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• Nicolas Huertas

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Homero el educador Platón decía que había sido el educador de toda Grecia, incluso más allá de Hélade. La concepción del poeta como educador de su pueblo fue familiar desde el origen y mantuvo su importancia. En aquel entonces, se entendía a la poesía como un instrumento de educación, por la inteligencia que había en el mito y la poesía en sentido helénico. Está, solo podía ejercer dicha acción, educar, si ponía en vigencia todas las fuerzas estéticas y éticas del hombre, teniendo una raíz común y hallando una acción recíproca entre la forma artística y la forma normativa. También, debía penetrar las capas más profundas del ser humano para alentar sus costumbres, su conducta y su carácter, capaz de convertirse en una restricción y un deber. Según los griegos, el arte posee la validez universal y la plenitud inmediata y vivaz que constituyen las condiciones más importantes de la acción educadora. La poesía tiene una ventaja respecto a la enseñanza intelectual y a la verdad racional, ya que es más filosófica que la misma vida y más vital que el conocimiento filosófico. Esta poesía contiene tanta riqueza humana y artística, que su auge a lo largo del territorio, en ese tiempo, dejó atrás textos literarios germánicos y franceses. La fuerza de la épica de Homero produjo una nueva ciencia: la filología. La poesía homérica no se limita al planteamiento de problemas pedagógicos ni pasajes que aspiren a producir un efecto ético, sino revelan un interés pedagógico, alejando la posibilidad de pensar en propósitos éticos dobles, siendo así, una vasta y compleja obra del espíritu. La función social y educadora del poeta parte de la necesaria e inseparable unión entre la poesía y el mito, ya que a medida que educa contando hechos gloriosos de los dioses en el pasado, mantiene el canto característico de la poesía. Prueba de esta unión, se halla el uso de paradigmas míticos para todas las situaciones imaginables en la vida en que un hombre se encuentra con otro. Su importancia educadora se halla en el reflejo objetivo de la vida entera y su exhibición al hombre en su lucha con el destino por conseguir un fin. La didáctica y la elogía, se acercan a la épica por su forma; la tragedia es heredera de la epopeya y la historia y la filosofía nacen y se desarrollan gracias a la discusión de ideas relativas a la concepción del mundo contenidas en la épica. Con esto, es posible afirmar que la épica es la raíz de toda educación superior en Grecia. La épica nace de los cantos heroicos que cuentan a detalle los aspectos personales y éticos de los héroes en sus batallas donde eran vencedores, a estas características se les conoció como Aristeia. La nueva finalidad artística de la epopeya, a parte de ofrecer momentos claves de una acción en conjunto, destaca el valor de todos los héroes famosos. No sólo destaca el arte de componer un todo complejo, sino también, una consideración profunda de los perfiles internos de la vida y sus problemas, otorgándole al poeta una función educadora de ayor renombre: Intérprete creador de la tradición.

La obra de Homero está inspirada por un pensamiento filosófico relativo a la naturaleza humana y las leyes del curso del mundo. Considerando al poeta todo acontecimiento particular emergido de su conocimiento general de la esencia de las cosas ya que, para él, las fuerzas morales son tan reales como las físicas y comprende las pasiones humanas de manera objetiva, así como entiende que los límites de la lectura son las leyes del ser. La inspiración de él se da en el desarrollo íntimo y necesario de las acciones que suceden paso a paso, en conexión de causas y efectos. La omnisencia del poeta se evidencia cuando ve las conexiones entre lo divino y lo humano, considerando toda acción desde el punto de vista humano y el punto de vista divino, ¿Cómo? Persiguiendo el curso sub specie de las acciones y los proyectos humanos y el de los más altos poderes que rigen en el mundo. Él ordena todo cuando ocurre en su pensamiento religioso, manteniendo solida la actitud y el carácter del personaje.