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• Moshe Tame

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CURSO SUPERIOR DE KABALÁH Primer Módulo de la Primera Materia (1-1)

HISTORIAS ETERNAS Cuentos kabalistas para despertar... “Al ser narrado, el milagro adquiere nueva fuerza. El poder que en un determinado momento fue activo, se propaga por medio de la palabra viva y continúa siendo activo, incluso después de varias generaciones”. (Matin Buber)

Recopilación Ione Szalay

Portal HINÉNI - 1 - Portal Hinéni – Arte y misticismo kabalista contemporáneo (1-1)

EL PORTAL HINENI TIENE COMO OBJETIVO ESCLARECER Y COMPARTIR ENSEÑANZAS ACERCA DEL MISTICISMO Y LA KABALÁH EN EL MUNDO CONTEMPORÁNEO. El propósito que nos anima surge de la percepción de que existe un plan determinado que le da un sentido a nuestras vidas. No hay casualidades. Hay algo más que la incertidumbre y el consumismo autómata. El misticismo contemporáneo inspirado en la Kabaláh, la sabiduría más antigua de Occidente, nos brinda una huella viva para recuperar lo real. Aquí y ahora. Sea Bienvenido, Ahora usted es parte activa de este proyecto, que el Eterno nos ilumine. Bendiciones... Ione Szalay (Director)

ACLARACIÓN: En este primer módulo de la primera materia (1-1) se busca comenzar desde el placer y la enseñanza que brindan los maravillosos cuentos e historias kabalistas. Un cuento nace para ser contado. Este es el desafío en este primer peldaño, contar tantos cuentos como pueda y reconocer su enseñanza en los momentos de la vida en que se necesiten.

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CUENTOS PARA DESPERTAR abí1 Najman decía a sus discípulos que no es verdad, como generalmente se supone, que las narraciones ayuden a que la gente se duerma. Al contrario, las narraciones ayudan a que la gente que pierde su vida sumida en un sueño, despierte a realidades más profundas de la existencia.

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LA PASIÓN POR EL ESTUDIO (del Talmúd2)

anhelo.

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iendo aún joven Hillel se consumía en ardiente amor por el estudio de la sagrada Ley3. Mas sin recursos y sin protección no encontraba modo de satisfacer su noble

Le vino por fin a la mente un medio de dar cumplimiento a sus deseos. Durante el día se entregaba a la fatigosa labor que le producía diariamente una mezquina moneda. Con la mitad de ésta se proveía de una parca comida, lo preciso para no morirse de hambre. Con la otra mitad restante iba muy entusiasmado al portero de la escuela de estudios y le decía: Esto es para ti, si me dejas entrar y colocarme de modo que pueda oír las palabras de los sabios El pobrecillo hizo durante un tiempo esta mísera vida, mas un día llegó a faltarle el trabajo y con éste el acostumbrado salario. Pero el infeliz no se acordaba del hambre, que comienza a punzarle; mas piensa en las lecciones que no podría escuchar; todo triste se presenta al portero y le ruega y suplica que le deje entrar. Mas el portero es inexorable. Desesperado, da vueltas alrededor de la casa, y mira y agudiza el oído, pero todo era en vano. Alza la vista a lo alto, se reconforta, toma 1

Rabí significa Maestro o Señor. El Talmúd es un tratado escrito entre el siglo II A. C. Y el II D. C. Versa sobre temas muy variados acerca de la vida y es principalmente una recopilación de comentarios de la Biblia (Antiguo Testamento). 3 La ley se le llamó a la Sabiduría Divina o También a la Toráh o Pentateuco, es decir, los primeros 5 libros de la Biblia. 2

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nuevos ánimos y diligentemente se trepa al tejado, se echa sobre el tragaluz de la sala y ¡oh, alegría! Los ve y escucha a todos. Pero esa noche transcurría un invierno muy frío. Por la mañana los sabios acuden nuevamente a la academia, y el presidente, dirigiendo en torno la mirada, dice a los colegas: -¿Qué oscura está la sala esta mañana?: más oscura que de costumbre, y sin embargo, el cielo está despejado. Los colegas miran alrededor, alzan los ojos y ¡Oh, sorpresa! Sobre la ventana del tragaluz descubren como la imagen de un hombre. Todos se precipitan fuera de la sala, suben al tejado, quitan una fina capa de nieve que lo cubría, caída durante la noche, y allí encuentran el pobre Hillel bajo la nieve, moribundo. Lo recogen piadosamente, le hacen entrar en calor, lo acuestan y lo curan. Luego los sabios dijeron: -En el juicio final se os pedirá cuenta del tiempo consagrado al estudio. Si alguno entonces quisiera disculparse de no haber atendido sus estudios porque era pobre y estaba totalmente ocupado en buscarse el sustento, la divina justicia le responderá: -¿Quizá seas tú más pobre que Hillel?

ESTUDIAR CON EL ALMA

l Maestro Dov Baer de Metzerich, quien era un estudioso de considerable erudición decidió visitar al Baal Shem Tov4 y ponerlo a prueba. Al verlo el Baal Shem Tov le preguntó -¿Sabes explicar doctrinas kabalistas? -Sí, respondió Dov Baer. Entonces el Besht le mostró cierto pasaje de un texto místico, el Dov Baer lo reflexionó unos momentos y enseguida lo explicó. -Me temo que en realidad no sabes nada –dijo Besht. Dov Baer miró de nuevo el texto y repuso: -Esa es la interpretación correcta, si conoces un modo mejor de explicarlo, por favor dímelo.

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Baal Shem Tov, significa portador del buen nombre. Maestro del siglo XVIII creador del jasidismo el cual es un movimiento espiritual inspirado en la Kabaláh, con tendencia hacia los cuentos, la alegría, la danza y la meditación. - 4 - Portal Hinéni – Arte y misticismo kabalista contemporáneo (1-1)

El Baal Shem Tov comenzó a explicar el pasaje, y mientras lo hacía toda la habitación se inundó de luz, una llama ardiente rodeó al que hablaba y ambos vieron presentes las fuerzas angélicas que mencionaba el texto. -Tú interpretación era correcta – dijo el Baal Shem Tov -, pero a tu modo de estudio le faltaba alma.

¿DÓNDE ESTÁ DIOS? na vez un hombre le preguntó a un niño y le dijo: – ¿Te doy una moneda si me dices dónde está Dios? A lo cual el niño respondió: –Y yo le doy dos monedas si me dice ¿Dónde no está?

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SI LA COMIDA NO LLAMA A LA MÍSTICA, LA MÍSTICA LLAMARÁ A LA COMIDA. n algún lugar del mundo se narraba esta historia cual moraleja nos da una enseñanza para la vida. Se trata de Zambra, un místico que recorría los templos llevando su música. Se decía que cuando vibraba su arpa y al escuchar su voz uno se sentía transportado hacia una gran dulzura y bienestar. Pero Zambra tenía una costumbre, antes de ejecutar su arte tomaba un buen vino y comía deliciosos manjares. Cierto día llegó hasta un templo y los sacerdotes que allí vivían lo invitaron a pasar pidiéndole que entonara esas embriagadoras melodías como él lo sabía hacer. Zambra aceptó de buen grado, pero, como era de esperar, les pidió a los sacerdotes un buen vino y manjares antes de cantar. Los sacerdotes acongojados le explicaron que allí no había casi nada para comer y que ellos se alimentaban de raíces y agua. Zambra quedó pensativo y luego de unos instantes les dijo, cantaré igual.

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Y así el aire se inundó de sus mágicas canciones, todos los que escuchaban sentían vibrar sus almas al compás de la música. Se dice que el viento llevó esa melodía desde el interior del templo hasta las afueras del desierto y una caravana de beduinos comenzó a escucharla y se dispuso a acercarse hacia ese recinto sagrado. En pocas horas eran innumerables las personas que se encontraban alrededor de Zambra escuchándolo. Al concluir sus canciones todos los presentes sentían haber pasado un momento inolvidable y en especial los beduinos que conformaban la caravana. Tal es así que en agradecimiento dejaron en el templo comida y bebida en cantidad, hasta se dijo que este templo comió y bebió a lo largo de un año. Al observar Zambra la abundancia de alimentos que había, exclamó a los sacerdotes: “Si la comida no llama a la mística, la mística llamará a la comida...”

ÁRBOL DE LA VIDA Y DE REENCUENTRO

ay una leyenda muy hermosa relacionada al Árbol de la Vida. Dos hombres hicieron una promesa frente a un árbol, ellos acordaron encontrarse un año más tarde en ese mismo lugar donde estaba el árbol. Los dos estaban enfermos y sospechaban que se iban a morir antes del año. Pero la promesa consistía en que si uno de los dos seguía con vida, iría a aquel árbol. Pasado el tiempo, uno de ellos llegó al lugar de la cita y se sentó a esperar a su amigo. Ni siquiera comía esperando a su hermano de la vida que viniera de tan lejos, la promesa se había cumplido. Pasaron los días y él pensó: si sigo aquí, me muero, entonces se retiró pero antes dejó una señal, en el árbol dibujó un arco. Luego llegó el otro hombre, se habían desencontrado por el tiempo y la enfermedad. Al ver la señal en el árbol dibujó una flecha y se fue.

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El primero volvió y al ver la flecha pensó, qué lástima que nos hemos desencontrado y dirigiéndose al árbol dijo: tú, árbol que fuiste testigo de este desencuentro, sabes cuanto yo quiero a este hombre ¿No podrías tú, hacer el gran encuentro, a esta altura de nuestra vida cuando el sol se está poniendo en el horizonte? Al poco tiempo aparece el otro hombre, se habían encontrado. El primero le dijo –“Espera, antes de abrazarte quiero agradecer a este árbol”...

MÁS ALTO QUE EL CIELO uenta la historia que había un gran sabio de cual todos sus discípulos decían que a la media noche él iba al cielo y se pasaba toda la noche allí, junto con Dios y que cuando el sol salía, él regresaba. Muchos hablaban de él. Este sabio era muy discutido porque había muchos sacerdotes de otras líneas de estudio que no creían que todas las noches iba al cielo. Pero una noche, un hombre que dudaba de este hecho se comprometió frente a un grupo de personas a que iba a ir al templo de este sacerdote y escondiéndose de noche en sus aposentos comprobaría si realmente iba o no al cielo. Esa misma noche este hombre se iría a esconder tras unos cueros en los aposentos donde dormía el sabio y así esperaría a que sea la media noche. Cuando entró en la habitación, como a las 23 horas, el sabio estaba dormido, descansando, pero al llegar la media noche entró un hombre y despertando le dijo: “Maestro, ya es la hora”. El hombre se retiró y quedó solo el sabio con el espía que se encontraba oculto y silencioso tras los cueros. Entonces el sabio comenzó a cambiar su atuendo y se vistió con unas ropas viejas de campesino, agarró una gran bolsa y echó trigo, tomó otra y puso cebada, también pasteles y así tomó todos los alimentos y los cargó sobre sus hombros. El espía que estaba viendo todo lo que hacía, pensaba: ¿Se lleva comida para el cielo? ¿Si en el cielo no se precisa todo eso? Ah, éste sí que no va al cielo. De repente el sabio salió de sus aposentos, el espía lo siguió de cerca hasta las afueras del pueblo y observó que entraba dentro de una

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choza, dentro de ella había una mujer paralítica y le dio un vaso de agua, le dio comida, le prendió fuego a su hoguera y se marchó. Fue a otra casa donde había una mujer con muchos niños y a esta mujer le faltaban las manos y le dio comida, y así, choza por choza seguía ayudando. El hombre que lo estaba observando oculto, se dio cuenta de la verdad. Al otro día cuando el espía fue a reunirse con su gente para contarles lo que había visto, le preguntaron – ¿Y este sabio va al cielo? A lo cual el espía respondió: ¡mucho más alto que el cielo, mucho más alto!

EL ESCLAVO Y EL AMO Hay una historia que proviene de las enseñanzas del Talmúd donde nos explica a modo de anécdota el concepto sobre la esclavitud y la libertad o mejor dicho el amo y el esclavo.

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n hombre muy anciano y enfermo tenía muchos bienes y grandes riquezas. Este hombre moribundo estaba en compañía de su preciado hijo y de un viejo

esclavo y servidor. Al poco tiempo murió y luego de las ceremonias de entierro se dio lectura a su testamento, que decía así: “Yo, en pleno uso de mis facultades mentales dejo todos mis bienes y riquezas, todo lo que fue mío, se lo dejo a mi esclavo, pero con una condición que es imprescindible para acceder a la herencia, mi esclavo deberá concederle un favor a mi hijo, el que él le pida, éste es mi testamento. El hijo que estaba escuchando quedó atónito y perplejo ante tal sentencia de su propio padre, el esclavo en cambio no podía disimular su sonrisa y alegría; pero también lo embargaba un gran asombro y desconcierto. Así, el esclavo pasó a ser el señor de todas las riquezas y único heredero, pero faltaba algo, que el hijo pidiera a su favor pues sin este requerimiento el esclavo no accedería a tan abundante tesoro. El hijo desconcertado fue a consultar a su Maestro, un hombre de edad, entrado en años y de gran sabiduría.

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Al comentarle lo sucedido y pedirle la orientación, el Maestro le dijo: - Mira, tú piensas que tu padre te abandonó, o que enloqueció al escribir tal testamento pero es todo lo contrario, tu padre tenía una gran sabiduría y temía por ti, por las ocultas ambiciones de su esclavo. Escucha bien, lo que tú tienes que hacer es muy sencillo, debes pedir como condición irrefutable que el heredero sea tu esclavo”.

LA FINALIDAD DE LA VIDA

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na vez un Maestro fue a una feria y vio como un hombre corría de un puesto a otro y de una puerta a otra de la feria. Después de varias horas de observar a este hombre, el Maestro lo llamó y le preguntó: Señor, ¿hacia dónde corre usted? Y el hombre le respondió: Corro tras mi sustento. A esto el Maestro contestó: ¿Y si su sustento estuviese detrás suyo? Y el hombre, entendiendo el mensaje, contestó: Y, me estaría escapando...”

¿DÓNDE ESTAN LOS ANTEOJOS? ay un hombre que busca sus anteojos y dice: Si no están aquí es que deben haberse escapado o alguien se los llevó. Qué ridículo, cómo pueden haberse escapado si no tienen piernas. Entonces alguien tiene que habérselos robado, tiene que tratarse de alguna persona que tiene anteojos o alguien que no los tiene. Pero si fuera una persona que ya tiene anteojos no se habría llevado los míos, si se los llevó alguien que no tiene anteojos será que no ve sin ellos, si no tuviese gafas y viese para qué necesitaría los míos, debe ser alguien que no tiene anteojos y tampoco ve, pero si no tiene anteojos y no ve cómo pudo encontrar los míos. Puesto que no se los llevó alguien que tenga anteojos y ve, ni se los llevó alguien que no tenga anteojos y no vea y puesto que no se fueron solos porque no tienen piernas, los anteojos deben estar aquí. Pero sin embargo yo veo que no están aquí... ¡dije: yo veo! Entonces tengo

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anteojos, si tengo anteojos pueden ser los míos o los de otra persona, pero cómo es posible que los anteojos de otra persona estén sobre mi nariz. Entonces si no son anteojos ajenos tienen que ser los míos, entonces aquí están.

LA PACIENCIA av Berida tenía un discípulo al cual había que repetir 400 veces la lección y entonces era cuando el discípulo la comprendía. Una vez el Maestro tenía que ir a hacer una obra meritoria pero antes explicó, como de costumbre, 400 veces la lección al discípulo; más éste no comprendía nada. -¿Por qué causa, hijo mío – le dijo el Maestro, - esta vez mis repeticiones no han tenido eficacia? -Señor, contestó el discípulo, cuando supe que te llaman de otro sitio, me obstiné en este pensamiento y con esta distracción no pude entender. -¡Pues bien! Comenzaremos de nuevo y repitió la lección otras 400 veces Entonces se escuchó una voz que dijo: - Quien vuelve sobre su estudio ciento y una vez, se hace más sabio que quien retorna cien veces.

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EL MAESTRO Y EL DINERO

ierta vez un predicador llegó a la ciudad donde enseñaba el Maestro Meír de Premysan y predicó un largo y maravilloso sermón. Antes de partir, fue a visitar al Maestro Meír para despedirse y encontró la casa llena de gente del pueblo que acudía a darle presentes de plata y oro. “¿A qué se debe que después de mi magnífico sermón nadie me ha ofrecido dinero, mientras que a ti te dan deliberadamente? Y el Maestro Meír dijo: -Sabido es que un Maestro espiritual influye sobre su gente y pasa sus rasgos de personalidad a aquellos a quienes enseña.

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Ahora bien; yo desprecio el dinero y todo lo que recibo lo doy a quienes necesitan. Los que están bajo mi influjo aprenden también a despreciar el dinero, y me lo traen. Pero tú amas el dinero y haces que aquellos a quienes predicas lo amen también; por eso no te lo entregan.

¿POR QUÉ NO FUI YO MISMO? uando muera y sea llamado al tribunal divino, Dios me preguntará: ¿Por qué no fui como Moisés o como David? Y yo sabré que contestarle. Pero cuando me pregunte ¿Por qué no fui yo mismo? ¿Qué le contestaré?

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EL MAESTRO Y EL BANDIDO abía un bandido que se llamaba Reish Lakish (jefe de bandidos en arameo) y mira y hay de espaldas un cuerpo hermoso. Lo va a conquistar creyendo que era una mujer. Pero cuando se dio la vuelta resultó ser un Maestro con una gran barba, era el Rav Iojanán. Y el bandido Reish Lakish le dice: -Con ese cuerpo dedícate mejor a las mujeres y no a la espiritualidad. Y el Maestro le responde: -Y tú con esa picardía mejor te dedicaras al estudio del conocimiento y no a asaltar a los caminantes. (La misma energía para asaltar a los caminos se necesita para comprender la ley) del Talmúd.

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EL ARTE DE COMPARTIR n hombre hambriento golpea la puerta de un kabalista, el cual se dirige a su huerto para darle algunos frutos a este pobre hombre. Pero resultó que todos los frutos estaban verdes y concentrándose dice una palabra mágica y hace madurar los frutos.

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El hijo escucha esa palabra que hace madurar los frutos y va hasta otro jardín donde también los frutos estaban verdes y dice la misma palabra mágica exacta, pero los frutos no maduran. Entonces el muchacho va al padre y narrándole lo sucedido le pregunta ¿Por qué no maduraron los frutos? Y el padre le contesta, muy sencillo hijo mío, es que no tienes a quien dárselos.

SOLO EL FRUTO uatro Maestros entraron al Pardés5 y solo el Maestro Akiva salió bien, los otros enloquecieron, uno murió y el último se hizo hereje o pagano. A pesar que un Maestro se convirtió a otra creencia, su discípulo el Rav Meir siguió estudiando con él. (llamado Ajer: el Otro en el Talmúd). Pero Rav Meir decía –que importa que se haya hecho pagano, yo tiro la cáscara (Klipá6) y me como el fruto. Solo los tontos cuando alguien señala la luna se quedan mirando solo el dedo.

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LA FE SENTIDA

n hombre fue a estudiar la Kabaláh a un pueblo vecino con un Maestro. Al cabo de unos meses cuando volvió a su pueblo, sus allegados le preguntaron: -¿Qué aprendiste? A la cual el hombre respondió: -Aprendí que Dios existe. Y sus amigos replicaron: -Pero eso, todos ya lo sabemos... Y el hombre dijo con voz profunda: No, ahora verdaderamente lo sé.

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Pardés significa literalmente Huerto o Paraíso, aquí hace alusión a una práctica meditativa antigua de contemplación de los diferentes cielos o estados de conciencia. 6 Klipá significa cáscara o corteza, es comparable la Kabaláh con la Nuez, pues hay que romperla para acceder a su fruto. - 12 - Portal Hinéni – Arte y misticismo kabalista contemporáneo (1-1)

LA NECESIDAD DEL OTRO uenta el Talmúd que alguien se enferma y viene un amigo y

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le dice: -¿Porqué te enfermas? ¿No ves que al final es para llamar la atención? ¿Qué beneficio encuentras en enfermarte? ¿Es solo una teatralización, una búsqueda de cariño? Vamos amigo, continúa diciéndole, levántate, recobra el ánimo, adelante. Y el otro, escucha y se cura. Y al poco tiempo el que le dijo todo esto se enferma y con un mensajero lo manda a llamar al otro y le dice: Repíteme todo lo que te dije. -Pero tú me lo dijiste a mí y con eso me curaste, replica el amigo. -Sí, pero uno a veces olvida las palabras y necesita escucharlas nuevamente.

OCUPARSE SIN PREOCUPARSE os Maestros van caminando a la vera de un río y ven que una mujer se estaba ahogando. Entonces uno de los Maestros va y rescata a la mujer desnuda, la toma en sus brazos y la lleva a un lugar seguro. Siguen caminando los dos Maestros y el que no hizo nada dice: Maestro ¿cómo te animaste a tomar a una mujer desnuda en tus brazos? y el Maestro le respondió: Sí, pero la dejé a salvo, en cambio tú la sigues cargando contigo.

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EL TESORO EN EL FONDO DE SU CASA

tzik de Cracovia sueña que en Praga cerca de un puente, de un río, un palacio y en una plaza hace un pozo y encuentra un tesoro. Itzik nunca había ido a Praga.

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Pero al despertar de su sueño viendo que era pobre se siente más pobre todavía. Entonces Itzik, habiéndose repetido el sueño numerosas veces decide emprender el viaje hacia Praga. Llega a Praga y todo era como un sueño, el palacio, el puente, el río, la plaza y comienza a cavar el pozo y entonces de repente aparece un policía y ve todo. Itzik le cuenta la historia de su sueño y el policía le dice: Señor, yo siempre sueño que me voy a Cracovia y golpeo la puerta de un hombre llamado Itzik y me hace entrar y resulta que en el fondo de su casa hay un tesoro y luego me despierto. Itzik vuelve rápidamente a su casa y cavando en el fondo de su jardín encuentra el tesoro.

EL FILÓSOFO Y EL MAESTRO n estudioso de la lógica va hacia un Maestro para que le enseñe el Talmúd. El Maestro le dijo: Primero vamos a hacerte una

prueba.

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-Supongamos que dos hombres bajan por una chimenea, uno sale con la cara limpia y otro sale con la cara sucia ¿Quién se lava la cara? Y el estudiante apresurado contestó: Es claro, el primero que se lava la cara es el que la tiene sucia. -Falso, declara el Maestro, se lava la cara el que sale con la cara limpia, eso está demostrado por la simple lógica, por ejemplo: el de la cara sucia observando que el otro la tiene limpia cree que la suya también está limpia, pero el de la cara limpia viendo que la del otro está sucia piensa que la suya también está sucia, así es que él es el que se lava la cara primero. -Nunca se me ocurrió eso, expresó el joven estudiante, por favor maestro sométeme a una prueba más. -Muy bien dijo el Maestro; vamos a comenzar nuevamente: dos hombres bajan por una chimenea, uno con la cara limpia, otro con la cara sucia, ¿Quién se lava la cara? -Ya tengo la respuesta, declaró el muchacho, se lava el de la cara limpia. - 14 - Portal Hinéni – Arte y misticismo kabalista contemporáneo (1-1)

-Lo siento mucho, anunció el Maestro, pero te equivocaste de nuevo, la respuesta obvia es que los dos se lavan la cara. Y esto también resulta de una simple lógica: El de la cara limpia viendo que el otro la tiene sucia cree que él también la tiene sucia y se lava la cara, entonces el de la cara sucia viendo que el otro se lava la cara, también se la lava. Los dos se lavan la cara. -No se me ocurrió otra alternativa, se lamentó penosamente el estudiante, pero por favor Maestro déme otra oportunidad más. -Está bien, dijo el Maestro. ¿Quién se lava la cara? -Ambos se lavan la cara, expresó enfáticamente el estudiante. -Otra vez falso, lo siento, la respuesta es que ninguno de los dos se lavan la cara y esto surge de la simple lógica. El de la cara sucia viendo la cara limpia del otro cree que él la tiene limpia y el de la cara limpia observando que el otro la tiene sucia cree que él también la tiene sucia, pero como ve que el de la cara sucia no se lava la cara, entonces él tampoco se la lava. Por lo tanto ninguno de los dos se lavan la cara. -Déme otra oportunidad y le probaré que puedo estudiar el Talmúd, dijo compungido el estudiante. -Tenés la última oportunidad, dos hombres bajan por una chimenea, uno con la cara sucia y otro limpia ¿Quién se lava la cara?. -Uno, exclamó preocupado el estudiante. -No te das cuenta, replicó el Maestro, que solo con la lógica no se puede estudiar el Talmúd. Pues, ¿Cómo es posible que si dos hombres bajan por una misma chimenea uno salga con la cara limpia y el otro con la cara sucia?.

FIEL A LA TRADICIÓN ras la muerte de un Maestro pidieron a su hijo que ocupe su lugar. Y el hijo, un gran sabio por cierto, hacía todas las cosas distintas de su padre. Los discípulos pensaron que iba a hacer lo mismo que su padre, pero era muy diferente. Entonces le dijeron: te elegimos porque eres hijo de tu padre pero tú no eres fiel a tu padre. Y el sabio les contestó: -Yo soy muy fiel a mi padre, pues mi padre no imitaba a nadie y yo tampoco.

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LA LOCURA Y LA NORMALIDAD (Raví Najman) n rey convocó un día a su consejero y le participó su angustia: He leído en las estrellas que todos los que coman de la próxima cosecha se volverán locos ¿Qué puedo

hacer?

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El consejero le responde: Nada más simple, Señor, no tocaremos la cosecha esa; la cosecha del último año no se ha agotado, tiene la libertad de requisarla y hay bastante para usted y para mí. (Ellos iban a comer de la cosecha anterior para no volverse locos). Entonces el rey dice: ¿Y los demás? ¿Y mis súbditos, los fieles servidores de la corona, los hombres, las mujeres? ¿No te olvidas de los niños? No me olvido de nadie, señor, pero vuestro consejero realista debe tener en cuenta las posibilidades: No tenemos suficientes reservas para proteger y satisfacer a todo el mundo, nos queda justo lo necesario para ustedes y para mí. Entonces el rey se entristeció y dijo: tu solución me disgusta, no hay otra que sea peor; no quiero separar y menos oponer, rehusó permanecer lúcido en medio de un pueblo que ya no lo es. Entraremos en la locura, tu y yo, como los demás. En un mundo delirante no sirve observar desde afuera. Pues los “locos” nos tomarán por locos. Sin embargo quisiera salvaguardar algo de nuestra gloria presente, y también de nuestra angustia: quisiera mantener vivo el recuerdo de nuestra tentativa y de esta decisión, quisiera que llegado el momento, tú y yo estemos conscientes. -¿Para qué Señor? Nos ayudará, ya lo verás, así podremos ayudar a nuestros amigos, quién sabe si gracias a nosotros los hombres sabrán resistir más tarde, aún si es demasiado tarde. El rey puso un brazo sobre la espalda de su amigo y le dijo: “grabaremos sobre nuestras frentes el signo de la locura y cada vez que te mire, cada vez que tú me mires sabremos que los dos estamos locos”

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EL PRINCIPE QUE SE CONVIRTIÓ EN PAVO (R. N.)

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n un país lejano, un príncipe perdió la razón. El hijo del rey creía ser un pavo. Se sentaba desnudo bajo la mesa real para comer las sobras, los huesos y las migas de pan, como

un pavo. Todos los médicos del reino, los mejores, fueron convocados por el rey desesperado. Pero todos los afamados especialistas se declaraban incompetentes. Un día un sabio desconocido se presentó en la corte y dijo “Creo que puedo curar al príncipe ¿me permiten probar? El rey consintió y el sabio para la sorpresa de todos se quitó sus ropas, fue a reunirse con el príncipe debajo de la mesa y se puso a cloquear como un pavo. Desconfiado el príncipe le preguntó: ¿Y tú quien eres? - Y tú quién eres, respondió el sabio. -Soy un pavo, replicó el otro -También yo soy un pavo, repuso el sabio. Así pasaron un tiempo sentados juntos, hasta que se habituaron el uno al otro. Entonces el sabio indicó que le arrojaran una camisa, y dijo al príncipe: -¿Tú crees que un pavo no puede usar camisa? Por cierto que puede usar camisa y seguir siendo pavo. De modo que ambos se pusieron camisa. Poco después, el sabio indicó que le arrojaran unos pantalones, y como antes, dijo: -¿Crees que porque alguien use pantalones no puede ser un pavo? Y ambos se pusieron pantalones. Así siguieron hasta quedar completamente vestidos. El sabio indicó que les colocaran la comida preparada sobre la mesa y le dijo al hijo del rey: ¿Crees tú que porque uno coma buena comida no puede ser un pavo? Sí que puede. Y así ambos comieron juntos. Después de eso, dijo al príncipe: - No crees que es suficiente para un pavo comportarse como un hombre para volverse humano, puedes hacer todo con los hombres, en su mundo, aún para ellos y sin embargo permanecer siendo un pavo. Y el príncipe convencido retomó su vida de príncipe.

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LA ORACIÓN ESPONTÁNEA abía una vez un campesino iletrado que no sabía orar, y le decía a Dios: -Señor del universo, tú sabes que si tuviera vacas y me las dieras para cuidar lo haría gratis, aunque cobro salario a todos los demás. Lo haría por ti porque te amo. Cierto sabio lo encontró en el campo y le escuchó orar de esa manera y le dijo: Necio, no debes orar así. El campesino le preguntó cómo hacerlo, y el sabio le enseñó el orden de las plegarias como están en el ritual. El sabio se alejó y el campesino no tardó en olvidar lo que se le había enseñado de tal manera que no oró más. Sentía temor de orar como lo hacía antes, ya que el sabio le había dicho que estaba mal decir esas cosas. Esa noche el sabio fue reprendido en un sueño y se le dijo que si el campesino no retornaba a su oración espontánea a él le sobrevendría gran daño, pues había robado a Dios algo muy precioso. Al despertar, el sabio acudió presurosamente al campesino y le preguntó como oraba ahora. El campesino le respondió que no oraba más, ya que había olvidado las plegarias que le había enseñado y tenía miedo de orar como antes. El sabio le rogó no hacer caso de lo que le había dicho y retornar a su verdadera y espontánea oración. Raví Iehudá (Sefer Jasidim)7

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TODO ES PARA BIEN

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aví Akiva enseñaba a sus discípulos que debían acostumbrarse a decir: “Todo lo que el misericordioso hace es para bien” (Gam zu leTova).8

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Sefer Jasidim es el Libro de los Piadosos. La oración Gam zu Letová significa “También esto es para bien” o “Todo es para bien”, es una fórmula de meditación permanente para reestablecer la fe. La misma será profundizada más adelante. 8

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Ocurrió una vez que el Maestro Akiva había llegado al anochecer a una ciudad y trató de encontrar un lugar donde alojarse, pero sin resultado. Entonces dijo “Todo lo que el misericordioso hace es para bien”, y se alejó a pasar la noche en los campos. Llevaba consigo un gallito, un asno y un candil. Durante la noche vino un viento que le apagó el candil, vino un gato y le comió el gallito y una bestia salvaje vino y le devoró el asno. Al darse cuenta, dijo: “Todo lo que el misericordioso hace es para bien”. Cuando volvió a la ciudad en la mañana se enteró que había sido saqueada durante la noche por una banda de soldados vagabundos. Comentaba después a sus discípulos: No os decía que todo es para bien... Si el candil hubiese permanecido encendido, rebuznado el asno o cantado el gallo, los soldados pudieron haber acudido a investigar adonde Raví Akiva estaba, y haberle dado muerte.

LA PIEDRA PRECIOSA (del Talmúd) afra tenía para vender una piedra preciosa. Los mercaderes le ofrecían 5 monedas por ella pero él quería 10 y no se cerró el trato. Safra resolvió consigo mismo ceder la piedra preciosa al precio de 5 monedas que le habían ofrecido. Al día siguiente los negociantes volvieron en el momento en que Safra estaba entregado a la oración. -Señor, le dijeron, venimos a cerrar el trato. ¿Quiere darnos la joya en el precio ofrecido? Y Rav Safra permanecía mudo. Bueno, bueno, no te enojes, añadiremos aún 2 monedas más. Y Safra permanecía mudo. Vamos, sea como quieres, ten las 10 monedas. Entonces Rav Safra que ya había terminado su plegaria dijo: Señores, estaba orando y no he querido interrumpir mi oración. En cuanto al precio de la piedra, ya había yo resuelto darle al precio de ayer. Me daréis, pues 5 monedas, no puedo tomar más.

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LA ZORRA Y LA VIÑA na zorra miraba ávidamente a una viña cercada por todas partes, y no encontraba modo de entrar en ella. Daba vueltas y más vueltas hasta que finalmente descubrió entre la maleza un resquicio: se lanza hacia él impetuosamente, mas la abertura era demasiado estrecha y apenas si podía meter por ella la cabeza. Golpea y empuja pero todo era en vano. Entonces la zorra piensa : ”Si yo pudiera adelgazar mucho, pasaría por este agujero”. Para esto estuvo tres días sin probar alimento. La pobrecita se puso tan delgada y fina que parecía un palillo descortezado. Muy contenta se escurre por el estrecho agujero y entra triunfal a la viña; allí pudo desquitarse de cuanto había padecido, y pasó algunos días contentísima en la más grande abundancia. Llegado el tiempo de salir por miedo a los amos de la viña, que debían llegar pronto, corre a su agujero y mete dentro la cabeza. Pero la desgraciada en aquellos pocos días de abundancia, había engordado tanto que no podía pasar por allí. Triste, retorna adentro y se determina a repetir la primera prueba, se condena de nuevo al ayuno, y adelgaza tanto que vuelve a pasar por el agujero, pero estaba tan flaca la pobrecita. Cuando estaba afuera dirigió una mirada melancólica a la viña y dijo: Adiós, no me agarrarás más, tienes dulcísimos frutos, ¿más qué importa? He salido tal como entré.

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¡FELICIDADES! y BENDICIONES Ahora conteste el cuestionario completo. Al enviar las respuestas recibirá el segundo módulo de la primera materia (1-2):

“INTRODUCCIÓN A LA KABALÁH” Que le encuentre el SABOR al SABER. Bendiciones, Ione Szalay (Director) [email protected] / www.portalhineni.com.ar

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