Introduccion y Civilizacion Hebrea

NACIEMIENTO DE LA CIVILIZACIÓN HEBREA Los primeros datos que tenemos de los hebreos son hacia el 2000 a.C. en la antigua

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NACIEMIENTO DE LA CIVILIZACIÓN HEBREA Los primeros datos que tenemos de los hebreos son hacia el 2000 a.C. en la antigua Mesopotamia. Estaban divididos en doce tribus y unidos por su religión. Muchas de las lenguas, y también de los sistemas legales que conocemos, tienen su origen en esta región. Abraham es considerado como el primero de los Patriarcas, migró, junto con su familia, hacia Canaán que se extiende entre Mesopotamia y Egipto. Aquí tomaron las costumbres sedentarias y agrícolas. Se cree que fue durante el mandato de Rámses II que los hebreos se convirtieron el esclavos. Moisés fue quien guió al pueblo a su éxodo y vagó durante 40 años por el desierto. El éxodo es uno de los episodios más importantes para los judíos. Bajo el liderazgo de Josué (1250 a.C.) volvió hacia Canaán para conquistarla. El imperio egipcio, el hitita y el sumerio ya no tenían el poder de antaño, y el asirio, eventual gran competidor, no contaba aún con fuerzas suficientemente organizadas. A pesar de que por número no superaban a la población autóctona de Canaán, las tribus estaban unidas por un pacto religioso. LA FUNDACIÓN DE LA NACIÓN DE ISRAEL Fue tras la ocupación cuando se formó el pueblo de Israel, uniéndose las doce tribus para constituirlo. El primer rey fue Saúl, 1020 a.C., y sucesor fue su hijo David donde el reino de Israel tuvo su mayor esplendor. Una de sus más importantes conquistas fue Jerusalén que su hijo Salomón constituyo como centro construyendo en el un gran templo. El estilo de vida del rey se alejaba de la austeridad divulgada por algunos israelitas y tras su muerte el reino se dividió. Foto 1: El reino de Israel. El reino de Israel alcanzó su máximo poder y tuvo su mayor expansión bajo el reinado del rey David (1000-961 a.C.). Sus límites llegaban mucho más lejos de las actuales fronteras israelíes e incluían parte de lo que hoy es Líbano, Siria, Jordania y Egipto. DIVISIÓN DEL REINO La muerte de Salomón desencadeno una rivalidad entre las doce tribus que termino en la división del reino en dos estados diferentes. En la parte norte diez tribus formaron el Reino de Israel, más vasto y fuerte, con su capital en Samaria y, las dos tribus restantes al sur formaron el Reino de Juda, con la capital en Jerusalén. Los asirios conquistaron Israel, sobre el 720 a.C., y sus habitantes fueron exiliados. De aquí en adelante quedará la leyenda de las diez tribus perdidas. Nabucodonosor, rey de los babilonios, en el 586 a.C. tras un siglo de dominio, arraso Jerusalén y hizo presos a los hebreos más importantes para llevarlos a Babilonia. Algunos como el profeta Jeremías consiguieron escapar. Aquí terminó la independencia política del antiguo Israel. Foto 2: Reinos de Judá e Israel. A pesar de su deseo de unificar y mejorar el vasto imperio de su padre, el rey David, Salomón, con su reinado opresivo, provocó muchas disensiones entre los israelitas y provocó la división del reino después de su muerte. La parte norte se convirtió en el reino de Israel, mientras que el sur se convirtió en el reino de Judá. BABILONIA Y EL REGRESO A JERUSALÉN Los exiliados formaron allí una floreciente, la comunidad babilónica pudo mantener su identidad personal, sustituyendo la patria política por otra espiritual. Los escribas comenzaron a fijar por escrito las tradiciones del pueblo, y esos escritos se convertirían en los libros de la Biblia.

El fundador del Imperio persa, Ciro II el Grande, conquistó Babilonia. Al año siguiente, publicó un edicto en el que otorgaba la libertad a los judíos. Aproximadamente 42.000 miembros de la comunidad babilónica prepararon su regreso a Palestina, llevándose consigo todos sus bienes, además de las donaciones de los que se quedaron en Babilonia y, tal como dice la tradición, con regalos del propio emperador. Liderados por un príncipe de la casa de David llamado Zorobabel, la expedición se dirigió a Jerusalén. Los judíos se concentraron en la reconstrucción del Templo, hecho que consumaron en el año 516 a.C. Para la tradición judía, el año en que finalizó la construcción de este segundo Templo se considera como la fecha del verdadero fin del exilio babilónico, cuya duración fue, pues, de setenta años (586-516 a.C.). Se reconstruyo Jerusalén. LA DIÁSPORA A finales del siglo IV a.C., siendo emperador Alejandro Magno, Macedonia se transformó en la fuerza dominante del mundo antiguo. Después de que los macedonios dominaran a los persas en el 331 a.C., Judea pasó a ser una provincia más del imperio alejandrino. Alejandro se mostró muy benevolente con los judíos y muchos de ellos gracias a este apoyo migraron a diversas colonias del mundo conocido. Esta migración fue de tales proporciones que comenzó a hablarse de ella calificándola de diáspora (del griego, `dispersión'). Tras la muerte del emperador Grecia se dividió y en Judea empezó una campaña de Helenización que llego a su punto culminante con la ilegalización del judaísmo y sustituyendo el altar de Yahvé (nombre judío de Dios) por uno de Zeus. La rebelión no tardó mucho y tras una dura lucha se derroto a los sirios. Esta será una época de conflictos internos, tanto a nivel religioso como político. Salen nuevas ramas del judaísmo (saduceos, fariseos, esenios) y las guerras civiles se suceden. En el 47 a.C. los romanos tuvieron el control absoluto de Juda y le dieron el poder a Antrípatro. LA APARICIÓN DEL CRISTIANISMO La población judía llegaba a los ocho millones de habitantes, repartidos, además de Judea, entre Alejandría, Cirenaica (norte de África), Babilonia, Antioquia, Éfeso y Roma. Esta dispersión, sumada a la influencia de la cultura helenística, provocó en algunas ocasiones actitudes antijudaicas debidas a la competencia comercial, las diferencias religiosas y las actitudes políticas de muchos de los judíos que llegaron a ocupar altos cargos públicos. Desde dentro del judaísmo surgió un segundo movimiento, el cristianismo. El número de judíos griegos que llegaron a creer en Jesús (en hebreo Yeshua o Josué) como el Mesías prometido, superaba bastante al número de habitantes de Judea que lo aceptaban. En un principio, el cristianismo fue considerado como una secta judía, pero, a medida que crecía el número de los paganos que se convertían a la nueva religión. EL DOMINIO ROMANO En el año 66, a.C., estalló la gran revuelta contra los romanos y la guarnición de Jerusalén fue destruida y derrotada por fuerzas enviadas desde Siria. Se estableció un gobierno provisional que reunió bajo su autoridad a toda la población judía, pero un gran ejército a órdenes de Vespasiano fue enviado para acabar con la rebelión que terminó destruyendo el templo y arrasando Jerusalén. El centro de las actividades religiosas fue transferido de Jerusalén a Iavne y se introdujeron ajustes en la práctica religiosa, adaptándola a la inexistencia del Templo. Por aquel entonces, el emperador romano Adriano mandó reconstruir Jerusalén como una ciudad pagana, y ordenó que se llamara Aelia Capitolina, en honor a Júpiter. También mandó publicar un decreto en el que se prohibía la circuncisión. Esta doble afrenta causó gran consternación, tanto entre los judíos de la diáspora como entre los de Judea. Bajo la dirección de Barcokebas, estalló una violenta revolución en Judea. Desde el 132 hasta el 135, los judíos hicieron un esfuerzo desesperado por defenderse de las legiones romanas; en un principio su oposición fue efectiva, pero cuando finalmente Roma decidió acabar con la

revuelta Judea estaba devastada. Por orden del emperador, fue eliminado el antiguo nombre de la provincia, reemplazándolo por Siria Palestina. Jerusalén fue convertida en una ciudad pagana y cualquier judío que entrara en ella era inmediatamente condenado a muerte. La persecución de judíos se transformó en algo habitual dentro del Imperio. Por otra parte, la caída de Judea ayudó a incrementar aún más la brecha entre judíos y cristianos. Los judíos consideraban su derrota como una calamidad. Los cristianos, por su parte, lo veían como una clara manifestación de que Dios había abandonado a los judíos, considerándose como los verdaderos portadores de la gracia divina. Durante los tres primeros siglos de la era cristiana, el cristianismo aumentó mucho su influencia. Después del año 313, en que el emperador romano Constantino I el Grande aceptó la nueva religión, tanto para él como para el Imperio, se generalizó la expansión cristiana y la consecuente persecución de los judíos. Foto 3: Relieve del arco de Tito. Durante el siglo I d.C., los judíos zelotes instigaron una rebelión en Jerusalén contra los gobernadores romanos de Judea. La revuelta duró desde el año 66 hasta el 73, cuando las legiones romanas tomaron Masada, fortaleza que se había erigido en último baluarte de la resistencia de los zelotes. Este relieve del arco de Tito, que se encuentra en el Foro romano, representa a soldados de Roma llevándose los tesoros del segundo Templo, que fue arrasado, al igual que el resto de Jerusalén, tras finalizar la revuelta. LA RELIGIÓN EN EL EXILIO Los judíos reaccionaron ante la fragmentación de los comienzos de la era cristiana desarrollando una religión propia en el exilio: el judaísmo. La continuidad de la unión de los judíos se basó en una lengua común, herencia literaria que todos los judíos estaban obligados a conocer y a estudiar, en una vida comunitaria con una sólida organización y en el impulso que significaba su esperanza mesiánica. Durante los primeros seis siglos de exilio, los maestros y los rabinos establecieron en la Mishná y la Guemará, ambas integrantes del Talmud, las bases de la ley oral y de la interpretación religiosa. Los principales centros de enseñanza judía se transformaron en academias; surgieron en Palestina (especialmente en Galilea) y en Babilonia.

http://html.rincondelvago.com/evolucion-historica-de-la-civilizacion-hebrea.html

Introducción En este informe vamos a hablar acerca de las civilizaciones que teníamos en la edad antigua, como ser la civilización de Mesopotamia, la civilización egipcia, la civilización fenicia, la civilización hebrea que formaban parte de las civilizaciones hidráulicas ,además hablaremos de la historia de cada una de las ellas, su origen, su cultura, su religión y algunas imágenes . Las civilizaciones hidráulicas fueron aquellas que crecieron gracias a la aplicación de ríos y fuentes hidráulicas para obtener mejores cosechas y otros beneficios.