Homeopatia

Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo FACULTAD DE MEDICINA HUMANA HOMEOPATIAS CURSO : “MEDICINA ALTERNATIVA” DOCENT

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Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo

FACULTAD DE MEDICINA HUMANA

HOMEOPATIAS CURSO

:

“MEDICINA ALTERNATIVA”

DOCENTE: Dr. HUGO URBINA RAMÍREZ

ALUMNOS

: PERLA PISCOYA BENJAMIN QUIROZ SEQUEROS LYDIA QUIROS MENDOZA JAIME QUISPE VILLAMONTE RUBEN

CICLO

:

IX

Chiclayo, 2010

OBJETIVOS



Conocer el significado de la homeopatía, las escuelas y las leyes en cual se funda la homeopatía.



Comprender

el

mecanismo

de

acción

de

los

remedios

homeopáticos, principalmente el proceso de dilución.



Conocer y comprender el uso

y aplicaciones de los remedios

homeopáticos más importantes.

HOMEOPATÍA DEFINICIÓN Del griego ὅμοιος homoios, ‘similar’ y πάθος pathos, ‘sufrimiento’. Es un método terapéutico que consiste en dar al enfermo dosis bajas o infinitesimales

de la sustancia, que administrada a dosis altas y a sujetos sanos, provoca en ellos síntomas semejantes o parecidos a los del enfermo. Descubierta al final del siglo XVIII, gracias a las observaciones y experimentos del Doctor Samuel Hahnemann, la Homeopatía se basa en una realidad biológica, ya conocida por Hipócrates, la ley de similitud: "Toda sustancia capaz de provocar síntomas patológicos en un individuo sano, es capaz, a dosis infinitesimales, de tratar esos síntomas en un individuo enfermo". Este conocimiento exacto de la similitud entre el medicamento y la enfermedad, justifica el objetivo, específico de la Homeopatía, de individualizar al enfermo y su tratamiento, utilizando las capacidades de reacción de cada persona. La Homeopatía utiliza substancias orgánicas, minerales y vegetales para estimular las defensas inmunitarias del organismo. De este modo, el cuerpo puede movilizar sus defensas propias, en contra de los agentes patógenos, virus y bacterias, y recuperar su equilibrio, desestabilizado por las agresiones de la vida moderna (estrés, contaminación,...). La Homeopatía se fundamenta en las siguientes leyes: •

Ley de la similitud o Ley de los semejantes: Esta ley parte de los

siguientes principios: toda sustancia farmacológicamente activa, produce en el individuo sano al que se le administra, un cuadro de síntomas. Todo individuo que padece una enfermedad presenta un cuadro sintomático que en conjunto caracteriza la enfermedad. Y por último, la curación del enfermo se consigue mediante la administración, a bajas dosis, de la sustancia que, administrada en el individuo sano, produce los mismos síntomas que padece el enfermo. Esta ley es la que da nombre a la disciplina, homeopatía significa curar con lo mismo. •

Ley de la infinitesimalidad: Este principio consiste en que a mayor

disolución de la sustancia original, mayor poder curativo. El principio activo se disuelve, en agua o alcohol normalmente, tantas veces que a penas queda resto alguno de la sustancia original. Según Hahnemann de esta manera se

consigue que la sustancia tóxica desaparezca pero quede "memorizada" en el disolvente. La forma de disolver la tintura madre (como se le llama a la sustancia original en homeopatía) es a través de la dinamización. Este proceso consiste en mezclar una parte de la tintura madre en 99 de disolvente, (se pueden utilizar otras proporciones, pero para entender el proceso nos sirve la que empleó Hahnemann originalmente y que hoy día sigue empleando la industria homeopática). La mezcla de soluto y disolvente se agita de una forma determinada para producir el efecto de dinamización, o sea que quede memorizado el efecto curativo en la disolución. Este proceso se repite las veces que sean necesarias. En los frascos de fármacos homeopáticos, a continuación del nombre del producto original en latín, se ubica el número de veces que ha sido diluido. Por ejemplo: CH 7, (centesimales hahnemannianos) diluidos 1/100 siete veces. •

La ley de la individualización. Según esta ley, para cada paciente

debe haber un preparado homeopático particular y no tienen sentido los remedios generales, pues no hay pacientes con exactamente los mismos síntomas. La sintomatología que tiene en cuenta la homeopatía no coincide con la que se emplea en una anamnesis habitual. Acostumbrados a la terapéutica tradicional, la Homeopatía puede resultar sorprendente, pero si profundizamos, observamos que en medicina tradicional o Alopatía también se utiliza a menudo la ley de la similitud. Por ejemplo los derivados del cornezuelo de centeno, provocan toxicológicamente hipotensión, vasodilatación encefálica y cefalea. Estas sustancias se utilizan en dosis más bajas para el tratamiento de cefaleas, jaquecas, transtornos circulatorios cerebrales, etc. LAS ESCUELAS HOMEOPÁTICAS Existen diferentes escuelas médicas que dan lugar a diversos modos de prescripción.

Son fundamentalmente tres: •

UNICISTAS



PLURALISTAS



COMPLEJISTAS

Los unicistas: Estos médicos se inspiran en el Dr. James Tyler Kent. El unicismo o kentismo utiliza el principio del remedio único: dicho remedio único o SIMILIMUM debe corresponder a la parte principal de los síntomas observados en el enfermo. Ese remedio único (remedio de fondo) va a tratar el terreno del enfermo, lo prescribirá una sola vez y no lo volverá a renovar hasta que no cese su efecto. Los pluralistas: Estos médicos prescriben varios remedios en tomas separadas a lo largo del día. De esta forma el conjunto de remedios va a abarcar el conjunto de síntomas del enfermo. El SIMILIMUM se sustituye por varios SIMILES. Los remedios los irá variando en función de la evolución de los síntomas. Al mismo tiempo también prescribirá el o los medicamentos de fondo. Los complejistas: Estos médicos utilizan fórmulas compuestas en las que todos los remedios indicados son complementarios. La prescripción normalmente la suelen hacer, sobre todo, en gotas y a bajas diluciones. Separadamente recetará el remedio de fondo en media o alta dilución.

HISTORIA La homeopatía fue propuesta como un nuevo método terapéutico por el médico alemán Samuel Hahnemann (1755-1843), quien lo concibió entre los últimos años del siglo XVIII y los primeros del XIX, publicando la primera edición de su obra magna, Organon der rationellen Heilkunde, en 1810. Hahnemann la presentó como respuesta a la terapéutica predominante de la época,

identificada por él como sistema alopático o alopatía, en contraposición a su propio sistema. Aunque ramas del saber médico como la anatomía y la fisiología habían dado importantes pasos para convertirse en científicas, sobre todo desde el Renacimiento, la terapéutica seguía siendo dominada por las enseñanzas de Hipócrates y de Galeno, y se venía tratando a los enfermos mediante medidas extremas como purgantes, eméticos (vomitivos) y, sobre todo, sangrías —extracción deliberada de sangre—, a menudo hasta el límite del desmayo. Una evaluación con los conocimientos actuales de esta etapa de la historia del arte terapéutico lleva a la conclusión de que los médicos estuvieron haciendo más mal que bien durante esos casi dos mil años. La propuesta de Hahnemann resultaba mucho más benigna, porque desde el principio propuso la utilización de preparaciones muy diluidas, aunque no tanto como las que se han venido usando después, precisamente para evitar los efectos negativos. A mediados del siglo XIX la terapéutica convencional comienza a valerse de los resultados de la investigación científica, sobre todo los de la biología y la química, identificando la causa de muchas enfermedades como resultado de agentes infecciosos, y empezando a examinar estadísticamente los datos epidemiológicos. El desarrollo de métodos estadísticos y experimentales, como la prueba controlada aleatoria, para la evaluación de las medidas terapéuticas, ha alejado a la medicina del siglo XX del estado de cosas que conoció Hahnemann. En contra de los reproches de éste, ni entonces ni ahora, los recursos terapéuticos se buscan entre los que provocan síntomas opuestos a los del paciente, que es lo que quiso dar a entender con el término alopatía. Sin embargo, en Estados Unidos los médicos no homeópatas aceptan sin problemas esta expresión para su propia práctica, sin preocuparse de su significado. Hahnemann Hahnemann había abandonado en 1784 el ejercicio de la medicina tradicional, desencantado por lo que veía como un esfuerzo inútil o contraproducente, a pesar de la aceptación acrítica de la mayoría de sus contemporáneos, y se dedicó durante un tiempo a la traducción. Ocupándose de una obra del

escocés W. Cullen, encontró en ella motivos de desacuerdo respecto a la explicación de las virtudes de la quinina, y emprendió sus propias investigaciones, como era frecuente en la época, sobre él mismo. Observó que los síntomas provocados por la ingestión de quinina coincidían con los de las fiebres palúdicas para las que estaba indicada, aunque se ha deducido de sus anotaciones que él debía ser hipersensible. Esta constatación le inspiró la interpretación de que «aquello que puede dar lugar a un conjunto de síntomas en un individuo sano puede curar a uno enfermo que presente ese mismo conjunto de síntomas», recuperando un viejo principio, similia similibus curantur (lo semejante se cura con lo semejante), en una generalización que es el fundamento de la terapéutica hahnemanniana. La ciencia moderna considera que, aunque la formación de la hipótesis fue racional, es de hecho falsa. Actualmente la investigación terapéutica se basa en el rastreo de las propiedades biológicas de las sustancias con sistemas simplificados, como cultivos de tejidos, y modelos animales, y en la investigación biológica de los mecanismos moleculares y celulares, normales y patológicos, de las funciones biológicas. No importa si el tratamiento induce síntomas

iguales

(homeopáticos),

distintos

(alopáticos)

u

opuestos

(antipáticos). Tampoco se excluye el uso del propio agente patológico (recursos isopáticos), como en la aplicación de vacunas. Lo único que importa es la verificación de los efectos, tanto terapéuticos como secundarios, mediante procedimientos

objetivos,

independientemente

de

las

cuyos

resultados

expectativas

de

se los

puedan agentes

valorar

implicados,

investigadores y pacientes, es decir, mediante procedimientos científicos. Kent La homeopatía, como sistema, fue refinada de modo significativo y popularizada por el estadounidense James Tyler Kent. Se basa en la teoría de que cada elemento, planta y compuesto mineral puede, si se ingiere o aplica, producir ciertos síntomas. Hahnemann creía que, diluyendo estas sustancias de un modo sistemático, alcanzaría la verdadera esencia de la sustancia. Hahnemann describió este proceso de dilución como «potenciación» (en

alemán, potenziert) de la sustancia. Estas cantidades diluidas podrían usarse para tratar todos los síntomas que se sabe que producen. Hahnemann y sus estudiantes abordaron sus tratamientos de un modo holístico, lo que significa considerar el cuerpo y el espíritu como un todo, no sólo la enfermedad a tratar. El propio Hahnemann permaneció largas temporadas con sus pacientes, preguntándoles no solamente por sus síntomas o enfermedades, sino también detalles sobre sus vidas cotidianas. Se dice que el modo amable de actuar de los homeópatas es una reacción a los métodos violentos de la medicina de entonces, que incluía técnicas como la sangría como algo cotidiano. De acuerdo con los homeópatas, la medicina convencional ve los síntomas como signos de enfermedad (aunque algunos científicos actuales ven en esto una descripción simplista). Los modernos tratamientos intentan combatir la enfermedad eliminando la causa de los síntomas. Según la homeopatía, sin embargo, los síntomas son en realidad la forma que tiene el cuerpo de combatir el mal. La homeopatía enseña que esos síntomas deben ser potenciados prescribiendo un remedio en minúsculas dosis el cual, en grandes dosis, produciría los mismos síntomas que presenta el paciente. En el discurso actual de la homeopatía se expresa que los remedios homeopáticos pretenden estimular el sistema inmunitario, colaborando en la curación, alegación que comparte

con

la

mayoría

de

las

terapias

alternativas

consideradas

pseudocientíficas.

Homeopatía vs Medicina tradicional. Las principales diferencias entre medicamento homeopático y sustancia farmacológica activa son las siguientes: (H.- Homeopatía; A.- Alopatía). 1) Sujeto de experimentación. H.- La experimentación se realiza en hombre clínicamente sano, capaz de expresar sus sensaciones y trasmitirlas en su hábitat normal.

A.- La experimentación se realiza en animales preferiblemente cobayos a los cuales se introduce por vía parenteral una sustancia para intentar observar el efecto que produce en el organismo, por diferentes métodos hasta la autopsia y anatomía patológica. En el animal sano en cautiverio se busca comprobar la toxicidad de la sustancia, mientras que en el animal enfermo se experimenta para lograr el efecto contrario. 2) Vía de experimentación. H.- Oral, sublingual. A.- Parenteral. 3) Dosis en tratamiento. H.- Dosis infinitesimales - diluidas y dinamizadas logradas a través de tres escalas: Escala Decimal: diluciones en la proporción 1/10. Escala Centesimal: diluciones en la proporción 1/100. Escala Cincuentamilesimal: diluciones en la proporción 1/50.000 A.- Dosis ponderables relacionadas con la edad; proporcional al peso o superficie corporal. 4) Frecuencia de administración. H.- La frecuencia de administración está dada por la evolución del cuadro y por la dilución del remedio. A.- La frecuencia de la administración está dada por la cinética del remedio (absorción, distribución, unión a proteína, eliminación, vida media, etc.). 5) Características de los efectos. H.- No reproduce efectos en órganos aislados. El medicamento homeopático produce su efecto por un estímulo global sobre el organismo y dicho estímulo da lugar a un proceso reaccional en el que participa todo el organismo. Esta reacción integral es irreproducible en un órgano aislado. No hay una curva dosis-respuesta. Es una respuesta todo-nada del tipo cualitativo, la cual depende de la presencia en el organismo del remedio similar y no de su concentración en sangre.

Posibilidad de agravación inicial que consiste en una exacerbación pasajera de los síntomas que pueden producirse al inicio del tratamiento como consecuencia de la reacción orgánica. La reacción es funcional, atóxica y no deja secuelas ni lesiones. A.- Es posible reproducir sus efectos en órganos aislados debido a la interacción droga receptor que desencadena un efecto farmacológico cuantificable. El efecto del fármaco clásico se define por la curva dosis-respuesta en función de dosis empleada proporcional al número de receptores activados, se llega a un punto de inflexión cuando todos los receptores están saturados, dando una respuesta de variación cuantitativa. Ej. Bronco dilatación, vasoconstricción, disminución de la secreción gástrica. No hay agravación inicial; pueden presentarse efectos colaterales y tóxicos por altas dosis, intolerancia, o dosis repetidas. 6) Prescripción. H.- El medicamento homeopático se prescribe siempre basado en el conjunto sintomático: Síntomas físicos y modificaciones generales y psíquicas aparecidas con la enfermedad. A.- La prescripción del fármaco clásico se lleva a cabo bajo diversos criterios tales como la etiología; fisiopatología o los síntomas de una enfermedad. 7) Efectos. H.- El efecto primero es el efecto de la droga y en menor grado la modificación de la Fuerza Vital y el segundo es el producido por la reacción de la Fuerza Vital ante el agente que la quiere modificar y es este efecto el curativo. A.- El efecto primario es el farmacológico de la droga en sí sobre el organismo, y el secundario es el efecto tóxico indeseable. 8) Modificación del Terreno. Pone en reacción al organismo; esto quiere decir que con frecuencia; las condiciones generales después de un tratamiento adecuado son distintas. H.- Ocasiona una modificación cualitativa del organismo, varía su capacidad de respuesta; "Individual, no existen enfermedades sino enfermos." A.- Ejemplo la antibioterapia: Su acción es coyuntural; erradica la infección del momento; pero no influye para nada en la predisposición a las reinfecciones; no

impide las recidivas (bronquitis, cistitis) en sujetos propensos. (No modifica el terreno predispuesto).

MECANISMO DE ACCIÓN La teoría de la homeopatía sostiene que los mismos síntomas que provoca una sustancia tóxica en una persona sana pueden ser curados por un remedio preparado con la misma sustancia tóxica, siguiendo el principio enunciado como similia similibus curantur (‘lo similar se cura con lo similar’) El Proceso de Dilución La homeopatía define la potencia de sus remedios de acuerdo al número de diluciones: cuanto más diluidos estén, más potentes las considera. El proceso de dilución se llama Potenciación. La potencia es un número entero, de modo que cuanto más alto sea el número, la dilución es mayor. 30X, por ejemplo, está más diluido (por lo tanto, de acuerdo con la homeopatía, es más potente) que 10X. La preparación de los remedios homeopáticos, conocida como dinamización o potenciación, consiste en una serie de diluciones seguidas de agitaciones, diez fuertes sacudidas contra un cuerpo elástico tras cada proceso de dilución. Se cree que la vigorosa agitación ("sucusión") que sigue a cada dilución transfiere parte de la esencia espiritual de la sustancia al agua. El factor de dilución de cada etapa es tradicionalmente de 1:10 (potencia D o X) o de 1:100 (potencia C), aunque recientemente se han realizado potencias LM (factor de dilución de 1:50.000 en cada etapa). La elección de la potencia prescrita depende de cuán asentada esté la enfermedad diagnosticada, siendo 12 el punto de partida típico para males agudos, y 30 para males crónicos. Algunos defensores de la homeopatía creen que mientras las diluciones más bajas tienen mayor efecto fisiológico, las diluciones más altas presentan mayores efectos en el plano mental o emocional.

Una parte de la controversia en torno a la homeopatía se centra en el mecanismo por el que supuestamente actúan estas sustancias tan diluidas. Los críticos afirman que el grado de dilución de las preparaciones homeopáticas es tal que difícilmente pueden contener alguna cantidad de la sustancia diluida, esto es, no hay moléculas de la sustancia «activa» en las diluciones más «potentes». Más aún, puesto que el agua ha estado en contacto con millones de substancias distintas a lo largo de su historia, un solo vaso de agua sería una dilución de casi cualquier substancia concebible y entonces, de acuerdo a los principios homeopáticos, serviría como tratamiento para casi cualquier enfermedad imaginable Se cree que pequeñas dosis en pacientes enfermos provocan los mismos efectos en personas sanas después de haber suministrado grandes dosis del preparado. En conclusión, cuanto menor fuera la dosis administrada al paciente enfermo, más rápido y eficaz sería la curación. La dinamización o potenciación es la preparación de los remedios homeopáticos mediante diluciones seguidas de fuertes agitaciones, con las que se cree que una parte de la esencia espiritual es transferida al agua. Este proceso consta esquemáticamente de los siguientes pasos: 1. Tomar una pequeña cantidad de la sustancia tóxica en cuestión. 2. Macerarla en alcohol durante un período de tiempo (unas semanas), así los principios activos y tóxicos se encuentran en el alcohol; la solución tóxica recibe el nombre de Tintura Madre. 3. De esta solución tomamos una cierta cantidad (normalmente 1cc) para diluirla en una cantidad de agua. Es preciso destacar que los factores de dilución más comunes son 1:10 y 1:100. La elección depende mayoritariamente de la enfermedad, sus síntomas y el período de asentación de la misma. El factor de dilución define así, la potencia del remedio, siendo tanto más potente cuanto más diluido esté.

4.

Realizar

repetidas

diluciones

hasta

conseguir

lo

esperado.

Los

medicamentos homeopáticos son del reino vegetal, animal o mineral. Normalmente se presentan en gránulos y glóbulos, los cuales no necesitan ser ingeridos ni masticados. Estos remedios son compatibles con otros tratamientos (que no tienen porque ser obligatoriamente de tipo homeopático) ya que no interaccionan entre sí. ENFERMEDADES TRATADAS CON HOMEOPATÍA La homeopatía nos permite tratar tanto enfermedades crónicas como agudas, pero a su vez de una forma preventiva aquellas enfermedades que nos ocasionan riesgo debido a antecedentes familiares. Algunas de las enfermedades pretensibles a ser tratadas con homeopatía son: - Cefaleas - Afecciones respiratorias y del aparato digestivo - Enfermedades reumáticas - Trastornos ginecológicos - Alteraciones dermatológicas: eczemas, urticarias, acné, herpes. - Ansiedad y angustia - Anemia Si bien es cierto que la homeopatía ayuda y cura ciertas enfermedades, también es cierto que no es posible llegar a la cura en enfermedades genéticas, carenciales, procesos quirúrgicos y demás.

REMEDIOS HOMEOPÁTICOS Por medicamento homeopático entendemos un preparado compuesto de sustancias en cantidades tan pequeñas que no prometen tener ningún efecto. Se cree que pequeñas dosis en pacientes enfermos provocan los mismos efectos en personas sanas después de haber suministrado grandes dosis del

preparado. En conclusión, cuanto menor fuera la dosis administrada al paciente enfermo, más rápido y eficaz sería la curación. La dinamización o potenciación es la preparación de los remedios homeopáticos mediante diluciones seguidas de fuertes agitaciones, con las que se cree que una parte de la esencia espiritual es transferida al agua. Este proceso consta esquemáticamente de los siguientes pasos: 1. Tomar una pequeña cantidad de la sustancia tóxica en cuestión. 2. Macerarla en alcohol durante un período de tiempo (unas semanas), así los principios activos y tóxicos se encuentran en el alcohol; la solución tóxica recibe el nombre de Tintura Madre. 3. De esta solución tomamos una cierta cantidad (normalmente 1cc) para diluirla en una cantidad de agua. Es preciso destacar que los factores de dilución más comunes son 1:10 y 1:100. La elección depende mayoritariamente de la enfermedad, sus síntomas y el período de asentación de la misma. El factor de dilución define así, la potencia del remedio, siendo tanto más potente cuanto más diluido esté. 4. Realizar repetidas diluciones hasta conseguir lo esperado. Los medicamentos homeopáticos son del reino vegetal, animal o mineral. Normalmente se presentan en gránulos y glóbulos, los cuales no necesitan ser ingeridos ni masticados. Estos remedios son compatibles con otros tratamientos (que no tienen porque ser obligatoriamente de tipo homeopático) ya que no interaccionan entre sí. Una de las ventajas que presentan los medicamentos homeopáticos es carecer de efectos secundarios, por lo que es inusual encontrarse con casos de intoxicación. A continuación centraré una parte de mi trabajo en los tratamientos homeopáticos de origen vegetal, debido a la afinidad con mis asignaturas de este ámbito. LOS REMEDIOS HOMEOPÁTICOS BELLADONA

El nombre científico de la belladona es Atropa belladona. Pertenece a la familia de las solanáceas presentando flores de color púrpura oscuro, pudiendo alcanzar el total de la planta una altura de un metro y medio. Como datos importantes sobre su composición, es necesario resaltar que contiene el 0,1% de atropina en el fruto y valores del 0,4 al 0,6% de alcaloide en la raíz. A su vez también presenta pequeñas concentraciones de escopolamina. Dosificación Suele ingerirse tres o cuatro bayas, o extractos macerados en alcohol en proporciones que varían entre los 10 y los 15g por toma. Efectos: contraindicaciones y toxicidad Se pueden obtener dos tipos de efectos dependiendo del tipo de dosis: - Dosis bajas: reduce la sudoración y la salivación. - Dosis altas: aumentan el pulso y el número de ventilaciones por minuto (frecuencia respiratoria), la acción de los músculos involuntarios decrece, aumenta la frecuencia cardiaca y se inhibe la acomodación ocular. Con dosis muy agresivas se puede llegar a inhibir la micción y presentar alucinaciones visuales y auditivas. No se conoce por el momento que el uso continuado pueda ocasionar daños genéticos o permanentes, pero sí algunas casuales como estreñimiento crónico. ÁRNICA MONTANA El nombre científico es Árnica montana L., mientras que su nombre vulgar es estornudadera o tabaco de montaña debido a sus propiedades para tratar problemas respiratorios. Pertenece a la familia de las plantas compuestas pudiendo llegar a alcanzar los 60cm de altura. Tiene tallos floríferos solitarios y peludos, con flores muy vistosas y solitarias al final de los tallos (amarillas o de color naranja amarillento).

Se hace preciso destacar en su composición la presencia de numerosos tipos de ácidos entre los que se destacan el fórmico, fumárico, láctico, cafeico, clorogénico, málico, esteárico o palmítico. Todos ellos se encuentran repartidos unos en el rizoma y otros en las flores. Además presenta: - En las flores: alcaloides (arnicina), colina, lactonas

(helenalina y

dihidrohelenalina), carotenos, alcoholes y azúcares como la fructosa. - En la raíz: azúcares (sacarosa), mucílagos y taninos. Dosificación Pequeñas dosis aplicadas sobre la piel, son obtenidas del líquido resultante de la infusión de la planta seca o bien de diluir unas gotas en agua. En otras ocasiones se puede utilizar un ungüento. No debe aplicarse con la presencia de heridas abiertas y no es muy recomendable hacerlo durante mucho tiempo seguido. Dada la alta toxicidad de la planta no se aconseja el uso interno (ingerir) de este remedio homeopático. Efectos: contraindicaciones y toxicidad Dependiendo de los dos tipos de usos la Árnica produce diferentes tipos de reacciones: - Uso externo: pueden producirse ciertas reacciones del tipo eccemas, dermatitis o destrucción de los tejidos, normalmente en personas sensibles o después de un uso indebido y continuado. - Uso interno: afecta sobre todo a reacciones adversas del aparato digestivo manifestadas en vómitos, dolor de cabeza, diarreas, etc. Tomada en dosis elevadas puede producir una parada cardiorrespiratoria ocasionando la muerte del individuo. NUX VOMICA Su nombre científico es Strychnos Nux-vomica, siendo su nombre común más usado veneno de nuez. Pertenece a la familia de las Loganiáceas. Es un árbol mediano con un tronco corto, torcido y grueso. Tiene una fruta del tamaño aproximado de una manzana con un color anaranjado en el exterior, que contiene en el interior pulpa de jalea. La parte utilizable son las semillas

maduras una vez secas. Tienen forma de discos aplastados y con un sabor muy amargo. En cuanto a su composición se destaca su alto contenido en alcaloides del tipo estricnina y brucina en su mayoría, pudiendo presentarse algún resto de glucósidos en la pulpa de la fruta. Dosificación No se debe administrar en forma líquida combinada con otros preparados que contengan bromuros, yodo o cloruros debido a su facilidad para formar compuestos excesivamente tóxicos para nuestro organismo. Como dato importante a destacar sobre su acción tan potente, dosis de 0,05gr pueden causar rigidez de los músculos y parada respiratoria. Efectos: contraindicaciones y toxicidad Agudiza los sentidos (olfato, tacto, vista y oído), mejora el pulso y eleva la tensión, por ello es utilizado en casos donde la respiración asistida se hace necesaria. Tiene un efecto acumulativo que añadido a su lenta excreción hace que pueda acabar produciendo convulsiones con consecuente paro cardíaco debido a la subida de tensión. En caso de intoxicación (recordemos que es un veneno muy tóxico) se debe usar permanganato de tanino o potasio. Las convulsiones violentas deben ser controladas mediando el uso controlado de cloroformo. ANEMONE PULSATILLA Su nombre científico es Anemone pulsatilla y pertenece a la familia de las Ranunculáceas, siendo una planta herbácea. Como nombres comunes más usados se destacan flor de pascua, flor del viento y anémona del prado o de las praderas. La planta entera se cubre de pelos sedosos, vistos especialmente en la base del pie del tallo. Tiene una raíz gruesa y algo leñosa de color negro oscuro. Los tallos presentan flores (cada tallo sólo produce una flor) con sépalos de color violeta púrpura.

La Pulsatilla contiene protoanemonina, un compuesto con toxicidad neurológica y renal y que en animales ha demostrado ser teratogénico. Por destilación se puede obtener un principio denominado petróleo de Anémona destacado por su sabor picante y aspecto grasiento. No es necesario dedicarle un apartado al mecanismo de acción ya que no se sabe concretamente como funciona pero lo que si es cierto es que sus principales efectos se deben al uso entero de la planta siendo la presencia de anemonina lo más importante a resaltar. Usos medicinales Se ha utilizado esta planta en el tratamiento de la dismenorrea en las mujeres y de las orquitis y epididimitis en los varones. También se ha utilizado en el tratamiento de las venas dilatadas, pesadez de piernas, edemas, etc. En Homeopatía se ha empleado con éxito e incluso uso específico en casos de sarampión. Además se prescribe como un buen remedio para dolor de muelas y oídos. Dosificación Normalmente se presenta en extractos líquidos, administrándose a los pacientes en gotas. En dosis altas puede tener un efecto tóxico sobre riñón y vías urinarias.

CONCLUSIONES

• Es un método terapéutico que consiste en dar al enfermo dosis bajas o infinitesimales de la sustancia, que administrada a dosis altas y a sujetos

sanos, provoca en ellos síntomas semejantes o parecidos a los del enfermo.

• La Homeopatía se fundamenta en las siguientes leyes: Ley de la similitud o Ley de los semejantes; Ley de la infinitesimalidad; La ley de la individualización.

• La homeopatía define la potencia de sus remedios de acuerdo al número de diluciones: cuanto más diluidos estén, más potentes las considera. El proceso de dilución se llama Potenciación.

• Los remedios homeopáticos:

Belladona, Árnica Montana, Anemone

Pulsatilla, Nux Vomica.

BIBLIOGRAFÍA

• Rosich, C: “Homeopatía y método científico”.

• (http://www.nexusediciones.com/pdf/peu2005_1/pe-25-1-005.pdf) • Fernández, AM: “Homeopatía vs Alopatía”. • (http://www.elhomeopatico.com.ar/Anteriores/N7_HomeopatiavsAlopatia. htm) • http://es.wikipedia.org/wiki/Homeopat%C3%ADa • http://www.geosalud.com/medicinanatural/homeopatia.htm