• Author / Uploaded
• Jesús Lozano Ruiz

• Categories
• Adultos
• Conceptos psicologicos
• Sicología y ciencia cognitiva
• Cognición
• Enseñando y aprendiendo

Citation preview

DISCIPLINA EN EL AULA Un proceso dialógico en el que intervienen múltiples actores. Particularmente en el aula intervienen docentes y alumnos. Estos deben comprenderse como elementos importantes del proceso y que por lo mismo tienen derechos y obligaciones. Entrar en una fase de concatenación, complementación, coordinación de intereses requiere en primera instancia de una actitud: la de comprendernos como personas, que independientemente de la posición y estatus que detentemos en la estructura del escenario escolar, seguimos siendo personas con intereses, derechos y gustos diferenciados. Se han documentado ampliamente que, incluso gemelos idénticos, que comparten la misma carga genética, el mismo ambiente familiar y hasta la misma escuela, a pesar de los esfuerzos , incorrectos, de sus padres por criarlos tratando de conservar una igualdad que parte de vestirlos igual, no logran que sus personalidades se asemejen. Desde sus primeros años, hasta la etapa adulta, ambos desarrollan personalidades e intereses diferenciados, cuando no opuestos. Si esto sucede entre quienes compartieron todo, iniciando con el útero, no podemos esperar que un aula donde conviven por lo menos un adulto y una variedad de personalidades infantiles, tan amplia como grande sea el grupo, encontremos homogeneidad y acuerdos fáciles sobre las normas de establecer normas interpersonales. A esto se suma que, de manera totalmente normal por el nivel de desarrollo encefálico prefrontal, a muchos de los chicos, no le hagan sentido las reglas que el docente les presenta a principio de ciclo escolar; que tampoco hayan desarrollado la capacidad de ponerse en los zapatos del otro, y que naturalmente egocéntricos, piensen que el mundo debe adecuarse a sus necesidades. Institucionalmente el docente corre con la responsabilidad de establecer un ambiente áulico de aprendizaje rico, fructífero, de colaboración, respeto y seguridad. En su afán por contener los ánimos lúdicos, motrices e incluso hostiles de sus alumnos, los docentes suelen echar mano de estrategias de distinto orden y origen. No es raro ver a docentes aplicando técnicas de control conductual de quienes los educaron, tanto en casa como en la escuela. Tiempo atrás, en un taller para padres que versaba sobre la violencia hacia los menores, paradójicamente las conclusiones a las que llegaban, tanto la maestra como un sector de los padres asistentes, era que no les parecía tan descabellada la antigua idea de “la letra con sangre entra”, e incluso no faltó la madre de familia que autorizaba a la maestra a darle sus nalgadas a su hijo. PROFR. JESUS LOZANO RUIZ