LA NATOMIA DEL IMPACTO VIVENCIA

La ANATOMIA del IMPACTO VIVENCIAL a través de la PSICOTERAPIA ERICKSONIANA LA ANATOMIA DEL IMPACTO EXPERIENCIAL A TR

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La ANATOMIA del

IMPACTO VIVENCIAL a través de la PSICOTERAPIA ERICKSONIANA

LA ANATOMIA DEL IMPACTO EXPERIENCIAL A TRAVÉS DE LA PSICOTERAPIA ERICKSONIANA VIENDO, HACIENDO, SIENDO

Por Jeffrey K. Zeig, Ph.D. Traducción Luis David Guzmán-Moreno, MD, Ph.D.

The Milton H. Erickson Foundation Press Phoenix, AZ Derechos reservados 2018 por Jeffrey K. Zeig



Todos los derechos reservados bajo los convenios internacionales y Pan americanos de derecho de copia. Ninguna parte de este libro puede ser reproducida, ni almacenada en algún sistema de recuperación, ni trasmitida de ninguna forma por medios electrónicos, mecánicos, de fotocopia, grabación o cualquier otro, sin permiso escrito previo del autor. Los nombres y características de identificación han sido cambiados en todo el libro para proteger la privacidad de los individuos. Cualquier semejanza a alguna persona conocida solo es coincidencia. Datos de catalogación de la Biblioteca del Congreso

La anatomía del impacto experiencial a través de la psicoterapia Ericksoniana: VIENDO, HACIENDO, SIENDO

/Zeig,Jeffrey K.—Primera edición

p. cm,

Incluye referencias bibliográficas ISBN 978-1-932248-86-9 (pbk : alk paper)

Traducción autorizada por el autor a Luis David Guzmán-Moreno, M.D., Ph.D.

Publicado originalmente por LA PRENSA DE LA FUNDACIÓN MILTON H. ERICKSON 2632 East Thomas Rd., Suite 200 Phoenix, AZ 85016 www.zeigtucker.com



Cyn: Te adoro Soy uno de los muchos con una deuda con Milton H. Erickson M.D., por la sabiduría y aprendizaje que me ofreció. Y he sido bendecido con estimados colegas Ericksonianos de los que he aprendido inmensamente, incluyendo a Stephen Gilligan, Bill O´Hanlon, Jay Haley, Stephen Lankton, Camillo Loriedo, Cloé Madanes, Ernest Rossi, Bernhard Trenkle, Paul Watzlawick y Michael Yapko. En este libro, entretejo conceptos que he cosechado de Milton Erickson y de dichos colegas con mis propios conceptos. Desde lo más profundo agradezco siempre a mis editores: Marnie McGann y Suzi Tucker. Marnie: Tu toque cuidadoso y hábil han hecho a los conceptos que presento en este y otros libros y artículos, más fluidos y entendibles. Suzi; eres la mejor editora de desarrollo que he encontrado. Tu presencia en mi vida es una de mis más grandes bendiciones. El personal de la Fundación Erickson hace mi vida profesional posible. Gracias a todos los miembros del personal: Rachel Callahan, Chuck Lakin, Stacey Moore, Leigh McCormick, Marnie McGann, Joshua McLaughlin. Jess Repanshek, Nate Sorensen y Kayleigh Vaccaro. Joshua: Te agradezco por la ayuda al compilar las referencias. Chuck: Tus brillantes estrategias de mercado y tu conocimiento acerca de la producción de libros han demostrado, en repetidas ocasiones, ser invaluables.



PREFACIO Entre 1974 y 1976 estuve en la escuela de graduados para obtener mi Doctorado en psicología clínica. En esa época si uno de los estudiantes de la facultad me hubiera preguntado acerca de mis aspiraciones profesionales le hubiera contestado que quería viajar por el mundo y enseñar hipnosis y psicoterapia. Sin embargo, no esperaba hacerlo tan pronto en la vida, a mis treintas, pero ese resultó ser el caso. Desde entonces me he tomado miríadas de oportunidades para dar conferencias a estudiantes en muchos maravillosos lugares. Los ímpetus para esas oportunidades principalmente se debieron a haber sido instruido por Milton Erickson, con quién me encontré cuando yo tenía 26 años. Es imposible imaginar la trayectoria de mi vida si yo no hubiera tenido ese encuentro. A Erickson le debo mucho de mi felicidad personal y profesional. Aún hoy, a casi 40 años de su muerte, permanece como parte integral de mi práctica. También constituye el centro de lo que yo enseño por todo el mundo. En este libro, presento mi modelo fundamental de enseñanza. Me ha tomado décadas consolidar mi material, lo cual es afortunado, porque es solo ahora que me siento con la suficiente confianza en experiencia y sabiduría como para compartir este modelo. Tengo la esperanza de que usted disfrute el libro y lo encuentre útil.

Jeffrey K. Zeig, PhD Phoenix, Arizona.

PREFACIO A LA EDICIÓN EN ESPAÑOL Jeffrey K. Zeig como legado de Milton H. Erickson, MD. Es un honor ofrecer al público de habla hispana el tercero en la serie de libros seminales del maestro Dr. Jeffrey K. Zeig de los cuales me enorgullezco por haber participado como traductor. Inició la serie con La inducción de la hipnosis en cuya traducción participó el equipo formidable del eminente terapeuta de Jalisco Ricardo Figueroa Quiroga, presidente actual del Consejo Mexicano de Hipnosis Clínica. El segundo texto, Ejercicios psicoaeróbicos, del que Jeff aceptó mi sugerencia de subtitularlo “Cómo ser un terapeuta de excelencia”, es una serie de ejercicios destinados a afinar las percepciones del lector y funciona independientemente de la orientación del terapeuta. Y en verdad, el resultado de su aplicación es un terapeuta excelente independientemente de su orientación, ni siquiera tiene que ser un hipnoterapeuta. Esta metodología la comenzamos a difundir en el Instituto MHE de San Luis Potosí en México tan pronto pudimos, y es muy efectiva. La verdad, yo recomiendo comenzar por utilizar este texto antes que los otros dos. Mi punto de vista es que tienes que ser primero un excelente terapeuta y luego “afinarte”. Indudablemente la cereza del pastel es el libro que sostienes en tus manos: La anatomía del impacto experiencial a través de la psicoterapia ericksoniana: Viendo. Haciendo. Siendo., texto en el que Jeff ofrece la cosecha de sus años de incansable persecución de la excelencia, y su estudio y aplicación ensanchará los horizontes para cualquier terapeuta, no sólo para los que usamos hipnosis ericksoniana, sino para cualquier otra orientación ya que los elementos son comunes. Este es un texto que pronto será un clásico. A mitad del libro te encuentras una agradable sorpresa: Jeff categoriza a la depresión como una construcción social y ofrece una sobria reflexión de cómo manejarse que nos permite el ahorro de tiempo y de recursos para el terapeuta y el paciente quedando sólo algunos casos para el manejo medicamentoso. Hoy, cuando algunos pudieran considerar a la hipnosis ericksoniana como un cuerpo de conocimiento ya no tan moderno (“ya no vive el maestro”), nos podemos dar cuenta que este concepto es falso; la hipnosis ericksoniana ha evolucionado, se transforma día a día. Una de las características más marcadas del Dr. Milton Erickson, la orientación hacia el futuro, abarcó mucho más que al período que comprendió su vida física. El legado del gran doctor, su regalo para el futuro, nuestro hoy, incluye a su alumno más cercano: Jeffrey K. Zeig. Heurísticas de pensamiento implícito (sugestiones) fueron sembradas en la mente de Jeff y la estimulación de sus redes neuronales ha sido tal que hasta la

fecha no ha dejado de producir. La hipnosis moderna la representa Jeff. Él mismo considera que su metodología ha llegado a tal punto de madurez, experiencia y sabiduría que ya puede ofrecernos su modelo en la manera que desea; así me lo presentó, además con mucho orgullo, cuando pidió que me encargara de traducir este libro. Y sé, positivamente, que no va a parar aquí. Ningún otro como él ha difundido la hipnosis ericksoniana, por obra escrita o por enseñanza directa. Nadie tampoco ha viajado tanto para eso. Erickson reinventó sus redes neuronales y nosotros somos los beneficiados. Las enseñanzas contenidas aquí se pueden aplicar con pocas modificaciones al campo de la medicina clínica y las diferencias con la psicoterapia las da la naturaleza algorítmica de la medicina. Podrá encontrar mucho de este enfoque en mi libro Hipnoterapia: Escritos esenciales en medicina, cirugía y anestesiología (una versión corta gratuita se puede encontrar en la web). A finales de los años setenta del pasado siglo comencé a enseñar hipnosis y de mi primer grupo de profesionales médicos recuerdo que al final del mes de entrenamiento, un obstetra me abordó y protestó: “Ahora que sé cómo hipnotizar, ya no puedo hacerlo”. La afirmación fue divertida porque la manera habitual en que este profesional usaba la hipnosis era la de poner una grabación que su paciente debía escuchar y en cierto punto él ofrecía sus sugestiones. Curiosamente le funcionaba, pero el punto es, que conocer los mecanismos íntimos de la hipnosis lo sobrecargaron y confundieron al punto de hacerlo inefectivo. No va a ser el caso con la hipnosis a la manera que Jeffrey K. Zeig propone.

Lector: disfruta la cosecha que Jeff generosamente te ofrece.

Luis David Guzmán-Moreno. MD, PhD. Neurólogo quirúrgico Director del Instituto Milton H Erickson de San Luis Potosí, SLP, México Traductor de Milton H. Erickson Expresidente y Fundador del Consejo Mexicano de Hipnosis Clínica



Nota de Traducción. En la versión original de este libro en lengua inglesa, Jeffrey Zeig utiliza de manera repetida la palabra Realize. Esta palabra tiene múltiples acepciones que no son utilizadas comúnmente en la lengua española, ya que en la misma se entiende solamente como realizar, en el sentido de “llevar a cabo una acción”. En el texto, la palabra realizar se utiliza con tres acepciones diferentes, dependiendo del contexto en que se profiere: 1. Realizar: Llevar a cabo una acción. 2.

Realizar: Comprender algo de manera clara, en ocasiones de manera repentina.

3.

Realizar: Dar forma a un concepto dentro de sí mismo. Hacerlo propio.

Para facilitar la comprensión por parte del lector, se ha decidido marcar analógicamente con un asterisco (*) a todas las palabras realizar y sus derivadas (realización, realizaciones, realizarse, etcétera) siempre que su significado deba ser entendido en su segunda o en su tercera acepción tal como se establece en esta nota.

INTRODUCCIÓN Erickson y sus métodos Si usted le pidiera a los psicoterapeutas alrededor del mundo que le den los nombres de los más grandes terapeutas de la historia, es claro que la mayoría incluiría a Milton Erickson. Entre 1973 y 1980 (año en que murió) tuve la oportunidad de estudiar con Erickson, lo cual era comparable a aprender psicoanálisis de Freud o física con Einstein. Vi a Erickson por primera vez en 1973 en una época en que él era reconocido por su uso de la hipnosis, pero no era ampliamente conocido en el campo de la psicoterapia. Para 1973, prácticamente se había retirado. Sin embargo, los libros que iluminaron su trabajo comenzaron a publicarse en ese año y el primero de ellos fue Terapia no convencional de Jay Haley (1973). Este libro posicionó a Erickson como el pionero en la práctica de la terapia breve. Después muchos profesionales vinieron a Phoenix, Arizona a estudiar con él. Mis visitas iniciales con Erickson fueron privadas, pero poco después se unieron otros estudiantes, y el grupo de instrucción se hizo conocido como “los seminarios didácticos” de Erickson. Aunque enfermo, Erickson era vivaz y carismático. Su pobre condición física se debió a que contrajo poliomielitis (conocida comúnmente como polio) a los 17. Aunque en su juventud fue atlético, la polio le paralizó por un año. Posteriormente en su vida, tuvo una recaída de la enfermedad (ahora se le conoce como síndrome post polio) que hizo estragos en su salud general. Sufrió de deterioro muscular y posteriormente pérdida de coordinación. El lado derecho de Erickson estaba más afectado que el izquierdo. Si quería escribir guiaba a veces su mano derecha con la izquierda. Para comer torcía su torso para llevarse el cubierto a la boca. En la última década de su vida Erickson estuvo confinado a una silla de ruedas. Cuando le conocí por vez primera, se dejaba caer de su silla de ruedas al asiento de su consultorio, dándose soporte él mismo sólo momentáneamente en sus débiles piernas. Sin embargo, eventualmente ya no podía siquiera hacer eso así que permanecía en la silla de ruedas. La visión de Erickson era doble, su audición era pobre y tenía dolor crónico. Había perdido todos sus dientes y no estaba cómodo con una dentadura postiza. Era un hombre que había tenido un control de su voz parecido al de un actor, pero había tenido que reaprender a hablar sin dientes. Erickson también era daltónico (muy probablemente afligido con daltonismo hacia el rojo y el verde) y siempre vestía algo púrpura, porque era el color que más apreciaba.

Aunque Erickson fue un genio en sus contribuciones profesionales, lo fue más en la forma en que llevó su vida. Era el ser humano más impresionante e inspirador que yo había jamás conocido. En su vida profesional, era un maestro de la técnica, y como persona era excepcional. Era atento y enfocado, y aunque siempre estaba soportando el dolor, reía a menudo. Perfumaba sus alrededores con su sentido de gratitud por estar vivo. Si usted tenía dolor, él tenía más. Si usted tenía limitaciones, él tenía más; y era feliz. Inicialmente fui con él para mejorar mis métodos clínicos, pero dentro de los primeros pocos minutos de conocerle, ser un mejor terapeuta ya no era la única cosa que me importaba. Me inspiró a ser una mejor persona. Yo quería estar cerca de él porque sentía que estaba con alguien que había dominado la vida. Bajo las circunstancias más difíciles, se sobreponía a su propio dolor para ayudar a otros. Y tenía una forma poco convencional de presentar las ideas. Mi primera visita a Erickson terminó el 5 de Diciembre de 1973 (Zeig, 1985). En nuestra primera sesión el día anterior, se acomodó en el sillón de su escritorio, miró al piso y con una voz lenta y bien medida me contó una historia que tuvo lugar en Nueva Orleans; una ciudad famosa por sus mariscos. Estaba en un restaurante y cuando le tomaron la orden pidió dos docenas de ostras crudas en media concha. Luego de terminarse las dos docenas, pidió una tercera, Cuando se terminó la tercera docena ordenó ¡doce más! Yo no tenía idea alguna de por qué él me estaba contando esta historia y qué tenía que ver con la psicoterapia, pero estaba fascinado. Más aún, yo nunca había conocido a alguien que hubiera comido cuatro docenas de ostras en una sentada. Pero la historia se puso mejor. Luego de terminarse las 48 ostras, ¡¡ordenó una docena más!! Luego de ordenar esa docena final, Erickson le dijo al atónito mesero “¿¡Por qué no habría yo de tener sesenta ostras por mi aniversario sesenta?!” Repentinamente entendí lo que Erickson me estaba diciendo. Erickson usaba una manera única de retrasmitir un hecho simple: que el cinco de Diciembre era su cumpleaños; y él hacía esto empaquetándolo dentro de una historia. ¿Por qué lo hizo? ¿Me estaba enseñando una manera de ofrecer ideas, o me estaba orientando a sus métodos estratégicos vivenciales? Quizá había razones personales para que Erickson me llevase a su aventura del banquete de ostras. ¿Podría haber contado la historia para su propia diversión? ¿Lo hizo para su propia apreciación estética y para expresar su alegría? Quizá era una práctica deliberada, como si Erickson estuviera ejercitando su método anecdótico de mostrar conceptos, un método por el que tenía renombre. Independientemente de su intención, su efecto en mí fue memorable. Nunca olvidé el mensaje ni su estilo de presentarlo y desde entonces, le envié ostras en su cumpleaños.

Hay un principio que Erickson ejemplifica en su historia del banquete de ostras: Crear experiencias para fomentar realizaciones* memorables. Otros principios serán delineados a lo largo del libro. Son ideas que han estado conmigo y que continúan desarrollándose en un sin número de formas.

ACERCA DE ESTE LIBRO Además de los principios, en este libro usted encontrará un modelo de terapia breve que puede aplicarse independientemente del modelo preferido de terapia del profesional. Para ilustrar los principios y las prácticas uso mucho el problema de la depresión; pero es solamente un ejemplo de cómo los terapeutas pueden usar este modelo para una amplia variedad de cuestiones psicosociales que los clientes presentan. En el capítulo uno, se delinean las bases esenciales de un enfoque experiencial de la psicoterapia; las cuales están basadas en orientaciones subyacentes a la hipnosis. El cambio en la terapia se provoca mejor por las experiencias que la gente vive, no por la información que se recibe. La hipnosis es, fundamentalmente, un método experiencial, cuyo imperativo es: “al vivir esta experiencia, usted puede reclamar su habilidad para cambiar o para afrontar las cosas adecuadamente”. Este libro promueve los métodos vivenciales derivados de una orientación hipnótica. Los capítulos subsecuentes ofrecen un plan paso a paso para crear una terapia breve basada en la experiencia. El capítulo dos ofrece un metamodelo de intervención, basado en cinco puntos de opción. Es la columna vertebral alrededor de la cual se desarrollan conceptos en capítulos subsiguientes. El capítulo tres ofrece un método de deconstruir estados. La deconstrucción (analizar en partes. N del T), puede fomentar el proceso terapéutico mediante la identificación de metas realizables. En el capítulo cuatro, se presenta el proceso de mapeo para comprender mejor los estados problema, estados de solución y los estados del terapeuta. Una vez que se identifican las metas de la terapia, se puede incrementar la efectividad personalizándolas a cada cliente , tema que se desarrolla en el capítulo cinco, mismo que incluye enfocar la terapia a través de las lentes del cliente y hablando el lenguaje experiencial del mismo. El mapeo avanzado se cubre en el capítulo seis, que provee una perspectiva sistémica más detallada en el establecimiento de objetivos. Una vez que el clínico tiene una meta y entiende como ajustarla al individuo, necesitará un método para presentar dicha meta. Los métodos para presentar la meta a alcanzar son cubiertos en el capítulo siete. El capítulo ocho discute la combinación de ajuste y envolver para regalo (dorar la píldora. N del T). 1. Personalizar el tratamiento al paciente es el tailoring de Zeig. Términos intercambiables usados en 1

este libro son individualizar, adaptar, ajustar y hasta “cortar a la medida” (N del T).

El capítulo nueve cubre el dramático proceso del cambio y uno de los casos más creativos de Erickson se presenta en el capítulo diez. El desarrollo del terapeuta es el tema del capítulo once y el capítulo doce ofrece transcripciones clínicas que muestran las aplicaciones del modelo. Este libro es el segundo volumen de una trilogía, cuyas partes pueden leerse de manera independiente de las demás en esta serie. El primero de ellos es The Induction of Hypnosis (Zeig 2014), que presenta mi modelo de hipnosis. Muchos de los ejemplos de este libro desarrollan métodos hipnóticos y pueden hacer avanzar la práctica de aquellos que usan el trance formal. El tercer libro es Psychoaerobics (Zeig 2015) que es un método vivencial para el desarrollo del terapeuta.

CONTENIDO PREFACIO PREFACIO A LA EDICIÓN EN ESPAÑOL Nota de Traducción. INTRODUCCIÓN ACERCA DE ESTE LIBRO CONTENIDO 1. Una terapia de experiencias vividas 2. Un metamodelo de intervención terapéutica 3. Lecciones de la hipnosis— Deconstruyendo los componentes 4. Lecciones de la hipnosis— Estableciendo las metas en la terapia 5. Personalizar1: Evaluación 6. Mapeo avanzado 7. Envolviendo para regalo 8. La cuadrícula de la personalización 9. El proceso de la terapia ericksoniana 10. Terapia para una fobia a volar 11. Ejercicios psicoaeróbicos: Enfoques vivenciales para el desarrollo del clínico EJERCICIO DE CALENTAMIENTO 3 12. Ejemplos clínicos del enfoque vivencial Epílogo Referencias Sobre el autor

1. Una terapia de experiencias vividas A una edad relativamente temprana, Milton H. Erickson se consolidó como un maestro clínico. Al paso del tiempo, agregó cientos de casos únicos a la literatura clínica; más que nadie en la historia. Freud agregó sólo un puñado. Freud estaba interesado en por qué la gente es como es; Erickson estaba interesado en cómo la gente podría cambiar. La orientación de Freud estaba en el pasado; la orientación de Erickson estaba en el presente y dirigida hacia el futuro. Individualizaba cada tratamiento e inventaba un nuevo enfoque para cada situación. Erickson fue un gran modelo profesional para mí y era un comunicador poco convencional. Erickson usaba una forma de comunicación que podría ser llamada evocativa, en contraposición a la comunicación que podría ser llamada informativa. Es costumbre que los psicoterapeutas den información a la gente. Por ejemplo, “Fumar es malo para usted, le puede dar cáncer.” O, a menudo, ofrecen consejo: “Esto es lo que yo pienso que usted debería hacer en sus relaciones…” Pero, muchos predicamentos humanos no están empoderados por información o consejo. Erickson comúnmente ofrecía experiencias a través de historias, metáforas, juegos, acertijos, tareas e hipnosis. Lo hacía para dar vida a las ideas simples. He aquí otro ejemplo del abordaje experiencial de Erickson (reportado en Zeig, 1985 a): Fumando Pipa

En 1976, cuando todavía estaba yo en la escuela, ya como estudiante graduado, visité a Erickson. Como parte de mi entrenamiento, yo enseñaba fundamentos de psicología y veía clientes. En esa época, fumaba pipa. Lo consideraba un pasatiempo. Tenía yo diferentes pipas, un porta pipas, tabaco especial, un encendedor de plata y una serie de herramientas para las pipas. Yo era el arquetipo del psicólogo joven al que yo visionaba como fumador de pipa. Un día estaba relajándome en el patio trasero de Erickson esperando para pasar un tiempo con él. Pasó por ahí en su silla de ruedas y me vio fumando mi pipa. Yo no estaba ahí solicitando ayuda; yo estaba ahí como estudiante. Cuando llegó el momento de mi clase, comenzó a contarme una historia aparentemente divertida pero curiosa acerca de un amigo suyo fumador de pipa. Erickson dijo que su amigo era un tonto, pues no sabía dónde poner la pipa en su boca. ¿Debería ponerla en el centro de su boca? ¿Debería ponerla a un milímetro del ángulo izquierdo de su boca? ¿Debería ponerla a un milímetro del ángulo

derecho de su boca? ¿Debería mantenerla a la mitad de su boca? Él era un tonto. Y el amigo era un tonto porque no sabía por dónde o como sacar el humo. ¿Debería soplar hacia arriba? ¿Debería soplar hacia abajo? ¿Debería soplar de manera difusa o debería soplar en un chorro dirigido? Era un tonto. Y su amigo era un tonto porque no sabía cómo agarrar la pipa, ¿Debería usar sus dedos pulgar e índice? ¿Debería usar más dedos? ¿O debería agarrar fuertemente la cazoleta con todos sus cinco dedos? Era un tonto. Mientras Erickson contaba la historia yo estaba pensando, “¿Por qué me está contando esto? He estado fumando pipa un buen rato y no soy tonto.” Erickson continuó: Y el amigo era un tonto porque no sabía cómo encender la pipa. ¿Debería usar un cerillo de papel, de madera o un encendedor? ¿Debería la flama ser puesta hacia la parte posterior de la cazoleta o hacia el frente? ¿Debería la flama tocar el tabaco o asomarse apenas sobre el tabaco? Era un tonto. Y el amigo era un tonto porque no sabía dónde dejar la pipa. ¿Debería colocarla sobre la mesa? ¿Debería ponerla sobre una silla? ¿Debería ponerla en un estante? ¿Debería seguir sosteniéndola en la mano? Era un tonto. Este monólogo pareció continuar por una hora. Ya que ahora estoy tan familiarizado con el trabajo de Erickson, él debió haber terminado la historia cuando yo sutilmente indiqué que “capté” el mensaje. ( Pude haber asentido con la cabeza o haber cambiado mi postura). Días después, estaba manejando a casa hacia el área de la Bahía en el norte de California. Más o menos a la mitad del camino entre Phoenix y San Francisco, me paré ante una luz roja y, en ese momento, silenciosamente me dije a mí mismo, “Ya no quiero fumar pipa. Nunca quiero volver a fumar pipa.” No hubo síndrome de abstinencia, no hubo incomodidad. Sólo hubo una decisión— y fue mi decisión. Sólo hubo un logro y fue mi logro. Erickson había cambiado el trasfondo emocional de mi hábito de tabaquismo. Yo estaba a finales de mis veintes y era un joven profesional. Lo último que yo quería era parecer tonto. Mi inconsciente había tomado sus palabras: “pipa—tonto; pipa—tonto.” En un sentido, Erickson usó mi mente consciente contra mi inconsciente porque después de escuchar su historia del amigo tonto, cada que yo pensaba en tomar mi pipa, no me sentía cómodo sosteniéndola. No estaba seguro de dónde colocarla en mi boca, cómo encenderla, o cómo debía sacar el humo. Me hice tan autoconsciente que fumar pipa ya no fue divertido. Erickson no se dirigió al problema de fumar en pipa per se; solo alteró los componentes. Y este es un principio ericksoniano básico e importante: No se dirija a la categoría, diríjase al componente. Un principio relacionado es: cree los

puntos, no los conecte. Es más apremiante si el cliente “conecta los puntos” a su propio antojo. Cuando Erickson me ofreció intencionalmente un nuevo trasfondo emocional (“tonto”), yo conecté los puntos. Quizá usted jugó a “conectar los puntos” de niño. Cuando yo era niño, acostumbraba colorear los libros de iluminar que tenían páginas de puntos numerados, los cuales, cuando se conectaban, formaban una imagen. Pero yo nunca podría determinar la imagen en la página a menos que conectara los puntos. Cuando lo hacía, surgía repentinamente una gestalt que me encantaba. Así que, si un cliente se queja diciendo “Estoy procrastinando,” y el clínico quiere ayudarle, es mejor no dirigirse a la categoría. La procrastinación no es una cosa; la forman componentes que, de hecho, son procesos. Y más que interpretar el significado subyacente, un clínico puede ser capaz de alterar sutilmente el trasfondo emocional. A menudo cuando los clientes hablan acerca de un problema creen que su problema es una sola entidad. Tratar un proceso complejo como si fuera una una entidad puede ayudar a la gente a comunicarse efectivamente, pero podría también impedir el cambio. Si Erickson hubiera creído que mi tabaquismo fuera una entidad, y la hubiera tratado como tal, el resultado hubiese sido diferente. En lugar de ello me orientó a volverme manifiestamente consciente de los componentes del fumar; la categoría cambió suavemente y me convertí en no fumador. Erickson nunca inquirió si yo continuaba fumando. En lugar de eso me ofreció la oportunidad de entender mi comportamiento contra un nuevo trasfondo emocional. Ya que yo era astuto usé la oportunidad y fue exitosa. Dejé de fumar… y fue mi elección. Tengo un nombre para el método que Erickson usó para ayudarme a dejar de fumar. Lo llamo “el principio de Farrah Fawcett.” Farrah Fawcett fue una bella actriz americana que se volvió un símbolo sexual en los setentas. Los universitarios colmaban las paredes de sus dormitorios con un famoso poster de ella en traje de baño rojo. Alrededor de esa época yo estaba almorzando con colegas del hospital donde trabajaba. En la mesa había una popular revista con una portada reveladora de esta actriz. Uno de los asistentes al almuerzo miró la fotografía y bromeó. “Sus tobillos son muy gordos.” Otro colega miró la portada y dijo, “Sus pantorrillas no son de la forma adecuada.” Otro agregó, “Sus caderas son demasiado grandes para su cintura.” Otro: “Sus senos son muy pequeños.” Otro: “Sus ojos no están bien.” Para cuando terminó el almuerzo, yo ya no pensaba que Farrah Fawcett fuera atractiva. Los componentes crearon sinergísticamente la entidad. Por tanto, si usted divide una entidad en sus componentes, puede perder la integridad—y puede

destruir la Gestalt; y eso fue lo que Erickson hizo con mi fumar en pipa. Una sobreexaminación puede desestabilizar un estado cristalizado. Eso es por lo que yo a menudo pido a los pacientes que experimentan dolor que describan detalles de su incomodidad, después de lo cual ellos reportan comúnmente una reducción de su sufrimiento. Pero debido al principio de John Travolta, el principio de Farrah Fawcett no es infalible y he aquí un ejemplo. Más o menos por la misma época en que Farrah Fawcett saltó a la fama, también lo hizo el atractivo actor americano John Travolta. Un día, yo estaba almorzando con mi asistente y ocurrió que John Travolta estaba comiendo en el mismo restaurante. Mi asistente estaba obviamente enamorada y le miraba insistentemente de tal manera que ya no podíamos continuar trabajando. Su cuello estaba tan torcido en su dirección que parecía haber desarrollado tortícolis. Para romper su foco, le explique el principio de Farrah Fawcet. Después de lo cual ella firmemente dijo, “Eso no funciona para John Travolta.” (Así, el principio de John Travolta: Cuando se sobre examinan, ¡algunas cosas son inmunes a perder su integridad!) Sobre el examen de los componentes de un problema, esa es una heurística; una suposición simplificadora que es a menudo, pero no siempre, efectiva. Y es sólo una manera de desestabilizar un problema. Pero el clínico primero debería crear un mapa del problema y /o solución. En capítulos posteriores se discutirá la creación de mapas y su uso para decidir las metas del tratamiento. Ahora, vamos a examinar más a fondo orientaciones comunes a problemas psicológicos.

Una orientación a los problemas

Cuando un cliente llega a la terapia con un problema, una posibilidad de tratamiento es la de buscar las causas históricas subyacentes. Aunque tal investigación puede no facilitar el cambio con muchos problemas psicosociales, la gente instintivamente cree que encontrar la causa del problema ayudará a resolverlo. En algunos campos, saber la causa es necesario. En medicina, por ejemplo, si la queja es una infección, el médico debe saber la causa— el patógeno específico— para prescribir el tratamiento adecuado. El mundo mecánico es similar. Si la potencia de una maquina es inadecuada, es imperativo descubrir la causa para remediar el problema. Hay una compulsión en nuestra sociedad a encontrar una causa y asignar una culpa. La gente a menudo culpa a otros, el problema es atribuírselo a alguien o a algo más.

Pero para ser efectivo en el mundo social y el de la psicología, buscar una causa y distribuir la culpa es a menudo innecesario. De hecho, encontrar la causa de un problema social usualmente no conduce a una solución. Cuando las parejas casadas vienen a terapia, a menudo se culpan uno a otro. Y aún si uno de ellos está en lo cierto, uso un dicho trillado: “Usted puede o estar bien o puede estar casado.” Buscar la causa en psicoterapia no siempre es inefectivo. Algunas veces la comprensión histórica puede ser de valor estratégico para elicitar el cambio. Por ejemplo, un adolescente podría comenzar a fumar porque sus padres vigilan la salud, y esto podría ser un acto de desafío y una manera de crear una nueva identidad. En este caso, el terapeuta podría ayudar a identificar la “causa” y empujar al adolescente a descubrir pasatiempos positivos totalmente diferentes de los de los padres y que podrían también ofrecer una nueva identidad. Por ejemplo, el terapeuta podría ver si el adolescente tiene interés en unirse a una banda, hacer teatro, crear arte, cuidar animales, cocinar, etcétera. Los problemas pueden ser examinados desde múltiples perspectivas; y descubrir la causa “real” de muchos problemas psicosociales podría no ser posible. Un problema podría ser atribuido a la genética, al trauma, a las circunstancias, a una mala crianza infantil, o a una combinación de estos factores o de algunos otros. Y un problema podría ser visto como existente sólo dentro de un cliente o también podría tener un aspecto relacional. Por ejemplo, el problema podría existir en un miembro de una pareja, entre los dos miembros de la pareja, entre un cliente y toda la familia, o en la manera en que la familia interactúa con una organización, o en la manera en que la familia interactúa con una organización o en la manera en la que la familia interactúa con la cultura. Así, un problema puede ser visto como algo que reside dentro, entre o en medio (SIC) —y todas esas perspectivas son, en alguna medida, relevantes; y todas pueden ser usadas para facilitar el cambio. Pero más que buscar una causa para remediar un problema, otra opción es la de dirigirse a los componentes de ese problema. Como vimos con la manera en que Erickson trató mi tabaquismo, un problema está hecho de componentes. Usando los componentes, puede crearse un mapa del problema o de la solución; y alterar los componentes de un problema puede ser sistemáticamente significativo. Los terapeutas pueden buscar soluciones desde muchas perspectivas diferentes. Y la manera en la que un terapeuta ve el problema determina el enfoque del tratamiento. El enfoque experiencial

Una orientación fundamental de este libro es la de que el cliente sufre por estar atrapado dentro de estados mal adaptativos, y que la terapia funciona mejor cuando es vivencial. Las experiencias alteran las emociones y el estado de uno de una forma en la que la información no lo hace. Si usted quiere que alguien entre en un estado de buen humor, cree una experiencia evocativa; quizá contando un chiste. Considérese otro estado: ser responsable. Los padres a menudo quieren ayudar a sus niños o adolescentes a volverse responsables. Podrían decir a sus niños que sean más responsables, y algunas veces ofrecen una explicación: “Los niños responsables consiguen mejores calificaciones. Mejores calificaciones significa que entras a una buena universidad y que obtienes una buena vida. Eso explica por qué deberías ser responsable.” Ahora, ¿El adolescente actúa responsablemente porque se le ofreció información sobre las buenas calificaciones o las buenas universidades? Muy probablemente no. Pero ¿qué hacen la mayoría de los padres? Ofrecen consejo e información, y hacen esto de manera repetitiva aun cuando a menudo quedan decepcionados con los resultados. La información y el consejo pueden ser usados cuando se sugiere una tarea simple, pero para elicitar un estado, uno debe crear una vivencia transformativa. La mayoría de los niños ya saben que existe la responsabilidad y que se considera una virtud, un rasgo deseable. Pero diversos factores del desarrollo y psicosociales pueden obstruir el camino hacia actuar responsablemente. Algunas veces el protestar facilita la formación de la identidad. Los adolescentes luchan por crear identidad y, a menudo hacen esto protestando o rebelándose contra las ideas y las creencias de los padres. Así que el terapeuta puede ayudar a lograr el acceso al estado deseado, en este caso, la responsabilidad. Para hacer esto, puede considerar cinco posiciones de crecimiento y cambio. Posición 1: la idea. ¿Tiene el adolescente la idea de la responsabilidad? Si no, esta puede ser enseñada. Posición 2: realización* del concepto: “Puedo ser responsable,” lo cual es una internalización de la habilidad. Pero, ¿cómo hacen los adolescentes la transición de la idea a la realización* conceptual? Debe haber una Experiencia Evocadora Significativa (EES) que elicite el concepto. Quizá el adolescente podría cuidar a una mascota. Quizá podría inscribirse a una clase de gimnasia o enamorarse de alguien y darse cuenta de que, para fomentar la realización* es mejor ser responsable. Las ideas son diferentes a los conceptos. Las experiencias empujan la idea de responsabilidad dentro del concepto de la responsabilidad: “Puedo ser

responsable.” Posición 3: decisión. Una orientación que representa otro paso en el proceso de internalización es: “Voy a ser responsable.” Una vez que el adolescente capta el concepto “Puedo ser responsable” otra experiencia evocativa puede llevar a la realización* de: “Seré responsable.” Y esto puede conducir a la Posición 4: “¡Ajá! Estoy siendo responsable,” la cual es estimulada a entrar en el juego mediante otra EES transformativa. Ese momento puede ser considerado como una experiencia de referencia, la cual representa un estado más consolidado. Una experiencia de referencia puede ser transformativa, lo que no quiere decir que no se necesitará más de una. Finalmente, la posición 5 es la identidad: “Soy una persona responsable.” Por supuesto, la meta es una nueva identidad. Las experiencias de referencia se incorporan para formar una identidad. Por ejemplo, las relaciones y los logros satisfactorios pueden conducir a la identidad de: “Soy listo,” o “Soy un buen maestro,” o “Estoy casado.” Pero las experiencias de referencia también pueden crear identidades inefectivas, esto es, “No soy suficientemente bueno” o “No soy atractivo.” Las identidades mal adaptadas pueden ser creadas por experiencias evocativas negativas. Ya que asumimos identidades que no son necesariamente efectivas, los terapeutas necesitan tener formas de promover identidades constructivas, y eso debería hacerse de una manera evocativa. La identidad no cambia usando la lógica; un cambio de identidad requiere de un momento evocativo. Fomentar una identidad adaptativa puede ser la meta central en la terapia. Algunas personas pueden tener que pasar de la idea al concepto, a la decisión, al estado, y finalmente a la identidad. Pero algunas veces una identidad se puede materializar a partir de una experiencia evocativa significativa. He aquí un ejemplo: Estaba yo conduciendo una clase para terapeutas experimentados y en ella ofrecí una demostración clínica. El psicólogo que era el sujeto discutiendo el problema respecto a su consumo de alcohol, hablaba evasivamente acerca de su meta: “Quizá yo debería beber sólo un vaso de vino.” “O quizá dos estaría bien.” “Quizá no debería beber nada de vino.” “Quizá no debería beber alcohol en lo absoluto.” No estábamos haciendo ningún progreso debido a su ataque de “quizás.” Así que utilicé un principio ericksoniano orientador: Busque una solución interactiva, una solución que involucre a otros. En este caso me usé a mí mismo. Dije: “Voy a hacer un acuerdo con usted. No comeré ningún postre por un año, ¿Con qué se comprometerá usted?” Reconociendo que la responsabilidad social puede tener un impacto, hice esa declaración para crear responsabilidad para ambos. Nos comprometimos los dos a una acción

constructiva. Yo era el experto que ofrecía una demostración. Alguien tenía que cambiar y si no iba a ser el cliente, iba a ser el terapeuta. Pero también hay una historia detrás: La mañana anterior a la sesión, mientras yo hacía ejercicio, estaba escuchando la conferencia de un experto en dietas. Advertía: “No coma azúcar.” Y pensé “OK. Está bien. Está bien.” Pero yo no tenía la intención de cambiar mi dieta. No “capté” la idea. Sin embargo, sin que yo lo supiera, algo se estaba cuajando en una realización* conceptual transformativa. La siguiente mañana, algo totalmente inesperado sucedió: mi identidad cambió y me convertí en alguien que no ansiaba el postre. Eso era sorprendente. Cuando ofrecí la intervención el día anterior, pensé que sólo usaría el poder de la voluntad y seguiría adelante con mi compromiso. Pero instantáneamente, cambié mi identidad. Por un año no toqué el postre. Y todavía hoy, no le doy más que una o dos mordidas al postre. Yo no sabía que mi identidad cambiaría. Pensé que lograría no comer postre siendo firme. Pero la experiencia de ese momento en la demostración, suavemente me transportó a ser una persona diferente: alguien que no quería postre. Cómo personalmente encontré, no es necesario llevar secuencialmente todos los cinco pasos para que emerja una nueva identidad, sea positiva o negativa. A veces podemos saltarnos los pasos y una nueva identidad se formará instantáneamente. Pero en todos los casos, las identidades se realizan* vivencialmente; y esto no se logra debido a dar información. Saber y Realizar* Asimilar hechos y realizar* conceptos adaptativos requiere de diferentes procesos. Cuando un cliente viene a terapia, el terapeuta debe valorar lo que el cliente, de hecho, sabe acerca de su problema y lo que conceptualmente entiende. Las personas saben ser amables en sus relaciones, saben cómo desarrollar hábitos saludables y saben cómo actuar responsablemente en el trabajo o en la escuela. Si un empleado no está motivado o una pareja no está conectada, puede que sepan qué hacer para mejorar, pero ¿se dan cuenta de lo que saben y lo ponen en práctica? La respuesta a la siguiente pregunta es imperativa para la resolución de muchos predicamentos humanos: ¿Cuál es el puente entre el saber y el realizar*? La respuesta de Erickson a esta pregunta es que las experiencias vividas crean dicho puente. Pero hay una ambigüedad inherente en el abordaje experiencial. Las experiencias, así como las metáforas, pueden ser ambiguas. Una persona que

está experimentando algo utiliza la interpretación, mientras que con información dada ésta no se necesita, ya que los hechos tienden a ser concretos. Considere la historia del banquete de ostras. Erickson me pudo haber dicho simplemente que el 5 de diciembre era su cumpleaños. En lugar de eso me orilló a entender algo básico sobre su enfoque: Que él era predominantemente experiencial. Empacar un mensaje en una historia era un fundamento de su enfoque experiencial. Tuvo el efecto de hacer el mensaje implícito más vivido y memorable. Su enfoque evocaba significado porque él no informaba de manera directa. En la historia inesperada acerca de comer ostras, yo tuve que asumir un papel activo para descubrir su significado. Otro principio que era prominente en su terapia era que él orientaba más que informar o aconsejar. Por ejemplo, no me dijo: “Deje de fumar.” En lugar de eso, me contó la historia acerca de su amigo fumador de pipa, lo que condujo a un momento vivencial que me orientó hacia la realización*. Ser Experiencial Quizá es una hipérbole, pero no creo que sea exagerado decir que Erickson era 100 por ciento experiencial en su terapia. También era su manera de ser en el mundo y de enseñar. Cuando fui su estudiante, él era consistentemente experiencial. Y su orientación experiencial se derivaba de la hipnosis. Erickson era un experto en hipnosis, y la hipnosis es en su núcleo, un método experiencial. Usted no usa hipnosis para ofrecer información. Usted no usa hipnosis para dar consejo. Usted no usa hipnosis para hacer comentarios acerca de la historia o de los procesos de alguien. Usted usa la hipnosis para que el cliente tenga una realización* que lo empodere; para que sean capaces de una transición a un estado adaptativo. Si los terapeutas se basan en la orientación experiencial central a la hipnosis, se vuelve natural para ellos ser experienciales en la terapia. Pueden ofrecer una inducción hipnótica formal, que es fundamentalmente experiencial. Pero si no es así, todavía podrían trabajar experiencialmente usando un proceso que Erickson llamaba “trance naturalista.” Actualmente, estoy escribiendo la biografía de Erickson. He entrevistado a docenas de personas para el proyecto, incluyendo a tres de sus hermanas, a todos sus ocho hijos y algunas de sus esposas, así como a unos pocos nietos que le conocieron. Hablar con la familia de Erickson y con los colegas que le conocieron ha consolidado mi entendimiento de que Erickson era también consistentemente experiencial en las situaciones interpersonales— con familia, amigos, colegas y estudiantes (aunque era didáctico en sus escritos). Cuando comencé a hacer terapia yo no era así en mi enfoque; pero conforme maduré

como clínico me volví más experiencial. Hay formas de hacer de la terapia una experiencia para los clientes, y un buen comienzo es la orientación del terapeuta al entorno clínico. El consultorio de terapia puede pensarse como un escenario en el cual el terapeuta puede actuar un drama de cambio. Los terapeutas pueden tener un plan estratégico para comunicarse con clientes que, por vivir la experiencia terapéutica ofrecida, pueden ser más adaptables en la vida. Los métodos experienciales de este libro se derivan de una orientación hipnótica. Aprender hipnosis puede ser valioso para todos los terapeutas, incluso si nunca la aplican en la práctica, porque cuando la meta es la realización* conceptual, los métodos vivenciales pueden promover el cambio. (Para leer más vea The Induction of Hypnosis, Zeig 2014.) Estudiar hipnosis tuvo un efecto positivo en mi habilidad como comunicador. Me enseñó a usar estratégicamente más canales de comunicación. Antes de aprender hipnosis, fui entrenado en los métodos tradicionales de terapia: “De mis labios a sus oídos; de sus labios a mis oídos.” El terapeuta le habla al cliente y viceversa. Tales métodos de terapia podrían ser aplicados simplemente leyendo una trascripción, ya que las técnicas tradicionales están alojadas en la comunicación verbal. Sin embargo, Erickson exploró el uso de muchos canales de comunicación; él no se restringía a las palabras. Considero a la pintura como una metáfora de la terapia. Las herramientas del pintor son los pinceles, la paleta de colores y una superficie en la que se aplica la pintura. Los pintores exploran como esas herramientas pueden ser usadas para crear algo único e inspirador. El entrenamiento en hipnosis orilla a los terapeutas a usar las posibilidades de ese medio— a usar su “paleta de colores”— para ventaja terapéutica. Los muchos colores que tienen los terapeutas a su disposición incluyen los gestos, la postura, la proximidad física, el ritmo, tono, la dirección de la voz, etc. Uno de los discursos que subyace a todos los escritos de Erickson es el uso estratégico de esos elementos. Los artistas exploran las posibilidades de su medio, pero su expresión está confinada dentro de las limitaciones de este. Los pintores normalmente tienen pintura y lona, los poetas tienen palabras y papel, los coreógrafos tienen bailarines y un escenario y los dramaturgos tienen historias y actores. Con tales parámetros, los artistas se esfuerzan para llevar la realización expresiva a nuevos reinos; su arte está diseñado para elicitar realizaciones* conceptuales. He aquí un ejemplo de la exploración de Erickson de su “paleta”. En una inducción neutral con un paciente predispuesto a la cinetosis exploró el sitio de la voz como una clave capaz elicitar una respuesta fisiológica (Erickson, 1973.)

Con los ojos del paciente cerrados, Erickson simuló la forma en la que alguien en un bote experimentaría el sonido. Hizo esto moviéndose a fin de cambiar la ubicación de su voz. Para sorpresa del paciente, se provocó cinetosis. Y Erickson hizo esto en una época en la que el concepto de interacciones mente / cuerpo todavía no era popular. Erickson enseñó cómo un terapeuta puede usar toda su paleta para ayudar a la gente a empoderarse por sí mismos para ayudarles a realizar* estados adaptativos y más flexibles. Otro principio ericksoniano es: Comprenda el medio de comunicación y use su potencial. Para resumir, en este capítulo se discutieron los siguientes seis principios:

1. Cree experiencias para crear realizaciones*. 2. Diríjase a los componentes no a la categoría. 3. Cree los puntos, no los conecte. 4. Busque una solución interactiva. 5. Cuando la meta sea elicitar realizaciones* conceptuales, oriente en lugar de informar. 6. Comprenda el medio de comunicación y use sus potenciales.

El capítulo dos explora un metamodelo de intervención que sirve como marco de referencia alrededor del cual se organiza este libro.

2. Un metamodelo de intervención terapéutica Muchos pioneros de la psicoterapia comenzaron por crear modelos de la personalidad. Para Freud y sus seguidores, una teoría explícita de la personalidad sirvió como el punto inicial del que se derivarían las intervenciones. El interés de Freud en la psicología humana fue fundamental. Allanó el camino al campo de la psicoterapia y fomentó una nueva tendencia histórica: la gente se interesó en explorar y cambiar los asuntos de la mente. Freud se enfocó en por qué la gente es de la manera en que es e hizo un admirable trabajo al explorar esto. Pero, nadie puede asegurar completamente porqué la gente se comporta de ciertas maneras, ya que los factores formativos son demasiado complejos como para ser encapsulados por cualquier teoría. En términos de alcance, la teoría de la personalidad de Freud fue masiva en comparación a su teoría de la intervención, que estaba basada en la libre asociación, la interpretación y la clarificación. En contradicción, Milton Erickson exploró una miríada de métodos para promover el cambio sin una teoría explicita de la personalidad. Erickson tampoco tuvo una teoría explícita de la intervención, era ateórico. Con flexibilidad inventaba un nuevo abordaje para cada cliente. En este capítulo, intento consolidar el enfoque práctico de Erickson en un modelo estructurado—un metamodelo - de intervención. Este modelo es un marco de referencia que puede hacer que se entienda cómo hacer terapia breve aplicando aspectos del abordaje de Erickson. A manera de introducción, el metamodelo de intervención se basa en cinco puntos de opción. Cada punto de opción gira alrededor de una cuestión central. Los puntos de opción son interactivos ya que se influyen mutuamente. Establecer objetivos

El primer punto de opción a considerar es el objetivo, pero no es necesariamente el punto inicial de la psicoterapia. El establecimiento de metas será delineado aquí y desarrollado con detalle en los siguientes tres capítulos. La cuestión fundamental para este punto de elección es: “Como clínico ¿Qué debería yo comunicar?” Los terapeutas necesitan entender estratégicamente qué quieren que sus clientes obtengan. En cada sesión clínica hay múltiples maneras de formular un objetivo. En otros campos, la formulación de objetivos puede ser muy simple. Por ejemplo, en medicina, si el paciente tiene una infección bacteriana, el médico prescribiría un antibiótico. Si el paciente va

con otros médicos, muy probablemente prescribirán también un antibiótico. Pero, la psicoterapia difiere de la naturaleza algorítmica de la medicina y de los árboles de decisión que comprenden los estándares médicos de cuidado. En psicoterapia, si el cliente se queja diciendo “No estoy motivado,” diferentes clínicos podrían tener objetivos diferentes. Un terapeuta podría decir, “Vamos a trabajar en cambiar su pensamiento.” Otro podría ofrecer, “Vamos a comenzar por cambiar su comportamiento.” Un tercero podría proponer, “Vamos a comenzar por cambiar su actitud.” Otro podría sugerir, “Vamos a explorar sus relaciones interpersonales para ver cómo esto se relaciona con su problema” Otro podría decir, “Vamos a examinar su historia para ver porqué usted se siente sin motivación.” Y todavía otro, “Vamos a comenzar por hacer que la parte de usted que está motivada dialogue con la parte que no está motivada.” La terapia está conducida por procesos heurísticos, no por objetivo universales. En la terapia, el objetivo es a veces definido por el modelo existente del terapeuta. Diferentes escuelas de psicoterapia se dirigen a objetivos diferentes. En la terapia cognitivo-conductual, los objetivos difieren de aquellos estructurados en la terapia familiar y de aquellos en la terapia gestáltica. Es más, los terapeutas no tienen que aceptar la definición del cliente acerca del problema. En su lugar pueden negociar objetivos, y esto puede constituir un proceso terapéutico valioso. La siguiente es una lista de orientaciones que puede dar cuenta de los objetivos en la terapia ericksoniana: 1. Promover el cambio experiencial. 1.

Enfocarse en objetivos y sub objetivos fenomenológicos.

1.

Ser positivo; enfocarse en las fortalezas y habilidades que crean una adaptación constructiva.

1.

Comprender que el cambio sucede en las situaciones de vida del cliente y no sólo en el consultorio.

1.

Orientación estratégica hacia los resultados.

1.

Atender a las estructuras que existen en el presente.

1.

Ser sistémicas; buscar soluciones interactivas.

1.

Lograr acceso a asociaciones que activen recursos.

1.

Elegir metas que usted sabe cómo resolver.

1. Crear un video que describa el resultado.

A continuación, explico la filosofía detrás de cada una de esas orientaciones: Promover el cambio experiencial

Las experiencias que la gente vive crean desviaciones en la realización* conceptual y conducen a alteraciones constructivas en el estado y en la identidad. Revisemos el capítulo 1, donde discutí la irresponsabilidad de los adolescentes. Un adolescente usualmente conoce la importancia de ser responsable, y a menudo es inútil explicárselo en términos lineales. Pero, puede haber un momento experiencial: una experiencia evocativa significativa o “experiencia de referencia” que lleve al adolescente a la realización* conceptual de: “Puedo ser responsable.” Y puede tomar otro evento experiencial significativo para llevar una experiencia de referencia a la identidad de: “Soy una persona responsable.” Las experiencias de referencia pueden ser momentos decisivos que crean nuevas identidades. Los momentos decisivos de la vida, tales como casarse o divorciarse, o aterrizar un trabajo profesional, pueden llevar a la realización* de una nueva identidad. También puede haber momentos decisivos subconscientes que faciliten realizaciones* importantes. Por ejemplo: “Ahora soy un hombre,” “Me he convertido en mujer,” o “Ahora me puedo llamar terapeuta.” Sin embargo, las experiencias de referencia también pueden precipitar identidades negativas tales como “Soy un estúpido”; “No soy creativo”; “No soy atractivo.” La terapia se puede enfocar en la creación de momentos definitorios positivos, los cuales son oportunidades para las relaciones vivenciales que elicitan reorientaciones adaptativas. Como veremos, para elicitar experiencias evocativas, los objetivos se pueden empaquetar mediante el uso de la narración de historias, hipnosis, directivas, juegos, tareas paradójicas, etcétera.

Enfocarse en objetivos y sub objetivos fenomenológicos.

La fenomenología, o la reflexión acerca del mundo subjetivo, es el estudio de la experiencia vivida. Se coloca en contraposición a la ciencia, la cual investiga el mundo objetivo. Las metas u objetivos en la psicoterapia son más a menudo fenomenológicos. Las metas en medicina se entiende que estén más bien basadas en la ciencia. El estudio del amor, por ejemplo, puede ser fenomenológico o científico. El amor puede ser estudiado leyendo poesía romántica porque el lector puede haber tenido una sensación de amor. Pero el amor también puede ser estudiado

fisiológicamente, esto es, examinando los resultados de una resonancia magnética funcional del cerebro de alguien enamorado. Sin embargo, ninguna cantidad de ciencia estimulará a la gente a experimentar el amor subjetivamente. Usar un abordaje científico para elicitar el amor es fútil. El amor “sólo debe ocurrir” y no puede ser forzado, así como las realizaciones* conceptuales del cambio “sólo deben ocurrir”. El amor no ocurre al decirle al objeto de su afecto: “Deberías amarme y aquí hay cinco lógicas razones del por qué: 1) soy inteligente, 2) tengo un buen sentido del humor, 3) Estoy sano, 4) soy un buen comunicador y 5) soy financieramente independiente.” Elicitar el amor requiere de una orientación fenomenológica, de la misma manera que elicitar los cambios en el estado y en la identidad de un cliente a menudo requiere de una orientación fenomenológica. El amor es un síndrome, una serie de elementos que no están ordenados y que cambian con el tiempo. Las dimensiones del amor son elicitadas por heurística y no por algoritmos. Las heurísticas son suposiciones simplificadoras que pueden ser intrínsecas a las partes involucradas. Ser amable, protector y atento puede conducir al amor, pero nuevamente, es posible que no sea así. El proceso de amar debe ser experiencial, no académico ni científico; y cambiar el propio estado o la propia identidad es similar. La psicoterapia se apoya en un enfoque heurístico porque muy a menudo no hay soluciones concretas a los problemas. Los problemas psicológicos y el amor contienen componentes dimensionales que se pueden abordar como subobjetivos. Por ejemplo, una persona enamorada podría ofrecer al amado una profusión de experiencias que consisten en subobjetivos, tales como los intereses compartidos, la pasión, la amabilidad, el humor, etcétera. De manera similar, los terapeutas pueden elicitar subobjetivos creando un mapa del problema del cliente o de las soluciones al problema. El problema está compuesto de componentes. Por ejemplo, como lo veremos, más que tratar a la depresión como entidad, el terapeuta se puede enfocar en componentes tales como estar internamente preocupado, la falta de objetivos, la evitación de conexiones, la negatividad, etcétera. He aquí otro importante principio ericksoniano (el séptimo): Cree un mapa del problema. Cree un mapa de la solución. (Este principio y el desarrollo de sub objetivos se exploran en capítulos subsecuentes.)

Sea positivo; enfóquese en fortalezas y habilidades que creen una adaptación constructiva.

Los objetivos deben ser positivas y orientados a la fortalezas. También deben estar orientados hacia el futuro. La vida debe vivirse en el presente, no en el pasado y la debe estar dirigida hacia el futuro. Los terapeutas deben descubrir los recursos del cliente y estimularlo a que los pongan en juego. Si el cliente

tiene talento musical, desarrolle esa fortaleza. Si el cliente es un atleta o es introspectivo, use eso.

El cambio ocurre en la situación de vida del cliente, no sólo en el consultorio.

El cambio terapéutico no debería limitarse al consultorio del terapeuta porque el cambio real ocurre en la vida diaria de una persona. Por tanto, los clínicos pueden envolver para regalo el objetivo, quizá ofreciendo tareas terapéuticas, en virtud de que el cambio ocurre en la vida del cliente. Erickson es reconocido por su uso de directivas para promover reorientaciones. Hay muchos ejemplos de esto en la literatura, en especial en Uncommon Therapy (Haley, 1973). Oriente estratégicamente hacía los resultados.

La literatura, la música y las películas se basan en desarrollos estratégicos. Los pasos en secuencia conducen a la realización* de un tema. De manera similar, los clínicos pueden crear un proceso que conduzca paso a paso al objetivo específico. (Este proceso estratégico se desarrolla en el capítulo 9.)

Atienda a las estructuras que existen en el presente.

Los objetivos se pueden enfocar en las percepciones del cliente, en su comportamiento, en sus pensamientos y en sus estados emocionales y relacionales. No es imperativo dirigirse a la historia del cliente a menos que haya un valor estratégico para hacerlo.

Sea sistémico; busque soluciones interactivas y contextuales

El octavo principio ericksoniano es: Busque una solución interactiva— una solución que involucre a otras personas. Inclusive si el problema pareciera sólo existir dentro de un individuo, una directiva interactiva puede complementar el tratamiento. Por ejemplo, si el cliente se queja del hábito de tabaquismo, puede usarse un procedimiento hipnótico. Sin embargo, también se le puede dar al cliente una directiva que involucre a otros. Por ejemplo, yo podría sugerir que cada vez que el cliente tenga la urgencia de fumar, la pueda usar como señal para ofrecerle a alguien un cumplido. Alternativamente, podría sugerir que el cliente haga un juego con la abstinencia al no decírselo a otros, para así determinar si el cambio es notado por los demás. Las metas deben involucrar elementos sistémicos. Por ejemplo, familia, escuela, trabajo y afiliaciones religiosas, culturales y sociales. También, los problemas en un contexto pueden ser soluciones en otro. Para ejemplificar, la asertividad puede ser un problema en una situación y un recurso en otra. Y el contexto puede ser usado para promover realizaciones*. Si la meta del terapeuta

es la de experimentar la belleza, una visita al parque nacional puede servir como una experiencia de referencia. Los clínicos a menudo no se dan cuenta de la naturaleza sistémica del cambio porque la reorientación sistémica no necesariamente sigue la lógica lineal. Por ejemplo, me involucraron en una consulta respecto a un jugador profesional de basquetbol que estaba fallando consistentemente en un área del juego. Los entrenadores se reunieron diciendo: “Le enseñaremos más habilidades. Le haremos practicar.” Estaban enredados en una fórmula interna, algorítmica. Mi idea era que la mejor persona para enseñarle a este atleta a cambiar su ejecución era su madre, no los expertos. Este joven no creció con un padre, ni figura paterna alguna. Por tanto, su relación más importante era su madre. Ella iba a sus juegos y durante los descansos él hablaba con ella. Yo quería involucrar a su madre en las sesiones de práctica para ayudar al hijo a sobreponerse a la debilidad de su ejecución. Yo creía que ella era la mejor persona para entrenarlo porque las madres a menudo enseñan juegos a sus hijos. Expliqué a los entrenadores y a los psicólogos deportivos que la madre de este joven era ya un miembro del equipo, pero su pensamiento era linear, así que siguieron firmes y orientados a encontrar un mejor entrenador y la mejor técnica. Finalmente, fue imposible hacerles ver las cosas desde una perspectiva sistémica. Algunas veces la homeostasis de la burocracia prueba ser más poderosa que las fuerzas de la innovación. Logre acceso a las asociaciones para activar recursos

Las asociaciones son preconscientes y consisten en recuerdos, pensamientos, percepciones y sensaciones. Nuestro comportamiento está guiado por asociaciones preconscientes. En su elaborada técnica del intercalamiento, Erickson (1966) elicitaría asociaciones para afectar los comportamientos, las emociones, los pensamientos y las relaciones hasta que dichas asociaciones se hayan desarrollado lo suficiente como para "dirigir" la reorientación adaptativa. El campo de la psicología social examina la forma en que las asociaciones implícitas dirigen al comportamiento. Erickson utilizó una vez su técnica del intercalamiento con una niña que tenía anorexia (Zeig, 1985a). Como parte del tratamiento, le contó historias sobre las aventuras de su padre cuando era vaquero. Cada historia tenía referencias implícitas acerca de la alimentación e incluían elementos que elicitaban en la niña una amplia gama de sentimientos, en contraposición a su rango afectivo limitado. Gradualmente la niña comenzó a comer y sentir más

emociones, pues Erickson elicitó asociaciones que orillaban al cambio. Un principio relacionado en hipnosis es el llamado “efecto ideodinámico.” Las asociaciones pueden conducir a una experiencia sensorial (experiencia ideosensorial) y al comportamiento físico (actividad ideomotora). Por ejemplo, una detallada descripción de comer un limón puede disparar la salivación. O, si el pasajero en un asiento frontal dentro de un auto quiere parar rápidamente, puede pretender pisar con fuerza pedales imaginarios haciendo que el conductor pare. Escoja metas que usted sepa cómo resolver.

El noveno principio es: Escoja metas que usted sepa cómo resolver. El dictum de escoger metas basadas en la habilidad del terapeuta para resolverlas podría parecerle extraño a un terapeuta tradicionalmente entrenado que es más algorítmico cuando llega a los objetivos clínicos y a los procedimientos. Aun así, hay muchos caminos para llegar a casa. Si la queja del cliente es la depresión, los métodos tradicionales pueden enfocarse en ese tema. Sin embargo, un terapeuta se puede enfocar en otra cosa y aun así efectuar un cambio. Una vez asistí a un taller sobre depresión del terapeuta líder del comportamiento Joseph Wolpe. Su método preferido era la desensibilización. Él encontraba ansiedad en los deprimidos y los desensibilizaba para tratar efectivamente la depresión. Los objetivos del cliente son maleables, no están escritos en piedra. A menudo hay resistencias al cambio que son inherentes a la queja del cliente. Después de todo, su presencia en el consultorio es prueba de que sus problemas persisten a pesar de sus esfuerzos por lo contrario. Los objetivos pueden ser negociados y reformulados. Por tanto, redefinir un problema o la solución puede ser un paso terapéutico efectivo. El décimo principio es: Redefina temprano el problema. Por ejemplo, es estratégicamente posible indicar que un cliente no tiene “depresión” (el problema que se presenta), sino que tiene furia reprimida—algo que el terapeuta sabe cómo tratar. Y al hacerlo, puede sentir alivio. Cree un video descriptivo del resultado.

Hay una línea de la biblia, en Proverbios, que dice: “Dónde no hay visión, la gente perece.” En terapia breve es aconsejable tener metas concretas dentro de una sesión y entre ellas. Un método que aprendí de Bill O´Hanlon es el de crear una video descripción, por ejemplo, diciendo al cliente: “Visualice un estudio de televisión sin sonido. Vea lo que usted quiere lograr. Dígame que es lo que ve, incluyendo el contexto.”

Las video descripciones pueden facilitar el cambio cuando son usadas por el cliente y por el terapeuta. Los terapeutas breves necesitan ser intencionales; necesitan pensar acerca de la respuesta a la que se dirigen. Aconsejo a los estudiantes de hipnosis, que dejen para después lanzarse a hacer una inducción o hipnoterapia sino hasta que puedan generar la visión del objetivo.

* * *

En resumen, en las diferentes escuelas de terapia hay diferentes competencias nucleares para el establecimiento de los objetivos; y nada hay de malo en eso. Tenga en mente que los objetivos en una situación social, tal como lo es la terapia, no son los mismos que en medicina, pues los objetivos en terapia pueden ser co-creados en la interacción entre cliente y terapeuta.

Envolver para regalo

Tan importante como especificar una meta u objetivo, es el paso de planear estratégicamente la manera de presentarla. El clínico puede preguntarse ”¿Cómo presento este objetivo?” Al proceso de la presentación del objetivo le llamo “envolver para regalo”; y cuando se hace de manera adecuada puede empoderar la realización* del mismo. La idea de “envolver para regalo” me vino hace muchos años cuando me entrevistó un reportero que pensaba que quizá había una relación entre las sugestiones hipnóticas y los propósitos de año nuevo. Cuando me pidió que definiera la hipnosis, explique que era una manera de envolver para regalo las realizaciones*. Cualquier sugestión terapéutica puede ser empoderada ofreciéndola hipnóticamente. La tasa de éxito de la terapia se incrementa cuando las ideas son empaquetadas y promovidas dentro de la envoltura para regalo de la hipnosis. De aquí que una faceta de la hipnosis es su función como método de envolver para regalo. La envoltura para regalo no se limita a la hipnosis. Una historia, un poema, una imagen, una broma o una metáfora también se pueden considerar envolturas para regalo. Esta envoltura para regalo es inherentemente ambigua, lo que permite que el receptor sea activado para descubrir el mensaje intentado. En 1973, cándidamente fui a ver a Erickson específicamente para aprender técnicas técnicas, muchas de las cuales no fueron cubiertas en mi entrenamiento. En esa época, los métodos como el reencuadre y el uso de anécdotas eran nuevos en el campo. No estaba enterado de que en ese punto Erickson no estaba

inclinado a enseñar técnicas, sin embargo, escribía sobre ellas. A finales de los setentas cuando comencé a enseñar a profesionales, principalmente enseñaba técnicas de envoltura para regalo porque yo creía que era esencial para una terapia exitosa. Algunos clínicos desarrollaron una notable competencia con un método de envoltura para regalo y por tanto la aplicaban a cada cliente. De hecho la técnica puede ser decidida incluso antes de que el cliente entre al consultorio. Algunos hipnoterapeutas usan hipnosis con cada cliente; algunos practicantes usan EMDR como pilar; y algunos gestálticos usan la silla vacía en todas sus sesiones. Si un terapeuta domina un método, ese método podría ser lo suficiente como para promover el cambio adaptativo. Sin embargo, hay muchos métodos de donde escoger y quedarse con un solo método es limitante. La siguiente tabla muestra métodos de envoltura para regalo usados comúnmente por practicantes ericksonianos. Los métodos son enlistados (más o menos) en orden del incremento de la indirección. Hay un principio subyacente en la indirección (N° 11): La cantidad de indirección es directamente proporcional a la resistencia percibida. Un terapeuta podría comenzar con una sugestión directa y volverla más indirecta si se encuentra con resistencias.

Tabla 2-1: Envolturas para regalo

1.

Sugestión directa

2.

Hipnosis

3.

Sugestión indirecta

4.

Directrices / Tareas

5.

Asignación de funciones ambiguas

6.

Prescripción de síntomas

7.

Reencuadre / Connotación positiva

8.

Ordalía

9.

Desplazamiento

10.

Ensayo de fantasía

11.

Orientación al futuro

12.

Cambio de historia

13.

Confusión

14.

Metáforas

15.

Símbolos

16.

Anécdotas

17.

Escultura

18.

Comunicación paralela

19.

Técnica de intercalamiento

Cada uno de los métodos de envoltura ha sido extensivamente tratado y defendido en libros y revistas profesionales. Está fuera del alcance de este libro describirlos todos detalladamente; pero se desarrollará cada uno de ellos en el capítulo siete. He aquí una manera de pensar acerca de esta tabla: Tome por ejemplo, el objetivo de hacer ejercicio y como se le puede envolver para regalo. Se puede ofrecer como una sugestión directa diciendo simplemente: “Haga ejercicio cinco días esta semana. Le ayudará a sentirse mejor.” La misma meta se puede proponer de otras formas. Se puede empoderar la sugestión directa ofreciéndola dentro de un marco de referencia hipnótico. Luego de una inducción, el terapeuta podría decir: “Su mente inconsciente entiende la importancia de hacer ejercicio y le va a impulsar a ir al gimnasio cinco días esta semana.” También se podría usar una sugestión indirecta para lograr el mismo objetivo. Por ejemplo: “No sé cuáles cinco días se ejercitará usted esta semana.” O se puede usar el reencuadre con una prescripción paradójica: “Usted no puede hacer ejercicio toda esta semana, porque sacará a relucir la inseguridad de su pareja por estar inactiva. Solo cuando podamos ayudar a su pareja a sentirse más segura, entonces será posible que usted logre su objetivo de hacer ejercicio.” En este caso el objetivo del ejercicio está proscrito y concomitantemente reencuadrado como una manera de proteger a su pareja de su vulnerabilidad.

Le sería inefectivo al terapeuta sugerir repetitivamente hacer ejercicio o demandar de manera agresiva: “¡Haga ejercicio!” “¡Haga ejercicio!” “¡Haga ejercicio!” Sin embargo, ser recursivo y usar múltiples métodos de envoltura para regalo podría hacer la diferencia. Esto nos lleva al principio ericksoniano número 12, que es común a la composición musical: Sea recursivo, no repetitivo. La recursión es el acto de retornar a un tema con modificaciones. La recursión puede ser más efectiva que la repetición y hay múltiples formas de que un mensaje sea ofrecido recursivamente. Beethoven fue un maestro de la recursividad. En la quinta sinfonía él abre con dos notas y cuatro tonos (uno, dos, tres, abajo). Su tema es entonces desarrollado con una serie de recursiones: variaciones de un tema. En un sistema físico, incrementar la intensidad de algo puede efectuar un cambio; ejerza más fuerza y se incrementará la respuesta. Pero un sistema social no opera de la misma manera que un sistema físico. Ser recursivo puede ser más efectivo que ser repetitivo. En resumen, hay un principio número 13: Las técnicas son formas de envolver para regalo los conceptos y las vivencias; Las técnicas no curan. En medicina se supone que las técnicas curan. Sin embargo es un error epistemológico pensar que la psicoterapia trabaja de la misma manera. La hipnosis no cura a nadie. Ni lo hace la EMDR, ni la desensibilización sistemática, ni la terapia cognitivo-conductual. Envolver para regalo es una manera de estimular a que entren en juego conceptos adaptativos. La envoltura para regalo sirve como una especie de recipiente para los conceptos útiles, permitiéndoles alcanzar los receptores de los seres humanos que están en las capas que están abajo y en torno a la comprensión cognitiva. Es una manera vital e importante de hacer que las ideas simples cobren vida.

Cortar a la medida del cliente

La terapia breve no puede ser lograda solamente por tener una meta envuelta. La efectividad de un mensaje se juzga por la respuesta que elicita, no por la astucia del método. Para incrementar la capacidad de respuesta podemos personalizar el método para que se ajuste a los valores del cliente. Esta personalización (tailoring) es un asunto de entender la posición que el cliente toma y discernir como usarla. Este proceso puede ser un desafío para los terapeutas. La idea subyacente es que el terapeuta esté libre de juicios y esté abierto a entender cómo encontrar una manera de utilizar la posición del cliente. Cortar a la medida es enfocar la terapia a través de las lentes del cliente. Si el

cliente tiene un estilo característico lento y ponderado, el terapeuta puede encontrar un uso para esta posición. Quizá el paciente pueda etiquetarse como “Zen”: Se toma su tiempo para estar consciente de todo. La envoltura para regalo puede ser modificada para ajustarse a los valores del cliente. Pero tenga en mente que reencuadrar para la persona A no es reencuadrar para la persona B, y que la hipnosis para la persona A no es la hipnosis para la persona B. Los terapeutas deben esforzarse para hablar el lenguaje experiencial del cliente. Nelson Mandela decía: “Si usted habla en un lenguaje que alguien entienda, eso irá a su cabeza. Si usted habla con él en su lenguaje, eso irá a su corazón.” Cortar a la medida significa individualizar cada terapia, y fue de primordial importancia para Erickson. Margaret Mead, la reconocida antropóloga, amiga y colaboradora de Erickson, escribió en su 75° aniversario un emotivo tributo a Erickson en el American Journal of Clinical Hypnosis en el que declaró que él había inventado un nuevo método para cada cliente (Mead, 1976). Cuando comencé a organizar el primer congreso ericksoniano en 1978, Erickson aún vivía. Sin embargo, murió ocho meses antes del congreso, programado para diciembre de 1980. Mi esperanza era que ese congreso coincidiera con su cumpleaños 79 y aunque eso no ocurrió, él estaba consciente de que 750 personas ya se habían registrado para el evento, y que muchos de ellos nunca antes habían asistido un congreso sobre hipnosis. En 1978 le pedí a Erickson que me diera una frase para el tríptico del congreso que ejemplificara su enfoque. Escribió: “Cada persona es un individuo único. De aquí que la psicoterapia debe formularse para adaptarse a la singularidad de las necesidades del individuo más que adaptar a la persona para que se ajuste a la cama de Procusto de una hipotética teoría del comportamiento humano.” Cuando hago terapia, a menudo no comienzo con el objetivo. En lugar de ello, comienzo con la personalización. Cuando entiendo la posición que el cliente ha tomado y reconozco los mecanismos que perpetúan el problema, puedo formular la meta más fácilmente y seleccionar el método de envoltura del regalo. La personalización se desarrolla extensamente al comenzar el capítulo cinco.

Creando un proceso

Una vez que un objetivo es adaptado y envuelto para regalo, el clínico tiene otro reto: Crear un proceso de empoderamiento. Cuando me desarrollé como terapeuta, el proceso se fue haciendo cada vez más importante. Antes de

entender el proceso estratégico estudié la envoltura para regalo y, solo gradualmente, me di cuenta de que la terapia es algo más que la técnica. Al releer a Erickson, reconocí un aspecto de su genio en el que yo no había pensado antes: esto es que el proceso estratégico es imperativo. En el tenis o en el golf, la intervención consiste en darle a la pelota, pero el proceso en esos juegos también involucra la puesta y el seguimiento. Y no sólo es en los deportes donde encontramos desarrollos estratégicos. Un proceso de tres pasos también es usado en la televisión y filmes. Consiste en tres partes: Entrada, ofrecimiento, salida. Una toma de un avión en vuelo (entrada) puede establecer una escena que sucederá dentro de un avión (ofrecimiento). La salida puede ser música o un dialogo que nos lleve en una transición a la siguiente escena. Los cineastas saben cómo comunicarse usando este proceso tripartito que acrecienta la realización* evocativa. Los menús de los restaurantes se construyen con un proceso similar de tres partes: entremés, plato principal y postre. En la terapia, la hipnosis podría servir como entremés, plato principal, o postre. Podría ser usado para establecer una intervención como la intervención principal, o como una bendición después de la intervención principal sugiriendo cómo los recursos elicitados por la intervención principal pueden ser utilizados en la vida.

Tabla 2-2: Procesando una intervención Esta tabla muestra pasos comunes que son específicos a los tres componentes del desarrollo estratégico. PREPARACIÓN INTERVENCIÓN SEGUIMIENTO HASTA EL FINAL Evaluación Sugestión directa Ratificación Espejeo Hipnosis Amnesia Siembra Sugestión indirecta Instrucciones de proceso Abordaje de la resistencia Directrices/ tareas Ensayo de fantasía Construir capacidad de respuesta Prescripción del síntoma Poner a prueba la terapia Hipnosis Reencuadre Tareas Empatía Ordalía Cartas/emails/llamadas Redefinición Metáforas Hipnosis Desestabilización Anécdotas Motivación Motivación Intercalamiento Construcción del ego Diagrama 2-1: Línea del tiempo de la psicoterapia Este diagrama muestra la línea de tiempo de una terapia llevada a cabo por Erickson. El video está disponible para su venta en: https://catalogo.erickson-foundation. org/ítem/therapy-marital-systemdvd

En esta terapia, la intervención principal fue una historia de cinco minutos que contó Erickson, pero él construyó un drama de casi media hora antes de relatar la historia. Luego se tomó otra media hora para hacer un seguimiento. Construyendo una serie de pasos estratégicos, Erickson montó la intervención, ofreció brevemente la meta envuelta para regalo y, luego, el seguimiento completó el proceso. Un guionista piensa en términos de procesos estratégicos. Un tema central se desarrolla gradualmente, los eventos y las circunstancias a veces son presagiados y pueden usarse retrospectivas. Pero eventualmente, en la mayoría de las películas, los elementos son unificados, produciendo una sólida conclusión. Los novelistas y compositores también usan un proceso dramático. Aun los arquitectos pueden diseñar una forma de entrada con los elementos que siembran un tema realizado a través de todo el edificio. Un proceso dramático puede ser concebido como una serie de pasos rítmicos:

Diagrama 2-2: Secuencia de la Intervención. En mi entrenamiento como graduado aprendí a comunicar en oraciones simples. Por tanto, desde el inicio de mi carrera, a menudo uso oraciones simples como intervenciones. Luego estudié con Erickson y me di cuenta de que él a menudo hablaba en triplicados usando variaciones en el proceso: entrada, oferta, salida. Eventualmente llegué a entender la importancia de este desarrollo estratégico y subsecuentemente, se volvió un pilar de mi propio enfoque a la comunicación, a nivel profesional y personal. En mi libro The Induction of Hypnosis (Zeig, 2014), describo la forma hipnótica tripartita llamada “declaraciones de disociación.” He aquí un ejemplo: 1. “Su mente consciente puede atender el sonido de mi voz mientras… 2. 3.

….su mente inconsciente puede explorar los cambios de sonido por dentro, porque… …es agradable experimentar las cosas completamente.”

El número 1 verifica la realidad inmediata. El número 2 contiene a propósito una sugestión vaga: “explore los cambios de sonido por dentro.” El número 3 ofrece una motivación para realizar* el efecto. En su forma más fundamental, el proceso tripartito es: Verificar, sugerir, motivar. La sugestión vaga “…explore los cambios de sonido por dentro” está diseñada para estimular la realización* del cliente. Si el médico adopta un proceso tripartito la obediencia del cliente podría incrementarse. Veamos cómo podría funcionar. En este ejemplo, un músico profesional va a ver a su doctor. He aquí lo que podría decirle el doctor: 1) “Usted ha acudido a esta cita porque hay cosas importantes que lograr. Y yo sé que la consistencia y diligencia han sido importantes para desarrollar su arte. 2) Aquí está su prescripción (quizá presentada con énfasis verbal.) Por favor tómela como está indicado. 3) Le ayudará a lograr lo que usted quiere en la vida. Ha sido de mucha ayuda a otros con una condición similar.” Nuevamente, los pasos son verificar, sugerir, motivar (entrada, oferta, salida). Presentar estratégicamente una meta personalizada al cliente y envuelta para regalo puede ayudar al clínico a ser más efectivo. Los terapeutas que aprenden esos pasos y los incorporan en su labor clínica pueden empoderar las directivas terapéuticas. Cada uno de los Cuatro Puntos de Elección previamente ofrecidos se centran en una cuestión específica a ese punto de elección. Pero, tomados juntos, contestan la pregunta: “¿Cómo hago yo terapia?” Un terapeuta puede aprender los primeros cuatro puntos de elección leyendo, o a través de la instrucción académica tradicional. El quinto punto de elección, sin embargo, se dirige a una cuestión diferente: “¿Cómo seré yo como terapeuta?” Este componente se aprende mejor a través de experiencias directas más que por información didáctica con un mentor o supervisor.

La postura del terapeuta

La postura del terapeuta es importante para el éxito de la terapia. Quizá es el factor determinante. Hay cuatro categorías a considerar: lentes, músculos, corazón y sombrero. Personalmente y profesionalmente, todos tenemos lentes; formas de ver. También tenemos músculos; maneras de hacer. Y cada una de ellas tiene un corazón: la Compasión; y un “sombrero”, o sea, un rol social. (En inglés, la expresión idiomática, “Ella usaba muchos sombreros,” significa que ella tenía muchos roles sociales.)

Creciendo en mi familia, aprendí formas tradicionales de ver y hacer, y cosas estereotipadas como la compasión y el rol social. Por otro lado, mi entrenamiento profesional me enseñó algo especial sobre lentes, los músculos, el corazón y el sombrero. Por ejemplo, cuando estudié análisis transaccional, aprendí a buscar “juegos” y “guiones de vida.” El proceso a menudo me pedía que fuera didáctico, enseñando a los pacientes análisis estructural, que incluía valorar los estados del ego de padre, niño y adulto. Dado que la terapia a menudo se da en grupos, la compasión podría ser creada entre los miembros del grupo. Mi papel social fue el de usar mi estado del ego de niño (con espíritu libre) y me divertía en el proceso. En contraste el psicoanalista aprende a buscar la transferencia y usar la interpretación. Ellos tendrían que tener una manera más formal de mostrar compasión y su papel social debería ser consistente a través del tratamiento. Gran parte de la efectividad de la terapia es determinada por la postura/ estado del terapeuta. Y la meta está determinada por la interacción entre La posición del cliente y la postura del terapeuta. El desarrollo de los estados del terapeuta será descrito en el capítulo once. Al ver clientes, a menudo tengo una alucinación. Visualizo un diamante (vea el diagrama). Mi intervención se basa en efectuar cinco opciones. Diagrama 2-3: El diamante ericksoniano



El diamante se basa en los Cinco Puntos esenciales de opción: 1) el objetivo, 2) la personalización (ajustar a la medida), 3) envolver para regalo, 4) procesamiento y 5) la postura del clínico. Nuevamente, la cuestión meta para el terapeuta es: ¿Qué quiero comunicar? Una pregunta de personalización es: ¿Cómo voy a individualizar o adaptar la terapia? Una pregunta de envoltura para regalo: ¿Cómo voy a comunicar la meta? Y para el procesamiento: ¿Qué proceso debo crear? Los clínicos pueden también preguntarse a sí mismos: como terapeuta ¿Quién seré y cómo seré? Cuando la psicoterapia comienza con psicoanálisis, hay una sola posición para el terapeuta, y cada terapeuta adopta la misma postura. Tener una postura rígida es importante porque la meta de la terapia es elicitar una transferencia: hacer emerger recuerdos reprimidos que contaminaban el funcionamiento presente. En los tiempos de Freud, los terapeutas no eran entrenados para usar todos los canales de “salida” de la comunicación para tener un efecto. No aprendían a usar una postura, gestos, prosodia, etc. Era un error que el comportamiento del terapeuta afectara la transferencia del cliente. Se suponía que la transferencia sólo emergería contra la “pantalla negra” del terapeuta. Si el terapeuta contaminaba la transferencia, se consideraba una “contratransferencia.” La contratransferencia se define generalmente como el enredo emocional del terapeuta con el cliente, donde los sentimientos hacia el cliente pueden ser positivos o negativos. Puede haber sentimientos inconscientes que se agiten durante la terapia, mismos que el terapeuta entonces redirige hacia el paciente. En el psicoanálisis tradicional, los roles sociales son formales. El paciente ha programado citas, quizá tres a cinco por semana. El terapeuta saluda de mano al paciente; el paciente yace sobre un sofá y dice cualquier cosa que se le venga a la mente. El terapeuta usa tres técnicas: interpretación, clarificación y confrontación. El terapeuta no está especialmente activo y hace interpretaciones, diciendo, por ejemplo, “Me pregunto si eso le recuerda a usted algo de su pasado.” Exactamente cincuenta minutos después, el terapeuta anuncia, “es tiempo de terminar.” El terapeuta y el paciente se saludan nuevamente de mano y el paciente se va a través de una salida diferente a la que entró de tal manera que el siguiente paciente no se encuentre con el anterior. En la terapia ericksoniana y en otros modelos de terapia breve, el terapeuta es más flexible. Establecer un marco rígido para las sesiones es útil en algunos modelos, especialmente en aquellos en los que el cambio de personalidad es el objetivo. Cuando la meta está circunscrita al cambio, se usan los enfoques estratégicos en los cuales la meta prevista tiene prioridad sobre un marco estrictamente determinado.

Un ejemplo hipotético del uso de los puntos de opción

Los cinco Puntos de Opción pueden promover la flexibilidad y la efectividad del terapeuta. Si el clínico tiene una meta, puede ser presentada directamente al cliente, lo cual puede elicitar el cambio. De ser así, no será necesario nada más. De lo contrario, el terapeuta puede redefinir el problema inmediatamente y decir: “Usted tiene un problema de percepción. La manera en que usted ve las cosas afecta su autoestima y sus emociones.” Si esa intervención no funcionara, el clínico tiene otras opciones. Una opción sería hacer más de lo mismo, solamente incrementando la intensidad. Por ejemplo, “Es imperativo que usted cambie su percepción de la realidad para sentirse mejor.” Y, “Es realmente, realmente imperativo que usted cambie su percepción de la realidad para sentirse mejor.” Esto sigue un modelo mecánico. Si el objeto resiste el movimiento, ejerza más fuerza. Pueden encontrarse similitudes en algunos modelos médicos. Si el paciente no responde a la medicación, el médico puede incrementar la dosis y muy probablemente habrá respuesta. Sin embargo, en la terapia, “aumentar la dosificación” a menudo no funciona. De aquí que, el clínico tenga la opción de cambiar la intervención. El terapeuta puede decir (metafóricamente): “Mire las flores en la vida en lugar de mirar la mala hierba.” O “Usted no está usando sus experiencias pasadas a su favor.” O “Usted no se está relacionando con la gente de una manera adaptativa.” O “Usted no está viviendo la vida de manera significativa”. O “Usted no tiene depresión; usted tiene hastío.” Recuerde que los objetivos son maleables. Como se dijo antes, los problemas se pueden definir como existentes “dentro” o “entre”. Pueden existir dentro de una persona, entre dos individuos o entre un grupo, tales como una familia o un grupo de trabajo. Los problemas se pueden definir por la forma en la que el grupo interactúa con una organización o es influenciada por una cultura. A menudo los terapeutas trabajan con el problema de un paciente como si sólo estuviera dentro del mismo. Sin embargo, eso no siempre funciona y así, los terapeutas pueden tratar definiciones relacionales. Busque soluciones desde muchas diferentes perspectivas y recuerde que lo que funciona en un contexto puede no funcionar en otro. La meta en algunas disciplinas es universal. En medicina, por ejemplo, si alguien tiene un hueso roto, el médico a menudo lo acomoda. Sin embargo, en una situación social tal como la psicoterapia, las metas son co-creadas por una interacción entre la posición del cliente y la postura del clínico. En las situaciones sociales, las metas no son fijas; son maleables. Esto nos lleva al

principio 14° para el clínico: Cree objetivos que sean fáciles de lograr. Si un clínico no quiere cambiar la meta, otra opción es encontrar una nueva manera de empaquetar la meta. Si la meta es el ejercicio, por ejemplo, el terapeuta puede elicitar la hipnosis y sugerir. “Ahora usted puede hacer ejercicio.” El terapeuta puede también usar historias para incrustar la idea del ejercicio. Si esto no funciona, el clínico podría hacer personalización y trabajar para hablar el lenguaje vivencial del cliente. Alternativamente, cambie el proceso, use preparación, intervención y desarrolle, dando seguimiento hasta el final. Si nada de esto funciona con el cliente, hay una opción final: cambie de terapeuta. Esto no quiere decir que el terapeuta le refiera el cliente a un colega. Significa que el terapeuta necesita cambiar, volviéndose más festivo, más serio, más didáctico, más experiencial, más flexible, etc. Me pasé cientos de horas con Erickson, individualmente y en grupos, y la mitad del tiempo él me estaba ayudando a ser más flexible, etc. Hay demasiada ortodoxia en la psicoterapia. La terapia puede comenzar por la flexibilidad del terapeuta. Después de todo, un objetivo común es elicitar la flexibilidad del cliente. Cuando un cliente tiene un problema, algunos terapeutas le ayudarán a buscar una causa. En general a la gente le gusta buscar una causa porque piensan que es necesario. La gente a menudo quiere asignar culpas y responsabilidades: “Es su culpa; es mi culpa.” Como he dicho, en las relaciones, una parte puede estar bien o puede estar mal y escoger rendirse con tal de que la relación continúe. No sabemos las causas de muchos problemas y cada uno tiene su propia idea, pero a menudo nos vemos obligados a encontrar una causa, o a asignar una culpa o responsabilidad, como si eso trajera una solución. Pero, echar la culpa a alguien más o que alguien más se haga responsable de algo no elicita soluciones. Como veremos en los capítulos tres y cuatro, otro enfoque consiste en distinguir los componentes de un problema. ¿Recuerda la historia del amigo tonto de Erickson que fumaba pipa? Usando los componentes, un terapeuta puede crear un mapa del problema, e idealmente un mapa de la solución. Para entender mejor la importancia de los componentes, en el siguiente capítulo vamos a deconstruir a la hipnosis. Resumiendo, he aquí una lista de los principios delineados en este capítulo: 7. Cree un mapa del problema. Cree un mapa de la solución. 8. Busque una solución interactiva—una solución que involucre a otras

personas. 9. Escoja metas que sepa cómo resolver. 10. Redefina pronto el problema. 11. La cantidad de indirección es directamente proporcional a la resistencia percibida. 12. Sea recursivo, no repetitivo. 13. Las técnicas son maneras de envolver para regalo conceptos y experiencias. No curan por sí mismas. 14. Cree objetivos fáciles de lograr.

3. Lecciones de la hipnosis— Deconstruyendo los componentes La siguiente es la transcripción de una inducción en grupo que ofrecí para una clase de introducción a la práctica clínica. Esta no fue una clase en hipnosis per se; solamente algunos pocos estudiantes tenían experiencia en hipnosis. Mi meta era introducir a los estudiantes a la comunicación evocativa y a la manera en la cual los estados pueden ser reintegrados mediante la orientación hacia los componentes, un proceso que provoca la amalgamación sinergística de los elementos elicitados. Más aún, yo quería que los estudiantes entendieran el proceso de establecer metas deconstruyendo los problemas de los pacientes en sus componentes. La inducción en grupo fue inducida primariamente por enseñanza didáctica y entonces, gradualmente, hice una transición a una entrega más hipnótica mediante la alteración del tono, ritmo, y dirección de mi discurso: Digamos que usted está interesado en la hipnosis y piensa que vale la pena practicar hipnosis; algo que entender, que apreciar… y realizar*. Y usted puede entender a la hipnosis cognoscitivamente, pero si usted está realmente interesado en realizar* la hipnosis, puede tomarse un momento sin esfuerzo… así que puede… sentarse en una posición cómoda...Y eso puede querer decir que sus hombros están relajados y sus manos descansando sobre sus piernas, y que sus pulgares no se están tocando de ningún modo. Y que puede mantener sus pies firmes. Y que puede mantener su cuerpo firme. Y que puede permitir a sus oídos estar serenos, y le estoy hablando a sus oídos. Y puede ser interesante… hacer una respiración profunda, y puede ser delicioso y valioso… seguir con otra respiración suave, notando en que momento usted exhala por completo… déjelo ir completamente. E incluso con los ojos abiertos usted puede… enfocarse en la lograr la comodidad. O usted puede cerrar sus ojos. Yo no sé cómo usted puede… lograr la comodidad, pero usted puede lograr la comodidad como una sensación. Repentinamente, mientras usted hace una respiración suave, al exhalar por completo usted puede sentir la comodidad como una sensación de tibieza. ¿Experimentará esa tibieza en el centro de su cuerpo? ¿O descubrirá usted esa tibieza en la nuca? Y puede ser agradable… sólo descansar sin esfuerzo y… darse cuenta de que su mente interna puede ayudarle a darse cuenta… darse cuenta de una sensación de comodidad. Para algunos de ustedes puede ser una imagen de comodidad, Usted podría ver imágenes confortables. O pueden ser bellos colores, formas interesantes, y un movimiento cómodo. Para otros, puede haber recuerdos de comodidad. Y por un momento, quizá usted es un niño pequeño, quizá usted está en un

lugar seguro. Quizá está en su cama y está escuchando que un pariente cuenta una historia. Y mientras que reconoce su manera de darse cuenta de la comodidad, usted puede suavemente…suavemente, con sus ojos cerrados, mirar hacia arriba, haga una respiración profunda y mientras exhala completamente puede notar la forma en la que la comodidad cambia y como la comodidad puede hacerse más vivida. De manera interesante, usted no tiene que prestar atención. Sus pies están en el piso y no le presta atención a eso. Usted no le presta atención al soporte… de la silla. Todo el tiempo podría parecer como si usted fuese una mente sin cuerpo. Podría parecer como si usted sólo fuera una inteligencia, moviéndose sin esfuerzo en el espacio y el tiempo. Repentinamente puede haber ahí imágenes, sensaciones y recuerdos vívidos que le llegan a la mente a su propio modo…en el momento que usted quiera, de la forma que es correcta para usted, pero usted siempre puede recordar eso en cualquier momento que usted quiera, con sus ojos cerrados, puede tomarse un momento para hacer una respiración profunda. Mirar hacia arriba y exhalar por completo. Y en ese momento, en el que usted exhale por completo puede haber encontrado la más vívida comodidad fisiológica. Y entonces ahí hay cambios, cambios que pueden ocurrir mientras su cuerpo se acomoda en el estado de reposo. El ritmo de su respiración ha cambiado. Su reflejo de deglución se ha alterado. Podría parecer como si los sonidos fuesen más vividos. Podría parecer como si algunas cosas fueran más estables. Y usted puede tener una razón para irse dentro de un trance buscando un momento de relajación, para la realización* de una solución, por un momento en el cuál usted puede explorar los recursos de su mente interna que le pueden guiar. Voy a quedarme en silencio unos pocos segundos. Pero ese puede ser todo el tiempo del mundo para que usted explore subjetivamente una manera en la que use el trance para reforzar sus propias realizaciones*; reforzar sus propias realizaciones* conceptuales. Sólo unos pocos segundos de tiempo real podrían ser todo el tiempo del mundo… Luego, algo que me gustaría que pensara es: ¿Qué es lo más vívido para usted ahora? ¿Son las sensaciones, las imágenes, los recuerdos? Y puede saber qué puede ser el trance para usted reflexionando en esta cuestión: ¿Qué es lo más vívido para usted en este preciso momento? Entonces, le invito a regresar. Usted puede regresar ahora… aquí ahora completamente. Haga una o dos o tres respiraciones suaves, estírese y regrese… completamente alerta.

Después de esta inducción, pregunté a los estudiantes acerca de sus experiencias. Un estudiante dijo “Me fui profundo.” Otro dijo, “Vi cielos azules, una nube blanca y un vasto lago.” Otro reportó, “Estaba con un hombre bajo un puente,”, y alguien más declaró, “Sentí calor y comencé a sudar.” Un estudiante reveló: “Me sentí vacío,” mientras que otro experimentó resistencia. Otros tres estudiantes, describieron tres experiencias diferentes: “Me conecté con mi respiración.” “Estaba cómodo en un río, pero entonces sentí como un shock y necesitaba salir del río.” “Yo experimenté disociación”. Los estudiantes tenían muchas muy diferentes experiencias subjetivas y la mayoría de ellas pertenecían al reino de la hipnosis. Mi intento con los estudiantes era el de establecer un contexto para que ocurriera la hipnosis, y las diferentes respuestas de los estudiantes indicaban fuertemente que la hipnosis es una experiencia mucho muy subjetiva. Entonces expliqué, “La desventaja de hacer hipnosis de grupo es que yo no puedo individualizar la inducción. Otra desventaja es que la hipnosis debería ser una conversación—y con un grupo no puedo mantener una. Esencialmente una inducción de grupo es como una meditación guiada.” Señalé que la estructura subyacente de la comunicación hipnótica diverge de otras formas de entregar mensajes. En la inducción de grupo, yo estaba usando comunicación evocativa, no comunicación informativa. Yo no estaba ofreciendo sugestiones directas o consejos sino más bien experiencias. Mi comunicación era un mosaico, una de muchos elementos, no era linear. La comunicación informativa es linear, mientras que la comunicación evocativa es una de muchos elementos, un mosaico. Al iniciar la clase, usé comunicación informativa para enseñar. Pero cuando la enlacé con hipnosis y comencé a ofrecer experiencias, comencé a usar comunicación evocativa. Como si estuviera yo poniendo “juguetes” sobre el escenario psicosocial de los estudiantes e invitándoles a jugar con esos juguetes. En el proceso, yo establecí un contexto para que ocurriera la hipnosis. La inducción que les ofrecí a los estudiantes no fue leída de un guion; improvisé mientras proseguía. Hablando metafóricamente, concebí poesía para alcanzar el corazón; no ofrecí información directa al hemisferio izquierdo. Consideremos los objetivos estratégicos que usé en la inducción. Mi esperanza era estimular a entrar en acción elementos de tal manera que todos los estudiantes tuviesen una oportunidad de vivenciar el trance. Hice esto porque hay una variación en la manera en que la gente experimenta el trance y sé que cuando la gente dice que está hipnotizada, están basando la definición en su propio criterio.

Senderos hacia el trance

Los siguientes son senderos comunes a través de los cuales la gente experimenta el trance: 1. Cuando se enfocan internamente, algunas personas dicen, “estoy en un trance.” Si ese es su criterio para el trance, debería ser aceptado por el terapeuta. 2.

Algunas personas requieren alguna alteración en la intensidad para reportar el trance. Están hipnotizados cuando están profundamente relajados y las imágenes y/o sonidos se vuelven vívidos. Para otros, las cosas se vuelven menos intensas. Algunas personas tienen un percatamiento disminuido de la posición de su cuerpo, o el pasar del tiempo se vuelve vago. Cuando las cosas se vuelven menos intensas o vívidas, esa gente a menudo reporta que está en trance.

3.

Algunas personas necesitan un cambio en la atención y además un cambio en la intensidad para reportar el trance, mientras que otras necesitan una experiencia de disociación. La disociación puede ser uno o una combinación de cualquiera de los siguientes tres procesos: a) Cuando las cosas parecen “ocurrir por sí solas.” Por ejemplo, aparecen imágenes repentinamente. O la persona hipnotizada súbitamente siente una sensación, o tiene inesperadamente recuerdos inusualmente vívidos. b) Cuando una persona tiene una sensación de sentirse desconectada. Hay una sensación de ser “parte de” y estar “aparte de” algo. Por ejemplo, el cliente involucrado en una escena de caminar en una playa puede decir: “Sé que estoy aquí, pero también estoy allí.” c) Cuando una persona tiene una sensación de moderada desestabilización—una sensación de que algo está de alguna manera fuera de balance.

Para reportar el trance, algunas personas necesitan un cambio en todos los tres dominios: atención, intensidad y una experiencia de disociación. 4. Están aquellos que necesitan experimentar implícitamente un cambio en

la capacidad de respuesta. Responden sin darse cuenta por completo de la clave que lleva a su respuesta. Algunas veces responden sin darse cuenta que respondieron. La hipnosis está centrada en la construcción de la capacidad de respuesta implícita. He aquí una metáfora: El hipnoterapeuta toca a la puerta del cliente y cuando el cliente responde al significado implícito, es como si dijese, “Eres bienvenido en mi casa y puedes ayudarme a redecorarla.” El estudio de la respuesta a las indirectas es competencia de la psicología social. También es fundamental en todas las artes. (Para entender la sugestión implícita, especialmente en lo que concierne a la hipnosis, vea Zeig, 2015.) 5.

Algunas personas necesitan un marcador contextual—algo en la situación que enmarque la experiencia como trance. En la demostración con todos mis estudiantes, usé un método que Erickson abanderaba en el cuál él definía indirectamente la situación. Así por ejemplo, en una consulta, él podría de repente decir solemnemente “Voy a recordarle algo que sucedió hace mucho tiempo.” Cuando cambiaba el tono y velocidad de su voz, y dirigía su voz lejos del cliente (más a menudo, hacia el piso), él implicaba: “Este es un momento para el trance.” Al definir la situación indirectamente, Erickson lograba simultáneamente dos objetivos: Obtenía una respuesta a la implicación y definía la situación cómo hipnosis. (Vea The Induction of Hypnosis, Zeig 2014.)

Para reportar la experiencia del trance, algunas personas necesitan experimentar cinco elementos: 1) un foco interno; 2) una alteración en la intensidad; 3) disociación; 4) un cambio en la capacidad de repuesta; y 5) un marcador contextual. Nunca sé cuándo un cliente va a decir; “Estoy en trance,” ni qué va a necesitar para llegar a esa conclusión. Por lo tanto comúnmente comienzo por poner todos los cinco elementos (o juguetes) en el “escenario” psicosocial del cliente, y eventualmente yo aprendo los criterios del cliente haciendo que el trance sea una conversación. Para elicitar la hipnosis el clínico puede orientar al cliente a los elementos constituyentes. Para promover el cambio, el terapeuta puede hacer lo mismo con los problemas del cliente o su solución. Ahora, la hipnosis no es una cosa; sino una manera en la que las cosas suceden. Es una compilación de componentes que cambian con el tiempo. La hipnosis es un síndrome, de la misma manera en la que algunas enfermedades son síndromes. Por ejemplo, aunque la enfermedad de Meniere es un desorden

físico, lo que técnicamente le hace una enfermedad, es una condición caracterizada por una serie de síntomas, llamados tinitus, perdida de la audición e inestabilidad. Hace algunos pocos años, el síndrome de fatiga crónica fue definido como una enfermedad, pero ya que se caracteriza por una serie de síntomas, todavía es ampliamente conocida como un síndrome. La hipnosis es un síndrome porque es una amalgamación contextual psicosocial. Hay tres elementos intrapsíquicos en la hipnosis: 1) una alteración en la atención, 2) modificaciones en la intensidad, y 3) la elicitación de la disociación. El elemento psicosocial es la respuesta del clínico a la implicación. El elemento contextual es la definición explícita o implícita de la situación. De igual manera, nunca sé lo que un cliente puede necesitar para informar que es responsable, que se siente motivado, feliz, curioso, o efectivo en las relaciones. De aquí que busco los componentes para elicitar esos estados. No los abordo como una sola entidad. En lugar de eso, entiendo los componentes de cada estado y me dirijo a los componentes. “Mapeo” los componentes del problema del cliente y al hacerlo inevitablemente se crea un mapa de los componentes de la solución. Es un error epistemológico pensar en la hipnosis o en los problemas psicosociales solamente como entidades más que como una amalgama sinergística de componentes que cambian con el tiempo. Y cuando un terapeuta entiende los elementos de la hipnosis o del problema, es más fácil diseñar una inducción a la medida. Un proceso similar de deconstrucción puede ser usado cuando se establecen las metas en la terapia, lo cual se discute en el capítulo cuatro.



4. Lecciones de la hipnosis— Estableciendo las metas en la terapia La práctica de la hipnosis estimula al profesionista a entender los estados. Aún una inducción neutra puede tener un efecto paliativo. Le demuestra al cliente que puede cambiar sus estados. En este capítulo, nos basaremos en nuestro modelo de hipnosis para ampliar la comprensión del clínico para establecer objetivos en la terapia mediante la comprensión de los problemas como estados que se pueden dividir en componentes. Alterar los estados puede incluso servir como objetivo al enseñar. He aquí un ejemplo. Cuando visité a Erickson en los setentas, me quedé en su casa de huéspedes. Había ahí, en el piso del closet, una caja con viejas grabaciones en carrete de sus conferencias y le pregunté si yo podía escucharlas y transferirlas a casetes. Luego, comenté que sus conferencias eran más como inducciones hipnóticas que instrucción a profesionales. Me explicó, “Nunca escucho esas conferencias. Usualmente no enseño contenido, enseño para motivar.” (Zeig, 1985 p 6.) En esa época yo era un estudiante graduado y el foco de mi educación era el de absorber y regurgitar hechos. Era difícil imaginar que la meta de una conferencia podría ser la de elicitar un estado. Me tomó mucho esfuerzo digerir ese concepto. Un principio fundamental (N° 15) de la elicitación de estados tales como la hipnosis, es comprender a los componentes y estimularlos a ponerse en juego. Pensemos en los problemas de la gente desde la perspectiva de un “modelo de estados.” Si el problema es que el cliente está en un estado maladaptativo— uno que le es inefectivo al cliente, y a otros—entonces el trabajo del clínico es el de ayudar al cliente a lograr acceder a un estado adaptativo, lo cual se puede hacer elicitando los componentes. La hipnosis puede ser considerada como una construcción de conveniencia; una forma de etiquetar una gestalt. También se puede considerar un estado. La hipnosis y otros estados son mejor elicitados usando un proceso heurístico. Pero, comúnmente se utilizan protocolos que convierten a la hipnosis en un algoritmo.

Heurísticas y algoritmos Hay una diferencia entre algoritmos y heurísticas. Los algoritmos son una serie de reglas para resolver problemas; un algoritmo es un medio para informar. Las heurísticas son estrategias derivadas de experiencias previas; son suposiciones simplificadoras y por tanto tienden a ser más vivenciales. (Para más información sobre heurísticas en terapia vea Zeig, 2002.) Las computadoras trabajan con algoritmos y con un algoritmo siempre hay

una solución concreta. Usar un algoritmo involucra un proceso linear y pasos lógicos que conducen a un resultado tangible. En muchas situaciones una computadora hace mejores ejecuciones que una persona. Se le puede enseñar a una computadora a jugar ajedrez con más habilidad que un individuo porque la computadora tiene un poder de computación masiva para analizar las posibilidades inherentes a cada movimiento. Los algoritmos pueden ser elegantes. Hay una historia apócrifa sobre el famoso matemático Carl Friederich Gauss. Cuando estaba en la primaria, el maestro les dio la tarea de sumar los números del 1 al 100. Sin usar la pizarra y el gis para el cálculo, Gauss simplemente escribió 5050. Todo lo hizo en su mente. Demostrando su genio matemático a temprana edad, cuando se le pidió que describiera su proceso, contestó “1 más 100 es 101, 2 más 99, es 101, 3 más 98 es 101, 50 multiplicado por 101 es 5,050.” Gauss demostró un algoritmo elegante. Pero el comportamiento social no puede ser computado así porque no hay una respuesta o solución concreta. La felicidad es un proceso, no un resultado concreto. La mayoría de los clínicos están entrenados algorítmicamente: He aquí la formula, siga la formula. He aquí un protocolo, siga el protocolo. El problema con este método es que el cliente raramente presenta un problema que tenga una solución concreta. Por ejemplo, si el cliente dice “Quiero ser feliz,” o “Quiero ser efectivo,“ o “Quiero estar motivado,” o “Quiero tener buenas relaciones,“ no hay una solución definitiva para este tipo de cosas. Los clientes frecuentemente están atorados en estados maladaptativos y quieren hacer una transición a estados de adaptación. Por lo tanto, los clínicos deberían evitar usar algoritmos en la mayoría de las situaciones. Dado que no hay soluciones concretas a la mayoría de los problemas de terapia, los clínicos deberían confiar en una heurística efectiva en lugar de confiar en algoritmos. Una heurística común en mi terapia es la de crear experiencias que eliciten estados y sub estados. Considere el problema clínico común de la depresión. Con algunos clientes, el terapeuta preguntaría “¿Cómo sabe usted que está deprimido?” La pregunta sería un intento de entender el mapa para entender los componentes de la experiencia depresiva del cliente. Un cliente podría responder “Sé que estoy deprimido porque por dentro estoy tan perdido.” Otro podría responder “Porque no puedo dejar de pensar en el pasado.” Otro podría contestar “Porque no estoy haciendo nada y me estoy aislando,” o quizá “Porque no tengo energía,” o, “Porque soy una víctima de la vida.” Así que hay muchos componentes que la gente experimenta para reportar estar deprimida.

Creando mapas



La tabla 4-1 (que sigue en la página siguiente) es un mapa genérico de la depresión. Por supuesto que un mapa más valioso sería uno que represente cómo un cliente específico “hace” su depresión. Si el cliente “hace” alguna combinación de los elementos de la tabla, el cliente puede etiquetar su experiencia como “depresión”. Hay muchas lentes en el universo filosófico. Un médico podría considerar a la depresión como una enfermedad por insuficiencia de neurotransmisores que necesita tratarse con medicamentos. En algunos casos esto es cierto. Sin embargo, la depresión a menudo involucra otros factores. Por lo tanto, el terapeuta que interviene socialmente debería definir el problema de manera que pueda tratarse socialmente. Desde la posición de construcción social, la depresión no existe. La depresión sólo es una categoría. Por tanto el clínico necesita entender los componentes por los cuales la depresión es mantenida, porque al hacerlo se facilita la creación de estrategias efectivas.

Tabla 4-1: Depresión

DEPRESIÓN

Está muy enfocada internamente Vive en el pasado Es inactiva Es negativa Se siente desesperanza, no tiene metas Es intrapunitiva Se retira socialmente Es más de una persona táctil Es cerrada y depende de juicios No toma en cuenta sus logros Absorbe la energía social Usa la frase “Sí sólo…” Se siente fisiológicamente un bajón Existencialmente cree “No estoy bien” Se siente como víctima Está limitada en alcance y profundidad

Una vez que la depresión (o la ansiedad u otro problema) es mapeado, se vuelven evidentes los componentes de la solución. Cuando uno “voltea” el problema, emerge un mapa de componentes de la solución. La siguiente tabla (4-2) enlista los componentes de la depresión y de la felicidad. Aquellos que hacen alguna combinación de elementos en el lado izquierdo de la tabla muy probablemente estarán deprimidos. Aquellos que

hacen una combinación de elementos del lado derecho de la tabla probablemente reportarán felicidad. Una vez que los componentes del estado problema son identificados, es fácil “voltearlos” y ver los componentes de un estado solución. Cada cliente “deprimido” tiene una experiencia histórica con componentes que son soluciones y se les puede despertar experiencialmente. Tabla 4-2: Depresión y felicidad





Los clínicos deberían mapear los componentes de los estados que constituyen soluciones. Una manera de crear un mapa es considerar las distinciones en el funcionamiento humano, incluyendo el comportamiento, la cognición, el afecto, la actitud, la percepción, excitación somática, postura, patrones lingüísticos, percepción del tiempo y patrones de relaciones. Cualquier problema o solución puede ser mapeado usando estos elementos. Resumen: 1) Cree un mapa del problema 2) Cree un mapa de la solución. Se ofrecerá un mapa más completo del sistema en el capítulo seis, pero para continuar desarrollando el concepto de estados, demos otro paso. ¿Qué pasaría si alguien se despierta por la mañana y dice, “Es un hermoso día. Creo que hoy seré un psicólogo tradicional.”? O alternativamente, “Es un hermoso día. Creo que hoy seré un hipnotista tradicional.” Considere los sub estados a los que esta persona podría entrar:

Tabla 4-3: Sub estados del terapeuta TERAPEUTA TRADICIONAL Empático Atento Acepta Contenido Educa Inquisitivo Sereno Cálido Presente

HIPNOTISTA TRADICIONAL Directivo Autoritario Manda Sugiere Imperativo Dinámico Calculador Agitado Persuasivo

Un terapeuta tradicional sería empático, aceptador, estaría presente, etc. Si el terapeuta tradicional fuera una clase de músico, sería moderadamente temático con tonos dulces. Un hipnotista tradicional sería directo, impositivo, mandón, sugestivo y dinámico. Y si fuera música, sería algo así como Así hablaba Zaratustra de Strauss. Si alguien se despierta por la mañana y dice, “Es una hermosa mañana. Creo que hoy seré un terapeuta Ericksoniano,” bien, esta persona sería vivencial, metafórica, flexible, comprendería los sistemas y estaría orientada a objetivos. Una metáfora musical para esta persona sería algo con una estructura subyacente rica y compleja, Para mí, Beethoven. Y cualquiera de esos estados podría ser deseable para promover el cambio del cliente. Los siguientes son los componentes de un estado ericksoniano:

Tabla 4-4: Sub estados ericksonianos



TERAPEUTA ERICKSONIANO Vivencial Estratégico Activo “Guía de turistas” Flexible Metafórico (Con una orientación) Utiliza Sistémico Individualiza, adapta al cliente Envuelve para regalo

Ser terapeuta significa acceder a los componentes para esquematizar un estado global y, en cualquier momento dado, el terapeuta debería entender el estado que el cliente desea y activar los componentes apropiados. El modelo de los estados puede ser usado para examinar y entender la hipnosis, los problemas, las soluciones e incluso la postura del terapeuta. Por ejemplo, en el caso de la depresión, el terapeuta podría establecer una orientación que conduzca a la felicidad. Una manera de proceder podría ser la de dirigirse a un componente para precipitar en cambio sistémico, creando así un efecto de “bola de nieve.” Una vez, Erickson tuvo una cliente que era una depresiva con ideas de suicidio. Su terapia fue orientarla hacia los componentes de la felicidad, y lo hizo dándole la tarea de encontrar “un destello de color” durante el día. Él sabía que ella era muy feliz cuando hacía arte y trabajaba con colores. Así, un chico en bicicleta se volvió un destello de color. Un avión en sobrevuelo se volvió un destello de color. Las hojas moviéndose al viento se volvieron un destello de color. La mujer disfrutó el juego tanto que lo jugaba con sus hijos. Erickson reportó que este juego fue importante para ayudarle a recobrarse de la depresión. Las personas deprimidas a menudo se preocupan por su depresión. Pero cada persona deprimida tiene una experiencia histórica con los componentes de la felicidad. Como quiera que sea, no sería efectivo si el clínico sólo le dice al cliente deprimido “Sea feliz porque es un hermoso mundo. Y hay mucho por qué vivir, así que usted también podría ser feliz.” De nuevo, para afectar los sistemas humanos, uno no puede usar un algoritmo para elicitar estados. En lugar de ello, uno crea una experiencia en la que la persona es despertada a algo que dormía. Es un proceso de elicitar experiencias y recursos, no un asunto de pensamiento lógico, linear y de ofrecer información. Y ésta es la paradoja de la hipnosis: La hipnosis puede parecer que es para poner a la gente a dormir, pero el arte es despertar la persona a capacidades que yacen dormidas.

La siguiente tabla ilustra el modelo de los estados y de las elecciones :

Tabla 4-5: La perspectiva fenomenológica



Un terapeuta tiene varias opciones en el modelo de estados: 1) Dirigirse a los componentes del problema, no a la categoría. 2) Elicitar componentes de posibles soluciones. 3) Usar hipnosis. La hipnosis puede ser un puente entre la tierra de los problemas y la tierra de las soluciones. Piense en un carro que está en reversa. De manera similar los pacientes a menudo están en “reversa”: son inefectivos. El cliente está psicológica y socialmente en reversa, limitado en sus alcances. Si el cliente está en reversa, para agarrar la primera velocidad, debe pasar primero por neutral. No es necesario pasarse mucho en neutral, pero estar en neutral representa un cambio en el estado. Si alguien que está en tremenda tensión o con dolor se mueve a neutral, aún de momento, eso es progreso. La posición neutral es un trampolín hacía un estado más deseable. Para los clínicos hay una cuarta opción: Cambie al terapeuta. Pero, otra vez, esto no significa que el terapeuta le deba referir el cliente a un colega, más bien es una invitación para que el terapeuta cambie, porque como la hipnosis, el terapeuta actúa como un puente entre el problema y la solución. Los grandes psicoterapeutas como Milton Erickson, Virginia Satir y Víctor Frankl, fueron

poderosos, presentes e intensos y el impacto que ellos tenían en sus clientes era tremendo. Su influencia puede atribuirse a cómo eran ellos con la gente, pero sus teorías de cambio decididamente eran diferentes. Y mientras que estamos con el tema del proceso de cambio, vayamos dando una ligera mirada a la historia de la psicoterapia. La psicoterapia comenzó con la hipnosis. Freud fue a Francia a estudiar hipnosis con Charcot porque no había técnicas sociales para tratar problemas mentales; la hipnosis era todo lo que existía. Pero luego, Freud rechazo la hipnosis en favor de su método psicoanalítico de libre asociación, el cual involucraba al paciente reposando en un diván mientras que el analista estaba fuera de su vista. Freud vivió en la época Victoriana, así que cuando él decía a los pacientes, “Venga al consultorio, recuéstese en el diván y diga cualquier cosa que le venga a la mente.”, era algo completamente bizarro y nunca se había escuchado algo así. Pero la gente, mejoraba con rapidez. Freud convirtió la terapia en una “conversación inusual.” El hecho de que los clientes pagaran a un terapeuta para enfocarse exclusivamente en ellos lo hace una conversación inusual. Otros ejemplos de terapia como conversación inusual incluyen pedirle a un cliente que le hable a una silla vacía, o sugerir hipnóticamente a un cliente que su brazo está levitando pero que no lo experimentará como algo voluntario. Usando la metáfora de un árbol, Freud estaba interesado en las raíces. Él implicaba que si usted entiende las raíces de un árbol, usted cambia al árbol. Después de la segunda guerra mundial la psicoterapia floreció en los EEUU y dio nacimiento al tratamiento basado en condicionamiento del comportamiento. Esta escuela de pensamiento mantenía que si usted quiere que el tronco crezca en cierta dirección, debe hacer brillar una luz y ese árbol crecerá para allá. Poco tiempo después se desarrolló el enfoque humanístico. Se enfocó en ofrecer empatía, en ser genuino y en una auténtica preocupación por el árbol. Ame al árbol. Aprecie al árbol. Si usted ama y aprecia al árbol, va a crecer. Después se desarrolló la terapia familiar basada en principios sistémicos y se enfocó en cambiar el ambiente para cambiar al árbol. Actualmente en EEUU, el enfoque primario es el de la terapia cognitiva conductual que se inició como la aplicación de los métodos conductuales a las cogniciones: Cambie la manera en la que el árbol “piensa”. Erickson representó un foco radicalmente experiencial: Las vivencias evocativas promueven y enriquecen realizaciones* conceptuales, los estados adaptativos y las identidades positivas. La meta era la de despertar el potencial dormido del árbol. Durante los últimos años, la neurobiología afectiva ha tomado el escenario central de la psicoterapia, lo que ha llevado a avances en

la práctica de la atención plena y la meditación. La comprensión de la genética y la epigenética puede hacer florecer al árbol. Algunas viñetas humorísticas de las escuelas de terapia: El paciente le dice entusiasta al terapeuta “¡Realmente es un hermoso día!” El terapeuta, psicoanalista y seguidor de Freud contesta: “Me pregunto por qué usted me está hablando con tanta familiaridad. Quizá usted está confundiéndome con una figura de su infancia. Quizá usted me está confundiendo con su padre.” El psicoanalista se enfoca en interpretar cómo el pasado contamina al presente. El analista sabe que las experiencias del pasado pueden distorsionar el presente. Y si son analizadas las experiencias del paciente, el paciente puede ya no más estar plagado por ellas. Ahora, si el paciente ve a un terapeuta humanista y dice: “Realmente es un hermoso día,” el terapeuta puede replicar, “Parece que usted se está sintiendo bien hoy.” La meta de este clínico es la de traer emociones al presente de tal modo que el paciente pueda entender sus sentimientos y expresarlos claramente. Si el paciente ve a un terapeuta cognitivo y reporta: “¡Es realmente un hermoso día!”, el terapeuta podría replicar “¿Cómo llegó usted a esa conclusión? ¿Cuáles son los datos? ” Su enfoque consiste en elicitar el Esquema cognitivo y las distorsiones que limitan la adaptabilidad. Ahora, si el paciente le anuncia al terapeuta ericksoniano: “¡Realmente es un hermoso día! ” la respuesta probablemente será: “Cierto, hoy es realmente es un día hermoso. Y usted puede hacer una respiración profunda y cerrar sus ojos y mientras exhala por completo, realmente experimente ‘¡es un hermoso día.’ Y yo no sé si usted puede tener imágenes de ‘¡es un hermoso día!’, o si usted puede tener sensaciones de ’¡es un hermoso día!’, o si usted puede tener recuerdos de ‘¡es un hermoso día!’. Y mientras hace otra respiración profunda, usted puede, a su propia manera, irse hacia adentro y memorizar, ‘Es un hermoso día’ y así como usted puede pensar hacia atrás, puede pensar hacia adelante. Porque cuando usted entre a su casa usted tendrá la llave en su mano, y es su llave, y es su habilidad para abrir la puerta y usted siente la llave hacer click en su lugar, y de pronto…realmente es un hermoso día.” Y el cliente puede pensar, “Oh Dios mío, ¿Cómo ocurrió todo esto con mi simple expresión acerca de un hermoso día?” Ahora, si queremos alcanzar un área más profunda del cerebro tal como la amígdala en nuestro sistema límbico, deberíamos usar comunicaciones diseñadas para impactar esa parte del cerebro. La comunicación experiencial alcanza el sistema límbico. Los animales se comunican vivencialmente, no mediante el uso del lenguaje humano. Los artistas también se comunican experiencialmente. Por ejemplo, la música es una forma de comunicación que influye en nuestras

emociones de una manera que el lenguaje no. El baile, el cine, la poesía, la pintura, y otras formas de arte fino están también diseñadas para tener una resonancia límbica. Para alcanzar a nuestros clientes en un nivel más profundo necesitamos usar la comunicación evocativa para crear experiencias. Crear mapas mejorará las opciones del terapeuta. También, para fomentar los estados adaptativos, el terapeuta puede adaptar el mensaje a la naturaleza única del cliente. Los principios expuestos en este capítulo son los siguientes: 15. Comprenda los componentes y motívelos a entrar en juego. 16. La terapia debería ser una conversación inusual.



5. Personalizar1: Evaluación Avance

En medicina, el diagnóstico dicta el plan de tratamiento. Por ejemplo, si un psiquiatra diagnostica a un paciente con esquizofrenia, le prescribe medicación específica. Y en medicina, la entidad diagnóstica se trata como una unidad completa por sí misma. Por ejemplo, una infección es una entidad; la depresión es una entidad; el cáncer es una entidad, etc. Sin embargo, solamente la patología de una persona puede ser diagnosticada, no sus activos, incluyendo sus fortalezas y potenciales. En la psicoterapia, un diagnóstico implica que el tratamiento que le sigue será primeramente convencional y que las diferencias de un individuo son de importancia secundaria, lo que por supuesto no debería ser el caso. M+as aún, las intervenciones sociales, difieren mucho de las intervenciones físicas porque el psicoterapeuta puede dirigirse a los componentes más que a las entidades. Casi siempre en la práctica psicológica, se hace énfasis en la determinación de un diagnóstico. En lugar de eso yo prefiero pensar en términos de evaluación. El diagnóstico enfatiza la connotación negativa de la patología, esto es, el mal funcionamiento de un sistema. La valoración, en cambio, nos invita a pensar en las virtudes de la persona, así como en sus deficiencias. Y elicitar las fortalezas puede ser más efectivo que dirigirnos a los problemas. Los términos “valoración” y “evaluación” son más flexibles y abarcan más que el término “diagnóstico.” 1. Personalizar el tratamiento: Personalizar de Zeig. Términos equivalentes en este texto son individualizar, adaptar, ajustar y hasta “cortar a la medida” (N del T).

El modelo ericksoniano hace énfasis en la personalización del tratamiento. La hipnoterapia y la psicoterapia pueden ser personalizadas efectivamente si el clínico valora la “posición” cognitiva, perceptual, emocional, psicológica, conductual, contextual y relacional del paciente, y luego personaliza la terapia de acuerdo con esta valoración. Este capítulo examina las estrategias de valoración que el terapeuta puede emplear para evaluar la posición del paciente. También presenta una visión general de cómo el terapeuta incorpora la información para personalizar los objetivos.

Introducción

Las personas que buscan terapia a menudo se describen a sí mismas como “víctimas” y se sienten perjudicadas o de alguna manera deficientes. Frecuentemente usan frases que comunican falta de poder: “No puedo dejar de fumar”; “No puedo pensar positivamente”; “No puedo tener buenas relaciones”; “No puedo olvidar mi pasado”; y “No puedo dejar de anticipar mis futuros fracasos.” Un terapeuta sabio presupone que el paciente tiene recursos dormidos. Por lo tanto, los pacientes pueden tener buenas relaciones; pueden dejar de fumar; pensar positivamente, etcétera. La presuposición es que, en algún punto de la historia del cliente, ya ha demostrado tales habilidades. La tarea del terapeuta es la de descubrir la historia constructiva del paciente y elicitar los recursos dormidos. El terapeuta puede presentarle este conocimiento al paciente y envolverlo para regalo de tal manera que el paciente pueda darse cuenta y subsecuentemente asumir la propiedad de él. Dos cuestiones acerca de la personalización deben ser de la máxima importancia para el terapeuta: 1) ¿Cuál es la posición del cliente? 2) ¿Cómo voy a usar esta posición para individualizar las metas envueltas para regalo? Es nuestro trabajo como terapeutas catalizar la transformación del paciente. Para hacer esto, debemos entender (hasta donde más podamos) a nuestro paciente y su problema. El marco de valoración que aquí presento no tiene semejanza con las clasificaciones CIE o DSM, las cuales clasifican las condiciones psiquiátricas. Cómo terapeuta experimentado, estoy más interesado en elicitar el cambio que en clasificar un desorden y ofrecer un diagnóstico. Así que en su lugar he creado una valoración que da forma a la base para un plan de tratamiento constructivo. El esquema delineado en este capítulo incorpora características observables que pueden ser usadas para guiar la terapia y la inducción hipnótica. Esas distinciones no sólo sirven como señales de camino para conducir al terapeuta en una dirección deseable; también pueden ser usadas como recursos. Este capítulo se dirige a la posición que el paciente asume—a su estilo de percibir y relacionarse—que puede ser “leído” a partir de una observación minuciosa. Tal valoración provee al terapeuta de información valiosa para el tratamiento. El capítulo ocho explica cómo ensamblar las claves reveladas por el paciente para diseñar y personalizar intervenciones a las que el paciente responderá mejor. Una valoración estructural se enfoca en las condiciones existentes, más que en hipótesis acerca de la etiología. Y por supuesto, la valoración dependerá de la

perspectiva del terapeuta. Las valoraciones e incluso los diagnósticos son influenciados por la posición de las maneras arraigadas de ver, hacer y relacionarse del clínico. Esencialmente, una valoración le ofrecerá al terapeuta una comprensión de la situación del paciente y le ayudará a individualizar una intervención efectiva y significativa.

La posición del paciente

En este capítulo, se examina dentro de dos sistemas, cómo una persona procesa la información sobre su mundo: 1) Categorías de valoración (estilos de percepción y de relación); y 2) “Ganchos” (valores). Mi intento por resumir las características de la personalidad y del comportamiento humano en unas pocas páginas es, por necesidad, generalizado. Y las distinciones a las que se dirige no están empíricamente validadas. Sin embargo, estas son distinciones que me han ayudado en mi trabajo clínico. Personalización

La personalización es una aventura para el terapeuta—un asunto de entender otra cultura. Cuando personalizamos en la terapia es como si viajáramos a un país extranjero y esperáramos hacer nuestra visita tan enriquecedora como lo sea posible aprendiendo algo acerca de la cultura, el lenguaje, la historia y las atracciones especiales. Nuestros clientes habitan diferentes geografías y es nuestro trabajo descubrir tanto como sea posible sobre cualquier cosa que les haga únicos. Usted podría considerar este capítulo como una guía del viajero que le ofrece frases hechas y consejos perspicaces para explorar nuevos territorios. El viaje exitoso es sobre- adaptarse: La capacidad de ajustarse a su medio, en lugar de tratar de hacer de la tierra extraña una réplica del hogar. Tanto como le es posible, el terapeuta ericksoniano se adapta al “terreno” del paciente, más que forzar al paciente a conformarse con la perspectiva subjetiva del terapeuta o su teoría preferida acerca del comportamiento humano. En este capítulo veremos el terreno del paciente. En los siguientes capítulos, exploraremos como se adapta el terapeuta a los diversos paisajes.

Categorías de valoración

Las categorías de valoración entran en dos grupos principales: Intra psíquicos e interpersonales. El grupo intrapsíquico incluye operaciones

perceptuales y de procesamiento. Las evaluaciones intrapsíquicas e interpersonales se conducen principalmente de acuerdo a dónde cae el cliente en un continuum, con los dos descriptores en cada final, identificando los extremos de las características. Por ejemplo, "Potenciador / reductor" representa los dos extremos opuestos de un rango de comportamientos—un espectro a lo largo del cual se ubica el comportamiento del paciente. He identificado 16 categorías de valoración para que los terapeutas las usen con los clientes. Sin embargo, no todas las distinciones son necesarias o importantes para cualquier cliente dado. Para determinar cuáles son las más significativas en una situación, considere lo siguiente: 1. La categoría de valoración que está más fuera de equilibrio. 1.

Las categorías de valoración que parecen especialmente relevantes a los problemas del cliente. Éstas también podrían ser estar fuera de equilibrio.

1.

La flexibilidad del paciente en cambiar una categoría para adaptarse exitosamente. Las categorías de valoración deberían variar con las circunstancias ambientales cambiantes, con individuos que son capaces de cambiar de buen grado sus posiciones conforme lo requiera la tarea. Los problemas surgen cuando alguien se ve sofocado por limitaciones aprendidas—inflexibilidad que evita un cambio efectivo.

1.

Diferencias en cómo los clientes se muestran a los demás (incluyendo al terapeuta) y cómo se ven a sí mismos. Usualmente hay concordancia, pero cuando existen incongruencias, intento relacionarme con los pacientes desde la perspectiva de su imagen subjetiva de ellos mismos.

Las siguientes categorías de valoración en la Tabla 5-1 son las que yo he encontrado importantes para mi trabajo. Las he destilado de una variedad de fuentes. Otros profesionales tendrán diferentes categorías, basadas en sus propias percepciones y predilecciones. Sin embargo, Erickson no postulaba categorías de valoración, y sospecho que las encontraría demasiado limitantes; incluso aquellas tan generales como las que he enlistado. Quizá él tenía categorías implícitas, pero ninguna que fuera explicita. Erickson ensalzaba la flexibilidad. Por ejemplo, si reconocía que una persona era más interna que externa, trabajaba para crear un balance elicitando una orientación más externa, pero él no discutió este método.

Tabla 5-1: Categorías de valoración. Intrapsíquicas:

Interpersonal:



Operaciones perceptuales Estas operaciones son los procesos normales, de flujo libre y principalmente automáticos. El estilo de atención es una operación perceptual con dos polaridades salientes: interna/externa y enfocada/difusa. 1. Interna / Externa ¿La atención del cliente tiende a ser más externa o más interna? Obviamente, hay condiciones específicas alterarán este factor. Por ejemplo, manejar un auto requiere más atención externa que mirar un atardecer. Sin embargo, fuera de parámetros contextuales-especificos, un cliente puede preferir estar en un estado o en el otro. Erickson estaba orientado externamente en su atención. De hecho, fue uno de los individuos más externamente orientados que yo he conocido. Quizá los años de soportar dolor crónico severo hicieron que Erickson se alejara de un foco de concentración interna, lo que sólo habría magnificado la consciencia de su incomodidad. Al enfocarse en las minucias del mundo fuera de su cuerpo, Erickson logró un nivel extraordinario de perceptividad externa. Su habilidad para observar matices mínimos del comportamiento no verbal en otros es legendaria. En contraste, una vez estudié con un terapeuta Jungiano que estaba tan preocupado con su estado interno que dudo si él sabía el color de los ojos de su esposa. Tal información le habría parecido sin importancia, comparado a explorar todos los recovecos y rendijas de su propia psique. Las categorías de valoración pueden ser usadas en inducciones guiadas y en

la terapia. Usando la información de valoración como un signo carretero, el practicante podrá crear una inducción para una persona internamente orientada al hacerle concentrarse en su experiencia interna. (Vea The induction of hypnosis, Zeig, 2014 para informarse sobre la inducción.) Eventualmente, la inducción podría moverse hacia percepciones más externas con el intento de elicitar un cambio perceptual. Como resultado, el paciente podría reportar una experiencia “realmente diferente”—un resultado conductivo hacia la experiencia de la hipnosis, y su reconocimiento de experimentar un modo diferente (hipnótico) de procesamiento. Una inducción para una persona orientada internamente podría ser algo como esto: Usted puede cerrar sus ojos e irse hacia adentro, reconociendo algunas de las sensaciones de comodidad que pueden ser evidentes en su cuerpo. Y realmente usted no puede saber cómo esas sensaciones de comodidad se desarrollarán. ¿Las encontrará más dentro de su pecho o en su estómago?¿Se van a irradiar hacía arriba o hacia abajo? Luego, dirigiendose externamente: Ahora, mientras usted nota esas sensaciones de comodidad, no es realmente importante atender al sonido del aire acondicionado o el tráfico de afuera. Note que la inducción comienza con una discusión de la experiencia interna que es física, antes de moverse hacia experiencias externas que son auditivas. La inducción podría justamente comenzar igual de fácil con experiencias visuales o experiencias auditivas internas, dependiendo de la predilección del cliente a ser más visual o auditivo. Con alguién que sea orientado externamente, la inducción podría comenzar en ese final del espectro y moverse hacia una orientación más interna. Mientras usted está sentado aquí, puede notar el color del escritorio detrás de mí, o la manera en la que estoy sentado en la silla, pero usted probablemente no ha reconocido la posición de sus pies en el piso o la manera en la que sus manos están… descansando… en su regazo. Pero usted puede notar el parpadeo de sus ojos mientras se cierran los parpados. Porque mientras usted atiende las cosas que ocurren, usted puede también comenzar a reconocer como sus pensamientos se van adentro, de tal manera que usted podría recordar una escena placentera de su niñez o pronto será absorbido en una interesante ensoñación.

En este ejemplo, la inducción comienza externamente con una orientación visual y entonces se mueve hacia una experiencia visual interna. Una tarea para una persona “interna” podría dirigirse a ese componente: “Tómese un momento para cerrar sus ojos y conseguir una idea de los beneficios que le puede traer el ejercicio.” Para una persona externa: “El ejercicio al aire libre es una manera en que usted puede gozar mejor del panorama y de los sonidos de la naturaleza.” Como mencioné antes, la rígida valoración de categorías puede serle problemática al cliente. Si la persona es principalmente interna, podría por sí misma crear dificultad. Por ejemplo, una persona interna podría tratar de disminuir el dolor buscando soluciones por dentro. Si un individuo es diagnosticado como deprimido, el terapeuta más probablemente encontrará que la orientación del paciente es abiertamente interna. La meta de la terapia podría entonces ser para ayudar al paciente a desarrollar una orientación más externa. Por otro lado, aquellos diagnósticados con desordenes del impulso tienden a ser externos en su orientación. La meta en la terapia para pacientes con este desorden podría ser desarrollar una más satisfactoria y vívida vida interna. Ahora bien, ser más externo no es una cura para la depresión. Pero podría iniciar en el paciente la senda a la reorientación. En la psicoterapia no hay una herramienta específica para el tratamiento de una condición. Todos los problemas psicológicos están formados por componentes. La reintegración es el proceso de construir un estado mediante la orientación a claves parciales que son componentes de un estado hipnótico o de solución. Ahora, por una razón que no es muy entendible, si usted despierta mañana y se dice a sí mismo, “Es un hermoso día, pero creo que estaré deprimido,” un buen comienzo sería hacer uno de los componentes de la depresión, esto es, “estar perdido por dentro” o internamente preocupado.

2.

Enfocada / difusa

La mayoría de nosotros tenemos un estilo de atención que flota libremente; a veces estamos intensamente enfocados; otras veces amorfos. Los pacientes obsesivos a menudo están altamente enfocados mientras que los pacientes paranoicos o los adolescentes fuera de control (acting-out) tienen a menudo la atención difusa. Estos individuos son vigilantes y monitorean sus alrededores y están a menudo distraidos; vivos ante las minucias en su ambiente.

Una inducción hipnótica por fijación ocular con un individuo enfocado podría inicialmente consistir en los detalles del objeto de fijación. La misma indicación para un paciente difuso sería más al azaroza, con el terapeuta guiando la atención adelante y atrás desde diferentes focos, sensaciones, sentimientos, comportamientos, etcétera. El terapeuta podría entonces trabajar para elicitar una respuesta en dirección opuesta a la orientación preferida: difusa para una persona enfocada; enfocada para una persona difusa. El siguiente es un ejemplo hipotético de una fijación ocular con una persona que tiende a ser altamente enfocada: Hay un punto en la pared que podría interesarle a usted para enfocarlo con su atención visual. Usted podría tener curiosidad acerca de la forma del punto. Quizá Usted está fascinado por el color del punto. Podría parecer como si el objeto de su atención tuviese más de dos dimensiones. Virando hacia el estilo difuso: Pero usted no necesita atender los sonidos de fuera que parecen acercarse más, y las sensaciones de comodidad que parecen más profundas mientras descansa en la silla. Nuevamente, una inducción debería ser diseñada para llevar al paciente desde su estado acostumbrado a un estado diferente. El terapeuta puede comenzar por checar el estilo preferido del paciente y moverse en una dirección que cree este cambio. He aquí una cuadrícula bidimensional que muestra el estilo de atención:

Tabla 5-2 Estilo de atención



El estilo de atención de un sujeto puede ser interno y enfocado, o interno y difuso; o externo y enfocado, o externo y difuso.



Sistema sensorial preferido

Bandler y Grinder (1979) hablan del uso de sistemas representacionales en su modelo de Programación Neuro Lingüística (PNL). Al procesar la información, una persona puede favorecer inconscientemente uno de tres sistemas sensoriales : Visual, auditivo, táctil y su lenguaje podría reflejar esta predilección. Aquellos que perciben al mundo visualmente podrían decir; “Lo que yo veo…,” “La manera en que veo las cosas…,” “Me parece que…”Aquellos que procesan la información principalmente auditiva podrían usar frases como: “Lo que yo escucho...,””Se oye como…,” y “Eso me suena”. Los individuos táctiles pueden ofrecer: “La reacción de mis tripas es…,”” Mi sensación sobre el asunto es…,”Mi corazón me dice que…,” Para ilustrar cómo dichas preferencias sensoriales pueden dar forma a la respuesta de un individuo a la hipnosis, le ofrezco una historia: Cuando yo era un estudiante graduado, practiqué una inducción con un estudiante no graduado que sostenía que durante el trance no estaba hipnotizado. Sin embargo, cuando le pedí que abriera los ojos y viera una rosa, reportó que veía la flor imaginaria, y entonces la describió en detalle. Y todavía así negaba enfáticamente que la visualización de alguna manera era “prueba” de que estaba hipnotizado. Yo estaba perplejo. Después de un poco de conversación, pregunté cual era su principal campo de estudio. Era un estudiante de fotografía. La visualización era una experiencia tan común para él, que la experimentaba sin ninguna alteración de la volición o involucración subjetiva. Por tanto, él no reportó la experiencia del trance. El trance es un fenómeno subjetivo que puede existir al grado que es reportado por el cliente. Cuando trabajé con el estudiante de fotografía, yo era un practicante novato en hipnosis y mi técnica era mecánica. Ahora que tengo más experiencia en los metodos ericksonianos, si tuviera que volver a hacerlo, alteraría mi técnica para crear una involucración más subjetiva con actividad autónoma sugiriendo experiencias táctiles (quizá el entumecimiento de un miembro) más que visuales. Creo que ese énfoque hubiera sido más exitoso. Hay también variables concomitantes de los sistemas perceptuales preferidos. Un terapeuta podría reconocer el estilo sensorial predominante de una persona a través de su comportamiento y su actitud fisica. Por ejemplo, una persona auditiva, podría dirigir su oído dominante hacia el terapeuta, concentrándose en cada palabra; una persona visual podría tener un patrón conspicuo de observar intensamente los alrededores. En una inducción, el terapeuta puede usar sistemas sensoriales comenzando

con el modo preferido, y luego eventualmente moverse hacia otro sistema sensorial. De nuevo, el propósito es el de establecer una alteración de la percepción. A mediados de los setentas en uno de sus seminarios de enseñanza, observé a Erickson usar el sistema sensorial preferido de un estudiante. Erickson sabía que el estudiante era visualmente perceptivo, así que enfocó sus preguntas en la modalidad auditiva, haciendo preguntas al estudiante tales como, “cuando por fin estuviste aquí, ¿quién parecía incómodo? ¿Cómo puede usted determinar eso de lo que fue dicho?” Mi observación fue la de que Erickson estaba esforzándose en incrementar la flexibilidad del estudiante usando su sistema sensorial auditivo. Sin embargo, cuando Erickson estaba trabajando conmigo, él notó mi preferencia auditiva y dirigió su atención hacia el desarrollo de mi percepción visual. Por ejemplo, una vez él me propuso en teoría: Un hombre está caminando hacia usted en ropas de calle. Es un policía. ¿Qué nota usted que indique su ocupación? Eventualmente llegué a reconocer la sensibilidad de Erickson a los aspectos de la orientación de uno que estaban fuera de balance. Él pulía un no muy bien desarrollado aspecto en la gente y utilizaba métodos de envolver para regalo que les ayudase a reforzar sus habilidades latentes / dormidas. El vivir efectivamente descansa en desarrollar la flexibilidad para usar un modo apropiado para cada situación. Tener acceso a varios modos de procesar la información promueve la adaptación.

Operaciones de procesamiento

El procesamiento involucra la percepción individual del mundo y el desarrollo de un marco de respuesta. Mientras que la mayoría de nosotros tiene un estilo de atención automático y de flujo libre, el procesamiento es más consciente y voluntario. Las tres operaciones de procesamiento principales son: 1) linear / mosaico, 2) potenciador/ reductor, y 3) específico / general. 1. Linear / Mosaico Erickson alguna vez comparó su estilo de pensamiento con el de su esposa, describiendo a la sra. Erickson como de un proceso más directo, secuencial y el suyo como “Un poco de aquí y un poco de allá.” (Zeig,1980) Erickson notó como sus hijos reaccionaban a las diferencias en el procesamiento suyo y el de la sra. Erickson. Cuando sus dos hijos mayores estaban jovenes tenían diferentes

estrategias para encontrar los huevos de pascua escondidos. Bert siempre encontraba los huevos de pascua que su padre escondía, mientras que Lance siempre encontraba los huevos que su madre ocultaba. La razón para esto era que el pensamiento de Bert era más mosaico, como el de su padre, mientras que el pensamiento de Lance era más linear como el de la Sra. Erickson. La estrategia de ocultamiento del Dr. Erickson era más al azar y la de la Sra. Erickson era probablemente más sistemático. Una pascua, Bert sorprendió a todos encontrando los huevos que la Sra. Erickson ocultó. Erickson le preguntó como lo hizo. Bert respondió, “Fue fácil Papá. Sólo pensé,¿Dónde los escondería mamá?” Un pensador linear, que procese secuencialmente, podría decir, “He aquí diez permisos en la inducción de la hipnosis,”y luego los enlistaría. Por contraste, un pensador mosaico podría usar anecdotas para ilustrar los mismos principios. Nuevamente, de acuerdo a las demandas de las condiciones existentes, los indiviuos deberían ser capaces de moverse fluidamente de un tipo de procesamiento a otro. Por ejemplo, escribir un libro, involucra usualmente una estrategia linear. Quizá esto explica por qué Erickson no escribió libros; en lugar de ello escribió artículos, lo que pudo haberse ajustado más a su estilo de pensar en mosaico. Hay una diferencia entre el estilo de atención y el procesamiento. Una persona puede ser en atención enfocada, pero permanecer como mosaico en el procesamiento. Esto de hecho, parecía ser la orientación de Erickson. Podía estar extremadamente enfocado en el paciente, pero cuando procesaba la información del paciente, todavía era un pensador mosaico. Una inducción para una persona linear podría comenzar con relajación progresiva, comenzando en la cabeza y moviendose metódicamente hacía abajo hacia los dedos de los pies. Para una persona mosaico, la inducción podía vagar al azar. En este ejemplo, nos movemos de uno a otro: Ahora, mientras usted relaja su mano, podría querer notar la relajación de sus dedos. Pero podría también ser interesante como usted relaja sus rodillas, porque usted no tiene que pensar acerca del relajante sonido de mi voz. Pero usted puede comenzar a notar las relajadas sensaciones de movimiento en sus dedos y cómo esas sensaciones de movimiento pueden desarrollarse progresivamente, y cómo esa sensación comienza en la punta de sus dedos y continúa hacia las palmas de sus manos y luego a su antebrazo, arriba hasta sus hombros y después finalmente a su cuello y su cabeza. En este ejemplo, la inducción se mueve desde un estilo de pensar mosaico a uno linear. De nuevo,la dirección de la inducción puede moverse del estilo

dominante al no dominante. Para los propósitos de la terapia para una persona linear, se le pueden dar pasos secuenciales, mientras que a una persona mosaico se le pueden dar cierto numero de posibilidades sin ataduras. 2. Potenciador / Reductor Un potenciador mira un ratón y ve un elefante; un reductor mira un elefante y ve un ratón. De manera similar, un potenciador reaccionará mucho a un sonido o movimiento inesperado. Un reductor podría no reconocer el mismo evento. Los potenciadores suelen armar mucho jaleo por cualquier cosa, los reductores le dan menos importancia al mismo asunto. Las gesticulaciones, las frases redundantes y las palabras usadas pueden disntinguir a los potenciadores de los reductores. El habla del potenciador a menudo está llena de superlativos y descripciones exageradas, con palabras tales como “increíble”, “extremadamente”, “fantástico”, regadas en su discurso. Los potenciadores también muestran gesticulaciones amplias. En contraste los reductores usan cualificadores mínimizadores tales como, “algo”, “apenitas” y “poquito” y tienden a minimizar sus gesticulaciones. Los reductores tienden a ser pragmáticos y los potenciadores tienden a ser espontáneos. Los reductores son usualmente tranquilos y reservados y los potenciadores sociales y gregarios. Los reductores son menos emocionales que los potenciadores. Los reductores son más controlados y rígidos y los potenciadores son de un espiritu más libre. A menudo los cientificos son reductores; los artístas, a menudo, potenciadores. Aunque parezca raro, frecuentemente los potenciadores y reductores se casan entre sí. Pero aunque la combinación entre ingenieros y artistas puede ser complementaria en algunos niveles, puede ser problemática en otros. Temprano en sus relaciones ella podría pensar: “Me sorprende por completo cómo él es tan estable y balanceado.” Él podría pensar: “Es algo curioso y de alguna manera interesante que ella parece a veces ser más bien entusiasta.” Pero unos pocos años después, ella le puede decir a una amiga: “¡ Él es increíblemente aburrido ! ”, y él podría comentar a un compañero de trabajo: “Me está cansando un poco su histrionismo.” Considere la terapia para una adolescente descontrolada . Esta persona puede ser amplificadora y difusa en su estilo de atención. Ella busca estimulación, escaneando constantemente su medio. Si usted le pide que cierre sus ojos y se relaje, ella podría inquietarse y preguntar: “¿Ahora qué vamos a hacer ?” A este tipo de individuo a menudo le falta una sólida vida interna. Sin

embargo, usar hipnosis para ayudarle a desarrollar la habilidad de ensoñarse y de expandir su capacidad de procesamiento interno podría ser un paso para ayudarle a cambiar su comportamiento. Al ofrecerle una inducción a un potenciador uno podría apelar a este estílo característico: Esta va a ser la más sorprendente, espectacular y fantástica experiencia que usted haya alguna vez tenido. Puede ser tan increíblemente relajante hacer una respiración profunda y realmente dejarse ir de tal manera que usted esté en un trance profundo. El abordaje para un reductor es marcadamente diferente: Usted puede encontrar a la hipnosis un poco interesante. Es posible que haya algunas cosas pequeñas que ocasionalmente pueda encontrar algo curiosas. Parece que puedan ser de algún valor para usted en algún momento, en algún lugar en el futuro. Note que en esos ejemplos las categorías están siendo usadas para motivar al cliente. No están siendo usadas para guiar la inducción de una modalidad a otra. Las motivaciones personalizadas pueden incrementar la complianza terapéutica. A menudo, los pacientes saben que hacer, pero no actúan de acuerdo con ese conocimiento. Los buenos comunicadores elicitan la motivación; no sólo ofrecen directivas. Por ejemplo, un médico podría decir a un potenciador, “Aquí está su receta. Esta es absolutamente la mejor medicina para su condición. Muchos pacientes han tenido tremendo éxito tomandola.” Para un terapéuta sugiriendo terapia familiar a un reductor: “Usted podría al menos considerar traer a su familia la próxima sesión. Posiblemente podría ser algo así como una oportunidad de aprender cómo parecen darle el reconocimiento por lo menos de algunas de las cosas que ha logrado.” Una de las más valiosas cosas que he aprendido de mi larga devoción de décadas al estudio de la hipnosis es el principio de sugerir –>motivar (N° 17). Cada directiva puede ser seguida de una razón personalizada para llevarla a cabo. De este grupo, la más importante característica puede ser la de potenciador / reductor. Es axiomático que muchos que buscan terapia han desarrollado un patrón rígido al realzar los negativos de la vida y reducir los positivos. Una estrategia evidente para ser feliz en la vida es la de realzar los positivos y reducir

los negativos. 3. Específico / General Algunas personas son más holísticas en su orientación y algunos tienden a enfocarse más en los detalles. Por ejemplo, si dos personas presencian el mismo evento, una podría reflejar la experiencia total, mientras que el otro hablaría acerca de detalles intrincados. Los clientes tienden a hablar en generalizaciones, por ejemplo, “Siempre estoy incómodo.” ”Nunca llego a tiempo a los lugares.” “Nunca hago nada a la perfección.”En esos casos se les puede ayudar a enfocarse ser específicos. El terapéuta puede decir: “¿ No dirías que sólo estás incómodo cuando ves a tu familia?”o, “Por lo que tú me dices, la mayor parte del tiempo llegas tarde al trabajo.” 4. Crear / Suprimir / Distorsionar Las personas son adeptas a crear, suprimir y distorsionar las experiencias. La experiencia humana es subjetiva. Actuamos ante nuestras propias percepciones del mundo más que basados en determinaciones objetivas, cuantificables. Así, el comportamiento humano es altamente idiosincrático. A veces nos volvemos rigidamente fijos en un estilo, lo que puede precipitar dificultades psicosociales. En la práctica de la hipnosis, crear/suprimir/distosionar es de valor heurístico. Los hipnoterapéutas aprenden a elicitar fenómenos hipnóticos, incluyendo alucinaciones auditivas, visuales y táctiles que pueden ser positivas o negativas. La distorsión del tiempo es un fenómeno hipnótico como lo es la regresión de edad. Un axioma del tratamiento hipnótico es el de aplicar al problema el fenómeno hipnótico que el paciente exhibe con mayor facilidad. Por ejemplo, si el problema es el dolor y el paciente puede facilmente lograr distorsión temporal, él o ella puede incrementar la cantidad de tiempo en que se siente cómodo y disminuir la cantidad de tiempo en que tiene dolor. Alguien bueno con la regresión en edad podría regresar en el tiempo hasta antes de que se presentara el dolor problemático. En sesiones iniciales de hipnoterapia, los profesionistas podrían explorar qué fenómeno hipnótico hace mejor el paciente. Entender si una persona puede facilmente crear, suprimir o distorsionar la percepción puede facilitar el proceso. Aquellos que son adeptos a suprimir las experiencias podrían fácilmente

experimentar amnesia y /o alucinaciones negativas. Aquellos que distorsionan las experiencias podrían ser buenos con la distorsión del tiempo. Las personas que crean las experiencias podrían hacerla bien en la regresión de edad e hipermnesia (recuerdos vívidos). Al principio enlisté tres diferentes maneras de usar las categorías de evaluación: 1) Entender la posición que el paciente toma; 2) Guiar la dirección de la terapia o de la hipnosis; y 3) Como motivadores. Ahora podemos considerar dos usos adicionales: 4) Cómo la persona hace el problema y 5) Cómo alguien hace la solución de ese problema. Por ejemplo, si usted despertara mañana y se dijera a sí mismo: “Es un día perfecto para deprimirse,” usted podría usar una serie de categorías perceptuales: interna, tactil y una incrementación negativa. Pero si usted despierta un día en la mañana y decide que usted quiere ser como Milton Erickson, usted estará incrementando lo positivo. El comportamiento humano es a la vez intrapsiquico y relacional. La siguiente es otra serie de categorías que son interpersonales y sociales. Interpersonal (Relacional/ Social) El comportamiento humano tiene valencia interpersonal. La mayoría de los problemas terapéuticos son relacionales. Las personas desarrollan ciertas técnicas y tácticas para interactuar con otras, y la manera en la cual uno interactua podría tener que ver con las siguientes clasificaciones: 1. Orden de nacimiento 2.

Crianza urbana / Crianza rural

3.

Extrapunitivo / Intrapunitivo

4.

Absorbe < --> Emite

5.

Capacidad de respuesta directa < --> Capacidad de respuesta indirecta

6.

Perseguidor < --> Distanciador

7.

Uno arriba < --> Uno abajo

1.

Orden de nacimiento

El hijo mayor o el único tiende a ser tímido, intelectual, serio, consciente y conservador. Probablemente no es coincidencia que un alto porcentaje de psicoterapeutas han sido o hijos mayores o hijos únicos, puesto que esos individuos en sus años formativos a menudo asumen la responsabilidad de ser cuidadores de sus hermanos o incluso de sus padres— un rol establecido que es continuado en su profesión de psicoterapeutas. Los hijos del medio tienden a ser independientes, rebeldes y gregarios. A menudo son excelentes en el arte. Los hijos menores pueden poseer las características de sus hermanos mayores. Pueden ser encantadores, inmaduros, afectuosos y agradables. Por supuesto, tales declaraciones acerca de las características del orden de nacimiento sólo son generalizaciones amplias. Sin embargo esas generalizaciones pueden ser usadas terapéuticamente para aumentar la sumisión al tratamiento. Por ejemplo los hijos más grandes a menudo pueden ser motivados con directivas que los inciten a hacerse cargo de las cosas. A aquellos que nacen entre dos hijos se les podrían dar directivas paradójicas a causa de su naturaleza rebelde. Los hijos más pequeños pueden ser motivados haciendolos el centro de la atención. Se ha escrito mucho acerca del orden del nacimiento. Aquellos interesados en seguir esta línea de investigación disfrutarán de Born to Rebel: Birth Order, Family dinamics, and Creative Lives (1977) de Frank Sulloway. Cuando los pacientes y los estudiantes consultaban con Erickson él no se pasaba mucho tiempo tomando su historia. En lugar de ello, comunmente les pedía que contestaran cuestionarios que le daban a él información detallada acerca del orden de nacimiento y de si tenían una crianza urbana o rural. (Zeig,1980,p.32) Las características del orden de nacimiento y las características de aquellos criados en un ambiente rural o en uno urbano le eran de mucho significado. Erickson creía firmemente que el orden de nacimiento y dónde se pasaron los individuos sus años formativos tienen un papel importante en el proceso terapéutico. (Una explicación de la perspectiva de Erickson en la diferencia entre una orientación urbana y una rural puede ser encontrada en Un seminario didáctico con Milton H. Erickson, Zeig, 1980,pp.232.) 2. Crianza urbana / Crianza rural Erickson creía que la gente que crece en el campo estaba orientada hacia el futuro, mientras que aquellos criados en la ciudad estaban más orientados hacia el presente (Zeig, 1980,p.231). Erickson fue criado en una granja y estaba

orientado hacia el futuro. Él podría haber adquirido esta orientación de su padre que en los 90s plantó arbolitos frutales a pesar de las pocas probabilidades de siquiera alguna vez verles madurar en arboles cargados de frutas. Los dos padres de Erickson poseían el rasgo de la orientación futura. Al inicio de su matrimonio, la madre de Erickson enlató un lote especial de conservas. Le dijo a su marido que compartiría las conservas en su aniversario 50 de bodas. Cuando ese día llego, la pareja olvido abrirlo. Luego decidieron abrirlo en su aniversario 75. Desafortunadamente sólo celebraron 73 años juntos y las conservas fueron heredadas al Dr. Erickson y a su esposa. Milton Erickson pasó sus años formativos en una pequeña granja en el Winsconsin rural. La granja existía primordialmente para alimentar a la familia. Los helados inviernos de Winsconsin eran tan duros que la familia a veces preservaba alimentos para el invierno. Con sus padres como modelos ejemplares de orientación futura, no es sorpresa que Erickson mismo fuera tan motivado. En el primer año de matrimonio le dío a su esposa Elizabeth un regalo que le pidió abriese en su quinto aniversario de bodas. Yo personalmente encontré los rasgos del pensamiento a largo plazo cuando tomé una foto espontánea del Dr. y la Sra. Erickson, su hija Roxana y la recién nacida de ella, Laurel. Antes de tomar la foto, Erickson insistió en tener en la foto un búho esculpido en palo fierro. En la foto, sentado en su silla de ruedas, Erickson está acunando a su nieta en su brazo izquierdo mientras que en su mano izquierda debajo de Laurel, tiene la pequeña escultura del búho de palo fierro que le regaló a Laurel para celebrar su nacimiento. Laurel fue cariñosamente apodada “chillidos” por su madre, ya que el poderoso llanto de la bebé sonaba en un tono agudo. Así que el regalo de Erickson a Laurel fue a propósito. Sin embargo, más tarde, durante el día, él me señaló un significado menos obvio de ese regalo y de por qué la escultura del búho tenía que estar en la foto. El búho chillante le agrega un tremendo significado a la fotografía. Le da a usted un sentido de humanidad y amabilidad y seriedad también tremenda. Y es una cosa muy simple. Y es un búho chillón y aunque ella era una niña grande relativamente hablando, el búho estaba abajo y ella arriba… y a los 16 años, cuando ella mire la foto, verá la pequeñez del búho y el gran tamaño de la nena. Esto se va a reunificar con todo su sentido de ser grande en la preparatoria y los cálidos recuerdos de ser una bebé con ese pequeño búho chillón. Así que usted puede ver cómo todos esos recuerdos se colocan juntos sin que se note. (Zeig,1980,pp.312-313). Erickson estaba creando una intervención, planeada para tener un efecto 16 años en el futuro. Ahora ¡Esa es una orientación rural! Como un niño de granja, Erickson entendía que cuando uno planta semillas, no se puede esperar recoger

una cosecha inmediata. La valoración de la crianza rural y la citadina puede hacerse por los estilos de lenguaje. Alguien criado en un medio urbano jamás diría, “Salté más rápido que lo que salta un pollo sobre una mariquita.” Una característica que puede develar mi crianza como neoyorkino es mi etnicidad judía, porque hay más gente judía viviendo en el medio urbano que en el rural. También mi psique puede indicar que me pasé el tiempo leyendo libros cuando niño y no trabajando en el campo. El acento regional, el estilo de lenguaje, el estilo de vestimenta, la orientación temporal y las características fisicas pueden indicar una crianza o rural o urbana. Recuerdo un caso en el que Erickson usó su entendimiento de las “estaciones de la vida”. Una mujer me fue referida por la Sra. Erickson después de la muerte del Doctor. Ella había sido antes una paciente del Dr. Erickson cuando tenía 18 años. El problema que enfrentaba en esa época era el de que se caía y no había explicación médica. La paciente, una artista, estaba casada con un marido duro y controlador que era ingeniero. La manifestación física (ciertamente una metáfora) de la relación disfuncional de la mujer era de que ella literalmente no se podía mantener de pie bajo la presión de su dominante marido. Pero Erickson no hizo esa interpretación, no era su estilo.Le sugirió a la pareja que considerase el divorcio,pero ellos protestaron diciendo que querían seguir casados por razones religiosas. Erickson los involucró en planes familiares y la mujer dejó de caerse. Al final del tratamiento, Erickson le dijo, “Usted no necesita más terapia ahora. Algún momento cuando usted esté en sus cuarentas usted puede necesitar más terapia.” Fue cuando ella estaba en sus cuarentas que buscó más terapia y se hizo mi clienta. Nuevamente se estaba cayendo. Fue la orientación futura de Erickson lo que le permitió crear su pronóstico. Cuando ella entró a los cuarentas, el último hijo dejó la casa y ella ya no pudo controlar a su marido controlador. Mi intervención consistió en involucrarla en uno de sus intereses—la crianza de perros— lo cual tuvo un efecto saludable. En conclusión, desarrollar una orientación futura puede enriquecer el trabajo del terapeuta, así como incrementar la efectividad con los pacientes. La intervención estructural no está necesariamente atada al aquí y ahora. Y el cambio no ocurre necesariamente de la noche a la mañana. Al mirar al futuro, el terapéuta puede anticipar temas que su paciente podría enfrentar y diseñar estratégias que pueden ser utiles en aquellas coyunturas. 3. Extrapunitivo Intrapunitivo

Las personas pueden ser comparadas con los botones de campanas: algunas son “salidas” otras son “entradas”. Una persona intrapunitiva es autocrítica, y dirige las fallas hacia adentro, mientras que una persona extrapunitiva a menudo culpa al mundo exterior por las desgracias (la gente moderadamente extrapunitiva parece reportar más felicidad que los tipos intrapunitivos). Una persona intrapunitiva que durmió de más por la noche se queja: “Oh, ¿Cómo pude haber hecho eso?”. En contraste, la persona extrapunitiva podría exclamar: “¿Qué le pasa a la alarma de este reloj?” Una persona intrapunitiva que lea este libro podría pensar, “ No soy lo suficientemente listo como para absorber toda esta información. Debería haberme quedado en la escuela. Un pensador extrapunitivo podría pensar, “Este autor no sabe de que está hablando. ¡Debería investigar más!” Ya que una persona intrapunitiva a menudo se pregunta, “¿Qué estoy haciendo mal?”, el terapeuta podría usar este pensamiento común para crear una inducción: Su mente consciente puede notar todos los errores que usted hace, pero su mente inconsciente no puede errar en disfrutar desarrollar comodidad. El terapeuta también le puede presentar a una persona extrapunitiva algo o alguien a quién culpar y todavía permitirle a esta persona una posibilidad constructiva: Su mente consciente puede notar todos los errores que yo hago, pero su mente inconsciente no puede errar al disfrutar crear cómodidad. Note que en estos dos ejemplos la “resistencia” se cirscunscribe a la mente consciente, mientras que la cooperación se le atribuye al inconsciente. Una directiva terapéutica para un cliente extrapunitivo podría incluir elementos que rechazar, ya que la gente extrapunitiva tiene la necesidad de rechazar y /o criticar. Por ejemplo, un terapeuta que está trabajando con un cliente extrapunitivo que quiere perder peso podría decir: “Cuando usted era niño, se le dijo, ‘Termínate todo lo que está en el plato y no juegues con tu comida,’, lo cual estaba bien en esa etapa de su vida, pero se puede retar a las directivas. Así que en esta semana, en cada comida quiero que usted no se coma todo lo que está en su plato y juege con entusiasmo con su comida y sea creativo, pero hágalo plenamente. Usted dijo que está interesado en la arquitectura, así que acomode su comida en un modelo de construcción o como una casa. Y entonces levantese de la mesa y con rebeldía deje algo de la comida

en el plato.” Con esta directiva, el cliente extrapunitivo puede tener la delicia de rechazar uno o más elementos de la asignación compleja del clínico, mientras que todavía logra la meta total de modificar el ingreso alimenticio. El equilibrio es la meta preferida para aquella dinámica intrapunitiva< -- > extrapunitiva, porque tener la flexibilidad de ser autocrítico puede a veces ser útil. Sin embargo, en general, críticar y asignar la culpa raramente es algo constructivo. Como los potenciadores y reductores, los tipos extrapunitivos e intropunitivos tienden a casarse uno con el otro. Eventualmente, puede resultar en tensiones maritales debido a estas diferencias de personalidad. 4. Absorber Emitir Todos hemos visto individuos que, como el sol, emiten sus poderosos “rayos” de tal manera que iluminan todo alrededor de ellos; llenan la habitación con energía y luz. Por otro lado, están aquellos que absorben energía, chupandola como una esponja. Esta cualidad de absorber o de emitir energía es más evidente en situaciones sociales. Una inducción para un emisor podría comenzar como sigue: Escuche, acabo de leer éste libro de Jeff Zeig, y aunque que no soy un experto, pienso que la hipnosis podría serle útil a usted así que me gustaría usarla. Pero realmente necesito su ayuda. Ayudeme a ayudarle. Para un absorbedor: Usted no va a tener que hacer nada. Yo voy a hacer todo el trabajo. La experiencia de la hipnosis será como un mensaje psicológico. 5. Capacidad de respuesta directa < -- > indirecta Algunas personas responden mejor a directivas abiertas. Por ejemplo, aquellos que estan en el ejército a menudo responden a mandatos directos. Lo mismo es cierto para oficiales de policia y para bomberos, donde también hay una cadena de mando. Otros son extraordinariamente receptivos a claves mínimas, tanto, que podrían inconscientemente imitar el comportamiento de alguien en su presencia. Si un terapeuta hace una respiración profunda y exhala, sin siquiera darse cuenta, aquellos que son mas receptivos a claves mínimas

harán lo mismo. Quizá porque ellos han desarrollado neuronas espejo. Con el individuo que tiene capacidad de respuesta directa, el terapeuta puede usar un abordaje más autoritario. Con aquellos que responden a claves mínimas, el terapeuta puede usar un método más permisivo, indirecto. 6. Perseguidor Distanciador En su teoría de sistemas , Thomas Fogarty (1978) habla acerca de la cercanía en las relaciones y se enfoca en las dificultades inherentes al desarrollo de la proximidad emocional en las mismas. Fogarty hace notar dos dimensiones de movimiento en las relaciones: 1) movimiento hacia los objetos y 2) movimiento hacia la gente. El distanciador tiende a moverse lejos de le gente y hacia los objetos. El perseguidor se mueve hacia la gente y le da poco valor a los objetos. Más que etiquetar a alguien como “distanciador” o “perseguidor”, los clínicos pueden usar esas dinámicas como motivadores para crear inducciones. Por ejemplo, para un distanciador: “La hipnosis puede ser muy valiosa para que usted logre sus metas, pero tomemos algún tiempo para que considere las cosas cuidadosamente antes de tomar cualquier acción.” Para un perseguidor: “empecemos a trabajar lo más rápido posible.” Algunas personas son como monos; otras como tortugas. Si hay un reto, cierta gente se mueve hacia adelante, mientras que otras se alejan tímidamente. Con pacientes que se mueven hacia adelante, el terapeuta podría decir: “Vamos a hacer un plan ahora”. Para aquellos que se alejan, el terapeuta podría decir: “Vamos a tomarnos nuestro tiempo y a proceder metódicamente.” 7. Uno arriba Uno abajo Muchas relaciones diádicas tienen dos roles: Uno arriba y uno abajo. (Pero, hay relaciones que se basan en mantener una igualdad.) El individuo que está arriba se hace cargo, y toma decisiones basadas en sus preferencias personales. Por otro lado, los individuos que son uno abajo monitorean su entorno en busca de señales antes de actuar. Ellos basan sus decisiones en información externa, y a menudo responden a las instrucciones (abiertas o implicitas) que vienen del individuo uno arriba. El terapeuta puede observar ambos rasgos por sus manifestaciones de comportamiento. Los individuos uno arriba tienden a hacer contacto ocular firme y tienen una postura más audaz; los individuos uno abajo

son más vacilantes.

La dinámica del poder en las relaciones: Dinámica complementaria y simétrica

En su libro Communication: The Social Matrix of Psychiatry (1954), Gregory Bateson, observó que todas las comunicaciones contienen un mensaje implícito acerca de las relaciones y que todas las relaciones podrían categorizarse como complementarias o como simétricas. Desarrollaron el avance de las teorías de Bateson los analistas de la comunicación Watzlawick, Beavin y Jackson (1967) y posteriormente Haley (1963). En una relación complementaria, la persona uno arriba controla y define la relación y la uno abajo responde a las iniciativas de la primera. Las relaciones complementarias tienden a ser estables. En contraposición las relaciones simétricas son aquellas en las que los participantes insisten en la igualdad y este tipo de relación tiende a ser inestable. Dependiendo de las circunstancias, idealmente una persona puede llenar los papeles uno arriba o uno abajo en la relación puesto que tener flexibilidad es esencial para una afiliación funcional. Por ejemplo, cuando doy clase en un taller, estoy en la posición uno arriba, controlando y definiendo la situación. Pero durante un descanso, puedo estar uno abajo, aprendiendo ávidamente de un estudiante. Al enseñar en un taller, yo podría asumir una posición simétrica con un estudiante estimulante, dándonos a uno y otro una oportunidad de aprender. Los individuos raramente discuten o negocian abiertamente qué posición asumirán en la relación. Más bien, automáticamente adoptamos una posición u otra a los pocos segundos de habernos encontrado con el otro individuo. Las jerarquías son omnipresentes en el comportamiento animal y son parte de nuestra socio biología evolucionista. El posicionamiento jerárquico no está confinado al reino animal. Cuando estuve en mi programa de maestría en psicología clínica en la Universidad del Estado en San Francisco, se invitó a los estudiantes a pasar el día en el Instituto Esalen. Will Schutz, el instructor le dijo a los estudiantes que hicieran una línea desde el frente del cuarto hasta atrás. No me sorprendío que algunos estudiantes estuvieran luchando por estar al frente en la línea. Sin embargo me sorprendió que la lucha por estar al final de la línea fue igual de polémica. Lo más sorprendente fue que la trifulca era igualmente combativa en el medio. Algunas veces los papeles en una relación se acomodan contextualmente: Un socio podría asumir una posición uno arriba en situaciones sociales, mientras que el otro toma el mando cuando se trata de manejar finanzas.

Las relaciones simétricas, una abiertamente iguales, pueden ser tenues e inestables cuando las dos partes tratan de resolver el asunto de quién va a dominar o alcanzar el estado uno arriba. Considere este ejemplo de diálogo en una relación sistémica:

Persona A: He estado estudiando el trabajo de Erickson. Persona B: Bueno, también yo he estado estudiando a Erickson. Persona A: Entiendo que la más importante contribución de Erickson a la hipnosis es el desarrollo de la tecnica de la confusión. Persona B: Pero lo que yo entiendo de Erickson sugiere que su más importante contribución es la técnica de intercalamiento. Persona A: Bueno, Jay Haley dijo que la confusión es parte de cada inducción hipnótica. Persona B: Puede ser , pero el artículo de Erickson acerca de la técnica de intercalamiento fue más importante. Esta escalada en la puede terminar en una de tres maneras: Se resuelve en una relación complementaria dónde una persona se vuelve una arriba; la otra una abajo. La persona A podría parar la escalada diciendo: “¿Qué dijo Erickson acerca de la técnica de intercalamiento?” Hay una explosión y la relación termina. La persona A eventualmente pierde su compostura y grita: “¡No sabes nada del trabajo de Erickson! Me voy.” (En relaciones fisica o emocionalmente abusivas, las explosiones y violencia concomitante pueden ser precipitadas por cosas simples.) La tercera posibilidad involucra un gobernador que es empleado en el sistema y permite que la tensión escale sólo a cierto grado. El gobernador puede ser algo tan simple como un gesto verbal, tal como un socio cruzandose de brazos. Una vez que se exhibe el gobernador, la pareja puede o retractarse a un papel más complementario, o pueden cambiar el tema y así la tensión disminuye. En una relación funcional entre dos iguales fuertes, a menudo se usa un gobernador, aunque puede no ser reconocido conscientemente. Las parejas soportan y admiran la fuerza de cada uno y han desarrollado implicitamente sistemas en los cuales el estrés es modulado. Paul Carter (1982) observó este fenómeno en una pareja que comenzó a tener problemas maritales después de que el marido dejó de fumar. Se descubrió que en este sistema de relación de pareja, tomar un cigarro era una señal encubierta de que había una tensión incómoda. Luego de que el marido dejó de fumar, había poco para romper la tensión cuando surgía. Sin un gobernador, el estrés entre dos personas en una

relación simetrica podía escalar dolorosamente. Las relaciones simétricas que no son gobernadas pueden romperse rápidamente. Algunas personas luchan consistentemente para dominar en relaciones en las que no puede lograrse la igualdad. Un ejemplo de esto es la lista que mantenía una pareja de cuánto dinero había gastado cada uno durante la semana. Al final de la semana, hacían un balance para asegurarse de que el intercambio era justo. Una conversación entre individuos en tal relación podría ser como sigue: Él: Está bien, la última vez que salimos, tú pagaste el cine y yo pagué la cena. Esta vez tú puedes pagar la cena y yo la película. Ella: ¿Estas seguro de eso? Creo que pagué el cine y la cena. Ahora te toca. Las relaciones simétricas pueden estar cargadas con frecuentes choques y conflictos. Ya que muchos aspectos de este tipo de relaciones están abiertas a la negociación, las luchas se pueden volver omnipresentes, aún en las minucias de la vida cotidiana. Muchos terapeutas tienen dificultades al trabajar con parejas simétricas. Cualquier feedback del terapeuta indicando que la pareja está involucrada en juegos de poder, usualmente no tiene resonancia. Uno de los miembros podría responder, “ ¿Lucha de poder? Yo no estoy involucrado en una lucha de poder. Mi pareja puede estar en una lucha de poder ¡pero yo no!”De pronto el terapeuta le encuentra a él o ella en una relación simétrica en escalada con el paciente. Como ya fue mencionado antes, las dificultades pueden surgir donde hay una incapacidad para asumir de forma flexible (dependiendo de las circunstancias) un rol uno arriba, uno abajo o uno simétrico. La gente cae dentro del hábito de asumir rígidamente un rol estereotipado en todas las circunstancias. Una vez visité a un profesor europeo tan insistente en mantener una posición uno arriba que se pasaba mucho de nuestro tiempo juntos corrigiendo mi inglés (debo agregar que incorrectamente). Erickson era consistentemente uno arriba en sus relaciones. Yo le conocí cuando tenía 72 años, así que por lo que observé, la posición uno arriba de Erickson no era sólo un rasgo de personalidad, sino también por su estatus profesional, edad y autoconfianza. La riqueza en experiencia de Erickson y su aguda perceptividad le llevaron a controlar y a definir sus relaciones. Observé a Erickson en la posición uno abajo sólo en una ocasión. Había yo hecho inadvertidamente un juego de palabras que le sacó de balance, pero él rápidamente reconquistó su compostura y me remató con otro juego de palabras.

Su recuperación para reinstalarse en su posición uno arriba fue tan rápida que me confundí y me sobresalté…tanto que hasta este día no puedo recordar el juego de palabras que hice. En su trabajo, Erickson más a menudo era uno arriba, lo que es una posición común para conducir la hipnosis y la psicoterapia, porque en este módelo el terapeuta trabaja para elicitar estados adaptativos. Sin embargo, a veces puede ser benéfico ser uno abajo como estrategia terapéutica. El gran terapeuta familiar, Carl Whitaker, MD. fue un experto en el uso de la posición uno abajo. Le visité en 1980 cuando estaba en la residencia en la Clínica de Orientación Infantil de Filadelfia. El escenario era una clase maestra en terapia familiar en la que los estudiantes estaban en el circulo exterior y la familia y Whitaker estaban sentados en el circulo interior. El paciente identificado era un joven adulto psicótico. A poco de comenzar la entrevista, Whitaker brevemente cayó dormido. Cuando despertó relató un sueño que de alguna manera era relevante a la dinámica de la familia. Unos pocos minutos después, se durmió de nuevo y cuando despertó, reportó otro sueño que resonaba con la familia. La tercera vez que Whitaker se quedó dormido, al despertar, el padre del paciente le pidió explicación a Withaker y él admitió, “A menudo me quedo dormido cuando tengo ansiedad.” La admisión de Whitaker le permitió a los miembros de la familia que inicialmente tenían ansiedad sentirse más a gusto. El joven psicótico comenzó a hablar coherentemente. Para cuando terminó la entrevista, la familia tenía cohesión. Abrazaron a Whitaker y se despidieron. Como estudiantes, estabamos desconcertados. Whitaker, el pensador sistémico consumado explicó: “ La locura solamente ocupa un espacio y un sistema social.” El comportamiento inusual de Whitaker tiene efectos sistémicos: El comportamiento de los miembros de la familia cambió y ellos se unieron. En este caso, el cambio fue facilitado por el terapeuta asumiendo una posición uno abajo. Años después Whitaker me contó acerca de la única reunión que tuvo con Erickson. Erickson estaba dando unas conferencias en Atlanta y Whitaker fue al aeropuerto a encontrarle. Al subir al auto, Erickson preguntó a Whitaker, “¿Cuántos niños tiene usted?” Whitaker contestó que tenía seis. Erickson le dijo a Whitaker que él tenía ocho. Whitaker dijo que desde ese momento se definieron los roles: Erickson estaba uno arriba y Whitaker era uno abajo. Erickson estuvo consistentemente en la posición uno arriba, trabajando para crear experiencias evocativas. Su posición era como la de muchos líderes religiosos. Como hipnotista su papel era el de elicitar cambios en el estado de sus pacientes y estudiantes, los cuales requerían un rol uno arriba.

Una vez le pregunté a Erickson si alguna vez se había sentido cansado de enseñar temas similares. Sorprendido contestó, “No, estoy puramente interesado en lo que yo puedo aprender.” Estar en la posición de uno arriba no le impedía aprender. Cuando un cliente es inflexible e insiste en mantener una posición específica, el cambio puede ser impedido o incluso imposible de lograr. Decirle a una persona uno arriba inflexible que él o ella se esfuerza para estar uno arriba, es ineficaz para lograr el cambio. Podría no ser central a la queja que el paciente trae. Todavía más, la respuesta del paciente podría ser una metacomunicación con la persona diciendo: “Ese es un comentario interesante ,” porque este tipo de individuo ha desarrollado hábiles maniobras para detener los desafíos manifiestos a su firme posición de estar uno arriba. Algunas personas insisten en estar uno abajo, presentándose a menudo como una víctima por largo tiempo de exagerados infortunios y otras adversidades. Por ejemplo, la abuela en este diálogo hipotético: Nieto: Abuela ¿Cómo estás? Abuela: Oh, estoy sola. Nieto: ¿Por qué no sales y conoces alguna gente? Abuela: Oh, me duelen los huesos y es demasiado lejos como para salir del vecindario. Nieto: ¿Por qué no le hablas a algunas personas y les haces venir? Abuela: Quisiera, pero tú no entiendes. Este lugar es un desastre completo y no tengo la energía para limpiarlo. Nieto: ¿Por qué no llamas a alguien y hablan por teléfono? Abuela: Yo quisiera, pero no puedo oír bien. Y me quita mucha energía. Examinando de cerca hay una interesante dinámica subyacente de la abuela que parece estar en posición uno abajo. Mientras que la abuela está claramente presentándose a sí misma en un rol de víctima, está controlando y definiendo la relación tanto como lo haría una persona uno arriba. Bateson describe esta posición como “meta complementaria.” (Haley 1963) Un vínculo meta complementario ocurre cuando una persona asume una posición una abajo para realmente volverse uno arriba. Se le llama vínculo porque la persona no se define o se experimenta como una arriba. En la nomenclatura psiquiátrica tradicional, éste es el proceso llamado “ganancia secundaria.” Pero el discutir la ganancia secundaria con alguien raramente produce un cambio terapéutico. Sí usted le sugiriera a una persona uno abajo recalcitrante como la abuela, que está controlando la situación usando sus síntomas, ella replicaría. “¿Qué quieres decir con que yo estoy controlando? ¡Yo soy la que está

sufriendo!” Durante mi internado de postgrado traté a una mujer que tenía miedo de aventurarse en las tiendas. Curiosamente su apodo era un sinónimo de “tienda”. Su marido tenía una personalidad uno arriba. El miedo de la mujer le ponía más profundamente en la posición uno abajo. Pero, ya que su condición le evitaba hacer las compras familiares, una tarea que su esposo tenía que hacer, ella ganaba algo de control en su relación marital, lo que la ponía en la posición metacomplementaria uno arriba. En esa época yo no reconocía los desequilibrios en el matrimonio, y el esfuerzo de la esposa para lograr paridad y competencia. Hoy, si fuese a tratar un caso similar, sugeriría terapia de pareja. La persona uno arriba no sólo controla y define la situación, también induce un rol en la persona uno abajo, lo que puede ser funcional o maladaptativo. Los roles implícitamente asignados a la persona uno abajo podrían incluir ser estúpido, no querido o incompetente. Pero la persona una arriba podría también “inducir” en la otra persona roles constructivos, tales como ser inteligente o creativo. Ya que la persona uno arriba puede inducir roles y estados adaptativos, es significativo para la terapia estar en esta posición. Considere a una familia con una jerarquía perturbada dónde un niño desatado domina a sus padres. Al tomar control de esta relación, el niño tiene el poder de inducir los roles en los padres de ser incompetentes e impotentes. En su libro clásico, Strategic Family Therapy (1981) Cloé Madanes demostró que usar terapia estratégica para alterar las jerarquías familiares es terapéutico y puede aliviar los síntomas. Puede a menudo lograrse reacomodar la jerarquía a través de un abordaje de “hemisferio derecho”, tal como asignar tareas o usar la comunicación metafórica. Usualmente es de poco valor una discusión directa para cambiar la dinámica jerárquica poder / status, ya que el competir por la posición no ocurre totalmente en el nivel verbal consciente, sino que se navega implícitamente. Al entrevistarnos con alguien no nos decimos: ”Bueno, en esta situación, voy a ser uno arriba o uno abajo.” Sin embargo, como se expuso antes, esos roles son determinados en los primeros segundos de un encuentro a través de comportamiento no verbal tal como el porte, tono, postura, etc.

Intervenciones usando jerarquías

Un principio heurístico (N° 18) es : La psicoterapia puede ser efectuada en el mismo nivel en el que se generó el problema. Si un problema es generado en niveles verbales, puede ser resuelto a través de la discusión abierta. Si el problema se genera en niveles “implicitos” (“inconsciente” o límbico), la terapia

puede ser dirigida ahí. Puede usarse comunicación basada en nuestra evolución sociobiológica. Los métodos vivenciales se dirijen a y activan centros cerebrales inferiores. La mayoría de los problemas se generan al nivel de las asociaciones preconscientes que no son intencionales. Por eso pueden ser etécnicas terapéuticas efectivas las tareas, metáforas y otros métodos del “hemisferio derecho“ que usan la “comunicación límbica” y elicitan nuevas asociaciones y desconectan conjuntos rígidos mal adaptativos. Hacer consciente lo inconsciente no es el único camino al cambio. Así como el niño que está aprendiendo un lenguaje lo hace principalmente a través de procesos inconscientes, otros cambios en el comportamiento humano pueden hacerse sin mediación consciente. Paul Watzlawick (1982,p. 150) da un ejemplo excelente de Erickson usando un método de hemisferio derecho (también reportado en Haley,1973): Una pareja manejaban juntos un pequeño restaurante y constantemente discutían acerca de la mejor manera de manejarlo. La esposa insistía en que el marido debería estar a cargo, porque ella preferiría estar en la casa. El marido señalaba que ella nunca le dejaría hacer eso porque ella pensaba que sin su supervisión, él iba a arruinar el negocio. Luego de una detallada exploración de esta interacción en la que la causa típicamente produce un efecto que se remite a la causa, Erickson les dio una prescripción de comportamiento. Cada mañana el esposo iba a ir al restaurante media hora antes que su esposa. Este simple cambio, aparentemente tan “alejado” del problema “real” lanzó afuera por completo el mecanismo arraigado de su interacción crónica con un ciclo vicioso descentrado. Cuando la esposa llegó al restaurante, ella estaba ahora irremediablemente retrasada en su rutina y el marido ya había completado parte de sus funciones aparentemente irreemplazables. Ella pronto se dio cuenta de que podría llegar una hora después, o incluso más tarde y también encontró que no tenía que quedarse con él hasta la hora de cerrar. Así que ella encontró más y más tiempo para dedicarse a su casa y él se volvió cada vez más capaz de manejar por sí solo el restaurante. Erickson estaba muy atento a los estilos habituales uno arriba y uno abajo, y a menudo usaba tareas estratégicas, bromas e incluso técnicas de confusión para romper patrones inflexibles de comportamiento. Puesto que una de las principales metas de la terapia es elicitar roles más efectivos, es importante que el terapeuta aprenda a valorar los estilos jerárquicos. Más aún, los terapeutas deben mantener en mente la dinámica del poder de la relación terapeuta – paciente. Para inducir el cambio, el terapeuta debe estar

en la posición uno arriba. Además, el paciente está pagandole al terapeuta para guiar la experiencia en una dirección adaptativa. Y la conversación en la terapia es predominantemente unilateral, en la que el clínico se enfoca en la situación del paciente. Si el paciente está consistentemente uno arriba, el terapeuta no va a tener éxito. El trabajo del terapeuta es trabajar en nombre del paciente para elicitar el cambio. Esto sólo puede lograrse cuando el terapeuta está en la posición uno arriba— controlando y definiendo la relación en una manera derivada del entrenamiento profesional y de la experiencia. Todavía más, es trabajo del terapeuta inducir o elicitar estados y roles sociales adaptativos, lo que requiere controlar y definir las relaciones. Los métodos que ofrecen relaciones vivenciales son centrales a la terapia efectiva y requiere que el clínico está en la posición uno arriba.

Usando la dinámica de poder en la personalización de la hipnosis

Al usar una inducción por fijación ocular con una persona uno arriba, el terapeuta debería comenzar por decir: ¿Ve esa estatuilla en mi escritorio? Sólo mire en esa dirección general. Esta estratégia le da opciones al paciente. La persona uno arriba valora hacerse cargo y esta instrucción da la oportunidad de hacerlo. Todavía más, la opción ofrecida está confinada dentro del marco de la hipnosis y dentro de los parámetros vagamente definidos por el terapeuta. Una fijación ocular con una persona uno abajo puede ser más directa: ¿Ve esa estatuilla en mi escritorio? Mire el reflejo de la luz en la punta y uselo para enfocar su atención visual. El terapeuta también puede moverse lejos de la polaridad preferida. La hipnosis con una persona uno arriba puede progresar de tál modo que el individuo se sienta cada vez más cómodo en la posición uno abajo. Con una persona uno abajo, el terapeuta podría asumir una postura metacomplementaria de también estar uno abajo, para animar implícitamente al paciente a fin de ser más asertivo. En 1964, Erickson condujo una inducción con una mujer que tendía a ser uno abajo. A la mitad de la inducción, repentinamente él le dijo, con una cadenciosa voz aniñada, “Sabes, mi nombre es Milton. Mi mamá me puso este nombre hace mucho tiempo.” Al imitar la voz de un niñito, Erickson estaba en parte, evocando la realización* de la mujer de una relación madre hijo, lo que en efecto provocó a la paciente a la posición uno arriba y subsecuentemente ella comentó que Milton era un “bonito nombre.”

Resumen

Las categorías de valoración delineadas en este capítulo son las que yo uso más a menudo en mi trabajo. Sin embargo existen muchas otras categorias incluyendo: Afiliativo/Independiente; Espectador/Participante; Defensor/Atacante; Abstracto/Concreto; Cálido/Frío; Abierto/Cerrado; Basado en sumisión/Basado en desafío; Consistente/Inconsistente; Introvertido/Extrovertido; Global/Específico; Flexible/Rígido, etc. Otros profesionistas tendrán diferentes perspectivas y crearán su propia lista de categorías de evaluación. Ahora, no significa que esas categorías son definitivas, sino que se pueden usar en formas multiples: 1. Como poste indicador que guíe al terapeuta para crear inducciones hipnóticas efectivas. Para crear una diferencia subjetiva, trabajando con y contra la polaridad preferida. 1.

Para individualizar más efectivamente la terapia enfocando el tratamiento a través de las lentes del cliente.

1.

Para hablar el lenguaje experiencial del paciente y de ese modo simpatizar de manera más completa con su situación.

1.

Para personalizar la motivación. Por ejemplo, a una persona linear se le pueden dar razones secuenciales para hacer una tarea terapéutica. Una persona interna puede hacer la tarea para sentirse mejor.

1.

Para determinar cómo el cliente hace el problema. Esto implica hacer mapas (el tema del capítulo 6). Para hacer depresión, un cliente podría ser interno, táctil, incrementar lo negativo, alejarse socialmente, asumir una posición uno abajo, etc.

1.

Para modelar la efectividad. El modelado es una de las más importantes contribuciones de la PNL. Para modelar a Milton Erickson, uno debería ser externo, visual, acrecentar lo positivo, esforzarse para estar en la posición uno arriba, etc.

Nuevamente, no hay una medida absoluta de dónde puede caer un cliente a lo largo del espectro de polaridades. Las interpretaciones son estrictamente

dependientes del punto de referencia del terapeuta individual. Por ejemplo, un terapeuta podría valorar al paciente como externo mientras que otro lo vería como interno. De hecho, el paciente podría simplemente ser más externo que el primer clínico— y más interno que el segundo. En la misma vena, un clínico altamente intrapunitivo podría valorar al cliente como extrapunitivo. En ambos ejemplos, la distinción se relaciona con las propias características del terapeuta. La valoración usando esas categorías es un asunto de percepción no de ciencia. Otro método de valoración involucra el uso de distinciones que identifican patrones característicos. Algunos patrones se establecen biológicamente. Patrones de acciones fijas

Un patrón de acción fija es una respuesta instintiva en el comportamiento animal disparado por un estímulo específico. Este patrón ha sido extensamente estudiado por los etólogos. Una vez disparado, el patrón no puede detenerse y debe realizarse hasta que se complete. Un ejemplo es la danza de apareamiento de algunas especies de pajaros. Aunque algunos expertos pueden no considerar a los patrones de acción fija como parte del comportamiento humano, hay procesos redundantes en el ser humano que parecen sorprendentemente similares. Imagine por un momento que estamos observado discretamente a un grupo de personas que acaban de presenciar una crisis seria. En poco tiempo, notaríamos una respuesta en formas marcadamente diferentes—la capacidad de respuesta se fragmenta en formas características. Así, podría haber una respuesta fisiológica: algunos podrían demostrar una reacción de diuresis; algunos, una peristáltica (sí, en lenguaje popular algunos podrían “mearse de miedo” y otros “cagarse de miedo”). También hay diferencias características en estilos de personalidad cuando se les confronta con una excitación limbica. Una persona podría actuar como león atrevido; otros como gacelas asustadas; otros como zarigüeyas, que juegan a ponerse “catatónicos como zarigüeyas”; otros como cervatillos paralizados; otros retirandose como tortugas; otros como jóvenes animales que quieren correr con la madre. Cuando se les enfrenta a dificultades serias, característicamente algunas personas pelean, otras huyen, algunas se pliegan, algunas se congelan, algunas se esconden, algunas se aferran y algunas se someten y dejan que otros tomen el mando. Entre los animales, la respuesta más común al peligro es la de huir. Habría también una respuesta emocional característica. Dependiendo del maquillaje emocional y de los hábitos, algunas personas mostrarían miedo, mientras que otras exhibirían rabia, excitación, frustracion y hasta culpa.

Si los padres de esos individuos estuviesen en la escena, es probable que podríamos igualarles con sus hijos, basándonos en las estrategias de resolución de problemas de los padres y de los individuos. Las estrategias a menudo se transmiten por generaciones. Las estrategias de resolución de problemas probablemente no son una predisposición genética sino más bien la transferencia de un conjunto de conductas aprendidas, de patrones de acción fijos que la gente exhibe cuando observan y reaccionan a sus mundos. Quizá algunos son epigenéticos. A estos patrones de comportamiento fisiológicos, sociales y/o emocionales o “herencias familiares” se les puede llamar tambien “ganchos”.

Ganchos

Los pacientes no pueden sólo ser evaluados de acuerdo a categorías de valoración. Un terapeuta puede también considerar las posiciones o ganchos característicos de los pacientes, los cuales determinan cómo un paciente actúa y reacciona. Ganchos específicos conducen a patrones repetitivos y redundantes de comportamiento a los cuales el paciente comúnmente se adhiere. Tienen un valor relacional y son a menudo mecanismos que la gente usa para mantener la homeostasis en una relación. Fisch, Weakland y Segal (1983) fueron los primeros en escribir sobre el concepto de “ganchos.” (En subsecuentes publicaciones de sus trabajos, los autores reemplazaron el término con el de “posturas.”) Aprendí sobre esos ganchos hace más de 10 años antes de leer el libro de los autores en un seminario de entrenamiento al que asistí en el Mental Research Institute a principios de los setentas. Las categorías de valoraciones que presenté antes tienen un valor heurístico, pero hay un riesgo inherente en un terapeuta rigidamente adherido a las categorías. Por ejemplo, podría ser fácil categorizar abiertamente a alguien como un potenciador, pero dudo si esto tendría valor terapéutico. Es un enfoque más fluido y flexible pensar en terminos de ganchos de un paciente. Es un asunto de evaluar la posición que un paciente toma. Como se indicó previamente, Erickson no estaba interesado en etiquetar o categorizar a los pacientes, pero implícitamente usaba ganchos para avanzar la terapia. Un gancho no tiene que ser juzgado como si fuera o positivo o negativo; un gancho simplemente representa la posición de una persona. He aquí algunos ejemplos: 1. Ser tentativo. 1.

Proveer solamente información parcial, a menos que se le inste.

1.

Ser abiertamente analítico y lento para responder.

1.

Siempre hacerse cargo de una situación; ser un lider.

1.

Ser desinteresado y dar.

1.

Decirle a la gente lo que uno piensa que el otro quiere escuchar.

1.

Necesitar constantemente seguridad.

1.

Ser cuidadoso y fastidioso.

1.

Ser ajeno al efecto que el comportamiento de uno tiene en otros.

1.

Siempre decir la verdad.

1.

Mentir.

1.

Moverse lentamente.

1.

Vestir ropa de mucho estilo.

Positivos o negativos, los ganchos son lo que la gente valora. Por ejemplo, algunas personas pueden estar enganchadas en mentir, dándole valor por lo que se les pueda brindar, quizá incluso sintiendo derecho a dedicarse al engaño, mientras que otros pueden valorar la honestidad y sentirse orgullosos de siempre decir la verdad. Los ganchos abarcan más que sólo rasgos de personalidad. Erickson una vez me autografió un libro con la declaración: “Sólo un libro más para rizar su cabello,” porque él sabía que yo estaba orgulloso de mi pelo y le daba valor a mi cabello rizado. Los ganchos pueden haber tenido valor para un cliente en el pasado, pero pueden no ser adaptativos en el presente. Y todavía más, una vez que un patrón de comportamiento es iniciado, tiende a continuar hasta que el patrón se complete. El concepto de determinar los ganchos de un paciente funciona en dos niveles: 1) Ofrece al terapeuta una valoración acerca del paciente, y 2) Puede usarse para personalizar las directivas, con el terapeuta usando ganchos como herramientas para individualizar el tratamiento.

Hay una tendencia de las personas a comportarse de la manera en que ellos aprecian y aprecian la forma en que se comportan. Una vez que los sistemas de valores del cliente son determinados, la terapia puede entonces ser personalizada para ajustarse a ese sistema; en otras palabras, se enfoca a través de las lentes del paciente. Por ejemplo, si el paciente valora ser desinteresado, la terapia puede ser enganchada a ese valor animando al paciente a cambiar para el beneficio de otros. Para un individuo egoísta, la terapia puede ser enmarcada solamente para la ganancia personal del paciente. Los ganchos generalmente son patrones preconscientes. Mucha gente piensa poco en ellos, o no se percatan de ellos en absoluto. Los pacientes pueden ignorar sus ganchos de la misma manera que ignoramos informacion de estado continuo como la música que se toca en una tienda, restaurant o elevador o el zumbido de un aire acondicionado o el motor de un auto. Sin embargo los terapéutas deberían estar conscientes de los ganchos porque usarlos puede hacer avanzar la terapia. Hay un número infinito de ganchos a los cuales los pacientes pueden estar apegados. Voy a dar ocho categorías que yo he identificado y que frecuentemente uso para guiar mis evaluaciones. Esas distinciones pueden ayudar a los clínicos a contestar la meta cuestión: “¿Qué posición toma el paciente?” La mejor orientación posible es la de minimizar el uso rígido de distinciones y enfocarse en la meta cuestión, pero las siguientes distinciones pueden ser utiles al terapeuta para determinar el mejor tratamiento. 1. Patrones de personalidad/ Roles sociales Los patrones de personalidad son de facil valoración para el clínico. Tuve una vez un paciente que era hijo único. Uno de sus padres tenía una severa incapacidad; el otro, severos problemas emocionales. Desde una edad temprana, al paciente se le había enseñado a ser “tranquilo,” “cuidadoso, “ y “responsable.”Aprendió las lecciones bien y se enganchó en esos comportamientos, y así fue altamente competente en situaciones donde esos comportamientos fueron valiosos y necesarios. Desafortunadamente, su patrón de personalidad entorpecia su habilidad para soltarse en situaciones en que requería diferente repertorio, tal como ser festivo con su familia. Para ayudarle, también valoré sus ganchos y se enfatizó a través de directivas terapéuticas (incluyendo hipnosis) la utilidad de procesos que fueran tranquilos, cuidadosos y responsables, pero conducentes a resultados adaptativos. Otros patrones de personalidad que los pacientes muestran podrían incluir

sentirse inadecuado, ser crítico, leal, confiado, etcétera. Esos patrones de personalidad son roles sociales a los cuales uno se habitúa. 2. Patrones de lenguaje Para establecer el rapport y ofrecer directivas, le es valioso al clínico entender los ganchos lingüisticos. Ciertos patrones de lenguaje a menudo acompañan a patrones de personalidad. Por ejemplo, una persona altamente organizada puede ser extremadamente precisa en su habla, escogiendo muy cuidadosamente las palabras y las frases. Los patrones lingüisticos pueden ser terapéuticamente utiles, pero son a veces dificiles de discernir porque se mezclan a la perfección dentro de la comunicación del cliente y, como se mencionó anteriormente tendemos a ignorar información de estado continuo, las redundancias. Algunos clientes de manera repetida pueden usar cualificadores minimizantes tales como: “un poco,” “algo,” “sólo tantito,”o “parece.” También, los patrones de lenguaje pueden indicar la naturaleza del problema del paciente. Por ejemplo, los pacientes ansiosos pueden usar frases por default tales cómo: “¿Que tal si…?” Los clientes deprimidos pueden usar frases tales como: “Si sólo…”La comunicación de un paciente puede estar salteada con palabras de relleno y frases tales como, “Okay, así que…,” “Quiero decir…,” ”…como…,””Así que de cualquier manera…,” y “¿…sabes?” Esas pueden parecer declaraciones inutiles, pero para desarrollar rapport, un clínico puede sutilmente reflejar y utilizar efectivamente las palabras y frases familiares redundantes y cómodas del paciente. Usar los patrones de lenguaje del paciente puede también hacer a las sugestiones subsiguientes más memorables y efectivas. Otros patrones lingüisticos que los clientes usan, incluyen figuras del habla y metáforas. Los clientes pueden ser formales en su lenguaje, o usar jerga o coloquialismos. Y otra vez, el terapeuta puede recoger cualquier expresión que el cliente usa para avanzar el tratamiento. Los patrones de lenguaje pueden facilitar la hipnosis. Cuando un individuo habitualmente contesta “no” cuando se le presenta con una cuestión “sí” o “no”, el terapeuta puede utilizar este patrón por usar una negación doble o hasta triple para una directiva terapeutica: No es que usted no quiera hacer ejercicio esta semana,¿no? Los síntomas descriptores pueden ser reencuadrados hipnóticamente. Por

ejemplo, si un paciente describe su dolor físico como “quemante, presión, y dolor exquisito,” en una inducción hipnótica, el clínico puede reencuadrar las palabras sintomas como palabras hipnóticas: No hay necesidad de experimentar la presión…de estar comodamente sentada en la silla. Su mente interna puede monitorizar la presión… de sus manos descansando en su regazo y hacer los ajustes que pueden incrementar su sensación de una comodidad en desarrollo. Y usted puede de pronto realizar* los momentos de comodidad de cuando era una niña, recordando como tenía un deseo quemante de jugar con amigos y cómo la esquisitez de sus amigos le hizo sentirse cómoda. Los micrométodos, tales como reencuadrar a las palabras sintomáticas como palabras hipnóticas, no son sólo benéficos, sino que pueden trabajar sinergísticamente con otros métodos. Cuando comencé mi carrera como terapeuta, yo escribía lo que el paciente decía en la primera sesión de tal modo que luego podía analizar las redundancias del lenguaje. Eventualmente, me sintonizé a las redundancias y ya no necesité registrar más las primeras sesiones, pero fue útil al principio. 3. Ausencias conspicuas Con entrenamiento, los terapeutas pueden sintonizarse a sí mismos para notar comportamientos que están conspicuamente ausentes en el paciente. Por supuesto, “ausencia conspicua”es un oxímoron. Pero cuidado: Lo que está ausente a menudo es más difícil de percibir que una aberración real. La ausencia conspicua puede ser psicológica o física. Psicológicamente, alguien podría tener una ausencia conspicua de asertividad o de otra emoción. Algunas personas tienen una ausencia fisica. Tengo un amigo cuyos dedos fueron amputados, pero pasaron semanas hasta que me di cuenta. Erickson contó numerosas historias acerca de estudiantes que no reconocian las cosas que deberían haber sido obvias. Por ejemplo, uno de sus estudiantes trajo con él a su esposa para ver a Erickson y Erickson le hizo notar que la esposa del estudiante tenía los dedos de los pies palmeados. El estudiante no había notado antes que su esposa tenía los dedos palmeados, pero todavía más curioso, la esposa no lo reconoció sino hasta que Erickson se lo hizo notar. Para compensar la ceguera por falta de atención, Erickson instruía a sus estudiantes a notar ausencias conspicuas en pacientes al entrevistarse con ellos, de tal manera que el comportamiento y los problemas del paciente podrían

entenderse mejor. Erickson decía que los estudiantes deberían ser conscientes de si un paciente tiene buena vista en ambos ojos; si puede oir bien en ambos oídos; si tiene diez dedos funcionales,etc. También puede haber ausencias conspicuas en el lenguaje verbal y corporal. Alguién podría no usar adjetivos y adverbios, o los movimientos corporales podrían estar restringidos. Quizá falte un comportamiento prosocial como la sonrisa o la risa. Algunas personas pueden valorar no tener cierta calidad o comportamiento en su maquillaje psicosocial (emocional/ de comportamiento/social). Por ejemplo, se pueden sentir orgullosos de que raramente se enojan o lloran. 4. Patrones no verbales Los patrones no verbales pueden incluir un intenso contacto ocular o una evitación de éste. Algunos individuos disfrutan ser tocados, pero otros se alejan de ello. Los clientes pueden usar gesticulaciones características cuando hablan que pueden ser amplias o pequeñas, expresivas o crípticas. Las maniobras de proximidad, tal como acercarse o alejarse de la gente y requerir más espacio personal son patrones no verbales. El terapeuta puede volverse experto en notar estas características y más. 5. Operaciones de seguridad Yo uso el término “operaciones de seguridad” para describir una subclase específica de comportamientos verbales y no verbales que la gente usa para promover comodidad psicosocial. Tales conductas podrían ser tan simples como rascarse la cabeza, jugar con el cabello, estirar las piernas o mascullar “u- uh.” Sin embargo, las operaciones de seguridad no son necesariamente efectivas para lograr la comodidad psicológica. Quizá una operación de seguridad fue efectiva en el pasado, pero a la larga, las operaciones de seguridad raramente tienen una función adaptativa. Por ejemplo, una compulsión tal como el lavado de manos (considerado una actividad neutralizadora) puede inicialmente aliviar el miedo de una persona a contaminarse, pero cuando se hace continuamente, ya no soslaya el temor, sino que promueve la ansiedad. Los terapeutas deberían poner mucha atención a los manierismos de los pacientes, especialmente en situaciones de estrés, esto es, temprano en la primera sesión. Este es un momento en que los pacientes se sienten con más

incertidumbre y por eso mostrarán activamente operaciones de seguridad Los terapeutas pueden utilizar constructivamente las operaciones de seguridad de un paciente cuando realizan una inducción hipnótica o fantasía guiada. Por ejemplo, si un cliente siempre cruza los brazos sobre su pecho, el terapeuta puede ofrecer una historia en la que el protagonista supera un problema y entonces de manera triunfal cruza los brazos sobre su pecho. 6. Tiempo Las personas tienden a tener una orientación pasada, presente o futura y la manera en la que alguien se orienta en el tiempo podría contribuir al problema presentado. De ser así, el terapeuta puede crear un plan de tratamiento usando la orientación del paciente. Considere al paciente cuya conversación está llena de referencias al pasado. Estar involucrado abiertamente con un pasado sin cambios puede contribuir a la depresión. De manera similar, alguien que intensamente anticipa el futuro, a menudo experimenta ansiedad. Cuando se crea una inducción para un paciente que está obsesionado con el pasado o con el futuro, el terapeuta puede intentar reorientarle a enfocarse más en el presente. Por su naturaleza, una inducción hipnótica tiende a absorber al paciente en la experiencia inmediata (Vea a Zeig, 2014), y por lo tanto está orientado al presente. Pero alguien también puede estar demasiado orientado al presente. Por ejemplo, si un adolescente está sólo interesado en “lo que está sucediendo ahora,” él podría fracasar para considerar las lecciones del pasado o estar consciente de las posibles consecuencias futuras. Este adolescente debería estar viviendo “a tiempo.” Pero, la posición ideal es vivir “a través del tiempo,” dónde uno vive en el presente, se dirige hacia el futuro, pero todavía considera las lecciones pasadas y las consecuencias futuras. Evaluar cómo alguien se relaciona con el tiempo también puede incluir notar si una persona prefiere hacer las cosas de manera lenta o rápidamente. Tales problemas son exacerbados por la manera en la que los individuos usan el tiempo. La sobrealimentación y la ansiedad están a menudo basadas en hacer las cosas rápidamente. Para más información vea The time Paradox; The New Psychology of Time that will Change Your Life por Philip Zimbardo (2009). 7. Requerimientos relacionales

Los requerimientos relacionales son procesos por los cuales los individuos, abiertamente o en forma encubierta requieren algo de otra persona. Es más fácil notar un requerimiento relacional cuando se trabaja con parejas o con familias que cuando se trabaja con un cliente individual. Los ejemplos de requerimientos relacionales serían los de una persona que de manera irracional requiere que otra hable de cierta manera (lentamente o de manera distinta); necesitar que la otra parte exprese vulnerabilidad; consistentemente interrumpir en terapia de parejas para comentar y explicar el comportamiento de la pareja; demandar asesoría explicita; y obsesivamente necesitar saber por qué algo es de la manera que es. A menudo es el caso de que los requerimientos relacionales son un indicador de angustia psicológica: entre más intenso y demandante es el cliente con sus requerimientos relacionales, más severo es el problema de personalidad. De aquí que es importante que los terapeutas identifiquen patrones relacionales. Muchos clínicos encuentran difícil describir patrones de interacción y discernir las reglas implícitas que gobiernan las relaciones, especialmente aquellas que son íntimas. Nuestro vocabulario está diseñado en torno a descripciones centradas en personas, y no en patrones de interacción. El amor y la ira se describen primariamente como estados internos, pero esas emociones también podrían ser patrones de interacción entre personas. Por ejemplo, una definición interaccional del amor podría ser descrita usando el acrónimo TOPEFO: Tomar Obvio Placer en la Felicidad del Otro. El amor es un patrón de interacción en el cuál las partes disfrutan abiertamente cuando la otra parte significativa está ocupada con algo que disfruta. Una vez que el terapeuta tiene experiencia en terapia familiar o de parejas, la comprensión sistémica de los patrones a menudo emerge. 8. Secuencias Cuando se deconstruyen, las anclas consisten en componentes y secuencias; no son entidades estáticas. Las anclas son patrones repetitivos y redundantes de comportamiento que transcurren en el tiempo. En Games People Play (1964), Eric Berne da una brillante descripción de patrones secuenciales a los que les llama “juegos.” Aquí está la formula secuencial para los juegos: Timo + Estratagema ---> Respuesta---> Cambio ---> Confusión---> Mal sentimiento en consecuencia. Una analogía para explicarlo: Un pez nadando en un lago ve una lombriz colgando de un anzuelo. El timo es la lombriz colgando designada a capturar la atención y la “estratagema” en la terminología de Berne es la debilidad (quizás

inatención o hambre) que le permite al pez obviar el anzuelo. El pez quiere el gusano, así que la respuesta es morderlo. El cambio es cuando se jala el carrete. Hay un momento de confusión porque el pez no espera el cambio. En esta analogía, el mal sentimiento que resulta es la muerte del pez. He aquí una analogía en los negocios: La persona A le dice a la persona B que le encantaría abrir un negocio, pero no tiene dinero. La persona B ofrece proveer el financiamiento. La persona A acepta la oferta, pero cuando avanza con su plan de negocios, la persona B repentinamente retira el soporte financiero, para el desánimo y la confusión de la persona A que estaba tan prendida en su entusiasmo que no consideró la historia de la persona B al ofrecer ayuda en nuevas aventuras de negocios, pero que luego abruptamente se retira del trato. El plan de negocios de la persona A se cae por completo y la persona sufre dificultades financieras. Los juegos que la gente juega están compuestos de pasos secuenciales. Ahora, una secuencia no es suficiente para evaluar un patrón, pero un terapeuta con experiencia eventualmente reconocerá un patrón y será capaz de usarlo terapéuticamente. He aquí un ejemplo de secuencia: Paciente: Me estoy sintiendo angustiado, tambaleándome en el borde del agotamiento. Terapeuta: Yo diría que ya es momento de unas vacaciones. Paciente: Es una idea excelente. Pero no me puedo tomar vacaciones. Creo que me tomaré el fin de semana. Terapeuta: Un minuto…no podemos hacer un viaje de fin de semana porque mi esposa está trabajando en un importante proyecto. Pasará un buen tiempo antes de que siquiera podamos salir un día. Nunca voy a poder descansar. Las cosas no parecen salirme bien. Todos los demás se toman vacaciones pero imagino que no me merezco unas vacaciones de verdad. La secuencia de este paciente puede deconstruirse en seis pasos: 1. Pide consejo por implicación. 2. Felicita al terapeuta por darle un excelente consejo. 3. Modifica el consejo ofrecido. 4. Encuentra una falla en el consejo.

5. Se siente frustrado. 6. Asume una postura intrapunitiva, la auto postura de "reprender" a la víctima. En el análisis transaccional, este patrón puede ser etiquetado como el juego de “Sí-Pero.” Esta secuencia puede ser usada constructivamente, por ejemplo, al formular una inducción hipnótica. El principio de utilización (N°19) dicta que cualquier cosa que el cliente haga para crear un problema puede también ser reconvertido para crear una solución. La secuencia de un problema puede ser incorporada en un procedimiento hipnótico mediante el cual los elementos se reformulan constructivamente y el resultado es constructivo. La siguiente es una hipotética secuencia de inducción para este paciente: 1. Podría encontrarse cómodo mientras es guiado sin esfuerzo por su mente interna ... 2. …y usted se puede tomar tiempo para realmente apreciar el consejo, la supervisión de su mente interna mientras encuentra un foco de comodidad… 3. …aunque podría haber ahí otra experiencia tal como un recuerdo o una imagen que usted piensa que le ayudará a obtener mejor esa comodidad. 4. Pero, usted puede encontrar que es imposible generar comodidad en todas partes de su cuerpo… 5. …y su mente consciente puede estar frustrada con sus esfuerzos. 6. Y, su mente consciente puede ser la victima de este esfuerzo para obtener comodidad… pero su mente interna puede obtener comodidad por dentro… a su modo, el modo que es correcto para usted. Además de crear inducciones hipnóticas, hay otras maneras de utilizar secuencias. Y, el efecto de la utilización combinada de las estrategias puede ser sinergístico. Es el trabajo del terapeuta envolver para regalo a los conceptos de tal manera que el cliente los realice* y entonces asuma estados adaptativos.

Presentar los pasos de una secuencia ofrece insight a los clínicos de cómo la secuencia puede ser rota. Un objetivo común es interrumpir la secuencia en un punto débil. Esto se puede hacer agregando un paso. Por ejemplo, en el ejemplo anterior, en el punto en el que el paciente se entusiasma por el consejo del terapeuta, éste debería interponer la sugestión de que el paciente haga una pausa, haga una respiración profunda, acaricie su cara o que se ocupe en alguna otra acción aparentemente inocente. Cualquier directiva podría ser valiosa en esta coyuntura, porque una pequeña modificación en la secuencia puede tener un efecto de bola de nieve para elicitar el cambio. El terapeuta podría también traer la secuencia a la atención del paciente, y entonces ambos, paciente y terapeuta pueden desarrollar formas de romper el patrón total. En psicoterapia, ciertamente hay un lugar para el insight y algunos pacientes se pueden beneficiar de darse cuenta de un patrón inconsciente. La octava distinción puede ser útil para hacer una valoración y entender la posición que el cliente tome. Los “ganchos” pueden también ser considerados elementos de las categorías de evaluación. Por ejemplo, una persona que está uno arriba en una relación tiene maneras específicas de relacionarse al tiempo, y usa formas específicas de lenguaje, patrones no verbales, secuencias, ausencias conspicuas, requerimientos relacionales y operaciones de seguridad. Hay también elementos de cualquier patrón de personalidad—adaptativo o maladaptativo. En resumen, crear una evaluación es algo básicamente estructural, esto es, dirigirse a patrones existentes en el presente que pueden ser fundamentales para decidir las metas del tratamiento, los métodos de envolver para regalo e incluso procesos terapéuticos. Una evaluación estructural es una forma detallada de determinar cómo el cliente hace el problema. Para lograr la evaluación, el terapeuta puede crear un mapa en el cual los elementos pueden ser especificados para promover el cambio de una manera más efectiva. Mientras que las categorías de evaluación y los ganchos son un fundamento, mapas más complejos pueden ser creados para mejorar los resultados del tratamiento. En el capítulo siguiente regresamos a la depresión como ejemplo usado en el mapeo complejo. Los principios de este capítulo: 17. Sugiera--->Motive 18. La psicoterapia puede ser realizada en el mismo nivel en el que el problema es generado.

19. Cualquier cosa que el paciente haga para crear un problema podría también ser reconvertida para crear una solución.

6. Mapeo avanzado Introducción

Una orientación fenomenológica a la “depresión” conduce a ver la depresión como una construcción social, más que una enfermedad por neurotransmisores neurales insuficientes. Etiquetar a la depresión como una construcción social es válido porque le permite al terapeuta crear intervenciones sociales más que médicas. Una conclusión radical de ver a la depresión como construcción social es que la depresión no existe—al menos no como la enfermedad comúnmente entendida por los profesionales del campo de la salud mental—y tampoco existen la ansiedad o cualquier otro problema psicosocial. Mi propósito al hacer esa aseveración herética, claramente en contra de la tradición prevalente, es ser práctico, no provocativo. ¿Creo que la depresión no existe? Bueno, sí y no. Mi respuesta depende de lo que es clínicamente conveniente. Algo que es cierto en un contexto puede no serlo en otro. Hay grandes y pequeñas verdades. Las pequeñas verdades son absolutas; las grandes verdades surgen cuando tanto la afirmación como su negación pueden ser igualmente ciertas. Por ejemplo, en física, la luz no es una singularidad; puede comportarse como una partícula y como una onda. De manera similar, los problemas psicológicos, tales como la ansiedad y la depresión, no son singularidades y pueden asumir diversas formas. Por ejemplo, un problema psicológico puede ser considerado un estado, un patrón de interacción, una secuencia temporal redundante, un déficit en una serie de habilidades, un proceso fisiológico, un estilo psicológico o como un sistema que incluya a varios de esos factores. Como “mapee” el clínico al problema define el enfoque de tratamiento usado. Para navegar efectivamente en el terreno complejo de la depresión, es necesario un mapa, ya que va a dar opciones relevantes. En este capítulo, animo a los clínicos a crear mapas complejos del problema presente del cliente ya que al hacerlo así puede llevar a un tratamiento más rápido y más efectivo. En este capítulo, mi enfoque está en la depresión, pero todos los problemas psicológicos pueden ser mapeados. Un terapeuta puede mapear a la ansiedad, a un mal hábito, a una relación insatisfactoria, etcétera. Las fortalezas de un cliente también se pueden mapear, algo que pudiera ser útil al establecer metas enfocadas en la solución. En este capítulo, desarrollo modelos de valoración fenomenológica e

incluyo indicaciones concomitantes para el tratamiento. También expando la idea de los mapas fenomenológicos para entender mejor la realidad subjetiva del cliente. Los terapeutas y los clientes ya tienen mapas antes de que comience el tratamiento. Esos mapas del problema son la realidad subjetiva del terapeuta y del cliente, realidad que puede ser limitante. Sin embargo, si el terapeuta crea un mapa más complejo de un problema, da más opciones para la intervención social.

Mapas del paciente

Los pacientes tienen títulos simples para los mapas complejos, implícitos que usan para negociar la vida y crear el orden en un mundo caótico. Sin embargo, los títulos a menudo son nominalizaciones estáticas que pueden conducir a reglas rígidas de conducta social. La “nominalización” es cambiar una palabra que no es un nombre en un nombre. El uso de la nominalización le permite a uno hablar concisamente. Pero, la nominalización de algo complejo le puede convertir en una etiqueta, lo que puede obscurecer el proceso dinámico subyacente. Nominalizar pone limitaciones en el paciente y el terapeuta. Metafóricamente hablando, es aprisionar a ambas partes. Pero definir un problema como un complejo de elementos y de procesos, y tratarle como tal, puede servir como un salvoconducto para salir de la cárcel. Por ejemplo, si el problema es físico, tratar dicha condición con medicamentos está bien, pero cuando se usa una intervención social, es un mejor enfoque dirigirse a los componentes y procesos subyacentes. La depresión es una nominalización del verbo “deprimir”, o su gerundio “deprimiendo”. La depresión no es una simple entidad y etiquetarla como tal puede subsecuentemente evolucionar en la creencia estática de que es una “cosa.” Creer explícita o implícitamente que la depresión es tangible no ayuda a crear psicoterapia. La gente a menudo se refiere a sí misma como “deprimida”, sin darse cuenta de que su depresión es un proceso complejo, dinámico. Todavía más, estar deprimido puede convertirse en un estilo de vida codificado, puede volverse la identidad de uno. Ahora, como clínico yo simpatizo con la descripción de un cliente de un estado emocional y no descarto una auto definición limitante. Sin embargo, me esfuerzo por crear una etiqueta diferente, una que tiene la utilidad de promover un cambio deseado. Para hacer eso, pienso en términos de cómo el paciente “hace “un problema. Por ejemplo, ¿Cómo se “deprime” a sí mismo el o la cliente? Al pensar de esta manera, cambio la nominalización de depresión en dos: componentes y procesos. Ver un problema,

tal como la depresión, formado de componentes y de procesos es útil porque el componente de un proceso es más fácil de cambiar que una entidad. Los pacientes a menudo les presentan problemas a los terapeutas como si estos fueran cosas a modificar. También los clientes abiertamente o en forma encubierta piden al terapeuta que cure el problema presente, como si el terapeuta tuviese poderes especiales y el cliente tuviera poco o ningún control sobre la situación. La terapia es más efectiva cuando el terapeuta le ayuda al paciente a darse cuenta experiencialmente de que es el autor de su propio guion de vida, no sólo una víctima pasiva de una enfermedad no modificable.

El modelo de la enfermedad

Categorizar a la depresión como enfermedad puede ser útil para los nosólogos, los demógrafos, los estadísticos, las compañías de seguros, los investigadores clínicos, los médicos, los psiquiatras y por supuesto, para la industria farmacéutica; pero para el psicoterapeuta en la trinchera que hace intervenciones sociales, tal categorización es de limitado valor heurístico. Un diagnóstico es un plan de tratamiento. Diagnosticar a un paciente con la enfermedad de la depresión limita implícitamente el tratamiento a una intervención médica. Sin embargo, los terapeutas pueden tratar a le gente ayudándoles a alterar su experiencia. Y pueden hacer esto creando primero una etiqueta más constructiva, más maleable para el problema de un paciente. Por lo menos, el terapeuta puede postular que el paciente está en alguna medida, “deprimiéndose” a través de acción o inacción, porque implica posibilidades de poder personal. Una perspectiva contemporánea común es que la depresión es únicamente debida a disfunción cerebral o a un desequilibrio químico. En psicoterapia no es práctico tener esa visión restringida porque limita las opciones para la intervención social. Yo prefiero una perspectiva teleológica, orientada primero a la flexibilidad terapéutica y a la efectividad. Desde este punto ventajoso, puedo deconstruir un problema en sus componentes, cada uno de los cuales puede ser cambiado mediante la intervención social. La deconstrucción crea distinciones que tienen valor terapéutico y heurístico; sin embargo, se necesita entender la fenomenología del paciente; el significado implícito de su experiencia vivida. Antes de explicar los mapas fenomenológicos, quiero ofrecer algunas reflexiones sobre la práctica contemporánea de la terapia cognitivo conductual (TCC) porque dará una orientación a la heurística y a los algoritmos.

La terapia cognitivo conductual

La TCC, la aplicación de las técnicas de terapia de conducta a las cogniciones, es un modelo psicoterapéutico popular para el tratamiento de la depresión. Abundan los estudios de investigación en TCC que demuestran que puede causar cambios físicos en el cerebro, Esto no es sorprendente, considerando que la mente puede cambiar el cerebro. Por ejemplo, cuando nos enamoramos nuestro cerebro cambia: el sistema límbico entra en una actividad frenética, se libera mucha dopamina; el hipotálamo se enciende y hay una actividad reducida en la amígdala, lo que se liga a miedo y al aprendizaje a partir de los errores. En el caso de la depresión, la TCC puede ser más efectiva que la medicación porque las habilidades aprendidas no requieren dependencia al método de tratamiento, lo que es a menudo el caso cuando se usan antidepresivos. Desde un punto de vista fenomenológico, el efecto primario de la TCC es cambiar la experiencia subjetiva. Una vez que la experiencia subjetiva cambia, el cliente puede tener un nuevo mapa, una etiqueta más positiva y una mejor manera de organizar las complejidades de la vida social/ psicológica. Sin embargo, la TCC todavía se enfoca en un modelo médico dónde las intervenciones son algorítmicas y el árbol de decisión lleva a un resultado. Ahora bien, no hay nada intrínsecamente equivocado en medicalizar la psicoterapia a través de enfoques estandarizados; de hecho, muchos clínicos favorecen un abordaje algorítmico sobre las heurísticas basadas en la fenomenología. Pero la TCC se enfoca en modificar los pensamientos automáticos y, ya que los pensamientos automáticos no son siempre primordiales a la experiencia de la depresión de un paciente, pueden por lo tanto no ser primordiales al tratamiento.

Fenomenología

El principio de incertidumbre de Heisenberg postula que saber la localización de una partícula atómica sacrifica información sobre el momentum. Cuando se le preguntó qué era lo complementario a la “claridad”, el gran físico Niels Bohr replicó, la “precisión”. La fenomenología es complementaria a la ciencia. Los científicos usan algoritmos, mientras que la fenomenología se basa en heurísticas, La ciencia trata sobre la precisión; investiga hechos sobre el mundo físico. La fenomenología trata sobre la realización* experiencial; es el estudio de la experiencia vivida. La ciencia trabaja con algoritmos que tienen conclusión finita. La fenomenología aplica la heurística: suposiciones simplificadoras conocidas por experiencia, para avanzar en los objetivos. La gente usa ambos, algoritmos y heurísticas, para negociar sus mundos.

Sin embargo, usar la ciencia para explorar un estado tal como la felicidad tiene utilidad limitada porque la felicidad no tiene un punto final finito; es un proceso evolutivo. Con todo, leer poesía puede elicitar felicidad porque los poetas se dirigen a la fenomenología para promover realizaciones* vivenciales. Mi énfasis en la fenomenología se debe en gran parte a la práctica de hipnosis por décadas, construyendo sobre las innovaciones de mi mentor, Milton H. Erickson MD. Estudiar hipnosis ha sido mi estrella polar para entender los estados y el significado implícito de la experiencia vivida. El tratamiento puede verse más fácilmente afectado cuando un terapeuta entiende la estructura implícita y la composición del estado de la depresión del paciente. Los terapeutas dedicados a las intervenciones sociales pueden crear mapas fenomenológicos que iluminen los objetivos que pueden abordarse en forma social. La discusión actual se enfoca en la valoración más que en las estrategias de tratamiento, porque la valoración adecuada lleva a un tratamiento efectivo. Cuando un terapeuta crea distinciones útiles en la fase de valoración, el sentido común puede guiar la intervención. Aclarando, una valoración no es un diagnóstico. El diagnóstico concierne a la patología. Recuerde que la valoración considera tanto a los activos como a los pasivos. La psicoterapia funciona mejor cuando el terapeuta valora la posición que el cliente toma, porque la valoración psicológica puede llevar a intervenciones psicosociales. La valoración se puede enfocar en crear mapas útiles del problema y de la solución. Uno de mis primeros mapas fenomenológicos se llamó “Elementos de comunicación.” (Zeig, 1980b) El modelo de elementos de comunicación se enfoca primariamente en cómo una persona mantiene un estado adaptativo o maladaptativo.

Elementos de comunicación

Toda comunicación consiste en una constelación de elementos. Thomas Szasz (1954) indicó que todo síntoma es una comunicación. La siguiente tabla enlista elementos primarios y secundarios de la comunicación. Los elementos secundarios se componen de—y modifican a— los elementos primarios. El número de elementos secundarios es infinito porque son distinciones hechas desde la posición ventajosa del terapeuta. Esta tabla puede ser usada para entender la fenomenología de un problema. Un terapeuta puede valorar como un paciente hace el problema, y entonces puede crear un mapa para la intervención. Los elementos de comunicación abarcan a 14 componentes. Hay seis elementos primarios: cognitivo, afectivo, conductual, perceptual, relacional y fisiológico; y ocho elementos secundarios: actitudinal, contextual, cualitativo,

simbólico, ambiguo, histórico, cultural y espiritual. La comunicación consiste en un elemento cognitivo (contenido del pensamiento), un elemento afectivo (la manera en la que una persona siente, que podría ser encubierta o expresada), y comportamientos concomitantes. Por ejemplo, si una persona exclama, “¡Realmente es un hermoso día!” El elemento cognitivo concierne al tiempo, el elemento afectivo es la evidente sensación de bienestar del individuo, y el componente de comportamiento incluye gesticulaciones y otros comportamientos paraverbales que la persona exhibe cuando hace la declaración. El elemento perceptual concierne a los canales sensoriales usados que informan la comunicación y la manera en la que son internamente representados. Un hermoso día puede ser reconocido visualmente y / o sentido físicamente. E internamente, puede ser representado visualmente o sentido emocionalmente. La comunicación sucede en un contexto relacional, e indica la naturaleza de la relación, por ejemplo, si es positiva, negativa o benigna. Todas las interacciones contienen una declaración implícita sobre el significado de relación del participante con otra persona o personas. “¡Realmente es un hermoso día!” puede comunicar: “Puedo estar emocionado con esta relación.” O “necesito ser superficial en esta relación y hablar sólo de cosas como el tiempo.” Y toda la comunicación es un evento fisiológico basado en procesos bioquímicos. Si los seis elementos primarios fueran tan complejos como la comunicación, la vida del psicoterapeuta sería pan comido. Sin embargo, incluso una declaración simple como “¡Realmente es un hermoso día!”, podría ser simultáneamente recubierta con elementos secundarios tales como las actitudes que pueden modificar la comunicación. Las actitudes consisten en comportamientos concomitantes, sentimientos y pensamientos. La actitud de la persona podría ser positiva, negativa o neutral. Si el cliente dice: “¡Realmente es un hermoso día!” podría estar pensando “Amo ser positivo y feliz,” o “Decir eso fue algo estúpido y aburrido,” o “Sólo estoy dejando que todos se enteren del clima.” Más aún, la comunicación sucede en un contexto específico y único: ocurriendo solamente en un preciso momento y en un lugar específico. Los aspectos cualitativos, tales como la intensidad verbal, el tono y el ritmo, modifican más los elementos primarios. “¡Realmente es un hermoso día!” es diferente de “¡REALMENTE ES UN HERMOSO DÍA!” o “Realmente es un hermoso día.” La comunicación es simbólica. La palabra “día” es una representación verbal simbólica de un concepto. La comunicación también puede ser ambigua

al no ser totalmente especificada. Decir: “Realmente es un hermoso día” en Phoenix Arizona, podría significar que está nublado y lluvioso, porque en Phoenix hay aproximadamente 300 días soleados al año. La ambigüedad puede tomar muchas formas. Lo que se dice en un nivel podría significar algo más en otro nivel. La mayoría de las comunicaciones (palabras y gesticulación) tienen significados múltiples. Como resultado la comunicación puede ocurrir en niveles de los que no se dan cuenta ni el emisor ni el receptor, pero a los cuales ellos pueden responder inconscientemente. Toda comunicación tiene elementos históricos porque es una representación idiosincrática de la historia de la persona. Y la comunicación también es una representación de la cultura en la que la persona vive. Algunos mantendrían que hay un elemento espiritual para la comunicación, quizá representando el lugar de la persona; en el “más grande escenario” de la vida. Mientras que cualquier, síntoma o respuesta terapéutica contiene los elementos mencionados antes (de comportamiento, cognitivo, afectivo, perceptual, relacional y fisiológico—y de actitud, contextual, cualitativo, simbólico, ambiguo, histórico, cultural y espiritual), diferentes escuelas de terapia se centran en, o valoran ciertos elementos específicos sobre otros. En la terapia Rogeriana, se enfatiza el aspecto del sentir de la comunicación; en la terapia cognitivo conductual los elementos mentales son más importantes. Los seguidores de B.F. Skinner se enfocan en el comportamiento; los terapeutas familiares se preocupan principalmente en elementos de relación; los Jungianos se preocupan de los elementos simbólicos, los terapeutas racionales emotivos conductuales invocan principalmente a las actitudes ; los terapeutas Ericksonianos valoran la ambigüedad; y el psicoanalista se enfoca en los antecedentes históricos que nublan el presente. Hay escuelas contextuales de psicoterapia. Así que parece que, si usted quiere inventar una nueva corriente de psicoterapia, ¡la única cosa que queda es armar una escuela cualitativa! Los pacientes a menudo enfatizan un aspecto de su comunicación con la exclusión de otros y están habituados a su comprensión central del problema. Cualquier problema en su totalidad, es una comunicación que contiene una constelación de elementos en evolución. Sin embargo, los pacientes que se definen a sí mismos como “deprimidos,” por ejemplo, a menudo enfatizan solamente ciertos elementos. En respuesta a la pregunta “¿Cómo sabe usted que está deprimido?” algunos pueden describir sentimientos tristes; otros dicen que les falta motivación; y todavía otros lo saben por su “malos” pensamientos. Algunos pacientes reportan ver “imágenes obscuras.” Algunos pacientes dicen que saben que están deprimidos porque están inactivos. Algunos dicen que su depresión es fisiológica (lo que es verdad en algunos casos). Algunos creen que

están deprimidos porque tienen malas relaciones y algunos explican que están deprimidos porque se juzgan duramente a sí mismos y, por tanto, tienen baja autoestima. Para algunos la depresión se circunscribe a un tiempo y lugar específicos. La depresión se puede atribuir a un trauma del pasado y a recuerdos negativos. Un cliente puede tener hastío o sentir que está en crisis existencial o espiritual. La depresión puede describirse en términos simbólicos o metafóricos tales como “una caída sin fin en un agujero negro.” Por su verdadera naturaleza, la palabra “depresión” es simbólica porque las palabras son representaciones simbólicas de objetos, hechos, experiencias, etc. La palabra “depresión” se deriva de la palabra latina depressionem o deprimere, que significa “empujar hacia abajo,” lo que es adecuado, ya que algunos pacientes reportan una sensación de pesadez, o dicen que se sienten con un carga muy pesada. Heurísticas para la depresión Un principio terapéutico simple (N°20) es trabajar desde la periferia hacia Adentro, mediante la valoración de los elementos de comunicación que el cliente usa para describir la naturaleza del problema. El terapeuta puede escoger un elemento periférico, y luego elicitar una modificación. La idea es la de hacer un cambio en un elemento que es menos central a la experiencia de la persona. Este es un enfoque sistémico en el cual los cambios periféricos pueden rápidamente convertirse en una bola de nieve y tener un efecto generalizado. ¿Dónde debería un terapeuta comenzar el tratamiento? No con el aspecto de la comunicación que el paciente enfatiza, porque ese aspecto es más resistente al cambio; más habituado, más concretizado. Si el paciente describe su depresión como pensar malos pensamientos, yo podría intervenir sugiriendo una alteración en la percepción: El clínico puede frecuentemente notar patrones intrincados de luz y sombra en el ambiente. O, yo podría sugerir que él desarrolle el hábito de limpiar sus lentes cada hora. Yo podría también sugerir que regularmente ofrezca a alguien un cumplido. Un cambio aparentemente pequeño en la percepción, simbolización (“aclarando la visión de uno”), y/o relación puede crear un momentum positivo. Otro principio heurístico (N°21) es ofrecer directivas diseñadas para hacer cambios mínimos en el patrón del paciente, que pueden tener un efecto acumulativo. La depresión es un sistema complejo de elementos, algunos de los cuales no son reconocidos por la persona quien se presenta con ellos. Si el clínico ayuda a cambiar un número significativo de elementos en el patrón de un paciente, puede tener un efecto sistémico y el estado de depresión puede cambiar.

Otro principio heurístico (N° 22) es el de usar paralelismos. Los pacientes tienen recursos no reconocidos para el cambio que pueden ser elicitados. Cuando la depresión se deconstruye en sus elementos, se le puede hacer evidente al terapeuta que el paciente tiene una historia de pensamientos cambiantes, sentimientos, comportamiento, etcétera. El terapeuta puede entonces arreglar una serie de experiencias paralelas constructivas que ayuden al paciente a realizar* experiencialmente una historia personal de modificar pensamientos, sentimientos y comportamientos. Trabajar en forma paralela al problema permite a los pacientes extraer significado del paralelismo y luego llegar a una realización* en apariencia autónoma. Dividir cualquier problema en componentes puede hacer que cambie la comprensión del clínico de su naturaleza esencial. Para crear intervenciones, es mejor entender el complejo de la fenomenología que lleva a una persona a etiquetar su estado como “depresión”, “ansiedad”, e incluso “mala relación.”

La depresión como construcción social

La depresión es una construcción de conveniencia que describe cierta fenomenología: una serie de eventos implícitos y relaciones que conducen a la etiqueta de “depresión.” Como se mencionó antes, los pacientes a menudo enfatizan ciertos aspectos de la experiencia humana, la cual los puede llevar a etiquetar su estado como “depresión.” Es aparente que no hay sólo una “depresión.” Los problemas cambian con el tiempo. Los elementos que son fenomenológicamente descritos por un paciente evolucionan temporalmente. En una coyuntura, un cliente podría describir la depresión en términos de pensamientos, y entonces, en otro punto, en términos de sentimientos. Nunca sé que necesita experimentar un paciente para declarar “estoy deprimido.” Cualquiera de los elementos que normalmente constituyen la depresión, o una combinación de elementos, podría conducir a una persona a etiquetarse como “deprimida.” Sin embargo, la depresión como la define el paciente puede no coincidir con la definición que tiene el terapeuta del estado. Por tanto, un terapeuta debe entender qué quiere decir el paciente cuando clama estar “deprimido.” Para entender la experiencia de un paciente, los psicoterapeutas pueden pensar que son cartógrafos que crean mapas fenomenológicos. Una valoración adecuada puede contestar las preguntas: “¿Cuál es el mapa fenomenológico de la depresión de esta persona?” y “¿Cómo ésta persona hace su depresión?” Por supuesto, la misma pregunta podría ser hecha cuando se trata con cualquier otro

problema psicosocial. El crear mapas ayuda a los usuarios a ir a donde quieren ir. La meta del proceso de hacer mapas es para mejorar la terapia al especificar objetivos más fácilmente alcanzables. Examinar la depresión como una construcción social y crear distinciones usando elementos de la comunicación es solamente una manera de dividir el territorio. Pueden hacerse otras distinciones útiles, las cuales ayuden a facilitar el tratamiento, incluidas las soluciones de mapeo fenomenológico.

Mapeando soluciones

Los mapas fenomenológicos pueden ayudar a los terapeutas a elaborar estrategias para elicitar soluciones. Si el terapeuta puede determinar el mapa del problema, una heurística es crear un mapa de la solución invirtiendo los elementos. Por ejemplo, al contrario de una persona deprimida, una persona feliz sería externa, presente, activa, positiva, con esperanza, socialmente comprometida, abierta a nuevas experiencias, orientada hacia metas, visualmente orientada, positiva en interacción con otros y en un estado de excitación positiva. La persona feliz también reconoce los logros, emite energía social, usa un lenguaje interno positivo, no se ocupa en auto culparse ni culpa al mundo por sus problemas, vive con significado y socialmente asume el rol de un vencedor. Y por supuesto, hay buenas posibilidades son de que al conectar con cualquier cantidad de estos elementos la persona pueda llegar a exclamar: “¡Soy feliz! “ En el capítulo cuatro, discutimos un mapa genérico de la depresión y de la felicidad, y cómo las opciones de la terapia podrían ser logradas de las siguientes cuatro maneras: 1) desestabilizar los componentes del problema, 2) elicitar componentes del estado solución, 3) usar la hipnosis como puente entre la tierra del problema y la tierra de la solución, y 4) usar el estado del terapeuta como un puente entre el problema y la solución. Desestabilizar un problema puede elicitar el cambio porque la mayoría de las personas naturalmente desean una sensación de bienestar y se moverán en esa dirección sin mucha provocación.

Mapas complejos

Con el paso de los años mi procedimiento de evaluación se ha vuelto más refinado. Ahora creo 5 mapas: 1) un mapa de los estados fenomenológicos del problema; 2) un mapa de los estados fenomenológicos de la solución, 3) un mapa de las sensaciones somáticas del problema; 4) un mapa del proceso del problema y 5) un mapa del patrón de interacción. Esos mapas dan más opciones al determinar mi estrategia terapéutica. Hasta ahora, me he enfocado en la fenomenología, en mapear los

componentes de los estados problema y elicitar los estados de solución. Pero las sensaciones somáticas, secuencias y patrones sociales también pueden ser mapeados. Si un terapeuta establece a partir de la descripción del paciente que una porción significativa del problema involucra la identidad física del paciente, entonces el terapeuta puede trabajar somáticamente, quizá prescribiendo caminatas o yoga. Un paciente con depresión puede mostrar síntomas vegetativos, incluyendo pérdida de peso (anorexia inclusive), insomnio, fatiga o poca energía o inatención. Si este es el caso, el terapeuta puede enfocarse en promover sensaciones de bienestar. Los problemas se pueden concebir como secuencias lineares: series repetitivas de eventos sobre el tiempo. Cuando se discierne el proceso del problema, se puede aplicar un patrón de disrupción el cual puede conllevar a agregar o cambiar pasos. Cualquiera de los pasos puede ser modificado o se puede añadir un nuevo paso para ver si la adición cambia la secuencia. Una queja tal como “depresión” no es el punto final de la secuencia, porque cambiar lo que sucede antes y después puede modificar el elemento central. También se pueden mapear los patrones de interacción. Si el patrón social del paciente es significativo para el mantenimiento del problema, el terapeuta puede promover soluciones interactivas involucrando a otros, Vivimos en un mundo social y nuestro comportamiento es un producto de nuestros patrones de interacción.

Mapas y estrategias

El mapa de un clínico determina la estrategia de la terapia. Los terapeutas que se enfocan en problemas debidos a fallas en el desarrollo psicológico usarán técnicas psicoanalíticas, incluyendo interpretaciones. Si uno mapea déficits, entonces la psicoeducación podría ser un método de elección. Mapear la biología conduce al uso de la medicación. Los expertos a menudo privilegian a sus mapas como verdades absolutas. Pero los mapas son lentes que enfocan y a la vez distorsionan. Aunque cualquier mapa puede ser valioso, entre más mapas tenga el terapeuta a su disposición, más grande será la probabilidad de cambio constructivo. A este se le puede considerar como el principio N°23. La tabla que sigue ilustra cómo un mapa a menudo conduce a intervenciones prescritas.

Tabla 6-1: Usando mapas para establecer estrategias de tratamiento. MAPA ESTRATEGIA Estado (Fenomenología) “Voltéelo” (Elicite componentes) opuestos) Signos somáticos Trabajo somático

Secuencia (Proceso) Patrones sociales

Patrón de disrupción Solución interactiva

Mapas tradicionales Historia Meta comentario; interpretación Fisiología Medicación Déficits Psico educación Análisis de comportamiento Desensibilización; Condicionamiento

A manera de ejercicio para mejorar la efectividad del tratamiento: Tome el problema de la “depresión”, y usando cada mapa, trabaje esquemas de valoración hipotéticos e intervenciones concomitantes.

Avanzando en el uso de mapas en la práctica clínica

Tener un amplio surtido de distinciones puede llevar a una valoración y a tratamientos más efectivos. La siguiente tabla incluye cuatro componentes generales: 1) estado, 2) signos somáticos, 3) secuencias y 4) patrones sociales. Agrega numerosas distinciones, todas las cuales son facetas de la experiencia humana. Tabla 6-2: La fenomenología de______________ (Como “hacer” el problema y la solución)



Cuando se crean mapas, la cuestión primaria que un terapeuta debería contestar es: “¿Cómo hace esta persona su depresión?”; “¿Cómo esta persona (o cualquier persona) hace un estado inverso, tal como la felicidad?” Usando la plantilla, el terapeuta puede crear dos mapas para guiar la terapia: Uno para el problema y otro para la solución. Crear mapas para pacientes individuales es una “acción de valoración”; las direcciones para el tratamiento se hacen evidentes. El siguiente es un mapa que hice para la depresión de una paciente. Me ayudó a organizar mi pensamiento y subsecuentemente, a descubrir avenidas

para elicitar el cambio experiencialmente. Una vez que hice el mapa del problema de esta paciente, pude ver que su experiencia vivida del problema estaba contenida en su (en mayor parte) vocabulario interno. De aquí que mi intervención inicial se dirigiera a componentes que no estaban tan cargados de un significado personal. Si el mapa tan complejo como el que estoy proponiendo no es suficiente, se pueden usar otras plantillas. Tabla 6-3: La fenomenología de la depresión de la paciente X (Como la paciente X “hace” la depresión.)



I.INTRAPSÍQUICO INTERNALIZADO Atención: interna Sistema sensorial: Táctil, híper consciente de las sensaciones corporales Imaginería interna: Obscura Percepción: Suprime las entradas positivas Proceso perceptual: Incrementa lo negativo y reduce lo positivo COGNITIVO Auto destructiva, derrotada, indecisa Vocabulario interno / encantamiento “¿Qué está mal conmigo?” “¡No puedo hacer nada!” “¿Qué pasa si las cosas no cambian?” “¡No puedo hacerle frente a nada!” “¿Por qué tarda tanto?” “¡Todo es mucho esfuerzo!” “¿Por qué no he estado pasándola bien?” “¿Por qué no puedo____?” Gramática (puntuación): La mayoría de las quejas estaban puntualizadas por signos de exclamación. Su énfasis verbal era tal que parecía estar usando signos de exclamación. Pregunta primaria: “¿Dónde está mi energía?” Distorsiones cognitivas: “¡Necesito algo mágico que me haga mejor…y lo necesito ahora!” Metáfora / Analogía: “Estoy nadando contra la corriente.” COMPORTAMIENTO N°1 Pereza COMPORTAMIENTO N°2 A menudo se obliga a hacer cosas

Continúa….

COMPORTAMIENTO N°3 Llorosa por la mañana Postura / Gesticulación: Hacia adentro, inhibida AFECTIVO Se siente vacía, triste, desanimada Proceso afectivo: Humor inflexible ACTITUD Se siente avergonzada, insegura, sin esperanza Sistema de creencias: “¡No puedo enfrentar a nada!”, “No puedo hacer cosas” Autoestima: baja, se siente inadecuada, indecisa Existencial: Nada tiene significado Espiritual: Fe cuestionable, dudas espirituales FISIOLÓGICO (SIGNOS SOMÁTICOS) Sin energía Biológico/ salud: No disfruta la comida, pérdida de peso Energía /Nivel de activación: Actividad disminuida Sensaciones: Siente pesadez de los brazos TEMPORAL Preocupada por el futuro Ritmo: Un poco más lento que lo usual Expectación: “¿Y qué si no____?” PROCESO N°1 Hipoactiva, comparado a lo normal PROCESO N°2 Abrumada y apagada PROCESO N°3 Ensombrecida AUSENCIA N°1 Comportamiento asertivo AUSENCIA N°2 Metas II SOCIAL / INTERPERSONAL Expresión social: “Forzada” con la gente Distancia social: Se retira, falta de involucro social Culpa: Intropunitiva /Extrapunitiva (Dura consigo misma) Rol: Impotente, más como niña Control: Uno abajo/ Uno arriba Energía Social: Emite / Absorbe (principalmente absorbe energía) Dirección: Perseguidora / Distancia Requerimientos de relación: Pide ayuda de manera encubierta, luego la rechaza

Niveles de depresión

La siguiente es una lista de ocho niveles (distinciones separadas) de

“depresión”, más o menos en orden de incremento de severidad. 1. Determinantes de la situación. 2.

Perspectivas existenciales.

3.

Negación de la depresión.

4.

Sistema de creencias.

5.

Problemas de identidad.

6.

Desordenes del deseo.

7.

Preocupaciones suicidas.

8.

Desordenes fisiológicos.

Puedo presentarle esta lista a los clientes para determinar el nivel en que ellos se pueden percibir a sí mismos, o lo uso para ayudar a conceptualizar el caso. El primer nivel identificado es el de los determinantes de la situación. La aflicción puede considerarse un determinante de situación, aunque no se considera depresión per se. Sin embargo, los pacientes pueden hablar acerca de la depresión cuando experimentan aflicción de situación. Y en la vida, hay eventos frustrantes que podrían ser depresivos, como perder una oportunidad. Los pacientes pueden generalizar y reportar “depresión”, pero se les puede recordar la causa situacional. La perspectiva existencial del cliente afecta el humor. La depresión puede ser reportada por los pacientes que sientan que no están viviendo una vida significativa / con propósito. En tales casos, la logoterapia podría ser una buena elección. La depresión puede no ser reconocida por un paciente, o puede ser negada por completo. Esos pacientes pueden exhibir su angustia subyacente descontrolándose, abusando del alcohol y/o usando drogas. Algunos evitan diligentemente la depresión con actividad hipomaníaca. Algunos pacientes “deprimidos” tienen sistemas de creencias problemáticos que pueden consistir en proyecciones pesimistas. Para algunos, la depresión es una identidad, y la terapia se puede dirigir a ese nivel de la experiencia humana. Luego están aquellos que “quieren querer”, son pacientes con desórdenes del

deseo. Estos pacientes pueden decir lastimosamente: “Quiero querer ser feliz.” “Quiero querer que se me libere de la depresión.” “Quiero querer sentirme como que de nuevo estoy viviendo,” En tales casos, el énfasis puede estar en elicitar la motivación y el deseo de cambio. Incluso los pacientes con depresión moderada pueden estar en riesgo de suicidio. Por lo tanto, los terapeutas necesitan métodos para evaluar la severidad del riesgo y brindar tratamiento. Mapear las tendencias suicidas de un paciente puede proveer avances útiles. Finalmente, algunas depresiones se deben a una disfunción cerebral o a un desequilibrio químico y, si este es el caso, necesita ser tratado como tal.

Resumen

Este capítulo se enfoca en sistematizar modelos de valoración que arrojen luz sobre la naturaleza de un problema. Los terapeutas pueden crear mapas que empoderen las intervenciones psicosociales. Los mejores mapas son señales de camino que indican caminos para las soluciones efectivas, de sentido común. Para crear intervenciones psicosociales, es mejor considerar a la depresión no como una enfermedad sino como una construcción social. Una vez que el clínico crea un mapa para componer una meta (que comunicar), el clínico necesita una manera de presentar la meta (envolver para regalo), lo cual es tema del siguiente capítulo. Los principios en este capítulo: 20. Trabaje desde la periferia hacia adentro. 21. Ofrezca directivas orientadas a hacer cambios mínimos en los patrones del paciente. 22. Use paralelismos. 23. Mientras más mapas tenga el terapeuta a su disposición, más grande es la posibilidad de lograr un cambio constructivo.



7. Envolviendo para regalo Vista previa

Evidentemente, es imposible producir una lista exhaustiva de técnicas de envoltura para regalo. Sin embargo, en este capítulo, desarrollo 19 métodos que pueden ser usados para envolver para regalo objetivos terapéuticos. También sugiero cómo cada procedimiento podría usarse en el caso de la depresión.

Introducción

Una vez que el terapeuta tiene un objetivo en mente, la siguiente pregunta es: “¿Cómo puedo presentarle esta meta de manera efectiva al cliente?” Si el terapeuta envuelve para regalo las directivas de manera apropiada, maximizará el cambio basado en el paciente. La adecuada envoltura para regalo aumenta la calidad de la presentación y elicita la activación como realizaciones* conceptuales que son estimuladas a “entrar en juego.” Nuevamente, las técnicas terapéuticas son simplemente vehículos para despertar realizaciones*; por sí mismas no curan. Las 19 intervenciones en este capítulo están diseñadas para activar capacidades dormidas en el cliente—recursos que el cliente ha usado exitosamente en el pasado. El estado al que el terapeuta accede cuando ofrece intervenciones es primordial para promover la adaptación del cliente. El cliente presenta un problema que puede ser “envuelto para regalo” en un síntoma. Así, el terapeuta envuelve posibilidades constructivas dentro de una técnica. El cliente activa en la “desenvoltura” la solución propuesta contenida dentro de la intervención. Ya que el establecimiento de objetivos es importante, ofrezco una breve revisión.

Establecimiento de las metas: Revisión

A manera de repaso: Para envolver para regalo las posibilidades, el terapeuta primero debe tener una meta, un objetivo específico en mente. Las metas terapéuticas pueden ser establecidas de varias maneras: pueden venir del cliente y/o del clínico. El establecimiento de los objetivos es altamente dependiente de la orientación teórica preferida del clínico y a menudo es idiosincrática. Recuerde, un terapeuta de la conducta puede intentar el descondicionamiento de la ansiedad del cliente, aunque el cliente se queje de depresión. Un analista transaccional podría querer discutir con el mismo paciente un guion de vida. Un terapeuta familiar podría tener como blanco los

patrones de interacción. Y todavía, terapeutas de la misma orientación pueden tener diferentes métodos para la conceptualización de la meta. Se desprende que los componentes del cambio no están escritos en piedra. En ciencia, los expertos definen elementos fundamentales, pero en psicoterapia no hay unidades fundamentales. Los físicos están de acuerdo en la existencia de partículas fundamentales tales como protones, neutrones y electrones. Los psicoterapeutas no concuerdan en las unidades fundamentales del cambio que podrían incluir comportamientos, percepciones, recuerdos, relaciones, cogniciones, actitudes, emociones, etc. (Para más información sobre diferentes escuelas de psicoterapia y las diferencias fundamentales entre ellas, vea Zeig & Munion. 1990). La psicoterapia sería un proceso más racional y científico si las metas pudieran ser formuladas usando estándares claros y uniformes. Sin embargo, dada la perspectiva única de cada paciente y sus experiencias de vida, es imposible establecer un estándar universal. Agregue a esta mezcla las perspectivas profesionales del terapeuta y sus experiencias de vida y resulta una interacción altamente individual. A través de esta interacción, el terapeuta y el paciente esencialmente co-crean las metas terapéuticas. A menudo se da el caso de que las metas son iniciadas por los clientes porque muchos problemas están dentro del reino del percatamiento y del entendimiento del cliente. Un cliente puede desear sobreponerse a la depresión o a un mal hábito o tener relaciones que disfrute más. En muchos casos, el terapeuta acepta las metas del paciente. Sin embargo, los problemas y las metas presentadas por el cliente tienden a ser generalizaciones, mientras que las metas del terapeuta podrían involucrar dirigirse a los componentes del problema del paciente. Además, un paciente puede no estar totalmente consciente de la naturaleza del problema. En tales casos, puesto que el terapeuta percibe la situación del paciente desde el punto de vista del observador, el terapeuta puede tomar un papel activo en el establecimiento de las metas. Los terapeutas también pueden darle nueva forma a las metas porque en psicoterapia las metas son maleables: Si el problema es depresión y el cliente quiere ser feliz, el terapeuta puede darle nueva forma a la meta sugiriendo cambios en la percepción, en las relaciones, en la comprensión de la historia y mediante la búsqueda de excepciones. En la psicoterapia no hay reglas fincadas de si hay que hacerle explicitas las metas al paciente, pero aconsejo a los clínicos que chequen los requerimientos éticos de su disciplina. En el capítulo nueve, discutiré un caso en el que Erickson reconoció que el paciente no entendía completamente el problema. En ese ejemplo, él continuó con la terapia sin hacer explícitos los objetivos al paciente.

Algunos terapeutas evitan establecer metas específicas, manteniendo que el contrato paciente / terapeuta debería tener un final abierto y servir como experiencia de crecimiento para el paciente. La terapia gestáltica y algunos abordajes humanísticos / existenciales dan soporte a esta idea. En este libro, tres orientaciones de establecimiento de metas han sido presentadas: 1) Dividir el problema en sus componentes; 2) Crear un mapa de como el paciente crea el problema, y 3) Valorar la posición que el cliente toma. En la terapia breve, el terapeuta debería esforzarse por crear metas claras, positivas, concretas, orientando al cliente a vivencialmente lograr acceso a estados de adaptación. Mucha gente busca la terapia a causa de su incapacidad de ser flexible para acceder a estados positivos—estados tales como la sociabilidad, que podría promover una vida más agradable. Lograr acceso al estado de sociabilidad podría involucrar elicitar componentes hasta que el momento del cambio “sólo suceda”. Los componentes de la sociabilidad podrían incluir recordar ejemplos previos de haber sido sociable, de haber participado con otros en conversaciones, de haber tenido la suficiente energía como para ser social, de haberse puesto a uno mismo en un medio social, de haber extraído significado de una situación social y de haber sido positivo. Cada uno de esos componentes podría envolverse para regalo dentro de un método elegido y presentado al paciente como una mini-meta, lo que puede conducir a un efecto sinergístico. De esta manera, los estados son “reintegrados” a través del ensamblaje de claves parciales. Cuando suficientes elementos son estimulados a participar, un estado diferente puede emerger repentinamente. Sin embargo, hay limitaciones potenciales en la promoción de las metas. El terapeuta sólo puede establecer un clima que incrementa la habilidad del paciente para lograr una meta fenomenológica o una sub-meta. Al envolver para regalo una meta dentro de una técnica específica, el terapeuta crea un “magnetismo social” que mueve el paciente hacia un estado más deseable. Los métodos terapéuticos están destinados a despertar potenciales y posibilidades, no están diseñados para trucar o manipular al paciente a renunciar a los síntomas. Las metas envueltas para regalo son presentes del terapeuta al paciente y el paciente se puede deleitar en desenvolver los regalos y luego escoger como usarlos.

Localizando metas

Vamos a continuar con el repaso. Una perspectiva fenomenológica utilitaria sería la de que las metas terapéuticas pueden ser establecidas por un proceso de deconstrucción al dividir el problema presente del paciente en sus componentes,

y entonces elaborar los componentes de la solución que el paciente pueda poner en práctica para contrarrestar los componentes problema y, así, lograr el acceso a un estado distinto. (Recuerde la heurística: Trate los componentes, no la categoría) Identificar los componentes de un problema no es una ciencia exacta, es más un asunto de consecuencia. Los componentes del problema (y/o la solución) son co-creados a través de la interacción entre el cliente y el clínico. Este proceso es utilitario; tiene un propósito importante. Los componentes, sin embargo, no son empíricos—no son verdades. Así, los terapeutas deben esforzarse en determinar componentes que tengan valor heurístico para efectuar un tratamiento individualizado. La subjetividad puede triunfar sobre la objetividad ya que las perspectivas prácticas pueden ser más importantes que las verdades objetivas. El terapeuta también puede checar la validez y el pragmatismo de la deconstrucción. En el caso de la depresión, el terapeuta podría deliberar: “¿Me clasificaría yo mismo como depresivo si estuviera inactivo, internamente preocupado, rumiando sobre el pasado, excesivamente crítico de mí mismo y los demás, y acrecentando las experiencias negativas mientras reduciendo las positivas?” Si la respuesta es sí, el terapeuta podría establecer componentes de solución que sean directamente opuestos a los componentes del problema. Pero primero, el terapeuta podría considerar esta pregunta: “¿Me clasificaría yo mismo como feliz si fuese activo, orientado externamente, presente, aceptándome a mí mismo y a los demás y acrecentando las experiencias positivas mientras que reduciendo las negativas?” Si la respuesta es sí, entonces el terapeuta puede componer métodos de envoltura para regalo que podrían estimular a que los componentes de solución participen. Puesto que la sinergia de los elementos combinados crea el estado de solución, una meta podría ser elicitar el mínimo número de componentes de solución que permitan reclasificar el estado del cliente como “felicidad.” La tabla que sigue revisa cómo el problema de la depresión puede ser dividido en componentes. En la izquierda, están los componentes del problema los cuales pueden crear el estado negativo de la depresión; en la derecha están los recíprocos, o sea, los componentes opuestos (En matemáticas un número X, puede tener un reciproco que es 1/X.) Si el paciente puede lograr un número significativo de los componentes recíprocos, entonces, él o ella podrían reportar ser felices. Una vez que el terapeuta formula una lista de recíprocos, puede darse cuenta de que un paciente deprimido tiene una historia de hacer cosas que están en la lista de recíprocos. Por ejemplo, un paciente deprimido que está inactivo en el momento pudo haber estado activo en el pasado. El trabajo del terapeuta es envolver para regalo

realizaciones* constructivas de tal manera que el paciente pueda reconectarse con sus potenciales. Los pacientes no necesitan que se les enseñen habilidades; necesitan ser despertados a los recursos dormidos. Tabla 7-1. Componentes del problema y sus opuestos COMPONENTES DE LA “DEPRESIÓN” Ser inactivo Ser internamente orientado Rumiar el pasado Ser en exceso crítico de sí mismo y de otros Incrementar lo negativo y reducir las experiencias positivas Reducir los positivos en general Inflexibilidad en el humor Pensamiento global

COMPONENTES RECIPROCOS DE LA “FELICIDAD” Ser activo Ser externamente perceptivo Estar presente, dirigido al futuro Tener una vista constructiva de sí mismo y de otros Incrementar lo positivo y reducir las experiencias negativas Incrementar en general los positivos Flexibilidad en la adaptación emocional Pensamiento específico

Después de que los terapeutas crean una tabla de los componentes de un problema y los componentes recíprocos, entonces pueden envolverlos para regalo. Por ejemplo, el terapeuta podría decidir que su meta inicial es envolver para regalo la idea de ser activo. Podría comenzar por ofrecer una sugestión directa (la primera en la lista de las intervenciones). Si esto funciona, entonces no habrá necesidad de continuar con otras técnicas. De esta forma, como podemos ver, podría ser eficiente intentar primero la sugestión directa. Las siguientes intervenciones son métodos primordialmente experienciales que sirven para despertar las capacidades dormidas de los clientes. La hipnosis es sólo una de las muchas técnicas experienciales de envoltura para regalo y, de nuevo, el propósito de la hipnosis es despertar al cliente a estados de adaptación, en lugar de poner la persona a dormir. Recuerde—en el campo médico, una intervención o técnica puede curar. Así una técnica específica puede corregir un problema físico. Las intervenciones sociales son maneras de elicitar el empoderamiento. Por ejemplo, la hipnosis es una manera de envolver para regalo que, en esencia, promueve una realización* conceptual de que una persona puede cambiar un estado, lo que puede ser un paso hacia otros cambios adaptativos en su estado.

Intervenciones para la envoltura para regalo

En el capítulo dos sobre el metamodelo, enlisté 19 diferentes intervenciones que un terapeuta puede usar para elicitar recursos. Las intervenciones son

comunes a un abordaje Ericksoniano, pero pueden ser usadas para promover empoderamiento en cualquier escuela de terapia. Nuevamente he aquí la lista de intervenciones, presentadas más o menos de la más directa (N°1) a la más indirecta (N°19).

Tabla 7-2. Intervenciones principales

1.

Sugestión directa.

2.

Hipnosis.

3.

Sugestión indirecta.

4.

Directrices / Tareas.

5.

Asignación de funciones ambiguas.

6.

Prescripción de síntomas.

7.

Reencuadre / Connotación positiva.

8.

Ordalía.

9.

Desplazamiento.

10.

Ensayo de fantasía.

11.

Orientación al futuro.

12.

Cambio de historia.

13.

Confusión.

14.

Metáforas.

15.

Símbolos.

16.

Anécdotas.

17.

Escultura.

18.

Comunicación paralela.

19.

Técnica de intercalamiento.

Estas intervenciones son formas microdinámicas o macrodinámicas de envolver posibilidades para regalo. La sugestión directa e indirecta (N°1 y N°3) son microdinámicas porque son los bloques de construcción de los métodos más complejos de envoltura para regalo, los cuales se pueden categorizar como macrodinámicos y consisten de un ensamblado de formas microdinámicas. Para apreciar las diferencias entre las diversas formas de intervención, discutiré cada una, usando nuevamente a la depresión como ejemplo. Una salvedad acerca de las aplicaciones clínicas y del empleo de cualquiera de las intervenciones discutidas: Los terapeutas pueden preguntarse a sí mismos, “Sí yo fuera un paciente ¿estaría cómodo si mi terapeuta usara esta intervención en particular?” Si usted no se sintiese cómodo, entonces no lo use con su paciente.

1.

Sugestión directa



La sugestión más directa que se puede hacer en el caso de la depresión por supuesto, es: “Sea feliz”. Ya que es improbable que esta directiva sea efectiva, podría ser mejor sugerir cambiar un componente. Por ejemplo, ya que se ha demostrado que la actividad física es un factor importante para superar la depresión, quizá el clínico pueda sugerir: “Tenga actividad esta semana”. O más específicamente: “Haga una caminata de veinte minutos al día.” Si el paciente responde a la sugestión directa, no hay necesidad de continuar la terapia. Si el paciente no responde, el terapeuta podría ofrecer una sugestión directa más elaborada: “Bien, sé que usted era activo(a) en su niñez, así que esta semana quiero que recuerde cuánto se divertía y recree esas experiencias.” Si el paciente todavía no obedece, el terapeuta podría tratar con una sugestión directa con un razonamiento: “Usted puede tener actividad porque estamos teniendo un muy buen clima y están ocurriendo muchas cosas en la ciudad, y pienso que usted disfrutaría estar más tiempo afuera, quizá caminando o andando en bicicleta.” O el terapeuta podría dar una racionalización diferente, quizá sugiriendo al paciente leer un artículo acerca del ejercicio y como se relaciona con la depresión. Continuar ofreciendo sugestiones directas con otras racionalizaciones es como dosificar la dosis de algunos medicamentos en los que “más” incrementa

el efecto. Por ejemplo, más sedante da por resultado más sedación. El principio en física es que más fuerza crea más reacción. Pero en una relación social, “más” puede no tener el mismo efecto. Gregory Bateson bromeaba con que, si usted puede patear una roca, podrá computar su aceleración, velocidad y trayectoria; pero si usted patea un perro, esa es una historia diferente. Los sistemas social y físico trabajan de manera diferente. Si alterar la “dosis” de una sugestión directa no tiene efecto, el terapeuta ha alcanzado el punto de opción: Continúe con más sugestiones directas o trate con otro método de envolver para regalo, como por ejemplo con hipnosis. Una sugestión directa envuelta para regalo dentro de una experiencia hipnótica puede ser más efectiva que la sugestión directa sola.

2. Hipnosis Al usar sugestión directa con hipnosis, el terapeuta primero debería tratar de usar los métodos tradicionales. (Vea a Zeig, 2015 para información sobre el método tradicional). Después de crear una inducción y elicitar fenómenos hipnóticos tales como la levitación del brazo destinados a convencer al paciente de que está en trance, el terapeuta puede entonces sugerir: “Ahora, esta semana usted se volverá más activo y hará ejercicio” la implicación es que el poder del inconsciente del paciente ha sido influenciado por la hipnosis de tal manera que la sugestión terapéutica se ve acrecentada. Usar la hipnosis como marco puede ser poderoso. Considere el efecto que una sugestión directa podría tener en un cliente que quiere dejar de fumar. Cuando el paciente está en trance, el terapeuta puede ofrecer una sugestión directa y el paciente podría ser exhortado a darse cuenta de que: “Los cigarros saben mal. Los cigarros huelen mal”. Sin el marco de la hipnosis tal sugestión sería inefectiva y ridícula. (Más información sobre la sugestión directa en hipnosis tradicional puede encontrarse en Kroger, 1977). Al aumentar el nivel de la sugestión directa, con o sin hipnosis, un terapeuta comprensiblemente está pensando de manera lineal—donde más, lleva a un incremento en el efecto. Pero los sistemas sociales / emocionales se adhieren a una lógica que es específica al cambio de estados. Y cuando un cambio en el estado es la meta, un abordaje algorítmico o instrucción linear, no será efectivo. El pensamiento linear no va a ayudar a alguien a tener fe, a encontrar motivación o a experimentar humor. Si no son efectivas la sugestión directa con hipnosis ni la sugestión directa sola, el terapeuta puede entonces aplicar métodos indirectos o incongruentes. O usando la sugestión indirecta (envoltura para regalo microdinámica) o algunas de

las más complejas formas de comunicación evocativa (4 a 17 de la lista de intervenciones). Dicho de manera más simple (principio N°24): Cuando los métodos congruentes, tales como la sugestión directa, no funcionan, pueden usarse métodos incongruentes. Cuando la meta es la de elicitar un cambio de estado, los métodos incongruentes son más efectivos). Los estados son alterados y elicitados para orientar hacia un objetivo, no parar informar. Por ejemplo, los poetas y compositores no explican los temas que están explorando. Ellos quieren que su audiencia descubra los mensajes implícitos. Para los artistas orientados hacia un objetivo; el imperativo es: “Demuestra, no hables.” Como resultado, se elicitan estados. Cuando la complianza o los cambios adaptativos en el estado no están llegando, el terapeuta puede usar un método indirecto. Un método de intervención relativamente benigno indirecto o incongruente es la sugestión indirecta. 3. Sugestión indirecta El concepto de ejercicio, cualquier tipo de ejercicio, puede ser desmoralizante para algunos clientes. Por ello, se puede ofrecer una directiva en la que la actividad de “caminar” se “exprese” en una directiva. Por ejemplo, el terapeuta podría decir, “Supe que hay un parque en su vecindario. Camine hacía ahí y observe a algunos niños jugar, y entonces dígame que encontró.” De aquí que la directiva sea indirecta. Las sugestiones indirectas simples, formales, consisten en insertar una sugestión de tal manera que se implique la obediencia. Si la meta es volverse más activo, una presuposición podría ser: “No sé cuándo usted hará ejercicio esta semana.” En este caso, se presupone ejercicio—el asunto es cuándo. Una presuposición mucho más compleja sería esta: “Usted realmente no sabe conscientemente cuánto va a disfrutar hacer una caminata la próxima semana. Usted estará sorprendido y deleitado.” Es improbable que una sugestión indirecta simple pueda empujar a un paciente a lograr una meta terapéutica o mini meta, pero ocasionalmente ocurre. Franz Baumann, MD (comunicación personal), un renombrado pediatra practicante de hipnosis, describió un incidente en el que Erickson efectúo un cambio con una sugestión simple, indirecta. Esto ocurrió en 1960 en San Francisco donde Erickson había sido invitado a dar una conferencia. Como parte de su presentación, Erickson llevaría a cabo una demostración de hipnoterapia con un adolescente incontrolable (quizá paciente de uno de los médicos en la

conferencia). Erickson sentó al adolescente en el escenario detrás de él, dando frente a la audiencia. Luego Erickson dirigió su conferencia a la audiencia médica e ignoró al muchacho. No le ofreció hipnosis directa o terapia. Al finalizar la conferencia, Erickson finalmente se dio vuelta hacia el paciente y dramáticamente dijo, “Realmente no sé cómo vas a cambiar tu conducta. Realmente no sé cómo.” Baumann reportó que esta única y simple sugestión indirecta provocó un cambio en el comportamiento del adolescente de tal manera que pasó a hacer un ajuste satisfactorio. La sugestión indirecta tiene el potencial más grande cuando las sugestiones se apilan de forma recursiva en apoyo de un objetivo específico. Esto construye el rango de asociaciones del paciente hasta que la masa de representaciones elicita el cambio adaptativo. (Las formas de sugestión indirecta están cubiertas en The Induction of Hypnosis, Capítulo 11, Zeig, 2015.)

Métodos macrodinámicos

Como se mencionó antes, las intervenciones están ordenadas, más o menos desde la más directa a la más indirecta y compleja. No hay una medición empírica de intangibles, tales como indirección, pero yo intento identificar en términos amplios, técnicas que yo creo que son más indirectas en la medida en que orientan más que informar. Más aún, esas técnicas no necesitan ubicarse como entidades simples, pero pueden ser fusionadas o anidadas dentro de cada una. Por ejemplo, la prescripción de un síntoma puede ser insertada dentro de un reencuadre. 4. Directivas/ tareas Las directivas y tareas estratégicas han sido extensamente desarrolladas por Jay Haley (1963, 1973) y Cloè Madanes (1984). (Cualquier estudiante serio de psicoterapia debería familiarizarse con su trabajo.) El comportamiento humano es dependiente del contexto. Al ofrecer tareas a los pacientes, los terapeutas toman ventaja de las sutiles maneras en las que las alteraciones en el contexto y las relaciones modifican el comportamiento, ya que la terapia dirigida a la tarea puede ser usada para estimular realizaciones*. Como ejemplo, Erickson usó este tipo de terapia con una mujer rica que sufría de depresión severa. Su hijo le había contado a Erickson que su madre pertenecía a una iglesia, pero que no tenía amistades en la escuela, aunque asistía regularmente a los servicios. La mujer tenía un ama de llaves y un jardinero,

pero rara vez les hablaba. El hijo le pidió a Erickson que visitase a su madre y viera que podía hacer por ella. Cuando Erickson fue a casa de la mujer. Notó que tenía violetas africanas en su solario. Él sabía que estas violetas necesitan mucho cuidado así que le dio a la mujer lo que describió como “órdenes médicas.” Le instruyó para que enviase a su ama de llaves al florista el siguiente día para comprar tantas violetas africanas en tantos colores como pudiese encontrar. Erickson le dijo a la mujer que esas serían sus violetas y debía cuidarlas bien. También le dijo al ama de llaves que comprase 200 floreros y 50 macetas, y tierra adecuada. La mujer tenía que tomar esquejes de sus violetas y propagarlas hasta que tuviera suficientes violetas para enviar una a cada familia con un recién nacido en su iglesia. Erickson también le dio la instrucción para que enviara una violeta africana en cada bautizo, en caso de enfermedad, luego para anuncios de compromiso, bodas, funerales, etc. Erickson le dijo a ella que las enviase en cada posible ocasión y que debía contribuir con una docena o más de violetas para cualquier kermés de la iglesia. La mujer siguió la tarea terapéutica de Erickson y su depresión se fue. Cuando ella murió casi veinte años después, era conocida como la Reina de las violetas africanas de Milwaukee.” Erickson comentó; “Cualquiera que tome a su cargo 200 violetas africanas está demasiado ocupado como para estar deprimido.” (Zeig, 1980, p.286.) Un caso similar me fue reportado por un estudiante de Erickson. El cliente estaba deprimido debido a la naturaleza rutinaria de su vida. Leía libros todo el día, tomándose descansos sólo para comer. Erickson estaba preocupado por la salud física del hombre, así como por su salud mental y, por lo tanto, le prescribió ejercicio. El hombre tenía que caminar a la biblioteca por la mañana y llevar su lunch. No había necesidad de llevar libros porque había mucho que leer en la biblioteca. La sección de ornitología fascinó al cliente, y gradualmente interactúo con otros que frecuentaban esa sección de la librería. Eventualmente formaron un club de ornitología y el hastío del hombre se evaporó. A veces las tareas de Erickson tenían significado intrínseco. Por ejemplo, frecuentemente animaba a los pacientes a escalar el “cerro Squaw” (re bautizado cerro Piestewa), un punto de referencia de Phoenix, o a visitar el jardín botánico del desierto. Cuando subían el pico Piestewa, el excursionista debía seguir un camino rocoso para alcanzar una vista elevada y así tener una perspectiva diferente. En el jardín botánico, un visitante encontraría evidencia de la adaptación y de la habilidad de sobrevivir y medrar en un medio ambiente duro. 5. Tareas de función ambigua

Los pacientes a menudo buscan crecimiento y adaptación y tienen la capacidad de encontrar significado constructivo en tareas benignas; ellos aprenden haciendo cosas. La proclividad de Erickson para asignar tareas ambiguas fue identificada y se escribió acerca de ella en The Answer Within (1983), por Stephen y Ann Lankton. Este método consiste en dar al cliente una tarea benigna que tiene el potencial de elicitar realizaciones* adaptativas. Por ejemplo, un cliente deprimido podría ser instruido para encender una vela cada tarde, cuando la familia se reúne para cenar; y en la siguiente sesión dar al terapeuta una explicación de por qué se dio la asignación. Ahora bien, el terapeuta podría no tener una razón explicita para la asignación, pero puede entender que la tarea podría estimular algo constructivo en el paciente. Quizá el paciente reportaría, “Esa fue una gran asignación. Gracias. Nuestra familia se dio cuenta de que nosotros ya no estábamos haciendo rituales como encender una vela o bromear en la cena y extrañábamos eso. Esas cosas tenían mucho significado. Decidimos comenzar a hacerlas otra vez. Y ahora que lo pienso, encender una vela es llevar simbólicamente de nuevo la luz a nuestra familia. ¿Cómo sabía usted que tenía que decirme que hiciera esta tarea?” “Era obvio“, podría contestar el terapeuta. Pero usted no extrajo todo el significado de mi asignación. Así que continúe haciéndolo y la próxima vez que usted está aquí usted me puede decir de qué más se dio cuenta.” 6. Prescripción del síntoma En su manera más simple, la prescripción del síntoma es una directiva para continuar con algunos aspectos del complejo del síntoma. A un paciente deprimido se le podría decir que actúe deprimido, que se sienta deprimido y/o tenga pensamientos de depresión. Un paciente dócil que siga esas sugestiones podría ganar una medida de control sobre el síntoma. Un paciente desafiante podría rebelarse contra la prescripción y, consecuentemente ocuparse con un comportamiento más efectivo. (Rohrbaugh, Tennin, Press & White, 1981). Con el paciente en oposición, la inversión en la auto dirección puede ser más grande que la inversión en el síntoma. En cualquier caso, se puede lograr un cambio en el patrón sintomático. La prescripción del síntoma puede hacerse más compleja agregando una razón para cumplirla. Por ejemplo, a un paciente deprimido se le puede decir: “Puede continuar deprimiéndose porque no es el momento para cambiar. Piense lo que un corredor a menudo hace en una

competencia de pista: antes de comenzar a correr primero se retira antes de empujar. De manera similar, usted necesita pasarse más tiempo esta semana retrocediendo y quedándose inactivo antes de moverse hacia adelante dentro de un nuevo territorio. Usted no sabe que va usted a descubrir porque las perlas se encuentran en el lodo.” Recuerde, los métodos terapéuticos tales como prescripción del síntoma están diseñados para estimular capacidades aún no reconocidas, no para manipular al paciente de tal modo que no experimente síntomas. Aún más. Hay contraindicaciones con la prescripción del síntoma. Por ejemplo, yo nunca prescribiría pensamientos suicidas a una persona suicida. (Antes de usar cualquier técnica, los clínicos deben ser adecuadamente educados en su uso.) Aunque otros nombres han sido usados en enfoques similares, prefiero el término genérico “prescripción del síntoma.” El método ha sido descrito como “práctica masiva” en la literatura del comportamiento y como “paradoja” en otras escuelas. En logoterapia, Víctor Frankl (1963) llamó al abordaje “intención paradójica.” Él acostumbraba estimular el humor, lo que bloquearía la ansiedad anticipatoria. La prescripción del síntoma ha sido extensamente examinada en la literatura de la psicoterapia. Un trabajo clásico en este tema es Paradoxical Psychotherapy por Weeks y L’Abate (1982). Una concepción de la prescripción del síntoma aparece en Zeig (1980 a & b). 7. Reencuadre / Connotación positiva Reencuadre es un término usado por Watzlawick, Weakland y Fisch (1974). Selvini Palazzoli, Boscolo, Cecchin y Pratta (1978) usan la descripción “connotación positiva”. El reencuadrar involucra cambiar el significado del problema. Esto ofrece a los clientes la oportunidad de alterar su actitud sobre los elementos sintomáticos. Por ejemplo: “La depresión puede ser muy importante. Puede ser un tiempo para la reflexión. Así que cuando usted se está sintiendo ‘deprimido,’ podría considerarlo como un período para un ‘reposo profundo’ en el que usted puede recargar sus baterías.” El reencuadre puede combinarse con la prescripción de síntoma. Por ejemplo, si la persona deprimida tiene una pareja y es apropiado, el terapeuta puede ofrecer: “Sería de mucha ayuda si usted pudiera estar inactivo(a) esta semana y continuase viviendo en su doloroso pasado. Si usted se detiene, su compañero tendría que pensar en su propio doloroso pasado y le podría traer

recuerdos dolorosos. En este momento, su compañero no tiene la fuerza suficiente como para lidiar con su pasado y está usando su depresión como cortina de humo para evitarlo. Por tanto, esta semana, trate de permanecer con depresión e inactivo hasta que podamos ayudar a su pareja a ponerse más fuerte.” En esta directiva, la depresión se reencuadra como un acto de acto de cuidado: proteger a la pareja de confrontar a su propia vulnerabilidad. La combinación de prescripción del síntoma y reencuadre puede cambiar la función interaccional del síntoma. (Para información adicional sobre el reencuadre vea a Bandler & Grinder, 1982.) 8. Ordalías Jay Haley desarrolló algunos de los más importantes conceptos en el uso de ordalías en psicoterapia (1984). Erickson condujo un caso prototípico de terapia de ordalía, reportado por Haley en su libro seminal, Uncommon Therapy (1973). El caso era de un cliente que sufría de insomnio. Luego de valorar aspectos de la vida del hombre, incluyendo aficiones, cosas que le gustaban y cosas que detestaba (una de ellas era pulir pisos), Erickson le pidió que sacrificase ocho horas de sueño para vencer a su insomnio. El hombre se horrorizó con este pedido increíble, diciéndole a Erickson que sólo podía obtener dos horas de sueño en la noche. Erickson dijo que podía renunciar a ocho horas de sueño en cuatro noches, lo que le pareció bastante razonable al hombre. Se le dijo al cliente que se pusiera su ropa de noche a la hora de ir a la cama, pero en lugar de dormirse, se le instruyó que pasara la noche puliendo el piso de madera en su casa. El hombre llevo a cabo la orden de Erickson por tres noches. En la cuarta noche, ya que estaba listo para la cama, el hombre decidió descansar sus ojos unos minutos antes de pulir los pisos. Esa noche durmió ocho horas. Erickson reportó que el hombre mantuvo el pulidor de pisos en su repisa, sabiendo que si volvía a tener insomnio, la solución sería la de pulir los pisos. “Ese hombre haría lo que fuera menos pulir sus pisos por las noches…” Erickson agregó “…hasta dormir.” En el caso de la depresión, una ordalía podría conllevar pedirle al cliente que escribiese una lista extensa de razones para estar deprimido. Por ejemplo, el terapeuta podría decir, “Me gustaría que luego de cada comida, se siente por veinte minutos en el más pequeño cuarto de su casa y escriba una lista de razones para estar deprimido… y sería de mucha ayuda si escribe oraciones completas con buena caligrafía. Haga una lista diariamente y cuando me traiga esta lista, podemos analizarla y crear un tratamiento apropiado.”

Hay un automatismo en los síntomas; estos “sólo deben ocurrir.” Programar un síntoma o síntomas altera esta función, lo que puede tener resultados constructivos. Más aún, sentarse en el más pequeño cuarto de la casa (muy a menudo, el cuarto de baño) puede agregar un poco de ironía, porque la depresión a veces es debida a la creencia del paciente de que su vida “se va por el inodoro.” Cuando se ejecuta bien y se comparte con el paciente, puede ayudar ser irónico sobre el problema, pero no aconsejaría ser irónico con el paciente. Un ejemplo de caso de mi uso de las ordalías se presenta en el capítulo doce. 9. Desplazamiento El desplazamiento es a menudo logrado bajo hipnosis formal e involucra cambiar la localización del síntoma. Erickson (1958) usó el desplazamiento para mover la extrema sensibilidad dental de un paciente de su boca a su mano. En uno de mis artículos profesionales iniciales (Zeig, 1974), describí el desplazamiento de alucinaciones auditivas de pacientes esquizofrénicos agudos usándolos primero como focos de inducción hipnótica y entonces desplazándoles dentro de una incomodidad física. Eventualmente, le regresé las alucinaciones al cliente, moviéndolas de su localización original a puntos diferentes del cuerpo del paciente, tiempo durante el cual redefiní a las alucinaciones como voces de las cuales podría haber beneficio. En la superficie, las técnicas de desplazamiento pueden parecer que están en el límite de lo bizarro, pero un examen más cercano revela que el desplazamiento es sólo un método de utilización. Los pacientes desplazan sus problemas. Por ejemplo, cuando se enfrentan con una dificultad emocional, una persona podría desarrollar una cefalea; otra un trastorno estomacal. Si el desplazamiento es un aspecto del problema, puede emplearse en la solución. En el capítulo diez, discuto en profundidad el tratamiento que Erickson le da a una paciente fóbica, y en parte incluyó el el uso de desplazamiento (mover la fobia de una mujer a una silla.) Técnicas similares pueden ser usadas para desplazar aspectos de la depresión, quizá la inactividad física general podría ser hipnóticamente desplazada a partes específicas del cuerpo que parecen inactivas, por ejemplo un dedo del pie. 10. y 11. Ensayo de fantasías y orientación futura

Las técnicas de imaginación de ensayo de fantasías y orientación futura están muy relacionadas. Usando imaginería mental vívida, con o sin hipnosis un paciente puede usar ensayo fantaseado para practicar una solución o un componente de una solución. El paciente también puede proyectarse a sí mismo(a) a una época del futuro cuando algún aspecto del síntoma haya cambiado. Erickson (1954) llamó a esta técnica “pseudo orientación en el tiempo.” Empleando una orientación futura, el paciente deprimido podría imaginar volverse más activo, por ejemplo, visualizar jugar tenis con amigos. 12. Cambio de historia La técnica de cambiar la historia, desarrollada por Erickson en el caso del Hombre de Febrero, fue descrita por Haley (1973) en Uncommon Therapy y desarrollada extensivamente por Rossi (Erickson & Rossi, 1989). En el Caso del Hombre de Febrero, Erickson estableció regresión de edad bajo hipnosis y luego hacía visitas regulares al paciente en puntos cruciales en su vida, sirviendo como padre sustituto (llamado el Hombre de Febrero) que le daba al “niño” consejos paternales que le ayudaría a adaptarse más exitosamente cuando se convirtiera en adulto. Esta técnica es una manera de cambiar la narrativa, no de cambiar el pasado. Lo que se cambia es la perspectiva del paciente en esa historia. La técnica también puede ser modificada para la depresión. Digamos que el paciente deprimido estaba socialmente aislado en la niñez. Una introyección inspiradora y positiva (tal como el “Hombre de Febrero” de Erickson) podría regresar hipnóticamente en el tiempo y dejar mensajes al niño promoviendo la sociabilidad durante diferentes estados del desarrollo. 13. La técnica de la confusión Erickson consideraba a las técnicas de confusión y la de intercalamiento como sus contribuciones más importantes a la hipnosis. Dichas técnicas se discuten extensivamente en Erickson (1964) y Gilligan (1987). En el concepto más básico, la técnica de la confusión se usa para romper rígidos patrones de pensamiento. Primero se crea un período de confusión psicológica (excitación indiferenciada). Enseguida se ofrece una sugestión concreta. La respuesta puede incrementarse porque a mucha gente le disgusta la sensación de incertidumbre generada por la técnica de la confusión y por lo tanto lleva a cabo la primera

sugestión concreta que escuchan para resolver su incomodidad. Una ilustración simple de esta técnica es la de yuxtaponer conceptos opuestos, tales como entender un malentendido en lo que podría convertirse en una conexión alucinante: “Su mente inconsciente tiene maneras de entender cosas y su mente consciente tiene formas de entender cosas. Y la clase de realizaciones* conscientes que pueden ser inconscientemente realizadas* son diferentes de la clase de realizaciones* inconscientes que pueden ser inconscientemente realizadas*. Y hay mal entendidos básicos. Y la clase de realizaciones* conscientes que usted puede inconscientemente malentender son diferentes de la clase de malentendidos conscientes que pueden ser conscientemente realizadas*. Pero usted realmente no puede realizar* hasta que usted…aparte tiempo esta semana para ser más activo.” Como Erickson la concibió, la técnica de la confusión era un ataque agresivo a las resistencias arraigadas. En sus trabajos posteriores, modificó la confusión agresiva a desestabilización moderada. Creaba ligeras interrupciones que elevarían la tensión, durante una inducción o al hacer terapia y luego seguía con sugestiones concretas. En comparación, con los practicantes tradicionales de la hipnosis que crean canciones de cuna soporíferas, las inducciones de Erickson eran como sinfonías con pasajes consonantes y disonantes que modulaban los niveles de excitación. Y como en las sinfonías, las armonías inestables de Erickson eventualmente conducen a una armonía estable. 14. Metáforas La metáfora es una figura del lenguaje que hace una comparación implícita, implicada u oculta entre dos cosas que aparentemente no están relacionadas. El uso de metáforas puede ser una herramienta terapéutica valiosa. Por ejemplo, si un paciente dice, “Mi depresión es como una pesada piedra,” el terapeuta puede ofrecer una historia metafórica en la que la piedra adquiere vida y pierde mucho de su peso. Alternativamente el terapeuta podría ofrecer; “Su depresión puede ser una de muchas piedras que sirven para construir muros, pero también sirven para construir puentes.” O “Su depresión es una piedra de afilar contra la que usted puede afilarse.” Pero las metáforas necesitan no limitarse a técnicas verbales—las acciones también pueden servir como metáforas. Una metáfora visual puede ser poderosa porque crea una imagen en la mente de la persona. Por ejemplo, cuando trabajo con un cliente deprimido, podría sentarme en mi silla tan estirado y alto como me sea posible y decir “Uno de sus objetivos es el de sentirse como esto.” Un

tema subyacente en muchos de mis seminarios para terapeutas es el uso de la metáfora. Aristóteles dijo una vez: “Con mucho, la cosa más grande es dominar el uso de la metáfora.” Y verdaderamente, la metáfora es un fértil campo a explorar por el terapeuta. Erickson prefería usar anécdotas de la vida real más que fabricar historias metafóricas. Algunos terapeutas, incluyendo a Gordon (1978), Gordon & Meyers-Anderson, (1981) no distinguen entre metáfora y anécdota y usan los términos de manera intercambiable. Otra valiosa referencia es Gene Combs y Jill Friedman: Symbol, Story & Ceremony (1990). 15. Símbolos Los símbolos y los rituales son agentes de cambio extremadamente valiosos. Erickson usó símbolos en el caso de una mujer que había perdido su bebé por muerte de cuna (Zeig, 1980, pp.287-288). Para vencer su aflicción, Erickson le pidió a la mujer que plantase un árbol de eucalipto de crecimiento rápido en su traspatio y le nombrase “Cynthia”, nombre de su hijita muerta. Erickson le dijo, “Quiero que vea a Cynthia crecer. Quiero que usted prevea el día en el que usted pueda sentarse bajo la sombra de Cynthia.” Un año más tarde el árbol había crecido alto y la mujer, que había estado tan abatida que estaba en peligro de suicidio, fue capaz de sentarse en el santuario de la sombra y la comodidad de su “hija.” La mujer también transformó su alguna vez llano traspatio en un resplandeciente muestrario de florecientes brotes y arboles incipientes. Tuve una paciente que sufría de lo que yo pensé que era una depresión (Zeig, 1992). Sin embargo, ella me explicó que tenía problemas psicosomáticos. Yo no entendí que sus problemas psicosomáticos estaban enmascarando la depresión. Así que le pedí a ella que llevase cargada diez días una piedra negra, y dispusimos una cita a su regreso dos semanas después. En la segunda sesión, me dijo que había completado la tarea. Le pregunté que había hecho con la roca por diez días y me contestó: “No sabía para que era la roca, así que la puse en la biblioteca de mi marido.” Dije, “Pienso que sería una buena idea si hacemos algo de terapia de parejas e involucre a su marido en la próxima sesión.” Intercambié símbolos con esta cliente. Ella me dio un símbolo (su problema psicosomático) y como algo amable, casi un asunto de cortesía, le regresé un símbolo: la roca negra que pensé que simbolizaría su depresión. Como se vio después, el problema no era tanto la depresión como un problema de pareja. Ella

corrigió simbólicamente mi mala interpretación cuando escogió un lugar para poner la roca. Mi intervención utilizó un proceso simbólico. Yo podía monitorear la respuesta a mis tareas simbólicas y ajusté apropiadamente mi método (Zeig, 1992) Un video que muestra a Erickson conduciendo hipnoterapia simbólica está disponible en www.Erickson-foundation.org. Los rituales son tareas simbólicas complejas. Más información puede encontrarse en Van der Hart (1983) y Madanes (1981,1984). 16. Anécdotas Las historias terapéuticas fueron un pilar de la terapia y enseñanza de Erickson. La mayoría de sus historias fueron sobre casos exitosos, pero también él las sacaba de eventos interesantes en las vidas de miembros de la familia, amigos y pacientes para crear inducciones hipnóticas y herramientas de enseñanza y para insertar consejos terapéuticos. Las historias son un fundamento de la comunicación humana. Somos por naturaleza narradores naturales; también recordamos y respondemos a las historias. Erickson usó la narrativa toda su carrera como terapeuta y como instructor. Y a pesar de eso, la narrativa no se enseña comúnmente en los programas de entrenamiento de las escuelas de postgrado. Cuando comencé a hacer psicoterapia en los setentas, yo era tímido a la hora de contar historias, pero gradualmente la narrativa se hizo parte fundamental de mi práctica. Los pacientes comparten historias con los terapeutas así que así que es natural que los terapeutas también utilicen historias para ofrecer tratamiento. La narrativa es un método vivencial que puede provocar realizaciones* conceptuales. El cliente “desenvuelve” el mensaje en la historia y puede cambiar efectivamente. La historia es un contexto para pensar/ sentir/ actuar/ relacionarse de manera diferente. Las anécdotas pueden ser usadas para guiar asociaciones. El intento es el de elicitar asociaciones constructivas que van a empujar hacia un comportamiento más efectivo. Por ejemplo, si un paciente está teniendo dificultades para experimentar un rango de sensaciones, quizá se beneficiaría de relatos acerca de flexibilidad emocional. La técnica podría ser invertida para un paciente en oposición. El terapeuta puede contar historias acerca de gente que es extremadamente rígida, con el intento de despertar al paciente a su propia rigidez y subsecuentemente promover el cambio. Tales métodos suscitan autonomía: el cambio es estimulado desde adentro e iniciado por el cliente. (El uso que hacía

Erickson de las historias se trata en forma extensa en Zeig [1980 y 1985], Rosen [1982], Lankton y Lankton [1983] y Gordon y Meyers-Anderson [1981]. Las anécdotas son una forma de comunicación paralela. Podría haber temas que correspondan a los temas del paciente, pero ya que se les removió un paso, el paciente puede encontrarlos más atractivos y útiles. 17. Comunicación paralela La comunicación paralela ocurre cuando el clínico comunica una cosa para crear una asociación con otra. Una metáfora es comunicación paralela. Cuando Romeo dice: “Julieta es el sol”, está creando un paralelismo metafórico. Otras formas de comunicación paralela incluyen analogías simples y complejas. Por ejemplo, la comunicación paralela con un paciente deprimido podría involucrar hablar acerca de podar las ramas muertas de un árbol, y de cómo su remoción es necesaria para un nuevo crecimiento. Los juegos y los acertijos también forman parte de la comunicación paralela. Erickson a menudo usaba juegos mentales en la terapia y en la enseñanza. Por ejemplo, para introducir la idea de una perspectiva flexible, Erickson me pidió una vez que le describiera las formas posibles de ir desde su oficina a la siguiente habitación. Después de sentir que había agotado todas las posibilidades, Erickson me dijo que había olvidado una: Podría salir por la puerta trasera de su consultorio a la casa principal, tomar un taxi al aeropuerto y tomar un avión a New York, luego uno a Roma, Hong Kong, Honolulu y los Angeles, luego regresar a Phoenix donde tomaría un taxi para ir a su casa y entrar a la habitación de junto a su consultorio a través de una puerta lateral. Esta fue una manera festiva, analógica, de alentar el pensamiento flexible para vencer las limitaciones aprendidas. Hace algunos años, trabajé en un hospital con un paciente esquizofrénico. Creía que estar en el hospital quería decir que estaba “loco”. Así que razonó que, si le liberaban del hospital, eso quería decir que estaba sano. Desafortunadamente su conducta era tal que no podía ser dado de alta. Tenía una psicosis bien desarrollada y era un peligro para sí mismo. Le mostré un gráfico y le pedí que leyera las palabras impresas dentro del triángulo.

“París en la primavera” leyó. “No.” “París en la primavera” volvió a decir. “No.” “París en la primavera” dijo ya enojado. “No.” Dije de nuevo. “Lea palabra por palabra.” “París en la…la primavera”, finalmente leyó de manera correcta. “Sí, has dejado de ver lo evidente,” contesté. Desde entonces, cuando sentía que dejaba de ver lo evidente, yo le recordaba que viese otras posibilidades diciéndole “Regrésate al triángulo.”

18.

Escultura.

La escultura es una técnica que a menudo uso tanto en la evaluación como en el tratamiento; no era algo que Erickson practicase. La escultura de familias es un método comúnmente usado por terapeutas familiares expertos, como Virginia Satir y Peggy Papp. La escultura familiar es un método en el que el terapeuta pide a un miembro de la familia o miembros que hagan una representación o escultura de otro miembro de la familia o de toda la familia y de cómo se ven ellos a sí mismos en relación a su familia. Externalizar un problema o solución puede tener un efecto decisivo. Mucho de lo que procesa nuestro cerebro se dedica a la visión. Por lo tanto, crear una imagen tridimensional puede ser un paso terapéutico constructivo. A veces uso lo que se llama “escultura del terapeuta”. Por ejemplo, le pido al paciente que de manera figurada me “esculpa” dentro de una representación simbólica de su depresión. Me paro erguido con los brazos a los lados y luego le pido al paciente que me dé instrucciones de tal manera que yo acomode mi

cuerpo de tal manera que pueda crear una representación del problema; una escultura que puede ser estática o kinética. Le explico que quiero entender la situación del cliente más exactamente. Por ejemplo, el paciente me puede dar la instrucción de que doble mis brazos con fuerza a través de mi pecho y me balancee de lado a lado, o que me agache y que me acurruque con fuerza sin moverme. Luego, yo podría pedirle al paciente que me esculpa en una representación simbólica de una solución o de un componente de la solución. El paciente puede ver la solución cuando yo levanto los brazos y los estiro o incluso si doy vueltas de manera festiva. Mi meta es que el paciente cree una representación visual externalizada, memorable, que pueda provocar el cambio. 19. Técnica del intercalamiento La técnica del intercalamiento fue una de las más importantes contribuciones de Erickson a la práctica de la hipnosis. En un caso de control de dolor, Erickson uso está técnica cuando metafóricamente habló sobre plantas de jitomate mientras que continuamente intercalaba sugestiones de comodidad: “Uno pone en el suelo una planta de jitomate,” comenzó Erickson “Y uno tiene la esperanza de que va a crecer para ser una planta que dará satisfacción por su fruto. La semilla absorberá el agua sin gran dificultad porque las lluvias traen paz y comodidad.” (Erickson, 1966, p.203) Erickson marcó sus sugestiones de comodidad con cambios en su tono de voz, convirtiéndolas en directivas implícitas que podrían estimular a entrar en juego un tren de asociaciones que aliviarían el dolor mientras el cliente es absorbido en el discurso de Erickson. Una manera de usar la técnica del intercalamiento es la de crear una anécdota o descripción de algo que es paralelo al problema del paciente, con el terapeuta dando sugestiones encubiertas acerca de cómo el paciente podría ver/ pensar en/ hacer las cosas de manera diferente. La técnica de intercalamiento puede ser extraordinariamente compleja porque puede abarcar anécdotas, metáforas y formas de sugestión indirecta tales como mandatos intercalados y presuposiciones. He aquí una ilustración de la técnica de intercalamiento en el caso de la depresión. El terapeuta podría ofrecer: Usted está familiarizado con la experiencia de caminar por un sendero. Usted tiene una meta…un lugar al que usted quiere ir… un destino que parece ser factible, pero inesperadamente, una tormenta aparece con sus nubes

obscuras, ominosas. Entonces, hay un repentino aguacero que le hace difícil continuar…pero…usted quiere llegar a su destino… y usted razona… “sólo espera, la tormenta pasará” Así que usted… encuentra un lugar seguro… encuentra un lugar cómodo… y se abraza usted mismo(a) mientras que…espera la tormenta. Y mientras usted… está protegido(a) del mundo en su refugio obscuro… usted puede mirar hacia afuera… y ver que las nubes se están levantando y usted recuerda que la tormenta pasa. Y usted puede disfrutar de darse cuenta… de que la tormenta limpiará el aire…habrá una frescura y belleza en el mundo.

Otras técnicas

Erickson usó otras técnicas, incluyendo el uso de fenómenos hipnóticos tales como amnesia, regresión de edad y sugestión posthipnótica. También usó el shock, el drama, el aburrimiento y el oxímoron. Un ejemplo del uso de Erickson del oxímoron es el caso de una mujer que había sido abusada sexualmente por su padre. Le dijo a Erickson que se sentía “sucia” y no podía disfrutar del sexo, participando sólo pasivamente. También se sentía aterrorizada por el pene erecto. Erickson le dijo. “Su vagina puede tomar un placer perverso al reducir a un pene a un objeto colgante e inútil.” (Rosen, 1982, p.37), lo que empoderó a la mujer a disfrutar sexualmente y satisfacer sus sentimientos de venganza hacia los hombres.

Conclusión

Erickson inventó las técnicas de confusión y de intercalamiento; no inventó todos los métodos descritos, aunque contribuyo en mucho a su desarrollo. Y para el tiempo en que Erickson estaba explicando su utilidad, la mayoría de esas técnicas eran evitadas por los terapeutas tradicionales. Hoy esas técnicas son la piedra angular de muchas prácticas clínicas. Erickson rara vez enseñaba técnicas específicas, pero escribía acerca de ellas, incluyéndolas en su obra con Rossi (Erickson Rossi & Rossi, 1976; Erickson & Rossi, 1979; Erickson & Rossi, 1981 y Erickson & Rossi, 1989). Erickson principalmente exploró los parámetros de la sensibilidad de respuesta, trabajando para maximizar respuesta constructiva y cooperadora a través de sus métodos de utilización. Erickson formuló un proceso de tres pasos para la terapia contestando estas preguntas: 1) ¿Cuál es la posición actual del paciente? 2) ¿Qué recursos tiene el paciente en su situación? 3) ¿Qué se puede utilizar para ayudar al paciente a descubrir recursos internos? Las 19 técnicas discutidas en este capítulo están entre las intervenciones

principales utilizadas por Erickson. No es necesario que los terapeutas utilicen todas las técnicas con un paciente; de hecho, hacerlo así daría por resultado una relación con el paciente mecánica y artificiosa. Sin embargo, el terapeuta novato puede encontrar de ayuda la lista de técnicas cuando decide cómo hacer la envoltura para regalo de un objetivo. Si el paciente no responde a una forma de hacer la envoltura, el terapeuta puede referirse a la lista y escoger otro método. El componente clave no es la estructura de la técnica misma, sino su contribución a elicitar una respuesta deseable. No importa cuán elegante sea la técnica, debe ser recibida por el cliente de tal manera que se pueda poner en acción. Cuando mucho, las técnicas son estrategias de utilización. El dictum de la utilización es: Cualquier cosa que el paciente utilice para mantener una posición puede ser usada por el terapeuta para promover una buena vida. Por ejemplo, si un paciente esquizofrénico habla de manera errática para distanciarse, el terapeuta puede hablar de la misma manera para promover cercanía (Vea Zeig, 1987). Tenga en mente que estas técnicas principales de intervención pueden ser utilizadas para elicitar las metas de la terapia o las metas hipnóticas. Por ejemplo, una metáfora podría ser usada para dirigirse a la meta de la terapia o a la meta hipnótica, tal como enfocar la atención. Como se sugirió antes, puede ser un ejercicio útil para el terapeuta escoger un objetivo terapéutico o un objetivo hipnótico para un caso hipotético y entonces diseñar métodos de envoltura para regalo utilizando cada una de las 19 técnicas. Nuevamente para enfatizar, estas intervenciones no tienen como intención engañar a los pacientes para que detengan sus síntomas. El propósito es el de ayudar a los pacientes a reconocer capacidades dormidas y recursos internos. Las técnicas llevan el mensaje implícito del terapeuta: "A través de estas experiencias terapéuticas, podemos experiencialmente elicitar realizaciones* conceptuales adaptativas.” El proceso de presentar una intervención influye en su efectividad. Este proceso se desarrolla más en el capítulo 9. En el siguiente capítulo se combinan la envoltura para regalo y la personalización. Usar los ejercicios sugeridos en el capítulo ocho puede ayudar al clínico a mejorar los resultados terapéuticos. Un principio de este capítulo: 24. Cuando los métodos congruentes no funcionan, pueden usarse los

métodos incongruentes.



8. La cuadrícula de la personalización Introducción

La cuadrícula de la personalización es una herramienta diseñada para ayudar al clínico a combinar técnicas de envoltura para regalo y evaluación para aumentar la efectividad. Con esta herramienta el clínico puede aprender a personalizar una intervención a los aspectos únicos del cliente.

La cuadrícula de la personalización

Una intervención puede acrecentarse enmarcándola dentro de la visión del mundo de un paciente. Esta cuadrícula no constituye la intervención de la terapia misma, sino más bien, es un mecanismo para evaluar qué estrategias de intervención son más apropiadas dadas las características individuales del cliente. Como se discutió en el capítulo cinco, pueden usarse categorías de evaluación y ganchos: (1) como señales de camino para la hipnosis y la terapia; (2) como recursos; (3) para hablar el lenguaje experiencial del paciente; (4) para determinar cómo la persona “hace” el problema; (5) para presentar la terapia a través de las lentes del paciente;(6) como motivadores; y (7) como formas de describir la microdinámica de la excelencia. En el capítulo siete, 19 tipos de intervención fueron enlistados de acuerdo a su nivel de dirección/indirección. Combinar personalización y envoltura para regalo facilita enfocar la terapia a través de las lentes del paciente. Veamos cómo se puede lograr fusionar ambas con la cuadrícula de la personalización en nuestro caso de hipotética depresión. Una sub meta para tratar la depresión podría ser incrementar la actividad. La tarea del terapeuta sería elicitar en el cliente el reconocimiento del potencial no explotado, lo que subsecuentemente impulsaría al cliente a utilizar ese potencial. Para el propio crédito del paciente, la energía potencial se convertirá en energía kinética. En el último capítulo, vimos como un terapeuta podría comenzar tal intervención con una sugestión directa. Desde aquí, el terapeuta podría modificar la envoltura para regalo ofreciendo la sugestión directa bajo hipnosis. Hay otra opción: Si la intervención no tuvo éxito, el terapeuta no necesita cambiar las técnicas de envoltura para regalo, sino que, en lugar de ello, puede refinar la personalización. Este paso podría involucrar usar la posición experiencial del paciente. Se vuelve entonces un asunto de triangular tres parámetros: la meta, la técnica y la posición. El siguiente diagrama ofrece un ejemplo simple:



Tabla 8-1: Cuadrícula de la personalización. Ejemplo uno.



En este ejemplo, la meta es la de elicitar un incremento en la actividad. La técnica seleccionada es la de la sugestión directa. La postura del paciente es la de atención interna, así que la técnica de envoltura para regalo puede ser presentada a través de la posición del paciente de ser internamente orientado. Si este fuese el caso, el clínico podría ofrecer al paciente: “Tómese un momento para irse hacia adentro. Si le es de ayuda, incluso puede cerrar los ojos. Es en este momento de tranquilidad, cuando usted está solo con sus pensamientos, usted se puede poner en contacto con algunas cosas que puede hacer que serían de valor personal. Pienso que usted encontrará que una de las cosas que pueden ser de beneficio definitivo es darse cuenta de las maneras en las que usted se puede activar más esta semana.” Otra posibilidad sería la de usar la posición del cliente como motivador. Por ejemplo, “Me gustaría que usted se dé cuenta que esta semana puede hacer una hora de caminata a solas, porque es una buena manera de reflexionar de manera privada y resolver cosas.” (La discusión sobre cómo dar motivadores para las sugestiones la encuentra en Zeig, 2015. También hay una discusión de las formas del lenguaje que se pueden usar sin la aplicación de un trance formal.) Ahora, cambiemos uno de los parámetros: el cliente tiene una orientación externa:

Tabla 8-2: Cuadrícula de la personalización. Ejemplo dos.



En este caso, el terapeuta podría sugerir que, mirando a su alrededor, el cliente se puede dar cuenta del beneficio al reconocer cómo otros se ocupan en la actividad antes de llevar a cabo la tarea de activarse por sí mismo(a).

También se puede usar una orientación interna como motivador con el paciente al que se le ordenó hacer una caminata de una hora, porque puede notar “tremendas variaciones en el paisaje y los sonidos.” Al realizar la tarea, el cliente incluso puede notar que su agudeza visual puede verse incrementada. Cuando se trabaja con un cliente con “orientación linear,” el terapeuta podría pedirle que haga una caminata en línea recta—y notar cuan recto puede caminar a lo largo de esa línea. Para un pensador en mosaico, la tarea sería la de caminar un sendero con muchos giros y vueltas, o sólo vagar por ahí. Quizá este cliente se pasaría el tiempo viendo aparadores, ensoñando o escuchando música. A un potenciador se le podría prescribir una caminata en la que podría tomar nota de todas las cosas fantásticas, increíbles y asombrosas. A un reductor se le podría pedir que haga un paseo y busque las pequeñas cosas, tales como una roca especial, una hoja o una concha que podrían tener un poco de significado o valor. A una persona intropunitiva se le podría asignar una caminata difícil porque el reto podría apaciguar la necesidad de esta persona por auto juzgarse de manera crítica. A la persona extrapunitiva se le puede pedir que encuentre tres defectos significativos en su medio, por ejemplo, un área descuidada, drenajes de la calle obstruidos y señalización inadecuada—cosas que esta persona podría cambiar para hacer una diferencia. A una persona uno arriba se le podría pedir que, personalmente, decida dónde quiere caminar, quizá a una localidad conveniente, una tienda de comestibles ocupada o una cafetería bulliciosa. A una persona uno abajo se le puede dar instrucciones de que camine a un lugar específico en un tiempo asignado. Como para los ganchos, si una persona valora la prudencia, se le podría pedir que note los peligros potenciales de su caminata, así como cualquier medida preventiva que pueda tomar para evitarlas. Una persona aventurera podría ser animada a hacer una caminata para descubrir cosas nuevas. Por supuesto, el rango de categorías de evaluación y de ganchos es tan extenso como las variaciones del pensamiento humano, sentimientos, comportamiento, percepción y relaciones. Más aún, dependen de la posición del terapeuta y su orientación (discutidas previamente). El proceso de evaluación involucra la idiosincrasia del terapeuta y cómo el terapeuta interactúa con la posición y orientación del paciente. Es el trabajo del terapeuta decidir que es más relevante a la situación inmediata y usar las categorías de evaluación y los ganchos como lentes y motivadores en la personalización de metas envueltas para regalo. Tener a la técnica, a la envoltura para regalo y a la posición como aspectos de la paleta, significa que el terapeuta tiene una riqueza de opciones de

tratamiento de las cuales escoger. Si una técnica de envoltura para regalo o de personalización no funciona, el terapeuta no necesita frustrarse o sentirse perdido. Simplemente puede seleccionar de la cuadrícula otro método o combinación de métodos. Es importante que el clínico utilice cualquier respuesta que resulte de la directiva (buena, mala o indiferente) para estratégicamente avanzar a resultados clínicos constructivos.

Alterando el envoltorio para regalo Para personalizar el enfoque que se ajuste al paciente, el terapeuta será flexible cuando se trate de hacer alteraciones. Por ejemplo, el terapeuta podría mantener la meta de elicitar actividad y luego modificar el método de envolver para regalo mediante el uso de presuposiciones más que de sugestiones directas. Si el cliente es interno, el terapeuta podría decir: “Usted realmente no sabe cuánto puede usted disfrutar de una hora de soledad cuando usted haga esta semana una caminata… ¿verdad?” Para la persona externa: “Usted realmente no se da cuenta de cuán benéfico puede ser andar afuera cuando haga un paseo esta semana… ¿verdad? Y usted puede disfrutar viendo las cosas de manera diferente en las caminatas matutinas que en las caminatas por la tarde.” (Vea a Zeig, 2015, respecto a información sobre cómo crear presuposiciones.) Si el paciente es extrapunitivo, la terapia se puede enfocar a través de esa lente. Ya que una persona extrapunitiva necesita rechazar algo en la terapia, el terapeuta podría presentar un método que le permita al cliente la satisfacción de utilizar una lente crítica bien desarrollada y, sin embargo, ayudarle a activarse terapéuticamente. Por ejemplo, el terapeuta podría decir, “Esto es lo que quiero que usted haga esta semana para volverse activo, y quiero que lo haga exactamente como lo prescribo. Mi experiencia ha sido que esto es, sin duda, la mejor manera de hacerlo. Quizá es la única manera de hacerlo. A las 8 de la mañana del sábado, quiero que usted suba hasta [mencione un lugar]. Asegúrese de llevarse un yogurt con usted. También llévese una naranja. Es mejor conseguirse una mediana. Cuando usted haya completado la caminata, dedique media hora para escribir una lista de 10 beneficios que usted obtenga de la experiencia. Y si usted decide una actividad diferente, por favor, haga una lista de los diez beneficios que usted pueda obtener de esa experiencia.” Este tipo de directiva contiene numerosas directrices pequeñas que el cliente puede rechazar, mientras que al mismo tiempo le motiva implícitamente para llevar a cabo una actividad—una que el cliente escoja personalmente. Ahora, el cliente podría decirle al terapeuta en una sesión posterior, “Yo no escalé esa montaña y no me gusta el yogurt. Pero me pasé unas horas la mañana

del sábado dedicado a mis aficiones.” De manera similar, aconsejo a mis alumnos que están haciendo su tesis, que inserten errores gramaticales de tal modo que el comité de tesis tenga algo qué criticar. Después de todo, el comité necesita algo que corregir y si la gramática es perfecta, el comité podría lanzarse al contenido. Los aspectos de una posición u orientación del cliente pueden ser reconocidos y utilizados por el terapeuta. Por ejemplo, una instrucción para un cliente inactivo, táctil podría ser: “Esta semana, más o menos a la mitad, tómese una hora para caminar; o bien, diga tres cosas agradables a su esposa (o a un amigo, miembro de la familia o extraño). Haga cualquier cosa que usted piense que le haría sentir mejor.” Note que las directivas presentadas en este capítulo son metas mínimas. Para provocar el cambio, es cuestión de que el terapeuta determine el paso estratégico mínimo que el cliente está dispuesto a tomar. Recuerde el concepto: Enfóquese en los componentes no en las categorías. La idea es dividir la meta en componentes y pequeños pasos y luego estratégicamente construir sobre esos pasos, lo cual puede alterar el sistema más grande. Si el progreso no ocurre, quizá la meta pueda ser dividida todavía más. Un principio (N°25) al que hay que atenerse: Si el problema es difícil de vencer y/o las resistencias son difíciles de superar, divida la meta en componentes y aliente al cliente a dar pequeños pasos. La resistencia puede ser contrarrestada modificando la meta, seleccionando un método diferente de envolver para regalo y/o personalizando. El siguiente ejercicio puede ayudar a los terapeutas a convertirse en comunicadores más efectivos: Seleccione una meta y póngala en términos concretos y positivos: Por ejemplo: “Medite cinco minutos cada día” o “Sonría más cuando esté cerca de su esposa” o “Haga ejercicio.” Si es necesario, puede ser usada una meta declarada en forma negativa, tal como “coma menos,”. Cree una cuadrícula de personalización y enumere varias categorías de evaluación de clientes y ganchos en la parte superior. A un lado, complete con varios posibles métodos de envolver para regalo. Ahora, diseñe una directiva de personalización que fusione la posición del paciente con el método de envolver para regalo. Una vez que usted haya completado la cuadrícula y haya establecido estrategias para todas las combinaciones que usted haya identificado, puede rápida y fácilmente modificar su tratamiento, bien sea por alterar la categoría de evaluación o el método de envoltura para regalo. Cualquier combinación puede ser pertinente para un cliente individual. Usted puede experimentar todavía más afinando sus habilidades para establecer metas cambiando el objetivo, quizá dividiéndolo en componentes más pequeños.

El ilimitado número de correcciones, modificaciones y alteraciones que pueden hacerse a una sugestión simple como “sea activo” podría parecer abrumador para el novato, arrojando a la persona dentro de una clase de parálisis mental. Sin embargo, tenga en mente que una nueva manera de pensar que al principio parece imposible, a menudo se vuelve fundamental más tarde. Déjeme ilustrarle esto con una experiencia personal. Hace años, tomé una clase de piloteo de planeadores. La primera tarea de mi instructor fue enseñarme a nivelar el vuelo. Como muchos pilotos principiantes, yo sobre compensaba al principio. Me tomó algún tiempo aprender cómo evitar la sobrecompensación y mantener un nivel de patrón de vuelo a una altitud constante. El siguiente paso fue aprender cómo dar vuelta o lateralizar el planeador. Un piloto debe aprender cómo controlar el vuelo en tres dimensiones, mientras que manejar un auto se hace en sólo dos dimensiones. Mi instructor me enseño como lateralizar dividiendo la acción total en pequeñas partes. También hizo una lista de los numerosos efectos colaterales indeseables por las acciones incorrectas. Para lateralizar es necesario ajustar apropiadamente el alerón, el timón y los flaps. Por supuesto, descubrí de primera mano qué sucedía cuando yo no hacía esto correctamente. Yo estaba demasiado consciente de cada paso y otra vez estaba sobrecompensando. Lo mismo puede suceder en el golf o en el tenis cuando alguien que comienza está abrumado por las minucias de aprender las bases, aunque la mayoría de instructores, enseñan dividiendo el proceso en segmentos manejables. Pero es solamente cuando los movimientos o patrones se mueven de la memoria de corto plazo a la memoria de largo plazo cuando realmente comenzamos a lograr la verdadera eficiencia (eso que los atletas profesionales le llaman estar “en la zona” o “en el flujo.”). Hoy, cuando vuelo en planeador, no pienso conscientemente acerca de los cambios que se deben hacer. Más bien, respondo sin esfuerzo a las condiciones cambiantes. Un terapeuta que trate de trabajar las dimensiones de la cuadrícula de personalización puede al inicio sentirse como un juglar con demasiadas pelotas en el aire. Pero al pasar el tiempo, con la experiencia de modificar los diversos aspectos de la cuadrícula, las decisiones conscientes comenzarán a fluir hacia la memoria de largo plazo, y el terapeuta se elevará a nuevas alturas, así como yo lo hago ahora, casi automáticamente y sin esfuerzo en un planeador.

Resumen

En el enfoque de la terapia breve, es esencial que el clínico tenga una meta claramente definida en su mente. El enfoque estratégico se enfoca en

individualizar el tratamiento hacia un objetivo o meta específica (Haley, 1973), y esto se logra mejor cuando el terapeuta logra acceso a la visión del mundo del cliente, aplicando técnicas que utilizan la posición del paciente, tales como las categorías de evaluación del cliente y sus ganchos. Sin embargo, este método de combinar metas, métodos de envolver para regalo y personalización requieren algo de ejercicio en casa por parte del clínico. El principio de este capítulo: 25. Si el problema es difícil, divida la meta en componentes y proceda con pequeños pasos.

9. El proceso de la terapia ericksoniana Visión general

Los psicoterapeutas deben atender no sólo la evaluación del problema de un paciente y aplicar las técnicas, sino que también al proceso mismo del tratamiento. Este capítulo examina los aspectos estratégicos de la terapia ericksoniana en el modelo de tres etapas, que son preparación, intervención y seguimiento hasta el final (PISF), que se ilustra con una línea del tiempo hipotética de psicoterapia.

Introducción

Desde la última parte del siglo 20, Erickson y sus técnicas terapéuticas han ganado una distinción significativa. Las intervenciones de Erickson fueron meticulosa y lógicamente planeadas, y muchos perciben que él fue un profesionista extremadamente intuitivo. Erickson improvisaba fácilmente, pero su espontaneidad fue un subproducto de años de práctica deliberada. Fue uno de los clínicos más estratégicos de la historia, sintonizado con esmero en la creación de pasos que avanzaran el proceso. Sus intervenciones eran teleológicas, orientadas a un futuro constructivo. Cuando visité por primera vez a Erickson en 1973, yo estaba casado con el modelo Rogeriano de la psicoterapia. Mi respuesta a los clientes era breve, usualmente consistía en una frase simple que reflejaba lo que el cliente me había dicho. Por ejemplo si el cliente decía “estoy triste”, yo respondía, “Se le ve el bajón.” Gradualmente comencé a darme cuenta de que Erickson hablaba de una manera más compleja, y a menudo hablaba en triplicado. Él hacía esto entrando, ofreciendo y luego saliendo. Yo uso a menudo este proceso en la terapia checando al cliente, sugiriendo algo y luego motivándolo. Una vez que me di cuenta de cuán efectivo era el método de Erickson, cambié mi manera de comunicar, personal y profesionalmente. El modelo PISF: Un esbozo

El modelo de tres etapas del PISF El modelo de procesamiento: preparación, intervención y seguimiento hasta el final (PISF) se lustra en la Tabla 9-1, repetido por conveniencia del capítulo dos. Las soluciones para los problemas del paciente pueden ser sugeridas recursivamente en cada una de esas tres etapas; no necesitan limitarse a la intervención principal. El modelo PISF es una simplificación, y una vez

dominado puede ser incorporado dentro de un proceso estratégico robusto para promover el cambio y puede servir como una estructura para una sesión de terapia completa. El terapeuta puede primero decidir qué comunicar, bien sea que sea una meta completa o una submeta que conducirá a una meta completa. La cuestión entonces se vuelve cómo comunicar la meta o submeta, la que puede, por ejemplo, ser envuelta para regalo dentro de una intervención principal. Todavía más, las metas son personalizadas a la singularidad del individuo. Con una meta en mente envuelta para regalo y personalizada, el terapeuta puede comenzar el proceso PISF. Etapa I: Preparación Para establecer el rapport, el terapeuta primero checa al cliente. Quizá el terapeuta hace esto hablando el lenguaje vivencial del cliente y encontrándose con él (ella) en su marco de referencia propio. El rapport es especialmente importante en hipnoterapia porque el cliente a menudo se siente vulnerable a la intimidad percibida de la hipnosis. Por ejemplo, el terapeuta podría validar/reencuadrar la depresión de un cliente diciendo: “Entiendo porque usted siente el bajón. Usted ha pasado por mucho y sufrió pérdidas. Ahora es tiempo para reflexionar y llorar el pasado. Pero usted vino a esta cita y ese es el primer paso hacia el cambio.” Al identificar algo positivo en la experiencia sintomática del cliente, el terapeuta puede elicitar motivación y expectativas positivas.

Tabla 9-1 PISF

El rapport puede hacer uso de los métodos no verbales. Por ejemplo, el terapeuta puede de manera encubierta imitar la postura del cliente con un ligero retraso, un proceso llamado mimetismo social. Luego, el terapeuta puede trabajar para establecer un marco de referencia positivo, posiblemente mediante reencuadre o redefiniendo el problema del cliente, lo cual podría cambiar el significado del mismo. Por ejemplo: “Quizá usted no está deprimido, parece más bien que usted está desencantado con usted mismo.” Varias estrategias, incluyendo el relato de historias, pueden ser usadas para establecer un marco positivo y suscitar motivación. El terapeuta podría hacer un recuento de la experiencia de aprender a nadar, enfatizando en “obtener una sensación de flotabilidad,” y “sabiendo que se puede hacer.” La técnica de la confusión puede ser usada para desestabilizar las condiciones habituales (para más información, vea Erickson, 1964). Cuando fue desarrollada por Erickson, la técnica de la confusión parecía ser bastante agresiva porque inicialmente fue desarrollada para “atacar” a las resistencias, pero gradualmente se reemplazó con un método más “suave” de desestabilización. La técnica involucra utilizar estados de excitación moderada seguida de sugestiones concretas. La desestabilización es una “especia” que puede mejorar una receta si se usa adecuadamente. Como método avanzado requiere entrenamiento antes de usarla en la práctica. El terapeuta también puede sembrar el objetivo deseado, presagiándolo antes de la intervención principal. Presagiar es una herramienta poderosa y extremadamente valiosa que a menudo prueba su éxito al incrementar la respuesta al objetivo futuro. Erickson a menudo sembraba, o “imprimaba” directrices futuras. Por ejemplo, si él intentaba que el paciente experimentara la levitación del brazo, el tocaba ligeramente el brazo del paciente en algún punto antes de sugerir la levitación. Él estaba, en efecto orientando al paciente a atender al brazo y a desarrollar sensaciones de ligereza. (Para información vea a Zeig, 1990.) El terapeuta no necesita moverse directamente hacía la meta deseada o intervención principal, pero en lugar de eso puede hacer pasos estratégicos mínimos, mientras que crea un drama de fondo del cambio que inexorablemente incrementa su intensidad. Eventualmente, la intervención principal tomará forma. En hipnosis, la levitación del brazo, un fenómeno disociativo, puede ser usado como técnica de inducción o para convencer al cliente de que está experimentando el trance. Un terapeuta conduciendo una inducción de levitación

puede moverse en pequeños pasos y usar desestabilización durante toda la inducción: Sus ojos están cerrados y usted está sentado cómodamente, y usted puede vagar…preguntándose qué seria agradable experimentar después…Usted podría notar la posición de sus brazos… de tal manera que usted puede… atender a las sensaciones en sus brazos. Y eso puede deslizarle a usted… guiar sus manos de tal manera que usted note… note en sus manos una sensación, quizá una sensación de ligereza y eso puede ser tan interesante. Y entonces usted puede tener curiosidad acerca de la manera en la cual las cosas pueden moverse de un lugar al siguiente. Y usted puede estar interesado en el desarrollo de las presentes… sensaciones agradables de movimiento, y usted puede tener esas sensaciones en la punta de sus dedos, de tal manera que usted puede notar, para su propia delicia, cómo su mano puede comenzar a… levantarse…arriba… en pequeños movimientos paso a paso, de tal manera que seguramente tocarán su cara, momento en el que usted puede hacer una respiración profunda y sentirse todavía más cómodamente absorto. Erickson a menudo daba pasos mínimos con sus pacientes. Más aun, él confiaba en la comunicación multinivel. Creaba un flujo suave, parejo a su trabajo. Al moverse en pasos de manera progresiva, Erickson incrementaba la oportunidad de una respuesta positiva al objetivo de su intervención. El tejía las sugestiones juntas, alineándolas de tal manera que una sugestión se convertía en el inicio de otra. Para el momento en que Erickson presentaba la intervención principal, el paciente solamente tendría que dar otro pequeño paso en una serie de movimientos constructivos. Otra intervención de preparación consiste en lograr acceso a la sensibilidad de respuesta a claves mínimas. Construir la sensibilidad de respuesta a indirecciones es fundamental para la hipnosis. Esto puede lograrse a través del ofrecimiento de una inducción, un componente del cual involucra responder a la implicación. En el proceso, el terapeuta puede identificar la emergencia de resistencias—y puede utilizar esas resistencias. Construir la sensibilidad o capacidad de respuesta puede entenderse dentro del contexto de la agricultura, la ocupación del padre de Erickson. Antes de plantar una semilla, el suelo resistente necesita ser trabajado para mejorar su receptividad. Puede agregarse fertilizante. Después, la semilla tiene que ser mojada. En todo este libro he enfatizado el uso de la comunicación evocativa, la cual está basada en el uso de las claves mínimas. La respuesta a la insinuación es primordial en la psicoterapia hipnótica. Elicitar la sensibilidad de respuesta

puede lograrse de dos maneras: a través de hipnosis formal o mediante técnicas naturalísticas. El objetivo primario es el de establecer (al grado máximo posible) una capacidad de respuesta cooperativa. (Para una discusión sobre la inducción hipnótica para elicitar capacidad de respuesta vea a Zeig, 2014.) Etapa II: Intervención Principal La intervención principal se discutió extensamente en el capítulo siete. Los lectores pueden referirse a la lista de intervenciones cuando traten de decidir cuál podría ser el método más efectivo de envolver para regalo. Recuerde, las intervenciones no están destinadas a engañar a los pacientes para que abandonen los síntomas, más bien están diseñados a ayudar a los pacientes a elicitar recursos para el cambio. En el caso estudio presentado en el siguiente capítulo, Erickson utiliza la prescripción del síntoma, el desplazamiento y las anécdotas para elicitar los recursos. Etapa III. Seguir hasta el final Al revisar someramente el marco PISF, es obvio que la mayoría de los pasos en el proceso están en las etapas de preparación y el seguimiento hasta el final. La etapa de intervención puede meramente contener una intervención principal de envoltura para regalo. Sin embargo, la etapa de seguir hasta el final contiene numerosos componentes posibles, lo cual refleja cuán importante es este paso en la psicoterapia. El proceso PISF es parecido a golpear una pelota de tenis. La pelota llega a la cancha con cierto giro característico. El jugador primero diagnóstica el giro (personalizando: la posición de la pelota), decidiendo si es una pelota que se eleva, que tiende a ir en picada que viene con efecto lateral. Entonces el jugador decide a dónde regresar la bola (establece la meta), y qué clase de efecto usar (envoltura para regalo) al regresarla. El poder dinámico de poner un tiro ganador, sin embargo, viene de proseguir hasta el final del partido. El mismo proceso puede ser empleado en la terapia. El impropio seguimiento hasta el final puede conducir al fracaso terapéutico, Comúnmente el seguimiento hasta la consecución involucra varios componentes, incluyendo la ratificación de los cambios. (El caso de Erickson que se discute en el siguiente capítulo ofrece una buena ilustración del uso del procedimiento de ratificación en el seguimiento hasta el final.) Otra técnica valiosa de seguimiento hasta el final puede ser la promoción de la amnesia. La amnesia se puede utilizar para aislar la información del escrutinio

potencialmente entorpecedor de la mente consciente. (Para más información sobre la amnesia vea a Zeig, 1985.) El terapeuta puede probar para ver si cierta técnica ha funcionado. Algunas intervenciones pueden ser probadas en el consultorio. Por ejemplo, con un paciente que teme el contacto visual, el terapeuta podría determinar si hay un incremento en el contacto ocular después de la intervención. Si la técnica para el problema de un paciente no puede ser probada fácilmente—por ejemplo, el miedo a volar— el terapeuta podría probar la estrategia de intervención usando la imaginación del paciente; el terapeuta podría hacer que el cliente haga un paseo imaginario en avión. Otra intervención de la etapa III es ofrecer tareas para consolidar y practicar el aprendizaje. El terapeuta puede asignar una tarea para hacer en casa. Por ejemplo, si un paciente tiene problemas para hacer amigos, se le puede dar la tarea de observar a los niños jugar—para ver como interactúa uno con otro y, sin esfuerzo, hacer nuevos amigos. Las tareas sugeridas pueden tener un significado simbólico. Erickson a menudo pedía a los pacientes que visitaran los jardines botánicos del desierto en Phoenix, que contienen una vasta cantidad de plantas del desierto. Esta tarea permite numerosas interpretaciones simbólicas: medrar en un medio árido difícil, encontrar la belleza en lugares inesperados, y estar atentos a las amenazas ocultas, sobrevivir con recursos escasos, etc. La línea del tiempo de la psicoterapia

Los terapeutas deberán estar conscientes de que proveer una evaluación en la terapia y emplear una técnica apropiada no es garantía de un resultado exitoso. Un terapeuta puede utilizar una de las brillantes técnicas de Erickson en un caso similar para su propio paciente, sólo para descubrir un resultado menos que satisfactorio. La razón podría ser la falta de una configuración estratégica de la intervención; la sincronización es una variable crucial.

Diagrama 9-2: Línea del tiempo de la psicoterapia



Esta línea de tiempo muestra gráficamente cómo un terapeuta puede moverse de una etapa del proceso PISF al siguiente. Los pasos comunes están enlistados. “Construir capacidad de respuesta” es un eufemismo para ofrecer una inducción formal o naturalística. Tenga en mente que aun cuando las intervenciones en esta línea del tiempo están presentadas de una manera linear, por necesidad, los inherentes azares de la terapia van a alterar un abordaje directo. Esta línea del tiempo, sacada de una sesión real, presenta descripciones del movimiento de Erickson a través de las tres etapas del proceso PISF (Vea: Marital Therapy; que puede comprarse con comentarios en www. ericksonfoundationstore.com.) La sesión real, un ejemplo sin par del desarrollo estratégico en la terapia, es de aproximadamente una hora. Pero Erickson, un consumado dramaturgo, usó los primeros 25 minutos como preparación para construir dirigiéndose hacia la intervención principal (una historia contada al marido y su esposa) de tal manera que tendría un impacto máximo. La historia que relató es de aproximadamente cinco minutos de duración. Erickson dedica la última media hora de la sesión al seguimiento hasta el final. El caso que se presenta en el capítulo diez ejemplifica el proceso estratégico del cambio. Las intervenciones pueden chocar al lector como intuitivas e irracionales en la superficie, pero son de hecho, totalmente lógicas e intencionales, entendidas como el enfoque evocativo que representan.



10. Terapia para una fobia a volar Reportado originalmente en A teaching seminar with Milton H. Erickson (Zeig ,1980,pp 64-70) , este caso muestra una paciente con fobia a los aviones. La principal intervención de Erickson fue el desplazamiento hipnótico, en el cuál él sugirió a la paciente que su fobia se deslizaría fuera de su cuerpo a una silla. La intervención principal podría parecer excéntrica, pero la aguda realización* de la paciente le permitió tener éxito. Aunque el desplazamiento parece disfuncional, el mecanismo puede ser usado adaptativamente. Más aún, el problema de la cliente es ilógico; por lo tanto, una solución ilógica basada en lógica emocional podría ser efectiva.

El proceso dramático de elicitar el cambio

Dentro de cada sesión, el terapeuta puede formular una serie de pasos para elicitar el cambio y el proceso PISF puede ser un método dramático, estratégico para energizar la terapia. De nuevo, hay tres etapas secuenciales: 1) Preparación; 2) Intervención; y 3) Seguimiento hasta la consecución del objetivo. El proceso es similar al que usan los artistas para crear una película, teatro, poesía y literatura. Esas artes involucran una secuencia que se desenvuelve del principio al fin. Por ejemplo, un cineasta entiende que cada elemento del film avanza la historia; un dramaturgo usa la idea de “configuración” y posteriormente “recompensa”*; mediante la intercalación de claves que confluyen en el desenlace; un poeta crea el desarrollo estratégico de un tema¸ y un novelista presagia elementos en la línea de la historia que incrementan la intensidad dramática. *Set up y pay off, Se da temprano un detalle o declaración irrelevante y su importancia se aclara posteriormente. N del T.) Establecer el drama es una herramienta evocativa en la terapia. Cuando la meta es la de elicitar cambios en el estado es imperativo un proceso que despierte el receptor a capacidades dormidas. Analizar el reporte de un caso no es lo mismo que disecar un video o una transcripción, pero hay similitudes. Incluso cuando reporta un caso, Erickson escoge sus palabras y su comunicación no verbal con la precisión de un cirujano; cada palabra y matiz físico contiene significado. El análisis detallado del caso de Erickson es una plantilla diseñada para aquellos que desean entender la microdinámica de su método estratégico.

Todavía más, ofrece un mapa de caminos para la lectura de los trabajos de Erickson. Erickson era un artista de la psicoterapia que improvisaba poéticamente y escenificaba un drama de cambio. Sus comunicaciones estratégicas estaban a menudo matizadas con indirectas y significados; él no usaba un protocolo empíricamente validado. El aparato evocativo que cualquier artista usa para crear drama es a menudo invisible al que contempla el arte. El arte por lo tanto permanece más vivencial que informativo. El caso que sigue es sólo un ejemplo de cómo Erickson conducía su arte terapéutico.

La “fobia a volar”

En 1977, Erickson realizó un seminario de una semana de duración con un grupo diverso de terapeutas. Yo asistí a una parte de este seminario. El caso se presentó al final del primer día. Erickson: Y bien, en 1972 una mujer de 35 años, casada, muy atractiva, tocó el timbre, entró y me expuso su caso así: "Doctor Erickson, tengo fobia a los aviones. Y esta mañana mi jefe me dijo: 'El jueves debe viajar a Dallas, Texas, y volar de regreso el sábado'. Y agregó el jefe: 'Tiene que hacer el viaje de ida y vuelta, o pierde su empleo'. Yo soy programadora de computación, he programado computadoras en todos los Estados Unidos. En 1962, hace diez años, el avión en que yo iba se estrelló, aunque no hubo un daño real en el avión ni en las personas a bordo del avión. Y por los cinco años siguientes viajé en avión, de Phoenix a Boston; Nueva York, Nueva Orleans, Dalias, a todas partes. Cada vez que estaba en el avión viajando por el aire sentía más y más miedo. Hasta que mi temor llegó a ser tan grande que me temblaba todo el cuerpo. (Erickson lo muestra con su cuerpo.) Tenía que tener los ojos cerrados, no podía oír a mi marido hablándome. Mi fobia era tan fuerte que cuando llegaba a mi trabajo, hasta mi vestido estaba húmedo por la transpiración. Me ponía tan mal que tenía que meterme en cama ocho horas y dormir antes de que pudiera trabajar. Así que comencé a ir a mis diferentes trabajos en tren, en camión y por auto. Mi fobia a los aviones es tan peculiar. Camino al avión bien, puedo ir en el avión mientras rueda hasta el final de la pista, pero en el momento en que el avión se eleva del suelo comienzo a temblar convulsivamente y me invade el pánico. Pero cuando el avión para en una escala, tan pronto como el avión toca tierra estoy muy cómoda. Voy en el avión rodando al aeropuerto y de regreso a la pista de aterrizaje.

Así que empecé a usar autos, camiones y trenes. Hasta que al final mi jefe se cansó de que yo empleara todos mis días de vacaciones, mis incapacidades y mi tiempo por ausencias justificadas para viajar en tren, auto o camión. Esta mañana me dijo: 'O vuela a Dallas o pierde el empleo'. No quiero perder mi empleo. Me gusta". Esta fue la información que Erickson le dio a sus estudiantes. Pensó que era todo lo que los terapeutas necesitaban saber para ayudar a esta mujer a resolver su “Fobia a los aviones.” A partir de este pasaje, vamos a considerar aspectos de la evaluación usando distinciones de personalización que ya fueron antes discutidas, comenzando con procesos intrapsíquicos. El problema es presentado en términos táctiles y la paciente incrementa sus sensaciones físicas negativas. Ella no reporta ni diálogo interno ni componentes visuales. Estos dos elementos están conspicuamente ausentes. También hay un componente disociativo en que su preocupación por su fobia es tan grande que no puede escuchar a su marido cuando éste le habla. Desde la perspectiva interpersonal, ella es más “uno abajo”: lista para responder a determinantes de tipo situacional, más que estar uno arriba: controlando y definiendo la situación. Erickson continúa: Erickson: Le dije, pues: "y bien, ¿cómo quiere que tratemos su fobia?" "Con hipnosis", me contestó. "No sé si usted será un buen sujeto hipnótico", dije. Ella dijo: "Estuve en la universidad". "Eso fue hace mucho tiempo", añadí yo. "¿Cómo será ahora?" "Soy sumamente buena para eso", dijo. "Tendré que probarle", señalé. Con su primera intervención, Erickson concuerda con la paciente que tiene “una fobia” aunque no detalla qué quiere decir al usar su término descriptivo. Implica que tratar a su fobia; es un asunto de “cómo.” Erickson reta la motivación de la paciente usando un método indirecto de comunicación paralela: prueba su posible resistencia a la hipnosis, no al tratamiento de la fobia. Si ella tenía motivación y cooperación para lograr hipnosis, entonces de manera paralela, ella podría estar motivada y cooperadora para el tratamiento de su problema. Mientras que la mayoría de los hipnoterapeutas hacen la hipnosis al final de la sesión, Erickson comienza con hipnosis. Erickson uso lo que se podría llamar “El principio de Beethoven.” Salta a la acción igual que lo hizo

Beethoven cuando presenta el tema de la quinta sinfonía. El método de Erickson provocó a la mujer a comprometerse de inmediato en pasos constructivos y no meramente a detallar su queja. Un terapeuta tradicional, en una primera sesión puede animar al cliente a hablar de la historia y detalles del problema y comenzar la terapia reuniendo una historia, determinando un diagnóstico y colaborando con el paciente en un plan de tratamiento antes de empezar el manejo. Pero esta información puede no revelar la terapia futura. Erickson “va al grano,” dejando poco tiempo para discutir el problema. Algunas veces el tratamiento puede comenzar sin información extensa. Erickson comenzaría una sesión con una intervención, y la evaluación sería un subproducto de esa intervención. En medicina, un diagnóstico debe preceder a la intervención. Un médico realiza un examen, obtiene una historia del problema y a menudo ordena pruebas médicas para determinar un diagnóstico antes de ofrecer un plan de tratamiento. Este no es necesariamente el caso en una intervención social tal como la psicoterapia, donde la respuesta a la intervención le da forma a la dirección del tratamiento. En este siguiente segmento de la descripción del caso de Erickson, aprendemos que el cliente es más dócil que desafiante. Erickson: Ella era un buen sujeto hipnótico. La desperté y dije: “Usted es un buen sujeto hipnótico. Y realmente no sé cómo se comporta usted en un avión así que quiero ponerla en un trance hipnótico y hacerle alucinar que se encuentra en un jet a diez mil metros de altura en el aire.” Cuando Erickson enfatiza la palabra “comportarse,” indirectamente inicia una distracción. El problema de la paciente era principalmente afectivo, pero Erickson la distrae de enfocarse en sensaciones y en lugar de eso vuelve su atención hacia otro elemento de su experiencia: su comportamiento. En los pasos iniciales de la terapia, un terapeuta puede involucrar al paciente en actividades simples—siendo la intención la de que, una vez que el paciente toma una acción, sea más fácil sucesivamente realizar otra, y luego otra. Erickson no estaba preguntando mucho de la paciente cuando él pide primero que ella se vaya a un trance. Luego le hace un cumplido (“usted es un buen sujeto hipnótico”) y le pide que dé otro pequeño paso: irse a un segundo trance y alucinar que está en un avión. El motivo que declara fue el de estar seguro de cómo ella se podría comportar en un avión. Pero la segunda intervención es una prescripción hipnótica de un síntoma. Erickson estaba dirigiendo a la paciente a experimentar los síntomas del

problema. La paciente en ese momento, no experimentaba sus síntomas mientras se encontraba en el avión; ella los experimentaba en una silla en el consultorio de Erickson. Así Erickson sembraba la intervención principal de la terapia, a saber, cambiar la localización de dónde la paciente experimentaba los síntomas del problema. Esta pequeña modificación de cambiar la localización alteraba el contexto de la “fobia al avión,” y allanaba el camino para futuras modificaciones del espacio. Recuerde: Haga un cambio mínimo que pueda tener un efecto estratégico. Note que Erickson no ofrece de inmediato la prescripción hipnótica del síntoma. Fue una de una serie de pequeños pasos estratégicos. La paciente obedeció. Mostró su motivación para entrar en hipnosis; luego demostró su habilidad hipnótica. Esos pequeños pasos hipnóticos suavemente ligados juntos eventualmente formaron una cadena de respuestas cooperativas. Cuando el comportamiento sintomático de la paciente emergió en el trance, ella estaba dando un pequeño paso lógico en una secuencia de pasos estratégicos que eventualmente le llevarían a la intervención principal. Erickson: Así que ella se fue al trance y alucinó estar en un jet a diez mil metros de altura. La manera en la que ella se balanceaba de arriba hacia abajo, temblando toda, era algo horrible de ver. Y yo la tenía alucinando el aterrizaje del avión. Cuando Erickson había hecho a la paciente aterrizar el avión, sus síntomas fóbicos disminuyeron. Esto confirmó lo que ella inicialmente describía sobre la naturaleza real de lo que ella llamaba “fobia al avión.” Erickson: Antes de que yo le pueda ayudar, quiero que usted entienda algo… Esta directriz, que era una intervención de encuadre, cambió abruptamente el flujo de la comunicación. Al comentar: “Antes de que yo le pueda ayudar…” Erickson estaba implicando que su primera intervención era más diagnóstica que terapéutica. El propósito de este comentario era el de evitar que la paciente analizara los pasos previos. Tal análisis podría impedir las realizaciones* vivenciales promotoras del cambio, igual que analizar un chiste impide la experiencia del humor. Erickson implicaba que la paciente podría descartar (tener amnesia para) sus acciones hasta ese punto, y para las cosas que iba a decir que precederían a la terapia “real”. Una vez que ella “entendiera algo,” Erickson comenzaría la terapia. A través de este sutil método, Erickson

construyó un marco para la paciente que marcaba el inicio de la terapia como algo que todavía no ocurría. De hecho, la terapia había comenzado en el momento en que Erickson y la paciente se conocieron. Cada paso que Erickson tomó a partir de entonces fue significativo, y avanzó el proceso de la terapia. Erickson: Usted es una bella mujer a mitad de su treintena. Ahora bien, yo soy un hombre, y aunque me encuentre en una silla de ruedas, usted no sabe que tan incapacitado estoy. Ahora quiero que me prometa usted que hará cualquier cosa, buena o mala que yo le pida. Y tenga en mente que usted es una mujer atractiva y yo soy un hombre del que usted desconoce su incapacidad. Quiero una absoluta promesa de que usted hará cualquier cosa y todo lo bueno o malo que yo le sugiera. Esta inusual intervención se diseñó para desestabilizar a la paciente e incrementar la tensión dramática. Los terapeutas no usan comúnmente estados de excitación para avanzar la terapia. Más a menudo ellos confían en inducir relajación y afectar la regulación; se evita la excitación. Erickson frecuentemente creaba estados de excitación, tanto en terapia como en hipnosis, lo que acrecentaba los procesos afectivos. Nuevamente, usaba el principio de Beethoven. Como cuando se compone una sinfonía, las inducciones de Erickson y la terapia usaban a la disonancia y consonancia concertadas. Erickson le pide a la mujer que le prometa “hacer cualquier cosa,” lo que fue una petición agresiva que si se llevase a cabo habría sido estresante y desagradable para ella, especialmente porque su declaración estaba cargada de insinuaciones sexuales. La mujer llega a Erickson con una fobia y él se presentó con ella con algo más, con lo cual ella podría sentir todavía más ansiedad. Erickson también estaba tomando ventaja de la inercia que el acababa de establecer en la que decir “sí” a las dos directivas hipnóticas, de ese modo incrementando la probabilidad de que ella obedecería a su próxima petición. Esta intervención—prescribir ansiedad— podría considerarse una prescripción de síntomas afectivos. Tenga en mente que si Erickson podía incrementar la excitación afectiva también podía disminuirla. Erickson: Ella lo pensó unos cinco minutos y luego dijo, “Nada que usted me pueda pedir o hacerme podría ser peor que mi fobia a los aviones.” Note que la paciente se toma cinco minutos para estar de acuerdo con esta petición. Ella no estaba tan dispuesta a estar de acuerdo como lo había estado en los pasos previos.

Erickson: “Ahora que usted me ha hecho esa promesa. Voy a ponerla en trance y pedirle una promesa similar.” En el estado de trance, me hizo la promesa de inmediato. La desperté y le dije: “Usted prometió en el estado de trance y en el estado de vigilia. Su promesa es absoluta.” Le dije, “Ahora puedo tratarle a usted su fobia a los aviones.” Esta maniobra reafirma la fe de Erickson en el procesamiento inconsciente. Él quería el acuerdo inconsciente de la paciente; una promesa consciente no era suficiente. Su mente consciente podría haber tenido reservas, pero su promesa inconsciente fue inmediata; su inconsciente estaba ansioso en confiar en el proceso y a responder positivamente sin dudar. Los artistas a menudo agregan elementos sutiles a su trabajo los cuales son pasados por alto por el ojo no entrenado. La verdadera maestría a menudo involucra innovación y niveles de sutileza que corren sin ser reconocidos. Por ejemplo, aunque Haydn fue autor de cien sinfonías en comparación a las 9 de Beethoven, la maestría de Beethoven sobrepasa a la de Haydn debido a las complejidades e innovaciones que Beethoven estimuló a entrar en juego. Las complejidades evocativas pueden alterar el estado, pero deben permanecer implícitas. Los lectores no atienden los dispositivos lingüísticos usados por los novelistas. La petición de Erickson de que la paciente le diera una promesa hipnótica refleja su maestría. Esta sola petición es un elemento relativamente pequeño. Pero en contexto, como veremos, es un paso brillante. Luego de que la paciente responde favorablemente, Erickson implícitamente refuerza el marco de la terapia, sugiriendo que ella debería ver a la siguiente intervención como el inicio formal del tratamiento—como si los pasos previos fueran irrelevantes. Pero los pasos previos hacen una disposición al Sí* (Para información sobre el Set Sí y otras formas gramaticales de uso frecuente en hipnosis [Ericksoniana] vea Zeig 2015.) Ella le había dicho a Erickson “sí” cuatro veces: Sí, al trance. Sí, a demostrar la fobia. Sí, a la promesa. Y, sí a la promesa en estado hipnótico. Es entonces que habiendo dicho “sí” cuatro veces previas se crea una inercia que le lleva a más probabilidad de decir “sí” a la siguiente directriz: la intervención principal. Erickson: “Váyase dentro de un trance y alucine estar a diez mil metros arriba en el aire, viajando a mil kilómetros por hora.” Ella estaba estremeciéndose espantada, doblada, con la frente pegada a sus rodillas. Le dije,

“y ahora quiero que usted descienda en el avión, y para cuando llegue al piso, todos sus miedos y fobias, ansiedad y demonios de tortura, se deslicen fuera de su cuerpo hacia el asiento a su lado.”

*Es el SET SÍ del que puede leer en mis previas traducciones de los tres libros de Erickson/Rossi y los de Jeff Zeig que me ha encomendado. N del T. Puesto que Erickson ha establecido la obediencia de la paciente con sus directivas previas, él puede tener más certeza de que ella accederá a la nueva directiva. Y ya que la paciente ha estado de acuerdo con varias tareas pequeñas, no fue para ella un gran paso estar de acuerdo con uno más: dejar que el miedo se deslizara fuera de su cuerpo a una silla verde cercana. La silla verde era la silla del paciente en el consultorio de Erickson. No era especialmente cómoda. Si la meta de un paciente era la de estar cómodo, el cliente crearía esas sensaciones. No iba a ser una función del mobiliario. Recuerde que Erickson sembró la idea de tener la fobia en la silla. La cliente había demostrado previamente la habilidad de cambiar el contexto de su fobia al alucinar en estar en un avión mientras que se encuentra en el consultorio de Erickson. Por tanto su miedo emergió bajo hipnosis en la silla verde, no en un avión. Más aún, el acto de desplazar la fobia reflejó el propio relato de su acostumbrado comportamiento, porque cuando el avión aterrizaba su miedo se disipaba. Pedirle que permitiera a su miedo deslizarse a la silla fue el método estratégico de Erickson para que la paciente experimentara el desplazamiento. Tan ilógico como parece el método, sólo fue un paso adicional en una cadena de pasos estratégicos. La paciente había logrado otras tareas diversas: Irse dentro de un trance; demostrar la fobia en trance; hacer la promesa y hacer la promesa en el estado hipnótico. Habiendo estado de acuerdo con todas las peticiones previas de Erickson, ceder a una más—permitir a la fobia deslizarse a la silla— no parecía una tarea desalentadora para la mujer. Un componente crucial de la respuesta a esta intervención fue la reducción en la tensión creada por las declaraciones nada convencionales y sexualmente matizadas de Erickson a la paciente, y entonces, su énfasis en elicitar una promesa de ella de “hacer cualquier cosa” que él le pidiera. El efecto de esto fue doble. Primero, elevó la tensión de la mujer debido a la acción desconocida que ella tendría que tomar para cumplir su promesa a Erickson. Segundo, cuando se le presenta la petición de dejar que su miedo se deslice a la silla, parecía una cosa relativamente simple y posiblemente también un alivio, comparado con lo que ella tendría que hacer para Erickson. Todo esto sucedió

tan rápido que la paciente no tuvo la oportunidad de examinar conscientemente la intención de Erickson, que fue diseñada para su beneficio. (Si uno sabe lo que el mago está haciendo, el efecto es minimizado.) Finalmente Erickson usa la palabra “ahora” y su énfasis vocal en ella hizo de sus subsecuentes sugestiones algo más que un mandato. Erickson: Y ella alucinó el aterrizaje del avión, se despertó del trance y repentinamente saltó de la silla con un grito y vino corriendo hacía el otro lado del consultorio diciendo. “¡Están ahí, Están ahí!” (Erickson señala la silla verde.) Ya que la paciente aceptó la sugestión de Erickson de desplazar sus miedos, podría parecer que la terapia se ha completado…pero no. Erickson expertamente provee la preparación y la intervención principal, pero también está consciente de la necesidad de seguimiento hasta la culminación de la meta. Ahora, este caso podría haber tenido un efecto contextual adicional, ya que Erickson lo presentó a los estudiantes de terapia en un seminario de una semana de duración. La silla verde estaba situada cerca de él y a lo largo del seminario, cuando él llevaba a cabo demostraciones, hacía que los individuos se sentaran en esa silla. Quizá alguno de los estudiantes podría pensar. “Esto es ridículo. No hay un miedo pegado a la silla.” O alguien podría preguntarse, “¿Qué voy a dejar en la silla de Erickson, en el consultorio de Erickson?” Erickson a menudo guiaba procesos asociativos que estimulaban respuestas implícitas. Las técnicas implícitas para despertar representaciones subyacen en la creación de todo el arte, mismo que es conceptual y no informativo. Podemos también confirmar la información de la evaluación. La respuesta de la cliente al desplazamiento indicó que potenciaba las experiencias, más que reducirlas. Después de que la intervención principal fue establecida y llevada a cabo, es entonces cuando Erickson comienza el seguimiento hasta la culminación de la meta. Erickson: llamé a la Sra. Erickson al consultorio y dije, “Betty, siéntate en esa silla.” (Erickson la señala) Y la paciente dijo, “Por favor, Sra. Erickson, no se siente en esa silla,” La Sra. Erickson siguió caminando hacia la silla y la paciente se precipitó hacia adelante para evitar físicamente que Betty se sentase en la silla. ¿Por qué Erickson involucra a su esposa en este caso? La inducción hipnótica a menudo usa un proceso que se llama “ratificación” (Zeig, 2014). La

ratificación es un método que presupone que el cliente ha respondido constructivamente en una dirección deseable. En este caso, Erickson ratificó en vivo la alteración de la paciente: La paciente demostró que había experimentado un cambio a través de la hipnoterapia. Al hacer venir a su esposa, Erickson demostró (“ratificó”) a la paciente que su fobia había sido removida, no sólo en presencia de Erickson sino también con una extraña. Sí, involucrar a un familiar en el tratamiento, parece raro y quizá no sea ético para algunos estándares; pero la familia de Erickson era a menudo utilizada. Había un efecto que él quería lograr y su esposa estaba disponible, y ya había sido llamada en otras ocasiones a las sesiones para ayudar. Erickson: Así que despedí a Betty y me dirigí a la paciente y le dije, “Su terapia está completa.” Igual que Erickson había delineado el punto de inicio para la terapia, así él designaba el fin de la terapia—cuando el marco iba a ser cerrado. Esto implicaba que lo que seguiría sería insignificante. El paciente no necesita poner mucha atención a eso: Y la siguiente declaración fue, de acuerdo a Erickson, entonada suavemente. Pero representó un importante paso terapéutico. Erickson: “Que disfrute su vuelo a Dallas y de regreso a Phoenix y llámeme del aeropuerto y dígame cuánto disfrutó de estos viajes en avión.” Erickson le dio a la paciente la directriz de que disfrutara volar a Dallas y de regreso a Phoenix, haciendo énfasis en que se la pasara bien. Su declaración contenía una presuposición: “Llámeme (directiva), y dígame cuanto disfrutó de estos viajes en avión” (presuponiendo que haría los viajes y los disfrutaría). El método de Erickson es similar a un “cierre presupuesto,” comúnmente usado por vendedores, por ejemplo: “Dígame cuántos le gustaría comprar,” lo que presupone una compra. Hubo un nivel adicional a la comunicación. La mujer había prometido hacer todo lo que Erickson le pidiese, lo que incluía llamarle para dejarle saber cuánto había ella disfrutado de los viajes en avión. Sin embargo, el seguimiento de Erickson no terminaba ahí. Erickson: Luego de que ella se fue, hice que mi hija tomase una fotografía sobreexpuesta de esa silla (Erickson la señala), una poco expuesta y una adecuadamente expuesta. Las puse en tres sobres separados. Etiqueté la imagen sobreexpuesta: “El eterno lugar de descanso de sus fobias, miedos, ansiedades y

demonios de tortura lentamente descendiendo al olvido de la obscuridad eterna.” A la imagen poco expuesta la etiqueté como: “El eterno lugar de reposo de sus miedos, disipándose completamente en el espacio exterior.” Y a la fotografía expuesta adecuadamente, la marqué: “El eterno lugar de descanso de sus fobias, miedos y ansiedades.” Erickson proveyó no sólo un símbolo para los miedos de la paciente, sino también un símbolo para el cambio. Él le dio a su paciente algo tangible: un amuleto, un símbolo conteniendo a sus miedos que podría funcionar como un sustituto para el vacío creado por abandonar sus miedos. Ella “perdió algo,” pero en su lugar adquirió algo más. Erickson pudo haber usado palabras tales como aquellas que la paciente había usado cuando primero le describió a él su problema, por ejemplo, “demonios de tortura,” Y hay algo sutilmente divertido y humorístico acerca de las fotografías, lo que pudo haber sido un método para cambiar el trasfondo emocional del problema. El cambio puede ocurrir alterando el trasfondo emocional, y no solo al cambiar elementos obvios. Recuerde, Erickson usó un método similar para ayudarme a dejar de fumar pipa. Nuevamente, un miembro de la familia se involucró en el caso. Parecía que el estilo de terapia familiar de Erickson era ¡involucrar a su familia para ayudar al cliente! Todavía más, el regalo de las fotografías de Erickson fue algo que la cliente no esperaba. Fue un indicador de la presuposición implícita de Erickson de que su problema había sido tratado. Los clientes aprecian cuando un profesional se toma esos atentos pasos extra. Erickson: Le envié las fotografías por correo. Las recibió el miércoles por la mañana, y el sábado recibí una emocionada llamada telefónica desde el aeropuerto. "¡Fue magnífico!", exclamó. "Fue completamente maravilloso, la más hermosa experiencia de mi vida". Le dije: "¿Tendría la amabilidad de contar su historia a cuatro estudiantes míos a quienes estoy preparando para sus exámenes de doctorado?" Ella dijo: "Sí". Le pedí que viniera a las ocho. A las ocho ella y su marido entraron en la casa. Ella rodeó la silla verde sentándose lo más lejos posible. Mis alumnos llegaron unos cinco minutos más tarde; uno de ellos comenzó sentarse en la silla verde. Mi paciente dijo: "¡Por favor, por favor, no se siente en esa silla!". El alumno dijo: "Ya me he sentado ahí antes. Es una silla cómoda y me sentaré ahí nuevamente". La paciente dijo: "¡Por favor, por favor, no!” El estudiante dijo: "Bueno, ya me he sentado antes en el piso; así lo haré ahora, si así le place.” Ella le dijo “muchas gracias”.

Ella les contó a los estudiantes la historia, inclusive la historia de las fotografías que le envié. "Llevo esas imágenes conmigo, como cuando usted lleva un amuleto o algo para la buena suerte como una pata de conejo o una medalla de San Cristóbal. Fueron parte de mi equipo de viaje. La primera escala del viaje fue El Paso; yo estaba cómoda y me la pasé preguntándome cuándo comenzaría la turbulencia del aire. Hubo unos 20 minutos de trasbordo en El paso. Desembarqué y me fui a un lugar tranquilo del aeropuerto y me metí en un trance y me dije: "El doctor Erickson te dijo que lo disfrutaras. Ahora haz lo que el Dr. Erickson te dijo que hicieras.” Me regresé al avión y el viaje de El Paso a Dallas fue maravilloso. En el viaje de regreso de Dallas, muy arriba, todo lo que se veía abajo era un banco de nubes con espacios vacíos aquí y allá. Podíamos mirar a través de esos agujeros la tierra bastante a lo lejos. Fue un viaje fantástico y hermoso". En este segmento, Erickson relata cuidadosamente la descripción de la paciente de su vista hacia abajo a través de las nubes. Este evento confirmó que la paciente había superado sus miedos. Ahora se sentía segura cuando miraba hacia abajo desde arriba. Tampoco importaba si la paciente estaba consciente de las directivas de Erickson o no; todavía las llevaba a cabo y disfrutaba del vuelo. Erickson: Dije: “Ahora, me gustaría hacer que usted se vaya dentro de un trance aquí y ahora.” Así lo hizo. Dije, “Ahora, en este trance quiero que usted se vaya al aeropuerto en Phoenix, quiero que compre un boleto a San Francisco y que goce todo el escenario ahí, especialmente la vista de las montañas.” En esta parte, Erickson aplica una técnica de ensayo por fantasía. Nuevamente, él emplea la terminología presuposicional que le ha sido útil antes: que disfrute la vista; y que disfrute en especial las vistas de montaña. Su énfasis en las montañas siembra la idea de las alturas, alertando y preparando la mente inconsciente del paciente para la tarea que sigue. Cebar un objetivo futuro aumenta el acceso al objetivo cuando se presenta más tarde. El método de siembra de Erickson es semejante al dispositivo literario del presagio. El uso de tal sutileza es acumulativo; es la diferencia entre algo que es excelente y algo que es de nivel de maestría. Erickson: ‘Cuando usted llegue a San Francisco desembarque, rente un auto y maneje hacia el puente del Golden Gate. Estacione su auto, camine hasta la mitad del puente y mire hacia abajo.’

Erickson sospechaba que esta paciente tenía otra fobia: Estar en un puente suspendido. En este caso, él parecía darse cuenta de que el problema presentado era parte de un problema más amplio, más incluyente y él determinó que era mejor dirigirse al problema en su totalidad. Cuando Erickson estaba trabajando conmigo sobre el tabaquismo, dividió el problema en varios componentes, lo que cambió el trasfondo emocional del problema. Si él hubiera determinado que mi tabaquismo era parte de un problema más grande, por ejemplo, de un inadecuado cuidado personal, probablemente hubiera procedido de manera diferente.

El diagrama 10-1 muestra cómo podría verse el problema de un paciente:



En el eje de las Y, el terapeuta podría moverse hacia abajo, dividiendo el problema en componentes (Chunk abajo). O el terapeuta podría moverse hacia arriba en el eje de las Y para determinar si el problema presente es una subserie de un problema más grande (Chunk arriba). En el eje de las X, un terapeuta podría moverse hacia la izquierda—al pasado—para encontrar antecedentes históricos (influencias pasadas). Un movimiento a la derecha podría ser el futuro y la intervención podría basarse en una predicción de lo que podría resultar del problema si se dejara sin tratamiento (inferencias futuras). Como luego reporta Erickson, la paciente temía estar en un sitio sin medios de soporte visibles, por ejemplo, dentro de un avión volando a más de diez mil

metros, o en un puente suspendido. Al sugerir que la paciente se pare en el puente Golden Gate (poniéndola en otra situación que teme) Erickson estaba intentando confirmar si ella había superado todo su problema. Esta técnica fue rápidamente seguida por lo que Stephen y Ann Lankton (1983) llamaron una “metáfora múltiple insertada,” o una historia dentro de una historia. Erickson: Ahora le voy a contar algo de la historia de ese puente. Los pilotes que soportan el puente tienen 225 metros de alto. Cuando el puente se completó uno de los trabajadores que pintaron el puente puso una red de pesca al final de una larga pértiga y atrapó gaviotas y pintó sus cabezas de rojo. Un día un reportero con iniciativa publicó una historia en el periódico acerca de una nueva especie de gaviotas con la cabeza roja. Se llamaba Jake. Todo basado en hechos reales. La historia de Erickson fue diseñada para crear excitación y enfado, los cuales bloquearían el miedo percibido de mirar hacia abajo desde el puente. Los clínicos pueden desensibilizar una fobia igualándola progresivamente con una relajación. Por lo contrario, Erickson creaba una experiencia de referencia bloqueando una respuesta fóbica de gran magnitud con una emoción de enfado de magnitud similar. Es más fácil moverse de una emoción aguda a otra que moverse de una emoción aguda a una relajación. Erickson: Entonces usted mira las olas abajo, la espuma en la punta de las olas y usted observa a las gaviotas. Luego la niebla le envuelve. Usted no será capaz de ver nada. Así que usted se regresa en su auto y se va al aeropuerto y usa su boleto de regreso a Phoenix y se viene desde el aeropuerto directamente hacia acá. Despertó de su trance muy rápido y le dijo a los estudiantes, “Debo contarles sobre mi viaje a San Francisco y acerca del horrible Jake.” Su esposo dijo: “Sabía que eso no le gustaría.” Ella es una fanática de la ecología.” (Erickson se ríe.) Y cuando terminó de contar la historia, dijo, “Y me vine directamente aquí desde el aeropuerto. Oh, dios mío, estuve en trance cuando hice todo eso, Realmente no fui a San Francisco. Estuve en trance y pensé que fui ahí.” Erickson sugirió este ensayo fantástico para ofrecer a la paciente la oportunidad de descubrir que la terapia había tenido un efecto de bola de nieve y él había quitado otro problema. La historia de la gaviota fue más que sólo una distracción. También dirigía

su atención a pensar acerca del “horrible Jack,” en lugar de pensar en el espacio vacío debajo de ella. Erickson usó el sistema de valores de la paciente— sus preocupaciones ecológicas—para inducir un enfado que podría ser más poderoso que su miedo. Y quizá la imagen de las gaviotas de cabeza roja fue también un medio para sembrar enojo, ya que el rojo a menudo se asocia simbólicamente con sentimientos de enojo. Estructuralmente, esto se asemeja a la exitosa intervención anterior, la cual también incrementó la tensión: La niebla oscurecería su visión. Erickson: Y es entonces que le hice una pregunta importante, “¿Qué otro problema se terminó en su viaje a Dallas?” Contestó, “No tenía otro problema… sólo mi fobia a los aviones.” Dije, “Sí, usted tenía otro problema, un problema bastante molesto. No sé por cuanto tiempo lo tuvo usted. Ahora ya pasó por esto, pero dígales a los estudiantes que otro problema era ese.” Ella dijo, “Honestamente, yo no tenía ningún otro problema. No tengo ningún otro problema.” Yo le dije, “Sé que usted no tiene ningún otro problema ahora, pero ¿Cuál fue el otro problema que usted resolvió en Dallas?” Ella dijo, “Usted tendrá que decirme.” Yo contesté, “No, le haré a usted una pregunta y entonces usted sabrá cuál era su problema.” En este momento, en su seminario de enseñanza, Erickson pidió explicaciones a los estudiantes, animándoles a imaginar el “otro problema” de la paciente. Ninguno pudo. Erickson: Le dije “Usted tenía otro problema que se corrigió. Ahora cuál fue ese problema? Le voy a hacer una simple pregunta: ¿Cuál fue la primer cosa que usted hizo en Dallas?” Ella contestó, “¿Oh, eso? Me fui a ese edificio de 40 pisos y me he paseado en el elevador desde la planta baja hasta arriba.” Dije, “¿Cómo hizo el paseo en el elevador?” Ella respondió “Viajé del primer piso al segundo; salí, tomé otro elevador y subí al tercer piso; salí, esperé otro elevador y me fui al quinto piso. Todo el camino hacia arriba en elevador, un vuelo a la vez. Estoy tan acostumbrada a hacer eso que yo no lo veía como problema.” Erickson explicó a los estudiantes que él podía deducir los parámetros del problema de la mujer por su descripción inicial del mismo. Erickson: Ella dijo, “Me puedo subir al avión. Puedo viajar cómodamente por la pista de aterrizaje. Me puede transportar por el piso hasta el final de la

pista de aterrizaje. En el momento en el que el avión se eleva, me encierro en la fobia.” Ella tenía miedo de los espacios vacíos donde no había medios visibles de soporte. Un avión es un espacio cerrado sin medios visibles de soporte; igual un elevador. Le dije, “¿Bueno, cuál era el otro problema?” Ella dijo,” No sé de ningún otro problema. Si usted lo dice, debo haber tenido otro problema,” Le contesté,” Usted tuvo otro problema. Ahora está corregido. Cuando usted no estaba volando, estuvo en auto, autobuses y trenes. Usted no tenía problema en el tren. Y en el auto o en un autobús, ¿Qué sucedía cuando usted llegaba a un puente suspendido—uno grande?” Me contestó, “Oh, eso. Solía bajarme al piso, mantenía mis ojos cerrados y me estremecía. Tenía que preguntarle a algún extraño, ‘¿Está el autobús sobre el puente?’ “ Mis estudiantes sabían que yo sabía de eso porque yo tenía que hacerle hacer ese viaje hipnótico a San Francisco y hacerle caminar afuera en el puente. Y ahora la paciente vive en los aviones. Ella y su marido toman sus vacaciones volando hasta Australia. Va a Roma regularmente, a Londres, a París. Y a ella no le gusta quedarse en hoteles. Prefiere dormir a bordo de un avión. Y todavía tiene esas tres fotografías, y todavía le tiene miedo a esa silla. (Erickson la señala y se ríe.) Erickson tiene éxito no solamente en resolver la fobia presente de la paciente, sino en resolver sus otros miedos. Él intervino en varios niveles y continúo trabajando hasta asegurarse de que sus patrones mal adaptativos fueran erradicados. Erickson reconocía que la paciente no tenía en realidad una fobia al avión, ya que ella no tenía miedo de entrar en el avión. Su fobia presentada era el ejemplo de un problema más grande. Una vez que identificó un miedo primario— estar en un espacio sin medios visibles de soporte—él dedujo que era probable que ella atribuyera reacciones fóbicas a otras situaciones que eran estructuralmente similares (estar en un puente suspendido o en un elevador). Erickson respetaba la necesidad inconsciente de la paciente a disociarse y a mantener sus otros miedos fuera de su percatamiento consciente. También se aseguró que su problema presentado estaba corregido antes de traer los otros problemas a su atención. Erickson: Verá, usted no escucha. Ella no tenía una fobia a los aviones. Ella dijo, “Estoy cómoda en un avión. y cuando se eleva, comienzo a estremecerme.” Y yo sé que cuando un avión se eleva se convierte en un espacio cerrado sin medio de soporte. Es lo mismo con un elevador. Lo mismo con un

autobús en un puente suspendido. Usted no puede ver el soporte en ningún extremo, usted mira a la derecha y mira a la izquierda. (Erickson hace un gesto hacia la derecha y hacia la izquierda.) Usted está en el aire. A bordo de un tren, ella tiene prueba de apoyo—prueba auditiva—: el chasquido de las ruedas en las vías, así que ella no tenía ninguna fobia en el compartimento de un tren. Ella podía escuchar el soporte afuera. Dos días después en el seminario, Erickson retoma este caso: Erickson: Bien, con la paciente de la fobia al avión… No tengo que creer cualquier cosa que alguien me diga. Yo no le creo hasta que entiendo sus palabras. Cuando ella habló sobre su fobia al avión y me contó que podía caminar a bordo de un avión y viajar cómodamente hasta el final de la pista de aterrizaje, pero tan pronto como el avión dejaba el suelo tenía una fobia, pude entender que ella no tenía una fobia al avión. Ella tenía una fobia a los espacios cerrados donde alguien más estaba a cargo de su vida, y ese alguien más le era un extraño: el piloto. Tuve que esperar hasta que entendí sus palabras. Le hice que prometiera hacer cualquier cosa, buena o mala. Obtuve esa promesa con mucho cuidado porque duplicaba su vida a manos de un piloto extraño. Luego le dije, ’disfrute su viaje a Dallas. Goce su viaje de regreso, y dígame cuánto lo disfrutó.’ Ella no sabía que estaba manteniendo su promesa, pero lo estaba haciendo. Yo sabía qué estaba intentando yo con esa promesa. Ella no. Y fue dicho tan gentilmente ’Disfrute el viaje de ida y vuelta.’ Y ella había prometido hacer cualquier cosa que yo le pidiese. Ella no notó que eso fue lo que le pedí. (Página 158). Es claro que en este caso Erickson no removió el miedo de la mujer. En lugar de ello, lo desplazó. Sí, la solución fue irracional, pero también lo era el problema. Y, el miedo todavía estaba ahí, tan intenso como siempre, y la paciente podría regresar a él cada que ella quisiera—regresando de vuelta a la silla verde. Erickson cambió las características del miedo cambiando su localización. La paciente no perdió nada—y ganó disfrutar la vida. Una clave principal (N°26) aplicable a muchos problemas de terapia es alterar la opción, no quitarla. Después de la muerte de Erickson, los archivos de sus pacientes fueron destruidos por su familia. Pero antes de que esto fuera hecho, sucedió que yo vi uno de los expedientes de este caso. Había información de identificación, incluyendo la queja de la mujer de una “fobia al avión.” En el expediente había

tres copias de la imagen de la silla verde: una fotografía propiamente expuesta, una sobre expuesta y una con poca exposición. Es más, conocí a uno de los cuatro estudiantes graduados que fueron asesorados por Erickson. (Vea a Zeig, 1985 para más información.) Resumen

La terapia se logra mejor cuando el paciente descubre capacidades previamente no reconocidas que pueden ser usadas para vencer problemas. Erickson usó comunicaciones indirectas y de multinivel para elicitar efectivamente la motivación, la cooperación y el cambio terapéutico. Su método era estratégico: ligar juntos una serie de pasos que suavemente construirían un drama de cambio. Cuando uno estudia a Erickson, es importante reconocer su proceso de orientación al cambio. Primero sembraba ideas; luego, construía capacidad de respuesta. El fundamento de la inducción hipnótica consiste en construir una capacidad de respuesta implícita (Zeig, 2014). Se crean pasos estratégicos que se construyen hacia un desenlace. El cliente logra pequeñas tareas que, por sí mismas, parecen inocuas y sin importancia, pero cuando se ligan juntas, tienen, en efecto, un poder exponencial. En este estudio de caso, Erickson presentó su intervención primaria solamente cuando ligó varios pasos juntos y construyó la suficiente capacidad de respuesta para preparar el terreno para la intervención principal. Al escoger una intervención principal, él era flexible y creativo, no limitado a construcciones teóricas. Una vez que la intervención fue implementada, Erickson hizo el seguimiento hasta el final y ratificó los cambios que la paciente hizo. El seguimiento subsecuente aseguró que la paciente tomó los pasos necesarios para hacer el cambio permanente en varias situaciones sociales. El principio en este capítulo: 26. Altere la opción, no la quite.



11. Ejercicios psicoaeróbicos: Enfoques vivenciales para el desarrollo del clínico “Cuéntame y olvidaré. Muéstrame y no recordaré. Involúcrame y entenderé.” —Proverbio nativo americano Tenga en mente que el libro que está leyendo es parte de una serie.* *Los tres han sido traducidos al español. Detalles en el prefacio en español. Disponibles en el fondo editorial de la Fundación Milton Erickson. N. del T. El primero de esta serie es The Induction of Hypnosis (Zeig,2014) y se enfoca en los fundamentos de la inducción hipnótica. En seguida Psychoaerobics, (Zeig, 2015) que ofrece ejercicios prácticos e insights sobre el desarrollo del terapeuta. Este libro completa la serie, y aunque cada libro vale por sí mismo, concebí los volúmenes para que se complementaran uno a otro y para ofrecer una educación multidimensional para apoyar el alcance de la empresa terapéutica. Este capítulo ofrece un resumen de Psychoaerobics en el que reflejo mi evolución como clínico, haciendo un énfasis adicional en mi crecimiento como maestro. Mi esperanza es estimular a los clínicos a usar el modelo para el crecimiento y desarrollo personal y aplicar el método experiencial como herramienta para la práctica clínica. Nuevamente, Milton Erickson figura de manera preponderante. Este no es un caso de la transferencia (bueno, un poquito de transferencia). Luego de examinar de cerca el trabajo de maestros de muchas disciplinas, en mi análisis final, Milton Erickson es, sin duda, el más interesante, complejo y fino clínico que yo jamás haya tenido el privilegio de conocer. Y no soy el único que ha llegado a esa conclusión. Muchos notables profesionales han sido influenciados profundamente por Erickson. Él tenía la extraordinaria habilidad de alcanzar terapéuticamente a una amplia diversidad de pacientes porque desarrolló en sí mismo estados terapéuticos efectivos. Mi interés en la hipnosis naturalmente me llevó a ver las cosas en términos de estados. El estado hipnótico es una compilación de componentes. Los estados que el paciente adopta—adaptativos y mal adaptativos—son una compilación de componentes. Los estados de los terapeutas son similares. Y son elicitados a través de la utilización de métodos experienciales.

Estados Ericksonianos



Para considerar a los componentes que podrían convertirse en estados del terapeuta, voy a describir brevemente los cuatro estados ejemplificados por Erickson: ser experiencial, utilización, orientación dirigida, y ser estratégico. Mientras que alguien consideraría a esos componentes como métodos, para mí son estados que un terapeuta puede asumir intencionalmente para avanzar en las metas del tratamiento. El principio subyacente (N°27) es que el estado que el terapeuta asume es la madre de la técnica. Ser experiencial: Un estado que es el sello característico del trabajo de Erickson es el de crear experiencias. Erickson orquestaba encuentros terapéuticos en virtud de los cuales un paciente experiencialmente realizaría* conceptos adaptativos y habilidades que no conocía para poder arreglárselas y cambiar. Hizo esto empleando métodos comúnmente usados por artistas, incluyendo la narración, las metáforas y las tareas simbólicas. Erickson entendía que el entender el problema, el insight, no es precursor del cambio. Así que, en su terapia y enseñanza, se desvió claramente del insight a favor de los métodos experienciales para promover las realizaciones*. Utilización: Otro estado por el que Erickson es conocido es la utilización, misma que descarta cualidades del tejido total de la situación de la terapia para promover metas terapéuticas. La utilización es el estado de prontitud del terapeuta para responder estratégicamente a aspectos del paciente o del medio ambiente del mismo. Sin embargo, esta explicación somera de la utilización puede disminuir su lugar como el fundamento de todos los métodos ericksonianos y como el método que es la firma del terapeuta ericksoniano. Todos los casos de Erickson están basados en la utilización. En los últimos 40 años he buscado dominar el estado de la utilización, y la mayoría de mis escritos sobre los métodos ericksonianos incluyen explicaciones del proceso de utilización. La utilización es a la terapia ericksoniana lo que la interpretación al psicoanálisis, o la desensibilización a la terapia conductual. Es cierto que muchos grandes clínicos utilizan lo que el paciente trae a la terapia. Sin embargo, la amplitud con la que Erickson desarrolló su orientación de utilización no tiene igual. (Para más información sobre la utilización, vea Zeig, 1992. También vea mis conferencias en YouTube.)

Vamos a aceptar por un momento que la utilización es una característica primordial y definitoria del método ericksoniano, y que estamos de acuerdo en que tiene utilidad clínica. Y todavía, podemos preguntar, ¿Por qué les es esencial a los clínicos desarrollar un estado de utilización? Una razón es que habla de un aspecto fundamental de los problemas psicológicos. Se puede pensar en los problemas psicológicos como limitaciones “creídas.” Los pacientes a menudo actúan como si no pudieran cambiar o afrontar adecuadamente. Por lo contrario, la utilización es una filosofía de suficiencia y de recursos. Hablando metafóricamente, el terapeuta se vuelve un alquimista, creando oro a partir del plomo. Consecuentemente, el paciente es animado a hacer lo mismo en su vida. La utilización es un estado que yo supongo en cada inducción hipnótica. Utilizo lo que está en la situación real inmediata para lograr cuatro metas en común: la absorción interna, la intensidad alterada, la disociación constructiva, y la capacidad de respuesta implícita. Al ofrecer hipnosis, es como si el hipnotista fuera un mecanismo de retroalimentación: Toma lo que ocurre y lo utiliza para elicitar metas. Para comenzar una inducción con el lector, yo podría sugerir: Usted está sentado aquí, en este momento, usted se puede dar cuenta de que usted está dónde usted está y usted se puede dar cuenta de que hay palabras que usted está leyendo. Pero mientras que hace una respiración profunda, usted no necesita realmente… enfocarse intencionalmente en lo que es inmediatamente evidente. Porque usted no necesita atender el soporte de la silla, o al… respaldo… o al descansa brazos… porque usted tiene recuerdos de enfocarse sin esfuerzo. Y yo no sé si su mente inconsciente puede recordar repentinamente un momento en que usted estaba leyendo en la escuela, o un momento agradable leyendo en la playa o estando en casa…leyendo. Y ahí está usted… pero usted puede continuar disfrutando el desarrollo de la comodidad que puede ser una parte de la experiencia que se desarrolla, y mientras que usted lo hace, puede hacer una respiración suave y continuar sin esfuerzo. Note que todas las metas de la inducción estaban contenidas dentro del contexto de leer este libro. Orientación dirigida Erickson también está asociado al estado de orientación dirigida: un método indirecto usado por los terapeutas que “empujan” al cliente hacia el cambio, más

que indicarle directamente las meta. La terapia es la reasociación de la vida interna (Erickson, 1948) y es así como el terapeuta puede crear un tratamiento efectivo guiando las asociaciones preconscientes del cliente. Un ejemplo común de la orientación dirigida serían las parábolas y las historias usadas en algunas religiones para elicitar la fe. Después de todo la fe es un estado y para lograrlo se requieren medios evocativos. Ser estratégico Muchos terapeutas piensan de manera vertical, descubriendo la dinámica “profunda”. Son “arqueólogos” trabajando para descubrir lo que está bajo la superficie. Los terapeutas que hacen esto creen que, desenterrando la patología de un cliente, la historia o su patrón familiar y trayéndoles a la superficie, van a provocar el cambio y arreglar el problema. En cambio, Erickson estaba más interesado en la respuesta. Él estaba en sintonía aguda con el resultado previsto sus sugestiones. Más navegador que arqueólogo, Erickson estaba cartografiando una ruta. Él ponía su mirada en el horizonte y demostraba la habilidad de la persona para responder a los matices y al locus de la voz, al cambio en la entonación y a la alteración en el ritmo. En todos sus años de practicar la hipnosis, Erickson investigó cómo la gente respondía a la indirecta. Usó estratégicamente las implicaciones verbales y no verbales para orientar indirectamente a los pacientes hacia una respuesta deseada. De importancia especial para Erickson era la manera en la que una persona responde sin darse cuenta por completo de la respuesta o el estímulo que la elicitaba. Un fenómeno similar puede verse cuando una persona bosteza y otra persona (incluso un animal) puede ser estimulada a bostezar en respuesta; las neuronas en espejo estimulan la acción. Esos cuatro estados—ser vivencial, utilización, la orientación dirigida y ser estratégico— son el núcleo de los estados Ericksonianos. Ser experto es a menudo un asunto de acceder a un estado ideal. Los atletas premier aprenden cómo “conseguir estar en la zona” para lograr una tarea dada. Habiendo practicado elementos en su memoria a corto plazo, el estado se vuelve uno de la memoria a largo plazo. De manera similar, no creo que Shakespeare pensara en la técnica de crear una metáfora. Él había practicado el método hasta que ser metafórico se convirtió en un estado que fue fundamental en sus escritos. Bueno, vamos a examinar más la naturaleza de acceder a los estados.

Sobre la experiencia

Los cuatro estados que Erickson ejemplificó podrían ser vistos como meras técnicas, y son descritas como tales por muchos expertos. Sin embargo, a menudo pienso en ellos como estados a los que un clínico puede acceder y mantener para promover una terapia más efectiva. Y los métodos de entrenamiento difieren para las técnicas y los estados. Las técnicas se pueden enseñar didácticamente, pero los estados se logran de manera experiencial. Así, se necesita un procedimiento experiencial para entrenar a los terapeutas a lograr estados que promuevan resultados clínicos positivos. Los estados son esenciales para los pacientes, pues mientras que las ideas se pueden dominar intelectualmente, los conceptos tales como la felicidad no. Anteriormente ya hablé de la felicidad como una realidad experiencial. No es algo que se pueda “lograr” mediante una formula o secuencia de pasos predestinados. La felicidad debe ser realizada*, lograda por experiencias vividas.

Sobre el entrenamiento

Mi entrenamiento con Erickson fue intermitente y abarcó más de seis años. Él fue mi maestro de terapia. También fue mi mentor para enfrentar los retos de la vida. Mi tutelaje bajo Erickson fue tan poco común como su terapia. En realidad, nunca me vio haciendo hipnosis o terapia, aunque buscó reportes de algunos de los casos que me refirió. Él raramente dio input didáctico. No solamente renunció al aprendizaje cognitivo, sino que parecía implicar que era a menudo un impedimento más que un beneficio. En situaciones interpersonales Erickson no enseñaba contenido, el contenido puede aprenderse a través de libros. En lugar de eso, él orientaba al desarrollo del estado experiencial del clínico. Hay una implicación en el método de enseñanza de Erickson que ha influenciado mi entrenamiento a clínicos: Los clínicos deben desarrollar algo más que su habilidad técnica. El auto desarrollo no está limitado a buscar terapia personal. Los clínicos deben desarrollar estados que mejorarán la efectividad terapéutica. Los métodos sistemáticos pueden ser usados. Este es un enfoque “de abajo para arriba” de experiencias vivientes, dirigido al hemisferio derecho; más que un método “de arriba para abajo” para entrenar didácticamente, dirigido al hemisferio izquierdo. Voy a delinear mi modelo de entrenamiento de tal manera que la sección de desarrollo del clínico pueda ser entendida en perspectiva. (El modelo completo aparece en Psychoaerobics, Zeig, 2015.)

Distinciones

El metamodelo en este libro está basado en los cinco puntos de opción: 1) metas 2) envoltura para regalo 3) procesamiento y 5) la posición del clínico. En mis talleres, cuando enseño los primeros cuatro puntos de opción, utilizo ejercicios experienciales para ayudar a los estudiantes a practicar y dominar los principios, pero cuando enseño la posición del clínico casi siempre soy vivencial. La posición del terapeuta puede ser dividida en cuatro categorías: lentes, músculos, corazón y sombreros, cada uno de los cuales tiene un aspecto profesional y un aspecto personal. Primero, los lentes representan nuestras maneras de ver. En un nivel profesional, los lentes aprendidos cuando se estudia terapia familiar difieren de aquellos aprendidos en la terapia conductual. En un nivel personal, los lentes aprendidos en la propia familia de origen difieren de familia a familia. Los padres enseñan a sus hijos a cómo percibir el mundo. Luego, los músculos influencian cómo hacemos las cosas. Por ejemplo, los psicoanalistas a menudo usan sus interpretaciones musculares hasta el punto de la hipertrofia, mientras que los ericksonianos flexionan sus músculos de la narrativa. Tercero, “corazón”, es una metáfora que representa a la compasión, cuya definición difiere entre profesiones y familias. Finalmente el “sombrero” que el terapeuta escoge “usar” simboliza el papel social del terapeuta. Algunas terapias son más formales y se apegan a reglas, y otras son más informales y abiertas a la improvisación.

Sobre la evolución del terapeuta

A través del entrenamiento y la experiencia, un terapeuta puede seguir evolucionando. Muchos terapeutas, a pesar de su convicción teórica, atribuyen su evolución profesional a alguna combinación de orígenes. Al preguntar a los clínicos acerca de su fuente primaria de crecimiento y desarrollo, una respuesta común es: “He aprendido más de mis pacientes.” Pero, si podemos pensar en el entrenamiento de terapia como un entrenamiento deportivo que requiere que los atletas desarrollen Estados de Ejecución Ideal (EEI), entonces, ¿Debería haber un método vivencial, sistemático para entrenar a los terapeutas? Los atletas profesionales poseen habilidades similares, incluyendo fuerza, resistencia, flexibilidad, coordinación, agilidad, poder, fuerza; y pueden lograr acceso a EEI que son específicos a la situación. Por ejemplo, los golfistas tienen un EEI cuando sacan la pelota del soporte, pero se necesita otro EEI cuando se usa el palo para los golpes cortos. De manera similar, los terapeutas podrían regularmente entrenar (y entrenan en otra cosa) para crecer y desarrollar un EEI

que sea específico a la situación. Si este fuese el caso, entonces el énfasis debería estar en desarrollar estados del terapeuta más que en técnicas. Para avanzar el crecimiento y desarrollo del terapeuta, yo desarrollé los ejercicios psicoaeróbicos como un sistema de entrenamiento sistemático experiencial. Quizá refleja la manera que Erickson se entrenó a sí mismo, pues él tuvo pocos mentores didácticos.

El auto entrenamiento de Erickson

Erickson reportó muchos ejercicios que él utilizó para entrenarse a sí mismo. Por ejemplo, para compensar las omisiones de la educación de su escuela de medicina, internado y residencia, en uno de sus primeros trabajos, Erickson se consiguió una historia social del servicio de trabajo social y escribió un examen de estado mental intuido basado en la historia escrita. Entonces comparaba su historia intuida con el examen de estado mental real. Luego invertía el proceso; se conseguía un examen de estado mental, intuía una historia social y luego la comparaba con la historia social real del servicio de trabajo social. Erickson dijo que hizo este ejercicio con numerosos pacientes. No estaba tratando de aprender contenido, estaba tratando de dominar un estado: entender el desarrollo humano. Erickson también estudió los matices del comportamiento social humano. Trabajando como Sherlock Holmes, observaba una clave y después escribía una predicción que le daba a su secretaria para que la guardara hasta confirmarla. Por ejemplo, una vez notó correctamente que un marido estaba engañando a su esposa a escondidas. En otra ocasión, escribió que una paciente estaba embarazada antes de que hubiera evidencia física. Parecía estar dedicado a desarrollar el estado de extrapolar a partir de claves mínimas, No estaba sólo enfocado en incrementar su base de conocimiento cognitivo. Él estaba desarrollando un estado de inferencia del tipo “Si X, entonces Y.” A través de su vida, Erickson fue devoto del crecimiento y desarrollo personal. Justo antes de su muerte, le hice una pregunta simple acerca de un caso de terapia. Él contestó usando una de sus técnicas indirectas comunes; relató una historia— yo tenía que “desenvolver” la respuesta. Su alternativa de no responderme directamente me interesó. Yo tenía la sensación de que él estaba jugando—pero más aún, de que él estaba ejercitando sus “músculos” de la orientación dirigida, queriendo mantener el tono. Sus métodos solidificaron su estado terapéutico. Ocasionalmente, Erickson me dio tareas de desarrollo personal, aunque no de manera sistemática. Por ejemplo, una vez me pidió que me fuera al patio de

una escuela para ver a los niños jugando de manera que predijera qué niño iría a qué juego y cuál dejaría primero el grupo. La idea de extrapolar a partir de diminutos detalles en el comportamiento y luego proyectar un comportamiento futuro fue importante para Erickson y él promovió este estado en sus estudiantes. Al modelar a Erickson, yo a menudo adopto un tema por mes—un tema que trato de desarrollar en un nivel profesional o personal. Por ejemplo, yo podría dedicar tiempo a ser más perceptivamente visual o a trabajar en un tema técnico, tal como usar gesticulaciones para comunicar conceptos. Eventualmente, los estados se movilizan de la memoria a corto plazo y se vuelven estados consolidados en la memoria a largo plazo. En mis talleres, yo promuevo la filosofía del auto entrenamiento y ofrezco lineamientos pragmáticos a los estudiantes para que también tomen un tema semanal o mensual a fin de incrementar los estados terapéuticos. Una aplicación extendida de este método de tratamiento podría ofrecer a los pacientes retos específicos semanales o mensuales para incrementar estados adaptativos.

Reflexiones históricas sobre el tratamiento

Hay una tradición vivencial en los métodos psicodinámicos. Por ejemplo, Franz Alexander habla de experiencia emocional correctiva. Pero estos métodos están basados en comprender. Hablando de modo metafórico, las experiencias deben ser el plato principal; las comprensiones, el postre. En muchas escuelas contemporáneas de terapia, el foco primario está en comprender la etiología del problema del paciente. En esas escuelas, es la comprensión el punto de apoyo; y sin él, el cambio no puede suceder. Así, el entrenamiento se enfoca en la didáctica del aprendizaje de la teoría y técnica. Los métodos para entrenar terapeutas reflejan la historia de la terapia. La psicoterapia es un campo relativamente nuevo, que tuvo su inicio al final del siglo XIX. Los métodos de entrenamiento reflejaban lo que era conocido en el campo en esa época, que era muy poco. Por lo tanto, el foco estaba en los temas teóricos, más que en las técnicas. El entrenamiento enfatizaba el desarrollo del terapeuta mediante la experimentación de un análisis personal. Para deshacerse ellos mismos de sus propias distorsiones (que podrían llevar a la contratransferencia), los psicoanalistas en formación se pasaban años en análisis de entrenamiento. Lo que se pensaba, era que un terapeuta que se había librado de la contratransferencia estaba mejor equipado para promover un tratamiento psicoanalítico. Después de la II guerra mundial con el florecimiento de escuelas divergentes de psicoterapia, el foco se volvió hacia teorías alternas y técnicas

especializadas, y el desarrollo del terapeuta pasó a último plano. Sostengo que el desarrollo del terapeuta debería retornar a sus raíces experienciales, pero, en esta época ya no se necesita de un análisis de entrenamiento. En lugar de ello, el terapeuta debería ser entrenado experiencialmente para desarrollar estados terapéuticos nucleares. Una manera de hacer esto es usar al arte como modelo. Si concebimos a la terapia más como un arte que como una ciencia entonces n deberíamos entrenarnos a nosotros mismos como artistas.

Modelando al arte

El modelar al arte requiere un enfoque completamente diferente para aprender terapia. Yo exploré este tema al principio, pero lo voy a ampliar aquí porque es fundamental para mi práctica, enseñanza y entrenamiento. Uno puede aprender principios básicos y avanzados de física escuchando conferencias eruditas. Pero aprender cómo pintar o escribir poesía no puede lograrse únicamente leyendo o escuchando a los maestros. Lo mismo es cierto cuando uno tiene que entender y trabajar tangiblemente con conceptos como felicidad y efectividad. Algunas cosas deben ser aprendidas de dentro hacia afuera— descubriendo algo de nosotros mismos más que aprender una serie de reglas específicas. Hace muchos años, me preocupaba la idea de la terapia como arte y me preguntaba, “¿Nos estamos centrando en el modelo erróneo para entrenar a los terapeutas?” Si eso fuese cierto, ¿cuál sería un mejor modelo?” Y entonces decidí estudiar teatro—más específicamente improvisación—con la esperanza de descubrir cómo se entrena a los artistas. Cada vez que interactuamos con otro ser humano, estamos improvisando. Y en psicoterapia la comunicación es más improvisación que técnica estática. Y ocurre que varios notables psicoterapeutas tienen fundamentos de actuación y dramaturgia, incluyendo a Fritz Perls, Peggy Papp, Jacob Moreno y Virginia Satir. Esos terapeutas usaban lo que habían aprendido en dramaturgia como herramienta para ayudar a los clientes. Tomé una clase de teatro para aprender cómo los expertos en teatro hacen la improvisación. Me uní a un pequeño grupo de estudiantes, todos en los inicios de sus veintes, para una clase de seis semanas de educación para adultos conducida por una mujer con un PhD. en dramaturgia. Después llevé otros dos cursos más de seis semanas en actuación e improvisación. Comenzamos la sesión inicial presentándonos y diciendo unas palabras acerca del por qué habíamos venido. El primer estudiante dijo su nombre y declaró: “Estoy aquí porque quiero hacer teatro”. Luego, la siguiente

persona: “Estoy aquí porque quiero hacer películas”. Después la siguiente persona nos compartió: “Estoy aquí porque quiero hacer comerciales”. Cuando llegó mi turno expliqué: “Soy un espía. Quiero aprender cómo un experto enseña improvisación”. Luego de las presentaciones, todos nos paramos en círculo para hacer nuestra primera lección de actuación: la-las. La primer tarea era repetir un patrón vocal (la primera vez usamos “la-la”) mientras hacíamos un movimiento como aplaudir. Al principio la maestra dirigió el ejercicio y nosotros imitábamos lo que ella hacía. Pronto, se volvió hacia mí: “Serás el líder. Escoge un sonido diferente. Usa el mismo ritmo. Escoge un movimiento diferente”. Así que escogí el patrón vocal “pa-pa” e hice un gesto de acunar. Todos me imitaron. El siguiente estudiante seleccionó “ga ga”y ofreció un nuevo movimiento. La maestra entonces salió del círculo para ofrecer retroalimentación. “No, Jeff”, dijo; “Tus movimientos no son suficientemente amplios. Observa y escucha al líder muy de cerca y cópiale y no es ga ga; es GA-GA.” Luego, para mi asombro, cuando el ejercicio terminó, simplemente nos pasamos a otro ejercicio. Sin discusión. Sin procesar lo que acababa de ocurrir. Sin análisis. Cuando mi expectativa de hacer un seguimiento no fue llenada, entré en un estado de confusión. “Espera un segundo.” protesté en silencio. “¿No vamos a analizar esto? ¿No vamos a sacar el significado de esta experiencia?” Soy un “triturador”. Denme algo y lo disecaré, separaré el trigo de la paja. Los pacientes me dicen cosas y yo diseco lo que me dicen; reduzco lo que me dicen a pequeñas piezas y les doy retroalimentación. Soy muy hábil en este proceso de regurgitación—masco la información, la digiero y se la regreso al paciente en una forma más apetecible. Pero en esta clase no estábamos disecando. Yo no podía nomás así automáticamente mascar, digerir y regurgitar. Repentinamente, yo tenía que pensar “¿De qué se trata esto? ¿Qué estoy aprendiendo? ¿Qué habilidades se están enseñando aquí? ¿Qué habilidades y estados son necesarios para hacer drama? Por supuesto, una habilidad necesaria para actuar es la articulación. Para hacer que cualquier clase de trabajo de escenario funcione, el actor debe articular. Recordé la observación de la maestra cuando mi inadecuada imitación: “No, Jeff, no es ga ga, es GA GA.” Yo estaba aprendiendo articulación. Además, un actor en el escenario a menudo necesita hacer gesticulaciones exageradas, no movimientos sutiles. Como psicoterapeuta, este elemento fue el más raro para mí. Siempre estaba sentado cuando trabajaba como terapeuta, restringiendo mis movimientos corporales tanto como me era posible. De pronto, se me estaba pidiendo que para el efecto hiciera gesticulaciones. Ahora, esto era algo que yo podía aplicar cuando ofreciera terapia. Lo último que yo aprendí del ejercicio de actuación fue la importancia del

modelado. Para actuar, usted debe modelar. Si usted se va a convertir en un personaje, digamos un taxista, usted debe observar taxistas y modelar lo que hagan. Quizá a usted se le pide que haga el personaje de un médico. La mejor manera de hacer esto, por supuesto, es observar a un médico en la vida real y modelar su comportamiento. Concluí con el ejercicio de actuación que esas tres habilidades— articulación, gestos grandes y modelado, son importantes para actuar, pero la maestra nunca en realidad dijo eso. Ella no comenzó la clase con una conferencia sobre las tres habilidades. Más bien, hicimos un ejercicio y de alguna manera se entendió que una vez que estamos en el escenario debemos articular, usar gesticulaciones amplias y modelar. Accederíamos sin problema alguno a los estados deseables y a soslayar el procesamiento consciente. Después del primer ejercicio de actuación, hicimos muchos ejercicios de improvisación. Algunos, incluyendo ejercicios vocales, fueron presentados como ejercicios de calentamiento. Otros ejercicios, incluyendo trabajo de escenario, provocaron estados de actuación específicos. No era la clase de aprendizaje al que yo estaba acostumbrado. Era más como aprender a manejar una bicicleta por primera vez— sentarse a horcajadas, empujando y esperando que de alguna manera eso tuviera sentido. Lo sorprendente es que eventualmente lo tiene. Usted no aprende en su hemisferio izquierdo cómo manejar una bicicleta. Estudiar la física de manejar una bicicleta no le va a ayudar a manejar una. Aprender a manejar una bicicleta es una experiencia visceral. Para aprender acerca de un momentum, usted debe estar sobre la bicicleta tratando de balancearse y desarrollar un percatamiento implícito de todas las maneras en que sus movimientos corporales afectan la dirección y estabilidad de la bicicleta. Así que usted trata y se cae. Después, vuelve a intentar. Y luego de un rato, usted puede hacerlo. Su cuerpo aprende y usted “lo consigue.” ¿Recuerda el emocionado “¡Ajá!” cuando repentinamente aprendió como manejar una bicicleta—cuando usted nada más conducía la bicicleta? Pienso que los psicoterapeutas deberían fomentar una sensación de ese emocionado “¡Ajá!” en sus pacientes. Y, el entrenamiento en psicoterapia debería fomentar una sensación similar en los estudiantes. Mover algo a la memoria de largo plazo es un proceso experiencial.

Ejercicios psicoaeróbicos

La psicoterapia es más subjetiva que objetiva, y es afectada por el estado del clínico. Por tanto, la psicoterapia tiende a ser altamente idiosincrática. El estado del terapeuta es proyectado dentro de la situación de la terapia y forma

parte de su núcleo. Un terapeuta cuyo estado es didáctico, dará cuenta de métodos de enseñanza, mientras que un terapeuta cuyo estado es experiencial usará esta orientación como núcleo terapéutico, etcétera. Los terapeutas deberían desarrollar su estado/ estilo/ identidad/ orientación/ maneras-de-ser, y un programa sistemático, experiencial, no sólo es de mucha ayuda, es vital. Todos los terapeutas deberían expandir el entrenamiento para elicitar estados nucleares. Al evolucionar como maestro, agregué un componente nuclear a mi enseñanza: enseño estados experienciales: Son principalmente estados ericksonianos, pero su alcance y sus implicaciones son más amplias. Al hacer esto, he desarrollado el sistema psicoaeróbico, que puede ser usado como plantilla para desarrollar estados en cualquier área de la experiencia humana. La idea es examinar los componentes que comprenden la experiencia en un área y luego crear ejercicios para elicitar aquellos componentes como estados. En el sistema psicoaeróbico, hay dos series de ejercicios: los de calentamiento, que se pueden usar en muchas escuelas de terapia; y los ejercicios psicoaeróbicos que desarrollan estados específicos a la práctica ericksoniana. En seguida, algunos de los ejercicios.

Ejemplo de calentamiento

Este ejercicio de calentamiento se lleva a cabo en grupo. Sentados en círculo, un miembro se convierte en lanzador y los otros miembros en receptores*. Se le pide al lanzador que cuente un secreto revelador emocional y personal a los receptores usando gesticulaciones normales. Sin embargo, más que comunicar verbalmente el secreto, el lanzador es instruido para comunicar ese secreto moviendo sólo los labios, o usando un sonido único, como “ba”, para representar cada silaba. El lanzador va a usar el mismo comportamiento no verbal que normalmente usarían al hablar. Se prohíbe exagerar la pantomima. *El lanzador,pitcher,es el participante que “lanza” o inicia el ejercicio. El receptor lo recibe. N del T.

Los miembros del grupo realizarán* los estados de “evaluación experiencial” y “empatía experiencial.” En respuesta al lanzador que cuenta el secreto, los receptores se moverán continuamente, permitiendo a sus cuerpos resonar con las emociones percibidas. Los receptores van a apagar sus procesos analíticos y permitirán que sus cuerpos sientan y expresen las emociones del lanzador. Considere dos diapasones colocados sobre una superficie conductora. Si uno de ellos es golpeado, el otro vibrará o resonará, aunque a un grado menor.

De manera similar cada receptor debe permitirle a su cuerpo resonar, reflejando la emoción que el lanzador siente al contar el secreto. Cuando termina el lanzador, los receptores retienen su postura final de tal modo que el lanzador y otros receptores puedan sutilmente examinar y discernir cómo el mensaje enviado se aproxima al mensaje recibido y cuán diferentemente responden los receptores. ¿Por qué estamos haciendo este ejercicio? Porque los terapeutas pueden valorar vivencialmente el estado emocional de un paciente monitorizando las propias respuestas físicas. Si el clínico se nota a sí mismo desplomándose en la silla, quizá está respondiendo a la depresión del paciente. La mayoría de los terapeutas aprenden empatía verbal temprano en sus carreras. La evaluación vivencial puede ser considerada un estado del terapeuta. Este calentamiento también está diseñado para estimular la apertura, la cooperación y la jovialidad. Más aún, este ejercicio prepara al terapeuta para los ejercicios psicoaeróbicos. Antes de presentar esos ejercicios, quiero considerar acerca de la manera en la que este ejercicio de calentamiento puede ser generalizado en una sesión de tratamiento para agregar un componente experiencial.

Ejercicios de calentamiento opcionales para el tratamiento

Los ejercicios psicoaeróbicos no están limitados a mejorar los estados del terapeuta. También se pueden usar para crear opciones clínicas para el beneficio de los clientes. Por ejemplo, el ejercicio de calentamiento previo podría ser usado vivencialmente en la terapia de un paciente involucionado al que le falta la capacidad de discernir los sentimientos de otros. La práctica podría ocurrir en terapia individual, de grupo o familiar. Una persona podría “contar” una historia emocional sin hacer un sonido. Los otros podrían identificar físicamente y quizá articular, la sensación expresada, mejorando así el reconocimiento emocional. Este ejercicio también podría ser asignado como una tarea. Por ejemplo una familia desconectada conocida por su rigidez emocional podría hacer el ejercicio, tomando sus turnos como lanzadores y receptores en la cena y compartiendo los eventos del día uno con otro usando la sílaba “ba” estimulando así la alegría. Todavía más, el ejercicio podría ser usado con un grupo de niños. A un niño se le puede dar secretamente una instrucción para que actúe emociones relacionadas tales como frustración, enojo, usando un habla sub vocal o sólo usando “ba.” Se les pedirá a los miembros del grupo que imaginen la emoción. Este proceso podría ayudarles a desarrollar habilidades verbales de empatía. El ejercicio podría también ser usado para entrenar terapeutas, quizá en un grupo de

supervisión con terapeutas novatos. El motivo subyacente para este tipo de ejercicio es ayudar a la gente a darse cuenta y lograr acceso al estado de empatía. La empatía se aprende mejor de manera experiencial y puede ser lograda como un estado más que como una técnica. No se puede aprender didácticamente, como tampoco puede aprenderse a nadar sentándose en una playa arenosa, o aprender a ser un chef leyendo recetas. La empatía debe aprenderse viviendo la experiencia y sólo la práctica llevará a la mejoría. El siguiente es el ejercicio de calentamiento 3 tal como viene en mi libro Psychoaerobics.

EJERCICIO DE CALENTAMIENTO 3

EMPODERAMIENTO VIVENCIAL EJERCICIOS PSICOAERÓBICOS www.psychoaerobic.org Copyright 2015 Jeffrey K. Zeig SM

Postura a desarrollar por parte del Clínico::

Estados de recursos de sintonía empática (resonancia) y valoración experiencial. Formato:

Grupos de cinco a ocho participantes. Roles:

Una persona es el lanzador. Las otras son receptoras. Método: El lanzador cuenta un secreto revelador emocional y personal en cuatro o cinco palabras, pero habla por lo bajo, usando gesticulación, posturas y expresión facial normales. La persona no hace pantomima. Emite las palabras usando oraciones completas, pero no habla en voz alta. El secreto puede ser negativo, tal como algo terriblemente vergonzoso o puede ser positivo, tal como una experiencia íntima profunda. El secreto necesita evocar fuertes emociones. Los receptores observan y permiten que sus cuerpos resuenen empáticamente con la emoción del lanzador. El receptor no debe permanecer inmóvil, sino moverse constantemente en respuesta a la percepción intuitiva de su cuerpo a las emociones del lanzador. El procesamiento cognitivo para determinar las emociones debe limitarse tanto como sea posible. El cuerpo del receptor puede reproducir discretamente la sensación del lanzador. La valoración empática de la emoción se lleva a cabo por las posturas con las que responde el receptor. Los receptores no miran directamente al que dice el secreto. Usan contacto ocular indirecto o sólo su visión periférica, quizá enfocándose en la rodilla del lanzador y observando con foco suave. Cuando el lanzador termina de decir el secreto, entonces y sólo entonces, los receptores se congelan y se vuelven estatuas. Manteniendo una postura estilizada retienen su pose final de tal manera que el lanzador pueda ver la reproducción física de empatía del receptor. Los miembros del grupo pueden también mirar a la estatua de cada uno con el objeto de ver cómo los otros miembros del grupo resonaron, pero los movimientos deberían ser mínimos y la pose final deberá permanecer sin cambio

tanto como sea posible. Los receptores no deberían abiertamente imaginar la emoción detrás del secreto. El Siguiente lanzador cuenta un secreto y los receptores “resuenan” con la emoción del lanzador. Puede ser benéfico para el lanzador y para los receptores hacer algo físico entre cada serie para desengancharse del papel — estirarse, caminar alrededor dentro de la habitación, etcétera. Variaciones:

1. Cuente una historia emocional en lugar de un secreto. 2. Realice el ejercicio en grupos de dos. 3. Cuente el secreto en galimatías, en lugar de en voz baja. 4. Diga el secreto usando sólo una silaba tal como “Bah”, “Ru” o “Li”. 5. El receptor o los receptores pueden imaginar la emoción, mencionándola con una sola palabra. 6. El receptor o receptores pueden con suavidad reflejar al lanzador como técnica para discernir la emoción subyacente. Para evitar hacer al lanzador consciente pueden usarse tres métodos: (a) En secreto, antes del ejercicio, el líder ofrece instrucciones a los receptores sobre cómo reflejar las acciones. (b) Usar un retraso de un segundo antes de reflejar. (c) Obscurecer este reflejo usando aproximaciones. (Si el lanzador hace un ademán de apertura, los receptores abren su postura un poquito.) 7. Cada persona describe sucesivamente su estado de entonamiento empático luego de completar todo el ejercicio: “Sé que yo estaba empáticamente afinado porque yo___________”. “Supe que estaba empáticamente afinado cuando yo_____________”. Se puede usar la tabla de estados. Propósito:

Desarrollar un estado de resonancia emocional implícita/entonamiento empático; para desarrollar empatía experiencial. Actitud:

La actitud ideal para participar en los ejercicios PSICOAERÓBICOS es de regocijo, cooperación y ausencia de prejuicios. Otro ejercicio de calentamiento se lleva a cabo en parejas con lanzador y receptor. Se pide al lanzador que le ofrezca varios cumplidos al receptor a quién se le pide que los rechace y que de manera creciente se muestre a la defensiva, quizá cruzando sus brazos firmemente a través de su pecho o que mire lejos, o bien que en silencio rechace el cumplido. Cuando el receptor adecuadamente SM

logre acceso a un estado defensivo, el lanzador le pregunta al receptor: “Específicamente ¿Cómo sabes que estas a la defensiva?” Se anima a los compañeros a enfocarse en pequeños cambios. Por ejemplo, si el receptor dice: ”Sé que estoy a la defensiva porque mis brazos están cruzados a través de mi pecho,” el lanzador responde: “descruza un poco los brazos.” Si el receptor dice “sé que estoy a la defensiva porque estoy teniendo pensamientos negativos,” el lanzador podría decir “piensa menos negativamente.” El lanzador debería continuar refutando las respuestas hasta que el receptor responda que ya no es capaz de mantener un estado de defensa. Despues, lanzador y receptor cambian sus papeles. El nuevo receptor descarta los cumplidos del lanzador y se pone cada vez más a la defensiva. Luego se refutan las respuestas del receptor hasta que ya no pueda mantener el estado de defensa. Es valioso que los terapeutas aprendan la habilidad de lograr el acceso a estados fácilmente. Este ejercicio puede también funcionar en el contexto de la terapia con el terapeuta actuando como lanzador y el paciente como receptor. A un cliente con depresión moderada se le puede preguntar, “Específicamente, ¿Cómo sabe usted que está deprimido?” Después de que el paciente responda, el terapeuta puede sugerir una acción contraria. Por ejemplo, si el paciente dice “Sé que estoy deprimido porque ya no veo a mis amigos,” el terapeuta puede contraatacar diciendo “Haga su meta la de reunirse con al menos un amigo esta semana.” Si esto parece un paso demasiado grande, se puede instruir al paciente a que vea gente feliz y que luego reporte la experiencia. En el caso de la depresión, si el paciente fuese a seguir las instrucciones del terapeuta para contrarrestar la depresión, puede haber un punto en el que el paciente sea incapaz de mantener un estado de depresión. Por lo tanto, dividir el problema (en este caso, la depresión) en componentes es vital. Los ejercicios de calentamiento son también preparaciones para los ejercicios psicoaeróbicos, los cuales fueron diseñados para que los terapeutas desarrollen estados ericksonianos.

Ejercicio psicoaeróbico 1 El ejercicio 1 está diseñado para ayudar a los clínicos a desarrollar el estilo ericksoniano de orientación dirigida más que informativa. La subsecuente técnica de indirección fue una cualidad emergente de estar en el estado de orientación dirigida. Este ejercicio se conduce en pares con un lanzador y un receptor. Comienza con el receptor estudiando al lanzador por uno o dos minutos. Se le pide al

receptor que escriba cinco preguntas que pueden ser contestadas con sí, no, o a veces. El receptor debe hacer preguntas que no tengan una obvia respuesta. Por ejemplo, si el lanzador está meticulosamente vestido y aseado, el receptor no debería preguntar, “¿Le es agradable tener una mancha de comida en su chaqueta?” o “¿Le gusta tomarse su tiempo para vestirse?” Sin embargo, el receptor podría preguntar,” ¿Le gustan las películas clásicas?” La respuesta a esta pregunta no debería serle obvia al receptor. El lanzador debe contestar a las preguntas no respondiendo sí o no, sino más bien contando una historia que orientada a la respuesta. El lanzador debe hablar lentamente, con monotonía moderada, sin hacer gesticulaciones obvias. La historia deberá ser corta y simple. Por ejemplo, el lanzador podría hablar un par de minutos acerca de ir al cine con un amigo. La historia debe inferir que el lanzador tiene un sentir acerca de las películas clásicas: que le gustan, que no le gustan o que a veces le gustan. No se pueden usar claves no verbales. El receptor va a escuchar al lanzador mediante una valoración experiencial (un estado preparado en un ejercicio de calentamiento), más que a través de la deliberación consciente. El lanzador va a fijarse cuidadosamente en las respuestas físicas del receptor. Si el receptor mueve su cabeza de arriba hacia abajo o hacia los lados, para indicar sí o no, esa respuesta puede ser aceptada por el lanzador. Si el receptor encoje los hombros o ladea su cabeza, eso podría indicar que el receptor cree que el lanzador a veces disfruta las películas clásicas. La respuesta puede ser tan sutil como un cambio en la proximidad: o moviéndose más cerca o alejándose. Una vez que el lanzador está satisfecho de que el receptor muestra una respuesta que puede ser notada, indicando sí o no, o a veces, los participantes proceden con la siguiente pregunta. Ni el lanzador ni el receptor deben discutir la respuesta correcta a la cuestión o por qué el receptor interpretó la respuesta de una forma u otra. La respuesta correcta no es importante. En lugar de eso, los participantes deben esforzarse en discutir sus respectivos estados durante el ejercicio. El receptor puede hablar sobre cómo fue extraer el significado de la historia y lograr acceso al estado de “desenvolver el regalo” y el lanzador podría discutir el estado de orientación dirigida envolviendo para regalo la respuesta usando una historia. Aquí es donde el segundo ejercicio de calentamiento se pone en juego, mientras la habilidad de entrar y salir de estados con fluidez es accedida y utilizada. Tanto el receptor como el lanzador pueden dar retroalimentación. Por ejemplo, el receptor puede ofrecer, “Cuando usted estaba envolviendo para regalo al contar la historia, usted tenía una conducta relajada.” El lanzador podría decir, “Cuando usted estaba escuchando mi historia tratando de desenvolver el regalo, usted se inclinó hacia mpi como si escuchara con más

intención.” Como muchos de los ejercicios psicoaeróbicos, el ejercicio 1 está destinado a desarrollar estados nucleares. Para el lanzador, el ejercicio 1 prepara el estado de orientación dirigida. Y para el receptor prepara el estado de resonancia o “desenvolver un regalo.” Esos estados sólo se pueden aprender de manera experiencial y visceralmente, de la misma manera que se aprende nadar o conducir una bicicleta. La indirección puede ser la técnica, pero la orientación dirigida es un estado al que el terapeuta puede acceder, como la compasión y la empatía. A través de la práctica, esos estados pueden ser más fácilmente accedidos y completamente desarrollados. Una vez que el terapeuta entiende a los marcadores específicos para entrar a un estado, esos marcadores pueden ser usados para lograr acceso al estado durante la práctica clínica. El proceso del ejercicio psicoaeróbico es parecido al del ejercicio físico en que los grupos musculares pueden ser aislados y desarrollados. En el ejercicio uno, se restringe comunicar directamente una respuesta con palabras y gesticulaciones de tal manera que pueden emerger habilidades latentes. Es similar al tratamiento de la ambliopía (ojo perezoso) en el que el oftalmólogo pone un parche en el ojo para fomentar el desarrollo del ojo que no está funcionando bien. También en el ejercicio 1, la respuesta real del lanzador a la pregunta no es importante. La razón para esto es que los participantes pueden enfocarse más completamente en acceder a los estados. En el ejercicio 1. Esos estados están orientados en forma dirigida y a desenvolver los regalos. Ejercicio psicoaeróbico 2

En el ejercicio 2, se invierten los papeles y el ejercicio es un poco diferente. En la primera condición, el lanzador comienza describiendo un objeto imaginario como por ejemplo una raqueta de tenis. La descripción debería reflejar una emoción negativa, por ejemplo, culpa, enfado o miedo. El lanzador debe identificar la emoción antes de impartir la descripción y no decirla en voz alta. También, no puede ser cambiada mientras la persona está describiendo el objeto. Lo mejor es que el lanzador gradualmente se abra a la emoción y se oriente progresivamente hacia ella. Otra vez, se restringen expresiones faciales y los cambios en tono y ritmo. La descripción debería orientarse hacia la emoción. El receptor accede a un estado de evaluación experiencial y percibe la emoción proyectada, y se la refleja de regreso al lanzador con claves mínimas. Por ejemplo, el receptor podría hacer muecas ligeras indicando miedo o frunce su ceño indicando enojo. El lanzador continúa con la descripción hasta que una

respuesta emocional pueda ser notada en el receptor; la respuesta “correcta” no tiene importancia. En la segunda condición, se describe otro objeto, por ejemplo, un vaso medio lleno con agua. Una emoción positiva, tal como la felicidad o el entusiasmo es lanzada. En la tercera condición, una raqueta de tenis podría ser usada para describir una emoción positiva y en la cuarta condición un vaso medio lleno de agua podría ser usado para describir una emoción negativa. Al final del ejercicio, se les pide a los participantes que describan sus estados respectivos. No van a comparar las respuestas sobre qué emoción estaba incrustada en la descripción. Otra vez, la meta es elicitar estados: orientación dirigida y resonancia (desenvoltura del regalo). No es importante que el receptor imagine la emoción correcta incrustada dentro de la descripción. Describir un estado es difícil, pero es valioso. También es altamente individual. Por ejemplo, ¿Cómo describiría usted el estado de curiosidad? Posiblemente: “Sé que tengo curiosidad porque me estoy inclinando hacia adelante, mi mano está tocando mi cara, mis cejas están ligeramente levantadas y tengo una sensación de excitación y anticipación. Ya estoy esperando saber qué sigue y estoy pensando, “¡Esto es fascinante!” Para entender más el propósito de esos dos ejercicios psicoaeróbicos, considere un método técnico que discutimos anteriormente y al que Erickson le llamó la “técnica de intercalamiento.” (Erickson, 1966) El caso es el de Erickson trabajando con un paciente con dolor que era florista, y le habló sobre el crecimiento de los jitomates, intercalando sugestiones de comodidad dentro de la descripción. En otro caso, él contaba historias a una anoréxica e intercalaba sugestiones de hambre mientras que también elicitaba un conjunto de emociones. Vamos a asumir que la técnica del intercalamiento es valiosa. En el entrenamiento de terapeutas, para usar la técnica de intercalamiento, esta puede ser segmentada en sus componentes técnicos. Por ejemplo, pueden ser enseñadas las formas indirectas de comunicación que son componentes, tales como truismos y presuposiciones. También enseño cómo un terapeuta puede alterar el tono y la dirección de su voz para marcar las sugestiones. Alternativamente, enseño que la técnica del intercalamiento es parte de un método vivencial más grande—el estado vivencial de la orientación dirigida. Los ejercicios 1 y 2 pueden ser usados para tener acceso a ese estado, en cuyo caso la técnica sería el subproducto del estado que el terapeuta asume. El objeto del ejercicio 1 es que el lanzador se oriente dirigiéndose a un pensamiento (si, no, a veces). En el ejercicio 2, el lanzador se orienta hacia una emoción. La técnica de intercalamiento se basa en la orientación dirigida hacia

un pensamiento, una emoción y/o un comportamiento. Eventualmente, las asociaciones preconscientes elicitan una acción constructiva por lo que se llama efecto ideodinámico, el cual tiene que ver con las formas en que las asociaciones estimulan a las acciones. En la técnica del intercalamiento el paciente es inducido a entrar a un estado de resonancia o desenvoltura de regalo. La evaluación experiencial es integral a la hipnosis. De hecho, la hipnosis no tiene que ser considerada un trance; puede ser definida como un estado de resonancia vivencial. Las sugestiones hipnóticas podrían ser concebidas como formas de guiar asociaciones. En la terapia ericksoniana, las asociaciones no son analizadas; son elicitadas y utilizadas. Como con los ejercicios físicos, los ejercicios psicoaeróbicos tienen que ser practicados con regularidad. Al paso de los años, he enseñado tanto métodos técnicos como estados vivenciales, pero recientemente he estado más inclinado a enseñar el último. Y hasta uso hipnosis de grupo antes y después de los ejercicios para solidificar experiencialmente más los estados de aprendizaje. La orientación dirigida es un estado terapéutico esencial. Otros estados usados en la práctica ericksoniana incluyen el desarrollo de la agudeza, la comunicación para generar efectos, y la utilización. Tenga en mente que estoy describiendo esos conceptos como estados no como técnicas. Mi meta es la de ayudar a los terapeutas a lograr un mejor acceso a los estados cuando se encuentren en la etapa terapéutica.

Ejercicios de agudeza

Los ejercicios de agudeza sobrepasan en número a otros ejercicios en el sistema psicoaeróbico, ya que es imprescindible que los terapeutas desarrollen sus lentes o sus maneras de ver. Hay varios sub estados de agudeza, incluyendo la atención visual o auditiva y la concentración, la detección de patrones, la extrapolación a partir de claves mínimas y el notar ausencias conspicuas. Se ofrecen ejercicios específicos para cada uno de esos sub estados. Uno de los ejercicios de agudeza para tener acceso a la percepción visual es como sigue: Dos participantes, lanzador y receptor, se colocan frente a frente. El receptor “memoriza” al lanzador y luego cierra sus ojos. El lanzador entonces hace tres cambios físicos. Por ejemplo, se quita el reloj, se cambia alguna joya o desabrocha un botón. Entonces el receptor abre sus ojos e identifica los cambios. La discusión subsiguiente se enfoca en identificar el estado de la atención visual. Se ha diseñado otro ejercicio para incrementar la percepción de patrones. En este ejercicio uno de los miembros del grupo, preferentemente uno que sea

hablante nativo de una lengua extranjera, va a relatar dos historias breves usando ese lenguaje. Una que es verdadera y la otra conteniendo una mentira con un significado emocional. (Usar un lenguaje no familiar enfoca a los estudiantes al comportamiento más que al contenido.) El grupo trabaja para discernir claves que representen el patrón de mentira del que habla. Los miembros del grupo identifican el estado de reconocimiento del patrón. Nuevamente, lograr el estado deseado es más importante; estar en lo correcto no es la meta. En un ejercicio basado en el estado de extrapolación, dos participantes hacen inferencias uno sobre el otro, basados en información mínima. Por ejemplo, uno de los participantes podría decir. “A ti no te gustan las aglomeraciones” o “Pasas mucho tiempo afuera.” Después de cada uno de los ejercicios, los participantes deben discutir el acceso y desarrollo de un estado robusto de agudeza. Ejercicios similares podrían ser ofrecidos a los pacientes. Por ejemplo, para un paciente deprimido se podría estimular una consciencia externa que es antitética a las presiones interiores de la depresión, entorpeciendo por tanto el estado de depresión y elicitando un estado positivo más externo. A un paciente deprimido se le podría dar la tarea de percibir imágenes de animales, caras u objetos en las formaciones nubosas (lo que se llama “pareidolia”), igual que lo pudo haber hecho en su niñez. De manera similar, los ejercicios podrían también ser practicados en familia. Cuando mi hija Nicole, era adolescente, ella y yo jugábamos un juego en los restaurantes. Luego de sentarnos en una mesa, yo cerraba mis ojos y ella hacia tres cambios en la mesa, por ejemplo, reacomodaba el salero y el pimentero. Entonces yo abría mis ojos y trataba de discernir los cambios que había hecho. Luego, cambiábamos los roles. Una vez le pregunté a un investigador en neuroanatomía si habría cambios en el cerebro con la práctica de tales ejercicios por extensos períodos. Replicó con algo que a menudo recuerdo: “Definitivamente. Después de todo, la mente crea al cerebro.”

Comunicando para generar efectos

Hay muchos ejercicios para desarrollar el estado de comunicar para lograr un efecto. En un ejercicio psicoaeróbico, hago que los participantes induzcan hipnosis usando galimatías. El propósito es el de entender que los estados pueden ser elicitados a través de comportamientos verbales y paraverbales, no sólo a través de palabras. En otro ejercicio, hago que los participantes induzcan hipnosis por

repetición de una única palabra. En un ejercicio subsecuente, solamente una oración es repetida. Sin embargo, en cada repetición, el participante debe usar variaciones en tono, ritmo, gesticulación, locus de voz, etcétera. Los clínicos que han hecho este ejercicio aprecian el aprendizaje vivencial de como los métodos no verbales pueden elicitar alteraciones en el estado. Otra vez, el foco está en desarrollar los estados del terapeuta, no la competencia en la técnica. Ganar la competencia en una técnica proviene de un estado, más que de otra cosa. En el entrenamiento tradicional, sin embargo, uno aprende primero la técnica, y luego aprende como lograr el acceso a un estado.

Utilización

En los ejercicios psicoaeróbicos, los ejercicios enfocados en la utilización están basados en la hipnosis porque este método es integral a la terapia ericksoniana. Un ejercicio es llevado a cabo en triadas con un hipnotista, un sujeto y un coach. Luego de que el hipnotista elicita un trance en el sujeto, el coach crea interrupciones en intervalos regulares de una lista de categorías que incluye los nombres de los sonidos, los objetos en el cuarto, y las emociones. Luego, el hipnotista debe incorporar los conceptos invocados dentro de la verbalización en curso del trance, utilizándolos para avanzar a las metas del trance, tales como la absorción y la disociación. Y sí, usted adivinó— la maestría de la técnica no es la meta. El propósito del ejercicio es ofrecer momentos en los que el clínico puede experiencialmente acceder al estado de utilización. Una vez que el estado es accedido exitosamente, puede ser accedido en sesiones de terapia futura si se necesita.

Conclusión

En este estado de mi evolución como terapeuta y maestro, distingo entre métodos técnicos y estados clínicos. En muchas escuelas de psicoterapia el punto de inicio son la teoría y la práctica, los cuales se enseñan didácticamente. Sin embargo, yo sostengo que ofrecer terapia es más un asunto del estado del terapeuta (y del estado del paciente) que de técnica. Por lo tanto, en mi entrenamiento, los estados son más importantes que las técnicas. Hay un considerable cuerpo de conocimiento de teoría y práctica en cada escuela de terapia, y la adecuación técnica puede ser obtenida por el estudio cognitivo. Sin embargo, el énfasis en entrenar didácticamente puede inadvertidamente llevar a los clínicos a direcciones contra productivas. Las metas principales de la terapia son las de ayudar a la gente a aumentar su autoestima, ser capaces de afrontar, cambiar, asumir responsabilidad, y activarse

como agentes en su propio nombre. El paciente logra esas metas a través de estados que deben ser realizados* experiencialmente. Por lo tanto, si el tratamiento es experiencial, el entrenamiento del terapeuta debe enfatizar en métodos sistemáticos, experienciales. Este concepto de estados es como el Zen. Hay una distinción entre lo que aprendemos didácticamente y lo que realizamos* experiencialmente. Como el Zen, el entrenamiento y la práctica de la psicoterapia se pueden enfocar en la experiencia primero. Usando a Erickson como modelo, he tratado de separar a los estados experienciales de las técnicas. Los ejercicios psicoaeróbicos son parte de mi intento por desarrollar un programa sistemático para el aprendizaje experiencial de los estados. Mi esperanza es la de que el modelo tenga una más grande aplicación que la de sólo enseñar conceptos ericksonianos. Sería maravilloso si un programa psicoaeróbico pudiera ser creado para modelar a cualquier maestro de la clínica —Aaron Beck, Otto Kernberg, James Masterson, Virginia Satir, Salvador Minuchin. Todavía más, este tipo de modelo puede ser extendido a otras áreas tales como la enseñanza y la paternidad. ¿Cuáles son los estados vivenciales de un buen maestro? ¿Cuáles son los estados vivenciales de un buen padre? ¿Qué ejercicios podrían ayudar a enseñarlos? El modelo pudiera también ser aplicado a pacientes. Usando ejercicios vivenciales, los clínicos podrían ayudar a un paciente deprimido a desarrollar los estados de ser externamente consciente, positivo en su punto de vista, y orientado a una meta. Un modelo similar puede ser usado para elicitar la autoestima en los pacientes. Divida la meta en componentes y diseñe apropiados ejercicios vivenciales para cada uno. La meta es la de promover una excursión sistemática dentro de territorios vivenciales. Los ejercicios psicoaeróbicos tienen que ser practicados. Hay un viejo chiste sobre un hombre que está perdido en el área del centro de una ciudad. Él se encuentra en un nuevo territorio y no puede orientarse. Finalmente ve un hombre caminando hacia él, cargando un estuche de violín. Se aproxima al músico y dice: “Señor, por favor perdóneme. Estoy un poco confundido. Me encuentro en un nuevo lugar. No puedo encontrar mi camino. Por favor dígame señor. ¿Cómo llego a la sala sinfónica?” Y el violinista le contesta, “Practique, practique y practique.”

12. Ejemplos clínicos del enfoque vivencial Los dos ejemplos que ofrezco en este capítulo fueron terapias de demostración. Una de hace más de veinte años y la otra muy reciente. La primera fue conducida en la Conferencia de la Evolución de la Psicoterapia de 1995. Fue etiquetada como “Guiando asociaciones.” Disponible en ericksonfoundationstore.com. Presento la transcripción con algunos comentarios. Es un ejemplo muy temprano de mi enfoque vivencial y refleja mis inicios en el uso de métodos visuales, tales como las gesticulaciones, para comunicar conceptos. También es un ejemplo de terapia de ordalía presentada en pasos estratégicos. El segundo ejemplo es de una Clase Magistral de 2017 en la que ofrezco terapia a los estudiantes. También superviso a los estudiantes de la esta clase conduciendo terapia y superviso a sus compañeros en la clase. La sesión fue conducida a través de un traductor. Presento esas transcripciones como ejemplos de diferentes orientaciones vivenciales. Están destinadas a ilustrar los conceptos y principios de este libro. Los lectores pueden reconocer los puntos de opción de preparar la meta, personalizar, envolver para regalo y crear un proceso estratégico. Serán obvios los elementos de los estados que yo vivo, incluyendo la orientación dirigida y la utilización.

Ejemplo clínico uno Conferencia la Evolución de la Psicoterapia Las Vegas, Nevada, Diciembre 13-17,1995

La siguiente demostración es de la Conferencia de la Evolución de la psicoterapia, 1995. Había más de mil personas dentro del auditorio. Ann era una asistente a la conferencia y se ofreció para ser la sujeto para esta demostración. Estábamos en el escenario de la sala de juntas más grande donde se podían sentar 7000 personas. Antes de subir al escenario, Ann (no es su nombre real) indicó que tenía un problema de hábito consistente en morder y desgarrar sus uñas y se iba a presentar en una próxima conferencia en Viena.

Jeff: Bien, Ann, te ofreciste voluntaria a causa de este problema que tienes y que estas tratando de esconder incluso ahorita. Por favor dime ¿Qué es lo que necesitas lograr? Ann estaba sentada sobre sus manos.

Ann: No estoy bien segura de que quiero lograr, pero voy a presentarme el año próximo en una conferencia y eso me pone muy nerviosa. Jeff: ¿Es una conferencia internacional? Ann: Sí, y es por eso que me pongo muy ansiosa. Siempre me estoy escondiendo. Estoy muy avergonzada por mis uñas; es un hábito. He estado intentando por años dejarlo. Significa algo y sigo trabajando en eso y no sé a dónde ir. Jeff: ¿Cómo lo has trabajado? ¿Has tenido terapia? Al saber qué terapia ha usado Ann antes, sé que no usar. Ann: Hice algo de EDMR—un poquito. He tenido terapia por miles de años. Hice algo de gestalt. Pero esto es como lo último en mi vida para hacerme totalmente lo que yo llamaría “completa y normal.” Jeff: Entonces estás en problemas. Si yo te curo esto, no tendrías ninguna excusa. Ann: Correcto. Jeff: Estarías atrapada. Tendrías que vivir feliz para siempre. Traté de usar el buen humor para aligerar la tensión que ambos sentíamos, pero mi buen humor no era especialmente efectivo. Ann: (Riendo) Correcto— y sería muy productiva y buena en cualquier cosa. Ayudaría a mucha gente. Jeff: Y aun así tu sentir es que has estado atrapada en esto. Ann: Me molesta mucho. Es como lo último que me evita moverme hacia adelante. Y me está volviendo loca. Y estoy pensando ’bueno, es la forma en que mi madre realmente me atormenta todavía, o mi manera de aferrarme a la introyección de mi madre’

Jeff: ¿Qué quieres decir con eso? Ann: Es como torturarme a mí misma. Puedo volverme loca con alguna falla que tengo y me siento realmente avergonzada y muy asustada. Me da vergüenza todo el tiempo. Jeff: En tu vida adulta ¿Qué es lo más largo que has dejado crecer a las uñas? ¡Yo estaba presuponiendo que Ann había tenido éxito en hacer crecer sus uñas! Ann: No puedo recordar— hace un par de años. En todo caso no recuerdo qué estaba sucediendo entonces. Jeff: Y te crecieron bien. Ann: Era normal. Yo era como una dama. Jeff: ¿Y cuánto tiempo las mantuviste normales? Ann: Como unos dos o tres años. Lo hice por varios períodos de mi vida. Jeff: Vamos a verlo desde el otro lado. Digamos que hay un placer intrínseco que tú obtienes de… Sabiendo el “placer” que alguien deriva de continuar un hábito puede generar una solución. Por ejemplo, podría ser posible crear el placer con auto hipnosis. Ann: No es agradable. Jeff: ¿No es agradable? Digamos que lo es. ¿Cuál podría ser el placer? ¿Cómo haces esto? ¿Cómo te comes tus uñas? Aprender los detalles de cómo alguien mantiene el patrón/hábito podría generar una solución. Por ejemplo, podría ser posible romper el patrón sugiriendo modificaciones en los pasos de la ejecución del hábito. Ann: Así (demuestra el hábito) y las desgarro. Jeff: Desgarrándolas ¿No las comes?

Ann: A veces desgarrándolas, a veces mordiéndolas. Jeff: ¿Cuál ha sido el placer? Ann: Pienso que realmente es mi ansiedad. Tengo un enorme temor, como un arroyo subterráneo. Jeff: ¿Y alguna parte de ti ha pensado que de alguna manera quizá temporalmente mitigará ese arroyo? Yo minimizo el síntoma negativo y ella lo agranda. Ann: Realmente es un arroyo. No es un arroyo de bajo nivel; es como un arroyo que se mueve rápido. He aprendido a esconderlo muy bien de tal manera que mucha gente ni siquiera lo nota, pero yo sí. Jeff: ¿Piensas que ha habido algo agradable en el acto mecánico de desgarrarte las uñas? Ann: No que yo me haya dado cuenta. Tengo que ser agradable. No que yo tenga que ser agradable. Quiero ser agradable. Me gusta ser agradable y me gusta gustarle a la gente. De hecho, me gusta amar a la gente… así que esta parte de mí que quiere desgarrar no es buena para mí. Jeff: OK. Tú estabas hablando acerca de esta presentación en Viena (antes de subir al escenario). ¿Por qué es tan importante? ¿Y cuándo es esta presentación? Ann: En Julio. Jeff: Eso te da mucho tiempo. ¿Y por qué es tan importante que tú te hayas curado para entonces? Ann: Me siento tan llena de pánico ahora. Jeff: Tú eres muy buena escondiendo ese pánico porque yo no lo hubiera sabido. Ann: Representa la finalización de la victoria sobre… Descubrí que comencé a

morderme las uñas durante la guerra, sabes, cuando dejamos Europa. Soy una sobreviviente del holocausto. Descubrí que fue ahí donde comenzó—durante la guerra cuando las bombas estaban cayendo. Hubo mucho terror. Y reviví ese terror el año pasado, y es desde entonces que mordisquearme las uñas se me salió de control. Jeff: ¿Cómo lo reviviste? Ann: Lo reviví porque fui a Holanda y vi el museo de Ana Frank. Y en la tarde fui a los jardines Keukenhof y… Ann afloja su bufanda. Jeff: Que bueno que te pones más cómoda. Ann: Robaron mi pasaporte y mis boletos de avión y mi dinero. Y tuve problemas para regresar así que tuve un verdadero ataque de ansiedad, y yo viví un poco lo que yo había experimentado cuando fui joven. Reviví el llanto y el terror. Me di cuenta de lo que mis padres pasaron y tuve mucho que pedirles perdón por los tiempos duros que pasaron porque ellos tuvieron problemas para conseguir los pasaportes y escapar. E ir a Viena es también un lugar en el que mis familiares fueron a Auschwitz, así que todo se combinó. No morderme las uñas es como la representación de la conquista, conquistar algo, la conquista viene a mí. Y si yo no lo logro, fracasaré, y será como no sé… podría terminar en Auschwitz o algo como eso. Jeff: Bueno, tengo una cura para ti. Ann: Sí. No ir. Jeff: No, no. Tengo una cura garantizada—algo que indudablemente te pondrá en una situación dónde no vas a querer rasgarte las uñas. Ofrecer audazmente una cura garantizada y luego denegarla es una manera de crear drama. Ann: Se oye grandioso. Jeff: Te lo voy a decir brevemente. Primero que todo hay tres partes, por lo que

te escuché decir. Y ya que tú eres persona muy inteligente y perspicaz, vamos a hablar directamente de eso en un minuto. Está este arroyo subterráneo, con el cual has estado lidiando toda tu vida. Ann: Cierto. Siempre. Jeff: Y eso es algo con lo que podemos trabajar. Está el desgarrar que has estado haciendo. Esto es algo con lo que podemos trabajar. Y entonces hay esta tendencia que tienes a tener grandes sentimientos. Y eso es algo en lo que podemos trabajar. Ann: Se oye grandioso. Jeff: Aunque de alguna manera, esas otras dos otras piezas—el arroyo subterráneo y las grandes sensaciones y—¿estas se vinculan juntas en tu mente con el desgarramiento que has estado haciendo? Ann: Sí, porque es tan intenso. Jeff: ¿Qué es tan intenso? Ann: Cualquier sensación que yo tengo es tan intensa. Así que una de las maneras en que puedo controlar mi intensidad es desgarrando. Jeff: ¿Qué estás haciendo ahorita? porque esta es una situación intensa. Estamos en una situación inusual, quizá inoportuna. ¿Cómo estás tú controlando esas sensaciones intensas ahora? Aquí traigo la terapia dentro del momento recordándole a Ann que tiene más estrategias para controlar la tensión que a lo que ella misma conscientemente da crédito. Ann: En realidad, puse una burbuja alrededor de nosotros. Jeff: Ajá, alrededor de nosotros. Ann: Un cuartito… y nadie más está aquí, excepto tú y yo. Eso es agradable, Me siento bien por eso. Jeff: Qué lista.

Ann: Es un tipo de pequeño santuario en el que estamos. Jeff: Quiero darle más sentido a esto, que es una reminiscencia de esos días tempranos en Europa cuando una inteligente niñita no sabía qué hacer con lo que debió haber sido de intensidad tremenda, así que se enganchó en la idea de desgarrar. Y ella se llevó eso a la vida adulta. En este ejemplo, encontré un intento positivo en la etiología de su problema. Ann: Y es obsoleto. Ese es todo el problema—totalmente obsoleto. Y me está molestando muchísimo. Jeff: Es obsoleto, pero gracias a Dios por los problemas obsoletos. Porque si los pacientes no tuviesen problemas obsoletos que se traen al presente, tú y yo tendríamos que buscar un trabajo honesto para ganarnos la vida, De nuevo uso el humor para hacer que disminuya la tensión y “normalizar” el problema. Ann. Estás en lo cierto. Eso es verdad. Pero todavía es un estorbo. Realmente es un gran estorbo en mi vida. Jeff: Y una carga, tener que sentarte en tus manos y buscar posturas incómodas. Ann: …Y siempre estar escondiéndose. Hay una parte de mí que siempre tiene que esconderse. Eso es lo que siempre hice. Jeff: ¿Qué sientes tú que deberías hacer para sobreponerte a esto? ¿Es el desgarrar algo que tú debas resolver lenta y gradualmente o algo de lo que te debes sobreponer rápidamente? Puse un “apoyo” en el escenario para que lo use Ann. Para una cura garantizada necesito que ella sea capaz de sobreponerse al problema lentamente. También presupongo que ella se va a sobreponer al problema. Ann: Rápido. Renunciar a todo rápido—Como si yo pudiera lanzarme en picada dentro de un nuevo sistema. Jeff: Pero sería una agradable sensación de orgullo.

Ann: Oh, cielos. Como el cielo en la tierra. Jeff: Quizá estaría bien, aunque haya sido algo que adquiriste gradualmente. Tal vez una analogía es otro hábito, como comer en exceso—que si tú comes en exceso aquí (haciendo ademanes con las manos extendidas), terminas pagándolo pero lo pagas mucho más tarde. No lo pagas de inmediato porque tienes la oportunidad de tener la recompensa inmediata: la satisfacción de sobrealimentarte. Pero tienes que pagar más tarde cuando miras el espejo o te pones la ropa al siguiente día o semanas después. Y es difícil detener el hábito porque el pago está algo divorciado del problema. Ahora pongo otro apoyo en el escenario. Para garantizar la cura, necesito que ella tenga otra perspectiva de “pagar” por su problema. También, como veremos, estoy “sembrando” la terapia futura. Ann: Yo he tenido eso también. Jeff: Pienso que hay algo acerca de eso también, porque entonces podría tener alivio inmediato de un poquito de ese arroyo. Pero luego terminas pagándolo. Ann: Eso es correcto. Jeff: Y yo sugeriría que esto está en línea con lo que yo estaba diciendo antes como cierta clase de cura garantizada. Que una de las cosas que podríamos hacer es que podemos cambiar la distancia (haciendo ademanes) de tal manera que ahí podría haber un pago que fue más aproximado al arrancamiento. Lo que estoy pensando acerca de esto es: Hay pocas maneras de modificar el comportamiento. Tú podrías modificar ese comportamiento con recompensas, con castigos, con ignorarle y con no reforzarle. De alguna manera el problema para ti como que se ha cristalizado con el tiempo. Se ha quedado congelado. Y como un diamante se ha vuelto muy duro. Y entonces si podemos aplicar algo, una pequeña técnica en la faceta correcta (metiendo la mano derecha entre los dedos rígidos de la mano izquierda), entonces puedes atravesar y ser libre. Pero algo que hay que cambiar primero es tu impaciencia; que estás tan impaciente por hacer esto bien ahora. Ann: Eso sería como un sueño hecho realidad. Jeff: Y lo que te podría sugerir es que tenemos algo que te ayudará a cambiar un

poco más gradualmente. Antes que consigamos esto, me gustaría que pensaras de otra manera. Digamos que te pregunto por cinco pretextos inteligentes— excusas adecuadas para Ann—para arrancar un pedacito de uña. Y no solamente es rasgar sus uñas— ¿Eso da miedo no? Comencé a moverme hacia adelante y estabas retrocediendo. Cinco excusas inteligentes para desgarrarte. No es sólo la uña; tú has estado empujando también a la cutícula. ¿Verdad? Cuando yo le eché una ojeada antes, se veía como si estuvieras haciendo algo como… Ann: Bueno, lo que hago es empujarla hacia abajo para que sean más largos. Jeff: Lo cual estaba haciendo algo para destruir algo de los tejidos que forman las uñas. Porque entones tenías algunos surcos en tu uña. (Quiero que ella sepa que estoy enterado y soy observador en extremo.) Así que, de acuerdo con tu inteligencia ¿cuáles serán las cuatro o cinco excusas inteligentes para desgarrar una uña ¿Qué dirías dentro de tu cabeza que te daría la justificación para hacer eso? Al trabajar con problemas de hábitos, he encontrado que hablar de excusas hace más difícil ser influenciados por las mismas. Disminuye las oportunidades de que la persona se involucre de nuevo en el hábito. Ann: No lo suficiente. Jeff: ¿Suficiente qué? Ann: No hay suficiente desgarro. Jeff: OK, ¿Cuál sería otra excusa? Ann: No entiendo ¿Qué quieres decir con otra excusa? Jeff: ¿Cómo lo justificarías? Esto es lo que estoy pensando: Estuviste libre por dos años; dos años fuiste una dama. Hiciste algo con este problema. Luego, después de dos años de alguna manera lo pierdes. Ann: Mi vida se estaba poniendo demasiado buena.

Jeff: OK, ¿Esa sería una excusa que usarías para desgarrarte la uña “Mi vida se está poniendo demasiado buena”? Ann: Oh, ya veo lo que dices. Jeff: Quiero asegurarme de que… Ann: Mi vida realmente se está poniendo buena. Jeff: ¿Cómo es que eso sería una excusa para desgarrarte las uñas? Vamos tomándolo a valor nominal. Ann: Yo no debería tener una buena vida. Jeff: ¿Keinehora? Usé una frase en judía que significa “nada malo debería suceder.” Es una superstición: Si alguien dice algo positivo, y luego dice “Keinehora” eso debería evitar que la declaración positiva sea maldecida. Quiero confrontar la superstición de Ann. También quería dejarle saber que yo era judío. Era otro apoyo que coloqué en el escenario terapéutico—uno que sentí que era necesario. Ann: Keinehora—es una buena vida. Jeff: Dame otra excusa. Ann: Me evita avanzar hacia adelante. Me mantiene abajo. Dios me prohíbe ser completamente exitosa, estar al 100%. Jeff: Keinehora. OK ¿Qué más? Dame otra excusa. Ann: Dios me prohíbe ser demasiado sexi o femenina. Mi mamá estaría realmente enojada. Jeff: Así que entonces es algo para mantenerme humilde. No te permite la excelencia. Ann: Ese es un buen giro, mantenerme humilde. ¡GUAU! Mantenme abajo,

mantenme humilde. Jeff: Vamos a hacer algo realmente rápido porque tienes algo de experiencia haciendo terapia gestáltica. ¿Y estaría bien jugar a esto por un minuto como si fuera una parte? ¿Estaría bien? Ann: Mmm… (Indicando que sí). Jeff: Tenemos esta silla extra aquí. La vamos a usar. Digamos que ponemos las uñas de Ann aquí. Ponemos al desgarrador ahí. Esta es la parte de ti que te desgarra. Lo que me gustaría hacer es un cambio. Ven; siéntate. Sé la desgarradora. Exagera esa posición. Voy a desgarrarte. Voy a desgarrar tus uñas; voy a mantenerte humilde. (Ann se mueve en la silla del desgarrador y jala la silla de la víctima más cerca.) Un dictum de la terapia gestáltica es que, si alguien se experimenta como la víctima, entonces debe hacer el papel del victimario. A menudo es mejor hacer esto de manera exagerada para lograr el acceso a la emoción. Este método puede generar una solución. Jeff: Ups ¿Estás segura de que le quieres así de cerca? Ann: Sí. Quiero que esté alrededor. Jeff: OK, movámosle más cerca. (Mueve la silla de la víctima más cerca.) Ann: Quiero desgarrarte. No tienes absolutamente ningún derecho de ser grande en este mundo, de hacer algo importante. Voy a detenerte. No tienes derecho a ser tan femenina. Te voy a denigrar. Te voy a denigrar. ¡Te voy a denigrar! * Jeff: OK, detente y cambia. Ven aquí. Se Ann. Respóndele. Ann: (fuertemente) ¡No me vas a denigrar! ¡No lo harás!¡Voy a luchar contra ti todo el tiempo! Jeff: ¿Puedes erguirte mientras lo dices? (Ann estaba encorvada. Yo quería que ella fuera más “adulta” y poderosa en su confrontación.) Ann: (Se dirige a Jeff) Quiero apagar esta parte. (Se dirige hacia la silla): Quiero

luchar contra ti todo el tiempo. No me vas a atrapar. No me vas a atrapar. Jeff: Otra vez con fuerza. Para promover sentimientos más asertivos. Ann: No me vas a atrapar. Vas a tratar y tratar y tratar y tratar. Vas a intentar desgarrarme, pero no vas a conseguirlo. Jeff: ¿Cuál era tu lenguaje original cuando estabas creciendo? Dilo en francés (para promover afecto). Ann: (Dice alguna frase en francés) No sé cómo decirlo… Jeff: Tienes la sensación. Ese es el punto importante. Regresa acá. (Ann cambia sillas.) Ella dice, “No te voy a dejar.” ¿Cuál es tu respuesta? * En el original “I am going to tear down” Juego de palabras con tear /desgarrar pero aquí “I am going to tear down” significa denigrar. N del T. Ann: (Dice algo en francés.) Jeff: Dímelo en inglés. ¿Qué le estas diciendo? Ann: “No puedes hacer lo que quieras.” Jeff. Voy a seguir denigrándote. Le ayudaremos. Llena esto: “Voy a seguir denigrándote hasta que____________________. Ann: (Dice algo en francés.) Jeff: Ahora en inglés por favor. Ann: Es más difícil en inglés. Voy a continuar desgarrándote hasta que te rindas. Jeff: Hazlo de nuevo. Voy a continuar desgarrándote hasta…fíjate que más sale. Ann: Voy a continuar desgarrándote hasta que tú…No quiero decir la palabra… hasta que te mueras. Voy a seguir haciendo que te desgarre hasta que mueras.

Jeff: OK, por favor regresa y se Ann. ¿Qué le respondes a ella? Ann: (A la silla) Nunca te rindes. Nunca te rindes. No vas a ganar. No vas a ganar. Vas a tratar de desgarrarme y desgarrarme pero no vas a ganar. Siempre estarás a mis espaldas. Has estado luchando conmigo todo el tiempo y no vas a ganar. Jeff: Eso puede ser dicho otra vez en francés. No vas a ganar. Ann: (En francés) No sé cómo decir ganar. Jeff: (Ayudando) “Tener éxito.” Ann: (Responde en francés) Jeff: OK Ann, haz algo. Por favor ven para acá y párate ahí un minuto. (Le pedí a Ann que se pare en una posición de observador.) Grandioso. Piensa sobre esas dos siendo Ann, la terapeuta, por un minuto. Luego, dime ¿cómo distribuirías la energía? Si hubiera 100% de energía, sería 60/40 ó 70/30 ó 50/50? ¿Cómo distribuirías la energía entre esas dos? (Preguntas en escalada dan un punto de referencia.) Ann: Eso no es tan fuerte; esto es mucho más fuerte. Jeff: Así que dame un rango numérico. ¿Cuál sería tu distribución de la energía? Ann: 90/10 (indicando que 90% de la terapia estaba en la silla constructiva). Jeff: Por favor, ven y siéntate aquí (señala hacia la silla de la víctima). Vamos a alejarla por un minuto. Ann: Pero ella realmente me está llegando porque es 90/10. Es como la última parada de Custer. Jeff: ¿Te importaría si la muevo, o la mueves tú? (Ann simbólicamente empuja lejos la silla del perseguidor.) ¿Cuál es tu sentido? Cuando yo estaba escuchando, estaba pensando en Shakespeare—que esta parte es “el ruido y la

furia.” Intenté esto, tanto como sugestión indirecta y como sugestión posthipnótica. También estaba sembrado esto para su futuro. La línea de Shakespeare es “…un cuento contado por un idiota, lleno de ruido y furia, significando nada.” En el futuro, Ann podría encontrar la frase de Shakespeare y podría reactivar la terapia. Ann: Ruido y furia porque está perdiendo una batalla. Jeff: Mmm. Sí… Vamos pensando un segundo tú y yo, de manera creativa. Vamos tú y yo a pensar algo. Digamos que, en cinco meses, o cinco años, o lo que sea, ese 10% evoluciona y de alguna manera ella madura y crece y se expande a algo más. ¿En qué te la imaginas evolucionando? Temporalmente sólo la rechazamos… Al decir esto, estoy encontrando algo positivo en el introyecto negativo. Jeff: ¿Qué podrías imaginar tú misma? Usa esa creatividad— tú conoces la parte de ti que creó la burbuja. ¿Cómo podrías tú imaginar—al introyecto negativo— evolucionando en algo útil? Hay un silbido de retroalimentación del micrófono en el auditorio. Jeff: (A la audiencia) Es agradable obtener retroalimentación positiva (Risas de la audiencia). Ann: El silbido (en referencia al sonido de retroalimentación). Tengo una divertida fantasía de ruido y furia, de que había un desfile. Sabes, como los desfiles que tienen en la quinta avenida y en el desfile dónde tocaban tambores y cantaban cuando fui a Viena. Yo seré la conductora en Viena. Jeff: Ser una conductora. Me gusta eso. Ann: Una conductora en Viena. Utilicé el sonido distractor del micrófono y lo convertí en algo positivo. Ann hizo lo mismo creando una imagen positiva del desfile.

Jeff: Ayúdame sólo a hacer las cosas un poco más breves. Dime si te entendí. ¿Podríamos saber que el 10% se estaba dando a conocer en virtud de tu desgarramiento? ¿Podríamos decir que una indicación de comportamiento fue que cuando salió ese 10%,cuando comenzaste a desgarrarte, eso sería un indicador de que ella estaba ahí? Ann: Oh. Sin duda. Estas en lo correcto. Te entiendo. Jeff: Y que de alguna manera en ese momento tu quisieras afirmar tu 90% y también quisieras pensar que, de alguna manera, ella podría evolucionar en un tipo de conductor potente. Pero en este momento, como algo temporal, podríamos necesitar algo para ayudarte, así que hay un pequeño termostato artificial que evita que tú te “pases” más allá, yendo demasiado lejos con la emoción. Y voy a regresar a eso, y voy a regresar a eso en términos de esta cura garantizada como un poquito de una medida paliativa para ayudarte. Pero tengo otro pensamiento en mente… Ann: Amo ese ruido y furia. Pienso que es lo más grande. ¡Guau! Jeff: Bueno, tengo otra imagen. Ann: Guau, eso es tan maravilloso, porque es realmente ruido y furia. Sabes, estoy desgarrándome con mucha furia y ruido. Amo eso. Jeff: Bueno, tengo otra idea. Y quizá puedo pedir a la audiencia que nos ayude un poquito. Porque no sólo tuve una imagen de ruido y furia sino que estaba pensando en mi hija y pensé en una canción infantil*. Y va así… tiene que hacerse con un gráfico. (Uso ademanes con la mano que van con la canción. Ann me modela con sus palabras; ya no se esconde.) Aquí va: * Poema infantil donde un conejito que maltrata ratones es advertido de no hacerlo. No hace caso y es castigado. Se canta con la música de la francesa Alouette- o de itsi bitsi araña. N del T.

Conejito fu fu que saltas por el bosque recogiendo los ratones del campo y golpeando su cabeza. Y bajó el hadita buena y dijo así:

“Conejito Fu Fu no te quiero ver recogiendo los ratones del campo y golpeando su cabeza Este es tu primer aviso Tienes tres avisos y si no haces caso Yo te desapareceré.” Al siguiente día Conejito Fu Fu saltó por el bosque recogiendo los ratones del campo y golpeando su cabeza. Bajó el hadita buena y dijo: “Conejito Fu Fu no te quiero ver recogiendo los ratones del campo y golpeando su cabeza.” Al siguiente día, la misma cosa, Conejito Fu Fu saltando por el bosque recogiendo los ratones del campo y golpeando su cabeza. Y bajó la hadita buena y dijo “Conejito Fu Fu Te di tres advertencias: Puf— Dirección equivocada (hago ademanes hacia el suelo, luego cambio haciendo ademanes hacia el introyecto) —Puf, te vas. Y la moraleja de la historia es: “Conejo hoy, te vas mañana.”

Un juego de palabras “Hoy estas, mañana te vas.*” *Aquí la traducción se hace difícil. En inglés, la hadita le dice al conejo [Hare] “I am going to turn you in a goon”, “te convertiré en un pillo,” al finalizar la historia le dice—Puf, eres un goon. Y luego Jeff cita la moraleja “Hare today, goon tomorrow” y avisa del juego de palabras que va contenido: “Here today,gone tomorrow” Hoy aquí, mañana ya no. N del T.

Así que pensé que de alguna manera podríamos disponer de ustedes y que nos ayudarían un minuto. (Hablando con la audiencia) Tienen las palabras. Y entonces mi pensamiento fue que cuando comenzaste a saber que ella estaba viniendo y ese 10 por ciento estaba a escondidas y afirmándose ella misma, y comenzaba a desgarrar, de que de alguna manera ahí había una pequeña alucinación—como esta idea de ruido y furia, o quizá esta cancioncita de “Conejito Fu Fu.” ¿Podrías girar hacia ellos? Date la vuelta. Van a ayudar como una especie de coro griego. Ann: Más fuerte que ese ruido y furia. Jeff: Así que tú vas a escucharles. ¿Verdad? Ann: Correcto. Jeff: Me gustaría que lo memorizaras para que en ese momento puedas recordar… Ann: El coro griego—un grupo de apoyo. Jeff: ¿Listos? OK. Uno, dos, tres. (Ambos cantamos junto con la audiencia:) Conejito fu fu que saltas por el bosque recogiendo los ratones del campo y golpeando su cabeza. Y bajó el hadita buena y dijo así:

“Conejito Fu Fu no te quiero ver recogiendo los ratones del campo

y golpeando su cabeza.” (La audiencia aplaude) Tengo audiencia así que la utilizo. Los terapeutas pueden hacer lo mismo con una demostración ante una audiencia. Ann: Oh, es tan divertido. Jeff: Y para mí, ella era como un conejito Fu Fu. ¿Cierto? Ann: Mmm-mm. Jeff: Ahora, esta cura garantizada: Mientras el conejito Fu Fu está evolucionando hacia conductor y tendrá una función que tú y yo no sabemos exactamente todavía como será, yo estaba pensando en esta cura garantizada como medida paliativa en el medio. Pienso que tú deberías tener derecho a una terapia severa porque ha sido un problema severo y crónico y ha sido algo de lo que has estado avergonzada. Y pienso que un problema severo debería tener una terapia severa. La terapia debería ser tan severa como el problema. (Esta heurística imita el trabajo de Jay Haley y Cloé Madanes.) Voy a darte una terapia que es realmente dura, pero también una terapia que te da mucha libertad de acción. Y estará en esta línea de acortar el castigo. Creo que deberías tener derecho, tan extraño como suena, de desgarrarte tú misma. Pero es un hábito infantil y deberías tener derecho de pagar una penalización por desgarrarte a ti misma. No creo que tú serías la persona correcta para indicar la penalización así que voy a ser la persona que te otorgue esa penalización, ¿Está bien? Ahora puse otro apoyo en el escenario. Ann: Me suena bien. Jeff: Y entonces tendrás derecho de desgarrar tus uñas. Pero también tendrás derecho a pagar de inmediato. ¿Correcto? Un apoyo más. Ann: Sí.

Jeff: Pienso que debería haber un poco de libertad porque no sé si sólo deberías cambiar inmediatamente. Entonces el pequeño margen… Y otro apoyo… Ann: Creo que la magia debería ser tan agradable. Jeff: Serás capaz de hacerla en virtud de esta cosa intrapsíquica que también estamos haciendo aquí. Pero también quiero que ahí haya algo de comportamiento. Pero te voy a dar esta pequeña libertad. Tú decides; podemos negociar cómo usar esto. Pero tú tendrías el derecho a tres desgarros en cualquier semana—y serán gratis. Ahora, si tú quieres negociar eso conmigo, te voy a dar hasta cinco, pero hasta ahí. Tienes derecho a tres discretos desgarros y tú sabrás —no dos desgarros. ¿Cinco desgarros? ¿Tres desgarros? ¿A que debería ser que tienes derecho? Ann: ¿Qué tal cuatro? Cinco son muchos y tres son muy pocos. Jeff: (Riendo) OK, soy generoso. Voy a negociar esto contigo. Cuatro suena bien. Tienes derecho a cuatro desgarraduras. Pero a la quinta desgarradura, tendrás que pagar una penalidad y la vas a tener que pagar de inmediato. Ann: Que no sea correr 15 kilómetros. Jeff: No, no será correr 15 kilómetros. Peor. Es peor que correr 15 kilómetros. Ann: ¿Peor? Jeff: ¿Llevas un bolso contigo a dónde quiera que vas? Ann: Sí. Jeff: En el bolso, quiero que pongas tres sobres, y esos sobres tendrán dirección y estampillas y todo el tiempo vas a cargar esos tres sobres con dirección y estampillas. En el primer sobre vas a poner un dólar. Es una cantidad simbólica. Como ves realmente no importa. En el segundo sobre vas a poner cinco dólares. De nuevo, es una cantidad simbólica; realmente no importa. En el tercer sobre vas a poner diez dólares. Y entonces por la primera infracción vas a enviar el

primer sobre. Por la segunda infracción, enviarás el segundo sobre. Para la tercera, enviaras el tercer sobre. Así que tendrás derecho… Ann: ¿A quién? Jeff: (Riendo) Espera. Así que tendrás derecho a infracciones, pero también tienes derecho a pagar una penalidad por cualquiera de las infracciones. Nuevamente, esto sólo va a ser una medida paliativa. Así, podrás tener diez infracciones, pero entonces tendrás que reciclar los sobres. Tendrás que reemplazar el sobre de un dólar, y ese sería el cuarto. Tendrías que reemplazar el sobre de cinco dólares; Que sería el quinto. Tendrías que reemplazar el sobre de diez dólares y sería el sexto. ¿Entiendes? Sólo mantendrías tres sobres contigo todo el tiempo. Tan pronto como uno se va, lo reemplazarás con el de un dólar, el de cinco, o el de diez dólares. Ann: Ya veo. Jeff: …y con timbre y con dirección. Y tiene que ser enviado inmediatamente cuando surja cualquier infracción. No puede haber ningún retraso. (Este fue el último apoyo) Pagas la penalidad de inmediato. ¿Entiendes? Ahora, vas a tener que hacer un poco de investigación acerca de cómo dirigir el sobre. Pienso que deberías ser capaz de encontrar bastante rápido como ponerle la dirección. ¿Lista? ¿Quieres abrazarte a ti misma? Añadiendo drama. Ann: Mmm mm. (Se abraza a sí misma sentada en la silla.) Jeff: Quiero que dirijas el sobre al Partido Nazi Americano. Ann: ¿Estás loco? (Risas de la audiencia) Jeff: No, no. Esa es la penalidad. Es un problema severo, y un problema severo merece una terapia severa. Ann: No puedo hacer eso.

Jeff: ¡Oh sí, tú puedes! Ann: ¿Darle dinero al Partido Nazi? ¡Estás loco! Jeff: No, tendrás derecho a esa quinta desgarradura. Pero si desgarras por quinta vez, vas a enviar un dólar al Partido Nazi Americano. Ann: (Sonriendo y aproximándose a Jeff) Cambiemos la negociación a diez. Jeff: Como dije, eres la persona incorrecta para dar el castigo. Y yo estoy dando la cura garantizada como una medida paliativa hasta que tú evoluciones al conejito Fu Fu. ¿Y por qué? Porque tengo una tercera imagen del conejito Fu Fu. Y porque esta terapia es tan apropiada. Normalmente, no lo diría pero ya que eres una terapeuta y participas en una situación de enseñanza, te lo voy a decir claramente. Mi imagen es que no solamente es el ruido y la furia, no solamente es el conejito Fu Fu, sino que ella ha sido nazi. Has tenido esta pequeña Nazi dentro de tu cabeza. Ann: Mmm mm. Jeff: Así que el castigo es perfectamente apropiado. Si vas a honrar a esa pequeña Nazi dentro de tu cabeza, entonces vas a pagarle al Partido Nazi de América por cualquier infracción. Ann: (Vacilante) No veo por qué…Me lo perdí… Jeff: No, piénsalo. Ann: Le estas pegando a algo, pero no lo estoy entendiendo. Jeff: Esta bien. Puedes tomarte un poco de tiempo con esto. Ann: Estoy segura de que se ajusta de alguna manera, pero no sé cómo. (Hablando de modo más confidente:) Siento como si hubiera tenido a una Nazi dentro de mi cabeza, persiguiéndome constantemente, toda mi vida de hecho. ¿Cómo te diste cuenta de eso? Jeff: Has estado grandiosa. Has estado muy abierta en una situación difícil

acerca de algo que es realmente personal para ti y lo has expuesto. Ann: Así que eso es por qué la Nazi dentro de mí quería todo el tiempo que me muriera (con lágrimas y llorando suavemente). Jeff: Hay una muy agradable clase de lágrimas —las que lavan viejas heridas. [Juego de palabras: Tear: Desgarro/lágrima N. del T.] (Aquí yo redefino sus lágrimas. Firmemente continúo.) Tú entiendes esta clase de asignación temporal. Y entiendes que es una terapia severa para un problema severo. Y, que es paliativo porque pienso que tú harás más trabajo de crecimiento y desarrollo para hacer algo acerca de evolucionar esa parte (El conejito Fu Fu). Sabes, no nos queda mucho tiempo, pero en este corto tiempo, ¿estaría bien si hacemos un poco de hipnosis para consolidar algunas de las cosas con las que hemos estado tratando? Ann: Mmm. Me gustaría. Jeff: Sólo acomódate. Y quizá puedas nada más centrarte Ann, en la silla; y tus manos sólo descansan a tus lados, de tal manera que tus codos estén… (Ayudo a Ann a ajustarse a una postura más abierta y balanceada)…nada más quita cualquier presión de tus hombros. Y entonces con tus ojos cerrados, puedes buscar por dentro. Y mientras puedes Ann…buscar adentro. Me gustaría que descubrieras cierta sensación, y quizá puedes descubrir esa cierta sensación en una forma que puede ser parte de la burbuja de la que estabas hablando antes. Y quizá mientras buscas dentro… buscando por dentro esa cierta sensación, puedas de alguna manera darte cuenta de que comienza a desarrollarse. Y que esa cierta sensación puede evolucionar. Y te estoy dando una difícil tarea, pero algo puedes hacer, y esa cierta sensación puede desarrollarse…en la planta de tus pies, y esa cierta sensación puede desarrollarse en tus piernas. Y tú puedes entender que es una sensación creciente… una sensación creciente que puedes hasta… experimentar en tu cuerpo, esa sensación creciente. Y Ann, puedes darte cuenta de que la sensación puede desarrollarse de otras maneras, esa cierta sensación. Quizá tú puedes todavía reconocerla como una fuerte sensación. Y esa fuerte sensación puede ser algo que tú puedes comenzar a reconocer en tu cuello. Y mientas continúa desarrollándose, tú puedes Ann, experimentar esa sensación fuerte y creciente…en tu cabeza. Y esa sensación fuerte y creciente, Ann, puede continuar desarrollándose hacia abajo en tus

brazos. Y así como creaste la burbuja, puedes crear esa sensación fuerte creciente en tus antebrazos, en tus muñecas. Y tal vez puede haber ritmo en ese sentimiento cada vez más fuerte, como sí de alguna manera tu mente inconsciente, tu mente inconsciente fuera un líder, un conductor, si deseas, que te estaba ayudando a darte cuenta de esa sensación fuerte creciente en formas que son convenientes, en formas que son manejables, que puedes tener en la punta de (apuntando hacia y casi tocando la punta de sus dedos) tu lengua. Y no sé cómo tu mente inconsciente puede evolucionar, Ann, a esa sensación fuerte creciente. Pero es algo que me gustaría que estuvieras dispuesta a explorar, y aprender acerca de cómo tú puedes desarrollar, Ann, esa sensación fuerte creciente, aquí y ahora…allá y después… y otra vez y otra vez, y otra vez y otra vez, a medida que te encuentres más tú misma absorta en la evolución de esa sensación fuerte creciente, reconociendo que mientras he estado hablando contigo, ciertos cambios presentes, agradables, agradables, pueden ocurrir. (Tropiezo a propósito con las palabras para enfatizar ambas posibilidades.) Hay una alteración en el ritmo de tu respiración. Hay esa muy agradable sensación de temblorcillo alrededor de tus párpados; un cambio en el tono muscular; cambio en movimientos motores; quizá la sensación de que estás moviendo tu mejor pie hacia adelante (Ann mueve su pie); quizá la sensación de que de alguna manera tus pies están más allá de tu cabeza—una sensación de que de alguna manera quizá tu hombro izquierdo está más distante del hombro derecho; Quizá una sensación como si de alguna manera tu cabeza fuera un poco más grande; no demasiado grande. Menciono esto por la teoría que dice que, si eres alto, de hombros amplios y tienes una cabeza grande, entonces tendrás buena autoestima. Y todo el tiempo, haciendo aquellos ajustes que maximizan tu propia sensación de, Ann, comodidad… y la evolución de Ann, esa creciente y fuerte, Ann, sensación. Y la sensación de peso… de la que puedes darte cuenta en tus manos, en tus brazos, puede ser tan interesante. Y todo el tiempo, estas aprendiendo acerca de tu propia capacidad para ayudarte a ti misma a gozar el flujo… disfrutar el flujo profundo por dentro, ese flujo subterráneo de esas sensaciones crecientes que crecen fuertes. Y me gustaría que te tomes tu tiempo para realmente recordar a tu propia

manera, en tu propio lenguaje, esa creciente y fuerte, Ann, sensación evolucionando como tú puedas. Y entonces me gustaría que tú, Ann, comiences a reorientarte tú misma, reorientándote tú misma cómoda y fácilmente, reoriéntate tú misma, libremente y completamente. Y regresa completamente aquí, ahora aquí totalmente, completamente, Ann, haz una o dos o tres respiraciones suaves. Haz una o dos o tres respiraciones suaves y entonces regresa completamente alerta y bien despierta, Ann. Ann: Bien. Jeff: ¿Agradable? Ann: Sí, mucho. Jeff: Te van a dar una copia de la grabación si la quieres. Es un obsequio por lo que lo tengas que revisar y recordar. Ann: Qué lindo. Jeff: Y estás lista para la terapia— ¿los tres sobres? Ann: Eso es realmente alucinante. ¿Puedes darme un abrazo para alejar a esos Nazis? Jeff y Ann se abrazan.

Comentario y seguimiento

Usando la metáfora del menú del restaurante, esta inducción fue el postre, no el platillo principal. Fue diseñada para reforzar la terapia. La inducción fue esencialmente una metáfora para la solución, que conllevaba la evolución del introyecto. La “cierta” sensación evolucionaría a una sensación creciente, en una fuerte sensación, etcétera. Aunque mi foco estaba en el síntoma de Ann, la expectativa fue la de que habría un efecto de bola de nieve y que la ansiedad de Ann disminuiría también. La inducción hipnótica fue compuesta para incluir pasos de absorción y ratificación. Ann podría absorberse en los detalles y en las posibilidades de las sensaciones propuestas. Subsecuentemente, “ratifiqué” los cambios al describir los cambios físicos que sucedían mientras ella se iba absorbiendo, por ejemplo,

cambios en su patrón respiratorio. La técnica de usar la metáfora de la solución como un dispositivo de absorción es un método avanzado de inducción. Tradicionalmente la inducción es un medio de lograr el trance. En los métodos avanzados la inducción puede ser un método de dar terapia. En el seguimiento por correo a los seis meses, Ann indicó que había mantenido la ganancia de la terapia para el síntoma y para la ansiedad. Ella estuvo calmada en una ocasión tensa y sorprendió a su familia con su actitud positiva. Pocos años más tarde, vi a Ann en una reunión profesional. Me mostró sus uñas y suavemente besé sus dedos de la misma manera en la que un padre besa la herida de un niño para hacerle sentir mejor. En otra reunión profesional, vi de nuevo a Ann y noté que había recaído desgarrando sus uñas, pero más tarde reportó que había corregido las cosas inmediatamente después de que nos vimos.

Ejemplo clínico dos 2017. Clase Magistral

Esta sesión se condujo recientemente con la ayuda de un traductor porque el inglés no era el lenguaje nativo de Mario. Lo ofrezco como un ejemplo porque ilustra los principios de la utilización, la que en este caso involucraba una caja de pañuelos y a la esposa del cliente, que también era una estudiante en el seminario. También es un ejemplo de la utilización de métodos de envoltura para regalo tales como las anécdotas.

Jeff Zeig (Sonriendo): Ayúdame a entender un poquito sobre ti. Mario: ¿Qué te gustaría saber? Jeff Zeig: Intereses, aficiones. Mario: Me gustan las películas. Me gusta la literatura. Jeff Zeig: ¿De qué clase? Mario: Buena literatura. Jeff Zeig: Buena literatura. Mario: Cualquier clase que sea buena. Me gusta viajar. Jeff Zeig: Súper. ¿Alguna clase de películas en particular que disfrutes? Mario: Películas viejas—las que no son comerciales. Eso es lo que prefiero. Antes acostumbraba a ver un poco de todo. Ahora quiero ver aquellas de las que puedo aprender. Jeff Zeig: ¿Así que aprender es realmente importante y también las cosas que son profundas, no superficiales? Mario: Al paso del tiempo, cada vez es más importante para mí tener una buena

conversación en un ambiente tranquilo con una copa de vino. Me gusta eso. Jeff Zeig: ¿Quieres que la conversación vaya así (hace una espiral hacia abajo con la punta del dedo) que sea más profunda, más interesante, más intelectual? Mario: Podría ser, pero de cualquier manera que sea, está bien para mí. Jeff Zeig: Súper. (Hablando a la clase) Ahora bien, sólo como referencia para los que están aquí, alto por un momento. OK, Mario inclina su cabeza a su derecha y yo la inclino a la izquierda y Mario se sienta en una postura abierta y yo me siento en una postura abierta. Y Mario tiene sus manos entrelazadas y yo tengo mis manos entrelazadas. Ahora, no pienso en esto de manera intencional. Pero lo hago. Automáticamente sintonizo no solamente el cuerpo, también la sincronización; no sólo el ritmo, sino el significado. Así que sintonizarse es la base social de la empatía y podemos incrementar nuestra sintonía, y en la investigación psicológica a esto se le llama mimetismo social. Y pongan las palabras ‘mimetismo social’ en Google y encontrarán 50 estudios de investigación que demuestran la efectividad y el valor del mimetismo social. Esa investigación es de psicólogos sociales que tienen poco interés en la aplicación; ellos sólo están interesados en entender cómo trabajan los sistemas humanos. Así que tenemos que encontrar nuestra propia aplicación, pero lo bueno es que hay investigación. OK, regresemos contigo ¿Con qué te puedo ayudar? Mario: Diría esto, en alguna parte de mí hay un pequeño budista y me gustaría despertarlo. Jeff Zeig: Ajá. Mario: Porque siento como que ahí hay un gran Talibán. Jeff Zeig: ¿Gran Talibán? Mario: Sí. Jeff Zeig: Ayúdame a entender, el Talibán es un terrorista. Mario: Más que terrorista, quiero decir radical. Jeff Zeig: Ajá. Así que, ¿un radical queriendo cambiar un sistema social? Mario: Sí. Jeff Zeig: Así que Budista para lo que entiendo es: aceptar (brazos hacia afuera en una posición de apertura; cómo Zen). Radicales (poniendo las manos hacia afuera forzándolas) —cambio. Mario: Sí. Ser intolerante, tengo muy poca tolerancia. Mi tolerancia es muy baja; el rango de mi tolerancia es bajo. Jeff Zeig: Estoy sorprendido porque tu presentación parece Budista. Mario: Quizá por el contexto en el que ahora estoy. Jeff Zeig: Ajá. OK. Entonces cómo…enséñame a ser intolerante. Si fueras mi profesor y explicases las técnicas y el gozo de la intolerancia, por favor

enséñame cómo hacerlo. Mario: Imagino que tendrías que no enfocarte en los errores de las personas (Jeff señala dramáticamente hacia el suelo), sino en los fracasos de la gente. Jeff Zeig: OK. Entonces, espero, cuando llegue ahí. OK, así que soy un crítico de arte—ups, mal arte, (señala dramáticamente hacia el suelo) —ups, terrible arte (otra vez, señala dramáticamente hacia el suelo). Mario: (Ríe) Jeff Zeig: OK, puedo hacerlo. Les haces notar. Les dices. Les dejas saber. (señalando dramáticamente). Acabas de hacer arte terrible. OK, bien, soy un crítico y veo el mal arte y lo confronto, pero yo no me llamaría intolerante. Mario: Por supuesto, porque la parte que falta es la ira. Jeff Zeig: OK ¿Y cómo hago eso? Mario: Haz una cara de enfado. Jeff Zeig: OK. (Hace una cara de enfado y apunta con dramatismo) Así que para hacer disgusto (haciendo una cara de disgusto y apuntando dramáticamente) tú tienes que… Mario: (Riendo) Y también levantas tu tono de voz. Jeff Zeig: Bien, ahora tú estás disfrutando esto. No sé cómo lo disfrutas. Así que enséñame cómo disfrutas esto. Bueno, ya sabes, como me lo explicas, no hay arte en esto. Estás disparando a peces en un barril. Esto es tan fácil de hacer porque yo puedo siempre encontrar algo que es mal arte. Siempre puedo confrontarlo y yo puedo siempre estar enojado con eso y esto es demasiado fácil. No representa ningún arte. Es como (cruza una pierna sobre la otra y le pega a su rodilla; la rodilla brinca) sólo un reflejo. Mario: Un reflejo condicionado. Jeff Zeig: Sí. Cuando miras un jardín tienes una opción: puedes mirar las flores o puedes mirar la mala hierba. Así que supongo que el Budista miraría las flores. Mario: El Budista sólo mira todo de la manera que es, no de la que quieren ser. Jeff Zeig: Sin apego. Así que no hay juicio, sólo percepción, no lo sé. ¿Podría eso ser divertido? ¿Y por qué tú querrías molestarte en cambiar en este punto de tu vida? (se voltea y mira a la esposa de Mario.) ¿Usted todavía lo ama aunque él es crítico? ¿Eso es algo que usted ama acerca de él? Mary: (Esposa de Mario): Sí. Jeff Zeig: ¿Sí? ¿Has tratado de cambiarlo? Mary: Una vez lo hice. Jeff Zeig: ¿Y funcionó? Mary: No. Jeff Zeig: ¿No? Así que es probable que tampoco funcione para mí. Pero usted aparentemente es Budista porque este es Mario. ¿Correcto? Entonces, ¿cómo

percibes— lo que Mario está diciendo? Mary: ¿El hecho de que él es intolerante? Jeff Zeig: Sí. ¿Es así como lo dirías? Por supuesto, sabemos que no es intolerante hacia ti. Así que, si él es intolerante contigo, ¿Cómo lidias con él? Mary: Entiendo que tiene que ver con él. No conmigo. Pensé que tenía que corregir algo y entendí que no. Jeff Zeig: OK. Así que cuando es intolerante contigo, permites que este viento crítico sólo tenga vida propia y no tiene por qué afectar tu estado. Mary: Estoy en ese proceso. Jeff Zeig: Muy bien. ¿Entonces sólo (rápidamente lanza sus brazos hacia arriba en el aire dos veces) es una descarga neural? Y es sólo Mario (cruza una pierna sobre la otra y le pega a la rodilla otra vez: la rodilla brinca) con este reflejo condicionado. Así que ¿Estás cambiando esto por Mary porque la amas tanto que quieres hacerlo? Tú sabes, la cosa más amorosa que un hombre puede hacer es permitir que su esposa le influencie. Mario: Es una de las razones. Jeff Zeig: Sí. Y si eres intolerante con tu hija entonces tú no eres (hace una espiral con la mano subiendo) —esa es otra razón. Mario: Soy mucho, mucho, mucho menos intolerante con ella que con otros—no significa que no soy intolerante en absoluto sólo que... Jeff Zeig: Sí, ¿Estás seguro? Mary: No es cero, pero él es menos intolerante. Jeff Zeig: Ajá. ¿Qué hace ella que la hace tan especial? Interprete: ¿Qué hace él con ella? Jeff Zeig: ¿Qué hace ella que la hace tan especial? Mary: Es su hija. Ella es como él y él la cuida. Jeff Zeig: OK ¿Puedes por favor ser intolerante conmigo? Quiero sentir como es estar en este lado de la ecuación. Realmente ser intolerante. OK, espera un segundo. (Se acurruca con los pies sobre la silla, la cabeza baja.) Mario: No, esto no va a funcionar. No voy a hacerlo bien. Jeff Zeig: Ajá. ¿No lo vas a hacer bien? ¿Así que ahora estás siendo intolerante contigo mismo? Esa es una idea. Así que déjanos tener un Mario simbólico (se acerca a una caja de pañuelos desechables y los pone en la mesa) ¿está bien? Y ahora, por favor sé intolerante contigo mismo. Mario: (Alcanza la caja de pañuelos, la golpea unas cuantas veces y luego la pone en posición vertical.) Jeff Zeig: ¿Qué fue eso? Mario: Fue feo. Fue feo. También fue innecesario. Jeff Zeig: Bueno. Parecería inteligente que nosotros…sería mejor comenzar

siendo budista contigo mismo en lugar de ser budista para el mundo o para tu familia, porque imagino que es normal que las personas traten a otras personas de la misma forma en que se tratan a sí mismas. Así que si eres feo contigo mismo entonces tú serías feo con otros. ¿Podrías ir dentro del agujero negro y de verdad practicar intencionadamente ser intolerante contigo mismo? Mario: No me queda muy claro. No entiendo. Jeff Zeig: Bueno, podrías levantarte en la mañana y después de que te cepilles tus dientes podrías pasar 15 minutos siendo intolerante contigo mismo; siendo tu propio crítico, criticándote a ti mismo ¡Mal arte! (señalando dramáticamente; haciendo una cara de disgusto) Mario: Sí. Jeff Zeig: Y entonces al hacer eso por 15 minutos y puedes hacerlo en el baño luego de cepillar tus dientes porque si vas a involucrarte con porquería bien podrías hacerlo en el baño. (Risas). Tienes una bonita risa. Y luego lo sacas de tu sistema. Así que lo haces por 15 minutos, lo exageras y ahora has honrado esa parte de ti mismo; sácalo de tu sistema y luego continúas con tu día. Así que ayúdame a entender. Si estás siendo Budista y estás involucrado en la percepción y no estás involucrado con el juicio, esto parece un estado más maduro, ¿cierto? ¿Qué edad tienes? Mario: 52. Jeff Zeig: Sí. Ahora que cumplo 70, repentinamente regalo cosas y entro en un estado de ser generoso—sólo dalo. Tengo un increíble archivo de la historia de la psicoterapia de la segunda mitad del siglo 20 y comienzos del 21 y voy a renunciar a todo. Y voy a hacer un proyecto ahora, cinco minutos de tips de terapia para terapeutas, y si vas a YouTube lo encontrarás y lo estoy regalando. Y creo que— no estudié a Erik Erikson, pero una de sus etapas de desarrollo fue la de ser generoso y lo estoy haciendo. No sé cuál es el estado de tener 50. No recuerdo, pero siendo un Budista, la percepción (abre ampliamente sus brazos) más que el juicio (señalando con dureza) parece que podría ser que estás en el momento correcto, en el lugar correcto, en el estado correcto. Así que si tú estás siendo Budista conmigo, ayúdame a sentir cómo sería eso. Pero para comenzar ¿estoy siendo budista contigo? Mario: Pienso que sí. Jeff Zeig: Porque no te estoy juzgando ni jugando o burlándome. Así que este es un modelo. ¿Cómo se siente cuando estoy siendo Budista contigo? Mario: Se siente bien. Esto se siente realmente—me hace sentir vergüenza. Me siento abochornado. Jeff Zeig: Estas siendo honesto contigo mismo y entiendo sentir vergüenza, pero tú no deseas continuar tontamente (cruza una pierna sobre la otra y hace el

reflejo automático con la rodilla). No es una buena película. No es una novela interesante. No tiene mucha profundidad. Así que, la vergüenza puede ser un buen paso, ansiedad, vergüenza, culpa, es el motor que hace que la gente trabaje. Cuando la gente no tiene ansiedad, no cambia. Adictos, narcisistas, no cambian porque no tienen ansiedad. No sienten vergüenza. Y así que no cambian. La ansiedad es el motor que hace posible el cambio, mientras no te quedes atascado ahí. Me complace que lo reconozcas. Así que ahora que estamos hablando sobre esto, es que consigues ser el hombre qué tú diseñaste y este es un momento de destino. Borges, a quién puedo citar (lo dice en español): ‘el destino es el momento en la vida de un hombre cuando toma en cuenta quién será por el resto de su vida.’ OK, así que entonces estoy de pie (se levanta) y soy el evolucionado Mario, Budista. Y ayúdame a sentir cómo sería eso. Siéntate, no tienes que hacer nada, sólo dime qué hacer. Quiero crear una representación que tú puedas ver de quién tú quieres ser el resto de tu vida. Así que fue eso, tú sabes, ¿así? Mario: No. Jeff Zeig: ¿No? ¿Entonces cómo es? ¿Dime, qué hago? Podría algo como…algo como esto, algo como esto. Dime cómo pararme y actuar eso. Mario: Tal como eres. Jeff Zeig: ¿Tal y como soy? Ajá. Súper. Bien, OK , así que tal como soy. Soy fácil, soy flexible, soy consciente, soy perceptivo y esto es lo que hay. Mario: Más o menos así. Jeff Zeig: OK, bueno ¿que sería más? ¿Quieres venir aquí y tú lo haces? Mario: Es más que una actitud interna. Jeff Zeig: Así, que ayúdame a entender por qué los artistas toman actitudes internas y las hacen tener vida en su arte. Y Beethoven hace vivir al paseo en el campo en una sinfonía. Así que yo quiero crear esta imagen para ti del arte que representa esa actitud interna. Mario: Una mirada compasiva. Jeff Zeig: ¿Mirada compasiva? OK. Una visión compasiva, Puedo sentir eso. Tengo una estatua del Buda el compasivo. ¿Conoces esa? Mario; No. Jeff Zeig: Es realmente algo como esto (se agacha y baja la cabeza; coloca las puntas de los dedos en la frente.) Se le llama Buda el compasivo. Encuentras esta estatua en toda Asia. Mario: Algo que pudiera representar un poquito de lo que me gustaría lograr es lo que se expresa en la oración de San Francisco. Jeff Zeig: Dilo. Cuéntame. Es una inducción. Dime la oración en español. Mario: No la recuerdo bien.

Mary: Esa de la serenidad ¿Es la que quieres? Mario: Sí. Mary: Señor, haz de mí el instrumento de tu paz: donde haya odio, yo sembraré el amor, que no busque yo ser comprendido sino comprender, que no pida recibir, sino dar, porque dando se recibe. Olvidando se encuentra, perdonando se es perdonado y muriendo se resucita a la vida eterna. Jeff Zeig: Sí, puedo sentirla. (Cruza las manos sobre el corazón.) Hermosa. Así que ese puede ser tu destino cuando esto podría ser una orientación, compasión, dar y renacer. Y cuando tienes un punto de perspectiva, (apunta con los dedos a la frente) tú creas profundidad. Un artista tiene una pintura; el punto de perspectiva es invisible—eso es lo que crea profundidad. Mario: Sólo algo que me gustaría agregar. No quiero ser indulgente frente a la injusticia, pero tampoco quiero tomarlo personalmente. Jeff Zeig: Bueno, no quieres ser Don Quijote, pero quieres confrontar la injusticia social. Mario: Si, pero sin crear más injusticia. Jeff Zeig: Cierto. De manera no violenta. Es una representación de Gandhi, Mahatma Gandhi, Satyagraha. Satyagraha significa fuerza verdadera, la fuerza de la verdad, la verdad que le habla al poder, la verdad que le habla a la injusticia, y como lo que se hace es un arte y no tiene que ser hecho con música de rap. Así que, sí, eso es súper. Y entonces, ¿quién es un modelo para…otro no sea Gandhi? Mario: Mandela. Jeff Zeig: hay una bonita historia acerca de Mandela cuando estuvo en la cárcel y los prisioneros lo detestaban y una de las razones por las que lo detestaban fue porque estaba aprendiendo Afrikaans—el lenguaje de los opresores—y no podían soportar que estuviera haciendo eso. Pero su perspectiva cuando salió de la prisión era que para resolver la injusticia social él tenía que hablar Afrikaans. Él estaba viendo con más profundidad dentro de la situación y dijo que si le hablas a alguien en un lenguaje que entienda, va a su cabeza, pero si le hablas a alguien en su lenguaje, va a su corazón. Mario: OK, ese es un gran modelo. Jeff Zeig: OK, así que ahora el punto de tu perspectiva es claro. Así que si amalgamas Mandela y San Francisco tienes una orientación. Ahora, entonces el trabajo es (caminando a través del cuarto bajando su cuerpo y doblando las rodillas) para crear el arte que has diseñado para ti mismo y que representa ser de 50 y ese es un asunto de disciplina. Pero yo no creo que esa sea escasa. Mi sensación acerca de ti es que cuando pones la mente en algo, lo logras. Y espero que también pueda ser divertido, pero yo ciertamente trataría de hacerlo

de esta manera (hace movimientos de pasos con las manos) más que tratar sólo de saltar (abre los brazos y los arroja lejos de sí) dentro. Si has estado en un yeso por largo tiempo (pone rígido el brazo) puedes imaginar tener rango libre de movimiento (suelta la rigidez del brazo y lo mueve en amplios círculos) pero realmente necesitas ir lentamente hasta que tengas un rango total de movimiento. ¿Piensas que podrías hacer un juego con Mary y que podrías demostrar a Mandela y a San Francisco y que ella trataría de adivinar cuando estés haciendo esas cosas y si ella está en lo correcto, ¿podrías darle un beso? Mario: Sí, eso estaría bien Jeff Zeig: Pero trata de ser sutil y veremos si te puede atrapar. Y entonces si quieres podemos incluir a tu hija en tu juego de reinventar a Mario al renacer. El Dalai Lama fue entrevistado en CNN por reportero un poco chiflado, loco, conocido por sus locuras. Así que este reportero mira al Dalai Lama y de manera provocativa dice, “¿Alguna vez se enoja?” Y el Dalai Lama dice, “Solamente cuando la gente me hace preguntas estúpidas.” Así que supongo que todavía hay un espacio para ser intolerante y formas de ser intolerante que representan arte. Mario: Artísticamente intolerante. Jeff Zeig: Absolutamente. Esa es una forma muy madura y sofisticada de ser por qué ha habido gente en mi vida que habla verdades y lo hace elegantemente y ellos dirían cosas que no te atreverías a pensar porque te avergonzaría, pero ellos lo dirían. Y Carl Whitaker fue una de esas personas y él supervisó mi terapia familiar y él sólo decía la verdad. Y era una intolerancia elegante porque el anestésico era que a él realmente le importaba y así él decía su verdad, pero la decía con un anestésico y yo lo admiraba mucho. Fue el anestésico lo que permitió la cirugía. Y cuando tú decías intolerancias artísticas, él era la primera persona en la que yo pensaba. OK, bueno, me gusta lo que estás haciendo y creo que está dentro de tu capacidad y pienso que estarás orgulloso de ti mismo por continuar siendo la clase de hombre de 50 que tú quieres ser. Y hay un dicho en la terapia gestáltica que dice que morir y renacer no es fácil. Tú sabes eso. Así que espero que nuestra conversación te brinde una imagen más clara. Y no creo que necesites más herramientas que las que ya tienes. Sólo se cómo la polilla—el insecto. Una vez que ve la luz, la polilla es atraída. No tengo otra cosa más que añadir ahora. ¿Hay alguna petición o pregunta? Mario: Cuando comenzamos yo estaba realmente nervioso. Jeff Zeig: No sabía. Mario: Porque pienso que esos temas tienen malas RP* o no tiene buenas RP al menos. Nunca pensé que podría reírme de esto.

*RP: Relaciones públicas. N del T.

Jeff Zeig: Lo que tiene buenas RP es lo que es real. Cuando estás siendo real, es buena RP. Malas RP es ser falto de sinceridad. Sentí que estabas siendo real, diciendo algo que es realmente importante en tu desarrollo y yo espero hacerla un poco de catalizador que haga que la reacción ocurra un poco más rápido. Y quién sabe, quizá San Francisco y Mandela tenían maneras de reírse de sí mismos también. Me hizo sentir más cerca de tí que te tomaras esta oportunidad de ser real. Mario: Yo podría decir algo realmente extraño, un poco raro, pero hemos sido capaces de hablar acerca de la porquería sin olerla y realmente estoy muy agradecido contigo por eso. Jeff Zeig: Exactamente. Mario: Lo hiciste fácil. Jeff Zeig: OK, Bueno, me gusta esa emoción, así que (se dirige a la clase) tomémonos un descanso.

Epílogo Como dijo Carl Whitaker: “La psicoterapia es una absurda aventura de toda la vida”. Continúa siendo mi aventura porque me ha enseñado mucho de la vida. Es mi esperanza que los conceptos y principios de este libro sean parte de tu aventura.

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Sobre el autor Jeffrey K. Zeig, Ph.D. Jeffrey K. Zeig, Ph.D. Es el fundador y director de The Milton H. Erickson Foundation. Es el arquitecto de The Evolution of Psychotherapy Conference (www.evolutionofpsychotherapy.com), que se considera la más importante conferencia en la historia de la psicoterapia. También es el organizador de la Brief Therapy Conference (www. brieftherapyconference.com), de la Couples Conference (www.couplesconference.com), y del International Congresson Ericksonian Approaches to Hypnosis and Psychotherapy (www.ericksoncongress.com). El Dr. Zeig es parte del consejo editorial de numerosas publicaciones. Es Fellow de la American Psychological Association (División 29, Psicoterapia. División 30 Hipnosis); y Fellow de la American Society of Clinical Hypnosis. Es un distinguido profesional de la National Academy of Practice in Psychology de la National Academies of Practice y es supervisor aprobado de la American Association for Marriage and Family Therapy. El Dr. Zeig fue también miembro clínico de the International Transactional Analysis Association (1974-1985). El Dr. Zeig es psicólogo matrimonial y terapeuta familiar, y atiende práctica privada y realiza talleres internacionales (en 40 países). Ha sido orador invitado en Universidades de renombre y hospitales escuela, incluyendo la Clínica Mayo, la clínica Menningers y el MD Anderson Cancer Center. Es presidente de Zeig, Tucker & Theisen (casa editorial que publica temas de ciencias del comportamiento. www.zeigtucker.com) y también es fundador de the Erickson Foundation Press (www.ericksonfoundation.org/press). El Dr. Zeig ha editado o co-editado y es autor o coautor de más de 20 libros y monografías sobre psicoterapia y desarrollo humano que han sido impresos en 14 lenguas extranjeras.

Table of Contents PREFACIO PREFACIO A LA EDICIÓN EN ESPAÑOL Nota de Traducción. INTRODUCCIÓN ACERCA DE ESTE LIBRO CONTENIDO 1. Una terapia de experiencias vividas 2. Un metamodelo de intervención terapéutica 3. Lecciones de la hipnosis— Deconstruyendo los componentes 4. Lecciones de la hipnosis— Estableciendo las metas en la terapia 5. Personalizar1: Evaluación 6. Mapeo avanzado 7. Envolviendo para regalo 8. La cuadrícula de la personalización 9. El proceso de la terapia ericksoniana 10. Terapia para una fobia a volar 11. Ejercicios psicoaeróbicos: Enfoques vivenciales para el desarrollo del clínico EJERCICIO DE CALENTAMIENTO 3 12. Ejemplos clínicos del enfoque vivencial Epílogo Referencias Sobre el autor