La Iniciacion Deportiva. Trabajo

¿Qué es la iniciación deportiva? Se conoce con el nombre de iniciación deportiva el periodo en el que el niño empieza a

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¿Qué es la iniciación deportiva? Se conoce con el nombre de iniciación deportiva el periodo en el que el niño empieza a aprender de forma específica la práctica de uno o varios deportes. Se entiende por iniciación deportiva el proceso de enseñanza – aprendizaje a través del cual el individuo adquiere y desarrolla las técnicas básicas del deporte. No implica competencia regular sino actividades jugadas adaptadas a las posibilidades del niño (16). La Iniciación deportiva es la toma de contacto con la habilidad específica (deporte), respetando las características pedagógicas y psicológicas de los participantes, así como los objetivos o finalidades de la institución, para el desarrollo global (18). Como vemos algunos autores definen el concepto de iniciación deportiva como una actividad más global y multideportiva y otros como una iniciación más específica a la práctica del deporte escogido.

Características del proceso de iniciación deportiva Para comenzar, es importante determinar cuáles son los 3 factores básicos e indispensables que determinan el proceso de iniciación deportiva. Según Lazo (13), estos factores son el deporte, la persona y el contexto. Por ello, un entrenador de deporte base que sólo tenga conocimientos específicos acerca de la modalidad deportiva que instruye, y no tenga en cuenta la edad evolutiva de los sujetos ni el contexto de ejercitación, nunca será un gran profesional. Por todo ello, un programa de entrenamiento de iniciación deportiva debe tener siempre en consideración el momento evolutivo de los jugadores (7), respetando las características físicas, fisiológicas y psicológicas de los niños (3). Todo esto se puede resumir en la siguiente cita de Horst Wein (14):

“POSIBLEMENTE, EL MAYOR PROBLEMA DE LA FORMACIÓN DE JÓVENES FUTBOLISTAS CONSISTE EN QUE MUCHOS ENTRENADORES CONOCEN BIEN LA MATERIA A ENSEÑAR, PERO NO CONOCEN BIEN A SUS ALUMNOS”. Por otro lado, el principal objetivo de la iniciación deportiva es el de proporcionar al sujeto/jugador una base motriz amplia (13, 9). Para ello, es necesario la introducción de actividades multilaterales que incidan en las diferentes capacidades y habilidades motoras. Además, la misión educativa del instructor o educador en la iniciación deportiva es crucial, ya que debe transmitir conocimientos y valores que formen parte de su personalidad y carácter (3). En definitiva, los objetivos generales del proceso de iniciación deportiva se podrían resumir en los siguientes (13): 

Conseguir la base motriz del individuo.



Confirmar sus gustos deportivos.



Establecer valores que le permitan afrontar su cotidianeidad.



Extraer su personalidad.



Reafirmar su carácter y sus características personales.



Buscar una socialización acorde con su forma de vida.



Permitir la consolidación del principio de transferencia deportiva.

Capacidades y habilidades motoras en la iniciación deportiva Las capacidades motoras son las condiciones de carácter interno que hacen posible el desarrollo de las habilidades motoras aprendidas (13). Por tanto, son innatas al ser humano pero deben ser estimuladas, para servir como base a un mejor aprendizaje de las habilidades motoras básicas y específicas. Éstas se subdividen en capacidades condicionales y capacidades coordinativas (Gundlach, 1967, extraído de 12). Las capacidades físicas o condicionales son la velocidad, resistencia, fuerza, elasticidad y flexibilidad (13). Las principales capacidades perceptivo-coordinativas son la capacidad de aprendizaje motor, la capacidad de diferenciación kinestésica y control motor, la capacidad de reacción ante los estímulos ópticos y acústicos, la capacidad de adaptación y transformación de movimientos, la capacidad de orientación espaciotemporal, el ritmo, el equilibrio, la lateralidad y la capacidad de combinar movimientos (6, 12, 13). En contraposición, las habilidades motoras son capacidades adquiridas por aprendizaje para resolver un determinado problema motor con el uso del cuerpo (13). Por tanto, mientras las capacidades motoras son de carácter innato, las habilidades deben ser aprendidas por medio de la práctica motriz. Éstas se subdividen en básicas y específicas. Las habilidades motoras básicas son los desplazamientos, saltos, giros y manipulaciones (13). Las habilidades motoras específicas son aquellas propias de la modalidad deportiva (el tiro a portería en fútbol, por ejemplo). Se producen 3 etapas progresivas para la adquisición de una determinada habilidad motora específica (9): 

1ª etapa: cognitiva (el niño aprende la habilidad).



2ª etapa: asociativa (el niño automatiza la habilidad).



3ª etapa: autónoma (el niño aplica en determinadas situaciones la habilidad).

Además, es necesario un gran dominio previo de las 4 habilidades motoras básicas para establecer una base eficaz de aprendizaje de las habilidades motoras específicas. Siguiendo esta línea, prácticamente todas las habilidades que se dan en el deporte tienen su origen y fundamento en las habilidades físicas básicas (13).

¿Cuándo iniciar el proceso de iniciación deportiva? Gallahue y McClenaghan (4) distingue 4 grandes fases en el desarrollo motor del niño:



Fase de los movimientos reflejos: hasta el 8º mes.



Fase de los movimientos rudimentarios: hasta el final del 2º año.



Fase de los movimientos fundamentales:



o

Etapa fundamental: entre el 2º y el 3º año.

o

Etapa elemental: hasta el 5º año.

o

Etapa de madurez: hasta el 6º año.

Fase de los movimientos deportivos (específicos): desde el 6º – 7º año.

Por tanto, hasta alcanzar la última fase, aproximadamente a los 6/7 años no se recomienda empezar el proceso de iniciación deportiva, pese a que parece que las escuelas deportivas inician su actividad, en la actualidad, a edades excesivamente tempranas. De esta manera, por ejemplo, en nuestros días, existen las famosas categorías de fútbol base denominada como “biberones”, con niños de edades comprendidas entre los 3 y los 6 años. Este tipo de categoría no debería existir y en caso de existir, exclusivamente debería centrarse en el desarrollo de las capacidades motoras y de las habilidades motoras básicas, sin establecerse competiciones de carácter específico en el ámbito del fútbol.

La relevancia del juego en la iniciación deportiva La iniciación deportiva que no contemple la utilización de juegos está condenada al fracaso (8). Esto se debe a que el juego es un derecho, una necesidad innata de todos los niños y una actividad indispensable para la maduración del comportamiento del individuo (3, 8, 9, 13, 14, 15). Una de las mejores definiciones de juego que podemos encontrar, es la promovida por Cagigal (1):

“EL JUEGO SE PUEDE DESIGNAR COMO UNA ACCIÓN LIBRE, ESPONTÁNEA, DESINTERESADA E INTRANSCENDENTE QUE, SALIÉNDOSE DE LA VIDA HABITUAL, SE SITÚA EN UNA LIMITACIÓN TEMPORAL Y ESPACIAL CONFORME A DETERMINADAS REGLAS, ESTABLECIDAS O IMPROVISADAS, Y CUYO ELEMENTO INFORMATIVO ES LA TENSIÓN”. En definitiva, las características principales de los juegos son (3, 5, 8, 9, 11, 13, 14, 15): 

Actividad intrínseca (con valor en sí misma). No tiene metas o finalidades extrínsecas.



Práctica libre, voluntaria, espontánea y desinteresada.



Actividad divertida y alegre. Jugando el niño aprende mientras disfruta.



Prescinde de la realidad (fantasía, imaginación). El jugador es capaz de abstraerse del mundo real para introducirse en el mundo diferente del juego.



Hace que se desarrollen en el niño las capacidades motoras básicas.



Permite a los sujetos experimentar de manera directa el uso de las reglas.



Regula el comportamiento en relación a los otros. Permite la socialización entre los jugadores.

La competición en la iniciación deportiva Durante los últimos años se ha discutido el valor real de la competición en el proceso de iniciación deportiva, al observarse comportamientos inadecuados o excesivamente competitivos (sólo vale ganar por encima de todas las cosas), por parte de jugadores o de espectadores, que habitualmente son familiares de los propios participantes. Sin embargo, la competición en sí misma no es negativa, sino su mala interpretación y aplicación en la enseñanza. Así, pese a que en la mayoría de casos no sucede, la competición siempre debe emplearse bajo un planteamiento eminentemente formativo. De esta manera, la competición debe considerarse como un acto pedagógico, un importante pilar del proceso de enseñanza y aprendizaje de nuestros jóvenes talentos (14). Siguiendo esta línea, Sánchez Bañuelos (10) reafirma la validez de la competición y de los juegos/deportes competitivos como un acto educativo:

“EL JUEGO COMPETITIVO ES UN ELEMENTO EDUCATIVO VALIOSO NO SÓLO POR LO QUE PUEDE TENER DE PREPARACIÓN HACIA UNA POSTERIOR PRÁCTICA DEPORTIVA, SINO PORQUE EL BINOMIO COOPERACIÓN-COMPETICIÓN SE ENCUENTRA EN LA BASE DE LA VIDA MISMA Y DE LA SUPERVIVENCIA DEL HOMBRE COMO INDIVIDUO Y COMO ESPECIE”. Además de subrayar el carácter educativo de la competición, es necesario también adaptar la competición a las características físicas, fisiológicas y psicológicas de los niños. Todas las observaciones e investigaciones realizadas muestran que los niños se divierten y aprenden más jugando con pocos jugadores y con reglas adaptadas (3). Siguiendo esta línea, es importante modificar el reglamento de las competiciones en la fase de iniciación deportiva, sobre todo en lo que respecta a las dimensiones del balón y de las porterías, a las dimensiones del terreno de juego y al número de jugadores. Todos estos aspectos formales del juego deben reducirse a medida que los jugadores son de menor edad. Por último, para focalizar la atención de los niños en el desarrollo del juego y no en el producto final de la competición (ganar-empatar-perder), es importante establecer una, dos o tres metas concretas, relevantes y alcanzables. De esta manera, los jugadores mejoran sus habilidades y capacidades, dejando de lado el resultado de la competición y cambiando su criterio de éxito (14).

Figura 1. Tipo de progresión competitiva propuesto por Wein (14) Hay diferentes perspectivas a la hora de definir y entender las iniciaciones deportivas que pueden variar en cuanto a la metodología utilizada, la especificidad o no del deporte y el ámbito deportivo en el cual se desarrollar. El niño/a debe desarrollar una actividad física que sea satisfactoria para él según sus motivaciones, esto no supone la obligatoriedad de buscar el máximo rendimiento, pues el deporte se puede realizar de muchas maneras y perseguir diferentes objetivos (17). Al hablar de edad de iniciación deportiva es preciso distinguir entre la edad adecuada para el inicio de la práctica deportiva y la edad de especialización, momento en que el niño/a se concentra exclusivamente en un deporte pensando en obtener una alta prestación (21).

La especialización deportiva Se entiende por especialización deportiva el proceso de desarrollo y entrenamiento de las capacidades técnico – tácticas, orgánico funcionales y neuro musculares a fin de obtener un rendimiento óptimo o máximo. Implica competencia regular, jerarquías, categorías, reglamentos, etc… (16). La especialización deportiva es el entrenamiento orientado hacia un tipo de deporte determinado para alcanzar las posibilidades individuales de alta prestación en un deporte. Esta especialización puede ser precoz o prematura (21). Según el deporte escogido la especialización deportiva podrá ser antes o después. La edad de iniciación deportiva debe estar de acuerdo con el nivel de exigencia del deporte practicado o elegido. Por regla general se debe evitar una especialización demasiado acentuada en un solo deporte antes de los 12 años (22).

Periodos de desarrollo de la práctica deportiva La elaboración y organización del proceso de enseñanza – aprendizaje debe llevarse a cabo estructurando etapas de desarrollo, es decir concretando qué objetivos, contenidos,

instrumentos de evaluación o tipo de competición que se va a desarrollar a lo largo de un año o una temporada deportiva (19). El entrenamiento deportivo temprano es el proceso por el cual se desarrollan las capacidades motoras y destrezas deportivas básicas del niño/a, en correspondencia con su desarrollo psico – biológico y fases sensibles (22). El proceso de iniciación deportiva corresponde a un periodo comprendido entre los 6 – 7 años y los 14 – 15 años aproximadamente. Dentro de estos periodos existen periodos más sensibles que otros para el aprendizaje deportivo (17). Podemos dividirlo en tres etapas (16, 17): 

Etapa de iniciación deportiva (6-7 años).



Etapa de desarrollo (7-10 años).



Etapa de perfeccionamiento (10-14 años).

Otros autores hablan de la edad más adecuada para el inicio a la práctica deportiva y la edad de especialización y distinguen entre (5,6): 

Edad precoz (6 años).



Edad eficaz (9-11 años).



Edad media (11 años).



Edad de especialización (12 años).

En base al entrenamiento deportivo también podemos encontrar la división en (22): 

Etapa de formación motora general.



Etapa de iniciación deportiva específica.



Etapa de perfeccionamiento deportivo.



Etapa de alto rendimiento.

En el desarrollo deportivo existe una estrecha relación entre el proceso evolutivo – madurativo y la capacidad de adquisición del movimiento, con el aprendizaje de los diferentes elementos técnico – tácticos individuales y colectivos (habilidades específicas de cada deporte) y con las destrezas o competencias motoras que inciden de manera evidente en el aprendizaje, desarrollo y perfeccionamiento deportivo de una o varias especialidades deportivas (17). Hay que proponer situaciones acordes con las posibilidades de los participantes, niveles de dificultad y estímulos que le permitan perfeccionarse a través de sucesivos éxitos (20). Según en la edad o el periodo que estén nuestros alumnos/jugadores y tomando en cuenta todas las propuestas en base al proceso de iniciación deportiva utilizados en este artículo centraremos nuestro trabajo en el desarrollo de unos u otros aspectos (figura 2).

Figura 2: Periodos de desarrollo de la práctica deportiva y características a trabajar (16, 17, 22, 24)

Cuadro 1. Edades mínimas (en negro) y medias (en blanco) de los comienzos de la iniciación en el deporte (según Martens, 1986) tomado de Blázquez, 1998, p. 118

Cuadro 2. Edades para las diferentes decisiones según Blázquez (1998, p.118)

Figura 3. Relación entre la maduración de los alumnos y las actividades según Gallahue (citado por Castañer y Camerino, 1991) tomado de Castejón (1995, p. 56)

Figura 4. Evolución de las habilidades según Seefeldt (citado por Oxendine, 1984) tomado de Castejón (1995, p. 58)

Conclusiones sobre la iniciación deportiva 

Hay que conocer y respetar los diferentes periodos de desarrollo para la práctica en iniciación deportiva.



En etapas de iniciación deportiva, una educación física genérica con un aprendizaje multideportivo dotara al niño/a de un bagaje motriz más amplio que en etapas posteriores podrá aplicar en el aprendizaje específico del deporte que escoja.



Evitar una especialización muy rígida de forma precoz en iniciación deportiva, empezando con el aprendizaje de los aspectos técnico – tácticos de un deporte a través de juegos multideportivos variados.



Hay que orientar la competición en iniciación deportiva hacia medios formativos, quitándole importancia a nivel de resultados y usándola como un medio más hacia el aprendizaje i desarrollo integral del niño.



Para asegurar un deporte formativo y educativo en iniciación deportiva el centro educativo y las escuelas de iniciación deportiva deberían colaborar siendo el profesor de Educación Física el nexo de unión entre estos. Este podrá supervisar y proporcionar material didáctico a las instituciones encargadas del deporte escolar.



Un deporte orientado al proceso, multideportivo y en una escuela deportiva conectada con el centro escolar parece ser el mejor modo de proporcionar una buena iniciación deportiva.

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