Historia de La Amazonia

Gabriel Alfonso López Hernández Estudios Latinoamericanos Historia de la Amazonia En 1982, el PRONAPABA concluyó, se re

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Gabriel Alfonso López Hernández Estudios Latinoamericanos

Historia de la Amazonia En 1982, el PRONAPABA concluyó, se revelaron una enorme cantidad de yacimientos arqueológicos, predominantemente cerámicos, a lo largo de los ríos y en el litoral atlántico. Mário Simões, codirector científico del PRONAPA y del PRONAPABA, en 1983 elaboró la primera reconstitución del proceso de ocupación prehistórica del amazonas dividida en cinco momentos: Cazadores recolectores precerámicos (10.000 - 1.000 a.C.) Pescadores-recolectores ceramistas (3.200 - 200 a.C.) Agricultoras incipientes (1.100 - 200 a.C.) Horticultores de selva tropical (0 - 1600 d.C.) Agricultores subandinos (100 - 1300 d.C.) Los datos producidos por el PRONAPA y el PRONAPABA con base en excavaciones rápidas y recolección superficial de materiales no posibilitan interpretaciones alternativas, evaluar patrones de asentamiento, tiempo de ocupación y rutas de expansión. Los vestigios cerámicos no pueden ser analizados aisladamente, es necesario estudiar la relación con otros vestigios, así como los aspectos ambientales del entorno. Nuevas técnicas de investigación realizadas en las últimas décadas, demuestran que al contrario del pensamiento de una Amazonas indómita, hay registros notablemente tempranos de: Ocupaciones humanas (Gruta Piedra Pintada, Abrigo Santa Elina, 9.000 a.C.) Cerámica (Taperinha, 5.000 a.C.) Cultivos (Peña Roja, 7.300 a.C.) Horticultura (Lago Ayauchi, 4.000 a.C.)

Gabriel Alfonso López Hernández Estudios Latinoamericanos Tampoco es válida la creencia que estaba escasamente poblada. Hacia el año 1.000 d.C. estaba repleta de sociedades indígenas, algunas jerarquizadas, lideradas por jefes supremos, capaces de comandar un ejército de guerreros. Otras eran pequeños grupos nómades de cazadores recolectores. El dominico Gaspar de Carvajal, capellán de la expedición de Francisco de Orellana (España, 1511 ~ 1546), primer europeo en en recorrer todo el trayecto del río Amazonas -1542- informó en su crónica -ver vínculo- que la zona estaba densamente habitada, sugiriendo valores de población y urbanización superiores incluso a los actuales. Cien años después -1638/1639 - la expedición de Pedro Teixeira (Portugal, 1595 - 1662) que realizó un viaje de ida y vuelta. en el marco de la ocupación portuguesa del Amazonas, confirmó lo expuesto por Carvajal. El jesuita Cristóbal de Acuña (España, 1597 -1675), cronista del viaje de regreso, escribió: "Este es el famoso rio de las Amazonas que corre y baña las más fértiles y pobladas tierras que tiene el imperio del Perú, y sin usar de hipérboles, lo podemos calificar por el mayor y más célebre río del Orbe." El estudio de las "Tierras negras indias" ("Terras pretas de índio"), muestras aún visibles de las antiguas actividades de los aborígenes amazónicos, presentan un marcador arqueológico del surgimiento del modo de vida sedentario. Son suelos muy fértiles de color oscuro, sobre el cual generalmente se encuentran millares de fragmentos cerámicos. El fosfato presente, resulta de los huesos de animales allí depositados y de fragmentos de carbón producto de quemas a baja temperatura. Son suelos estables capaces de mantener por mucho tiempo -hasta siglos- condiciones de alta fertilidad. Actualmente los arqueólogos aceptan la idea de la Amazonia fue densamente ocupada en el pasado, aunque no hay certeza de su cantidad. Algunos autores sostienen que en los márgenes del río, en territorio brasilero -entre Tabatinga, en la triple frontera con Perú y Colombia y Macapá en el Atlántico, hacia el siglo XVI vivían unos 5 millones de personas. A continuación presentamos un cuadro con la cronología cultural de Amazonas, donde también identificamos las tradiciones cerámicas propuestas por Meggers. Seguí los vínculos para obtener mayor información:

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10.000 a.C.

8.000 a.C.

6.000 a.C.

4.000 a.C.

2.500 a.C.

1500 a.C.

500 a.C. 100 300

500

700

900

1100

1300

1500

Líneas Paralelas

Peña Roja

Abeja

Noroeste

Guayabero

Caño del Oso

Garza

La Betania

Maporita

Gaván Temp. Gaván Tardío Nofurei

Camani Atures

Saladoide

Valloide Cedeñoide

Orinoco Guayana

Alaka

Barrancoide Nericagua

Caroní

Koriabo

Guayana

Mabaruma Pastaza

Ayauchi

Occidental

Arauquinoide

Yasuní

Tutishcainyo

Napo Upano

Geoglifos de Acre

Nazaratequi Açutuba

Piedra Pintada

Guarita Paredão

Ananatuba Mangueiras

Dona Stella

Medio y Bajo

Manacapuru Formiga

Mazagao

Marajoara

Arua

Aristé Mina

Sambaqui Taperinha

Jauarí

Maracá Pocó

Konduri Santarém Tradición Jamari

Sur

Abrigos Santa Elina y del Sol

Grutas Pequiá y Gavião

Bacabal Itapipoca

Pacatuba

Jatuarana

Ipavu

Massanganá

Velarde Bella Vista Subtradición Itacaiúnas (Tupiguaraní)

9.000 a.C.

7.000 a.C.

5.000 a.C.

3.000 a.C.

2.000 a.C.

1.000 a.C.

200

400

600

800 1000

1200

1400

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La dimensión andina de la Amazonía La cuenca amazónica abarca cerca de 7,3 millones de km2, repartidos entre nueve países: Brasil, Bolivia, Colombia, Ec u a d o r, Perú, Venezuela, la Guyana, Surinam y la Guayana francesa2. Desde la Cumbre de la Tierra de Río de Janeiro (en 1992) está considerada como un espacio privilegiado para observar los fenómenos vinculados a la globalización. Tal es el caso, en particular, de la integración regional (especialmente por medio del Tratado de Cooperación Amazónica –TCA-), de las políticas de conservación de los espacios naturales, de la inserción creciente en los mercados mundiales de materias primas (minerales, hidrocarburos, madera, etc.), de productos agrícolas (como la soya y la palma africana) o de servicios (como el turismo). Los estudios amazónicos se concentran generalmente en el análisis de Brasil, que cubre más o menos dos tercios de la superficie total (67,8%), seguido por Perú (13 %), Bolivia (11,2%), Colombia (5,5%), Ecuador (1,7%), Ve n ezuela (0,7%), Surinam, la Guayana francesa y Guayana (0,1%). Si n embargo, la perspectiva de los países andinos es crucial para la región, en particular por el interés estratégico de sus recursos naturales y la importancia relativa de la Amazonía en la s u p e rficie del territorio nacional. De hecho, el

Gabriel Alfonso López Hernández Estudios Latinoamericanos bosque amazónico constituye la mayor part e del territorio en Bolivia y en el Perú (75% del territorio nacional), es relativamente importante en el Ecuador (45%) y en Colombia (36%), y marginal en Ve n ezuela (5,8%) (Cfr. TCA 1991:13, Perz et. al. 2003 :15-16). La población de la cuenca amazónica representa hoy cerca de 30 millones de personas, o sea el 10% de los habitantes de la

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Los diferentes estudios sobre la delimitación de la amazonía no coinciden: las fronteras políticas no están ligadas con las demarcaciones de la cuenca hídrica, ni con la de los ecosistemas. La cuenca amazónica se extiende a lo largo del medio y bajo amazonas, el río más grande del mundo. Fue un conquistador, quien vio allí mujeres guerreras, y bautizó e hizo conocer bajo ese nombre éste río en Europa. Fue en el siglo XIX que el descubrimiento y la abundancia del caucho en la región, impulsaron el nacimiento de ésta identidad política y geográfica de la amazonía. En ese momento, la demarcación de sus fronteras se volvió prioritaria para los países de la cuenca amazónica. La amazonía representa actualmente el 60% del territorio brasilero, y se extiende en partes iguales o superiores en otros 8 países amazónicos (Bolivia, Venezuela, Perú, Ecuador, Colombia, Guyana Francesa, Guyana y Surinam), lo que sigue representando una superficie bastante inferior a lo que le corresponde al Brasil. 1. El interés por las riquezas naturales de la amazonía comienza con la colonización del continente. Las fronteras actuales de la amazonía son, sobre todo, el resultado de la expansión territorial portuguesa y de las alianzas matrimoniales entre los dos países de la península ibérica. En 1493, la bula papal decreta que las tierras descubiertas en América del Sur pertenecen a las coronas de España y Portugal. Esta fue ratificada con el tratado de Tordesillas en 1494, que fija los límites del territorio portugués a un máximo de 600 kilómetros hacia adentro, del extremo Oriental de la costa continental. En el transcurso del siglo XVI los colonos europeos comenzaron sus intentos por internarse en las tierras amazónicas. La ambición por la región amazónica era tan grande, que los colonos portugueses traspasaron rápidamente los límites fijados por el tratado de Tordesillas, hasta llegar a los pies de la cordillera de los Andes y la cuenca del río de la Plata. El avance hacia el Occidente se organiza con expediciones dirigidas por los "bandeirantes2" que buscaban las riquezas de esta región, como eran los esclavos indígenas, el oro, y las piedras preciosas. Fueron los "bandeirantes" quienes

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demarcaron las fronteras del Brasil, que proclama su independencia en 1822, y cuyas fronteras cambiarán hasta el día de hoy. La superficie de la amazonía se ha duplicado. Desde 1850 hasta 1950, Brasil se tomó las tierras amazónicas de Bolivia, Perú, Colombia y Venezuela, a través de guerras como la de la triple alianza en 1865 entre Brasil, Argentina y Paraguay, en la que Brasil se apropió de 90 000 Km². de tierra amazónica perteneciente al Paraguay. Más tarde, los intereses que representaban las tierras amazónicas, llevaron a que los gobiernos de estos países, impulsaran una migración hacia estas regiones, 2 Colonos

pobres en búsqueda de una vida mejor en la amazonía. Secours Catholique – Departamento America Latina y Caribe

3 consideradas como desérticas, a pesar de que estaban habitadas por comunidades indígenas y comunidades afro-descendientes. 2. Colonización y migración de la amazonía impulsados por los Estados del siglo XX. Varios factores han impulsado a los gobiernos del principio de la segunda mitad del siglo XX a alentar la colonización de la amazonía. En todos los estados amazónicos, esta colonización fue realizada sin tener en cuenta los pueblos autóctonos, que nunca han sido considerados como un obstáculo al avance de la frontera. En primer lugar, existen razones de seguridad nacional que han sido alegadas por la mayor parte de los gobiernos nacionales. Entre otros, es el caso del gobierno militar brasilero en su voluntad de controlar mejor su territorio. En Brasil, la política de colonización de la amazonía ha sido determinante. Con la llegada al poder de Getulio Vargas en 1930, la expansión de la amazonía hacía parte integrante del proceso de desarrollismo y del nacionalismo de un Brasil moderno. A partir de 1950 se creó la SPVEA (Superintendencia del Plan de Valorización del Amazonas). La construcción de Brasilia, que será la capital del país en 1960, va en ese sentido, pues se sitúa en el centro del país, al lado de la cuenca amazónica, en la intersección de nuevas vías que atraviesan el país de Oriente a Occidente, y

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remplaza Rio de Janeiro, antigua capital situada en la costa. Los gobiernos que le sucedieron, populistas o militares, han animado la colonización campesina, la implantación de industrias, la migración de mano de obra del nororiente y del sur, la creación de polos regionales de desarrollo tales como Manaus y la construcción de dos grandes vías, como la tras-amazónica. El impulso de las reformas agrarias, reclamadas por el pueblo, se ha realizado con la colonización de la amazonía. Los estados calmaron así las reivindicaciones de los campesinos sin tierra, al mismo tiempo que consolidaban sus fronteras. La reforma agraria es un proceso que toma formas diversas, según la voluntad de los gobiernos, la estructura de la propiedad de la tierra y las desigualdades existentes en el país. Frente a los temores de la propagación de la revolución cubana (1959) en el continente, los Estados Unidos lanzaron en 1961 el programa de la "Alianza para el Progreso", con el fin de estimular las reformas agrarias en el continente latinoamericano. Entre los países amazónicos, Brasil, Venezuela, Ecuador y Colombia, beneficiaron del apoyo Estadounidense y pusieron en marcha reformas agrarias superficiales. En los 60 fueron creadas instituciones encargadas de la reforma agraria. Sus nombres muestran en forma explicita el lazo que existe entre colonización de la amazonía y reforma agraria: INCRA (Instituto Nacional de Colonización y de Reforma Agraria) en el Brasil, o IERAC (Instituto Ecuatoriano de la Reforma Agraria y de la Colonización) en Ecuador. Mientras que la reforma agraria pedida por el pueblo exigía una repartición mas justa de la tierra, la tendencia de estos países fue la de distribuir tierras amazónicas, lo Secours Catholique – Departamento America Latina y Caribe

4 que tuvo como resultado el avance de la frontera agrícola y de la colonización, con consecuencias desastrosas para el medio ambiente, como sociales para los grupos indígenas, sin llegar a cuestionar el latifundio. Sin embargo existen algunos avances en los textos como por ejemplo "el estatuto de la tierra"3 en Brasil, o el fin de l’huasipongo4 en Ecuador. Para los gobiernos, la distribución de las tierras

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amazónicas tiene la ventaja de no cuestionar los latifundios y traer el progreso en regiones alejadas con la idea de "dar a los hombres sin tierra, las tierras sin hombres"5 . En Bolivia, fue la revolución de 1952 que impulso la reforma agraria y redujo el latifundio en las tierras altas, pero generó un latifundio en la región amazónica al darles grandes extensiones de tierra a los colonos. En Perú, de 1969 a 1973, fue realizada una reforma agraria bastante radical, después del golpe de estado Militar del general Juan Velasco Alvarado, llamado presidente del gobierno revolucionario de 1968 a 1975. En los países andinos, fue bajo el impulso de los Estados, que millares de personas dejaron los altiplanos bolivianos, peruanos y ecuatorianos, con la perspectiva de encontrar una vida mejor en la amazonía. Al mismo tiempo, los habitantes que viven junto a la zona amazónica, mayoritariamente mestizos, como los ganaderos, los cazadores, los buscadores de oro, contribuyeron a la explotación de las riquezas naturales de la amazonía. 3. El interés económico aumenta durante la segunda mitad del siglo XX El interés económico sobre la amazonía fue inicialmente la extracción del caucho. Producto extraído de la sabia de heveas, que cuando se hace de forma natural, no afecta el medio ambiente. La época del caucho se acabó hace mucho tiempo, pero los extractores de caucho siguen siendo una categoría importante de actores dinámicos de la amazonía, que continúan a luchar por la preservación de su modo de vida. Al ciclo del caucho que se acaba en los años 20, le sigue el del oro. Este ciclo se fue apagando poco a poco a principios del siglo XX, pero la búsqueda de recursos auríferos sigue siendo una actividad importante en la amazonía, siendo particularmente nociva para los habitantes de la selva, ya que desencadena enfermedades como resultado del mercurio residual depositado en las aguas por la explotación del oro. La falta de medios nacionales para la explotación de los recursos naturales, tales como los minerales y los pozos petrolíferos, que han sido descubiertos en su

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mayoría, propicia su puesta en el mercado internacional. 3 Que

estipula que una tierra debe estar cultivada, o sino podrá ser expropiada por el Estado. de tierra dada a los indígenas en un sistema de haciendas, que les permite una auto-subsistencia. Es un derecho de uso de la tierra, supeditado al buen deseo del propietario, quien disponía así de una mano de obra manipulable. 5 Eslogan del gobierno militar brasilero utilizado a partir de 1964, justificando así la ocupación de la amazonía. Secours Catholique – Departamento America Latina y Caribe 4 Pedazo

5 La producción agrícola para las exportaciones, representa el factor más importante de aceleración de la ocupación de tierras amazónicas, es decir de su deforestación. Entre los 5,5 millones de hectáreas en manos de extranjeros en el Brasil, un millón se sitúa en la región amazónica. Esta presencia extranjera en la amazonía brasilera se debe al interés creciente que tienen las empresas occidentales en adquirir tierras para producir alimentos y agro-combustibles. La estabilidad financiera de Brasil da más garantías a las inversiones extranjeras, que en otros países más endeudados. El aumento de superficies con monocultivos de soya y de Caña para los agrocombustibles, es la causa principal de la deforestación actual. El problema del monocultivo de la soya es continental, pues América Latina es el principal exportador, y Brasil está a la cabeza, como segundo productor mundial. En los años 40, el cultivo de la soya era un cultivo a escala familiar, pero a partir de los años 90 se convierte en cultivo intensivo, y hoy representa el 20% del total de las exportaciones brasileras. La producción, en los últimos 60 años, pasó de una cantidad insignificante a más de 60 millones de hectáreas. En Brasil, 95% de la producción de soya es destinada a la exportación ya sea en grano o en harina, para ser utilizada primordialmente como alimento de animales en los países industrializados. La demanda ha ido en crecimiento, tanto internamente como al extranjero, a causea de la consumación de carne. Las empresas que exportan la soya brasilera, con excepción de algunas empresas brasileras como Maggy, son en su mayoría multinacionales occidentales que benefician de ventajas fiscales y del apoyo del estado brasilero en términos de infraestructura y de crédito. La exportación de la soya necesita una red importante de vías, que destruyen el medio ambiente.

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En todos los países amazónicos, son las construcciones de vías que ha dinamizado la implantación de macroproyectos como las represas y los gasoductos, acarreando al mismo tiempo una migración importante de gentes empobrecidas, que buscan "El dorado". En Brasil "la población de la amazonía, legalmente, pasó de 5 millones, en 1960, a 21 millones en el 2000"6. Estas migraciones y el crecimiento de actividades económicas han modificado los territorios amazónicos, primero en la estepa amazónica y luego en la misma selva tropical. La bio-piratería – "la explotación de conocimientos locales relativos a las plantas por la industria farmacéutica con propósitos de comercialización" 7 es igualmente una actividad común en la amazonía, que consiste en el robo de conocimientos ancestrales de las comunidades, ya que éstas no reciben ningún beneficio de las ganancias gigantescas -por tanto estimadas a decenas de billones de dólares anuales- obtenidas por las firmas farmacéuticas. Una indemnización financiera permitiría que las comunidades puedan implementar iniciativas de desarrollo locales y sustentables. Ese reconocimiento seria igualmente un medio para los amerindios de la amazonía para reforzar su identidad, que en muchos casos se esta perdiendo, frente al avance del occidente hacia el centro de la selva amazónica. 6