Huellas o Marcas de Mordida

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HUELLAS O MARCAS DE MORDIDA Dr. Luis Ciocca G.

INTRODUCCIÓN. La investigación criminalística (1) tiene por objeto llegar a verificar científicamente la existencia de un delito y la identificación del delincuente; para ello se apela a cualquier ciencia o disciplina que resulte útil. Existen una serie de elementos del campo odontológico que en la criminalística encuentran un cauce a través del cual contribuiràn de modo eficaz a la satisfacción del objetivo central de dicha disciplina. Entre estos elementos se encuentran las llamadas “huellas o marcas de mordida”, hallazgos frecuentes en una serie de delitos, entre los que se cuentan las agresiones sexuales, maltrato infantil y otros. DEFINICIÓN.Las “huellas de mordida”, “marcas de mordida”, “mordeduras”, o “bitemarks” para los anglos – parlantes son la o las impresiones dejadas por piezas dentarias sobre una superficie capaz de sostenerlas. Esta impresión se produce mediante un mecanismo de presión y tracción. Las huellas o rastros de cualquier tipo, se encuentran siempre en un elemento soportante. En el caso de las “huellas de mordidas” el soporte puede ser: a) Corporal (superficie de la piel) b) Objeto sólido. 1 alimento (fruta, queso, pan, barra de chocolate). 2. otros.- (boquilla, pipa). Desde el punto de vista medico - legal y criminalístico, el estudio de estas huellas tiene una gran importancia. a) En Clínica Forense.- La dentadura humana actuando como un arma natural, causa lesiones apreciables en casos de agresión tanto a niños como adultos. En sexología es frecuente su hallazgo, sobre todo en casos en que se vislumbran componentes de sadismo, masoquismo, desviaciones, etc. b) En Tanatología y Criminalística.- El estudio de las características de una mordedura y su ubicación, se asocia a determinados delitos. Si bien es cierto, no se conocen casos en que la muerte pueda atribuirse exclusivamente a las mordidas, su estudio puede permitir o posibilitar la identificación de la dentadura causante, o la exclusión de una dentadura sospechosa. Lo anterior es posible por la prácticamente infinita gama de variantes que se dan en la dentadura humana (forma, posición, alteraciones de los tejidos, modificaciones terapeúticas, etc.). ANTECEDENTES HISTORICOS.-

Si bienes sólo en los últimos años la investigación científica se ha orientado a dar una mayor seriedad a la utilización de las huellas de mordidas como elementos probatorios, el interés en ellas por parte de los forenses se remonta de acuerdo a los antecedentes conocidos a casi un siglo y medio. En efecto hay una serie de casos que podemos considerar como históricos. 

En 1852, el Dr. Moore publica en “Dublín Medical Press”, Dublín, un articulo sobre dos casos de mordidas humanas en un asunto criminal. Este parece ser él más antiguo publicado sobre el tema.



En 1890, encontramos el caso de la viuda Cremieux, una anciana francesa estrangulada en su casa de Neuilly. Posteriormente fue detenido un hombre joven que presentaba una mordedura muy característica en uno de sus pulgares. El Dr. P Brouardel, que había practicado la autopsia, tuvo la precaución de hacer tomar modelos de la irregular dentadura de la mujer. Estos coincidieron perfectamente con el sospechoso, el cual fue descubierto.  En 1911, un peligroso asesino al cual la prensa llamo “vampiro de Dusseldorf”, dejo clara impresiones de sus dientes en el cuello de su victima, lo que contribuyó a su identificación.



En San Petersburgo en 1890, cerca del cadáver de un banquero, victima de homicidio, fue encontrado un cigarro provisto de una boquilla de ámbar. A pesar de estar parcialmente rota, la boquilla presentaba dos depresiones profundas hechas indudablemente por dientes anteriores muy característicos. Se pensó en primera instancia, que la boquilla pertenecía a la victima. Posteriormente, al interrogar a un primo del asesinado, el juez notó que sus dientes eran irregulares. Al consultársele acerca de la boquilla mostró nerviosismo. Mediante modelos y pruebas directas, se demostró la correspondencia exacta de sus dientes y las huellas de la boquilla, lo que constituyó un elemento decisivo en su inculpación.



Con un año de diferencia, en 1905 y 1906, se cometieron robos similares en Alemania e Inglaterra. En ambos casos se encontró en el sitio del suceso un trozo de queso; en los dos casos, los ladrones lo habían mordido. Las policías realizaron investigaciones similares. Se reprodujeron las huellas de las mordidas y cuando sospechosos fueron detenidos, al realizar los procedimientos de comparación, hubo coincidencia en ambos casos, tanto en Alemania como en Inglaterra. Ambos ladrones, con un año de diferencia, por un delito similar, y por haber cometido el mismo error – dejar un resto de queso mordido -, fueron encontrados culpables. CLASIFICACIÓN DE LAS HUELLAS DE MORDIDAS.-

Las huellas de mordidas pueden ser catalogadas según diversos criterios y según sea el interés que está motivando su estudio. Así, por ejemplo, podemos clasificarlas: a) Según su origen.1. De origen animal 2. De origen humano

b) En clínica medico – legal, según su gravedad.1. Lesión leve 2. Lesión menos grave 3. Lesión grave c) Según su forma medico – legal pueden ser.1. Accidentales (por ejemplo: crisis epilépticas) 2. Provocadas por sí mismo (con fines de simulación o en crisis nerviosas). 3. Provocadas por terceros (agresiones) d) Pero desde un punto de vista criminalistico, criterio que interesa mas destacar en el presente trabajo, podemos hablar de: 1. Huellas de mordidas de ataque. 2. Huellas de mordida de defensa Las huellas pueden encontrase tanto en la victima de una agresión o asesinato, como también en el cuerpo de su presunto agresor o hechor, lo que puede construirse en una evidencia de participación en el delito. Así las “huellas de mordida de ataque” serán las que presente la victima, en tanto que en el presunto agresor se encontraran las “huellas de mordida de defensa”. Estas ultimas se ubican de preferencia en dedos y manos. UBICACIÓN DE LAS HUELLAS DE MORDIDAS.Las mordeduras humanas se observan generalmente en las zonas descubiertas y que sobresalen del cuerpo, como la cara, nariz, oreja, y extremidades superiores. Mordeduras agresivas se ven en cara: apéndice nasal, mejillas y labios. En agresiones sexuales, se advierten en los órganos respectivos, mientras que las mordeduras defensivas se ven en los brazos, manos y dedos del atacante. Es muy importante el análisis criminalìstico de la ubicación de la huella de mordida en los casos de asesinato, ya que por lo general, esta ubicación ayuda a tipificar un delito. Por ejemplo, en casos de crímenes de homosexuales, las huellas pueden aparecer en la espalda, y también como señala Levine, en la parte posterior de los brazos, hombros, axilas, y escrotos; en cambio en los asesinatos heterosexuales, se ven con mas frecuencia en pechos y muslos. En casos de niños victimas de maltrato, se pueden observar en las mejillas, espaldas y costados del tronco, como asimismo en el abdomen, nalgas y escrotos. Se conocen varios estudios sobre la ubicación de las huellas de mordida y su relación con delitos. Entre estos estudios cabe mencionar a: a).Speirs, 1941, quien reporta 141 casos en Kansas. Las huellas se distribuían así.- 27 en dedos, 2 en palmas de mano, 14 en nudillos, 2 en hombros, 4 en la frente, 20 en labios, 4 en la nariz, 13 en la mejilla, 7 en senos, 2 en abdomen, 1 en espalda, 3 en muslo, 5 en la oreja.

b).Lawry, en 1936, observa en un hospital de Nueva York, 122 mordidas humanas. Se distribuyen: 93 en manos y dedos, 10 en cara y cabeza, 19 en diversas otras partes. c) Marr, 1979, también en Nueva York, hace un estudio con 133 huellas de mordidas en cabeza y cuello, 103 en tronco, 546 en extremidades superiores, 33 en extremidades inferiores y 77 restantes ubicaciones no precisadas. Todo estos estudios no son forenses, se caracterizan por haber sido hechos en hospitales-bases, y de ellos se desprende que la más frecuente ubicación se da en las extremidades superiores, sobre todo en manos y dedos, pero en estudios forenses como los realizados por Harvey en 1976 y Vale y Noguchi en 1983 se muestran otros resultados. Así, del estudio de Harvey se observa la siguiente distribución: de 74 huellas, 23 se ven en senos, 20 en cara y cabeza y solo 10 en manos y brazos. En cuanto al estudio de Vale y Noguchi, concluyen estableciendo que:





Las huellas estudiadas corresponden a crímenes sexuales, maltratos de niños y alteraciones psíquicas, principalmente.



Estas huellas se encuentran prácticamente en cualquier parte del cuerpo humano. Otro dato interesante es que mas del 40% de las victimas sufre mas de una mordida. En general, señalan que encontraron huellas de mordidas mas comúnmente en brazos, piernas y senos. Mientras esta ubicación es predominante en las mujeres, en las victimas masculinas se encuentran mas frecuentemente en brazos y hombros.

PROCEDIMIENTOS FRENTE AL HALLAZGO DE HUELLAS DE MORDIDAS.Teniendo presente que las huellas de mordidas conveniente estudiadas y analizadas pueden proporcionar elementos de orden criminalistico decisivos, como también que por regla general se encontraran en soportes fácilmente perecibles, su hallazgo determina una acción inmediata:

Actuar lo mas rápidamente posible.- Tanto en una victima como en un victimario se corre contra el tiempo (fenómenos de cicatrización, ocultamiento, alteración, putrefacción, etc), de manera que apenas sea posible deben aplicarse los procedimientos destinados a fijar estas huellas. Fijar con los elementos que garanticen mas precisión.- Se ha señalado que si bien es cierto, una huella de mordida no es tan precisa como una huella digital para identificar a un sospechoso (Levine), puede ser útil como elemento comprometedor y también excluyente. De ahí la importancia de su mas exacta reproducción. Tanto en el estudio del cadáver como en el caso de un individuo sospechoso que presente huellas – presuntamente de defensa – debe procederse, entonces con rapidez. Un sospechoso que presente este tipo de lesiones debe ser examinado lo antes posible, y las huellas fijadas. Su condición de presunto culpable aumentará si además de las mordeduras presenta otros rastros de lucha, como rasguños, marcas, manchas de sangre, etc.

Tenemos entonces frente al hallazgo de “huellas de mordidas”, dos situaciones y dos protagonistas “huellas en la victima o huellas en el victimario” y “victima y victimario”. Estas situaciones implican que: 



Por una parte se reproduzcan y fijen lo mas fielmente posible las huellas o marcas de mordidas (estén en la victima o en el hechor). Por otra parte, se reproduzcan la o las dentaduras causantes (sean de la víctima o sean del hechor) Reproducción y fijación de las huellas de mordidas.-

Los métodos mas utilizados para reproducir y conservar una huella de mordida son: a) Fotografía.- La fotografía preserva el tamaño, forma, características de la mordedura; también coloración. Para esto la técnica fotográfica debe ser utilizada en condiciones optimas. Idealmente, pueden tomarse fotografías en blanco y negro y en color. Debe disponerse de una buena cámara con el lente adecuado, un macro e iluminación correcta que en algunas fotos acentúe las depresiones con el objeto de mejorar la visión de los rasgos de la mordida (iluminación lateral). En cada imagen es imprescindible colocar una regla milimetrada rígida, (patrón métrico) que coincida en el plano focal con la mordedura. Esta regla o “patrón”, permite establecer relaciones de tamaño en posteriores comparaciones, al realizar ampliaciones para buscar detalles especiales.(2) b).Impresión y modelos de huellas de mordida. La obtención de una reproducción de la huella de mordida permite disponer de una copia en que se aprecian además de dimensiones, características de relieve o profundidad de la lesión. Esto completa, por lo tanto, la fijación fotográfica que es en un plano. Las huellas se impresionan con alginatos, siliconas, yesos de impresión u otro material similar de uso odontológico, y posteriormente se hace un vaciado con yeso piedra dental. c).Xeroscopía.- Este método es útil cuando se aprecian huellas de mordidas en el dorso o palma de las manos. Se trata sencillamente de colocar la zona a reproducir en una fotocopiadora, obteniéndose una huella con mucha claridad. Puede utilizarse como medio previo y rápido de fijación, como asimismo para comparaciones preliminares. De igual modo pueden ser reproducidos modelos de yeso de dentaduras o de huellas de mordidas. d).Calcado y/o dibujo de huellas.- Al igual que el anterior, es un método complementario de fijación en la investigación de huellas de mordida. Consiste en fijar mediante un lápiz negro – ojalà de rotulación o indeleble -, sobre una hoja transparente, la posición de los rastros. La hoja transparente puede ser de acetato y una vez dibujada sirve para comparar posteriormente con los modelos del presunto causante. e).Disección de la piel afectada. Cuando es legalmente factible, el legista puede conservar el trozo (del cadáver) de piel afectada, en un medio que impida su descomposición. Esto puede ser útil, desde permitir la búsqueda de elementos no captados en los primeros exámenes, hasta una comparación varios días después con modelos de dentadura de sospechosos.

Reproducción de dentadura causantes.- Las dentaduras que se presumen causantes de una mordida, sean de victima o victimario, pueden ser fijadas o reproducidas mediante: a).Fotografías.- Se obtienen fotos de la cavidad bucal, en color o en blanco y negro, con buenas condiciones de iluminación, para poder observar detalles de forma, restauraciones, características especiales, (giro-versiones, diastemas, lesiones, etc). b).Modelos de yeso.- Es el elemento fundamental de la reproducción de una dentadura sospechosa. Permite disponer de una copia exacta de las arcadas dentarias, a tamaño natural. Se obtiene con las técnicas standard utilizadas por los odontólogos (cubetas con alginatos y posterior vaciado en yeso piedra). ESTUDIO DE LAS HUELLAS DE MORDIDAS.El estudio de las “huellas de mordidas” gira en torno a las siguientes consideraciones  

Establecer si corresponde a dentadura temporal, mixta, o adulta. 



Establecer si es de origen humano o animal.

Establecer si corresponden a una o varias dentaduras.

Observar ubicación y características (con el fin de asociar a algún delito típico, a ataque o defensa, etc). 

Analizar características especiales (con propósitos identificatorios). 

En casos de homicidio, determinar si son pre o post mortem. Veamos estos aspectos con mayor detalle:

a) En primer lugar hay que aclarar si la mordedura ha sido causada por un ser humano o por un animal. (a veces será necesario incluso, examinar la posibilidad de la auto–inferencia y eventualmente, simulaciones y falsas mordeduras). Para un odontólogo, este aspecto puede no ser difícil de esclarecer. Algunos elementos ayudan a diferenciar las mordeduras animales de las humanas. Las mordeduras animales.- Pueden ubicarse en cualquier parte del cuerpo, apareciendo como picaduras, como heridas contusas o heridas por aplastamiento. Estas últimas son causadas, generalmente, por caballos y son graves pues aplastan y trituran los tejidos. Los vacunos causan mordeduras parecidas, pero menos graves ya que hay brechas en su dentadura que impiden una atricción extensa de los tejidos. Las mordeduras de perros son probablemente las mas frecuentes entre las causadas por animales. Son heridas contusas, casi siempre con desgarramiento. Según Simonin se diferencian de una mordida humana por lo siguiente: “los caninos dejan profundas huellas cónicas, la arcada dentaria es mas estrecha y posee dos incisivos mas que el hombre; los premolares terminan en punta, la huella del canino inferior se intercala entre las del canino superior y el tercer incisivo

superior; posible presencia de erosiones debidas a los arañazos, alrededor de la mordedura. También son frecuentes las mordeduras de gatos, en las cuales se percibe un arco dentario pequeño y con huellas poco profundas. Continuemos con Simonin: "En los cadáveres, no es raro observar huellas de mordeduras producidas por las ratas. Estas lesiones son redondeadas, en cráter y tienen los bordes dentados irregulares. Otros animales atacan igualmente a los cadáveres: ardillas, liebres en los bosques; nutrias en el agua dulce; cangrejos, y tiburones en el agua de mar". Mordeduras humanas.- Se observan generalmente en partes descubiertas y se presentan en forma de dos líneas curvas que se miran por su parte cóncava, con características equimóticas. La dentadura humana se diferencia de la de los animales por 3 condiciones principales: 1. Inexistencia de espacio entre las piezas. 2. Nivel homogéneo en la altura de las superficies oclusales y bordes incisales. 3. Altura coronaria sensiblemente similar en todos los dientes. Tomando en cuenta estas tres condiciones, se nos puede facilitar la distinción entre el origen humano o animal de una huella en estudio. b) Una vez que se ha establecido el origen humano de la huella de mordida, debe esclarecerse si corresponde a una dentadura temporal, mixta o adulta, es decir si fue causada por una persona de menos de 6 años, de entre 6 y 12 años, o de mayor edad. No es raro que se den casos de niños “mordedores” portadores de dientes temporales, que en guarderías o jardines infantiles, han mordido a otros niños mas pequeños o a guaguas. c) Se han dado casos en que se aprecian huellas de mordidas hechas por mas de una persona. El experto debe, por lo tanto, estar alerta con respecto a esta posibilidad y no desconcertarse en una situación de este tipo. d) Desde el punto de vista criminalistico reviste especial interés ubicar la o las huellas motivo de estudio en cuanto a si corresponden a ataque o a defensa y también en cuanto al sitio en que se localizan. Esto permite la asociación con un determinado tipo de delito (sexual, maltrato a niños, alteraciones psíquicas). e) Las características o peculiaridades que presente una huella de mordida deben estudiarse en profundidad, ya que son los elementos primordiales para esclarecer la identidad del causante. El estudio debe orientarse hacia los siguientes puntos: piezas que se marcaron, numero de cúspides, morfología de los bordes incisales, (desgastes, fracturas, marcas, erosiones, falta de sustancia dentaria), dimensiones, espacios, malposiciones, etc. Este aspecto es fundamental en el proceso de estudio de una huella de mordida, ya que los puntos enumerados comprueban que en la práctica no se encuentren dos dentaduras iguales.

f) En los casos de asesinato, se deberá diferenciar si la huella es pre o post mortem, para lo que se recurre a la búsqueda de fenómenos vitales en la lesión (infiltración leucocitaria, hemorragia, etc), o su ausencia. METODOS PARA COMPARACIÓN Y VALORACIÓN DE HUELLAS DE MORDIDAS Se han señalado dos formas, métodos, o criterios (Vargas Alvarado), para el estudio de las huellas de mordidas: métrico y morfológico: El métrico consiste en medición de las distancias entre cúspides, dientes, bordes, etc., tanto en los modelos del presunto causante como en la huella misma, y la comparación entre los valores homólogos obtenidos. El morfológico consiste en establecer una relación, analizando coincidencias en las formas y características de la huella y dentadura sospechosa. Atendiendo el hecho de que no siempre una “huella de mordida” se aprecia en forma neta, y de que generalmente están en juego varios factores que tienden a dificultar su reconocimiento, tales como: la equimotizaciòn de los bordes lesionados, la distensión de la piel, desgarramientos, etc., la practica aconseja utilizar en forma ambos criterios. Para el estudio de una huella de mordida se debe tener presente que la labor está dificultada por: 

Distorsiones e imprecisiones propias del tipo de soporte, casi siempre muy variable. 

Alteraciones fisiológicas y cadavéricas.

En todo caso, estas dificultades de ninguna manera descalifican el valor de este tipo de huellas, como objeto de investigación Criminalística. Por el contrario, es necesario tenerlas presente en el proceso de interpretación, sobre todo frente a una aparente discrepancia. Desde el punto de vista judicial o legal, el valor de una “huella de mordida” como elemento de prueba varía de un país a otro, según sea la legislación vigente. Así en algunos países se han dictado ciertas normas dentro de las cuales deben encuadrarse o corresponderse las características de ella, para ser aceptadas. Eso ocurre, por ejemplo, en Sudáfrica y algunos estados de E.E.U.U. Pero la inmensa mayoría de los países la investigación sobre una huella de mordida se considera una pericia que el juez puede o no aceptar o tomar en consideración. Idealmente debiera ser posible llegar a disponer de una pauta o puntos normativosojalà universales-, que diera un respaldo inequívoco a este tipo de evidencia para que fuera considerada como plena prueba. Pero las legislaciones por una parte, y las dificultades propias de la naturaleza de la misma huella impiden hasta hoy acercarse a ello. Quien intente un estudio interpretativo serio de las huellas de mordida, no debe dejar de considerar los siguientes factores: a) Anatómicos. Es decir características de forma de la dentadura causante.

b) Fisiológicos. O sea, la acción, el mecanismo de los elementos dento-maxilofaciales al causar la mordida: lengua, labios, mejillas y fenómenos inherentes a dicho acto, como succión, compresión, presión, etc. c) Psiquiátricos. Es decir, investigar la condición mental del mordedor, su relación intima con el tipo de delito al que se asocia la huella, sus motivaciones profundas(3) ,etc. d) Topográficos. O sea, la zona en que se ubico la huella de mordida, analizada en conexión con los puntos anteriores. La consideración de estos cuatro aspectos hace posible una diferenciación neta entre mordidas fruto de una riña violenta, y delitos mas específicos, como los sexuales, el maltrato a niños o sucesos con patología psiquiátrica asociada. Hay otros factores que deben tenerse presentes al examinar “huellas de mordidas”, y que guardan relación con el soporte (cuando es piel). Generalmente las piezas que se marcan mejor y mas frecuentemente son: incisivos y caninos, y mas escasamente se imprimen los premolares. A veces se marca un solo arco dentario; otras veces pueden marcarse mas algunos dientes que otros, aunque la dentadura sea completa. Todo esto debe tenerlo muy presente el investigador o perito. Al igual que en muchas investigaciones medico-legales o criminalisticas en que se juega con posibilidades y porcentajes estadísticos (como por ej. % de aproximación en investigaciones de paternidad), frente a una huella o marca de mordida puede ser mas fácil excluir que confirmar. Si se contara con una huellay se tuviera un sospechoso, si dicha huella fuese absolutamenteincompatible con los dientes bajo sospecha, este hecho la excluiría de inmediato. Por otra parte, si se posee una huella y se ha ubicado un sospechoso, si la huella no coincide totalmente – aun cuando las discrepancias pudieran explicarse o no -, no resultaría razonable excluir de inmediato al sospechoso. Esto es lógico, si pensamos que en la mayoría de las ocasiones no tendremos un 100% de seguridad en las coincidencias. (recordemos los factores que distorsionan o alteran el estudio de una huella de mordida). Superar los puntos discrepantes es, entonces, tarea fundamental para quien investiga una huella o marca de mordida. Podemos establecer un principio general: “mientras mas anormal es la dentadura sospechosa, mas fácil es superar las discrepancias”. Esto, por el simple hecho de que estadísticamente disminuye el numero de personas que podrían corresponderse con la huella. En este caso, el termino “anormal” que hemos utilizado, implica toda alteración de la dentadura, incluso los tratamientos odontológicos (protésicos, operatorios, quirúrgicos, etc.) (4). SIMULACIÓN.¿Es posible simular una “huella de mordida”? En Medicina Legal o en Criminalística nada nos debe sorprender. El problema de la simulación se da con frecuencia en la clínica-medico- legal; por lo tanto, el perito debe estar atento a encontrarse con este tipo de situación. Simonin relata el caso de un hombre que presentaba una aparente mordedura en su mejilla a la cual atribuía el enfurecimiento que motivo que asesinara al presunto causante. Un examen ligero podría haber engañado al respecto, mas los expertos

se dieron cuenta de que se trataba de una lesión muy similar a una mordedura pero que era de origen micòtico. Se ha conocido mas de un caso en que se intentó simular una huella de mordida mediante la utilización de modelos de yeso. Se descubrió el fraude por el gran espacio dejado entre los dos arcos dentarios y por la impresión de todas las piezas sobre la piel. Es raro que en una huella de mordida se observen marcas de todas las piezas dentarias. Lo habitual es ver las de algunos dientes: incisivos y caninos mas algún premolar; o zonas de canino, premolar y a veces molares, o solo piezas posteriores. En algunas ocasiones pueden verse lesiones aparentemente causadas por dientes, que atraviesen completamente la piel. Si se sospecha que pudieran haber sido provocadas casual o premeditadamente por un instrumento de bordes cortantes: por ejemplo pinza, tenaza, tijera o algo similar, habría que establecer la diferencia. Esto es algo complejo ,ya que en ambos casos el mecanismo físico de producción de la huella es muy parecido. No obstante, pueden establecerse, a lo menos, dos diferencias: a) si la lesión se debe a dientes, la presión mas grande se hará sobre el lado en que contactan los dientes de la mandíbula, ya que esta es la que se mueve hacia el soporte. Por lo tanto en esa parte del soporte la lesión será mas notoria o grande que la contraria causada por los dientes antagonistas (de los maxilares superiores). Si la lesión se debe a un instrumento con dos bordes cortantes, la lesión será igual en ambos lados. b) En las lesiones producidas por dientes podrá verse diferencias de posición de las dejadas por los inferiores en relación con las dejadas en el lado opuesto por los dientes superiores, debido a la movilidad de la mandíbula en todos los sentidos del espacio, mientras que si la lesión se debe a un instrumento los dos lados del soporte (en este caso piel) serán similares o coincidentes en trayecto, dimensiones y posición. INVESTIGACIÓN DE LA SALIVA. El estudio de “huellas de mordida “ en el cadáver puede o debe ser complementado con el análisis de otros rastros entre los cuales se encuentra la saliva. Es lógico, en efecto, suponer que en el área de una mordedura se encuentren restos de saliva. La importancia de investigar en el laboratorio estos residuos salivales(5), radica en el hecho de que en esta secreción se encuentran elementos que con procedimientos serológicos pueden indicar grupo sanguíneo y ADN. Se comprenderá la importancia que alcanzaría una coincidencia entre grupos sanguíneos determinado en restos de saliva con el de un presunto hechor. Esto reforzaría las similitudes que pudieran establecer entre dicho individuo y la “huella de mordida” investigada. CONSIDERACIONES FINALES.Las llamadas “huellas o marcas de mordida” deben ser consideradas seriamente en la investigación de un delito especialmente si se trata de crímenes. Cualquier

elemento que contribuya a su esclarecimiento es fundamental, y su estudio debe ser hecho por los profesionales más competentes o idóneos. La experiencia acumulada hasta la fecha permite afirmar que este tipo de huellas ha facilitado una identificación certera del hechor en muchos casos, o a lo menos, aproximaciones dentro de márgenes muy tolerables, lo que unido a otras pruebas ha permitido resultados favorables a la acción judicial tanto en el exterior como en nuestro país. Por otra parte, siendo esto también útil en la investigación criminalística, una huella de mordida no compatible con un sospechoso, ha permitido su exclusión y por lo tanto, una re – orientación de la investigación. Frente al hallazgo de una huella de mordida, varios profesionales ,además de los odontólogos se involucrarán en su reconocimiento y estudio. Dicho de otro modo, este elemento interesa a variadas personas, las cuales deben tener claridad en cuanto a la forma de enfocar su actuación al respecto. Principalmente, estarán interesados en esta materia: policías, médicos – legistas, abogados y jueces, y por supuesto, los odontólogos. Papel de la policía.- Serán las policías, los que al llegar al sitio del suceso observaran y descubrirán la existencia de huellas de mordidas. Generalmente ellos fijan todos los hallazgos. Deben recordar la colocación de reglas milimetradas siempre en estos casos al hacer la fijación fotográfica. Papel del médico legista.- El médico – legista debiera como primera medida, actuar en equipo con un odontólogo. Si ello no es posible de inmediato, debe reconocer la huella, describir su ubicación, fijarla correctamente, e incluso disecar el trozo de piel afectado cuando corresponde. Papel de abogado y jueces.- Fundamentalmente le corresponde el tener conocimiento de las posibilidades que en la actualidad presenta la investigación de huellas de mordida; los magistrados deben tener presente que no se trata solamente de una lesión traumática, sino que es un valioso elemento identificatorio, ya sea para confirmar o excluir. Papel del odontólogo forense.- Debe jugar el rol principal en lo que concierne al estudio científico de una “huella de mordida” dado que por una parte, le son totalmente familiares los elementos involucrados, y porque está entrenado en técnicas adecuadas para la obtención, reproducción y estudio de piezas dentarias, dentaduras y modelados. Del accionar mancomunado de todos los interesados en las ciencias forenses, estos elementos poco divulgados hasta no hace mucho, irán siendo cada vez mas útiles y mas utilizables como medio probatorio de la comisión de un delito.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS (1) El término “criminalística” fue creado por un juez austríaco llamado Hans Gross, autor del libro Manual del Juez, publicado a fines del siglo XIX. (2) Todavía es frecuente ver fotografías tomadas sin patrón métrico. En un caso que me correspondió periciar hace unos años recurrí a las letras y números de una tablilla que identificaban el caso y que por suerte, se habían colocado en cada una de las fotografías que debía estudiar. Al medir las letras de la tablilla, la cual tuve que solicitar a la Fiscalía y esta al Servicio Médico Legal, obtuve un elemento que me permitió establecer una relación métrica entre las huellas de mordida fotografiadas y los modelos de los sospechosos.

(3) Ver “Medicina Legal Psiquiátrica y Odontología”. (4) Los procedimientos y recursos expuestos han sido aplicados en varias pericias, a partir de 1980 , algunas de las cuales se resumen a continuación.

Caso 1.- Una estudiante secuestrada y asesinada posteriormente, muerde al hechor en la palma de la mano (huella de mordida defensiva). Dado que el victimario es capturado varios días después, la huella había experimentado algunas alteraciones, por lo que se obtuvieron conclusiones generales; el hechor no negó su origen. Caso 2.- Un drogadicto golpea y muerde en varios puntos del cuerpo a su conviviente (“mordidas de ataque”). Se observan 5 huellas en senos y brazos del cadáver. En este caso hubo alto grado de compatibilidad entre huellas y dentaduras sospechosa (diastema, numero de piezas, morfología). Caso 3.- Mordeduras de agresión. Huellas en brazo, fruto de una riña, se aprecian desgarros tisulares, sin elementos de succión. Caso 4.- Niño maltratado. Mordido en abdomen y extremidades. Hay elementos de succión y equimosis. Frente a tres sospechosos. Quien lo mordió y asesinó fue su madre. Caso 5.- Niño mordido en la mejilla por un compañero del jardín infantil. Se apreciaba netamente la dentadura temporal (morfología). Caso 6.- Mujer asesinada , presentaba cerca de cincuenta huellas de mordida, todas en zonas co0mpatibles con agresión sexual: senos, área genital, cara interna de los muslos. Había cuatro sospechosos. Las mordidas fueron hechas por una misma persona que se identificó claramente a través de las huellas de mordida y se confirmó mediante ADN. Fue el primer caso de huellas de mordida presentado en un juicio oral después de la reforma procesal chilena. Caso 7. Caso de violación. Huella de mordida de defensa hecha en zona anterior de un hombro del agresor por la víctima, según lo probó la pericia. (5) Ver capítulo “Laboratorio médico legal”