La Cristologia de Juan

La Cristología del Evangelio de Juan Un libro de texto del Instituto de Superación Ministerial Por Jaime y Jamie Mazur

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La Cristología del Evangelio de Juan Un libro de texto del

Instituto de Superación Ministerial

Por Jaime y Jamie Mazurek

Edición 1.0 2019 Derechos Reservados Los derechos de esta obra son propiedad exclusiva del Instituto de Superación Ministerial.



LA CRISTOLOGIA DEL EVANGELIO DE JUAN Por Jaime y Jamie Mazurek

Contenido

Prefacio - De qué se trata este libro

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Capítulo Uno - Introducción al Evangelio de Juan

3

Capítulo Dos - Comparación de Juan con los evangelios sinópticos

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Capítulo Tres - La estructura del Evangelio de Juan

19

Capítulo Cuatro - Las herramientas teológicas de Juan

22

Capítulo Cinco - El prólogo del Evangelio de Juan

26

Capítulo Seis - Las siete señales

42

Capítulo Siete - Jesús y el Shabbat en el Evangelio de Juan

51

Capítulo Ocho - Las Fiestas de Israel: El contexto de las declaraciones "Yo Soy"

54

Capítulo Nueve - Las siete declaraciones "Yo soy" (primera parte)

61

Capítulo Diez - Las siete declaraciones "Yo soy" (segunda parte)

78

Capítulo Once - Jesús y el Templo

85

Capítulo Doce - Jesús y la Nueva Creación

94

Bibliografía

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Prefacio: de qué se trata este libro Bienvenido a esta nueva y maravillosa asignatura del Instituto de Superación Ministerial - Cristología en Juan. Confiamos que al estudiar como Juan expresa la naturaleza de Jesús, usted también quedará pasmado por la gloria y majestad de nuestro Señor. Antes de entrar en materia sobre el Evangelio de Juan y su contenido cristológico, es preciso aclarar de qué se trata, y de qué no se trata, este libro y su asignatura correspondiente. En primer lugar, este libro no es un comentario expositivo sobre el Evangelio de Juan. Aunque hay bastante comentario sobre muchas porciones del texto, el lector no encontrará información acerca de cada palabra de cada versículo de Juan en esta obra. La asignatura tampoco es un estudio de todo el evangelio, versículo por versículo. En segundo lugar, este libro no entrega un resumen de todo el pensamiento teológico de Juan. Aunque se mencionan, la neumatología y la soteriología de Juan no son el enfoque principal de la obra. En tercer lugar, este libro no es un estudio comparativo de los cuatro evangelios y las cristologías que en todas ellas se expresan. Esta obra trata específica y exclusivamente la cristología que se halla en el cuarto evangelio. Tiene ese enfoque, porque en Juan hay tanto sobre aquel tema, que es imposible negar la necesidad y la importancia de su estudio profundo. El tema es de gran importancia, y muchos libros afines, mucho más extensos que este, ya se han escrito, y seguramente se escribirán en el futuro. Esperamos que este libro servirá para los fines de la institución que lo ha comisionado - brindar una introducción comprensible y motivante a la cristología juanina a pastores, maestros y otros ministros de la Palabra de Dios de habla hispana. El estudio de la cristología de Juan hoy cobra singular relevancia. Las creencias y los valores de la postmodernidad atentan contra el conocimiento de Cristo como el Hijo de Dios, Creador del universo y Salvador del mundo. Es imprescindible que todo ministro del evangelio conozca bien y comparta la hermosa revelación de Jesucristo que nos brinda el Evangelio de Juan. Para facilitar la lectura necesaria completa, se han incorporado las citas textuales bíblicas mas importates y relevantes con su texto, en lugar de indicar solamente referencias entre paréntesis. En esta obra se ha usado la versión La Biblia de las Américas para todas las citas textuales bíblicas. Se ha preferido esta versión por ser una traducción literal, bien apegado al texto original, a la luz de la mejor crítica textual (por ejemplo, Juan 1:18), y con un español contemporáneo y de fácil comprensión. Esta obra es el resultado de un trabajo colaborativo de un padre y una hija. Todo comenzó en el año 2016, cuando Jamie (la hija) escribió su tesis de grado para la Maestría en Literatura Bíblica en la Universidad Saint Andrews, en Escocia. Desde Chile, su padre, Jaime, le aportaba ideas y ánimo por medio de frecuentes contactos en Internet. El tema de la tesis fue precisamente, "La declaración de Jesús Yo soy la vid verdadera en el Evangelio de Juan". A partir de ahí, este estudio en equipo fue creciendo y profundizándose, dando como resultado este nuevo libro de texto. Esperamos que la lectura de esta obra le conduzca hacia hermosos descubrimientos de la naturaleza de Jesucristo que enriquecerán su relación con nuestro Señor. Jaime y Jamie Mazurek Santiago de Chile, 2019

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Capítulo Uno - Introducción al Evangelio de Juan

Es imposible sobredimensionar la importancia del Evangelio de Juan. Desde tiempos tempranos los cristianos dieron un lugar de máximo honor al cuarto evangelio, por ser obra del “discípulo amado” y por su perspectiva de Cristo como el Logos divino y encarnado. Juan tiene la visión más profunda de la gloria de Jesús, el Cristo e Hijo de Dios. En esta materia estudiaremos las perspectivas cristológicas tan singulares del Evangelio de Juan. Pero antes de entrar en eso, es necesario repasar los elementos básicos del libro. El Evangelio de Juan ha gozado de amplia aceptación y difusión desde su creación. Fue citado numerosas veces por los padres apostólicos. Martin Lutero lo consideraba como el más importante entre los cuatro evangelios, por enfatizar más a las palabras de Jesús que sus obras. No solamente los cristianos conocían y usaban el Evangelio de Juan. Los falsos maestros también se interesaron en usarlo para sus fines. Mani de Persia, fundador de la secta hereje manqueísta en el segundo siglo, se denominaba “el paracletos” o “el consolador”, tomando las palabras de Cristo en Juan cp. 14-16. Tales abusos continúan hasta hoy. Es imprescindible que todo ministro conozca, comprenda, predique y enseñe las grandes verdades que se revelan en este Evangelio, pero antes de estudiar en detalle algún pasaje en particular, es necesario tener una visión amplia y general de la obra. Por ese motivo se entrega aquí una breve introducción a este libro, tan importante para todo cristiano. A. Autor y Canonicidad del Evangelio Al igual que los tres evangelios sinópticos, el evangelio de Juan no identifica a su autor por nombre. La única mención de la identidad del escritor en el mismo Evangelio lo describe como "el discípulo amado". Jn. 21:20,24,25 Pedro, volviéndose, vio que les seguía el discípulo a quien Jesús amaba, el que en la cena se había recostado sobre el pecho de Jesús y había dicho: Señor, ¿quién es el que te va a entregar?. . . . Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas, y escribió estas cosas; y sabemos que su testimonio es verdadero. Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si es escribieran una por una, pienso qu eni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir. Amén. A pesar del consenso histórico que afirma que Juan, el díscipulo de Jesús nombrado en los evangelios, fue el "discípulo amado", escritor del Evangelio de Juan, hay quienes se han opuesto a esa idea. Algunos afirman que Lázaro, el hermano de María y Marta, fue el "discípulo amado". El amor que Jesús sentía por Lázaro se menciona dos veces en el Evangelio (11:3,36). Sin embargo, Lázaro no estuvo presente en la última cena. Lázaro no hubiera conocido tantos detalles sobre el ministerio de Jesús con los doce discípulos. Tampoco existe ningún testimonio de la patrística que avale esta teoría.

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Por otro lado, hay quienes piensan que Juan Marcos fue el discípulo en cuestión. En Hechos 12:12 se nombra a Juan Marcos como participante en la iglesia de Jerusalén. La iglesia se reunía para la oración en la casa de su madre, María. Juan Marcos era sobrino de Bernabé (Col. 4:10), y por ende un Levita (Hch. 4:36), conocedor de las costumbres judías. Pero, Juan Marcos no fue uno de los doce; tampoco estuvo en la última cena. Además, el testimonio unánime de la patrística es que Juan Marcos fue el escritor del Evangelio de Marcos - un evangelio con un estilo y énfasis muy diferente al de Juan. Rudolf Bultmann, padre de la "desmitologización" de las Escrituras, afirmaba que el Evangelio de Juan fue escrito después del año 150dC, y que el "discípulo amado" jamás existió, sino que era un recurso literario, un "discípulo idealizado". Sin embargo, la patrística y la arqueología demuestran lo contrario, como veremos más adelante. La explicación más obvia sobre la identidad del "discípulo amado" es que fue el discípulo Juan, hijo de Zebedeo, hermano de Santiago. Así lo atestiguan los padres de la Iglesia del segundo siglo. Pero, a pesar de aquellos testimonios, aun permanecen quienes opinan que Juan, el discípulo, no fue el autor del evangelio que lleva ese nombre. A continuación repasaremos y refutaremos algunos de sus argumentos, para en seguida presentar las evidencias a favor de la autoría juanina. Argumentos en contra de la autoría de Juan 1. Juan, el apóstol, murió demasiado temprano para haber escrito en Efeso el Evangelio que tenemos. Algunos afirman que Juan murió joven, antes de tener oportunidad para escribir un evangelio. Según el Códice Coislinianus, un manuscrito del siglo ix, Papias (60-163) habría dicho que "el apóstol Juan y su hermano Santiago murieron como mártires". Sin embargo, Papias no indica el año de la muerte de Juan. No existe ninguna fuente antigua que declara que Juan murió antes del reino de Trajano. Pero sí hay documentos que afirman que su muerte tuvo lugar al final del primer siglo. El mismo códice mencionado dice, "Después de Domiciano, Nerva reinó un año. Fue él quien llamó a Juan de la isla y le permitió que viviera en Efeso. En aquel tiempo el era el unico de los doce apostoles que quedaba con vida, y despues de componer el Evangelio que lleva su nombre fue juzgado digno de sufrir el martirio." (Codex Coislnianus, Paris 305). 2. La cristología de Juan es demasiado avanzada para haber sido escrita por un discípulo de primera generación, y sin mayor educación. Otros opinan que, aun si Juan vivió hacia la ancianidad, es difícil pensar que él escribió la obra, siendo que Juan, el discípulo de Jesús, fue un sencillo pescador, y no tuvo una educación formal. En tal caso el Evangelio que lleva su nombre fue probablemente escrito por miembros de la comunidad que él lideraba en Efeso, después de su muerte. Sin embargo, hay que tomar en cuenta los años de formación y desarrollo como un apóstol que vivió Juan tiempo cuando perfectamente pudo pulir sus conocimientos y capacidades de comunicación. También hay que tomar en cuenta que el griego empleado en el Evangelio de Juan es mucho más sencillo que el de Pablo, y que emplea un número de vocablos distintos mucho menor. 3. El contenido del evangelio sugiere que fue escrito por un cristiano de origen griego, en respuesta a los embates del gnosticismo del segundo siglo. Es un argumento especulativo y sin fundamento. Se podría decir lo mismo sobre la

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teología de Pablo. Fernand Baur, fundador de la Escuela de Tubinga, afirmaba que Juan fue escrito entre los años 160 y 170, como respuesta a los embates del gnosticismo, y como una reconciliación dialéctica de las teologías judías y helénicas. Esta teoría se basa en la filosofia Hegeliana. la cual postula que todas las ideas son producto de un proceso evolutivo dialéctico, donde una idea inicial (tesis) es confrontada por una idea diferente (antitesis) choque que eventualmente conduce a una tercera posición reconciliadora (sintesis). Baur aplicó esto al Evangelio de Juan afirmando que en los inicios de cristianismo hubo dos corrientes - la que enfatizaba el judaismo, liderado por Pedro, y la que enfatizaba a lo griego, liderado por Pablo. Por su parte, Bultmann decía que Juan fue escrito a la mitad del segundo siglo, bajo la influencia del Gnosticismo que se manifestaba con fuerza en aquel tiempo. Afirmaba que la teología del Logos es una aplicación de la cosmovisión gnóstica al relato de la vida de Jesús. Los eventos en el Evangelio serían mitos y sin valor histórico. Sin embargo, todos estos argumentos son deshechos a luz de las evidencias de la autoricidad juanina. Argumentos a favor de la autoricidad Juanina La evidencia interna: 1. Sin duda el escritor era un judío. Conocía bien las costumbres e instituciones judías en cuanto a la Ley, las bodas, los funerales, las ceremonias de purificación, las fiestas anuales, y el Templo - antes de su destrucción en el año 70. Un seudopígrafo, escribiendo a mediados del segundo siglo, no hubiera podido representar todas esas cosas correctamente. 2. El escritor era un residente de Jerusalén y Judea. Conocía bien diferentes localidades de Jerusalén como los estanques de Betesda y Siloé, lugares que posteriormente fueron destruidos en la conquista de Jerusalén por los romanos, y pasaron al olvido hasta su redescubrimiento en años recientes. Desde sus inicios, la Alta Crítica ha dicho que el Estanque de Betesda jamás existió, sino que fue un recurso literario inventado por un escritor del Evangelio de Juan del segundo siglo. Sin embargo, el arqueólogo alemán Conrad Shick, encontró las ruinas del estanque, con sus cinco pórticos en el año 1871. Por la profundidad del estanque, se aprecia el dilemma del hombre paralítico que decía, “otro desciende (katabaino) antes que yo.”

El Estanque de Betesda

Lo mismo sucede con el Estanque de Siloé. Muchos también pensaban que era un invento, hasta que en el año 2004, dos arqueólogos israelíes, Ronny Reich y Eli Shukron, lo descubrieron. Tiene casi 70 metros de longitud. 3. El escritor conocía íntimamente detalles importantes sobre Jesús y su ministerio. En Juan se registra muchísimo material, sobre todo palabras de Jesús, que no se hallan en los evangelios sinópticos.

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4. En Juan la expresión “discípulo amado” aparece cinco veces (13:23; 19:26; 20:2; 21:7, 20). Juan 21:24 lo identifica como el autor del Evangelio, “Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas, y escribió estas cosas; y sabemos que su testimonio es verdadero.” Este versículo es mencionado varias veces en la Patrística y en cada caso se identifica al discípulo como Juan el apóstol. La evidencia externa: 1. El testimonio de la Patrística Las iglesias primitivas valoraban a Juan de una manera singular y desde sus inicios reconocían a Juan, el discípulo de Jesús, como el escritor. El evangelio de Juan fue citado ampliamente en la Patrística como Escritura, comenzando con Clemente de Roma (c. 95-97), y luego por Policarpo (c.110-150), Papias (c. 130-140), Ireneo de Lyon (c. 130-142), Justino Mártir (c. 150-155) y tantos más, incluyendo a Origenes, Eusebio, Jerónimo, Tertuliano, Atanasio de Alejandría, y Agustín. Todos los testimonios sobre el particular en la literatura Patrística afirman que Juan era ese discípulo. A continuación se presentan las afirmaciones de la Patrística sobre la autoría y la canonicidad del Evangelio de Juan.

Policarpo (69-155) Policarpo fue Obispo de la Iglesia en Esmirna, autor de una Carta a los Filipenses. Según los relatos de Ireneo y Jerónimo, fue un discípulo directo de Juan. En su escrito a los Filipeneses, muestra una semejanza con las palabras de Juan, y cita directamente a I Juan 4:3. Ireneo escribió sobre Policarpo:

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"Te podría hablar del lugar donde el bendito Policarpo se sentaba para predicar la Palabra de Dios. Sigue en mi mente, la gravedad con que él entraba y salía, cual fue la santidad de su conducta, la majestad de su faz, y cuales fueron sus santas exhortaciones para el pueblo. Parece que puedo oirlo ahora mismo, relatar como conversaba con Juan, y muchos otros que habían visto a Jesucristo, y las palabras que había oido de sus bocas." (Carta de Ireneo a Florino) Justino Martir (100-165)— filósofo apologista ante el emperador romano Justino fue un líder de la Iglesia en Roma, y un defensor de los derechos de los cristianos ante las autoridades romanas. En su Primera Apología (61,4,5), sobre el bautismo dice, "Pues en el nombre de Dios el Padre y Señor del universo, y de nuestro Salvador Jesucristo y del Espíritu Santo, reciben el lavamiento con el agua. Porque Cristo también dijo, 'El que no naciere de nuevo, no puede entrar al reino de los cielos'.” Ahí cita a Juan 3:3,5. Es obvio que para su tiempo (año 150 aprox) en Roma ya se conocía bien el Evangelio de Juan. El Fragmento Muratoniano (año 170) primer listado del canon del N.T. El canon del Nuevo Testamento (listado de libros reconocidos como Escritura inspirada por Dios) más antiguo que se ha encontrado se llama el "Canon Muratoriano". La lista recibe su nombre de Ludovico Antonio Muratori, la persona quien lo halló en la Biblioteca Ambrosiana en Milano, Italia, en el año 1740. El documento que fue encontrado no estaba completo, por ende se le llama "Fragmento Muratoriano". Es una traducción al latín de un manuscrito griego de aproximadamente el año 170 dC., que describe los libros del Nuevo Testamento, entonces recibidos como inspirados en las iglesias, con comentarios sobre su canonicidad. En el fragmento se confirma la autoricidad juanina del cuarto evangelio. “Por lo tanto, aunque se enseñan comienzos distintos para los varios libros del evangelio, no hace diferencia para la fe de los creyentes, ya que en cada uno de ellos todo ha sido declarado por un solo Espíritu, referente a su natividad, pasión, y resurrección, su asociación con sus discípulos, su doble advenimiento - su primero en humildad, cuando fue despreciado, el cual ya pasó; su segundo en poder real, su vuelta. No es de extrañar, por lo tanto, que Juan presentara de forma tan constante los detalles por separado en sus cartas también, diciendo de sí mismo: "Lo que hemos visto con nuestros ojos y oído con nuestros oídos y hemos tocado con nuestras manos, éstas cosas hemos escrito". Porque de esta manera pretende ser no sólo un espectador sino uno que escuchó, y también uno que escribía de forma ordenada los hechos maravillosos acerca de nuestro Señor.” Ireneo de Lyon (140-202) Un gran defensor de la fe cristiana frente a los embates del gnosticismo del segundo siglo, fue Ireneo de Lyon. El comparte su conocimiento sobre el origen del Evangelio de Juan en su obra Contra Los Herejes, Libro III,1,1.

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“Por fin Juan, el discípulo del Señor «que se había recostado sobre su pecho» (Jn 21,20; 13,23), redactó el Evangelio cuando residía en Efeso.” Este testimonio es muy creíble e importante, ya que Ireneo fue discípulo de Policarpo, quien a su vez, fue discípulo de Juan. Eusebio de Cesarea (260-340) Eusebio de Cesarea fue el primer gran historiador del cristianismo. Su obra Historia Eclesiástica es una fuente de información de valor inestimable sobre la realidad de los primeros siglos de la iglesia, incluyendo los libros del Nuevo Testamento y sus autores. Eusebio identifica al apostól Juan como el autor del cuarto evangelio. Y, a su vez, Marcos y Lucas ya habían procedido a la entrega de sus respectivos Evangelios cuando se dice que Juan seguía haciendo uso de la predicación oral, y que finalmente se dedicó a escribirlo por causa de la siguiente razón: Habiendo sido ya divulgados los tres Evangelios escritos con anterioridad, llegando también a sus manos, dicen que los aceptó e incluso dio testimonio de su veracidad, pero que el relato carecía de los hechos que llevó a cabo Cristo en el principio y también en el comienzo de su predicación. La explicación es verdadera. Se puede ver cómo los tres evangelistas únicamente refieren por escrito los hechos del Salvador ocurridos un año después del encarcelamiento de Juan el Bautista. Y ellos mismos lo indican al principio de sus relatos. (Libro III, Cap. 24:7-8) Por esta causa dicen que se rogó a Juan para que expusiera en su Evangelio el tiempo no mencionado y los hechos del Salvador durante este período (es decir, antes del encarcelamiento del Bautista). Esto también lo menciona cuando dice: «Este principio de señales hizo Jesús», y cuando habla sobre el Bautista, entre los hechos de Jesús, diciendo que todavía bautizaba en Ainón, cerca de Salem. Esto lo expone claramente como sigue: «Porque Juan no había sido aún encarcelado». Así pues, Juan expone en su Evangelio escrito las obras anteriores al encarcelamiento del Bautista, pero los tres evangelistas restantes mencionan las que llevó a cabo después de que él fuera encarcelado. Quien considere estos factores ya no podrá creer que los Evangelios difieren entre sí, sino que el de Juan abarca los primeros hechos de Cristo y los otros relatos el final. Del mismo modo, debe haber silenciado la genealogía según la carne de nuestro Salvador porque Mateo y Lucas ya la habían escrito y debe haber empezado con su divinidad como si el Espíritu divino se lo hubiera guardado por ser más poderoso. (Libro III, Cap. 24:11-13) Toda mención del Evangelio de Juan y su autor en la Patrística afirma lo mismo, - que Juan el apóstol fue el autor de la obra. No existe ningún documento antiguo que afirme algo diferente.

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B.

Lugar y Fecha del Evangelio

Lugar El testimonio unánime de la literatura patrística es que Juan escribió el cuarto evangelio mientras vivía en Efeso y supervisaba las iglesias en Asia. Ireneo: “Por fin Juan, el discípulo del Señor «que se había recostado sobre su pecho» (Jn 21,20; 13,23), redactó el Evangelio cuando residía en Efeso.” (Contra Los Herejes, Libro III,1,1). “Finalmente la Iglesia de Efeso, que Pablo fundó y en la cual Juan permaneció hasta el tiempo de Trajano, es también testigo de la tradición apostólica verdadera.” (Contra los Herejes, III,3,4). Eusebio: "Así, pues, se hallaban los judíos cuando los santos apóstoles de nuestro Salvador y los discípulos fueron esparcidos por toda la tierra. Tomás, según sostiene la tradición, recibió Partia; Andrés, Escitia, y Juan, Asia, y allí vivió hasta morir en Éfeso." (Historia Eclesiástica III,1,1). Fecha Toda la evidencia interna además de la literatura patrística afirma una fecha temprana para el Evangelio de Juan - a fines del primer siglo. Considerando la tesis que Juan nació en el año 10, vino a ser discípulo de Jesús a los veinte años de edad, y que fallecio por el año 98, habría vivido 88 años. Ya se mostró aquí como Ireneo afirmó que Juan escribió el Evangelio en Efeso, y que vivió hasta el tiempo del Emperador Trajano, quien fue emperador desde el año 98 hasta el 117. Podemos confiadamente pensar que el Evangelio de Juan fue escrito por Juan en algún momento entre los años 80 y 90 (al tener entre 70 y 80 años de edad), probablemente antes de ser exiliado a la isla de Patmos por el Emperador Domiciano. El manuscrito P52 – papiro John Rylands La arqueología también comprueba una fecha de composición del Evangelio a fines del primer siglo. El fragmento de papiro con el texto neotestamentario más antiguo que se ha encontrado hasta la fecha, es precisamente un fragmento de un manuscrito griego del Evangelio de Juan, que sin duda se usaba en las comunidades cristianas en Egipto. Ese papiro, denominado “Papiro John Rylands” o P52, data de aproximadamente el año 125 a 150 y fue hallado en Egipto en 1920. Es bastante pequeño, midiendo solo 9 x 6 cm. En un lado hay palabras de Juan 18:31-33 y en el otro de Juan 18:37 y 38. Si para el año 125 dC ya circulaban copias de Juan en Egipto, es obvio que la obra original fue escrita un buen número de años antes.

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C. Ocasión del Evangelio de Juan La ocasión de la escritura del Evangelio de Juan fue el tiempo tan difícil que vivieron las iglesias durante las últimas décadas del primer siglo. Había dos grandes amenazas: 1) Persecución, por el imperio romano como también por el judaismo, y 2) la incipiente herejía del gnosticismo. El Evangelio de Juan trata con ambos desafíos. 1. Persecución por los romanos y judíos Roma tomó nota de los cristianos y comenzó la persecución de las iglesias a partir del año 49. El Emperador Claudio, quien no distinguía entre los judíos ortodoxos y los cristianos los expulsó a todos de la ciudad de Roma (Hechos 18:2). El historiador romano Seutonio escribió, "Como los judíos constantemente creaban disturbios por la instigación de Crestos, el emperador Claudio los expulsó de Roma." En el año 64 el emperador Nerón inició su persecución de los cristianos en Roma y sus alrededores. El joven emperador era sumamente déspota y narcisista. Procuraba darse a conocer como un músico, poeta y corredor de carros tirados por caballo. Hizo muchos proyectos de construcción ambiciosos, financiados con grandes alzas de impuestos, cosa que condujo a una serie de atentados contra su vida. Según los historiadores Seutonio y Tacito, el 18 de Julio del año 64, Nerón incendió parte de la ciudad de Roma para así eliminar edificios viejos y abrir espacio para proyectos nuevos que deseaba edificar. Pero el incendio se descontroló, dañando severamente a diez de los catorce distritos de la ciudad, tres de los cuales fueron totalmente consumidos por las llamas. El fuego tardó más de una semana en ser apagado. Cuando el pueblo se rebeló, Nerón acusó falsamente a los cristianos de ser los causantes del incendio. Tácito escribió: "Nerón presentó como culpables y sometió a los más rebuscados tormentos a los que el vulgo llamaba cristianos, odiados por sus ignominias. Cristo, del que recibían el nombre, había sido ejecutado por el procurador Poncio Pilato bajo el gobierno de Tiberio. La execrable superstición, reprimida momentáneamente, renació de nuevo no sólo por Judea, origen del mal, sino por toda la Ciudad, lugar en el que todas confluyen y donde se celebran toda clase de atrocidades y vergüenzas." El caso es que se comenzó por detener a los que confesaban abiertamente su fe, y luego, por denuncia de aquéllos, a una ingente multitud, y resultaron convictos no sólo de la acusación del incendio sino del odio al género humano. Pero a su suplicio se unió el escarnio, de manera que perecían desgarrados por perros tras haberles hecho cubrir con pieles de fieras, o bien clavados en cruces, al caer el día, eran quemados de manera que sirvieran de iluminación durante la noche. Nerón había ofrecido sus jardines para tal espectáculo, y daba festivales circenses mezclado con la plebe, con atuendo de auriga o subido en un carro. Por ello, aunque fueran culpables merecieran los máximos castigos, provocaban la compasión, ante la idea de que perecían no por el bien público, sino para satisfacer la crueldad de uno solo.” (Tác., Anales., XV, 44). Nerón se suicidó el 9 de junio del año 68, a los treinta años de edad. Fue el primer emperador romano muerto por su propia mano.

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La Primera Guerra Judeo-romana (69-73) llevó a la completa destrucción del Templo y gran parte de la ciudad de Jerusalén en el año 70. El resultado fue un creciente rechazo de personas judías-cristianas en las comunidades y sinagogas judías. Justamente es en el Evangelio de Juan donde aparecen las únicas instancias en el Nuevo Testamento de la palabra aposunagogos – ¨expulsado de la sinagoga” (Juan 9:22; 12:42; 16:2). En los años 80 Domiciano estableció el culto al emperador como la religión imperial y desató una persecución general de la Iglesia, resultando en el destierro de Juan a la isla de Patmos. 2. La incipiente herejía gnóstica Además de la persecución romana, hubo herejías que atacaron a la iglesia, particulamente de parte de maestros gnósticos, de los cuales Cerinto fue uno de los más destacados. Según diferentes fuentes de los primero siglos de la era cristiana (Ireneo de Lyon, Epifanio de Salamis, Eusebio, y la recientemente descubierta obra Epistula Apostolorum), Cerinto (50-100dC) fue un maestro hereje que impactó fuertemente en las iglesias de Asia del primer siglo. Pasó un tiempo en Egipto donde formuló sus ideas bajo la influencia del Platonismo, y luego fundó una escuela filosófica en Asia Menor desde la cual extendía su influencia. Según Epifanio, Pablo escribió su carta a los Gálatas en respuesta a la influencia de los seguidores de Cerinto en las iglesias de aquella región. Ireneo afirmó que el Evangelio de Juan fue escrito precisamente para contradecir las falsas enseñanzas de Cerinto. "Juan, el discípulo del Señor, predicó la misma fe, pues con su Evangelio quiso erradicar el error sembrado entre muchas personas por Cerinto." (Ireneo, Contra los herejes, III. 2.2.4.1) Ireneo continua con una descripción profunda de la person y enseñanza de Cerinto en su obra Contra los herejes: "Un tal Cerinto, en Asia, enseñó que el mundo no fue hecho por el primer Dios, sino por una Potestad muy separada y distante del primer Ser (Authentía) que está sobre todo, y que no conocía al Dios que está sobre todas las cosas. También hipotizó que Jesús no ha nacido de una Virgen (pues le parecía imposible), sino que fue hijo de José y María de modo semejante a todos los demás hombres, y era superior a todos en justicia, poder y sabiduría. Y después del bautismo, desde el primer Ser que está sobre todo, el Cristo descendió sobre él en forma de paloma, y desde ese momento anunció al Padre desconocido y realizó los milagros; y al final el Cristo de nuevo se retiró de Jesús, y Jesús sufrió y resucitó, pero el Cristo continuó impasible, pues existía como un ser pneumático." (Ireneo, Contra los herejes, I, 3.26.1) Cerinto afirmaba que el mundo fue creado no por Dios, sino por otra ente espiritual, un "demiurgo" (artesano) que no conocía al Dios verdadero. Según Cerinto, Jesús fue un ser humano normal, hijo de José y María que fue investido de "el Cristo" un espíritu divino, en el momento de su bautismo. A diferencia de los gnósticos que surgirían con mayor fuerza en el

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segundo siglo, Cerinto enseñaba que la salvación se lograba por medio de cumplir la ley de Moisés. Ireneo también escribió sobre el testimonio de Policarpo en cuanto a Cerinto: "Algunos le oyeron contar que Juan, el discípulo del Señor, habiendo ido a los baños en Efeso, divisó en el interior a Cerinto. Entonces prefirió salir sin haberse bañado, diciendo: "Vayámonos, no se vayan a venir abajo los baños, porque está adentro Cerinto, el enemigo de la verdad". (Ireneo, Contra los Herejes III, 1.3.2) Es muy fácil ver como el Evangelio de Juan, con su énfasis en la auténtica encarnación de Jesus, el eterno Hijo de Dios, fue una verdadera arma contra los embates del temprano gnosticismo. Así vemos que la ocasión de la creación del Evangelio de Juan fue un tiempo muy complicado, con desafíos que los evangelios sinópticos quizás no trataban de una manera suficiente para la situación. De ahí, la necesidad de este evangelio. D. Los destinatarios del Evangelio de Juan Mucho se ha debatido sobre la identidad de los destinatarios del evangelio de Juan. Todo es contigente con la concepción de la fecha de composición que se maneja. Hay basicamente dos posturas. •

Fue escrito para griegos, por un cristiano griego, a mitades del segundo siglo.



Fue escrito por un judio, mayormente para judíos, durante la segunda mitad del primer siglo.

Ya hemos visto que la evidencia abrumadora nos indica una fecha temprana para el Evangelio. El estudio cuidadoso del texto revela que Juan escribió a una comunidad mezclada, mayormente de judíos, pero también de gentiles, personas de culturas muy diferentes y a menudo hostiles, pero transformados y unidos por la fe en Jesús. A continuación se señalan las evidencias internas que hay sobre los destinatarios: 1. Mayormente judíos Aunque en el tiempo de la escritura del Evangelio de Juan existía una mezcla de las culturas judía y griega en muchos cristianos (como el caso de Pablo), el Evangelio de Juan enfatiza tanto a cuestiones del judaísmo, que hace pensar que sus lectores originales eran mayormente personas judías. Personas netamente griegas no hubieran comprendido tantas particularidades sobre las fiestas, creencias y costumbres judáicas, como tampoco las particularidades geográficas de Judea y Jerusalén. 2. Personas conocedoras de Juan el Bautista El Evangelio de Juan destaca mucho la persona y el ministerio de Juan el Bautista, contrastándolo con Cristo: • 1:6-8,15 el que no era la luz, pero dio testimonio de la luz • 1:19–42 el que identificó a Jesús como el cordero de Dios 12

• •

3:22–4:6 el que no era el esposo, sino el amigo del esposo 10:40–41 el que no hizo señales, pero decía verdades

Es posible que los destinatarios previamente fueron discípulos de Juan. El Evangelio de Juan destaca como Juan el Bautista insistía que él no era nadie de importancia, y que Jesús era el Cristo, el Mesías. 3. Cristianos judíos expulsados de sus sinagogas Una característica singular del Evangelio de Juan es el empleo del vocablo griego aposunagogos (expulsado de la sinagoga), Solamente aparece en Juan, y no en ningún otro lugar de la Biblia. Aparece en Juan 9:42, 12:42, y 16:2. 4. Personas no-judías A pesar del énfasis en cosas que los judios comprenderían mejor que nadie, hay algunas instancias en el Evangelio de Juan donde se hace explicación de algunos detalles para beneficio de lectores no judíos. • • •

1:41 - se explica que Cefas (nombre arameo) significa Pedro. 4:9 - se explica que los samaritanos no se relacionan con los judios 19:31 - se explica que el Shabbat era un día sagrado para los judios. E. Propósito y Función del Evangelio de Juan

El propósito fundamental del Evangelio de Juan era la evangelización y el fortalecimiento de la fe en Jesucristo. Juan declara que su intención era lograr que sus lectores creyesen en Jesucristo, para así alcanzar la salvación y la vida eterna. “Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.” (Jn. 20:30,31). Juan declara ahi en 20:30, 31 que su propósito al describir las obras de Jesus como señales era motivar a sus lectores a creer: 1) que Jesús es el Cristo 2) que Jesús es el Hijo de Dios y para que al creer. 3) tengan vida en su nombre. "Que Jesús es el Cristo" - es un concepto judío. Muestra que Juan escribe a destinatarios judíos. Vincular al Cristo con señales era lógico, pues las esperanzas mesianicas incluían señales. Si uno llegara clamando ser el Mesías y no hacia señales, no sería tomado en cuenta. Solamente en este evangelio (Juan), además de la traducción Cristo (christos) aparece el vocablo messias (hebreo mashiah) y en ningun otro lugar del Nuevo Testamento - Jn 1:41 (Andrés) y 4:25 (la mujer samaritana). Todo el resto del NT se limita a la palabra griega christos. Es notable que los samaritanos invitados por la mujer para escuchar a Jesús expresaron una esperanza mesiánica universal y no local de solamente los judíos. Juan 4:42 "y decían a la mujer: Ya no creemos por lo que tú has dicho, porque nosotros mismos le hemos oído, y sabemos que éste es en verdad el Salvador del mundo." (LBLA - la RVR añade "el Cristo" pero la critica 13

textual no lo admite.) La confesión de fe, "Jesús es el Cristo" tendría mucha importancia, y muchas consecuencias en la vida de un judío. Lo marcaría como uno que debía ser expulsado de la sinagoga. Para creyentes gentiles, pere familiarizados con el mesianismo judío, también tendría un importante significado. "Que Jesús es el hijo de Dios" - es un concepto atrayente a los grecorromanos además de los judíos. Esa confesión aparece varias veces en Juan. a) b) c) d) e) f) g) h)

1:18 1:49 6:69 9:35 10:36 11:4 11:27 19:7

Como vimos, Juan escribió a una comunidad de creyentes judíos y gentiles. Enfatiza más que cualquier otro evangelista la divinidad de Cristo, y muestra a los judíos expulsados de sus sinagogas, que el creer en Cristo es lo que los hace hijos de Dios, pues en Cristo estaba el pleno cumplimiento de todo lo anticipado en las fiestas e instituciones de Israel.

14



Capítulo Dos - Comparación de Juan con los evangelios sinópticos Un estudio breve basta para reconocer que Juan es muy diferente a los evangelios sinópticos. Hay una cantidad de cosas que Juan comparte con los tres, pero una muchas más cosas que le son únicas. En este capítulo repasaremos las similitudes y las diferencias entre Juan y los demás evangelios en el Nuevo Testamento. Los evangelios sinópticos A Mateo, Marcos y Lucas se les llaman los "evangelios sinópticos" por tener contenidos y perspectivas muy similares. En algunas instancias los tres narran un mismo evento con las mismas frases. (Por ejemplo, la sanidad del leproso que se narra en Mateo 8:14, Marcos 1:40-45 y Lucas 5:12-16.) Existen dos teorías sobre el origen de los evangelios sinópticos y sus muchas similitudes. 1) La Hipótesis Agustiniana (por San Agustin) afirma que Mateo fue el primer evangelio escrito, y que Marcos y Lucas luego copiaron material suyo, complementándolo con información que cada cual tenía en mano. 2) La Hipóstesis Q postula que el primer evangelio escrito y fuente para los otros dos sinópticos, fue Marcos. Además de Marcos, otra fuente (hoy perdida) denominado "Q" (por "quelle" - fuente en Alemán) también aportó material que es común solamente a Mateo y Lucas, y que cada evangelista añadió información que tenía a mano por su cuenta. Interesantemente, el material que es común y exclusivo a Mateo y Lucas consiste mayormente de dichos y discursos de Jesús.

La Hipotesis Q

Los contenidos comunes y exclusivos de Mateo y Lucas (¿la fuente Q?) Tema

Mateo

Lucas

Las bienaventuranzas

5:1-12

6:20-23

Ojo por ojo

5:38-42

6:27-31

El amor a los enemigos

5:43-48

6:32-36

El Padrenuestro

6:9-13

11:1-4

El árbol y su fruto

7:15-23

6:43-45

El prudente y el insensato

7:24-27

6:46-49

El costo de seguir a Jesús

8:18-22

9:57-62

La señal de Jonás

12:38-42

11:29-32

El regreso de un espíritu inmundo

12:43-45

11:24-28

La parábola de la levadura

13:33

13:20-21

Ciegos guiando a otros ciegos

15:12-14

6:39

La parábola de la oveja perdida

18:12-14

15:1-7

15

A.

Similitudes entre Juan y los Sinópticos

Es muy posible que Juan, al igual que Mateo y Lucas, empleó el evangelio de Marcos como una fuente de información. A continuación se presenta una tabla que indica las narraciones que son comunes entre Juan y los sinópticos. Narraciones incluidas en Juan y también los sinópticos: Narración Mateo

Marcos

Lucas

Juan

El ministerio de Juan el Bautista

3:1-10

1:1-7

3:1-8

1:19-28

Jesús, el bautizador en el Espíritu Santo

3:11,12

1:8

3:16,17

1:29-34

La alimentación de los cinco mil

14:15-21

6:35-44

9:12-17

6:3-14

Jesús caminando sobre el agua

14:24-27

6:48-52

6:16-21

Jesús ungido en Betania

26:6-13

14:3-9

12:2-8

La entrada triunfal

21:8-11

11:7-10

19:35-38

12:12-18

La última cena

26:17-19

14:12-16

22:7-14

13:1-4

La traición de Judas

26:21-25

14:18-21

22:21-23

13:21-30

El juicio judío de Jesús

26:57

14:53

22:54

18:13-14

La negación de Pedro

26:69-75

14:66-72

22:55-62

18:17-27

Pilato suelta a Barrabás

27:15-26

15:6-15

23:13-25

18:38-40

La crucifixión de Jesús

27:35-44

15:25-32

23:32-43

19:18-27

José de Arimatea y la sepultura de Jesús

27:57-60

15:42-46

23:50-53

19:38-42

La resurrección de Jesús

28:1-10

16:1-11

24:1-12

20:1-10

Se puede apreciar que los puntos de encuentro entre Juan y los sinópticos generalmente son narraciones de acciones de Jesús, mas que sus discursos o enseñanzas. B.

Singularidades del Evangelio de Juan

Juan se distingue de los evangelios sinópticos de muchas maneras. Las narraciones que se encuentran en los sinópticos que no se hallan en Juan incluyen a los siguientes: • El nacimiento de Jesús en Belén, con mención de pastores, reyes, Herodes, ángeles, etc. • El bautismo de Jesús • La tentación de Jesús en el desierto • La confesión de fe de Padro • La transfiguración de Cristo en el monte • Las enseñanzas de Cristo sobre los últimos días • El pan y la copa en la última cena • Su oración en el Getsemaní • La Ascensión • Ninguna mención de endemoniados • Ninguna parábola

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En cambio, el Evangelio de Juan sí tiene numerosas narraciones que no se repiten en ninguno de los evangelios sinópticos. Entre estos están los siguientes: • • • • • • • • • • • • • • • • • •

El prólogo sobre Jesús como el Verbo y el Creador Jesús declarado el "Cordero de Dios" Eventos de su ministerio en Judea y Samaria La conversación con Nicodemo La conversación con la mujer samaritana La sanidad de paralítico en el estanque de Betésda La enseñanza sobre el pan de vida Las declaraciones "yo soy" Jesús como agua viva Jesús afirma su divinidad declarando ser "yo soy" antes de Abraham La sanidad del ciego en Jerusalén El discurso sobre el Buen Pastor La resurrección de Lázaro Jesús lava los pies de sus discípulos El discurso en la Santa Cena El discurso sobre el Espíritu Santo - otro Consolador La oración sacerdotal de Jesús La restauración de Pedro al ministerio, y la predicción de su martirio1

Además de estas narraciones, el Evangelio de Juan se distingue de los sinópticos en varias de sus características. Por ejemplo: ◦

En vez de comenzar con la narración del nacimiento o el bautismo de Jesús, Juan comienza con la declaración de la existencia eterna de Jesucristo, con lenguaje similar a Génesis 1 "en el principio".



Juan enfatiza, más que los sinópticos, el atributo divino de su omnisciencia. Conocía el pasado de la mujer samaritana (Jn. 4:16,17); sabía cuánto tiempo llevaba el paralítico en el Estanque de Betesda (Jn. 5:6); sabía cómo alimentaría a la multitud antes de hacerlo (Jn. 6:6); sabía que Lázaro había muerto (Jn. 11:14); sabía que Judas lo traicionaría (Jn. 13:21-26); sabía que Pedro le negaría tres veces (Jn. 13:38); sabía lo que le pasaría después a Pedro (Jn. 21:8).



Juan enfatiza el contexto religioso de las fiestas de Israel como telón de fondo para las declaraciones más importantes de Jesús, cosa que no sucede con los sinópticos. Las fiestas que se mencionan en Juan son: 1. 2. 3. 4. 5. 6.



La Pascua - cuando Jesús purifica el Templo (2:13) Otra fiesta (probablemente Tabernáculos) - cuando sana al paralítico (5:1) Segunda Pascua - alimentación de cinco mil (6:4) Tabernáculos - "Ríos de agua viva", "Luz del mundo" (7:2,37; 8:12;9:5) Dedicación - el buen pastor (10:22) Tercera Pascua - la última cena, crucifixión y resurrección de Jesus (13:1)

Juan destaca la semana de la pasión y en particular, sus palabras durante la

1 Juan. Serie Fe y Accion 2018, p. 5. 17

última cena, más que los sinópticos. ◦

Los evangelios sinópticos enfatizan el ministerio de Jesús en Galilea. Las narraciones de su ministerio en Jerusalén solamente se dan durante su semana de pasión. En cambio, en Juan el escenario principal es Jerusalén y Judea, con pocas ocasiones en Galilea, las cuales son: • El llamamiento de Natanael en Betsaida (1:43-49) • El agua en vino en las bodas en Caná de Galilea (2:1-13) • Encuentro con la mujer al pasar por Samaria (4:3-42) • La sanidad del hijo del noble en Caná (4:43-5:1) • La alimentación de los cinco mil, el andar sobre el mar (6:1-7:14)



En los Sinópticos se enfatizan los discursos de Jesús a las multitudes, como el Sermón del Monte (Mateo 5) y sus instrucciones para los setenta (Lucas 10). En Juan, sin embargo, se enfatizan las conversaciones privadas de Jesús. Por ejemplo, sus conversaciones con: • Nicodemo (3:1-21) • la mujer samaritana (4:1-26) • Maria y Marta (11:17-44) • los discípulos en la Cena (13:7-17:26) • Pilato (18:33-37) • Pedro (21:15-23)



Juan enfatiza las confrontaciones que Jesús tuvo con los judíos. La expresión “los judíos” (ioudaios) aparece 71 veces en el Evangelio de Juan, mucho más que en los tres sinópticos sumados juntos. (En Mateo y Lucas solamente aparece 5 veces cada uno.) Juan destaca con fuerza la oposición constante de los judíos a la persona y obra de Jesús.



La expresión aposunagogos (expulsado de la sinagoga) solamente aparece en el Evangelio de Juan. •

Jn. 9:22 “… tenían miedo de los judíos, por cuanto los judíos ya habían acordado que si alguno confesase que Jesús era el Mesías, fuera expulsado de la sinagoga.”



Jn. 12:42 “muchos creyeron en él, pero a causa de los fariseos, no lo confesaban, para no ser expulsados de la sinagoga.”



Jn. 16:2 “Os expulsarán de las sinagogas, y aun viene la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios.”

Se puede apreciar la singularidad del Evangelio de Juan.

18



Capítulo Tres - La estructura del Evangelio de Juan Aunque no todos los teologós lo ven de la misma manera, una buena lectura del Evangelio de Juan deja ver que el libro tiene cuatro divisiones intrínsecas, fácilmente reconocibles. I. El prólogo - (Jn. 1:1-18) Este pasaje de manera muy poética y elegante expresa la Cristología de Juan, Se puede pensar en el Prólogo como una introducción al Evangelio, que identifica los temas principales que luego se desarrollan de manera más profunda en las otras divisiones del libro. Entre aquellos temas encontramos: Jesús era el logos, la expresión, el verbo de Dios, existente desde la eternidad, creador de todas las cosas; este Cristo fue encarnado, y vino al mundo para manifestar la gloria de Dios. Los que le reciben, son hechos hijos de Dios. II. El ministerio público de Jesús - (Jn. 1:19-12:50) Esta división narra los eventos claves del ministerio de Jesús. Los siete milagros (smeion) encuadran la narración del ministerio de Jesús. III. El ministerio privado de Jesús - (Jn. 13:1-20:31) Esta división narra los eventos de la última semana del ministerio terrenal de Cristo, sus discursos con sus discípulos durante y después de la última cena, su crucifixión y resurrección. IV. Epílogo – la misión de los discípulos - (Jn. 21:1-25) El Evangelio concluye con la misión que ahora nos corresponde hacer – alimentar y cuidar al rebaño de Dios, hasta que el Señor vuelva. Otros ejemplos de la estructuración que se hace del Evangelio de Juan 1. Texto de Fe y Accion El texto Fe y Acción propone un bosquejo bastante sencillo y fácil de recordar. Reconoce solo tres grandes divisiones: 1. 2. 3.

El ministerio público de Jesús - caps. 1-12 El ministerio privado de Jesús - caps. 13-17 El ministerio público de Jesús - caps. 18-21 2. Comentario Aplicación NVI

El profesor Dr. Gary Burge propone un bosquejo bastante más elaborado, reconociendo el bosquejo comunmente usado - Prologo - Ministerio Público - Ministerio Privado - Epílogo, con la diferencia que usa la nomenclatura "Libro de Señales" y "Libro de la Gloria" para las dos divisiones principales centrales. Su bosquejo es enriquecido con los sub-

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puntos que identifican a las diversas instituciones del judaismo que con las cuales Jesús tuvo interacción según el Evangelio de Juan. Prologo I.

II.

1:1-18

El libro de las señales A. Juan el Bautista B. Las instituciones del judaismo 1) Purificacion ritual 2) El Templo 3) Un rabino 4) Un pozo sagrado C. Las fiestas del judaismo 1) El sábado 2) La pascua 3) La fiesta de tabernáculos 4) La fiesta de dedicación D. Lázaro y la unción de Jesús E. Ruego final de Jesús en Jerusalén

Caps. 1-12 1:19-51 2:1-4:54

5:1-10:39 Cap. 5 Cap. 6 Cap. 7-9 Cap. 10 11:1-12:8 12:9-50

El libro de la gloria A. Lavamiento de pies B. Discurso de despedida 1) Sobre el Espíritu Santo 2) Sobre la persecución 3) Sobre la revelación 4) Oración final de Jesús C. La pasión de Jesús 1) Arresto 2) Juicio 3) Crucifixión 4) Resurrección

Epílogo

Caps. 13-20 13:1-32 13:31-16:33

Cap. 17 Cap. 18-20

Cap. 21 3. Word Biblical Commentary

El Dr. Beasley-Murray (1916-2000), profesor destacado del Seminario Bautista del Sur, repite el bosquejo tradicional, destacando las señales de Jesús en los sub-puntos. I.

El prólogo

1:1-18

II.

El ministerio público de Jesus 1:19–12:50 A. Testimonios sobre Jesus (Juan y los primeros discípulos 1:19–51 B. La revelación de la Nueva Orden en Jesus 2:1–4:42 (Dos señales: el agua convertido en vino, la limpieza del Templo) 1) El agua convertido en vino 2) La limpieza del Templo. 3) Dialogo con Nicodemo - en respuesta a la primera señal 4) Dialogo con la Samaritana - en respuesta a la segunda señal

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C. Jesús, el Mediador de Vida y Juicio 4:43-5:47 (Dos señales: la sanidad de joven, y del paralítico en Betesda, seguidos por un discurso sobre la tarea escatológica de Jesús) D. Jesús, el pan de vida 6:1–71 (Dos señales: la alimentación de la multitud, y el caminar sobre agua - seguidos por un discurso sobre Jesús, el cumplimiento de la Fiesta de la Pascua E. Jesús el agua y la luz de la vida 7:1-8:59 (Jesús como el cumplimiento de la Fiesta de Tabernáculos - conflicto entre los representantes de Dios y el mundo. F. Jesús, la Luz y el Pastor de la Humanidad 9:1–10:42 (La señal de la sanidad del ciego, el discurso sobre el Buen Pastor, y Jesus como el cumplimiento de la Fiesta de Dedicación del Templo. G. Jesus, la Resurrección y la Vida 11:54 (La señal de la resurrección de Lázaro y el complot de los sumo sacerdotes contra Jesús. H. Jesús el Rey, Triunfante por medio de la muerte 11:55–12:50: (Dos actos significantes - el ungimiento de Jesús y su entrada a Jerusalén, con un discurso sobre su glorificación y el epílogo de su ministerio. III. La pasión y resurrección de Jesús 13:1–20:31 A. El ministerio de Jesús a los discípulos en el aposento 13:1-17:26 1. El lavado de pies 13:1–30 (Una señal de limpieza por medio de la muerte de Jesús, y un ejemplo a seguir 2. La ida y el retorno de Jesús 13:31–14:31 3. Jesús la vid verdadera 15:1–17 4. El odio del mundo hacia la Iglesia 15:18–16:4a 5. El gozo que vence sobre la tribulación 6. La oración de consagración 17:1–26 B. La muerte y resurrección de Jesús 18:1–20:31 1. El arresto de Jesús 18:1–11 2. El juicio ante el Sumo Sacerdote 18:12–2 3. El juicio ante Pilato 18:28–19:16a 4. Crucifixión y sepultura de Jesús 19:16b–42 5. Resurrección de Jesús 20:1–31 IV. Epílogo - la misión de la Iglesia y sus apóstoles principales 21:1–25 Es bastante evidente que el bosquejo tradicional - Prologo - Ministerio Público (Señales) - Ministerio Privado (Gloria) - Epílogo - refleja bien la estructura del cuarto evangelio. Ampos bosquejos por Burge y Beasley-Murray son herramientas muy útiles para facilitar el estudio de Juan.

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Capítulo Cuatro - Introducción a los recursos cristológicos de Juan La característica sobresaliente de Juan en comparación con los Evangelios Sinópticos es su uso de las Escrituras, leyes, instituciones y fiestas judías como medios para enseñar la verdad de Cristo. Juan reconoce en Jesús el cumplimiento pleno de toda la verdad que Dios reveló a Israel por medio de dichas instituciones. En este sentido Juan es semejante a la Epístola a los Hebreos, la cual también destaca a Jesús como el mejor revelador, el mejor sacrificio, y el mejor sumo sacerdote. El mensaje de Juan es que toda la ley y las instituciones de Israel tienen su cumplimiento perfecto en Jesús. Mas adelante veremos a varias de estas herramientas teológicas de Juan en detalle, pero aquí se presentan a modo de introducción. 1) 2) 3) 4) 5) 6) 7)

El paradigma particular del Génesis y del A.T. en general. Las señales (semeion) El Shabbat y las fiestas de Israel Las declaraciones "Yo soy" (ego eimi) El Templo de Jerusalén La Nueva Creación Vocablos y números significativos - luz, verdad, creer, gloria, vida, eternidad, el número siete.

A menudo en una misma narración Juan puede emplear varios de estos recursos. Por ejemplo, en el Prólogo hay elementos de la narración de la creación de Génesis y también del Templo. Eso hará que ciertos pasajes se estudiarán más de una vez en el transcurso del estudio de estos recursos. 1. El paradigma particular del Génesis y del Antiguo Testamento en Juan Uno de los recursos teológicos que Juan emplea en su cristología es reconocer el rol de Jesucristo en narraciones claves del Antiguo Testamento, particularmente en la Creación del universo, y en la revelación de Dios a Moisés. Juan destaca la deidad de Jesucristo, más que cualquier otro evangelio. En contraste con los sinópticos que comienzan con el nacimiento o el bautismo de Jesús, Juan describe a Cristo en su condición pre-encarnada, divina. “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.” (Jn. 1:1-3). Las siete declaraciones “Yo soy” de Jesús también afirmaban la verdad de su deidad. El mismo Dios revelado a Israel, se había hecho carne. La creación Se aprecia le influencia de la narración de la creación en Genesis, en el prólogo de Juan. Genesis 1:1 y Juan 1:1 ambos comienzan con "En el principio"... en griego Ἐν ἀρχῇ. Genesis 1 "En el principio" 1:1

Juan 1:1-18 "En el principio" 1:1

"creó Dios los cielos y la tierra" 1:1 "dijo Dios" 1:3

"Todas las cosas por él fueron hechas" 1:2 "el Verbo" 1:1

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"Sea la luz" 1:3 "separó Dios la luz de las tinieblas" 1:4

"la luz de los hombres" 1:4 "las tinieblas no prevalecieron contra ella" 1:5

Sus acciones creadoras En algunas de la narraciones de Juan sobre la acciones de Jesus vemos ecos del registro de Génesis sobre la Creacion. El mendigo ciego (Juan 9:6) - Jesús untó barro en sus ojos - nos recuerda como Dios formó al hombre de la tierra El Espíritu Santo (Juan 20:22) - Jesús sopló sobre sus discípulos - nos recuerda a cuando Dios sopló en Adan. El Tabernáculo Otro recurso que Juan usa para describir a Jesús es el tabernáculo de Moisés. Esto aparece inicialmente en el Prólogo: Juan 1:14 (LBLA) - Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. Juan 1:14 (NA27) - Καὶ ὁ λόγος σὰρξ ἐγένετο καὶ ἐσκήνωσεν ἐν ἡµῖν, καὶ ἐθεασάµεθα τὴν δόξαν αὐτοῦ, δόξαν ὡς µονογενοῦς παρὰ πατρός, πλήρης χάριτος καὶ ἀληθείας. La palabra traducida como "habitó" en Juan 1:14 es eskenosen, que literalmente significa "hizo tabernáculo". Juan así afirma que la encarnación de Cristo es el antitipo - el cumplimiento perfecto - de todo lo profetizado en el Tabernáculo de Moisés. A continuación dice "vimos su gloria" (doxa) - lo que corresponde a la shekinah de Dios que llenaba el Lugar Santísimo. Juan es el único escritor neotestamentario que emplea el verbo skenoo σκηνόω (habitar en tienda o tabernáculo). Lo usa aqui (Juan 1:14) y también en: Apocalipsis 7:15 Por eso están delante del trono de Dios, y le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado en el trono extenderá su tabernáculo sobre ellos. Apocalipsis 12:12 Por lo cual regocijaos, cielos y los que moráis en ellos. ¡Ay de la tierra y del mar!, porque el diablo ha descendido a vosotros con gran furor, sabiendo que tiene poco tiempo. Apocalipsis 13:6 Y abrió su boca en blasfemias contra Dios, para blasfemar su nombre y su tabernáculo, es decir, contra los que moran en el cielo. Apocalipsis 21:3 Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: He aquí, el tabernáculo de Dios está entre los hombres, y El habitará entre ellos y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos. Juan aquí compara la venida de Cristo al mundo con la instalación del Tabernáculo de Moisés, con el lugar santísimo, el lugar de encuentro con Dios, el lugar donde se manifestaba la gloria de Dios.

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2. Las “señales” de Cristo A pesar del hecho que Jesús hizo muchos milagros (Jn 21:25), Juan solamente menciona a siete durante su ministerio pre-crucifixión, y a estas las llama “smeion“, “señales”. Es decir, Jesús no hizo milagros simplemente para ser bondadoso con alguien necesitado. Sus milagros venían con mensajes. Eran señales que apuntaban a grandes verdades de importancia para todos. Por ejemplo, Jesús no sanó al ciego (Jn 9) simplemente para ser bueno con ese hombre; el milagro era una señal que confirmaba la gran verdad que había declarado con "¡Yo soy la luz del mundo!" Estos siete milagros se narran en los primeros once capítulos del libro. 1) El agua convertido en vino (Jn. 2:1-11) – “Este principio de sus señales (smeión) hizo Jesús en Caná de Galilea…” (Jn 2:11). 2) La sanación del hijo del oficial del rey (Jn. 4:46-54) – “Esta fue la segunda señal (smeión) que Jesús hizo cuando fue de Judea a Galilea.” (Jn. 4:54). 3) La sanidad del paralítico de Betésda (Jn. 5:1-15) 4) La alimentación de los cinco mil (Jn. 6:5-14) 5) El caminar de Jesús sobre el agua (Jn. 6:16-24) 6) La sanación del ciego (Jn. 9:1-7) 7) La resurrección de Lázaro (Jn. 11:1-45) Algunos teólogos creen que la intención de Juan era mostrar que Cristo anunciaba la Nueva Creación con los siete milagros como acciones paralelas a los siete días de la Creación, y que la resurrección de Cristo, testificado por la mujeres que se encuentran con él en un huerto, como octava señal, hablaría sobre la inauguración de la Nueva Creación. 3. Las siete expresiones “Yo soy” y las fiestas de Israel Como ya se mencionó, en el Evangelio de Juan hay siete instancias donde Jesús afirmaba su identidad con la expresión “yo soy”. De esta manera se dió a conocer como el cumplimiento cabal de todo lo anticipado y profetizado en las diversas fiestas y otros aspectos de la revelación de Dios a Israel. Estas expresiones son: 1) 2) 3) 4) 5) 6) 7)

Yo soy el pan de vida (Jn. 6:35) - dicho durante la Fiesta de la Pascua. Yo soy la luz del mundo (Jn 8:12) - dicho durante la Fiesta de Tabernáculos. Yo soy la puerta (Jn. 10:9) - dicho al comenzar la Fiesta de Dedicación. Yo soy el buen pastor (Jn. 10:11) - dicho al comenzar la Fiesta de Dedicación. Yo soy las resurrección y la vida (Jn. 11:25-26) - dicho poco antes de la Fiesta de la Pascua. Yo soy el camino la verdad y la vida (Jn. 14:6) - dicho durante la Fiesta de la Pascua. Yo soy la vid (Jn. 15:5) - dicho durante la Fiesta de la Pascua.

Por medio de estas declaraciones, Jesús anunció y demostró que todas las fiestas y ceremonias de Israel apuntaban a él, y alcanzaban el pleno cumplimiento de sus propósitos en él. El maná en el desierto, las luces de la fiesta de tabernáculos, la histórica figura de la vid como símbolo de la nación de Israel – todo tiene su cumplimiento cabal en Cristo. Estas palabras sin duda daban mucho aliento a los judíos cristianos que había sido expulsados de sus sinagogas, haciéndoles entender que al estar en Cristo tienen todas las mismas bendiciones que Dios prometió a Israel.

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4. El Templo de Jerusalén El Templo figura de manera predominante en el Evangelio de Juan - mucho más que en los sinópticos. La relación de Jesús y el Templo cobra gran importancia. Juan muestra como en Jesús se cumplen todas las funciones y realidades de la adoración de Israel. 5. La Nueva Creación Juan presenta con gran claridad a Jesús como el eterno hijo de Dios, creador del mundo, quien manifestó su poder creador y regenerador ampliamente. Juan presenta con claridad los temas del nuevo nacimiento y la vida eterna 6. Palabras claves en el Evangelio Tanto el Evangelio como las tres epístolas de Juan emplean un lenguaje del griego koiné muy sencillo, con un vocabulario reducido, pero con ciertas palabras claves e importantes que se repiten mucho. Algunas de estas palabras claves del Evangelio de Juan, con su número de instancias de uso son las siguientes: 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15.

Cree, creer (pisteuo) – 98 instancias. Esta es LA palabra clave de Juan. Se emplea ahí más que en los tres sinópticos sumados juntos. Casi un tercio de las 292 menciones de esta palabra en toda la Biblia, se encuentran en Juan. Saber (eido) 84 instancias Mundo (kosmos) – 78 instancias Saber (ginosko) – 57 instancias De cierto, en verdad (amen) 50 instancias Verdad, verdadero (alethes, aletheia) – 49 instancias Amor, amar (agape, agapao) 47 instancias Vida (zoe) 47 instancias Testificar, Testimonio (martureo, marturia) 47 instancias Gloria, glorificar (doxa, doxazo) 40 instancias Juzgar, juicio (krino, krisis) 30 instancias Nombre (onoma) 25 instancias Luz (fos) 22 instancias Mi Padre (pater) 21 instancias Morar (meno) 13 instancias

Todas estas y otras palabras ameritan mucho estudio, pues expresan las ideas claves que quiso comunicar el escritor.

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Capítulo Cinco - El prólogo - Juan 1:1-18

El Evangelio de Juan se distingue notablemente de los evangelios sinópticos por el hermoso prólogo que contiene en 1:1-18. Juan 1:1-18 (LBLA) 1 En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. 2 El estaba en el principio con Dios. 3 Todas las cosas fueron hechas por medio de El, y sin El nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. 4 En El estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. 5 Y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la comprendieron. 6 Vino al mundo un hombre enviado por Dios, cuyo nombre era Juan. 7 Este vino como testigo, para testificar de la luz, a fin de que todos creyeran por medio de él. 8 No era él la luz, sino que vino para dar testimonio de la luz. 9 Existía la luz verdadera que, al venir al mundo, alumbra a todo hombre. 10 En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por medio de El, y el mundo no lo conoció. 11 A lo suyo vino, y los suyos no lo recibieron. 12 Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su nombre, 13 que no nacieron de sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios. 14 Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. 15 Juan dio testimonio de El y clamó, diciendo: Este era del que yo decía: “El que viene después de mí, es antes de mí, porque era primero que yo.” 16 Pues de su plenitud todos hemos recibido, y gracia sobre gracia. 17 Porque la ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad fueron hechas realidad por medio de Jesucristo. 18 Nadie ha visto jamás a Dios; el unigénito Dios, que está en el seno del Padre, El le ha dado a conocer. 1. El origen del Prólogo Algunos teólogos opinan que Juan 1:1-18 fue originalmente la letra de un antiguo himno cristiano, y que la redacción original del Evangelio comenzaba en el vs. 19, con el ministerio de Juan el Bautista, semejante al comienzo del Evangelio de Marcos. Según esta teoría, en algún momento posterior se hubiera añadido el prólogo. Argumentos a favor:

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Hay otras posibles instancias del uso de letras de himnos en el Nuevo Testamento (Fil. 2:6-11; Col. 1:15-20; 1 Tim. 3:16; 1 Pedro 3:18-20).



En el prólogo hay palabras que solo aparecen ahí y nunca más en el Evangelio de Juan - notablemente la palabra “Verbo” logos para referirse a la persona de Jesús, como también la palabra “gracia” charis (ambas cuatro veces)



El pasaje posee una estructura poética.

Argumentos en contra: • Hay una evidente conexión entre el prólogo y el resto del Evangelio. Se aprecia en las cuantiosas palabras claves que figuran ahí y que se repiten en el resto del Evangelio. •

La doctrina de Cristo expresada en el Prólogo es la misma que es desarrollada en el resto del Evangelio.



Las estrechas conexiones entre el Prólogo y el resto de Juan son mayores que las distinciones. Es imposible pensar que un himno existiría independiente de Evangelio que guardara una relación tan estrecha con su contenido.

Concluimos que la evidencia nos convence que el Prólogo es producto de la misma pluma que el resto del Evangelio de Juan. Independiente de su origen, sí sabemos que el Prólogo ha ocupado un lugar muy especial en las mentes y corazones de seguidores de Cristo desde tiempos tempranos. En la Iglesia Católica Romana medieval, se hacían amuletos con el Prólogo grabado, creyendo que sanarían enfermedades. Se rezaba el Prólogo sobre los niños bautizados. Era la última oración en la misa. No cabe duda que tiene una belleza y una profundidad que no dejan de asombrar. 2. La estructura del Prólogo Como todo escrito en formato de poesía hebrea, el Prólogo de Juan contiene estrofas, y estas incorporan diferentes formas de paralelismo. Entre importantes comentaristas hay una diversidad de opiñiones sobre la estructura particular de este pasaje. A continuación se dan algunos ejemplos. Gary Burge (John: The NIV Application Commentary, 2000) I. El Logos y Dios II. El Logos y la creación III. El Logos y la revelación IV. El Logos y la encarnación

v. 1, 2 v. 3-8 v. 9-13 v. 14-18

George Beasely-Murray (John, Volume 36: Word Biblical Commentary, 1999) I. El Verbo y la creación v. 1-5 II. El testigo del Verbo, Juan v. 6-8 III. Las reacciones en el mundo al Verbo v. 9-13 IV. La confesión del Verbo por la Iglesia v. 14-18 Richard Van Egmond ("A Study of the Prologue of John", McMaster Journal of Theology and Ministry, McMaster Divinity College I. El Verbo en el principio v. 1-5 II. La venida del Verbo como la luz del mundo. v. 6-13 III. La gloria del Verbo encarnado v. 14-18 27

McGhee, Eustler y Adams (Evangelio de Juan, Serie Fe y Acción, 2018) I. El Verbo es uno con el Padre II. El Verbo es el agente de la creación III. El Verbo es la fuente de vida, luz y nuevo nacimiento IV. El Verbo es el único Hijo de Dios que revela la gracia y la verdad del Padre

v. 1, 2 v. 3 v. 4-13 v. 14-18

Aunque todas estas maneras de bosquejar el Prólogo tienen particularidades a su favor, para nuestro estudio se empleará el siguiente análisis de Juan 1:1-18. El bosquejo se fundamenta en reconocer los cambios de tema dentro del prólogo, manifestados por los cambios de vocabulario y la concentración de ciertas palabras claves en cada división. Bosquejo del Prólogo de Juan para nuestro estudio I.

El Verbo divino y eterno, creador del universo. v. 1-3 1 En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. 2 El estaba en el principio con Dios. 3 Todas las cosas fueron hechas por medio de El, y sin El nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.

II.

El Verbo, la luz de los hombres (palabra clave: “luz”) v. 4-9 4 En El estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. 5 Y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la comprendieron. 6 Vino al mundo un hombre enviado por Dios, cuyo nombre era Juan. 7 Este vino como testigo, para testificar de la luz, a fin de que todos creyeran por medio de él. 8 No era él la luz, sino que vino para dar testimonio de la luz. 9 Existía la luz verdadera que, al venir al mundo, alumbra a todo hombre.

III.

El Verbo, desconocido por el mundo, recibido por los hijos de Dios (palabras claves: “conocer, recibir”) v. 10-13 10 En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por medio de El, y el mundo no lo conoció. 11 A lo suyo vino, y los suyos no lo recibieron. 12 Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su nombre, 13 que no nacieron de sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios.

IV.

El Verbo, lleno de gloria, gracia y verdad (palabras claves: "gloria, gracia, verdad") v. 14-17 14 Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. 15 Juan dio testimonio de El y clamó, diciendo: Este era del que yo decía: “El que viene después de mí, es antes de mí, porque era primero que yo.”

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16 Pues de su plenitud todos hemos recibido, y gracia sobre gracia. 17 Porque la ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad fueron hechas realidad por medio de Jesucristo. V.

El Verbo revelador del Padre v. 18 18 Nadie ha visto jamás a Dios; el unigénito Dios, que está en el seno del Padre, El le ha dado a conocer.

¿Una estructura quiástica en el Prólogo? El pastor y profesor Dr. Brad McCoy, ha propuesto que posiblemente existe una estructura quiástica en el Prólogo de Juan. Los quiasmos son una forma de paralelismo hebreo muy hermoso que se emplea en muchísimos pasajes bíblicos. Se carateriza por consistir de una secuencia de ideas que conducen hacia una idea central, y que luego es repetida en orden invertido, finalizando con una declaración paralela a la inicial.2

ESTRUCTURA QUIASTICA DEL PROLOGO DE JUAN (1:1-18 LBLA) Por Brad McCoy

A. EL VERBO DE DIOS CON EL PADRE 1 En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. B. EL ROL DEL VERBO EN LA CREACION 2 El estaba en el principio con Dios. 3 Todas las cosas fueron hechas por medio de El, y sin El nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. C. LA GRACIA DE DIOS PARA LOS HOMBRES 4 En El estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. 5 Y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la comprendieron. D. EL TESTIMONIO DE JUAN EL BAUTISTA 6 Vino al mundo un hombre enviado por Dios, cuyo nombre era Juan. 7 Este vino como testigo, para testificar de la luz, a fin de que todos creyeran por medio de él. 8 No era él la luz, sino que vino para dar testimonio de la luz. E. LA ENCARNACION DEL VERBO 9 Existía la luz verdadera que, al venir al mundo, alumbra a todo hombre. 10 En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por medio de El, y el mundo no le conoció. 11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron. F. SALVACION POR LA FE EN EL VERBO ENCARNADO 12 Pero a todos los que recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su nombre, 13 que no nacieron de sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios. E. LA ENCARNACION DEL VERBO 14 Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. D. EL TESTIMONIO DE JUAN EL BAUTISTA 15 Juan dio testimonio de El y clamó, diciendo: Este era del que yo decía: “El que viene después de mí, es antes de mi, porque era primero que yo.” C. LA GRACIA DE DIOS PARA LOS HOMBRES 16Pues de su plenitud todos hemos recibido, y gracia sobre gracia. B. EL ROL DEL VERBO EN LA NUEVA CREACION 17Porque la ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad fueron hechas realidad por medio de Jesucristo. A. EL VERBO DE DIOS CON EL PADRE 18 Nadie ha visto jamás a Dios; el unigénito Dios, que está en el seno del Padre, El le ha dado a conocer.

2 Brad McCoy. "Is the Gospel of John arranged as chiasm?" Biblical Hermeneutics. En Internet. https://hermeneutics.stackexchange.com/questions/4978/is-the-gospel-of-john-arranged-as-a-chiasm (20-3-19). 29

Es una estructuración muy interesante, y cuenta a su favor el hecho que era muy común en literatura bíblica emplear estructuras quiásticas en textos de singular importancia para así facilitar su memorización. 3. Observaciones exegéticas sobre el Prólogo I.

El Verbo divino y eterno, creador del universo.

v. 1-3

1 En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. 2 El estaba en el principio con Dios. 3 Todas las cosas fueron hechas por medio de El, y sin El nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. La primera estrofa contiene una descripción maravillosa de Cristo en su preencarnación, como Dios, creador del universo. A continuación destacamos algunas observaciones importantes del texto. A. Su estructura En los versículos 1 y 2 se aprecia una hermosa estructura quiástica: A.

A.

En el principio existía el Verbo, (principio) B. y el Verbo estaba con Dios, B. y el Verbo era Dios. El estaba en el principio con Dios. (principio)

(Dios) (Dios)

El versículo 3 también es un quiasmo. A. A.

Todas las cosas fueron hechas B. por medio de El, B. y sin El nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.

(las cosas hechas) (El) (El) (las cosas hechas)

B. Su contenido La frase "En el principio" (en arche) hace eco de Génesis 1:1 "En el principio, creó Dios..." Se ve que Juan comienza destacando no simplemente la divinidad de Jesucristo, sino que es el mismo Dios de Israel. Jesús no es una criatura, sino el Creador. Sin duda la particularidad más importante y discutida de esta estrofa del Prólogo es el uso que Juan hace de la palabra griega logos. La pregunta fundamental es, ¿por qué empleó Juan ese vocablo? ¿Para lograr una comunicacion efectiva con los griegos? ¿Para lograr una comunicación efectiva con personas judías? Ambas ideas tienen merito. Logos - ¿para los griegos? Logos era una palabra ya bien conocida en el mundo griego. Logos era un concepto destacado en la filosofia de Platon (427-347aC), y Aristóteles, como tambien de los estoicos, y del filosofo judio Filón. En la filosofia platónica, el logos era no solamente la palabra dicha o escrita, sino la palabra aun en mente, es decir, la razon. Aplicando el concepto de logos al universo, lo veían como el principio racional que gobierna todas las cosas.

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Logos - ¿para los judíos? Filón (20aC-40dC), un filósofo judio de Alejandría, Egipto, procuró hacer una expresión de teología judía en lenguaje de filosofía griega. Postulaba que Moisés fue "la cima de la filosofía", y que la filosofía griega era un fruto de la filosofía hebrea. Para Filón la creación no fue hecha por Dios mismo, sino por el logos, la sombra de Dios, la suma de todas las ideas de Dios. Para Filon el logos era la palabra de Dios, la mente de Dios y el poder de Dios. En la version Septuaginta, la palabra logos se usó para traducir el hebreo davar, expresión usada para describir a las declaraciones de Dios (Gen 1:3,6,9; Salmo 32:9), las acciones de Dios Salmo (106:20, 147:15), y los mensajes de los profetas Jer. 1:4-9, Ezeq 1:3, Amos 3:1). En el judaismo el concepto de la Palabra de Dios como un agente de su poder estaba bien establecido. La intencionalidad de Juan al usar la palabra logos es un tema que sin duda se debatirá hasta la venida del Señor. Los destinatarios del Evangelio de Juan evidentemente eran personas que conocían al judaísmo muy bien, es decir, eran judíos. Pero también eran personas que vivían lejos de Israel, y que estaban inmersos en un contexto de cultura grecorromana. La palabra logos bien puede haber tenido un significado de máxima cobertura en sus mentes, una comunicación sobre la naturaleza de Cristo, coherente para la cosmovisión judía, como también para la griega. Barclay opina de manera igual sobre el uso del vocablo logos: "Aquí había algo que se podía elaborar para salir al encuentro del doble mundo griego y judío. Aquí había algo que pertenecía a la herencia de ambas razas y que ambas podían entender."3 ". . . y el verbo era Dios" (v.1) (καὶ Θεὸς ἦν ὁ Λόγος) Es necesario señalar aquí un detalle muy importante sobre esta frase. Los Testigos de Jehová y otros que niegan la plena divinidad de Cristo argumentan que en esta frase, no habiendo un artículo defnido (jo) antes de theos, habría que ver a la palabra theos como adjetivo y no sustantivo - rendiendo una traducción "y el Verbo era divino". Pero eso no puede ser el caso. En griego había otra palabra para expresar el adjetivo "divino", la palabra theios, palabra que no aparece aquí, pero que sí aparece en 2 Pedro 1:4 "...a fin de que por ellas lleguéis a ser partícipes de la naturaleza divina...", referiéndose a los creyentes. Además, en otros pasajes Juan también omite el artículo definido y nadie reclama por eso (ejemplos: Juan 1:49; 8:39; 17:17; Apoc. 14:17)4 Esta expresión es clave para entender el enfoque del Evangelio de Juan. Como dice Burge, "La intención de Juan es que todo su evangelio sea leído a la luz de este versículo. Las obras y las palabras de Jesús son las obras y las palabras de Dios."5 ". . . todas las cosas por El fueron hechas. . ." Juan es muy cuidadoso al dejar en claro que el Verbo no era una criatura, sino el Creador. No es que Dios primeramente creó al Verbo, y que después el Verbo creó al universo. El Verbo jamás fue creado. "Todas las cosas fueron hechas por medio de El, y sin El nada de lo que ha sido hecho, fue hecho".

3 William Barclay. Juan: Comentario al Nuevo Testamento, Vol. 5. Barcelona: CLIE, 1995, pag. 39. 4 Burge, op cit. 5 Idem. 31

II.

El Verbo, la luz de los hombres (palabra clave “luz”)

v. 4-9

4 En El estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. 5 Y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la comprendieron. 6 Vino al mundo un hombre enviado por Dios, cuyo nombre era Juan. 7 Este vino como testigo, para testificar de la luz, a fin de que todos creyeran por medio de él. 8 No era él la luz, sino que vino para dar testimonio de la luz. 9 Existía la luz verdadera que, al venir al mundo, alumbra a todo hombre. A. Su estructura En los vs. 4 y 5 se aprecia un paralelismo en cadena (cada frase toma como sujeto el predicado de la frase anterior) A-------B B-------C C------D En El estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la comprendieron. B. Su contenido "En El estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres". En esta estrofa la palabra clave obviamente es "luz" (fos). Aparece seis veces en los seis versículos. Se hace hincapié en la eternidad de la luz - que estuvo en el principio en el Verbo y que ahora ha venido al mundo. Beasley-Murray comenta sobre la voz presente del verbo fotizei ("alumbra" v.9). La luz del Verbo brilló en la oscuridad en el momento de creación, continuó en medio de las tinieblas de la humanidad caída, brilló con aun mayor esplendor en la gloria del Verbo encarnado, y sigue brillando en la era de la resurrección, el tiempo del Paracletos.6 Juan describe a la encarnación del Verbo como la entrada de una gran luz a un lugar absolutamente oscuro. Inmediatamente se introduce la idea del conflicto entre las tinieblas y la luz - conflicto que luego será ilustrado de muchas maneras en la narraciones de Juan. ". . . y las tinieblas no la comprendieron" - Esta expresión se presta para dos interpretaciones. El verbo traducido "comprendieron" en LBLA es katelaben. Este es un vocablo muy interesante. Etimológicamente significa "asaltar" "atrapar" "tomar por la fuerza". Es un compuesto de "kata" que es una acción de arriba hacia abajo (como leer una lista era "catálogo") y lambano, que significa tomar con la mano. Pablo usa katalambano para describir su conversión, cuando Cristo lo "se asió" de él (Filipenses 3:12 RVR60), "alcanzó" en LBLA. Y luego dice que él también necesita "asir" o 6

Beasley-Murray, G. R. John. Dallas: Word, 2002, p. 11. 32

"alcanzar" aquello por lo cual Cristo le alcanzó primero. Pablo ahí emplea katalambano en un sentido positivo - de alcanzar una meta, de lograr un objetivo, comprender y cumplir la voluntad de Dios para él. Si Juan usó katelaban en este sentido, entonces el mensaje sería, "y las tinieblas no la tomaron para sí", "no la tomaron", "no la abrazaron", "no la entendieron" o algo por el estilo. El comentarista Beasley-Murray opina que la intención de Juan era comunicar precisamente eso.. καταλαµβάνειν puede significar "tomar" en el sentido de hacer que algo sea suyo (Fil. 3:12), comprensible (Efe, 3:18), sorprendido o asaltado (Juan 12:35, 1 Tes. 5:4). El contexto (Jn. 1:10–12) sugiere que lo que se tiene en mente aquí es reconocer y recibir la verdad de la revelación7 Es decir, opina que Jn. 1:5 expresa ". . . y las tinieblas no la quisieron reconocer y recibir". Pero katelaben es una palabra que implica violencia. Es un asalto desde arriba hacia abajo. Esta es la forma preferida para entender el vocablo según las mejores versiones castellanas de hoy. Nueva Traduccion Viviente - La luz brilla en la oscuridad, y la oscuridad jamás podrá apagarla NVI - Esta luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no han podido extinguirla. Traduccion al Lenguaje Actual - La luz alumbra en la oscuridad, ¡y nada puede destruirla! Reina Valera Actualizada - La luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron Esta interpretación del lenguaje del Prólogo nos hace anticipar que más adelante en el Evangelio veremos como los representantes de la tinieblas atacaron con violencia al Verbo encarnado pero sin poder derrotarlo. Su resistencia a Jesús no fue pasiva sino activa. Con esta expresión, Juan anticipa la pasión y crucifixión de Jesús, pero la cruz no es su derrota sino su gloria. Juan 12:31 Ya está aquí el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera. Juan 14:30 No hablaré mucho más con vosotros, porque viene el príncipe de este mundo, y él no tiene nada en mí; Juan 16:33 Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tenéis tribulación; pero confiad, yo he vencido al mundo. "Este vino como testigo, para testificar de la luz" - En este punto del Prólogo, Juan esclarece que Juan el Bautista no era el Mesías, sino uno enviado por Dios para dar testimonio acerca de Jesús, el Verbo. Puede ser que en la ocasión del escrito, aun quedaban discípulos de Juan el Bautista, que equivocadamente pensaban que Juan fue el Mesías. El rol de Juan el Bautista como testigo de Cristo, y no como el Mesías, se reitera en el resto del Evangelio. 7

Ibid. 33

Juan 1:20, 25-27 Y él confesó y no negó; confesó: Yo no soy el Cristo. Y le preguntaron, y le dijeron: Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el Cristo, ni Elías, ni el profeta? Juan les respondió, diciendo: Yo bautizo en agua, pero entre vosotros está Uno a quien no conocéis. El es el que viene después de mí, a quien yo no soy digno de desatar la correa de su sandalia. Juan 3:28-30 Vosotros mismos me sois testigos de que dije: "Yo no soy el Cristo, sino que he sido enviado delante de El." El que tiene la novia es el novio, pero el amigo del novio, que está allí y le oye, se alegra en gran manera con la voz del novio. Y por eso, este gozo mío se ha completado. Es necesario que El crezca, y que yo disminuya. Juan 10:41, 42 Y muchos vinieron a El y decían: Aunque Juan no hizo ninguna señal, sin embargo, todo lo que Juan dijo de éste era verdad. Y muchos creyeron en El allí. "la luz verdadera que, al venir al mundo, alumbra a todo hombre." - Ya en el Prólogo se aprecia la dimensión universal de la misión de Jesús - revelar el amor de Dios a toda la humanidad, inmersa en un mundo (kosmos) bajo el dominio de las tinieblas. Kosmos es una palabra clave en Juan. Aparece 78 veces en el texto. Al examinarla nos damos cuenta que no se refiere simplemente a la Creación en sí, o al mundo natural, sino al mundo y la humanidad en su estado caído, en rebelión contra Dios. en Juan, "mundo" siempre tiene una connotación negativa. Veamos algunos ejemplos: Juan 7:7 El mundo no puede odiaros a vosotros, pero a mí me odia, porque yo doy testimonio de él, que sus acciones son malas. Juan 14:17 es decir, el Espíritu de verdad, a quien el mundo no puede recibir, porque ni le ve ni le conoce, pero vosotros sí le conocéis porque mora con vosotros y estará en vosotros. Juan 15:18 Si el mundo os odia, sabéis que me ha odiado a mí antes que a vosotros. Juan 16:20 En verdad, en verdad os digo que lloraréis y os lamentaréis, pero el mundo se alegrará; estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría. Sin embargo, el mensaje de Juan es que a pesar de su maldad, a ese mundo vino Jesús. No vino solamente para traer su luz a Israel, sino al mundo entero, a todo hombre en ese mundo caído. III.

El Verbo, desconocido por el mundo, recibido por los hijos de Dios (palabras claves: “conocer, recibir”) v. 10-13 10 En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por medio de El, y el mundo no lo conoció. 11 A lo suyo vino, y los suyos no lo recibieron. 12 Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su nombre, 13 que no nacieron de sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios.

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A. Su estructura En los versículos 11 y 12 hay otro paralelismo en cadena: A lo suyo vino, y los suyos no lo recibieron. Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir a los que creen en su nombre, Se aprecia un anticipo a la estructura del Evangelio. Los vs. 10,11 anticipan los capítulos 1-12 - el “libro de señales” o “el ministerio público”, la relación de Cristo con los que no creyeron. Los vs. 12, 13 anticipan los capítulos 13-21 - el “libro de la gloria” o “el ministerio privado” de Jesús - la relación de Cristo con sus discípulos. B. Su contenido En los versículos 10 y 11 hay un paralelismo sinónimo, "mundo" - "suyo". "En el mundo estaba", "a lo suyo vino - "y el mundo no lo conoció", "los suyos no le recibieron". Es quizás un simple decir la misma cosa dos veces pero con vocablos diferentes, pero puede ser que la intención de Juan es mostrar ambas dimensiones de la misión de Jesús - de revelar el amor de Dios al mundo caído en general, y de manera particular al pueblo del pacto, Israel (lo suyo). "A lo suyo vino" - ¿A quienes se refiere Juan con la expresión "lo. suyo"? Sin duda se refiere a Israel, el pueblo del pacto. Pero no es solamente eso, Juan afirma que por derecho de ser el Creador, que la humanidad le pertenece, y que la misión de Cristo era para traer salvación a toda la humanidad (Jn. 3:16). "pero los suyos no le recibieron... pero a todos los que le recibieron..." - Juan introduce un vocablo que usamos mucho en las iglesias evangélicas - "recibir". Decimos, "Hay que recibir a Cristo." Y eso está muy bien. El verbo griego es parelabon, del infinitivo paralambano -que es un compuesto de dos palabras - para - "al lado" o "cercano", y lambano "tomar". Significa entonces, "tomar de manera ìntima" "recibir y estrechar". Juan explica su significado, - "los que creen en su nombre". "Recibir a Jesús" es entonces una metáfora, es otra manera de decir "creer en Jesús". Juan es el único escritor bíblico que la emplea de esa manera. "Paralambano" es usado en otros textos para fines diferentes. En 1 Cor. 15:1 Pablo les habla de "el evangelio que os prediqué, el cual también recibisteis (parelabete)"; en Hechos 21:26 Lucas dice "entonces Pablo tomó consigo (paralabon) a los hombres". Solamente Juan lo emplea para describir el acto de creer en Jesús para la salvación. "les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios" - Juan afirma que se llega a ser hijo de Dios, no por tener naturaleza humana o cierto nivel conocimiento místico (como decían lo gnósticos), sino por un acto de nuevo nacimiento realizado por Dios, en respuesta a la fe de aquel que cree en el nombre del Verbo de Dios. Es interesante observar que Juan no emplea la expresión υἱοὶ θεοῦ (juioi theou) "hijos de Dios" como Pablo, sino τέκνα θεοῦ (tekna theou) "niños de Dios" (también en I Juan 3:2, 10). Solamente a Jesús lo llama juios theou - "el Hijo de Dios".

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Spurgeon dijo, "No todos los hombres son hijos de Dios. La doctrina de la paternidad universal de Dios es absolutamente falsa. Los únicos que llegan a ser hijos de Dios son quienes reciben a Cristo y creen en su nombre, de otro modo son hijos de ira.”8 "que no nacieron de sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios" Juan introduce otro vocablo tan importante en su teología - "nacer". Es un concepto que Juan luego amplía en la narración del encuentro de Jesús con Nicomdemo (Jn 3). En el Prólogo Juan nos presenta la esencia del evangelio - creer en Jesús, recibir a Jesús resulta en el nuevo nacimiento (gennao). Emplea una triada (paralelismo triple) de argumentos de lo que no es el nuevo nacimiento: no es "de sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre". Es decir - uno no nace en esa condición, no lo alcanza con esfuerzos físicos, como tampoco con esfuerzos racionales o emocionales. El nuevo nacimiento es algo dado solamente por Dios. Estas expresiones, "hijo de Dios", "nacido de Dios" aparecen también en I Juan 3:2, 9 ". . . ahora somos hijos de Dios. . . ninguno que es nacido de Dios. . . " IV. El Verbo, lleno de gloria, gracia y verdad (palabras claves: "gloria, gracia, verdad") v. 14-17 14 Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. 15 Juan dio testimonio de El y clamó, diciendo: Este era del que yo decía: “El que viene después de mí, es antes de mí, porque era primero que yo.” 16 Pues de su plenitud todos hemos recibido, y gracia sobre gracia. 17 Porque la ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad fueron hechas realidad por medio de Jesucristo. A. Su estructura La estrofa muestra paralelismo quiástico al comenzar y concluir hablando sobre "gracia y verdad". B. Su contenido Juan desafía a todos los lectores, tanto judíos como griegos. " Y el Verbo se hizo carne" esta expresión ataca frontalmente a la herejía gnóstica propuesta por Cerinto y los docetas. La idea de la unión de el logos con humanidad chocaba directamente con la cosmovisión griega platónica. El docetismo, una variante temprana del gnosticismo, enseñaba que Jesús jamás existió como un ser humano de carne y huesto, sino que era meramente un espectro o fantasma. "y habitó entre nosotros, vimos su gloria" Juan emplea el verbo skenoo (hizo tabernáculo). Es una afirmación que desafiaba la mente judía. Cristo es ahora la presencia de Dios entre su pueblo, tal como antes el Tabernáculo fue el punto focal de su presencia. La gloria shekinah que antes moraba en el Lugar Santísimo ahora se manifiesta en Jesús.

8 Spurgeon, Charles H.. Spurgeon's Verse Exposition Of John: The Expansive Commentary Collection, p. 13. 36

Esta estrofa también menciona a dos personajes importantes que Juan luego enfatizará en el evangelio: Juan el Bautista y Moisés. Repite enfáticamente que Juan el Bautista no era el Mesías, sino el que dio testimonio de El. Es un tema repetido en el Evangelio. "la ley fue dada por medio de Moisés" Es la primera de trece menciones de Moisés en el Evangelio de Juan. El contraste Moisés-Jesús es un tema muy desarrollado en el Evangelio que en verdad merece un estudio mucho mas profundo que lo presentado en esta obra. Beasley-Murray aclara: "Las asociaciones con el Exodo son intencionales, y son parte del tema de la revelación y la redención del Logos-Cristo como cumplimiento de la esperanza de un segundo éxodo".9 "la gracia y la verdad fueron hechas realidad por medio de Jesucristo" - Esta es la primera de tantas comparaciones que Juan hace de Jesús con Moisés. En Juan, Jesús deliberadamente se muestra como superior a Moisés, haciendo milagros semejantes a los realizados por mano de Moisés pero de mayor poder y trascendencia. Aquí la comparación es la ley dada por Moisés, vs. la gracia y la verdad hechas realidades por Jesucristo. La revelación dada por Moisés fue la ley, pero ahora, Juan afirma, ese tiempo, esa dispensación ha concluido con la nueva revelación traída por el Verbo divino, la revelación de la gracia y la verdad para todo el mundo. Interesantemente, la palabra "gracia" (charis) ocurre cuatro veces en el Prólogo, y no vuelve a aparecer ni una sola vez en el Evangelio de Juan. Lo describe como "gracia sobre gracia", es decir una gracia sin límites, absoluta, que no escaseará ni jamás se acabará. V.

El Verbo revelador del Padre v. 18 18 Nadie ha visto jamás a Dios; el unigénito Dios, que está en el seno del Padre, El le ha dado a conocer.

A. Su estructura Es fácil apreciar como este versículo cierra un paralelismo quiástico iniciado en el vs. 1, hablando sobre la relación entre Dios y el Verbo, y la absoluta divinidad del Verbo. B. Su contenido “A Dios nadie le vio jamás" - Con esta frase Juan hace recordar que el mismo Moisés quisó ver el rostro de Dios pero no eso le fue permitido (Exo. 33:23). En contraste, Jesús sí ha visto al Padre (Jn. 6:46) porque El es "el unigénito Dios que está en el seno del Padre". Hay un asunto de traducción importante en este vs. La version RVR 60 dice, "el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.” La expresión “unigénito Hijo” es, en verdad, paralela a la expresión en Jn 3:16 “su hijo unigénito”. Sin embargo, los manuscritos más antiguos no dicen “monogenes juios”, sino “monogenes theos” (unigénito Dios). (Vease LBLA, NIV, NTV, etc.) Aunque es la rendición más oscura, se ha de preferir por su mayor antiguedad. Aparece así en P66 (175dC), P75 (225dC), el Códice Sinaítico (300-325dC), el Códice Vaticano (300-325dC) y otros manuscritos tempranos. “Monogenes juios” aparece en el Códice Alejandrino (año 400-450 dC) y otros posteriores. Es decir, Juan comienza y concluye su Prólogo con afirmaciones fuertes, paralelas, de la plena divinidad de Jesucristo. 9

Beasley-Murray, G. R. (2002). John (Vol. 36). Dallas: Word, Incorporated, 2002, pg. 14. 37

Otras traducciones de Juan 1:18: NVI “A Dios nadie lo ha visto nunca; el Hijo unigénito, que es Dios[ y que vive en unión íntima con el Padre, nos lo ha dado a conocer.” NTV “Nadie ha visto jamás a Dios; pero el Único, que es Dios, está íntimamente ligado al Padre. Él nos ha revelado a Dios.” DHH “Nadie ha visto jamás a Dios; el Hijo único, que es Dios y que vive en íntima comunión con el Padre, es quien nos lo ha dado a conocer. RVA2015 “A Dios nadie lo ha visto jamás; el Dios único que está en el seno del Padre, él lo ha dado a conocer.” 4. Relación del Prólogo con el resto del evangelio El Prólogo de Juan no es una simple introducción, como el que Lucas hace en su evangelio. Prepara a sus lectores para lo que viene - la historia de Jesús. Lo hace de una manera atractiva tanto para judios como gentiles - sean cristianos o paganos. Hay una gran cantidad de particularidades en el Prólogo que se repiten y se amplían luego en el texto del Evangelio. Son demasiados para pensar que el Prólogo era un escrito ajeno al Evangelio, hecho por otro autor, que luego se agregó al libro. De ser así, no existirían estas conexiones. Indudablemente el mismo Juan escribió el Prólogo como una hermosa introducción a su Evangelio. A continuación se presentan algunos ejemplos de esto, pero la lista no es para nada exhaustiva: 1.

La preexistencia de Cristo 1:1 “En el principio era el Verbo” Tiene eco en: Jn. 17:5 "Y ahora, glorifícame tú, Padre, junto a ti, con la gloria que tenía contigo antes que el mundo existiera".

2. Juan)

"la vida…" v.3 “En El estaba la vida,” (“Vida” aparece 43 veces en el Evangelio de Tiene eco con: Jn. 3:36 "El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que no obedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él. Jn. 5:21 "Porque así como el Padre levanta a los muertos y les da vida, asimismo el Hijo también da vida a los que El quiere. Jn. 6:48 "Yo soy el pan de la vida. Jn. 8:12 "tendrá la luz de la vida.

3. La luz divina que viene al mundo - “Existía la luz verdadera que, al venir al mundo, alumbra a todo hombre.” Tiene eco con: Jn. 8:12 Jesús les habló otra vez, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Jn. 9:5 Mientras estoy en el mundo, yo soy la luz del mundo

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4. El conflicto entre la luz y las tinieblas - “Y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la comprendieron.” Tiene eco con: Jn. 3:19 Y este es el juicio: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, pues sus acciones eran malas. Jn. 12:46 Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo el que cree en mí no permanezca en tinieblas. 5. Juan el bautista - Jn. 1:15 Juan dio testimonio de El y clamó, diciendo: Este era del que yo decía: "El que viene después de mí, es antes de mí, porque era primero que yo." Tiene eco con: Jn. 3:27-30 Respondió Juan y dijo: Un hombre no puede recibir nada si no le es dado del cielo. Vosotros mismos me sois testigos de que dije: "Yo no soy el Cristo, sino que he sido enviado delante de El. El que tiene la novia es el novio, pero el amigo del novio, que está allí y le oye, se alegra en gran manera con la voz del novio. Y por eso, este gozo mío se ha completado. Es necesario que El crezca, y que yo disminuya. 6. Testimonio - Jn. 1:8 No era él la luz, sino que vino para dar testimonio de la luz; Jn. 1:15 Juan dio testimonio de El (“Testimonio” aparece 42 veces en el Evangelio de Juan.) Tiene eco con: Jn. 5:32 Otro es el que da testimonio de mí, y yo sé que el testimonio que da de mí es verdadero. 7. el mundo - v. 9, 10 Existía la luz verdadera que, al venir al mundo, alumbra a todo hombre. En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por medio de El, y el mundo no le conoció. (“Mundo” (kosmos) aparece 79 veces en el Evangelio de Juan.) Tiene eco en… Jn 17:16-18 Ellos no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. Santifícalos en la verdad; tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, yo también los he enviado al mundo. Jn. 7:7 El no mundo no puede odiaros a vosotros, pero a mí me odia, porque yo doy testimonio de él, que sus acciones son malas. Jn. 16:33 En el mundo tenéis tribulación; pero confiad, yo he vencido al mundo. 8. La gloria de Cristo - 1:14 vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. Tiene eco en: Jn. 2:11 Este principio de sus señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en El. Jn. 8:54 Jesús respondió: Si yo mismo me glorifico, mi gloria no es nada; es mi Padre el que me glorifica, de quien vosotros decís: "El es nuestro Dios.” Jn. 11:4 Cuando Jesús lo oyó, dijo: Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por medio de ella. Jn. 12:41 Esto dijo Isaías porque vio su gloria, y habló de El. Jn. 13:31,3 Entonces, cuando salió, Jesús dijo: Ahora es glorificado el Hijo del Hombre, y Dios es glorificado en El. Si Dios es glorificado en El, Dios también le glorificará en sí mismo, y le glorificará enseguida. 39

9. Jesús, el único Hijo de Dios - 1:14 y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad; 1:18 Nadie ha visto jamás a Dios; el unigénito Dios, que está en el seno del Padre, El le ha dado a conocer. Tiene eco en… Jn. 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en El, no se pierda, mas tenga vida eterna. 10. La ley por medio de Moisés - 1:17 Porque la ley fue dada por medio de Moisés (“Moisés” se menciona 13 veces en el Evangelio de Juan) Tiene eco en… Jn. 5:45,46 No penséis que yo os acusaré delante del Padre; el que os acusa es Moisés, en quien vosotros habéis puesto vuestra esperanza. Porque si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. Jn. 7:23 Y si para no violar la ley de Moisés un hombre recibe la circuncisión en el día de reposo, ¿por qué estáis enojados conmigo porque sané por completo a un hombre en el día de reposo? 11. El nuevo nacimiento - 1:13 que no nacieron de sangre, ni de la voluntad de la carne, ni de la voluntad del hombre, sino de Dios. Tiene eco en… Jn. 3:3-7 Respondió Jesús y le dijo: En verdad, en verdad te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo ya viejo? ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer? Jesús respondió: En verdad, en verdad te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te asombres de que te haya dicho: "Os es necesario nacer de nuevo." 12. "los que creen en su nombre" - 1:12 Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su nombre, (Creer - en sus varias formas, aparece 106 veces en Juan.) Tiene eco en… Jn. 2:23 Cuando estaba en Jerusalén durante la fiesta de la Pascua, muchos creyeron en su nombre al ver las señales que hacía. Jn. 9:35-38 Jesús oyó decir que lo habían echado fuera, y hallándolo, le dijo ¿Crees tú en el Hijo del Hombre? El respondió y dijo: ¿Y quién es, Señor, para que yo crea en El? Jesús le dijo: Pues tú le has visto, y el que está hablando contigo, ése es. El entonces dijo: Creo, Señor. Y le adoró. Jn. 20:31 pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios; y para que al creer, tengáis vida en su nombre. Al ver la cuantiosas conexiones entre el Prólogo y el resto del Evangelio de Juan, es imposible pensar que el Prólogo fue escrito por alguien que no fuese el mismo Juan. Son demasiadas las expresiones e ideas comunes entre el Prólogo y el resto del Evangelio, tal como sucede con las cartas a las siete iglesias y las visiones previas y posteriores del Apocalipsis.

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Se puede ver al Prólogo entonces como una introducción (por no decir, un resúmen) a todo lo que hay en el Evangelio de Juan, presentado de una manera poética, memorable, que servía para la instrucción de los que llegaban a creer en Cristo.

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Capítulo Seis - Las siete señales Otro recurso que empleó Juan al describir el ministerio de Jesús es la palabra ¨señal¨ (semeion), para designar un milagro u obra especial. Esta palabra ocupa un lugar sobresaliente en su cristología. Mucha literatura existe sobre el tema "las siete señales" de Juan. Pero no todos concuerdan con la identificación de estas. El concepto de "señal" En contraste con los evangelistas sinópticos que generalmente llamaban a los milagros de Jesús dunamis, obras de gran poder (Mat 11:30; Mar 6:5; Luc 9:1), Juan tomó un concepto del judaísmo antiguo y los llamó semeion, "señales", obras de Dios que comunican un mensaje. Todos sabemos para qué sirve una señal. Es un medio de comunicación. Usamos señales en las rutas para indicar el limite de velocidad permitido, la identidad de la ruta, la distancia hasta la próxima ciudad, etc. En las señales, la cosa verdaderamente importante no es la señal en si, sino el mensaje que comunica. Una señal de caminos, "ALTO", es solo un pedazo de lata de forma octagonal con pintura roja y blanca. No vale mucho. Pero, si uno hace caso a esa señal, puede bien salvar su vida y propiedad de un accidente desastroso. Juan llama a los milagros de Jesús "señales", porque además de beneficiar a la persona sanada, traían un mensaje importante para todo el mundo. El uso juanino de "señal" tiene sus raíces en la versión Septuaginta del Antiguo Testamento, donde se traduce el vocablo hebreo môpet (maravilla, señal, portento) con la palabra griega semeion. Esta se usa mayormente para describir los milagros realizados por mano de Moisés y de los profetas. Por ejemplo: Exodo 4:8 "Y acontecerá que si no te creen, ni obedecen el testimonio de la primera señal, quizá crean el testimonio de la segunda señal." ἐὰν δὲ µὴ πιστεύσωσίν σοι µηδὲ εἰσακούσωσιν τῆς φωνῆς τοῦ σηµείου τοῦ πρώτου πιστεύσουσίν σοι τῆς φωνῆς τοῦ σηµείου τοῦ ἐσχάτου (Exo 4:8 LXX) Isa. 38:7 "Esta será para ti la señal del SEÑOR, de que el SEÑOR hará lo que ha dicho:" τοῦτο δέ σοι τὸ σηµεῖον παρὰ κυρίου ὅτι ὁ θεὸς ποιήσει τὸ ῥῆµα τοῦτο (Isa. 38:7 LXX) Las señales en el Antiguo Testamento eran milagros y acciones de Dios que, además de mostrar su poder, cumplían las funciones de avalar el ministerio del profeta y dar gloria a Jehová. En su calidad de ser "señales" los testigos comprendían que había algo más, algo trascendental, a lo cual el milagro apuntaba. Esto nos hace mirar a los milagros de Jesús en Juan de manera similar a las parábolas, entendiendo que habrá puntos de analogía entre el milagro y otras realidades. Juan empleó la palabra semeion doce veces en su Evangelio. A menudo lo usó en conjunto con el verbo "creer". La relación entre los dos vocablos es muy aparente.

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• 2:11 Este principio de sus señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en El. • 2:18 Entonces los judíos respondieron y le dijeron: Ya que haces estas cosas, ¿qué señal nos muestras? • 2:23 Cuando estaba en Jerusalén durante la fiesta de la Pascua, muchos creyeron en su nombre al ver las señales que hacía. •

4:48 Jesús entonces le dijo: Si no veis señales y prodigios, no creeréis.

• 6:1 Y le seguía una gran multitud, pues veían las señales que realizaba en los enfermos. • 6:26 Jesús les respondió y dijo: En verdad, en verdad os digo: me buscáis, no porque hayáis visto señales, sino porque habéis comido de los panes y os habéis saciado. • 6:30 Le dijeron entonces: ¿Qué, pues, haces tú como señal para que veamos y te creamos? ¿Qué obra haces? • 7:31 Pero muchos de la multitud creyeron en El, y decían: Cuando el Cristo venga, ¿acaso hará más señales que las que éste ha hecho? • 9:16 Por eso algunos de los fariseos decían: Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el día de reposo. Pero otros decían: ¿Cómo puede un hombre pecador hacer tales señales? Y había división entre ellos. • 11:47 Entonces los principales sacerdotes y los fariseos convocaron un concilio, y decían: ¿Qué hacemos? Porque este hombre hace muchas señales. •

12:37 Pero aunque había hecho tantas señales delante de ellos, no creían en El

• 20:30, 31 Y muchas otras señales hizo también Jesús en presencia de sus discípulos, que no están escritas en este libro; pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios; y para que al creer, tengáis vida en su nombre.

Las "siete señales" Comunmente se dice que hay siete señales narrados en el Evangelio de Juan, siete acciones milagrosas de Jesús - aunque la palabra semeion no se usa en cada caso. A continuación veremos las señales de Jesus en Juan. En cada instancia se trata de un milagro hecho en público, ante espectadores creyente y no creyentes. Junto a la narración del milago, hay una declaración o un diálogo de Jesus con los testigos del evento en el cual se revela el significado de la señal. Algunos creen y otros no. El milagro-señal produce una confrontación de la luz con las tinieblas.

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Juan usa el recurso de las señales para el mismo fin por al cual escribio el evangelio producir fe en Jesús, como el Cristo esperado, y como el Hijo de Dios. Al estudiar las señales, hay que ver en que manera aportan hacia este fin. 1)

La señal del agua en vino - Jn 2:1-11

Al tercer día se celebró una boda en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús; y también Jesús fue invitado, con sus discípulos, a la boda. Cuando se acabó el vino, la madre de Jesús le dijo: No tienen vino. Y Jesús le dijo: Mujer, ¿qué nos va a ti y a mí en esto? Todavía no ha llegado mi hora. Su madre dijo a los que servían: Haced todo lo que El os diga. Y había allí seis tinajas de piedra, puestas para ser usadas en el rito de la purificación de los judíos; en cada una cabían dos o tres cántaros. Jesús les dijo: Llenad de agua las tinajas. Y las llenaron hasta el borde. Entonces les dijo: Sacad ahora un poco y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, y como no sabía de dónde era (pero los que servían, que habían sacado el agua, lo sabían), el maestresala llamó al novio, y le dijo: Todo hombre sirve primero el vino bueno, y cuando ya han tomado bastante, entonces el inferior; pero tú has guardado hasta ahora el vino bueno. Este principio de sus señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en El. La primera señal de Jesús fue el milagro de la conversión de agua en vino. El mensaje de esta señal es simplemente, ¡viene un cambio! En esta señal se anticipa la gran transformación del mundo que viene con el reino de Cristo. Las tinajas de piedra que se usaban eran bastante grandes, usualmente de capacidad 80 a 90 litros cada una. Juan informa a sus lectores que el agua en las tinajas era la que se usaba en las ceremonias de purificación judías, los lavamientos ceremoniales mandados por la ley de Moisés. Su conversión en vino (el mejor vino) habla de algo mejor que traería Jesús. Las ceremonias de lavamientos serían reemplazados por su gracia. Esto hace eco con lo anticipado en el Prólogo, "Porque la ley fue dada por medio de Moisés; la gracia y la verdad fueron hechas realidad por medio de Jesucristo" (1:7). Esta noticia del cambio por venir se enfatiza en las narraciones posteriores - la limpieza del Templo (Jn. 2:13-22), la conversación con Nicodemo (Jn. 3:1-21) y la conversación con la mujer samaritana (Jn. 4:1-42). En todos estos casos, Jesús anuncia que vienen cosas nuevas - un nuevo Templo, un nuevo nacimiento, una nueva adoración. La Nueva Creación ya comienza. 2)

La señal de la sanidad del hijo del oficial - 4:46-54

Entonces vino otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Y había allí cierto oficial del rey cuyo hijo estaba enfermo en Capernaúm. Cuando él oyó que Jesús había venido de Judea a Galilea, fue a su encuentro y le suplicaba que bajara y sanara a su hijo, porque estaba al borde de la muerte. Jesús entonces le dijo: Si no veis señales y prodigios, no creeréis. El oficial del rey le dijo: Señor, baja antes de que mi hijo muera.

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Jesús le dijo: Vete, tu hijo vive. Y el hombre creyó la palabra que Jesús le dijo y se fue. Y mientras bajaba, sus siervos le salieron al encuentro y le dijeron que su hijo vivía. Entonces les preguntó a qué hora había empezado a mejorar. Y le respondieron: Ayer a la hora séptima se le quitó la fiebre. El padre entonces se dio cuenta que fue a la hora en que Jesús le dijo: Tu hijo vive. Y creyó él y toda su casa. Esta fue la segunda señal que Jesús hizo cuando fue de Judea a Galilea. La segunda señal en Juan fue cuando sanó al hijo del oficial del Rey Herodes. Jesús había regresado a Caná. El oficial vino desde Capernaum para suplicar a Jesús que fuera a sanar a su hijito (paidion). El hombre estaba desesperado. En aquella cultura se valoraban más a los hijos varones que a las hijas. Quizás este niño era su primogénito, su heredero; y estaba al borde de la muerte. Cuando Jesús cuestionó sus motivaciones - "Si no veis señales y prodigios, no creeréis", el hombre, sin duda uno acostumbrado a que le diera todo lo que pedía, se molestó y ordenó a Jesús con un imperativo, "Baja, antes que mi hijo muera." Pero Jesús respondió también dando una orden en voz imperativo - "Vete. Tu hijo vive." Impresionado por la autoridad de Jesús, el hombre no insistió más, sino creyó, y partió hacia su casa, dejando a Jesús atrás. Caná quedaba a aproximadamente 30 kilómetros distancia de Capernaum; el camino era dificil y montañoso. Le tomó todo un día recorrer la distancia. En un punto en el camino se encontró con sus siervos quienes le dieron la buena noticia que su hijo se había recuperado, y que fue a la misma hora cuando Jesús le había dicho que su hijo estaba bien. ¿Cuál es el mensaje que comunica esta señal? Sin duda esta señal mostró a todos los testigos que Cristo tiene poder sanador absoluto, que trasciende tiempo y espacio. No necesitaba ir al lugar donde se encontraba el niño para sanarlo. Sus acciones y palabras son incomprensibles para los que no creen en El. Para los que no creen en El, sus acciones y palabras eran incomprensibles, pero para los que creen, vida y esperanza. En este milagro Jesús trata la relación entre las señales y la fe. La razón por la cual Dios ha hecho sus señales es para confirmar y fortalecer la fe en la gente. Los que permanecen en tinieblas solamente ven y desean el efecto inmediato de la señal - en este caso la sanidad de niño - pero no desean ver más allá de eso. "Si no veis señales y prodigios, no creeréis." La implicancia es lo opuesto - "si no crees, no verás señales y prodigios". Uno debe creer en Jesús, no en los milagros. En este caso, el oficial reconoció la autoridad de Cristo, y se volvió a su casa, sin El a su lado, creyendo la palabra que Jesús le había dicho. Antes de ver el milagro, creyó en Jesús y en su palabra. El encuentro con los siervos solamente confirmó su fe. "Y creyó él y toda su casa." 3)

La señal de la sanidad de paralítico - 5:1-15

Juan 5:5-9 Y estaba allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. Cuando Jesús lo vio acostado allí y supo que ya llevaba mucho tiempo en aquella condición, le dijo:¿Quieres ser sano?

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El enfermo le respondió: Señor, no tengo a nadie que me meta en el estanque cuando el agua es agitada; y mientras yo llego, otro baja antes que yo. Jesús le dijo: Levántate, toma tu camilla y anda. Y al instante el hombre quedó sano, y tomó su camilla y echó a andar. Y aquel día era día de reposo. En el próximo capítulo, "Jesús y el Shabbat en el Evangelio de Juan" se tocará en mayor profundidad el significado de esta narración. Bástese ahora decir que este milagro, igual que la sanidad de ciego (Jn. 9), tuvo lugar en un día de reposo y en este factor se aprecia el significado de la señal. Jesús defendió su derecho de sanar en el Shabbat, por que su Padre también obra en los días sábado. Más alla de eso, Jesús anunció que hará obras mucho mayores que sanar a un paralítico y mandarlo a levantar su lecho en un día Shabbat. Juan 5:21-29 - Porque así como el Padre levanta a los muertos y les da vida, asimismo el Hijo también da vida a los que El quiere. Porque ni aun el Padre juzga a nadie, sino que todo juicio se lo ha confiado al Hijo, para que todos honren al Hijo así como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió. En verdad, en verdad os digo: el que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y no viene a condenación, sino que ha pasado de muerte a vida. En verdad, en verdad os digo que viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que oigan vivirán. Porque así como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le dio al Hijo el tener vida en sí mismo; y le dio autoridad para ejecutar juicio, porque es el Hijo del Hombre. No os admiréis de esto, porque viene la hora en que todos los que están en los sepulcros oirán su voz, y saldrán: los que hicieron lo bueno, a resurrección de vida, y los que practicaron lo malo, a resurrección de juicio. Los judíos no habían visto nada, pues lo que viene será aun más impresionante. El hijo: • da vida a los que quiere • ha sido confiado con el poder de juzgar • debe ser honrado de la misma manera que se honra al Padre • da vida eterna al que oye y cree su palabra • levantará a los muertos con el poder de su voz • tiene vida en si mismo • tiene autoridad para ejercer juicio • con el poder de su voz resucitará a los justos y a los injustos. El milagro de sanar al paralítico fue solo la punta del iceberg, de todo lo que Cristo puede hacer y hará. 4)

La señal de la alimentación de la multitud - 6:1-15

Juan 6:11-15 Entonces Jesús tomó los panes, y habiendo dado gracias, los repartió a los que estaban recostados; y lo mismo hizo con los pescados, dándoles todo lo que querían. Cuando se saciaron, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobran, para que no se pierda nada. Los recogieron, pues, y llenaron doce cestas con los pedazos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido. La gente entonces, al ver la señal que Jesús había hecho, decía:

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Verdaderamente este es el Profeta que había de venir al mundo. Por lo que Jesús, dándose cuenta de que iban a venir y llevárselo por la fuerza para hacerle rey, se retiró otra vez al monte El solo. La cuarta señal registrada en Juan es el milagro de los panes y los peces. En la discusión posterior Jesús hace la primera de sus grandes declaraciones "Yo soy", al decir, "Yo soy el pan de vida" (Jn. 6:35, 48). Aunque eso tiene mucho que ver con el significado de esta señal, más adelante en esta obra hay dos capítulos sobre las declaraciones "Yo soy" de Jesús, y ahí se tratará a esta instancia en profundidad. El significado de esta señal radica en que Jesús se muestra como uno infinitamente mayor que Moisés. Hizo este milagro en vísperas de la Pascua, cuando el pueblo recordaba e instruía a sus hijos en la historia del éxodo de Egipto, y el sostén de Dios en su viaje hasta el Monte Sinaí. El pan era un elemento muy importante tanto en las narraciones como en la misma fiesta. Se enseñaba como Dios hizo caer maná del cielo diariamente para alimentar a su pueblo, y se recordaba la importancia de la santidad al pasar toda una semana comiendo pan sin levadura alguna. Con solo tocar los cinco panes del muchacho, Jesús los había multiplicado de manera suficiente para alimentar a miles de personas y también hacer que hubiesen muchas sobras. La esencia del significado de esta señal se encuentra en las palabras de Jesús, "En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron. Este es el pan que desciende del cielo, para que el que coma de él, no muera. (Jn. 6:47-50). 5)

La señal del caminar sobre el agua - 6:16-21

La quinta señal sucedió apenas algunas horas después de la señal de la multiplicación del pan, y también comunica el mensaje que Jesús es superior a Moisés. Al llegar a la costa del Mar Rojo, Moisés tocó las aguas con su vara y estas se abrieron para dejar pasar al pueblo de Israel en tierra seca. Sin embargo, el texto de Exodo es enfático en que fue Dios quien abrió las aguas, y no Moisés. Exodo 14:21 Extendió Moisés su mano sobre el mar; y el SEÑOR, por medio de un fuerte viento solano que sopló toda la noche, hizo que el mar retrocediera; y cambió el mar en tierra seca, y fueron divididas las aguas. En cambio, en la narración de Juan, queda muy evidente que Jesús atravesó el Mar de Galilea caminando sobre las aguas como acto de su propio poder. Su majestad y gloria solo aumenta con sus palabras dirigidas a los discípulos en la barca, "Yo soy. No temáis." Cristo, caminando sobre el agua, se identifica con el nombre más sagrado de Jehová, el Dios de Israel. Todo esto sobrepasa con creces los actos de Moisés. 6)

La señal de la sanidad del ciego - 9:1-41

Juan 9:1-5 Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento. Y sus discípulos le preguntaron, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que naciera ciego? Jesús respondió: Ni éste pecó, ni sus padres; sino que está ciego para que las obras de Dios se manifiesten en él. Nosotros debemos hacer las obras del que me envió mientras es de día; la noche viene cuando nadie puede trabajar. Mientras estoy en el mundo, yo soy la luz del mundo.

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Jesús sanó al hombre ciego que mendigaba al lado del camino al final de la Fiesta de Tabernáculos, cuando Jesús había anunciado "Yo soy la luz del mundo" (Jn. 8:12). Esta señal se dió para ilustrar esa misma verdad (Jn. 9:5, 39-41). En el Prólogo Juan describe al Verbo como "la verdadera luz que alumbra a todo hombre". Jesús sanó al hombre ciego no solamente para bendecir a ese varón, sino para demostrar la realidad de quienes andan en luz y quienes andan en tinieblas. En esta narración aparece por primera vez en el texto la palabra aposunagogos (expulsado de la sinagoga - Juan 9:22). El temor a tal expulsión hizo que los propios padres del hombre lo abandonasen a sus suerte con los fariseos (9:20-23). Ser expulsado de la sinagoga era el castigo más fuerte que se le podía dar a un judío, pues era echado de la comunidad. No podía relacionarse con otros judíos, ni asistir a cualquier sinagoga. Peor aun, el concepto tras aposunagogos era que uno también perdía su relación personal con Dios, quedaba en una condición de perdición. Con tales intenciones, los fariseos expulsaron al hombre que Jesús había sanado. Sin embargo, la señal de este milagro es que Jesús es el Hijo de Dios (Jn. 9:35-38), y creer en El es estar en la luz, es perder la ceguera de las tinieblas para poder ver a Dios. Sin duda, esta narración brindó un consuelo y ánimo tremendo a los cristianos judíos de Asia que también fueron expulsados de sus comunidades judías por causa de su fe en Jesucristo. 7)

La señal de la resurrección de Lázaro - 11:1-44

Juan 11:38-44 Entonces Jesús, de nuevo profundamente conmovido en su interior, fue al sepulcro. Era una cueva, y tenía una piedra puesta sobre ella. Jesús dijo: Quitad la piedra. Marta, hermana del que había muerto, le dijo: Señor, ya hiede, porque hace cuatro días que murió. Jesús le dijo: ¿No te dije que si crees, verás la gloria de Dios? Entonces quitaron la piedra. Jesús alzó los ojos a lo alto, y dijo: Padre, te doy gracias porque me has oído. Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que me rodea, para que crean que tú me has enviado. Habiendo dicho esto, gritó con fuerte voz: ¡Lázaro, ven fuera! Y el que había muerto salió, los pies y las manos atados con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadlo, y dejadlo ir. A veces, algunos ministros predican y enseñan mensajes de este texto haciendo una interpretación incorrecta. Afirman que esta historia nos habla sobre cómo es la conversión de hombres y mujeres cuando creen en Cristo, como se despojan del viejo hombre y son revestidos con Cristo. Aunque todo eso está teologícamente muy correcto, no es el tema de este texto. Tal mensaje tendría más fundamento en la narración de la mujer samaritana (Jn.4), que efectivamente presenta un caso de una persona que deja su vieja vida atrás y entra a una nueva vida de fe en Cristo. Sin duda alguna, esta narración es la culminación de las señales de Jesús antes de ser crucificado. El mensaje claro y fuerte es que Jesús tiene poder sobre la muerte. Tal como había anunciado en la ocasión de la sanidad del paralítico de Betesda, "En verdad, en verdad os digo que viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que oigan vivirán" (Jn. 5:25).

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El poder de Jesús para dar vida es un tema que Juan introduce en el Prólogo y desarrolla através del Evangelio. Usa la palabra "vida" cuarenta y cuatro veces en la obra. Jesús es el creador que da la vida. La muerte no es una contraparte de igual fuerza. Jesús es vencedor sobre la muerte. No solo es vida, sino que es la resurrección y la vida, con poder para volver a dar vida que había sido quitada. El mensaje fuerte de esta señal era que Jesús también resucitaría. Ya lo había anunciado al inicio de su ministerio cuando limpió el Templo de los vendedores y cambistas. "Destruid este Templo, y en tres días lo levantaré" (Jn. 2:19). En esa ocasión los judíos le habían preguntado que señal podría hacer para demostrar su autoridad para intervenir en los asuntos del Templo. Jesús les respondió que les daría la señal de su propia resurrección mensaje que ellos no entendieron, pero que sus discípulos si recordaron y comprendieron después de su resurrección (Jn. 2:16-22). El drama de la narración de estos eventos solo aumenta con lo que Juan relata después - la conspiración de los fariseos con el sumo sacerdote para matar a Jesús (Jn. 11:45-57). Jesús hacía tantas señales, y eran tantas las personas que creían en El, que los líderes judíos entraron en pánico (Jn. 11:48). Sin embargo, aun en medio de eso, la voluntad de Dios fue expresado en las palabra de Caifás, el sumo sacerdote. Juan 11:50-52 Pero uno de ellos, Caifás, que era sumo sacerdote ese año, les dijo:Vosotros no sabéis nada, ni tenéis en cuenta que os es más conveniente que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la nación perezca. Ahora bien, no dijo esto de su propia iniciativa, sino que siendo el sumo sacerdote ese año, profetizó que Jesús iba a morir por la nación; y no sólo por la nación, sino también para reunir en uno a los hijos de Dios que están esparcidos. Así vemos que hay un crescendo, un aumento progresivo en la revelación de Jesús por medio de las señales narradas en Juan. Comienza cambiando agua en vino, y termina resucitando a un hombre que llevaba cuatro días muerto y sepultado. Podemos hacer el siguiente resumen sobre las "siete señales" y sus significados: 1. El agua convertido en vino (Jn. 2:1-11) – Jesús trae un nuevo órden 2. La sanación del hijo del oficial del rey (Jn. 4:46-54) – Jesús demanda que creamos en El 3. La sanidad del paralítico de Betésda (Jn. 5:1-15) - Jesús hace las obras del Padre 4. La alimentación de los cinco mil (Jn. 6:5-14) - Jesús es el pan de vida 5. El caminar de Jesús sobre el agua (Jn. 6:16-24) - Jesús es mayor que Moisés 6. La sanación del ciego (Jn. 9:1-7) - Jesús es la luz del mundo 7. La resurrección de Lázaro (Jn. 11:1-45) - Jesús es la resurrección y la vida 8)

¿Otras señales?

El mismo Evangelio de Juan nos dice que Jesús hizo muchas señales, además de las narradas en el libro (Jn. 20:30,31). Sabemos acerca de muchas de estas por medio de los evangelios sinópticos. Algunos ejemplos son: • la sanidad del leproso (Mat. 8:2-4) • la sanidad del siervo del centurión (Mat. 8:5-13) • la sanidad de la suegra de Pedro (Mat. 8:14-17) • la liberación del endemoniado de Capernaúm (Mar. 1:21-28) 49

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la sanidad de paralítico (Mar. 2:1-12) la sanidad del hombre con la mano seca (Mar. 3:1-5) la liberación del endemoniado gadareno (Mar. 5:1-20) la liberación del muchacho endemoniado (Mar. 9:14-29) la sanidad del ciego Bartimeo (Mar. 10:46-52) la pesca milagrosa (Luc. 5:1-7) el calmar la tempestad (Luc. 8:22-25)

Y hay más que esos. Pero vemos que Juan, a pesar de tener recuerdos y registros de tantos milagros, se limitó a siete durante el ministerio terrenal de Cristo. Algunos comentaristas no están de acuerdo con la idea que Juan precisó siete señales en su Evangelio para mostrar la gloria de Jesús, sino que menciona a varias más. Puede ser, pero vemos en la literatura juanina un uso muy evidente del número siete. A continuación se mencionan algunas instancias que algunos toman también como señales. La purificación del Templo (Jn. 2:13-22) - No hay duda que con aquella acción vino un mensaje - "Destruid este templo y en tres días lo levantaré". Pero en aquella instancia Jesús no hizo un milagro, sino que echó a los comerciantes y cambistas con sus propias fuerzas normales. Podemos ver que en todos los actos de Jesús hay un mensaje, una gran verdad. Pero el concepto de "señales" que maneja Juan siempre va a lo milagroso. La resurrección de Jesus (Jn. 20:1-10) - Sin duda, la resurrección de Jesús fue un milagro, y que revela la gran verdad de su poder. Sin embargo, en este caso podemos decir que la resurrección de Jesús fue precisamente la verdad señalada por la resurrección de Lázaro. Era el objeto de la señal, más que la misma señal. La pesca milagrosa post-resurrección (Jn. 21:1-8) - En la narración de Juan, Jesús hizo un milagro más, después de su resurrección - la pesca milagrosa cuando Pedro y los demás volvieron a las redes. Fue un milagro y con un mensaje para los discípulos - que no había nada para ellos en la vieja vida, su vida ahora tenía que enfocarse en el cuidado del rebaño de Cristo. Pero este milagro es diferente a los llamados "señales" previamente. No se hizo en público para impulsar a los testigos a creer en Jesús. No produjo un debate con los incrédulos. Además, fue después de la muerte y resurrección de Jesús, cuando ya había concluido su ministerio público. El reconocimiento de las siete señales evidentes en el texto de Juan es, a nuestro juicio, la mejor manera de discernir la intención y el diseño de Juan para su Evangelio.

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Capítulo Siete - Jesús y el Shabbat en el Evangelio de Juan

La semana judía - En la cultura hebrea se estableció la semana de siete días, cosa que aun observamos en el mundo actual. La semana de siete días se fijó en virtud de la narración de Génesis sobre la creación del mundo en siete días. Los nombres hebreos de los días de la semana vienen directamente de Génesis capítulo uno, "primer día", "segundo día", "tercer día", etcétera. Aquellos nombres son: Yom Rishon - "primer día" (domingo) Yom Sheni - "segundo día" (lunes) Yom Shlishi - "tercer día" (martes) Yom Revi - "cuarto día" (miércoles) Yom Chamishi - "quinto día" (jueves) Yom Shishi - "sexto dia" (viernes) Yom Shabbat - "séptimo día" (sábado) Cada día comienza con la previa puesta del Sol. Es decir, el inicio del Shabbat (sábado) es la puesta del sol de nuestro día viernes. El Día de Reposo (Shabbat) - El Shabbat es el día de conmemoración religiosa y descanso semanal, absolutamente obligatorio en el judaísmo. Porque el Génesis afirma que Dios descansó el séptimo día (Gen. 2:1-3), y la observación estricta del Shabbat figura en los Diez Mandamientos (Exo. 20:8), guardar el Día de Reposo siempre ha sido la gran característica que identifica y define al pueblo hebreo. Como el nuevo día comenzaba con la puesta del sol, y no a la medianoche, el Shabbat comenzaba al atardecer el día viernes, y terminaba al atardecer del día sábado. Todo trabajo debía detenerse y el pueblo se dedicaba al estudio, la oración, y el descanso. Flavio Josefo narra que en Jerusalén se anunciaba la llegada del Shabbat por medio de tres toques de shofar desde un muro alto del Templo con cierto tiempo de intervalo entre los toques. El primero avisaba a la gente trabajando en el campo, para que regresaren a sus casas. El segundo anunciaba el fin de toda actividad comercial en la ciudad. El tercer toque del shofar (al poder verse tres estrellas) anunciaba el cese de trabajos en las casas. Cerca del año 200 a.C. los judíos crearon la Mishnah, un comentario sobre la Ley, con instrucciones específicas sobre lo que se podía y no se podía hacer en Shabbat en 39 areas de la vida. Algunas de las prohibiciones eran: • Preparar comida • Montar en un animal • Sacar agua del pozo • Hacer un fuego • Tener relaciones sexuales • Viajar en un bote • Caminar más de 2000 codos (900 metros) Sin embargo, la Mishnah también indica una cantidad de interesantes excepciones a estas reglas.

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Algunos ejemplos: • Se podía calentar comida sobrante de ayer en un horno de barro si aun quedaba calor residual de su uso el día previo. • Se podía limpiar las migas de la mesa, si su volumen total era menor al tamaño de una aceituna. • Se podía atar un nudo en una cuerda siempre y cuando dicho nudo se podía deshacer con una sola mano. • Una mujer podía llevar aretes puestos, siempre que se las había puesto antes del inicio del Shabbat. • Se permitía hacer la guerra, si era una acción defensiva. • Uno podía dejar objetos suyos a 900 mts. de su casa, y declararlo una extensión de su domicilio, para asi caminar 900 mts. más desde ahí. Fue precisamente por causa de estos legalismos y contradicciones hipócritas que Jesús tuvo varias confrontaciones con los judíos por causa de su conducta en el Shabbat. Sin embargo, El iba más allá que simplemente señalar su hipocresía. Las enseñanzas de Jesús sobre el Shabbat tienen un sentido y una importancia muy especial. En los evangelios sinópticos hay cuatro narraciones sobre los conflictos de Jesús con los líderes judíos por sus acciones en Shabbat, y uno en Juan. Las cuatro instancias en los sinópticos son: 1) Cuando Jesús sanó al hombre con la mano seca - (Mateo 12:9-14, Marcos 3:1-6, Lucas 6:6-11) 2) Cuando Jesús y sus discípulos arrancaron espigas de un campo - (Marcos 2:23-28, Lucas 6:1-5) 3) Cuando Jesús sanó a la mujer encorvada - (Lucas 13:10-17) 4) Cuando Jesús sanó al hombre hidrópico - (Lucas 14:1-6) En cada instancia Jesús defendió su acción argumentando los precedentes ya existentes en la misma conducta de los judíos (¿acaso ustedes no rescatan o dan de beber a sus animales en el Shabbat?), el precedente histórico de David (¿acaso David no tomó los panes consagrados del Tabernáculo?), o afirmando los principios éticos correspondientes, avalados por la ley ("¿es lícito en el día de reposo hacer bien o hacer mal; salvar una vida o destruirla?", "El día de reposo se hizo para el hombre, y no el hombre para el día de reposo"). Marcos y Lucas añaden la declaración del poderoso señorío de Cristo, "el Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo." El paralítico de Betesda - En Juan 5:1-47 tenemos la narración del conflicto de Jesús con los judíos por su conducta en Shabbat, cuando sanó al paralítico que esperaba el movimiento del agua en el estanque de Betesda. En Juan capítulo 7, Jesús volvió a defender su acción de sanar al paralítico en el Shabbat, citando el precedente de las circuncisiones que se hacían en Shabbat para cumplir con la ley de circuncidar a un niño en su octavo día de vida. (Gen. 17:12; Juan 7:21-23). Sin embargo, en el registro de Juan 5, durante el intenso diálogo que sucedió inmediatamente después de la sanación del paralítico, Jesús citó un argumento como ninguno de esos precedentes de acciones humanas. Juan 5:16-19 A causa de esto los judíos perseguían a Jesús, porque hacía estas cosas en el día de reposo. Pero El les respondió: Hasta ahora mi Padre trabaja, y yo también trabajo. 52

Entonces, por esta causa, los judíos aún más procuraban matarle, porque no sólo violaba el día de reposo, sino que también llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose igual a Dios. Por eso Jesús, respondiendo, les decía: En verdad, en verdad os digo que el Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que hace el Padre, eso también hace el Hijo de igual manera. El precedente que Jesús citó, según Juan, no era que los mismos judíos o que David habían hecho buenas obras en un día Shabbat, sino que Dios mismo las hace. Nadie podía negar que Dios obra en Shabbat. Si nacía un bebé un día sábado, era una obra de Dios. Si alguien fallecía un día sábado, también era una obra de Dios. Jesús exclamó, "Hasta ahora mi Padre trabaja, y yo también trabajo." El texto en griego dice, " ̔πατήρ μου ἕως ἄρτι ἐργάζεται, κἀγὼ ἐργάζομαι" Se puede traducir, "Mi padre está trabajando en este mismo momento... por eso, yo también trabajo." Y no solo eso, Jesús declaró que nada hacía por cuenta suya, sino que todas sus acciones eran las mismas acciones del Padre. Es decir, el Padre quiso que Jesús sanara al paralítico, precisamente en ese día. La sanidad del paralítico era una obra de la voluntad de Dios. ¿Cómo podían los judíos oponerse a eso? Jesús tomó la ocasión como una oportunidad más para afirmar su plena divinidad. Los judíos querían matarle ahí mismo, porque, a su manera de pensar, no solo trabajaba en Shabbat, sino también blasfemaba al hacerse igual a Dios. Esto es un ejemplo más de la cristología de Juan, en que muestra cómo Jesús aprovechaba cada oportunidad para afirmar su identidad como Dios mismo, el Gran Yo Soy de Israel.

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Capítulo Ocho - Jesús y las fiestas de Israel: los contextos de sus declaraciones "Yo Soy" Antes de estudiar las declaraciones "Yo soy" de Jesús registrados en el Evangelio de Juan, es importante repasar el tema de las fiestas de Israel, pues casi todas estas declaraciones fueron hechas en contexto y en relación con algo tocante a una u otra de las fiestas. En la antigua Israel, las fiestas nacionales eran el centro y corazón de la cultura, tanto civil como religiosa. Su celebración era causa de gozo, pues recordaban y celebraban la historia sagrada y la singularidad del Pueblo del Pacto. El Calendario Hebreo Para entender cuándo se celebran las fiestas judías, es necesario conocer bien el calendario hebreo. Los judíos utilizan un sistema de contar meses y años basado en los meses lunares y los años solares - cosa que es diferente al calendario gregoriano que generalmente usamos en casi todo el mundo hoy. El mes judío - En el calendario hebreo se emplea el sistema de la observación de meses lunares. Una órbita de la luna alrededor de la tierra demora aproximadamente 29.5 días. Los judíos entonces tienen algunos meses de 29 dias y otros de 30 días. Lo importante en el calendario hebreo era (y aun es) marcar el inicio de cada nuevo mes con la noche de "luna nueva", cuando la luna no se ve. El punto medio del mes, la noche del día 14, era es entonces siempre luna llena.

Es interesante observar cuantas cosas del culto judío se hacen el día 1 (luna nueva) y el día14 (luna llena) del mes - por ejemplo, Trompetas (día 1 de Tisri) y Pascua (día 14 de Nisan). Un salmista escribió: "Tocad la trompeta en la luna nueva, en la luna llena, en el día de nuestra fiesta" (Salmo 81:3). El año judío - En el calendario hebreo se emplea el sistema de la observación de años solares. Una orbita de la Tierra alrededor del Sol demora aproximadamente 365.24 días. Los hitos más importantes en esa órbita son los equinoccios de Primavera y Otoño (cuando el día y la noche tienen precisamente la misma duración) y los solticios de Verano e Invierno (cuando se observa el día más largo y la noche más breve, o el día más breve y la noche más larga del año). Los judíos siempre marcan el comienzo de un nuevo año como la primera luna nueva que ocurre después del equinoccio de Primavera. El equinoccio ahora sucede aproximadamente cada 21 de marzo, por ende, la Pascua (que se celebra el 14 del primer mes) puede darse entre los últimos días de marzo, hasta los últimos días de abril.

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Para mantener una sincronización de la relación entre los meses y los años, periódicamente se añadía un décimo tercer mes breve, Ve-Adar (Segundo mes de Adar), para así poder comenzar el nuevo año en la primera luna nueva después del equinoccio. En Israel se celebraba año nuevo dos veces por año. El mes de Nisan (o Abib) marcaba el nuevo año agrícola y religioso. Siete meses más tarde, el mes de Tisri marcaba el nuevo año civil y político. Cada año nuevo era celebrado con grandes fiestas. A continuación se presentan las fiestas judías, y su relación con el calendario hebreo.

Las fiestas de Israel en el calendario hebreo - Además de la celebración semanal de la creación de Dios por medio del Shabbat, en Israel se celebraban tres grandes fiestas anuales que eran ocasión de peregrinaciones a Jerusalén para su celebración. Deuteronomio 16:16,17 Tres veces al año se presentarán todos tus varones delante del SEÑOR tu Dios en el lugar que El escoja: en la fiesta de los panes sin levadura, en la fiesta de las semanas y en la fiesta de los tabernáculos; y no se presentarán con las manos vacías delante del SEÑOR. Cada hombre dará lo que pueda, de acuerdo con la bendición que el SEÑOR tu Dios te haya dado.

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A continuación se presenta más información sobre estas fiestas y las menciones de ellas en el Evangelio de Juan. 1) Pascua (Pesach) - Se celebra el día 14 del primer mes (Nisan). Era una fiesta de un día. Es la celebración de la liberación de Israel de la esclavitud de Egipto. La cena pascual conmemoraba la noche cuando los israelitas comieron el cordero pascual, con su sangre aplicado a los dinteles de sus puertas para proteger a aquellas familias del ángel de la muerte que castigaba a las familias egipcias. Deuteronomio 16:1, 2, 5-7 Observarás el mes de Abib y celebrarás la Pascua al SEÑOR tu Dios, porque en el mes de Abib el SEÑOR tu Dios te sacó de Egipto de noche. Y sacrificarás la Pascua al SEÑOR tu Dios con ofrendas de tus rebaños y de tus manadas, en el lugar que el SEÑOR escoja para poner allí su nombre. No podrás sacrificar la Pascua en ninguna de las ciudades que el SEÑOR tu Dios te da, sino que en el lugar que el SEÑOR tu Dios escoja para poner allí su nombre, sacrificarás la Pascua al atardecer, al ponerse el sol, a la hora en que saliste de Egipto. Y la asarás y la comerás en el lugar que el SEÑOR tu Dios escoja. Luego, por la mañana, regresarás a tu habitación. En el Evangelio de Juan se mencionan tres celebraciones de la Pascua durante el ministerio de Jesús. • Juan 2:13 "La Pascua de los judíos estaba cerca, y Jesús subió a Jerusalén," (cuando Jesús limpió el Templo) • Juan 6:4 "Y estaba cerca la Pascua, la fiesta de los judíos" (cuando Jesús alimentó a la multitud) • Juan 11:55 "Y estaba cerca la Pascua de los judíos, y muchos de la región subieron a Jerusalén antes de la Pascua para purificarse." (cuando Jesús celebró la Pascua con sus discípulos antes de ser arrestado y crucificado) Durante los siete días después de Pascua se celebra la Fiesta de Panes sin Levadura (Hag-Ha-Matzah), los días 15-21 del mes. Marcaba el inicio de la cosecha de la cebada. Es una celebración de la santidad, la vida sin pecado, simbolizado por el consumo de pan sin levadura. Deuteronomio 16:3, 4 No comerás con ella pan con levadura; siete días comerás con ella pan sin levadura, pan de aflicción (porque aprisa saliste de la tierra de Egipto), para que recuerdes todos los días de tu vida el día que saliste de la tierra de Egipto. Durante siete días no se verá contigo levadura en todo tu territorio; y de la carne que sacrifiques en la tarde del primer día, no quedará nada para la mañana siguiente. El día después del Shabbat celebrado durante Panes sin Levadura se celebraba la Fiesta de las Primicias (Omer Reshit). Era la ocasión cuando el Sumo Sacerdote levantaba una gavilla de la cosecha para presentarlo en gratitud al Señor. Levítico 23:11 Y él mecerá la gavilla delante del SEÑOR, a fin de que seáis aceptados; el día siguiente al día de reposo el sacerdote la mecerá. Es muy hermoso observar como el apóstol Pablo reconoció a la resurección de Jesús, el día después del día de reposo, como la primicia de todos los creyentes.

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I Corintios 15:20, 23 Mas ahora Cristo ha resucitado de entre los muertos, primicias de los que durmieron. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo en su venida. A partir del período pos-exílico, los judíos llamaban al conjunto de estas tres fiestas (Pascua, Panes sin Levadura y Primicias), simplemente "la fiesta de la Pascua", aunque abarcaba en total ocho días. Durante esos días de fiesta las familias enseñaban a sus hijos acerca de la esclavitud que Israel sufrió en Egipto, su liberación bajo Moisés, como cruzaron el Mar Rojo, y la provisión de Dios hasta que llegaron al Monte Horeb. 2) Pentecostés (Shavuot) - También conocido como la "Fiesta de las Semanas", se celebra cincuenta días (siete semanas y un día) después del primer sábado de la Fiesta de Primicias. La fiesta duraba solamente un día, y su ocasión era la cosecha de trigo. Durante la fiesta, las lecturas y enseñanzas de la Torah se centraba en lo acontecido en el Monte Sinaí, cuando Moisés recibió la Ley de Jehová. No se menciona específicamente a la Fiesta de Pentecostés en el Evangelio de Juan, aunque hay una mención de una fiesta no identificada (Jn. 5:1), que quizás fue Pentecostés aunque no se puede saber. 3) Tabernáculos (Sukkot) - La tercera ocasión que demandaba la peregrinación a Jerusalén era la Fiesta de Tabernáculos, la cual se celebraba seis meses después de Pascua, en el mes de Tisri, en el punto medio de año judío, durante el equinoccio de otoño. Deuteronomio 16:13-15 Durante siete días celebrarás la fiesta de los tabernáculos, cuando hayas recogido el producto de tu era y de tu lagar. Y te alegrarás en tu fiesta, tú, tu hijo y tu hija, tu siervo y tu sierva, el levita y el forastero, el huérfano y la viuda que están en tus ciudades. Siete días celebrarás fiesta al SEÑOR tu Dios en el lugar que escoja el SEÑOR; porque el SEÑOR tu Dios te bendecirá en todos tus productos y en toda la obra de tus manos; por tanto, estarás realmente alegre. Así como en el primer mes del año agrícola-religiosa (Nisan) se celebran tres fiestas: (Pascua, Panes sin Levadura y Primicias), durante el séptimo mes (Tisri), primer mes del año civil-político, también se celebran tres fiestas: Trompetas (Shofarim o Rosh Hashanah), el Día de Expiación (Yom Kippur), y Tabernáculos (Sukkot). La Fiesta de Trompetas (Rosh Hashanah "cabeza del año") marcaba el año nuevo civil. Era un día para la reflexión solemne, en anticipación del Día de Expiación que vendría nueve días después. La idea era comenzar el año nuevo con una renovada relación con Dios. Levítico 23:23-25 Otra vez el SEÑOR habló a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: "En el séptimo mes, el primer día del mes, tendréis día de reposo, un memorial al son de trompetas, una santa convocación. "No haréis ningún trabajo servil, pero presentaréis una ofrenda encendida al SEÑOR."

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Tristemente, Israel dejó de celebrar esta fiesta como también la de Tabernáculos durante sus años de idolatría. Solamente después del exilio en Babilonia, cuando Nehemías leyó el libro de la Ley en Rosh Hashanah, el primer día del mes séptimo, el pueblo se entristeció y lloró mucho al darse cuenta de cuánto habían dejado de cumplir sus obligaciones del pacto. Nehemías 8:1-3, 8-10 Se reunió todo el pueblo como un solo hombre en la plaza que estaba delante de la puerta de las Aguas, y pidieron al escriba Esdras que trajera el libro de la ley de Moisés que el SEÑOR había dado a Israel. Entonces el sacerdote Esdras trajo la ley delante de la asamblea de hombres y mujeres y de todos los que podían entender lo que oían. Era el primer día del mes séptimo. Y leyó en el libro frente a la plaza que estaba delante de la puerta de las Aguas, desde el amanecer hasta el mediodía, en presencia de hombres y mujeres y de los que podían entender; y los oídos de todo el pueblo estaban atentos al libro de la ley. Y leyeron en el libro de la ley de Dios, traduciéndolo y dándole ell sentido para que entendieran la lectura. Entonces Nehemías, que era el gobernador, y Esdras, el sacerdote y escriba, y los levitas que enseñaban al pueblo, dijeron a todo el pueblo: Este día es santo para el SEÑOR vuestro Dios; no os entristezcáis, ni lloréis; porque todo el pueblo lloraba al oír las palabras de la ley. También les dijo: Id, comed de la grosura, bebed de lo dulce, y mandad raciones a los que no tienen nada preparado; porque este día es santo para nuestro Señor. No os entristezcáis, porque la alegría del SEÑOR es vuestra fortaleza. El Día de Expiación (Yom Kippur) era el día más sagrado del calendario hebreo, el día diez del mes Tisri. Era la culminación de los diez días de reflexión personal iniciados en Rosh Hoshanah. de confesión de pecado. Era el día cuando el sumo sacerdote hacía ofrenda por el pecado de toda la nación, el único día cuando entraba al Lugar Santísimo. Levítico 16:29-31 Y esto os será un estatuto perpetuo: en el mes séptimo, a los diez días del mes, humillaréis vuestras almas y no haréis obra alguna, ni el nativo ni el forastero que reside entre vosotros; porque en este día se hará expiación por vosotros para que seáis limpios; seréis limpios de todos vuestros pecados delante del SEÑOR. Os será día de reposo, de descanso solemne, para que humilléis vuestras almas; es estatuto perpetuo. La Fiesta de Tabernáculos (Sukkot) era una fiesta de ocho días duración, que se realizaba los dias 15 al 22 del séptimo mes (Tisri), despues de Trompetas y Expiación. Era una fiesta que conmemoraba y celebraba el cuidado de Dios sobre Israel durante los cuarenta años de peregrinación en el desierto. Levítico 23:23-36, 39-43 Y el SEÑOR habló a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel, y diles: "El día quince de este mes séptimo es la fiesta de los tabernáculos; se celebrará al SEÑOR por siete días. El primer día es santa convocación; no haréis ninguna clase de trabajo servil. Durante siete días presentaréis al SEÑOR una ofrenda encendida. El octavo día tendréis una santa convocación, y presentaréis al SEÑOR una ofrenda encendida; es asamblea solemne. No haréis trabajo servil. El día quince del séptimo mes, cuando hayáis recogido el fruto de la tierra, celebraréis la fiesta del SEÑOR por siete días, con reposo en el primer día y reposo en el octavo día. Y el primer día tomaréis para vosotros frutos de

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árboles hermosos, hojas de palmera y ramas de árboles frondosos, y sauces de río; y os alegraréis delante del SEÑOR vuestro Dios por siete días. Así la celebraréis como fiesta al SEÑOR por siete días en el año. Será estatuto perpetuo para todas vuestras generaciones; la celebraréis en el séptimo mes. Habitaréis en tabernáculos por siete días; todo nativo de Israel vivirá en tabernáculos, para que vuestras generaciones sepan que yo hice habitar en tabernáculos a los hijos de Israel cuando los saqué de la tierra de Egipto. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios." Para el tiempo de Jesús. se había recuperado plenamente la celebración de la Fiesta de Tabernáculos. Se menciona en el Evangelio de Juan en el capítulo 7, versículo 2: "Y la fiesta de los judíos, la de los Tabernáculos, estaba cerca". Además de las tres grandes jornadas de fiesta requeridas en la Ley de Moisés (Pascua, Pentecostés y Tabernáculos), se crearon dos otras fiestas importantes durante el período intertestamentario, Janukáh y Purim. La Fiesta de Janukah o "de Luces" o "Dedicación", se celebra durante ocho días, comenzando el día 25 del noveno mes, Kislev, a fines del otoño. Esta fiesta tuvo su origen en el año 165 aC. Conmemora la ocasión cuando Jerusalén fue liberada de la opresión de Antíoco Epífanes, y el Templo fue re-dedicado a la gloria de Dios. Al ser una fiesta de duración ocho días, es como un gemelo a la Fiesta de Tabernáculos, que también celebra la protección el cuidado de Dios. Esta fiesta se menciona en Juan 10:22. "En esos días se celebraba en Jerusalén la fiesta de la Dedicación". Esa fue la ocasión cuando Jesús afirmó ser el Buen Pastor. La Fiesta de Purim es la última de las grandes fiestas anuales de Israel. Como Janukah, es una fiesta que cuya celebración se inició después la vida de Moisés, en consecuencia de la vida y obra de la Reina Ester durante el tiempo pos-exílico, cuatro siglos antes de Cristo. En el libro de Ester se narra cómo Amán conspiró para matar a todos los judíos el día 14 del mes Adar (el décimo segundo mes), y cómo por la intercesión de Ester ante el rey Asuero los judíos fueron salvados y triunfaron sobre sus enemigos. Es una fiesta de mucha alegría y gozo, con intercambio de regalos de comida. Ester 9:20-22 Entonces Mardoqueo escribió estos hechos, y envió cartas a todos los judíos que se hallaban en todas las provincias del rey Asuero, tanto cercanas como lejanas, ordenándoles que celebraran anualmente el día catorce del mes de Adar, y el día quince del mismo mes, porque en esos días los judíos se libraron de sus enemigos, y fue para ellos un mes que se convirtió de tristeza en alegría y de duelo en día festivo. Los harían días de banquete y de regocijo, para que se enviaran porciones de comida unos a otros e hicieran donativos a los pobres. En el Evangelio de Juan no hay ninguna mención específica de la Fiesta de Purim. Las fiestas de Israel y el Evangelio de Juan Juan dedica un gran espacio en su evangelio al tema del ministerio de Jesús en Jerusalén, durante las fiestas judías anuales. ▪

Juan 5 - Jesús y el dia de reposo (Shabbat) 59

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Juan 6 - Jesús y la Fiesta de la Pascua (Pesach) Juan 7-9 Jesús y la Fiesta de Tabernáculos (Sukkot) Juan 10 Jesús y la Fiesta de Dedicación (Janukah) Juan 11:55-20:30 Jesús y la Fiesta de la Pascua (Pesach)

Lo importante para nuestro estudio es ver cómo Jesús hizo uso de elementos de estas fiestas para identificarse como el cumplimiento perfecto de todo lo que la fiesta celebraba y señalaba, con sus grandes declaraciones "Yo soy". Ese será el tema de nuestro siguiente capítulo.

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Capítulo Nueve - Las expresiones "Yo soy" en Juan (1ra parte) Un recurso teológico que Juan emplea en su evangelio que lo distingue significativamente de los sinópticos es la serie de declaraciones “Yo Soy” de Jesús, - en griego "ego eimi". La gran importancia de esto radica en que “Yo Soy” es el nombre de Dios más sagrado del judaísmo. Al identificarse de esta manera, Jesús declaraba de manera inconfundible que El es Dios, el Dios de Israel. El origen de este nombre divino se encuentra en la narración sobre el momento cuando Dios llamó a Moisés a regresar a Egipto para liberar a la nación de Israel de la esclavitud. Éxodo 3:13-14 Dijo Moisés a Dios: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé? Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros. Ese nombre de Dios en la lengua hebrea es conocido hoy como la "tetragrammaton" (una palabra de cuatro letras). En el hebreo, este nombre divino se escribía con solo cuatro consonantes - YOD, HE, WAW, HE. Aunque no hay certidumbre sobre el particular, se cree que la pronunciación antigua del nombre divino era "Yehovah" o "Yahvé". Por la gran santidad que poseía el nombre, los judíos preferían pronunciar otro en su lugar mientras leían o oraban como "Adonai" o "Elohim". El nombre "Yo soy" fue revelado por Dios en diferentes ocasiones en combinación con otras palabras, haciendo que el nombre expresara una idea más específica, como "Yo soy tu sanador" o "Yo soy tu paz". Véase la lista a continuación:

“Yo soy” en el Antiguo Testamento Gen. 2:4

Yahve Elohim -

Yo soy Dios

Gen. 22:14

Yahve Yireh -

Yo soy tu proveedor

Exo. 15:26

Yahve Rafa -

Yo soy tu sanador

Exo. 17:15

Yahve Nissi -

Yo soy tu bandera

Lev. 20:8

Yahve Kaddesh -

Yo soy quien te santifica

Jue. 6:24

Yahve Salom -

Yo soy tu paz

Sal. 23:1

Yahve Roh -

Yo soy tu pastor

Isa. 1:24

Yahve Sabaot -

Yo soy de los ejércitos

Jer. 33:16

Yahve Tsidkenu -

Yo soy nuestra justicia

Eze. 48:35

Yahve Sama -

Yo soy está aquí

En la Versión Septuaginta (el Antiguo Testamento traducido al griego) la expresión "yo soy" de Exódo 3 se traduce, ἐγώ εἰµι (ego eimi), las mismas palabras griegas que encontramos en todas las instancias en el Evangelio de Juan cuando Cristo se identificó de la misma manera.

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“Yo soy” en Juan En dos ocasiones Jesús se identificó simplemente con el nombre divino “ego eimi” “YO SOY”, así como Dios hizo con Moisés en Exodo 3. En siete ocasiones, Jesús añadió un sustantivo descriptivo, como "Yo soy la luz del mundo", tal como vemos tantas veces en el Antiguo Testamento. En cada caso, Jesús hizo la declaración durante o en un momento cercano a una de las fiestas nacionales de Israel, y cada declaración "Yo soy" guardaba relación con algún aspecto de la fiesta. Con estas afirmaciones Jesús declaraba su divinidad. Pero más que eso, Jesús no solo se declaraba Dios, sino, específicamente se identificaba como Jehová, el Dios de Israel, y el cumplimiento perfecto de todo lo revelado por Dios en su pacto, sus instituciones y obras. Al atribuirse el nombre "Yo soy", Jesús daba una revelación que animaría a los creyentes judíos que luego serían expulsados de sus sinagogas. No importaba que a uno lo echaban de la sinagoga, si estaba en íntima unión con el "Yo soy". Las dos declaraciones "Yo soy" sin complementos La primera instancia que Juan registra donde Jesús emplea las palabras "Yo soy", se encuentra en la narración de la noche cuando El caminó sobre el agua. Juan 6:16-21 (Mt. 14.22-27; Mr. 6.45-52) Al anochecer, descendieron sus discípulos al mar, y entrando en una barca, iban cruzando el mar hacia Capernaum. Estaba ya oscuro, y Jesús no había venido a ellos. Y se levantaba el mar con un gran viento que soplaba. Cuando habían remado como veinticinco o treinta estadios, vieron a Jesús que andaba sobre el mar y se acercaba a la barca; y tuvieron miedo. Mas él les dijo: Yo soy; no temáis. Ellos entonces con gusto le recibieron en la barca, la cual llegó en seguida a la tierra adonde iban. En esta instancia, Jesús no estaba simplemente identificándose como Jesús, su líder, para que dejaran de pensar que era un fantasma. La ocasión del evento era el tiempo de Fiesta de la Pascua, cuando los judíos celebraban y recordaban la historia de Israel en su liberación de esclavitud de Egipto, su cruce del Mar Rojo y su marcha hasta el Monte de Sinaí. Al declararse el "Yo soy" mientras caminaba sobre el agua, mostraba no solo que era superior a Moisés, sino que era Dios mismo. La segunda instancia cuando Jesús se declara "Yo soy" sin otro adjetivo descriptivo, fue cuando discutia con los judíos sobre la naturaleza de su ministerio. Juan 8:48-59 Contestaron los judíos, y le dijeron: ¿No decimos con razón que tú eres samaritano y que tienes un demonio? Jesús respondió: Yo no tengo ningún demonio, sino que honro a mi Padre, y vosotros me deshonráis a mí. Pero yo no busco mi gloria; hay Uno que la busca, y juzga. En verdad, en verdad os digo que si alguno guarda mi palabra, no verá jamás la muerte. Los judíos le dijeron: Ahora sí sabemos que tienes un demonio. Abraham murió, y también los profetas, y tú dices: “Si alguno guarda mi palabra no probará jamás la muerte.” ¿Eres tú acaso mayor que nuestro padre Abraham que murió? Los profetas también murieron; ¿quién crees que eres?

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Jesús respondió: Si yo mismo me glorifico, mi gloria no es nada; es mi Padre el que me glorifica, de quien vosotros decís: “El es nuestro Dios.” Y vosotros no le habéis conocido, pero yo le conozco; y si digo que no le conozco seré un mentiroso como vosotros; pero sí le conozco y guardo su palabra. Vuestro padre Abraham se regocijó esperando ver mi día; y lo vio y se alegró. Por esto los judíos le dijeron: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham? Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: antes que Abraham naciera, yo soy. Entonces tomaron piedras para tirárselas, pero Jesús se ocultó y salió del templo. Al decir, "antes que Abraham naciera, yo soy", Jesús se identificaba como el Dios de Israel de una manera inconfundible. Se puede observar eso directamente en las palabras que empleó, como también en la reacción de quienes le oyeron, pues consideraron que había blasfemado. Era tan grande su enojo que decidieron tomar piedras y apedrear a Jesús sin ningún juicio previo ante ninguna autoridad judía o romana. Esta narración sobre este enfrentamiento entre Jesús y los judíos solamente aparece en Juan. Los sinópticos no lo mencionan. Así vemos como la expresión "Yo soy" ocupa un lugar de suma importancia en la cristologia juanina. Las siete declaraciones "Yo soy" con complementos Juan hace mención de siete instancias cuando Jesús empleó la expresión "Yo soy" con un complemento para precisar la naturaleza de lo que revelaba. Las siete expresiones son: 1) Yo soy el pan de vida (Jn. 6:35) 2) Yo soy la luz del mundo (Jn. 8:12) 3) Yo soy la puerta (Jn. 10:9) 4) Yo soy el buen pastor (Jn. 10:11) 5) Yo soy la resurrección y la vida (Jn. 11:25-26) 6) Yo soy el camino, la verdad y la vida (Jn. 14:6) 7) Yo soy la vid (Jn. 15:5) Una debilidad que se aprecia a menudo en los sermones y estudios sobre estas expresiones que se realizan en muchas iglesias es que estos alegorizan el estudio sin tomar bien en cuenta el contexto. Para entender bien estas declaraciones de Jesús es imprescindible estudiar bien sus trasfondos, pues cada elemento al cual Jesús se compara guarda relación con algo pertinente de las fiestas e instituciones judías. Cuando Jesús dijos estas cosas, en los lugares dónde los dijo, y en los momentos cuando los dijo, no hubo dudo en sus oyentes de lo que estaba afirmando. Es importante que nosotros también tengamos mucha claridad sobre estos mensajes del Señor. 1. Yo soy el pan de vida La primera de las siete declaraciones "Yo soy" con un complemento descriptivo que aparece en el Evangelio de Juan es "Yo soy el pan de vida". Para entender la importancia y el significado de estas palabras hay que ver bien el contexto en que se dijeron. En Juan capítulo cinco se narra como Jesús sanó al paralítico en el estanque de Betesda en un día de reposo. Al ser confrontado por los judíos, Jesús afirmó que así como el

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Padre obra en el Shabbat, El también lo hacía, pues nada hacía por su propia iniciativa, sino solamente las obras del Padre. Y entonces introdujo el tema de Moisés en la conversación. Juan 5:39, 45-47 “Examináis las Escrituras porque vosotros pensáis que en ellas tenéis vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; . . . No penséis que yo os acusaré delante del Padre; el que os acusa es Moisés, en quien vosotros habéis puesto vuestra esperanza. Porque si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. Pero si no creéis sus escritos, ¿cómo creeréis mis palabras? Al pasar al capítulo 6 vemos que estaba cerca la Pascua (6:4). Era un tiempo cuando cada familia pasaría tiempo con sus hijos, recordando cómo Dios liberó a Israel de Egipto por mano de Moisés, el cruce del Mar Rojo y la peregrinación hasta el Monte Sinaí. Jesús ya no se encontraba en Jerusalén, sino en Galilea, donde se encontró con una enorme multitud de personas que habían ido donde El, a la orilla oriental del Mar de Galilea, e hizo el milagro de la multiplicación de los panes y los peces (6:5-15). Al otro día, en Capernaúm, Jesús se encuentró con un número de personas que había comido el pan multiplicado. Conociendo sus intenciones y anhelo por más pan como el del día anterior, Jesús los desafíó a buscar el alimento que no perece, es decir, a creer en El. Juan 6:25-29 Cuando le hallaron al otro lado del mar, le dijeron: Rabí, ¿cuándo llegaste acá? Jesús les respondió y dijo: En verdad, en verdad os digo: me buscáis, no porque hayáis visto señales, sino porque habéis comido de los panes y os habéis saciado. Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que permanece para vida eterna, el cual el Hijo del Hombre os dará, porque a éste es a quien el Padre, Dios, ha marcado con su sello. Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios: que creáis en el que El ha enviado. En ese momento reapareció el tema del contraste entre Jesús y Moisés. Juan 6:30-35 Le dijeron entonces: ¿Qué, pues, haces tú como señal para que veamos y te creamos? ¿Qué obra haces? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: "LES DIO A COMER PAN DEL CIELO." Entonces Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: no es Moisés el que os ha dado el pan del cielo, sino que es mi Padre el que os da el verdadero pan del cielo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo, y da vida al mundo. Entonces le dijeron: Señor, danos siempre este pan. Jesús les dijo: Yo soy el pan de la vida; el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed. Jesús les mostró que en verdad no fue Moisés quien dio el pan que cayó del cielo, sino el Padre, y que ese mismo Padre ahora había enviado el verdadero pan del cielo, Jesús mismo. Al declarar, "Yo soy el pan de vida", Jesús afirmó su origen celestial, su accionar conforme a la voluntad del Padre, y la vida eterna que vino a dar. Juan 6:37-39 Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí; y al que viene a mí, de ningún modo lo echaré fuera. Porque he descendido del cielo, no para

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hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió. Y esta es la voluntad del que me envió: que de todo lo que El me ha dado yo no pierda nada, sino que lo resucite en el día final. Al declarar "Yo soy el pan de vida" Jesús también revelaba que El era la Palabra de Dios, la Torah de Dios. Todo el que cree en Jesús es enseñado por Dios. "Todo el que ha aprendido del Padre, viene a mí", dice. Juan 6:44-48 Nadie puede venir a mí si no lo trae el Padre que me envió, y yo lo resucitaré en el día final. Escrito está en los profetas: "Y TODOS SERAN ENSEÑADOS POR DIOS." Todo el que ha oído y aprendido del Padre, viene a mí. No es que alguien haya visto al Padre; sino aquel que viene de Dios, éste ha visto al Padre. En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Las palabras de Jesús seguramente hallaron confirmación en las mentes de sus oyentes, por otras cosas que conocían. En el libro deuterocanónico Sabiduría, una obra bien conocida por los judíos de primer siglo, se encuentra la expresión “Esta es la suerte del que teme al Señor; el que se da a la Ley obtendrá la sabiduría…Lo alimentará con el pan de la inteligencia.” La obra 2 Baruc también declaraba de manera similar que la señal de la inaguración del reino mesíanico sería maná volviendo a caer del cielo. Al decir "Yo soy el pan de vida" Jesús declaró ser superior a Moisés, pues todos los que comieron el pan en el desierto eventualmente murieron. En cambio, el que cree en Jesús vivirá para siempre. Juan 6:49-58 Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron. Este es el pan que desciende del cielo, para que el que coma de él, no muera. Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo también daré por la vida del mundo es mi carne. Los judíos entonces contendían entre sí, diciendo: ¿Cómo puede éste darnos a comer su carne? Entonces Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del Hombre y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Como el Padre que vive me envió, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. Este es el pan que descendió del cielo; no como el que vuestros padres comieron, y murieron; el que come este pan vivirá para siempre. Finalmente, al declarar "Yo soy el pan de vida", Jesús anticipó su pasión y muerte. El pan que daba al mundo era su cuerpo y su sangre. En ese tiempo, justo antes de la celebración de la Pascua de los judíos, Jesús anunciaba la nueva Pascua que se celebraría bajo el nuevo pacto sellado con su sangre. "El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mi y yo en él."

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2.

Yo soy la luz del mundo

La segunda declaración "Yo soy" de Jesús fue "Yo soy la luz del mundo". Exclamó esta gran verdad durante la Fiesta de Tabernáculos, mostrando así que El era en verdad del tema central de aquella fiesta, el cumplimiento perfecto de todo lo que la fiesta celebraba y anticipaba. Seis meses habían pasado desde los eventos del capítulo 6, que fue en tiempo de Pascua. Ahora la narración nos lleva al séptimo més, cuando se celebraban Trompetas, Dia de Expiación y Tabernáculos. El capítulo 7 comienza mostrando cómo Jesús corría peligro en Jerusalén, y como aun muchas personas no creían en El, particularmente sus propios hermanos, quienes se burlaban de El, tildándole de cobarde. Juan 7:1-13 Después de esto, Jesús andaba por Galilea, pues no quería andar por Judea porque los judíos procuraban matarle. Y la fiesta de los judíos, la de los Tabernáculos, estaba cerca. Por eso sus hermanos le dijeron: Sal de aquí, y vete a Judea para que también tus discípulos vean las obras que tú haces. Porque nadie hace nada en secreto cuando procura ser conocido en público. Si haces estas cosas, muéstrate al mundo. Porque ni aun sus hermanos creían en El. Entonces Jesús les dijo: Mi tiempo aún no ha llegado, pero vuestro tiempo es siempre oportuno. El mundo no puede odiaros a vosotros, pero a mí me odia, porque yo doy testimonio de él, que sus acciones son malas. Subid vosotros a la fiesta; yo no subo a esta fiesta porque aún mi tiempo no se ha cumplido. Y habiéndoles dicho esto, se quedó en Galilea. Sin embargo, y conciente de las amenazas que recibió durante su ultima visita a Jerusalen (5:16) Jesús subió a Jerusalén "en secreto" (7:10). Según la narración de Juan, este sería su último viaje a Jerusalén. A partir del capítulo 7 Juan solamente narra actos de Jesús en Jerusalén y sus alrededores. En seis meses más, vendría otra vez la Pascua, y con ello, su pasión, muerte y resurrección. Esta narración de la presencia de Jesús en esta fiesta de Tabernáculos es de mucha importancia para Juan, pues abarca los capítulos 7, 8 y 9 del Evangelio. Como ya vimos, la Fiesta de Tabernáculos se hacía para celebrar y recordar los cuarenta años de peregrinación en el desierto, y cómo Dios sustentó a su pueblo hasta su llegada a la Tierra Prometida. Era también tiempo de cosecha de otoño, y los habitantes de Jerusalén salían de la ciudad para vivir en pequeñas chozas y carpas para así proteger la cosecha, como también para recordar la vida en carpas de sus ancestros. Otoño tambíen suele ser un tiempo de sequía en Israel. Las lluvias fuertes caen ahí en primavera, pero para el otoño la tierra suele estar seca y sedienta. En la Fiesta de Tabernáculos tambíen se recordaba cómo Dios había hecho brotar agua de la peña (Num. 20:2-13). En tercer lugar, la Fiesta de Tabernáculos caía justo después del equinoccio de otoño. A partir de ahí los días se iban achicando y las noches se alargaban. El pueblo recordaba también como Dios dio luz a los ancestros, con la columna de fuego por las noches.

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Estas realidades son conmemoradas en las escrituras hebreas cuantiosas veces. Por ejemplo, el Salmo 78. Salmo 78:12-16 El hizo maravillas en presencia de sus padres, en la tierra de Egipto, en el campo de Zoán. Dividió el mar y los hizo pasar, y contuvo las aguas como en un montón. Después los guió de día con la nube, y toda la noche con un resplandor de fuego. Partió las rocas en el desierto, y les dio agua tan abundante como las profundidades del océano; hizo salir corrientes de la peña, e hizo descender aguas como ríos. Además de eso, de maneras muy especiales y participativas estos hitos de la historia de Israel eran celebrados en las ceremonias que se realizaban durante Tabernáculos. 1. La vida en tiendas - Durante los ochos días de fiesta, el pueblo salía de Jerusalén para vivir en pequeñas y humildes chozas o tiendas en los campos listos para la cosecha. Durante esa tiempo leían las escrituras y enseñaban a sus hijos sobre la historia de Israel en el desierto. Varias veces durante la semana, cortaban ramas de palmera u otro árbol y subían hacia Jerusalén con sus ofrendas. Mientras iban, cantaban el Hallel - los salmos 113-118 salmos de gozo y celebración de la salvación de Dios y la esperanza mesiánica. 2. La ceremonia del agua - Cada día de la semana de fiesta, un grupo de sacerdotes salía del Templo y descendían a la Fuente de Gihón, la que llevaba aguas hasta el Estanque de Siloé. Uno de ellos llevaba un cántaro. Les seguía un coro que cantaba "¡Con gozo sacarás agua de los manantiales de la salvación!" (Isaías 12:3). El sacerdote llenaba de agua su cántaro y regresaba con sus compañeros al Templo, donde derramaba el agua sobre el altar como una ofrenda a Dios. El último y gran día de la fiesta, iban siete sacerdotes con cántaros a la fuente. El pueblo les seguía batiendo ramas que simbolizaban las chozas en el desierto, cantando el Hallel. Miraban maravillados como el agua de los siete cántaros derramados sobre el altar formaba un pequeño riachuelo que parecía brotar desde el altar y descender hacia la gente. Era más que un recuerdo de cómo Dios hizo saltar agua de la roca. Era una recreación de las gloriosas visiones de los profetas Ezequiel y Zacarías - el agua de Dios que brota desde su Templo Ezequiel 47:1 "Después me hizo volver a la entrada del templo; y he aquí, brotaban aguas de debajo del umbral del templo hacia el oriente, porque la fachada del templo daba hacia el oriente. Y las aguas descendían de debajo, del lado derecho del templo, al sur del altar." Zacarías 14:8 "En aquel día sucederá que brotarán aguas vivas de Jerusalén, una mitad hacia el mar oriental y la otra mitad hacia el mar occidental, será lo mismo en verano que en invierno." Fue precisamente en ese momento, en "el último día, el gran día de la fiesta" que Jesús irrumpió en escena, e hizo otra gran declaración: Juan 7:37-39 Y en el último día, el gran día de la fiesta, Jesús puesto en pie, exclamó en alta voz, diciendo: Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba. El que cree en mí, como ha dicho la Escritura: "De lo más profundo de su ser brotarán ríos de agua viva." Pero El decía esto del Espíritu, que los que habían creído en El habían de recibir; porque el Espíritu no había sido dado todavía, pues Jesús aún no había sido glorificado. 67

Jesús se apropió del significado del agua como se usaba en la Fiesta de Tabernáculos. Así como en Pascua se identificó como el pan de vida que desciende del cielo, la verdad prefigurada por el maná que cayo desde el cielo, Jesús en esta instancia se identificó con el agua que Dios dio a Israel en el desierto. El apóstol Pablo afirmó esa misma verdad al decir, "y todos bebieron la misma bebida espiritual, porque bebían de una roca espiritual que los seguía; y la roca era Cristo (I Cor. 10:4)". Así como había declarado que los que comieron el pan en el desierto, igualmente murieron, pero que el que comiere del pan que es Cristo, vivirá para siempre, del mismo modo afirmó que el agua que el da quitará la sed para siempre (Juan 4:14), y que El es la fuente de agua viva que llenará a los que creen en El. Tomando en cuenta que en esta ceremonia del agua se leían los textos de Ezequiél y Zacarías acerca de la visión del agua de Dios que brota desde el Templo hacia el pueblo, vemos que Jesús entonces volvió a asociar a su persona con el Templo. Este es un tema que se tratará de manera específica en otro capítulo de este libro, pero vale la pena mencionarlo aquí. Para concluir estas observaciones sobre como Juan narra el episodio de Jesús durante la ceremonia del agua en la Fiesta de Tabernáculos, es interesante ver que, de semejante manera a la discusión que hubo después de la multiplicación del pan, se habla de la muerte venidera de Jesús. En Juan 6:51, Jesús dijo que el pan que daría al mundo era su carne. En Juan 7:39 se nos aclara que el Espíritu aun no había sido dado, porque Jesús aun no había sido glorficado - es decir, muerto y resucitado. Así vemos como Juan conecta los elementos de las fiestas con la persona de Jesús, con su divinidad, y su pasión, temas que Jesús luego explicaría en mayor detalle en los capitulos 13 a 16 de Juan. 3. La ceremonia de la luz - La tercera ceremonía importante de la Fiesta de Tabernáculos tenía que ver con conmemorar la luz que Dios dio a Israel en el desierto, por medio de la columna de fuego que los iluminaba y calentaba durante las heladas noches a la intemperie. La Mishnah da los detalles de cómo se hacía esta ceremonia. En el Patio de las Mujeres, al este del Templo y frente a la entrada al Lugar Santo, había cuatro grandes columnas. Encima de cada columna habían cuatro grandes fuentes o vasos. Durante la fiesta de Tabernáculos, cada día al atardecer, sacerdotes trepaban hasta aquellas fuentes, las llenaban con aceite y trapos hechos de sus propias ropas viejas, y les prendían fuego. De esta manera cada noche de la semana de Fiesta de Tabernáculos brillaban estas dieciseis grandes antorchas elevadas. Durante toda la noche, todas las noches de la fiesta menos en Shabbat, los sacerdotes danzaban, alzando antorchas encedidas en su manos, alabando a Dios. Para las personas viviendo en los tabernáculos rústicos en los campos, esa gran cantidad de luz iluminando el Templo les recordaba como la columna de fuego brillaba sobre el Tabernáculo todas las noches durante los años de peregrinación en el desierto. El rabino del segundo siglo, uno de los editores de la Mishna, Rabí Jehuda decía que al salir el sol, los sacerdotes le daban la espalda al sol, miraban hacia el Templo, y clamaban, "Nuestros padres le dieron la espalda al templo de Dios, pusieron sus rostros hacia el este y se postraron ante el Sol; pero nosotros fijamos nuestros ojos en Yahvé. ¡Somos de Yahvé, nuestros ojos miran hacia Yahvé! Fue en tal ocasión, al caer la noche del último gran día de la fiesta, después de haber interrumpido la ceremonia del agua, que Jesús volvió a aparecer en escena, de pie debajo de

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aquellas grandes luces, y exclamó a gran voz, "Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida." (Juan 8:12) De esta manera, así como Jesús se había revelado como el cumplimiento perfecto y verdadero de todo lo anticipado en el maná y en el agua que brotaba de la roca, ahí se manifiestó como la verdadera luz de Dios. Era el mismo mensaje que se encuentra en el Prólogo del evangelio, Juan 1:4,5,9 En El estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. Y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la comprendieron. . . Existía la luz verdadera que, al venir al mundo, alumbra a todo hombre. La luz era una metáfora usada frecuentemente en las Escrituras para representar a la presencia y la gloria de Dios. David salmista exlamó, "El SEÑOR es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El SEÑOR es la fortaleza de mi vida; ¿de quién tendré temor?" (Salmo 27:1). La luz era un símbolo de la Palabra de Dios. "Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz para mi camino". (Salmo 119:105) El profeta Isaías dijo, "Casa de Jacob, venid y caminemos a la luz del SEÑOR" (Isaías 2:5). Profetizando sobre la venida del Mesías, Isaías también proclamó, "El pueblo que andaba en tinieblas ha visto gran luz; a los que habitaban en tierra de sombra de muerte, la luz ha resplandecido sobre ellos" (Isaías 9:2). Singular importancia tiene el hecho que en esta declaración "Yo soy" (ego eimi), Jesús no dijo, "Yo soy la luz de Jerusalén" o "Yo soy la luz de Israel", sino "Yo soy la luz del mundo". Esto fue para mostrar con claridad que El era el Mesías prometido por los profetas, que la salvación que traería no sería únicamente para Israel sino para todas las naciones de la tierra. En los "Cánticos del Siervo" del profeta Isaías (Isa.42:1-4; 49:1-6; 50:4-7; y 52:13-53:12) se resalta esta verdad.

Isaías 42:1-9 He aquí mi Siervo, a quien yo sostengo, mi escogido, en quien mi alma se complace. He puesto mi Espíritu sobre El; El traerá justicia a las naciones. No clamará ni alzará su voz, ni hará oír su voz en la calle. No quebrará la caña cascada, ni apagará el pabilo mortecino; con fidelidad traerá justicia. No se desanimará ni desfallecerá hasta que haya establecido en la tierra la justicia, y su ley esperarán las costas. Así dice Dios el SEÑOR, que crea los cielos y los extiende, que afirma la tierra y lo que de ella brota, que da aliento al pueblo que hay en ella, y espíritu a los que por ella andan: Yo soy el SEÑOR, en justicia te he llamado; te sostendré por la mano y por ti velaré, y te pondré como pacto para el pueblo, como luz para las naciones, para que abras los ojos a los ciegos, para que saques de la cárcel a los presos, y de la prisión a los que moran en tinieblas.Yo soy el SEÑOR, ése es mi nombre; mi gloria a otro no daré, ni mi alabanza a imágenes talladas. He aquí, las cosas anteriores se han cumplido, y yo anuncio cosas nuevas; antes que sucedan, os las anuncio. Isaías 49:5-7 Y ahora dice el SEÑOR (el que me formó desde el seno materno para ser su siervo, para hacer que Jacob vuelva a El y que Israel se reúna con El, porque honrado soy a los ojos del SEÑOR y mi Dios ha sido mi fortaleza), dice El: Poca cosa es que tú seas mi siervo, para levantar las tribus de Jacob y para restaurar a los que quedaron de Israel; también te

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haré luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta los confines de la tierra. Así dice el SEÑOR, el Redentor de Israel, el Santo suyo, al despreciado, al aborrecido de la nación, al siervo de gobernantes: Lo verán reyes y se levantarán, príncipes, y se postrarán, a causa del SEÑOR que es fiel, del Santo de Israel que te ha escogido. Es muy hermoso observar cómo Jesús cumplió perfectamente la profecía de Isaías, que era "luz para las naciones, para que abras los ojos a los ciegos..." pues en el siguiente capítulo, el 9, Jesús hizo precisamente eso, al sanar al mendigo ciego. Al responder a las interrogantes de los discípulos sobre la causa de la ceguera del hombre, Jesús respondió, " Ni éste pecó, ni sus padres; sino que está ciego para que las obras de Dios se manifiesten en él. Nosotros debemos hacer las obras del que me envió mientras es de día; la noche viene cuando nadie puede trabajar. Mientras estoy en el mundo, yo soy la luz del mundo. (Juan 9:3-5). Luego, al enterarse que los judíos habían castigado al hombre por dar testimonio de Cristo, expulsándolo (aposunagogos) de la sinagoga, Jesús lo buscó, y el hombre le adoró. Juan concluye esta narración con las palabras de Jesús, Yo vine a este mundo para juicio; para que los que no ven, vean, y para que los que ven se vuelvan ciegos.(Juan 9:39). Jesús así vuelve a afirmar su condición de ser la luz del mundo, la verdadera luz. Los que le miran, y no reconocen que El es la luz, están en verdad ciegos; y los que creen en él, aunque sean humanamente invidentes, tienen visión perfecta, porque ven su luz. La culminación de la revelación divina sobre Jesús, la Luz del Mundo se encuentra en otra obra de Juan, el Apocalipsis. Apocalipsis 21:22-27; 22:5 Y no vi en ella templo alguno, porque su templo es el Señor, el Dios Todopoderoso, y el Cordero. La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que la iluminen, porque la gloria de Dios la ilumina, y el Cordero es su lumbrera. Y las naciones andarán a su luz, y los reyes de la tierra traerán a ella su gloria. Sus puertas nunca se cerrarán de día (pues allí no habrá noche); y traerán a ella la gloria y el honor de las naciones; y jamás entrará en ella nada inmundo, ni el que practica abominación y mentira, sino sólo aquellos cuyos nombres están escritos en el libro de la vida del Cordero. Y ya no habrá más noche, y no tendrán necesidad de luz de lámpara ni de luz del sol, porque el Señor Dios los iluminará, y reinarán por los siglos de los siglos. Al registrar estas narraciones sobre las acciones y las palabras de Jesús durante la Fiesta de Tabernáculos, Juan nos muestra que en Jesús está el cumplimiento cabal y perfecto de todo lo que aquella fiesta celebraba y conmemoraba. El es el nuevo Templo, la fuente de agua de vida, El es la luz del mundo que brillará por toda la eternidad. ¡Aleluya! 3, 4.

Yo soy la puerta. Yo soy el Buen Pastor

Las siguientes dos declaraciones "Yo soy" de Jesus ("Yo soy la puerta", "Yo soy el buen pastor") fueron dadas en una misma ocasión, en un mismo discurso de Jesús dirigirdo a los judíos que tuvo lugar en Jerusalén, probablemente dos meses después de la Fiesta de Tabernáculos (Sukkot), en vísperas de la Fiesta de Dedicación (Janukah) en el tiempo de invierno.

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En Juan 10:21, después del discurso sobre el Buen Pastor y las ovejas, los judíos aun recordaban el milagro de la sanidad del ciego, "¿Puede acaso el demonio abrir los ojos de los ciegos?"; y en Juan 10:22 se nos dice que se aproximaba la Fiesta de Dedicación, pero en el 10:27, Jesús seguía hablando sobre el tema de sus ovejas, que había iniciado en Jn. 10:1. El profesor Gary Burge comenta, "A pesar de que los eventos de los capítulos 9 y 10 se encuentran con meses de separación, Juan quiere que veamos una unión literaria entre ambos. Juan 10:1-21 apunta hacia atrás como también hacia adelante."10 Del mismo modo, las declaraciones "Yo soy" en esta narración guardan relación con ambas fiestas - Pascua y Dedicación. La ocasión de estos dichos, la Fiesta de Dedicación o Janukah, es la fiesta judía que conmemora la victoria de los Macabeos sobre Antíoco Epifanes y su reino de terror durante el período intertestamentario. A partir de la conquistas de Alejandro Magno en el año 332 aC, la influencia griega se fue sintiendo cada vez más fuerte en el Medio Oriente. ›En el año 175 aC, el rey griego Antíoco Epifanes, invadió la tierra de Judea y tomó control de Jerusalén. En el año 168, mientras él estaba en Egipto, los judíos se sublevaron, retomando la ciudad. Según el libro de II Macabeos, Antíoco contraatacó, mató a 40 mil judíos, envió 40 mil a la esclavitud e impuso un reino de terror en Jerusalén. II Macabeos 5 (Dios Habla Hoy) Cuando el rey supo estas cosas, llegó a la conclusión de que Judea quería rebelarse. Entonces, enfurecido como una fiera, se puso en marcha desde Egipto, tomó con su ejército a Jerusalén, y ordenó a sus soldados golpear sin compasión a los que encontraran y degollar a los que buscaran refugio en las casas. Fue una matanza de jóvenes y ancianos, una carnicería de mujeres y niños, y un degüello de muchachas y niños de pecho. En sólo tres días, el total de víctimas fue de ochenta mil: cuarenta mil murieron asesinados, y otros tantos fueron vendidos como esclavos. No contento con esto, el rey se atrevió a penetrar en el templo más sagrado de toda la tierra; y Menelao, traicionando las leyes y la patria, le sirvió de guía. Con sus manos impuras tomó el rey los vasos sagrados, y robó las cosas que otros reyes habían ofrecido para el engrandecimiento, la gloria y la dignidad del templo…. ….Era tal el odio que el rey sentía por los judíos, que envió a Apolonio, jefe de los mercenarios de Misia, al frente de un ejército de veintidós mil hombres, con la orden de degollar a todos los hombres adultos y de vender a las mujeres y los niños. Al llegar a Jerusalén, Apolonio fingió tener intenciones pacíficas y esperó hasta el sagrado día sábado; y aprovechándose de que los judíos estaban descansando, ordenó a sus tropas hacer un desfile militar; a todos los que salieron a ver el espectáculo los hizo matar allí mismo, y recorriendo con sus tropas la ciudad, dio muerte a gran cantidad de gente. Pero Judas Macabeo se reunió con unos diez hombres más y se retiró al desierto; en aquellas montañas vivió con sus compañeros como los animales salvajes, y para mantenerse ritualmente puros comían sólo hierbas.

10 Gary Burge. John: NIV Application Commentary.

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En resumen, el rey Antióco impuso la religión y cultura griega a los judíos, con violencia y terror. Prohibió la circuncisión y la celebración del Shabbat y todas las fiestas hebreas. Levantó una imagen y altar a Zeus en el Templo de Jerusalén y obligó a los judíos a brindarles ofrendas y culto. Manchó los rollos del Torah con grasa de cerdo. Impuso la celebración de juegos olímpicos públicos con todos los atletas participando desnudos. Obligó también a las naciones vecinas a perseguir, torturar y matar a judíos, donde y cuando les fuera posible. En el año 167, un sacerdote de nombre Matatías, vio a un judío que estaba a punto de ofrecer una ofrenda a Zeus, y lo mató. El y sus cinco hijos huyeron al desierto, donde organizaron una guerrilla para atacar a los griegos. En el año 166, su hijo, Judas Macabeo (“el martillo”) dirigió una campaña de liberación exitosa. Justamente en ese tiempo, murió Antioco Epífanes y los judíos mantuvieron el control de Jersusalén por casi cien años, hasta la invasión romana del año 69 aC. Es fascinante ver cuán acertada fue la profecía de Daniel sobre estos eventos, dada más de doscientos años antes de su acontecimiento. Daniel 11:25-30 Incitará su fuerza y su corazón contra el rey del sur con un gran ejército; y el rey del sur movilizará para la guerra un ejército muy grande y muy poderoso, pero no podrá resistir, porque urdirán intrigas contra él. Y los que comen de sus manjares lo destruirán; su ejército será barrido y muchos caerán muertos. En cuanto a los dos reyes, en sus corazones maquinarán el mal, y en la misma mesa se hablarán mentiras; pero esto no tendrá éxito, porque el fin aún ha de venir en el tiempo señalado. Entonces volverá a su tierra con grandes riquezas, pero pondrá su corazón contra el pacto santo; actuará contra éste, y volverá a su tierra. En el tiempo señalado volverá y entrará en el sur, pero esta última vez no resultará como la primera. Porque vendrán contra él naves de Quitim, y se desanimará; volverá y se enfurecerá contra el pacto santo y actuará contra él; volverá, pues, y favorecerá a los que abandonen el pacto santo. Y de su parte se levantarán tropas, profanarán el santuario-fortaleza, abolirán el sacrificio perpetuo y establecerán la abominación de la desolación. Con halagos hará apostatar a los que obran inicuamente hacia el pacto, mas el pueblo que conoce a su Dios se mostrará fuerte y actuará. La Fiesta de la Dedicación nació en consecuencia de los eventos acontecidos despues de la victoria sobre los griegos. El Templo de Jerusalén había sido profanado intensamente por Antióco Epífanes, y era necesario limpiarlo de todos los ídolos y otras inmundicias que se habían instalado ahí. Al cabo de la limpieza total del lugar, Judas Macabeo decretó ocho días de celebración, pero al momento de encender la menorah (el candelabro de siete velas) en el Templo limpio, encontraron aceite para un solo día. Sin embargo, según Macabeos, la menorah brilló durante los ocho días milagrosamente. Por eso se llama La Fiesta de Luces. La Fiesta de Dedicación (Janukah) era un evento de ocho días en la cuales en cada hogar se encendía una menorah de ocho velas. A los hijos se le enseñaba sobre la historia de los Macabeos y su revuelta contra la opresión de los griegos. Se recordaban los actos traicioneros de Menelao y otros que tranzaron sus principios y colaboraron con los invasores.

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Era un tiempo para pensar y conversar sobre cómo deben ser los líderes; cómo sería un líder ideal. Fue en tal ocasión que Jesús se identificó como la puerta y el buen pastor. La tierra de Judea en los alrededores de Jerusalén siempre fue un lugar más apropiado para la crianza de ovejas que la agricultura, por su terreno escarpado y pedregoso. El rol del pastor siempre fue de gran importancia. Moisés, al momento de ser llamado por Dios, se encontraba trabajando como pastor, cuidando el rebaño de su suegro (Exo. 3:1). El gran rey David fue ungido para su ministerio siendo pastor. Numerosas veces Dios usó la figura del pastor como una analogía de su relación con su pueblo. El Salmo 23 es solo una de muchas expresiones afines: Salmo 78:52 - Mas a su pueblo lo sacó como a ovejas, como a rebaño los condujo en el desierto Isaias 40:10,11 He aquí, el Señor DIOS vendrá con poder, y su brazo gobernará por El. He aquí, con El está su galardón, y delante de El su recompensa. Como pastor apacentará su rebaño, en su brazo recogerá los corderos, y en su seno los llevará; guiará con cuidado a las recién paridas. A los reyes impíos se les comparaba a pastores que abandonaban al rebaño. 1 Reyes 22:17 Y él respondió: Vi a todo Israel esparcido por los montes, como ovejas sin pastor; y el SEÑOR dijo:"Estos no tienen señor, que cada uno vuelva a su casa en paz." Jer. 10:21 Porque los pastores se han entorpecido y no han buscado al SEÑOR; por tanto, no prosperaron, y todo su rebaño se ha dispersado. Vemos entonces que la Fiesta de Dedicación era un contexto idóneo para las siguientes declaraciones "Yo soy" de Jesús. "Yo soy la puerta" Juan 10:1-9 En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador. Pero el que entra por la puerta, es el pastor de las ovejas. A éste le abre el portero, y las ovejas oyen su voz; llama a sus ovejas por nombre y las conduce afuera. Cuando saca todas las suyas, va delante de ellas, y las ovejas lo siguen porque conocen su voz. Pero a un desconocido no seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños. Jesús les habló por medio de esta alegoría, pero ellos no entendieron qué era lo que les decía. Entonces Jesús les dijo de nuevo: En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que vinieron antes de mí son ladrones y salteadores, pero las ovejas no les hicieron caso. Yo soy la puerta; si alguno entra por mí, será salvo; y entrará y saldrá y hallará pasto. El discurso de Jesús sobre el Buen Pastor consiste de 18 versículos. Los primeros 9 conciernen el tema de la puerta, y como Jesús se identifica como la puerta de las ovejas. En los siguientes 9 versículos del discurso enfatiza su rol como el Buen Pastor.

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La palabra puerta (thyros) se emplea de varias maneras en las Escrituras, a veces en forma literal y a veces de forma metafórica. En su sentido literal, puede ser la puerta de una casa (Mar. 1:33; Luc. 11:7), del Templo (Hch. 3:2), de una tumba (Mat. 27:60), o como en este caso, de un redíl o corral (Jn. 10:1). En sentido metafórico puede representar cercarnía "estar a la puerta" (Mar. 13:29), una oportunidad - "que Dios nos abra una puerta" (Co. 4:3), o fe - "si alguno oye mi voz y abre la puerta" (Apo. 3:20). El texto de Juan acusa el hecho que en los tiempos bíblicos había dos tipos de corrales o rediles donde se guardaban las ovejas de noche. La primera era un redil comunitario, grande, cerca de la ciudad donde todos los pastores guardaban sus rebaños juntamente. Había una puerta eficiente y un portero que controlaba las entradas y salidas. Un pastor legítimo, entraba al redil y llamaba a sus ovejas, y como estas conocían su voz, le seguían. Las otras ovejas no lo hacían. En segundo lugar, había un tipo de redil mas pequeño, distantes que usualmente consistía de un muro de piedras acumuladas de aproximadamente de un metro a un metro y medio de altura, cubierta de espinos. A menudo se hacían pegados contra una superficie de roca mayor. Se dejaba una sola, angosta entrada al corral. Una vez guardados los animales, el pastor cerraba aquella apertura con un montón de espinos, o con su propia persona, haciendo guardia. El mismo pastor era la puerta.11 En Juan 10: 7 y 9 Jesús declara "Yo soy la puerta de las ovejas" Habla en un sentido metafórico, tomando el rol del pastor que se colocaba a sí mismo en la entrada al redíl. El mensaje de esta afirmación es que Jesús es quien controla el acceso al reino de Dios. Membresía en el Pueblo de Dios ahora es posible solamente por la mediación de Cristo, no por las leyes mosáicas u otros medios. Puede ser que con estas palabras Jesús reflejaba lo escrito en el Salmo 118:19,20 "Abridme las puertas de la justicia; entraré por ellas y daré gracias al SEÑOR. Esta es la puerta del SEÑOR; los justos entrarán por ella." "Yo soy la puerta; si alguno entra por mí, será salvo; y entrará y saldrá y hallará pasto". La vida de las ovejas y sus pastores en Israel no era facil. Las condiciones era desérticas y peligrosas. Las ovejas podían padecer hambre y sed, sufrir ataques de hyenas, y otros predadores. Jesús asegura que las ovejas que estén en su redil, no tendrán que temer esas cosas, porque El los cuidará y protegerá "Yo soy el buen pastor, y conozco mis ovejas y las mías me conocen." (Jn. 10:14) "Yo soy el buen pastor; el buen pastor da su vida por las ovejas." (Jn. 10:11) Jesús repite su declaración "Yo soy el buen pastor" dos veces. En el vs. 14 habla sobre su relación personal con sus ovejas, y como estas le conocen a El y a su voz. Para explicar esto emplea la imagen del pastor que entra al redil comunitario y llama a sus ovejas, como también la imagen del pastor que hace de puerta en el redil campestre. Juan 10:1-10 En verdad, en verdad os digo: el que no entra por la puerta en el redil de las ovejas, sino que sube por otra parte, ése es ladrón y salteador. Pero el que entra por la puerta, es el pastor de las ovejas. A éste le abre el portero, y las ovejas oyen su voz; llama a sus ovejas por nombre y las conduce afuera. Cuando saca todas las suyas, va delante de ellas, y las ovejas 11 William Barclay, Juan II: Comentario al Nuevo Testamento. Volumen 5. Barcelona: CLIE. pg. 74. 74

lo siguen porque conocen su voz. Pero a un desconocido no seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños. Jesús les habló por medio de esta alegoría, pero ellos no entendieron qué era lo que les decía. Entonces Jesús les dijo de nuevo: En verdad, en verdad os digo: yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que vinieron antes de mí son ladrones y salteadores, pero las ovejas no les hicieron caso. Yo soy la puerta; si alguno entra por mí, será salvo; y entrará y saldrá y hallará pasto. El ladrón sólo viene para robar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. Jesús marca el gran contraste que hay entre El y las demás personas que han pretendido los pastores de las ovejas, pero no lo son. Menciona al ladrón, al desconocido, al extraño. Previamente había advertido de la preferencia de muchos por los falsos mesias, "Yo he venido en nombre de mi Padre y no me recibís; si otro viene en su propio nombre, a ése recibiréis. (Jn. 5:43). Aquí enumera los terribles males que cometen estas personas: • • • • • •

En vez de entrar por la puerta, suben por otra parte Espantan a las ovejas con su voz extraña Son ladrones y salteadores Vienen para robar, matar y destruir Cuando ven venir al lobo huyen y abandonan las ovejas No les importan las ovejas

Jesús es todo lo contrario de eso, porque El es el buen pastor a quien las ovejas conocen y en quien confían, pues les da una vida segura, bien alimentada y cuidada. Las conexiones entre estas palabras y los eventos previos en el caso del ciego y la Fiesta de Dedicación son obvias. Los fariseos de Jerusalén no tenían cuidado de su oveja, el hombre sanado de ceguera, sino que lo expulsaron del redil. Jesús en cambio, fue y lo buscó (Jn. 9:35), para mostrarle su cuidado y amor, para mostrar que era el Buen Pastor. Durante la Fiesta de Dedicación se hacía memoria del tiempo de los Macabeos y del contraste entre los líderes traidores y los libertadores. Se leían las Escrituras proféticas de denuncia de los falsos pastores de Israel. Jeremías 12:10 Muchos pastores han arruinado mi viña, han hollado mi heredad; han hecho de mi hermosa heredad un desierto desolado. Fue hecha una desolación, llora sobre mí desolada; todo el país ha sido desolado, porque no hubo nadie a quien le importara. El texto profético más relevante que se leía en Janukah era el capítulo 34 de Ezequiel. En ese oráculo Dios denuncia los abusos de los pastores de Israel y promete levantar al Mesías, el verdadero pastor de Israel. A continuación analizamos el capítulo: Ezequiel 34:1-6 - la denuncia contra los pastores de Israel Y vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo: Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza y di a los pastores: "Así dice el Señor DIOS: '¡Ay de los pastores de Israel que se apacientan a sí mismos! ¿No deben los pastores apacentar el rebaño? Coméis la grosura, os habéis vestido con la lana, degolláis la oveja engordada, pero no apacentáis el rebaño. Las débiles 75

no habéis fortalecido, la enferma no habéis curado, la perniquebrada no habéis vendado, la descarriada no habéis hecho volver, la perdida no habéis buscado; sino que las habéis dominado con dureza y con severidad. Y han sido dispersadas por falta de pastor, y se han convertido en alimento para toda fiera del campo; se han dispersado. Mis ovejas andaban errantes por todos los montes y por todo collado alto; mis ovejas han sido dispersadas por toda la faz de la tierra, sin haber quien las busque ni pregunte por ellas.'" Ezequiel 34:7-10 - la sentencia contra los pastores de Israel Por tanto, pastores, oíd la palabra del SEÑOR: Vivo yo—declara el Señor DIOS—, ya que mi rebaño se ha convertido en presa, que incluso mi rebaño se ha convertido en alimento para todas las fieras del campo por falta de pastor, y que mis pastores no han buscado mis ovejas, sino que los pastores se han apacentado a sí mismos y no han apacentado mi rebaño, por tanto, pastores, oíd la palabra del SEÑOR: "Así dice el Señor DIOS: 'He aquí, yo estoy contra los pastores y demandaré mi rebaño de su mano y los haré dejar de apacentar el rebaño. Así los pastores ya no se apacentarán más a sí mismos, sino que yo libraré mis ovejas de su boca, y no serán más alimento para ellos.'" Ezequiel 34:11-17, 23-31 - la intervención de Dios por medio del Mesías, el siervo David Porque así dice el Señor DIOS: He aquí, yo mismo buscaré mis ovejas y velaré por ellas. Como un pastor vela por su rebaño el día que está en medio de sus ovejas dispersas, así yo velaré por mis ovejas y las libraré de todos los lugares adonde fueron dispersadas un día nublado y sombrío. Las sacaré de los pueblos y las juntaré de las tierras; las traeré a su propia tierra, y las apacentaré en los montes de Israel, por las barrancas y por todos los lugares habitados del país. Las apacentaré en buenos pastos, y en los altos montes de Israel estará su apacentadero. Allí reposarán en apacentadero bueno, y apacentarán en ricos pastos sobre los montes de Israel. Yo apacentaré mis ovejas y las llevaré a reposar—declara el Señor DIOS. Buscaré la perdida, haré volver la descarriada, vendaré la perniquebrada y fortaleceré la enferma; pero destruiré la engordada y la fuerte. Las apacentaré con justicia. Mas en cuanto a vosotras, ovejas mías, así dice el Señor DIOS: "He aquí, yo juzgaré entre oveja y oveja, entre carneros y machos cabríos. . . . . . Entonces pondré sobre ellas un solo pastor que las apacentará, mi siervo David; él las apacentará y será su pastor. Y yo, el SEÑOR, seré su Dios, y mi siervo David será príncipe en medio de ellas. Yo, el SEÑOR, he hablado. Haré un pacto de paz con ellos y eliminaré de la tierra las bestias feroces, para que habiten seguros en el desierto y duerman en los bosques. Y haré de ellos y de los alrededores de mi collado una bendición. Haré descender lluvias a su tiempo; serán lluvias de bendición. El árbol del campo dará su fruto y la tierra dará sus productos, y ellos estarán seguros en su tierra. Y sabrán que yo soy el SEÑOR cuando yo quiebre las varas de su yugo y los libre de la mano de los que los han esclavizado. No serán más presa de las naciones, y las fieras de la tierra no los devorarán; sino que habitarán seguros y nadie los atemorizará. Y estableceré para ellos un plantío de renombre, y no serán más víctimas del hambre en la tierra, ni sufrirán más los insultos de las naciones.

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Entonces sabrán que yo, el SEÑOR su Dios, estoy con ellos, y que ellos, la casa de Israel, son mi pueblo—declara el Señor DIOS. Vosotras, ovejas mías, sois el rebaño de mi prado, hombres sois, y yo soy vuestro Dios—declara el Señor DIOS. Jesús se identifica plenamente como el Mesías anunciado por Ezequiel con sus palabras en el vs. 11 - "Yo soy el buen pastor; el buen pastor da su vida por las ovejas." Provoca una imagen impresionante. Un pastor dedicado, que ama a sus ovejas, que se para en la entrada y lucha con el lobo, a pesar de lo fuerte y terrible que sea. No abandona sus ovejas, sino que lucha aunque significa perder la vida en el esfuerzo. Con estas palabras Jesús anuncia su pasión y muerte. Juan 10:17,18 Por eso el Padre me ama, porque yo doy mi vida para tomarla de nuevo. Nadie me la quita, sino que yo la doy de mi propia voluntad. Tengo autoridad para darla, y tengo autoridad para tomarla de nuevo. Este mandamiento recibí de mi Padre.

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Capítulo Diez - Las expresiones "Yo soy" en Juan (2da. parte) 5.

"Yo soy la resurrección y la vida (Juan 11:35)

La quinta expresión "Yo soy" de Jesús sucedió durante su séptima señal, la resurrección de Lázaro. Este milagro tuvo lugar entre la Fiesta de Dedicación y la Fiesta de la Pascua, cuando Jesús sería crucificado. Ya se presentó en esta obra la naturaleza de este milagro como señal del poder de Jesucristo. Aquí lo veremos como anunció de su rol en el cumplimiento de las profecías sobre el reino venidero. El tema de la resurrección no se originó en el Nuevo Testamento, sino que era una esperanza ya profetizada mucho tiempo antes de la encarnación de Cristo. Ya en el tiempo de los patriarcas, Job declaró, “Yo sé que mi Redentor vive, y al final se levantará sobre el polvo. Y después de deshecha mi piel, aun en mi carne veré a Dios” (Job 19:25,26). En su predicación del Día de Pentecostés, Pedró reconoció las palabras de Rey David como profecía de la resurrección de Cristo. Salmo16:8-11 Al SEÑOR he puesto continuamente delante de mí; porque está a mi diestra, permaneceré firme. Por tanto, mi corazón se alegra y mi alma se regocija; también mi carne morará segura, pues tú no abandonarás mi alma en el Seol, ni permitirás a tu Santo ver corrupción. Me darás a conocer la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; en tu diestra, deleites para siempre. El concepto de los judíos tocante a la resurrección era que cuando viniera el Mesías, y El hiciese la restauración de todas las cosas, que eso incluiría la resurrección de los israelitas muertos, para tomar sus lugares en la Israel restaurada. Así también entendían las palabras de Daniel y Ezequiel: Daniel 12:1-3 …Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra despertarán, unos para la vida eterna, y otros para la ignominia, para el desprecio eterno. Los entendidos brillarán como el resplandor del firmamento, y los que guiaron a muchos a la justicia, como las estrellas, por siempre jamás. Ezequiel 37 – La visión de los huesos secos - Así dice el Señor Dios a estos huesos: ‘He aquí, haré entrar en vosotros espíritu, y viviréis. ‘Y pondré tendones sobre vosotros, haré crecer carne sobre vosotros, os cubriré de piel y pondré espíritu en vosotros, y viviréis; y sabréis que yo soy el Señor’” (vv. 5-6). Y sabréis que yo soy el Señor, cuando abra vuestros sepulcros y os haga subir de vuestros sepulcros, pueblo mío. ‘Pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os pondré en vuestra tierra (vv. 13-14). Los judíos no esperaban que la resurrección vendría en una persona - sino que sería simplemente parte de la restauración de todas las cosas. La resurrección era una esperanza para el futuro muy lejano. Este fue el concepto que expresó María. “Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día final…” 78

Juan 11:23-27 Jesús le dijo: Tu hermano resucitará. Marta le contestó: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día final. Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá, y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto? Ella le dijo: Sí, Señor; yo he creído que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que viene al mundo. Con esta expresión "Yo soy la resurrección y la vida", dada en este contexto, Jesús afirmaba dos grandes verdades: 1) que El era el Mesías que traería la resurrección del día final, profetizada desde tiempos antiguos, y 2) que la era del Reino ya estaba iniciado, que su poder resucitador ya comenzaba a ser manifestado en el mundo. Este "YO SOY" hace real en Jesús el evento de Nueva Creación. En él, la resurrección ya comenzó. No es un evento nacionalista sólo para Israel, ni tampoco es simplemente un evento futuro que todos los cristianos ahelamos. Si el poder de la resurrección es Jesús, y su Espíritu ahora habitan en sus seguidores, la resurrección ya fue inaugurada. Esto se entiende por las palabras de Pablo: Romanos 6:1-11 Qué diremos, entonces? ¿Continuaremos en pecado para que la gracia abunde? ¡De ningún modo! Nosotros, que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Por tanto, hemos sido sepultados con El por medio del bautismo para muerte, a fin de que como Cristo resucitó de entre los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida. Porque si hemos sido unidos a El en la semejanza de su muerte, ciertamente lo seremos también en la semejanza de su resurrección, sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con El, para que nuestro cuerpo de pecado fuera destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado; porque el que ha muerto, ha sido libertado del pecado. Y si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con El, sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de entre los muertos, no volverá a morir; ya la muerte no tiene dominio sobre El. Porque en cuanto El murió, murió al pecado de una vez para siempre; pero en cuanto vive, vive para Dios. Así también vosotros, consideraos muertos para el pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús. Al decir "Yo soy la resurrección y la vida" Jesús nos anuncia su gran poder transformador para toda nuestra vida - ahora y siempre. 6.

"Yo soy el camino, la verdad y la vida" - 14:6

La sexta declaración "Yo soy" de Jesús ocurrió al final de la semana de la pasión, después de la entrada triunfal de Cristo a Jerusalén, durante la última cena. Los eventos previos conducen hacia el contexto de la declaración. En Juan 12:1-8 se narra como María ungió a Jesús. La tensión en la narración aumenta cuando los judíos conspiran para matar a Lázaro también (Jn. 12:9-11). En seguida Juan escribe sobre la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. Se recalca como el pueblo improvisó una Fiesta de Tabernáculos aunque era tiempo de Pascua, batiendo palmas y cantando el Salmo 118. Juan también menciona que los testigos de la resurrección de Lázaron estaban ahí,

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dando testimonio del poder de Jesús (Jn. 12:17,18). En seguida Juan presenta como Jesús empezó a hablar claramente sobre su muerte. Juan 12:23-25 ...Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado. En verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, produce mucho fruto. El que ama su vida la pierde; y el que aborrece su vida en este mundo, la conservará para vida eterna. Juan 12:27 Ahora mi alma se ha angustiado; y ¿qué diré: "Padre, sálvame de esta hora"? Pero para esto he llegado a esta hora. Juan 12:32 Y yo, si soy levantado de la tierra, atraeré a todos a mí mismo. Juan 13:31-33 Entonces, cuando salió, Jesús dijo: Ahora es glorificado el Hijo del Hombre, y Dios es glorificado en El. Si Dios es glorificado en El, Dios también le glorificará en sí mismo, y le glorificará enseguida. Hijitos, estaré con vosotros un poco más de tiempo. Me buscaréis, y como dije a los judíos, ahora también os digo a vosotros: adonde yo voy, vosotros no podéis ir. Juan 14:1-6 No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, os lo hubiera dicho; porque voy a preparar un lugar para vosotros.Y si me voy y preparo un lugar para vosotros, vendré otra vez y os tomaré conmigo; para que donde yo estoy, allí estéis también vosotros. Y conocéis el camino adonde voy. Tomás le dijo: Señor, si no sabemos adónde vas, ¿cómo vamos a conocer el camino? Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí. Jesús les dice, "No se turbe vuestro corazón." Los discípulos tenían muchos motivos para sentir temor (tarasso - agitación, miedo, turbación, angustia, aguas turbulentas en el mar) - las conspiraciones para matar a Jesús y también a Lázaro, el hecho que uno de ellos ya los había abandonado para traicionar a Jesús, la duda si más de ellos también abandonarían al Maestro, y la confusión de qué hacer si mataban a Jesús, todo les provocaba sin duda, una tensión y miedo palpables. Jesús les anima y manda, "Creed en Dios, creed también en mi". Se puede traducir, "Sigan creyendo en Dios. Sigan creyendo en mi". Pase lo que pase, sigan creyendo en mi. Al hablar de su muerte y resurrección, les anuncia que donde El va, ellos aun no pueden ir. Pero a pesar de eso, El volverá por ellos, para llevarles el lugar que El les va a preparar en la casa de su Padre. Y entonces les planta el desafío, "Y conocéis el camino adonde voy." Tomás, el discípulo que necesitaba confirmación específica de todo lo que se le decía, inmediatamente protesta, "si no sabemos adónde vas, ¿cómo vamos a conocer el camino? Jesús le respondió, "Yo soy el camino, la verdad la vida; nadie viene al Padre sino por mi." Es una manera de resumir todo lo que Jesús ya les había revelado en las expresiones "Yo soy" previas. El es el "Yo soy", Yahve, el mismo Dios de Israel. Toda la revelación de Dios en el Antiguo Testamento, en las leyes, instituciones y fiestas tienen su cumplimiento en Jesús. Ahora les desafía a sacar la única conclusión posible. Que El vino al mundo para mostrar y para ser, el camino al Padre.

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Hay diversidad de opinión entre los comentaristas sobre la relación sintáctica de los vocablos "camino", "verdad" y "vida". ¿Son conceptos paralelos, coordinados? ¿Estaba Jesús formulando tres diferentes declaraciones "Yo soy"? ¿Acaso decía, "Yo soy el camino; Yo soy la verdad; y Yo soy la vida"? O ¿había una relación de subordinación de los vocablos "verdad" y "vida" como descriptivos de la verdad central "Yo soy el camino."? ¿Estaba Jesús diciendo, "Yo soy el camino verdadero y vivo."? Es probable que ambas perspectivas tengan algo de razon. Gramaticalmente, las expresiones tienen una relación de coordinación, pues cada sustantivo lleva artículo definido. "ἐγώ εἰµι ἡ ὁδὸς καὶ ἡ ἀλήθεια καὶ ἡ ζωή". Las palabras todas son sustantivos y no adjetivos. De eso no hay duda. Sin embargo, el contexto sugiere que el sustantivo "camino" es el principal de la oración, pues la pregunta que le hizo Tomás no fue por cosas de "verdad" o "vida", sino "¿cómo vamos a conocer el camino?" Hendrikson comenta: Los tres conceptos son activos y dinámicos. El camino conduce a Dios; la verdad libera a los hombres; la vida produce comunión. ¿Cómo se relacionan estos tres? ¿Cómo entidades más o menos separadas, pero sí coordinadas? o, ¿como constituyentes de un solo concepto: "el camino verdadero y vivo"? No es necesario escoger una de estas alternativas. Verdad y vida son sustantivos, no adjetivos. Cristo es la verdad y la vida, al igual que es el camino. Sin embargo, el contexto indica que predomina la idea de camino. El significado parece ser: "yo soy el camino porque soy la verdad y la vida."12 El comentarista Beasley-Murray afirma que los tres vocablos "explican como es que Jesús es el camino. El es el camino porque El es la verdad, la revelación de Dios, y porque la vida de Dios mora en El".13 El renombrado autor de La imitación de Cristo, el sacerdote medieval Thomas Kempis escribió una hermosa paráfrasis de estas palabras de Jesús: Sigueme tú, Yo soy el camino y la verdad y la vida. Sin el camino no hay movimiento, sino la verdad no hay conocimiento, sin la vida no hay vivir. Yo soy el camino que debes seguir, la verdad que debes creer, la vida que debes anhelar. Yo soy el camino inviolable, la verdad infalible, la vida eterna. Soy el camino recto, la verdad soberana, la vida bendita.14 7.

"Yo soy la vid" - 15:1

La séptima y última declaración "Yo soy" de Jesús en el evangelio de Juan se produjo después de la última cena, poco antes del arresto del Señor. En Juan 14:31, al concluir sus palabras sobre la promesa de enviar el Consolador, el Espíritu Santo, Jesús dice, "Levantaos, vamos de aquí". Sus siguientes palabras son su alegoría sobre la vid y los pámpanos. Es muy posible que al salir del lugar de la cena, y al estar caminando por Jerusalén en dirección hacia el Huerto del Getsemaní, que Jesús y sus discípulos hubieran pasado cerca del

12 Hendrikson, p. 540. 13 Beasley-Murray, G. R. (2002). John (Vol. 36, p. 252). Dallas: Word, Incorporated. 14 Bruce, p. 299. 81

recinto del Templo, y puede ser que algo que vieron ahí ocasionó esta séptima declaración "Yo soy". Desde tiempos antiguos se hacía comparación de Israel con una viña. Así como el árbol cedro vino a ser un símbolo del Líbano (y hasta hoy figura así en su bandera nacional), la vid siempre fue y aun es, un símbolo de la nación de Israel. Entre todas las cosas que mandó hacer el Rey Herodes al Grande para embellecer al Templo de Jerusalén, hubo una serie de hermosos adornos enormes alrededor del edificio de vides talladas. Flavio Josefo escribió acerca de aquellos adornos: El templo tenía puertas en la entrada y dinteles sobre estas, de la misma altura que el mismo templo. Estas estaban adornadas con velos bordados, con sus flores de púrpura, entretejidos sobre los pilares. Y sobre estas, debajo de la corona, se extendía una viña dorada, con sus ramas colgando desde gran altura, la grandeza y artesanía de lo cual producía asombro en sus espectadores, al ver que vastos materiales se habían usado y la gran calidad del trabajo. También envolvió al Templo entero con enormes racimos; diseñándolos para ser de las proporciones adecuadas. Gastó una gran suma de dinero, más que cualquiera antes de él, hasta que parecía que nadie había adornado el Templo como lo había hecho él.15 Según Josefo, el Templo entero estaba envuelto en enormes racimos dorados, algo sin duda muy impresionante y fácil de notar. Puede ser que esa imágen dio el impulso para las próximas palabras de Jesús. En el Antiguo Testamento, la comparación de Israel con una vid es bastante frecuente. Algunos de estos pasajes son: • • • • • •

Isaías 5 – La Parábola de la Viña Corrupta Isaías 27 – La Viña Restaurada Salmo 80:8-17 – La Vid de Egipto Jeremías 2:21 – La Vid Escogida Ezequiel 15, 17 y 19 – La Vid Inútil Oseas 10:1 – La Viña idolatra

Isaías 5 – La parábola de la viña corrupta Cantaré ahora a mi amado, el canto de mi amado acerca de su viña. Mi bien amado tenía una viña en una fértil colina. La cavó por todas partes, quitó sus piedras, y la plantó de vides escogidas. Edificó una torre en medio de ella, y también excavó en ella un lagar; y esperaba que produjera uvas buenas, pero sólo produjo uvas silvestres. Y ahora, moradores de Jerusalén y hombres de Judá, juzgad entre mí y mi viña. ¿Qué más se puede hacer por mi viña, que yo no haya hecho en ella? ¿Por qué, cuando esperaba que produjera uvas buenas, produjo uvas silvestres? Ahora pues, dejad que os diga lo que yo he de hacer a mi viña: quitaré su vallado y será consumida; derribaré su muro y será hollada. Y haré que quede desolada; no será podada ni labrada, y crecerán zarzas y espinos. También mandaré a las nubes que no derramen lluvia sobre ella. 15 Flavio Josefo, Antiguedades de los Judíos, Libro xv, cap. 11. 82

Ciertamente, la viña del SEÑOR de los ejércitos es la casa de Israel, y los hombres de Judá su plantío delicioso. El esperaba equidad, pero he aquí derramamiento de sangre; justicia, pero he aquí clamor. En este oráculo Dios describe todas las medidas de cuidado, sustento y protección que brindó a su viña; y como ésta produjo solamente uvas silvestres. Anuncia su juicio sobre la viña - el retiro de sus protecciones, abandono y sequía. Y entonces afirma "la viña del Señor de los ejércitos es la casa de Israel y los hombres de Judá su plantío." La viña representa a la nación de Israel sin lugar a dudas. Otro ejemplos se aprecian en las palabras del profeta Oseas y el Salmo 80. Oseas 10:1,2 – La viña idolatra Israel es un viñedo frondoso, dando fruto para sí mismo; según la abundancia de su fruto, así multiplicaba los altares; cuanto más rica era su tierra, más hermosos hacían sus pilares sagrados . Su corazón es infiel; ahora serán hallados culpables; el Señor derribará sus altares y destruirá sus pilares sagrados . Salmo 80:8-17 Oh Dios de los ejércitos, restáuranos; haz resplandecer tu rostro sobre nosotros, y seremos salvos. Tú removiste una vid de Egipto; expulsaste las naciones y la plantaste. Limpiaste el terreno delante de ella; echó profundas raíces y llenó la tierra. Los montes fueron cubiertos con su sombra, y los cedros de Dios con sus ramas. Extendía sus ramas hasta el mar, y sus renuevos hasta el río. ¿Por qué has derribado sus vallados, de modo que la vendimian todos los que pasan de camino? El puerco montés la devora, y de ella se alimenta todo lo que se mueve en el campo. Oh Dios de los ejércitos, vuelve ahora, te rogamos; mira y ve desde el cielo, y cuida esta vid, la cepa que tu diestra ha plantado y el vástago que para ti has fortalecido. Está quemada con fuego, y cortada; ante el reproche de tu rostro perecen. Sea tu mano sobre el hombre de tu diestra, sobre el hijo de hombre que para ti fortaleciste. Entonces no nos apartaremos de ti; avívanos, e invocaremos tu nombre. Oh SEÑOR, Dios de los ejércitos, restáuranos; haz resplandecer tu rostro sobre nosotros y seremos salvos. Este hermoso y emotivo salmo, probablemente escrito por uno de los descendientes de Asaf por motivo de la caída de Samaria o la invasión babilónica, repite la misma analogía de Isaías, comparando a Israel con una viña que inicialmente fue fuerte y fructífera pero que ha caido bajo la desgracia. Algo muy hermoso de este salmo es la oración por el Mesías, "el hombre de tu diestra", "el hijo de hombre que para ti fortaleciste". La analogía de la viña con Israel queda evidente con el clamor del salmista, "Restáuranos; haz resplandecer tu rostro sobre nosotros y seremos salvos." Estos y otros pasajes del Antiguo Testamente hacen uso de aquella parábola o analogía, de la vid como representacion del pueblo de Dios, la nación de Israel. Todo esto

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ilumina intensamente el significado de las palabras de Jesús esa noche, rumbo al Getesemaní y al arresto, "Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el viñador" (Juan 15:1). Cometemos un error al leer e interpretar esta declaración sin tomar en cuenta su contexto histórico y religioso. Jesús ha llegado al punto cúlmine de sus declaraciones "Yo soy". Hasta aquí se ha revelado como el cumplimiento perfecto de todo los señalado en las fiestas e instituciones de Israel - el Shabbat, la Pascua, Tabernáculos y Dedicación. El maná en el desierto, el cordero pascual, el agua de la roca, la columna de fuego, los libertadores Moisés y los Macabeos, la puerta y el camino hacia el Padre - todos son tipos que apuntan hacia Cristo. Pero ahora Jesús dice, "Yo soy la vid verdadera." En El se cumplen todos los propósitos de Dios para Israel. Estar en Cristo es estar en el verdadero Pueblo de Dios. Para los lectores de este evangelio, cristianos judíos que sufrían los terribles efectos de aposunagogos - ser expulsados de sus sinagogas y comunidades, el saber que al estar en Cristo estaban en la verdadera vid, el verdadero pueblo de Dios, tiene que haber sido un consuelo y una bendición extraordinarios.

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Capítulo Once - Jesús y el Templo

Otro de los recursos cristológicos del evangelista Juan es el Templo de Jerusalén. Más que en ningún otro evangelio, en Juan vemos múltiples puntos de conexión entre el Templo, con sus ritos y ofrendas, y la persona de Jesús. El Templo de Jerusalén en el tiempo de Cristo, era el mismo templo que fue erigido por Zorobabel después del cautiverio babilónico, entre los años 536-516 AC, pero que luego fue embellecido y ampliado por el Rey Herodes el Grande, en un esfuerzo para ganar el cariño y la admiración de la población judía.

El diseño del Templo era esencialmente el mismo que se había usado en el Tabernáculo de Moisés, según las instrucciones que él recibió de Dios (Exo. 25-30), pero mucho más grande y con otras añadiduras. En Juan se mencionan los componentes esenciales del culto a Dios en el Templo, destacando que cada una de estas cosas apunta hacia Jesucristo. • • • •

El edificio mismo - con sus lugares santo y santísimo La gloria de Dios en el Templo Los sacerdotes que ministran Las ofrendas que se sacrifican en el altar.

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Juan nos enseña que todas estas cosas apuntan hacia Jesucristo. A continuación se presentan algunas de la conexiones entre Jesús y el Templo que Juan presenta. 1.

"Levantó tabernáculo" Jn. 1:14 Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.

Como ya se ya mencionado, la expresión “habitó entre nosotros” (καὶ ἐσκήνωσεν ἐν ἡµῖν) se debe traducir “levantó tabernáculo entre nosotros”. Juan emplea el vocablo skenoo que se refiere al Tabernáculo de Moisés. De todos los escritores del Nuevo Testamento, solamente Juan emplea este verbo, aquí en el Evangelio y en el Apocalipsis. El mensaje es que "así como Dios anteriormente manifestó su presencia entre su pueblo en el Tabernáculo que levantó Moisés, ahora en un sentido más pleno ha tomado residencia en la Tierra en el Verbo hecho carne."16 2.

"y vimos su gloria"

Los vocablos "gloria" y "glorificar" tienen mucha importancia en el Evangelio de Juan. El sustantivo "gloria" (doxa) ocurre diecisiete veces en el texto, y la forma verbal "glorificar" (doxazo) aparece veinticuatro veces. El Prólogo comienza una serie de muchas expresiones sobre Jesús y su gloria. Jn. 1:14 Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. Juan enfatiza que con la encarnación del Verbo se ha vuelto a manifestar la gloria (shekinah) de Dios, tal como acontecía en el Tabernáculo de Moisés y el Templo de Salomón. Exodo 40:34, 35 Entonces la nube cubrió la tienda de reunión y la gloria del SEÑOR llenó el tabernáculo. Y Moisés no podía entrar en la tienda de reunión porque la nube estaba sobre ella y la gloria del SEÑOR llenaba el tabernáculo. 2 Crónicas 7:1,2 Y cuando Salomón terminó de orar, descendió fuego desde el cielo y consumió el holocausto y los sacrificios, y la gloria del SEÑOR llenó la casa. Los sacerdotes no podían entrar en la casa del SEÑOR, porque la gloria del SEÑOR llenaba la casa del SEÑOR. El concepto tras la palabra hebrea shekinah es simplemente la presencia de Dios. La palabra significa "lo que mora". En el Antiguo Testamento se refiere a una cosa visible que indicaba que la presencia de Dios estaba ahí - como la nube y la columna de fuego (Exo. 16:10). A veces la gloria de Dios se manifestaba como una muy poderosa luz o resplandor, como lo que quedó fijado en el rostro de Moisés (Exo. 34:29). La diferencia es que ahora la gloria (doxa) de Dios no es simplemente una gran luz o una visión. Ha tomado forma física, visible y palpable (1 Jn. 1:1). El profeta Isaías anunció que el Mesías venidero tendría la gloria de Dios.

16 F. F. Bruce. The Gospel of John: A verse-by-verse Exposition. Bath, England: Kingsley Books, s.f. 86

Isaías 4:2 Aquel día el Renuevo del SEÑOR será hermoso y lleno de gloria, y el fruto de la tierra será el orgullo y adorno de los sobrevivientes de Israel. Juan afirma que la Jesús no recibió su gloria por primera vez durante su vida terrenal como afirmaban los gnósticos - sino que ha compartido la misma gloria con el Padre desde la eternidad. Juan 17:5 Y ahora, glorifícame tú, Padre, junto a ti, con la gloria que tenía contigo antes que el mundo existiera. La forma verbal, "glorificar" significa reconocer, atribuir, obedecer, alabar y dar testimonio de la gloria de Jesús. Glorificamos a Cristo cuando le confesamos como Señor, cuando le adoramos, cuando nos sometemos a su Señorío y cuando testificamos de El. No es un reconocimiento parcial o a medias, sino absoluto y exclusivo de su majestad, poder y deidad. El verbo "glorificar" ocupa un lugar muy especial en la oración sacerdotal de Jesús en Juan 17. Juan 17:1-4 Estas cosas habló Jesús, y alzando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que el Hijo te glorifique a ti, por cuanto le diste autoridad sobre todo ser humano para que dé vida eterna a todos los que tú le has dado.Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. Yo te glorifiqué en la tierra, habiendo terminado la obra que me diste que hiciera. Juan, entonces, nos enseña con claridad que Jesucristo vino al mundo manifestando y mostrando la gloria de Dios, como la que antes se veía en el Tabernáculo, a pesar de la ceguera y desobediencia de todos los que amaban más a las tinieblas.

3.

"el celo por tu casa me consumirá"

El Templo de Jerusalén era el centro religioso, cultural y judicial de Judea. Desde su restauración por los Macabeos los judíos habían tomado medidas extremas para asegurar su funcionamiento y seguridad. Los romanos comprendieron esto, y dejaron que el Gran Sanhedrin funcionara ahi sin impedimento. El rey Herodes el Grande se dio cuenta de la importancia del lugar y para ganarse el favor del pueblo, comenzó una serie de ampliaciones y embellecimientos de verdad, extraordinarios. Hubo 18.000 sacerdotes trabajadores en la obra. Se usaron bloques de piedra de hasta setenta toneladas de peso en los cimientos. El proceso de reconstrucción comenzó en el año 20 aC y no se acabó hasta el año 64 dC - ¡ochenta y cuatro años!17 Apenas seis años después del final de las obras de reconstrucción, los romanos lo destruyeron todo. El general Tito, al ver la extraordinaria belleza de lugar, lo quiso conservar, pero sus tropas, tan cansados y furiosos por la gran resistencia judía, y creyendo leyendas sobre supuesto oro escondido entre las piedras, lo incendiaron y demantelaron. Como ya se ha señalado en esta obra, había tres grandes tiempos de fiesta cada año, que requerían que cada varón judía viajará a Jerusalén para hacer ofrendas en el Templo y participar de las fiestas - Pascua, Pentecostés y Tabernáculos. Para dichas ocasiones las 17 Burge, John, pg 46. 87

personas debían traer animales para ser sacrificados en el Templo. Si uno viajaba desde muy lejos, podía traer dinero y comprar sus animales y aves para dichos sacrificios (Deut. 14:2228). Esto produjo un creciente comercio de venta de animales y aves que eventualmente se llegó a realizar dentro de los mismos atrios del Templo. Juan relata que era tiempo de Pascua (2:13), y que los comerciantes tenían bueyes y ovejas adentro del lugar. Sin duda había ruido, suciedad y un alboroto tremendo que poco conducía hacia la oración. Además, cada varón judío mayor de veinte años debía pagar un impuesto al Templo de medio siclo (dos dracmas) de plata (Mat. 17:24). No se permitía el pago con monedas de otros lugares, que podrían traer imágenes paganas o ser falsificadas. Los sacerdotes acuñaban sus propias monedas para el impuesto, y todos los oferentes debían cambiar sus monedas foráneas para la apropiadas. Así se produjo el negocio de los cambistas en el Templo. ¡Qué verguenza! Habiendo tantos lugares donde se podrían haber hecho aquellas transacciones, prefieron hacerlas dentro del mismo recinto del Templo. Los negocios tenían prioridad sobre la oración y la adoración de Jehová. En Juan 2:13-22 se narra la ocasión cuando Jesús purificó el Templo de Jerusalén, echando fuera a los comerciantes y cambistas. Jn. 2:15-17 Y haciendo un azote de cuerdas, echó a todos fuera del templo, con las ovejas y los bueyes; desparramó las monedas de los cambistas y volcó las mesas; y dijo a los que vendían palomas: Quitad esto de aquí; no hagáis de la casa de mi Padre una casa de comercio. Sus discípulos se acordaron de que estaba escrito: EL CELO POR TU CASA ME CONSUMIRA.“ Algunos opinan que la ira de Jesús provino del abuso, del fin de lucro extremo de los comerciantes, pero eso no parece haber sido el caso. No hay indicación de usura o precios injustos. La ira de Jesús fue despertada por el mero acto de hacer comercio dentro de lo que debía ser una casa de oración. La adoración pura se había perdido irremisiblemente ante la secularización de lo sagrado. Jesús cita al Salmo 69:9. Afirma que su celo por el Templo será la causa de su muerte. (Según Juan 11:48-50 - precisamente los líderes del Templo fueron quienes conspiraron para su muerte) Las acciones de Jesús anticipaban el reino mesiánico profetizado por Zacarías: "Y toda olla en Jerusalén y en Judá será consagrada al SEÑOR de los ejércitos; todos los que ofrezcan sacrificios vendrán y tomarán de ellas y en ellas cocerán; y no habrá más mercader en la casa del SEÑOR de los ejércitos en aquel día." (Zac. 14:21) Los evangelios sinópticos ubican a este relato hacia el final del ministerio de Jesús, justo después de su entrada triunfal a Jerusalén (Mat. 21:12-17; Mar. 11:15-19; Luc. 19:4548). Juan sin embargo lo ubica al inicio de su ministerio, y lo relata inmediatamente después de la narración de la primera señal - la transformación de agua en vino en Caná de Galilea. Entendiendo que cada evangelista tomó libertad para ordenar las narraciones sobre Jesús en el orden más conveniente para su método evangelizador, esto no es un problema. Lo que esto nos revela es la intención de Juan de mostrar como Jesús, en Galilea y en Judea (los viejos reinos del norte y del sur de Israel) comenzó su ministerio anunciando que viene un cambio, que transformará los viejos ritos mosáicos por la adoración pura, centrada en el Verbo de Dios. Juan 2:18-22 Entonces los judíos respondieron y le dijeron: Ya que haces estas cosas, ¿qué señal nos muestras? Jesús respondió y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré. Entonces los judíos dijeron: En

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cuarenta y seis años fue edificado este templo, ¿y tú lo levantarás en tres días? Pero El hablaba del templo de su cuerpo. Por eso, cuando resucitó de los muertos, sus discípulos se acordaron de que había dicho esto; y creyeron en la Escritura y en la palabra que Jesús había hablado. Los judíos no entendieron lo que Jesús decía. Se preguntaban, - "Si llevamos tantos años construyendo este complejo de edificios, ¿cómo cree que lo puede volver a construir todo en solo tres días?" Pero Jesús no hablaba sobre el Templo de piedra, sino el Templo representado - su propio cuerpo. Profetizaba sobre su propia muerte y resurrección. 4.

"ni aquí ni en este monte"

En conversación de Jesús con la mujer samaritana, Jesús habla del agua del Espíritu (paralelo con sus dichos en la ceremonia del agua en Tabernáculos), y como vendrá el día cuando la verdadera adoración será enteramente bajo la dirección e impulso del Espíritu, independiente de localidades o edificios. Juan 4:13 Respondió Jesús y le dijo: Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed, pero el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que brota para vida eterna. Juan 4:21-24 Jesús le dijo: Mujer, créeme; la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis lo que no conocéis; nosotros adoramos lo que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque ciertamente a los tales el Padre busca que le adoren. Dios es espíritu, y los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad. En los vs. 20-24 las palabras “adoración”, "adorar" (proskuneo) aparecen diez veces en el texto griego. Eso nos indica el tema principal del argumento. Jesús le da la tremenda noticia que vendrá un tiempo cuando la adoración no se limitará a un lugar específico, ni consistirá en sacrificios materiales, sino que será una adoración netamente espiritual, verdadero y universal. Es la clase de adoración que el apostól Pablo solicito: "Por consiguiente, quiero que en todo lugar los hombres oren levantando manos santas, sin ira ni discusiones" (1 Tim. 2:8). 5.

"el cordero de Dios"

Una de las frases mejor conocidas del Evangelio de Juan consiste de las palabras de Juan el Bautista, "He ahí el cordero de Dios que quita el pecado del mundo" (Jn. 1:29). A pesar de dar muchos detalles sobre el bautismo de Jesús por Juan, ninguno de los sinópticos registra aquellas palabras. De esta manera, Juan describe a Jesús como otro componente esencial del culto a Dios en el Templo - el sacrificio. Sin duda, cuando el Bautista proclamó esta identificación de Jesucristo, debe haber sonado como algo sorprente, extraño e inesperado en los oidos de sus seguidores. Quizás algunos se acordaron de las palabras del profeta Isaías, cuando describe al siervo sufriente, al Mesías como un cordero destinado a la muerte.

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Isaías 53:7 Fue oprimido y afligido, pero no abrió su boca; como cordero que es llevado al matadero, y como oveja que ante sus trasquiladores permanece muda, no abrió El su boca. Indudablemente el Evangelio de Juan presenta a Jesús como el antitipo del cordero pascual. Entre las instrucciones dadas por Dios a Moisés sobre los preparativos para salir de Egipto, figuraba lo siguiente en cuanto al cordero cuya sangre sería untada sobre el marco y dintel de la puerta: "Se ha de comer en una misma casa; no sacaréis nada de la carne fuera de la casa, ni quebraréis ninguno de sus huesos. (Exo. 12:46). Al narrar los eventos tocantes a la crucifixión de Jesús, Juan incluye los siguientes detalles: Jn. 19:31-37 Los judíos entonces, como era el día de preparación para la Pascua, a fin de que los cuerpos no se quedaran en la cruz el día de reposo (porque ese día de reposo era muy solemne), pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y se los llevaran. Fueron, pues, los soldados y quebraron las piernas del primero, y también las del otro que había sido crucificado con Jesús; pero cuando llegaron a Jesús, como vieron que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas; pero uno de los soldados le traspasó el costado con una lanza, y al momento salió sangre y agua. Y el que lo ha visto ha dado testimonio, y su testimonio es verdadero; y él sabe que dice la verdad, para que vosotros también creáis. Porque esto sucedió para que se cumpliera la Escritura: NO SERA QUEBRADO HUESO SUYO. Y también otra Escritura dice: MIRARAN AL QUE TRASPASARON. Juan es el único entre los cuatro evangelistas que menciona ese detalle de ningún hueso roto. Para él era un detalle sumamente importante pues era una señal más de como Jesús fue el cumplimiento de tantos tipos y figuras proféticas que Dios dio a Israel para anunciar al Mesías y al reino venidero. 6.

el sacerdote intercesor

Juan destaca un aspecto más de Jesús que lo asocia con el Templo - el de sacerdote. Vemos en Juan que Jesús es el nuevo tabernáculo-templo, es la gloria, es el sacrificio, y también es el sacerdote intercesor. Tal es la imagen de Cristo que encontramos en varios puntos del evangelio, y particularmente en su oración sacerdotal del capítulo 17. La ley de Moisés dice mucho sobre el rol y la función de los sacerdotes. Entre esto recalcamos: • • • • • •

Consagrarse ante el Señor en santidad y devoción (Exo. 29) Consagrar el tabernáculo y sus utensilios (Exo. 40) Ofrecer las ofrendas y sacrificios (Num. 18:7) Interceder en oración por el pueblo (Lev. 16:17) Enseñar la ley (Lev. 10:8-11) Tratar a la gente enferma (Lev. 13-15)

El profeta Malaquías hizo un hermoso resumen de los deberes del sacerdote al confrontar a los sacerdotes ociosos del período post-exílico.

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Malaquias 2:4-7 Entonces sabréis que os he enviado este mandamiento para que mi pacto siga con Leví—dice el SEÑOR de los ejércitos. Mi pacto con él era de vida y paz, las cuales le di para que me reverenciara; y él me reverenció, y estaba lleno de temor ante mi nombre. La verdadera instrucción estaba en su boca, y no se hallaba iniquidad en sus labios; en paz y rectitud caminaba conmigo, y apartaba a muchos de la iniquidad. Pues los labios del sacerdote deben guardar la sabiduría, y los hombres deben buscar la instrucción de su boca, porque él es el mensajero del SEÑOR de los ejércitos. Juan muestra a Jesús funcionando como sacerdote de varias formas 1. La limpieza del Templo - al limpiar el Templo de los comerciantes y cambistas, Jesús mostró mayor pasión por la consagración de ese lugar que cualquiera de los sacerdotes que ahí ministrabana diario. 2. Abriendo camino - al decir, "Yo soy el camino, la verdad y la vida" Jesús manifiesta su rol de intercesor y guía hacia la presencia de Dios. 3. Su túnica - Juan narra detalles sobre la túnica de Jesús que los sinópticos no mencionan - que era una pieza única, sin costura, y que las acciones de los soldados fueron el cumplimiento de una profecía. Juan 19:23,24 Entonces los soldados, cuando crucificaron a Jesús, tomaron sus vestidos e hicieron cuatro partes, una parte para cada soldado. Y tomaron también la túnica; y la túnica era sin costura, tejida en una sola pieza. Por tanto, se dijeron unos a otros: No la rompamos; sino echemos suertes sobre ella, para ver de quién será; para que se cumpliera la Escritura: REPARTIERON ENTRE SI MIS VESTIDOS, Y SOBRE MI ROPA ECHARON SUERTES. Aunque el Pentateuco no lo menciona, el historiador judío, Flavio Josefo comentó sobre la túnica del sumo sacerdote, "Esta túnica no consiste de dos piezas, que pudiesen ser cosidas alrededor de los hombres y en el costado, sino que es tejido de una sola longitude 18 hilo." (Antiguedades de los Judíos, III. 161). Bien puede ser que lesa fue la razón por que Juan incluyó ese detalle sobre la túnica de Jesús, para identificarlo como verdadero sumo sacerdote de Israel. 4. Su oración (Juan 17) - En la oración de Jesús por sus discípulos encontramos varias muestras del ejercicio sacerdotal de Jesús. •

Su consagración como sacerdote

Juan 17:5 Y ahora, glorifícame tú, Padre, junto a ti, con la gloria que tenía contigo antes que el mundo existiera. Juan 17:19 Y por ellos yo me santifico, para que ellos también sean santificados en la verdad. •

La consagración de sus discípulos

Juan 17:17 Santifícalos en la verdad; tu palabra es verdad. 18

Beasley-Murray, G. R. (2002). John (Vol. 36, p. 347). Dallas: Word, Incorporated. 91



Su ministerio de palabra

Juan 17:6-8 He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; eran tuyos y me los diste, y han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todo lo que me has dado viene de ti; porque yo les he dado las palabras que me diste; y las recibieron, y entendieron que en verdad salí de ti, y creyeron que tú me enviaste. •

Su ministerio revelacional

Juan 17:3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. Juan 17:4 Yo te glorifiqué en la tierra, habiendo terminado la obra que me diste que hiciera. Juan 17:6 He manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; eran tuyos y me los diste, y han guardado tu palabra. •

Su intercesión por sus discípulos

Juan 17:9-10 Yo ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por los que me has dado; porque son tuyos; y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo, mío; y he sido glorificado en ellos. Joh 17:11-15 Ya no estoy en el mundo, pero ellos sí están en el mundo, y yo voy a ti. Padre santo, guárdalos en tu nombre, el nombre que me has dado, para que sean uno, así como nosotros. Cuando estaba con ellos, los guardaba en tu nombre, el nombre que me diste; y los guardé y ninguno se perdió, excepto el hijo de perdición, para que la Escritura se cumpliera. Pero ahora voy a ti; y hablo esto en el mundo para que tengan mi gozo completo en sí mismos. Yo les he dado tu palabra y el mundo los ha odiado, porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No te ruego que los saques del mundo, sino que los guardes del maligno. Juan 17:20-23 Mas no ruego sólo por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno. Como tú, oh Padre, estás en mí y yo en ti, que también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno: yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfeccionados en unidad, para que el mundo sepa que tú me enviaste, y que los amaste tal como me has amado a mí. El tema del sacerdocio de Jesús es desarrollado en profundidad en la epístola a los Hebreos. Heb. 4:14-16 Teniendo, pues, un gran sumo sacerdote que trascendió los cielos, Jesús, el Hijo de Dios, retengamos nuestra fe. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino uno que ha sido tentado en todo como nosotros, pero sin pecado. Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna.

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Vemos entonces, que a partir del Prólogo Juan presenta un cuadro de Jesús como el cumplimiento absoluto y perfecto de el Templo y todo lo que ahí se hacía. Aunque los judíos del tiempo de la escritura de este evangelio lloraban por la destrucción del Templo de Jerusalén, los que creían en el nombre de Jesús sabían que en El tenían todo lo necesario para la expresión de su fe y adoración.

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El Evangelio de Juan y la Nueva Creación

Para finalizar, uno de los grandes temas del Antiguo Testamento que Juan reconoce en el ministerio de Jesús es la Nueva Creación, es decir, lo que relata sobre el proyecto de Dios para traer salvación y restauración al mundo. Más que ninguno de los evangelios sinópticos, el Evangelio de Juan habla sobre nuevo nacimiento, resurrección, y nueva creación. Hay dos perspectivas del mundo y del futuro que debemos evitar: 1. La visión del materialismo ateo - Es la visión nihilista de quienes ven al mundo como un accidente cosmológico, sin razón de ser, sin futuro, salvo por lo que la humanidad hace. Se vive para el logro personal, pero el mundo seguirá sin propósito o rumbo, y será posiblemente destruido por guerra o un cataclismo cósmico o ecológico. Pero Juan nos dice, "NO. NO SERA ASI." 2. La visión escapista de algunos cristianos que solamente esperan que venga el Señor y los saque de este mundo para ir a vivir por la eternidad flotando en una nube, tocando arpa en el Cielo. Estos piensan que van a estar de vacaciones por la eternidad, TAMPOCO SERA ASI. El libro de Apocalipsis, escrito por Juan, no concluye con una visión de todos los creyentes viviendo para siempre en el Cielo, y mucho menos tocando arpas. No. Concluye mostrándonos la Nueva Creación de Dios - Cielos Nuevos y Tierra Nueva - es decir este mundo que El creó, y que hoy está bajo maldición - restaurado a sus propósitos originales, libre de la maldición y la influencia del pecado, reconstruido, renovado, infinitamente mejor. Concluye con una visión de la Nueva Jerusalén que desciende, y de todos los santos, con el Señor, gobernando y reinando sobre la Tierra. Apoc. 5:9,10 Y cantaban un cántico nuevo, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre compraste para Dios a gente de toda tribu, lengua, pueblo y nación. Y los has hecho un reino y sacerdotes para nuestro Dios; y reinarán sobre la tierra. En el Evangelio de Juan, repetidas veces vemos a Jesús mostrando su poder para restaurar y crear. Le vemos haciendo acciones que nos recuerdan al relato de la creación original en Génesis. ¡El es quien restaurará todas las cosas! (Hechos 3:21). Juan nos enseña que efectivamente, en la segunda venida de Cristo habrá una restauración de todas las cosas - Cielos nuevos y Tierra Nueva. Pero hasta entonces, la obra de restauración y nueva creación ya ha sido comenzada por Jesús en nosotros, sus discípulos. Dispongámonos a conocer su poder y a prepararnos para una eternidad reinando con El. Esta visión del mundo redimido y transformado fue el tema de mucha de la predicación de los profetas del Antiguo Testamento Joel 3:18-20 Y sucederá que en aquel día los montes destilarán vino dulce, las colinas manarán leche, y por todos los arroyos de Judá correrán las aguas; brotará un manantial de la casa del SEÑOR y regará el valle de Sitim. Egipto será una desolación, y Edom será un desierto desolado, por la violencia hecha a los hijos de Judá, en cuya tierra han derramado sangre 94

inocente. Pero Judá será habitada para siempre, y Jerusalén por todas las generaciones. Amos 9:13-15 He aquí, vienen días—declara el SEÑOR— cuando el arador alcanzará al segador, y el que pisa la uva al que siembra la semilla; cuando destilarán vino dulce los montes, y todas las colinas se derretirán. Restauraré el bienestar de mi pueblo Israel, y ellos reedificarán las ciudades asoladas y habitarán en ellas; también plantarán viñas y beberán su vino, y cultivarán huertos y comerán sus frutos. Los plantaré en su tierra, y no serán arrancados jamás de la tierra que les he dado —dice el SEÑOR tu Dios. Zacarías 14:8,9 En aquel día sucederá que brotarán aguas vivas de Jerusalén, una mitad hacia el mar oriental y la otra mitad hacia el mar occidental, será lo mismo en verano que en invierno. Y el SEÑOR será rey sobre toda la tierra; aquel día el SEÑOR será uno, y uno su nombre. Isaías 9:6-7 Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado, y la soberanía reposará sobre sus hombros; y se llamará su nombre Admirable Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz. El aumento de su soberanía y de la paz no tendrán fin sobre el trono de David y sobre su reino, para afianzarlo y sostenerlo con el derecho y la justicia desde entonces y para siempre. El celo del SEÑOR de los ejércitos hará esto. Isaías 11:6-9 El lobo morará con el cordero, y el leopardo se echará con el cabrito; el becerro, el leoncillo y el animal doméstico andarán juntos, y un niño los conducirá. La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas, y el león, como el buey, comerá paja. El niño de pecho jugará junto a la cueva de la cobra, y el niño destetado extenderá su mano sobre la guarida de la víbora. No dañarán ni destruirán en todo mi santo monte, porque la tierra estará llena del conocimiento del SEÑOR como las aguas cubren el mar. En resumidas cuentas, los profetas anunciaban que el Reino de Dios en la tierra será caracterizado por abundancia, paz, y la santa presencia de Dios en todo lugar. Esta esperanza anunciada por los profetas, del Reino de Dios en la Tierra, por la intervención del Mesías en el siglo presente, latía en el corazón de todos los judíos. Jesús, al venir a este mundo, y al mostrarse como el Mesías, el Cristo divino, dio las evidencias necesarias que El tenía poder para hacer la restauración de todas las cosas, para traer la Nueva Creación - poder para sanar, restaurar, resucitar y hacer renacer. La intención de Dios, por su eterno plan de salvación, de destruir las obras de Satanás, levantar la maldición y restaurar al mundo a sus fines originales es un tema muy claramente revelado en el Nuevo Testamento como también en el Antiguo. El apóstol Pablo escribió, "De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí, son hechas nuevas." (2 Cor. 5:17). Ese tema del re-crear es uno muy desarrollado en el Evangelio de Juan. Lenguaje en Juan que refleja la creación original del mundo y manifiesta el poder creador de Jesucristo Se aprecia que en varias ocasiones, Juan emplea lenguaje para describir a Jesús que hace eco con la narración de Génesis sobre la creación del mundo y del hombre. El mensaje es que Jesús, como el creador orginal del mundo, tiene poder para hacer una nueva creación.

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1.

Juan 1:1 "En el principio era el Verbo" refleja a Génesis 1:1.

2. Juan 1:5 "Y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la comprendieron" refleja a Génesis 1:4. 3.

Juan 9:6 "hizo lodo... y untó con el lodo los ojos" refleja a Génesis 2:7.

4. 2:7.

Juan 20:22 "Sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo." refleja a Génesis

Temas en Juan que hablan de la Nueva Creación de Dios

1. Abundancia - Los profetas de Israel anunciaron que en el Reino de Dios habría abundancia: "Los montes destilarán vino dulce, las colinas manarán leche" (Joel 3:18); "el arador alcanzará al segador, y el que pisa la uva al que siembra la semilla" (Amos 3:13). La esperanza mesíanica era que con el Mesías se reabririán los cielos y el maná volvería a caer. "El tesoro del maná volverá a descender del cielo, y comerán de el en aquellos años" (2 Baruc 29:8). La Midrash Rabbah Ecclesiástico, un antiguo comentario judío sobre Exodo 16 dice. "Así como el primer redentor hizo descender el maná, un redentor por venir hará que vuelva a caer."19 Con el milagro de la multiplicación de los panes y los peces, Jesús se demostró como el cumplimiento de aquellas esperanzas. Su reino será marcado por bendición y abundancia. 2. Restauración - Otro tema enfatizado por los profetas y manifestado claramente en el Evangelio de Juan es la restauración - el poder para anular los efectos de lo destructivo y hacer que algo vuelva a su estado original y sano. La esperanza profética era que el mundo fuese restaurado de los efectos de la maldición edénica; ver el día cuando "el lobo morará con el cordero, y el leopardo se echará con el cabrito; el becerro, el leoncillo y el animal doméstico andarán juntos, y un niño los conducirá" (Isa. 11:6). Jesús mostró su poder restaurador al sanar al paralítico de Betésda, a pesar de llevar treinta y ocho años inmóvil. El hombre fue sanado "al instante" (eutheos - "inmediatamente"). Lo mismo pasó con el mendigo, ciego de nacimiento. Jesús restauró los ojos del hombre a su condición idónea, anulando los efectos del desorden que hubo durante su gestación, relativo a su vista. 3. Renacimiento - Sin duda uno de los versículos favoritos de todo evangélico es Juan 3:16. El capítulo tres es quizás el mejor conocido de todos los capítulos del evangelio. En aquella conversación entre Jesús y Nicodemo, el Señor revela la gran verdad que efectivamente, el reino de Dios viene, donde todo será nuevo, pero el requisito para entrar en ese reino es que uno también haya nacido de nuevo, nacido desde arriba, nacido del Espíritu. Juan 3:1-8 Había un hombre de los fariseos, llamado Nicodemo, prominente entre los judíos. Este vino a Jesús de noche y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede hacer las señales que tú haces si Dios no está con él. 19 Burge, pg. 147. 96

Respondió Jesús y le dijo: En verdad, en verdad te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo ya viejo? ¿Acaso puede entrar por segunda vez en el vientre de su madre y nacer? Jesús respondió: En verdad, en verdad te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te asombres de que te haya dicho: "Os es necesario nacer de nuevo." El viento sopla donde quiere, y oyes su sonido, pero no sabes de dónde viene ni adónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu. Es muy importante que veamos las palabras de Jesús sobre "nacer de nuevo" en su contexto, que era "ver el reino de Dios". No habla de un nacer de nuevo simplemente para disfrutar una mejor vida humana en este mundo (kosmos), sino como el pre-requisito para entrar en el reino de Dios. Solamente los que personalmente son nueva creación podrán vivir en la Nueva Creación. Una palabra muy importante en este texto es anothen, que es traducido "de nuevo" en Juan 3:3 (LBLA) - "el que no nace anothen (de nuevo)" Es un vocable con un sentido complejo que puede expresar varias cosas - "arriba", "encima", "de nuevo", "comienzo" o "primero". Se emplea de una variedad de maneras en el Nuevo Testamento . El contexto de cada uso determina su sentido. A continuación algunos ejemplos: Juan 3:31 - El que procede de arriba (anothen) está por encima (anothen) de todos Gálatas 4:9 - ¿cómo es que os volvéis otra vez a las cosas débiles, inútiles y elementales, a las cuales deseáis volver a estar esclavizados de nuevo (anothen)? Juan 19:23 (RVR95) - Cuando los soldados crucificaron a Jesús, tomaron sus vestidos e hicieron cuatro partes, una para cada soldado. Tomaron también su túnica, la cual era sin costura, de un solo tejido de arriba (anothen) abajo . Hechos 26:5 - los cuales también saben que yo desde el principio

(anothen), si quieren testificarlo, conforme a la más rigurosa secta de nuestra religión viví como fariseo. Muchos comentaristas hoy opinan que cuando Jesús dijo a Nicodemo "el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios" estaría mejor traducido, "a menos que se renazca de arriba no se puede ver el Reino de Dios".20 Otros prefieren afirmar que lo correcto es aplicar ambos sentidos (de nuevo, desde arriba) a la interpretación de la palabra para apreciar lo que el Señor decía.21 Es obvio que Nicodemo - en serio o irónicamente - tomó esas palabras como un simple "nacer de nuevo" en un sentido temporal y carnal, y sin ningun elemento de espiritualidad. "¿Cómo puede un hombre nacer siendo ya viejo? ¿Acaso puede entrar por 20 William Barclay, Juan I, pag. 143. Esta también es la opinión de William Hendriksen, John Burge y Robert Gundry. 21 Entre estos están F.F. Bruce y D. A. Carson. 97

segunda vez en el vientre de su madre y nacer?" (3:4). Jesús le aclara que no habla en un sentido carnal, sino espiritual. "Lo que es nacido del Espíritu, espíritu es." (3:6). De ahí "nacer de arriba" es quizás la mejor traducción. Jesús aclara aun más su sentido al decir, "el que no naciere del agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios." Es una repetición de lo dicho en el vs. 3, pero en lugar de decir "nacer de nuevo", diice "nacer del agua y del Espíritu". Son dos maneras de decir lo mismo. Hay una variedad de opiniones sobre el significado de "nacer del agua y del espíritu". Muchos lo entienden con dos cosas distintas. Algunos dicen que "nacer del agua" tiene que ver con el nacimiento natural, humano - cuando uno nace como bebé. Otros dicen que "nacer del agua" tiene que ver con el bautismo en agua. Sin embargo, no hay necesidad de separar estas dos cosas (agua y espíritu), ya que tanto en Juan, como en los profetas, consistentemente van juntos para describir una sola realidad. En su diálogo con la mujer samaritana, Jesús declara "Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed, pero el que beba del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré se convertirá en él en una fuente de agua que brota para vida eterna. (Jn. 4:13,14). El agua es una metáfora que representa al Espíritu Santo. Juan 4:23,24 Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque ciertamente a los tales el Padre busca que le adoren. Dios es espíritu, y los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad. En la ceremonia del agua, durante la Fiesta de Tabernáculos, Jesús proclamó, "Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba. El que cree en mí, como ha dicho la Escritura: "De lo más profundo de su ser brotarán ríos de agua viva." (Jn. 7:37,38). Y en seguida, Juan aclara, "Pero El decía esto del Espíritu, que los que habían creído en El habían de recibir; porque el Espíritu no había sido dado todavía, pues Jesús aún no había sido glorificado" (Jn. 7:39). Esta asociación de agua y Espíritu no era una inovación de parte de Jesús, sino una aplicación de las palabras de los profetas. La imagen del agua fluyendo desde el altar del Templo en Jerusalén durante la Fiesta de Tabernáculos recordaba las palabras de Ezequiél 47, donde el profeta vió un rio de agua que fluía desde la puerta del Templo y que se iba agrandando hasta tener una gran anchura y profundidad. Las aguas del rio daban vida a todo lo que las tocaba. Jesús aclara que aquella visión se trata de El, el dador del agua de la vida, es decir, del Espíritu. El profeta Isaías también hizo la asociación de agua y el Espíritu de Dios. "Porque derramaré agua sobre la tierra sedienta, y torrentes sobre la tierra seca; derramaré mi Espíritu sobre tu posteridad, y mi bendición sobre tus descendientes (Isaías 44:3). A la luz de esto, entendemos que cuando Jesús habla sobre "nacer de agua y del Espíritu" se refiere al nuevo nacimiento que es de arriba, del Espíritu de Dios, la transformación necesaria para entrar en el Reino de Dios y gozar de vida eterna en los cielos nuevos y la nueva tierra. Este nacer de arriba sucede en la persona que cree en Jesús y lo reconoce como el Mesías, el Verbo de Dios. Es un mensaje infinitamente más poderoso y

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glorioso que los mensajes de "cómo elevar su autoestima" o "dar para recibir" que comunmente se oyen en muchas iglesias. 4. Resurrección - La resurrección es un tema central en el Evangelio de Juan. La narración de la resurrección de Lázaro fue la séptima señal declarada por Juan, contiene una de las declaraciones "Yo soy" de Jesús, y nos revela como Cristo cumple las esperanzas de Israel para el día del juicio final y el eterno reino de Dios. Como ya vimos, el tema de la resurrección de los muertos era la esperanza de los profetas. Pasajes como Daniel 12 y Ezequiel 37 lo comprueban. Daniel 12:1-3 …Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra despertarán, unos para la vida eterna, y otros para la ignominia, para el desprecio eterno. Los entendidos brillarán como el resplandor del firmamento, y los que guiaron a muchos a la justicia, como las estrellas, por siempre jamás. Ezequiel 37 – La visión de los huesos secos - Así dice el Señor Dios a estos huesos: ‘He aquí, haré entrar en vosotros espíritu, y viviréis. ‘Y pondré tendones sobre vosotros, haré crecer carne sobre vosotros, os cubriré de piel y pondré espíritu en vosotros, y viviréis; y sabréis que yo soy el Señor’” (vv. 5-6). Y sabréis que yo soy el Señor, cuando abra vuestros sepulcros y os haga subir de vuestros sepulcros, pueblo mío. ‘Pondré mi Espíritu en vosotros, y viviréis, y os pondré en vuestra tierra (vv. 13-14). La esperanza predicada por los profetas era que cuando viniera el Mesías mostraría poder para efectuar la resurrección. En Juan vemos que Jesús tiene poder para resucitar a los ya muertos, y dar vida eterna a todos los que creen en El. Hay una impresionante cantidad de reiteradas expresiones acerca del poder del Señor Jesús sobre la vida y la muerte. En cada situación y lugar, hablaba de eso. En el prólogo Juan 1:4 "En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres" Cuando limpió el Templo Juan 2:19 "Destruid este templo, y en tres días lo levantaré". Cuando conversó con Nicodemo Juan 3:15 "...para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna" Juan 3:16 "...para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna" Juan 3:36 "El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que no obedece al Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él.

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Cuando sanó al paralítico en el Estanque de Betesda Juan 5:21 "Porque así como el Padre levanta a los muertos y les da vida, asimismo el Hijo también da vida a los que El quiere." Juan 5:24-29 En verdad, en verdad os digo: el que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y no viene a condenación, sino que ha pasado de muerte a vida. En verdad, en verdad os digo que viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que oigan vivirán. Porque así como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le dio al Hijo el tener vida en sí mismo; y le dio autoridad para ejecutar juicio, porque es el Hijo del Hombre. No os admiréis de esto, porque viene la hora en que todos los que están en los sepulcros oirán su voz, y saldrán: los que hicieron lo bueno, a resurrección de vida, y los que practicaron lo malo, a resurrección de juicio. Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que permanece para vida eterna, el cual el Hijo del Hombre os dará, porque a éste es a quien el Padre, Dios, ha marcado con su sello. Cuando multiplicó los panes y los peces Juan 6:27 Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que permanece para vida eterna, el cual el Hijo del Hombre os dará, porque a éste es a quien el Padre, Dios, ha marcado con su sello. Juan 6:39-40 Y esta es la voluntad del que me envió: que de todo lo que El me ha dado yo no pierda nada, sino que lo resucite en el día final. Porque esta es la voluntad de mi Padre: que todo aquel que ve al Hijo y cree en El, tenga vida eterna, y yo mismo lo resucitaré en el día final. Juan 6:47-51 En verdad, en verdad os digo: el que cree, tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron el maná en el desierto, y murieron. Este es el pan que desciende del cielo, para que el que coma de él, no muera. Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo también daré por la vida del mundo es mi carne. Juan 6:53-58 Entonces Jesús les dijo: En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del Hombre y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el día final. Porque mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. Como el Padre que vive me envió, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí. Este es el pan que descendió del cielo; no como el que vuestros padres comieron, y murieron; el que come este pan vivirá para siempre. Al decir "Yo soy el Buen Pastor" Juan 10:17-18 Por eso el Padre me ama, porque yo doy mi vida para tomarla de nuevo.Nadie me la quita, sino que yo la doy de mi propia voluntad. Tengo autoridad para darla, y tengo autoridad para tomarla de nuevo. Este mandamiento recibí de mi Padre.

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Juan 10:27-28 Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen; y yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de mi mano. Al resucitar a Lázaro Juan 11:25, 26 Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá, y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. El que ama su vida la pierde; y el que aborrece su vida en este mundo, la conservará para vida eterna. Si alguno me sirve, que me siga; y donde yo estoy, allí también estará mi servidor; si alguno me sirve, el Padre lo honrará. En la cena pascual con los discípulos Juan 14:2,3 En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no fuera así, os lo hubiera dicho; porque voy a preparar un lugar para vosotros. Y si me voy y preparo un lugar para vosotros, vendré otra vez y os tomaré conmigo; para que donde yo estoy, allí estéis también vosotros. Juan 17:1,2 Estas cosas habló Jesús, y alzando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que el Hijo te glorifique a ti, por cuanto le diste autoridad sobre todo ser humano para que dé vida eterna a todos los que tú le has dado. Podemos apreciar que el tema de el poder de Cristo para resucitar, para dar vida eterna, es un asunto central del Evangelio. Jesús preparó extensamente a sus discípulos para anticipar la gloria de la Nueva Creación, y para ya experimentar ese poder transformador en sus vidas. ¿Cómo entonces, hemos de vivir a la luz de lo que Juan nos enseña sobre el mensaje de Cristo tocante a la vida eterna en el reino de Dios? Esto demanda que nos preparemos para ese futuro glorioso. Que vivamos con la mira hacia ese horizonte. Que nos esforzemos en anunciar las buenas nuevas de Cristo y la vida eterna que nos trae. Es el mensaje que todos debemos enseñar y predicar.

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Bibliografía

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