeV (‫עשב‬, hierba) es un acrónimo para la frase Osé Shalom Bimromav (‫עושה שלום במרומיו‬, “Él hace la paz en Sus alturas”) (Job 25:2). Y beSaDja connota SiDud (‫דודש שדוד‬, arar) - i.e., dar vuelta y quebrar. Si la persona experimenta hambre y se ve abrumada por el deseo de comer, debe saber que tiene enemigos. Pues cuando no hay abundancia –cuando no hay “hierba”- no hay paz y por lo tanto abundan los enemigos. En tal caso, es necesario dar vuelta y quebrar el deseo animal de comer y así traer la paz. De esta manera, el versículo puede leerse

como “Yo les daré paz cuando quiebren su deseo de comer”. “Hierba” también alude a los hijos, como está escrito, “Tus descendientes serán tan numerosos como la hierba sobre la tierra” (ibid., 5:25). Uno merece tener hijos sanos quebrando las pasiones y llevando a cabo las relaciones maritales en un estado de pureza. El momento principal para dedicarse a ello es en el Shabat, que corresponde a la paz, al estar saciados y contentos. Por lo tanto este versículo de la Torá continúa: “Comerás” - un eufemismo para las relaciones maritales - “y te saciarás” (Likutey Moharán I, 39).

Daré hierba en tu campo para tu bestia; de modo que comerás Uno no debe sentarse a comer antes de haber alimentado al ganado (Berajot 40a). “Ganado” alude a las tendencias animales de la persona, que debe vencer conscientemente antes de sentarse a comer. Entonces comerá en santidad (Likutey Halajot IV, p. 94).

11:16 “Cuídense bien, no sea que se enorgullezca su

corazón y se aparten para servir a otros dioses y adorarlos”. Cuídense bien, no sea que se enorgullezca su corazón y se aparten para servir a otros dioses Tan pronto como uno se aleja de Dios es como si estuviese sirviendo a la idolatría (Likutey Halajot I, p. 266-134a, en nombre del Baal Shem Tov). Cuídense bien, no sea que se enorgullezca su corazón y se aparten para servir a otros dioses

En el momento en que la persona se aleja de la conciencia de que Dios es la Fuente y la Causa de todo lo que le sucede y cree que puede hacer algo diferente a lo que Dios le permite hacer, es culpable de alejarse de Dios y de volcarse a la idolatría (Likutey Moharán II, 62, citando al Baal Shem Tov). Cuídense bien, no sea que se enorgullezca su corazón y se aparten para servir a otros dioses... Y se encienda la ira de Dios contra ustedes, de modo que cierre los cielos para que no haya lluvia Estos versículos indican que la idolatría es la causa de la disminución

de las lluvias y, concomitantemente, de una disminución del sustento. Cuando no hay lluvia, no hay saciedad y cuando no hay saciedad no hay paz. Así, la idolatría disminuye el interés de la persona por los demás, al punto en que deja de ayudarlos. Más aún, “Cuando no hay harina, no hay Torá” (Avot 3:17) - la idolatría también disminuye el estudio de la Torá (Likutey Moharán I, 40). Cuídense bien, no sea que se enorgullezca su corazón y se aparten La persona no se rebela en contra de Dios a no ser que tenga muchas riquezas y se vuelva arrogante (Rashi).

La tierra tiene una fuerza gravitatoria que atrae todo hacia ella. La cosecha representa una fuerza contrapuesta - aquello que empuja a las cosas lejos de su fuente, de la tierra. De manera similar, la tierra representa la humildad, aquello que la gente pisa, mientras que la arrogancia representa la fuerza contrapuesta. El Tzadik corresponde a la tierra mientras que la arrogancia corresponde a la gente cuyas palabras y actos impiden que los demás se acerquen al Tzadik. Como explica Rashi, es muy probable que al sentirse saciada y orgullosa la persona se olvide de Dios. Por lo tanto esperamos y no comemos de

la nueva cosecha hasta después de haber llevado un sacrificio a Dios, demostrando que deseamos santificar nuestros actos de cosecha - que deseamos acercarnos a Dios pese a tener que utilizar a veces una fuerza contrapuesta. Pues de otra manera, nos “olvidaremos” de Dios y la tierra ya no pondrá su fuerza en los nuevos granos (Likutey Halajot VII, p. 135a-270).

11:17 “Y se encienda la ira de Dios contra ustedes, de modo que cierre los cielos para que no haya lluvia, y la

tierra no dé su producto y perezcan pronto de sobre la buena tierra que Dios les da”. Y se encienda la ira de Dios contra ustedes... Por tanto, pondrán éstas Mis palabras sobre sus corazones La ira de Dios no sólo tiene el objetivo de castigar. Más bien, es el medio de despertar a la persona en el retorno a Dios, para que pueda comenzar a curarse. Así, el versículo 18 comienza con la palabra veSaMtem (‫ושמתם‬, “pondrán”). La Torá tiene dos poderes: puede ser un SaM (‫סם‬, elixir o

poción) de vida o un SaM de muerte (Ioma 27b). Uno debe aprender a aceptar la Torá para la vida. Lo mismo se aplica al temor a Dios. Uno debe ocuparse de aceptar la ira de Dios y el temor al castigo y considerarlos para su beneficio, como un elixir de vida (Likutey Halajot III, p. 322).

11:18 “Por tanto, pondrán éstas Mis palabras sobre sus corazones y sobre sus almas, y las atarán por señal sobre su mano y estarán por frontales entre sus ojos”.

Por tanto, pondrán VeSaMtem (‫ושמתם‬, “pondrán”) suena similar a SaM (‫סם‬, elixir o poción) como en la enseñanza de nuestros Sabios: “Si uno lo merece, la Torá se le vuelve un elixir de vida. De lo contrario, se le vuelve una poción mortal” (Ioma 72b). La Torá tiene dos poderes: para la vida o para la muerte. Al estudiar Torá, una persona puede encontrar la vida mientras que otra persona puede hallar el sendero hacia la muerte espiritual. El individuo debe reconocer sus

fallas y buscar el sendero espiritual de la verdad -alcanzar el “elixir de vida”en lugar de echarle la culpa a la Torá de fallas imaginarias, y recibir la “poción mortal” (Likutey Moharán I, 36:5). Por tanto, pondrán VeSaMtem (‫ושמתם‬, “pondrán”) suena similar a (‫סם‬, elixir o poción). Hay dos clases de pociones: una que da vida y la otra que causa la muerte. La persona que estudia la Torá que da vida puede sin embargo hacerse daño y traerse la muerte si estudia con arrogancia (Likutey Halajot II, p. 80). Pondrán éstas Mis palabras sobre sus

corazones Pongan Mis palabras sobre el corazón de cada uno. Pues cada persona es diferente y comprenderá de manera diferente Mis palabras. Sin embargo, la Torá escribe “corazones” en plural para enseñar que cada persona debe unirse con las otras pese a sus diferentes percepciones. Sólo en la unidad podemos realmente recibir percepciones de Divinidad. Por lo tanto la Torá continúa: “Escríbelas sobre las mezuzot de tu casa [en singular]” (Deuteronomio 11:20). Una casa connota un lugar de reunión, donde todos están unidos (Likutey Halajot V, p. 252-127a).

11:19 “Y las enseñarás a tus hijos, hablando de ellas cuando estés en tu casa y cuando andes por el camino y al acostarte y al levantarte”. Y las enseñarás a tus hijos, hablando de ellas Las primeras palabras de un niño deben ser versículos de las Escrituras (Sotá 42a).

El poder del habla influye sobre los niños para acercarse a Dios y a la espiritualidad (Likutey Halajot II, p. 180a).

11:20 “Escríbelas sobre las mezuzot de tu casa y en tus portales”. Escríbelas sobre las mezuzot Las letras de la palabra MeZuZOT (‫)מזזות‬ pueden reordenarse para deletrear ZaZ MaVeT (‫זז מות‬, “la muerte ha sido retirada”) (Tikuney Zohar #22, p. 66a).

La mezuzá representa el “rostro de

la casa”, dado que es la primera cosa que la persona ve al entrar. El “rostro” de algo refleja su vida y su vitalidad. Por lo tanto, si el rostro de la casa es una mezuzá, la casa tiene vitalidad y la muerte no tiene cabida allí (Likutey Halajot V, p. 125a).

11:21 “Para que sean muchos sus días y los días de sus hijos sobre la tierra que juró Dios a sus padres que se la daría, como los días del cielo sobre la tierra”.

Para que sean muchos sus días Pues los tefilín llevan hacia una larga vida (Likutey Halajot I, p. 132).

Parashat Reé

11:26 “Mira que pongo delante de ustedes hoy la bendición y la maldición”. Mira que pongo delante de ustedes hoy la bendición y la maldición Cuando Dios envía abundancia, ésta desciende como una luz indiferenciada. Depende de cada

individuo conformar un recipiente para captar esa abundancia. Si el recipiente está completo -i.e, si la persona cuida el pacto- podrá recibir la bendición de Dios. Pero si el recipiente no está completo, Dios no lo permita, entonces, aunque la luz de la bendición le llegue a la persona, no tendrá medios para captarla. Así, el versículo afirma: “Mira que pongo delante de ustedes”. Dios envía Su luz desde Arriba; depende de ustedes perfeccionar los recipientes para captarla (Likutey Moharán I, 36:6).

12:7 “Los comerán allí

delante de Dios, su Señor, y se regocijarán, ustedes y sus familias, en toda empresa de sus manos, en que te habrá bendecido Dios, tu Señor”. Se regocijarán... en toda empresa de sus manos “En toda empresa de sus manos” hace referencia a la capacidad de ejecutar melodías con instrumentos musicales, para lograr la alegría. La alegría es un prerrequisito para la recepción de la profecía. Cuando el músico mueve sus manos a lo largo del

instrumento, presionando las diferentes cuerdas o llaves, extrae el buen rúaj (viento o espíritu) -correspondiente a la profecía- de entre el mal rúaj correspondiente a la depresión. De esa manera construye la melodía - ésta es la alegría (Likutey Moharán I, 54:7). Cuando la persona practica el hitbodedut, buscando y encontrando los puntos buenos en sí misma, también extrae el buen rúaj -su potencial para el bien- de entre el mal rúaj, logrando la alegría (ibid., I, 54:9).

12:9 “Pues hasta ahora no han llegado al descanso y a

la herencia que Dios, tu Señor, te da”. Al descanso y a la herencia Esta frase hace referencia a la estabilidad de las devociones de la persona y, por extensión, al estudio de la Torá y al servicio a Dios - pues sin esto último, no hay estabilidad (Likutey Halajot II, p. 68a). Al descanso y a la herencia Él elige nuestra herencia para nosotros, el orgullo de Iaacov a quien Él ama (Salmos 47:5).

“Herencia” - esto hace referencia a Shiló [el precursor del Templo en Jerusalén] (Zevajim 107a).

El nombre Shiló está asociado tanto con MoShé (‫משה‬, Moisés) -cuyo nombre tiene el mismo valor numérico que la palabra ShiLó (‫( )שילה‬Zohar I, 25b)como con Mashíaj (ver Rashi sobre Génesis 49:10). Así, el Santo Templo -el Santuario permanente- también corresponde a Moisés y a Mashíaj. Y todos estos están asociados con el verdadero Tzadik, quien inspira a los demás para que reconozcan a Dios (Likutey Moharán I, 6:7).

12:10 “Pero cuando pasen el Jordán y habiten en la tierra que Dios, su Señor, les hace heredar, y cuando Él les haya dado reposo de todos sus enemigos alrededor, de modo que habiten seguros”. Él les haya dado reposo de todos sus enemigos Esta bendición tuvo lugar durante el reinado del rey David. Sólo después los judíos pudieron construir el Templo

(Rashi).

El rey David representa el poder de la plegaria. Sólo mediante el poder de los Salmos del rey David -sus plegarias y súplicas a Dios- podemos alcanzar la paz y tener descanso de nuestros enemigos (Likutey Halajot III, p. 45a).

12:21 “Si estuviere lejos de ti el lugar que escogiere Dios, tu Señor, para poner allí Su Nombre, entonces podrás degollar de tu ganado mayor y menor que

te diera Dios, de acuerdo con lo que te tengo mandado y comerás dentro de tus ciudades según todo el deseo de tu alma”. Podrás degollar... de acuerdo con lo que te tengo mandado Esto hace referencia a las leyes de shejitá (faenado ritual) (Rashi).

Hay cinco leyes prohibitivas fundamentales con respecto a la shejitá shehiá (vacilar durante el faenado), drisa (arrancar la tráquea y el esófago), jaludá (ocultamiento de la cuchilla por

oxidación), gramá (degollar fuera del área permitida) y ikur (rasgar la tráquea y el esófago). Éstas corresponden a los Cinco Libros de la Torá. El acto de shejitá es equivalente a la rectificación de las almas, al igual que la Torá que ayuda a la persona a rectificar su propia alma (Likutey Halajot IV, p. 8). Otra de las leyes de la shejitá indica que la sangre debe ser derramada sobre la tierra y cubierta. “Tierra” representa la humildad, que es el medio fundamental para la rectificación del alma (ibid., IV, p. 5a).

12:23 “Solamente que te

guardes escrupulosamente de comer la sangre; porque la sangre es el alma y no comerás el alma juntamente con la carne”. La sangre es el alma El alma se manifiesta y se expresa a través del habla, como está escrito, “Mi alma salió cuando él habló” (Cantar de los Cantares 5:6). Y, como indica el presente versículo, el alma está asociada con la sangre. Cuando la persona miente, corrompe el habla y envenena su sangre (Likutey Moharán I, 51:1).

12:28 “Guarda y obedece todo lo que yo te mando, a fin de que te vaya bien a ti y a tus hijos después de ti, para siempre, cuando hagas lo que es bueno y recto a los ojos de Dios, tu Señor”. Guarda y obedece Es prácticamente imposible protegerse de la astucia y de los trucos del Malo. Es necesaria mucha vigilancia y cuidado para evitar sus trampas

maliciosas. El Malo hace que muchas acciones se presenten como buenas cuando en realidad van en detrimento de la persona. Por ejemplo, la ley judía estipula que la persona debe tener un cuerpo limpio, tanto física como mentalmente (i.e., pensamientos limpios), en el momento de orar o de recitar el Shemá. El Malo trata de convencer a la persona de que debe tomarse su tiempo en las preparaciones corporales de la mañana antes de recitar el Shemá - aunque esas preparaciones le lleven tanto tiempo que hagan que, finalmente, se pase del momento requerido para decir el Shemá (Likutey Halajot VIII, p. 126 a).

También es necesario tener paciencia para vencer al Malo. Sólo cuidándose y soportando con paciencia todos los obstáculos podrá la persona alcanzar la Torá (ibid., VIII, p. 130b).

13:2 “Si se levantare en medio de ti profeta o soñador de sueños que te propusiera una señal o milagro”. Si se levantare en medio de ti profeta... y sucediere la señal o el milagro que te haya hablado, diciendo: “Sigamos a

otros dioses” Aunque detenga al sol en medio del cielo, no lo escuches si te dice que debes servir a la idolatría (Sanedrín 90a).

Todos tienen libertad de elección y pueden atraer la Voluntad de Dios para que sea su propia voluntad y dirigirla como lo deseen. Pero si un profeta trata de ser un misionero de la idolatría, debes aplicarle la pena de muerte - pues de otra manera, te convencerá para que peques (Likutey Halajot I, p. 143a).

13:5 “En pos de Dios, tu Señor, han de andar y a Él

han de temer y Sus mandamientos han de guardar, y Su voz han de escuchar y a Él han de servir y a Él se han de apegar”. En pos de Dios, tu Señor, han de andar... a Él se han de apegar La persona debe hacer ambas cosas: debe llevar a cabo las mitzvot y así apegarse a Dios, como así también apegarse a Dios en todas las circunstancias y devociones (Likutey Halajot III, p. 230a).

13:6 “El tal profeta, pues, o el tal soñador de sueños, será muerto, por cuanto ha aconsejado apostasía contra Dios, tu Señor, que los sacó de la tierra de Egipto y que te redimió de la casa de servidumbre, para desviarte del camino en que Dios, tu Señor, te ha mandado que anduvieses; así extirparás el mal de en medio de ti”.

Que te redimió de la casa de servidumbre Es decir, Dios te redimió de las Cámaras de los Intercambios, de la esclavitud y de la mentira (Likutey Halajot I, p. 206).

13:17 “Luego juntarás todos sus despojos en medio de su plaza, y quemarás totalmente la ciudad con todos sus despojos, en desagravio a Dios, tu Señor,

y quedará hecha un montón de escombros para siempre; no será edificada jamás”. Quemarás totalmente la ciudad con todos sus despojos Toda la ciudad apóstata debe ser destruida, porque “Mientras haya idolatría en el mundo, habrá ira Divina en el mundo” (Sifri, 13:18). Debido a esa ira, la Divinidad está oculta. Incluso cuando no hay verdadera idolatría, pero la fe no es tan completa como debiera ser, también hay ira Divina en el mundo, estando el

ocultamiento de Dios en relación directa a esa falta de fe (Likutey Moharán I, 18:2).

13:18 “Y que no se adhiera a tu mano nada del anatema, para que vuelva Dios del ardor de Su ira y te conceda misericordia y tenga de ti compasión y que te multiplique, como juró a tus padres”. Te conceda misericordia y tenga de ti compasión

Enseñan nuestros Sabios: “Está prohibido mostrarle compasión a una persona que carece de daat (conciencia superior)” (Berajot 33a). Ello se debe a que tal compasión será malgastada - por ejemplo, es posible que esa persona le dé dinero a un drogadicto, quien lo utilizará para comprar más drogas. Pero si la persona practica la caridad de la manera apropiada y demuestra una compasión apropiada, “recibirá compasión” (Shabat 151b). Y dado que está prohibido mostrarle compasión a alguien que carece de daat, también se le otorgará daat. Esto significa que será protegida del pecado,

dado que el pecado está asociado con la necedad y la falta de daat (cf. Sotá 3a) (Likutey Moharán I, 116). Te conceda misericordia y tenga de ti compasión Mediante nuestras plegarias atraemos la compasión de Dios al mundo. Y cuando Dios hace descender Su compasión sobre la gente, las personas se vuelven compasivas unas con las otras (Likutey Moharán I, 14:11).

14:1 “Hijos son de Dios, tu Señor; no se corten ni se

hagan calvez entre los ojos a causa de muerto”. Hijos son de Dios Por lo tanto les corresponde comportarse como la realeza (Likutey Halajot I, p. 208; ver también Rashi). Hijos son de Dios... no se corten El cuerpo es el recipiente en el cual es posible captar la espiritualidad. Sin embargo, éste debe morir y descomponerse. La descomposición del cuerpo permite que el alma expíe por sus deseos materiales. Entonces, el

cuerpo será resucitado y transformado en un recipiente puro. Debido a que somos hijos de Dios, debemos cuidarnos especialmente y no mutilar nuestros cuerpos (Likutey Halajot I, p. 126a-232). Hijos son de Dios... no se corten Era costumbre entre las naciones mutilarse en señal de duelo por sus muertos. Ustedes no debes hacer eso, pues son hijos de Dios y deben permanecer sin daño (Rashi).

Debido a que somos hijos de Dios, estamos conceptualmente unidos a Él, a Su Eternidad y al Mundo que Viene. Por lo tanto debemos ocuparnos de recordar el Mundo que Viene, donde la vida es

eterna, y no mutilarnos debido a esta vida temporal. No sucede lo mismo con las naciones, que están profundamente apegadas a este mundo temporal. Cuando uno de los suyos fallece, su pena es tan grande que llegan incluso a mutilarse, dado que su fuerte apego a este mundo no deja lugar alguno para el consuelo (Likutey Halajot IV, p. 218a-436219a). Así, la prohibición en contra de mutilarse por los muertos es un recordatorio del Mundo que Viene.

14:21 “No comerán ningún animal que no haya sido faenado ritualmente; al

extranjero que habite dentro de tus ciudades la podrás dar, y él la comerá; o la podrás vender a uno de tierra extraña; porque eres tú un pueblo santo para Dios, tu Señor. No cocinarás al cabrito en la leche de su madre”. No comerán ningún animal que no haya sido faenado ritualmente... pues ustedes son una nación santa El animal que muere o que no es

faenado ritualmente es considerado como golpeado por el Otro Lado y está prohibido comerlo. Sólo está permitido el animal que ha sido faenado ritualmente con un jalif (cuchilla de faenado). El jalif representa la “espada de Dios”, que trae la rectificación. El jalif debe estar completo y en perfecto estado, sin ninguna mella. Para verificar su filo y perfección, nuestros Sabios instituyeron la ley de inspeccionar el cuchillo doce veces. El número 12 corresponde a las Doce Tribus, que representan el ámbito de la santidad. Aquel que come de un animal que ha sido faenado con un jalif kosher merece ser incluido en el ámbito de la

santidad (Likutey Halajot IV, p. 2a).

14:22 “Diezmarás escrupulosamente todo el producto de tu simiente, que crece en el campo, año por año”. Diezmarás escrupulosamente todo el producto de tu simiente, que crece en el campo, año por año En algunos niveles, cada cosa está separada; en otros niveles, todo está unido. Doce meses, cincuenta y dos

semanas y 365 días representan el nivel de los “muchos”; todos ellos se juntan en la “unidad” del año. La ley de dar el diezmo cada año rectifica los “muchos” (los campos y sus productos) llevándolos hacia la unidad. De manera similar al dar terumá, maaser y terumat maaser (el diezmo para el cohen y el levita), elevamos los frutos de la tierra hacia el Dios Único, hacia la unidad (Likutey Halajot VII, p. 184a-368).

14:25 “Lo convertirás en dinero y atando el dinero en tu mano, irás hasta el lugar que escogiere Dios, tu

Señor”. Atando el dinero en tu mano El dinero de la persona es como su alma. Es necesario tener cuidado y mantener el dinero “junto”, atado en la mano - es decir, no se debe dejar que el sustento y la riqueza tomen el control Más bien, la persona debe controlar su dinero y no gastar demasiado (Likutey Halajot IV, p. 125a).

14:28 “Al fin de cada tercer año, sacarás todo el diezmo de tus productos de aquel

año y lo depositarás en tus ciudades”. Al fin de cada tercer año La mitzvá del orlá (Levítico 19:23) requiere esperar tres años antes de comer de los frutos de los árboles recién plantados. Esto sirve para subyugar las tres pasiones más importantes: la inmoralidad, la codicia y la gula. Por el mismo motivo, después de tres años, separamos el diezmo para los cohanim y los levitas. El período de tres años es un paralelo también de los tres pecados

fundamentales -el asesinato, la inmoralidad y la idolatría- que deben ser contrarrestados antes de que la persona pueda alcanzar la verdadera plegaria y traer bendiciones mediante sus oraciones. La confesión que acompaña la entrega del diezmo (ver Deuteronomio 26:13-15) representa la plegaria. En respuesta, Dios “contemplará... y bendecirá a Tu pueblo Israel” (ibid., 26:15) (Likutey Halajot V, p. 173a-346).

15:2 “Y ésta será la manera del año Sabático: todo acreedor remitirá lo que

hubiere prestado a su prójimo; no lo exigirá de su prójimo o de su hermano, por haberse pregonado el año Sabático de Dios”. Remitirá lo que hubiere prestado Todo deudor se siente generalmente humillado en presencia de su acreedor. De manera similar, aquel que desea arrepentirse y tiene sus malas acciones “remitidas” y obviadas por Dios, debe mantenerse en silencio frente a su vergüenza, pues ello constituye el principal medio de arrepentimiento

(Likutey Moharán I, 6:6).

15:8 “Sino que indispensablemente le abrirás tu mano con generosidad y sin falta le prestarás lo suficiente para la necesidad que tuviere”. Le abrirás tu mano con generosidad Todos los comienzos (Mejilta, BaJodesh 2).

son difíciles

Muchas veces, cuando la persona

comienza algo nuevo, se le presentan obstáculos. Por lo tanto primero debe dar caridad. La caridad tiene el poder de abrir las puertas que requieren ser abiertas y puede incluso ampliar las aberturas que ya existen. Sin embargo, al igual que todos los comienzos, la caridad misma es difícil, por lo cual la Torá aconseja: “Le abrirás tu mano con generosidad”. Esta frase puede ser traducida más literalmente como “Abrir, abrirás tu mano” (Likutey Moharán II, 4:2). Le abrirás tu mano con generosidad Cuando, al dar caridad, la persona

abre los canales de la abundancia, ello produce la unificación de las sefirot de Iesod y Maljut. Éstas corresponden, respectivamente, al Tzadik y a la gente común. El Tzadik le da abundancia espiritual al hombre común (Likutey Moharán I, 54:2). Le abrirás tu mano con generosidad Dar caridad representa el “despertar desde abajo”. Es el primer paso en el arrepentimiento (Likutey Halajot III, p. 215a).

Abrir, abrirás... dar, darás

La Torá duplica las palabras PaTaJ tiFTaJ (‫פתח תפתח‬, “abrir, abrirás”) y naToN tiTeN (‫נתון תתן‬, “dar, darás”) (Deuteronomio 15:10) (Ialkut Shimoni, Mishlei 31).

La Torá describe a la Providencia Divina, como incorporando una clase de “doble visión”: Dios mira hacia nosotros y nosotros miramos hacia Él. La Torá utiliza un doble lenguaje para describir la mitzvá de la caridad porque la caridad quiebra la codicia, lo que lleva a la aceptación de la Providencia Divina (Likutey Halajot VIII, p. 194a). Abrir, abrirás... dar, darás Aunque ya hayas dado, deberás dar incluso cien veces (Sifri).

Muchos versículos en la Torá contienen frases repetidas, tal como vemos en este pasaje. Esto nos enseña el valor de fortalecernos, una y otra vez (Likutey Halajot IV, p. 113a-226). Al abrir tu mano y darles a los demás, atraes un espíritu de vitalidad que le da vida a tu propia vida (ibid., III, p. 137a). Caridad La mitzvá de la caridad es comparable al cumplimiento de toda la Torá, pues crea una atmósfera de amor y de paz. La caridad lleva a la unidad,

pues anula todas las diferencias entre la gente y marca el camino hacia la verdad, que es una. Más aún, dar caridad invoca el perdón de todos los pecados (Likutey Halajot IV, p. 194a). Caridad Hay jovlim (fuerzas de daño) y neimim (fuerzas de bondad). La caridad representa el deleite y la Voluntad de Dios. Cuando uno da caridad puramente en honor a Dios, puede despertar el Favor Divino y atraer la Voluntad de Dios para beneficio de la humanidad. Entonces incluso los jovlim tratarán de estar incluidos en los neimim. Pero cuando se da caridad por otros motivos,

tal como para engrandecerse a uno mismo, se despiertan los jovlim y los neimim son incapaces de absorberlos y mitigarlos. Tal caridad no puede rectificar a los jovlim y puede generar daños. La humildad es el camino para alcanzar la caridad en el nivel en el cual ella es en honor de Dios. Actuando de manera humilde, reconociendo que, no importa lo que se tenga, aún se es pobre frente a Dios, le permite a uno dar caridad en aras del Cielo y producir grandes rectificaciones (Likutey Halajot II, p. 388).

15:10 “Ciertamente le darás y no debe dolerte el corazón cuando le dieres, porque a causa de esto te bendecirá Dios, tu Señor, en toda tu obra y en todo aquello en que pusieres tu mano”. Ciertamente le darás y no debe dolerte el corazón cuando le dieres La caridad elimina del mundo los decretos severos. Cuando un pobre clama a Dios debido a la injusticia de la pobreza, sus clamores y plegarias dan lugar a la pregunta, “¿Por qué nadie está

ayudando a este pobre?” y despiertan la ira Divina y los juicios (Zohar I, 10b). Aquel que le da caridad al pobre no sólo anula los juicios Divinos sino que en verdad los transforma en compasión. Así, está escrito, “Ciertamente le darás y no debe dolerte el corazón cuando le dieres”. Es decir, si tienes malos sentimientos, estás despertando la ira Divina y los juicios. Si das con un corazón abierto, estas abriendo los canales de la bendición y eliminando del mundo los decretos severos (Likutey Halajot VII, p. 114a). Ciertamente le darás y no debe dolerte el corazón cuando le dieres... te

bendecirá Dios, tu Señor Naton titen (“Ciertamente le darás”) significa literalmente “Dar, darás”. El significado simple de esta directiva es que al ganar algún dinero, debes apartar inmediatamente para caridad, aunque no tengas a nadie a quien dárselo en ese momento. Entonces, cuando un pobre se acerque y te pida, ya lo tendrás dispuesto para él. Pero hay una idea mucho más grande detrás de esto. “Dar” - cuando apartes inmediatamente el dinero para caridad entonces “darás” - lo tendrás listo para entregar. Consecuentemente, “no debe dolerte el corazón cuando le dieres” dado que el dinero ya ha sido dejado de

lado, no se te sentirás mal por el hecho de tener que sacar de tus bolsillos para darlo (rabí Eliahu Jaim Rosen). Porque a causa de esto Debido que no tendrás malos sentimientos al darle caridad al pobre, Dios te bendecirá (Likutey Halajot VIII, p. 1a).

15:11 “Porque no dejará de haber menesterosos en la tierra; por lo mismo yo te mando, diciendo:

‘Ampliamente has de abrir tu mano a tu hermano, es decir, a tu pobre y a tu menesteroso en tu tierra’”. Porque no dejará de haber menesterosos en la tierra... Ampliamente has de abrir tu mano a tu hermano, es decir, a tu pobre y a tu menesteroso Si los judíos obedecen a Dios, no habrá pobres entre ellos. Pero si no llevan a cabo la Voluntad de Dios, entonces habrá pobres entre ellos (Sifri).

La riqueza le llega a cada persona a

través de sus propios canales de abundancia. Cuando los judíos obedecen la Voluntad de Dios, la abundancia desciende en el orden apropiado y es distribuida equitativamente. “No habrá pobres entre ellos” quiere decir que cada persona disfrutará de sus bendiciones. Pero si los judíos transgreden, los canales de abundancia se desequilibran. Ahora comprendemos por qué alguna gente es extremadamente rica mientras que otra es tremendamente pobre. La abundancia que debería haber descendido hacia muchas personas se dirige ahora hacia el bolsillo de una sola, y hay gente que no recibe nada en absoluto.

Dar caridad rectifica esta situación. Cuando la persona bendecida con mucha riqueza reconoce que algo de ésta no le pertenece y da algo para caridad, vuelve a redirigir esos canales desequilibrados y permite así que todos reciban la abundancia. Su liberalidad al dar no disminuirá su propia fortuna en absoluto, dado que al redirigir y reabrir los canales de abundancia ya existentes, permite un flujo de abundancia más grande y más fuerte, para toda la humanidad. Por lo tanto está escrito, “Abrir, abrirás tu mano”. Al abrir tu mano al pobre, abres los canales de abundancia para que también le llegue a todos los demás (Likutey Halajot VIII, p. 145a-145b).

15:12 “Cuando fuere vendido a ti tu hermano, hebreo o hebrea, y trabaje para ti seis años, en el séptimo le enviarás de ti libre”. Eved - esclavo VaAVaDja (‫ועבדך‬, “trabaje para ti”) proviene de la misma raíz que EVeD (‫עבד‬, esclavo), connotando depresión. Una persona deprimida no puede servir a Dios de la manera apropiada. Debe

alcanzar la alegría (Likutey Halajot V, p. 826a).

15:18 “No ha de ser gravoso a tus ojos cuando le envíes de ti libre, pues que te ha servido seis años al doble del valor de un jornalero; y así te bendecirá Dios, tu Señor, en todo lo que hicieres”. Te bendecirá Dios, tu Señor, en todo lo que hicieres “En todo lo que hicieres” - incluso

un poco. No es necesario que lleves a cabo tremendas tareas para ser digno de recibir la bendición de Dios. Dios te bendecirá incluso si sólo te esfuerzas un poco - mientras hayas aceptado el yugo de la Torá (Likutey Halajot III, p. 188a). Te bendecirá Dios, tu Señor, en todo lo que hicieres Cuando la persona se dedica al trabajo o al comercio, crea un recipiente con el cual invocar y recibir la bendición de Dios. No necesita trabajar de manera extenuante para recibir esa bendición. Toda bendición de

abundancia desciende de arriba. Cuanto más cerca esté la persona de Dios, más cerca estará de la fuente de la bendición. Por otro lado, cuanto más se dedique a la búsqueda material, más se alejará de la fuente de la bendición y más duro tendrá que trabajar (Likutey Halajot IV, p. 190a). Te bendecirá Dios, tu Señor, en todo lo que hicieres El hombre debe trabajar para ganarse el sustento (cf. Génesis 3:19). Pero aun así, no importa cuán duro trabaje, sólo obtendrá tanto como Dios lo haya bendecido. ¿Por qué, entonces, debemos trabajar si el resultado final

siempre está determinado por Dios? Y ¿por qué no podemos apoyarnos en nuestra confianza en Dios y que Él nos provea y no tener así que trabajar en absoluto? Como resultado del pecado de Adán, se diseminaron por el mundo entero chispas de santidad. El motivo real para trabajar es rectificar las chispas de santidad que se encuentran en todos los objetos del mundo. En cuanto a quién rectificará cuáles chispas, eso sólo lo decide Dios. Por lo tanto vemos que cierta gente se ve inspirada a invertir en determinados negocios o comercios, mientras que otra tiene diferentes ideas sobre cómo ganar

dinero. Todas esas inspiraciones surgen de Dios y son Sus maneras de proveer. Es falso creer que “Mi poder y la fuerza de mi mano me han procurado esta riqueza” (Deuteronomio 8:17) (Likutey Halajot VIII, p. 120a-b).

15:21 “Pero si hubiere en él algún defecto, así fuese cojo o ciego, o con cualquier otro defecto grave, no lo sacrificarás a Dios, tu Señor”. El primogénito no debe tener defecto

alguno La fe representa la perfección, sin defecto alguno. El primogénito representa el intelecto. Este versículo enseña que la fe debe ser perfecta y completa pues de otra manera no es apta para ser un sacrificio a Dios (Likutey Halajot V, p. 448-225a).

16:1 “Observarás el mes de la primavera, ofrendando el sacrificio de Pesaj para Dios, tu Señor. Pues en el mes de la primavera, Dios,

tu Señor, te sacó de Egipto, de noche”. Observarás el mes de la primavera, ofrendando el sacrificio de Pesaj... harás la festividad de Shavuot... celebrarás la festividad de Sukot Las tres festividades rectifican los tres deseos básicos: la codicia, la inmoralidad sexual y la gula. En la época del Éxodo, los egipcios forzaron a los judíos a llevar sus bienes. Ello indica que Pesaj rectifica la codicia. Antes de la Revelación en Shavuot, los judíos tuvieron que

abstenerse de relaciones maritales, indicando que habían superado la inmoralidad. Y Sukot, la época de la recolección de la cosecha, rectifica la gula (Likutey Moharán II, 1:5). Las Tres Festividades Las iniciales de los nombres de las Tres Festividades, Pesaj (‫)פסח‬, Shavuot (‫ )שבועות‬y Sukot (‫)סוקות‬, conforman la palabra ShaSeF (‫שסף‬, cortar). Cuando observamos las Tres Festividades, podemos “cortar” y liberar a Maljut del Maljut del Otro Lado y elevarlo hacia la prominencia (Likutey Moharán I, 135:4).

16:3 “No comerás con ella pan leudado: por siete días comerás aún después de ella matzá; pan de aflicción, porque de prisa saliste de la tierra de Egipto. Para que te acuerdes del día en que saliste de la tierra de Egipto, todos los días de tu vida”. Pan de aflicción ¿Por qué es llamado lejem ONi (‫לחם עני‬, “pan de aflicción”)? Pues nosotros ONé (‫עונה‬, respondemos y decimos) sobre él muchas palabras [en el Seder de Pesaj]

(Pesajim 36a).

Para producir la matzá, se la amasa y se la hornea a una gran velocidad para que no tenga tiempo de fermentar. Este proceso libera simbólicamente a la matzá del “aire de este mundo” impidiendo que se contamine con las vanidades físicas. Así, podemos ser dignos de decir sobre él muchas palabras de Divinidad y de espiritualidad (Likutey Halajot VIII, p. 113b). Pan de aflicción El Ari escribe que la matzá representa un gran intelecto (Shaar

HaKavanot, Pesaj 6, p. 168). Si es así, ¿por

qué es llamada “pan de aflicción” y “pan del pobre”? Hay veces en que el intelecto revelado se encuentra más allá de la capacidad de comprensión de la persona. En esos momentos, uno debe dejar de lado el intelecto y actuar como si no lo tuviese en absoluto. Finalmente, el intelecto también brillará para uno. La matzá representa el sufrimiento y los comienzos pobres de los judíos en Egipto. Como tal, representa la fe, cuando no hay intelecto. Sin embargo, a su debido momento, la persona con fe llegará a una gran comprensión de la Divinidad: matzá (Likutey Halajot IV, p.

230a-460).

16:9 “Después contarás para ti siete semanas; desde cuando empiezan a segar la mies con la hoz, comenzarás a contar siete semanas”. Desde cuando empiezan a segar la mies El grano contiene chispas de santidad. La cosecha del grano implica recolectar esas chispas. La época de la cosecha de grano concluye en Shavuot,

el tiempo de la Entrega de la Torá, pues la Torá es la culminación de la recolección de las almas (ver Likutey Moharán I, 13:2-4). Por lo tanto Shavuot es llamada Atzeret (Recolección) (ver Baalei Tosafot sobre Levítico 23:27) (Likutey Halajot III, p. 344).

16:10 “Entonces harás la festividad de Shavuot a Dios, tu Señor, con ofrenda voluntaria de tu mano, la cual darás conforme te haya bendecido Dios, tu Señor”.

Harás la festividad de Shavuot... con ofrenda voluntaria de tu mano La Torá es dada nuevamente cada año en Shavuot. Al dar caridad para esa Festividad, podemos atraer las enseñanzas y la comprensión de la Torá (Likutey Halajot VI, p. 48a). Harás la festividad de Shavuot... conforme te haya bendecido Dios, tu Señor Shavuot conmemora la Entrega de la Torá. Podemos transformarnos en un recipiente para captar la Torá al llevar a cabo actos de caridad y de bondad. Así, “Harás la festividad de Shavuot” -

prepárate para recibir la Torá “conforme te haya bendecido Dios, tu Señor” - de acuerdo a cuánto hayas compartido tus bendiciones con los demás a través de la caridad y de la bondad (Likutey Halajot VIII, p. 247b).

16:11 “Y te regocijarás delante de Dios, tu Señor, tú y tu hijo y tu hija y tu siervo y tu sierva y el levita que reside dentro de tus ciudades, juntamente con el converso el huérfano y la

viuda que habitan en medio de ti, en el lugar que escogiere Dios, tu Señor, para hacer que habite allí Su Nombre”. Y te regocijarás delante de Dios, tu Señor, tú y tu hijo y tu hija y tu siervo y tu sierva y el levita... el converso y el huérfano y la viuda Dios dijo, “Mis cuatro -el levita, el converso, el huérfano y la viuda- son un paralelo de tus cuatro - tu hijo, tu hija, tu siervo y tu sierva. Si tú haces que los Míos estén contentos, Yo haré que los tuyos estén contentos” (Rashi).

Cuando la Torá habla de las Tres Festividades, también habla de la caridad. La Torá llama a esas Festividades mikrei kodesh (literalmente, “llamado a la santidad”), dado que los milagros que ocurrieron en cada Festividad -el Éxodo en Pesaj, la Revelación en el Sinaí en Shavuot, y las Nubes de Gloria en Sukot- representan el llamado de Dios a reconocer Su dominio por sobre todo. La caridad tiene el mismo poder para revelar el dominio de Dios. Al dar de su propio dinero simplemente porque Dios lo ha ordenado, la persona demuestra que acepta la autoridad de Dios en la dirección del mundo (Likutey Halajot IV, p.

173a).

Y te regocijarás delante de Dios Dios dijo, “Mis cuatro -el levita, el converso, el huérfano y la viuda- son un paralelo de tus cuatro - tu hijo, tu hija, tu siervo y tu sierva. Si tú haces que los Míos estén contentos, Yo haré que los tuyos estén contentos” (Rashi).

Dado que cada Festividad conmemora los milagros que Dios hizo para nosotros durante el Éxodo milagros que revelaron el Favor Divinotenemos un mandamiento especial para dar caridad en esas Festividades. Los regalos a los pobres despiertan el Favor Divino y traen la

alegría de las Festividades (Likutey Halajot VII, p. 232). Las Tres Festividades conmemoran los milagros del Éxodo; así, ellas revelan la Voluntad y el Favor Divino. Se nos ordena específicamente llevar sacrificios y dar caridad en las Festividades para despertar esa Voluntad Divina. Así, “Si tú haces que los Míos estén contentos, Yo haré que los tuyos estén contentos” (ibid., I, p. 226129a).

16:13 “Celebrarás la festividad de Sukot por siete

días, cuando hayas recogido la cosecha de tu era y de tu lagar”. Celebrarás la festividad de Sukot por siete días, cuando hayas recogido la cosecha de tu era y de tu lagar... Y te regocijarás en tu festividad Sukot es la única festividad que la Torá asocia específicamente con la alegría. Esa alegría es necesaria para fortalecer el ángel a cargo de la rectificación del alimento. Dado que Sukot es la Festividad de la Recolección (Rashi sobre Éxodo 23:16), cuando se recogen todas las clases de alimentos,

nos ocupamos de que la comida que comemos no afecte la pureza de nuestras mentes y de nuestro intelecto (Likutey Moharán II, 5:14). Celebrarás la festividad de Sukot La cobertura de la suká debe ser hecha con elementos desechados de las plantas, que no reciben impureza espiritual (Suká 12a).

La “cobertura” hace referencia a los líderes de la nación judía. Un verdadero líder debe ser humilde (como los elementos desechados) y veraz (no debe recibir impurezas). Los falsos líderes carecen de esas cualidades

espirituales (Likutey Halajot III, p. 227a). Celebrarás la festividad de Sukot La cobertura de la suká debe ser hecha con elementos desechados de las plantas, que no reciben impureza espiritual (Suká 12a).

“Elementos desechados” hace referencia a la imaginación y a las falsas ilusiones, que degradan a la persona desde el nivel de “humano” al nivel de “animal”. La suká significa el espíritu Divino que purifica la imaginación (Likutey Halajot III, p.456). Celebrarás la festividad de Sukot

La cobertura de la suká debe ser hecha con elementos desechados de las plantas, que no reciben impureza espiritual (Suká 12a). En el Futuro, la naciones serán probadas en su sinceridad en el servicio a Dios mediante la mitzvá de la suká (Avodá Zará 3a).

“Elementos desechados” hace referencia a aquellos que están lejos de Dios. Se nos requiere incorporar ese material a nuestra suká, porque aquellos que están lejos deben ser atraídos hacia el servicio a Dios. De manera similar, en el futuro, la sinceridad de las naciones será probada mediante la

mitzvá de la suká. Si realmente desean servir a Dios, también ellas estarán incluidas (Likutey Halajot III, p. 225a-450).

16:14 “Y te regocijarás en tu festividad, tú y tu hijo y tu hija y tu siervo y tu sierva y el levita y el converso y el huérfanos y la viuda, que habitan dentro de tus ciudades”. Y te regocijarás en tu festividad Toda la alegría que la persona

alcanza durante el año al cumplir con las mitzvot se junta en las Tres Festividades, que constituyen el “corazón” del año (Likutey Moharán I, 30:5). Y te regocijarás en tu festividad Nuestros Sabios relatan que el rabí Eliezer solía alabar a aquellos hombres que se quedaban en su hogar con sus familias durante las Festividades. El rabí Itzjak, por otro lado, enseñó que el hombre debe visitar a su Rav en las Festividades. Nuestros Sabios reconcilian esas reglas afirmando que el hombre debe visitar a su Rav si es capaz de ir y retornar a su hogar en el mismo día (Suká 27b).

Aunque alguien viva lejos de su maestro, aun así puede verlo en las Festividades, en un sentido espiritual. Los Sabios son quienes determinan en qué día caerán las Festividades (Rosh HaShaná 24a). Cuando la persona acepta y honra a las Festividades, es como si estuviese honrando a los Sabios y, por extensión, como si estuviese viendo espiritualmente a su propio maestro en las Festividades (Likutey Moharán I, 135:2). Y te regocijarás en tu festividad Éste es el día que hizo Dios; alegrémonos y regocijémonos en él (Salmos 118:24).

Transpirar lleva a la alegría. Pues la depresión es esencialmente producto del bazo - i.e., las impurezas en la sangre. Al transpirar se eliminan las toxinas de la sangre, liberando al cuerpo de las enfermedades. Como resultado, la persona experimenta alegría. El versículo de Salmos es parte de las plegarias del Halel recitadas en las Tres Festividades. Las iniciales de las palabras Ze Haiom Asá IHVH (“Éste es el día que hizo Dios”) deletrean ZeIAH (‫זיעה‬, transpiración). Esto indica que las Festividades son épocas de una gran alegría. El rabí Natán agrega que cualquier día en el que haya bien, sea un Iom Tov (literalmente un “Día Bueno” -

término para designar una Festividad) o un día común en el cual uno se ocupa de hacer una mitzvá o una buena acción, es un momento de alegría (Likutey Moharán II, 6). Y te regocijarás en tu festividad La mitzvá de alegrarse en las Festividades incluye recordar los milagros del Éxodo y de la Entrega de la Torá - porque la Torá permite que cada uno se acerque a Dios, dándoles esperanza a todos (Likutey Halajot II, p. 326).

16:16 “Tres veces en el año

se harán ver todos tus varones delante de Dios, tu Señor, en el lugar que Él escogiere: en la festividad de las matzot, en la festividad de Shavuot y en la festividad de Sukot. Y no se presentarán delante de Dios con las manos vacías”. Tres veces en el año se harán ver todos tus varones delante de Dios, tu Señor, en el lugar que Él escogiere La mitzvá de hacer el peregrinaje a

Jerusalén en cada una de las Tres Festividades tiene el objetivo de reiá (ver) (Jaguigá 2a).

IeRaÉ (‫יראה‬, “se harán ver”) también puede leerse IRÉ (‫יראה‬, “él verá”). De acuerdo a la alegría que la persona experimente en las Festividades, así podrá ascender para ver la Luz del Rostro de Dios (Likutey Moharán I, 30:5). Los milagros producidos en cada Festividad revelan la Luz del Rostro de Dios, para que podamos ver el poder de Dios, la Providencia y el Favor brillando sobre nosotros (ibid., II, 4:6, 90).

Y no se presentarán delante de Dios con las manos vacías En las Tres Festividades, era costumbre que los Cohanim levantasen el Pan de la Proposición y se lo mostrasen a todos aquellos que habían hecho la peregrinación a Jerusalén, diciendo, “¡Miren cuánto los ama Dios!” (Menajot 96b).

Lejem HaPanim (“Pan de la Proposición”) literalmente significa “Pan del Rostro”. Esto alude a la Luz del Rostro de Dios -la Providencia Divina- que se revela en las Festividades. Cuando un individuo llevaba al Templo, durante las Tres Festividades, una ofrenda de

peregrinación compuesta por los frutos de su labor, elevaba su alimento y su sustento al nivel de la Luz del Rostro de Dios, reafirmando su fe en que es Dios Quien le provee el sustento (Likutey Moharán I, 31:9). Y no se presentarán delante de Dios con las manos vacías... Cada hombre de acuerdo a su bendición A aquel a quien Dios ama, Él le envía un regalo: le envía un pobre (Zohar II, 36).

La persona debe dar caridad para ser merecedora de recibir la luz de Dios en las Festividades (Likutey Halajot I, p. 13a).

Parashat Shoftim

16:18 “Jueces y magistrados pondrás para ti en todas tus ciudades que Dios, tu Señor, te da, en tus tribus, los cuales juzgarán al pueblo con justo juicio”. Jueces y magistrados pondrás para ti

en todas tus ciudades... en tus tribus Sheareja (“tus ciudades”) significa literalmente “tus portales”. El Jardín del Edén contiene dos niveles, correspondientes a la Sabiduría Superior y a la Sabiduría Inferior. Es imposible merecer esas percepciones de Divinidad (esa Sabiduría) sin pasar a través de los portales. Los portales del Jardín del Edén se han hundido en la tierra, como está escrito, “Sus portales se han sumido en la tierra” (Lamentaciones 2:9). Sólo aquel que pueda controlar la tierra podrá extraer, erigir y establecer esos portales.

Está escrito sobre una persona así, “Mediante el juicio, el rey establece la tierra” (Proverbios 29:4). Esto hace referencia al estudio de la halajá -las leyes y los decretos de la Torá- que permiten que la persona se transforme en un gobernante o en una autoridad. En otra instancia el Rebe Najmán explica que “portales” representa las mitzvot los portales a través de los cuales uno percibe la Divinidad (Likutey Moharán I, 30:3). Así, “jueces y magistrados” hace referencia a los hombres que, conocedores de la halajá, definen y hacen cumplir la ley a los demás. De esa manera, ellos elevan los “portales” -el

conocimiento de las mitzvot- “en tus tribus” - para todos los judíos. SheVeT (‫שבט‬, tribu) es un acrónimo para la frase Tavu Baaretz Sheareja (“Sus portales se han sumido en la tierra”) (ibid., I, 286). Jueces y magistrados pondrás para ti en todas tus ciudades Cuando no hay juicio abajo, hay juicio Arriba (Devarim Rabah 5:4).

Si ignoramos nuestra obligación de establecer un sistema de justicia en la tierra, entonces Dios utiliza Su propio sistema de justicia. Todas las cosas se

vuelven Sus mensajeros para ejecutar Sus juicios, instilando un claro y puro temor en nosotros. Pero cuando establecemos un sistema de justicia y nos juzgamos a nosotros mismos, obviamos la necesidad del Cielo de inspirar temor en nosotros y, consecuentemente, no tememos más que a Dios. En un nivel individual, cada persona puede elevar constantemente su temor al Cielo practicando el hitbodedut. Durante esta conversación privada diaria con Dios, uno debe juzgarse y evaluar cada una de sus acciones -pasadas y presentes- para determinar si fueron llevadas a cabo de

la manera apropiada. También debe evaluar sus intenciones futuras para ver si son apropiadas. La persona que se juzga a sí misma no necesita temer nada -ni a las autoridades, ni a los ladrones ni a ninguna otra cosa que pueda producirle temor- sino sólo a Dios Mismo (Likutey Moharán I, 15:2). Jueces y magistrados pondrás para ti en todas tus ciudades Cuando hay una justicia apropiada en la tierra, el temor a Dios se establece y se eleva a su nivel apropiado. Entonces la gente teme a Dios porque reconoce que Él es grande y no porque le teme al castigo (Likutey Moharán I,

154).

16:19 “No torcerás el derecho, no harás acepción de personas, ni admitirás cohecho, porque el soborno ciega los ojos de los sabios y pervierte las palabras de los justos”. El soborno ciega los ojos de los sabios Las nubes que cubren los ojos de la persona, oscureciendo espiritualmente su visión, corresponden a las klipot que

impiden que las plegarias asciendan (Tikuney Zohar #21, p. 50b).

El juicio está en los ojos. Es decir, la persona juzga de acuerdo a cómo ve el asunto. Cuando el juicio se corrompe cuando los ojos están “nublados”también se daña la visión que uno tiene de la Divinidad y la persona se ve sujeta a los pensamientos perturbadores y externos durante la plegaria. Al dar caridad, especialmente antes de orar, es posible rectificar los juicios de modo que las plegarias puedan fluir sin interrupciones (Likutey Moharán I, 2:5).

16:20 “Rectitud, la rectitud perseguirás, para que vivas y poseas la tierra que Dios, tu Señor, te da”. Rectitud, la rectitud perseguirás La palabra “rectitud” se repite en el versículo debido a que aquél que actúa con rectitud y caridad no sólo obtiene justicia para sí mismo sino que también rectifica el mal (Likutey Halajot II, p. 196a). Al perseguir la rectitud, la persona atrae vida (ibid., VII, p. 2).

Rectitud, la rectitud perseguirás A partir de este versículo aprendemos que debemos ir detrás del Tzadik recto de la generación (Sanedrín 32b).

Así como la Torá es eterna y accesible para todas y cada una de las generaciones, la Torá se encuentra en las casas de estudio de los Tzadikim de cada generación (Likutey Halajot II, p. 220a).

17:8 “Cuando te estuviere oculto algún asunto de

juicio, entre sangre y sangre, entre pleito y pleito, entre golpe y golpe, cosas de controversia en tus ciudades, entonces te levantarás y subirás al lugar que escogiere Dios, tu Señor”. Cuando te estuviere oculto algún asunto de juicio... te levantarás y subirás Si llegas a encontrar dificultades al tratar de comprender una ley, debes

subir a Jerusalén, donde sesiona el Sanedrín, para aclarar esa ley. El Sanedrín posee la verdadera interpretación de la Torá, pues sesiona en el Templo, la Casa de Dios, que se encuentra “entre el cielo y la tierra” (cf. Isaías 66:1; ver Sabiduría y Enseñanzas del Rabí Najmán de Breslov #40). Por lo tanto

debes “subir” a ese nivel, ascender por sobre los pensamientos materiales y las falsas interpretaciones para obtener una verdadera comprensión de la Torá (Likutey Halajot II, p. 83a). Cuando te estuviere oculto algún asunto de juicio IPALé (‫יפלא‬, “estuviere oculto”)

tiene las mismas letras que ALeF (‫אלף‬, la primera letra del alfabeto hebreo). Alef significa literalmente “estudiar”. La forma de la letra alef (‫ )א‬representa al Tzadik (el punto superior), al discípulo (el punto inferior) y a la “tienda de encuentro” donde el discípulo recibe del Tzadik (la línea entre ambos). Si la persona no comprende una enseñanza, ello indica que algo falta en su alef (i.e., su estudio). Debe ir entonces al Templo, donde sesiona el Sanedrín -los verdaderos Tzadikimpara rectificar su alef. Entonces podrá transformar su ALeF (‫ )אלף‬en PeLE (‫פלא‬, maravilla), pues alcanzará una elevada comprensión de la ley (Likutey

Halajot II, p. 200-201a).

17:11 “Según el tenor de la Torá que ellos te enseñen y según el juicio que te digan, así has de hacer; no te apartarás de la palabra que te declaren, ni a la derecha ni a la izquierda”. Según el tenor de la Torá que ellos te enseñen Hay dos clases de intelecto: inmanente y trascendente. El intelecto

inmanente es aquel que la persona ha adquirido; reside en su mente y representa su comprensión. El intelecto trascendente se encuentra, por el momento, más allá de su capacidad de comprensión. Uno debe siempre tratar de atraer un intelecto inmanente a partir del intelecto trascendente. La Torá, que está revelada, corresponde a la comprensión de la persona. La plegaria representa el nivel más elevado, más oculto: las aspiraciones de la persona (ver Likutey Moharán I, 22:10). Si uno se siente frustrado debido al hecho de que no puede alcanzar un intelecto superior ni comprensión en sus estudios, debe ascender al Monte del

Templo -i.e., la Casa de Plegaria (cf. Isaías 56:7)- desde donde podrá atraer el intelecto trascendente. Más aún, el Monte del Templo/la Casa de Plegaria es el asiento del Sanedrín, el lugar de los líderes de la Torá. Esto simboliza el hecho de que ir hacia los verdaderos líderes, que son capaces de revelar lo desconocido, también abrirá la mente de la persona y le permitirá alcanzar el intelecto trascendente (Likutey Halajot III, p. 110). No te apartarás de la palabra que te declaren, ni a la derecha ni a la izquierda Este

versículo

nos

enseña

la

importancia de tener fe en los Tzadikim y en los sabios de la Torá de cada generación. Aunque nos parezca que están equivocados, igualmente debemos seguir sus directivas. En la medida en que la persona se aleje de su fe en los Tzadikim, encontrará difícil curar sus aflicciones. Pues así como las medicinas son compuestos de hierbas, de la misma manera la Torá está compuesta por letras y palabras. Cada palabra crea un ángel que recibe vitalidad de esa palabra y la transmite a las hierbas bajo su control, de modo que las hierbas curan a través del poder de la Torá. Los Tzadikim son los únicos que conocen cómo unir y

componer las enseñanzas de la Torá de la manera correcta para producir una curación. Así, si la fe en los Tzadikim está dañada, ello disminuye su capacidad de curar (Likutey Moharán I, 57:1, 2). No te apartarás de la palabra que te declaren, ni a la derecha ni a la izquierda Con fe en los Tzadikim es posible traer un juicio benévolo por parte del Cielo. El Zohar enseña que los juicios benévolos corresponden a la sefirá de Tiferet, la “columna central” que une a

Jesed (Bondad) y a Guevurá (Fuerza Rigor) (Tikuney Zohar, Introducción, p. 17a). Cuando uno tiene fe en los Tzadikim, no se inclina ni a la derecha (Jesed) ni a la izquierda (Guevurá), sino que camina por el sendero intermedio de Tiferet, lo que le permite alcanzar un juicio claro (Likutey Moharán I, 61:1). Alternativamente, desviarse “a la derecha o a la izquierda” hace referencia a los extremos que la persona puede adoptar en sus devociones espirituales. El Rebe Najmán les aconsejaba generalmente a sus seguidores evitar ser extremadamente permisivos (“derecha”) o demasiado estrictos (“izquierda”) (ver ibid., II, 44;

Sabiduría y Enseñanzas del Rabí Najmán de Breslov #235).

No te apartarás de la palabra que te declaren, ni a la derecha ni a la izquierda No debemos ser demasiado estrictos (volcarse a la izquierda) ni demasiado permisivos (volverse a la derecha). No podemos basarnos en nuestro propio criterio sino en los Tzadikim, quienes realmente pueden interpretar la Torá (Likutey Halajot V, p. 225a). No te apartarás de la palabra que te declaren

Específicamente, no te apartes de sus palabras. Ni te alejes de su lugar - el lugar que trasciende el espacio y que está más cerca de Dios (Likutey Halajot I, p. 39a). No te apartarás de la palabra que te declaren La Torá que Moisés recibió en el Sinaí era muy vasta y estaba más allá de la comprensión de la mayor parte de la gente. Sólo los Tzadikim pueden aprehender la Torá en su plenitud y transmitirla a nosotros. Por lo tanto, si queremos observar la Torá, debemos seguir a los Tzadikim, quienes pueden

constreñir la Torá en medidas que puedan ser comprensibles (ver Likutey Moharán II, 44; Sabiduría y Enseñanzas del Rabí Najmán de Breslov #235) (Likutey Halajot V, p. 6a-12).

17:16 “Pero, no ha de multiplicar para sí demasiados caballos, ni hará volver el pueblo a Egipto para hacer que abunden los caballos; por cuanto Dios les ha dicho: ‘Nunca más han de volver por este camino’”.

No ha de multiplicar demasiados caballos

para



¿Por qué caballos? Los caballos representan la imaginación. Los caballos deben estar subordinados al jinete, al igual que la imaginación que debe estar subordinada al intelecto. El rey representa a Maljut, que corresponde a la fe. En el ámbito de la santidad, los poderes de la imaginación permiten buscar el conocimiento de Dios a través de la fe. Pero si uno deja que se presenten demasiadas ilusiones materiales, su fe se verá dañada. Por lo tanto el rey -la fe- tiene prohibido tener demasiados caballos - apoyarse demasiado en la imaginación (Likutey

Halajot VII, p. 440).

17:18 “Y será que cuando se siente sobre el trono de su reino, escribirá para sí una copia de esta Torá en un libro, del ejemplar que estuviere delante de los Cohanim y los Levitas”. Escribirá para sí una copia de esta Torá en un libro La Torá es el mejor consejo; su consejo nos muestra cómo superar

nuestros deseos materiales para ganarnos la vida en el Mundo que Viene. Cada persona debe escribir para sí un rollo de Torá, para tener a mano su consejo, en todo momento. El rey judío tiene la obligación de escribir un rollo extra de Torá, pues como líder de la nación, necesita muchos más buenos consejos para fortalecer su autoridad. Aquel que, al pecar, daña el consejo de la Torá, permite que el reino del mal lo venza. Le ha entregado el poder de consejo de la Torá a “otra” autoridad que controla ahora sus acciones. Por lo tanto necesitamos mantener a mano nuestro rollo de Torá, para hacernos recordar la autoridad de

la Torá (Likutey Halajot IV, p. 268).

17:19 “La cual permanecerá con él, para que lea en ella todos los días de su vida, a fin de que aprenda a temer a Dios, su Señor, para guardar todas las palabras de esta ley y de estos estatutos, para ponerlos por obra”. La cual permanecerá con él, para que lea en ella todos los días de su vida... para que sean largos los días de su

reinado Dijo el rabí Iojanan: El poder entierra a aquel que lo posee. Pues no encontrarás ningún profeta que no haya vivido menos que el reinado de varios reyes (Pesajim 87b).

Para alargar su reinado, el rey debe darle vida. La Torá es vida, como está escrito, “Es tu vida y el largo de tus días” (Deuteronomio 31:20) y la Torá es el Nombre de Dios. Así como uno llama a otra persona por su nombre, de la misma manera cuando uno quiere llamar a la Vida de la vida, debe llamarlo a Él por Su Nombre, si así pudiera decirse. Por lo tanto, al estudiar Torá, llamamos a la vida y a la largura de días provenientes

de Dios. Es por ello que las Escrituras hacen referencia al estudio de la Torá del rey como veKaRÁ (‫וקרא‬, “que lea”), pues está emitiendo una KRiÁ (‫קריאה‬, llamado) a la vida y a la largura de días. Sin embargo, no es posible recibir la fuerza de vida de una sola vez. Ésta debe estar medida y restringida para que no abrume a la persona. El estudio de la Torá permite recibir la fuerza de la luz de manera mesurada. Porque así como la Torá está dividida en libros, porciones semanales, párrafos y versículos, de la misma manera, la vida de la persona está dividida en días. A lo largo de los “días de su vida”, es posible recibir la fuerza de vida de la largura de días - de

Dios. Cuando uno llena sus días con la Divinidad inherente en el estudio de la Torá, le trae vida al “reinado” de su vida, para que pueda perdurar mucho tiempo (Likutey Moharán I, 56:3A-B). Para que lea en ella todos los días de su vida La palabra hebrea KaRÁ (‫)קרא‬ puede significar tanto “leer” como “llamar”. Así como el rey debe “llamar” para traer vida, de la misma manera nosotros debemos “clamar” nuestra declaración de fe -el Shemá- para traer el intelecto de Dios. Así, la mitzvá de

recitar el Shemá es conocida como KRiAt Shemá (‫ )קריאת שמע‬y la mitzvá de leer la Torá es llamada KRiAt HaTorá (‫( )קריאת התורה‬Likutey Halajot III, p. 17287a). Para que lea en ella todos los días de su vida VeKaRÁ (‫וקרא‬, “que lea”) significa literalmente “que llame”, pues cuando uno estudia Torá, de hecho está llamando a la Fuente de la vida -a Diospara traer de Él vida y largura de días (Likutey Moharán I, 56:3). De manera similar, la lectura pública de la Torá en la sinagoga es denominada KRiAt HaTorá (‫קריאת התורה‬, literalmente, “la

llamada de la Torá”), pues la lectura de la Torá llama a Dios -a la vida- hacia la persona (Likutey Halajot I, p. 214a).

18:3 “Éste, pues, será el derecho de los Cohanim de parte del pueblo, de parte de los que ofrecen un sacrificio, sea de ganado mayor o menor, a saber: se dará al Cohen la espaldilla y las dos quijadas y el cuajar”.

Se dará al cohen la espaldilla y las dos quijadas y el cuajar Cuando Zimri pecó con la mujer midianita, Pinjas lo mató (Números 25:68). Como recompensa, Pinjas recibió la paleta, (correspondiente a la lanza con la cual estaba armado), la quijada (correspondiente a la plegaria que ofreció) y el cuajar (correspondiente al lugar en el cual clavó su lanza) (Rashi).

Zimri dañó el pacto, mientras que Pinjas era un Tzadik que celosamente cuidaba el pacto. Cuando el pecado de Zimri puso en peligro a la nación entera, Pinjas salió a la palestra para proteger al pueblo. Pinjas recibió entonces la recompensa del sacerdocio. El

sacerdocio representa un pacto cuidado, pues se les ordena a los Cohanim tener grados más grandes de pureza en el matrimonio (Levítico 21). Por lo tanto los esfuerzos de Pinjas establecieron la recompensa para todos los Cohanim (Likutey Halajot IV, p. 9a). Se dará al cohen la espaldilla y las dos quijadas y el cuajar Cuando Zimri pecó con la mujer midianita, Pinjas lo mató (Números 25:68). Como recompensa, Pinjas recibió la espaldilla, (correspondiente a la lanza con la cual estaba armado), la quijada (correspondiente a la plegaria que ofreció) y el cuajar (correspondiente al lugar en el cual clavó su lanza) (Rashi).

Rashi establece un paralelo entre el accionar de Pinjas y la porción de los sacerdotes. ¿Por qué es importante que la porción de los sacerdotes sea tomada de un animal? La plegaria de Pinjas era un tipo especial de plegaria: una plegaria “de demanda”, que implica que el suplicante merece lo que está pidiendo (como opuesto a un pedido de ayuda o de salvación hecho por alguien que no lo merece). Sólo una plegaria “de demanda” puede rectificar un acto inmoral y animal tal como el cometido por Zimri. La plegaria de Pinjas representa el acto de sacrificar el animal

(i.e., subyugar el comportamiento animal) y la plegaria “de demanda” representa la lanza, como si el suplicante tuviese un arma en sus manos, demandando una respuesta. Cuando el Otro Lado hace que la persona cometa acciones inmorales, “traga” las chispas de santidad de esa persona. El acto de Pinjas de lancear a Zimri y a la mujer midianita en el bajo vientre, matándolos, representa el retiro de las chispas que fueron tragadas y su retorno al ámbito de la santidad. Pinjas recibió entonces el sacerdocio, pues el Cohen representa jesed (bondad), el poder que extrae y restaura las chispas tragadas por el Otro Lado. Así, las

porciones del animal que le damos al Cohen representan en verdad a Pinjas, el Cohen (Likutey Halajot IV, p. 19a).

18:4 “Le darás también la primicia de tu trigo, de tu mosto y de tu aceite puro, como también las primicias del esquileo de tus ovejas”. Las primicias del esquileo de tus ovejas Las ovejas representan a la Torá. Así como la gente esquila a las ovejas por su lana, la gente “esquila” a la Torá para

derivar sus leyes (Tikuney Zohar #21, p. 46b).

La primera esquila es dada al Cohen, representado por Aarón, dado que Aarón es considerado el “primer” discípulo de Moisés (Moisés le enseñó primero las leyes a Aarón y sólo después a los demás; ver Eruvin 54a) y así representa la transmisión de la Torá de maestro a discípulo. La primera esquila es dada al Cohen porque las leyes de la Torá, que son transmitidas a los discípulos, deben tener un lazo muy fuerte con su raíz (Likutey Halajot V, p. 536). Las primicias del esquileo de tus

ovejas Las ovejas representan a la Torá. Así como la gente esquila a las ovejas por su lana, la gente “esquila” a la Torá para derivar sus leyes (Tikuney Zohar #21, p. 46b).

Uno debe usar el poder de la imaginación para estudiar la ley de la Torá y comparar una opinión con la otra. Sin embargo, al usar la imaginación, hay que tener mucho cuidado y no ser engañado por falsas ilusiones. Por lo tanto Iaacov huyó de Labán precisamente cuando éste último fue a esquilar sus ovejas (Génesis 31:17-21) Labán representa el falso erudito que utiliza su intelecto para engañar a los

demás. Por otro lado, cuando Iehudá fue a esquilar sus ovejas, fue concebido Pérez, el ancestro del Mashíaj (ibid., 38:12-29; Ruth 4:18-22) - dado que la Torá de Iehudá era pura. También vemos que la primera esquila le es dada al Cohen, quien representa jesed (bondad). Como explica el Rebe Najmán, el atributo de bondad es más poderoso que la imaginación, ayudando así a anular el mal en la propia imaginación (Likutey Halajot V, p. 514-516). Las primicias del esquileo de tus ovejas La lana de la esquila contiene muchos miles de pelos individuales,

representando las buenas acciones que la persona acumula durante su vida. Con cada buena acción -incluso una que parece tan poco importante como un “pelo”- es posible acercarse a Dios y acercarlo a Él a nosotros. Le damos la primera esquila al Cohen, que representa jesed (bondad), pues conceptualmente, el Cohen es alguien que saca a luz el bien que hay dentro de cada persona e ilumina la vida de los demás haciéndoles conocer sus muchas buenas acciones (Likutey Halajot V, p. 266a).

18:9 “Cuando entres en la

tierra que Dios, tu Señor, te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones”. No aprenderás a hacer No aprenderás a hacer, pero podrás aprender para comprender y emitir decretos (Shabat 75a).

Éste mismo principio se aplica al estudio de la Kabalá. La persona que no es apta para orar con las meditaciones kabalistas no debe hacerlo. Puede estudiar y aprender esas meditaciones sólo para comprenderlas (Likutey

Moharán II, 120).

18:10 “No se halle entre los tuyos quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique la adivinación, ni quien observe agüeros por las nubes, ni encantador, ni hechicero”. No se halle entre los tuyos... quien practique la adivinación... Perfecto serás para con Dios

Aquel que dice, “Éste es un tiempo propicio para comenzar” o “Ése es un mal momento para comenzar”, le da fuerza al Otro Lado, el dominio del mal. Esto representa un daño en el pacto. Pero aquel que no se apoya en agüeros, siendo fiel sólo a Dios, cuida el pacto. Aprendemos la conexión entre la fidelidad y el pacto cuidado a partir de la introducción de Dios a la mitzvá de la circuncisión (i.e., el pacto), cuando Él le ordenó a Abraham: “Anda delante de Mí y sé perfecto (tamim)” (Génesis 17:1) (Likutey Halajot IV, p. 215a). No se halle entre los tuyos... quien practique la adivinación... Estas

naciones que heredarás El meNaJeSh (‫מנחש‬, el que interpreta agüeros) está enraizado en el NaJaSh (‫נחש‬, Serpiente) que le trajo el mal a la humanidad. En lugar de interpretar los agüeros, la persona debe cultivar una fe pura. Al perfeccionar la fe, uno revela la santidad de la Tierra Santa y la libera del control de los idólatras. En la medida del nivel de la santidad de la Tierra Santa que se haya revelado, se podrá merecer una fe perfecta (Likutey Halajot IV, p. 215a-430206a). No se halle entre los tuyos... quien practique la adivinación

Todas las prohibiciones mencionadas en estos versículos se aplican a las personas que buscan consejo sobre lo que deben hacer, cómo hacerlo, cuándo hacerlo y demás. Pero las maneras y los medios que utilizan para adquirir ese consejo son engañosos y erróneos dado que están conectados con este mundo, que es pasajero y está lleno de mentiras. Sólo aquellos que están unidos a la Torá -que, en su fuente, representa el verdadero y eterno Mundo que Viene- alcanzan un consejo correcto. Y aquellos que reciben el consejo de los Tzadikim están mucho más seguros de haber recibido un consejo adecuado, pues los Tzadikim han alcanzado los

elevados niveles de Torá en su fuente (Likutey Halajot IV, p. 432-217a-218a).

18:13 “Perfecto serás para con Dios, tu Señor”. Perfecto serás para con Dios Tamim (sin tacha) también significa “simpleza”. Uno debe ser siempre sincero, completo y perfecto con Dios. De esa manera, se demuestra una verdadera fe (Likutey Moharán I, 18:3). Perfecto serás para con Dios

La gente tiende a pensar que incluso al servir a Dios sigue estando sujeta a las leyes de la naturaleza. Pero esto no es necesariamente así. Cuando la persona perfecciona sus caminos, puede recibir aquello que necesita a través de la Providencia Divina (Likutey Moharán I, 31:9). Perfecto serás para con Dios Tamim (sin tacha) también significa “simpleza”. La perfección sólo puede alcanzarse mediante la simpleza (Likutey Halajot I, p. 490).

19:14 “No removerás los

mojones de tu prójimo, que pusieron los antiguos, en tu herencia que has de poseer en la tierra que Dios, tu Señor, te da en posesión”. No removerás los mojones de tu prójimo Esta prohibición se aplica a todos los países. Pero en la Tierra Santa, es un pecado doble (Rashi).

Todas las almas judías tienen su raíz en la Tierra Santa. Más aún, cada alma es única, poseyendo su propio nivel de honor, de modo que debemos

tener mucho cuidado y honrar apropiadamente a cada alma. Tomar la tierra de otro es equivalente a mezclar las almas, un pecado que es mucho peor en la Tierra Santa donde todas las almas tienen su raíz. De manera similar, no se nos permite plantar semillas mezcladas (ver Levítico 19:19), pues este acto produce confusión en su fuente (Likutey Halajot VII, p. 298).

19:15 “No basta que un solo testigo se levante contra ninguno, por cualquier delito o por cualquier

pecado, en cualquier clase de pecado que cometiere: por el testimonio de dos testigos o por el testimonio de tres testigos, ha de resolverse el caso”. Dos testigos Los “dos testigos” simbolizan la verdad y la fe. Alternativamente, corresponden a los tefilín y a la circuncisión, o al Shabat y a la circuncisión (Likutey Halajot VII, p.10-12). Por el testimonio de dos testigos... ha

de resolverse el caso La verdad es sólo verdad cuando es consistente desde el comienzo hasta el final. La palabra hebrea EMeT (‫אמת‬, verdad) alude a este concepto, pues contiene la primera letra del alfabeto hebreo, la letra del medio y la última (alef, mem, tav). Como primera letra del alfabeto, alef (‫ )א‬significa todo lo que se desarrolla de acuerdo a un orden normal. Tav (‫)ת‬, la última letra del alfabeto, representa las cosas que van en contra del orden normal, como si uno comenzase con la tav y fuesen hacia atrás, hacia la alef. Mem (‫)מ‬, la letra del

medio, que tiene el valor numérico de 40, representa la Torá, que fue dada en cuarenta días. Todo está en la Torá todos los comienzos y eventos que proceden de una manera ordenada, junto con todas las cosas “que van hacia atrás”, que sacan a la persona de su camino. Sea lo que fuere que suceda, debemos seguir la Torá, de modo que, pase lo que pase -de manera ordenada o no- todo se unirá en la mitad y revelará que todo es verdad. Así, “por el testimonio de dos testigos” - la alef y la tav, el orden normal y lo inverso, sea lo que fuere que suceda en nuestras vidas, mientras nos mantengamos en la verdad (Torá) - “el

caso” -aquello que estamos tratando de lograr- “ha de resolverse” podrá llevarse a cabo (Likutey Halajot VII, p. 20a). Por el testimonio de dos testigos La Torá es llamada “testimonio” (cf. Éxodo 25:16) y los “dos testigos” hacen referencia a “Naasé venishmá Haremos y oiremos” (ibid., 24:7), las dos palabras que utilizó el pueblo judío para aceptar la Torá. Naasé venishmá se encuentra en cada nivel de la existencia. Por lo tanto la persona tiene la obligación de llevar a cabo la mitzvá que está realizando en ese momento lo mejor que pueda en su nivel, sabiendo

que siempre habrá un nivel superior al cual deberá aspirar. Además, naasé venishmá representan, respectivamente, los niveles de la Torá y de la plegaria, que existen en cada nivel. Así, la Torá es llamada, justamente, “testimonio”, pues tiene dos testigos, naasé venishmá (Likutey Halajot VIII, p. 22b).

19:17 “Entonces los dos hombres que tuvieren el pleito comparecerán delante de Dios, es decir, ante los cohanim y los jueces que hubieren en aquellos días”.

Entonces los dos hombres tuvieren el pleito comparecerán

que

La ley judía estipula que sólo los hombres pueden dar testimonio (Rashi; Ierushalmi, Ioma 6:1). Sin embargo, los Gueonim (Primeros Codificadores) instituyeron la ley de que cuando no hay testigos varones, las mujeres también pueden dar testimonio (Joshen Mishpat, Leyes de los Testigos 35:14). De manera similar, la Torá también puede dar testimonio, aunque es femenina en naturaleza (Kidushin 2b). El rey David alude a esto cuando dice, “El testimonio de Dios es fidedigno; ella hace sabio al necio” (Salmos 19:8).

La Torá es un “testimonio” en el sentido de que llama al pecador, siendo ella “testigo” de la verdad de Dios con la intención de hacer que él desista. Sin embargo, la persona puede verse tan arrastrada por el deseo que llegue a ignorar el llamado de la Torá o no la escuche en absoluto. Luego que haya pasado el “calor del momento” podrá llegar a oír la Torá llamándolo, y se lamentará de su pecado. Así, al arrepentirse, el testimonio de la Torá “hace sabio al necio” (Likutey Moharán I, 146).

20:3 “Y les dirá: ‘Oye,

Israel: ustedes se acercan hoy para pelear contra sus enemigos. No desmaye su corazón; no teman, ni se alarmen, ni se acobarden a causa de ellos’”. Y les dirá: “Oye, Israel” El Cohen le dirá al pueblo que aunque sólo tenga el mérito de decir el Shemá, Dios lo salvará (Sotá 42a).

Todas las batallas reflejan la lucha entre el bien y el mal, entre la inclinación al bien y la inclinación al

mal. El Shemá, nuestra declaración de fe, es el arma principal con la cual podemos luchar y ganar esta guerra (Likutey Halajot IV, p. 229a). Aquel que tiene fe no les temerá a los enemigos, pues está unido con Dios, Quien trasciende todo (ibid., V, p. 92a184).

20:19 “Cuando le pongas sitio a alguna ciudad por muchos días, peleando contra ella para tomarla, no destruyas sus árboles,

alzando contra ellos el hacha, porque de ellos podrás comer; por tanto no los cortarás, pues, ¿es acaso el árbol del campo un hombre que se te opone en el sitio?”. No destruyas sus árboles Así como está prohibido cortar un árbol antes de su tiempo, de la misma manera, está prohibido sacar frutas o comerlas antes de que estén totalmente maduras, pues ello puede dañar el alma. Pues mientras la fruta se encuentra en el

árbol, se nutre y recibe su vitalidad del árbol. Si es tomada prematuramente y comida antes de que haya llegado a madurar lo suficiente, la fruta tomará su vitalidad de la propia fuerza de vida de la persona, quien puede llegar incluso a perder la vida. Sin embargo, la persona que recita con concentración y temor la bendición sobre la fruta puede salvarse de este destino. Más aún, si uno es excepcionalmente fuerte en su servicio a Dios podrá incluso tomar más vitalidad de la fruta y encontrar y elevar las chispa de santidad que están en ella (Likutey Moharán II, 88).

Es acaso el árbol del campo un hombre Ki haadam etz hasadé (“es acaso el árbol del campo un hombre”) puede también traducirse como “pues el hombre es un árbol del campo”. El hombre es comparado con un árbol en el hecho de que así como el agua puede hacer que flote, levantando a un gran árbol caído, de la misma manera, el hombre puede ser elevado si se comporta de la manera correcta al enfrentar la disputa. (La disputa puede referirse a toda clase de oposición o de resistencia que se deba enfrentar, así sea de otra gente, de circunstancias

desafiantes o de obstáculos espirituales). El agua es comparada con la disputa, como en el versículo “Éstas son las Aguas de la Disputa” (Números 20:13). Así la disputa puede elevar a la persona cuando sobrelleva de la manera apropiada su sufrimiento (Likutey Moharán I, 161). Es acaso el árbol del campo un hombre Ki haadam etz hasadé (“es acaso el árbol del campo un hombre”) puede también traducirse como “pues el hombre es un árbol del campo”. Hay cuatro niveles en la creación:

mineral, vegetal, animal y humano. El nivel de la vegetación une a toda la creación entre sí, pues toma su sustento de la tierra (mineral) y mantiene a los niveles superiores del animal y del hombre. Adicionalmente, la vegetación contiene muchas almas reencarnadas que esperan su rectificación. Al igual que el Árbol del Conocimiento, que se encuentra en el nivel de la vegetación en el cual pueden llevarse a cabo las rectificaciones, el hombre es el “árbol del campo”, elevando y rectificando esas almas al llevar a cabo las mitzvot y subyugando su voluntad ante Dios (Likutey Halajot V, p. 300). Es acaso el árbol del campo un

hombre Los árboles tienen muchas chispas de santidad que cayeron como resultado del pecado de Adán y de los pecados de las siguientes generaciones. Debemos cuidar a los árboles y al medio ambiente pues en ellos hay miles y miles de chispas sagradas que esperan ser rectificadas mediante nuestras buenas acciones (Likutey Halajot II, p. 170).

21:1 “Cuando fuere encontrado un cadáver en el campo, en la tierra que Dios, tu Señor, te da para

poseerla, y no se supiese quién lo haya muerto”. Cuándo fuere encontrado un cadáver JaJaL (‫חלל‬, cadáver) implica JiLuL Shabat (‫שבת‬ ‫חלול‬, desacralización del Shabat). Un cadáver, que representa la muerte, es lo opuesto del Shabat, del cual se dice: “Aquellos que gustan de ella merecen la vida” (liturgia de Musaf del Shabat). De aquí aprendemos que desacralizar la santidad del Shabat es equivalente a desacralizar la santidad de la vida humana (Likutey Moharán I, 207:4).

Parashat Ki Tetzé

21:10 “Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos y Dios, tu Señor, los entregue en tu mano y los hagas cautivos”. Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos y Dios, tu Señor, los entregue en tu mano y los hagas cautivos

El Rebe Najmán relaciona el texto de la Torá sobre salir a la guerra con la batalla de cada persona con su propia inclinación al mal: “Tus enemigos” - esto referencia a la inclinación al mal.

hace

“Dios, tu Señor, los entregue en tu mano” - esto también puede ser traducido como “ellos entreguen a Dios, tu Señor, en tu mano”. En otras palabras, la mala inclinación trata de persuadir a la persona de que se ha vuelto un Tzadik y que puede “gobernar sobre Dios” mediante sus plegarias (Moed Katán 16b).

“Y los hagas cautivos” - la persona puede vencer a la inclinación al mal utilizando la misma cosa con la cual ésta intenta vencerla: a saber, la arrogancia. Afirman nuestros Sabios: “Cuando la persona es orgullosa, Dios dice, ‘Yo y ella no podemos habitar en el mismo mundo’” (Sotá 5a). En su lugar, es necesario practicar la humildad y responder a la mala inclinación: “¿Cómo es posible que pueda gobernar cuando soy orgulloso y Dios no reside conmigo?” (Likutey Moharán I, 107). Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos y Dios, tu Señor, los entregue en tu mano y los hagas cautivos

Las Escrituras utilizan la misma expresión de “salir” cuando hablan de dedicarse a los negocios, como está escrito, “Regocíjate, Zebulún, en tu salir” (Deuteronomio 33:18). El Rebe Najmán explica la conexión como sigue: “Cuando salgas” - esto hace referencia a los negocios. El ámbito de los negocios es un campo de batalla en el cual la persona debe luchar en contra de su mala inclinación para mantener su honestidad e integridad. “A la guerra contra tus enemigos” ése es el momento de la guerra con los enemigos -i.e., las fuerzas del mal- que

han atrapado las chispas de santidad caídas. La Kabalá enseña que la misión del hombre es recolectar las chispas y elevarlas hacia su nivel original. Mediante el “toma y daca” honesto de los negocios, uno “toma” las chispas caídas en los objetos que vende o que negocia y los “da” a un nivel más elevado. “Y Dios, tu Señor, los entregue en tu mano” - las manos representan la fe, como está escrito, “Sus manos eran fe” (Éxodo 17:12). Cuando la persona lleva a cabo sus negocios con fidelidad y honestidad, extrae y eleva las chispas de santidad hundidas en el lado del mal.

“Y los hagas cautivos” - esto hace referencia a la Torá, como está escrito, “Subiste a las alturas; tomaste un cautivo” (Salmos 68:19; ver Rashi). Si, al llevar a cabo los negocios, unes tus pensamientos con la Torá, podrás ganar la guerra (Likutey Moharán I, 280:2-3). Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos y Dios, tu Señor, los entregue en tu mano y los hagas cautivos Hay cosas que proceden en un orden apropiado en la vida de la persona y otras que se oponen a su voluntad. Este versículo alude a cómo uno puede asegurarse de que su vida se

desarrolle sin contrariedades: “Cuando salgas a la guerra” cuando las cosas se opongan a tu voluntad y no sucedan de acuerdo a lo planificado, “Dios, tu Señor, los entregue en tu mano” - Dios ayudará a que tu vida se desarrolle de una manera apropiada y ordenada, siempre y cuando “los hagas cautivos” - i.e., atraigas la Divinidad hacia ti y te unas constantemente a ella con tus pensamientos. Cuando llegues a reconocer que todo proviene de Dios incluso aquellas cosas que parecen oponerse a ti- y anules tus deseos ante Dios, entonces Dios eliminará las cosas que se oponen a tu voluntad y tu vida se

desarrollará

con Moharán II, 82:4).

suavidad

(Likutey

21:17 “Sino que reconocerá al primogénito, hijo de la odiada, dándole una porción doble de todo lo que posea, porque él es el principio de su vigor; a él, pues, pertenece el derecho de primogenitura”. Porque él es el principio de su vigor; a él, pues, pertenece el derecho de

primogenitura El primogénito recibe una doble porción de la herencia debido a que la fuerza de su nacimiento fortalece todos los subsiguientes nacimientos (i.e., en virtud de su nacimiento, sabemos que sus progenitores son fértiles). El Rebe Najmán enseña que el nacimiento se compara con la plegaria, que también se caracteriza por una doble porción: alabanza a Dios y pedidos por el futuro (Likutey Moharán I, 2). El rabí Natán agrega que así como el primogénito demuestra la fertilidad de sus progenitores, la plegaria corrobora su propia eficacia. La primera vez (o

veces) en que la persona ora por algo, hasta que es respondida, no sabe si sus plegarias darán fruto. Una vez que perciba que sus plegarias son respondidas, continuará orando a Dios (Likutey Halajot VIII, p. 100b-101a).

22:1 “Si vieras extraviado al buey de tu hermano o una res de su ganado menor, no te apartarás de ellos con disimulo; sin falta los harás volver a tu hermano”. Si vieras extraviado al buey de tu

hermano ¿Por qué la Torá utiliza la palabra “ver” en referencia a encontrar el buey perdido de otra persona? Aquel que pone sus ojos en el objeto perdido de otro con la intención de retornarlo atrae sobre sí la “visión” de Dios (i.e., la Providencia Divina). Aquel que no mira el objeto perdido de otra persona con la intención de devolverlo daña la Providencia Divina, haciendo que se aleje de él (Likutey Halajot VIII, p. 55b).

22:2 “Y si tu hermano no está cerca de ti o tú no le

conoces, lo recogerás dentro de tu casa y estará contigo hasta que lo busque tu hermano y se lo devolverás”. Hasta que lo busque tu hermano y se lo devolverás Nuestros Sabios enseñan que cuando el niño está en el vientre de su madre, se le enseña toda la Torá y se le muestra todo lo que debe lograr en este mundo. Pero cuando el niño nace, olvida todo lo que ha aprendido (Nidá 30b).

Cada individuo ha olvidado, o

perdido, el conocimiento de su misión en la vida y debe dedicarse a recordarlo. El Tzadik encuentra todo lo que se ha perdido. La persona debe por lo tanto viajar para estar con el Tzadik y recuperar lo que ha perdido. Sin embargo, el Tzadik no se lo entregará inmediatamente. En su lugar, le hará una prueba para ver si es sincera en su deseo de santidad y de cercanía a Dios (Likutey Moharán I, 188). El rabí Natán agrega que cuando la persona peca, pierde sus chispas de santidad. Los Tzadikim están siempre buscando esas chispas para hacerlas retornar a su ámbito apropiado (Torat Natán #1; Likutey Halajot, Birkat HaPeirot

5:1).

22:3 “Así también harás con su asno y así harás con su vestido y así harás con toda cosa perdida de tu hermano, que se le hubiere perdido y tú la hubieres hallado; no podrás disimularlo”. Devolver un objeto perdido Mientras el dueño no haya perdido la esperanza de encontrar el objeto perdido, aquel que lo encuentre deberá retornarlo.

Si el dueño ha perdido la esperanza, el objeto perdido puede ser guardado (Bava Metzía 22b; ver Joshen Mishpat 259 para las leyes de cómo es posible saber cuándo un objeto puede ser retenido).

“Devolver un objeto perdido” también implica hacer que retornen a Dios las almas perdidas. Mientras esas almas extraviadas no hayan perdido la esperanza de tener una relación con Dios, continuarán siendo propiedad de su Dueño (y la persona deberá seguir tratando de acercarlas). Pero si piensan que están demasiado alejadas de Dios y abandonan la esperanza de retornar a Él, son “retiradas” de la propiedad de su Dueño (Likutey Halajot VIII, p. 41b-42a).

22:5 “No vestirá la mujer traje de hombre, ni vestirá el hombre ropa de mujer, porque todo aquel que hace esto es abominación para Dios, tu Señor”. No vestirá la mujer traje de hombre, ni vestirá el hombre ropa de mujer El hombre representa la Torá. La mujer representa la plegaria. Al igual que la mujer que, conceptualmente, pide por sus necesidades, la persona que ora delante de Dios no debe demandar que

las cosas sucedan como quiere, sino sólo pedir la ayuda de Dios. Sin embargo, cuando se trata del estudio de la Torá, uno debe actuar con GueVuRá (‫גבורה‬, fuerza) -que contiene las mismas letras que GueVeR (‫גבר‬, hombre)demandando alcanzar sus objetivos. La persona no debe “cambiar las ropas” i.e., no debe ser demandante en la plegaria ni encarar sus estudios de una manera sumisa (Likutey Halajot IV, p. 486). No vestirá la mujer traje de hombre, ni vestirá el hombre ropa de mujer El hombre representa la verdad y la comprensión. La mujer representa la fe y la capacidad de saber cuándo no se debe

profundizar en las cosas que están más allá de los parámetros de nuestro intelecto. La persona debe tener cuidado y nunca intercambiar sus “ropas” - es decir, cambiar de la vestimenta de la verdad a una vestimenta de mentira, o a una falsa fe o idolatría. Es necesario tener cuidado y no confiar en la fe cuando algo puede ser comprendido (i.e., se debe buscar la verdad), pero al mismo tiempo se debe tener cuidado y no tratar de comprender aquello que está más allá de uno (i.e., se debe tener fe). Está prohibido intercambiar esas “vestimentas” (Likutey Halajot IV, p. 422). No vestirá la mujer traje de hombre, ni vestirá el hombre ropa de mujer

Intercambiar las ropas inmoralidad (Rashi).

lleva

a

la

El hombre representa la verdad. La mujer representa la fe. Antes de comer del Árbol del Conocimiento, Adán y Eva no estaban vestidos, significando que la verdad de Dios estaba claramente manifiesta. Sin embargo, después del pecado de comer del Árbol, el Otro Lado pudo aferrar a la verdad y a la fe y utilizarlas de manera engañosa. Ahora necesitamos llevar vestimentas para filtrar la verdad y la fe, para reconocer lo que es verdad y lo que es mentira. Nuestra tarea se dificulta por el hecho de que el Otro Lado se nutre de esas

ropas, “vistiendo” las cosas para hacer que lo falso parezca verdadero. Las ropas del hombre provienen de las “vestimentas de verdad”, mientras que las ropas de la mujer provienen de las “vestimentas de fe”. Al comienzo Adán y Eva no llevaban ropa alguna, pues la verdad (el conocimiento de Dios) y la fe en Dios eran una sola cosa. La prohibición de utilizar ropas del género opuesto significa que nunca debemos intercambiar la verdadera fe por una fe falsa. Rashi explica que intercambiar las vestimentas lleva a la inmoralidad, que surge de los argumentos convincentes del Otro Lado, tentándonos a intercambiar la verdad

por la mentira (Likutey Halajot IV, p. 470494). No vestirá la mujer traje de hombre, ni vestirá el hombre ropa de mujer La ropa representa la comprensión de la Divinidad. La prohibición de utilizar vestimentas del género opuesto sugiere que la persona no debe profundizar en los misterios y enseñanzas de la Torá que se encuentran más allá de su comprensión. Por otro lado, aquel que posee un gran intelecto no debe contentarse con “utilizar la vestimenta” de aquellos que tienen un intelecto menor, sino que debe servir a Dios desde su nivel más elevado (Likutey

Halajot IV, p. 484-243a).

22:6 “Cuando se encuentre algún nido de pájaro delante de ti en el camino, en cualquier árbol o sobre la tierra, con polluelos o huevos, estando la madre echada sobre los polluelos o sobre los huevos, no tomarás la madre juntamente con los hijos”. Cuando se encuentre algún nido de

pájaro delante de ti en el camino “Cuando se encuentre... delante de ti” - no que fue puesto delante de ti (Julín 139a).

El Zohar afirma que el “nido de pájaro” hace referencia al exilio de la Presencia Divina (Tikuney Zohar, Introducción p. 12b). Ostensiblemente, la Presencia de Dios está oculta en el exilio y las fuerzas del mal parecen tener el control. Sin embargo, un nivel oculto de Divinidad continúa sustentando a todas las cosas, incluso a las fuerzas del mal. Aquel que “encuentra algún nido de pájaro” -i.e., aquel que siente que ha

llegado a la Presencia Divina en este exilio- reconoce la existencia revelada de la Divinidad y retorna al dominio de Dios. Entonces puede “soltar a la madre”, lo que representa la Presencia de Dios oculta que impregna la creación. Reconoce que el dominio de Dios está en todas partes y es alguien que tiene un Dios, aunque no lo experimente de manera abierta. Reconociendo que Dios está verdaderamente en control de las cosas, podrá retener entonces los “polluelos” i.e., podrá elevar las almas perdidasporque ha demostrado que las fuerzas del mal no tienen ningún poder real (Likutey Halajot, p. 128a).

Cuando se encuentre algún nido de pájaro delante de ti en el camino, en cualquier árbol o sobre la tierra... estando la madre echada sobre los polluelos o sobre los huevos, no tomarás la madre juntamente con los hijos “Cuando se encuentre delante de ti” - no que ya es tuyo o que está en tu posesión (Julín 139a).

El “árbol” hace referencia al Árbol del Conocimiento; los “polluelos y huevos” hacen referencia a la Torá y a las mitzvot. Aquel que habita en este mundo sin servir a Dios aún no ha aclarado ni purificado su porción de

daat (conciencia de Dios). Sin embargo, la Torá y las mitzvot lo están esperando y pueden ayudarlo a alcanzar su objetivo. Sin embargo, la “madre” está echada sobre los polluelos y los huevos. HaEm (‫האם‬, la madre) simboliza los intelectos trascendentes asociados con Biná, que es conocida como IMa (‫אמא‬, madre). Estos intelectos trascendentes se encuentran en la Torá y en las mitzvot, al igual que en todo lo que sucede a nuestro alrededor y están más allá de la comprensión de la persona común. Por lo tanto la Torá advierte: “No tomarás a la madre” - no intentes comprender aquello que está más allá de tu

capacidad. Toma sólo lo que puedas, sea en el estudio de la Torá, en la plegaria, en las mitzvot, y demás. Por otro lado, la persona que ha trabajado y alcanzado elevados niveles en el servicio a Dios puede tomar a la madre junto con los polluelos y los huevos. Sus devociones más grandes le permiten acceder a los intelectos trascendentales que se encuentran en la Torá, en las mitzvot y en la vida diaria (Likutey Halajot V, p. 272-137a-274). Estando la madre echada sobre los polluelos o sobre los huevos... soltarás a la madre, pero podrás tomar los hijos para ti, para que te vaya bien y

para que prolongues tus días El honor y la gloria son conocidos como la “madre de toda la vida” (Génesis 3:20), pues todo en la creación está enraizado en la gloria de Dios (cf. Isaías 43:7). “Madre” hace referencia al honor y “polluelos” hace referencia a las almas que nacen en este mundo. La Torá nos dice que debemos evitar el orgullo y no buscar el honor para nosotros. Si “soltamos a la madre” -si huimos del honor- entonces podremos “tomar los hijos” - podremos proteger y nutrir nuestras almas, dado que muchas almas se han perdido debido a la búsqueda del honor y de la gloria. Si sigues este consejo, “te irá bien y

prolongarás tus días” - si el honor se presenta y nosotros se lo ofrecemos a Dios, mereceremos una buena y larga vida (Likutey Halajot V, p. 254). Estando la madre echada sobre los polluelos o sobre los huevos... podrás tomar los hijos HaEm (‫האם‬, la madre) alude a Biná -que corresponde a IMa (‫אמא‬, madre)- y a las Sefirot Superiores (los Intelectos). Los “polluelos y huevos” corresponden a Zeir Anpin, las Seis Sefirot Inferiores. Se nos prohíbe “tomar a la madre” - i.e., tratar de comprender aquello que es trascendente. Lo que sí podemos y debemos es “tomar los huevos” - i.e.,

trabajar para alcanzar la comprensión que está dentro de nuestras posibilidades. Debemos conocer nuestras limitaciones y utilizar nuestros poderes con plenitud (Likutey Halajot IV, p. 89a-178). Estando la madre echada sobre los polluelos o sobre los huevos... soltarás a la madre Los “polluelos y huevos” representan las almas que son débiles y que están lejos de Dios debido a sus pecados. La persona que desee acercar esas almas deberá “soltar a la madre” i.e., alejar a los intelectos que llevaron a esas almas al mal sendero. Debe

enseñarles a comenzar de nuevo con un acercamiento fresco, no como si sus días fueran “la misma vieja cosa”, sino como si cada día fuese una nueva creación (Likutey Halajot IV, p. 99a). Estando la madre echada sobre los polluelos o sobre los huevos... soltarás a la madre Los “polluelos y huevos” representan las almas que son débiles y que requieren alimento y protección de la “madre” - i.e., del Tzadik. Esas almas deben ser protegidas en lugar de rechazadas. Sin embargo, está la mitzvá de “soltar a la madre” para que las almas puedan madurar por sí mismas y

encontrar su rectificación (Likutey Halajot IV, p. 184).

22:7 “Sin falta soltarás a la madre, pero podrás tomar los hijos para ti, para que te vaya bien y para que prolongues tus días”. Soltarás a la madre, pero podrás tomar los hijos para ti “Soltarás a la madre” - aunque tu intención sea llevar a cabo una mitzvá con ella (Julín 138b).

Los “polluelos” representan las almas perdidas que han descendido hacia la degradación y la humillación de este largo exilio - i.e., han caído hacia niveles deshonrosos. Mediante el arrepentimiento, podemos ayudarlas a restaurar su gloria y honor anteriores. La gloria de Dios las sustenta en todo momento, dado que la gloria es la “madre de toda la vida” (Génesis 3:20). Pero cuando la persona comienza a arrepentirse, no debe tomar ninguna gloria y honor para sí misma. Deberá “soltar” esa gloria: deberá hacerla retornar a Dios. Entonces podrá llegar a las almas perdidas y elevarlas en arrepentimiento.

Además, no se debe buscar la gloria ni siquiera con la intención de hacer una mitzvá tal como la purificación de un leproso (ver Levítico 14). El proceso de purificación de un leproso utilizaba dos pájaros. Si uno de esos pájaros es un pájaro hembra madre tomado del nido cuando está sobre los polluelos, aquel que lo toma, toma la gloria para sí mismo. ¿Cómo es de esperar entonces que se vuelva puro si codicia el honor? (Likutey Halajot V, p. 256). Soltarás a la madre “Soltarás” - incluso cien veces (Bava Metzía 31a).

El “nido de pájaro” hace referencia al exilio y también a las almas que están lejos de Dios. La “madre” hace referencia a los pensamientos. Los “polluelos y huevos” hacen referencia a las buenas acciones de la plegaria y del estudio de la Torá. Si la persona está en el exilio -si ha pecado y ha hecho que su mente se alejara de Dios- y desea volver a realizar buenas acciones, no deberá prestarles atención a las confusiones y a las dudas que acosan su mente. No deberá prestarles atención alguna a esos pensamientos sino continuar haciendo lo que esté tratando de hacer, así sea con la

plegaria, con el estudio y demás. Si los pensamientos continúan volviendo, deberá “soltarlos”, alejarlos una y otra vez, hasta que no vuelvan más (Likutey Halajot V, p.130 a-260-131 a). Para que prolongues tus días Ajer vio a un joven obedecer la orden de su padre de trepar a un árbol y soltar a la madre que estaba sobre el nido. Cuando el joven descendió, cayó y murió. Ajer dijo, “¿Dónde está la prolongación de los días que la Torá le prometió a ese hombre?”, y se volvió un hereje. No comprendió que “prolongar los días” hace referencia a la vida en el Mundo que Viene, que es eterno (Julín 142a).

La Torá nos dice que determinadas mitzvot son propicias para obtener ciertas recompensas. La mitzvá de soltar a la madre trae una larga vida. Obedecer a los padres trae una larga vida. Usar tzitzit protege de la inmoralidad. Si, en el curso de la realización de cualquiera de estas mitzvot, alguien comete un acto inmoral, ¿debería perder toda esperanza en la promesa de la Torá? Ciertamente no. Pues las mitzvot tienen un enorme poder para proteger a la persona y traer bendición y abundancia. Sin embargo, el hecho de que alguien sucumba al pecado mientras está llevando a cabo una mitzvá surge del hecho de que Dios tiene un designio

específico para cada una de las personas, en cada una de las circunstancias. Cada persona recibe una prueba diferente de acuerdo a cómo Dios percibe sus necesidades individuales y los beneficios que puede lograr a partir de esa prueba. Pues los pensamientos de Dios son muy profundos y hay cosas que no podemos comprender en absoluto (Likutey Halajot IV, p. 126-64a).

22:8 “Cuando edifiques una casa nueva, harás un parapeto a tu techo, para que no traigas delito de

sangre sobre tu casa, si de allí cayere alguno”. Cuando edifiques una casa nueva, harás un parapeto a tu techo La Torá especifica una casa “nueva”, aunque los techos de las casas viejas también requieren un parapeto para impedir que la gente se caiga. El énfasis puesto en “nueva” significa que la casa debe ser utilizada para la renovación: dentro de sus paredes, la persona debe dedicarse constantemente a renovar su compromiso con la Torá. Para tener éxito, debe construir un parapeto para su “techo” - es decir, para

su intelecto. Debe tener cuidado y no ir más allá de sus limitaciones y capacidades. De otra manera, “podría caer de allí” (Likutey Halajot VIII, p. 259a). Harás un parapeto a tu techo, para que no traigas delito de sangre sobre tu casa “Tu techo” hace referencia a tu mente. Debes hacer un parapeto alrededor de tu mente, para protegerla de los malos pensamientos. Si no cuidas tu mente, serás culpable de “traer delito de sangre sobre tu casa”, pues terminarás envenenando toda tu sangre con el mal que permitiste que se filtrara dentro (Likutey Halajot VIII, p. 287a).

Cuando edifiques una casa nueva Las letras finales de las palabras kI tivneH baiT jadaSh (“Cuando edifiques una casa nueva”) deletrean la palabra SheTIáH (‫)שתיה‬, haciendo referencia a la Even HaSheTIáH, la Roca Fundacional de la cual se extrajo el mundo (Ioma 53b) y sobre la cual se construyó el Templo. Todos los hogares del pueblo judío están enraizados en el Templo, la fuente de la santidad (Likutey Halajot VIII, p. 289b). Cuando edifiques una casa nueva, harás un parapeto a tu techo, para que no traigas delito de sangre sobre tu

casa Una “casa nueva” hace referencia al Tercer Templo. Si deseas ayudar a reconstruir el Tercer Templo, deberás hacer un parapeto para tu “techo” - i.e., tu intelecto. No vayas detrás de aquello que está más allá de tu capacidad de comprensión. De otra manera, harás que se derrame sangre - le abrirás la puerta al pecado. El “parapeto” te protegerá del pecado (Likutey Halajot II, p. 164a).

22:9 “No sembrarás tu viña con diversas especies de semillas, no sea que se

declare prohibido todo el fruto, así la semilla que siembres como el producto de la viña”. No sembrarás tu viña con diversas especies de semillas Cada tipo de semilla toma las bendiciones de Dios de su propia fuente. Cuando son plantadas por separado, cada semilla atrae las bendiciones de Dios en cantidades que podemos manejar. Mezclar semillas invoca una sobreabundancia de bendición que genera demasiada luz, la cual no podemos soportar. Las bendiciones de

Dios sólo son beneficiosas cuando son recibidas de manera mesurada (Likutey Halajot IV, p. 270). Kilaim - mezclas prohibidas e híbridos La Torá puede ser un elixir de vida o una poción mortal. Si la persona lo merece, será un elixir de vida, iluminando el sendero de la verdad. Si es indigna, se transformará en una poción mortal y la Torá misma extraviará aún más a la persona (Ioma 72b).

Las 600.000 letras de la Torá son un paralelo de las 600.000 almas del pueblo judío (cada una de las cuales posee, a su vez, muchas ramificaciones). Cada alma se nutre específicamente de

su raíz en la Torá. Cuando un judío lleva a cabo una mitzvá, ilumina en su raíz la letra de la Torá de su alma, acercándose a Dios. Cuando peca, produce un daño en esa letra, alejándose de Dios. Aquel que comete muchos pecados hace que las letras de la Torá asuman diferentes combinaciones, produciendo un alejamiento mayor aún. El término hebreo genérico para la mezcla de sustancias prohibidas es KiLAim (‫)כלאים‬, que es similar a iKaLE (‫יכלא‬, resistir o detener). Aquel que hace kilaim mezclando semillas, cruzando especies diferentes de animales o combinando lana con lino en una misma vestimenta produce resistencia en contra

del servicio a Dios (Likutey Halajot V, p. 177a-354). Sin embargo, está permitido utilizar shatnez (lana y lino) si se colocan tzitzit que contienen hilo de lana teñido de azul tejelet a una prenda de lino (Iebamot 4b). La combinación es shatnez, pero la mitzvá de los tzitzit es una rectificación para los kilaim (Likutey Halajot V, p. 178a).

22:10 “No has de arar con buey y asno juntos”. No has de arar con buey y asno juntos Los animales ritualmente puros

representan los buenos pensamientos. Los animales ritualmente impuros representan los malos pensamientos (ver Likutey Moharán I, 233). No es posible “arar” en la vida con ambas clases de pensamientos juntos (Likutey Halajot V, p. 374). No has de arar con buey y asno juntos La ley judía prohíbe cruzar diferentes clases de animales, al igual que atarlos juntos para trabajar con ellos. ¿Por qué, entonces, la Torá sólo menciona al buey y al asno? El buey representa a todos los animales puros. El asno representa a

todos los animales impuros. Cuando Iaacov volvió de la casa de Labán, le envió un mensaje a Esaú: “Tengo bueyes y asnos” (Génesis 32:6) - indicando que había subyugado ante Dios a todas las clases de “animales” (i.e., sus deseos materiales, incluso los permitidos) (Likutey Halajot V, p. 374). No has de arar con buey y asno juntos El buey y el asno representan dos tipos de cosas malas (ver Zohar I, 166b).

El buey y el asno aluden a Esaú y a Ishmael, los nombres genéricos para las fuerzas del mal. Todo lo que se haga para mezclar las cosas -tales como

cruzar animales de diferentes especies, hacer que animales diferentes trabajen juntos y demás- aunque el acto o la intención sean inicialmente puros, le da fuerza al Otro Lado. Cuando Iaacov volvió de la casa de Labán, le envió a Esaú rebaños de animales, cada rebaño por separado (Génesis 32:17). Pues Iaacov fue capaz de mantener todo en su propio lugar y no mezclar las cosas (Likutey Halajot V, p. 189a).

22:11 “No vestirás shatnez una mezcla de lana y lino”. No vestirás shatnez - una mezcla de

lana y lino La lana representa jesed (el atributo de la bondad). El lino representa guevurot (los atributos del juicio). Ambos atributos son completamente opuestos y nunca pueden juntarse, excepto por un ser humano. Debido a que el ser humano tiene daat (intelecto), tiene la capacidad de unir los opuestos. Aunque la persona tenga permitido coser la lana y el lino juntos, no puede usar esa vestimenta. Ello se debe a que, a causa el pecado de Adán al comer del Árbol, todo en este mundo contiene una mezcla de bien y de mal. Cuando dos opuestos se juntan en una vestimenta que

no es en aras de una mitzvá, el Otro Lado se alimenta de esa ropa y el mal no puede ser mitigado. El daat formado a partir de la unión de la lana y del lino crea el daat del Otro Lado. Pero cuando dos opuestos se unen en una vestimenta en aras de una mitzvá -por ejemplo, cuando se colocan en una prenda de lino tzitzit que contienen hilo de lana teñido de azul tejelet- entonces se permite usar el shatnez, pues el daat formado por la unión de la lana y del lino es un daat sagrado (Likutey Halajot V, p. 200a-400). No vestirás shatnez - una mezcla de lana y lino La lana representa bondad - la luz

de Dios iluminándonos a través de los Tzadikim. El lino representa la materia la luz oculta de Dios. Uno puede utilizar vestimentas de lana o vestimentas de lino, pero no una vestimenta que tenga ambas clases de hilos. En ese caso, la materia oscurece la luz e impide que ésta pueda brillar. Sin embargo, es posible combinar lana y lino para ponerle tzitzit que contienen hilos de lana de azul tejelet a una prenda de lino. Dado que los tzitzit son una mezcla, la luz de la mitzvá ilumina por sí misma y la materia no obstruye la luz (Likutey Halajot V, p. 204a). No vestirás shatnez - una mezcla de lana y lino... haz para ti hilos

retorcidos en las cuatro esquinas de tu vestimenta Las vestimentas se hicieron necesarias luego del pecado de Adán. En el Jardín del Edén, Adán y Eva usaban “vestimentas de luz [de Divinidad]” (Tikuney Zohar #58, p. 92b; ver también Bereshit Rabah 20:12). Después del pecado, se hizo necesario fabricar telas (primariamente de lana y de lino). Originalmente, el hombre fue diseñado para beneficiarse de la luz de Dios de manera directa, pero luego del pecado de Adán ésta le llega “vestida” y oculta dentro de “vestimentas”. Esas vestimentas están representadas por los querubines ubicados a la entrada del

Jardín del Edén (Génesis 3:24), por donde el hombre, de alguna manera, debe ahora pasar para retornar al Jardín del Edén, a la luz de Dios. La lana hace referencia a la gran luz de Dios; el lino hace referencia a los juicios y a las restricciones (i.e., vestimentas). El lino no debe mezclarse con la lana pues los juicios y las restricciones oscurecen la luz de Dios en lugar de revelarla. Sin embargo, la mitzvá de los tzitzit combina la lana y el lino (si uno tiene una vestimenta de lino de cuatro esquinas, puede colocarle tzitzit que contengan hilos de lana teñidos de azul tejelet), pues llevar a cabo la mitzvá de los tzitzit anula los

efectos negativos de la lana y del lino y revela la luz de Dios (Likutey Halajot I, p. 58). Lana y lino... hilos retorcidos La lana y el lino son opuestos. La lana representa un nivel muy elevado mientras que el lino representa un nivel muy bajo. Cuando Caín y Abel llevaron sus primeras ofrendas a Dios, Caín trajo semillas de lino (una ofrenda magra), mientras que Abel llevó lana de oveja (una ofrenda respetable) (Génesis 4:3-4). Los tzitzit, que combinan hilos de lana con una vestimenta de lino, representan el poder de llevar hacia Dios incluso a los niveles más bajos (Likutey Halajot I, p.

34a).

22:23 “Si alguna joven, virgen, fuera comprometida con un hombre y alguien la encuentra fuera y se acuesta con ella”. Alguien la encuentra fuera Si ella se hubiese quedado en su casa, él no la habría encontrado (Rashi).

La persona debe trabajar para alcanzar y mantener la santidad interior de una “casa”, con “paredes” que la

protejan del pecado. Si baja la guardia, se verá transformada en el nivel de “fuera”, donde existe el peligro (Likutey Halajot IV, p. 50).

23:6 “Pero no quiso Dios, tu Señor, escuchar a Bilaam; antes, Dios, tu Señor, te convirtió la maldición en bendición, porque te amaba Dios, tu Señor”. Pero no quiso Dios, tu Señor, escuchar a Bilaam; antes, Dios, tu Señor, te convirtió la maldición en bendición

Bilaam siempre buscaba lo peor en cada persona y trató de sacar lo peor de los judíos. Intentó hacerle recordar a Dios que los judíos habían pecado seriamente al hacer el becerro de oro (ver Rashi sobre Números 24:1). Pero Dios no ve las cosas de la misma manera que Bilaam. Cada vez que Bilaam y los de su calaña buscan el mal en los judíos, Dios busca el bien al comparar el mal de los judíos con el mal de las naciones. Así, no sólo Bilaam no pudo maldecir a los judíos, sino que Dios utilizó las malas intenciones de Bilaam para beneficiar a los judíos y transformar sus maldiciones en bendiciones. Cuanto más trataba Bilaam de despertar el mal en

los judíos, más notaba Dios sus buenas acciones (Likutey Halajot V, p. 268a-536).

23:11 “Cuando haya en medio de ti alguno que no fuera puro por razón de emisión nocturna, saldrá fuera del campamento y no entrará en él”. La rectificación para aquel que ha tenido una emisión en vano es acercar a la gente a Dios. Las letras de la palabra KeRI (‫קרי‬, simiente emitida en vano) pueden reordenarse para formar la

palabra IaKaR (‫יקר‬, valioso) - i.e., traer almas valiosas de retorno a Dios (Likutey Moharán I, 14:final).

23:15 “Porque Dios, tu Señor, anda en medio de tu campamento, para liberarte y para entregar tus enemigos delante de ti; por lo mismo tu campamento ha de ser santo, no sea que Él vea en medio de ti cosa abominable y se aparte de ti”.

Tu campamento ha de ser santo En el desierto, los judíos estaban divididos en tres campamentos principales: Cohanim, Levitas e Israelitas. Estos corresponden a las tres divisiones del intelecto -Jojmá, Biná y Daat- que conforman una barrera en contra de la inmoralidad (Likutey Moharán II, 8:13), para que la mente pueda alcanzar el carácter de un campamento santo.

23:24 “Más lo que hubiere salido de tus labios, lo guardarás y cumplirás

conforme prometiste a Dios, tu Señor, espontáneamente y lo has pronunciado con tu boca”. Más lo que hubiere salido de tus labios, lo guardarás y cumplirás conforme prometiste a Dios “De tus labios” - esto hace referencia específicamente a una promesa de dar caridad (Rosh HaShaná 6a).

Aquel que practica la caridad con generosidad le da fuerza a la espiritualidad asociada con la boca - y eso permite que el Tzadik diga palabras

de Torá (Likutey Moharán II, 15:1).

23:25 “Cuando entres en la viña de tu prójimo, podrás comer uvas a tu gusto, hasta saciarte, mas no las pondrás en tu canasto”. Podrás comer uvas a tu gusto, hasta saciarte, mas no las pondrás en tu canasto Cuando la persona come más de lo que necesita, la comida en exceso puede serle dañina.

Todo tiene una fuente de la cual toma su vitalidad. Los alimentos obtienen su vitalidad de la persona que los ingiere - i.e., cuando uno consume alimentos para sustentarse, el alimento mismo es sustentado por la persona a la cual tiene que nutrir. Pero cuando uno come más de lo que necesita, la comida en exceso no tiene de dónde recibir vitalidad, dado que la persona no tiene necesidad de ella. Es como si la persona pusiera el exceso de alimento en una canasta - ciertamente no recibirá vitalidad de allí. En su lugar, el alimento busca su vitalidad tomándola de la propia vitalidad de la persona.

Así, el versículo dice: “Podrás comer uvas a tu gusto” - pero no comer en exceso (ver Bava Metzía 87b). “Mas no las pondrás en tu canasto” - pues no tienes necesidad de ello (Likutey Moharán I, 257).

24:1 “Cuando uno tome mujer, casándose con ella y suceda que si ella no le agrada, por haber él hallado en ella alguna cosa torpe, le podrá escribir carta de divorcio y, poniendo ésta en

mano de ella, despedirla de su casa”. Cuando uno tome mujer, casándose con ella Un matrimonio judío realizado con los ritos establecidos por nuestros Sabios ayuda a que la pareja alcance el nivel del Tikún HaBrit (Rectificación del Pacto), el remedio general para la inmoralidad (Likutey Halajot VIII, p. 98b). Cuando uno tome mujer, casándose con ella Kijá (tomar) hace referencia al dinero. Es necesario ofrecerle a la mujer algo de

valor monetario para que ella quede comprometida (Kidushin 2a).

El acto del compromiso, que es llamado kidushin (literalmente, “santificación)”, se efectúa mediante kijá (tomar). Este procedimiento también alude al Tzadik, quien “toma” y reúne las almas para elevarlas y santificarlas ante Dios. La santificación se obtiene mediante el dinero. Al darle caridad al Tzadik, la persona puede ser “tomada” por el Tzadik y llevada hacia el ámbito de la santidad (Likutey Halajot VI, p. 47a-94). Le podrá escribir carta de divorcio... Si ella deja su casa y se vuelve esposa

de otro hombre Sefer keritut (carta de divorcio) significa literalmente “libro de separación”. La mujer que se divorcia debe recibir un documento escrito en el cual se indica que ella está divorciada. Esto refleja la idea de que cuando la persona se aleja de Dios, se olvida de la Torá y se olvida de que Dios aún está con ella, aunque de manera oculta. Se le da entonces el “libro” -i.e., la Torápara hacerle recordar que pese a su alejamiento de Dios, Él aún está allí. Aunque se vaya a otra parte, Dios y la Torá permanecerán con ella (Likutey Halajot VI, p. 110-56a).

Carta de divorcio Sefer keritut (carta de divorcio) significa literalmente “libro de separación”. El Rebe Najmán explica esta terminología en el relato de la Torá sobre la sotá (la mujer descarriada) (ver Números 5:11-31). El Rebe explica que a veces, aunque la mujer no haya sido deshonrada, la sola insinuación de inmoralidad de su parte puede hacer que su marido se divorcie de ella. Pues cada persona posee un aspecto de Mashíaj que es tan santo y puro que no puede perdonar el mínimo atisbo de promiscuidad. Ese espíritu de Mashíaj reside en un libro; por lo tanto, el documento que vuelve legal el divorcio

es llamado un “libro de separación” (Likutey Moharán II, 32:3).

24:4 “Su primer marido que la había despedido, no podrá volver a tomarla para que sea mujer suya, después de haberse ella deshonrado, abominación es esto para Dios; no hagas pecar, pues a la tierra que Dios, tu Señor, te da por herencia” Su primer marido... no podrá volver a

tomarla para que sea mujer suya, después de haberse ella deshonrado El poder del documento escrito de divorcio proviene de la Torá Escrita. Cada mitzvá de la Torá incluye un intelecto individual que influye positivamente sobre cada persona, de diferentes maneras. Todos esos intelectos individuales están enraizados, a su vez, en un intelecto global. Cuando la pareja se une en matrimonio, ambos toman de ese intelecto global. Pero cuando se divorcian, se separan tanto en los niveles físicos como intelectuales. En la Kabalá, el marido representa el intelecto global frente a la esposa,

que representa un intelecto individual. Así, si la mujer vuelve a contraer matrimonio, se une a un intelecto individual totalmente diferente y puede tomar nuevamente del intelecto global. Sin embargo, su raíz en el intelecto global es ahora completamente diferente. Por lo tanto no puede retornar a su primer marido (Likutey Halajot VI, p. 120).

24:9 “Acuérdate de lo que hizo Dios, tu Señor, a Miriam, en el camino, cuando saliste de Egipto”.

Acuérdate de lo que hizo Dios, tu Señor, a Miriam Calumniar daña la memoria. Al “recordar” a Miriam, grabamos en nosotros la importancia de evitar la calumnia (Likutey Halajot II, p. 178).

24:11 “Afuera quedarás en tanto que el hombre a quien has prestado te saque la prenda afuera”. Afuera quedarás El alma de la persona es sinónimo

de su riqueza y ambas provienen de la misma raíz. En un sentido, si un individuo toma dinero prestado, hipoteca su alma al prestamista. Si el prestamista entra ahora en su casa para retirar la garantía del préstamo está, en efecto, extrayendo de su ámbito el alma de la persona. En su lugar, la Torá enseña que el prestamista debe ser compasivo. Debe quedarse afuera y dejar que el prestatario saque él mismo la garantía que se le debe. A su vez deberá tratar de devolvérsela al día siguiente si éste la necesita. Que el prestamistas recuerde que cada noche le devolvemos nuestras almas a Dios sin que Él venga a

tomarlas - y pese a nuestros pecados, Dios nos devuelve nuestras almas cada mañana (Likutey Halajot VII, p. 34-43a).

24:15 “En su día le darás su salario y el sol no ha de ponerse sobre éste en tu poder, porque él es pobre y su alma depende de ello; no sea que clame contra ti a Dios; pues será pecado en ti”. En su día le darás su salario y el sol

no ha de ponerse sobre éste en tu poder Uno debe realizar las mitzvot con una alegría tal como para llegar a sentir que ha recibido su recompensa en el momento de llevar a cabo la mitzvá y no en la espera de una recompensa futura. Así, “En su día le darás su salario” - la recompensa de la persona debe provenir de las mitzvot mismas. “Y el sol no ha de ponerse sobre éste” - no debe llevar a cabo las mitzvot por la recompensa del Mundo que Viene, que es después de que “su sol se pone”, después de su muerte (Likutey Moharán I, 5:2).

En su día le darás su salario Págale a tiempo, de acuerdo a los términos del contrato, así sea por día, por semana, por mes y demás (Bava Metzía 110b).

Cada día contiene su propio canal de abundancia. En Su gran compasión, Dios nos aconseja pagarle al trabajador a tiempo y no retrasar su jornal para que pueda tener acceso al canal de abundancia de ese día (Likutey Halajot VIII, p. 143b). De manera similar, uno debe reconocer y apreciar la oportunidad de cuidar su alma, cada día y “pagarle” los

salarios que ella requiere: estudio de la Torá, mitzvot, plegarias y demás. Si la persona se retrasa, diciendo, “Hoy parece que no es un buen día para estudiar” o “Hoy mi mente no puede concentrarse en la plegaria”, dejará que el día pase sin poner ningún esfuerzo en el servicio a Dios (ibid., VIII, p. 143b144a). En su día le darás su salario Conceptualmente, el jornalero ha caído en cierta clase de servidumbre, dado que depende de su empleador. El siervo representa el olvido y la pérdida de contacto con la libertad, que está simbolizada por el Mundo que Viene.

Una vez que completa el trabajo por el cual fue contratado, el trabajador vuelve a ser un hombre libre. Así, debemos asegurarnos de pagarle a tiempo, pues el pago le permite recordar el objetivo final, el Mundo que Viene, donde reina la libertad (Likutey Halajot VIII, p. 179b). En su día le darás su salario Las iniciales de las palabras Beiomo Titén Sejaró (“En su día le darás su salario”) conforman la palabra ShaBaT (‫( )תבש‬Ari, Shaar HaPesukim, p. 198).

Trabajar para alguien representa una cierta clase de servidumbre. Completar la tarea representa la

libertad. Aquel que recibe su salario es ahora un hombre libre - correspondiente al Shabat, el día de descanso y de libertad de las tareas (Likutey Halajot VIII, p. 187b). Más aún, al llevar a cabo la mitzvá de pagarle al trabajador a tiempo, uno atrae la santidad del Shabat sobre sí, que es liberarse del trabajo, de la ira y de las frustraciones de los días de la semana (ibid., VIII, p. 191). En su día le darás su salario Cuando Adán fue maldecido con el trabajo, Dios le dijo, “Con el sudor de tu frente comerás” (Génesis 3:19). Apeja

(traducido como “frente”) significa literalmente “nariz”, haciendo referencia a la manera en que la nariz “arde” con la ira y la frustración cuando uno trata de ganarse el sustento. Así, la Torá ordena que el empleador le pague su salario al trabajador inmediatamente y que no lo haga esperar, para mitigar esa ira y frustración (Likutey Halajot VIII, p. 191a). En su día le darás su salario... porque él es pobre La ley de pagar los salarios a tiempo se aplica a todos los trabajadores, pobres o no. Cada trabajador debe recibir su salario de acuerdo al contrato que ha hecho con su

empleador, así sea por día, por semana, por mes y demás. Dios creó el mundo con el propósito de iluminar la belleza interior de cada persona. Aquel que no puede generarse su propio sustento y que debe trabajar para los demás es considerado un hombre pobre. Dado que no puede mantenerse por sí mismo, su belleza interna se oculta y no brilla. Si la gente que lo rodea se ocupa de su bienestar, sus actos de bondad, de amor y de caridad extraerán ese brillo. Si no hay tales actos de bondad, su belleza interna permanece oculta. Pagar los salarios es un acto de

bondad y de amor. Los salarios deben ser pagados a tiempo, pues cada día (o período contratado) es diferente e ilumina a partir de la luz que es prominente en ese momento. Pagar los salarios crea una atmósfera de tranquilidad y de amistad, de amor y de paz (Likutey Halajot VII, p. 78). Su alma depende de ello El trabajador arriesga su vida misma para ganar el sustento, por ejemplo trepa a una escalera muy alta o se sube a un árbol [para llevar a cabo su tarea] (Rashi).

El judío sacrifica su alma a cada momento, en cada día. Un ejemplo de ello es cuando da su dinero para

caridad. El dinero es el alma, como afirma el versículo: Veeliav hu nose et nafsho (“Su alma depende de ello”), que significa literalmente “él eleva su alma por ello”. Para ganar dinero, el judío debe primero sacrificar su alma esforzándose e incluso poniéndose en peligro. Pero más tarde, toma el dinero y lo entrega en aras de Dios. Por ello decimos que sacrifica su alma (Likutey Moharán II, 46). Su alma depende de ello El trabajador arriesga su vida misma para ganar el sustento, por ejemplo trepa a una escalera muy alta o se sube a un árbol [para llevar a cabo su tarea] (Rashi).

¿Acaso todos los trabajadores hacen un sacrificio tan extremo y ponen en peligro sus vidas al realizar sus tareas? No, pero todo aquel que entra en el ámbito del trabajo separa el bien del mal, pues el trabajo eleva las chispas de santidad que se encuentran hundidas en el ámbito del mal. Aunque el trabajo no sea físicamente peligroso, representa un sacrificio en el nivel espiritual (Likutey Halajot VIII, p. 187a). Su alma depende de ello El alma y la riqueza provienen de una misma raíz. La riqueza es la seguridad de la persona, su “pared” protectora. Pero si la persona demuestra

JeMáH (‫חמה‬, ira), quita esa JoMáH (‫חומה‬, pared) protectora. Al evitar la ira, uno protege tanto su riqueza como su alma (Likutey Moharán I, 59:5; ibid., I, 68).

24:17 “No torcerás el derecho del extranjero o del huérfano, ni tomarás en garantía la ropa de la viuda”. Ni tomarás en garantía la ropa de la viuda El alma y la riqueza provienen de

una misma raíz. Cuando una mujer se casa, su marido cubre sus necesidades y su riqueza -su alma- es bien cuidada. Pero la viuda carece de esta seguridad. Si alguien toma una garantía de ella, es como si tomara su alma, que no tiene protector. Por lo tanto no se debe tomar garantía alguna de una viuda. El profeta Jeremías hace referencia al pueblo de Israel en el momento de la destrucción del Templo comparándolo con una “viuda” (Lamentaciones 1:1). Cuando Dios sacó a los judíos de Egipto y los transformó en una nación, designó el MiShKaN (‫משכן‬, Tabernáculo) y su sucesor, el Templo, como un MaShKoN (‫משכן‬, garantía) del compromiso de los

judíos con la Torá. Cuando los judíos pecaron, Dios se tomó esa garantía. Quedando “viuda” por el exilio, la riqueza de la nación judía es tomada por las otras naciones. Cuando llevamos a cabo la mitzvá de no tomar garantías de una viuda, Dios muestra Su compasión y nos devuelve nuestra garantía - el Templo (Likutey Halajot VII, p. 90-46a).

25:3 “Cuarenta latigazos le podrá dar, pero no excederá de ello, no sea que si se excediere, dándole muchos azotes sobre éstos, tu

hermano se haga vil a tus ojos”. Cuarenta latigazos le podrá dar Aunque la Torá Escrita ordena explícitamente cuarenta latigazos, nuestros Sabios lo explican como significando cuarenta menos uno, vale decir, treinta y nueve latigazos (Makot 22a; Rashi sobre Deuteronomio 25:2).

Todas las mitzvot de la Torá están definidas por nuestros Sabios. La integridad de la religión judía depende de nuestra fe en los Tzadikim y en su interpretación de la Torá (Likutey Moharán I, 57:9).

Cuarenta latigazos le podrá dar La santidad revelada corresponde a la letra samaj (‫)ס‬, que tiene la forma de un círculo. La santidad oculta corresponde a la letra mem, cuya forma al “final” de la palabra (‫ )ם‬se asemeja a un cuadrado. La samaj (santidad revelada) toma su sustento de la mem (la santidad oculta), a la que rodea y oculta. La letra mem tiene el valor numérico de 40. Así como una corte judía puede establecer un castigo de cuarenta latigazos para una persona malvada, la mem le otorga fuerza a la

samaj que la rodea, dándole a la samaj “mem (40) latigazos” para castigar a las fuerzas del mal (Likutey Moharán I, 59:4). Además, la letra samaj alude a Maljut y a los juicios, mientras que la mem corresponde a Biná. Así, el juicio que la persona recibe -la samaj- es “mem (40) latigazos”.

25:4 “No le pondrás bozal al buey mientras trilla”. No le pondrás bozal al buey mientras trilla... Si dos hermanos habitan juntos y muere uno de ellos

Con la prohibición de ponerle un bozal al buey mientras trabaja, la Torá enseña compasión hacia los animales y consideración por sus necesidades. En un nivel más profundo, la yuxtaposición de la ley en contra de ponerle un bozal al buey y la ley del matrimonio de levirato apunta a las ramificaciones de la reencarnación. De acuerdo a la Kabalá, el matrimonio de levirato contiene las enseñanzas fundamentales sobre la reencarnación. El Ari enseña que ciertas almas reencarnan como animales (Shaar HaGuilgulim, p. 58 y sig.). Dado que la persona que peca se comporta de una

manera menos que humana, su alma debe reencarnar en un animal, como castigo y para rectificación de esos actos animales. Sobre esto, el Baal Shem Tov dijo cierta vez: “La gente come gente, la gente bebe gente, la gente cabalga sobre gente...” (tradición oral). Por supuesto, el sufrimiento de esas almas reencarnadas es indescriptible. Por lo tanto la Torá muestra compasión por ellas al ordenar: “No le pondrás bozal”. Así como al comer la persona puede alcanzar un profundo anhelo por Dios (dado que comer trae una iluminación proveniente de Keter; ver Likutey Moharán II, 7), el comer del animal le trae una revelación limitada de la luz de Keter, que puede beneficiar al alma

encarnada (Likutey Halajot VIII, p. 189b).

25:5 “Si dos hermanos habitan juntos y muere uno de ellos sin tener un hijo, no se casará la mujer del difunto fuera de la familia, con un hombre extraño; su cuñado se llegará a ella y la tomará por mujer suya, cumpliendo con ella el deber de levirato. Matrimonio de levirato

El matrimonio de levirato es un acto de amor fraternal que rectifica el odio entre hermanos demostrado por las primeras generaciones. El odio llegó al mundo como resultado del pecado de Adán - más tarde, Caín mató a Abel y Esaú trató de matar a Iaacov. La Torá, que rectifica el pecado de Adán, ordena emociones opuestas. Si un hombre muere sin tener hijos, su hermano debe venir en su ayuda y casarse con la viuda, criando así a su hijo en nombre de su hermano. Esa mitzvá fuerza al hermano vivo a exhibir amor extra y autosacrificio, rectificando el odio entre los primeros hermanos (Likutey Halajot VI, p. 80a-160-81a).

Matrimonio de levirato La Unión de la pareja tiene como objetivo traer la luz de Dios. Los parientes cercanos tienen prohibido casarse entre sí pues sus almas están muy cerca en su raíz - i.e., ambos toman de la misma luz. Por el mismo motivo, el hombre tiene prohibido casarse con la esposa de su hermano, dado que los hermanos están muy cerca en su raíz. Después de que los hermanos se casan, atraen la misma luz a través de su descendencia. Sin embargo, si uno de los hermanos muere sin tener hijos, no deja

un sendero para que la luz que ha hecho descender continúe bajando al mundo. Sin un recipiente para captar esa luz, se produce un aspecto de la Rotura de los Recipientes (tal como ocurrió al comienzo de la Creación, cuando las tremendas luces espirituales que Dios creó no tuvieron recipientes para captarlas). Por lo tanto la Torá permite el matrimonio de levirato para que el hermano vivo continúe trayendo la luz del hermano fallecido. El hecho de ser hermanos hace que esto pueda ser posible, pues ambos toman de la misma raíz (Likutey Halajot VI, p. 152-77a).

25:11 “Si dos hombres

pelean, el uno con el otro y se llegare la mujer de uno de ellos para liberar a su marido de la mano de aquel que le hiere y alargando su mano lo asiere de las partes vergonzosas”. Si dos hombres pelean Raba bar bar Janá dijo: Cierta vez estábamos viajando por el desierto y vimos esos gansos que eran tan gordos que sus plumas se les caían (Bava Batra 73b).

Todo aquel que ve a un ganso en sueños puede anticipar sabiduría (Berajot 57a).

En esta hagadá (enseñanza homilética), Raba bar bar Janá está tratando sobre el atributo de la humildad. Los gansos aluden a los jajamim (sabios). NoTzot (‫נוצות‬, plumas) es similar a iNaTzu (‫ינצו‬, “pelean”), aludiendo a la controversia y a la afrenta. El Rebe Najmán explica que los Tzadikim no les prestan ninguna atención a la controversia y a los insultos de los que son objeto. Aunque oyen que los ridiculizan, no responden. Como resultado de ese silencio, son

llamados jajamim (literalmente, “sabios”), pues “El silencio es una cerca para la sabiduría” (Avot 3:13) (Likutey Moharán I, 6:6).

25:13 “No tendrás en tu bolsa pesa grande y pesa chica”. No tendrás en tu bolsa pesa grande y pesa chica... Acuérdate de lo que hizo Amalek contigo Los judíos fueron atacados por Amalek pues habían transgredido las leyes de las pesas y las medidas (Rashi sobre

Deuteronomio 25:17).

Dedicarse a las prácticas comerciales con honestidad y aniquilar a Amalek son sinónimos. Por otro lado, la deshonestidad hace que la persona sea susceptible a la klipá de Amalek (Likutey Moharán I, 35:8). Las letras del nombre AMaLeK (‫ )עמלק‬pueden ordenarse para formar la palabra MeUKaL (‫מעקל‬, torcido) - i.e., “una justicia torcida” (ibid., II, 5:11). Así, Amalek representa la mentira y la deshonestidad (al igual que la inmoralidad y las filosofías ajenas).

25:17 “Acuérdate de lo que hizo Amalek contigo en el camino cuando saliste de Egipto”. Acuérdate de lo que hizo Amalek contigo Amalek intenta hacernos olvidar a Dios. Siempre debemos acordarnos de lo que Amalek quiere hacer, para recordar nuestra constante batalla en su contra (Likutey Halajot III, p. 36a). Acuérdate de lo que hizo Amalek contigo

Dado que Amalek representa el olvido, requerimos de un estímulo extra para recordar a este enemigo (Likutey Halajot II, p. 178). Acuérdate de lo que hizo Amalek contigo... cortó a los rezagados... y no tuvo ningún temor de Dios En la Kabalá, la plegaria y el temor corresponden a Maljut (Reinado). Aquel que no le tema a Dios y a Su autoridad será débil en sus plegarias, haciéndolo un blanco fácil para Amalek. Por lo tanto la Torá nos dice que debemos “acordarnos de Amalek” - i.e., recordar el hecho de fortalecernos en la plegaria, para vencer a Amalek (Likutey Halajot

VIII, p.103a).

25:18 “De cómo te salió al encuentro en el camino y cortó a los débiles entre los tuyos, todos los débiles que se atrasaban, estando tú fatigado; y no tuvo ningún temor de Dios”. De cómo te salió al encuentro KoRjá (‫קרך‬, “te salió al encuentro”) también puede traducirse como “te enfrió”. Él te cansó y te debilitó y, como

resultado, no te acercaste a los Tzadikim (Likutey Halajot I, p. 202). De cómo te salió al encuentro... cortó a los débiles entre los tuyos, todos los débiles que se atrasaban KoRjá (‫קרך‬, “te salió al encuentro”) es similar a KeRi (‫קרי‬, emisión en vano). Amalek representa un pacto corrompido. Dañar el pacto produce la pérdida de muchas chispas de santidad. Amalek atacó principalmente a la tribu de Dan, que se encontraba a la retaguardia de los campamentos durante sus viajes, pues muchos miembros de esa tribu eran idólatras a los cuales la Nube de Gloria había rechazado (Midrash Tanjuma, Ki

Tetzé 10). Aun así, Dan es llamado el measef (recolector) (Números 10:26), dado que esta tribu recolectaba todos los objetos perdidos -i.e., las chispas perdidas- de las otras tribus mientras deambulaban por el desierto (Likutey Halajot II, p. 190-96a). Por lo tanto debemos recordar lo que hizo Amalek y lo que él representa y siempre tratar de recolectar y de traer a los espiritualmente débiles. De cómo te salió al encuentro KoRjá (‫קרך‬, “te salió al encuentro”) es similar a KeRi (‫קרי‬, emisión en vano), implicando impureza espiritual.

KoRjá (‫ )קרך‬es también similar a KoR vejom (‫קור וחום‬, frío y caliente). Después de que los judíos dejaron Egipto “con la mano en alto” (Números 33:3), ninguna nación osó atacarlos. Pero Amalek salió a la palestra y “enfrió” el temor hacia los judíos lanzando un primer ataque. Esto puede compararse a un baño de agua hirviente al cual nadie puede entrar. Llega un sinvergüenza y salta dentro. Aunque se quema, enfría el baño para los otros (Rashi). Amalek está asociado a un pacto corrompido, que enfría el deseo de la persona de servir a Dios (Likutey Moharán I, 58:3; ibid., I, 19:5).

Cortó a los débiles entre los tuyos [VaiZaNeV (‫ויזנב‬, “cortó”) es similar a ZaNaV (‫זנב‬, cola).] Amalek cortaba los órganos circuncidados de los judíos que había atrapado y los arrojaba hacia arriba (Rashi).

Abraham fue el primero en creer en Dios y la circuncisión fue la primera mitzvá que se les dio a los judíos. Debido a que Amalek era un ateo que desafiaba a Dios, se dedicó a cortar la señal del pacto de Dios con Abraham. “Los arrojaba hacia arriba” implica la práctica de los filósofos que arrojan incluso las mitzvot prácticas hacia arriba, hacia la mente, interpretándolas como conceptos intelectuales. Esto les

da a los no creyentes la capacidad de negar totalmente las mitzvot de Dios (Likutey Moharán II, 19:3). Cortó a los débiles entre los tuyos [VaiZaNeV (‫ויזנב‬, “cortó”) es similar a ZaNaV (‫זנב‬, cola).] Amalek cortaba los órganos circuncidados de los judíos que había atrapado y los arrojaba hacia arriba (Rashi).

La “cola” simboliza a la persona común, que es como una “cola del líder” (cf. Avot 4:15). Amalek toma a la persona común y la arroja “hacia arriba” haciendo que una persona incompetente se vuelva líder de los judíos (Likutey Halajot III, p. 18).

Cortó a los débiles entre los tuyos... no tuvo ningún temor de Dios Amalek, que representa el Maljut del Otro Lado, recibe de aquellos que no temen a Dios la fuerza para batallar en contra de Maljut de Santidad (Likutey Moharán I, 135:4). Pero una vez que comienza la batalla, incluso aquellos que temen a Dios también se ven sujetos al ataque. Y si la persona no le teme a Dios, Amalek puede entonces perseguirla y capturarla (ibid., I, 56:5). Cortó a los débiles entre los tuyos Amalek atacó a los que estaban

fuera de las Nubes de Gloria. Los judíos que estaban protegidos por las Nubes de Gloria representan a aquellos que se mantienen dentro de los límites de la santidad; no son vulnerables a la influencia de Amalek. Amalek puede atacar y vencer sólo a aquellos que están fuera de los parámetros de la santidad. La principal batalla en contra de Amalek consiste en resistir su ataque contra la santidad y la fe (Likutey Halajot VIII, p. 4b). Los débiles Es difícil acercar a aquellos que son muy débiles en su servicio a Dios utilizando sólo las plegarias comunes. En su lugar, ellos requieren de una

“plegaria de juicio” (Sanedrín 44a). Es decir, requieren de las plegarias de un Tzadik que sea tan grande como para desafiar a Dios pidiéndole que los lleve hacia el campamento santo, pese a estar tan lejos de Él (Likutey Halajot I, p. 53a). Estando tú fatigado Amalek atacó tanto física como espiritualmente, intentando traer el ateísmo hacia el corazón de los judíos. Pero cada vez que Moisés levantaba sus manos al Cielo, los judíos prevalecían (Éxodo 17:11). Moisés era capaz de elevar los temores del pueblo hacia el temor a Dios (tal cual está implícito en la elevación de sus manos), permitiendo

que los judíos miraran hacia el Cielo en espera de su salvación (Likutey Halajot V, p. 462-232a). No tuvo ningún temor de Dios Hay siete clases de sabidurías (la matemática, la lógica, la retórica, etc.). Cada una de éstas puede llevar a la persona hacia Dios, pero también cada una contiene un obstáculo -asociado con Amalek- que puede hacer caer a aquel que es débil en su fe y llevarlo hacia la herejía. Así, Amalek representa a los filósofos y a los racionalistas que constantemente intentan alejar a la gente de Dios.

Sin embargo, el Tzadik que profundiza en esas siete sabidurías puede mantenerse firme debido a su fe en Dios, tal cual está escrito, “El Tzadik vive por su fe” (Habakuk 2:4) y “El Tzadik cae siete veces y se levanta” (Proverbios 24:16). Las letras finales de las palabras shevA ipoL tzadiK vekaM (“El Tzadik cae siete veces y se levanta”), conforman la palabra AMaLeK (‫)עמלק‬, el obstáculo de las siete sabidurías que hace que la gente caiga. Aunque el Tzadik caiga siete veces, siempre volverá a levantarse por medio de la fe (Likutey Moharán II, 19:2).

25:19 “Por tanto sucederá

que cuando Dios, tu Señor, te diere descanso de todos tus enemigos en derredor, en la tierra que Dios, tu Dios, te da por herencia, para que la tengas en posesión, borrarás la memoria de Amalek de debajo del cielo. No lo olvides”. Cuando Dios, tu Señor, te diere descanso... en la tierra... borrarás la memoria de Amalek La Tierra Santa tiene el poder de

vencer a Amalek, pues despierta la fuerza de Dios. Esta lección la derivamos del primer versículo de la Torá: “Bereshit bará Elohim et haShamaim veet haAretz - En el comienzo creó Dios los Cielos y la tierra”. HaAretz (‫הארץ‬, la tierra) alude a EReTz Israel (‫ארצ ישראל‬, la Tierra de Israel) y las veintiocho letras del versículo son un paralelo del valor numérico de la palabra koaj (‫כח‬, fuerza). Así, la Tierra Santa despierta la fuerza de Dios, que vencerá a Amalek (Likutey Halajot II, p. 226).

Parashat Ki Tavó 26:2 “Entonces tomarás de las primicias de todos los frutos del suelo, que recogieres de la tierra que Dios, tu Señor, te da, y las pondrás en un canasto, e irás al lugar que escogiere Dios, tu Señor, para hacer

habitar allí Su Nombre”. Las primicias de todos los frutos Estas cosas no tienen una cantidad fija: peá [es necesario dejar para los pobres una esquina del campo durante la cosecha], bikurim [las primeras frutas de cada estación, que son dadas al Cohen] y raion [el ascenso a Jerusalén durante las Tres Festividades] (Peá 1:1). Todos estos regalos son actos de caridad y representan la “primera caridad” - i.e., el comienzo de lo que uno da para caridad.

Cuando Adán comió del Árbol del Conocimiento, corrompió el alimento e hizo que las chispas de santidad quedasen atrapadas allí. Ahora, sus

descendientes deben trabajar la tierra para producir el alimento, rectificando y elevando las chispas. Sin embargo, la caridad correspondiente a peá y bikurim es extremadamente difícil de dar, porque la cosecha contiene muchas chispas de santidad que esperan ser elevadas. La caridad de peá eleva esas chispas y endulza el decreto contra Adán. La caridad de los bikurim es más grande aún, dado que los bikurim son llevados al Templo donde brilla el Rostro de Dios, despertando así el Favor Divino. Cuando ascendemos al Templo durante las Tres Festividades, invocamos el Favor Divino y merecemos ver el Rostro de Dios (Likutey Halajot I, p. 270136a).

Bikurim... diezmos Los bikurim hacen referencia a la característica de la renovación. Así como el granjero lleva cada año sus primeros frutos al Templo, de la misma manera, la persona debe tratar de renovarse cada año. La mitzvá de los bikurim nos enseña que, no importa qué problemas o dificultades estemos experimentando, siempre podemos recordar las bondades de Dios y renovar nuestra dedicación a Él. En la Torá, la mitzvá de los bikurim es seguida por la mitzvá de los diezmos, luego de lo cual Moisés dice: “Hoy Dios les ordenó” (Deuteronomio 26:16). Específicamente,

“hoy” - pues hoy es un nuevo día, ¡una posibilidad de renovación! Nuestros Sabios nos advierten que debemos mantenernos lejos del pecado, incluso del más pequeño (Avot 2:1). También nos enseñan que, no importa cómo haya actuado la persona en el pasado, nunca debe perder la esperanza (cf. Rashi sobre Deuteronomio 26:16). Cuídate del pecado y renuévate. ¡Comienza nuevamente! ¡Comienza otra vez! (Likutey Halajot IV, p. 103a-206).

26:5 “En seguida responderás y dirás en

presencia de Dios, tu Señor: ‘Un arameo trató de eliminar a mi padre, el cual, con muy pocos hombres, bajó a Egipto para morar allí temporalmente, y allí vino a ser una nación grande, fuerte y numerosa’”. Un arameo trató de eliminar a mi padre Al perseguir a Iaacov, Labán trató de aniquilar a toda la nación judía (Rashi).

El poder de Labán surge de la mentira, que está enraizada en el nivel número 50 de la impureza. Los bikurim (primeros frutos) que son llevados en Shavuot, el día número 50 desde el comienzo de la Cuenta del Omer, nos ayudan a superar a Labán y a los de su clase (Likutey Halajot IV, p. 52a). Un arameo trató de eliminar a mi padre Al perseguir a Iaacov, Labán trató de aniquilar a toda la nación judía (Rashi).

El texto de la confesión sobre los bikurim hace referencia al hecho de

haber sido salvados de Labán. Cuando reconocemos nuestra buena fortuna por estar protegidos de Labán, podemos alabar a Dios y merecer Shavuot, la recepción de la Torá (Likutey Halajot I, p. 98a). Un arameo trató de eliminar a mi padre El puente entre lo santo y lo no santo es el ámbito de lo mundano, que puede ser utilizado para propósitos puros o impuros. El puente entre el habla sagrada y el habla no santa es el Targúm (la traducción al arameo de la Torá), que

tiene el potencial tanto para lo bueno como para lo malo. Labán era un arameo y así representa el Targúm. Mediante el uso no santo de la lengua aramea, Labán trató de hacer que Iaacov cayese de la santidad hacia el mal. Pero Iaacov venció el mal en el Targúm manteniéndose alejado de un habla malvada -tal como la calumnia y las mentiras- y elevando la santidad en el Targúm, buscando un hablar bueno e.g., la Torá, la plegaria y el hitbodedut (Likutey Moharán I, 19:4). Él bajó a Egipto

“Él bajó Egipto” - compelido por la palabra [de Dios] (Hagadá de Pesaj).

Es posible superar todas las barreras que nos impiden servir a Dios expresando nuestras palabras delante de Dios en plegaria. Esto es llamado un habla perfecta. Sin embargo, cuando el habla es imperfecta, desciende al exilio, que está representado por Egipto. MiTzRaim (‫מצרים‬, Egipto) alude a MeiTzaR hagarón (‫מצר הגרון‬, la estrechez de la garganta). Cuando el habla está atrapada en la garganta de la persona, ésta no puede expresar su plegaria delante de Dios y, consecuentemente, no puede

superar los obstáculos. Por lo tanto, debido a que el habla salió al exilio, Iaacov no pudo superar los obstáculos y descendió a Egipto (Likutey Moharán I, 66:5B).

26:15 “Mira desde Tu Santa morada, desde el cielo y bendice a Tu pueblo Israel y al suelo que nos has dado, como juraste a nuestros padres, tierra que mana leche y miel”.

Mira desde Tu Santa morada Esta frase indica la revelación de la Providencia Divina, que se manifiesta principalmente en la Tierra Santa (Likutey Moharán I, 234:3). Mira desde Tu Santa morada Las iniciales de las palabras Hashkifa Memeon Kodsheja (“Mira desde Tu Santa morada”) deletrean KMH (‫)קמה‬, que es uno de los Santos Nombres de Dios. Dios utiliza este Nombre cuando entrona reyes y establece su soberanía, como en “Él depone reyes y establece (‫ומהקם‬,

umeHaKeM) reyes” (Daniel 2:21). Este Nombre también está aludido en uno de los sueños proféticos de Iosef, cuando dijo, “¡He aquí! Mi gavilla se levantó (‫קמה‬, KaMaH)” - indicando que él sería un gobernante (Likutey Moharán I, 234:4). Este versículo enseña que si hacemos que la Providencia Divina se manifieste, en el hecho de que Dios “mira desde Su Santa Morada”, mereceremos reyes y gobiernos benevolentes y, en última instancia, el reino del Mashíaj, que venga pronto y en nuestros días. Amén.

26:17 “Hoy has declarado a

Dios para que sea tu Señor y para andar en Sus caminos y guardar Sus estatutos y Sus mandamientos y Sus leyes y para escuchar Su voz”. Hoy has declarado a Dios para que sea tu Señor... Y hoy Dios los ha declarado como Su pueblo especial Heemarta (“has declarado”) y heemirja (“Él ha declarado”) connotan glorificación y alabanza (Rashi).

Nosotros glorificamos a Dios al declarar: “Dios es Uno” (Deuteronomio 6:4), y Él nos glorifica a nosotros al

llamarnos “Su pueblo” (cf. Éxodo 19:6). Esto demuestra, respectivamente, nuestra fe en Dios y el compromiso de Dios hacia nosotros (Likutey Moharán I, 31:9). Hoy has declarado a Dios para que sea tu Señor... Y hoy Dios los ha declarado como Su pueblo especial Heemarta (‫האמרת‬, “has declarado”) y heemirja (‫האמירך‬, “Él ha declarado”) provienen ambos de la raíz AMaR (‫אמר‬, decir). Cuando la persona se dedica al hitbodedut y abre su corazón para hablarle a Dios, confesando sus pecados y expresando sus deseos de acercarse a Él, entonces la Divina Presencia, si así

pudiera decirse, se coloca frente a la persona y abre Su corazón, expresando Sus dolores y consolándola. Pues Israel es literalmente “una porción del Dios de Arriba” (Job 31:2) y cada daño que hace un judío en su alma, también se lo hace a la Divina Presencia. Así, “Has declarado a Dios... y Dios los ha declarado a ustedes” - así como cada judío declara sus pecados y remordimientos delante de Dios, la Presencia Divina habla con la persona y la consuela, haciéndole saber que Ella buscará estrategias para rectificar todos sus daños (Likutey Moharán I, 259).

27:8 “Y escribirás sobre las piedras todas las palabras de esta Torá, explicándolas bien”. Explicándolas bien Él vio su aflicción cuando Él oyó su clamor (Salmos 106:44).

Cuando la persona se dedica al estudio de la Torá y a sus explicaciones, su voz -incluso sin palabras- es tan valiosa para Dios que cuando ella le clama a Él, Dios la salva. Esto puede verse en las iniciales de las palabras Beshamo Et Rinatam (“Cuando Él oyó

su clamor”), que deletrean BER (‫באר‬, explicación) - dado que la exposición y la explicación que uno hace de la Torá refinan la voz para despertar la compasión de Dios (Likutey Moharán I, 27:5).

27:9 Y Moisés con los Cohanim entre los Levitas habló a todo Israel, diciendo: “¡Oye y escucha, oh Israel!, hoy has venido a ser un pueblo para Dios, tu Señor”.

Oye y escucha... hoy has venido a ser un pueblo “Oye y escucha” - primero debes oír. Entonces comprenderás (Berajot 63b). Cada día debe ser como “hoy”, el día en el cual entraron en el pacto con Dios (Rashi).

Estos dos comentario se complementan entre sí, pues es necesaria mucha atención y esfuerzo para lograr una renovación diaria (Likutey Halajot VIII, p. 146a-146b). Hoy has venido a ser un pueblo Cada día debe ser como “hoy”, el día en el

cual entraron en el pacto con Dios (Rashi).

El rabí Natán escribe que esto se aplica a cada día, literalmente. Cita entonces la historia del Rebe Najmán sobre el Mendigo Ciego (Los Cuentos del Rabí Najmán #13), en la cual los ancianos náufragos relatan sus primeros recuerdos. Cada anciano recuerda un momento cada vez más temprano de sus vidas - el corte del cordón umbilical, la partera e incluso los momentos anteriores al nacimiento. El Mendigo Ciego dice, “Yo recuerdo todos esos momentos e incluso puedo recordar cuando no había Nada” (i.e., incluso antes de la Creación).

El rabí Natán explica cada una de estas afirmaciones de los ancianos y continúa enseñando por qué el logro del Mendigo Ciego sobrepasaba a todos los demás - pues literalmente se renovaba cada día. Y no sólo cada día, sino que a cada momento de su vida buscaba siempre algo nuevo - una nueva comprensión de Dios, una nueva experiencia y así en más. Sus poderes de renovación eran tan grandes que cada momento reflejaba un nuevo mundo, una nueva creación. Y si nosotros nos renovamos continuamente, también podremos alcanzar esos mismos elevados niveles (Likutey Halajot I, p. 124).

27:12 “Éstos estarán sobre el monte Grizim, para bendecir al pueblo, cuando hayan pasado el Jordán: a saber: Shimón y Leví y Iehudá e Isajar y Iosef y Biniamin”. Éstos estarán sobre el monte Grizim, para bendecir al pueblo... Éstos estarán sobre el monte Eibal para la maldición

Las seis tribus que estaban en el Monte Grizim y que respondían “Amén” a cada una de las bendiciones corresponden a las seis palabras Shemá Israel Adonai Eloheinu Adonai Ejad (“¡Oye Israel! Dios es nuestro Señor, Dios es Uno”), que representa todo lo que es sagrado y bendito. Las seis tribus que estaban en el Monte Eibal y que respondían “Amén” a cada una de las maldiciones corresponden a las seis palabras Baruj Shem kevod maljutó leolam vaed (“Bendito es el Nombre de Su glorioso reinado, por siempre”), que representa la klipá de noga, una fuerza que contiene tanto bien como mal. Primero el mal debe ser vencido (en la forma de responder a las maldiciones)

antes de que el bien pueda estar incluido en la santidad (Likutey Halajot III, p. 219a). Éstos estarán sobre el monte Grizim, para bendecir al pueblo... Éstos estarán sobre el monte Eibal para la maldición La Torá fue aceptada con un juramento i.e., las bendiciones y las maldiciones (Rashi; Sotá 37a).

Antes de la recepción de la Torá, los judíos, al igual que el resto de las naciones, tenían la libertad para aceptarla o no. Las naciones rechazaron la Torá, afirmando que la abstinencia forzada de sus deseos materiales no era para ellas. Pero los judíos reconocieron

la importancia de tener parámetros legales y morales con los cuales vivir y aceptaron la Torá de todo corazón. Su aceptación se compara con alguien que hace un juramento. Habiendo recibido la Torá, los judíos la aceptaron con muchos pactos y juramentos adicionales obligándose a observarla (Likutey Halajot I, p. 148a). Las bendiciones y las maldiciones “Ser bendecidos” se aplicaba a la comunidad como un todo y también a cada individuo. “Ser maldecidos” se aplicaba a la comunidad como un todo y también a cada individuo. Cuando recibimos la Torá, aceptamos sobre nosotros un pacto con juramentos, “para

estudiar, para enseñar, para observar y para hacer”. Así, hubo cuatro pactos por cada mitzvá, cada uno de los pactos conteniendo cuatro bendiciones y maldiciones - haciendo un total de dieciséis pactos para cada mitzvá. Esos pactos fueron hechos tres veces: en el Sinaí, en las llanuras de Moab y en los Montes Grizim y Ebal. Así, hubo tres veces dieciséis pactos -un total de cuarenta y ocho pactos- para cada mitzvá. Considerando que hay 613 mitzvot, cada una de las cuales conlleva cuarenta y ocho pactos, el total de pactos es igual a 29.424. Dado que se requiere que cada judío sea garante de sus congéneres en el cumplimiento de la Torá, multiplicamos la suma de 29.424 por la cantidad de judíos -603.550- lo que da un total de 17.758.855.200 pactos que fueron

aceptados por los judíos para cumplir con la Torá (Sotá 37a-b). Hay una opinión que indica que cada garante debe poseer un garante adicional, de modo que el total de 17.758.855.200 debería ser multiplicado por un adicional de 603.550 (ibid.).

¿Cómo se puede esperar que alguien cumpla con todas esas garantías? El rabí Natán responde que cada alma agregada a la Comunidad de Israel tiene el potencial de cumplir con esa obligación. Lo explica de la siguiente manera: Con dos piedras, se tienen dos combinaciones: AB o BA. Si se agrega una tercera piedra, se tienen seis combinaciones: ABC, ACB, BAC,

BCA, CAB y CBA. Cada vez que se agrega una piedra, se multiplica el número existente de combinaciones por el nuevo número. Así, una cuarta piedra produce 24 combinaciones; una quinta piedra, 120 combinaciones; una sexta piedra, 720 combinaciones; una séptima piedra, 5040 combinaciones; una octava piedra, 40.320 combinaciones; una novena piedra, 362.880 combinaciones; y una décima piedra, 3.628.800 combinaciones. Las almas son llamadas “piedras”, como en “Las piedras sagradas han sido desparramadas” (Lamentaciones 4:1). Como resultado, un mero quórum de diez personas produce un tremendo

número de combinaciones. Si multiplicamos las 3.628.800 combinaciones por once personas y más, después de sólo veinte personas tendremos un número asombroso de combinaciones que exceden por mucho la cantidad de acuerdos y garantes que fueron tomados bajo juramento por los judíos en el desierto. Así, al agregar sólo un alma más a la Comunidad de Israel -así sea un alma alejada o un converso- automáticamente aumentamos nuestro cumplimiento de las responsabilidades hacia la Comunidad (Likutey Halajot VI, p.58-30a-60). Esto también se aplica hoy en día a los hijos. Al enseñarles el sendero de

Dios, uno asegura su inclusión en la Comunidad de Israel, cumpliendo así con su responsabilidad (ibid., VI, p. 60). Las bendiciones y las maldiciones “Ser bendecidos” se aplicaba a la comunidad como un todo y también a cada individuo. “Ser maldecidos” se aplicaba a la comunidad como un todo y también a cada individuo. Cuando recibimos la Torá, aceptamos sobre nosotros un pacto con juramentos, “para estudiar, para enseñar, para observar y para hacer”. Así, hubo cuatro pactos por cada mitzvá, cada uno de los pactos conteniendo cuatro bendiciones y maldiciones - haciendo un total de dieciséis pactos para cada mitzvá.

Esos pactos fueron hechos tres veces: en el Sinaí, en las llanuras de Moab y en los Montes Grizim y Ebal. Así, hubo tres veces dieciséis pactos -un total de cuarenta y ocho pactos- para cada mitzvá. Considerando que hay 613 mitzvot, cada una de las cuales conlleva cuarenta y ocho pactos, el total de pactos es igual a 29.424. Dado que se requiere que cada judío sea garante de sus congéneres en el cumplimiento de la Torá, multiplicamos la suma de 29.424 por la cantidad de judíos -603.550- lo que da un total de 17.758.855.200 pactos que fueron aceptados por los judíos para cumplir con la Torá (Sotá 37a-b). Hay una opinión que indica que cada garante debe poseer un garante adicional, de modo que el total de 17.758.855.200 debería ser multiplicado por un adicional

de 603.550 (ibid.).

Cada judío es responsable de lo demás; es por ello que hicieron incontables juramentos para establecer su responsabilidad. Pero ¿cómo se espera que uno pueda ser fiel a tantos pactos - millones sobre millones, miles de millones sobre miles de millones? ¿Cómo es posible que una persona pueda aceptar tal responsabilidad y llegar a cumplirla? Esos juramentos están aludidos en la mitzvá de los tzitzit. Al llevar a cabo esta mitzvá, cumplimos con todos nuestros juramentos. ¿Cómo? Los tzitzit tienen cuatro esquinas, aludiendo al

hecho de traer a los exilados (i.e., aquellos que están lejos de Dios) desde las cuatro esquinas de la tierra, hacia el seno de la comunidad. Cada esquina tiene cuatro hilos [que están doblados en ocho hilos], dando un total de dieciséis. La ley requiere que los hilos y los nudos de los tzitzit estén divididos en tercios - el tercio superior compuesto por los hilos y los nudos y los dos tercios inferiores compuestos sólo por los hilos sueltos. Esos tercios representan las tres veces dieciséis, o cuarenta y ocho pactos de cada mitzvá. La palabra TziTzIT (‫ )ציצית‬tiene el valor numérico de 600, representando los 600.000 judíos [i.e., los 603.550 judíos; Ari] (Likutey Halajot I, p. 51a). Así, al

observar la mitzvá de los tzitzit, podemos cumplir con nuestra responsabilidad respecto de los pactos y ayudar a traer a nuestros congéneres judíos nuevamente hacia el campamento santo.

28:10 “Y verán todos los pueblos de la tierra que el nombre de Dios es invocado sobre ti y te temerán”. Y verán todos los pueblos de la tierra que el nombre de Dios es invocado sobre ti y te temerán

Nuestros Sabios afirman que la mitzvá de los tefilín tiene el poder de hacer caer el temor a Dios sobre las naciones (Berajot 6a).

¡Cuánto más aún, entonces, tendrá poder esta mitzvá de atraer el temor a Dios sobre la persona que está llevando los tefilín! Cuanto más uno sea consciente de la grandeza de Dios, más humilde será (Likutey Moharán I, 38:5a). Y verán todos los pueblos de la tierra que el nombre de Dios es invocado sobre ti y te temerán Nuestros Sabios hacen referencia a los tefilín como PeER (‫פאר‬, gloria) (Berajot 11a), que es la raíz de la palabra

hitPaARut (‫התפארות‬, orgullo). Los tefilín también representan la fuerza. Cuando nos colocamos los tefilín, nos adornamos con nuestro orgullo en Dios. De acuerdo a ello, los tefilín contienen pasajes de la Torá que declaran la grandeza de Dios. Nuestros Sabios enseñan que Dios también usa tefilín, si así pudiera decirse. Los pasajes de la Torá en Sus tefilín hablan de Su orgullo por el pueblo judío (ibid., 6a). Cuando las naciones del mundo nos ven llevando nuestros tefilín y ven el orgullo que Dios siente por nosotros, nos temen (Likutey Moharán I, 17:1).

28:12 “Abrirá Dios para ti Su buen tesoro, los cielos, para dar la lluvia de tu tierra en su tiempo y para bendecir toda empresa de tu mano; de modo que prestarán a muchas naciones, mas tú no tomarás prestado”. Abrirá Dios para ti Su buen tesoro los cielos

El Zohar enseña que cuando la persona genera nuevas ideas de Torá, Dios utiliza esas palabras para formar nuevamente el Cielo y la tierra. Pero si las ideas de Torá surgen de la imaginación, entonces se crean “firmamentos inútiles” (Zohar, Introducción, p. 4b-5a), debido a los cuales llega el hambre al mundo. Así, cuando la persona estudia Torá siguiendo las guías impuestas por los verdaderos Tzadikim, quienes han transmitido la Torá de generación en generación, y genera nuevas enseñanzas de Torá, puede crear un cielo del cual descenderán abundancia y bendiciones. Pero si genera falsas ideas de Torá, crea

un falso cielo que retiene la abundancia y las bendiciones impidiéndoles llegar al mundo (Likutey Moharán I, 54:6). Abrirá Dios para ti Su buen tesoro los cielos - para dar la lluvia El aliento de la persona agrega humedad al aire que respira, que luego se condensa en la forma de lluvia. Así como la lluvia trae bendiciones, de la misma manera el aliento de la persona puede hacer descender las bendiciones. Pero si tiene pensamientos inmorales, ello afecta su respiración y la bendición puede quedar suspendida en el aire (Likutey Moharán I, 60:3).

Abrirá Dios para ti Su buen tesoro... para dar la lluvia Las aguas de las bendiciones que Dios envía a este mundo fluyen principalmente del Mar de la Sabiduría. Esa sabiduría es la verdadera fuente de la abundancia y de la bendición (Likutey Halajot II, p. 19a). Prestarán a muchas naciones, mas tú no tomarás prestado La codicia, la causa principal que lleva a tomar prestado, es equivalente a la idolatría. De manera similar, la palabra jov (‫חוב‬, deuda) es una descripción utilizada para la idolatría

(ver Rashi sobre Génesis 14:15). En su raíz,

los judíos están muy lejos de la idolatría; así, “les prestarán a muchas naciones, mas tú no tomarás prestado” (Likutey Halajot IV, p. 378). Prestarán a muchas naciones, mas tú no tomarás prestado Esta bendición se aplicaba cuando el Santuario estaba en pie (esto hace referencia tanto al Templo como al Tabernáculo; Shevuot 16b). El Santuario representa el orgullo de Israel. Mientras los judíos tuvieron el Santuario, ese orgullo (y el orgullo que Dios siente por ellos) era su fuente de riqueza. Al pecar, perdieron ese orgullo y también el

Santuario. El MiShKaN (‫משקן‬, Tabernáculo o Santuario) era el MaShKoN (‫משקון‬, garantía) de adhesión a la Torá de Dios. Hoy en día, cuando la persona lleva el Santuario de Dios en su corazón, Dios se enorgullece de ella de modo que no tiene necesidad de un garante. Sin embargo, si la persona peca, el orgullo de Dios se vuelve el garante y le es retirado, transformándola en alguien que toma prestado en lugar de alguien que presta (Likutey Halajot VII, p. 42a).

28:33 “El fruto de tu tierra y toda tu labor lo comerá un

pueblo que tú no conoces; y nunca serás sino oprimido y quebrantado todos los días”. El fruto de tu tierra y toda tu labor lo comerá un pueblo que tú no conoces Cada individuo tiene destinada una cierta abundancia. Pero aquel que peca hace que su conducto de abundancia se dirija hacia el Otro Lado. Entonces las naciones vienen y consumen sus esfuerzos (Likutey Halajot VIII, p. 145a).

28:47 “Por cuanto no

serviste a Dios, tu Señor, con alegría y con regocijo de corazón cuando abundaba todo”. Por cuanto no serviste a Dios, tu Señor, con alegría Cuando una persona se regocija con la alegría de una mitzvá -tal como el estudio de la Torá o el cumplimiento de buenas acciones- esa alegría es tan grande que llega hasta sus pies y los levanta - i.e., comienza a bailar de alegría. De manera similar, aquel que sirve a Dios con alegría puede llegar hasta los niveles más bajos y elevar las

almas que han quedado atrapadas allí debido a sus pecados (Likutey Moharán II, 81). Por cuanto no serviste a Dios, tu Señor, con alegría Este versículo es parte de la sección de la Torá denominada la Tojajá (Amonestación), cuya descripción de los castigos despierta el temor a Dios y al pecado. Sin embargo, este versículo habla de servir a Dios con alegría. El temor es un elemento importante en las devociones, pero su objetivo debe ser acercar a la persona a Dios y no alejarla (Likutey Halajot V, p. 232a).

Servir a Dios, tu Señor, con alegría Esta alegría debe ser una “alegría santa”. Es muy fácil caer en la alegría frívola, que puede alejar a la persona de Dios (Likutey Halajot I, p. 175a).

28:58 “Si no guardas para cumplir todas las palabras de esta Torá, las que están escritas en este libro, para que temas este Nombre glorioso y tremendo, de Dios, tu Señor”.

Para que temas este Nombre glorioso Para traer la paz al mundo, es necesario elevar la gloria de Dios hacia su fuente, que es el temor. Como tal, leirá et haShem haNiJbad (“temas este Nombre glorioso”) también puede traducirse como “para [alcanzar] el temor, glorifica el Nombre de Dios” (Likutey Moharán I, 14:1-2). Cuando la persona inspira a los que están lejos de Dios y los lleva a servir al Creador, eleva la gloria de Dios y alcanza el temor. Para cumplir todas las palabras de esta Torá... para que temas este

Nombre Dado que la Torá está compuesta totalmente por los Nombres de Dios, al conocer la Torá, llegamos a conocer a Dios (Likutey Halajot I, p. 444).

28:59 “Hará Dios que sean maravillosas tus plagas y las plagas de tu linaje, plagas grandes y duraderas y enfermedades malignas y duraderas”. Enfermedades malignas y duraderas

En el momento en que la Corte Celestial despacha el sufrimiento sobre una persona, le hace jurar que sólo afligirá a la persona en tal y tal día; y que no la dejará excepto en tal y tal día, en tal y tal momento, mediante la agencia de tal y tal persona, y tal y tal medicina y por manos de tal y tal persona, en tal y tal día (Avodá Zará 55a).

Veneemanim (duraderas) literalmente significa “confiables”. Nuestros Sabios enseñan que esas enfermedades son confiables en el sentido de que cuando son enviadas para castigar a una persona, toman el juramento de dejarla en un cierto día. Aunque la persona aún no se haya

arrepentido del pecado que produjo en primera instancia ese sufrimiento, el castigo se mantiene fiel a su juramento y se va en ese día. Sin embargo, si antes de ese día el enfermo le da caridad a un Tzadik, mitiga el decreto. Entonces cualquier medicina que tome tendrá el poder de curarlo (Likutey Moharán II, 3:1).

28:61 “También todas las enfermedades y todos los castigos que no están escritos en este libro de la

Torá, los traerá Dios sobre ti, hasta que seas destruido”. Todas las enfermedades y todos los castigos que no están escritos en este libro de la Torá “Todos los castigos que no están escritos en este libro” - esto hace referencia a la muerte de los Tzadikim (Eija Rabah 1:37).

La curación proviene de la Torá, que es transmitida por los Tzadikim. Cuando la persona carece de fe en los Tzadikim, no puede curarse. Sus aflicciones se transforman entonces en

sufrimientos continuos. Así, la frase “muerte de los Tzadikim” puede interpretarse como significando “muerte debido a la falta de fe de la persona en los Tzadikim”. Ni las hierbas ni las medicinas pueden curar a esa persona (Likutey Moharán II, 5:1).

28:69 “Éstas son las palabras del pacto que Dios mandó a Moisés que celebrase con los hijos de Israel en la tierra de Moab, además del pacto que celebró con ellos en Jorev”.

Éstas son las palabras del pacto La Torá representa el pacto. Es por ello que la moralidad es el principal sendero hacia la recepción de la Torá (Likutey Halajot I, p. 195a).

29:3 “Pero hasta el día de hoy no les ha dado Dios corazón que entienda, ni ojos que vean, ni oídos que oigan”. No les ha dado Dios corazón que

entienda Es necesario tratar de alcanzar un “corazón que entienda” - un corazón que sepa que todo lo que sucede en el mundo proviene de Dios (Likutey Moharán I, 154).

Parashat Nitzavim 29:9 “Hoy todos ustedes están de pie en presencia de Dios, su Señor, tus líderes, tus tribus, tus ancianos, tus oficiales, con todos los hombres de Israel”. Hoy todos ustedes están de pie Moisés reunión a todo el pueblo,

pues era capaz de iluminar a cada uno de los judíos (Likutey Halajot II, p. 35a). Hoy todos ustedes están de pie en presencia de Dios Parashat Nitzavim siempre se lee en el Shabat anterior a Rosh HaShaná. Dado que, para mitigar los decretos del Día del Juicio, hace falta la unidad del pueblo reuniéndose con amor, Moisés nos aconseja “estar de pie” juntos. En un nivel simbólico, “ustedes” hace referencia a la persona, “de pie” hace referencia al lugar y “hoy” hace referencia el tiempo. Al unirnos, conectamos los conceptos de persona,

de espacio y de tiempo y los traemos delante de Dios (Likutey Halajot VIII, p. 145b-146a). Hoy todos ustedes están de pie en presencia de Dios... sus líderes, sus tribus “Estar de pie” connota la plegaria (Berajot 6b).

La Torá hace una lista de diez clases de personas: tus líderes, las cabezas de las tribus, tus ancianos, tus oficiales, todo hombre de Israel, tus hijos, tus mujeres, tus conversos, aquellos que cortan la leña y aquellos que traen agua. Esto nos enseña la

importancia de la unidad, pues todos los judíos, desde el más grande hasta el más pequeño, deben unirse para que sus plegarias puedan ascender hacia lo alto (Likutey Halajot VII, p.209a). Hoy todos ustedes están de pie en presencia de Dios, su Señor, tus líderes, tus tribus Sea donde fuere que se encuentre la persona, debe tratar de recitar sus plegarias en el aire puro de la Tierra de Israel. ¿Cómo? La solución se encuentra aludida en este versículo: “De pie” - esto hace referencia a la plegaria (Berajot 6b).

“En presencia de Dios, tu Señor” esto corresponde a la Tierra de Israel, como enseñan nuestros Sabios: “Todo aquel que vive en la Tierra de Israel es [como] uno que tiene un Dios” (Ketuvot 110b). “Tus líderes, tus tribus...” - las Escrituras hacen una lista de diez categorías de personas, correspondientes a los diez dedos de las manos. Cuando la persona aplaude durante la plegaria y junta los cinco dedos de cada mano, puede despertar el aire puro de la Tierra de Israel y traer sobre sí la santidad de la Tierra Santa (Likutey Moharán I, 44:5).

Hoy todos ustedes están de pie... aquel que está aquí... aquel que no está aquí “Aquel que no está aquí” - incluso en las generaciones futuras (Rashi sobre Deuteronomio 29:14).

“Hoy” es el día más importante de tu vida, porque producirá un efecto en ti y en todos tus futuros descendientes. Enseñan nuestros Sabios: “Cuando la persona lleva a cabo una mitzvá, consigue un crédito para sí, para su familia y para todas sus futuras generaciones, por siempre” (Makot 23b). Lo opuesto también es verdad: una mala acción produce repercusiones en el

presente y en el futuro. Por lo tanto “hoy” es el día más importante de tu vida (Likutey Halajot VIII, p. 146a). Hoy todos ustedes están de pie Así como el día es continuo, con la oscuridad llevando hacia la luz, de la misma manera siempre estarás aquí y Dios brillará para ti (Rashi sobre Deuteronomio 29:12).

La oscuridad del día hace referencia a la confusión generada por la mala inclinación. El brillo del día hace referencia a la capacidad de superar el mal. Cada día contiene ambos (Likutey Halajot II, p. 440).

Hoy todos ustedes están de pie Las maldiciones son las que te hacen estar de pie (Rashi sobre Deuteronomio 29:12).

Todos deben pasar por el sufrimiento. Pero ese mismo sufrimiento modela la capacidad de soportar las presiones de la vida diaria y nos fortalece para encarar el futuro (Likutey Halajot I, p. 446). Hoy todos ustedes están de pie ¿Por qué esta parashá comienza con “Hoy todos ustedes están de pie” luego del relato de las maldiciones de la parashá anterior? Pues cuando los judíos

oyeron a Moisés pronunciar las maldiciones, sus rostros empalidecieron y dijeron, “¿Quién es capaz de soportarlas?”. Moisés comenzó a calmarlos, diciendo, “Ustedes enojaron a Dios muchas veces, pero Él no los ha exterminado. ‘Hoy todos ustedes están de pie en presencia de Dios’ - son precisamente las maldiciones y los sufrimientos los que los fortalecen y les hacen posible estar de pie” (Rashi).

Todas las palabras dichas en contra de los verdaderos Tzadikim y de sus seguidores son en realidad grandes favores. Pues cuando la persona sufre el ataque de otros, se vuelve a Dios y esto la ayuda a temer más aún a Dios. La oposición y el vilipendio de los otros también expían los pecados de la

persona. Así, el sufrimiento de los rectos, aunque difícil de soportar, es en última instancia beneficioso, tanto física como espiritualmente (Likutey Moharán I, 181).

29:14 “Con aquel que está aquí con nosotros hoy delante de Dios, nuestro Señor, y también con aquel que no está aquí con nosotros”. Aquel que está aquí... aquel que no está aquí

Todos los judíos estuvieron en el Sinaí. Cuando estamos unidos, tal cual lo estuvimos en el Sinaí, merecemos una revelación de Divinidad (Likutey Halajot I, p. 227a).

29:28 “Las cosas secretas pertenecen a Dios, nuestro Señor; pero las reveladas nos pertenecen a nosotros y a nuestros hijos para siempre, para que pongamos por obra todas las palabras

de esta Torá”. Las cosas secretas pertenecen a Dios, nuestro Señor; pero las reveladas nos pertenecen a nosotros y a nuestros hijos para siempre, para que pongamos por obra todas las palabras de esta Torá Todo lo que Dios ha dicho, haremos y oiremos (Éxodo 24:7).

La declaración de los judíos al decir “haremos”, corresponde a la Torá Revelada, que se encuentra al alcance de la persona y “oiremos” es sinónimo de la Torá Oculta, que por el momento se encuentra más allá de nuestro

alcance. También hay un nivel intermedio llamado “las palabras de la Torá”. Esto hace referencia a los dichos de la Torá que acompañan a las mitzvot, tal como la frase Vaidaber IHVH el Moshé (“Dios le dijo a Moisés”), que es parte integral de la Torá pero que no es una mitzvá en sí misma. La persona debe tratar de revelar aquello que actualmente se encuentra oculto y que sólo le pertenece a Dios. Esto se logra alcanzando el estado intermedio, correspondiente al reconocimiento de que siempre hay maneras de servir a Dios que no están

explicadas en la Torá y que se alcanzan buscando a Dios en todas las cosas (Likutey Moharán I, 22:9-10; ver también ibid., I, 22:11).

30:2 “Y volverás a Dios, tu Señor, y obedecerás Su voz, conforme a todo lo que yo te mando hoy, tú y tus hijos, volverás con todo tu corazón y con toda tu alma”. Y volverás a Dios, tu Señor Aún desde los niveles más bajos,

Dios te permitirá retornar a Él (Likutey Halajot II, p. 420). Y volverás a Dios VeShaVTa (‫ושבת‬, “volverás”) tiene la misma raíz que ShaBaT (‫)שבת‬. El Shabat es comparado al Mundo que Viene. La principal recompensa del Shabat y del Mundo que Viene es un mayor reconocimiento de Dios. Ésta es la naturaleza de “volver a Dios, tu Señor” (Likutey Moharán I, 6:3). Y volverás a Dios, tu Señor VeShaVTa (‫ושבת‬, “volverás”) tiene la misma raíz que ShaBaT (‫)שבת‬,

indicando una conexión entre el Shabat y TeShuVá (‫תשובה‬, retorno o arrepentimiento). Hay dos tipos de arrepentimiento: incompleto y completo. El primer tipo es el de la persona que está ocupada con los negocios y dedicada a las cosas pasajeras de este mundo. En medio de ello, siente que debe arrepentirse, pero más tarde retorna a su comportamiento original. Esta clase de arrepentimiento corresponde a los seis días de la semana, que, a su vez, son un paralelo de los seis conceptos de la Mishná: permitido y prohibido, apto y no apto, puro e impuro. Tal persona no tiene tranquilidad, estando en un momento

“prohibid” y luego en otro momento “permitida”; apta y luego no apta; pura y luego impura. Por otro lado, la persona que supera las pruebas y retorna completamente a Dios es un ejemplo del arrepentimiento completo, que corresponde al Shabat. Tal persona tiene tranquilidad, pues “cuando llega el Shabat, llega al descanso” (cf. Rashi sobre Génesis II: II) (Likutey Moharán I, 79:2-3). Y volverás a Dios, tu Señor VeShaVTa (‫ושבת‬, “volverás”) tiene la misma raíz que ShaBaT (‫)שבת‬, indicando que el Shabat y la TeShuVá

(‫תשובה‬, retorno o arrepentimiento) son conceptos complementarios. Mediante la iluminación del Shabat, el mundo se despierta al arrepentimiento motivado por el amor - un amor que surge del deleite del Shabat (Likutey Moharán I, 58:7). El Shabat corresponde al Futuro i.e., el Mundo que Viene. En el Shabat, cuando la persona verdaderamente retorna a Dios, obtiene un anticipo del Mundo que Viene. Entonces puede alcanzar la revelación de los misterios ocultos de la Torá asociados con Atik, el Anciano Oculto (ibid., I, 49:6). Y volverás a Dios... aunque tus

dispersos se encuentren en los límites de los cielos, Dios, tu Señor los traerá de allí El pecado hace que la persona “pierda” una parte de su santidad, una chispa de su alma. De la misma manera en que aquel que pierde un objeto debe buscarlo, la persona debe buscar las partículas “perdidas” de su alma. El arrepentimiento significa encontrar esas chispas perdidas y “hacerlas retornar” a su lugar apropiado. Así, está escrito, “Estarán perdidos... desde allí buscarán a Dios, su Señor, y lo encontrarán” (Deuteronomio 4:26, 29) (Likutey Halajot II, p. 95a).

30:3 “Entonces Dios hará tornar a tus exilados y se compadecerá de ti y volverá a recogerte de en medio de todos los pueblos adonde te hubiere esparcido Dios, tu Señor”. Dios hará tornar a tus exilados y se compadecerá de ti La persona que peca fragmenta su daat (percepción superior). Consecuentemente, sus chispas de santidad se dispersan por todo el mundo. Mediante el arrepentimiento, comienza el proceso de restauración de su daat y de elevación sus chispas.

La frase “tus exilados” hace referencia a daat y a las chispas sagradas dispersas por el mundo, esperando su rectificación. Mediante el estudio de la Torá, la persona experimenta una revelación de la Divinidad, que la hace arrepentir. Así, la Divinidad -tal cual se alcanza a través del estudio de la Torá- lleva al arrepentimiento, que “hará tornar a tus exilados” (Likutey Moharán I, 105:1).

30:6 “Y Dios, tu Señor, circuncidará tu corazón y el corazón de tu simiente, para que ames a Dios, tu Señor, con todo tu corazón y con toda tu alma, a

fin de que vivas”. Y Dios, tu Señor, circuncidará tu corazón “Circuncidará tu corazón” - esto significa que Dios eliminará la locura de tu corazón (Targúm Onkelos).

Cuando la persona se arrepiente, elimina la locura que la llevó a pecar y alcanza un corazón puro. Entonces puede orar con una mente clara (Likutey Moharán I, 76:5). Y Dios, tu Señor, circuncidará tu corazón y el corazón de tu simiente

Zareja (“tu simiente”) hace referencia también a la emisión seminal que ocurre en santidad y a la “emisión en vano”, fruto de la inmoralidad y de las relaciones prohibidas. La persona que peca especialmente con las transgresiones sexuales- hace que su corazón quede inmerso en la locura. Cuanto más peca, más pierde el control. Para “circuncidar su corazón” -i.e., eliminar la mala inclinación- debe sentir verdaderamente la angustia causada por sus pecados, arrepentirse y retornar a Dios. Su tristeza y remordimiento por haber pecado afectarán también los corazones de la simiente que ha salido de él y la

llevará al arrepentimiento. Esto se aplica tanto a las almas desencarnadas que fueron creadas por la emisión en vano al igual que a su descendencia humana. El momento más propicio para que el arrepentimiento tenga este efecto es el mes hebreo de Elul. Las iniciales de las palabras Et Levavja Veet Levav (“tu corazón y el corazón de”) deletrean ELUL (‫( )אלול‬Likutey Moharán I, 141). >> Escribe el rabí Natán: Oí la lección anterior del Rebe Najmán en Rosh Jodesh Elul. Esto es lo que sucedió:

El Rebe estaba caminando conmigo fuera de la sinagoga. Caminaba de un lado a otro como era común en él mientras hablaba. Me preguntó si ese Rosh Jodesh Elul había experimentado temor, y me dijo que él había sentido el más tremendo temor al escuchar el sonido del Shofar, cuando comenzaron a tocarlo ese día. El temor y el temblor lo invadieron. Entonces dio la lección sobre cómo el nombre Elul está compuesto por estas letras iniciales, y enseñando que cuando la persona siente genuinamente en su corazón el dolor de sus pecados, los corazones de todas las gotas de la simiente que salieron de él o que se transformaron en hijos, también

deben sentir su dolor. No importa dónde hayan caído estas gotas ni dónde estén sus hijos, necesariamente deben sentir su propio dolor en sus corazones a través del despertar en el corazón de su padre y su dolor debido a sus pecados. El Rebe dijo entonces: “Hoy sentí esto. Hoy se me pusieron los pelos de punta de temor y temblor cuando escuché el sonido del Shofar. Luego vino mi hija Odel y me dijo, ‘Padre, mi piel está erizada y mi corazón está lleno de temor luego de escuchar el Shofar’. Entonces vi cómo el despertar en el corazón del padre trae un despertar en los corazones de las gotas que salieron de él, de sus hijos o, Dios no lo permita,

de las otras gotas... Donde sea que estén esos corazones, necesariamente se vuelven sensibles y se despiertan a través del despertar del padre y su dolor” (Tzadik #165). >>

30:11 “Porque este mandamiento, que te ordeno hoy, no es demasiado difícil para ti, ni está lejos”. Ni está lejos... ni al otro lado del mar Dios pide sólo un pequeño esfuerzo y un pequeño gasto de parte de cada

persona. Para los sacrificios, pide la ofrenda de ovejas y de palomas, no de chivos salvajes ni de llamas. Para la manutención del Templo, pide medio shekel y no un shekel entero ni muchas veces ese monto. Los tzitzit cuestan muy poco y el material para los tefilín puede encontrarse con facilidad, no está en los desiertos ni en lugares perdidos sino en granjas cercanas. El Rebe Najmán dijo cierta vez, “¡Las devociones a Dios más tremendas son más fáciles de alcanzar que una pequeña ganancia monetaria!” (Tzadik #558) (Likutey Halajot II, p. 474).

30:12 “No está en el cielo,

para que digas: ‘¿Quién subirá por nosotros al cielo y nos la traerá y nos hará oírla, para que la cumplamos?’”. No está en el cielo... está muy cerca de ti, en tu boca y en tu corazón, para que la pongas en obra De estar en el Cielo, deberías subir allí para estudiarla (Rashi).

En realidad, no hay límites con respecto a cuán alto puede aspirar la persona para alcanzar la espiritualidad.

Pero Dios no demanda esfuerzos sobrehumanos. Dios sabe que el hombre es terrestre por naturaleza y que no puede mantener una vida totalmente espiritual. Por lo tanto hizo descender la elevada Torá hacia un nivel mundano -“en tu boca y en tu corazón”- para que todos, cada uno en su nivel, puedan hacer lo mejor posible para cumplirla (Likutey Halajot V, p. 508).

30:14 “Sino que la palabra está muy cerca de ti, en tu boca y en tu corazón, para que la pongas en obra”.

En tu boca y en tu corazón Para servir a Dios de la manera apropiada, uno debe expresar verbalmente los deseos de su corazón (Likutey Halajot IV, p. 290). Está muy cerca de ti, en tu boca y en tu corazón La principal manera de traer Divinidad es mediante “tu boca y tu corazón”. Es decir, tu boca y tu corazón deben estar cerca uno del otro: lo que haya en tu boca debe estar unido fuertemente a tu corazón. Sea cual fuere el sentimiento que lleves en tu corazón, aprende a expresarlo verbalmente

(Likutey Halajot V, p. 55a).

Está muy cerca de ti, en tu boca y en tu corazón, para que la pongas en obra Hay dos tipos de percepciones o de luces espirituales: las internas y las trascendentes. Las percepciones que la persona comprende con su intelecto se dice que están “contenidas” en su mente, mientras que aquellas que le son imposibles de comprender se dice que “rodean” su mente desde fuera, y son así conocidas como makifin (circundantes). Cuando uno habla con los amigos para instilar en ellos daat (conocimiento

de Dios) y temor al Cielo, y para producir discípulos, su mente queda “vacía” de las percepciones anteriores y es entonces capaz de interiorizar la luz de los makifin, aumentando su propio conocimiento y conciencia de Dios. Así, “Está muy cerca de ti” - para poder acercar los makifin - “en tu boca y en tu corazón” - debes utilizar tu boca para decirles palabras de sabiduría a lo demás - “para que la pongas en obra” - y así interiorizar las percepciones trascendentes (Likutey Moharán II, 7:6).

30:15 “Mira que pongo

delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal”. Mira que pongo delante de ti hoy la vida y el bien Lefaneja (“delante de ti”) puede traducirse más literalmente, “hacia tu rostro”. Cuando Dios muestra un Rostro alegre, la vida y la abundancia llenan el mundo. Lo contrario también es verdad, Dios no lo permita. De manera similar, cuando el Tzadik muestra un rostro alegre, es bueno para el mundo y lo contrario también es verdad (Likutey Moharán I, 172).

Debido a que el rostro tiene tanto poder, siempre debemos sonreír al recibir a los demás. Un rostro alegre puede elevar el espíritu de la gente y darle vida (Sabiduría y Enseñanzas del Rabí Najmán de Breslov #43).

30:19 “Hoy mismo llamo por testigos contra ustedes a los cielos y a la tierra, de que pongo delante de ti la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para

que vivas, tú y tu simiente”. Escoge, pues, la vida Si es usada de manera sabia, la elección puede traer vida. Es necesario aprender a aclarar la imaginación para poder elegir de manera sabia (Likutey Halajot II, p. 240).

30:20 “Amando a Dios, tu Señor, obedeciendo Su voz y apegándote a Él, porque Él es tu vida y el largo de tus días, a fin de que habites en

la tierra que juró el Señor a tus padres, a Abraham, a Itzjak y a Iaacov, que les había de dar”. Él es tu vida Servir a Dios es “tu vida”. Ello te da la vitalidad que necesitas para cada día. Es verdaderamente un canal de vitalidad, especialmente cuando te renuevas y renuevas tu actitud diariamente (Likutey Halajot I, p. 63a). Es tu vida Si alguien se separa de la Torá, es como si

se separase de la vida misma (Zohar I, 92a).

Ki hu jaieja (“porque Él es tu vida”) también puede traducirse como “pues ello es tu vida”. La fuerza vital de la persona viene principalmente de la Torá (Likutey Moharán II, 78:2). Así, cuanto más uno se dedica a la Torá al estudiarla y observarla, más se realza su vida. Tu vida y el largo de tus días Cada alma está enraizada en la Torá, de donde recibe su vitalidad. Cuanto más se esté unido a la Torá, más grande será el grado de vitalidad que le

traerá a su vida y a sus días (Likutey Halajot III, p. 462).

Parashat Vaielej

31:2 Y les dijo: “Soy de edad de ciento veinte años este día; no podré ya salir ni entrar más. Y Dios me ha dicho: ‘Tú no pasarás este Jordán’”. Soy de edad de ciento veinte años este día; no podré ya salir

Las fuentes de la sabiduría se le cerraron a Moisés (Rashi).

Moisés crecía en conocimiento cada día, de modo que supo que en ese día, cuando ya no podía alcanzar más conocimiento de Dios, debía fallecer (Likutey Halajot I, p. 154). Antes de fallecer, el Rebe Najmán dijo, “Ya he alcanzado un nivel en el que no puedo seguir avanzando mientras aún esté cubierto con este cuerpo material. Anhelo dejar este cuerpo de lado, pues no puedo mantenerme en un solo nivel” (Sabiduría y Enseñanzas del Rabí Najmán de Breslov #179).

31:7 Enseguida, Moisés llamó a Ioshúa y le dijo en presencia de todo Israel: “Sé fuerte y ten ánimo, porque tú entrarás con este pueblo en la tierra que juró Dios a sus padres que les daría y tú se la harás heredar”. Sé Fuerte Moisés representa el sol; Ioshúa representa la luna (Bava Batra 78b).

El sol se mantiene constante indicando la alegría y la luz- mientras que la luna crece y decrece - el daño de la Luna, está enraizado en la depresión y en la oscuridad (ver el comentario sobre Génesis 1:16 para una descripción detallada de este concepto). Ioshúa representa el

crecer y el decrecer de la luna y, como tal, alude a la depresión. El principal camino para vencer a la depresión es buscar constantemente la alegría. Por lo tanto Moisés le dijo a Ioshúa varias veces, “Sé fuerte” (e.g., Deuteronomio 31:7, 31:23), pues la fuerza llega principalmente a través de la alegría (Likutey Halajot III, p. 41a; ver Likutey Moharán I, 22:9).

Tú entrarás con este pueblo en la tierra... y tú le darás a cada uno su herencia Toda la fuerza de Ioshúa provenía de Moisés. Si Moisés no podía entrar a la Tierra Santa para conquistarla, ¿por qué podría Ioshúa, su discípulo? Después de fallecer, Moisés ascendió a un nivel tan elevado que se anuló por completo delante de Dios. Dado que Moisés estaba entonces incluido en el Poder Infinito, pudo hacer brillar su fuerza en su discípulo, Ioshúa. Utilizando la fuerza de su maestro, Ioshúa pudo entonces conquistar la

Tierra (Likutey Halajot II, p. 484).

31:10 Y les mandó Moisés diciendo: “Al fin de cada siete años, en el tiempo señalado del año sabático, en la fiesta de Sukot”. En la fiesta de Sukot... reúne a la nación La mitzvá de la lectura de la Torá ante todos los hombres, mujeres y niños de Israel cada setenta años -conocida como Hakel- tiene lugar en Sukot, que es

un tiempo de unidad. Pues “todos los judíos son dignos de comer en una suká” (ver Rashi sobre Levítico 23:42; Sukot 27b) (Likutey Halajot II, p. 86).

31:14 Dios le dijo a Moisés: “He aquí, se acercan los días en que has de morir: Llama a Ioshúa y preséntense en la Tienda de Reunión, para que Yo le imponga Mis cargos”. Fueron pues, Moisés y Ioshúa y se presentaron en la tienda de

reunión. Dios le dijo a Moisés... “Llama a Ioshúa y preséntense en la Tienda de Reunión, para que Yo le imponga Mis cargos” La letra hebrea alef (‫ )א‬consiste de un punto superior, un punto inferior y una línea central. Moisés representa el punto superior de la alef; su discípulo, Ioshúa, representa el punto inferior; y la Tienda de Reunión corresponde a la línea central, que une los dos puntos entre sí. En el momento de fallecer el Tzadik, pierde la autoridad para iluminar a los demás con su daat

(conocimiento de Dios). Pero Dios se ocupa de que sus discípulos continúen iluminando a este mundo con las enseñanzas del Tzadik. Así, “Dios le dijo a Moisés” - para que tu luz (el punto superior) continúe brillando “Llama a Ioshúa” - tu luz debe estar dirigida hacia el punto inferior. “Preséntense en la Tienda de Reunión” debe crearse un canal para filtrar la luz hacia abajo. Esto se logra mediante el concepto de “Yo le imponga mis cargos” - al devolverle la autoridad a Dios (Likutey Moharán I, 6:8). Moisés... Ioshúa... Tienda de Reunión El Rebe Najmán enseña que cada

vez que un Rav y un discípulo se juntan, ellos crean conceptualmente una “tienda de reunión” (Likutey Halajot II, p. 99a).

31:16 Y dijo Dios a Moisés: “He aquí que vas a yacer con tus padres y se levantará este pueblo y se extraviará en pos de los dioses extraños, los de la tierra en medio de la cual él está por entrar; y Me dejará y quebrantará Mi pacto que

hice con el”. He aquí que vas a yacer con tus padres; y se levantará La construcción del versículo hebreo Henja shojev im avoteja vekam (“He aquí que vas a yacer con tus padres y se levantará”) alude a la Resurrección Futura. Dios le estaba diciendo a Moisés que tan pronto como él “yaciera” (i.e., falleciera), se “levantaría”, pues los Tzadikim merecen una inmediata resurrección a la vida eterna (Likutey Halajot II, p. 215a). La resurrección es llamada “levantarse”. En esa época, todos se

levantarán y no volverán a caer (ibid., I, p. 92a).

31:17 “Por lo cual se encenderá Mi ira contra él en aquel día y los dejaré y esconderé Mi rostro de ellos, de manera que será consumido, y le alcanzarán muchos males y angustias. Y él dirá en aquel día: ‘¿No es por cuanto no está mi Dios en medio de mí que me

han alcanzado estos males?’”. Esconderé Mi rostro de ellos, de manera que será consumido Vehaiá leejol (“será consumido”) significa literalmente “será comida”. Así, este versículo puede entenderse como sigue: “Esconderé Mi rostro de ellos” cuando Dios oculta Su Rostro, Él oculta el Favor Divino y el amor por el pueblo judío y permite que reine el atributo del juicio.

¿Por qué lo hace? Porque “ellos serán comida” - dado que los judíos no han quebrado su deseo de comer y en su lugar se comportan como glotones, atraen el juicio sobre ellos (Likutey Moharán I, 47:1). Esconderé Mi rostro de ellos, de manera que será consumido Cuando Dios oculta Su Rostro, aumenta la gula de la persona. Ésta cae entonces bajo la influencia de la fuerza de la naturaleza y no percibe la Providencia Divina (Likutey Moharán I, 31:9). Esconderé Mi rostro de ellos, de

manera que será consumido Cuando se corrompe el comer de la persona, ésta pierde su propio rostro espiritual, al igual que la capacidad de discernir el Rostro de Dios (Likutey Moharán I, 67:2). Es por cuanto no está mi Dios en medio de mí que me han alcanzado estos males Cuando uno no siente a Dios dentro de sí, siente los problemas que lo acosan (Likutey Halajot II, p. 252). No está mi Dios en medio de mí

Ein Elohai bekirbi (“No está mi Dios en medio de mí”) puede también traducirse como “porque Dios no está dentro de mí”. Cuando Dios está oculto del hombre, el hombre no siente Su presencia y sufre en soledad. Pero cuando encuentra a Dios dentro de sí, es afortunado, pues experimenta a Dios incluso mientras siente el dolor (Likutey Halajot I, p. 342).

31:18 “Pues Yo ocultaré completamente Mi rostro en aquel día, por motivo de todas las maldades que él

habrá hecho, por haberse vuelto a otros dioses”. Yo ocultaré completamente Mi rostro Antes de que la persona pueda alcanzar revelaciones de Torá es puesta a prueba. Esas pruebas se manifiestan como deseos materiales - especialmente, pasiones sexuales. En esos momentos, Dios Se oculta para ver cómo la persona lo buscará a Él y a la Torá. Cuando uno pasa esas pruebas, se eleva a un nivel superior de comprensión de la Torá y de percepción de la Divinidad (Likutey Moharán I, 36:1).

Yo ocultaré completamente Mi rostro Haster Astir (“ocultaré completamente”) significa literalmente “Ocultar, ocultaré”. Esto alude a los dos niveles del ocultamiento Divino. En el primer nivel, Dios está oculto en un ocultamiento simple. Aunque es difícil encontrar a Dios, la persona todavía es consciente de que Él está oculto de ella. Aunque quiera cometer un pecado, sabe que lo que se presenta como permitido está en realidad prohibido. En el segundo nivel, Dios está

oculto en un ocultamiento dentro del ocultamiento. Entonces la persona no es consciente en absoluto del hecho de que Dios está oculto. Puede pecar una y otra vez, siendo totalmente inconsciente de que para ella, lo prohibido se ha vuelto permitido. Sólo el Tzadik, que ha dominado los misterios más profundos de la Torá y cuya conciencia de la Divinidad está más allá de la aprehensión de incluso las personas rectas, puede llegar hasta esos lugares tan ocultos -al ocultamiento dentro del ocultamiento- y elevar la conciencia de aquellos que están más alejados de Dios (Likutey Moharán I, 56:3).

Yo ocultaré completamente Mi rostro Aunque Mi rostro está oculto, debes saber que Yo aún estoy aquí (Likutey Halajot III, p. 10). Aunque Dios está oculto, de hecho está precisamente aquí (ibid., III, p. 400).

31:19 “Y ahora, escribe este cántico para ustedes y enséñalo a los hijos de Israel, poniéndolo en su boca, para que este cántico

Me sirva de testimonio contra los hijos de Israel”. Escribe este cántico para ustedes “Este cántico” - ésta es la Torá. Es una mitzvá escribir un rollo de Torá (Sanedrín 21b).

No es posible cumplir con la mitzvá de escribir un rollo de Torá con el solo hecho de heredarlo. Es necesario escribir su propio rollo. El proceso de escribir graba la información sobre la memoria. De esa manera, la persona implanta la fe, que está embebida en la imaginación y en la facultad de la memoria (Likutey Halajot V, p. 115a).

Escribe este cántico para ustedes Cada persona debe trabajar para recibir la Torá nuevamente, en su propio nivel personal (Likutey Halajot V, p. 106a). Escribiendo un rollo de Torá Dios entregó la Torá en la forma de fuego negro [las letras] sobre fuego blanco [el fondo] (Ierushalmi, Shekalim 6:1).

En el monte Sinaí, los judíos aceptaron la Torá con las palabras “Naasé venishmá - Haremos y oiremos” (Éxodo 24:7). El nivel de naasé (haremos) corresponde al intelecto

inmanente. El nivel superior, nishmá (oiremos), corresponde al intelecto trascendente. “Fuego blanco” representa naasé algo tangible, algo que podemos ver. “Fuego negro” representa nishmá - algo que está más allá de nuestra comprensión, algo que no podemos ver. En el trabajo de ascenso en la escala espiritual, nuestra tarea es transformar nishmá en naasé, transformar lo trascendente en inmanente. Escribir un rollo de Torá encarna este objetivo, pues tomamos las letras desde sus raíces arriba y las traemos hasta el nivel inferior. De manera similar, la Torá Escrita representa aquello que podemos

ver. La Torá Oral corresponde a Maljut/plegaria, un nivel superior al cual aspiramos (Likutey Halajot V, p. 107a214). Este cántico Me sirva de testimonio Incluso en los niveles más bajos, en la oscuridad más profunda del exilio, la Torá, que es “buena” y que refleja los “puntos buenos” de la persona, no dejará que el bien sea olvidado (Likutey Halajot I, p. 3a).

31:21 “Sucederá, pues, cuando le hubieren

alcanzado muchos males y angustias que este cántico responderá como testigo en su misma cara, porque no será olvidado de la boca de su descendencia. Porque Yo conozco sus inclinaciones en virtud de las cuales obra hoy, antes de haberlo conducido a la tierra que le tengo jurada”. Porque no será olvidado de la boca de su descendencia

Considerando la intensificación de la opresión de los romanos y el inminente exilio, los Sabios declararon: “La Torá será olvidada algún día por los judíos”. Pero el rabí Shimón bar Iojai declaró que la Torá nunca sería olvidada, citando este versículo como texto de prueba (Shabat 138b).

La cita del rabí Shimón del presente versículo no fue incidental. Las letras finales de las palabras kI loA tishajaJ mipI zarO (“no será olvidado de la boca de su descendencia”) deletrean IOJAI (‫)יאחוי‬, indicando que mediante Iojai i.e., el rabí Shimón- la Torá no sería olvidada. Al hacer esta promesa, el rabí

Shimón se enfrentó solo a los sabios más importante de su época. Pero estaba en lo cierto. Y, más aún, en mérito al Zohar revelado por el rabí Shimón, los judíos finalmente dejarán el exilio (Zohar III, 124b) (Likutey Moharán Prefacio).

Este cántico responderá testigo... no será olvidado

I,

como

Incluso cuando los judíos pecan y olvidan la Torá, la Torá no los olvida a ellos. Siempre estará allí para los judíos y finalmente los hará retornar a Dios (Likutey Halajot VIII, p. 185b). No será olvidado de la boca de su

descendencia... después de mi muerte ¿Por qué celebramos el iortzait de un Tzadik, en lugar de llorar su pérdida? Nuestra alegría expresa el hecho de que la Torá y las enseñanzas del Tzadik permanecen con nosotros. Utilizando su fuerza, podremos superar toda adversidad. Así, en el día 7 de Adar (el iortzait de Moisés) y en Lag BaOmer (el iortzait del rabí Shimón bar Iojai), hay una gran alegría (Likutey Halajot IV, p. 274138a).

31:29 “Porque yo sé que después de mi muerte se

corromperán de seguro y se apartarán del camino que les he prescrito y así les sobrevendrá el mal en los días venideros, cuando hayan hecho lo que es malo a los ojos de Dios, provocándole a ira con las obras de sus manos”. Yo sé que después de mi muerte se corromperán A todo lo largo del Libro del Deuteronomio, Moisés amonesta a los

judíos por sus rebeliones contra Dios y los exhorta a aferrarse a la Torá. Finalmente dice, “Yo sé que después de mi muerte se corromperán”. En otras palabras, una vez que lo consideren muerto, pecarán. Por lo tanto alentó al pueblo a mantenerse firme en su fe en los Tzadikim (para que el Tzadik no sea considerado “muerto”) (Likutey Halajot V, p. 58). Yo sé que después de mi muerte se corromperán Pero después del fallecimiento de Moisés, los judíos no se corrompieron. Sirvieron a Dios todos los días de Ioshúa y todos los días de los ancianos que vivieron después de Ioshúa. Mientras el

discípulo esté con vida, el maestro sigue con vida (Rashi).

Sabemos que los Tzadikim están vivos incluso después de fallecer (ver Berajot 18a). Más aún, el Zohar (II, 174a) enseña que Moisés nunca falleció, sino que continúa sirviendo a Dios arriba. De modo que, ¿cómo pudo Moisés decir, “Después de mi muerte”? Mientras los discípulos se mantengan inmersos en sus enseñanzas, el Tzadik nunca fallecerá. Moisés se estaba refiriendo a una época en que los judíos olvidarían sus enseñanzas o se volverían perezosos y dejarían de estudiarlas. Cuando las enseñanzas del

Tzadik son ignoradas, el Tzadik “fallece” efectivamente. Mientras Ioshúa y los otros discípulos estudiaron el mensaje de Moisés, Moisés se mantuvo “vivo” y vibrante (Likutey Halajot VII, p. 214a-428a).

Parashat Haazinu

32:1 “Escuchen, cielos y hablaré; y cuida la tierra los dichos de mi boca”. Escuchen, cielos... como el rocío, mis palabras... clamaré en el Nombre de Dios Las “palabras” son palabras de Torá. Cuando transformamos nuestro

estudio de Torá en plegarias, clamando a Dios y orándole a Él para que nos ayude a poner en práctica esa Torá, nuestras palabras son oídas (Likutey Halajot III, p. 206). Escuchen, cielos... Descenderá, como lluvia, mi doctrina... como el rocío, mis palabras... clamaré en el Nombre de Dios Moisés insinuó que si los cielos deberían escuchar, de seguro la humanidad también debería escuchar. Las palabras de Moisés eran como lluvia y rocío, que tienen el poder de sustentar a toda la creación. “Clamaré en el Nombre de Dios” - cada palabra

expresada por el Tzadik sirve para revelar la presencia de Dios en el mundo entero (Likutey Halajot VII, p. 141).

32:2 “Descenderá, como lluvia, mi doctrina; destilará, como el rocío, mis palabras; como llovizna sobre la hierba y como el aguacero sobre la vegetación”. Descenderá, como lluvia, mi doctrina; destilará, como el rocío, mis palabras; como llovizna sobre la hierba

Así como la lluvia, el rocío y los fuertes vientos le traen vida al mundo, lo mismo hace la Torá [transmitida por Moisés] (Rashi).

Rúaj (viento) también significa “espíritu” - en particular, el espíritu de la inspiración Divina. Las palabras de Moisés, que son un ejemplo del poder del espíritu del Tzadik, le traen inspiración Divina a cada persona (Likutey Moharán I, 10:8). Descenderá, como lluvia, mi doctrina... rocío... clamaré en el Nombre de Dios “Mi doctrina”, “lluvia” y “rocío”

representan la Torá. “Clamaré en el Nombre de Dios” representa la plegaria. La manera de alcanzar la Torá es orando a Dios para recibir Su bendición (Likutey Halajot I, p. 338). Descenderá, como lluvia, mi doctrina Así como la lluvia riega la tierra para hacer brotar maravillosos frutos, las palabras de Moisés pueden beneficiar a los judíos que le prestan cuidadosa atención. Sus palabras poseen ese poder porque Moisés siempre clamaba a Dios e instruía al pueblo para seguir su ejemplo. Si los judíos pecaban o se encontraban lejos de Dios, Moisés les aconsejaba no perder la esperanza,

pues “si han pecado, ¿acaso lo han dañado a Él?” (Job 35:6). Así, siempre es posible volver a Dios (Likutey Halajot V, p. 170a-340).

32:6 “¿Para con Dios te portas así, oh pueblo insensato y no sabio? ¿No es Él tu padre que te creó? ¿No es cierto que Él te hizo y te estableció?”. Pueblo insensato y no sabio “Pueblo insensato y no sabio” - esto

quiere decir una nación que recibió la Torá y no actuó de manera sabia (Targúm Onkelos).

El principal factor para saber cuánto sirve a Dios una persona es su unión con los Tzadikim. Para lograr esa unión, la persona debe hacer tres cosas. Debe aceptar plenamente las enseñanzas del Tzadik y no desviarse de ellas “ni a la derecha ni a la izquierda” (Deuteronomio 17:11). Debe rechazar las así llamadas “sabidurías” promulgadas por los filósofos y los ateos que niegan a Dios. Y debe dejar de lado sus propias ideas como si no tuviese ninguna inteligencia más que la que recibe del Tzadik. Entonces tendrá éxito en unirse

al Tzadik. Cuando llegó el momento en que los judíos debían recibir la Torá, estaban rodeados de idólatras que justificaban su comportamiento mediante sus propios razonamientos y “sabiduría”. A pesar de las exhortaciones de Moisés y de los milagros que llevó a cabo para ellos, si los judíos hubiesen seguido esas “sabidurías”, habrían rechazado la Torá y negado a Dios. En cambio, los judíos dejaron de lado sus propias ideas y aceptaron la dirección de Moisés con una absoluta simpleza. De esa manera, merecieron recibir la Torá.

Éste es el significado de “una nación que recibió la Torá y no actuó de manera sabia”. Ellos recibieron la Torá principalmente debido a que “no actuaron de manera sabia” - porque aceptaron la Torá con absoluta simpleza y se unieron al Tzadik, a Moisés (Likutey Moharán I, 123). Una nación insensata y no sabia “Pueblo insensato y no sabio” - esto quiere decir una nación que recibió la Torá y no actuó de manera sabia (Targúm Onkelos).

El Rebe Najmán elabora de una manera única este versículo, en base a la interpretación del Targúm Onkelos. El

Rebe enseña que la principal manera de adquirir la Torá es mediante la absoluta simpleza, dejando de lado los propios pensamientos y aceptando la Torá tal cual es enseñada por los Tzadikim. Entonces uno realmente puede recibir la Torá y su esencia (Likutey Moharán I, 123). Agrega el rabí Natán: Es necesario comportarse con una completa simpleza y aceptar las enseñanzas del Tzadik. Mientras la persona tenga sus propias ideas y no reciba del Tzadik, no estará unida al Tzadik (Likutey Halajot I, p. 152). Consecuentemente, no recibirá verdaderamente -ni aceptará- la Torá.

Una nación insensata El mundo fue creado con LeV Netivot (‫לב נתיבות‬, Treinta y dos Senderos) de Sabiduría [LeV tiene el valor numérico de 32] (Sefer Ietzirá 1:1).

NaVaL (‫נבל‬, insensata) es un acrónimo para LeV Netivot (‫לב נתיבות‬,), los Treinta y dos Senderos de Sabiduría. Esto último es una referencia a la Torá, que es la verdadera sabiduría. Y la Torá es llamada NoVLot HaJojmá HeElioná (“Sabiduría Simple de arriba”) (Bereshit Rabah 17:5). La persona que procede con una “insensata” simpleza al estudiar y obedecer la Torá alcanza los Treinta y

dos Senderos de Sabiduría (Likutey Moharán I, 123).

32:7 “Recuerda los días de la antigüedad; considera los años de muchas generaciones: pregunta a tu padre, que él te anunciará, a tus ancianos y ellos te dirán”. Recuerda los días de la antigüedad Recuerda los días de antaño y tráelos, renovados, a tu mente. Cuando

conectas esos días con tu vida en el presente, conectas el tiempo con más allá del tiempo, haciendo una unidad de tu vida (Likutey Halajot III, p. 212a).

32:8 “Que al repartir el Altísimo la herencia entre las naciones, cuando hizo separarse a los hijos de Adán, iba estableciendo los límites de los pueblos conforme al número de los hijos de Israel”.

Estableciendo los límites de los pueblos conforme al número de los hijos de Israel LemiSPaR (‫למספר‬, “conforme al número”) comparte la misma raíz que SaPiR (‫ספיר‬, iluminado). Aquel que profundiza en la Torá obtiene una iluminación especial llamada “rostro brillante”. Pero aquel que sucumbe a sus malos deseos se compara con un “rostro oscurecido”. Así, “Conforme al miSPaR de los hijos de Israel” - en mérito a la iluminación que los judíos obtienen al estudiar la Torá en profundidad “estableció los límites de los pueblos” -

es posible establecer límites que controlan y contienen los bajos deseos asociados con el “rostro oscurecido” (Likutey Moharán I, 101:2).

32:9 “Porque la porción de Dios es Su pueblo; Iaacov es la porción de su herencia”. La porción de Dios es Su pueblo Incluso en el desierto, un lugar en el cual aparentemente no puede encontrarse nada bueno, es posible encontrar el bien. Debido a que nosotros somos “la porción de Dios, Su pueblo”, tenemos

ese bien en nuestro interior (Likutey Halajot I, p. 3a). Iaacov es la porción de su herencia Jevel najalató (“la porción de su herencia”) significa literalmente “La cuerda de su herencia”. Tradicionalmente, se usaba una cuerda para medir. Nuestros Sabios comparan al pueblo judío con una cuerda atada a los patriarcas (cf. Rashi). Mediante ese apego, los judíos podrán dejar el exilio, que es finito y “medido”, tal como una cuerda. En el futuro mesiánico, las naciones mismas sacarán a los judíos de

su exilio y los harán retornar a su herencia, a la cual están fuertemente unidos en esencia (cf. Likutey Moharán I, 24:10). Iaacov es la porción de su herencia Iaacov representa la caridad, como en el versículo “Tú ejecutas justicia y caridad en Iaacov” (Salmos 99:4). Cuando un judío da caridad, alcanza su herencia, la porción de los patriarcas - que es la Tierra Santa, la Torá y, por sobre todas las cosas, la cercanía a Dios (Likutey Moharán II, 71:10).

32:10 “Le halló en una

tierra desierta, entre la desolación de una horrorosa soledad y entre aullidos de las fieras; le tendió en derredor Su protección, le instruía, le guardaba como a la pupila de Su mismo ojo”. Le halló en una tierra desierta, entre la desolación de una horrorosa soledad... le guardaba como a la pupila de Su mismo ojo Muchas almas judías se encuentran perdidas en desiertos espirituales y ámbito desolados, confundidas en los

senderos de los malvados. Pero Dios siempre las cuida y espera el momento oportuno para despertar a cada alma con una inspiración por el bien, para que finalmente pueda retornar a Él. Moisés comenzó la canción de Haazinu invocando los cielos (Deuteronomio 32:1), indicando que una atmósfera tranquila permite que el bien en cada judío se aferre a Dios y acepte Su dirección para retornar a Él (Likutey Halajot IV, p. 32a).

32:11 “Como el águila despierta su nido, revolotea sobre sus polluelos, extiende sus alas, los toma, los lleva

sobre sus alas”. Como el águila despierta su nido El águila representa el espíritu, por lo que corresponde al Tzadik, “un hombre en quien hay espíritu” (Números 27:18). Y esto hace referencia en particular a un espíritu de compasión. KiNo (‫קנו‬, “su nido”) es similar a KNé (‫קנה‬, adquiere), como en “Adquiere sabiduría, adquiere comprensión” (Proverbios 4:5). Así, cuando la persona tiene compasión, puede despertar y activar su sabiduría y comprensión (Likutey

Moharán I, 29:2, 4).

32:15 “Mas engordó Ieshurun y dio patadas: engordaste, te engrosaste y te cubriste de gordura; entonces desechó a Dios, su Hacedor y menospreció la Roca de su salvación”. Mas engordó Ieshurun y dio patadas: engordaste, te engrosaste y te cubriste de gordura Este versículo habla de un pecador

que no desea reconocer sus errores. Cuando la persona reconoce sus faltas, busca rectificarlas. La manera más efectiva de hacerlo es no responder cuando se es humillado (Likutey Moharán I, 6:6).

32:18 “Has ignorado la Roca que te engendró y te has olvidado del Dios que te dio el ser”. Has ignorado la Roca que te engendró TeShi (‫תשי‬, ignorado) está relacionado

con TaSh (‫תש‬, exhausto) (Rashi).

La persona debe clamar y esforzarse para dar nacimiento a nuevos y más grandes niveles de conciencia espiritual, al igual que una mujer en trabajo de parto que clama para darse fuerzas y poder dar a luz. Este esfuerzo es particularmente necesario cuando uno está “exhausto” i.e., humillado por sus pecados y el bajo nivel de sus logros. Este tipo de humillación se produce cuando la persona no santifica sus sentidos. Aquel que quiera arrepentirse deberá santificar sus sentidos clamando a Dios. Entonces podrá “dar a luz” niveles más grandes

de percepción espiritual. Mediante la plegaria y el estudio de la Torá, la persona puede acceder a niveles superiores de conciencia espiritual. Pero, para poder lograrlo, deberá clamar a Dios en plegaria, una y otra vez. Esto está aludido en las palabras Tzur Ieladja Teshi (“Has ignorado la Roca que te engendró”) que tienen las mismas iniciales que la frase Tzakateinu Iodea Taalumot (“[Oye] nuestros clamores, Conocedor de los misterios”) (de la plegaria mística Ana Becoaj) (Likutey Moharán I, 21:7).

32:23 “Juntaré sobre ellos

males; Mis saetas agotaré en ellos”. Mis saetas agotaré en ellos Incluso luego de que las saetas de Dios han sido utilizadas, el pueblo judío puede seguir viviendo (Rashi).

Aunque el juicio del Cielo puede ser severo, no destruye a la persona. La gente, por otro lado, es capaz de destruir a otros completamente (Likutey Moharán I, 241). Así, debemos tener cuidado de todo aquel que se arrogue el derecho de administrar lo que él considera justicia.

32:39 “Miren ahora que Yo, Yo solo soy y no hay dioses conmigo; Yo hago morir y hago vivir, Yo libero y Yo curo; y no hay quien libre de Mi mano”. Miren ahora que Yo, Yo solo soy “Ahora” es el momento, no importa cuándo o dónde se encuentre la persona. “Ahora” - pues Dios está siempre presente y uno siempre puede acercarse a Él (Likutey Halajot VIII, p. 40b).

32:40 “Elevo Mi mano al Cielo y digo, ‘Así como vivo por siempre’”. Elevo Mi mano al Cielo Cuando la persona cumple con el dictado de: “Eleva tus manos en santidad” (Salmos 134:2), puede entonces elevar sus manos al Cielo y traer intelecto y vida (Likutey Halajot I, 18a).

32:41 “Cuando afile Mi luciente espada y Mi mano empuñe el juicio, retribuiré

la venganza a Mis adversarios y a los que Me odian les pagaré”. Mi mano empuñe el juicio Dios “empuña” y restringe Sus juicios incluso en contra de una persona malvada. Dado que esa persona puede haber hecho alguna buena acción por la cual merezca la recompensa, Dios le permite florecer hasta que haya utilizado todo su mérito. Entonces el juicio será ejecutado sobre ella de manera plena y sufrirá su caída. La misma idea se aplica a una

persona recta. Es posible que haya pecado o cometido un error por el cual deba ser castigada. Pero debido a que Dios “empuña el juicio en Su mano”, Él también retiene el castigo de la persona recta que ha errado. Finalmente, cuando la mala acción sea castigada, el juicio ya no será severo, y la persona recta podrá recibir su recompensa (Likutey Moharán I, 55:3).

32:42 “Embriagaré de sangre Mis saetas y Mi espada comerá carne; las embriagaré con la sangre de

muertos y de cautivos, debido a la cabeza del enemigo que gobierna sobre ellos”. Debido a la cabeza del enemigo que gobierna sobre ellos Merosh parot oiev (“debido a la cabeza del enemigo que gobierna sobre ellos”) también puede traducirse como “el enemigo está expuesto en la cabeza”. En otras palabras, los enemigos se revelan en la mente, que está en la cabeza. Pues la mente contiene elementos extraños que nutren los cabellos de la cabeza y esos elementos

superfluos les dan sustento a los enemigos. Cuando la persona se vuelve un líder -una “cabeza”- genera enemigos, a los cuales debe vencer (Likutey Moharán I, 67:6). Más generalmente, cada vez que la persona alcanza una nueva comprensión de la Divinidad, debe superar nuevas fuerzas hostiles que intentan alejarla y cerrarle el camino.

32:44 De manera que vino Moisés y recitó todas las palabras de este cántico a oídos del pueblo, él y

Hoshea, hijo de Nun. De manera que vino Moisés y recitó todas las palabras de este cántico ¿Por qué Haazinu es llamado un “cántico” si está compuesto en su mayoría por amonestaciones? Moisés alcanzó los significados más profundos de la Torá. En ese nivel, podía efectuar el perdón de los pecados. Con esa capacidad, pudo transformar en méritos los pecados por los cuales estaba amonestando a los judíos. Por lo tanto es llamado un “cántico” (Likutey Halajot V, p. 220).

32:51 “Por cuanto quebraron la fe en Mí en medio de los hijos de Israel junto a las aguas de Meribá de Kadesh en el desierto de Tzin, puesto que no Me santificaron en medio de los hijos de Israel”. Por cuanto quebraron la fe en Mí en medio de los hijos de Israel junto a las aguas de Meribá de Kadesh en el desierto de Tzin... verás la Tierra desde lejos, pero no entrarás en ella

En el episodio de las Aguas de la Disputa (ver Números 20:1-13), los judíos enfrentaron a Moisés debido a que carecían de agua. Su habla corrompida fue tan poderosa que hizo que también Moisés se volviese culpable de un habla dañada, por lo que golpeó la roca en lugar de hablarle, como Dios le había indicado. Si Moisés le hubiese hablado a la roca, le habría dado fuerza al habla sagrada y obtenido la capacidad de superar las disputas. Las palabras de este versículo aluden a esas ideas: “Las Aguas de la Disputa” - agua

corresponde a la sefirá de Jesed, que separa a la persona de la disputa. “Kadesh” - el Targúm Onkelos traduce el nombre de ese lugar como ReKeM (‫)רקם‬, que sugiere RiKeM (‫רקם‬, diseñado o formado) y TzIR (‫ציר‬, formado). TzIR es similar a TzeIRei (‫)צירי‬, el punto vocal asociado con la sefirá de Biná. El habla sagrada produce una “formación” para el bien, mientras que el habla profana produce una “formación” para el mal. “El desierto de Tzin” - TzIN (‫)צין‬ sugiere TzInei (‫ציני‬, palmas) o TMaRim (‫תמרים‬, palmeras), que es similar a TMuRá (‫תמורה‬, intercambio). El habla

corrompida genera un intercambio de lo santo por lo profano y por lo tanto oculta la santidad de la Tierra Santa. “Verás la Tierra desde lejos, pero no entrarás en ella” - debido a que Moisés fue culpable de un habla dañada y por lo tanto ocultó la santidad de la Tierra Santa, no se le permitió entrar a la Tierra (Likutey Moharán I, 48:1,5).

Parashat VeZot HaBerajá

33:2 Y dijo: “Dios vino del Sinaí y desde Seir les brilló: resplandeció desde el monte Parán y vino de en medio de decenas de millares de Sus santos: Su diestra traía una

ley de fuego para ellos”. Dios vino del Sinaí y desde Seir les brilló: resplandeció desde el monte Parán Dios les ofreció la Torá a todas las naciones del mundo, pero todas la rechazaron dado que sus leyes iban en contra de sus malos rasgos innatos. Entonces Dios les ofreció la Torá a los judíos (Avodá Zará 2b; Sifri, VeZot HaBerajá 2).

El monte Seir es el territorio de Esaú; el monte Parán es el territorio de Ishmael. El Zohar (III, p.193a) enseña que Esaú e Ishmael son los progenitores

espirituales de las setenta naciones. Cuando sus descendientes rechazaron la Torá, todas las otras naciones los siguieron. Dado que los malos rasgos de esas naciones las alejan de la Torá y de la santidad, en su lugar Dios les dio esa santidad a los judíos. De aquí podemos aprender que cuando la persona desea alcanzar la comprensión de la Torá, primero debe eliminar sus malas características (Likutey Moharán I, 101:2). Dios vino del Sinaí y desde Seir les brilló: resplandeció desde el monte Parán

Dios quería que todos tuviesen la Torá. Pero cuando se la llevó a las naciones, ellas la rechazaron (Avodá Zará 2b).

Cuando Dios les ofreció la Torá a las naciones, trajo junto con ella pensamientos de arrepentimiento. Sin embargo, las naciones no querían recibir la Torá y la rechazaron. Cuando Dios les ofreció la Torá a los judíos, ellos recibieron la iluminación del arrepentimiento y estuvieron de acuerdo en aceptarla. De esa manera, los judíos se transformaron en el “pueblo elegido” de Dios, un concepto que desafía la lógica. Los judíos son llamados am segulá (‫עם סגולה‬, “nación especial”) pues una segulá (‫סגולה‬, un remedio

maravilloso) desafía la comprensión humana (ver Likutey Moharán I, 21:8). ¿Cómo es posible que una nación pueda ser “elegida” por sobre todas las otras? La misma pregunta se aplica en cada generación: ¿Por qué algunas personas siguen el sendero verdadero, mientras que otras que quieren servir a Dios siguen senderos que no siempre son los correctos? En verdad, Dios Se le revela a cada uno. En la medida de cuánto esté la persona dispuesta a sacrificarse por Dios, merecerá una revelación de la Divinidad. De esa manera, merecerá ser “elegida” por Dios (Likutey Halajot II, p. 119a).

Su diestra traía una ley de fuego para ellos “Una ley de fuego” - Dios dio la Torá en la forma de fuego negro [las letras] sobre fuego blanco [el fondo] (Rashi; Ierushalmi, shekalim 6:1).

“Blanco” representa la conciencia espiritual, que no puede ser vista ni comprendida. “Negro” representa la “forma”, que puede ser aprehendida. Aunque podemos aprehender el “fuego negro” de la Torá, el “fuego blanco” de la Torá existe en niveles que están más allá de nuestra comprensión (Likutey Moharán I, 192).

33:3 “También, Él mostró Su amor a Sus pueblos. Todos Sus santos están en Tu mano, aquellos que se pusieron a Tus pies y aceptaron sobre sí Tus Mandamientos”. Él mostró Su amor a Sus pueblos. Todos Sus santos están en Tu mano “Pueblos” hace referencia a aquellos que se han arrepentido o convertido en aras de Dios - gente que estaba distante y que ahora se ha

acercado a Dios. Ellos tomaron de “todos Sus santos” la fuerza que necesitaban para rechazar sus vidas previas - estos “santos” son los Tzadikim, que traen la verdadera fe al mundo (Likutey Halajot VIII, p. 257a). Todos Sus santos están en Tu mano Las manos son sinónimo de fe, como en “Sus manos eran fe” (Éxodo 17:12). Y aquellos que revelan la fe son los Siete Pastores -Abraham, Itzjak, Iaacov, Iosef, Moisés, Aarón y Davidquienes colectivamente encarnan a los líderes de cada generación. Así, “Todos Sus santos” - los

Tzadikim que son los verdaderos líderes de cada generación - “están en Tus manos” - ellos le revelan al mundo la fe en Dios (Likutey Moharán I, 22:3). Aquellos que se pusieron a Tus pies TuKú leragleja (‫תכו לרגלך‬, “Aquellos que se pusieron a tus pies”) - estos son los estudiosos de la Torá, que golpean (‫שמכתתים‬, shemeJaTeTim) sus pies al ir de una ciudad a otra y de un país a otro para estudiar y enseñar la palabra de Dios (Bava Batra 8a).

Esos Tzadikim conversan con toda clase de gente, desde eruditos hasta pecadores. Aunque a veces sus palabras parecen ser mundanas, éstas sirven

como una vestimenta para que el brillo y la intensidad de la Torá no abrumen a la gente. De esa manera, los Tzadikim elevan las chispas sagradas y vencen el mal (Likutey Moharán II, 91:2). Aquellos que se pusieron a Tus pies TuKú leragleja (‫תכו לרגלך‬, “Aquellos que se pusieron a tus pies”) - estos son los estudiosos de la Torá, que golpean (‫שמכתתים‬, shemeJaTeTim) sus pies al ir de una ciudad a otra y de un país a otro para estudiar y enseñar la palabra de Dios (Bava Batra 8a).

Cuando los Tzadikim viajan, rectifican el aire a su alrededor mediante el estudio de Torá (Likutey

Halajot II, p. 84a).

33:4 “La Torá que nos encargó Moisés, herencia será de la congregación de Iaacov”. La Torá que nos encargó Moisés, herencia será de la congregación de Iaacov ¿Acaso no dice la Mishná: “Prepárate para estudiar Torá, pues no es tuya por herencia” (Avot 2:12)? La Torá más importante es aquella

que une al pueblo judío, pues esto une a los judíos con Dios. Cuando verdaderamente podemos ser llamados una “comunidad”, la Torá es nuestra por herencia. Pero si tratamos de alcanzarla como individuos, debemos prepararnos para trabajar por ella (Likutey Halajot VIII, p. 139a). La Torá que nos encargó Moisés, herencia será de la congregación de Iaacov No leas MORaShá (‫מורשה‬, herencia), sino MeORaSá (‫מאורסה‬, comprometida) (Pesajim 49b).

Cuando una persona soltera oye

palabras de Torá de un Tzadik, ello puede ayudarla a encontrar su pareja matrimonial. El Tzadik crea ideas originales al combinar enseñanzas provenientes de diversas áreas de la Torá, lo que equivale a presentar a dos personas y conformar una pareja. Así, las enseñanzas de Torá del Tzadik crean una energía espiritual que ayuda a la persona que busca su pareja matrimonial (Likutey Moharán II, 89).

33:5 “Y Él fue rey de Ieshurun, cuando se juntaron las cabezas del pueblo, reunidas en uno las

tribus de Israel”. Y Él fue rey de Ieshurun, cuando se juntaron las cabezas del pueblo Maljut (Reinado), la sefirá más baja, está directamente enraizada en Jojmá (Sabiduría), la más elevada de las sefirot (Zohar III, 288a).

El liderazgo debe estar fundado en la sabiduría. Por ese motivo, todos los reyes tienen hombres sabios y consejeros que los ayudan a establecer el reino. Y debido al amor por los sabios, el reino se mantiene seguro. En el reinado de Dios, esos

“sabios” son los Tzadikim. Ellos “reúnen” a los judíos para poder inspirarles la fe (Likutey Moharán I, 18:4).

33:7 Y ésta es la bendición de Iehudá; y dijo: “¡Oye, Dios, la voz de Iehudá y hazle regresar a su pueblo; basten para él sus mismas manos y sé Tú su auxilio contra sus adversarios!”. Oye, Dios, la voz de Iehudá Durante el viaje de los judíos por el

desierto, los huesos de Iehudá rodaban continuamente dentro de su ataúd. Cuando Moisés le pidió misericordia a Dios, recordando la confesión de Iehudá al reconocer que era el padre de los hijos de Tamar (Génesis 38:26), los huesos de Iehudá fueron restaurados en su lugar apropiado (Sotá 7b).

Cada ley de la Torá está compuesta por una cierta configuración de letras. Cuando la persona peca, destruye las combinaciones positivas de letras y forma una combinación negativa de letras, que se graba entonces sobre sus huesos. Al confesar su pecado delante de un estudioso de la Torá, las letras desaparecen de sus huesos y se transforman en las palabras de la

confesión. Esto es lo que sucedió en el desierto. Los huesos de Iehudá habían sido afectados debido a que el pecado de la persona se “graba sobre sus huesos”, transformándolos en una fuente de sufrimiento. Pero cuando Moisés recordó la confesión de Iehudá, ello fue considerado como si Iehudá mismo se hubiese confesado en presencia de Moisés, el estudioso de la Torá. Esto deshizo las configuraciones negativas y los huesos de Iehudá pudieron ser reconstruidos en santidad (Likutey Moharán I, 4:5). Oye, Dios, la voz de Iehudá y hazle

regresar a su pueblo ¿Quién gobierna sobre Mí? El Tzadik (Moed Katán 16b).

Iehudá, al igual que el Tzadik, personifica la autoridad y el gobierno, como está escrito, “El cetro no se alejará de Iehudá” (Génesis 49:10). La autoridad del Tzadik surge de su temor a Dios. La esencia de su gobierno consiste en brillar en los corazones de los demás y despertarlos al servicio a Dios. Así, Dios accede a los decretos del Tzadik cuando el Tzadik hace brillar su luz en el pueblo, como en “Oye, Dios, la voz de Iehudá y hazle regresar a su

pueblo” (Likutey Moharán I, 34:2).

33:8 Y de Leví dijo: “Tus Urim y Tumim sean para Tu piadoso a quien probaste en Masá, con quien contendiste, junto a las aguas de Meribá”. Tus Urim y Tumim sean para Tu piadoso Todo aquel que sea sabio entenderá estas cosas, y ellos comprenderán las bondades de Dios (Salmos 107:43).

“Las bondades de Dios” - esto alude a las halajot (leyes de la Torá), como enseñan nuestros Sabios: “Todo aquel que no deja que lo sirva su discípulo, es como si le estuviese negando la bondad [porque le niega la oportunidad de observar las halajot en acción]” (Ketuvot 96a).

JaSiDeja (‫חסידך‬, “Tu piadoso”) es similar a JaSaDim (‫חסדים‬, bondades). Urim significa “luz”. Así, este versículo puede comprenderse como significando que mediante las bondades/halajot, se revela la luz de la verdad (Likutey Moharán II, 2:7).

33:9 “El cual dijo de su

padre y de su madre: No los he visto; ni a sus hermanos conoció y de sus mismos hijos no hizo caso; porque guardaron Tu palabras y cuidaron Tu pacto”. Cuidaron Tu pacto... enseñarán Tus juicios Los judíos hicieron el becerro de oro para darse la posibilidad de ignorar las leyes de la moralidad. La tribu de Leví no participó de este pecado (Rashi). Por lo tanto, los Levitas son considerados como habiendo cuidado el

pacto y es en su mérito que pueden enseñar las leyes de Dios (Likutey Halajot I, p. 182a). Más aún, debido a que cuidaron el pacto, los Levitas merecieron jesed (bondad), como en “Las leyes son consideradas jesed” (Ketuvot 96a). No sólo los Levitas serán dignos de enseñarles a los demás sino que la gente buscará aprender de ellos las enseñanzas de Torá (Likutey Halajot I, p. 185a).

33:10 “Ellos, pues, enseñarán Tus leyes a Iaacov

y Tu Torá a Israel; pondrán incienso para aplacar Tu ira y ofrendas quemadas sobre Tu altar”. Ellos, pues, enseñarán Tus leyes “Ellos” son los Cohanim y los Levitas, que mantenían el Templo. Hoy en día, “ellos” son aquellos que están dedicados al trabajo sagrado, al estudio de la Torá y a su transmisión de manera correcta. Ellos son los que podrán aclarar las leyes (Likutey Halajot I, p. 127a). Pondrán incienso delante de Ti para

aplacar Tu ira Es imposible traer una completa Providencia Divina a no ser que uno quiebre el deseo de dinero, que es una forma de idolatría. En este versículo, la palabra beAPeJa (‫באפך‬, “Tu ira”) indica el trabajo duro que es necesario llevar a cabo para ganarse el sustento, tal cual está escrito, “Comerás con el sudor de tu frente (‫אפיך‬, APeJa)” (Génesis 3:19). APeJa también refleja la idea de que mientras haya adoración al dinero en el mundo, habrá jarón AF (‫חרון אף‬, ira Divina) en el mundo (cf. Sifri 13:18).

KeToRá (‫קתרה‬, incienso) es similar a KaTaR (‫קתר‬, arameo para “atar”), indicando que la ofrenda de incienso tiene el poder de constreñir la ira Divina y de traer en su lugar la alegría, como en “El incienso alegra el corazón” (Proverbios 27:9). Cuando uno está contento con lo que tiene, aceptando que el sustento le es otorgado por la Providencia Divina, entonces no necesita esforzarse para ganarse la vida (Likutey Moharán I, 13:1).

33:11 “¡Bendice, Dios, su fuerza y mira propicio la obra de sus manos; destroza

los lomos de los que se alzan contra él y de los que le aborrecen, para que no se levanten más!”. Mira propicio la obra de sus manos; destroza los lomos de los que se alzan contra él Las dos manos representan la plenitud de un acto, que comienza con una mano y concluye con la otra. Las manos también aluden al hecho de llevar algo de la potencia al acto. Aquel que logra concretar sus objetivos mitiga y endulza los decretos severos - así, él

“destroza los lomos de los que se alzan contra él” (Likutey Halajot IV, p. 282).

33:12 De Biniamin dijo: “El amado de Dios habitará en confianza junto a Él; Él le dará Su protección todo el día y entre sus hombros Él habitará”. Entre sus hombros Él habitará Existe un hueso llamado luz que está ubicado en la parte posterior del cuello, en un área llamada “entre los

hombros”. Esto es un paralelo del nivel que la Kabalá denomina “Lea”, que está asociado con el nudo de los tefilín de la cabeza (que se ubica en la parte posterior del cuello). Lea fue la primera esposa de nuestro patriarca Iaacov; después de casarse con ella, Iaacov pudo casarse con Raquel, su esposa principal. La persona que alcanza el nivel de “Lea” puede entrar entonces al estado espiritual de conciencia llamado “el Templo” y allí ser un “anfitrión de la Presencia Divina” - una referencia al nivel que la Kabalá asocia con “Raquel” (Likutey Moharán II, 85).

33:13 Y de Iosef dijo: “Bendecida de Dios sea su tierra, en el más precioso don de los cielos, en el rocío y en los hondos manantiales que abajo yacen”. Bendecida de Dios sea su tierra Debido a que Iosef -i.e., el Tzadikascendió por sobre las maldiciones de Adán y rectificó su comer, mereció bendecir (Likutey Halajot II, p. 66a).

33:17 “Como el primogénito de su toro, la grandeza es de él, y sus astas, como astas del búfalo: con ellas acorneará a una las naciones hasta los fines de la tierra; y ellos son las miríadas de Efraím y ellos son los millares de Menashé”. Como el primogénito de su toro, la grandeza es de él “Grandeza” - esto significa brillo (Targúm

Onkelos).

Iaacov está asociado con la inteligencia interna, la sabiduría profunda embebida en cada cosa y que uno puede utilizar para acercarse a Dios. Iosef, más que ningún otro de sus hermanos, se asemejaba a Iaacov en este respecto. Por lo tanto Moisés llamó a Iosef bejor shoró (literalmente, “primogénito de su toro”). “Primogénito” corresponde a la inteligencia interna y ShORO (‫שורו‬, “su toro”) connota mirar y concentrarse en algo, como en “Yo lo contemplé (‫אשורנו‬, aShuRenu), pero no estaba cerca” (Números 24,17).

Así, el versículo puede comprenderse como sigue: “El primogénito” - Iosef alcanzó la primogenitura - “de su toro” - porque siempre se concentró en encontrar la inteligencia interna de cada cosa. “La grandeza es de él” - consecuentemente, esa sabiduría ilumina su camino y lo guía por el sendero correcto (Likutey Moharán I, 1:4). Como el primogénito de su toro, la grandeza es de él La grandeza y la belleza son atributos del Tzadik y representan los misterios Kabalistas de la Torá llamados la “grandeza de su santidad”

(Salmos 29:2). Sólo la persona que cuida

el pacto, como Iosef, el Tzadik, puede ser digna de entrar en el ámbito de la Kabalá. Así, las iniciales de las palabras Hishtajavu LaIHVH Behadrat Kodesh (“Inclínense ante Dios en la grandeza de su santidad”) deletrean la palabra KaBaLáH (‫)קבלה‬. Por otro lado, todos pueden estudiar y comprender la halajá (la ley judía). Por lo tanto HaLaJáH (‫ )הלכה‬es un acrónimo de la frase Hariu LaIHVH Kol Haaretz (“El mundo entero le cantará a Dios”) (ibid., 100:1) (Likutey Moharán I, 11:6). Como el primogénito de su toro, la

grandeza es de él Bejor (primogénito) implica grandeza. La grandeza pertenece a Iosef porque él cuidó el pacto. De la misma manera, los verdaderos Tzadikim alcanzan tremendos niveles de pureza y de habla sagrada; su camino consiste en hablar de sus extraordinarios logros y milagros. Las enseñanzas de los verdaderos Tzadikim pueden guiar a la persona digna, pero también pueden hacer que la persona indigna se extravíe. Porque así como el “toro” tiene una cola larga, de la misma manera, la influencia de los verdaderos Tzadikim se extiende muy

lejos - y se extiende tan lejos en el ámbito de lo no santo que puede llegar a ser imitada. Ello da lugar a los impostores que copian las maneras de hablar y el comportamiento de los verdaderos Tzadikim (Likutey Moharán II, 15:1, 3).

33:18 Y de Zebulun dijo: “Regocíjate, Zebulun, en tus salidas, y tú, Isajar en tus tiendas”. Regocíjate, Zebulun, en tus salidas, y tú, Isajar en tus tiendas

La tribu de Zebulun se dedicaba a comerciar para sustentar a la tribu de Isajar, permitiéndole dedicarse al estudio de la Torá (Rashi).

Debido al amor de Zebulun por Isajar, por el Tzadik, no experimenta tristeza alguna -i.e., ninguna dificultadal ganarse el sustento. Así, Zebulun se regocijará (Likutey Moharán I, 23:3). Regocíjate, Zebulun, en tus salidas Cuando la persona quiebra su deseo de dinero y está satisfecha con lo que tiene, el sustento le llega de manera fácil. Entonces puede regocijarse (Likutey Moharán I, 23:8).

Cuando un comerciante que tiene un tiempo limitado para estudiar Torá, apoya y sustenta a alguien que estudia Torá todo el tiempo, el mérito del comerciante/benefactor se duplica. Es recompensado por dar caridad y también se le acredita la mitad del estudio de Torá de “Isajar” (cf. Iore Dea 246:21). Así, el comerciante merece alcanzar el nivel de “Regocíjate, Zebulun”. Regocíjate, Zebulun, en tus salidas Las tribus de Zebulun y de Isajar hicieron una sociedad. Zebulun habitaba en las costas del mar y salía para comerciar en sus naves. Él compartía sus ganancias con Isajar, permitiendo que éste último se dedicase al estudio de la Torá (Rashi).

Ella es como una flota mercante; ella trae su alimento desde lejos (Proverbios 31:14).

Cuando la persona se dedica a los negocios con fe y honestidad, merece traer un nuevo intelecto desde “lejos” i.e., desde el elevado nivel espiritual llamado la Luz del Rostro. Así, cuando “Zebulun sale” -cuando la persona lleva a cabo sus negocios de manera honesta- “se regocija” con el influjo de sabiduría proveniente de la Luz del Rostro (Likutey Moharán I, 35:6, 11).

Regocíjate, Zebulun, en tus salidas, y tú, Isajar en tus tiendas Hay dos maneras de servir a Dios: mediante el estudio de la Torá y mediante la práctica honesta de los negocios. El primero es un nivel más elevado, como vemos a partir de la bendición de Moisés a las tribus de Zebulun y de Isajar: “Regocíjate, Zebulun, en tus salidas, y tú, Isajar en tus tiendas”. La devoción de Zebulun dedicándose a los negocios para sustentar a los estudiosos de Torá de Isajar- es llamada “salir”, mientras que la devoción de Isajar -dedicado al estudio de la Torá- se dice que está “en tus tiendas”, implicando algo que posee

un significado más profundo e interior (Likutey Moharán I, 280;3). En tus salidas Las Escrituras utilizan la misma expresión, “salir”, cuando hablan de la guerra, como está escrito, “Cuando salgas a la guerra en contra de tus enemigos” (Deuteronomio 21:10). Esto nos enseña que la actividad comercial corresponde a una guerra. Al dedicarse a los negocios, la persona eleva las chispas de santidad que han caído en el Otro Lado y las restaura en el lado de la santidad. Para elevar las chispas caídas uno debe encarar una guerra en contra de las fuerzas del mal (Likutey Moharán I,

280:3).

Regocíjate, Zebulun, en tus salidas, y tú, Isajar en tus tiendas... Llamarán a las tribus a la montaña... serán nutridas por la abundancia de los mares y los tesoros que esconden las arenas La tribu de Zebulun se dedicaba a comerciar para sustentar a la tribu de Isajar, permitiéndole dedicarse al estudio de la Torá (Rashi).

Específicamente, cuando Isajar -el Tzadik- puede sentarse en su tienda y estudiar Torá debido a que lo estás sustentando, entonces tú, Zebulun,

puedes regocijarte. Porque entonces serás bendecido en tus negocios. Más aún, mediante la combinación de la Torá y de las prácticas comerciales honestas, el mundo también será sustentado. Las naciones reconocerán esto; no sólo no te acusarán de robar su tierra (ver Rashi sobre Génesis 1:1), sino que incluso llegarán a convertirse (ver Rashi sobre Deuteronomio 33:19) y llevar sacrificios a tu montaña, el sitio del Templo. Las naciones reconocerán que el sustento les llega a través de los “tesoros escondidos en jol (‫חול‬, la arena)”, la Torá, que está oculta en jol (‫חול‬, lo mundano). Pues la Torá sustenta a todo (Likutey Halajot I, p. 476).

Regocíjate, Zebulun... Isajar... Llamarán a las tribus a la montaña... serán nutridas por la abundancia La tribu de Zebulun se dedicaba a comerciar para sustentar a la tribu de Isajar, permitiéndole dedicarse al estudio de la Torá (Rashi).

La voluntad de Zebulun de sustentar a los estudiosos de Torá refleja su fe en los Tzadikim, que es la esencia de la fe. La persona que tiene fe en los Tzadikim merece retirar las barreras y constricciones (i.e., juicios) que impiden a los demás servir a Dios. Cuando esas barreras sean retiradas, todas las naciones reconocerán a Dios.

Y entonces el Templo será reconstruido, toda la humanidad ascenderá a servir a Dios y una ilimitada abundancia fluirá sobre los judíos (Likutey Halajot VIII, p. 142b).

33:21 “Y proveyó la primera porción para sí, porque allí le fue ocultada la porción solicitada del legislador; y cuando marchare al frente del pueblo, la justicia de Dios ejecutará y Sus juicios para con Israel”.

El legislador “El legislador” - esto se refiere a Moisés (Rashi).

MeJoKeK (‫מחקק‬, legislador) tiene el valor numérico de 248, correspondiente a la totalidad de los mandamientos positivos de la Torá y al número de miembros en el cuerpo humano. Moisés es llamado el mejokek porque está encarnado en cada uno de los judíos, en cada uno de sus miembros, siempre urgiendo a cada miembro a cumplir con la mitzvá que le corresponde.

MeJoKeK (‫מחקק‬, legislador) es similar a MeJuKaK (‫מחקק‬, “lo que ha sido ordenado” - i.e., un estatuto o ley), como en “No sea que beba y olvide lo que se le ha ordenado” (Proverbios 31:5). De aquí aprendemos que la borrachera hace que la persona olvide las 248 mitzvot de Moisés (Likutey Moharán II, 26:2). Le fue ocultada la porción solicitada del legislador Cuando Moisés falleció, pasó hacia el ámbito de la Voluntad Divina, que está oculta de la percepción humana (Likutey Moharán II, 4:10). Por ello su tumba está oculta.

Y proveyó la primera porción para sí, porque allí le fue ocultada la porción solicitada del legislador El pecado de Adán hizo que muchas almas y muchas chispas de santidad se diseminaran por el mundo entero. ¿Cómo es posible que alguien pueda retornar a Dios si no sabe cuál es el camino de retorno? Sólo Dios, Quien es el Lugar del Mundo, conoce el lugar apropiado de cada persona. El Tzadik puede facilitar esta búsqueda. Debido a que sabe cómo encontrar a Dios, el Tzadik puede ayudar a cada persona a encontrarse a sí misma. Cuando la

persona visita al Tzadik o a su tumba, su proximidad con el Tzadik le permite percibir su “primera porción” - el lugar en el cual se originó. El Tzadik, “quien busca hacer rectos a los judíos” (cf. Daniel 12:3), trabaja con cada persona para dirigirla hacia su rectificación (Likutey Halajot V, p. 330-166a).

33:29 “¡Dichoso eres, oh Israel! ¿Quién como tú, pueblo salvado por Dios, el escudo de tu auxilio, que también es la espada de tu grandeza? Mas tus enemigos

te dirán lisonjas, mientras que tú andarás triunfante sobre sus alturas”. ¡Dichoso eres, oh Israel! ¿Quién como tú? Está escrito, “¡Dichoso eres, oh Israel! ¿Quién como tú?”. También está escrito, “¿Quién es como Tú entre los poderes, oh Dios?” (Éxodo 15:11) (Zohar III, 128a).

Este versículo en Deuteronomio, en el cual Moisés alaba al pueblo judío, es paralelo al versículo en Éxodo, en el cual los judíos alaban a Dios. La alabanza del pueblo judío está asociada

con un “despertar desde abajo”, mientras que la alabanza de Dios está asociada con un “despertar desde Arriba”. Cuando la persona reconoce cuán importante es a los ojos de Dios, puede despertar de su sueño espiritual y comenzar a servir a Dios. Esto activa un flujo recíproco de energía desde Arriba, que se manifiesta en un aumento de abundancia y de bendición que Dios provee para la humanidad y para el mundo (Likutey Moharán I, 60:11). ¡Dichoso eres, oh Israel! Desde donde concluyó Moisés, de allí

comenzó el rey David. Moisés concluyó la Torá con “¡Dichoso eres, oh Israel!”. El rey David comenzó los Salmos con “Dichoso el hombre” (Salmos 1:1) (Ialkut Tehilim #602).

La Torá no está completa a menos que la persona sepa cómo alabar a Dios y a orarle. Así, Moisés concluyó la Torá con la frase “¡Dichoso eres, oh Israel!”, enseñándonos a alabar a Dios por nuestra buena fortuna. Sin embargo, no pudo comenzar sus plegarias con alabanzas porque había nacido durante la esclavitud en Egipto y no hubo salvación alguna antes de su nacimiento. Dado que Moisés sacó al pueblo judío de Egipto y trabajó toda su vida para instilar Torá en la nación, ahora podía

decir, “¡Dichoso eres!”. El rey David compuso cinco libros de Salmos correspondientes a los Cinco Libros de Moisés. Dado que Moisés nos enseñó a apreciar nuestra buena fortuna, el rey David comenzó los Salmos con “Dichoso es el hombre”, enseñándonos la importancia de comenzar nuestras plegarias con agradecimientos a Dios (Likutey Halajot VIII, p. 67a).

34:5 Moisés, siervo de Dios, murió allí en la tierra de Moab, por orden de Dios.

Moisés, siervo de Dios, murió El nombre MoSheH RaBEiNU (‫משה רבינו‬, “Moisés, nuestro maestro”) tiene el valor numérico de 613, correspondiente a las 613 mitzvot de la Torá. El Zohar (II, 156a) habla de Moisés pasando hacia el nivel de Raava deRaavin (la Voluntad de las Voluntades, el nivel más elevado del Favor Divino). Todo el ser de Moisés estaba dirigido hacia el servicio a Dios y a darle a Él placer y alegría, lo que despierta el Favor Divino. También nosotros podemos alcanzar el nivel del Favor Divino al llevar a cabo las mitzvot, que corresponden a Moisés (Likutey Halajot VII, p. 111a).

Moisés, siervo de Dios, murió allí Dulce es el sueño (Eclesiastés 5:11).

del

trabajador

Moisés es sinónimo de daat (conciencia superior). La pérdida de Moisés para este mundo es un paralelo a la pérdida de daat y a la reversión a un estado de sueño espiritual. Sin embargo, incluso cuando alguien que ha alcanzado daat está espiritualmente dormido, su mente subconsciente es beneficiosa y puede sustentarlo. Así, las iniciales de las palabras Metuka Shnat Haoved

(“Dulce es el sueño del trabajador”) conforman la palabra MoSheH (‫משה‬, Moisés) (Likutey Moharán II, 5:15C). Moisés, siervo de Dios, murió allí Cuando Moisés falleció, Dios se lamentó, “¿Quién se levantará por Mí en contra de los malvado” (Salmos 94:16) (Sotá 13b).

LI (‫לי‬, “por mí”) se deletrea Lamed-Iud. La letra lamed, que puede ser traducida como “estudio”, representan la Sabiduría Inferior y la iud representa la Sabiduría Superior. Un Tzadik tan grande como Moisés es capaz de unir esos dos niveles.

Mi iakum (“¿quién se levantará?”) también puede traducirse como “¿quién elevará?”. En otras palabras: ¿Quién elevará los niveles inferiores hacia los niveles superiores y los unirá, para que el pueblo que está en los niveles inferiores se acerque a Mí?”. Lo mejor que puede hacer una persona para acercarse a Dios es encontrar un Tzadik que pueda lograr esto (Likutey Moharán II, 91:2).

34:6 Y Él le enterró en un valle en la tierra de Moab, frente a Bet Peor; y no ha

sabido hombre alguno el lugar de su sepultura hasta el día de hoy”. Frente a Bet Peor Moisés fue inhumado frente a Bet Peor para eliminar la idolatría que era Peor (Sotá 14a).

La idolatría invoca la ira Divina. JaRON AF (‫חרון אף‬, ira Divina) tiene el mismo valor numérico que el nombre MoSheH (‫משה‬, Moisés). Esto indica que Moisés tenía el poder de contrarrestar la idolatría (Likutey Moharán I, 10:8).

Frente a Bet Peor PeOR (‫ )פעור‬alude a PoER piv (‫פיו‬ ‫פוער‬, “abrir grande su boca”), indicando un habla corrompida. Moisés fue inhumado frente a Bet Peor para rectificar y elevar ese habla dañada, para que Peor no pueda más abrir su boca (Likutey Moharán I, 4:9). Frente a Bet Peor Moisés falleció un Shabat por la tarde (Zohar II, 156a), el tiempo en el cual se manifiesta el Favor Divino. El nivel que alcanzó, aquel de Keter, se encuentra frente a Peor -las idolatrías- y las anula. Así, se dice que el nombre

MoSheH (‫משה‬, Moisés), que es numéricamente equivalente a 345, se encuentra entre ShMaD (‫שמד‬, destrucción) (344) y RaTzON (‫רצון‬, Favor Divino) (346), pues Moisés se encuentra por encima de la destrucción y de la idolatría y trata de elevar las almas hacia el Favor Divino, hacia el perdón de todos los pecados (Likutey Halajot I, p. 133a; ver Likutey Moharán I, 215).

Y no ha sabido hombre alguno el lugar de su sepultura Ni siquiera Moisés supo dónde era inhumado (Sotá 14a; ver Maharsha).

Moisés era tan humilde que se anuló ante Dios y fue absorbido en el Infinito, al grado en que dejó de ser consciente de sí mismo (Likutey Moharán I, 4:9). Moisés alcanzó un nivel de bitul (anulación ante Dios) tan elevado que anuló su corporeidad de manera completa. Por lo tanto nadie -ni siquiera Moisés- puede localizar su cuerpo material (Likutey Halajot II, p. 236a). Y no ha sabido hombre alguno el lugar de su sepultura Pues nadie es capaz de alcanzar la grandeza de Moisés (Likutey Halajot I, p.

154).

Y no ha sabido hombre alguno el lugar de su sepultura Pues trasciende el espacio (Likutey Halajot I, p. 41a). Y no ha sabido hombre alguno el lugar de su sepultura Cuando un Tzadik fallece, se ve libre del cuerpo material y su alma asciende a niveles mucho más elevados, donde alcanza más poder para rectificar otras almas. Por lo tanto es costumbre visitar las tumbas de los Tzadikim para orar pidiendo la rectificación de

nuestros pecados (Likutey Halajot III, p. 191a). Moisés era tan grande que su lugar de entierro está oculto, pues sus plegarias serían demasiado poderosas para el mundo en general. Y no ha sabido hombre alguno el lugar de su sepultura El rabí Berajia dijo: El malvado imperio [romano] envió emisarios al gobernador militar de Bet Peor, ordenándole que les mostrase dónde estaba inhumado Moisés. El gobernador los llevó a la zona donde supuestamente estaba enterrado. Cuando miraban desde un lugar elevado, les parecía que podían ver la tumba allí debajo. Y cuando estaban debajo, les parecía que podían ver la tumba arriba. Se dividieron en dos grupos, uno para cada

lugar. Sin embargo, para aquellos que estaban arriba les parecía que estaba abajo y para aquellos que estaban abajo les parecía que estaba arriba (Sotá 13b-14a).

El Tzadik verdadero debe ser capaz de llegar tanto a los que “habitan arriba” como a los que “habitan abajo”. Esto significa que debe ser capaz de mostrarle a aquella gente que está en un alto nivel espiritual que en verdad no sabe nada sobre Dios, como en “¿Qué es lo que has visto? ¿Qué es lo que has entendido?” (Zohar I, 1b). Y debe ser capaz de mostrarles a aquellos que están hundidos en los niveles más bajos, que creen que están muy lejos de Dios, que Dios aún está con ellos y que ellos están cerca de Él, porque “El mundo entero

está lleno de Su gloria” (Isaías 6:3) (Likutey Moharán II, 7:16).

34:7 Moisés era de edad de ciento veinte años cuando murió; su vista no fue ofuscada, ni se había debilitado su vigor”. Moisés era de edad de ciento veinte años cuando murió Hay 120 permutaciones del Santo Nombre de Dios Elohim, que representa el reinado Divino y la revelación de la

Divinidad. Moisés vivió 120 años [correspondiente al número de permutaciones] porque fue capaz de traer la Divinidad mediante la revelación de la Torá. Hilel, Raban Iojanan ben Zakai y el rabí Akiba también vivieron 120 años, pues también ellos trajeron una revelación de Divinidad durante sus vidas (Likutey Halajot IV, p. 340). Ni se había debilitado su vigor Moisés siempre se renovaba en sus devociones a Dios (Likutey Halajot I, p. 154).

34:9 Ioshúa, el hijo de Nun, fue lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés había apoyado sus manos sobre él: y le obedecieron los hijos Israel e hicieron como Dios había mandado a Moisés. Ioshúa, el hijo de Nun, fue lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés había apoyado sus manos sobre él Un verdadero líder tiene poder “en sus manos” para ordenar discípulos

dignos. Él trae la sabiduría de Dios hacia sus discípulos, evitando la ira y ejerciendo la paciencia (Likutey Moharán I, 59:5). Ioshúa, el hijo de Nun, fue lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés había apoyado sus manos sobre él SaMaJ (‫סמך‬, “apoyado”) proviene de la misma raíz que SMiJá (‫סמיכה‬, ordenamiento rabínico). El Rebe Najmán explica que el acto de ordenar y de conferir autoridad incluye transmitir una iluminación de sabiduría a través de las manos. Las manos representan la sabiduría y la escritura, como dice el versículo: “Por la palabra de Dios

fueron hechos los cielos” (Salmos 33:6), y “Tú los has hecho a todos con sabiduría” (ibid., 104:24). Cuando se ordena a un erudito digno con el título de “rabí”, ello fortalece la autoridad de los escritos de la Torá - i.e., sus leyes y ordenanzas. Pero cuando se confiere autoridad a un rabino indigno, ello debilita los escritos de la Torá y fortalece la autoridad de los escritos de las naciones. Entonces, en lugar de vivir bajo la ley de la Torá, los judíos se ven forzados a someterse a decretos ajenos (Likutey Moharán I, 61:2). Ioshúa, el hijo de Nun, fue lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés

había apoyado sus manos sobre él En la frase “Ioshúa, el hijo de Nun, fue lleno del espíritu de sabiduría, porque Moisés había apoyado sus manos sobre él”, las letras finales de las palabras NuN (‫נון‬, Nun), rúaJ (‫רוח‬, espíritu), samaJ (‫סמך‬, apoyar), MoSheH (‫משה‬, Moisés) y iadaV (‫ידיו‬, “sus manos”) conforman la palabra JaNUKaH (‫( )חנוכה‬Likutey Moharán II, 7:17). Jánuca representa el Santo Templo, que fue vuelto a inaugurar por los Macabeos y que era el lugar en donde los judíos lograban el perdón de sus pecados.

Cuando un maestro digno ordena un discípulo digno, invoca el poder de Jánuca, que es el poder de obtener el perdón de los pecados. Además, crea un discípulo digno de recibir sus enseñanzas y de transmitírselas a los demás, para que el mundo pueda estar lleno de la gloria de Dios. Ioshúa, el hijo de Nun, fue lleno del espíritu de sabiduría Estuvo lleno sólo porque Moisés lo “llenó” (Likutey Halajot II, p. 37a). Cuando el discípulo está “lleno” de la sabiduría de su Rav, puede transmitir

las enseñanzas de su Rav e informarles a los demás que “El mundo entero está lleno de Su gloria” (Isaías 6:13) (Likutey Halajot II, p. 10a).

Ioshúa, el hijo de Nun, fue lleno del espíritu de sabiduría... ante los ojos de todo Israel “Ante los ojos de todo Israel” - esto hace referencia a Moisés quebrando las Tablas (Rashi sobre Deuteronomio 34:12).

Cuando Moisés quebró las Tablas, logró la rectificación de “¿Aié?”. “¿Aié?” es una enseñanza del Rebe Najmán que habla de elevar los momentos más bajo de la vida

preguntando “¿Aié? - ¿Dónde está Dios?”. El hecho mismo de que la persona pregunte dónde está Dios constituye el comienzo de su retorno a Dios. Al efectuar “¿Aié?”, haciendo descender los niveles más elevados de Divinidad hacia este mundo, Ioshúa pudo continuar con la obra de Moisés (Likutey Halajot III, p. 66).

34:10 Mas no se ha levantado otro profeta en Israel semejante a Moisés, a quien conociera Dios cara a cara.

Mas no se ha levantado otro profeta en Israel semejante a Moisés Nuestros sabios aclaran que ningún otro profeta como Moisés se levantó en el pueblo judío. Pero entre los no judíos, Bilaam alcanzó niveles paralelos de profecía (Sifri).

Bilaam alcanzó la profecía mediante las fuerzas de la impureza; él es la personificación del daat de las fuerzas del mal. Pero la conciencia de Dios de Moisés fue la más exaltada lograda alguna vez por un ser humano; él es la personificación del daat de santidad (Likutey Moharán I, 43).

34:12 En cuanto a toda aquella mano poderosa y aquellos tremendos actos que obró Moisés ante los ojos de todo Israel. Ante los ojos de todo Israel... En el comienzo “Ante los ojos de todo Israel” - esto hace referencia a Moisés quebrando las Tablas y a Dios agradeciéndole por ello, como afirman nuestros Sabios: “Las primeras Tablas ASheR ShiBaRTa (“que tú quebraste”) (Éxodo 34:1) - iShaR kojaja she-ShiBaRTa (“tendrás más fuerza

debido a que las quebraste”) (Shabat 87a) (Rashi).

Inmediatamente después de completar la lectura de la Torá en la festividad de Simjat Torá, comenzamos nuevamente desde Bereshit (“En el comienzo...”). La Torá termina recordando la manera en que Moisés quebró las Tablas y cómo Dios le agradeció por ello. Esto es algo asombroso, pues, aunque los judíos habían pecado terriblemente, ¿por qué tuvo que quebrar las santas y preciosas Tablas? Y, ¿por qué Dios le agradeció a Moisés por esa acción? ¿Qué rectificación hizo Moisés que fue tan positiva?

La respuesta es que Dios creó el mundo con la Torá, pero hasta la Revelación en el Sinaí, Él sustento al mundo a través de Su bondad y Su Tesoro de Dones Inmerecidos (la Torá Oculta). La Entrega de la Torá hizo conocer el hecho de que la Torá es lo que en verdad sustenta al mundo. Sin embargo, cuando los judíos aceptaron la Torá y luego se volvieron e hicieron el becerro de oro, Moisés reconoció que la acusación en su contra era enorme. La Torá demandaría ahora la pena de muerte, que es el castigo para la idolatría. Por lo tanto Moisés quebró las Tablas - pues sin la Torá, los judíos no estarían transgrediendo una ley que no

recibieron. Sin embargo, ¿qué sustentaría ahora al mundo si no había más Torá? Al quebrar las Tablas y sacar a la Torá del cuadro, Moisés podía ser considerado ahora como una persona simple. Él podía descender al nivel de la existencia del mundo antes de la Revelación, cuando todo estaba sustentado solamente por la bondad de Dios. ¡Así, el objetivo de Moisés fue revelar que la bondad de Dios puede sustentar a la persona aunque esté lejos de Dios y de la Torá! Por lo recordando quebrar las comenzamos

tanto terminamos la Torá el acto de Moisés de Tablas, e inmediatamente la Torá con Dios creando

el mundo. Al quebrar las Tablas, Moisés invocó la bondad de Dios para perdonar a los judíos y permitirles comenzar nuevamente (Likutey Halajot I, p. 486). Ante los ojos de todo Israel “Ante los ojos de todo Israel” - esto hace referencia a Moisés quebrando las Tablas (Rashi). Si las Primeras Tablas no hubieran sido quebradas, la Torá no habría sido olvidada por los judíos (Eruvin 54a).

Moisés quebró las Tablas delante de los ojos de todos los judíos. Ellos habían visto la belleza de la Torá; ahora que las Tablas estaban quebradas,

debían luchar y esforzarse por comprenderla. Ya no recordarían las leyes y sucumbirían a las disputas con respecto a ellas. Ostensiblemente, Moisés quebró las Tablas debido a que la multitud mezclada había hecho el becerro de oro. Éstas eran las personas a quienes Moisés había sacado junto con los judíos durante el Éxodo de Egipto. Aunque sus intenciones al convertirlas habían sido buenas, las acercó a Dios antes del momento oportuno. Ello produjo el daño de la idolatría. Al quebrar las Tablas, Moisés creó una oportunidad para la rectificación de

ambas cosas. Primero, hizo que los judíos supiesen que aunque podía haber desacuerdo entre ellos sobre las leyes de la Torá, las disputas entre los eruditos representaban el conflicto sagrado y servían como rectificación para las disputas que no se encuentran en un ámbito santificado. Segundo, rectificó su propio error de haber acercado a la multitud mezclada, dándole a todos el poder para distinguir entre la disputa sagrada y el conflicto no santo, dándole fuerzas a la nación para evitar en el futuro las otras clases de conflictos más destructivos (Likutey Halajot II, p. 198a-396). Ante los ojos de todo Israel... En el

comienzo “Ante los ojos de todo Israel” - esto hace referencia a Moisés quebrando las tablas y a Dios agradeciéndole por ello (Rashi).

Nuestros Sabios enseñan que en el momento de la Revelación en el Sinaí, Dios también les ofreció la Torá a las otras naciones, pero que éstas la rechazaron (Avodá Zará 2b). Debido a que la rechazaron, las naciones no tienen reclamo alguno sobre la Torá, ni pueden proferir sus propias interpretaciones de ella. Pero nosotros, que aceptamos tanto la Ley Escrita como la Tradición Oral, tenemos una base sólida para nuestras interpretaciones.

La Torá concluye hablando sobre “toda aquella mano poderosa y aquellos tremendos actos que obró Moisés ante los ojos de todo Israel”. Como explica Rashi, esto hace referencia a cuando Moisés quebró las Tablas al ver el becerro de oro. La brecha en la fe que llevó a la construcción del becerro de oro surgió de la falta de fe de los judíos en la Tradición Oral. Moisés les había dicho que retornaría a cierta hora y ellos malinterpretaron sus intenciones (ver Rashi sobre Éxodo 32:1). Al quebrar las Tablas, Moisés les demostró a los judíos que si ellos despreciaban la Tradición Oral, tampoco podían reclamar ninguna conexión con la Ley Escrita. Dios estuvo

de acuerdo con él y le agradeció a Moisés por enseñar esa lección. En Simjat Torá, cuando leemos este versículo al final de la Torá y absorbemos su significado, inmediatamente retornamos al comienzo de la Torá y leemos los versículos de apertura del Libro del Génesis. Ahora que reconocemos el gran valor de la Tradición Oral, la Torá se completa y se perfeccionan y podemos recibirla nuevamente con una mayor revelación de la grandeza y de la Unidad de Dios (Likutey Halajot VII, p. 31a-62). Ante los ojos de todo Israel... En el comienzo

En Simjat Torá, cuando concluimos el ciclo anual de las lecturas de la Torá con la última porción del Libro del Deuteronomio, inmediatamente volvemos a comenzar con la lectura de la primera porción del Libro del Génesis. El hecho de que recibimos la Torá a través de Moisés -el más grande de todos los profetas, quien le trajo al pueblo judío una tremenda revelación de Divinidad- nos permite fortalecer nuestra fe en Dios y en Su creación del mundo. Ahora podemos superar todas las teorías filosóficas y el ateísmo y expresar nuestra fe sólo en Dios (Likutey Halajot III, p. 231a).

Ante los ojos de todo Israel... En el comienzo “Ante los ojos de todo Israel” - esto hace referencia a Moisés quebrando las Tablas y a Dios agradeciéndole por ello (Rashi).

El mundo entero fue creado para aceptar la Torá. ¿Por qué Dios le agradeció a Moisés por quebrar las Tablas? Cuando Moisés descendió del monte Sinaí con las Tablas y vio al pueblo dedicado a la idolatría del becerro de oro, supo que los judíos merecían ser destruidos. Pero también sabía que hay emet (verdad) y que

también hay emeser emet (la real verdad). De hecho, los judíos eran culpables. Pero Dios nunca buscó el castigo. En su lugar, Dios quiso mostrar Su gran compasión, capaz de atraer a todos. Por lo tanto Moisés quebró las Tablas, como diciendo, “Es verdad, los judíos deben ser destruidos debido a la idolatría. Pero si la Torá no existe, entonces podemos decir que no sabemos cuál es la Voluntad de Dios. Podemos decir que no sabemos nada en absoluto de Dios y tratar de atraer Su gran compasión” (Likutey Halajot IV, p. 204a408). En Simjat Torá, concluimos la lectura de la Torá con este versículo y

entonces comenzamos inmediatamente con la lectura de las primeras palabras del Libro de Génesis. Las letras finales de las palabras BereshiT barA ElohiM (“En el comienzo creó Dios”) conforman la palabra EMeT (‫תמא אמת‬, verdad), pues la verdad de Dios es Infinita y está más allá de toda descripción. Es la real verdad: que pese a nuestros pecados, Él siempre nos acercará (ibid.).

Diagramas

Glosario Alef-Bet - el alfabeto hebreo Ari - un acrónimo para Rabí Itzjak Luria (1534-1572), erudito judío y fundador del estudio moderno de la Kabalá Baal teshuvá (pl. baalei teshuvá) literalmente, “maestro del retorno”; el judío que retorna a Dios y a la práctica religiosa judía Baal Shem Tov - rabí Israel ben Eliezer

(1698-1760), fundador del movimiento Jasídico moderno y bisabuelo del Rebe Najmán Biná - comprensión; con mayúscula hace referencia a una de las Diez Sefirot Bitul - negación, anulación. En un contexto místico, se refiere a la anulación total del ego Brit - pacto Brit Milá - pacto de la circuncisión Cohen - miembro de la clase sacerdotal judía, descendiente por línea paterna de Aarón, el hermano de Moshé

Cohen Gadol - Sumo sacerdote Cuatro Especies - la mitzvá de tomar y agitar cuatro tipos de vegetales y frutos en la festividad de Sukot: el lulav (rama de palmera), los hadasim (ramas de mirto), las aravot (ramas de sauce) y el etrog (sidra) Daat percepción superior; conocimiento completo y conciencia de Dios; con mayúscula hace referencia a una de las Diez Sefirot Eruv - un límite halájico hecho alrededor de una casa o de un barrio, que permite transportar objetos entre un

ámbito privado y un ámbito público en el Shabat y en las Festividades Gueinom - infierno Guevurá (pl. guevurot) - fuerza, restricción; con mayúscula hace referencia a una de las Diez Sefirot Hagadá - liturgia para el Seder de Pesaj Halajá - ley judía Halel - canciones de alabanza y de agradecimiento, que consiste de los Salmos 113-118, recitadas en Pesaj, Shavuot, Sukot, Jánuca y Rosh Jodesh, y durante el Seder de Pesaj

Hamán - el villano de la historia de Purim Havdalá - lit., “separación”; ceremonia que marca la conclusión del Shabat Hitbodedut - literalmente, “reclusión solitaria”, una forma de plegaria y de meditación verbal. El Rebe Najmán utilizó el término para referirse a la práctica diaria en la cual uno dispone de un tiempo y un lugar para hablar con Dios Hod - esplendor; con mayúscula hace referencia a una de las Diez Sefirot

Hoshana Raba - el séptimo día de Sukot, marcado por el recitado público de plegarias pidiéndole a Dios la salvación al tiempo de recorrer en círculos la sinagogas llevando las Cuatro Especies y golpeando las ramas de sauce para simbolizar la eliminación de pecado Iesod - fundamento; con mayúscula hace referencia a una de las Diez Sefirot Iom Kipur - el Día de Expiación en el cual se requiere que todos los judíos varones de más de 13 años y las mujeres judías de más de 12 años ayunen desde el atardecer hasta la aparición de tres estrellas medianas en la noche siguiente

Jametz - los productos leudados tales como el pan, las galletas y los fideos, que están prohibidos en Pesaj Jánuca - la festividad de ocho días que conmemora la reinauguración del Templo siguiendo la victoria de los Macabeos sobre el imperio griego Jasidut - movimiento de revitalización judío fundado en Europa Oriental en el siglo XVIII por el Rabí Israel ben Eliezer, el Baal Shem Tov. Una de sus enseñanzas esenciales es que la presencia de Dios llena todo nuestro entorno, y uno debe servir a Dios con cada palabra y cada acción

Jesed - bondad. Con mayúscula hace referencia a una de las Sefirot Jojmá - sabiduría. Con mayúscula hace referencia a una de las Sefirot Jumash - los Cinco Libros de Moisés Kabalá - sabiduría mística judía Karpas - vegetales, tal como apio o perejil que se sumergen en agua salada y se comen durante el Seder de Pesaj Keter- corona; la más elevada de las Diez Sefirot. Con mayúscula hace referencia a una de las Diez Sefirot

Kidush - literalmente, “santificación”, la ceremonia de recitar la bendición sobre el vino al comienzo del Shabat y de las comidas festivas Klipá (pl. klipot) - literalmente, “cáscara”; en el pensamiento Kabalista, una fuerza impura que rodea y oculta las chispas de santidad (los diferentes aspectos de la santidad y de la vitalidad espiritual presentes en la creación) Maljut - reinado; con mayúscula hace referencia a la más baja de las Diez Sefirot Maná - el alimento Celestial que cayó

para los judíos durante su estadía de cuarenta años en el desierto, tal cual está descrito en Éxodo 16:13-36 Mashíaj - el Mesías judío, descendiente del rey David, quien guiará a los exilados de Israel de retorno a su tierra y traerá la paz, la comprensión mutua y el reconocimiento del mundo entero del Dios Único Matzá - pan ácimo, sin levadura, consumido en Pesaj Mezuzá (pl. mezuzot) - pequeño pergamino que contiene los versículos de Deuteronomio 6:4-9 y 11:13-21, que se coloca en el marco de las puertas del

hogar judío Midrash rabínicas

enseñanzas

homiléticas

Mikve - pileta de agua especial utilizada para la purificación ritual Midot - características o atributos; otro nombre para las siete Sefirot inferiores: Jesed, Guevurá, Tiferet, Netzaj, Hod, Iesod y Maljut Milá - circunsición Mitzvá (pl. Mitzvot) - preceptos o mandamientos de la Torá

Mishná - la redacción de la Torá Oral que forma la primera parte del Talmud, compilado por el rabí Iehudá HaNasí, cerca del 188 E.C. Mishkán - el Tabernáculo, el santuario portátil que contenía las Tablas de la Ley, que viajó con el pueblo judío durante los cuarenta años que habitaron en el desierto Mojín - Intelectos; otro nombre para las Sefirot superiores de Jojmá, Biná y Daat Musar - lecciones éticas para el crecimiento personal y espiritual Netzaj - victoria, eterno; con mayúscula

hace referencia a una de las Diez Sefirot Omer - ofrenda de cebada llevada al Templo en el segundo día de Pesaj, inaugurando un período de cuarenta y nueve días llamado la Cuenta del Omer que conecta las festividades de Pesaj y Shavuot Or Ein Sof - la Luz Infinita de Dios Otro Lado - el sistema del mal que se encuentra en oposición a las fuerzas de santidad, conocido como el Sitra Ájara en arameo Parashá - porción semanal de la lectura de la Torá

Partzuf - “rostro” en arameo; una de las cinco constelaciones unitarias de Sefirot, cada una correspondiente a una sefirá en particular o a un grupo de sefirot - por ejemplo, Arij Anpin es el partzuf de Keter, Aba es el partzuf de Jojmá, etc. Peiot - lit., “esquina”; usualmente hace referencia a los cabellos de los costados de la cabeza que el varón judío tiene prohibido afeitar por ley de la Torá Pesaj - festividad bíblica (durante la primavera del hemisferio norte) que conmemora el Éxodo de Egipto

Purim - festividad que conmemora la salvación del pueblo judío después de haber sido amenazados por un edicto real en la antigua Persia Rashbam - un acrónimo para rabí Shmuel ben Meir (c. 1085-c. 1158), un importante comentarista del Talmud y nieto de Rashi Rashi - un acrónimo de rabí Shlomo Itzjaki (1040-1110), el comentarista por excelencia del Talmud y del Tanaj cuyos comentarios aparecen en todas las ediciones estándar de esas obras Rav - literalmente, “maestro”; un rabí o maestro

Rosh HaShaná - el año nuevo judío Rosh Jodesh - el primer día de cada mes hebreo Sanedrín - la Corte Suprema Judía de setenta y un Sabios que presidió durante el período del Segundo Templo hasta el siglo IV E.C. en la Tierra de Israel Seder - literalmente, “orden”, la comida festiva realizada durante las dos primeras noches de Pesaj (sólo la primera noche en la Tierra de Israel), con un orden prescrito de rituales y comidas simbólicas que recuerdan el Éxodo de Egipto

Sefirá (pl. Sefirot) - interfases Divinas mediante las cuales las bendiciones de Dios descienden al hombre, y a través de las cuales el hombre puede elevar sus ofrendas personales a Dios Shabat - el sábado judío, que comienza a la puesta del sol el viernes por la tarde y termina el sábado a la noche con la aparición de tres estrellas medianas en el cielo nocturno Shatnetz - mezcla de hilos de lana y lino combinados en una prenda, en un almohadón, o en una manta Shavuot

-

festividad

bíblica

(al

comienzo del verano en el hemisferio norte) conmemorando la Entrega de la Torá en el Monte Sinaí Shemá, Shemá Israel - la declaración de fe en la unidad de Dios y el compromiso de cumplir con Sus mandamientos, compuesto por los versículos de Deuteronomio 6:4-9; 11:13-21 y Números 15:37-41. Recitado diariamente durante las plegarias de la mañana y de la noche, y antes de ir a dormir Shmini Atzeret - literalmente, “la asamblea del octavo [día]”; festividad bíblica que sigue inmediatamente a la Festividad de Sukot, caracterizada por

la plegaria pública para lluvia y la terminación del ciclo anual de la lectura de la Torá (Simjat Torá). Fuera de la Tierra de Israel, Shmini Atzeret es una festividad de dos días, con la plegaria para lluvia en el primer día y la celebración de Simjat Torá en el segundo día Shmone Esere literalmente, “dieciocho”; la plegaria silenciosa que es el centro de las tres plegarias diarias obligatorias. Así denominada debido a que inicialmente estaba compuesta por dieciocho bendiciones; más tarde se le agregó una bendición adicional Shmirat HaBrit - guardar el pacto.

Específicamente hace referencia al rito de la circuncisión y conceptualmente a mantener la pureza sexual Shofar - cuerno de carnero, hecho sonar tradicionalmente durante el servicio de plegarias de la mañana de Rosh HaShaná Shuljan Aruj - el Código de Ley Judía, compilado por el Rabí Iosef Caro (1488-1575), el punto de referencia de la Halajá para todos los judíos Sidur - el libro judío de oraciones Simjat Torá - literalmente, “alegría de la Torá”; celebración de la terminación

del ciclo anual de lecturas de la Torá, durante la cual los judíos bailan públicamente con los rollos de la Torá, y leen el último capítulo del Libro del Deuteronomio y el primer capítulo del libro del Génesis Suká - una estructura techada con ramas, de tres o cuatro paredes, utilizada como residencia durante la festividad de Sukot Sukot - festividad bíblica (en el otoño del hemisferio norte) que conmemora el cuidado benevolente del pueblo judío por parte de Dios durante su viaje de cuarenta años por el desierto y Su continua providencia de bendiciones materiales

Talit - manto de plegaria Talmud - la Tradición Oral Judía expuesta por los líderes rabínicos, aproximadamente entre los años 50 A.E.C y 500 E.C. La primera parte del Talmud, llamada la Mishná, fue codificada por el Rabí Iehudá HaNasí, cerca del año 188 E.C. La segunda parte, llamada la Guemará, fue editada por Rab Ashi y Ravina cerca del año 505 E.C. Tanaj - un acrónimo de Torá, Neviim y Ketuvim (Torá, Profetas y Escritos), comprende los veinticuatro libros de la Biblia hebrea

Targúm - traducción al arameo del Jumash Tefilín - la mitzvá de usar cajas de cuero especiales sobre la cabeza y el brazo durante la plegaria de la mañana (excepto en Shabat y las festividades); las cajas mismas, que contienen versículos bíblicos declarando la Unidad de Dios y los milagros del Éxodo de Egipto Tikún - rectificación Tisha beAv - literalmente, “Nueve de Av”, día de ayuno recordando la destrucción del Primer Templo y del

Segundo Templo Tejelet - una tintura azul especial utilizada para teñir la vestimenta del Sumo Sacerdote, los tapices del Tabernáculo y los cordones de los tzitzit, obtenida de la sangre de una criatura marina conocida como jilazon (ver Menajot 44a) Tiferet - belleza; con mayúscula hace referencia a una de las Diez Sefirot Tres Semanas - período anual de duelo nacional por la destrucción del Primer Templo y del Segundo Templo, comenzando con el ayuno del día diecisiete de Tamuz y concluyendo con

el ayuno del día de Tisha beAv Torá - literalmente, “enseñanza”; la Ley Escrita dada por Dios a Moisés en el monte Sinaí; en sentido más amplio, todo el corpus del pensamiento religioso judío Tzadik (pl. Tzadikim) - persona recta; aquél que se ha perfeccionado espiritualmente Tzadik emet - literalmente, “el verdadero Tzadik”; aquél que se ha purificado completamente del mal y que se relaciona con la gente de todos los niveles espirituales para llevarla hacia su rectificación

Tzimtzum - contracción o retracción; con mayúscula se refiere a la retracción inicial de La Luz Infinita de Dios, para crear nuestro mundo Tzedaka - caridad Tzitzit - la mitzvá de atar hebras a las prendas de cuatro esquinas; la prenda de cuatro esquinas con las hebras; las hebras mismas Urim ve-Tumim - el medio a través del cual Dios respondía a las preguntas del Cohen Gadol en el Tabernáculo en el Santo Templo. De acuerdo a Rashi, los Urim ve-Tumim eran las inscripciones

del Nombre Inefable de Dios ubicadas dentro de los pliegues del Pectoral; de acuerdo al Rambam, eran las piedras mismas del Pectoral Zohar - el clásico más grande de la Kabalá, un comentario místico de la Torá por el Rabí Shimón bar Iojai, en siglo II E.C