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UNIVERSIDAD AUTONOMA DE HONDURAS FACULTAD DE HUMANIDADES Y ARTES ESCUELA DE FILOSOFÍA ESTRUCTURA DE LA CIENCIA LIC. NESTOR MORENO

Paradigmas y Poder Un análisis acerca de la ciencia Marco D. Matute Sanchez

Fco. Morazán, Tegucigalpa,

Thomas S. Kuhn Paradigmas: los momentos de la ciencia En este trabajo lo que se intentará hacer es una exposición sustancial de lo que Kuhn considera como paradigmas; qué función tienen, cómo se constituyen y de qué manera ayudan a comprender lo básico de la historia de la ciencia. De igual manera, implícitamente, se reflexionará ante la hegemonía que poseen unos cuantos, o una institución científica para validar años de conocimiento colectivo como correcto o incorrecto. Todo esto se realizará utilizando como base la obra de Thomas Kuhn “La estructura de las revoluciones científicas”, dado que en esta obra es donde expone con mayor claridad su teoría de paradigmas. Para dar comienzo a este trabajo postularemos el concepto de paradigma y sus distintas implicaciones en un aprendizaje histórico de la ciencia, para luego disertar de alguna manera u otra el juego de autoridad y poder que es visible en la comunidad o sociedad científica que valida y valora el conocimiento como científico o no. Con esto podríamos iniciar preguntando: ¿Qué es un paradigma propiamente dicho? Para dar respuesta a esta pregunta es menester sostenernos en Kuhn, dado que en él se constituye una muy buena definición y concepción a lo que llamamos paradigma. Para Kuhn un paradigma o paradigmas son: “Realizaciones científicas universalmente reconocidas que, durante cierto tiempo, proporcionan modelos de problemas y soluciones a una comunidad científica.”

(Kuhn 2004:13)

Si comprendemos esto podemos asumir que los paradigmas alegóricamente son como ropajes aceptados por la moda científica como actuales, cool, y correctos. Pero si los visualizamos con un poco más de seriedad estos se nos presentan como modelos y teorías en conjunto que establecen un patrón de conocimientos (colectivos, experimentales; formulas y diversas concepciones para comprender la realidad) aceptados por la comunidad científica imperante de la época. Si nos detenemos en la definición de Kuhn referente a lo que son los paradigmas en sentido general, nos damos cuenta que son eventos, productos, resultados universalmente reconocidos que proporcionan por cierto tiempo patrones y guías a problemas acotados por una comunidad científica. Para escenificar esto Kuhn enuncia

muchos ejemplos desde los distintos paradigmas que subyacen en la teoría de la electricidad hasta el mismo paradigma de la gravedad. En los cuales se da por sobre entendido que no es una sola teoría ni un solo modelo lo que constituye en su totalidad un paradigma sino más bien es el conjunto de problemas, experimentos, resultados, soluciones, ecuaciones en torno a una fracción de la realidad estudiada que proporcione suficiente conocimiento como para establecer un patrón a lo que es aceptado como correcto o incorrecto en el estudio de esa parcela de la realidad. Estos paradigmas se mueven en la ciencia dentro de una tradición investigativa que abarca muchos campos a lo largo de la historia pero que mantiene sus búsquedas en partes abrazadas por la costumbre. La ciencia vista de esta manera Kuhn la llama ciencia normal. Esta recibe este nombre por el hecho que la ciencia a lo largo de su desarrollo histórico es utilizada para comprender eventos naturales, de la realidad y que se dan con cierta normalidad pero que en realidad son hechos con mucho contenido teórico y experimental. La ciencia normal es esta ciencia que indaga por elementos como el movimiento, el calor, los cuerpos celestes, el espacio-tiempo, la gravedad, entre otros. Todos estos elementos forman gran parte de las primeras interrogantes que se realizaron los seres humanos para tratar de comprender la realidad. A lo que solo se profundizan conforme avanza el tiempo. Kuhn lo resume de la siguiente manera: “Ciencia normal significa investigación basada firmemente en una o más realizaciones científicas pasadas, realizaciones que alguna comunidad científica particular reconoce, durante cierto tiempo, como fundamento para su práctica posterior.” (Kuhn 2004:32) Por lo cual la ciencia normal es todo ese universo del cual el investigador, científico y estudiante puede develar en sus intentos investigativos a comprender una parcela de la realidad. Pero, para poder emprender una investigación o un proyecto científico se debe tener en cuenta que el estudio de la ciencia se ha presentado históricamente en base a paradigmas, o como lo mencionamos anteriormente, a realizaciones universalmente aceptadas que dan, ofrecen y postulan pautas para maniobrar dentro del campo investigativo de la ciencia normal. Es mediante los paradigmas que la ciencia normal

puede ser y luego emprender su camino; estableciendo leyes, teorías y modelos que permitan la resolución o indagación de enigmas de la realidad. Es por eso que los “paradigmas podrían determinar la ciencia normal sin intervención de reglas descubribles.” (Kuhn 2004:84) Haciendo énfasis en la cita anterior, cabe mencionar y clarificar un poco el final de la cita que socava dos elementos fundamentales de certeza y seguridad propios de la ciencia como tal. Estos elementos son as leyes científicas y los descubrimientos universalmente aceptados que validan una teoría o predeterminan la construcción de una teoría o hipótesis. Son igualmente hechos que forman gran parte de nuestro entendimiento del mundo y la realidad, pero que a un fiel creyente de la ciencia funcionan como su alimento intelectivo necesario. Las leyes de Newton o las Coloumb en épocas actuales han sido los elementos que ofrecen un grado de certeza del entendimiento de la naturaleza y la realidad, con resultados verificables y reales. Pero la constitución y el movimiento de la ciencia a lo largo de la historia no son solamente determinados por leyes y modelos infalibles temporales sino por una interdisciplinariedad conceptual que predomina en los paradigmas compartidos del estudio histórico de la ciencia. Según Kuhn la ciencia normal se mueve en torno a paradigmas compartidos, es decir en un conjunto de pautas y empresas diseccionadas al estudio particular de la realidad. Por lo cual una ley por sí sola no determina el progreso, o la extrapolación de la ciencia a otros campos de estudio. Claro está que sin el descubrimiento de muchos hechos científicos hoy en día la ciencia no tendría tanta credibilidad pero no solo los descubrimientos pueden determinar la práctica científica como algo correctamente encaminado. Se deben tomar en cuenta los paradigmas compartidos que ofrece el estudio histórico de la ciencia. El paradigma compartido es esa dialéctica entre disciplinas científicas que ostentan por investigar una parcela común de la realidad. Es decir, si se quiere inquirir en la expansión del universo no solo se utilizarán las leyes de la gravitación de newton para el estudio de ese fenómeno, de igual manera se utilizarán paradigmas de matemática, astrofísica, física cuántica etc. para el análisis y resolución de ese problema.

Pero el juego de paradigmas compartidos es solo uno de los factores que permite develar el progreso de la ciencia. En esto permea algo con mucho interés que se deja por sentado y algo que a mi parecer Kuhn no se toma la molestia de reflexionar acerca de ello. A lo que me aproximo es la jerarquía que posee el canon científico y esa autoridad casi eclesiástica en la cual el conocimiento científico es validado por unos pocos o una comunidad que decide si vale la pena o no considerarlo como correcto, científico o no. Poder en la Ciencia Para reflexionar al respecto me gustaría utilizar un poco el discurso foucaultniano dado que en este pensador contemporáneo analiza el poder de tal manera que esta categoría se vuelve un ejercicio y lo que perdura en el poder son relaciones, redes entre el ejecutor y a quien se le ejerce el poder sea en contra o a favor. Diciendo esto se me hace muy curioso que la ciencia intente validar su postura e inclusive hegemonizarse como el conocimiento 100%, correcto una vez que haya pasado todas las pruebas de control para su validación, cuando está emulando lo mismo que se hacía en épocas antiguas sin una verificación empírica. A lo que voy es, que se nos enseña que los cuerpos caen por gravedad en la escuela y si pensamos en algo distinto nos catalogan como locos o dementes por no entender o aprehender la verdad que postula la ciencia. Es como si la ciencia fuera la nueva cristiandad en temas educativos. Aprendemos matemática, biología, geografía, física, química, etc. Y todo conocimiento ofrecido en los años de preparación educativa rara vez lo cuestionamos, por la jerarquía que posee y la supuesta exactitud que presenta la ciencia. A esto vienen sus comprobaciones que las fundamentan en que son prácticamente infalibles. Pero ese prácticamente puede ofrecer la diferencia a toda una teoría y destruirla por completo. Lo que aquí permea son meras relaciones de poder en las cuales la educación funciona como un mecanismo más de ejercer el poder a tal manera que el dominado aprende lo que el dominador considera y quiere que aprenda el dominado. En la ciencia o al menos en el juego paradigmático de Kuhn, sí se emplean revoluciones paradigmáticas pero todas están sujetas a lo que una comunidad científica cataloga como correcto o incorrecto.

Es por esta razón que la autoridad científica llega a pecar de una religiosidad de la verificación, una creencia ciega en lo que puedo verificar empíricamente. Si vale la pena analizar un poco más la paradoja anterior; la ciencia en muchos casos tiene a volverse religiosa, tiende a volverse un camino correcto y desestima a todo lo que no se le asemeje. A lo cual yo pregunto ¿Será cierto todo lo que me ofrece la ciencia, tendré seguridad de creerlo ciegamente? A esto puedo decir que no, pero tampoco puedo caer un escepticismo absoluto de las distintas formas en las que la verdad se manifiesta. Pero mi análisis apunta a las relaciones de poder que ejerce la ciencia en la educación y el ámbito educativo de hoy en día. Si nos detenemos en hechos que han marcado nuestra concepción de la realidad casi siempre sobreponemos estudios científicos sobre opiniones vagas acerca de una interrogante de la realidad. Pongamos un ejemplo; si vivimos en una ciudad y nos llegamos a enfermar lo primero que se nos viene a la mente es ir al médico. Eso no tiene nada de malo pero ya estamos programados a que a cualquier pregunta acerca de la realidad nos avoquemos a la ciencia porque en ella podríamos encontrar una respuesta con mayor poder que en otro campo cognoscitivo. Se advierte ahora que la ciencia no posee respuestas 100% correctas a preguntas estudiadas pero el problema es que se nos enseña lo contrario. En todo nuestro proceso educativo casi inicial se nos hace creer que el mundo es de una manera porque sí, pero en realidad son solo paradigmas que no han entrado en revolución todavía, son compuestos de teorías que no han presentado errores por los momentos y se toman como verdaderas pero no ofrecen una certeza indefinida a pesar que se nos haga creer eso. Los paradigmas para el estudio histórico de la ciencia sirven para poder mostrar el progreso teórico y conceptual de la ciencia pero abrazar algún paradigma como una verdad absoluta es algo realmente absurdo dado que nos adentra en una situación parecida a una religiosidad de lo verificable.

Es por eso que las relaciones de poder que ejerce la ciencia convierten a la educación en sus súbditos ciegos, en sus clérigos, en su santa inquisición de la experiencia y experimentación en vez de estudiosos de lo posible y lo que no posee certeza o seguridad. Es con mayor agrado que se estudia la incertidumbre que la memorización de un canon “verdadero” de conocimiento. Con esto finalizo mi trabajo diciendo que la ciencia y el conocimiento que este nos ofrece no es uno completamente seguro, pero vale la pena tratar de comprenderlo siempre y cuando no se crea en él como un dios impregnado de verdad absoluta y dogmática. Y para poder comprender su avance con mayor facilidad es menester diseccionarlo en paradigmas que sirvan para resumir muchas realizaciones en la historia de la ciencia en un compendio de confluencia científica. Al igual que no abrazar la ciencia por el simple hecho de poderío que ejerce sino más bien por un estudio meditado y profundo.

Bibliografía Kuhn, Thomas (20049 “La estructura de las revoluciones científicas” Foucault

Michael

(2001)

Fondo de Cultura Económica, México

“La

Microfísica

del

Poder”