Historia de La Espiritualidad

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HISTORIA DE LA ESPIRITUALIDAD OBJETIVO Que los alumnos puedan saber y aprender algunos rasgos de la espiritualidad de las épocas con sus respectivos maestros espirituales para tener una visión de la historia acontecida y escrita. ESQUEMA PRIMERA PARTE / LA VIDA ESPIRITUAL EN LOS PRIMEROS CRISTIANOS (Siglos I – III) Introducción. I. II. III. Vida espiritual y Vida ordinaria IV. La oración V. Otros aspectos generales Maestros espirituales de esta época:  San Clemente Romano  San Ignacio de Antioquia  El Pastor de Hermas SEGUNDA PARTE / LA EDAD MEDIA (SIGLOS IV AL XV) I. Lo espiritual, la historia y lo medieval II. La espiritualidad y la civilización occidental III. Riqueza de contenidos IV. El auge del monacato benedictino V. El siglo de los mendicantes y la alta escolástica.

TERCERA PARTE / LA EDAD MODERNA (Siglos XVI ss) I. Nuevos panoramas espirituales en los inicio de le Edad Moderna II. El siglo de Oro de Espiritualidad en España. CUARTA PARTE / LA EDAD CONTEMPORANEA (Siglos XIX) I. Aires de renovación en los inicios de la Edad Contemporánea II. Visión de conjunto III. Restauración y nuevas fundaciones 1

Teología Espiritual IV. V. VI.

La espiritualidad sacerdotal Literatura espiritual y teología Los protagonistas del cambio de siglo.

BIBLOGRAFIAS 1.- JAVIER Jese, Historia de la Espiritualidad, Ed. Universidad de Navarra, S,A, pág. 302. 2.- DANIEL PABLO, Moroto, Historia de la Espiritualidad Cristiana, Ed. De Espiritualidad, Madrid, 1990, Pág. 395.

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INTRODUCCION La historia. Todo ser humano tiene una historia. La historia hace referencia al pasado del hombre. Deja rastros de su ser y de su quehacer. La historia es la vida del hombre, la ciencia de lo real. La conexión con el pasado resulta siempre problemática para el observador lejano; sería esta la primera dificultad para hacer una historia completa. Nos conformamos con los datos que podamos adquirir para alcanzar la veracidad de los actos. La espiritualidad indica la vida en el espíritu y es el proceso de una personalidad cristiana madura. Es el Espíritu Santo el que hace al hombre espiritual. Sin embargo, ahora, es considerada ahora como una tentación. El creyente, hoy, está preocupado más por el mundo, por la sociedad, para que sea justa y humana. El testimonio de los cristianos no se agota en los grandes santos. Es un pueblo de verdadera historia. Las fuentes de esta historia son las experiencias íntimas o manifestaciones religiosas del pueblo. La tradición originaria se ha mantenido durante toda la vida de la Iglesia y los escritores han seguido manifestando sus experiencias interiores. La historia de la espiritualidad es una historia de amor, de una íntima y maravillosa relación de amor, porque habla del amor que el hombre tiene a Dios y Dios al hombre. De cómo Dios a pesar de la ingratitud del hombre, no se cansa ni ha cesado de derramar su infinita capacidad de amar a la humanidad y a cada hombre en particular. ¿Cómo podemos descubrir el amor de Dios en nuestras vidas?. Una primera concreción de nuestro objetivo nos lleva a hablar sólo de espiritualidad cristiana; es decir, de cómo se ha vivido y presentado históricamente esa relación de amor entre Dios y los hombres en el caso de los bautizados, y más concretamente en el seno de la Iglesia católica. Santos son todos los que están en el cielo. Un número incontable y personas anónimas en su gran mayoría. Pero entre ellos son ya bastantes los que la Iglesia ha beatificado y canonizado oficialmente, y entre ellos, éstos, a su vez, un buen numero nos han dejado escritos y enseñanzas, fundaciones e influjo perdurable, de los que hay suficientes testimonios de primera mano, documentación fidedigna, etc. No han faltado tampoco, en la historia de la espiritualidad, errores, desviaciones prácticas, intentos o tanteos fallidos que sin juzgar las intenciones y los corazones, no han sabido entrar en sintonía con el verdadero amor de Dios y a los cristianos un camino espiritual con suficiente garantías. 3

Teología Espiritual Estas páginas pretender animar al joven seminarista, por lo menos a acercarse directamente a una docena de esos tesoros de esas vidas, de esos libros de esas experiencias e ideas, esta materia quieres ser una puerta de entrada al conocimiento de uno de los tesoros que posee la humanidad en el inicio del tercer milenio. Las historias y enseñanzas de los grandes heraldos del Amor de Dios. La historia de la Espiritualidad pretende también que nos ayuden a todos y cada uno a tener también nuestra historia personal de amor con Dios y que culmine tan maravillosamente como la de esos santos y santas, aunque sea de forma anónima como la mayoría de ellos.

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PRIMERA PARTE / LA VIDA ESPIRITUAL EN LOS PRIMEROS SIGLOS CRISTIANOS (Siglos I – III) I. II. III. IV. V.

Conversión y Santidad El Martirio Vida espiritual y Vida ordinaria La oración Otros aspectos generales

La vida de los primeros cristianos incluimos aquí, aproximadamente, los tres primero siglos de nuestra era, - tiene un especial interés en la historia de la espiritualidad, dada su cercanía respecto a la enseñanza evangélica y apostólica y la misma vida espiritual practicada:  Por Nuestro Señor Jesucristo  La Virgen María  Los apóstoles  Las santas mujeres y los primeros discípulos directos del Señor. Las fuentes para el estudio de esta época son escasas, aunque valiosas, empiezan a ser más abundantes cuando ya la vida espiritual se va diversificando más tanto en la práctica como en la reflexión teórica. 1.- Conversión y Santidad Los cristianos no nacen, se hacen», escribió Tertuliano a finales del siglo II. Estas palabras pudieron significar, entre otras cosas, que, en su tiempo, la gran mayoría de los fieles no eran —como serían a partir del siglo IV— hijos de padres cristianos, sino personas nacidas en la gentilidad, venidas a la Iglesia en virtud de una conversión a la fe de Jesucristo. El bautismo —sacramento de incorporación a la Iglesia— constituía entonces el coronamiento de un dilatado proceso de iniciación cristiana. Este proceso, comenzado por la conversión, proseguía a lo largo del «catecumenado», un tiempo de prueba y de instrucción catequética, instituido de modo regular desde finales del siglo II. La vida litúrgica de los cristianos tenía su centro en el Sacrificio Eucarístico, que se ofrecía por lo menos el día del domingo, bien en una vivienda cristiana —sede de alguna «iglesia doméstica»—, o bien en los lugares destinados al culto, que comenzaron a existir desde el siglo III.

Aunque no existiera una reflexión teórica explicita al respecto, entre los primeros cristianos resultaba patente una clara conciencia de la realidad y las exigencias de la santidad cristiana, como fin y meta de su vida. 5

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Había un elevado afán de santidad Un ejercicio heroico de las virtudes Existía una identificación entre cristiano y santidad Hecho 9, 13.32

¿Qué movía a tantas almas a la conversión al cristianismo en estos primero tiempos?  Radicalmente y desde luego la gracia divina tan activa entonces como ahora. Y el descubrimiento de las maravillas del Amor Divino, personalizada en Jesucristo.  El fuerte impulso apostólico inicial de la iglesia  El ambiente que también colaboraba. La religión cristiana presentaba además, inseparablemente unida a nueva vida en Cristo una verdadera liberación del pecado: ninguna religión antigua lo garantizaba plenamente. El cristianismo primitivo no exigía directamente ninguna renuncia a las realidades terrenas, políticas, profesionales, familiares, sociales como tales. El cristianismo se comprometía a un comportamiento moral mucho más exigente de lo habitual en la época, y a una relación de cercanía con la divinidad. En la mayoría de los procesos de conversión jugaba un papel importante la intensa formación que se daba a los catecúmenos y cualquiera que empezaba a cercarse a la fe. Era una catequesis bastante personalizada, aunque poca todavía organizada pero con grandes exigencias en la conciencia de vivir el bautismo. Para los primeros cristianos la conversión llevaba consigo: aspiración a la santidad, elevación alta de práctica de las virtudes, espíritu de sacrificio y de piedad. En muchos de ellos de esta época podemos encontrar muchos elementos espirituales para alcanzar la santidad.  Hubo gran empeño por alcanzar la santidad  Se sentían personalmente llamados  La gran mayoría ponía todos los medios para conseguirla.

2.- El Martirio 6

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Toda estas situación espiritual viene reforzada por la impresionante y decisiva realidad del martirio. Es un hecho que el cristianismo de los 3 primeros siglos ha tenido en los mártires sus propios héroes que admirar e imitar. Lo demuestra bien tanto el culto y veneración que se lea ha tributado recordando su testimonio anualmente y venerado sus tumbas y reliquias. (Los primero santuarios cristianos) como también toda aquella literatura devota que acompaña este fenómeno que los hace perdurar. Esta literatura nace precisamente para el recuerdo litúrgico. La importancia del martirio en esta época ayudó particularmente a los cristianos a comprender el valor del sufrimiento en la vida espiritual y a vivirlo unidos a la cruz de Jesucristo y con un sentido claro de su valor redentor y santificador; pocas veces en efecto se ha comprobado con tanta claridad cómo para el cristiano, el dolor y la muerte no son una derrota sino una victoria en Cristo, un don divino, aceptado libremente, fruto del amor y que conduce también al amor. 3.- Vida Espiritual y Vida Ordinaria Con todo lo dicho anterior no pretendemos afirmar que no existieran también, en estos primeros siglos, cristianos mediocres /basta recordar el problema de los lapsi) los que renegaban de su fe ante el interrogatorios o tortura de la autoridad, pero sí parece comprobado que el nivel de santidad era elevado, y que la conciencia de la radicalidad de la vida cristiana para cualquier bautizado estaba viva y arraigada en todos , formando parte de la predicación más básica y elemental del evangelio. En estos primeros siglos de la Iglesia se dio: GRAN ARMONIA ENTRE VIDA ESPIRITUAL Y LO QUE PODEMOS LLAMAR VIDA ORDINARIA Cada nuevo converso seguía siendo uno más en su familia, en su trabajo, en su ambiente social, pero procurando iluminar todas las circunstancias de esta vida suya con la luz nueva de Cristo. Las posibles dificultades con que muchos se encontraban no provenían de su fe, o de no compaginarla con los demás aspectos de su vida, sino de su entorno: de los que no entendían esa unidad de vida típicamente cristiana, ajena a la hipocresía y doblez frecuente entonces entre los paganos. En los comunes aspectos humanos /vida familiar, social, política y profesional) los primero cristianos no se distinguían, de hecho de los demás hombres, ni se consideraban distintos, no buscaban el espectáculo. La fe cristiana les exigía algunas renuncias o cambios en su forma de vida en el mundo como tal, no es eso lo que llamamos atención a los paganos, sino una ejemplaridad, eso dolía a muchos, al constituir un claro reproche a sus vicios y de ahí que inventaran calumnias. 4.- La oración 7

Teología Espiritual En la vida espiritual de los primeros cristianos destaca la importancia concedida a la oración, tanto litúrgica en torno a la Eucaristía como personal.(personal y comunitaria) Se presta especial atención al Padrenuestro como modelo de oración y de forma de orar, pero con una clara preocupación por alcanzar la oración continúa. Para los primeros cristianos la oración no es simplemente una práctica piadosa importante, muy recomendable o incluso necesaria, sino un punto focal, iluminante y vivificador de toda su existencia. Podemos adelantar que esto será ya prácticamente una constante de toda la historia de la espiritualidad cristiana. Por lo que se refiere a la oración de tipo personal, muy ligada por lo demás a la liturgia, el Padrenuestro, es como hemos dicho, la oración más alabada, recomendada y comentada, hasta el punto de constituir el centro y armazón de los primeros tratados sobre la oración. Podemos ver (Orígenes, Tertuliano y San Cipriano). Son frecuentes las referencias explicitas a la Santísima Trinidad y cada Persona Divina como destinatario de la oración se subraya la meditación de Jesucristo, la oración se hace en nombre suyo, por El y en El, además de dirigirse también a Él. No se olvidan de recordar que toda la comunidad cristiana debe formar una comunidad orante. En los primeros tratados sobre la oración y en otros escritos se insiste en su necesidad y conveniencia como consecuencia de que la vida espiritual del cristiano depende del auxilio de Dios, origen de todo poder y bien. Como condiciones para una oración bien hecha se habla de la oportuna preparación del recogimiento de la actitud de presencia de Dios y no se dejan de recomendar posturas corporales más apropiadas: de pie y con los brazos levantados, o también de rodillas. 5.- Otros aspectos generales    

La imitación a Cristo en la practicas y sus virtudes/Caridad, Humildad, paciencia, mansedumbre, la castidad Espiritual de penitencia Preparación a la fe Se destaca el apostolado, era un apostolado natural y espontaneo, vivencia de su misma santidad personal, sin complejos, ni miedo, sino con manifestación de audacia, responsabilidad y asumido por todos ellos. 6.- Los Ascetas y Vírgenes

La unidad e igualdad de los cristiano aparece muy marcada en estos primeros tiempos en todos aspectos de la vida espiritual. Sin embargo también desde el principio apareció en la práctica una cierta diversidad vocacional que no rompía, sino que reforzaba esa unidad e igualdad esencial. Por una parte el ministerio episcopal, presbiteral y diaconal afectaba desde luego a la vida espiritual de los que desempaña, aunque son pocos los rasgos diferenciados concretos que detectamos en los primeros documentos escritos. Pero sí en cambio abundan los testimonios sobre una forma de vida cristiana peculiar, practicada por los llamados ascetas y vírgenes. 8

Teología Espiritual El testimonio fuerte que hacían los primeros cristianos de la Sagrada Escritura, se consideraban modelos de esta forma de vida los apóstoles, San Juan, San Pablo, (la tradición de los QUE fueron célibes es antiquísima), a demás y lógicamente el mismo Jesucristo, de la Virgen Maria y San Juan Bautista (otro punto de referencia es (Hech, 21, 8-9 donde se habla de cuatro hijas de San Felipe como vírgenes que vivieron en casa de su casa de su padre con una peculiar dedicación apostólica. Ascetas significaba/ el que se ejercita en la virtud y suele reservar para los varones que llevaban esta forma de vida célibe. Vírgenes / en cambio tiene un uso anterior mucho más común y se tiene reservado para las mujeres. Vivian por tanto este tipo de vida tanto varones no necesariamente clérigos como mujeres y su rasgo principal y determinante era la virginidad vivida por reino de los cielos con evidente fundamento bíblico. Ascetas y vírgenes, Vivian habitualmente con sus familias en su ambiente social y profesional como los demás cristianos como cualquier ciudadano. No de detecta ningún apartamiento del mundo o desprendimiento físico de las realidades temporales. La existencia era un motivo de orgullo para la comunidad correspondiente. En ocasiones los pastores la presentaban como ejemplo para los demás cristianos y más aún ante los paganos para salir al paso de las críticas injustas por supuestos vicios en temas de castidad: una religión que albergaba en su seno esos ejemplos de castidad virginal no podía ser difusora de semejantes aberraciones. GRANDE SÍNTESIS DE ESPIRITUALIDAD DE ESTA ÉPOCA: Se trata de recoger las grandes síntesis del camino espiritual trazados por los principales autores de este largo y riquísimo periodo: 1.- San Agustín de