Historia Del Patriarcado

El origen del patriarcado Introducción Para comprender cómo fue que llegamos a vivir con el patriarcado, debemos retroce

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El origen del patriarcado Introducción Para comprender cómo fue que llegamos a vivir con el patriarcado, debemos retroceder hasta el origen de la humanidad, que se puede dividir en dos etapas o dos grandes períodos de tiempo: la prehistoria y la historia. También podemos pensar así: Cuando calculamos la cosecha de frijol, no lo hacemos contando cada grano. Lo hacemos contando arrobas o quintales. Así es en la historia de la humanidad: cada frijolito es el tiempo que dura la vida de una persona y cada quintal son miles años. La prehistoria Empezó hace 4 millones de años, cuando aparecieron los primeros seres que parecían humanos. La prehistoria se divide en: 1- periodo paleolítico o la edad de piedra tallada 2- periodo neolítico o la edad de la piedra pulida El ser humano ya más parecido a nosotros apareció hace 2 millones y medio de años. Es al final de la prehistoria que podemos decir que nació el patriarcado, es decir, hace unos 8 mil años: 6,000 años antes de Cristo, más los 2,000 años de nuestra era. Historia Este periodo comenzó hace unos 3, 500 años antes de que naciera Cristo, es decir, hace unos 5 mil años antes de nuestro tiempo, dado que estamos en el año 2009. La prehistoria más o menos se convierte en historia cuando se inventa la escritura. Y como el patriarcado arrancó hace 8,000 años, empezó antes de que se inventara la escritura. Las primeras humanas y humanos El homo habilis Fueron los primeros humanos en evolucionar de los primates, hace 2.5 millones de años. Medían 1.55 de estatura. Eran robustos y ágiles. Caminaban erguidos (de pie) y usaban bien sus manos. Sabían usar el fuego, pero no podían encenderlo ni mantenerlo. Vivían en cuevas. Para alimentarse, andaban de un lado para otro recogiendo semillas, raíces, frutas y a veces comían carne. Como aprendieron a andar en dos pies, a las mujeres se les estrechó la pelvis. Esto hizo que los partos se les adelantaran y que el bebé naciera más indefenso y necesitara mucho más tiempo para desarrollarse. En cambio, sabemos que muchos animales necesitan poco tiempo para desarrollarse desde que nacen. Algunos caminan al nacer.

El homo erectus Después, se evolucionó hasta la especie que se llamó homo erectus. Fue hace 1 millón y medio de años. Era un poco más alto y tenía el dedo pulgar más separado. Podía hacer herramientas como el hacha de piedra. Aprendió a conservar el fuego, pero no podía encenderlo. Su cerebro era más grande que el de los homos habilis, pero todavía más pequeño que el nuestro. El cerebro de un bebé homo erectus era sólo un poco más pequeño que el de un adulto. Esto hacía que tardara poco en crecer y ser independiente. En cambio, el cerebro de los bebés actuales es mucho más pequeño que el de los adultos. Esto hace que tarden más en crecer y necesitan más tiempo de sus progenitores. Los homos erectus vivieron en la tierra más tiempo de lo que llevamos nosotras y nosotros. Más o menos diez veces más. El homo sapiens Los siguientes humanos en la evolución fueron los homo sapiens. Fue hace unos 250 mil años. Vivieron en un tiempo en que la tierra estaba congelada. Había mucho hielo y nieve. Por eso construían sus hogares debajo del suelo o en cuevas. Sabían usar el fuego para calentarse y se cubrían con pieles. Tenían mejores herramientas de piedra. Esta especie duró poco tiempo, apenas unos 210 mil años. El homo sapiens sapiens Nosotras y nosotros pertenecemos a la última especie que ha evolucionado. Somos homo sapiens sapiens. Aparecimos hace unos 40 mil años, lo que es una nada en comparación al tiempo que vivieron las otras especies. Nuestro cerebro es más grande que el de las especies pasadas. Hemos poblado todo el planeta, descubrimos la agricultura y la domesticación de animales. Esos descubrimientos hicieron posible que pudiéramos cambiar la organización económica y social. Las especies anteriores a la nuestra vivieron de la recolección y la caza. Su organización social no era tan compleja. No existían grupos familiares como los que conocemos. Durante los primeros 32 mil años de existencia del homo sapiens sapiens – nuestra especie - no había relaciones de dominio sobre las mujeres, es decir, que no había patriarcado. La vida en el paleolítico: Coyol quebrado, coyol comido Nómadas y cazadores En los tiempos paleolíticos, la gente recogía plantas, frutas y raíces. También comía insectos y algunos animales pequeños. Para poder recolectar alimentos, tenían que caminar grandes distancias. Era mejor ir en grupo para protegerse de los animales salvajes. Con el uso de la piedra y el fuego, la vida se hizo un poco más fácil. Se mejoraron las armas para cazar y el homo erectus trabajó en equipo para matar animales grandes como el mamut, que era un elefante antiguo. También cazaba bisontes que eran parecidos a los bueyes.

La vida era dura. Hubo extrema escasez. La gente no tenía ningún control sobre la naturaleza, no domesticaban animales como lo hacemos ahora con las vacas, cabras y cuches. Tampoco se conocía la agricultura, por eso se conservaba el grano. Además, era obligatorio andar en grupo para protegerse. A estos grupos se les llama hordas. Abandonar la horda era la muerte segura. En estos grupos todas y todos manejaban las armas para defenderse y cazar. Se hacían grupos para cazar, pero al repartirse la carne del animal cazado, cada quien agarraba por su lado. Las relaciones entre el grupo no eran de sangre como ahora las conocemos. No era importante ser hermano, madre, padre, hijos, primo, cuñado u otro parentesco. Cuando nacía un bebé, el grupo entero se encargaba de su cuidado y alimentación. Hay que tomar en cuenta que a los 11 años ya eran adultos y sólo podían vivir unos 30 años. Vivían en igualdad, pero era una igualdad en la miseria. Es decir que era impuesta por las condiciones. No existían personas privilegiadas que podían estar sin trabajar. Mantener a alguien improductivo era una carga para el grupo. La naturaleza era dura y por eso sobre vivían las y los más aptos o fuertes. Por eso morían muchas niñas y niños, y las mujeres embarazadas o criando eran más vulnerables, así como las personas ancianas y enfermas. Se morían fácilmente. La primera división del trabajo en el paleolítico En este tiempo se dio la primera división del trabajo por sexos. Los hombres se dedicaban cazar y pescar. Las mujeres recogían frutos, cazaban animales pequeños y hacían otras actividades cerca de donde estaba el grupo. Esta división del trabajo se daba por las diferencias corporales. Una mujer embarazada y dando pecho debía ocuparse de eso casi toda su vida adulta. Las mujeres tenían muchos embarazos, aunque muchos bebés se morían pequeños, no se lograban criar. Pero esta división no hacía que los hombres fueran más importantes que las mujeres. Por el contrario, las mujeres ocupaban un lugar de privilegio pues su capacidad de tener niñas y niños parecía mágica. No se conocía de la participación del hombre en la reproducción. El matriarcado que nunca existió Algunas personas estudiosas decían que las mujeres eran las que dominaban al grupo en el pasado, es decir, que la sociedad era dominada por el matriarcado, así como hoy es dominada por patriarcado. Eso es falso. El matriarcado no existió. Nunca hubo un dominio de las mujeres sobre los hombres. En realidad, las sociedades daban a la mujer un lugar privilegiado por su capacidad de tener hijas e hijos. Como no se sabía que el hombre participaba en la reproducción, no existían lo que hoy llamamos lazos de sangre. No habían familias, o familiares, hermanos, tíos, primos etc. Las sociedades sólo reconocían a las madres y eso les daba un lugar de privilegio; pero no de dominación. A este tipo de organización social le llamamos matrilineal. Los grupos se identificaban con la madre, no sabían que también había un padre.

LA REVOLUCIÓN NEOLÍTICA La miseria en la que se vivía en el neolítico sólo se pudo superar cuando se descubrió la agricultura y la domesticación de animales. Es probable que las mujeres hayan sido las que descubrieron la agricultura. ¿Cómo fue posible esto? Observando y comparado la naturaleza con la vida de la mujer. Las mujeres tenían que pasar largos periodos dedicadas al embarazo y la lactancia, sin salir muy lejos. Esto permitió que observaran la naturaleza y la compararan con su ciclo menstrual, así comprendieron que la naturaleza tiene ciclos también. La tierra tiene tiempos secos cuando es menos fértil y tiene tiempos húmedos cuándo es más fértil. Como el invierno y el verano. Poco a poco dominaron a voluntad las plantas que nacían en tiempo de lluvia. Las mujeres también inventaron la alfarería, el tejido y otras actividades productivas. Estos descubrimientos se hicieron hace unos 8 mil años. Poco tiempo si lo comparamos con el tiempo que ha durado la humanidad. Estos cambios fueron importantes pues la vida cambió completamente. La gente aprendió a usar la fuerza del buey y del viento. Se inventó el arado, la cerámica, el telar, el horno, la cestería, el carro de ruedas, las canoas y el bote de vela. En este periodo comenzó la revolución neolítica. Es decir, que empezó hace unos 8 mil años y terminó hace unos 5 mil años. Y la vida cambió Hablamos de revolución neolítica porque la vida cambió de muchas maneras: -

Mejoró la alimentación, pues la agricultura dio más alimentos de los que se podían consumir. Como la gente ya no tuvo que andar de un lado para otro para conseguir alimentos, se descubrió que se podía domesticar animales y aprovechar la leche, carne, pieles, lana y otros productos. Para cuidar los cultivos, se dejó de andar de un lado para otro recolectando frutos. Así nacieron las aldeas o comunidades. Ya no morían tantas niñas y niños y la población creció. La gente ya no se moría tan joven.

La gente pasó de ser recolectora a productora de alimentos. Nacieron otros oficios y algunas personas tuvieron que dedicarse a estos para especializarse. Así se hizo una mayor división social del trabajo. Nace el comercio Sabemos que las naranjas se dan mejor en tierras altas. Y los cocos se dan mejor en las playas o tierras calientes. No todos los alimentos se dan en los mismos sitios. Por eso unas comunidades se dedicaron a cultivar unos tipos de granos y otras se dedicaron a otros tipos. Después cambiaban los granos, frutas, cestas y otros productos, con otras comunidades, estos intercambios se llamaban trueques. Así nació el comercio.

Aparecen las primeras familias Aunque la agricultura ya se había descubierto, la caza, la pesca y la recolección de frutos siempre fue tarea importante. Las personas dominaron la agricultura poco a poco. Se dieron cuenta que era una actividad de grupo, social. Los grupos pasaban por periodos improductivos, pues debían esperar a que creciera el grano para cosecharlo. Esto provocó que la sociedad cambiara su organización. Nacieron las tribus. Las tribus estaban compuestas por grupos pequeños llamados clanes. Los clanes eran matrilineales. Las familias se establecían por línea materna. Todas y todos venían de una madre reconocida. El padre era ignorado pues no se sabía que el hombre también ponía su parte en la reproducción. Las mujeres, un tesoro codiciado Las mujeres eran las que reproducían a los nuevos miembros del clan, o dicho de otro modo, eran las que reproducían la fuerza de trabajo o sea las nuevas generaciones de productores de alimentos y bienes. Por esta razón eran consideradas un “bien” al que había que cuidar. Si una tribu contaba con pocas mujeres sanas para seguir teniendo hijos, ponía en peligro su existencia. Debido a esto, surge el rapto de mujeres y la guerra. El cazador se convierte en guerrero. Las armas pasaron a ser propiedad de los hombres. De esta manera, las mujeres se encontraron en situación de dependencia e inferioridad. No porque fueran débiles, sino porque su tarea de reproducir la especie las obligaba a cuidarse. No debían pelear porque corrían el riesgo de resultar heridas o muertas. Los hombres debían organizarse para protegerlas de los ataques de otras tribus. No importaba si ellos salían heridos o morían, la reproducción no estaba en peligro. Las mujeres empezaron a ser más recluidas en el hogar, creyendo así salvaguardar la capacidad de reproducción. El reparto de mujeres Al guerrear se reducía el número de trabajadores para la siembra y el ganado. Las tribus debieron buscar formas pacíficas para distribuir las mujeres para la reproducción. Si la mujer pasaba a otra tribu, siempre estaría encargada de la reproducción. Poco a poco la línea materna será sustituida por la línea paterna. El patriarcado – o dominio del hombre - empieza a establecerse, lentamente gana terreno. Los siguientes son los factores que provocaron su surgimiento:

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La producción de alimentos aumentó y hubo un sobrante para almacenar. Todos los seres humanos pudieron establecerse más tiempo en un solo lugar. Los hombres tuvieron control de las armas para proteger el sobrante almacenado de los alimentos y a las mujeres. Las mujeres fueron confinadas al hogar. Las mujeres se dedicaron de forma cada vez más exclusiva a la reproducción y al trabajo doméstico.

La organización social cambiaba lentamente hacia el patriarcado. LA FAMILIA, LA PROPIEDAD PRIVADA, EL ESTADO Y EL PATRIARCADO El excedente Con la agricultura y la domesticación de animales se produjo más de lo necesario para subsistir. Las comunidades debían cuidar a los animales y almacenar la cosecha excedente que no se consumía de inmediato. En un principio el excedente no fue muy grande y no cambió en mucho la estructura social. Pero cuando fue mucho mayor, la sociedad cambió profundamente. Ya no fue necesario que todos trabajaran para producir alimentos y surgieron nuevas tareas. -

El excedente debía cuidarse del robo. Los que lo vigilaban acumularon las armas. Durante las guerras por el excedente los prisioneros podían ser alimentados. Se les perdonaba la vida a cambio del trabajo forzado. Nació la esclavitud. El trabajo de los esclavos aumentó más la producción y el excedente. Pero los esclavos eran el enemigo viviendo dentro de la comunidad. Debido a este peligro, hubo mayor control de las armas para evitar levantamientos.

Así, quienes cuidaban el excedente no debían trabajar para producir alimentos; pero debían ser mantenidos con el trabajo de los demás. El excedente cambió la sociedad La sociedad empezó a organizarse en torno al excedente. Cuando aparecieron personas ociosas que no trabajaban para producir alimentos, sino para encargarse del excedente, el trabajo se dividió en manual e intelectual. Poco a poco el excedente pasó de ser un bien común a ser propiedad de quien lo administraba. La propiedad privada había nacido. Con el trabajo intelectual surgieron personas que pudieron encargarse de la ciencia y la técnica para mejorar la producción. Esto llevó a la invención de la escritura. Esta división del trabajo fue la base para que aparecieran las clases sociales.

La sociedad se dividió en clases dominantes que se apoderaban del excedente y las clases dominadas, que producían alimentos. Los conflictos sociales no tardarían en aparecer. Y no es posible mantener unida a una comunidad divida en clases sólo con el uso de las armas. Surgieron entonces los jueces, jefes, reyes. También surgieron quienes se encargarían de dominar las mentes de las personas: sacerdotes, funcionarios, filósofos. Habían nacido las clases sociales, donde las productoras y productores eran apartados del poder de decidir, del poder político. Los ancianos y el poder divino Antes del aparecimiento de la agricultura, las personas ancianas eran un grupo vulnerable. Pero con la agricultura se volvieron líderes de la comunidad. ¿Cómo fue que obtuvieron ese poder? Veamos. Las nuevas generaciones recibían la semilla para sembrar de manos de una generación anterior. Y así seguía una cadena, donde los mayores entregaban la semilla a sus menores. Así los jóvenes debían estar agradecidos con sus mayores. ¿Pero a quién debían agradecerle los ancianos? Pues a sus ancestros. Para mantener a los ancianos se les debe dar el parte del producto excedente. Poco a poco surge el mito de un poder divino, de un dios, que regaló la semilla a los ancianos y les otorgó el poder de dirigir a la comunidad. La nueva familia patriarcal La familia que antes fue matrilineal, poco a poco se fue volviendo patriarcal, y así se ha mantenido hasta hoy en día. Surgieron cada vez más maneras de dominio del hombre sobre la mujer. Para mantener el poder sobre ellas fue necesario instituir la monogamia, es decir, la fidelidad de la mujer hacia le hombre. Pues así se aseguraba que los hijos de la mujer fueran realmente hijos de su marido, el propietario de las ramas, herramientas, tierras, animales y otros bienes. Poco a poco las mujeres dejaron de ser productoras y fueron relegadas al hogar para ser sencillamente reproductoras. Surge la división entre las cosas públicas y las privadas, entre el mundo del trabajo y el mundo del hogar. Federico Engels dice: “El derrocamiento del derecho materno fue la gran derrota histórica del sexo femenino en todo el mundo. El hombre empuñó también las riendas de la casa; la mujer se vio degradada, convertida en la servidora, en la esclava de la lujuria del hombre, en un simple instrumento de reproducción.” La familia que hoy conocemos no fue igual desde el inicio. Fueron los romanos los que hicieron las primeras leyes para proteger los derechos del hombre sobre la mujer. Los bienes del hombre pasarían a sus hijos varones, y si no tuviera hijos, los bienes pasarían a su pariente más próximo por línea sanguínea masculina.

A este poder se llamaba patria potestad, y le daba derecho a decidir sobre la vida o la muerte de todo el grupo familial, que incluía las y los esclavos. Sólo el ciudadano libre podía participar en la vida política y económica. Los esclavos y las mujeres no podían aspirar a eso. Esta organización familiar se mantenía porque las leyes, la iglesia y hasta la misma familia los enseñaban así. La familia patriarcal era un mandato divino,: se decía que siempre había sido así, que era natural. Se ocultaba la verdadera historia de cómo las mujeres llegaron a ser esclavizadas y destinadas al trabajo doméstico y a la reproducción. ¿Por qué existe todavía el patriarcado? A pesar de que las sociedades han desarrollado, el patriarcado todavía se mantiene, se mantiene a pesar de los cambios sociales. ¿Cómo se logra esto? Hay dos maneras de mantenerlo, una es por coerción (a la fuerza) y otra es por consentimiento (se está de acuerdo). Coerción. El patriarcado se impone a través de leyes, costumbres y normas sociales. En algunos países las mujeres que desobedecen estas leyes son castigadas hasta con la muerte. Consentimiento. Al crecer con estas ideas, llegamos a pensar que el patriarcado siempre ha existido, que es mandato divino y por lo tanto así debe ser siempre. Fuente: (Documento compilado para el “Diplomado en Equidad de Género “desarrollado por FES Jorge Arias Gómez, julio-agosto 2015)