Identidad Cultural

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Identidad cultural Identidad cultural es un conjunto de valores, orgullos, tradiciones, símbolos, creencias y modos de comportamiento que funcionan como elementos dentro de un grupo social y que actúan para que los individuos que lo forman puedan fundamentar su sentimiento de pertenencia que hacen parte a la diversidad al interior de las mismas en respuesta a los intereses, códigos, normas y rituales que comparten dichos grupos dentro de la cultura dominante.[cita requerida]. Índice [ocultar]



1 Construcción de identidad



2 Críticas a los modelos



3 Identidad cultural como oposición a otras



4 Referencias



5 Bibliografía

Construcción de identidad[editar · editar código] La construcción de identidades es “un fenómeno que surge de la dialéctica entre el individuo y la sociedad”1 . Las identidades se construyen a través de un proceso de individualización por los propios actores para los que son fuentes de sentido2 y aunque se puedan originar en las instituciones dominantes, sólo lo son si los actores sociales las interiorizan y sobre esto último construyen su sentido. En esta línea, Castells3 diferencia los roles definidos por normas estructuradas por las instituciones y organizaciones de la sociedad (e influyen en la conducta según las negociaciones entre individuos y dichas instituciones, entre organizando así las funciones) y las identidades definidas como proceso de construcción del sentido atendiendo a un atributo o conjunto de atributos culturales (organizando dicho sentido, entendido como la identificación simbólica que realiza un actor social del objetivo de su acción). De alguna manera, se puede interpretar que se están reforzando las propuestas tendentes a reconocer los procesos de identificación en situaciones de policulturalismo4 o momentos de identificación5 que se dan en la sociedad-red, emergiendo pequeños grupos y redes (en plural).

Críticas a los modelos[editar · editar código] Las críticas que se pueden hacer al modelo esencialista son que la cultura no es algo que se hereda totalmente, y por lo tanto, la identidad cultural tampoco puede ser heredada férrea e inflexiblemente. Si así lo fuera, todo el mundo lucharía contra todo el mundo, porque en algún momento del pasado siempre ha habido un conflicto entre dos o más grupos. Si así fuera, los ciudadanos dePamplona, por ejemplo, seguirían luchando entre ellos, debido a que en el pasado se produjo un conflicto entre los ciudadanos de los tres burgos que formaban la ciudad. Por lo tanto, puesto que la cultura no es algo inmutable, sino que se transforma continuamente, la identidad cultural tampoco es algo

inmutable y se transforma continuamente, convirtiendo a los que antes eran enemigos irreconciliables en un único pueblo y a los que antes eran un único pueblo en entidades culturales opuestas. Respecto a la perspectiva constructivista, las críticas que se le pueden hacer son que la identidad cultural tampoco depende únicamente de factores coetáneos, sino que existe una transmisión modificable a lo largo del tiempo. No es simplemente una construcción que se realiza desde cero, sino que existe un sustrato básico sobre el que se trabaja y se moldea una identidad cultural determinada o excluidas.

Identidad cultural como oposición a otras[editar · editar código] Algunos autores han empezado a estudiar las identidades culturales no solamente como un fenómeno en sí mismas, sino como un fenómeno en oposición a otras identidades culturales. En esta corriente se considera que la identidad cultural se define por oposición a otras. En grupo se define a sí mismo como tal, al notar y acentuar las diferencias con otros grupos y culturas. Según esta corriente, cualquier cultura se define a sí misma en relación, o más precisamente en oposición a otras culturas. Así, la gente que cree pertenecer a la misma cultura, tienen esta idea porque se basan parcialmente en un conjunto de normas comunes, pero la apreciación de tales códigos comunes es posible solamente mediante la confrontación con su ausencia, es decir, con otras culturas, académicamente esto es conocido como la "otredad". La dinámica de la auto-definición cultural implica un continuo contacto entre culturas. Más aún, esas relaciones nunca son de igualdad, dado que nunca se manifiestan de manera aislada: la complicada red de relaciones creada por la superposición de relaciones políticas, económicas, científicas y culturales, convierte cualquier relación entre dos culturas en una relación desigual. El hecho mismo de que dentro de una cultura o práctica cultural exista la conciencia de una identidad común, implica que también hay un impulso hacia la preservación de esta identidad, hacia la auto-preservación de la cultura. Si la identidad es construida en oposición a los extraños, las intrusiones de otras culturas implican la pérdida de autonomía y por lo tanto la pérdida de identidad. Las convenciones compartidas en las que se basa una identidad son frecuentemente implícitas. Para que el funcionamiento interno de una cultura sea posible, ciertas reglas básicas y significados que subrayan su producción son generalmente dadas por hecho por los 1. 2. 3. 4.

Identidad Cultural Supuestos para pensar la identidad en tiempos posmodernos Transformaciones sociales, movimientos culturales: condiciones de toda creación sociocultural Pertenencia, estima de sí y autonomía

Identidad Cultural A simple vista, puede percibirse el carácter universalizador del concepto "identidad cultural". Supone, por una parte, una función cuantitativa - respecto del número y variedad de individuos a los que unifica- y, por otra, una función disciplinaria -respecto del rol de las instituciones para producir y conservar discursos de

identidad con las reglas de acceso a ellos y las posiciones relacionadas con el hacer y el representar de los individuos en las sociedades. La forma, tal vez, más evidente en que se muestra la identificación de los individuos con una cultura es en la aceptación de los valores éticos y morales que actúan como soportes y referentes para preservar el orden de la sociedad. Su aceptación y cumplimiento hacen más soportable las tareas que los individuos deben cumplir y, a la vez que conserva a los individuos en el grupo, limita la acción del indiferente y el peligro de los disidentes. En este sentido, se dice que los valores expresan la tensión entre el deseo (del individuo) y lo realizable (en lo social). Tal tensión es productiva mientras los individuos puedan representarse su propia existencia y darse una imagen estable y duradera de sí mismos, lo que es posible con una memoria atenta que reactualice e integre de manera permanente los acontecimientos fundantes de su propia identidad y los proyecte como orientación hacia acciones futuras responsables y creativas. Esta tensión es inmanente a todo imaginario social, ya que las tradiciones heredadas del pasado y las iniciativas de cambio del presente se expresan en ellos. La estructura simbólica de la memoria social se encuentra representada en las ideologías. Estas son las que difunden los acontecimientos constitutivos de la identidad de las comunidades, de lo que se desprende su carácter preservante, legitimante e integrador. "La función de la ideología -dice Paul Ricoeur- es la de servir como posta a la memoria colectiva con el fin de que el valor inaugural de los acontecimientos fundadores se convierta en objeto de la creencia de todo el grupo" La ideología tiene como contracara la utopía cuya naturaleza cuestionadora denuncia el carácter distorsionador y encubridor de las ideologías triunfantes. "Es la expresión de todas las potencialidades de un grupo que se encuentra reprimido por un orden existente; es un ejercicio de la imaginación para pensar de otra manera la manera de ser del ser social". No es casual que se las interprete, muy livianamente por cierto, como generadoras de desorden, de sinsentido y de pérdida de credibilidad en lo fundacional. El resultado es un ataque deliberado a la diversidad, el silenciamiento de los discursos diferentes con la enunciación ideológica de conceptos pseudouniversales para legitimarse como autoridad, domesticando el recuerdo, creando estereotipos si faltaran y justificando el accionar de la autoridad como garantía de permanencia y continuidad de los valores. Ante la eventualidad de la pérdida del sentido del actuar, la eficacia de la retórica de la ideología es abrumadora porque, como dice Ricoeur, si una sociedad no puede mantenerse sin normas, tampoco puede hacerlo sin un discurso público persuasivo que codifique toda realidad. Aun siendo tan diferente el accionar de una y otra, lo cierto es que la ideología y la utopía se complementan porque parten del mismo suelo referencial de la identidad cultural, realidad dinámica y no dogmática, por cierto. 2 Pero cuando una sociedad se enfrenta ante el desorden, la ineficacia e incomunicabilidad de los valores y la falta de horizonte al carecer de objetivos comunes, se hacen evidentes los síntomas de una crisis de identidad que se manifiesta en todas las instituciones de la cultura: las familiares, las laborales, las políticas, la estatal, las educativas, las religiosas, etc. Así, hoy nos enfrentamos diariamente al pesimismo, al escepticismo de todas las generaciones que conviven en la actualidad y a la incomunicación existente entre ellas. Falta el discurso vinculante, falta el criterio unificador con que interpretar la realidad, pero, por sobre todas las cosas, falta la voluntad social, comunitaria de hacerlo. Cualquier individuo es prescindible y, lo que es peor aun, como consecuencia de ello, no se sabe a qué grupo se pertenece. Lo que pudo haber sido utopía para otros, hoy, sencillamente, resulta insoportable. Si la promesa de un tiempo de ocio era entendida como el derecho ganado por la dedicación laboral al progreso de la sociedad en beneficio de las generaciones venideras, hoy se ha convertido en tiempo de desocupación con las consecuencias que se enfrentan a diario: olas delictivas, inseguridad física, angustia ante un futuro y un presente inciertos. Asistimos a un momento sintomático para pensar las razones de la crisis y para pensar una solución. Es importante, entonces, presentar los supuestos filosóficos de la actualidad y vincularlos con otras transformaciones culturales, al menos cercanas temporalmente, para poder comprender si el concepto de identidad cultural tiene vigencia o si, definitivamente, se ha tornado también él prescindible. Supuestos para pensar la identidad en tiempos posmodernos Se presentan a continuación algunos de los supuestos básicos del pensamiento posmoderno que, en rasgos generales, comparten los pensadores representativos de este período:

- Rechazo ontológico de una subjetividad exclusivamente racional y transindividual a favor de un movimiento de autotrascendencia del sujeto - Fin de las grandes narraciones y legitimaciones. - Autonomía y especificidad de los discursos. - Pérdida de la ilusión y de la necesidad de reconciliación. - Transformación de los espacios públicos comunes en espacios de tránsito y no de permanencia. - Consagración del instante. Esta caracterización muestra una clara oposición al proyecto moderno de cultura (y, con él, un cuestionamiento a la noción de identidad cultural). Lo cierto es que edsto resulta de múltiples transformaciones culturales vividas por Occidente desde mitad del siglo XX. Es momento, entonces, de presentarlas a fin de vislumbrar algunas respuestas posibles. Transformaciones sociales, movimientos culturales: condiciones de toda creación sociocultural Pertenecer a un grupo es una de las características de la identidad cultural. En ellos, lo simbólico de las relaciones atraviesa los capilares de la subjetividad hasta conformar la identidad básica de toda cultura: la identidad yo-sujeto que inicia la vinculación del sí mismo con el otro y que, a través de distintas transformaciones, va perfilando esa unidad bipartita con trazos que irán variando según sean los movimientos sociales que se realicen. Agnes Heller analiza estas transformaciones sociales a partir de la posguerra, lo que permite comprender cómo se fueron dando distintas identidades culturales que son antecedentes y referentes de nuestra actualidad. Las llama: la generación existencialista, la alienada y la posmoderna. Estas generaciones no compartieron el mismo discurso, sino que, por el contrario, son y fueron generadoras de nuevos significados imaginarios para las formas de vida, es decir, han generado divisiones culturales capaces de perfilar nuevas identidades a partir de la erosión de la cultura de clases. Respecto de la generación existencialista, dice Agnes Heller, ésta alcanzó su punto álgido en 1950. Surgió enmarcada por las circunstancias de la guerra como una sublevación de la subjetividad contra la vida burguesa, sus normas y ceremonias. Su empeño era el liberarse en lo personal, pero por vía política. La generación alienada tuvo como marco el boom económico de la ideología de la abundancia que combinaba con el compromiso con el colectivismo social que generó múltiples movimientos, ya políticos y económicos, ya corrientes artísticas y conductas sexuales. Aun así, desde el enfrentamiento contra la cultura positivista de los existencialistas hasta la generación alienada, en las sociedades opulentas existía el convencimiento de la necesidad de los valores comunitarios a pesar de las crisis históricas. Se podía volver a empezar si se vislumbraba un horizonte por construir. Se trataba de cuestionar valores inoperantes, pero no se cuestionaba la necesidad de los valores. La actualidad, que dentro de esta caracterización responde a la generación posmoderna, sería el resultado de la desilusión de la percepción del mundo de la generación anterior. Su lectura del mundo se sintetiza en el lema "todo vale para todos", y esto, según la autora antes mencionada, es "la rebelión contra la fosilización de las culturas de clase y contra el predominio etnocéntrico de la única cultura correcta y auténtica, es decir, la herencia cultural occidental". Encontramos, hoy, una sociedad en la que las palabras que son esenciales para pensar la problemática de los valores y de la identidad han perdido el sentido, a saber, justicia, gloria, virtud, razón, responsabilidad. Vivimos, entonces, en un período sin referentes para la acción moral. ¿Cómo pensar la identidad sin referentes históricos y sin la posibilidad de encontrar en las tradiciones el lugar desde donde proyectarse? ¿Cómo hacerlo si la voluntad parece aletargada cuando no lastimada? Muchos son los factores que han provocado esta situación, entre ellos, el surgimiento de una sociedad de masas cuya psicología es la de la incomunicación "-que no es aislamiento ni soledad-, la de su adaptabilidad, la de su excitabilidad y carencias de normas, la de su capacidad de consumo, unida a su incapacidad de juzgar o, incluso, distinguir, y, sobre todo, ese egocentrismo y esa fatídica alienación ante el mundo" Otro factor es la influencia de los medios masivos de comunicación con su carácter narcotizante, generador de un neoanalfabetismo hiperinformatizado a la vez que acrítico y desapasionado, a lo que se suma la pérdida de claridad de las funciones sociales de los individuos ante la reestructuración de las relaciones laborales. Todos ellos son emblemas de la instrumentalidad de la razón. Sin rol específico que identifique la pertenencia a algún grupo social, sin pasión más que para ciertos eventos deportivos y con todas las posibilidades tecnológicas de comunicación a su alcance, el sujeto de hoy no puede sentirse expresado en un discurso omniabarcativo a pesar de la transculturalidad de todo lo recién mencionado. Puede identificarse por lo que consume: noticias, vestimenta, diversión. 4

Pero los elementos de consumo no están elaborados para permanecer, sino para ser agotados. Y, así, la elaboración de la angustia ante la falta de un discurso de permanencia se posterga ante nuevas posibilidades de consumo. Cuando se vuelve sobre esta realidad, el hermeneuta se encuentra con que falta el discurso fundante capaz de abarcar el abanico de diferencias propio de todo imaginario social. Falta el deseo de compromiso porque es imposible reconocer a qué grupo se pertenece, en consecuencia, las instituciones pierden credibilidad y la efectividad de las normas se torna cuestionable, cuando no nula e inconcebible. Hay más bien una conciencia de estar en tránsito, sin materiales tabú que puedan interferir en las decisiones particulares, antes que una conciencia reconciliadora, guardiana del orden y la permanencia de las tradiciones. Si la lógica de la identidad suponía una subjetividad constitutiva de significado, ya no se puede seguir pensándola así. La identidad, hoy, refiere más bien a una autotrascendencia personal y autónoma que a un supuesto de reconocimiento sustancial de reconciliación política y cultural. Si de lo que se trata es de vivir al día, ya sea por cuestiones de falta de estabilidad laboral o por falta de solidez en los vínculos afectivos o de proyectos personales, el sujeto es incapaz de reconocerse como actor de su propia vida en donde lo imprevisible - que debería ser sólo un contribuyente al propio destinose convierte en el acontecimiento por excelencia. Sólo cuando el sujeto sea capaz de reconocer la unidad del relato que es su propia vida, podrá hablarse de una identidad cultural o identidad ética. Sólo un sujeto con estima de sí puede decidir sobre lo que es conveniente o beneficioso entre la cantidad y variedad de ofertas que se le presentan al estar expuesto continuamente y sin de otro referente que no sea su sí mismo. Pertenencia, estima de sí y autonomía La estima de sí supone un juicio moral de situación y, por lo tanto, un carácter mediador. Esta se complementa con el respeto de sí como constitutivo básico de cualquier identidad "porque cuando en situaciones concretas la norma no puede ser una guía para la praxis, la estima de sí no sólo es una fuente, sino también un recurso para el respeto de sí, y es de esta relación entre situación ética (estima de sí) y norma moral (respeto de sí) que surge toda sabiduría práctica del juicio moral en situación" En consecuencia, sólo cuando se vislumbra un horizonte donde la prudencia hace de cable a tierra puede pensarse en una obligación moral que evite la mala acción y el desinterés; por ello, no es difícil comprobar el bajo y hasta nulo nivel de autoestima de los individuos en cualquier sociedad en crisis, pero especialmente en la nuestra. La tarea del hermeneuta es, entonces, repensar los supuestos que permitan recuperar la posibilidad de la autoestima y de la estima en la relación con el otro, de vislumbrar un horizonte de sentido que vaya más allá de la pantalla de televisión y de recrear los espacios en los que la discusión, el debate público sean posibles. Sin estos requisitos elementales, superar la crisis parece imposible, y el discurso de la identidad sería mesiánico y no humano. De lo que se trata, cuando se habla de identidad cultural, es de aceptar al otro como parte necesaria para un sí mismo y para toda la comunidad que conforme el imaginario. Mantenerse en la indiferencia es sólo posible para un pensamiento que no le interesa el obrar. Desde esta actitud errante, se privilegia lo fragmentario y la falsa autonomía, condiciones sobre las cuales es muy fácil encontrar testimonio en la actualidad. La acción humana requiere siempre proyectos que la orienten; y así, es posible pensar la identidad cultural cuando me reconozco parte fundamental, imprescindible y responsable de la efectivización de los proyectos desde el lugar donde realice mi obrar: educación, política, administración, etc. Si bien, como dice Adorno, no hay valor para pensar el todo, porque se duda en poder transformarlo, se trata de seguir intentando. El primer camino será el reencontrar el sentido de la experiencia de pertenecer a una comunidad sabiendo que los sistemas de exclusión son tan fuertes que han llegado a erosionar las bases mismas de la cultura (la cooperación intersubjetiva parece funcionar de maravillas cuando se trata de luchar contra los peligros de la naturaleza o de los ataques de otros grupos desestabilizadores y menos desinhibidos, pero esto más como instinto de supervivencia que como cuidado moral o autocrítica social). Se trata de reconfigurar la realidad. De hecho, hoy, se oyen voces que claman seguridad, respeto, orden que quieren ser tolerantes sin verse maltratadas. Estos son vestigios inconfundibles de una identidad que no quiera verse asfixiada y que quiere superar la desagradable idea de que el otro, por ser otro, sea el enemigo. Se trata de reinstalar la confianza, la esperanza, la utopía de una vida mejor. La ideología tecnocrática sólo busca alimentarse a costa de cualquier sacrificio humano. Ya varias décadas atrás, se había visualizado el inminente peligro de la tecnocratización de la vida. Lo que ayer era

inminente, hoy es real, está vigente y, si bien han surgido grupos contestatarios que privilegian la vida por sobre los adelantos tecnocráticos, esto es aún insuficiente desde una perspectiva humanitaria y ecológica. Falta el replanteo radical, drástico, del rol del hombre en una sociedad que ofrezca no sólo oportunidades -cada vez menores- de empleo y -cada vez mayores- de consumo. Mientras falte la estabilidad política, económica, educativa y/o laboral; mientras no existan leyes que amparen, protejan y orienten a todos los individuos por igual sin privilegios y sin encubrimientos; mientras que la vida se vea amenazada, no se podrá saber con claridad de qué hablamos cuando decimos que hablamos de identidad cultural. Si la ideología deforma y la utopía está en retirada, se trata de alcanzar la convicción, desde uno mismo, de que las soluciones de los problemas son posibles sin soluciones irracionales o teñidas de odio, sino respetuosas de la vida por sobre todas las cosas, ya que no hay identidad donde no hay vida, y la nuestra corre cada vez más serios peligros.

JUEVES, 8 DE OCTUBRE DE 2009

Identidad Cultural

Definición Se entiende por identidad a todos aquellos elementos que permiten identificarnos, caracterizamos, mostrar que tenemos en común y que nos diferencia de otros pueblos, mientras que al hablar de cultura, nos estamos refiriendo a elementos materiales y espirituales, que han sido organizados con lógica y coherencia, donde participan los conocimientos, creencias, arte, moral, derecho, costumbres, etc. que fueron adquiridos por un grupo humano organizado socialmente, oficialmente reconocida o marginal, la entendamos o no, es cultura.

Identidad

peruana

La Identidad es la respuesta a la pregunta ¿quién soy yo? Acompañada de otra: ¿de dónde vengo? Estas respuestas dependen totalmente del autoconocimiento. Saber mi nombre, mis apellidos, mi ascendencia, mi lugar de origen, etc. Sabiendo como soy, la identidad también depende de mi autoestima y ésta va asociada a las preguntas: ¿me quiero mucho, poco o nada? Sabiendo quién soy y cuánto me quiero, la identidad también está asociada a la autoeficacia, y va asociada a las siguientes preguntas: ¿Se gestionar hacia dónde voy, quiero ser y evaluar cómo van los resultados? Una identidad personal será fuerte cuando la persona sabe quién es, se ama y sabe lo que quiere. Así veremos a una persona con un sano orgullo por sí mismo y una alta autoestima que lo capacite para realizar sus pensamientos.

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Monografia: Identidad cultural Argentina! Índice: • Capitulo 1: Origen de la identidad cultural argentina • Capitulo 2: Patrimonio cultural • Capitulo 3: Costumbres y Tradiciones • Capitulo 4: Personalidades y lugares turísticos

• Capitulo 5: Productos e inventos

La identidad cultural de los Argentinos

El eterno cuestionamiento

Muchos argentinos creen que no tienen identidad cultural, por que ven a su cultura identificada con las europeas que con las latinoamericanas. Al identificarnos mas con lo europeo que con lo latinoamericano, los argentinos sufrimos de una crisis de identidad, por la cual miramos a America con la visión del conquistador o del imperialista. En la llanura pampeana, donde somos mas “blancos” por que hemos recibido un mayor caudal inmigratorio de Europa, todavía conservamos un legado racista y prejuicioso que nos hace creer superiores a los salteños o a los jujeños a quienes muchos llaman “bolitas”

Los orígenes de nuestra cultura

Nuestros orígenes se remontan a los orígenes de la cultura europea.Por otro lado algunos pensadores critican a los anteriores desciendo que esa es una nueva versión eurocéntrica, que en realidad, nuestras raíces están en las culturas de los indígenas: mayas, incas y aztecas, de los hombres nativos de nuestra America.

La identidad en nuestra historia

¿A que consideramos “nuestra” historia?

De acuerdo con la visión que tengan de nuestra historia los historiadores o las clases dirigentes, se inicia en nuestra historia oficial. Muchos dicen que tenemos una historia oficial. Muchos dicen que tenemos una historia mus corta; Si bien parten de la revolución de Mayo con el primer gobierno patrio, afirman que nuestro estado nace con la constitución nacional, que invita a los inmigrantes a poblar el suelo argentino. O incluso mas tarde, con la consolidación de la llamada “argentina moderna” de 1880, cuando se conforma el estado-nacional en el

territorio que actualmente consideramos Argentina. Otros comienzan nuestra historia con la creación del virreinato del río de la plata, en 1776, fecha en que comienzan a brillar las estrellas del puerto de Bs.As, que crece en importancia respecto de los territorios anteriores.

La transmisión de la historia indígena

La historia, y su transmisión, es una de las fuentes para la construcción de la identidad de los pueblos, narrada por el propio pueblo. HISTORIA INDIGENA: Es la historia de los pueblos Amerindios, desde que llegaron a America hasta la actualidad. Los pueblos indios siempre se preocupan por su historia, por que sabían que esa historia es lo que les da identidad, lo que les hace saber quienes son y tener orgullo de serlo. En las comunidades indígenas los ancianos se ocupan de enseñar las tradiciones y la historia a los niños y jóvenes. Los pueblos mayas y nahuas, tenían una estructura ideográfica muy avanzada, y escribían libros donde describían los principales acontecimientos ocurridos. Los incas también le daban importancia a la enseñanza de la historia, pero al no tener escritura debía confiarse más en la memoria. Como esta podía fallar, existían los quipus donde se registraban probablemente las fechas en que ocurrían los acontecimientos. Al fin de facilitar la memorización, los versos eran breves, sintéticos, pero guardaban la esencia de lo que debía ser recordado. Cuando fueron dominados por la conquista española, algunos indios pudieron aprender a escribir con el alfabeto latino, y lo usaron para transcribir cantos y relatos en sus idiomas originales: Nahuat (mexicano), quiche (maya), o en castellano mezclado con quechua. ¿Qué paso con toda la historia que no aparece en los libros de texto o en los programas de polimodal? En el momento de la conquista no se tuvo en cuenta, se desprecio y se destruyo. Y la historia posterior la escribieron los vencedores y luego las clases dominantes criollas, desde su punto de vista. En las comunidades aborígenes, la historia se sigue manteniendo por tradición oral, de abuelos a nietos.

¿Qué sucede actualmente con la historia indígena?

Es muy importante que cada pueblo, que cada cultura escriba su propia historia, Hay una sentencia que afirma: pobre del pueblo al que otro escribe su historia.. Pero las comunidades indígenas en America no controlan el poder estatal, su pensamiento y su cultura no son tenidos en cuenta como validos por las políticas gubernamentales ni, generalmente, por los científicos latinoamericanos. Hemos dicho que la transmisión de la historia indígena se ve dificultada porque con el ritmo de trabajo de la sociedad actual se van perdiendo las tradiciones orales que caracterizan su narración de la historia. Por otro, según la visión de muchos profesionales universitarios, los indios no historizan con el “método científico”, razón por la cual las narraciones históricas indígena carencian de validez científica. Con el auxilio de la arqueología, la etnohistoria y la etnográfica, los historiadores que se

dediquen a esta tarea deberán tener en cuenta los relatos indígenas, tratando de recuperar la memoria de los descendientes, incluyendo todo los datos que brindan las fuentes, aunque no siempre reúnan los requisitos académicos para considerarlos “datos históricos científicos”.

¿Qué es hoy un indio?

El concepto de INDIO suele designar una forma de vida o de cultura, mas en un tipo racial. Según Ángel rosenblat, esta designación no tiene en ninguna parte un valor étnico riguroso. Los indios que se ocultaron y viven aceptando el modo de vida de las actuales naciones americanas, no se llaman así mismo “indios” si no “campesinos”, “obreros”, “trabajadores”, sin hacer diferencia con los demás habitantes de ese territorio en el que viven. En la estadística norteamericana. La designación “indio” tiene un valor político: es el miembro de la tribu que vive en reservas. Para las estadísticas mexicanas, “indio” es el que habla exclusivamente en la lengua indígena. Actualmente, una ley de la provincia de misiones reconoce como “indio Guarini” a todo aquel individuo que, independientemente de su lugar de residencia habitual, se defina como tal y sea reconocido por la familia, asentamiento o comunidad a la que pertenezca. “Indígenas son los habitantes originarios de un lugar que comparten un pasado, un presente, un futuro común, que tienen conciencia de ser indígenas, hablan o han hablado la lengua de sus antepasados, que conservan sus valores, pautas y patrimonios culturales, que son reconocidos como tales por los miembros de su pueblo y por los extraños”

Culturas originales vs. Culturas presentes…

En el territorio argentino actual florecieron numerosas culturas, muchas de las cuales dejaron de existir hace cientos o inclusos miles de años, y otras siguen existiendo. A los pueblos que en muy diferentes contextos mantuvieron durante siglos la conciencia de su identidad étnica, y continúan hablando y pensando en su idioma y actuando de acuerdo con sus propias tradiciones se lo denomina “culturas originales”. Mas allá de las transformaciones que han sufrido por evolución o contacto de las culturas restantes “nacional” todas las culturas están expuestas a una perdida de identidad debido al acelerado proceso de globalización. Se plante que nutrirse del pasado no es renegar del presente, y que trabajar con los diseños nativo debe ser solo moda. Debe existir un trabajo intenso de concientización en el orden educativo histórico. En otros estados latinoamericanos la población acepta con orgullo y acepta los símbolos amerindios, prefiriéndolos antes que a la decoración con inscripciones en otros idiomas o co logos o símbolos que promueve la sociedad de consumo.

Territorio e Identidad

Los contextos particulares y las culturas.

La cultura es un producto histórico. Y la historia se mueve en dos coordenadas: El espacio y tiempo. Con respecto a la relación entre cultura y territorio, podríamos afirmar que existen dos visiones contrapuestas. Una mas tradicional que afirma que la vida de cada ser humano esta básicamente circunscripta por la cultura y la situación socioeconómicas del lugar donde nació. Actualmente, debido al potencial de comunicación que brinda la tecnología aprovechada por los medios masivos, se habla de una globalización cultural: todo el mundo tiene la posibilidad de compartir una misma cultura, puede enterarse al instante lo que sucede en el resto del mundo, se conecta en segundos de una punta a la otra del globo no solo oralmente, sino enviando textos escritos, fotos, filmaciones, grabaciones. Se derriban o se borran las fronteras para la transmisión cultural, desaparece el límite territorial con respecto a la cultura. Hay culturas finalmente arraigadas en un territorio determinada, con mayor o menor contactos con otras, mayor o menor defensa de su patrimonio cultural, y existen también millones de personas que participan de este proceso de desterritorializacion por su conexión constante con la red informática, por ser consumidores de productos culturales extranjeros cotidianamente, por las migraciones constantes. Podríamos hablar una doble valoración de la relación entre territorio y cultura, territorio e identidad cultural. Una valoración positiva, ya que hemos dicho que la identidad cultural es fundamental para el desarrollo de los pueblos. La percepción negativa de esta relación.

Patrimonio cultural

ARTICULO 1º - La presente ley tiene por objeto la centralización del ordenamiento de datos de los bienes culturales de la Nación, en el marco de un sistema de protección colectiva de su patrimonio que a partir de la identificación y registro del mismo será denominado Registro Nacional de Bienes Culturales. ARTICULO 2º - A los efectos de la presente ley se entiende por "bienes culturales", a todos aquellos objetos, seres o sitios que constituyen la expresión o el testimonio de la creación humana y la evolución de la naturaleza y que tienen un valor arqueológico, histórico, artístico, científico o técnico excepcional. El universo de estos bienes constituirá el patrimonio cultural argentino. Se entiende por "bienes culturales histórico-artísticos" todas las obras del hombre u obras conjuntas del hombre y la naturaleza, de carácter irreemplazable, cuya peculiaridad, unidad, rareza y/o antigüedad les confiere un valor universal o nacional excepcional desde el punto de vista histórico, etnológico o antropológico, así como las obras arquitectónicas, de la escultura o de pintura y las de carácter arqueológico. Por lo tanto, será un "bien cultural histórico-artístico" aquel que pertenezca a alguna de las siguientes categorías: 1. El producto de las exploraciones y excavaciones arqueológicas y paleontológicas, terrestres y subacuáticas.2. Los objetos tales como los instrumentos de todo tipo, alfarería, inscripciones, monedas, sellos, joyas, armas y objetos funerarios. 3. Los elementos procedentes del desmembramiento de monumentos históricos. 4. Los materiales de interés antropológico y etnológico. 5. Los bienes que se refieren a la historia, incluida la historia de las ciencias y las técnicas, la

historia social, política, cultural y militar, así como la vida de los pueblos y de los dirigentes, pensadores, científicos y artistas nacionales. 6. Los bienes inmuebles del patrimonio arquitectónico de la Nación. 7. Los bienes de interés artístico tales como: -Pinturas y dibujos hechos sobre cualquier soporte y en toda clase de materias. -Grabados, estampas, litografías, serigrafías originales, carteles y fotografías. -Conjuntos y montajes artísticos originales cualesquiera sea la materia utilizada. -Obras de arte y artesanías. -Producciones de arte estatutario. -Los manuscritos raros e incunables, códices, libros, documentos y publicaciones de interés especial, sueltos o en colecciones. -Los objetos de interés numismático, filatélico. -Los documentos de archivos, incluidos colecciones de textos, mapas y otros materiales, cartográficos, fotografías, películas cinematográficas, videos, grabaciones sonoras y análogos. -Los objetos de mobiliario, instrumentos musicales, tapices, alfombras y trajes. ARTICULO 3º - La autoridad de aplicación de la presente ley será la Secretaría de Cultura de la Nación. ARTICULO 4º - A la Secretaría de Cultura de la Nación le corresponderá en función del cumplimiento de la presente ley: 1. Efectuar el relevamiento de los bienes culturales de dominio público nacional, de acuerdo al procedimiento que fija esta ley. 2. Realizar la catalogación de los bienes culturales de aquellos organismos que no tienen específicamente determinada esa tarea. 3. Identificar los bienes culturales que integran el Registro Único. 4. Crear un banco de datos e imágenes de bienes culturales compilados en la Nación. 5. Coordinar con los gobiernos provinciales y con el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires la implementación de una red de registros comunes. 6. Ejercer la superintendencia sobre el conjunto de los bienes que constituyen el patrimonio histórico - cultural de la Nación.

TITULO II

Del Registro Único de Bienes Culturales.

ARTICULO 5º - El registro patrimonial informatizado del artículo 4º, inciso 4 de la presente ley presentará el análisis detallado de cada obra a partir de las siguientes características: título, autor, fecha, técnica, material, medidas, descripción, referencias, bibliografía, procedencia, altas y bajas, estado de conservación, localización, organismo responsable, situación jurídica y valoración económica, y se anexará una fotografía. ARTICULO 6º - Los museos y todos los organismos públicos nacionales a los cuales se hayan cedido obras en calidad de préstamos deberán consignar los datos de sus respectivos patrimonios históricos artísticos a la Secretaría de Cultura de la Nación, a fin de constituir un inventario completo en el marco de un sistema informático. ARTICULO 7º - La Secretaría de Cultura de la Nación auditará la existencia y estado de conservación de los bienes culturales de todos los organismos que de ella dependan, haya o

no recibido los datos de registración a que se refiere la presente ley. ARTICULO 8º - Todos estos datos estarán a disposición del público salvo aquellos relativos a la situación jurídica y valoración económica, los cuales serán facilitados con el consentimiento expreso de la autoridad de aplicación. ARTICULO 9º - Los fondos necesarios para el funcionamiento del sistema creado por esta ley serán asignados por la Secretaría de Cultura de la Nación de sus partidas presupuestarias. ARTICULO 10. - La autoridad de aplicación deberá llevar un registro de las transmisiones de dominio que por cualquier causa se realicen de los bienes dentro de los 120 días de su promulgación. ARTICULO 12. - Se invita a las provincias y al Gobierno Autónomo de la Ciudad de Buenos Aires a adherirse a las disposiciones de la presente ley. ARTICULO 13. -Comuníquese al Poder Ejecutivo.

Costumbres y tradiciones .

Tradiciones de Argentina

En argentina, este termino esta asociado a usos, costumbres, objetos, música, etc. De origen rural. El “día de la tradición” es un buen ejemplo; básicamente en argentina es una fiesta “gauchesca”, una celebración “folklórica”. Por esto de las tradiciones si Argentina fuese “tradicionalmente” fornecida , debería reducirse a “artefactos Culturales”: La payada, la doma, el juego de la sortija, la yerra, la mateada, el pericón nacional, el malambo, el carnavalito, las bagualas, la cueca, la zamba, la chacarera. Las danzas y los ritmos folklóricos y el cancionero en general. Tradición y folklore son entendidos como sinónimos. Estos dos términos no son semánticamente equivalentes, aun cuando los significados estén relacionados. Nuevos artefactos culturales son adoptados y se tornan “clásicos”. Lo que entra a esa categoría puede ser considerado una tradición: todo lo que pasa a ser incorporado al acervo cultural nacional, pasa a engrosar el tesoro de las tradiciones de una nación. Hay pocos artefactos que hayan sido adoptados como parte de las tradiciones de sectores específicos del país, que tienen negada la representativa a nivel nacional. El tango provee un artefacto cultural indudablemente “tradicional” pero no es nacionalmente tradición. La palabra es “típico”, Autores como Jorge Luis Borges han contribuido para definir lo tradicional que habita una zona limítrofe entre ciudad y campo. Borges crea un “puente” que perturba ese binarismo e intenta resolver esa brecha conceptual. Los artefactos borgeados, marcan la tradición de los “bordes” culturales. El carro de reparto, el matadero, los almacenes de

suburbio, las pulperías arrabaleras, etc. Habitan esa línea borrosa entre rural y lo urbano. La ginebra es tradición, la misa católica de domingo es parte de la tradición. La charla en el bar forma parte de la tradición, esta visión alternativa de lo tradicional abre mas la discusión sobre un aspecto particular del concepto de tradición. Lo que “muere” o cae en desnudo, aun así constituye una tradición. “El arreo de tropillas” es parte de la tradición. El cigarrillo es un artefacto cultural argentino. El tabaco negro es fumado en la zona rioplatense. “tradición” deportiva argentina: Las carreras de caballo, merecerían estar incluidas en la tradición argentina. Lo mismo las competiciones automovilísticas de turismo carretera, el futbol también….

Costumbres argentinas…

Presentamos algunas de las costumbres de este país: EL mate: La bebida más nacional mas popular de Argentina es el mate. Esta costumbre surge en el río de la plata y los primeros que lo usaron fueron los indios guaranies. En Argentina ingerir esta bebida es una costumbre que urge principalmente de los gauchos y es uno de los vínculos que mas une a su gente en medio de extensas conversaciones. Hoy en día, se cuenta con mates de diversos materiales: de calabaza y madera, hasta de metal y plástico. Te contamos el significado de algunos mates: Mate amargo: simboliza fuerza, valor y la vida; Mate dulce: amistad, cariño; Mate Muy dulce: es muestra de amor, y de interés en llegar al casamiento; Mate muy dulce y caliente: es muestra de amor ardiente y pasión; Mate lavado: desprecio; Mate con aditivo de canela: interés por el otro; Mate con cáscara de naranja: significa “te esperare”; mate largo: desinterés o despreocupación por la persona a quien se lo ceba… El futbol: En Argentina es la gran pasión. Su origen se remonta a las últimas décadas del siglo XIX y proviene de Gran Bretaña. Este se adopto como deporte nacional. Fue pasando el tiempo y se convirtió en un fenómeno social, además de ser un espectáculo, se transformo en un pasatiempo del cual todas las clases sociales y regiones del país podían formar parte desde chicos los niños parecía que nacieran con la pasión del futbol, la misma pasión que va creciendo en la medida de la selección nacional le da motivos de orgullo en las principales competencias de este deporte a nivel internacional. El Polo argentino: Es indudablemente el mejor del mundo, luego de haber sido campeones mundiales desde 1949 hasta hoy. Comienza a desarrollarse en el campo desde 1870, es otra de las más férreas costumbres argentinas. Los galardones ingleses se encargaron de difundir esta tradición, para luego ser adaptadas Por los hacendados criollos. Estos conocían una costumbre llamada “pato”, que se origino en 1610, donde los gauchos montados a caballo, jugaban peleándose por un pato dentro de un cuero cocido, al que se le agregaban dos o cuatro manijas, para poder agarrarlo.

El gaucho: Ese hombre de sombrero negro, pañolón rojo que le rodea el cuello, botas y casi siempre sobre un caballo, es uno de los símbolos de la pampa. Esta figura de la cultura argentina se remonta al 1600, cuando las llanuras cercanas al río de la plata estaban repletas de ganado salvaje. El gaucho transitaba como un vagabundo las pampas, viajando sin rumbo en su caballo, con boleadoras, lazo y cuchillo, a veces acompañado de una mujer. El comercio de cuero y carnes de ganado cimarrón, genero una fuente de sustento para estos paisanos, criollos, mestizos y mulatos que Vivian libremente en las pampas sin empleo fijo. Estos hombres se convirtieron en cazadores de ganado. A pesar de que el gaucho fue marginal, se le veía con mucho respeto, por ser libre, por su extraordinaria destreza como jinete y por ser hábil con las manos. Este personaje sirvió de inspiración para crear lo que conocemos como poesía gauchesca, en donde los escritores utilizaban el lenguaje gaucho para transmitir sus dichos e ideas. Estancia: Una vivienda típica y característica de Argentina. Este lugar se puede describir como un establecimiento agro-ganadero cuya residencia principal era una mansión adaptada para recibir huéspedes. Abarcan grandes extensiones de tierra, podemos ver muchas en la pampa y la Patagonia. Tienen la particularidad de ofrecer un alojamiento cómodo, que le permite al turista participar de las actividades típicas que caracterizan al campo argentino. Lunfardo: A los habitantes de Bs. As. Se conoce mayormente como porteños, por la influencia del puerto en el desarrollo de esta ciudad. Estos utilizan una jerga particular conocida como “lunfardo”, la cual surge de la fusión de lenguas, conocimientos y costumbres, traídas por los inmigrantes. Consiste en deformar el propio castellano, tomando palabras de otras lenguas, para luego adaptarlas en un nuevo idioma. Este se considera lleno de vida, pues se nutre constantemente de expresiones circunstanciales o improvisadas. Tuvo origen en las clases marginales, pero se ha expandido a todos los niveles sociales, podemos escuchar en los tangos, en medios de comunicación, y en los escritores más importantes de este país. Aquí tenemos algunas palabras en lunfardo: chicas son “minas”, hombres son “tipos”, comer “morfar, policía “botón”, ladrón “chorro”, etc.… El tango: Un baile característico por su sensualidad, es otra de las costumbres Argentinas. Comienzan a originarse en el río de la plata entre 1850 y 1890, se Desarrollo en los barrios del sur santelmo, Monserrat y Pompeya, con el nombre de “tango arrabalero”. Participaban todos los hombres y las mujeres de los arrabales, quienes bailaban con sus cuerpos fuertemente abrazados. Esto desato un escándalo en la sociedad de la época y fue condenado por la iglesia, pues asociaron este baile con la lujuria, la diversión y la bebida. Los arrabaleros bailaban en sitios ocultos. Solamente los estratos sociales humildes continuaron cultivando esta danza, hasta que surgió el tango, el cual se origino en burdeles, rancherías y boliches. Para el siglo XIX este baile logro su aceptación popular, a nivel mundial.

Personalidades y lugares turisticos

Personalidades:

Jorge Luis Borges El 24 de agosto de 1899, a los ocho meses de gestación, nace en Buenos Aires Jorge Luis Borges en casa de Isidoro Acevedo, su abuelo paterno. Es bilingüe desde su infancia y aprenderá a leer en inglés antes que en castellano por influencia de su abuela materna de origen inglés. Georgie, como es llamado en casa, tenía apenas seis años cuando dijo a su padre que quería ser escritor. A los siete años escribe en inglés un resumen de la mitología griega; a los ocho, La visera fatal, inspirado en un episodio del Quijote; a los nueve traduce del inglés "El príncipe feliz" de Oscar Wilde. En 1914, y debido a su ceguera casi total, el padre se jubila y decide pasar una temporada con la familia en Europa. Debido a la guerra, se instalan en Ginebra donde Georgie escribirá algunos poemas en francés mientras estudia el bachillerato (1914-1918). Su primera publicación registrada es una reseña de tres libros españoles escrita en francés para ser publicada en un periódico ginebrino. Pronto empezará a publicar poemas y manifiestos en la prensa literaria de España, donde reside desde 1919 hasta 1921, año en que los Borges

regresan a Buenos Aires. El joven poeta redescubre su ciudad natal, sobre todo los suburbios del Sur, poblados de compadritos. Empieza a escribir poemas sobre este descubrimiento, publicando su primer libro de poemas, Fervor de Buenos Aires (1923). Instalado definitivamente en su ciudad natal a partir de 1924, publicará algunas revistas literarias y con dos libros más, Luna de enfrente e Inquisiciones, establecerá ya en 1925 su reputación de jefe de la más joven vanguardia. En los treinta años siguientes, Georgie se transforma en Borges; es decir: en uno de los más brillantes y más polémicos escritores de nuestra América. Cansado del ultraísmo (escuela experimental de poesía que se desarrolló a partir del cubismo y futurismo) que él mismo había traído de España, intenta fundar un nuevo tipo de regionalismo, enraizado en una perspectiva metafísica de la realidad. Escribe cuentos y poemas sobre el suburbio porteño, sobre el tango, sobre fatales peleas de cuchillo ("Hombre de la esquina rosada","El Puñal”. Pronto se cansará también de este ismos y empezará a especular por escrito sobre la narrativa fantástica o mágica, hasta punto de producir durante dos décadas, 1930-1950, algunas de las más extraordinarias ficciones de este siglo (Historia universal de la infamia, 1935; Ficciones, 19351944; El Aleph, 1949; entre otros). En 1961 comparte con Samuel Beckett el Premio Formen Tor otorgado por el Congreso Internacional de Editores, y que será el comienzo de su reputación en todo el mundo occidental. Recibirá luego el título de Commendatore por el gobierno italiano, el de Comandante de la Orden de las Letras y Artes por el gobierno francés, la Insignia de Caballero de la Orden del Imperio Británico y el Premio Cervantes, entre otros numerosísimos premios y títulos. Una encuesta mundial publicada en 1970 por el Corriere Della Será revela que Borges obtiene allí más votos como candidato al Premio Nobel que Solzhenitsyn, a quien la Academia Sueca distinguirá ese año. El 27 de Marzo de 1983 publica en el diario La Nación de Buenos Aires el relato "Agosto 25, 1983", en que profetiza su suicidio para esa fecha exacta. Preguntado tiempo más tarde sobre por qué no se había suicidado en la fecha anunciada, contesta lisamente: "Por cobardía". Ese mismo año la Academia sueca otorga el Premio Nobel a William Golding; uno de los académicos denuncia la mediocridad de la elección. Todos siguen preguntándose por qué Borges es sistemáticamente soslayado. El premio a Golding parece dar la razón a los que dudan de que los académicos suecos sepan realmente leer. Jorge Luis Borges murió en Ginebra el 14 de junio de 1986.

René Favaloro

Nació y se crió en el barrio “El Mondongo” de La Plata, Argentina. René Favaloro siempre estuvo comprometido con el conocimiento, gracias en parte a su abuela materna, que le transmitió su amor por la naturaleza y la emoción al ver cuándo las semillas comenzaban a dar sus frutos. A ella le dedicaría su tesis del doctorado: "A mi abuela Cesárea, que me enseñó a ver belleza hasta en una pobre rama seca". Realizó la primaria en la escuela Nº45 situada en la calle 68 y diag 73. En esta escuela se levanto un mural en su memoria y sobre la rambla del diagonal los vecinos plantaron un árbol e hicieron un homenaje con tablones pertenecientes a la cancha de su querido equipo. Curiosamente la escuela queda a la vuelta del hospital policlínico "Gral. San Martín". En 1936, después de examinar, Favaloro entró en el Colegio Nacional de La Plata. Al finalizar la escuela secundaria ingresó en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata. En el tercer año comenzó las concurrencias al Hospital Policlínico y con ellas se acrecentó su vocación al tomar contacto por primera vez con los pacientes. Nunca se limitaba a cumplir con lo requerido por el programa, ya que, por las tardes, volvía para ver la evolución de los pacientes y conversar con ellos. Mientras cursaba las materias correspondientes a su año, se entremezclaba con los alumnos de sexto año de las cátedras de Rodolfo Rossi o Egidio Mazzei, ambos titulares de Clínica Médica. También se escapaba a presenciar las operaciones de los profesores José María Mainetti, y Federico E.B. Christmann, de quien aprendió la simplificación y estandarización que aplicaría después a la cirugía cardiovascular, quizás la mayor contribución de Favaloro a las operaciones sobre el corazón y los grandes vasos. El hecho fundamental de su preparación profesional fue su posición de residente en el Hospital Policlínico, centro médico de una amplia zona de influencia. Allí se recibían los casos complicados de casi toda la Provincia de Buenos Aires. En los dos años en que prácticamente vivió en el hospital, Favaloro obtuvo un panorama general de todas las patologías y los tratamientos pero, sobre todo, aprendió a respetar a los enfermos, la mayoría de condición humilde. Como no quería desaprovechar la experiencia, con frecuencia permanecía en actividad durante 48 ó 72 horas seguidas.

En 1949, apenas graduado, se produjo una vacante para médico auxiliar. Accedió al puesto en carácter interino y a los pocos meses lo llamaron para confirmarlo. Le pidieron que completara una tarjeta con sus datos, pero en el último renglón debía afirmar que aceptaba la doctrina del gobierno y se lo obligaba a afiliarse al partido peronista que gobernaba el país en esos años, lo que no admitió. Por ese entonces llegó una carta de un tío de Jacinto Arauz, un pequeño pueblo de 3.500 habitantes en una zona muy rica de La Pampa. Explicaba que el único médico que atendía la población, el doctor Dardo Rachou Vega, estaba enfermo y necesitaba viajar a Buenos Aires para su tratamiento. Le pedía a su sobrino René que lo reemplazara aunque más no fuera por dos o tres meses. Favaloro se encontró ante una decisión difícil, pero con la esperanza de que la situación política del país cambiara en algunos meses aceptó la oferta. Llegó a Jacinto Arauz en mayo de 1950 y rápidamente trabó amistad con el doctor Rachou quien falleció unos meses después debido a un cáncer de pulmón. Al poco tiempo se sumó a la clínica su hermano, Juan José, médico también. Se integró muy pronto a la comunidad por su carácter afable, su gran capacidad de trabajo y dedicación a sus pacientes. Juntos pudieron compartir la labor e intercambiar opiniones sobre los casos más complicados. Durante los años que ambos permanecieron en Jacinto Arauz crearon un centro asistencial y elevaron el nivel social y educacional de la región. Con la ayuda de los maestros, los representantes de las iglesias, los empleados de comercio y las comadronas, de a poco fueron logrando un cambio de actitud en la comunidad que permitió ir corrigiendo sus conductas. Así, lograron que casi desapareciera la mortalidad infantil de la zona, redujeron las infecciones en los partos y la desnutrición, organizaron un banco de sangre viviente con donantes que estaban disponibles cada vez que los necesitaban y realizaron charlas comunitarias en las que brindaban pautas para el cuidado de la salud. Pasión por la cirugía toráxica

Dr. René Favaloro. Favaloro leía con interés las últimas publicaciones médicas y cada tanto volvía a La Plata para actualizar sus conocimientos. Quedaba impactado con las primeras intervenciones cardiovasculares. Poco a poco fue renaciendo en él el entusiasmo por la cirugía torácica, a la vez que iba dándole forma a la idea de terminar con su práctica de médico rural y viajar a los Estados Unidos para hacer una especialización. Quería participar de la revolución y no ser un mero observador. En uno de sus viajes a La Plata le manifestó ese deseo al Profesor Mainetti, quien le aconsejó que el lugar indicado era la Cleveland Clinic. Si bien al principio tuvo dudas con respecto a dejar su profesión de médico rural pensó que al regresar de Estados Unidos su contribución a la comunidad podría ser aún mayor. Con pocos recursos y un inglés incipiente, se decidió a viajar a Cleveland. Trabajó primero como residente

y luego como miembro del equipo de cirugía, en colaboración con los doctores Donald B. Effler, jefe de cirugía cardiovascular, F. Mason Sones, Jr., a cargo del Laboratorio de Cineangiografía y William L. Proudfit, jefe del Departamento de Cardiología. Al principio la mayor parte de su trabajo se relacionaba con la enfermedad valvular y congénita. Pero posteriormente se interesó en otras áreas. Todos los días, apenas terminaba su labor en la sala de cirugía, Favaloro pasaba horas y horas revisando cinecoronarioangiografías y estudiando la anatomía de las arterias coronarias y su relación con el músculo cardíaco. El laboratorio de Sones, padre de la arteriografía coronaria, tenía la colección más importante de cineangiografías de los Estados Unidos. A comienzos de 1967, Favaloro comenzó a pensar en la posibilidad de utilizar la vena safena en la cirugía coronaria. Llevó a la práctica sus ideas por primera vez en mayo de ese año. La estandarización de esta técnica, llamada del bypass o cirugía de revascularización miocárdica, fue el trabajo fundamental de su carrera, lo cual hizo que su prestigio trascendiera los límites de ese país, ya que el procedimiento cambió radicalmente la historia de la enfermedad coronaria. En 1970 publicó un libro llamado Surgical Treatment on Coronary Arteriosclerosis, y editado en español con el nombre Tratamiento Quirúrgico de la Arteriosclerosis Coronaria. Creación de la Fundación Favaloro En 1971 Favaloro regresó a la Argentina con el sueño de desarrollar un centro de excelencia similar al de la Cleveland Clinic, que combinara la atención médica, la investigación y la educación. Con ese objetivo creó la Fundación Favaloro en 1975 junto con otros colaboradores. Uno de sus mayores orgullos fue el de haber formado más de cuatrocientos cincuenta residentes provenientes de todos los puntos de la Argentina y de América latina (Alumni). Contribuyó a elevar el nivel de la especialidad en beneficio de los pacientes mediante innumerables cursos, seminarios y congresos organizados por la Fundación, entre los que se destaca Cardiología para el Consultante, que tiene lugar cada dos años. En 1980 Favaloro creó el Laboratorio de Investigación Básica -al que financió con dinero propio durante un largo período- que, en ese entonces, dependía del Departamento de Investigación y Docencia de la Fundación Favaloro. Con posterioridad, pasó a ser el Instituto de Investigación en Ciencias Básicas del Instituto Universitario de Ciencias Biomédicas, que, a su vez, dio lugar, en agosto de 1998, a la creación de la Universidad Favaloro. En 1992 se inauguró en Buenos Aires el Instituto de Cardiología y Cirugía Cardiovascular de la Fundación Favaloro, entidad sin fines de lucro. Con el lema "tecnología de avanzada al servicio del humanismo médico" se brindan servicios altamente especializados en cardiología, cirugía cardiovascular y trasplante cardíaco, pulmonar, cardiopulmonar, hepático, renal y de médula ósea, además de otras áreas. Favaloro concentró allí su tarea, rodeado de un grupo selecto de profesionales. Siguió haciendo hincapié en la prevención de enfermedades y enseñando a sus pacientes

reglas básicas de higiene que contribuyeran a disminuir las enfermedades y la tasa de mortalidad. Con ese objetivo se desarrollaron en la Fundación Favaloro estudios para la detección de enfermedades, diversidad de programas de prevención, como el curso para dejar de fumar, y se hicieron varias publicaciones para el público en general a través del Centro Editor de la Fundación Favaloro, que funcionó hasta 2000. Suicidio Para el 2000 la Argentina estaba ya sumergida en una crisis económica y política y la Fundación Favaloro estaba endeudada en unos US$ 75 millones por lo que Favaloro pidió ayuda al gobierno sin recibir una respuesta oficial .El 29 de julio del mismo año toma la decisión de quitarse la vida de un disparo al corazón, dejando una carta de despedid con amplias críticas al sistema de salud en Argentina. Después de su muerte se supo que le había enviado una carta al entonces Presidente de la Nación el Dr. Fernando de la Rúa la cual nunca había sido leída y en la que expresaba su cansancio de "ser un mendigo en su propio país" y le solicitaba ayuda para recaudar fondos para la Fundación. Además, expresaba que la sociedad argentina necesitaba su muerte para tomar conciencia de los problemas en los que estaba envuelta.

Lugares Turísticos

Cataratas del Iguazú Las cataratas del Iguazú se encuentran cerca de la triple frontera Paraguay, Brasil, Argentina (del idioma guaraní (Paraguay): Yguasu (agua grande), en portugués: cataratas do Iguazú) son las cataratas localizadas en la provincia de Misiones, en el Parque Nacional Iguazú, Argentina y en el Parque Nacional do Iguazú del estado de Paraná, Brasil. Su nombre proviene de dos palabras: la palabra «y» (similar a la /ü/ del alemán o la /u/ del francés, producida por contracción de la garganta) y la palabra «guasu», que en lengua guaraní quieren decir «agua» y «grande», respectivamente. Están formadas por 275 saltos de hasta 80 m de altura, alimentados por el caudal del río Iguazú. Se pueden realizar paseos en lancha bajo los saltos y caminatas por senderos apreciando algunos animales de la selva subtropical. La «Garganta del Diablo» (el salto mayor, que consta de 80 m) es un espectáculo aparte que, saliendo desde Puerto Canoas, se puede disfrutar en toda su majestuosidad a tan sólo 50 m de distancia. Descubrimiento Las Cataratas del Iguazú fueron vistas por europeos por primera vez en el siglo XVI, cuando conquistadores españoles al mando de Alvar Núñez Cabeza de Vaca llegaron a esos parajes a

mediados de 1541 marchando desde La Vera - más exactamente desde la isla de Santa Catarina- hacia Asunción del Paraguay. Son unas de las más grandes del mundo y de mayor caudal. Paseos Paseo Inferior: Partiendo desde el mirador, que recuerda por su figura a un faro y se destaca del entorno por su color blanco, se desciende por numerosas escalinatas (algunas fueron talladas en la misma roca) hacia el río Iguazú y se transita por un bello sendero pedestre. Rodeado por la exuberante selva podrá disfrutar de una hermosa visión de la parte inferior de los saltos. Comenzando la visita en el salto Lanusse y pasando por el Álvar Núñez Cabeza de Vaca, llegará a un espléndido punto panorámico desde donde tendrá una primera vista de la Garganta del Diablo. Avanzando un poco más se observa la isla San Martín y a su derecha el salto homónimo. Al final del sendero se encuentra el salto Bossetti. Si permanecemos largo tiempo terminaremos mojados, pues allí el vapor de agua producido por el choque del agua contra las rocas forma una tenue pero incesante lluvia. Descendiendo por el sendero hacia Punta Peligro podrá, si en ese momento se encuentra habilitado, navegar por el río Iguazú y cruzar a la isla San Martín. Ya de regreso se pasa por el salto Dos Hermanas, donde se puede gozar de un refrescante baño en la enorme pileta natural que se forma en su base. Paseo Superior: Partiendo desde el mismo sitio antes mencionado, recorrerá, como el nombre del paseo indica, la parte superior de las caídas de agua. El punto de observación desde un nivel más alto cambia por completo la visión del paisaje. Verá prácticamente a sus pies despeñarse las turbulentas aguas. De esta manera visitará nuevamente el salto Dos Hermanas, el Bossetti, el Chico, que serán un pequeño adelanto de la imponente Garganta del Diablo. En este sitio, donde el agua cae desde aproximadamente 70 metros de altura, nos sorprenderá el ensordecedor bramar del agua, permanentemente cubiertas por densas columnas de vapor, que despide el choque del agua con las rocas. Garganta del Diablo: Se accede a través del Tren de las Cataratas, descendiendo en la Estación Garganta del Diablo. A partir de allí se realiza una caminata por la nueva pasarela, que serpenteando entre las islas, recorre 1.100 metros hasta los amplios balcones ubicados junto al borde y frente de la Garganta del Diablo. La duración de este paseo es de 2 horas y el último tren parte a las 16:30 hs. Isla San Martín: es posible llegar a través del servicio de botes que salen desde el circuito inferior. Desde aquí podrán observar una vista panorámica de la Garganta del Diablo, de la Ventana, y del salto San Martín. Sendero Macuco: este sendero de trekking es una de las salidas tradicionales para los amantes de la observación de la naturaleza. Una antigua picada de extracción forestal de 3.600 metros de longitud por ambiente selvático. Este sendero permite acceder a una cascada de 20 metros en plena selva. Es una oportunidad para conocer selva, y avistar macucos, monos ulladores, coatíes, pavas de monte, un sinfín de insectos y ocasionalmente víboras de coral.

Termas de Federación Termas Federación es resultado de la primera perforación termal de la Mesopotamia Argentina, realizada en el año 1994. Cristalina y caudalosa, el agua potable del complejo surge desde una profundidad de 1.268 metros y pertenece al llamado Acuífero Guaraní, el mismo del que se nutren las termas de Uruguay y Brasil. En Termas de Federación fluyen 450 mil litros de agua por hora, a una temperatura constante de 42,5º C, y con una presión de casi 6 kilogramos por centímetro cuadrado.

Característicamente, el Parque Termal de Federación se encuentra ubicado dentro de la planta urbana de la ciudad, a pocas cuadras del Centro Comercial y a orillas del Lago Salto Grande. Con esto, además de exhibirse como un oasis de relax, se muestra como un pulmón verde cuyas hectáreas forestadas y parquizadas han logrado una densidad de uso calculada en alrededor de 2 mil personas por día.

El complejo cuenta con espacios diferenciados y orientados al disfrute placentero de visitantes con diversas necesidades y preferencias, presentando servicios y comodidades propios para cada uno de estos arquetipos. Sector Pasivo: El visitante podrá disfrutar de una pileta cubierta con hidrojet y temperatura de 41º C. Esta piscina mide 5x10mts. y tiene 0.70cm. de profundidad. Cuenta con bancos sumergidos, vestuarios, duchas, asientos y percheros. Se ofrecen también en este área 2 piletas de 6x13mts., y otras 2 de 9x18mts., con una profundidad oscilante entre los 0.70cm. y 1.30mts, y una temperatura variable entre los 37º y 40º. Patios de duchas y quinchos se ubican también es este espacio.

Sector Recreativo: La pileta semi-olímpica, de 400mts. y profundidad ideal para la natación, posee generalmente 37º C, temperatura que en la temporada estival se alivia con agua fría para hacer más placentero su uso. En este sector se ha instalado, además, un patio de duchas y una cabina para guardavidas. En proximidades se incorpora a la propuesta una pileta cubierta en transparente, con un espejo de agua de 12x25mts., temperatura de 41º y una profundidad en forma de pendiente desde los 1.50mts. a los 0.90cm. Se anexa a esta un patio de duchas con 12 chorros.

Completan este sector un espacio dedicado a la recreación, con juegos para distintas edades, y un Mini Museo donde descubrir mediante un recorrido fotográfico la historia del primer pozo termal de la Mesopotamia Argentina.

Existen asimismo sectores específicos para niños, con profundidades menores a 0.70cm. Uno de ellos se encuentra en la sección destinada a los pasivos, otro en la piscina cubierta, y otros dos en la pileta recreativa y la piscina habilitada recientemente. La piscina cubierta es circular, con un juego de agua en el centro. Tiene 5,50mts. De diámetro y una profundidad de 0,50cm. Termas de Federación ha reservado además un sector para personas con movilidad reducida. La pileta posee una superficie de 40m2 y la profundidad oscila entre 0.70cm. y 0.75cm. Posee una rampa de ingreso y una escalera de 2,90mts. de ancho con baranda metálica en todo su recorrido.

Un bien dispuesto comedor, sanitarios/vestuarios, enfermería, seguridad e informes, completan el acondicionamiento del predio de Termas Federación, sin omitir el sector terapéutico constituido por el placentero Spa. En tanto, alejado del sector balneario, y para mayor comodidad del usuario, aguarda un sitio especial de parrillas, mesas, bancos, sombra natural y quinchos.

Productos e inventos

Las huellas digitales

El Sistema Dactiloscópico, o sea, el método de clasificación y la tecnología de identificación de personas por sus huellas digitales, fue inventado en 1891 por el policía argentino Juan Vucetich, impulsado por la enorme cantidad de crímenes. Y el primer caso resuelto con ayuda de este método también ocurrió en Argentina. Vale a aclarar que innumerables clases de delitos también son de invención argentina, porque somos inventores imparciales.

El bypass cardíaco

La intervención para tratar obstrucciones del corazón fue creado por René Favaloro en 1967. Revolucionó la cirugía y hasta hoy es la más practicada en todo el mundo. Por desgracia, el bypass no pudo salvar la vida de Favaloro, quien se pegó un tiro en el corazón al no recibir apoyo económico del gobierno para su Fundación pionera en la investigación de la medicina

cardíaca. Los gobiernos ignorantes también parecen ser un invento argentino.

El bastón para invidentes

En 1921, José Mario Fallótico vio a un ciego esperando por ayuda para cruzar una calle de Buenos Aires, pero nadie se percataba. Pensó entonces en crear algo que fuese una herramienta y al mismo tiempo un símbolo para avisar que la persona necesita ayuda. Su invento llenó huecos por todo el mundo, y hasta tiene su propio día internacional (15de octubre). La última versión, que funciona con ultrasonido, también es argentina, así como el semáforo braile.

La soda

El sifón de soda es un invento de la empresa argentina Drago. Lo creó en1965 como una máquina de fabricar soda artesanal, ya que los sifones eran recargables. Al pasar los años, se comenzaron a fabricar en todo el mundo, sufriendo modificaciones hasta terminar en los actuales y más comunes sifones de plástico no recargables... Lo cual es una pena, porque fabricar la propia soda cuesta entre 7 y 10 veces menos que comprarla ($0,10 en Argentina).

El tango

El tango, la danza, el género -musical y literario- y la amplísima cultura que de él emana, es un invento compartido por Argentina y Uruguay, entre muchos otros países que aportaron junto a sus inmigrantes diferentes condimentos para crear algo único. Según Sábato, es una expresión original y nueva que deriva de una movilización humana gigantesca y excepcional, algo que expresa como nada más puede lo que significa ser y sentirse argentino.

El helicóptero

El helicóptero, si bien su concepto existe incluso desde antes que da Vinci, en el siglo XV, el primero en poder volar y ser controlado fue íntegramente creado y pilotado en Buenos Aires en 1922. Los sistemas inventados por Raúl Pateras de Pescara se siguen usando en la fabricación de los helicópteros más modernos, al menos según la NASA La Fábrica Militar de Aviones, que ya no existe, también es responsable de varias máquinas únicas en la historia de la aviación.

Las estaciones de radio

La primera emisora de radio del mundo tuvo lugar en el Teatro Coliseo de Buenos Aires, en 1920, y continuó transmitiendo hasta 1997. Obviamente, la radio no es un invento argentino, pero sólo era una rareza tecnológica hasta que Enrique Susini creó la primera red de radiodifusión con ellas, convirtiéndose, además, en el primer locutor del mundo.Susini conoció a Einstein en 1925, quien lo calificó como "una de las primeras inteligencias de la Argentina".

El bolígrafo

Biró visualizó de inmediato el bolígrafo cuando unos niños jugaban con bolitas en la calle y una de ellas surcó un charco, dejando una estela de agua sucia sobre el asfalto. Con el mismo principio, inventó el desodorante a bolilla, entre sus otras 30 patentes, que incluyen la caja de cambios automática y un dispositivo para obtener energía de las olas del mar. La mayoría de ellos se siguen usando sin modificaciones importantes hasta el momento.