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Sube la conversión de autos a GNV pero aún es insuficiente 30 ENERO 2018REDACCIÓN CAPITALES TAMAÑO DE TEXTO: A+ A- El a

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Sube la conversión de autos a GNV pero aún es insuficiente 30 ENERO 2018REDACCIÓN CAPITALES TAMAÑO DE TEXTO: A+ A-

El año pasado se convirtieron los motores de 15.000 vehículos a GNV en todo el país. cAPITALES

Incluso el Gobierno admitió que falta incrementar las conversiones de motores a gas vehicular para contribuir a la economía de los transportistas y también bajar las importaciones de gasolina. El analista Fernando Rodríguez recomienda encarar este tema no solo como decisión política o económica, sino como una verdadera política hidrocarburífera. Cerca de 15.000 vehículos fueron convertidos a gas natural vehicular (GNV) el año pasado a nivel nacional, llegando a un acumulado de 400 mil. Además, según datos de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), en 2016 el volumen comercializado de GNV fue de 24,84 millones de pies cúbicos en todo el país. En Chuquisaca, la Entidad Ejecutora de Conversión a Gas Natural Vehicular (EECGNV) convirtió 6.601 vehículos a GNV en 2016 y 9.779 en 2017, es decir que hubo un incremento de 3.178 vehículos. También en el departamento, durante el último trimestre de 2016 se comercializaron 5.508.725,23 metros cúbicos de GNV. En el mismo periodo, pero de 2017, fueron 6.032.702. Es decir, casi 524 mil más.

Análisis El analista energético chuquisaqueño Fernando Rodríguez dice que si bien sí se incrementaron las conversiones a GNV y la comercialización de este combustible, aquellas no son suficientes por varios motivos. En realidad, él dice enfáticamente: “Yo veo un decaimiento en la conversión, ya se debió llegar a unos 600 mil vehículos” a nivel nacional. Atribuye a cuatro razones principales lo que considera una baja reconversión de vehículos a GNV: una mala política hidrocarburífera, insuficiencia de gas por falta de ductos (los que se tiene ya están obsoletos), la gran generación eléctrica a gas y la exportación de gasolina. Al respecto, el director Distrital de la ANH Chuquisaca, Bismark García Sandy, sostiene que las conversiones son fluctuantes y no son medibles ni directamente proporcionales, sino que dependen de los propietarios de vehículos. “Por ejemplo, hace más de diez años las conversiones fueron masivas porque iniciaron de la noche a la mañana; todo el mundo quería hacerlo, mientras ahora bajaron porque ya se realizaron en los autos antiguos”, justifica García. Falta incrementar la conversión A principios de mes, el ministro de Hidrocarburos y Energía, Luis Alberto Sánchez, informó que en Bolivia cerca de 15.000 vehículos fueron convertidos en 2017 y que eso significaba un acumulado de 400 mil. Precisó que esas conversiones a GNV generaron un ahorro en combustible aproximado del 60%, pero dijo que era necesario intensificar las conversiones por el ahorro que representan en la economía de los transportistas y la contribución en la merma de la subvención estatal a los carburantes. Según Rodríguez, en este momento el consumo de GNV en el país ronda los 1,8 millones de metros cúbicos por día, es decir que no llega ni al 3% del gas producido en el país. “Yo no sé por qué motivo Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) no aceleró el proceso para dejar de importar gasolina, para ahorrar divisas y para, incluso, exportar excedentes de gasolina con un precio mucho mayor”, se pregunta el especialista. La importación de gasolina Sin dudas, uno de los principales motivos para la conversión de los motores a gas es, además de la ventaja económica para los transportistas, la necesidad de bajar el expendio de una gasolina que no se tiene en Bolivia.

Rodríguez recuerda que hay una subvención estatal: se compra en 5 bolivianos y se vende en Bs 3,70. Ese subsidio, al margen de la importación, perjudica a la economía nacional. “La importación de gasolina ya se está tornando peligrosa en cuanto al monto de dinero. Hay 1.725 millones de dólares en importación de gasolina desde 2005, con una acentuación en 2008. Hoy en día se importan de Chile y de otros países más de 3.000 barriles de gasolina diariamente”, asegura. A decir de Rodríguez, la importación de gasolina “es una sangría para el erario nacional que está desequilibrando la balanza comercial de Bolivia por más de 1.500 millones de dólares anuales, de los cuales más de 270 millones corresponden al tema de la gasolina”. El analista chuquisaqueño piensa que se debe ver el tema de la reconversión no solo como una decisión política o económica, sino como una verdadera política hidrocarburífera. Faltan ductos para el transporte El gas que actualmente se consume en vehículos tiene un precio mayor del que se obtiene por exportarlo, según indica Rodríguez. El precio de 1,70 dólares por unidad de pies cúbicos es superior al gas que se consume en la generación de energía eléctrica y en la industria; en la generación eléctrica es $us 1,30, y el GNV se vende entre 6 y 7 dólares en el país mientras que para la exportación fluctúa entre 3 y 4 dólares la unidad. No obstante, la rápida conversión de los vehículos a GNV también se ve afectada por la falta de gas, no porque Bolivia carezca de este energético sino por la falta de ductos para transportar el fluido (en Chuquisaca esto es mucho más dramático). También ocurre que los ductos existentes son obsoletos y no tienen la capacidad de transportar más gas; entonces, eso obliga a restringir la conversión, alerta Rodríguez. Por si fuera poco, a eso se suma el tema de la generación eléctrica que cada día se produce con más gas y menos agua. Por ejemplo, antes la producción de generación eléctrica en el país era 50% hidráulica y 50% con gas. “En este momento tenemos una dificultad: por más que quisiéramos convertir a GNV 100 mil o 200 mil vehículos más en Bolivia, tropezaremos con que el gas y los ductos son insuficientes. Hay que cumplir las cuotas de exportación y nos estamos comiendo el gas a precio de gallina muerta con la generación de energía eléctrica”, puntualiza. Mejor política hidrocarburífera

Rodríguez considera que para solucionar este problema falta capacidad técnica, económica y sentido común. “Si estoy gastando 270 millones de dólares por año en gasolina chilena, ¿por qué no convertir 270 mil vehículos en un año? Hay una política interesante de gratuidad para la reconversión a GNV por parte de YPFB, donde gana YPFB, gana el usuario y el país, y obviamente pierde Chile o el que nos vende la gasolina”. “De los 1,7 millones de vehículos reportados oficialmente para este año en Bolivia, solo tres de cada diez a gasolina están con GNV, es decir, de un millón de vehículos a gasolina, 300 mil están reconvertidos y todavía falta 700 mil por hacerlo”, sostiene el analista. El factor precio del petróleo Aconseja empezar a pensar que el precio del petróleo “rebotará” otra vez en los siguientes años y será mucho más dramático. Porque en este momento el precio del barril de petróleo está entre 65 y 67 dólares, pero hay que recordar que bajó a 30, y hubo momentos en que se importó gasolina a más de Bs 8 el litro, cuando el precio del petróleo subió a más de 140 dólares. “La política hidrocarburífera del Gobierno tiene que ser a largo plazo: empezar a generar recursos para convertir las materias energéticas, empezar a pensar en las hidroeléctricas porque el gas se acabará. En algunos países ya se prohíbe la producción de vehículos a gasolina o a combustión para no quemar los recursos naturales no renovables y se incentiva la producción de vehículos eléctricos”, sostiene el experto. En la lógica planteada por Rodríguez, el gas se agotará en cualquier momento y cada día será más caro; entonces, si se encarece hay que venderlo y usar los recursos más baratos, que son renovables y se tiene en abundancia en el país. “Hay una generación eléctrica a gas muy grande, una exportación que debe cumplirse, estamos entre la cruz y la espada; tiene que haber gente capaz del Poder Ejecutivo en esta área. Los chilenos se están llenando de plata boliviana, no hace falta ser demasiado inteligentes para ver eso”, concluye. Lo que hay que saber de las estaciones de servicio y los talleres De acuerdo con el criterio del director Distrital de la ANH Chuquisaca, Bismark García, el gas natural vehicular (GNV) tiene muchas características favorables, porque el país cuenta con más reservas de gas natural que de petróleo. Además, García destaca que el gas es mucho menos contaminante, más limpio y sano para el medioambiente, que cualquier otro combustible. - Las estaciones de servicio son estatales (de YPFB) y privadas. En Chuquisaca hay diez estaciones de servicio de GNV.

- Nueve de esas estaciones de servicio están en Sucre (casi todas privadas) y una en la ciudad de Monteagudo (estatal). - De las diez, cinco son mixtas, es decir que comercializan combustibles líquidos (gasolina y diésel), además de GNV. - Además, en el departamento hay 22 estaciones de servicio que expenden combustibles líquidos. - Es muy difícil que haya una estación de GNV en pueblos o localidades pequeñas por la baja cantidad de vehículos. - En la Dirección de Comercialización de Productos Regulados y Distribución de Gas por Redes (DCD), se recibió una solicitud para una estación en Villa Charcas. - Los requisitos para tener una estación de servicio datan de 1997; no se cambiaron desde entonces. En el extranjero hay más exigencias. - En Bolivia muchos surtidores son antiguos, pero siguen vigentes. Son calibrados y proporcionan las cantidades exactas. - En Chuquisaca existen diez talleres de conversión a GNV autorizados. - Esos talleres están identificados con logos otorgados por YPFB. El Estado paga la conversión de los vehículos a GNV. - Los talleres particulares cobran por el cilindro, el kit y la conversión. El GNV es recomendable para todo tipo de motores a combustión. - En Santa Cruz se está haciendo la reconversión de diésel a GNV. La ANH trabaja en red y online. FUENTE: Bismark García, director distrital de la ANH Chuquisaca