Inconsciente

Inconsciente Inconsciente En el lenguaje corriente, el t€rmino inconsciente se utiliza como sustantivo para designar el

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Inconsciente

Inconsciente En el lenguaje corriente, el t€rmino inconsciente se utiliza como sustantivo para designar el conjunto de los procesos mentales que no necesitan depender de una prioridad, pues o bien no son relevantes para la tarea que se est• desarrollando o porque ya tienen un camino establecido que atiende a esos eventos de forma autom•tica, por lo que no son pensados conscientemente. Tambi€n se puede emplear como adjetivo, con una connotaci‚n peyorativa, para hablar de un individuo irresponsable o loco, incapaz de dar raz‚n de sus hechos y gestos. Empleado por primera vez como t€rmino t€cnico en lengua inglesa en 1751 (con la significaci‚n de no consciente) por el jurista escoc€s Henry Lord Kames (1696-1782), el t€rmino inconsciente se populariz‚ m•s tarde en Alemania, en la €poca rom•ntica, (por ejemplo, en un poema de Goethe "A la luna" (1777) se utiliza por primera vez el t€rmino en alem•n: "unbewusst") designando un dep‚sito de im•genes mentales, una fuente de pasiones cuyo contenido escapaba a la consciencia. En psicoan•lisis, el inconsciente es el concepto clave de la teorƒa, puesto que constituye su principal objeto de estudio, y designa en el sentido t‚pico un sistema y un lugar psƒquico desconocido para la conciencia ("la otra escena") y en el sentido din•mico al conjunto de los contenidos reprimidos que son mantenidos al margen, apartados de la conciencia, a„n cuando ellos muestren una permanente efectividad psƒquica e intensa actividad a trav€s de mecanismos y formaciones especƒficas.

Historia del t€rmino Introducido en la lengua francesa hacia 1860 (con la significaci‚n de vida inconsciente) por el escritor suizo Henri Amiel (1821-1881), fue admitido en el Dictionnaire de l'Acad€mie fran•aise en 1878. Desde la Antig…edad, la idea de la existencia de una actividad que no fuera la actividad de la conciencia siempre dio lugar a m„ltiples reflexiones. Pero se le debi‚ a Ren€ Descartes (1596-1650) el principio de un dualismo cuerpo/mente que llevaba a hacer de la conciencia (y del cogito) el lugar de la raz‚n, opuesto al universo de la sinraz‚n. El pensamiento inconsciente apareci‚ entonces domesticado, sea para integrarlo a la raz‚n, sea para rechazarlo a la locura. A lo largo del siglo XIX, desde Wilhelm von Schelling (1775-1854) hasta Friedrich Nietzsche (1844-1900), pasando por Arthur Schopenhauer (1788-1860), la filosofƒa alemana adopt‚ una visi‚n del inconsciente opuesta a la del racionalismo y sin relaci‚n directa con el punto de vista terap€utico de la psiquiatrƒa din•mica. Subray‚ el lado nocturno del alma humana y trat‚ de hacer emerger el rostro tenebroso de una psique enterrada en las profundidades del ser. Sobre este horizonte se desplegaron los trabajos de la psicologƒa experimental, la medicina y la fisiologƒa: pensamos en Johann Friedrich Herbart, Hermann von Helmholtz, Gustav Fechrier, Wilhelm Wundt (1832-1920) e incluso Carl Gustav Carus (1789-1869).

El Inconsciente en la obra de Sigmund Freud La historiografƒa experta, desde Lancelot Whyte hasta Henri F. Ellenberger, ha demostrado que Freud no fue el primer pensador que utiliz‚ el t€rmino inconsciente para designar un concepto de su teorƒa. Sin embargo, fue €l quien termin‚ por convertirlo en uno fundamental para su disciplina, asign•ndole una significaci‚n muy distinta de la que le atribuƒan sus predecesores. Al combinar tradiciones de la psiquiatrƒa din•mica y la filosofƒa alemana, Freud elabor‚ una concepci‚n in€dita del inconsciente. Realiz‚ en primer lugar una sƒntesis de las ense†anzas de Jean Martin Charcot, Hippolyte Bernheim y Josef Breuer, que lo llev‚ hacia el psicoan•lisis y, en un segundo momento, proporcion‚ un andamiaje te‚rico al funcionamiento del inconsciente a partir de la interpretaci‚n de los sue†os.

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Inconsciente En efecto, para Sigmund Freud el inconsciente ya no es una "supraconsciencia" o un "subconsciente", situado sobre o m•s all• de la consciencia; se convierte realmente en una instancia a la cual la conciencia no tiene acceso, pero que se le revela en una serie de formaciones como los sue†os, los lapsus, los chistes, los juegos de palabras, los actos fallidos y en los sƒntomas. El inconsciente, seg„n Freud, tiene la particularidad de ser a la vez interno al sujeto (y a su consciencia) y exterior a toda forma de dominio por el pensamiento consciente. Partiendo del concepto de inconsciente de la filosofƒa alemana de principios del siglo XIX y que el cientƒfico Eduard von Hartmann habƒa recapitulado en su obra Filosofƒa del inconsciente, aparecida en 1868, Freud define el inconsciente de una manera completamente original que ya no es simplemente lo opuesto al consciente: El inconsciente freudiano es una noci‚n t‚pica y din•mica; es un sistema psƒquico que tiene contenidos y que posee mecanismos que se pueden describir como especƒficamente inconscientes; es un sistema que se rige por leyes y posee una economƒa de energƒa que le son propias. La observaci‚n de la vida normal de vigilia parecƒa validar esa concepci‚n cl•sica del inconsciente. Pero el an•lisis de las formaciones psicopatol‚gicas de la vida cotidiana y del sue†o habƒa hecho aparecer al inconsciente como "una funci‚n de dos sistemas muy distintos". En adelante, junto al consciente habƒa que concebir dos tipos de inconsciente, ambos inconscientes en el sentido descriptivo, pero muy distintos en cuanto a su din•mica y al devenir de sus contenidos: los del inconsciente propiamente dicho no podƒan llegar nunca a la conciencia, mientras que los contenidos del otro, denominado por tal raz‚n preconsciente, alcanzaban la conciencia en ciertas condiciones, sobre todo despu€s de pasar el control de una forma de censura. Dentro de la primera teorƒa de Freud acerca de la constituci‚n del aparato psƒquico, que tambi€n se suele denominar "la primera t‚pica freudiana", el inconsciente designa uno de los tres sistemas psƒquicos que conforman el psiquismo (los otros dos son el conciente y el pre-conciente). El sistema inconsciente est• constituido en gran parte (pero no s‚lamente) por contenidos reprimidos a los que se les ha impedido el acceso a la conciencia, justamente por obra del mecanismo de la represi‚n. El contenido del inconsciente son los "representantes psƒquicos" de las pulsiones. Estos representantes, al estar investidos con energƒa pulsional, buscan permanentemente abrirse paso hacia la consciencia, en lo que se denomina retorno de lo reprimido. La „nica manera en que logran acceder al sistema preconsciente y a la consciencia es a trav€s de formaciones de compromiso, procurando el m•ximo de satisfacci‚n pulsional, pero logrando burlar la censura. Evidentemente, el inconsciente s‚lo se puede conocer cuando ya no es inconsciente. Lo que podemos llegar a saber del inconsciente es lo que ya ha "experimentado una transposici‚n o traducci‚n a lo inconsciente". El psicoan•lisis consistirƒa seg„n Freud justamente en eso: "El trabajo psicoanalƒtico nos brinda todos los dƒas la experiencia de que esa traducci‚n es posible. Para ello se requiere que el analizado venza ciertas resistencias, las mismas que en su momento convirtieron a eso en reprimido por rechazo de lo consciente".[1] A partir de la segunda t‚pica freudiana, vale decir, del momento en que Freud define las instancias psƒquicas Ello, Yo y Supery‚ y debido a que las t‚picas se superponen parcialmente, es decir, dado que no existe una correspondencia unƒvoca entre estas instancias psƒquicas y los tres sistemas definidos en la primera t‚pica (porque hay partes del yo y del supery‚ que son igualmente inconscientes que el ello) "inconsciente" pasa a tener una funci‚n m•s bien calificadora, adjetiva. Es en 1920 cuando Freud hace un viraje en su teorƒa, m•s precisamente, con su texto titulado "M•s all• del principio de placer". En dicho texto Freud redefine los conceptos de placer y displacer. Ya no se trata de la oposici‚n de una serie de complementarios sino que placer y displacer son disim€tricos. La guerra recientemente desatada abre la pregunta sobre una fenomenologia particular: las neurosis de guerra. El hecho que le llama la atenci‚n a Freud es que aquellos que han estado en situaciones traum•ticas, tales como haber estado en el frente de batalla, sue†an reiteradamente con la situaci‚n traum•tica, es decir que una y otra vez se representa en lo sue†os la vivencia traum•tica. Freud se pregunta c‚mo se puede articular este fen‚meno con la tesis por €l planteada de que el sue†o es un cumplimiento de deseo. A esta altura de su teorƒa Freud ya tiene definido el concepto de fijaci‚n de la pulsi‚n. Hay algo propio de la pulsi‚n que es traum•tico. Esto le posibilita pensar un inconsciente no todo reprimido, solo le

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Inconsciente resta conceptualizar el cambio de meta, es decir el displacer como meta. Cuesti‚n que teoriza en 1923 en su texto "El problema econ‚mico del masoquismo".

Lo Inconsciente colectivo en Carl Gustav Jung Es precisamente la conceptualizaci‚n de la teorƒa del inconsciente, entre otras razones de ƒndole te‚rico y personal, la que generar• la separaci‚n entre Freud y Jung. Ser• este „ltimo el que replantee y amplƒe el car•cter personal del inconsciente freudiano, extendi€ndolo ‡ad infinitumˆ a un inconsciente colectivo cuyo contenido primordial ser•n los arquetipos. De este modo, y siempre desde el marco te‚rico de la Psicologƒa analƒtica del autor suizo, el inconsciente quedar• estratificado en dos niveles: 1. La propia denominaci‚n del inconsciente de Freud, al que llamar• inconsciente personal, aceptando y diferenciando asƒ la postulaci‚n freudiana, y donde los contenidos centrales o constelaciones del inconsciente ser•n distinguidos bajo el t€rmino de complejos, residiendo un arquetipo en el n„cleo de cada uno de ellos. 2. El propio inconsciente colectivo, sede de y constituido por los arquetipos.

Referencias [1] Freud, Sigmund, Lo Inconsciente en Obras Completas, Vol. XIV, Amorrotu, B.Aires, 9‰. Edici‚n 1996, p•g. 161, ISBN 950-518-590-1 (Tƒtulo original: Das Unbewusste, 1915)

Bibliograf•a Š Laplanche, Jean & Pontalis, Jean-Bertrand (1996). Diccionario de psicoan‚lisis. Traducci‚n Fernando Gimeno Cervantes. Barcelona: Editorial Paid‚s. ISBN 84-493-0255-2/ ISBN 84-493-0256-0.

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Fuentes y contribuyentes del artƒculo

Fuentes y contribuyentes del art•culo Inconsciente ‹Fuente: http://es.wikipedia.org/w/index.php?oldid=46315892 ‹Contribuyentes: Afterthewar, Ale euforia, Alejandro nagy, Antur, Carlvincent, Claudita99, Dodo, Edehl09, Farisori, Fito hg, Greek, Guilens, Humberto, Jarke, Klip, Lmsilva, Luis Felipe Schenone, Mansoft, Mar del Sur, Matdrodes, Netito777, Nigm, Nihilo, Nix‚n, Nuvem, Pabloallo, Picazzo, Psicocorreo, Rosarinagazo, RoyFocker, Tano4595, Unificacion, Vitamine, Wakko, Wbo, Wikisilki, Xabier, Œngel Garcƒa, 61 ediciones an‚nimas

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