La Autoestima y Relaciones Afectivas en La Adolecencia

LA AUTOESTIMA Y RELACIONES AFECTIVAS EN LA ADOLECENCIA Los adolescentes, por su mismo vivir en esta delicada y profunda

Views 68 Downloads 0 File size 60KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

LA AUTOESTIMA Y RELACIONES AFECTIVAS EN LA ADOLECENCIA Los adolescentes, por su mismo vivir en esta delicada y profunda etapa lo cual puede marcar toda su vida es muy delicada más en la etapa que se está formando el carácter y nuestra perspectiva personal. Al mezclar la autoestima con las relaciones sentimentales, tanto que uno como el otro miembro tiene sus propios sentimientos sus elementos su autoestima. En la actualidad hay muchas personas que no les gusta la persona físicamente, pero les gusta cómo se siente cuando están con esas personas, y eso es lo mejor que se debe practicar. Una persona que su autoestima está debilitada es muy poco probable que tenga una buena pareja, que es lo que le puede transmitir a esta ya que por esto se da muchas cosas, por ejemplo el aislamiento de la otra pareja con la sociedad. Las parejas necesitan del autoestima de la pareja ya que con este lo que puede lograr es el desarrollo, la valoración y la buena orientación. La buena comunicación y una buena autoestima también conllevan a que no surja la desconfianza y dialogar y resolver los conflictos, y apoyarse mutuamente mediante proyectos comunes. Relaciones afectivas en la adolescencia: En los adolescentes podemos observar diferentes tipos de comportamiento en cuanto a relaciones interpersonales se refiere, pues el mundo exterior tiene cierta influencia en como el joven vaya desarrollando su personalidad en los diferentes espacios en los que se desempeñe. Los amigos y compañeros : Constituyen un gran punto de apoyo, se busca en ellos comunicación, camaradería, liberación y alcahuetería en ciertos casos. Son amistades intensas pero que no siempre se prolongan. Éstas nacen y se fortalecen mientras permanezcan en un mismo grupo, cuando se termina ese ciclo (colegio, grupo de estudio, deporte, arte, etc.) las ‘amistades’ también. El grupo de compañeros ejerce influencias en la realización de deseos y necesidades del presente y en aspectos como formas de vestir, lecturas, música, etc. En cambio, en situaciones normales, no dejará de recibir la influencia familiar de forma decisiva aunque, en ocasiones, rechace la manera sobreprotectora en que ésta se puede manifestar. Adultos: Las relaciones con estos resultan ser contrapuestas. Algunas veces se oponen a él y a los valores que se representa y, otras veces, le sigue, pues necesita seguir ciertos modelos que le permiten moldear su personalidad. Se adquiere un sentido mayor de la independencia y se acrecienta la capacidad crítica frente a los padres. La influencia de los padres es determinante sobre todo, para su futuro. El momento de máxima tensión entre padres e hijos parece producirse justo alrededor de la adolescencia. Se deteriora la comunicación y se multiplican las interrupciones de la conducta del adolescente por la intervención de los padres. Sexo opuesto: La transición de la niñez a la adolescencia también viene acompañada de una montaña rusa de emociones y sentimientos, las relaciones afectivas conforman una dimensión importante en la vida de las personas. Sin embargo no todos se preocupan en procurar relaciones constructivas, sanas y duraderas. Nos estamos acostumbrando a lo pasajero, a la falta de profundidad, a lo superfluo. La misma celeridad con que se están viviendo todas las etapas lleva al cambio constante de todo lo que lo que los rodea. Autoestima y respeto en las relaciones afectivas: La base de las relaciones es el justo amor propio. Los seres humanos tienen derecho de ser felices, de desplegar de manera libre y responsable sus capacidades para vivir plenamente. Esto es autoestima. Reconocer lo que somos y lo que valemos es parte del crecimiento personal. No es posible convivir ni respetar ni amar a los otros si uno no se ama a sí mismo. Guardando la proporción, una persona que no reconoce su propio valor acabará por negar la valía de los otros. Es cierto que el

compromiso es un componente de la amistad auténtica, pero no debe llegar al sacrificio; no debe negar nuestro propio valor. La reprocidad es necesaria para que existiera amistad. En la amistad, como en todas las relaciones afectivas debe además existir el respeto. Una buena autoestima permite desarrollar relaciones sanas, en las cuales el respeto es pieza fundamental. Cualquier relación donde se pierde el respeto es perjudicial para las personas. Autoestima, reciprocidad y respeto son las claves del compañerismo, de la amistad y, en general, de cualquier relación afectiva.