Historia de Los Grados Militares Del Presidente Gerardo Barrios

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Comentario sobre los ascensos de General de División y Capitán General de Gerardo Barrios de 1849 a 1860. Mario Ernesto Rodríguez Sosa* Es importante aclarar que en el grado de Generar ostentado por Gerardo Barrios entre este período de 1850 a 1859, no procede a las leyes de El Salvador, sino al otorgamiento obtenido por el Gobierno de Honduras. Así como, el grado de Capitán General no se obtiene por medio de actos heroicos, sino es un nombramiento político por ser el Presidente de la República.

Explicación sobre el grado de Coronel en El Salvador y General en Honduras de Gerardo Barrios. Durante la Administración del Presidente Doroteo Vasconcelos, en noviembre de 1949 se promueve establecer un pacto para organizar que los tres Estados de Nicaragua, Honduras y El Salvador formen un gobierno nacional y que se constituya en República (Gaceta 1849:T2, No. 38, p 4) Previendo los problemas a suscitarse con Guatemala por la firma de dicho pacto, El Salvador comienza los preparativos venideros y en noviembre del año en curso se nombra al General Cabañas1 como Inspector de las milicias del Estado y comandante general del Departamento de Sonsonate. (Gaceta 1849: T2, No. 37, p 4) En el Departamento de San Miguel el Coronel en calidad de comandante de las milicias, realiza llamados a la población para alistarse. El 13 de noviembre le informa al Señor Ministro de Hacienda y Guerra del Supremo Gobierno del Estado, que ha reunido en la plaza de San Miguel el día 11 de noviembre a dos mil dieciocho soldados, compuesto de mil setecientos de infantería y trescientos dieciocho de caballería; a los que ha constituido en dos regimientos en este departamento. Para los distritos de Osicala y Gotera manifiesta que no ha realizado ningún alistamiento ya que las tropas que se han organizado son bastantes y considera que para no causar la menor extorsión ni daños a la agricultura, sin embargo considera que podría alistar dos mil hombres más en caso de requerirse. (Gaceta 1849: T2, No. 39, p 1) A mediados de enero de 1850, envía el siguiente documento al Supremo Gobierno: “Estado general que manifiesta la fuerza alistada con que se halla el Regimiento del Departamento con expresión de los cuerpos. BATALLÓN No.1 BATALLÓN No. 2 BATALLÓN No.3 BATALLÓN No. 4 EXTRACTO 1º y 2º Batallón 3º y 4º Batallón PLANA MAYOR Escuadrón No. 1 Escuadrón No. 2 RESUMEN Infantería......................... 1,695 Dragones......................... 434 Suma Total..................... 2,210 San Miguel, Enero 21 de 1850, Gerardo Barrios”. (Gaceta 1850: T2, No. 52, p. 4)

El 12 febrero de 1850 el General Senador Santos Guardiola se insurrecciona contra las autoridades de Honduras administradas por el Presidente Juan Lindo. Se nombra como * 1

Estudiante de Antropología Sociocultural, Universidad Nacional de El Salvador, mayo 2011. El General Cabañas era cuñado de Barrios

comisionado extraordinario por el Supremo Gobierno de El Salvador al hondureño Victoriano Castellanos2, por parte del Gobierno de Lindo se nombra al presbítero Desiderio Pineda y al Benemérito General Guardiola, los cuales celebran el convenio de Pespire el 28 de marzo, el cual permitió que se restablecería la reconciliación entre las partes en Honduras. (Gaceta 1850: T2, No. 56, p s/n Alcance) Adicionalmente a enviar un comisionado, el Gobierno de El Salvador envió una fuerza expedicionaria al mando del Coronel Gerardo Barrios, lo acompañaba una División de milicias de San Miguel, esto sirvió para que las negociaciones en Pespire tuvieran como fin el restablecimiento de las autoridades constitucionales en Honduras. Como agradecimiento el Gobierno hondureño honró a la fuerza expedicionaria de El Salvador como se cita a continuación: “El Jefe Supremo de aquel Estado emitió un decreto en muestra de su gratitud, declarando que los jefes y oficiales de la división tendrían en Honduras los mismos grados que en éste Estado, y a mí se me honró con el título de jeneral (sic) de división que adjunto a U. y le suplico me devuelva. Yo lo acepte como una muestra de la bondad de aquel gobierno, sin perjuicio de dar cuenta al mío, como lo hago por el honroso medio de U”. (Gaceta 1950: T2, No. 62, p 1)

Indudablemente, este nombramiento sin la aprobación por las Cámaras Legislativas de El Salvador para permitir dicha distinción, ocasionó fuertes polémicas ya que se debía pedir permiso para recibir dicho nombramiento. De esta manera se observa que por momentos en la Gaceta de El Salvador a veces se cita como Coronel y otras veces es llamado General a Gerardo Barrios. Indudablemente para el Estado Salvadoreño el grado oficial era de Coronel, para el Estado de Honduras era de General de División. Explicación del grado de General de división en El Salvador de Gerardo Barrios. Los mandatarios del Estado del Salvador, para el período 1858 a 1859, recayeron como Presidente en el Señor Don Miguel Santín del Castillo y como Vicepresidente el Benemérito General Eufrasio Guzmán3. Es nombrado el Señor General Don Gerardo Barrios como Ministro de Relaciones Exteriores el 15 de abril de 1858 (Gaceta 1858: T7, No, 1, P 4). Para el 24 junio del corriente año el Presidente Santín deposita el Supremo Gobierno en el Senador Gerardo Barrios: “MANIFIESTO que el Sr. General Don Gerardo Barrios, Senador encargado del Supremo Poder Ejecutivo de la República, dirige a los salvadoreños. Compatriotas. El Presidente de la República ha depositado en mí conforme a la Constitución, el mando Supremo a consecuencia de su enfermedad, y se retira a su hacienda a restablecer la salud. No desconozco el peso y la responsabilidad que envuelve el ejercicio del Poder, y más al presente en que es indispensable”... (Gaceta 1858: T7, No. 21, p 1)

Barrios con el decreto que ordena el traslado de las Supremas Autoridades a la antigua capital provocaron un problema de grandes proporciones el 28 de junio de 1858, con los que se oponían a su traslado (Gaceta 1858: T7, No. 22, p 1). Con el decreto emitido del

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Comerciante quién residía en El Salvador y posteriormente sería nombrado como vicepresidente de Honduras, y a la muerte del General Guardiola se convertía en Gobernante de dicho Estado. 3 El General Eufrasio Guzmán era el suegro de Gerardo Barrios. Héroe del 2 de febrero de 1845, por lo cual se le denominaba Benemérito.

13 de agosto donde se ordena el traslado de la Corte de justicia se produce un nuevo cisma. El Presidente, para acabar de dar lleno a su programa, con fecha 13 de Agosto dispuso que la Corte de Justicia se trasladara de Cojutepeque a San Salvador el 20 del mismo. Nuestros lectores saben que ha pocos meses se había trasladado de Santa Tecla a Cojutepeque, y que el decreto de traslación produjo entonces un cisma judicial que las Cámaras cortaron sosteniendo la traslación a Cojutepeque y condenando a los Magistrados que contra lo dispuesto por el Poder Legislativo, la habían impugnado. Ahora, últimamente, cuatro Magistrados pretendieron iniciar un nuevo cisma oponiéndose al decreto de 13 de Agosto y diciendo que como el Poder Judicial es independiente del Ejecutivo, el Presidente no tiene derecho de mandar que la Corte se trasladase a San Salvador. Séanos permitido observar que por orden del Poder Legislativo emitida el 6 de Febrero del corriente año, está mandado que la Corte de Justicia resida donde sea la residencia del Poder Ejecutivo. La residencia del Poder Ejecutivo es hoy San Salvador: luego sin oponerse a lo resuelto por la Representación Nacional no podían los Magistrados resistir al decreto del Presidente. (Gaceta 1858: T7, No. 42, p 4-5)

Con el traslado de los restos mortales del General Morazán al nuevo mausoleo, Barrios incrementó las tropas para los actos protocolarios y esto despierta sospechas que no pretende devolver el poder al Presidente Santín y provoca su retorno apresurado a ocupar el cargo depositado en el General Barrios ACUERDO del Gobierno, que dispone la resignación del mando Supremo en el Señor Presidente de la República Don Miguel Santín. San Salvador, Septiembre 18 de 1858. El Senador Presidente, teniendo por concluida la misión que le cometió el acuerdo supremo de 24 de junio último, pues desde ayer ingresó a esta Ciudad el Señor Presidente del Estado Don Miguel Santín, acuerda hoy mismo resignar el mando del Estado en él; comunicándose así a quienes corresponda. Miguel Santín Gerardo Barrios El Ministro general: Cayetano Bosque. ACUERDO del Gobierno, que dispone se encargue de nuevo el Señor General Barrios del Ministerio de Relaciones; é interinamente de la Comandancia general de la República. San Salvador, Septiembre 20 de 1858. El Supremo Gobierno acuerda: Que el General Don Gerardo Barrios, que como Senador ha estado en el ejercicio del Poder Ejecutivo, vuelva a encargarse del despacho del Ministerio de Relaciones; y en atención a que en la... la República los alistamientos de los cuerpos de milicias mandados organizar por decretos anteriores, se encargue el mismo General interinamente de la Comandancia general de las armas, para que con mas expedición y prontitud tenga efecto el referido alistamiento con el orden y la regularidad que demanda el mejor servicio público de este interesante ramo. (Rubricado) El Ministro general: Bosque. (Gaceta 1858: T7, No. 40, p 1-2)

Una vez retomado el Mando Supremo del Gobierno el 18 de septiembre el Presidente Miguel de Santín, continuaron las intrigas donde se comentaba que Barrios se proclamaría como vitalicio. En la visita del Gobierno al Departamento de San Miguel el 10 de noviembre, el Presidente asistido por sus dos Ministros en su gira, fallece el Dr. Cayetano Bosque quien fungía como Ministro de Hacienda y Guerra, lo cual provoca que se nombre al General Trinidad Cabañas el 18 del mes en curso (Gaceta 1858: T7, No.58, p 2) y se producen nuevas intrigas sobre el poder adquirido por Barrios. El Presidente Santín se acerca a los opositores del General Barrios y provoca la renuncia el Ministro del Interior el Sr. Lic. D. José Felix Quiroz el 8 de enero 1859; Sr. General D. Trinidad Cabañas, y

el 10 hizo dimisión del Ministerio de Hacienda y Guerra; y el mismo día hizo dimisión igualmente de la Jefatura de Sección de Relaciones D. Manuel Irungaray. (Gaceta 1859: T7, No. 69, p 1) Fue el General Barrios quien denunció ante las Cámaras Legislativas la acusación que el Presidente Santín, pretendía adherirse a los opositores de éste, el 10 de enero de 1859, según se desprende de lo expuesto posteriormente en un documento publicado en 2 de febrero: No se podrá negar que la energía y acierto con que el General Barrios cortó el nudo Gordiano la noche del 10 del antepróximo, paralizó de pronto las maquinaciones de los perversos, que poseían la confianza del Presidente, del cual se servían para saciar sus pasiones de venganza, avaricia y ambición. (Gaceta 1859: T7, No. 75, p 4-5)

Ante los actos de ingobernabilidad el Presidente Santín emite el acuerdo el 13 de enero, de llamar al Vicepresidente General Eufrasio Guzmán para que ocupe el Mando Supremo (Gaceta 1859: T7, No. 70, p 1) y se somete al antejuicio promovido por las Cámara Legislativa de diputados y en su defensa expone: Miguel Santín del Castillo, Presidente del Estado en cumplimiento de su deber, tiene el honor de manifestáros con la dignidad y consideraciones que se os deben: que estando en ejercicio del Supremo Poder Ejecutivo el Senador D. Gerardo Barrios, aprisionó y condujo escoltados a esta Ciudad a los Señores Magistrados D. Estevan Castro y D. Victoriano Rodríguez, porque difirieron y fijaron más tiempo que el que se les señaló para trasladarse a esta misma Ciudad que para conservarse en el ejercicio de la Comandancia de armas del Estado excitó y exhortó a la guarnición de este cuartel y milicianos, manifestándoles que el Presidente del Estado lo quería separar del mando de las armas del mismo, porque había trasladado el Gobierno a esta Ciudad; cuando no había hecho otra cosa que excitarlo a que renunciase tal ejercicio por ser contrario a la ley, y estar ya ocupando su asiento como Senador en las Juntas preparatorias de la Cámara del Senado, con el objeto de un desobedecimiento abierto a la Suprema autoridad: que por haber nombrado Ministro de Gobernación al Sr. Lic. D. Francisco Dueñas, por renuncia que verificó el Sr. Lic. Felix Quiroz, lo desterró en unión del Lic. D. José María Zelaya, por suposiciones indebidas, haciéndolos conducir escoltados hasta la cabecera del Departamento de Chiquimula (República de Guatemala): que igualmente desterró, persiguió y aprisionó a los individuos que componían la Municipalidad de Sonsonate, con violación de las garantías constitucionales, y por una autoridad que no tenía ninguna jurisdicción sobre ellos; y por último que ha comprimido la libertad de imprenta, arrebatando de ella personalmente la acta de la misma Municipalidad de Sonsonate; y no pudiendo impedir las violaciones de las garantías y fórmulas legales, porque no encontraba sin poder alguno, obligado por el deber de conservar la paz, aunque violentado y contra los sentimientos de mi conciencia, acordé llamar al Sr. Vice-Presidente D. Joaquín Eufrasio Guzmán, para que se encargase del ejercicio del Supremo Poder Ejecutivo, con la esperanza de que restableciese la marcha de la cosa pública a su estado normal, por la grande influencia que siempre ha ejercido en el animo del expresado Sr. Senador D. Gerardo Barrios. Como hombre de honor y Presidente del Estado, no debo callar, manifestando lo que dejo referido. Por tales fundamentos. A la respetable Cámara de Representantes tengo el honor de pedir, que acogiendo esta exposición, os sirváis elevarla como una acusación en forma contra el Senador D. Gerardo Barrios a la Cámara del Senado por medio de vuestro fiscal, para que ella declare haber lugar a proceder contra el indicado Senador por los hechos que dejo referidos, ofreciendo probarlos debidamente a su tiempo; pues también pido ser reconocido como parte en el procedimiento a que de lugar esta acusación. Juro de calumnia y de malicia &. San Salvador, Enero veintiuno de mil ochocientos cincuenta y nueve. (Gaceta 1859: T7,

No. 74, p 1)

La resolución de la Cámara de Diputados se pronunció de la siguiente manera: Sesión de la Cámara de Diputados del 22 de Enero de 1859. A la Comisión de peticiones. Pérez, Presidente. Cámara de Diputados. La Comisión de peticiones, a quien os servisteis pasar la acusación que el Presidente del Estado hace ante vos, contra el Senador General D. Gerardo Barrios, por actos que éste cometió en ejercicio del Poder Ejecutivo y como Comandante general de las armas, ha examinado detenidamente la acusación y pasa a informaros lo conveniente. El Sr. Santín, acusado como fue por ocho Representantes ante esta misma Cámara, y acogida como se halla la acusación contra él, no tiene derecho a acusar a nadie, mientras no se vindique él mismo; porque es muy trivial y conocido el principio que un acusado no puede acusar; de manera que este dictamen debiera concluir aquí pidiendoos que desecháis la acusación; mas como ella contiene especies graves que es preciso, por honor del Estado y de las personas dilucidar y poner en claro; porque tales documentos no pueden legarse al archivo, sin consignar en ellos razones que justifiquen los actos de la Cámara, para que transcurriendo el tiempo que hace olvidar los hechos, no se crea que este Cuerpo ha obrado con parcialidad; es con este motivo que hablará la Comisión sobre cada uno de los puntos que contiene la acusación contra el General Barrios. Se le acusa por haber conducido escoltados a esta Capital desde San Vicente y Cojutepeque a varios Magistrados de la Suprema Corte de Justicia, porque fijaron en un acuerdo más tiempo para trasladarse a esta Ciudad que el señalado para verificar su traslación, por otro acuerdo que emitió el Sr. Barrios en concepto de Presidente del Estado. La coacción que recayó sobre dichos Magistrados, no fue por el simple hecho de diferir la traslación; tuvo su origen en un desatento desconocimiento que hizo el Supremo Tribunal de la autoridad del Ejecutivo, negándole la facultad puramente administrativa, de acordar el cumplimiento de una orden Legislativa para que la Corte resida en el lugar donde reside el Gobierno. Por un hecho semejante el Cuerpo Legislativo encausó, juzgó, depuso y castigó a los Magistrados que formaban el Tribunal que existió en la Nueva San Salvador, quedando establecido el principio que la Corte de Justicia no tiene mas atribuciones que la de aplicar la ley a los casos ocurrentes, sin mezclarse en lo administrativo. La desobediencia de aquel Tribunal a trasladarse a Cojutepeque, produjo lo que se llamó el cisma judicial que puso en conflictos al Estado, y que lo salvó de la anarquía el Cuerpo Legislativo convocado extraordinariamente, quien con mano firme y decidida cortó de raíz el mal, reprimiendo y castigando aquellos altos funcionarios que habían traspasado sus atribuciones. Organizado de nuevo el Tribunal en Cojutepeque y pocos meses después trasladado el Gobierno a esta Capital, el Ejecutivo acordó se viniese aquel Cuerpo al punto de su nueva residencia, fijándole la época y proporcionándole los medios de verificar su traslación. Se le negó entonces por el Tribunal, la facultad de emitir el mencionado acuerdo; se hizo esto en términos descomedidos e impropios, siendo palpable la resistencia a los pueblos, y temiéndose con justicia una perturbación del orden. En semejante delicado caso, el Senador Presidente Don Gerardo Barrios, que sabía el puesto que ocupaba y los deberes que le imponía, no vaciló un momento en hacer cumplir la ley y asegurar la tranquilidad pública; obligaciones esenciales de todo Gobierno. Así fue como se decidió a la coacción sobre los Magistrados y se obtuvo el feliz resultado de ver aparecer con prontitud llenando sus tareas al Tribunal de Justicia, disuelto de su propia autoridad, con perjuicio de los intereses públicos y con escándalo de los pueblos del Salvador. Por entonces toda la gente sensata aplaudió la conducta del Sr. Barrios, y aún el mismo Sr. Santín que se hallaba en San Miguel, encomiaba el hecho. Los representantes son testigos oculares de lo es(x)puesto; sin embargo existen los documentos oficiales que comprueban estas verdades, y se pueden traer a la vista si alguno los ignora. El segundo punto de la acusación gira sobre el extrañamiento del territorio del Estado que el Sr. Barrios en concepto de Comandante general mandó hacer de los Licenciados Don Francisco Dueñas y Don José María Zelaya, el primero por haber sido nombrado Ministro del Gobierno; y el segundo por suposiciones indebidas.

Confiesa francamente la Comisión que este procedimiento es extra legal: pero necesario a los intereses del Salvador, y solamente por una de las aberraciones más marcadas de tantas que ha cometido el Sr. Santín, puede aparecer denunciando él mismo al Cuerpo Legislativo para que forme parte de la acusación contra el Sr. Barrios. Nos explicaremos. Muchos años hace que la gente honrada y sensata del Estado, lucha contra un partido de desorden que ha pretendido apoderarse de la Administración pública, cuyos jefes bien conocidos son y han sido expresados Licenciados Dueñas y Zelaya. En el dilatado tiempo de la lucha les hemos visto poner en práctica todos los medios para conseguir su objeto. Les hemos tenido en los colegios electorales procurando extraviar la opinión pública; en las Cámaras, perturbando el buen sentido de los Representantes, es la Corte de Justicia, promoviendo el cisma judicial; en la imprenta desprestigiando y calumniando a la autoridad del Gobierno en cualquiera mano que estuviese en los diferentes períodos transcurridos. Les hemos visto repetimos, conspirar contra la administración de distintos mandatarios supremos, bien el país estuviese en tranquilidad, o bien para mayor oprobio de aquellos, cuando estaba amenazada nuestra independencia. Han explotado todas las cuestiones e intereses de localismo, y aún de personas particulares de importancia, para producir el descontento y la división; escalones por los cuales pensaban llegar hasta su fin; pero unas veces el patriotismo y el buen sentido de los salvadoreños y otras la energía del Gobierno han formado la barrera en donde debiera parar la iniquidad y precaver a la sociedad de encontrarse un día subyugada por hombres, cuyas ideas están basadas en la relajación y el desorden. Su último esfuerzo para obtener un triunfo tan costoso, como deseado, lo acaban de hacer directamente sobre el Presidente Santín, a quien hallaron muy propio para su objeto, por el candor y sencillez que lo caracterizan. Le infundieron desconfianzas con una habilidad satánica, que solo poseen los malvados, contra sus verdaderos amigos, contra sus honrados Ministros Señores Licenciados Quiroz y General Cabañas, hasta el punto de obligarlos a renunciar sus destinos y hacerse nombrar en subrogación del Sr. Quiroz el Licenciado Dueñas, quien previamente exigía a su posesión, que el Sr. Santín despojara al Comandante general Sr. Barrios de su destino para poseer tranquilamente ese objeto tan ansiado por los anarquistas cual es el manejo de la administración pública. En semejante conflicto y a vista del abismo en que iba a caer el Salvador, el Sr. Barrios, impulsado por sus buenos y enérgicos sentimientos y por el grito de la gente honrada que ya deploraba su perdición, se decidió con animo firme, a capturar a los dos jefes de partido Licenciados Dueñas y Zelaya, y deportarlos al territorio de Guatemala. En aquellas circunstancias todas las puertas de la legalidad estaban cerradas, y no quedaba mas que una solo la ley para obrar en obsequio de la tranquilidad y conservación del Estado; la ley de los tiempos, y de las naciones: la salud del pueblo. La expulsión de los dos Licenciados, ha sido bien recibida por todas partes; y no hay un solo individuo imparcial y de ideas sanas que no vitupere al Señor Santín; por haberse entregado a un partido de oprobio que en el espacio de un año dos veces maquinó contra su administración; y en la primera de ellas fue ultrajada en la prensa por estos mismos es(x)pulsados, que sostenían un periódico intitulado “La Opinión”; y que poco faltó para que se verificase la caída del Señor Santín, que infaliblemente hubiese acontecido, si las personas de orden no le hubiesen prestado con prontitud su apoyo. No alcanza la Comisión, como el Presidente Santín que pertenece a los hombres de bien, que lo elevaron al puesto que ocupa con oposición del partido anarquista, y que lo han sostenido a despecho del mismo partido, al presente haya podido entregarse a él, vendiendo y traicionando a sus propios amigos, a sus sostenedores y a los intereses mas caros del Estado. Si no fuera que la debilidad humana es capaz de todo, no encontraríamos el misterio de un hecho sin par en la historia del pueblo Salvadoreño. Estaba reservado al candor y a las pasiones de un hombre de bien, exaltadas por malignos descontentos dar el escándalo que se acaba de referir. La Comisión ha confesado que la expulsión de los Licenciados Dueñas y Zelaya, es extralegal; pero la cámara debe convenir que fue necesaria y salvadora, así como el único camino que le quedó al Señor Barrios, para que no fracasaran en un solo día tantos triunfos y esfuerzos de la porción sana de la sociedad contra el partido anárquico; y muy lejos de ser responsable el Señor Barrios, la Comisión cree que el Estado le debe un gran servicio, y el Cuerpo Legislativo su aprobación y aplauso por haber arrostrado con generosa intrepidez todos los males que la saña de los perversos reprimidos, puede acarrearle.

Cuando un hecho semejante tiene lugar por el deseo de satisfacer bajas pasiones o se basa en intereses pequeños, en desprecio de la ley y de las fórmulas, no tiene duda que es injustificable. Mas cuando la única guía para ejecutarlo es el bien de las sociedades, nada tiene de represible. Muchas veces las leyes no alcanzan a llenar todos los casos que ocurren en los pueblos, y es entonces que vemos extralimitarse las autoridades; como en el presente que ninguna ley podía preveer el caso anómalo, que el Presidente estuviera empeñado en sumir al Estado en los horrores de la anarquía, y que le tocara al Comandante de armas salvarlo. Todo se presenta extraordinario e imprevisto, y no podía ser mas que extraordinario el remedio. La acusación comprende un hecho notoriamente falso, la prisión y destierro de la Municipalidad de Sonsonate, lo único cierto es, según consta a muchos individuos del Cuerpo Legislativo, que fue expulsado para Guatemala el Alcalde Dn. Sebastián Sicilia: no solo por haber sido el autor del acta, y el que comprometió a los individuos de la Municipalidad y firmarla, sino porque había proyectado un asalto al cuartel de aquella Ciudad, como se demuestra por varios datos que existen en la Comandancia general, que han visto algunos miembros de la Comisión. El destierro se Sicilia era consiguiente, porque habiéndose propuesto el General Barrios conservar el orden y la paz en todo el Estado, no debía economizar medida alguna para que no se alteraran. Cuando en las sociedades se presentan dificultades semejantes, nunca falta algún varón esforzado que las supere, y esto es a lo comúnmente se ha llamado salvar la situación. A la sabiduría de la Cámara, cuyos miembros son testigos presenciales de cuando dejamos es(x)puesto toca juzgar y apreciar lo justo y conveniente entre la conducta del Señor Santín, y el Jefe de armas General Dn. Gerardo Barrios. Se le acusa por último, al Señor Barrios de haber restringido la libertad de imprenta. Esta es una calumnia; el hecho solo de aparecer impresa el acta de Sonsonate, es suficiente prueba para desmentir la acusación. Pudiera referir la Comisión lo que pasó respecto a la impresión del acta en cuestión pues lo sabe de un modo indudable, pero sería alargar este dictamen. Basta decir que el General Barrios no intentó impedir la impresión, sino hacerle reflexiones al Señor Presidente Santín sobre lo subversivo y peligroso de los conceptos del acta, en la mira de que desistiese de su publicación, siempre dejando al arbitrio de aquel funcionario que se imprimiera o no. La Comisión recuerda a la Cámara que ha acogido una acusación contra el Presidente Santín por la publicación de dicha acta, la que justifica al General Barrios por haber manifestado sus deseos que no se diese a la prensa. En la acusación que el Señor Santín dirige contra el expresado Senador, se leen estas precisas palabras “Que llamó al Vice-Presidente contra los sentimientos de su conciencia y voluntad para encargarlo del Mando Supremo” de modo que el Señor Santín ha venido a justificar a la Cámara por haber acogido la acusación que contra él hicieron varios Representantes y que la conducta de aquel funcionario es incalificable, perniciosa a la paz y a todo orden. Siente decirlo la Comisión, pero se nota en la conducta del Señor Santín una cadena de hechos temerarios y desatinados que no merecen la indulgencia del Cuerpo Legislativo y que éste debe adoptar por consiguiente todos los medios de poner a cubierto el Estado de los males que le vinieran por los desaciertos y debilidades de la primera autoridad. Por tanto: La Comisión es de sentir que os sirváis desechar la acusación que el Sr. Presidente Santín ha hecho ante vos contra el General D. Gerardo Barrios, y que declaréis a éste fuera de toda responsabilidad por los hechos que comprende la expresada acusación; pero la Cámara resolverá como siempre lo mejor. San Salvador, Enero 25 de 1859. Manuel Cáceres.- Rosa Rodríguez. (Gaceta 1859: T7, No. 74, p 1-4)

Después de la destitución del Presidente Santín y ocupando los Supremos Poderes el Vicepresidente General Eufrasio Guzmán, las Cámaras Legislativas emitieron el acuerdo en el cual nombran como General de División al Senador Gerardo Barrios. El Vice-Presidente del Estado del Salvador, en ejercicio del Supremo Poder Ejecutivo.- Por cuanto: la Asamblea general ha decretado lo que sigue: La Cámara de Diputados del Estado del Salvador.

CONSIDERANDO: Que el ilustre Ciudadano Senador Don Gerardo Barrios por sus virtudes cívicas y relevantes servicios al Estado, es acreedor a las consideraciones de sus conciudadanos; que sus talentos y patriotismo le han merecido el grado de General en el Estado de Honduras y que los generosos sacrificios que el Salvador le debe no son de menos importancia que los hechos por aquel Estado; y queriendo premiar el mérito con la justicia debida, ha tenido a bien decretar y DECRETA: Art. Único.- Se confiere al Coronel Don Gerardo Barrios, el empleo de General de División del Ejército del Estado. Dado en el salón de sesiones en San Salvador, a 27 de Enero de 1859. (Gaceta 1859: T7, No.

77, p 1) No fue sino hasta la fecha del 27 de enero de 1859, cuando se promueve al ascenso de Coronel a General de División a Gerardo Barrios y después de este análisis se comprueba, porqué en algunas épocas la Gaceta oficial se le nombraba con diferentes grados militares. Podemos concluir que su ascenso se debió a las denuncias y destitución del Expresidente Santín, indudablemente algunos analistas consideran que había un enfrentamiento entre sectores liberales y conservadores; por otra parte consideran un enfrentamiento entre caudillos. Esta confrontación con el Licenciado Dueñas se acrecentará en los años próximos. Explicación del grado de Capitán General de división en El Salvador de Gerardo Barrios. El 15 de febrero de 1859, el Vicepresidente Eufrasio Guzmán resigna el cargo y lo deposita en el Senador José Mario Peralta (Gaceta 1859: T7, No. 80, p 4), para el 12 de marzo el Senador Peralta resigna y deposita el cargo al Senador Presidente General Gerardo Barrios. (Gaceta 1859. T7, No. 87, p 4). Habiéndose instalada las Cámaras Legislativas, se pronunció el decreto: La Cámara de Diputados de la República del Salvador, Considerando: Que los eminentes servicios que en diferentes épocas ha prestado a la República el General de División Don Gerardo Barrios, ya en su profesión militar, ya en otros importantes destinos, lo hacen acreedor al reconocimiento y gratitud del pueblo Salvadoreño, ha tenido a bien decretar y Decreta: Artículo único.- Se concede al General de División Señor Don Gerardo Barrios, el título y honores de CAPITÁN GENERAL del Ejército de la República. Dado en el Salón de Sesiones en San Salvador, a 24 de Enero de 1860. (Gaceta 1860: T8,

No. 64, p 1) En las elecciones para Presidente de la República de El Salvador, recayó por mayoría de votos en el General Gerardo Barrios, para un período de seis años. Y fue ratificado el 1º de febrero de 1860. (Gaceta 1860: T8, No. 65, p 1) Podemos observar que el otorgamiento del nuevo grado de Capitán General a Gerardo Barrios, se obtiene por su trayectoria en su profesión militar y en agradecimiento, según se cita en el acuerdo. Queda una característica de análisis y es que en Guatemala el Presidente Carrera tiene el grado de Capitán General. Conclusiones

Este enfoque estudiado acerca de los grados militares obtenidos por Gerardo Barrios, nos permiten ampliar el estudio del personaje y poder establecer en que medida se hacía acreedor a esos méritos o se debía a su personalidad de caudillo. El primer título de General de División otorgado por el Gobierno de Honduras, se deduce que él conocía que no podía aceptarlo, sin la debida aprobación por las autoridades salvadoreñas, a las cuales omitió y posteriormente les informó lo acontecido. El título de General de División otorgado por el gobierno salvadoreño, se dio en un contexto, donde él es parte del conflicto entre el Gobernante Santín y su período como Senador Presidente; por otra parte su denuncia ante el Congreso, que provoca la destitución del cargo del Presidente Constitucional Santín y al momento del otorgamiento se encuentra en funciones el Vicepresidente Guzmán, su suegro. Por último su grado de Capitán General, se produce antes que tome el poder como Presidente Constitucional electo. Queda la duda que en esa época, se haya institucionalizado la figura que los gobernantes ostentaran el grado de Capitán General, para establecer la superioridad ante las jefaturas castrenses bajo su mando, tal como existía en la época colonial. Existe otro ejemplo que aúna a esta tesis el título de Mariscal de Campo Santiago González, Presidente de la República de El Salvador. ( Boletín 1872: T1, No. 76, p 1) Bibliografía Gaceta del Salvador, en la República de Centro América. San Salvador, noviembre 16 de 1849, Tomo 2, Nº 37 Gaceta del Salvador, en la República de Centro América. San Salvador, noviembre 23 de 1849, Tomo 2, Nº 38 Gaceta del Salvador, en la República de Centro América. San Salvador, noviembre 30 de 1849, Tomo 2, Nº 39 Gaceta del Salvador, en la República de Centro América. San Salvador, marzo 1 de 1850, Tomo 2, Nº 52 Gaceta del Salvador, en la República de Centro América. San Salvador, marzo 29 de 1850, Tomo 2, Nº 56 Gaceta del Salvador, en la República de Centro América. San Salvador, mayo 10 de 1850, Tomo 2, Nº 62 Gaceta del Gobierno del Salvador en la América Central. Cojutepeque, sábado 17 de abril de 1858, Tomo 7, Nº 1 Gaceta del Gobierno del Salvador en la América Central. Cojutepeque, sábado 26 de junio de 1858, Tomo 7, Nº 21 Gaceta del Gobierno del Salvador en la América Central. Cojutepeque, miércoles 30 de junio de 1858, Tomo 7, Nº 22 Gaceta del Gobierno del Salvador en la América Central. Cojutepeque, miércoles 22 de septiembre 1858, Tomo 7, Nº 40 Gaceta del Gobierno del Salvador en la América Central. Cojutepeque, miércoles 29 de septiembre 1858, Tomo 7, Nº 42 Gaceta del Salvador. San Salvador, sábado 27 de noviembre de 1858, Tomo 7, Nº 58 Gaceta del Salvador. San Salvador, miércoles 12 de enero de 1859, Tomo 7, Nº 69 Gaceta del Salvador. San Salvador, sábado 15 de enero de 1859, Tomo 7, Nº 70

Gaceta del Salvador. San Salvador, sábado 29 de enero de 1859, Tomo 7, Nº 74 Gaceta del Salvador. San Salvador, miércoles 2 de febrero de 1859, Tomo 7, Nº 75 Gaceta del Salvador. San Salvador, miércoles 9 de febrero de 1859, Tomo 7, Nº 77 Gaceta del Salvador. San Salvador, sábado 19 de febrero de 1859, Tomo 7, Nº 80 Gaceta del Salvador. San Salvador, miércoles 16 de marzo de 1859, Tomo 7, Nº 87 Gaceta Oficial, República del Salvador. San Salvador, sábado 28 de enero de 1860, Tomo 8, Nº 64 Gaceta Oficial, República del Salvador. San Salvador, miércoles 1 de febrero de 1860, Tomo 8, Nº 65 BOLETÍN OFICIAL. REPÚBLICA DEL SALVADOR. Tomo 1, Número 76, San Salvador, Lunes 14 de Octubre de 1872