Juego de La Piedra Redonda

ESCUELA NORMAL DE ATIZAPÁN DE ZARAGOZA “Formar para transformar, con calidad, calidez y compromiso social” Licenciatura

Views 52 Downloads 0 File size 124KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

ESCUELA NORMAL DE ATIZAPÁN DE ZARAGOZA “Formar para transformar, con calidad, calidez y compromiso social”

Licenciatura en Educación Primaria Quinto Semestre

Educación Física Ana Guadalupe Agustín Reyes Fragoso Samuel Hendrix González Sánchez Areli Lagunes Villegas

Profra. Ma. Del Rocio Yescas

MISIÓN INSTITUCIONAL

VISIÓN INSTITUCIONAL

“Formar profesionales innovadores para la educación básica, sustentada en los avances de la ciencia y la tecnología de manera interactiva, reflexiva y propositiva, a través de un trabajo colaborativo, con el fin de potenciar holísticamente las competencias profesionales; en el marco de una cultura axiológica, que responda con calidad calidez y compromiso social y pertinencia para responder a las expectativas y retos de la sociedad actual”.

“Somos una institución de Educación Superior formadora de profesionales de la docencia, comprometidos con una educación innovadora de calidad, orientada a elevar los procesos de la Capacidad, Competitividad Académicas y Gestión Estratégica que responda a los retos y desafíos de la sociedad hacia la excelencia educativa”.

JUEGOS AUTÓCTONOS Se conocen como juegos autóctonos aquellos que provienen de las culturas antiguas y que en ninguna otra parte del mundo existen, pues son auténticos y cuya conservación actual se debe a una exigencia histórica: proteger un valor cultural del pasado, vigente en nuestro presente. Cabe mencionar que la Federación Mexicana de Juegos y Deportes Autóctonos y Tradicionales ha registrado 98 juegos autóctonos y tradicionales que se practican en distintos lugares del país. Y que esta Federación organiza desde el 2002 el Campeonato nacional de juegos de destreza mental, donde participan jóvenes, niños y adultos de ambos sexos. En tales eventos es posible ver a indígenas y no indígenas confrontarse en diversos juegos. También suelen denominarse como los juegos infantiles clásicos o tradicionales, que se realizan sin ayuda de juguetes tecnológicamente complejos, sino con el propio cuerpo o con recursos fácilmente disponibles en la naturaleza (arena, piedrecitas, ciertos huesos como las tabas, hojas, flores, ramas, etc) o entre objetos caseros (cuerdas, papeles, tablas, telas, hilos, botones, dedales, instrumentos reciclados procedentes de la cocina o de algún taller, especialmente de la costura). También tienen la consideración de tradicionales los juegos que se realizan con los juguetes más antiguos o simples (muñecos, cometas, peonzas, pelotas, canicas, dados, etc.), especialmente cuando se autoconstruyen por el niño (caballitos con el palo de una escoba, aviones o barcos de papel, disfraces rudimentarios, herramientas o armas simuladas); e incluso los juegos de mesa (de sociedad o de tablero) anteriores a la revolución informática (tres en raya, parchís, juego de la oca, barquitos etc.) y algunos juegos de cartas.

Juego de la Piedra Redonda (Temalacachtle) La Delegación Milpa Alta que está ubicada al sur del Distrito Federal, actualmente el asentamiento del antiguo señorio de Malacachtetipac Momozco, de origen náhuatl, donde sus pobladores han sabido conservar y difundir su lengua a través de las escuelas y de la familia, actualmente un 70% de la población habla la lengua nativa. La cultura Milpaltense ha conservado este juego y lo practican niños y jóvenes indígenas y mestizos de entre 10 y 18 años. Se realiza con dos o más jugadores, cada uno debe tener una teja al comienzo del juego. Se traza un rectángulo y se divide como se señala en la gráfica. En su turno deberá arrojar la teja desde la línea señalada (ver gráfica) al primer espacio. Deberán entrar saltando sobre un pie y con este sacar la teja de regreso por entre las “orejas” . No deberá bajar el su pie, hasta que haya salido del Temalacachtli. Si un jugador pasa la teja por las orejas “se quema” y no participa hasta que alguien termine el juego. Si la teja o su pie caen sobre la raya se pierde el turno; cuando le vuelva a tocar al jugador, este comenzará en donde se había quedado, cuando un jugador llegue a las casillas finales podrá descansar un pie en cada casilla, una vez que haya logrado recorrer los trece espacios, dará trece vueltas sobre su eje, al terminar alguien le colocará una teja en su empeine y él la impulsará lo más lejos posible, al tiempo que comienza a correr de espaldas. El jugador que haya recorrido menos espacios deberá ir por la teja y correr de vuelta hasta alcanzar a aquél que la impulso. Desde ese punto y hasta el temalacachtli, deberá cargarlo en su espalda, así se premia al ganador. El espacio de juego debe tener 13 metros de largo por 3 metros de ancho, se traza un cuadro al principio de 4 X 3 metros = 12 m2. Se utiliza una teja que pueda patearse (piedra plana). Se llevan a cabo torneos o encuentros, organizados en los días festivos de la comunidad y en general como esparcimiento. A este juego los Milpaltenses le atribuyen aspectos místicos: Ven en el trazo rectángular que se hace sobre la tierra, la siguiente forma; a los primeros 3 metros le dan el significado de los tres planos de la vida del hombre, es decir; físico, mental y espiritual, y los 12 metros cuadrado a los signos zodiacales, a los 12 meses del año y otras cosas que van de doce en doce y también significan los cuatro puntos cardinales en el primer cuadrado; así como las cuatro estaciones del año. En el mismo se trazan dos líneas que cruzan por el centro de este cuadro, uniendo las cuatro esquinas para formar cuatro triángulos que, en el primer y segundo triángulo con base arriba y abajo indican la energía de nuestra madre tierra hacia la bóveda celeste hacia la madre tierra “como es abajo es arriba”, en el punto central.

Los otros dos triángulos que se encuentran a los lados, nos muestran la dualidad eterna, vida y muerte, noche y día, hombre y mujer. Dicen asimismo, que en la línea base de este cuadro aparece en cada esquina una línea curva de un cuarto de círculo que significa la salida de nuestro padre sol al que ellos llaman “Tonatuch” y a otra la de la luna “Metzli”. Por último, los trece metros en su conjunto de esta área de juego hacen referencia de acuerdo a las creencias, a las trece articulaciones mayores que tenemos en el cuerpo humano.