Historia Del Distrito de Comas

UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS AUDI V\ Santiago Tácunan Bonifacio Lim a - 2000 ARCHIVO SEMINARIO DE HISTOR

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UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE SAN MARCOS

AUDI V\

Santiago Tácunan Bonifacio Lim a - 2000

ARCHIVO SEMINARIO DE HISTORIA ■SOSái ANDINA - UNMSM.

HISTORIA DEL DISTRITO DE COMAS DESDE SUS ANTECEDENTES PREHISPÁNICOS HASTA LOS PRIMEROS AÑOS DE FUNDACIÓN

HISTORIADEL DISTRITO DE COMAS Santiago Tácunan Bonifacio ■ LIMA 2000 Seminario de Historia Rural Andina - JN M SM Andahuaylas 348 -Lima 1 CARÁTULA IMPRESIÓN DIBUJOS

: Juan Zárate Cuadrado : Miguel Pinto Huaracha : Carlos Rojas Feria .

A sá s padres (Basitia y Aparielo)., a mis hemiarias (María, Pfelida y Beateia) y sobrinos (Jessfca, Patricia. José Carlos y Gracia) de quienes, a diario redI»A i^ as: para seguir ^f^elaírte,,..;

ARCHIVO SEMINARIO. DE HISTORIA ftUBÁt ANDINA - ÜNMSM.

ÍNDICE

PRÓLOGO

IN m O D U C CÍÓ N Fág.

CAPÍTULO I DESCRIPCIÓN DEL ESPACIO FÍSICO Y GEOGRAFICO i e l c l i m a ................. .................................................................... 2 1. Pisos ecológicos 2. Los valles R EL BÍQ CH ULÓN ..................................................... ...................... 4 1. Valles del río Chillón 2. Recursos alimenticios , 3. Economía costeña

CAPÍTULO II C'; "" ÉPOCA PREHISPÁNICA

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‘J'V“V'/

L OCUPACIONES HUMANAS EN EL VALLE DE CÁRá BAYUX).............................................." 1. Etapa, Lítiea 2 . Etapa Arcaica 3. Horizonte Temprano 4. Mermedio. Tempano 5. Horizonte Medio 6. Intermedio Tardío 7. Horizonte Tardío

.....15

CAPÍTULO r a ÉPOCA COLONIAL I EL VALLE DE CAILABá YLLG VISTO POR LOS CRONISTAS........................................................ -42 iL PRIMEROS AÑOS DE CONQUISTA.................................... .,...48 1. Situación demográfica 2, Primeros ordenamientos económicos 3. Los primeros encomenderos 4, Las reducciones indígenas Iff. LAS HACIENDAS EN EL VALLE DE CARABAlfLLO ........' 1. Unidades productivas 2. Las haciendas y sus funciones 3. Estructura interna 4. Producios elaborados 5. Funcionamiento TV. LA IRRIGACIÓN EN EL VALLE DE CARABAYLLO....................... ......................................................85 1. Antecedentes prehispámeos 2. Época colonial 3. El riego como método de cultivo 4. Castigos y sanciones 5. Reclamos y denuncias .V. LA HACIENDA C O M A S ¿ v. ó 1. Origen1 2 . Fanegadas de cultivo 3. Arraidatarios 4. Amoldamiento 5. Caída d élas pensiones \ 6. Fuerzas productivas v 7. Producción 8. Vinculación con otras haciendas H

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VI. LA HACIENDA COLLIQUE........................................ 1. Origen 2. Fanegadas de cultivo 3. Linderos 4. Cuentas: censos, capellanías, buenas memorias J. Fuerzas productivas 6. Producción

.126

CAPÍTULO IV ÉPOCA REPUBLICANA 1 SITUACIÓN DE LAS HACIENDAS COMAS Y COLUIQUE ................................................ .................1«5 1. Antecedentes socio-económicos 2. Hacienda Comas 3. Hacienda Collique É CRÉC3MIENTO im íO C íR Á F lC O ........... .................................187 1. Causas: Cifras EL FUNDACIÓN DEL DISTRITO DE COM AS.......................... 195 1. Antecedentes 2. Invasión,de las haciendas Comas y Collique 3. Creación po líbica 4. Nuevas invasiones

CONCLUSIONES ANEXOS FUENTES DOCUMENTALES BIBLIOGRAFÍA GENERAL

III

PRÓ LO G O

La historiografía peruana más reciente tiene motivaciones y metodologías que no eran las de ha,ce apenas dos décadas. Quizás jxsrque entre tanto han ocurrido cambios sociales generalizados que áféctah- Sacomposicion social de estudiante^ profesares o historiadores activos; así como e! futuro qué pueden esperar como guapos ó personas. Los diversos grados dé conciencia de esta- situación empieza» a estar reflejados en la elección de los temas y ei modo de tratarlos;' En la investigación de Santiago Tácunan el personaje central es un populoso distrito limeño con una historia aparente detrás suyo de no más de tres décadas. Un distrito que es la residencia del propio historiador, su escenario vital, el sitio de sru familia, un lugar para ser explicado y que solo puede serlo a través del tiempo.

A. partir de esa. motivación el historiador tiene que hacer histori y también algo más. Esta investigación por eso insume ciatos arqueológicos y de antropología junto con la recopilación documental y las informadones estadísticas más recientes. Lo que surge de su lectura no es tanto una sucesión de épocas; porque el efe de !á investigación son los problemas de vivienda, trabajo, inquietudes, cultos religiosos, etc. Comas, es un espacio ejemplar. Sus primeras ocupaciones arqueológicas registradas fueron del tipo coraunal/sefiorial para luego convertirse en hacienda corante d. váre bato y en propiedad popular individualizada en el curso de este siglo. Sobre su espacio hm convergido, como ío dice Tacunan, c o n iste s migratorias signadas frecuentemente por la violencia: aymaras y quechuas- sobre yungas, españoles sobre todos ellos y por encima nuevamente la. presencia

V

popular. Así evolucionó un proceso cultural segmentado por aportes extemos y tendencias seculares propias acordes de algún modo coa diferentes circuitos geopolítieos. Nadie puede privilegiar cualquiera, de los cuatro capítulos diseñados por Santiago Tácunaa. Quizás» ski embargo la Sedación del distrito de Comas siendo lo último vendría a ser lo primero; ya que sólo por que. Comas es hoy un. distrito» nos interesa, saber cuando fue hacienda o. templo pre-inca. Es probable que la investigación ele Santiago Táeunan sobre Comas constituya en el futuro un modelo que de ser .generalizado «os proporcionaría una historia municipal de Lima de larga, duración. De este modo cada uno de estos distritos populares fortalecería su propia Identidad y autoestima y estaría en mejores condiciones para, diseñar m propia acción político-social.

Pablo Macera

VI

INTRODUCCIÓN

I. FIM 3Á M EN TA CIÓN Hasta hace algunas décadas, los distritos limeños recién fondados comenzaron a experimentar una serie de cambios que ponían en peligro el desarrollo y estabilidad de Lima tradicional. Esta situación obligó a las autoridades municipales y gubernamentales a buscar soluciones rápidas. Los primeros esfuerzos obtuvieron resultados negativos, en vista de no considerar a la población existente en ella, como un elemento activo de solución. Superado este inconveniente, se dio paso a la organización de la población para que de forma ordenada y sistemática, participe de los planes de desarrollo distrital. Al poco tiempo de iniciada la labor. las autoridades se dieron cuenta que los pobladores, provenientes de distintos puntos del país, no encontraban lazos de integración e identificación con su distrito. Aunque diversos fueron los análisis que se realizaron tetando de encontrar las causas del problema., el resoltado final apuntaba al desconocimiento de la historia de! lugar en.clan.de vivía»; así como de su propia historia colectiva y personal como .fundadores residentes. Se dieron visos de solución 'estableciendo en los programas oficiales de enseñanza, un capítulo destinado ai estudio de la historia local. Establecer su dictado era sólo paite de la solución, pues al no incentivas- la investigación de las historias distritales, los profesores nada o casi nada pudieron y pueden hacer para fomentar ei conocimiento histórico del distrito. El escaso material bibliográfico ha sido y es uno de los grandes inconvemente que se presenta en casi todos los'distritos que conforma» la. gran Lima. Con la reconstrucción histórica del distrito de Cormas (desde sus antecedentes prehispánieos hasta sus primeros años de fundación) intentarnos establecer el tipo de ocupación o asentamientos humanos, los grupos y sus relaciones, y la descripción y análisis del desarrollo de

la ..estructura-económica al. interior de ella. Este estudio es el. punto .de pattida de un ambicioso .proyecto de investigaciónrmltidisciptinarío titulado Historias Distritales, cuyos resultados servirán de material informativo y-formativo- en las escuelas de cada distrito. : La. historia -como sabemos- es la base fijndamentai de la conciencia de cualquier colectividad o. grupo social en diversas escalas (nación república,.-distrito,..).;. Los, pueblos que lian destacado en la historia son los que más claramente han tenido una noción poderosa de su propio pasado.. El distrito de Corpas., a pesar de haber:alcanzado un gran desarrollo en pocos; años, aún, tiene mucho por hacer. La generación de jóvenes que actualmente habita an e! distrito, es la llamada, a hacer-realidad las nuevas aspiraciones y necesidades de un distrito, que avanza.. Conociendo sus antecedentes históricos podrán dar^e. cuenta del espíritu .'de lucha y progreso que tuvieron ios primeros pobladores del distrito, para así continuar conservando y .desarrollando aquel legado histórico.

II, BALANCE BIBLIOGRÁFICO

,

De manera especifica, y general podemos señalar que el presente tema de/ investigación ha sido estudiado muy ligeramente. El antecedente más; cercano.se remonta a 10 años atrás (1989). El actual Alcalde de Comas Armilfo Medina Crac es, que por entonces concluía su tercer mandato consecutivo, publicó un libro titulado Coraass u» pueblo eis. ludha,.,. Más que la historia distrital de Comas, es un recuento de ja s obras' realizadas durante sus dos primeros períodos de gobierno distrital (1981-1983 y 1984-1986) y el planteamiento de obras proyectadas para su tercer período (1987-1989). Aiíos atrás (1983), el médico UHses Reátegui Reátegui, escribe una novela (social, política y literaria); titulada ...Invasores?, donde registra sus vivencias y anécdotas af.lad o .d e la primera generación de pobladores que ocuparon, los terrenos denominados Pampa de Comas,. Hace dos años (1997) el

IX

hisí-oriacíor Raúl Adanaqué Velásquez, publicó en el cuarto número de la •revista-Nuev® SÉiafesfe, un artículo titulado "Caciques coloniales de San. Pedro de Carabayilo, La reducción, sais pueblos y el origen del nombre de Comas", en donde presenta algunas sugerencias referente al origen del topónimo Comas y anuncia la publicación de un libro referente a k etnotóstoria de Carabayilo, que espeiannos con gran ansiedad. Por último, los trabajos de Jacques Polem (1987) San J usb de iAirigandho: su historia y su gente. Un. distrito popular de Llosa e Hildebrando Castro Pozo (1983) Historia Antigua del distrito de Carabayilo. Asi como diversos trabajos referentes a la historia del Callao, han sido tomados en cuenta como modelos referenciales. Durante los últimos años, los distritos provinciales del interior del país, han incentivado la publicación de varios trabajos referentes a nuestxo tema de investigación, El I Festival del. Libro Hnancanéfio (1999), organizado por la Municipalidad Provincial de Huaneané (Puno), tuvo como ganador al maestro de escuela. Juan Luis: Ayala Loayza con su libro titulado EtooMsitoría de H nancané, ón donde presenta una visión panorámica de ese distrito, desde la época prdhíspáníca hasta la participación del poblador Huancanerlo en la gesta' emancipadora. Por otro lado, el autor no olvida las festividades populares y religiosas, ni la,s sublevaciones y revueltas aymaras en épocas republicanas. En 1998, el docente, periodista y poeta Silvio Huertas Asendos, publicó con el auspicio del Concejo Provincial de Huari s« libro titulado KiMkshut, PerSÍ ■mltaral de la capítol de Koncliíifeos, en la que recopila una serie de escritos1 poéticos, naíTaciones y testimonios de pobladores del callejón de Conduje os. >Io olvida hacer un recuento y nuevas propuestas de circuitos Cultui'úJes y turísticos de la zona. Ese mismo año, el Concejo Provincial de Huari auspició ía publicación en su tercera edición, Is monograma, titulada H nsri y Condíucos,. escrita originariamente por el Padre Presbítero Santiago Márquez Zorrilla en 1946,. La monografía describe en forma -general los orígenes de la provincia de Huari y su desairollo durante la época, republicana. Por otro lado, no - olvida los bailes populares, cuentos y costumbres de la zona. -- -

Este breve análisis bibliográfico nos deja u » . panorama escasamente estudiado en lo que respecta a nuestro tama de investigación. A pesar de algunos intentos por apoyar la publicación de historias d ig itales al .'ulterior del país» en los distritos de la capital limeña la situación se muestra, totalmente diferente, aunque esperamos que ello cambie en la medida que tomemos conciencia de la impcntancia. del conocimiento-de nuestro pasado, pasado del cual no sólo somos Herederos sino también actores en la construcción de un futuro diferente. 'Ninguno de los trabajos que de manera especifica han abordado el estudio de historias distritales, hace uso o referencia de la documentación colonial que eriste en diversos archivos. Esto sucede porque algunos no estudian ia época colonial, otros porque simplemente Ies resulta una tarea trabajosa (ubicación, clarificación, transcripción- y análisis hermenéutico) y no se encuentran preparados ni económica ni académicaníeflte para hacerlo. La escasa historiografía desarrollada sobre el tena, no nos sugiere ningún planteamiento concreto al respecto. . E n : este sentido, consideramos te necesidad de abordarla, desde una perspectiva de Sarga duración (desde -tiempos'prehíspánicos hasta los primaros afías de su fondación). Dicha, perspectiva nos permitirá ¡apreciar los diferentes cambios, que -pasaríais desapercibidos en tiempos medianos y cortos, tales como los cambios producidos en et orden geográfico y social, como consecuencia de las constantes migraciones ocurridas durante-: la década del '40 dei siglo X X

IJX MOTIVACIONES Nuestro interés por la historia del distrito de Comas nace el año de 1.994. En aquel entonces cm^sálbamos el-tercer año de historia en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. A finales .de noviembre de ese mismo año. túvonos que presentar «na monografía, sobre Lima y

sus monumentos, así como un informe heurístico sobre la docum ertoión colonial referente a la hacienda Comas ubicada ten el •'.•alie de Carabayllo. Ambos trabajos nos sirvieron para aprobar el curso de Fuentes Históricas del P era (Siglos XVI-XVII-XVIII), dictado pel­ el historiador Carlos Lazo, quien ai año siguiente nos encargaría k ayudantía de cátedra de k asignación en mención. Este encargo nos permitió pasar más tiempo en el Archivo General de la Nación, lugar en donde fuimos aprendiendo y perfeccionándonos era eí correcto uso y ¡manejo de las distintas series documentales. Y por otro lado, completar k información documental no sólo de la hacienda Comas, sino también k de CaÜique. Un año después (1995) y ya contando con el recaíd o documental que la hacienda Comas había pertenecido a la Universidad de San Marcos, el historiador Alejandro Reyes reunió a un grupo de entusiastas alumnos e intentó proponer a. k s autoridades de la Universidad de San Marcos, k necesidad de emprender un estudio acerca de las propiedades urbanas y rurales pertenecientes a esta casa de estudios (antecedentes, filiación, estado de ccKisenración y situación legal actual). '-Esta experiencia nos sirvieron para, ahondar y reafirmarlo que un año atrás nos propusimos realtear siguiendo las sugerencias;del historiador Carlos Lazo: la historia del distrito de Comas'. El estudio de las haciendas Comas y CoIHque responde á un acto académico y sentimental. Académico, porque el distrito de Comas: se encuentra fundado en los terrenos de las haciendas Comas y Coilicpie. Sentimental, porque desde hace 40 años, alberga a muchas familias de espíritu progresista provenientes de distintos punios del país, incluyendo a la mía. La originalidad del estudio consiste en el empleo exhaustivo de fuentes documentales editas e inéditas, que nos han permitido establecer por más de tres siglos y medio ios propietarios y arrendatarios de las haciendas Comas y Collique,. la estructura kterna de testas unidades productivas, la actividad económica desarrollada al interior de ella y la

xa

importancia de estas en el mercado limeño. Así corno los cambios producidos en el orden geográfico y social, como consecuencia de las constantes migraciones del interior del país, ocurridas desde h década d e l'50 del siglo XX. Reconstruir la historia cfel distrito de Comas,, responde a la necesidad de crear, consolidar y/o fortalecer la identidad y conciencia distrital de los pobladores residentes en Comas. Así como de incentivar el cuidado del milenario patrimonio cultural existente en el distrito. El desconocimiento, es quizás una de las excusas más comunes para disculpar' nuestra irresponsabilidad. En este sentido, esperamos poner al alcance de t e maestros, pobladores y estudiantes en general, la historia del distrito de Comas.

IV. H IPÓTESIS D E ESTUDIO Prim era. Sobre el suelo distrital-de Comas, a lo largo Cola de Caballo Grama

AmancaeS' ./ Gisava

Calabaza Maíz : Zapallo Paitar Fríjol Maní

Camote Yuta Achira Papa Oca Yaco®.

Ciruelo de FiaslB Lúcuma Paite

Charapillo Coca X'uBitte; tíark N. C0I3&31, La Agricultura y la prestó» tiesROgráScs: mi paradi-i^sva arqueológico ea la eo¡tó 'Sel Peris. Lima, 19S1; y Santiago Aottmes, X^iSfairidón en si Perú Awíipío. Lima, 1983,

ECONOMIA COSTEÑA No vamos a explayamos sobre k orgañizíición de k economía costeña en tienposr .prel'sispánicosy pu.es ésta ha sido ya iávéí-rtígádá por varios: estudiaos, en- especial; por Lanning* Monseley, Füng» ’ R c tó ^ ó r ú ^ d ,;:''Bi!léHáy,' entré otros. 'Nosotros

solamente nos abocaremos a explicar algunas características generales que estos autores ya- han analizado, Lamimg, Fi.mg y RogtworoTrafei consideran que k costa no precisaba de la sierra en el aspecto alimenticio. En este sentido, afirma Dülehay, los yungas eran autosuficientes. Para poder entenderlo mejor, es necesario comprender que los llanos,, a pesar de sus dilatados desiertos» contaban con una gran variedad de recursos naturales, .en.donde el .mar jugó un papel importante en el desarrollo de h s distintas culturas costeñas. Más aún, si se tiene en cuenta que dicha actividad requería de poca labor. A. medida que pasaba el tiempo, el poblador costeño ida creando nuevas formas de desarrollo productivo. Así, con los sistemas de imgación se incrementó la agricultura y se volvió fértiles los valles.í2 Se desarrolló e intensificó el cultivo de las plantas» debido quizá a nuevos aportes culturales del interior del país, Pero no todos Jos pescadores se volvieron agricultores, m todos los agricultores pescadores. Muchos debieron conservar su misma actividad; otros por el contrario las compartirían. 31 Al respecto existen dos hipótesis: La puntera denominad» ríMarítsaa”, en la que se afittna que el mar fue la ñaElite que brindó im penxtó&ente y abundante alimento; que hizo posible el desarrollo de distintas:. sotáadades complejas surgidas dumte el Procerámico Tardío y e n épocas posteriores (Lanasng [l% é], Monsdey [1975-1978], Eeldman (1980] y QuSter [19813). La segunda denominada. “Térnstr*”, la que aduce qui! los recursos a3im.entkios obtenidos del finar eran eventuales, escasos e iíisitfkiststeMSñte nutritivos para sustentar a diversas poblaciones costeras (Parrón [1970], Osbora [1977], V/ilson [19$?.] y Kayxnond 11982}). Vbí Quiker/Je¡ffrey/Stcc:ker/Terry, “La& economías da subsistencia y los orígenes de las sociedades andinas complejas”. En : .Botatóa do Lima, ND4i5, año 8, julio. Lima, 198o, 1% su parte, Directo Bonavia propone un usa complementario de Sos productos marinos y teiiestíes, situación que ha caracterizado la economía de las sociedades costeras a lo largo de los tiempos prehisp&oícos.. Pean», HomSir* o Historia. Lima, 1991.

u El desarrollo progresivo do los sistemas do irrigación individual (en un sólo vaífe) y los sistemas de irrigación múltiplos (entre varios valles), posibilitó el desarrollo de extensos,sistemas ds árígacióa, lo que pemátió. finalmente crear una diversidad de zonas ecológicas en los valles a distancias muy ceresinas.

9

A diferencia de oíros trabajadores, ios pescadores yungas contaban con un tiempo libre para dedicarse a diversas tareas, tales como ia extracción de/ sal, preparación de chicha y comida, elaboración de telas y tejidos, etc. Asimismo, se dedicaron a la elaboración de artículos suntuarios destinados a aumentar el boato y magnificencia de los sacerdotes y dioses. Una de las cmisecuencias de este tipo de economía fue lanecesidad -de trocar la producción. No se tienen datos exactos que. precisen el volumen, frecuencia y condiciones m que; se desarrolló esta actividad comercial. Sólo se conocen datos que corresponden a los mercaderes chinchanos1'* ocupados del trueque a larga distancia.14 1'! Al respecto ver los trabajos cís Mam Rotworeéwslá, "Mercaderes: M vslle de Cítauba « fe época preiñspánica: Un documento y unos comentarios”. En: Revísta «pagóla-de Aafcropolepa A a o t e a , Vol .5. Madrid, 1970. pp. 135-17S; y “Pescadores, .artesanos y mercaderes costeños en el Peré preíiispánico”. E á Revísta del'Museo Katíonai Tomo'XLÍ Lima, 1975/ Algunas refiexiones acerca del t érmino "Meratdei” seta esbozados, porSusan E Ramírez, “ün mercader-, es no pescador: reflexiones sobre las refeciones económicas y los múltiples rolas de los indios americanos en «i Peri» dél siglo XVF. En: ArgneeiogM, ArobropelogiaeHisteria ríelos Andes.lima, 1991. Pp. 729-735. Por su parte, la arqueóloga Ruth Shady (19SS).régBtrá en *i Lssicoa cls Doiiiijigo de Santo Tomás, algunas palabras del quechua costmo referidos a fepráctica comercial: Cata o Catneona: “Mercado o feria" Cata Caiuayoc: “Mercader" RanéStd o Catemm; “Morcar” K a titc x “Mercado, cosa patíí. vender" Rancflc o Ranac “H que compran vende” ■■ ” 'Desde el puntó de vista arqueológico, la presencia en isa cosías pananas da un molusco bivalvo como os el-Sp«ndy'tas Mneaps cuyo- hábitat «armo es de aguas cálidas y a uaa profundidad de 35 meteos (zona comprendida entre .Baja C-afifomia y á Ecuador)'apoya el planteamiento del comercio entro rejones distantes. Entre las evidencias arqueológicas halladas en fe isla La Plata (Ecuador) tenemos ia presencia de cerámica procedente de LambayBí|ue, Chimó y Cuzco, mezclado con los estilos manteóos y fmanczveiicanos. Debido a las innumerables evidencias ubsea-das-ea la. isla -Ea2» úá I® ¡dgjalimfe maraca: síl

SECTOR KEFENSXVO:

Cosopreade m ¡para. rarariSa át?; cteamrédeááte ¿ius sor ra lado sur qué; es mis .yutau^k, se*3 extessos k interesantes dssaipciones del Perú, Míkteaáoíf señala sigums pseds iones de todo lo que se requería para empreiulat as viaje a k> largo de la. costa (finias vigorosas, m acompañante experimentado, arcas, catees"de caiapaña, etc.). **. fíaos Horídisimer, ^Identificación'y bMiógráfia íh «apartantes bríos prel)Í3páaicos dd Pera”. En: Arqiteteló^cas, W 8. Museo Nacional de Antropología y Arqueología. Lana, 1955. Pp.51.

33

biftaca Comando tees m úralas m iz fempiEleu m acceso; M> m uyala t í a » yantas puestos esteatAgiUcas de centeoi, donde se puede «sucojuírair wjmuladosses de -cantos rucados {joe tetero:» proyectiles que s* lo c a b a n Ká¿ El Sol d«3. Noer» Mund®, ideado y compaesto « í las «tferodtlas ■operad®»®!? &3;Pp. 20-2.3.

5.9

Esta posición se materializaba en ia exoneración de las antas y algunos tributos. Otra fracción de "caciques" aprovechando su cercanía y bato con los españoles, iniciaron un proceso de enriquecimiento económico o lograr -aunque sea- una diferencia cultural da sus congéneres. A,.este último grupo pertenecían aquellos que buscando favorecerse terminaban convirtiéndose en paniaguados de los encomenderos y otros personajes de poder español,' quienes por lo común los utilizaban para obtener tierras c o m u n a l e s . L a contrapartida de esta colaboración era la conducta .abusiva que 'asumíanfrente a los naturales que se encontraban bajo.su mando. -Su conducta por ello, en 1598. habría'de.llamar la atención -del fraile Miguel Monsaive, autor de una crónica de denuncia titulada Reducción Universal de todo el P erú y dem ás Indias, con.©iros muchos autos para él bien de. ios naturales dalias, j en.aum ento de las reales rentas. Entre otras revelaciones el cronista acotaba que “estos caciques obligaban a i*;::, indios a trabajar gratuitamente en todos ios negocios privados que regentaban, (cultivo de- chacras, comercia! izad ón a distancia, guarda de ganad», etc,}. Asimismo -se apropiaban de los bienes de intestado:- y que aumentaban los montos tasados de ios tributos con el fin de apoderarse de la diferencia”.31

fin pocas palabras, los curacas formaban parte de.-una "nobleza local" cuyo poder, poco a poco fue desapareciendo, « i la medida que los españoles incrementaron el suyo. Para fines del siglo XVIII, no existen "caciques" que puedan ser comparados con los .anteriormente mencionados, lo que nos hace suponer que han sufrido aína sistamé£tc8 expropiación de sus bienes y mandos.3* >. ■ J‘

Migue! Mimaste? (1598) Reducción IJsSversál de to * «t 'F«rñ y en «nsBM&to de te Reei.es Rente.' Microfümed by fhe library of Congreso Wasiáníoag, Pp. 13- 1okl, reforzando y acrecentando su papel de autoridad de «tigra •preliisjjéínc*. Para eüo recomeron a fe intenriffcaciója de prácticas rituales proto¡ipfc-flis del ornado anda» pre-español, encubiertas bajo formes reügjosaÓO

ARCHIVO SEMINARIO DE ..HISTORIA RURAL-ANDINA - UNMSM.

B. LOS ALCALDES

Durante la década de 1560-70 y en la medida ■'que se iban creando los pueblos de indios,, el Estado y la clase dominante española necesitaban de .nuevos miembros dentro de estas comunidades indígenas para, ejercer con mayor eficacia y facilidad e,l control político e ideológico del campesinado y así facilitar su explotación y dominio, En vista de esta necesidad, la institución del alcaide de indios toma importancia, al punto de ser llamada la “llave y puerta del gobierno11P El Gobierno Español, para, no levantar sospechas, permite que los mismos indígenas elijan a sus autoridades. En la práctica, los cargos de alcalde, alguacil y regidor -encargados de defender los intereses de los campesinos- se convierten en oficios subordinados a los caprichos y abusos efe laclase dominante. El alcalde- en su calidad de juez debía canalizar los redimios civiles de menor cuantía y las denuncias penales de los .campesinos que no amentasen pena' de'muerte o de mutilación. En genera! su accionar legal quedaba subordinada a la.autoridad del corregidor. Las fijaciones más importantes del alcalde de indios estaban orientadas a conformar un -sustento político 'económico, social y represivo, que permitiera una buena administración ele los territorios conquistados, por los españoles. Entre estas' funciones tenemos! k vigilancia de la iutemalización y el ejercido de los usos de £a'nueva política y religión, vigilar que los tambos, caminos y puentes estén, en buen estado, facilitar el trabajo evangelizados' de los sacerdotes, ayudar a rechitar los mitayos dé sus pueblos, tenar la llave dé la cárcel y de la caja de Comunidad y tomar cuenta ele los bienes existentes en ésta, etc.

á vterdnato dsl Perú y tornadas por Manuel Burga ea su estuák> Cuzco (1680 1780). Memora e Identidad' de w Aristocracia fo'dtgena. ' s

Migue! MonsalvB ob. d t Pp. 43.

61

Para ser elegido alcalde no era necesario ser un campesino principal, m residente del lugar, aunque estos' requisitos' 'eran casi, siempre exigidos, tanto como el ser cristiano. Es por ello que los alcaides eran campesinos acomodados, que tenían relaciones con los grandes; teiratementes y comerciantes del lugar. La ley disponía que aS concluir su mandato fueran sometidos a un juicio de residencia.34

C, E L C IJS A B O C IR IN 'S R O

'

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Otra figura importante dentro de los pueblos indígenas, ara el cura, doctrinero, responsable de la evangelízación de los indígenas a ■su cargo, así como de rccepdonar los pagos a la’iglesia católica35 El cura, doctrinero postulaba a un concurso que el ■an®bispád convocaba cuando se declaraba la. vacancia de una doctrina. Él aspirante debía ser presentado y avalado por ut¡¡ representante*S i **

S. Levaiier, Cotoneaste ás£ Peni, cartas y papdos,. Siglo

X¥i. Madrid, 1925. V e Ordenanzas de D. Francisco de Toteé* virrey del Perú (Ordenanzas parales indios de k ¡provincia da Charcas, Arequipa é da m viériiferé do 1575). Si juicio de ressdejacsa o smdieate -aosafars con que también se le conótíaera un. procedániMito de resKSeün da c&e&te y funcionas , que todo, fuamnarie publico al tenninar ai desesopeiG & su cargo debía realizar, a-pedirlo de oficio 'o. por acción popular. El nombre proviene de! tiempo tjae d :fimeronarie debía aíle" de Hriascata - "valk'1de Pariache - "valle" de Hoanctúguaiks - "válfe".de Huacliip® - "valle" ck Cieñe guilla . - "vafes’1de Lmigandio • **vaü*" .dte.Sfe del Cerro. ■■"valle" de Asaaocaes - "valle'1 da piedra Tiza . - "xrdte" dd-Sítase ■ "valle" de Huatica - "•vafe” da Late o Ate. - "valle" de Surco - "valle" ds Bocañegra ■■"valle" de Maranga - "valfe" de Magdalena - "-valle" del Chillón - "valle" de Carabayü© • "valle1’ de-Comas. - “valte* de Concon - "valle" de .Latín - '''Valla” da Fáchacároac (Cardán y Pontfflo Fol 305-306; y NicanorDomínguez ob. eit. 113-149).

3. EL REEGO COMO M ÉTODO DE CULTIVO Para desarrollar una economía agrícola era necesario tres: elementos indispensables & insustituibles: tierra, mano dé obra y ;agua.- De los dos primeros de alguna manera ya nos ocupamos;:en los capítulos •anteriores, ahora nos dedicaremos a explicar el'manejo- y uso del agua. El agua era tomada de! río Chillón y-lransportadá'-' a las haciendas por intermedio de-canales y acequias.""Los hacendados ponían especial cuidado en mantener1 én buen estado' estás •"••constmcciones, porque de ella dependía obtener los riegosnecesarios : para sus sementeras. ¡ : Para la hacienda Colííque, hemos erícoifrado una descripción detallada, con las medidas y distribución de las lomas y acequias*/ "...en é monte do* tomas «te p tó íd f e de agros, la rata costeaaáa por *st» hatíeaila por

«atoro y fe otra por la saltad. la 'que va descansada de esta «nenia por M «d* ptgtd» Ceno ® tuimdu •y’.:- salidas de agua, '54 iü«mtariJlas debajo ¿tete tajólas. Ea tes córralos de B o a una atcaáteBIá1é ¿ :i- ': ojos, tes pretiles déla caña o ; 'd Candín». B.esá : tn tierras d« • Crardfcud&a.' I n la ateqcS» '• principal. un brocal de 32-liarás'''da tegO y : media bar» de alto y grueso de dos tercias. En dicha acequia otro brocal deíSí raras dsfegw y 3/3 de graem. y foara y m«dia'de,'^io/.[™.];J.á': ■''r':; ' caja de la acequia largó 214 varas y te d a .,a m rana bara de profundidad, y los 'pretiles da m ed ia'"b ara de graeso'/ ■ 'teñ'-'^óiariás/y ' álcsntm'ffla.s; y pasado délas psirédas de la ofidua-po? donde ateste, y «a 1.a casa de f ssyMs, dos poauddS'grandes de caí y ladrillo -feide toman el agna para las pilas.."

Cada hacienda disponía de acuerdo á sus posibilidades y necesidades, una cierta cantidad, de .'.esclavos'.'para .organizar m

AGN: Protocrfo Notarial N* $27 -'«42.' ■ '

92

internamente el cuidado y distribución del agua de riego que fe correspondiera. Esta oiganización estaba complementada par otra externa, en k que todos ios hacendados y de acuerdo a k cantidad de agua que obtenía, aportaban una cierta cantidad de dinero y esclavos para sufragar los sueldos efe un regador, k s obras de reparación, la limpieza de las acequias '"madres" y la contratación de un guardián permanente de aguas. Los diputados de o d a valle m u los encargados de reunir los montos asignados a cada hacienda. En algunos casos, ios hacendados se rehusaban a cancelar estos pagos y por ende los sueldos del quebrador y regador, quienes dejaban de laborar hasta que no se les cancelase la deuda pendiente. Esta situación sé presentó en el valle de Carabayllo el año de 1786, siendo diputado Manuel Salazar, dueño de la hacienda Colliqua. El monto de k deuda ascendía a 238 pesos y 5 reales, con un adicional de 200 pesos que correspondían al sueldo del regador, quien se negaba a cumplir sus funciones en tanto no se le cancelase e! sueldo del año anterior. i Las cuentas según cada hacienda eran las siguientes:

BOTIJA POH LIMPIA ¥ HIPAROS BE LA ACEQUIA (ITSd) HACIENDA Ceocon Caudmlla

Samurai» CoBiqua Pampa del Rey TOTAL

BEODAS

115 pesos 57 pesos i real 2S pesos 2 reales 2S pesos 2 reales 10 pesos 233 pesos 5 reales

1'u.eate: A

:

Ifneaté: AQÍST; Protocolos Nótoiawsí’TOS-lsTs-JSS-

^Ó5^0S¿3Sp-3®5-50r?-:517-604-«02-61^1087^92

; No'todos los áítendatanos terírórsaban los contratos firmados, pues;' aducieñcfo al^ín impedimento podían dar por terminado su compromiso con, los dueños dé la propiedad. Los motivos podían,;éér diversos y entre ellos podemos mencionar: 104

- Su condición de mujer -Enfermedades

*

- Faliecm áeníG

- Compromiso ea actividades de mayor 'beneficio- Coyuntura económica desfavorable.

Para tener una idea más; clara,- presentaremos testimonios que den fe de e stas situaciones. Eu l a medida que los ■■aivsudatanios encornaban nuevas; ocupaciones y mejores perfectivas, dejaban sin ningún reparo los contratos asumidos.' Por ejemplo: en 1717, Fray Martín de Echevarría, declaraba que: "...haMendo entrado a'poseer ¡iba' tesramite

[Comas] no ha pedirte proseguir as.

por

los sandios «aa&araiítts cpie concurren ea rui persona asi por tener a mi -cargo 8a hacinada da 3aPaira,queheredocía.m ispadres, corno

por t&quebranto da-sataá y m podes asistir «a' un tiempo a dos partos..." ^



.... Las enfermedades era cosa muy '.común; 'Es? 1701, Francisco Carrasco,.. 'arrendatario de la hacienda Comas, •'mámféstába encontrare® 'eafenao eá la « n a piteado terotósa"¿é poü« csMvar, benefidaur: 1y ■ tetra] ai m asta dha chacra y tierna por esta rasos* iiopodlsílitaá® áe p o te pagar ia pasmó® an u al cois a¡peIl& pm ta& M íH l «jao sa debe; por cuya Tasen oenrei ai rauy rem ando padre maestro fray Prm dsce de Pateas, redor acCial de áfeo colegio a : péi&ié; qóe -■■: te ia s e por M et y sus religiosos de admitir la dejados de las tres vidas—" 35 '

■ Al quedar viuda la esposa de algún arrendatario, ósía no se*68 &4

AGN: Protocolo Notarial N° 40¡5.

68

AGN: Protocolo Notarial N®986.

" 105

encontraba preparada para asumir los negocios de su difunto maridó, ya sea por incapacidad no habérsele permitido conocer el manejo de ios negocios o simplemente no querer asumir riesgos. En este sentido, declaraba Manuela de ía Tobilla, -viuda de Manuel Iglesia Abarca, en 1790: " . j » sam e «wuwta la represalia bacierulv por aa poderla administrar pw mi propia persona j hwfflfl* á«s val/ssr de «raraaos. «pus la maifcsjffiia., rajo arbitrio es ssmy p e n d id a ] a mis Intereses; coiné tsnwfotoi aí no& ttad».. :. coieg»...: lo qu< me a dalla iwKw», a pus s e M t persona * g f t e t a í j l s w ’'á' derecho ;• dalas 'filias.*" ^

Desconocemos los casos en que algunas mujeres se hicieron' cargo de los negocios de su marido, Pero creemos que de existir debieron de ser pocos los casos.' Esto sin duda, se déte a la mentalidad de la época, que consideraba' a la mujer de detenninados' sectores sodales importantes sólo para, cuestiones domésticas, llegando incluso a considerárselas como un mero objeto decorativo, pues las labores domésticas eran realizadas por los distintos criados que tenía bajo su mando. El derecho de familia vigente avalaba esta situación al disponer que la esposa podía asumir obligaciones contractuales sólo con expresa licencia del esposo (Leyes» de Toro [1505] Na 55 y 56); y que la administración de los bienes gananciales y-dótales correspondían al .esposo.

4. ARRENDAMIENTO El propietario directo que mayor tiempo tuvo bajo su dominio la hacienda Comas, fue el Colegio de San Pedro Nolasco (desde 1567 hasta la 2k1 década de! siglo XIX).. En este,sentido, ía ACM: Protocole Notada!N0 337.

■... 106

"mayor; documentación revisada cotresponde a este período. • Una vez arr^ctada, la principal meta del dueño directo de la hacienda Comas, erá obtener puntualmente el pago cfel arrendamiento acordado, dejando al arrendatario en libertad de disponer la organización de la hacienda, siempre y cuando la,s acciones cjue realizase no afectasen a ios Sisales existentes. Eí colegio, representado por el rector, intervertía sólo cuando se fraspasaban las vidas ertíltéí ticas a uña tercera persona. Era él -previa autorización ■del Consejo Directivo- el encargado- efe conceder la aprobación o desaprobación del mencionado traspaso. S r casos especiales se formaba una. Comisión para poder visitar la propiedad y asegurarse de esta ¡manera, los provechos o desatenciones que' ésta estuviera, experimentando; ■'Los contratos de arrendamiento incluían una serie de dádivas, tanto espirituales como materiales. Las espirituales para el arrendatario y las materiales para el dueño directo de la propiedad: ".-por cada pago qae se reaiwaba, tiñería áe ia d a sm sásais; a i raña aas por i» pasesa ¿«i raatíáad 32- nv*$, ima ¡ternera j c a ai» cabritos, para ta MJtírracséa áft Ja Eesta™ Á ramM®, tí cútalo !ss í»»«di.8 í l ¡salsas rfflastas por íl. a te a d¿S ñnrendatarí'a y sás fasaOlEres.'5 57

Con el tiempo estos conceptos variaron en cantidad, pero casi siempre estuvieron presentes en los contrato^.

5, CAIDA DE LAS PENSIONES Arrendada la hacienda Comas, esto significaba para el dueño AGl'f: Frote cofo Natán,a! N* -'15.

107

directo, obtener una pensión anual de 1,900 pasos, Ba 1694, este monto disminuiría a tan sólo 900 pesos, con una tendencia á seguir dísmimuyendo hasta mediados dej siglo XIX, época en que se estabilizaría. en 400 pesos, cantidad que probablemente se prolongaría basta 189Ó, . Si bien el monto de arrendamiento dísmiíJüía i'ápidatTitmte, la esperanza, de recuperar el monto original seguía latente. Al menos es lo que demuestran las ded.as'ado|"íes efectuadas por los ñii sanos' dueflos,. como-el. revenando padre maestro fray Gregorio Calvó, rector .del colegio.San Pedro Nolasco, en 1717:.. ... w.wcwi « B |# j jieuU n dt áfc a íS » ;1' oofegw SOI pssos áa áodio d«s te. ejtid « ia y «stefHÁaA ip& estafes ; ■.-y iq iiib M o iu d » «a las l u c M s fio tas ;: ., .: . tmninos y «Hitarais ¿te la d'ffifSaá.-JiWjü'mi&esí! tos .; < la j p « .js í« á B ' ... obligado? a pagar'en 'cada m aSé" JL460 'posos' O*? . á la parte d o d i t o , 1 .' ■ '

-'

Estas autoridades, de íuerte sentir,-.-.religioso, .declaraban teniendo en cuenta el panorama agricolateJásteote.-y-el estado mental de la época, Es así como en Í701, fray Francisco dé Palma, declara: ”..ji ¡itos nuestro stísor .tos» sertido fl®

Este segundo reconocimiento de linderos: de la hacienda Collique,, nos muestra una mayor presencia de los hacendados ensañóles en el valle de Caráhaylllo. Este aumentó ocasionará años AÍSN: Juzgado ds Aguas 3.3. 8. 29. AGN: Juagado de Aguas 3. 2. S. 29.

134

más tarde una serie de conflictos y disputas por las tierras de cultivo y el aprovisicriamiento de agua para sus sementeras, sobre todo en épocas de escasez. Para información, modificaron, Buenavista y

los años posteriores no contarnos con k respectiva pero suponemos que los lindaros una ves más se por la unión que se hizo de las haciendas San Isidro de Coilique en.1725.

4. ■ CUENTASs M EM ORIAS

CENSOS,

CAPELLANÍAS,

BUENAS

La hacienda Coilique fue varias veces, puesta en remate público. Estos remates congregaban a un considerable número de postores, que realizando las mejores propuestas pugnaban por hacer suya la propiedad. Una vez conseguido su propósito, terminaban por afinar los; términos del, contrato. Estos contratos eran de diversa Indole, siendo el más común (para el caso de la hacienda Coilique) “la. venta a tributo” con imposición a censo de la totalidad o parte del precio de la hacienda.117 Esta.imposición de censo, bajo bus dos modalidades, en al fondo originaba que el propietario original no se desprendiera del todo de su propiedad, pues ai imponer a censo una parte.del precio de la propiedad, la venta quedaba definitivamente cerrada solo cuando el capital impuesto le era devuelto. Es decir, en la medida que no se cancelaba el capital principal del censo o se incumpliesen con los réditos pactados, la propiedad podría ser recuperada en su totalidad. Los constantes remates a la que fue sometida la hacienda Coilique, serán una prueba de ello. La imposición a censo de todo el precio se presentará, en3 3 La llamada ‘Venta a tributo” en ¡realidad era raía transferencia de loe dominios directo y útil a censo reservativo o retentivo.

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1737, cuando Juan Ruiz de Luna, adquiere la hacienda a un precio de 2.1.000 pesos que son. impuestos a censo total, a favor del Patronato Maibeo Pastor de Yelasco. La única obligación que tenía Raíz de Luna con el Patronato, era satisfacer los intereses del monto impuesto a censo. En caso de incumplimiento la hacienda podía ser expropiada, sin retribuirle los gastos realizados en las mejoras •llevadas a cabo en la hacienda. Esta situación se presentó el 3 de julio de! año siguiente, cuando nuevamente es sacada, a remate público y comprada por ei marqués de Casa Boza al mismo precio, En este nuevo contrato, se específica que 5.000 -pesos serían pagados al contado y los 16.000 pesos restantes, quedarían impuestos a censo •con un interés del 3 % £*33 mil el raillai”).-' El Tribunal del Santo Oficio, en representación del Patronato Matheo Pastor, para una mayor seguridad y no queriendo que se produzca la situación anterior, obligó al marqués de Casa Boza, a hipotecar una hacienda de su propiedad denominada San Isidro de Buenavista, ubicada en el mismo valle y contigua a la de CoHique.. El contrato fue firmado ante Luis Augusto González, Escribano de. * , ’* -lío Cámara del Tribunal y Audiencia Real de Cuentas. e Cuando si .marquéis de Casa Boza decide unir y vender-las haciendas de Collique y San Isidro de Buenavista ai contador Tiaomás Cbabaque y Herrero al precio de 76.800 pesos, el capital del censo sufriría un aumento'. El contrato de venta se fumaría'en 1747 y en ella quedaría estipulada. que 40.800 pesos serían pagados al contado y los 36.000 restantes quedarían impuestos a censo. El interés de estas imposiciones o préstamos",'feqislválían a un seguro-de vida material y espiritual a. favor de la. persona que imponía el dinero. En segunda-instancia favorecía a algunos de sus familiares, y en última, instancia, cuando,, fallecían o quedaban incapacitados pana cumplir las obligaciones interpuestas en los contratos, ere la iglesia la encargada de aprovechar los beneficios que esta, generase. ÁGN: Protocolo Noíarial N" 2 9 6 .

136

Las imposiciones implicaban normalmente 'pagar uxx interés anual de 3 a 5%, Cuando los hacendados no realizaban, una adecuada, adrmnisímción,, se encentraban imposibilitados de poder pagar las pensiones pactadas, situación que provocarla la pérdida de la propiedad. Esto lo sabemos por las constantes ventas a la que lite sometida la hacienda CdJique. Por ejemplo en 1780, la hacienda es nuevamente vendida a María-Perales y su esposo.Manuel Sakzar y Piedra, al valor de 200.000 pesos.*1* El contrato firmado tendría un carácter privado en la medida que ios poseedores da la hacienda Collíque eran ios hijos y herederos del difunto coronel José Maíz de Arias. En la medida que transcurrían ios artes, las deudas seguían incrementándose y las ventas se sucedían un»’tras ótra. En 1805, la hacienda Collique és nuevamente vendida, a un monto de 203.000 pesos,, de los cuales 73.083 pesos y 2 reales, representaba el principal de los cantales de -los censos derivados del precio acensado y no pagado, y de otras rentas insolutas provenientes; de fondos de aniversarios, buenas memorias, capellanías,' etc;' La presencia de estas cuentas, nos demuestra el mcumpii miento de ios pagos. Los montos y acreedores principales eran: - 1.0IKP pesos a la capsllímía .. - Utos'-- dsacsita asáfflisián, a2.Ü8Ü-pesos. , . ;V . ...

- Ua® . diacajita con 20 fatigadas, a ■ .■■o» ptetso de2.®2!? pesos., . -15# esdaros de. todas las feadendas. -á^w os. de ad fím iy lajear.: :.

- Una casa va de- ■ ía ,•; iglesia .de . ^Nuestra.: •KeS&ra • da . fes • . Misroedes, a la de &m Juan de Mes.

- IJna casa coa 5 deudas, siMeaia m fe caSfe

En realidad, las verdaderas r&Eones para aceptar fe ¡aposición de censos eran lanío ía inseguridad 'áelénilo' dé «na buena administración de la hacienda, como el temor a la descapitólización del fondo doméstico. . Es decir, si 1.a enipresa.. llegase a fracasar, la pérdida para el comprador no seda mucha y el nivel de riesgo no resultaría deses-tabilizador. . De parte del vendedor los motivos para iír^ídner a censo un monto determinado del precio, de; 'la hacienda, estaban en relación directa a sus intereses,, pues buscaba con esta actitud, obtener un provecho adicional, de la propiedad vendida: sin tener la obligación dta costear,su.: operatividad ni. preoci^arse/por actninisfraría. En este sentido, el espíritu r e n t ís t ic o se encontraba muy presente en el vendedor, toda vez que ser señor significaba tener, la capacidad de obtener “dinero a redando1Ves decir dinero que reiteradamente cae en manos del dueño ap~~SSo ~ im cié 3S 35 2S 36 34 55 53

Oficiad dscantera 500 pesos Cantero 500 pesos Alfeñiqueros 500 pesos Calero 500 pesos Calero 400 pesos Pasajero 350 pesos Pasajero 350 pesos

00

Mestro

400 pesos

pctIctosT

... Anciano

Fuente: AGN. Protocolo NotarialNJ 527

De iodos los esclavos existentes en la liad enda, los más queridos eran los cocineros y las niñeras. Los cocineros haciendo gala de una. sazón miguaíafoSe y con los escasos productos que le eran proporcionados por los hacendados, lograban satisfacer el hambre de sus congéneres. El frijol y la cecina eran sus principales alimentos, l a s niñeras eran también muy queridas, no sólo por los hijos de los esclavos, sino también por los hijos de sus propios amos, a quienes cuidaban y protegían durante los primeros años de su infancia.

143

PAILEROS Y COCINERAS EDA» 33 «5 30

OFICIO PaleroCocinera Cocinera

PRECIO 600 pesos 200 pesos f* 52?

Después de transcurrido un tiempo prudencial y estando la caña ya feaduray se cortaba ai ras del suelo y las hojas eran desgajadas y am ojonadas con los desfe ribos, bastó'qué todos, los plantones estuvieran cortados. Luego se procedía a quemar los desperdicios e inmediatamente después se regaban las raíces esperando pronto un nuevo retoño. Cortada la caña, la mayor parte dé ios esclavos utilizando- cairelas, molas y caballos, se dedicaban a transportar la carga a los trapiches. La pieza más importante del trapiche era el molino, lugar donde se trituraba la caña tratando de obtener el jugo o zumo. El. molino era. puesto en movimiento por intermedio de dos pares de bueyes amarrados a dos; puntos opuestos de una gran rueda de madera. El zumo de caña era recibido y transportado por unas hendiduras que iban hacia un gran perol de bronce colocados en los fogones (ubicados en la casa de pailas), en donde tenían que hervir para así obtener los productos deseados. El tiempo de hervido era conocido solo por los maestros azucareros, quienes por experiencia conocían perfectamente los trabajos en el trapiche y en la casa de pailas. Finalizado el beneficio de la caña, los esclavos no quedaban libres de tareas, pues bajo la atenta vigilancia deS administrador y eí caporal, desarrollaban diversas tajeas como reparar cercos, barbechar terrenos érf descanso, limpieza de las hesramientas, cuidado de las huertas, etc. En algunos casos, los esclavos podían ser alquilados a 'otras haciendas que necesitaban mayor foerza dé trabajó efe las que

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originalmente poseían o alquilados a alguna panadería de la ciudad de Lima. La intensión principal del dueño del esclavo era sacar el mayor provecho posible del trabajo esclavo. Pero los esclavos no sólo estaban destusados a trabajar en las tierras de cultivo, pues existían quienes se desempeñaban como mayordomos, sirvientes, cocineros, cuidadores de puertas de salida y entrada, ayudantes en ¡general, etc.

6.2.. GANADO La crianza de ganado era una actividad complementaría a la producción principal de la hacienda Colfique. En Sa medida que ios animales eran utilizados en diversas tareas agrícolas y como alimento para los esclavos, significaba un ahorro en los gastos de producción. Los volúmenes de producción de ganados eran constante?. En ese sentido, cubiertas las necesidades de la hacienda, los animales podían ser vendidos directamente a algunas haciendas vecinas o al mercado limeño, generando de esta manera un ingreso adicional a ía economía del hacendado. "La información que- manejamos abarca desde mediados del siglo XVIII hasta inicios d d siglo XIX. Durante este lapso'hemos llegado a ubicar 3 tasaciones, cada una de ellas más completa que la otra. La cantidad de animales existentes en la hacienda está en correspondencia a las necesidades y exigencias de la producción. Los siguientes cuadros han sido elaborados según los datos obtenidos de las tasaciones de 1747, 1777 y 17S0, Estas tasaciones fueron hechas ai venderse la hacienda,13' Los gjnpos .que mayor cabezas de animales reunían eran los de carneros, borregos, chivatos, cabías, muías, borricos y bueyes. Ello es razonable en la medida que la hacienda hacia uso de ellos Ver amaso N®7.

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constantemente, ya sea para arar el campo, transportar las cosechas y productos elaborados al mercado limeño; así como también para alimentar a los esclavos.

6.3. ALFALFA ■ Al igual.que la crianza de ganado, e! cultivo d e alfalfares representaba una actividad de segundo orden dentro de la hacienda, Collique. La producción estaba destinada a la alimentación del crecido número de animales. Las semillas de alfalfa depositadas en los almacenes, recién . sembradas-o enraíces, eran igualmente, cotizadas. :

PRODUCCIÓN B E ALFALFARES HACIENDA COLLIQUE (1777) " 1 '^ g G Í S r ..... ........................ S S w n f m S3K M K X & ;LTOXAMO TOTAL _

.

4 en bretes 8 en bretes 1 8 e n r a ite s

2 0 j» sí>s i 8 pesos lijo s o s

.S o p e s e s 144 p esos IS O p eses

íu rót»: iC&JT. í rota cote NotwiáJ N° •527

6.4. ÁRBOLES FRUTALES

-

Al igual que la crianza de ganado y el cultivo de alfalfa, los árboles frutales complementaban la producción de la hacienda Collique. Los productos que mayor demanda tenían eran los xhirimoyos^Jimones. dulces, ¡naranjos de Portugal, melocotones, guindones, pacaes, ciruelos dulces y agidos, perales, .membrillos, .guayabas, granadillas, etc.

ÁRBOLES FRUTALES HACIENDA COLLIQUE (1777) CANXDfliA»

CAXECOBÍA.

40 4 i

Pies ¿e chirimoyos Pies da liiaos.ES dulces Narenjto Portugal Pies de melocotones Píes ■áa gi.ssi.tlss Pies da pacaes Pies da enríelos Píes de ciruelo agrio Pies da paros Pies deflaenubsillos Pies da guayabas' Pies da granados Pies de aromas Pies da futrías

■G¡

4 ó 16 1 2 4 S $ 3 2

Tu ente; ifcjffjpNrtow>3o Notarial *P 527

161

PKE'CIO ÍJNÍIAK10 3 pesos 4 pesos 4 pases 4 pases 12 pases 1 pase 1 pese 4 pases I peso 4 reales 2- pases 4 real.®

TOTAL 120 pesos 16 pesos 8 pesos 20 pesos 16 pesos 9 pesos 16 pases 2 pesos 2 peses 2 pesos 8 pesos 2 pesos tfpeses i ¡tese

C A PITtlXO IV

ÉPOCA REPUBLICANA

La proclamación de la independencia y la posterior instauración de la república pean ana, no traerían cambios substanciales en la vida da ios pobladores del valle de Carabaylloy alrededores.1 En este seiiido, hasta k década, del '50 del siglo XX, la agricultura será la actividad en tomo a la cual desarrollarían sus vidas. El desarrollo de la. economía peruana y su vinculación con el mercado mundial, provocarían diversos cambios en la estructura interna del pasa, que conllevarían al ^rugimiento de nuevas y exigentes obligaciones üel Estado para- con. la población y viceversa. Pero ni el Estado ni h población se encontraban preparados para satisfacerlos. Esto originó una serie de trastornos que se agravaron merced a un acelerado crecbáenío pobíacidml. Bsta situación generó un cambio en el panorama geográfico y social. De esta manera, las zonas rajadles disminuyeron no sólo territorial sino también poblact oralmente; en contraparte las zonas urbanas sufrieron un proceso de crecimiento y concentración pobladona’l, siendo la migración la forma más cotidiana de realizarla. Estos migrantes (provenientes de distintos puntos del país y cuentes de recursos económicos) fueron ocupando raudamente diversos territorios, incluyendo los destinados para el trabajo agrícola. Es así como en pocos años el valle de Carabaylb, va a ser ocupada hasta convertirse en uno de los ejes más importantes del crecimiento uibano de Lima.

Las refeioaes de Alberto flores Galindo en su Haro Aiirtocrada y FUt>« liana, 174tkt830. lima, 1984.. son ek>cuentes ál respecto. En dicha obra el autor 4a euenta odain®sio. liana, 19-18.. Pj>. 235; Bañes Mwáfijiáces de San Martin Tesis do Br. ais Derecho, PUC. lima, 1941. Pp. 59, Véanse también las obras del historiador Bartolomé Mitre, quien a dedica especial atención al ettodio de la vida y obra de? General San Martin; y Ascensión Martínez Biaza, La Prensa. Doctrinal «ai la indtepCBéeiKRsi dtí P®ú 1811-1834, Lima, 19SS. Do los periódicos estudiadobpor Mariuez Biaza se distinguen 3 posiciones ideológicas-, hbe'rales constitu«áonafistas (11), fidsHsías (4) y patriotas (26)...3 3 Los bienes pertenecientes a! Estado peruano estaban constituidos por fes hienespre'íteíoife las co ate asmases-a áriinte inststuákmasy.-peiíonas.. -Entre

167

por -"nuevos1’ foircionarios, muchos de los cuales con relativa experiencia, pues ya Srabían. ejercido cargos públicos durante k época colonial. Por su parte lo® ''inexpertos'1 funcionarios se vderon en k necesidad de aprender todos los-"secretos" de tan complicada Sabor, Una de las principales preocupaciones del fism-aMé'Estado republicano file buscar y obtener financianúento para las campañas militares. Tal era la necesidad, que se premió a las personas que tuvieran un buen desempeño en sus cargos; así .como se dictaron los más ejemplares castigos a quienes cometieran algún fraude. El castigo encaso de fraude fue publicado por la Gaceta dfeí 'Gobierno en 1821, en ella se amenazaba con pasar por las anrns a los .funcionarios; de Hacienda que cometieran fraude o "la más leve infracción de sus deberes",15 En vista que !a situación era apremiante y las necesidades; cada vez mayores, el nuevo Estado republicano no tuvo reparo’en- declarar vigentes las-leyes y ordenanzas españolas que tenían rekciómcon las finanzas estatales "siempre que no se opusiesen a la independencia '.'del Perú". Al respecto Javier Tentalean opina q u e : . v, “í>e atU «pus MOTdtsííí! el Estado KegrufoHfano ufiSanáo tos "«mM'' .mecatásnios cd«Éatis,.ií,:v,'-W W adÉi «te f3$caBffifed6n y moneMos toaate-i»"-

bueniií3fíjkto.,,! , En-medio de estas dificultades el Estado pemanb ítífenté -mantener so capacidad de operación, dándole especial préfereticiá a los

las inslibucrónes «Mangadas «te ademústrar estos bienes, .twiteáos'akDire^irGeááál: de. Consolidación. ■.v 4

Gaceta de CoMtmé/29 de dá3Hflbié'«te-1821-,-;N® SO.-”

•5 Timar Tartalean ^rlrudo,'';l^eMéa':«cendndcé/0iiáira»'ii tom ad.** ást Estado; Siglo XDC lima, -19551, pp.-'40. Entre 'otros aspectos-"dé la B««a»Bda peraantupe. perdurarían áisraate todá la década áá?,0 y *30. -teísmos: & t á carestía «te ¡Míenlos de subsistencia; 1). La ■mcomuiricaci.óá conc ¡¿gimas zonas «leí ten-jtwci-, c. La cnasi paisfeación de la agricultura, la rnSaetis y el comercio; A La ausencia de reatas fiscales, etc. Véase también-Enaüio Dtómart y J. M. Rodríguez, AMtes íSé laHíMiásA m/Hx» í d P « j ( . « l -J88$). Lima, 1902-26. Pp. 2L5; -■-;

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gasfcos en aspectos de defensa. Para obtener recursos se recurrió a todos Jos mecanismos disponibles {presione.?, negociaciones;., expropiaciones» etc.). Las tres principales fuerttes de ingresos, era la iglesia, los créditos otorgados por los comerciantes, mercaderes y hacendados y Sos empréstitos e^iemc*;/ De las tres fuentes señaladas, las dos últimas provocaron posteriormente un tuerte endeudamiento interno y externo. Esta, situación continuó y se agravó debido a- las prolongadas .luchas entre caudillos militaras (criollos y aristócratas),-quienes tratando de obtener el masado político-militar del país, provocaron una secuela de anarquía y desorganización, que término por derrumbar a. la desfalleciente economía nacional, Una de las primeras tareas de ios gobernantes de. tumo- fíje impulsar y desarrollar la base económica del país, que estaba sustentada por la agricuftura y minería. Los cambios en d mundo así lo erigían, Es así como en el sector agrícola se impulsan» dos sectores productivos claramente diferenciados y subordinados: externo e interno, siendo el segundo sector subordinado de! primero. Para tener una idea, más clara de cuál fue fe política económica impulsada por el Estado a i el área de agricultura, reproduciremos paute del cuadro tercero, elaborado por Javier Tentalean en base a las memorias de ios Ministros de Hacienda/ Algunas décadas más adelante, esta tendencia de orientar la economía al mercado mundial fue perdiendo importancia, en la medida que la economía internacional fue cambiando. Además de isa-ementarse á El 11. ¿la tucüijíB da 1822 se reífa. el primer empré síHo en Londres por 1*200.000 de fibras estufillas a! 6 % da interés y coa cargo &amortizado en 30 araos;. En las negociaciones hechas por Garda dá Rio y Proyciens, se cometieron serios "actos irreguíaras" no sólo de los anteriormente mencionados, riño tmbiénpor paite dá conjt'aristas Kinder y del agenta Parishllotiertsoii. Véanse Emilio Dancuart y J, M. Rodríguez ok cit. Tome I Pp. 223 y Mariano F. .Paz Soldán, Histeria del Perú IridtependiUsite. Tomo tí (Segimdlo periodo 1822-182^. Lima, 1874. Pp. 156-157. ^

Ver anasolP-S.

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ía población peruana y desarrollarse los diversos centros urbanos, originando con ello una cierta, reversión de la actitud originalmente art imida per los propietarios o arrendatarios (fe las haciendas. La fecha de estos dos sectores (externo e interno) «carao muy bien Jo señalan Manuel Bunga y Nelson Manrique- marcarían deciavamente el den-otero de la economía peruana. Las haciendas limeñas dedicadas a la producción de caña de azúcar y diversos productos de panllevar, a pesar de Jas grandes í dificultades (inestabilidad debido a las guerras civiles, destroccióh' y .desmantelauaento, producto de las "visitas” tanto de tropas realistas como patriotas:, felfa de brazos p a ra d cultivo, debido al reclutaniiento compulsivo de los ejércitos, etc.) se vieron favorecidas durante las primeras décadas de vida republicana, debido al-alza de. los'precios dealgunos productos.8 Este incremento de Jos precios elevó el costo de vida y originó un descontento urbano. -. Los niveles de precios se estabilizaron en el período posterior a la independencia, aunque con algunas interrupciones debido a- las guerras de los caudillos, perocontinuó con esta tendencia basta-mediados de la década dé 1840. A pesar de esta aparente estabilidad en el precio.de los productos de primera necesidad. I®- economía peruana -se encontraba en medio'de útía fuerte recesión y crisis'generalizada. Las haciendas limeñas’á pesar de ello se reconstitoyeraí rápidamente. Sin embargó, su .dróuítócbraérdaí era'corto y escasa su capacidad de demanda.. Por alió, la mayoría de los propietarios y arrendatarios dé las haciendas limeñas tovieribn que adecuar el giro de su producción, temendo en cuenta las coyunturas económicas: de exportación (azúcar;* algodón, "etc.) y consumo local (trigo, arroz, etc.). ' '\ Bl artículo de Peni Gooteaberg, “Nfeelos de prados.en lima del s*gfe XDT Algunos datos a :htwj>reteciori£s'1, revela esta tendencia y ¡presenta datos cuánticos al "respecto. • El reístno autor' presenta "luía. original pera discutible pMiodjficaeiión del siglo XIX:

- 1SOO'-1814.... Deflación tacñetaáa. '-181S-1824.... Fuerte Marión .de lá guerra.. -.-1825-1846 Eclabifizadón y deflación. • ' - 1B4Ó-Í8S4 Reflación moderada en ía apoca' del guano.' .

"-1855-'1873

Severa inflación. durante Ía éjjoía del guano.

-1874-1885 .... Caosinñadosario... hacia el controlLibsraSí.

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Para finales la década, del '30 dd siglo XIX, el Gobierno del Genera! Sarita Cmz mandé elaborar a. los ftaaciaiarios .Gaspar '(fe Osma, José del Valle y Francisco Naranjo, una Estadística: Agrícola Limeña, con la finalidad especifica de saber cuánto trigo habría de resollar de las cogedlas de 1837.9 Este documento, .enumera las tierras ''que los hacesudados limeños destinaban para el cultivo de trigo, dejando de laclo Sos espacios "isnproducthms’V amáa. «fe las distintas áreas destinadas a otras actividades agropecuarias. A pesar que la «(formación fije proporcionada por los mismos hacendados-y por ende en algunos casos podría resultar inexacta, ello no imposibilita deducir que el valle de CarabayHo (con 37.3 % del total de trigo producido) era k zona que más trigo producía en el valle de lim a. 3

3

E! dítamscato regjs&ausa tola! de 105 Siaciendas distabuadas en 10

valles: Carabayí.0, Piedia Liza, L«rigatidia, Ate, Surco Luna, Ifiiatica, Magdalma, Mar«raga y Legua, Véase Eco sM ^rtactoiasl®, irania e cosí que se ctnwcsa a ES Peruano en 1837. Bebo agradecer a Alejandro Salía® y Beka Som por fa «droga del ffimesonado documento.

CULTIVO BE TRIGO JEN -LIMA. (1837)

VALLES

Carabayllo

l^ieto. liza

ÍUCIEMÍAS Comas--Infartas Col&gue CauteiSa-Cencott' y Hniacoy Prachane» Cábaflero Choca Zapan Macas Trapichas ■ Molina. C&acra-Granáe Pampa libre Ihwbio Viejo San Lorenzo San Jtiao je Dios Tambo ¿s Soga CoparCabaiia Cbeco Pro Cbaipiteata Oijpjft!Ü(ÍO Naranjal GrS'áí 'Perú sé imció en; 1849. Ei primer importador fue Domingo Elias* quien trajo alrededor de . Lima, 1991.

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Criáis y

PORCENTAJE DE POBLACIÓN P O R REGIONES (19404993) BEGltíN Costa Siena Selva

1040 25.15 61M n.%9

1SMSI 39.41 53,44 07.15

m i 45.90 44.20 09.90

198® 49.90 39.50

í$m 53.70 .14.80

10.60

11.S0'

límite: INSX-CÜNAKj, Elaborado pw CUANTO S.A-

Bn 1940, la sierra y selva juntas albergaban cerca del 75 % ¿le la. población. La costa, en menos de 40 años, equiparó esta diferencia alcanzando el 49,9 % ele la población. En la. actualidad, la población radicada en la costa supera ampliamente a la de I r sim a y selva juntas. Este grave problema de concentración. pobkciortal, sobre todo en--los departamentos de Arequipa, Tacna... Tmjillo y principalmente Lima, tienden cada día a empeorar. Es asi como,' -la •población del departamento de Lima a ida mrrement4iktase de manera acelerada. Hasta 1940, la población limeña era de tan sólo 849-.Ó00 habitantes, que en menos de '50 años a llegado s cerca de 8 millones de habítaníes.y con tendencias a seguir aumentando.

POBLACION D EL DEPARTAMENTO DE LIMA (190S-19S) CENSOS 1903 1910 1920 1930 1940 1961 1972 1931 1993 1997 1998

HABHA.N'IÜS 154.624 155.138 198.975 317.825 849.000 2.093.000 3.595.000. 4.993.000 6.479.000 7.067.000 7.891.635

-Ffiíjiite: JHEX, Eíaboraíto poj'CVANSO S.A,

190

El distrito ele Comas no es ajeno a este fenómeno. Es más, junto al distrito de San Juan-de Lurigancho son los distritos de mayor concentración poblacional de ia provincia de Lima. Comas antes de su fundación como distrito estaba,, compuesto de tan sólo 60 familias. Para 1961. el distrito contaba con una población aproximada de 100 mil pobladores,, quienes a.base de esfuerzo e iniciativa -impulsaron la fundación del distrito. En la actualidad, el distrito de Comas posee cerca de 450 mi! pobladores.

,

POBLACIÓN D EL DISTRITO'DE COMASt 1961-1997 : .

' C E N SO S™

ItS n A Ñ T E S

19(51 1972 1981 1993 1997

.

100.000 173.000 283.000 404.000 439.000

íuente! IWBI Elaborado por ÜTfAffftQ S.A.

1. CAUSAS; CIFRAS

El crecimiento poblacionai de! distrito de Comas, no es sólo producto de ía explosión demográfica ocurrida en la década del '50 de! siglo XX, A ello es necesario agregarle la grave situación económica por k que .atravesaba d,. interior país, lo que originó finalmente que la población radicada en esas xanas de! país (la. más afectada por esta situación) se viera obligada a dejar sis lugar de origen para trasladarse a z o n a sm á s'‘rk sw o llad as"36 . Entre las zonas de desarrollo-agromtfcstrial, tenemos a la zona norte y cateo- de Ja costa peruana, lugar donde se encontraban ubicadas las printípaSes infcídas exportadoras da azúcar, algodón, cobre, petróleo y harina de

poscado.,

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Estes oleadas migratorias tienen causas imumerabies, Los diversos estudios de este fenómeno pueden -de acuerdo a su análisissea'reunidos en dos grandes grupos ¡el primero que defiende el factor económico como el determinante de las migraciones y el segundo,, antepone la movilidad soda! como causante del mismo fenómeno. Iros .primeros argumenten "que (amala estmcturación social y económica del país, origina la pobreza de las- provincias por lo que sus habitantes se ven obligados a desplázame hacia las grandes ciudades". El segundo grupo, sin dejar de lado los factores económicos, considera también poderosos los factores que llaman de movilidad social. Consideran "que en casos de emergencia, corno sequías, imndadones, terremotos: y violencia social, los pobladores de esas zonas afectadas tienden a, trasladarse a diversas ciudades". En realidad no podernos: limitar las causas o motivos que originaron el despoblamiento de los pueblos del interior del país a uno u oteo grupo. La gran cantidad de pobladores que se movilizaron y movilizan, hace posible k existencia de muchísimas razones para emigrar. Cada persona tiene una causa o motivo diferente a la otra, aunque la «rayoda considera que el factor econácnioo es el determinante en su decisión. Este, apreciación es valida si tomamos m cuenta la ausencia, de medios adecuados de vida su Lis zonas serranas y selváticas (defectuosa distribución de la tierra), el escaso desarrollo de la economía interna, el poco apoyo por parte del Estado, entre oteas'. De esta manera, podemos explicar cómo el alarmante crecimiento demográfico del país, no marcha en forma paralela con la disponibilidad de tierras agrícolas para los campesinos radicados en el interior del país. Más aun, las grandes' haciendas de las serranías sueleo ser expresiones delatífundismo en las qué utos pocas manos cmceilran la. propiedad de mochas miles de hectáreas. Hay, en cambio, muchos miles ele campesinos, centenares de miles de campesinos* que no poseen ni una sola hectárea de cultivo. En el peor de los casos, si el campesino cuenta con algunas parcelas, no cuente ni con los recursos'ni con el apoyo económico para poder trabajaría. Así la masa campesina al no contar con los elementos necesarios de producción, decide emigrar hada ciudades más desarrolladas, en especial los de la. costa.

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Los cajonpesinos que poseen tierras de cultivo se dedican a la producción de bienes agrícolas de poco valor agregado,, debido a su escasa economía, que no recompensa el enorme sacrificio y esfuerzo invertido en alia, lo d o lo contrario sucede con ios grandes hacendados„ quienes invierten $ran cantidad de dinero en cultivar productos destinados al mercado eterno e tatemo, estos úUíibos de mayor calidad y menor valor que ¡os producidos por los campesinos. El Estado y algunos inversionistas dedican tiempo y dinero, a fomentar la elaboración de productos generadores de divisas, El Estado brinda- usía, legislación favorable y los kmrsiomstas el capital- necesario para la instalación y desarrollo de las empresas económicas. Para poder obtener estos capitales es recesarlo contar una serie de requisitos, los cuales sólo pueden ser reunidos por los grandes propietarios. De esta manera, los pequeños propietarios no logran hacer uso del capital destinado a. fomentar el desarrollo de la actividad agrícola. Las leyes de desarrollo industrial, si bien facilitan y ÍGmekAan ¡a introducción de nuevas industrias en el país, no han sido reguladas debidamente para su desceofcrdizacióti en diversas zonas del país. Es por ello, que las pocas ¿ru tad as instaladas en el Perú se cncuentnuí ubicadas en las principales ciudades. Por otro lado, estas industrias de régimen extractivo no rein vierten en nuestro país los beneficios obtenidos. Toda- esta situación origina un deterioro en la vida de los; pobladores del interior del país, quienes se ven obligados a. migrar a zonas con mejores posibilidades de desarrollo, Para, tener una idea de cuáles son los departamentos que mayor número de pobladores ha .proporcionado al crecimiento demográfico del departamento de-Lima,-presentamos el siguiente cuadro estadístico:

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MORANTES; LIMA-CALLAO (1988-1993) CENSOS___ Amazonas Aa.cas!i

ÍIAEm.:NT£S 2Í5T 22.870

AjniTimac Arequipa

7 .7 5 9 ''

5.7.934

Ayasueto Caj amarca Oaxco

HuHKutavBfica Hhánwco Ies Juma

12.513

7.W3 I0. tttrYeúa. B. Estado fe dalia las concesfesms, ferreo p#ra stiWiáadw

raimraá corno «giácvl»?-; ínm^ar-. S ramea. ím agiriailíiojr, Bfeu,

fes epí* rrabajwtattf j w

Caswiiw ai estos «tisw.os U peáSíamís i#nI«éedÉo~,’‘>*

Los coneesiemaríos en genera].-estaban obligados s trabajar las tierras, ofreces- puestos de trabajo % invertir capitales. . Asimismo, estaban prohibidos de vender, alquilar o enajenar las tierras adquiridas en concesión por parte de! Estado. Como consecuencia de lio primero, los concesionarios necesitaban mano de obra para, trabajar las tierras. Una vez hecha la convocatoria y seleccionado el personal y la cantidad de trabajadores, éstos eran ubicados en zonas improductivas en donde construían, sus viviendas. Estas viviendas hechas de estera, cartón y social, política y literaria (como á nústna Is denomina): "Los hadaos ds esta novela son reales, pero ios nombres fíe los personajes hm sitio cambiados". Debo agradecer muy coonlialmeute a Walter Huamattí por la ayuda brindada para ubicar es-fe novela. Este testimonio os recogido por al diario Malte*. ( 02-08-196?) y publicado poi' Amelio Medina Cruces en Cít-mas. tía pkíMg un «tusardísu. lima, 1989. Fp. 93.

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madera, eran asignadas: sólo a ios trabajadores de la hacienda y durante el tiempo que permaneciesen en ella. Algunos años más adelante- y debido-a ia grave situación económica por la que .atravesaba el país, estos mismos -trabajadores conjuntamente coa'' sus familias, darían inicio a'.traá-'selectiva-y 'sistemática invasión de los terrenos enanos aledaños a las haciendas Comas y Coilique, que según ios concesíotarios ylo dueños" de- las haciendas, les pertenecían. Posteriormente, estos mismos invasores y en la medida que iban attmenfcondo, invadirán parte de les. terrenos de uso agrícola de las haciendas anteriormente mencionadas. Esta situación se tomaría cada vez más tirante en-lamedida que se jnwementaba el número de invasores y sus exigencias temaban mayor fuerza, a-la par de las gestiones hedías por los supuestos propietarios con el fin de desalojarlos. Los 'encantamientos' no se hicieron esperar y las ludias fueron- arduas,-'én rista :que ninguna de las partes accedía a aceptar las e s e n c ia s planteadas.Esta sítuadón coufíietsva obligó al Estado a buscar soluciones rápidas. Una de ellas fue la expropiación y concesii&i- de los terrenos eriazos'aledaños a las ímdendss Comas y Cdlltque {conocidas como pampas), a los miles d-'¿ invasores. .El argumento de esta actitud se ftmdamentaba en el concepto de necesidad y utilidad pública; es decir, la preferencia del bienestar comunal por el bienestar particular. Esta actitud asumida por el Estado responde principalmente a dos razones; decidida defensa efe los invasores de los terrenos bcijpádoS y porque el régimen de entonces (T gobierno de Manuel A. Odría 195G-I$J5í¡) tenía ■un interés en crear uriclientelaje político.36 E ste panorama- obligó a los propietarios de lásd iv ersas haciendas a lotizar, y vender parte de los terrenos agrícolas de sus haciendas a . diversas asociaciones y cooperativas, de . viviendas, 36 Á1 respetó», el'antropátog* José Matos Mar áfona que cada' una «té las grandes aspatiaiéaes tls láé'baraadas faan tetado un conelato váicubnetón poMca, económica y, sociaL Ds no-ser así, a®-se podrís explicar edme fes zonas agrícolas ¿fe las haciente Comas, Naranjal, Pro y Cueva dd valle del CtiÜé-n, '&«•» taímate-dm. fines tóbanos. Véase Las barriadas de Lima. Lima, 1957. Pp. 16.

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conformadas por los excedentes efe ios mismos grupos invasores. Esta actitud asumida por los prüpidxrioz de fes haciendas, responde al peligro «manante en ia que se mccfifehsa los téstenos de su propiedad. Los concesiomrios a su vez, intentado ú

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