LA ORGANIZACIÓN FUNCIONAL DEL CEREBRO

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LA ORGANIZACIÓN FUNCIONAL DEL CEREBRO (LURIA) Activación o regulacióndel tono o vigiliaObtención, procesamiento yalmacenamiento de lainformación.Programación, regulacióny verificación de laactividad mental ELEMENTOS DEANÁLISISP R I M E R B L O Q U E S E G U N D O B L O Q U E T E R C E R B L O Q U E Estr ucturas que loconforman T r o n c o d e l e n c é f a l o ( s i s t e m a r e t i c u l a r ) y r e g i o n e s m e d i a l e s ( q u e están alrededor).L ó b u l o s t e m p o r a l e s , occipitales y parietales cadauno subdividido a su vez, enáreas primarias, secundariasy terciarias.Lóbulo frontal, formado p o r e l á r e a m o t o r a ( p r i m a r i a ) , p r e - m o t o r a (secundaria) y prefrontal(terciaria) Funciones Regula el nivel de energíao t o n o d e l c ó r t e x (activació n), estado devigilia, proveyendo una b a s e e s t a b l e p a r a l a organización de procesos. Área primaria : registro del a i n f o r m a c i ó n s e n s o r i a l ( v i s u a l , a u d i t i v a o s o m a e s t é s i c a ) z o n a d e proyecci ón (obtención) . Área secundaria :o r g a n i z a c i ó n d e l a i n f o r m a c i ó n , z o n a d e asociación (procesamiento) . Área terciaria : l o s d a t o s p r o c e d e n t e s d e d i f e r e n t e s fuentes se superponen, zona supramodal (almacenamiento) .Formación de intencionesy programas de conducta.Planificación, regulación y v e r i f i c a c i ó n d e l a ac tividad mental. Área primaria : salida de outputs motores, controlamovimientos de diversas partes del cuepo. Área secundaria :o r g a n i z a c i ó n d e l movimiento (intercambiode eslabones secuencialesd e l c o m p o r t a m i e n t o motor. Área terciaria : p l a n e s , motivación, control de lae m o c i ó n , a t e n c i ó n y concentración. Algunos efectos dedaños

D e t e r i o r o d e l e s t a d o d e v i g i l i a . P é r d i d a d e l a sel e c t i v i d a d a e s t í m u l o s . Desorganización huellas dememoria. Área primaria : c e g u e r a ( o c c i p i t a l ) , s o r d e r a (temp o r a l ) , p é r d i d a d e l a sensibilidad táctil (parietal)

n o h a y r e g i s t r o d e l a información . Área secundaria : a g n o s i a s ( o c c i p i t a l ) , a s t e r e o g n o s i a (parietal), afasias y amusias(temporal)

n o h a y o r g a n i z a c i ó n d e l a informa ción.Á r e a t e r c i a r i a : a p r a x i a (parietal), cambios afectivosy de personalidad, memoria(temporal).Parálisis motora, praxias( p r e m o t o r a ) c a m b i o s d e personalidad (prefrontal). • Á r e a d e B r o c a : hemisferioi z q u i e r d o d e l lóbulo frontal n o • Á

s e r

p u e d e modular bien. e

a

hemisferioi z q u i e r d o

d

e

Wermetch

d e l lóbulo temporal

lenguaje sinsentido.

CONCEPTOS:1 ) F u n c i ó n 2 ) L o c a l i z a c i ó n 3 ) S í n t o m a . Concepto de Función: La función es la función que ejerce un tejido particular. Sistema funcional Presencia de una tarea intrañable.Ejemplo: respiración Mecanismos variables. Resultados invariables.Concepto de Localización: La localización de cierta función son las células específicas que trabajan en ese tejido.

Sistema funcional La localización se encuentra en todo el sistema y no en células específicas Las funciones mentales superiores no deben localizarse en zonas determinadas del cerebro. La localización nunca permanece estática o constante.Concepto de “Síntoma” Síntoma es la pérdida de una función. Su adecuada identificación nos puede permitir el diagnóstico de la lesión y la localización de lafunción en el sistema nervioso. LEYES DE LURIA **** LEY DE LA ESTRUCTURA JERARQUICA (A mayor complejidad se usan bloques máscomplejos) Infancia Las estructuras primarias son determinantes (desde abajo hacia arriba). Adultez Las estructuras terciarias son determinantes (desde arriba hacia abajo).**** LEY DE LA ESPECIFIDAD DECRECIENTE (DE ZONAS CORTICALES). Estructuras primarias Especificidad. Estructuras secundarias Menor especificidad. ‘’ terciarias No hay receptores específicos. (no trabaja información).*** LEY DE LA LATERIZACIÓN PROGRESIVA DE FUNCIONES Estructuras Primarias No hay laterización (no hay diferencia entre hemisferios). Estructuras secundarias y terciarias Existe diferencias entre hemisferios (izq y der).Nota: A medida que uno crece, los bloques crecen. Cualquier daño al cerebro afectará la conducta.Mientras más compleja

la conducta tienes que usar el primer bloque o un área más específica.CONCEPTOS REFORNICADOS VELLUDOS: Praxia : algo práctico Afasias : cualquier trastorno o traumatismo empieza con afasia. Efecto del lenguaje consecutivo auna lesión cerebral que perturba la utilización de las reglas precisas para la producción y/o lacomprension de un mensaje verbal. Amusia : imposibilidad de producir o de comprender los sonidos musicales, afasia o alexia musicalse llama también.Agnosia: efecto de las funciones nerviosas superiores perceptivas por el que las aferencias pierdensu carácter especifico de signo. Se relaciona con los canales perceptivos /táctil, auditiva, visual ofunciones corporales de imágenes, digital o espacial Astereognosia : perdida de la facultad de reconocer los objetos por el tacto.

Luria más resumido. 1º Bloque : Mesencéfalo y Diencéfalo. 1 Regulan nivel de E del córtex, 2 regulan procesos decomportamiento, 3 controlan el estado de vigilia, 4 selección de estímulos. 2º Bloque : Lóbulo occipital, parietal y temporal. Analiza, codifica y almacena la información deestímulos visuales y auditivos. Daños causarían 1º ceguera, 2º desorganización delcomportamiento, 3º incapacidad de conductas complejas. 3º Bloque : Lób. Frontal.: Forma las intenciones, regula tensión y concentración.1º Motora. Daño: Parálisis motora.2º Premotora. Daño: daño en personalidad.3º Prefrontal. Daño: PRAXIAS No se puede hacer. Se pierde la intención

NEUROLOGÍA 1. – Posibles corticogénesis.

vías

evolutivas

relacionadas

2. – Neurofisiología dela corteza neuronal. 3. – Bibliografía.

con

la

El cerebro funciona como un órgano integrado donde todos sus elementos están estrechamente relacionados con el propósito de realizar los procesos cognitivos o mentales de nuestra especie. Sin embargo, parece ser que la corteza cerebral es, en gran parte, la responsable de la conducta particular que rige a los seres humanos. Ésta junto al sistema Límbico o cerebro emocional son los componentes neurológicos que por medio de una mutua correlación funcional constante van a dar lugar a formas de conducta simbólica y emocional 1. - Posibles corticogénesis.

vías

evolutivas

relacionadas

con

la

Evolutivamente el aumento de la corteza cerebral puede explicarse fácilmente a través del modelo multifactorial anteriormente explicado, pues un pequeño aumento en el tiempo de producción de las unidades celulares o proliferativas, que dentro de la embriogénesis son las que van a dar lugar a la superficie cortical, daría lugar a un aumento de la superficie del córtex cerebral, respetando la configuración histológica de la corteza y limitándose, en principio, a un aumento cuantitativo (Changeux, 1983). El fenómeno puede explicarse muy fácilmente por medio de los procesos genéticos llamados heterocronías (Flórez, et al., 1999; Rakic, 1995). La desigual expansión de las áreas corticales que vemos entre los seres humanos y otros primates, pudiera ser la manifestación de la evolución en mosaico. Un aumento importante de la superficie cortical va a producir una gran inmadurez neurológica en el momento del nacimiento, por lo que diversos autores opinan que los seres humanos tienen un periodo de desarrollo fetal extrauterino de doce meses, con lo que el ritmo de desarrollo fetal abarca un total de veintiún meses (Changeux, 1983; Gould, 1977). La causa de la prolongación del tiempo necesario para el desarrollo embrionario cerebral puede deberse al aumento cuantitativo del córtex, que necesitará más tiempo para organizarse y madurar.

2. - Neurofisiología de la corteza cerebral.

La corteza cerebral está formada por una capa de células neuronales con un grosor comprendido entre 2 y 4,5 mm. alcanzando una superficie media de 22 dm2, mientras que la superficie del cerebro del chimpancé es sólo de 5 dm2. Existe una similitud zoológica neural respecto a la composición histológica del córtex, pues su estructura es muy semejante entre los mamíferos comprendidos desde el ratón hasta el ser humano. Su arquitectura celular forma una unidad morfológica compuesta por 6 capas de células neuronales repetidas un gran número de veces. No existe ninguna categoría celular propia del córtex humano, estando configurada con los mismos tipos neuronales que el cerebro del resto de los mamíferos. El número de neuronas que existen por unidad de superficie en el ratón, gato y es muy similar, unas 146.000 por mm2, por lo que la evolución cortical de los mamíferos se manifiesta con un aumento considerable del número de neuronas en el seno de una misma categoría celular, manifestándose por un aumento de la superficie de la corteza cerebral. El resultado es un aumento cuantitativo respecto de la superficie del córtex (Changeux, 1983; Delgado, 1994; Eccles, 1989). En el humano moderno y en los diferentes homínidos que componen su línea evolutiva, se han podido constatar la existencia de unaasimetría anatómica entre los dos hemisferios cerebrales. La lateralización es una asimetría funcional secundaria al proceso de especificación de funciones cognitivas en un hemisferio cerebral determinado. También se especifica como el predominio del control funcional de un hemisferio sobre un lado del cuerpo o parte del mismo. Se sabe que cada hemisferio tiene localizadas funciones específicas o partes de las mismas (lenguaje, escritura, valoraciones espaciales, etc.), que se localizan en áreas más o menos concretas durante el desarrollo (Lenneberg, 1967). No toda la superficie del córtex tiene la misma funcionalidad, aunque aún estemos lejos de saber perfectamente tanto su forma de acción como su finalidad. Las áreas corticales no son superficies completamente definidas en su extensión y ubicación por la genética del individuo, pues existe cierto grado de variación en función de los estímulos exteriores e interiores que reciben y emisión de órdenes de movimiento, dando lugar a que la topografía del córtex humano presente notables diferencias de localización y extensión de tales

áreas (Flórez, et al., 1999; Kandel et al., 1995; Lenneberg, 1967). Dependiendo de la naturaleza de las conexiones neurológicas que presenten y de que la información sea simple o elaborada, pueden establecerse grupos de diferente localización y distinta funcionalidad (Luria, 1974 1979): - Áreas primarias o de proyección: Corresponden a las zonas corticales que reciben la información modulada por los órganos sensoriales externos (vista, oído, gusto, tacto y olfato) e internos (sensibilidad propioceptiva) y las áreas motoras que controlan directamente los músculos del cuerpo. Presentan una correlación muy intensa con las zonas anatómicas que controlan, por lo que todo aumento corporal deberá de corresponder con un aumento paralelo de estas áreas de control. No obstante, el uso y desuso de ciertas partes corporales relacionadas con estas áreas, con independencia de la causa que lo produzca, es capaz de reordenar la extensión de su superficie correspondiente (Kandel et al.,1995) (Fig. 1). - Áreas secundarias o de asociación: Corresponden a las zonas adyacentes a las áreas primarias o de proyección. Se considera que presentan alguna especificidad modal, es decir, que representan un centro de procesamiento de mayor nivel para la información sensorial específica que llega al área primaria. Reciben información de sus correspondientes áreas sensoriales primarias, o desde otras áreas sensoriales secundarias del mismo sentido (Fig. 1). - Áreas terciarias: Se sitúan en los bordes de las zonas secundarias anteriores y en ellas desaparece toda actividad modal, es decir, sensorial o motriz directa. Son zonas corticales en las que coincide la información de varios campos sensoriales. Tenemos tres grandes áreas: + Área de asociación prefrontal. En general interviene en los procesos de respuesta demorada. Parece esencial para la planificación de los comportamientos voluntarios en función de la experiencia acumulada, interviniendo en la creación de la personalidad o carácter y en la ejecución de actos motores complejos. Incluye el área de Broca (44 y 45), que en el hemisferio dominante (normalmente el izquierdo) controla los movimientos relacionados con el lenguaje, mientras que en el otro lado controla los movimientos bucales no relacionados con el habla.

Se considera el centro de integración de nuestra actividad mental superior, donde se sitúan nuestras más elevadas capacidades de pensamiento, abstracción, raciocinio, planificación de actividades y toma de decisiones. + Área de asociación parieto-temporo-occipital. Donde se integran funciones sensoriales y del lenguaje, en ella se sitúa el área de Wernicke compuesta principalmente por las áreas 39 y 40. + Área de asociación límbica. Relacionada con funciones de memoria y emocionales, así como de motivación de la conducta. Las áreas de asociación son las que más han aumentado en la evolución humana, ya que al no estar correlacionadas con el aumento corporal todo aumento cerebral se va a producir principalmente a expensas de estas zonas corticales (Fig. 1). Las áreas de asociación, y en especial las terciarias, sintetizan los estímulos de varias vías de acceso sensoriales y los traduce en expresiones superiores, complejas y conscientes. El aumento cuantitativo de ciertas zonas terciarias puede producir la aparición de nuevas capacidades mentales (exaptaciones evolutivas). Dichas capacidades pueden desarrollarse si las conexiones sensoriales que mandan información sensorial o informativa son las adecuadas para el desarrollo de esa capacidad a partir de un medio ambiente idóneo. Con esto puede decirse que tenemos una evolución cualitativa con cierto carácter innato, en el sentido de que se producirá siempre en cada nuevo ser, pero sólo como capacidad a desarrollar si el medio ambiente lo permite.

Fig. 1. – Señalización de las diferentes áreas corticales en función de su grado de asociación, realizado sobre el mapa citoarquitectónico de Brodmann.

La organización o modulación cortical va a depender de las propiedades neuronales y de su relación con el medioambiente. Hay que tener en cuenta lo siguiente: - Plasticidad neuronal. Es la posibilidad de la creación de redes neuronales con carácter funcional a partir de la interconexión de las neuronas, pero dependiendo de la experiencia vivida y sentida. Corresponde con una serie de procesos que pueden empezar en el embrión, continuando con mucha mayor intensidad después del parto y perdurando durante toda la vida del ser humano. En definitiva, es la estructuración neuronal que será la base de los procesos de memoria y aprendizaje humano y, en consecuencia, de su conducta. - Periodo crítico. Existe un periodo de tiempo en el cual es posible que se desarrollen las funciones cognitivas humanas, pasado el mismo es más difícil o casi imposible realizarse en las mismas condiciones que dentro del mismo. Durante este periodo las lesiones neurológicas locales son fácilmente reemplazadas por otras áreas, logrando mejores resultados cuanto más temprana sea la lesión neuronal. Su duración actualmente se calcula en general hasta el desarrollo de la pubertad, aunque para el lenguaje parece ser mucho menor (Changeux, 1983;

Delgado, 1994; Lenneberg, 1967; Miller, 1981; Pinillos, 1991). - Regeneración funcional. Dentro del periodo crítico el cerebro presenta una característica de remodelación funcional muy importante para algunas funciones específicas. Se ha podido ver como en el caso de lesiones del área de Broca del hemisferio izquierdo, en las que es preciso su extirpación quirúrgica, las funciones cognoscitivas que debían de desarrollarse en esta zona son fácilmente desarrolladas en el área simétrica del hemisferio derecho, adquiriendo de igual forma la capacidad del lenguaje. Esto será siempre que ocurra en una edad temprana del desarrollo, sobre todo en la infancia, pues la plasticidad neural que permite este proceso va desapareciendo paulatinamente con el crecimiento (Changeux, 1983; Flórez, et al., 1999; Miller, 1981).

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cerebral

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