La Enfermedad Giovanni Berlinguer Resumen

Capítulo I: Muchas definiciones, pocas certezas En el fenómeno enfermedad, se entrecruzan tres componentes: a- Un hecho

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Capítulo I: Muchas definiciones, pocas certezas

En el fenómeno enfermedad, se entrecruzan tres componentes: a- Un hecho objetivo, es decir la alteración de un órgano, sistema o función que sea comprobable. b- Una mayor o menor conciencia individual del mal c- Una idea y medida derivada de los conocimientos, prejuicios e intereses de la época, produciendo un juicio de valor y una interpretación ética además de científica que sirve como guía operativa. 1. ¿Qué dice la ley? El parlamento Italiano ha discutido con seriedad como establecer si un ciudadano está muerto o vivo. Para aclarar cuando seria licito extraer órganos del cuerpo para trasplantar. En 1975 se aprueba la ley en la que se debe verificar y certificar la muerte a través de una junta médica para evitar cualquier abuso. Si no hay acuerdo entre médicos, por ley el sujeto sigue vivo. En 1981 se formula la ley del aborto afrontándola con la intervención y asistencia por resolver una cuestión social sin choques biológicos o religiosos. La medicina local estudia caso por caso si hay enfermedad o no. En el campo de los seguros la enfermedad o accidente causado por culpa ajena termina en resarcimiento o indemnización; En el campo penal causada por explicita voluntad implica una sanción judicial; en el campo laboral en reconocida como accidente hasta las 24 hs o enfermedad pasadas las 24 hs. 2. Diccionarios y enciclopedias Existen distintas ideologías con respecto al concepto de enfermedad, pero ninguna es precisa. Hay un proceso evolutivo en la introducción y aparición de nuevos conceptos. Dos conceptos destacados son Enciclopedia Sovetskaja Bolsciaja que explica a la enfermedad como proceso de una acción nociva del ambiente externo o interno sobre el organismo. Y destacar el concepto de SALUD de Parsons desde el punto de vista sociológico que explica que es la condición de capacidad optima de un individuo para cumplir con su rol y estatus 3. Viejo y nuevo testamento. En el antiguo testamento encontramos que la enfermedad depende de la voluntad divina, y está asociada a un Dios castigador. Sin embargo, en el nuevo testamento la enfermedad es asociada con la presencia del demonio y el pecado. De estas concepciones cristianas derivan soportar la enfermedad como sacrificio y purificación y el estímulo a asistir enfermos. En 1981 la Conferencia episcopal italiana remarca la relación entre el mal físico y el pecado; en la pascua (más allá de la resignación y contra la desesperación) que los cristianos estén implicados en la asistencia sanitaria y en la modificación de la realidad social al ambiente físico y situación económica que incide en la salud. 4. El ciclo salud-enfermedad. Cada cultura expresa su definición de salud y enfermedad. Esta definición y los análisis tienen una finalidad explicativa, pero también implican conductas decisiones y actos que influyen sobre cada definición. Por este motive se ve necesaria una clasificación que supere los esquemas dicotómicos usados habitualmente según estos esquemas dividiendo las enfermedades rígidamente en 1

bloques= (endógenas-exógenas); (infecciosas-no infecciosas); (orgánicas-funcionales); (agudas-

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crónicas); (congénitas-adquiridas). Tres convicciones que hay que destacar son: La enfermedad es un fenómeno vital ya que es uno de los aspectos de la vida aunque sea

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calificado como negativo La enfermedad es un proceso, un movimiento de acción y reacción, entre agresión y defensa. La salud instrumental evaluada sobre criterios de productividad y adaptación, debiendo preferirse el impulso hacia el estar y sentirse bien, y produciendo solidaridad hacia la persona enferma y sana que debe ser ayudada El organismo tiende siempre a la homeostasis, sin embargo a veces tiende a desequilibrarse y puede aparecer la enfermedad. Algunos cuadros morbosos desaparecen y otros permanecen hasta el final de la vida.

Un ejemplo, con respecto a este capítulo, es con respecto a las distintas formas de describir la salud y enfermedad hoy en día se generan múltiples debates desde lo social y religioso. Un caso muy debatido recientemente es la eutanasia. En Chile recientemente una niña internada gravemente enferma pidió la eutanasia, con la idea de dejar de llevar una vida de sufrimiento, en cuanto a la sociedad se produjo un debate en el que no se sabe que sería correcto. Desde lo social y legal entender y respetar la decisión de la persona, y desde lo religioso se consideraría pecado atentar contra la vida de una persona. En algunos lugares está permitida la Eutanasia y en otros no.

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Capítulo 2: La enfermedad como sufrimiento El sufrimiento no siempre implica dolor, y la enfermedad, a menudo más que dolor físico es pérdida de poder, o de la dignidad humana. 1. No es culpa La idea de que la enfermedad es una culpa está presente en casi todas las culturas, desde las primitivas con la idea de un castigo producto del pecado, hasta las más actuales como producto de fumar, consumir alcohol, drogas, sedentarismo, mala alimentación, etc. 2. No es privilegio La enfermedad no debería ser privilegio, aunque muchas religiones afirman que los dolores y padecimientos son signos de un don divino, una señal de amor, o un medio de salvación, también se puede encontrar en la realidad cotidiana “tengo gripe y no voy a trabajar” pero esto puede ser considerado de manera invertida de la manera en la que la enfermedad produzca un desorden y afectando en la cotidianeidad del individuo 3. Estar y poder estar enfermo Existen cuatro divisiones del fenómeno para el individuo: estar enfermo, sentirse enfermo, identificar la enfermedad, y por último, el poder estar enfermo. Estar enfermo: las desigualdades entre pueblos, clases o individuos consiste esencialmente en la mayor o menos probabilidad de enfermarse y luego sanar. El sentirse enfermo está relacionado con la percepción de la propia enfermedad influida por la cultura, el trabajo, la riqueza y por lo tanto por el propio cuerpo En la identificación de la enfermedad puede intervenir la falta de educación sanitaria y conocimientos científicos actualizados provocando que no se realice un diagnóstico y por lo tanto una terapia que lleve a la solución. Por último, en el poder estar enfermo cuentan las discriminaciones sociales, dependiendo tanto del tipo de enfermedad como el tipo de trabajo para ser reconocida y afrontada. 4. A quien curar Se podría partir desde el punto en el que hay que actuar contra las enfermedades y no contra en enfermo, y por otra parte curar cada enfermedad de cada enfermo. Existe desde hace siglos una discusión sobre la ética y los deberes de los médicos. Aunque a menudo el campo medico está tentado a imponer normas de comportamiento partiendo desde teorías sobre el hombre y la sociedad, y violando por ello las necesidades reales de los individuos. Las motivaciones para curar al individuo pueden ser muy diversas, hay mayor o menor interés de curar a un individuo según su pertenencia a una clase social, su rédito, o productividad. Pero con una ideología de solidaridad se debería comprender a todos los individuos ubicándolos en el mismo nivel de importancia. 5. Solo los enfermos ¿A quién curar? Solo a los enfermos. El impulso y las motivaciones del abuso de la cura son muy variados. Existe la tendencia a multiplicar exageradamente los diagnósticos de sufrimiento, con el objetivo de producir infinitamente las ocasiones de cura, esta acción corresponde a un abuso de la sociedad en cuanto a medicalizar y un abuso del grupo médico para obtener ganancias no solo sobre los enfermos sino también sobre el individuo sano. A veces para el individuo la enfermedad y el pedido de curación es un refugio psicológico frente a otras dificultades y conflictos. 6. Como curar 3

El exceso de evolución de las tecnologías médicas a menudo hace perder de vista al hombre en su complejidad. Se deja de lado la exigencia de concentrar la actividad curativa no solo sobre órganos y sistemas, sino también sobre los regímenes de vida, sobre las conductas, y sobre la participación del paciente en la cura de su enfermedad. La participación del enfermo es siempre útil. Ya que la curación es efecto de tres factores: la fuerza medicadora de la naturaleza, la ayuda de la ciencia y la determinación consciente del enfermo. Cada enfermedad requiere terapias apropiadas y que la cura sea hecha con disposición a la solidaridad, con igual tiempo, empeño y solicitud, para cualquier clase social, edad, sexo y cultura del paciente. Un ejemplo sobre el tema de este capítulo es la situación en la que una persona puede llegar a heredar del progenitor una enfermedad mental sin cura, en la que los síntomas surgen a partir de los 40 años, la persona se encontraría en una difícil decisión entre hacerse los estudios implicados para comprobar si fue heredada o no la enfermedad. Ante esta situación el progenitor puede experimentar la culpa y el individuo podría experimentar depresión y sufrimiento de este modo afectando su vida cotidiana. El personal de salud tendría que analizar si esa persona esta apta para saber si tiene la enfermedad y si podría afrontarla de manera estable. Dentro de esta situación hay que destacar el problema de los escasos recursos que podría tener la persona para un tratamiento psiquiátrico si llegara a tener la enfermedad.

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Capítulo III: La enfermedad como diferencia La enfermedad es definida como anormalidad o desviación. En el texto de patología de Guido Vernoni, maestro en la materia, se encuentra esta consideración sobre el concepto de normal y patológico: "Las observaciones estadísticas en biología, han demostrado cómo en cada especie de vivientes se encuentran innumerables variantes, de las cuales las más frecuentes corresponden al prototipo de la especie, es decir, al máximo de la anormalidad, mientras que aquellas menos frecuentes se alejan de ellas, pasando invariablemente al campo de la anormalidad". 1. ¿Quién es normal? La norma es difícil de evaluar incluso en los sistemas físicos y mucho más en los biológicos, hoy todas las ciencias biológicas, que estudian los seres vivientes, ponen cada vez más el acento en la individualidad volviendo así más al concepto de normal. Se marca una distinción de lo normal y lo anormal. Para nosotros lo que en nuestra comunidad sea aceptable es lo q conoceremos como "NORMAL" aún si no es correcto es lo que estipula la norma social. El uso o abuso de análisis para verificar el estado de salud, puede dar lugar a errores "falsos positivos o negativos". 2. Norma biológica y norma social Existen otros fenómenos que son evaluados como normales o anormales según el oficio, la cultura, la renta, las posibilidades o condena. Por ello, hacer coincidir anormalidad y patología es arbitrario. La normalidad biológica con variabilidad propia hasta llegar a lo patológico. La anormalidad social, una evaluación ética o moral de las conductas, basadas en juicios y prejuicios que cambian según la época. Por ejemplo, la anemia en la mujer considerada patológica, se pregunta si el hombre no estará enfermo de exceso de glóbulos rojos. La evaluación mezcla, criterios objetivos con la actitud, las reacciones y las operaciones puestas en marcha por la diversidad y las variaciones. En sociedades desarrolladas hay cada vez más reacciones o interacciones institucionales que se relacionan con la economía, con el Estado, con la cultura y el poder. Cuanto más pobres y marginadas son las personas, mayor es la probabilidad de que se las defina como desviadas. 3. El metro variable Las enfermedades existen y son evaluadas de diferentes maneras según la sociedad, la época y las personas. Por ejemplo en México, casi todos los niños tienen lombrices intestinales, y a esta condición se la considera normal. Se afirma que muchos de los síntomas no son sino confirmaciones de desviación de la normalidad; entonces socialmente la condición de sano y enfermo es negociable influida a su vez por las relaciones de poder. Una anomalía biológica puede interpretarse como una enfermedad y de esta manera crear una marginación social. 4. ¿Quién puede trabajar? Una anomalía biológica ha sido interpretada (por ignorancia o por prejuicio) como una enfermedad y ha servido de pretexto para una marginación a través de una condena civil. Por ejemplo, un joven descartado para un trabajo de guardiacárcel por tener microcitemia. ¿Ignorancia? Probablemente, en la sociedad actual, existe la tendencia, fuertemente competitiva y tecnificada, de multiplicar las barreras selectivas tratando de justificarlas con la patente de 5

cientificidad, en vez de buscar una mayor integración y de reducir las condiciones patógenas. Otro gran ejemplo, y más serio aún, es en las fábricas de los EE.UU, la genética selectiva y los exámenes biológicos para la incorporación al trabajo. Si se piensa que uno no es apto para soportar la nocividad, se lo descarta. Se dice: "No se trata de bajar el riesgo ambiental, sino de aumentar la resistencia de los trabajadores". 5. ¿Somos todos discapacitados? El discapacitado es aquella persona que considerada como un sujeto que no puede trabajar, o que, por lo menos tiene una capacidad laboral inferior a los demás. Esto es absolutamente equivocado! En la mayoría de los casos, si el afectado se pone en un lugar de trabajo apropiado, puede rendir como otros. Las enfermedades y las discapacidades existen, tanto en el campo físico como en el mental. Es riesgoso catalogar la salud como ideal y lo patológico como desviación, porque los dos fenómenos son parte de un proceso único, y porque la enfermedad es revestida de un juicio social por las consecuencias que provoca en la vida cotidiana. De esto derivan actitudes que se pueden agravar en vez de atenuar. 6. ¡Abajo las barreras! No se debe considerar a la enfermedad como desviación, sino como variedad. Hay que reconocer las variaciones del equilibrio que pueden resultar nocivas y reducir simultáneamente, tanto las causas de tales anormalidades, como la amplitud de los criterios de desviación, cuando el metro social y cultural se sobrepone al clínico. La prevención, además de ser una exigencia moral, es hoy una necesidad económica. De lo contrario, los costos a la asistencia serían insostenibles. Es posible actuar técnicamente sobre el ambiente físico y social, a fin de reducir anormalidades. Hoy se pide, por ejemplo, la anulación de las barreras arquitectónicas, que no permitan el paso a los discapacitados. Un ejemplo para este capítulo, es en el caso de una persona con VIH-Sida, en nuestra sociedad por prejuicio tiende a dejarlo de lado. Es una situación que uno ve muchas veces en distintos lugares. Particularmente, yo lo veo en el tren rumbo a la universidad. Una persona pide encarecidamente dinero a los pasajeros justamente porque se le dificulta mucho conseguir un trabajo debido a "su condición". Una persona en busca de empleo, luego de comunicar al entrevistador o realizar los estudios correspondientes, si el resultado de VIH-Sida es positivo no se le permite ingresar a trabajar. Siendo que es una persona sin ningún problema físico-motor, donde puede hacer uso de sus manos, piernas e incluso capacidad de comunicación. Capítulo IV: La enfermedad como peligro La enfermedad en todas las épocas ha sido considerada un peligro. El riesgo directo para las salud de los otros; la búsqueda de un "blanco" o chivo expiatorio sobre el cual descargar las miserias de la comunidad. 1. Contagio y condena El contagio tiene su origen en un hecho real. La conciencia empírica de que el mal se puede transmitir de uno a otro hombre. Por ejemplo, la lepra. Se condenaba a los leprosos como castigo divino y se los aislaba. 6

Hoy las causas de las enfermedades son en gran parte conocidas y los peligros pueden ser afrontados sin afectar a inocentes. 2. La policía sanitaria Comprende las cuarentenas y las vacunaciones. La policía sanitaria ha sido una necesidad preventiva. Se ocupó de la actividad represiva del Estado hacia el enfermo y no la enfermedad; surgen los manicomios y sube el poder del médico, así, cualquier crítica al gobierno puede ser considerada enfermedad mental, peligro social y debe ser internado y recluido. 3. El Hospital: curas e infecciones Al comienzo de la Era Moderna, los hospitales cumplían dos funciones; internación de enfermos hasta la muerte y prisión para perturbadores del orden civil; enfermos pobres utilizados para experimentos médicos. 4. Reducir el peligro Tal vez hay necesidad de aislar enfermos infecciosos para impedir el contagio, pero tal vez se segregan enfermos o personas que podrían ser atendidos o ayudados en su propio medio: enfermos mentales, con lepra, con tuberculosis, con Sida. Lo que debe ser considerado como peligroso es la enfermedad no el enfermo. Considerar un peligro al enfermo no es humano y tampoco es eficaz. Se debe combatir los prejuicios, orientar la prevención, curar a los enfermos y aislar los peligros reales solo por el tiempo necesario.

Un ejemplo de este capítulo se puede encontrar en los hospitales. Se suele encontrarse con precauciones de aislamiento. Cuando un doctor por ejemplo se encuentra en una cirugía, y hay presencia de sangre, áreas de exposición de la piel abierta, tiene la obligación de utilizar equipo de protección personal (EPP). Según la exposición anticipada, los tipos de EPP requeridos abarcan guantes, barbijos, antiparras, delantales, etc. En estos casos estamos reduciendo el peligro de contagio.

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La Enfermedad Como Señal La enfermedad es un fenómeno íntimamente relacionado con la vida privada de los individuos, pero raramente es un caso aislado. Iguales procesos morbosos se pueden verificar simultáneamente en otras personas. Pero generalmente hay un ocultamiento sistemático del fenómeno social de la enfermedad y todo se conecta con el individuo, el cuerpo humano, la biología, y con la relación entre lo biológico y lo social. Aquí el esquema operativo, tiene que ver con la necesidad de que la señal se conozca para actuar con medidas de prevención sobre los que viven con riesgo de tener la enfermedad, y también sobre el medio ambiente, y las condiciones sociales y políticas. Es fundamental la difusión del campo epidemiológico porque el hecho central es que la mayoría de la población y de lo sanitario no tienen ninguna información del hecho estadístico o conceptual. Que las enfermedades que la población sufre y que sanitaristas deberían curar y prevenir no son casos y eventos aislados, sino ejemplos individuales de eventos colectivos. 1. Ruptura del Equilibrio: Señal colectiva e individual. La enfermedad es al comienzo, expresión de dificultad en la vida de una persona. Problemas que no son capaz de reconocer se manifiestan como perturbaciones y después se convierten en enfermedades. La aparición de una enfermedad grave puede ser una reacción ante el riesgo de ruptura del equilibrio que se quería conservar. La enfermedad se utiliza para expresar conflictos de adentro hacia afuera o viceversa. 2. Señal oculta o distorsionada: Estos fenómenos generalmente son negados o mal interpretados. Esto ocurre por la dimensión colectiva de las enfermedades y se verifica a través de dos mecanismos:  Ocultamiento: En el ejemplo de los obreros de la fábrica de anilinas (hematuria) era claramente una señal precoz de trastornos que hubieran conducido a muchos de esos obreros a morir de cáncer de vejiga; por ser una enfermedad producida por los colorantes de las anilinas pero que en este caso era desconocido por los obreros. La señal de hematuria presente en un individuo y luego en sus semejantes que incluso viven en una misma condición social y sujetos a los 

mismos trastornos, en vez de ser un caso magnificado, resulta ocultado, evadido. Distorsión de la señal: Cuando se evidencia la enfermedad por la gravedad, número y casos que ya no se pueden esconder, se buscan culpables y responsables. La organización sanitaria tiende a sofocar y distorsionar las señales colectivas de la enfermedad, orientadas a la curación

individual. 3. La epidemiología: La enfermedad como señal exige darle relieve y amplificarla, involucrando en esta tarea a sanitaristas, ciudadanos, y las instituciones públicas; analizando las enfermedades, epidemias, enfermedades agudas, crónicas, infecciosas y degenerativas con compromiso científico para confrontar las enfermedades que predominan en la sociedad. 4. El ejemplo de la hipertensión: La epidemiología ha aclarado muchas relaciones causa y efecto ayudando así a la prevención. Por ejemplo, la hipertensión. 5. Épocas, lugares y clases: 8

La epidemiología permite tener un panorama de conjunto del proceso salud-enfermedad en las distintas épocas, lugares y clases sociales. Clases sociales: “Los hombres nacen iguales” pero no es verdad. Los hijos de las clases pobres aun hoy tienen el doble de posibilidades, respecto a los ricos de nacer muertos o morir antes del primer año de vida; también las madres. Las diferencias se deben a la renta, asistencia, cultura (sanitaria y general) y los riesgos profesionales. 6. Estilos de vida y salud: La epidemiología estudia la relación entre enfermedades y el modo de vida; o sea, comportamientos y hábitos individuales que se entrecruzan con el trabajo y con la estratificación social difundida en toda la población. Ejemplo: tabaco, comida. 7. Tumores y cardiopatías: El aumento de los tumores y cardiopatías se pueden prevenir. Son una señal de salud. La epidemiología interviene y se agrega el compromiso de conocer y revelar las causas. 8. Clasificación de las enfermedades: El estudio y la amplificación de la señal permitirían tener un cuadro actualizado del estado de salud y de las enfermedades prevalentes, como hace periódicamente la OMS. Actualmente las enfermedades degenerativas predominan respecto a las enfermedades infecciosas, el principal suceso es el crecimiento de fenómenos morbosos de origen social (enfermedades antropógenas). Ante las enfermedades, es el hombre mismo quien las clasifica y las sufre; quien las quiere combatir y prefiere ignorarlas: por ello, en este caso, es objeto y sujeto del conocimiento.

Un ejemplo que podemos aplicar en este capítulo puede ser el siguiente: Mi papá sufre de hipertensión causado por diabetes tipo 2. Él no toma conciencia de la enfermedad que tiene. Únicamente se preocupa cuando sus faltas de cuidado personal (falta de rigurosidad en los alimentos, una alimentación balanceada acorde a su estado de salud, etc.) presentan señales llevándolo a un estado agravante como una internación de urgencia, un análisis clínico fuera de los parámetros normales, o incluso mareos. Una vez que los signos y síntomas desaparecen el retorna a su vida “normal”. Es decir que “SI NO HAY DOLOR TODO ESTA BIEN”. No sé hasta qué punto desconoce los problemas y dificultades que le podría traer su enfermedad pero sin duda es una enfermedad que él ya clasifico y sufre tratando de combatirla pero ignorando otras señales de suma importancia.

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La enfermedad como estímulo ¿Qué son las vacunas? Pequeñas cantidades de microbios introducidos a propósito al organismo para suscitar una reacción inmunitaria e impedir así males mayores. En decir, un estímulo. Por ello, podemos decir que el estímulo existe. Ahora bien podemos profundizar en cierto orden: ¿A qué son estímulos las enfermedades? A la evolución; al conocimiento; a la creatividad; a la solidaridad; a la transformación. 1. Evolución En el plano evolutivo, viendo el fenómeno desde una mirada predilecta (somos descendientes que han tenido suerte de sobrevivir) reconforta el hecho de que nuestra especie y demás vivientes hayan debido pasar a través de tantas agresiones morbosas. Las pestes pueden equilibrar la vida. La especie humana a tratado de erradicarla por legítima defensa y contará sus logros siempre y cuando consiga frenar el peligroso impulso hacia la epidemia final, la autodestrucción nuclear. En el momento, la evolución humana progresa por vías culturales, no más por las genéticoselectivas, o sea, de manera más civilizada y no salvaje, ahora sobreviven y se reproducen. Incluso los sujetos más débiles o los portadores de defectos genéticos, que antes morían tempranamente.es previsible que en el futuro se corrijan las anomalías genéticas con métodos preventivos. La idea de crear hombres genéticamente mejores es moralmente debatible y científicamente opinable; puesto que, en conclusión, la disminución de la variabilidad es un daño y no una ventaja para la especie. 2. Conocimiento Porque la ciencia siempre, o casi siempre, ha extraído del análisis de los fenómenos patológicos informaciones preciosas para el estudio del funcionamiento normal de los organismos vivientes. El estudio de las enfermedades infecciosas y las epidemias ha ofrecido un gran impulso a la revelación de los microbios, el descubrimiento a la inmunidad y la adaptación biológica. La enfermedad inclina a echar una mirada hacia dentro, ya que son ocasión de información científica y educación sanitaria. Los médicos se quejan de la falta de conciencia sanitaria y con autoritarismo, no dan información al paciente de su condición de salud, la historia clínica tampoco le es accesible al paciente. 3. Creatividad En cuanto a este estímulo, los conceptos difieren al máximo, tanto en las actitudes como también por las distintas experiencias vividas. Hay dos interpretaciones: Una es el malestar (y aún la locura) ayuda a la expresión artística; y la otra es que la creación representa una terapia que facilita la descarga de las tensiones y con ello la vuelta a la normalidad. La prevención y la cura se ve expresado en el deseo de la mayoría. Pero la “libertad de estar enfermo” posiblemente no consista en ser negada. Modelo de eficiencia total  Mozart (murió a los 35 años)

4. Solidaridad Estimula a estar más cerca de los otros. La enfermedad puede hacer emerger afectos, sentimientos, vínculos de solidaridad entre personas próximas, lejanas o desconocidas, y también 10

las grandes colectividades pueden encontrar en las enfermedades estímulos de asistencia recíproca. Las asociaciones de socorro mutuos formaron parte de las primeras asociaciones de trabajadores. Y han sido origen de sindicatos y partidos obreros. El voluntariado laico y religioso en las organizaciones más activas, dinámicas y desinteresadas. Las más difundidas, los dadores de sangre; y se ha sumado, luego del desarrollo de la técnica de los trasplantes, la Asociación Nacional de Dadores de Órganos. En Italia los Tribunales para los derechos del enfermo garantizan en hospitales una internación humana, garantizando una asistencia moderna y efectiva. Otra forma de solidaridad es la asociación de los enfermos o de sus familiares: discapacitados, enfermos mentales, hemofílicos, etc. 5. Transformaciones Una vasta solidaridad, estimulada por la conciencia de que las enfermedades expresan problemas a solucionar, se manifiesta en las acciones colectivas para la salud y la prevención. La lucha por la salud ha estimulado grandes transformaciones culturales y sociales (Un ejemplo, el smog de Londres). Tecnologías nuevas, sustancias químicas, y la organización del trabajo de manera más humana se han introducido como consecuencia de la acción sindical por la preservación de la salud y la seguridad. Sin importar las condiciones históricas y geográficas, las acciones de masas para combatir las enfermedades han tenido y tienen una influencia notable para aglutinar a los individuos y estimular la conciencia colectiva. Un ejemplo referente a este capítulo puede ser la campaña contra la gripe H1N1. En el 2009 surgió una pandemia que amenazaba con la calidad de vida, la famosa “gripe A”. Al desconocer las medidas que había que tomar uno no se quería acercar ni a la puerta de la casa. Los negocios comerciales y establecimientos donde frecuentaba la concentración de personas solo permitían el acceso de 1 o 2 personas para “estar más seguros”. Igualmente, nuestro país no tardó mucho en tomar medidas estrictas para combatir tremenda enfermedad que, por aquél entonces, no tenía cura. Se organizaron y se lanzó una campaña con el fin de informarse para prevenir el contagio, a concurrir al centro de salud más en caso de presentar algunos de los síntomas, no automedicarse con aspirinas porque era contraproducente para la salud, etc. La población comenzó a aplicar estas medidas conjuntamente con el lavado de manos, la integración del alcohol en gel en determinados momentos del día, cubrirse la boca y nariz con el antebrazo al toser o estornudar, etc. Y poco a poco se fueron tomando estas medidas que interrumpieron la propagación de la gripe de alguna manera hasta que surgió la vacuna que logró controlar por completo la situación. Si no fuera por las medidas que tomaron las personas cuando surgió esta influenza no se hubieran logrado los resultados favorables sanitarios. Además de las consecuencias positivas en la calidad de vida, la educación, la política y el acuerdo entre las ciudades y el Estado.

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