La Raza Cosmica Jose de Vasconcelos resumen

LA RAZA COSMICA JOSE DE VASCONCELOS PROLOGO (FRACASO DEL EUROCENTRISMO Y APOLOGÍA DEL MESTIZAJE) El discurso darwinista

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LA RAZA COSMICA JOSE DE VASCONCELOS

PROLOGO (FRACASO DEL EUROCENTRISMO Y APOLOGÍA DEL MESTIZAJE) El discurso darwinista (selección natural del apto y condena del débil) trasladado al ámbito social por Spencer durante el siglo XIX, promovió la superioridad de la raza europea sobre la mestiza, en todos los ámbitos. Esta postura se ha moderado con la catástrofe de la primera guerra mundial y el consecuente suicidio de la razón. Este panorama marcará el inicio de la raza cósmica (mestizaje mundial favorecido por la globalización), que enriquecerá la cultura universal, con el aporte de lo otro, negado por el eurocentrismo del siglo XIX. La historia europea se renovó con el mestizaje (flexibilidad), cuando las periferias de las civilizaciones se mezclan con estas, dando lugar a etapas florecientes (egipcios blancos y negros, griegos-mundo helénico, romanos-germanos). El caso de América no es ajeno a este proceso (Estados Unidos y Argentinainmigrantes). El caso español-indígena por ser tan asimétrico tardó en dar su fruto, proceso que de igual manera se interrumpió con las necesarias independencias. Lo hispano e indígena quedó como sinónimo de atraso adoptándose como arquetipo el mundo anglo (Influencia de Rodó en Vasconcelos). Pero el proceso histórico continuará y el mestizaje en Latinoamérica dará como resultado el poderío de lo latino, frente a lo anglo, tal como sucedía antes del siglo XIX en Europa. Sin embargo, Vasconcelos plantea que Asia está en decadencia por su aislamiento (rigidez) y atribuye al cristianismo la humanización de culturas indígenas caníbales (reafirmando la cosmovisión occidental)

PRIMERA PARTE (TEORIA DE LA FORMACION DE LA QUINTA RAZA-COSMICA Y DE UNIVERSOPOLIS) Se plantea la decadencia de una civilización originaria de América (la mítica Atlántida), anterior a las asiático-europeas. De sus ruinas quedó en América las civilizaciones aztecas, mayas e incas y algunos pobladores migraron a otros continentes donde volvieron a florecer en la cultura de Egipto y la helénica, dejando a su paso una estela de 4 razas (roja, negra, amarilla y blanca). Las bases de la civilización occidental, en manos de la última raza (blanca), retornaría a América para revitalizarla y cumplir su misión histórica. Su misión, que en principio creyó ser: la de dominar las razas anteriores, será ahora la de posibilitar a través de bases materiales y morales, la unión de las 4 razas en una quinta, que será la superación de las anteriores. Este proceso dominado por lo hispano frente al anglo, se invirtió con las independencias, haciendo del mundo latinoamericano, un campo estéril de división regional (sin miras de lo universal) y sumisión al mundo anglo. Este panorama del siglo XIX no permitió dar fruto al mestizaje hipano-indigena, iniciado en la colonia. Por eso propone resignificar el orgullo social del latinoamericano a algo más universal y antiguo como lo es la idea de raza (indigenismo e hispanidad) y no a la figura de caudillos patriotas del siglo XIX, despreciadores del pasado indígena y español y desintegraron la raza en una pluralidad de patriotismos. Pero este espíritu latino busca ir más allá de lo indígena y lo hispano, ya que pretende recogerlos en una unidad (quinta raza-cósmica) que no signifique la vuelta a un pasado romántico que busque revivir alguno de los elementos. La formación de tal raza está favorecida porque el mundo iberoamericano desde la colonia, no se mezcló con lo indígena y actualmente tiene mayor facilidad de entablar simpatía con los extraños. Esto no sucedió con el mundo anglo que, desde la colonia, no se mezcló con lo indígena y aún sigue cerrado en sí mismo, en su contacto con otras razas. Esto los condenará a formar el último gran imperio de una sola raza. La quinta raza no aspirará a dominar a otras sino a otras sino formar la universopolis, reino de fraternidad y sabiduría universal que aproveche las potencialidades de cada una de las razas precedentes.

SEGUNDA PARTE (EL CLIMA DEL TROPICO COMO IDEAL PARA UNIVERSOPOLIS) Las grandes civilizaciones se iniciaron en el trópico y la civilización final volverá al trópico. La región cuenta más que cualquier otra, con recursos naturales, superficies cultivables y fértiles, agua dulce y climas variados. A parte de esta base material, el clima tropical es más propicio al trato y unidad de las personas porque este paisaje pleno de colores y ritmos comunica su riqueza a la emoción humana, volviendo la realidad una fantasía necesaria para el mundo de universopolis. El blanco a diferencia de las civilizaciones del trópico tuvo que conquistar la nieve y el frío, por lo cual tuvo que ejercer un dominio sobre la naturaleza. Así el blanco triunfó sobre su medio a través del dominio del mundo material (ciencia y tecnología) lo cual alimentará a Universopolis. Sin embargo, existe el peligro que su ciencia se adelante al progreso étnico, invadiendo el trópico y adueñándose de sus recursos, impidiendo la formación de la quinta raza. Pero ello sería absurdo ya que los ingleses en el nuevo clima se volverían más lentamente maleables y mestizos.

TERCERA PARTE (LA RAZA COSMICA Y LA EUGENESIA ESTETICA) El nuevo tipo de sociedad, en cuyo seno los valores predominantes serán los estéticos (el gusto, la belleza, la fantasía, etc.), quedando atrás el imperio de la fuerza o del deber racional, tendrá como protagonista a la raza cósmica en el mundo iberoamericano (guiada por los valores estéticos como la fantasía, el goce y por la fraternidad cristiana), lo cual permitirá un tipo de eugenesia estética. Esta eugenesia ira de la mano con una progresiva erradicación de la ignorancia y la miseria, ya que la nueva raza cósmica se enriquecerá cognitivamente y en todo ámbito, de la unión de genes contrarios, que es lo que actualmente está impedido por la xenofobia y el aislamiento del mundo del deber racional de los estaos nacionales. CONCLUSION La anterior apología hacia la raza cósmica (sus bondades, cualidades, escenario, etc.) son el elemento necesario para complementar la revolución espiritual que faltó en la rebelión armada de las independencias, y que nos hizo pasar sin conciencia, al dominio material y espiritual del blanco inglés. Nunca se podrá liberar del dominio material sin el espiritual. Además, este nuevo tipo de conciencia será necesario, no solo para la liberación de este dominio, sino será la base de una nueva civilización. De un pueblo, considerado por las civilizaciones antiguas como inferior: el hebreo, nació Jesús, símbolo de la fraternidad universal que rebasa las fronteras de lo nacional. Así, la Iberoamérica (cuyas bases son ese amor o ansia infinita de integración y de totalidad), darán asiento a la civilización poderosa de la raza cósmica (belleza y universalidad, junto con la reunión de las cuatro razas).