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• Emmanuel Muñoz

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La gran crisis de 1929 La más devastadora caída del mercado de valores en la historia de la bolsa en Estados Unidos. Mucha gente perdió trabajos y ahorros, a este crack le siguió una fuerte crisis económica conocida como la Gran Depresión, los precios se desploman en el mercado de valores de Nueva york, durante años los precios de las acciones no habían parado de subir hasta ese miércoles la bolsa de Nueva York se llenó de gente vendiendo las acciones. En 1919 los estados unidos como primera potencia después de la primera guerra mundial, los Estados Unidos estaba viviendo una etapa de su historia muy buena, eran los años 20 las fábricas estadounidenses producían para Europa. El estado había sacado unos bonos llamados “bonos libertad” que, si pagabas estos bonos, el estado te devolvería el precio de los bonos con intereses, Charles Michel presidente del “National City Bank” viendo que se acaba de crear un público con tendencia a invertir decidió sacar al mercado bonos corporativos o acciones y le dijo a la gente que eran inversiones fiables y con poco riesgo, el acceso al crédito era fácil para todo el mundo, que desde el director de un banco hasta un limpiador de zapatos podía endeudarse y vivir por encima de lo que se podía permitir, en esta expansión de crédito tuvo mucha culpa la recién creada reserva federal de los estados unidos bajando los tipos de interés a niveles históricamente bajo la cual provoco una alta inflación. La bolsa en ese año, era un mercado en el que sólo invertían expertos muy restringido al público y se acomodaba como un mercado competitivo rigiéndose a las leyes de oferta y la demanda, por todo el país se abrían agencias de corretaje, eran lugares donde se podía invertir en bolsa, se actualizaban los valores a cada segundo y era necesario acudir para poder comprar o vender ahí se proporcionaba un papel para dar validez a la compra o venta y éste debía ser conservado y llegar al alcance de todo tipo de personas en Estados Unidos. Se creó un mercado alcista que parecía que no bajaría en los años 20, se llegaban a obtener grandes beneficios con un capital pequeño, la situación se embelleció aún más por la venta de acciones a crédito, si querías comprar acciones pedias dinero prestado a un tipo de interés muy bajo. El mundo se endeudaba y las agencias permitían un apalancamiento de “1 a 10” (invertir una suma diez veces superior a tu capital real), se calculaba que dos terceras partes de las acciones de Wall Street se compraban con dinero prestado y la bolsa subía o bajaba rigiéndose por la ley de la oferta y la demanda la cual crecía sin precedentes. En vista del gran beneficio que todo el mundo estaba obteniendo la gente no le importaba cuánto pagaban por las acciones siempre y cuando subieran, este exceso de demanda provocó que los valores creciesen sin control fuese la empresa que fuese. No importaba porque estaba subiendo, por lo tanto, el precio de las acciones se empezó a inflar alejándose de sus valores reales, así es como se crean las burbujas. Paul Warburg, un banquero estadounidense lanzó un aviso de la burbuja que se había creado y avisó de una enorme depresión, pero nadie lo quiso escuchar, nadie escuchaba y se continuó invirtiendo mucho y aumentando la burbuja, hubo un momento en el que algunos inversores profesionales se dieron cuenta de que el mercado se estaba inflando, los más profesionales y astutos se salieron, como John Kennedy (el padre de John F. Kennedy) quien llegó a decir “si una persona común sabe tanto como yo sobre el mercado de valores, tal vez es la hora de que yo lo dejé”, al punto máximo y de inflexión de la burbuja, la tendencia de los valores se iba invirtiendo levemente, el mercado se había vuelto más volátil y el malestar aumentaba.

El miércoles 23 de octubre de 1929, la bolsa social gran golpe al bajar en una sola sesión casi un 7 por ciento, aquel día sólo fue anuncio de lo que pasaría al día siguiente, recordado jueves negro de Wall Street, el jueves 24 de octubre de 1929, se desató una furia de manera que en pocos minutos se cursaron órdenes de venta por un millón de acciones, las cotizaciones de esas acciones iban cayendo se llegaban a ofrecer paquetes de acciones a un tercio de su valor sin encontrar comprador. los agentes de bolsa pedían desesperados garantías para aquellos títulos que con anterioridad se habían comprado a crédito, pero nadie podía cubrirlos. Empezaron a circular rumores de suicidios, gente tirándose desde rascacielos, los principales jefes de los bancos se reunieron, la reunión incluyó a Thomas Lamont actuando como representante de JP Morgan Chase, Albert Wiggin representante de “Chase National Bank” escogen a Richard Whitney vicepresidente de la bolsa de Nueva York para actuar en su nombre, inyectaron dinero en uno de valores que se suponían fiables los que se conocen como “blue chips”. el multimillonario John Rockefeller hizo lo mismo con esperanza de que cambie la tendencia, lo consiguieron. la bolsa empezó a subir, una intervención en los valores había logrado revertir la inflación, invirtieron grandes sumas de dinero para parar la baja de los valores y volver a generar confianza en los inversores, el mercado remontó e incluso los periódicos anunciaban la crisis de la bolsa ha pasado, pero esta inyección de confianza no fue suficiente. Tras una recuperación, el viernes y otra pequeña el lunes, se llegó al martes 29 de octubre de 1929 conocido como “el martes negro”, el índice de la bolsa descendió más que ninguna, las bajadas continuaron hasta el mes de enero cuando se tocó fondo, el gobierno representado por el republicano Herbert Hoover, no sabía cómo parar el golpe, las consecuencias fueron que mucha gente se arruinó, los bancos también se arruinaron al no poder recuperar el dinero prestado y cerraron porque dejaron de ser solventes, millones de personas pierden los ahorros guardados en esos mismos bancos, 3.000 de ellos cerraron en los dos años siguientes, después de aquello la gente guardaba el dinero en el colchón, muchas fábricas cerraron, aumentó el paro significativamente, empiezan a aparecer barrios pobres por todo el país como sucede en todas las caídas. Finalmente terminó llegando a todo el mundo, Inglaterra se cerró tras sus fronteras, el paro se disparó en Europa, el malestar y la crispación social producto de la crisis económica, se disparó en Alemania, pero un soldado Austriaco empezó a abrirse paso como el símbolo de la salvación económica y el poderío alemán, se llamaba Adolf Hitler .