Historia 2

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy UNIDAD Nº1: Modernidad como autorreflexión. CASULLO NICOLAS Itinerarios de la moderni

Views 169 Downloads 0 File size 976KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy UNIDAD Nº1: Modernidad como autorreflexión.

CASULLO NICOLAS Itinerarios de la modernidad. Corrientes de pensamiento y tradiciones intelectuales desde la ilustración hasta la posmodernidad. Teórico Nº 1: La modernidad como autorreflexión.

La modernidad sería una condición de la historia, que comienza a darse de manera consciente entre los pensadores en Europa, básicamente entre los siglos XVII y XVIII , que es donde adquiere particular relevancia; aunque el término se venía utilizando desde el S V d.c. Lo importante, lo que va a ir elaborando el nuevo pensamiento moderno que hace consciente la modernización del mundo es que el mundo es sobre todo la representación que nos hacemos de él. Lo que produce básicamente esta modernización cultural acelerada de la historia es la caída de una vieja representación del mundo regida básicamente por lo teológico, por lo religioso: el mundo según el plan de dios, donde básicamente es la palabra de dios la que explica que es el mundo. El plan de dios era sentido por aquellos modernizadores liberales como una falsa conciencia que condenaba a no saber la verdad objetiva que por vía científico técnica se podría llegar a conocer. Esa explicación religiosa del mundo contenía algunos elementos que la modernidad luego de 200 años nunca pudo resolver, que son las respuestas a las preguntas fundamentales: qué somos, por qué estamos.. El mundo pierde su representación desde lo sagrado y va hacia una representación racionalizadora en base a lo científico técnico.



Autorreflexión: marca un tiempo reflexivo.



Autoconciencia: el hombre conciente de su “ser moderno”: descubrimientos, transformaciones, Revolución Industrial.



Autorreferencialidad: el mundo es la representación que nos hacemos de él. Un mundo situado que nosotros representamos pero también nosotros estamos representados.

1

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy

Dos grandes almas de lo Moderno. Siglo XVIII:

1- ILUSTRACIÓN: En este proceso moderno será el siglo XVIII (el que Europa llama El Siglo de las Luces) el que va a concluir de sistematizar el principal pensamiento (no dios, sí la razón) que hace a los grandes relatos, a los grandes paradigmas modernos en los cuales estamos situados. En lo moderno aparece un nuevo poder: el poder del autor. Autores que cuando se conjugan con hombres que llevan las ideas a la acción conducen (por ejemplo a la revolución francesa) en su expresión más radical a la reforma del mundo. Combinado con la ilustración, el pensamiento romántico conformarán las dos grandes almas de lo moderno hasta el presente.

2- PENSAMIENTO ROMÁNTICO: El pensamiento romántico (siglo XIX) es aquel pensamiento que celebra la libertad, la nueva autonomía del hombre de pensar por sí mismo. Critica los sueños totalitarios de la razón científica. Trabaja las ideas de sentimiento, de patria, de amor. Aparece la figura del poeta, a quien se lo tomaba como conocimiento de verdad. Este debate con el científico.

MODERNIDAD

“desencantamiento del mundo de Dios” (Weber)

Se da en Europa occidental y en sus hijas dilectas las Américas.

Racionalización del mundo (ilustración) se organiza en 3 esferas: -Cognitiva: ciencia -Normativa: éticas y morales -Expresiva: arte y estética

Frente a las distintas variables interpretativas hay una conciencia de que existe un punto necesario de encontrar la objetividad de la historia (otorgándole un sentido, un fin y una meta), que nos permite situarnos en el mundo, lo que generará un mundo de grande relatos de la historia de las sociedades. La subjetividad es la que cada sujeto le otorga a la historia en relación al espacio y al tiempo. Plantea en la metrópolis, grandes problemas por ejemplo el anonimato.

Subjetividad de la historia

El sujeto hace infinidad de intercambios simbólicos con el mundo, relación del yo con los otros y consigo mismo. Relación del sujeto en términos de espacio-tiempo: el mundo cambia permanentemente y nuestra subjetividad también. 2

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy

Subjetividad moderna que comienza a vivir la metrópolis, S. XVIII – XIX – XX. Reúne toda la historia: pasado-presente-futuro. Subjetividad de las masas “sujeto-masas”. FORSTER RICARDO Itinerarios de la modernidad. Corrientes de pensamiento y tradiciones intelectuales desde la ilustración hasta la posmodernidad. Teórico Nº 11: El lenguaje de la ilustración.

El autor sitúa el momento fundacional del despliegue histórico de la modernidad en el siglo XVIII, porque este siglo con la ilustración, la revolución francesa, la declaración de los derechos humanos, Rousseau, Voltaire, es el territorio de gestación de las grandes apuestas del hombre moderno.

ILUSTRACION 

Construyó una idea de historia: la idea de la posibilidad de hacerse cargo de la transformación de la historia.



El ilustrado quiere trasladar el triunfo epistemológico de las ciencias físico-matemáticas, desde Galileo a Newton, al territorio de lo social, de lo político, de las ideas, de las posiciones. Cree que es posible transformar a los hombres y a la sociedad. Cree ciegamente en la razón.



Enemigo de la ilustración: la religión (como garantía de una verdad indiscutible) y el Estado (aquel absolutista, autocrático –dictador- y que impide a los hombres pensar por sí mismo).



Idea del hombre como humanidad: no raza, religión, etnia, nacionalidad, sino que es humanidad. Un universal abstracto donde todos los hombres son iguales ante la naturaleza, ante Dios y ante la posibilidad de conocer y de ser libres. Esta planteando una universalidad. El concepto de humanidad ilustrada sirvió para modernizaciones a ultranza, para homogeneizar a las diversas culturas.



Para el ilustrado “el hombre” no era cualquier hombre europeo, sino el hombre europeo ilustrado del siglo XVIII.

Primer momento de la modernidad: crisis en el siglo XVII (atravesada por la estética del Barroco, estética de la muerte, el dolor y el sufrimiento que ha expulsado a Dios del centro y aún no lo ha reemplazado) que implicó nuevos sistemas filosóficos y de creencias.

3

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy

El siglo XVII todavía no construye la idea de esperanza o progreso al modo como la constituye el siglo XVIII que es el siglo del Rococó (la historia ya no depende de Dios, sino que son los hombres los que la moldean y la piensan, es tiempo de la razón. Colores pasteles, rosas y celestes). La inquisición representa lo que los ilustrados van a abominar en el siglo XVIII, porque ella representa la tradición de la iglesia romana. Dónde está el progreso? Podríamos decir que es un fracaso de la ilustración, pero probablemente el fracaso sea nuestro (sociedad argentina). No somos ilustrados ni democráticos.

FORSTER RICARDO Itinerarios de la modernidad. Corrientes de pensamiento y tradiciones intelectuales desde la ilustración hasta la posmodernidad. Teorico Nº 12: Luces y Sombras del Siglo XVIII

“Qué es, que significa la ilustración en nuestra propia experiencia contemporánea” Las palabras libertad, fraternidad, igualdad, emancipación, autonomía, ciudadano, humanidad, entre otras, intentan señalar que una de las características centrales de la ilustración es el postulado del hombre como escultor de su historia. El problema básico de lo que podríamos llamar el proyecto ilustrado es no haber podido lograr la correspondencia entre: •

Los dispositivos jurídicos (en relación a la ley) que fundaban este nuevo concepto de libertad humana



Y el nuevo problema estructural de la desigualdad. Según Rousseau cuando el primer hombre alambro un pedazo de tierra, planto diferencia entre lo mio y lo tuyo; y cuando surgió la división del trabajo inauguro el tiempo social, apareció el problema de la desigualdad.

Hay distintas posiciones en cuanto a la “Igualdad-Desigualdad” •

Voltaire: todos los hombres aspiran a la igualdad, pero no todos pueden llegar a conseguirlo. Existe el filosofo ilustrado con la tareas de guiar a la sociedad (masa no ilustrada) pero teniendo en cuentra los limites de la propia ilustración.



Rouseau: diferente a Voltaire. Necesidad de ampliar el juego democrático. No hay emancipación general sin autonomía individual y viceversa.

4

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy

Paradoja de la ilustración: •

La idea de autonomía y de la individualidad. La idea de una conciencia que trabaja en el interior privadamente sus propias creencias, sus propias concepciones.



La idea de universalidad: la idea de una humanidad común que es capaz de construirse por encima de las desigualdades y las diferencias. Tiene como enemigo los particularismos.

La diferencia es importante porque para la ilustración el concepto de individualidad no puede ser homologado al concepto de individualismo egocéntrico narcisista del hombre contemporáneo. Dos ilustraciones: 1- Ilustración Inconclusa: que perdió la batalla contra una ilustración que no supo resolver las contradicciones de la libertad y la igualdad. Una ilustración que se convirtió en ideología de la dominación, de la racionalización científico técnica del mundo. El espíritu libre, abierto, crítico de la ilustración fue en parte devorado por una nueva forma de la dominación. 2- Ilustración Reivindicable (libertaria): que funda un concepto de humanidad que al mismo tiempo se sostiene sobre la individualidad autónoma. Tiene que ver con los conceptos de autonomía, emancipación, pensar críticamente el mundo. El hombre se revela al sometimiento frente a las tutelas.

Visión optimista de la historia: “historia como progreso”: - En

la medida que la evolución histórica marcha hacia un estado de felicidad

- La

ilustración rechaza el pasado, plantea la historia mirando hacia el futuro.

- La

conciencia ilustrada es una conciencia moderna, desde la perspectiva del cambio, lo nuevo, la

metamorfosis continua de las cosas y del rechazo a las tradiciones, a lo establecido, al pasado.

Una de las diferencias entre la ilustración y la posmodernidad es que la posmodernidad elimina ese diálogo con el pasado, un diálogo cargado de tensión y plantea la ruptura precisamente de su mundo de tradiciones. La modernidad no careció de movimiento crítico. La posmodernidad en todo caso viene a representar un momento de vacío respecto a aquellas ideas que articularon las biografías modernas (vivimos en una época en que todo es decible, todo ocupa un nivel más o menos parecido).

5

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy La crisis de conceptos como público, ciudadanía, democracia, historia, no es un invento de la posmodernidad, ya aparece a principios del siglo XX.

El romanticismo (finales del siglo XVIII) trabaja precisamente con las fisuras que deja la ilustración, por eso no es cierto que el romanticismo sea un movimiento antimoderno. Es un movimiento radicalmente moderno porque plantea un nuevo viaje del yo, hacia el interior, hacia lo profundo de la imaginación, hacia las cavernas del inconsciente. ROMANTICISMO

NEOCLASISIMO VS

Sentimiento, intuición, tradición vernácula para la creatividad artística CRISTIAN FERNANDEZ COX

Estética racionalista. Reglas académicas

Modernidad y Posmodernidad en América Latina.

Modernidad apropiada: Mirando las cosas desde acá, hay dos modos de ver los asuntos de la modernidad: 1- Como conjunto de respuestas históricas ya dadas: la visión cerrada de la Modernidad de sociedades que vivenciaron la Modernidad Ilustrada. 2- Como conjunto de desafíos históricos pendientes.

Para nosotros parece más valida la modernidad como conjunto abierto de preguntas. El nuestro ha sido un imperativo de modernización a presión. A diferencia de las sociedades del norte que se fueron modernizando desde el interior de su propia historia, según formas espontáneamente apropiadas y no copiadas (nadie se había modernizado antes), en nuestro caso la presión de modernización nos llegó desde afuera. Nuestras elites negando la propia identidad de nuestro ser histórico real han sido la principales agentes de la enajenación de nuestros intentos de modernización. Los hispanoamericanos (y también los liberales españoles) en lugar de repensar y reelaborar esa tradición, en lugar de actualizarla y aplicarla a las nuevas circunstancias, prefirieron apropiarse de la filosofía política de los franceses, ingleses, y de los norteamericanos. Pero no bastaba con adoptarlas para ser modernos: habría que adaptarlas. La ideología liberal y republicana fue una superposición

6

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy histórica. No cambio a nuestras sociedades pero si deformó las conciencias, introdujo la mala fe y la mentira en nuestra vida política. Importamos las gestualidades de la Arquitectura Moderna, antes que los hechos históricos a que ella responde (industrialización, masificación de aspiraciones, etc.), importando las soluciones sin tener todavía los problemas; intentos de modernidad que por ser culturalmente ajenos han resultado de escasa penetración real en la sociedad. Procesos que han sido sufridos o aprovechados pero no propiamente vividos por nuestro sujeto histórico real. En el plano específicamente arquitectónico recién estamos aprendiendo a valorizar una arquitectura moderna latinoamericana otra, entre cuyas figuras se destacan Barragán, Salmona, Dieste, entre otros.

La arquitectura moderna latinoamericana otra se caracteriza por el respeto al contexto, la creación de lugares, el uso de tecnologías intermedias y la innovación a base de lo existente y tradicional. La modernidad está siendo dada por muerta a raíz del advenimiento de la posmodernidad. La modernidad que esta en crisis es la modernidad ilustrada y dentro de ella los valores de la Ilustración: esta en crisis la razón.

Hay modernidades otras que no están en crisis: sino que buscan una modernidad apropiada a su realidad, que lejos de estar en crisis está en plano proceso de emergencia. En la posmodernidad lo que vale es su crítica negativa a la modernidad ilustrada pero que en materia de propuesta es extremadamente débil y confusa. La posmodernidad es una problemática inseparable de la culminación de la vivencia de la modernidad ilustrada en sociedades ya relativamente opulentas, algo sustantivamente distinto y ajeno a los aconteceres nuestros.

La modernidad apropiada busca una arquitectura propia, una arquitectura apropiada: 

Apropiada en cuanto adecuada a la realidad de que se trate, útil a ella, a su servicio, desde ella, consistente con ella, armónica a ella.



Apropiada en cuanto hecha propia: vivimos en un mundo intercomunicado y la principal ventaja de ser subdesarrollados como nosotros, es que podemos aprender de invenciones y experiencias probadas de los que van mas adelantados.

7

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy 

Apropiada en cuanto a propia: peculiaridades nuestras a las que sólo es posible responder con soluciones propias.



Apropiada: buscar primero la apropiación a la realidad y su ajustamiento y lo demás se dará por añadidura.



La modernidad apropiada no es un modo estilísticamente determinable de arquitectura sino que es una actitud frente al hacer arquitectura, que dará resultados arquitectónicos muy diferentes.

8

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy ROBERTO FERNANDEZ El Laboratorio Americano. Arquitectura, geocultura y regionalismo.

Introducción. América se presenta ante los ojos de Europa como el lugar viable para fundar la modernidad a través de una terrible negación de una especifica historia; para esto será necesario hacer una “tabula rasa” de lo humano previo que luego que categoriza como inhumano. Roberto Fernández desarrolla diversas hipótesis que hacen al proyecto americano, entre las mas destacadas adhiriere el discurso de Humboldt, quien concibe a modernidad a principios del Siglo XVII en manos de la Revolución Científica. Desde este punto de vista de la modernidad del descubrimiento y conquista de lo americano, el proyecto americano seria un proceso de expansión, una ampliación del territorio europeo con motivaciones de orden místico y con fundamentos religiosos que ayudasen a fortalecer la razón de la destrucción, material y cultural, de América. Un segundo discurso le otorga otra característica a la operación americana: la autonomía de Cortés remite a que la modernidad de América debería reconocérsele al interés individualista de los expedicionarios en busca de fortuna. Cortes basa sus pensamientos en que América era una parte necesaria de Europa. De esta manera, América estará disponible como laboratorio luego de que se instale en ella una ideología que conforma una territorialidad entendida como materialidad objetiva y no como espacio habitable que puede ser transformado por sujetos. Un laboratorio que será útil para la investigación de las diversas elaboraciones del humanismo procedente de los discursos medievales; para la comprobación de las utopías y para el perfeccionamiento del movimiento capitalista como fenómeno de acumulación de excedentes, explotación de fuerzas masivas de trabajo, incluyendo a las gentes básicamente reservadas como fuerza de trabajo. Pareciera América objeto donde se experimentara la dicotomía naturaleza-cultura, y resultara suficientemente óptima para investigar las relaciones entre arquitectura y ciudad. La destrucción consecuente, aunque no absoluta, de las culturas nativas obstaculizaron fundar una colonización híbrida en la medida de lo nuevo y lo preexistente y, por otra parte, las exigencias modernas de la operación colonizadora exigieron una arquitectura instantánea, unas ciudades multiplicadas por doquier como epicentros de control y manejo de extensos hinterlands productivos, caso contrario a las ciudades de Europa. Lo particular del escenario americano como laboratorio es la situación de hibridación en su relativa modernidad: marcada vocación de anular los elementos indígenas previos y persistente proyecto de

9

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy encarnar prefiguraciones europeas utópicas. Sin embargo, a pesar de ser combatidas por las elites, la barbarie de lo rural persiste y contamina la discursividad americana. Capitulo X. “Una Modernidad Peculiar.” La fricción entre modernización socioeconómica y modernidad cultural que parecen ser una de las problemáticas globales contemporáneas, se revelan con particular intensidad en el caso americano.

Leopoldo Zea señala que en la historia americana existen dos conciencias con diferentes proyectos históricos: una occidental y la otra americana. La conciencia occidental contiene dos vertientes: el proyecto colonizador ibero y el occidental. La conciencia americana adviene con la independencia, pero no será mas que una conciencia de la dependencia que se expresa en cuatro proyectos diferentes y enfrentados: el proyecto libertario –utópico y libertario, se propone una fundación geopolítica-; el proyecto conservador; el proyecto civilizador –optimismo utopista positivista. Hegel, Marx. Aceptación de una propia historia y realidad como forma de progreso-; y el proyecto asuntito – que negara abiertamente al proyecto civilizatorio-.

García Canclini desarrolla otras cuestiones para discutir la modernización de América, afirmando que su imperfección se daría en la falta de logros en relación a los movimientos básicos que la constituyeron. Resume estos movimientos en: Proyecto Emancipador –secularización de la cultura, esto seria, la racionalización de la vida social y el individualismo en las ciudades- el Proyecto Expansivo –tendencia de la modernidad de extender su conocimiento y posesión de la naturaleza, la producción y el consumo de bienes, ejemplo, el capitalismo-; Proyecto Renovador –abarca dos aspectos: por una parte la persecución de un mejoramiento de la relación naturaleza y sociedad, por otra, la necesidad de reformular los signos de distinción del consumo de masas- y por ultimo, Proyecto Democratizador –confía en la educación, el arte y los saberes especializados para la evolución racional y moral.



Conclusion: Roberto Fernández afirma que el proceso moderno involucra tanto a Europa como al territorio de América; que fue el lugar donde los europeos intentaron desarrollar los ideales utópicos modernos, destruyendo constantemente las culturas nativas, lo que obstaculizo fundar una colonización híbrida en la medida de lo nuevo y lo preexistente. Los europeos tomaron al proceso modernizador como una expansión de su territorio y anularon todos los elementos

10

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy indígenas propios de América, respaldándose en fundamentos religiosos para ‘justificar’ la destrucción y conquista del territorio americano. América representaba un modelo de experimentación que en una primera instancia represento una fuente de recursos, para luego significar una oportunidad para los europeos en busca de nuevos horizontes, de mayor capital y mas poder. Diferentes discursos que inciden en el campo cultural americano y que lo constituyen como “laboratorio”, la definición de una modernidad americana debe considerar: los procesos generales de hibridación sociocultural, las relaciones entre arquitectura-ciudad y sus respectivos contextos y el territorio americano como un campo propicio para la comprobación de las utopías, para el perfeccionamiento del capitalismo.

11

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy GARCÍA CANCLINI NESTOR Culturas Híbridas. Modernismo sin modernización?



Modernización (proceso): adopción de rasgos modernos o aspecto moderno (alcanzar los grados mas altos de racionalización científico-técnica).



Modernismo (estilo/cultura): de la edad moderna, siglo XV a XVIII. Es la exaltación de la modernidad en el arte y el pensamiento. Sus ramificaciones se entrecruzan y diferencian pero están unificadas por una innovación expresiva salida de las representaciones establecidas.



Modernidad (época): cualidad de moderno. Lo moderno es el fin del Medio Evo: fin del poder teológico, aparición de las ciudades como centro social, económico y cultural, aparición de la burguesía y acumulación del capital, racionalización, aparición del conocimiento como parámetro para regir la vida (ciencia empírica moderna).

Puesto que fuimos colonizados por las naciones europeas mas atrasadas, sometidos a la contrarreforma y otros movimientos antimodernos, sólo con la Independencia pudimos iniciar la actualización de nuestros países. Desde entonces hubo olas de modernización (alfabetización, capitalismo, crecimiento urbano, difusión masiva de la escuela, la prensa, la radio). En los países latinoamericanos la modernización y democratización abarcan a una pequeña minoría. Si ser culto en el sentido moderno es ante todo ser letrado, en nuestro continente eso era imposible para mas de la mitad de la población en 1920. Los desajustes entre modernismo y modernización son útiles a las clases dominantes para preservar su hegemonía, y a veces no tener que preocuparse por justificarla, para ser simplemente clase dominante. En la cultura escrita la consiguieron limitando la escolarización y el consumo de libros y revistas. En la cultura visual mediante la congelación de la circulación de los bienes simbólicos y colecciones, concentrándolos en museos y centros exclusivos. Algunos historiadores concluyen que los movimientos innovadores fueron trasplantes desconectados en nuestra realidad. Si el modernismo no es la expresión de la modernización socioeconómica sino el modo en que las elites se hacen cargo de la intersección de diferentes temporalidades históricas y tratan de elaborar con ellas un proyecto global.

12

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy Estas temporalidades en América Latina son resultado de la sedimentación, yuxtaposición y entrecruzamiento de tradiciones indígenas, del hispanismo colonial católico y de las acciones políticas, educativas y comunicacionales modernos. Ser culto moderno implica no tanto vincularse con un repertorio de objetos y mensajes exclusivamente modernos, sino saber incorporar el arte y la literatura de vanguardia, así como los avances tecnológicos, a matrices tradicionales de privilegio social y distinción simbólica.

La primera fase del modernismo latinoamericano fue promovida por artistas y escritores que regresaban a sus países luego de una temporada en Europa. Fueron las preguntas de los propios latinoamericanos acerca de cómo volver compatible su experiencia internacional con las sociedades el desarrollo, las que suscitaron la veta modernizadora en la plástica del continente. No se trata de un trasplante, sino de reelaboraciones deseosas de contribuir al cambio social. En varios casos, el modernismo cultural, en vez de ser desnacionalizador ha dado el impulso y el repertorio de símbolos para la construcción de la identidad nacional. Desde los años '30 comienza a organizarse en los países latinoamericanos un sistema mas autónomo de producción cultural.

Entre 1950 y 1970 hay cambios estructurales en América Latina: 

Desarrollo económico por el crecimiento de industrias con tecnología



Crecimiento urbano



Ampliación del mercado de bienes culturales, reducción del analfabetismo



Introducción de nuevas tecnologías: la TV contribuye a la masificación de relaciones culturales y apoya la venta de productos modernos (autos, electrodomésticos, ahora fabricados en América Latina)



Avances de movimientos políticos radicales, que confían en la modernización para incluir cambios profundos en las relaciones sociales y una distribución mas justa de los bienes básicos.

Se modifica el acceso de las diversas clases a las innovaciones de las metrópolis. En una cultura industrializada, que necesita expandir constantemente el consumo, es menor la posibilidad de reservar repertorios exclusivos para las minorías. Mientras el patrimonio tradicional sigue siendo responsabilidad de los Estados la promoción de la

13

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy cultura moderna es cada vez mas tarea de empresas y organismos privados. Unos y otros buscan en el arte dos tipos de rédito simbólico: los Estados, legitimidad y consenso al aparecer como representantes de la historia nacional; las empresas, obtener lucro y construir a través de la cultura de punta, renovadora, una imagen “no interesada” de su expansión económica.

14

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy ROMERO, José Luis. La Ciudad Occidental. Culturas urbanas en Europa y América. Siglo Veintiuno Editores S.A. Buenos Aires. 2009. Cuarta Parte: Ciudades Latinoamericanas.

14. VIDA RURAL Y VIDA URBANA, 1810-1880. Campo y ciudad. Las ciudades coloniales fueron sede de los conquistadores y colonizadores que concentraron en ellas su fuerza, su religión y sus costumbres; funcionando en ellas la autoridad de la metrópoli para el control de las colonias. Cada europeo trato de reconstruir en estas ciudades su ambiente originario, repitiendo el aspecto físico, la arquitectura y las formas de vida de sus ciudades natales, imitando la ciudad europea en la ciudad colonial. El mundo rural comenzó a descubrirse con el tiempo, cuando en las ciudades ya habían varias generaciones de criollos. Primero los poetas neoclásico y después los románticos empezaron a describir el paisaje, se percibió la naturaleza y se idealizó su belleza. Pero, ademas de ser paisaje, el mundo rural formaba en su interior a una nueva sociedad, con costumbres y tendencias típicas, muy diferentes de las de la sociedad urbana. Hasta la Independencia, según Romero, el mundo urbano había tenido mayor significación que el mundo rural. Fue después de la Independencia cuando ambos mundos chocan con violencia y se acentúa el contraste entre la vida urbana y la vida rural; y cada uno trato de imponer en los nuevos países -constituidos por ciudades y vastas regiones rurales- su propio estilo de vida. La caída del imperio español y la constitución de las nuevas naciones hicieron que las zonas rurales adquieran mayor significación. El mundo rural dejo de padecer a la ciudad y comenzó a descubrirla, estudiarla y vivirla; pretendiendo dominarla para transformar su vida urbana en un poco mas rural, mas tradicional, donde se respete la ley de las sociedades formadas en los campos.

La vida urbana. En los últimos tiempos de la Colonia las ciudades latinoamericanas -principalmente los puertos, las capitales y aquellas en los principales circuitos comerciales- iniciaron un proceso de desarrollo que estimulo el libre comercio, y que se vio modificado por la Independencia. Algunas ciudades aumentaron sus riquezas y su poder -como Buenos Aires y México-, y otras -como Caracasse vieron reducidas en su población y en sus medios económicos; aunque todas las ciudades latinoamericanas compartieron un cambio en la estructura de la sociedad: el nuevo patriciado republicano fijó la nueva forma de vida en las ciudades y desalojo las antiguas aristocracias coloniales.

15

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy Las costumbres criollas y la tradición hispánica fueron sucedidas por modelos europeos, principalmente franceses e ingleses; y por medio de las tertulias de la clase alta se impusieron los nuevas normas y hábitos. Los jóvenes de las familias acomodadas, fijaban a su clase social los gustos y las ideas europeizantes que perduraban en ellos luego de sus viajes al extranjero. En este aspecto se estableció, según el texto de Romero, “...el conflicto entre la vida rural y la urbana: en un contraste entre una manera extranjerizante y sofisticada de vivir, y lo que se consideraba una manera 'natural' que no era sino la vieja tradición hispano criolla.”

La influencia europea se tradujo también en la adopción de ideas, de ideologías y en la difusión de corrientes de pensamiento y de tendencias literarias: las del romanticismo con ideas sociales y las del progresismo que estimulaban la renovación de la vida económica y política.

La vida rural. Los rasgos de la vida rural se mantuvieron semejantes a los de la época de la Colonia, marcando aun mas el contraste con la vida de las ciudades. La población -mayoritariamente mestiza, criolla e indígena- de las regiones rurales vivía según la tradición hispanocriolla y las normas de la autoridad señorial de los dueños de la tierra; indiferentes al sistema social y político de las ciudades. La civilización de las ciudades -europeizante, impuesta y defendida por el Estado- con su sistema de ideas que prosperaba y triunfaba sobre las creencias y los hábitos del mundo rural, era lo que enemistaba la vida rural con la vida urbana.

Los suburbios. En los suburbios de las ciudades convivían las formas de vida rural y urbana, intercambiando los hombres su sabiduría, hábitos, sentimientos, experiencias, ideas y formas de vida. Los señores rurales, y seguidamente las nuevas generaciones, comenzaron a radicarse en las ciudades motivados por la posibilidad de progreso que ofrecía el mundo mercantil; triunfando la vida urbana poco a poco sobre la vida rural.

15. CIUDADES EN TRANSFORMACIÓN, 1880-1930 Si bien algunas ciudades habían comenzado un proceso de transformación edilicia antes de 1880, a partir de dicho año el cambio se hizo general.

Transformación o estancamiento. Aquellas ciudades en donde la actividad comercial se localizaba, en donde exportación e importación sintetizaban las corrientes de la nueva economía, esas ciudades

16

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy fueron las que prosperaron. La prosperidad y la transformación tanto en la sociedad y sus costumbres como en la fisionomía edilicia de las ciudades, se advirtió en las Capitales -que eran al mismo tiempo puertos marítimos-, y que constituyeron el centro de una zona productora en proceso de expansión. El estancamiento o retroceso, en contraste con la vertiginosa transformación de la época, se percibió en las viejas ciudades; aquellas que mantuvieron su actividad y su aspecto tradicional. Las sociedades urbanas. En las ciudades que quedaron incluidas dentro del sistema de la nueva economía, las sociedades tradicionales se vieron desbordadas por nuevos contingentes que se incorporaban a la vida urbana, producto del éxodo rural y de la aparición de grupos de inmigrantes. De esta manera, comenzaba a constituirse en Latinoamérica la ciudad multitudinaria. A las clases tradicionales le aparecieron una nueva burguesía. Una suerte de proletariado industrial surgía de las nuevas manufacturas e industrias. A su vez, la aparición de nuevas y nutridas clases medias que caracterizaron la transformación de las ciudades, porque reflejaron la intensa movilidad de la ciudad y sus miembros permitieron la renovación de las formas de cultura urbana. Si bien antes la clase media la constituían quienes poseían un comercio, quienes ejercían una profesión liberal, los burócratas, los militares, los clérigos, los funcionarios. La “nueva” clase media, fue una expansión de esos niveles que creó nuevas expectativas. La ciudad se había transformado en un centro intermediario, y las necesidades de esa función multiplicaban la producción de la misma. Más burocracia, más servicios, más funcionarios, más militares, más policía. Quienes eran originarios de la ciudad tenían más posibilidad de alcanzar esas posiciones; pero quienes llegaron a la ciudad podían alcanzar aquella posición a fuerza de capacidad o vinculaciones. Y luego podían hacer fortuna, o incorporarse a una clientela política o a la suerte de un grupo de poder. Fue esta clase media la que caracterizó la transformación de las ciudades, porque reflejó la intensa movilidad de la ciudad y porque sus miembros permitieron la renovación de las formas de cultura urbana: eran los que compraban los periódicos, los que discutían sus opiniones en los cafés, los que se proveían en los nuevos almacenes que ofrecían la moda de París, los que llenaban las aceras de la bolsa y los bancos, los que empezaron a pensar que también ellos tenían derecho a participar del poder.

La transformación edilicia. Durante las últimas décadas del siglo XIX se renovó la fisonomía de muchas ciudades latinoamericanas. El crecimiento demográfico requería cambios espaciales, las

17

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy nuevas actividades exigían una nueva infraestructura y, por su parte, tanto la técnica como los capitales extranjeros estaban en condiciones de resolver todos los problemas físicos de las ciudades. Las nuevas burguesías y el deseo de transformación del casco histórico de apariencia colonial. El trazado o perfección de los mismos y la comunicación entre los nuevos barrios, cada estilo según la clase social a la que pertenecía. Plazas y paseos fueron el orgullo de las nuevas burguesías. Las ciudades latinoamericanas mostraron cierta predilección por el art noveau, cuyo estilo no sólo expresaba la novedad del momento, sino también cierta tendencia al lujo de las clases sociales altas. Lo importante era aquella ostentación de la decoración superflua, lo que concitaba el interés y la admiración. Las estaciones ferroviarias exhibían sus estructuras de hierro como si fueran monumentos al Progreso y la Industria. Las obras sanitarias, de agua corriente y de cloacas, eran signos de progreso. En cuanto a la iluminación el paso del uso del aceite, al gas y luego a la eléctrica. En cuanto a los medios de transporte, de los tranvías a caballo, a los tranvías eléctricos y luego los autobuses. Tanto las Ciudades Latinoamericanas como Europa, compartían casi instantáneamente el advenimiento del uso de la tecnología. Como símbolo del arte, la aparición de la Opera y de los Teatros. El progreso y la religión de la ciencia conformaron una ideología que dividió a las clases altas.

18

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy MARINA WAISMAN El interior de la historia

Capitulo 1. Historia e historiografía La ciencia histórica no es la mera reproducción de lo que ha sido. No podría serlo, por la imposibilidad de conocer la totalidad de los hechos, objetos o acontecimientos. Una selección se hace indispensable. Luego vendrán el ordenamiento, las articulaciones, las valorizaciones. La historia no es una simple narración, es una sucesión de juicios. La historia se escribe desde los intereses del presente y con los instrumentos prejuicios y proyectos del presente.

Historia: realidad de los acontecimientos, en nuestro caso la sucesión de hechos arquitectónicos. Problemas históricos son aquellos que atañen a la existencia misma del hecho histórico, su veracidad o datación. Los problemas históricos se resuelven por medio de la investigación.

Historiografía: textos mediante los cuales se estudia el desarrollo de la historia. Problemas historiográficos son los que atañen a la interpretación o caracterización del hecho histórico, su inclusión en determinada unidad histórica, su relación con otras. Los problemas historiográficos comprometen directamente la ideología del autor. Ejemplo: Si se estudia la cúpula de Santa María del Fiore serán problemas históricos la fecha exacta de su realización, la intervención exclusiva de Brunelleschi o la participación de Ghiberti; serán por el contrario problemas historiográficos aquellos que conciernen a la relación de la cúpula con la arquitectura del Renacimiento y la del Gótico; el significado del proceso de diseño inaugurado por brunelleschi.

La historia narrativa basada en el encadenamiento de hechos únicos. Este modo de hacer historiografía caracteriza la historia política, que fue tradicionalmente “la historia”. Con Fernand Braudel el protagonismo se traslada del individuo al grupo social, y a la narración lineal se contrapone la multiplicidad de los tiempos. La nueva historia es una historia sin personajes y por lo tanto no puede ser un relato. La pérdida de su condición narrativa desembocó en la imposibilidad de comprender

19

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy realmente la historia, por lo que se está regresando a una consideración más flexible, en la que la realidad narrativa del hecho histórico no implica necesariamente la invención de un argumento que lo haga significativo, busca un equilibrio entre la condición intrínsicamente narrativa de la historia y el cuadro más general de la vida social, entre la comprensión y la explicación. El gran relato sobre la idea de progreso de la humanidad hacia una meta cierta (meta que ha variado del Cristianismo al Iluminismo) ha mostrado su carácter ideológico y en consecuencia ha legitimado la proliferación de las historias. Por otro lado la acción de los medios masivos de comunicación tiende a “presentificar” todos los acontecimientos, a achatarlo todo en el plano de la contemporaneidad y de la simultaneidad, produciendo una deshistorización de la experiencia.

Capitulo 2. Historia general, historia de la arquitectura, historia del arte. La distinción fundamental entre el objeto de estudio de la historiografía general y las historiografías del arte y la arquitectura se refiere al tipo de temporalidad de ambos: para la historiografía general el objeto de estudio ha cesado de existir en el tiempo, y la primera labor del historiador es hacerlo revivir, la de traerlo al presente mediante su descripción o narración. En tanto que el objeto de las historiografías del arte y la arquitectura existe en el presente por sí mismo y la labor del historiador ha de partir de esa realidad presente. En el primer caso el protagonista es un acontecimiento es un personaje o una cultura que tuvo lugar en el tiempo y ha desaparecido dejando solamente ciertos testimonios que permitan su conocimiento. En el segundo, el protagonista – la obra de arte o arquitectura – si bien pertenece a otro tiempo y lugar y es en si mismo el testimonio histórico principal e imprescindible, el que reúne en si los datos mas significativos para su conocimiento. A diferencia del acontecimiento histórico, la consideración del hecho artístico no se agota en el examen de sus circunstancias históricas, pues su permanencia en el tiempo se debe a su valor artístico o arquitectónico, su condición propia de obra de arte, de monumento. Monumento no es lo que dura, sino lo que queda. En el caso de la arquiteu6gctura en efecto, lo que queda es una forma física significativa, no el evento total: los usos sociales, las condiciones de producción, el entorno con sus respectivos usos y significados, el significado que el monumento tuvo para sus contemporáneos; el monumento es solo la huella el recuerdo de lo que ocurrió.

20

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy La pregunta de ¿Qué es lo que ha causado la permanencia del valor de esa obra en el tiempo? es la diferencia de la historia del arte o arquitectura con la historia general. Serían incomprensibles las obras sin reconocer los acontecimientos de su época. No es que variara su valor artístico pero se alteraría su significado histórico. Un análisis que no tomara en cuenta la datación de la obra correría el riesgo de convertirse en una consideración formalista o funcionalista, sin profundidad histórica y sin posibilidad de arribar a real comprensión de la obra y de su significado. La historia general, por su parte recibe, un estimable auxilio de la obra de arte o arquitectura, considerado como documento de una cultura. En ella pueden leerse los más variados y extremos aspectos de esa cultura, desde sus hábitos cotidianos hasta su concepción del mundo representada por su modo de concebir el espacio.

Capitulo 3. Historia de la arquitectura, historia del arte. En repetidas ocasiones el tratamiento historiográfico del arte y la arquitectura han seguido pautas comunes de valoración. Lo autorizaban, aparentemente, una serie de semejanzas entre ambos objetos de estudio, además, el estrecho parentesco en actitudes ante la forma, que en cada época permitía definir un estilo común, y en consecuencia una periodificación que abarcaba por igual a ambos campos de estudio Esta unidad teórica se correspondía, por lo demás al ámbito de acción que ocupaban para entonces los arquitectos, quienes, luego de la separación producida en el campo de la praxis proyectual y constructiva entre ingenieros y arquitectos se dedicaron preferentemente a aquellas tipologías que comportaban un interés funcional y formal con finalidades simbólico comunicativas, en tanto los ingenieros se ocupaban del equipamiento de industrias de abastecimiento, infraestructura de servicios, es decir, todo aquello relacionado directamente con necesidades puramente utilitarias, en las que pasaba a segundo plano la elaboración de imágenes de prestigio. Las preocupaciones técnicas en cambio, pasan a segundo plano en la tarea del arquitecto, a favor de la creación de nuevas tipologías y su expresión formal, que se busca mediante el uso de códigos que la convención social que se volverá de lectura corriente: el gótico se leerá como arquitectura religiosa y, en Inglaterra, como arquitectura nacional; la arquitectura clasicista se leerá como orden, permanencia y solidez, o bien como igualdad y democracia; un edificio carcelario será muy probablemente románico; y así sucesivamente.

21

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy Sin embargo, este uso - y abuso - del lenguaje simbólico, que en la primera parte del siglo XIX equivalía a una declaración de principios, a una toma de posición ideológica, condujo paulatinamente hacia la desvalorización del lenguaje mismo. Es que las prioridades de la producción industrial desalentaron el expresionismo fisionómico en los edificios (ya que el individualismo expresivo subutiliza las técnicas de producción masiva), y en cambio alentaron el eclecticismo estilístico como alternativa para individualizar los edificios. Hacia la última parte del siglo el lenguaje se ha convertido en un ropaje intercambiable y sustituible, perdiendo sus connotaciones ideológicas (fue práctica corriente la presentación de proyectos con dos o tres versiones diferentes solamente en su lenguaje); a primer plano la organización funcional de las plantas, explícitamente formulada por Durand, es decir la valoración y reconocimiento de los cambios sociales que habían exigido la invención de las nuevas tipologías funcionales, Desde ese punto habría de ser posible, pocas décadas más tarde, la revolución lingüística del Movimiento Moderno.

Pero la periodificación en ambos campos, el artístico y el arquitectónico, que hasta este siglo había mantenido cursos paralelos, debían perder esa condición. En efecto, el desarrollo del arte puede percibirse a lo largo del siglo XIX como un encadenamiento de acciones y reacciones en el que una serie de conquistas formales van quebrando la tradición de la perspectiva renacentista, en una permanente búsqueda de nuevos modos de visión. Las búsquedas de la arquitectura desde el punto de vista social no ofrecen paralelo con esta trayectoria; obedecen a necesidades funcionales interpretadas ideológicamente, a representaciones simbólicas. Al desembocar en la desvalorización del lenguaje, el divorcio entre las teorías del arte y de la arquitectura parecía consumado. Por cierto, la reflexión exclusivamente dirigida a problemas arquitectónicos había existido desde antiguo, desde que comenzó a escribirse sobre arquitectura, fundamentalmente desde Vitruvio, Pero, en su caso como en gran parte de los escritos a lo largo de siglos, el enfoque correspondía más a una teoría que a una historiografía de la arquitectura. Los escritos de Vitruvio constituyen una enciclopedia de conocimientos relativos a los más diversos aspectos de la arquitectura, desde la construcción hasta los significados míticos. Pero la conocida tríada vitruviana, que indica como esencia de la arquitectura las cualidades de funcionalidad, solidez constructiva (utilitas, firmitas y venustas) se mantuvo a través de los siglos como base del pensamiento arquitectónico. En el aspecto técnico, hasta la revolución industrial el paralelismo entre la producción arquitectónica y la artística, como ya se ha señalado, había sido considerable: la técnica artesanal y la escala de la

22

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy producción los hermanaba en estos aspectos esenciales. Pero a partir de las transformaciones tanto en las técnicas constructivas como en la escala de producción de la arquitectura, el proceso de producción se ha diferenciado no solamente desde el punto de vista de la concepción y la ejecución técnica sino de la totalidad de dicho proceso. La incidencia del acto de diseño en el proceso total de la producción, que en el pasado pudo ser bastante semejante tanto para la producción arquitectónica como para la artística - aún cuando la intervención de la mano de obra extraña al artista había adquirido bastante peso - ocupa ahora un lugar del todo distinto en ambos procesos. La condición del artista creando libremente y ofreciendo luego su producto al mercado, la separaba del arquitecto, cuya producción está necesariamente atada a un cliente determinado, y no es fácil de concebir como un acto nacido de la iniciativa del propio arquitecto (aunque esta forma de acción se practique alguna vez en los países ultradesarrollados). Desde el Renacimiento existe, de un modo explícito, una diferenciación esencial entre ambos objetos de estudio, y es la referida a la instancia del proyecto, etapa esencial del proceso de diseño de la arquitectura, que sólo podría encontrar un paralelo muy relativo en los bocetos previos que utilizaron los pintores en ciertas y determinadas épocas. Pues este estadio desaparece en gran parte de la pintura moderna. Por lo demás, el boceto desempeñaba, en algunos casos, el papel muy general de guía u ordenamiento espacial del cuadro, sin significado propio; en otros casos, por el contrario, constituía un objeto acabado en sí mismo, que podía llegar a servir de "modelo" al futuro cuadro, pero que conservaba un valor, por así decir, autónomo, y en ocasiones (David) con un tipo de expresividad muy diferente al que luego tendría el cuadro. El proyecto, a su vez, constituye una entidad con significados propios y completos en sí mismos, pues implica una proyección al futuro, una propuesta acerca de modos de vida, de modos de percepción del espacio y de la forma, de modos de relación con el medio urbano o rural, de modos de concebir la tecnología, etc.. En la obra entrarán a jugar en primer plano la percepción sensible, la vivencia real del espacio y, con el correr del tiempo, el grado de viabilidad de la propuesta, confrontada ahora con la realidad de la vida social y del entorno físico concreto. Esta forma especial de la producción arquitectónica hace que existan a lo largo de la historia, numerosos objetos de reflexión en forma de proyectos o bocetos que no han llegado a convertirse en obras, pero cuya presencia y a veces su influencie, en la historia de la arquitectura son innegables. Se puede afirmar, pues, que estos componentes del proceso de diseño previos o independientes de la ejecución de la obra presentan una problemática compleja, apenas esbozada aquí por lo demás, que

23

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy contribuye a diferenciar en un nuevo aspecto aún el objeto de la historiografía arquitectónica del de la artística. La historiografía arquitectónica, en efecto, fue separándose progresiva y definitivamente de la del arte, hasta constituirse, en el presente siglo, un dominio específico de investigación. La disciplina se ha visto enriquecida por un par de generaciones de brillantes historiadores. Cada uno de ellos, de Pesvner a Banham, deArgan o Zevi a Tafuri, de Scully a Frampton, es exponente de una posición filosófica particular y representa una manera propia de compromiso con la realidad. En tanto que la historiografía latinoamericana, en gran parte asumida en el pasado reciente por historiadores del arte, requiere aún de muchos esfuerzos para emprender un camino propio y eliminar errores. Apunta Gutiérrez que existe la necesidad de "explicamos a partir de nosotros mismos utilizando categorías de análisis, escalas de valores y juicios críticos" que no sean elaborados a partir de otros contextos.

Capitulo 4. Historia, teoría, crítica. Historia, teoría y crítica son tres modos de reflexionar sobre la arquitectura, íntimamente entrelazados, a menudo confundidos en el pasado, que se diferencian por sus métodos y objetivos y cumplen, además, distintas funciones para el pensamiento y la praxis arquitectónica. Una crítica que no atendiera a la condición histórica del objeto arquitectónico analizado, no podría alcanzar su significado, puesto que, como todo hecho cultural, el hecho arquitectónico está inmerso en la historia y es inexplicable fuera de ella.

"Criticar, dice Tafuri, significa recoger la fragancia histórica de los fenómenos". En cuanto a la teoría, ¿cómo podría realizarse una selección y valoración del material histórico, cómo podrían establecerse pautas críticas, sin el apoyo de una serie de principios, esto es, sin una teoría? Y una teoría, a su vez, ¿de dónde obtiene su sustento sino de la realidad, que es una realidad histórica? He aquí, pues, someramente planteada la estrecha interdependencia entre historia, teoría y crítica. Intentemos ahora una caracterización más diferenciada. En cuanto a la teoría, la distinción de su naturaleza con respecto a la historia puede definirse del siguiente modo: teoría es un sistema de pensamiento mediante el cual se ordena un conjunto de proposiciones lógicas; historia es una descripción crítica de la sucesión de los hechos arquitectónicos. El historiador, para la selección y elaboración de su materia, se basa en una teoría; en todo "relato" histórico pueden descubrirse los

24

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy elementos de una teoría; pero permanecen implícitos, inarticulados; pues constituyen una hipótesis de trabajo, no una finalidad de la exposición. El material utilizado para elaborar el sistema teórico, a su vez, ha sido extraído de la historia. Ahora bien, los "productos" de ambos trabajos son diferentes: el sistema en un caso, la descripción en el otro. Y, por lo mismo, difieren los métodos: para el teórico será la abstracción de conceptos a partir del análisis de los objetos reales; para el historiador será la investigación, comprensión, valoración e interpretación de objetos reales a partir de conceptos. Pero la arquitectura es una actividad concreta y práctica, y cualquier tipo de reflexión que a ella se refiera conservará una relación más o menos directa con la praxis.

De ahí que la teoría, definida como sistema de pensamiento, puede asumir la forma de una normativa, esto es, un sistema de leyes o normas que determinan cómo ha de ser la arquitectura, lo que ha sido usual en el pasado, y aún en tiempos recientes en la enseñanza. O bien puede ser una poética, esto es, el enunciado de una concepción, ya no universal, sino particular de un arquitecto o un grupo de arquitectos, la base de su propuesta, su propia definición de la arquitectura tal como pretende practicarla. Puede también la teoría asumir la forma de una filosofía de la arquitectura, esto es, de una concepción generalizadora en busca de principios universal mente válidos, más ligada a la especulación que a la realización. En cuanto a la crítica y la historia, podría intentarse una distinción, en ambos casos, entre actividad y actitud: esto es, actividad del crítico o del historiador, por una parte; actitud crítica y actitud histórica, por la otra. Como actividad, la del historiador consiste en el estudio e interpretación de la arquitectura del pasado y su ordenamiento en el tiempo. La actividad del crítico consiste en el comentario de la arquitectura del presente, está referida al diario acontecer de la arquitectura: a la identificación de nuevas ideas, a la valoración e interpretación de nuevas obras o propuestas, al descubrimiento de nuevas tendencias. Contribuye, con su reflexión, a la toma de conciencia de situaciones y, en el caso del crítico latinoamericano, cumple un importante papel en la toma de conciencia del significado que el tema examinado pueda tener para nuestra propia cultura o para nuestra praxis profesional. Sin embargo, puede ocurrir que el papel del crítico, sea simplemente el de observar la realidad, descubrir en ella hechos arquitectónicos interesantes y llamar la atención del espectador sobre ellos, suspendiendo momentáneamente el juicio, hasta tanto sea posible construir nuevos parámetros capaces de develar la estructura significativa de los nuevos fenómenos. Esa suspensión del juicio puede ser necesaria en cierta etapa del análisis, ahora bien, la

25

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy prolongación de esa suspensión del juicio más allá del establecimiento de pautas se vuelve negativa, pues conduce a la aceptación indiscriminada de todo fenómeno examinado. No es ajena a esta situación cierta crítica que, en el temor de equivocar el juicio acerca de una propuesta presuntamente revolucionaria, tiende a la mera descripción sin arriesgar valoración alguna. Pero crítica sin juicio de valor no es crítica. La función del crítico es precisamente la de emitir juicios, si ha de prestar servicios reales a la comunidad profesional. El auge de las publicaciones, han producido también en el campo arquitectónico fenómenos de comunicación de masas. Quizás podría afirmarse que nunca en la historia tanta gente estuvo reflexionando y escribiendo sobre arquitectura. Y esta ola de reflexión, impulsa a una toma general de conciencia, por la cual los arquitectos proyectistas se ven necesitados a su vez de formular sus ideas no sólo mediante diseños sino mediante la palabra, escrita o hablada, que les permita justificar o explicar sus diseños mediante especulaciones teóricas. ¿El cuadro del presente estaría, entonces, reservado al crítico, y el del pasado al historiador (ambos intrínsecamente unidos a la praxis profesional y a las necesidades culturales y profesionales del momento en que se vive)? Los criterios de valor propios del análisis crítico, por su parte, abarcan todos los aspectos de la producción arquitectónica - estéticos, tecnológicos, funcionales, éticos, etc., etc. - y compete al crítico establecer en cada caso la preeminencia de unos u otros, de acuerdo a su propia escala de valores y al carácter del tema examinado. El historiador, por su parte, no puede prescindir de los criterios de valor, que aparecen ya desde el momento en que construye su objeto de estudio, al proceder a la selección de aquellos elementos que considera relevantes según una determinada valoración. No hay forma de "diseñar" un objeto histórico si no se parte de criterios de valor. Puede, pues, afirmarse que ambas actividades, la del historiador y la de! crítico necesitan de métodos tanto históricos como críticos Sin embargo, estas distinciones se cargan de ambigüedad cuando entramos en el ámbito de la posmodernidad y del historiador de la arquitectura contemporánea. Pues el efecto de "presentificación" de los acontecimientos, la simultaneidad en la percepción del tiempo y el espacio provocada por la explosión informativa, la des-historización del conocimiento - todo es presente -, hacen que la tarea del historiador de la arquitectura contemporánea acabe por confundirse con la del crítico. Se cierra el círculo si consideramos que la valoración y el análisis que efectúan tanto el

26

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy historiador como el crítico implican una teoría de la arquitectura, una idea de lo que la arquitectura es o debe ser, de lo que en arquitectura tiene sentido o carece de él, teoría que es la expresión de una ideología. La influencia actual de los medios de difusión hace mucho más efectiva y directa la acción de tales escritos de lo que pudo ser en el pasado, y compromete mucho más, por lo mismo, la actitud ética del historiador y el crítico. Sistema de valores y objetividad son algunos de los problemas que atañen directamente a esta cuestión, problemas sobre los que volveré más adelante.

27

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy BERMAN MARSHALL Todo lo sólido se desvanece en el aire.

- Ser moderno: encontrarse en un ambiente que promete aventura, transformación, poder, desarrollo. Al mismo tiempo amenaza con destruirlo todo. - Modernidad: “conjunto de experiencias” compartidas por hombres y mujeres, que traspasa toda frontera de nacionalidad, religión, raza, cultura. - Modernización: procesos sociales. - Modernismo: ideas, sensaciones, visiones que nacen de la experiencia de los procesos sociales. - Antimoderno: rechazo a la modernidad por presentarse como la madurez de los tiempos nuevos que tienen su origen en la crisis de la sociedad antigua. El arte moderno sólo podía ser imitación del antiguo. Reconocer la superioridad de lo Clásico e imitarlo.

Berman analiza la experiencia de la modernidad, esta “forma de experiencia vital –la experiencia del tiempo y el espacio, de uno mismo y de los demás, de las posibilidades y los peligros de la vida- que comparten hoy los hombres y mujeres de todo el mundo de hoy”. El hecho fundamental de la vida moderna tal como la experimenta Marx, es que esta es radicalmente contradictoria en su base: capaz de todo menos de proporcionar estabilidad y solidez. El único modo en el que el hombre se transforma es transformando radicalmente la totalidad de su mundo físico, social y moral en que vive. Esto sin embargo, supone el trasfondo correspondiente de la modernización: donde todo lo creado debe ser destruido para construir el camino de otras creaciones. Construir un entorno social radicalmente nuevo que vaciará de contenido el viejo mundo antiguo o lo destruirá. Otro impulso de la modernización es el deseo de crear un entorno homogéneo. El pensamiento moderno sobre la modernidad está divido en dos compartimentos diferentes: modernización en la economía y la política, y modernismo en el arte, la cultura y la sensibilidad.

Si se puede decir que la modernidad une a toda la humanidad, esta unidad es paradójica, es una unidad de la desunidad que nos lleva a la desintegración y la renovación perpetua, de lucha y contradicción, de ambigüedad y angustia. La modernización son los cambios sociales que son constantemente llevados a cabo, que la

28

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy modernidad es la manera en que estos cambios son inmediatamente vividos o experimentados de manera consciente o no, y que el modernismo es la reflexión posterior y la representación intelectual, artística, literaria, material, política de estos cambios. Sin embargo, más que ubicarse como una serie de acontecimientos escalonados, en realidad la constante es que se alimentan entre ellos: el modernismo se alimenta de los cambios de la modernización de manera directa e indirecta, mientras que detrás de la modernización encontramos ideas que fueron nutridas por el modernismo.

29

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy

UNIDAD 1: LA MODERNIDAD COMO AUTORREFLEXIÓN 

MODERNIZACIÓN: Una condición de la historia:

En “La modernidad como autorreflexión”, Casullo distingue una serie de significados fundantes del concepto “modernidad”, los cuales conducen a la comprensión del mismo como AUTOCONCIENCIA. La modernidad como una particular condición de la historia, es el significado más amplio y abstracto, que admite la propia renovación de la historia, desde los siglos XVII y XVIII en Europa, donde se pensará el mundo y se polemizará entre “lo antiguo” y “lo moderno”. Para Habermas y M. Weber, es un “proceso de racionalización histórica que conjuga y consuma el desencantamiento del mundo instituido por las imágenes religiosas, míticas, y sagradas”, proceso que busca la verdad a través del camino científico. En lo que Ricardo Forster concuerda: “…los sueños ilustrados sufren hoy el desencanto de la historia…”

La modernización que aparece en el campo social, industrial, técnico, económico, financiero, necesita de una nueva comprensión del mundo. Este no existe con ese significado contenido en sí mismo, sino que el mundo es la representación que nos hacemos de él. Este nuevo concepto que se le otorga al mundo es lo que va a ir elaborando el nuevo pensamiento moderno; y se caracteriza por saberes racionalizadores, que Casullo organiza en tres grandes esferas: la cognitiva (ciencia), la normativa (problemáticas éticas, morales y sus políticas de aplicación), y la expresiva (arte y estética). Estas esferas con sus saberes, al interrelacionarse, constituyen en entramado de racionalización, que no es solamente pensamiento, son también instituciones, historias, son hombres, son biografías. Sin este entramado, sería muy difícil para nosotras ver el mundo. Por lo tanto, aquí se presenta otro de los significados de la modernidad como entramado de racionalización.

En este sentido Romero, propone a la estructura como un concepto útil para el análisis histórico, estructura variable porque analiza procesos, y hablar de procesos implica hablar de tiempo y temporalidad: “Quien analiza un momento preciso, una coyuntura, encuentra allí el cruce de procesos, de duraciones diferentes: encuentra la combinación de cosas que perduran con cosas que están cambiando, y así como debe desagregar la realidad compleja en zonas diferentes, para luego encontrar las relaciones y articulaciones que la integran, del mismo modo debe estar presto a desarmar la temporalidad en duraciones diferentes para luego construir la unidad del proceso”. 30

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy La modernidad es también discurso de la crítica, y ésta a su vez es la “fortaleza” de aquella. La crítica es la fundadora de los tiempos modernos, pues es ella quien pone en crisis las viejas representaciones, y la ilustración planteará la perpetua crítica a la crítica, como permanente crítica al pensamiento dado; por lo tanto es imposible que sea pensada como finalizada, y todo pensamiento que cuestione una crítica, está siendo modernidad por excelencia.

Con estos significados que componen el concepto de modernidad, y teniendo en cuenta que la autorreflexión es el modo en que concebimos un mundo situado, y que particularmente nos contiene a nosotros mismos, Casullo llega a decir que la modernidad es un concepto que marca un tiempo reflexivo, el nuestro. Por lo tanto hoy consideramos a la MODERNIDAD COMO AUTOCONCIENCIA, que tiene como elemento esencial un proceso de comprensión de lo real, del sujeto y las cosas, del yo y la naturaleza, de las formas de conocer esa naturaleza y ese yo mismo que estoy conociendo, del experimentar del yo las nuevas formas de espacio y tiempo, en cada época.

M. Waisman, en cuanto a la proposición del “fin de la historia”, agrega que, lo que se ha acabado sin duda es la oiría global, la historia única a cuyo hilo conductor, con eje en Europa, se subordinan todas las posibles historias.

Para Fernandez Cox, no existe concretamente la cuestión de la modernidad, sino de las modernidades, dado que “ser moderno” implica pertenecer a una historicidad determinada, peculiar; y, con Casullo, agregamos que cada modernidad se afirma desde presupuestos económicos, políticos, filosóficos y estéticos, como asignaciones de un tiempo y lugar determinado.



Definición del término AUTORREFERENCIALIDAD:

Casullo determina a la subjetividad como el lugar donde el sujeto, el individuo, realiza infinitos intercambios simbólicos con el mundo, en donde se trata de analizar de qué manera se hace presente esta subjetividad, es decir, de las relaciones del yo con los otros y del yo consigo mismo. En ese “mundo situado que nos contiene”, y que nosotros concebimos a través de la autorreflexión, las subjetividades en juego se interrelacionan y por lo tanto se autorreferencian. La autorreflexión es el ejercicio de la autorreferencialidad.

31

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy Nuestras relaciones, nuestra subjetividad se van metamorfoseando permanentemente en relación al tiempo y al espacio, por lo que las épocas de la modernidad han tenido infinidad de relaciones del sujeto en términos temporales y espaciales.

32

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy 

HISTORIA, CAPITALISMO Y BURGUESIA: En las representaciones de un universo secularizado: Antiguas y nuevas imágenes.

“Es el siglo XVII, el que lanza la última gran embestida, los grandes paradigmas modernos en los cuales nosotros estamos situados”. Casullo. En el proceso moderno, será el s. XVIII, esencialmente, el que Europa llama “el Siglo de las Luces”, el siglo de los filósofos, de los pensadores, y de los críticos a las viejas representaciones del mundo, será este proyecto de las Luces, del Iluminismo, de la Ilustración, el que va a concluir de sistematizar, de plantear, de albergar el principal pensamiento que hace a los grandes relatos modernos.

Forster, presenta a la Ilustración del siglo XVIII como el despliegue histórico de la modernidad. Lo define como el siglo de la Revolución Francesa, de la Declaración de los Derechos Humanos…..el territorio de gestación de las grandes apuestas del hombre moderno. Piensa en las palabras “libertad, igualdad, fraternidad”, equidad, autonomía, ciudadano, democracia, opinión publica, humanidad, sociedad civil; pero en un sentido distinto al clásico; el siglo XVIII forjó estas palabras, cambió su significado, las colocó en la historia bajo una nueva perspectiva. (VER FORSTER).

Es en el siglo XVIII europeo, donde comienza el proceso de “renovación de la historia”, que continuará en los siglos XIX y XX. La antigua representación del mundo, sagrada, mítica y religiosa, , va ser reemplazada por una representación racionalizada, en base a la razón y a lo científico-técnico. Es la precisión metodológica de los posicionamientos historiográficos lo que cambia, se pasa de: 

un método de análisis TELEOLÓGICO: óntico, en el cual la historia universal canónica, la historia eurocéntrica creó sus esquemas de estudio; a



una mirada ONTOLÓGICA para el análisis de todo fenómeno, y, en palabras de Heidegger, mediante un proceso hermenéutico se aproxima al conocimiento del “ser” y a su “sentido”.

Desde este posicionamiento epistemológico, se crean las “micro- historias”, las historias particulares, las historia de las diferencias de Rosseau (expresión más radical y crítica de la ilustración para Casullo): “…el gran defecto de los europeos es que filosofan acerca del origen de las cosas de acuerdo con lo que ven a su alrededor. Para estudiar al hombre se requiere una perspectiva más amplia; para descubrir las propiedades es necesario empezar por las diferencias…”

33

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy Romero se pregunta: “¿Qué hechos del pasado son materia de historia?”, a lo que responde:”…todo es historia, toda experiencia humana es en principio de interés y relevante para el conocimiento histórico, entendido como el conocimiento de los hombres. Esto no significa que cada historiador deba ocuparse de todo, sino que el campo abierto a su interrogación no está limitado de antemano, ni hay zonas de la realidad, de la experiencia humana, que tengan asegurada a priori su calidad de históricas…” En este contexto, se resignifica toda teorización que explique la incidencia Europa-América. La encrucijada se mueve entre lo universal y particular, donde la sociedad produce permanentes intercambios simbólicos y materiales, que “…son los polos de la realidad histórica y las dimensiones de un proceso único…” (Romero)

Esta renovación de la historia, que implica el derrumbe de toda comprensión teleológica, tiene a la modernidad como idea clave de autoconciencia y autorreferencialidad; “…asume lo nuevo como valor e implica como corolarios los conceptos de progreso y superación…” (M. Waisman). En este sentido, la misma autora, condena al crítico a prestar servicios reales a la comunidad profesional mediante la emisión de juicios de valor, ya no laudatorios o condenatorios, sino interpretativos y explicativos. Esta sucesión de juicios es la historia, no una simple narración, sino una reescritura constante de la realidad de los acontecimientos.

Podemos plantear, al modo de Liernur, este fenómeno de renovación histórica con dos procedimientos de análisis contradictorios: 

desde la REFLEXIÓN, que corresponde a la interpretación marxista liberal, a la visión canónica de la historia que consolida la relación casa matriz (producción europea y norteamericana) y sucursal (producción latina). En este sentido, Liernur afirma que el hecho de que Europa más que descubrir ha inventado “América”. Y hoy nosotros podíamos decir que la mirada del “centro” ha inventado “Latinoamérica”. Cita a E. Garin, historiador italiano: “…casi en un espejo, es el alma misma de Europa la que se refleja en las imágenes que los europeos se hacen de los otros pueblos y en esas imágenes se expresa así la buena y mala conciencia de los europeos”.



desde la REFRACCIÓN (que aún se está intentando). Es un sistema de interrelaciones, de permanente intercambio, donde los artistas van y vienen. Esta procedimiento, a diferencia del anterior, tiene penetración, y a la idea de influencia le contrapone la de desdoblamientos.

34

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy

Retomando las afirmaciones de Casullo, la modernidad va extinguiendo ese mundo de Dios. Nietzsche plantea “la muerte de Dios”, como crítica a los dogmas de la Iglesia, a la hipocresía de las morales dominantes, como crítica a lo religioso autoritario, a la superstición, al mito, ese plan de Dios que, dogmatizado y bajo el poder de la Iglesia, era sentido por los modernizadores liberales como un plan que sofocaba al hombre, que lo encerraba en una falsa conciencia, que lo condenaba a no saber la verdad objetiva que por vía científico- técnica podía llegar a conocer. Y que lo condenaba a la “minoría de edad” que Kant declara como la incapacidad de servirse del propio entendimiento sin ser guiado por otro. “….el iluminismo es el abandono que el hombre hace de su minoría de edad, en el cual se encontraba por su propia culpa. Culpa que no reside en una insuficiencia del entendimiento, sino en la falta de coraje para utilizarlo sin ser guiado por otro. Ten el coraje de servirte de tu propio entendimiento. Éste es el lema del iluminismo…” Entre el poder de los reyes, de los ejércitos, de la Iglesia, emerge un nuevo e insólito poder: el del autor, como nueva figura de lo moderno.

Rafael Iglesias. En el siglo XIX, mientras todos los elementos de la cultura aparecen desdibujados, “desconcertados”, sólo un aspecto de la totalidad aparece firme y estructurado: la organización económica. La circulación monetaria y los adelantos técnicos, permiten conformar un sistema productivo de fuerte coherencia: el capitalismo, que influyó sobre el todo cultural. El sistema alcanzó una escala mundial dentro de una sistema cada vez más integrado. El crecimiento en la producción lleva al cambio de escala. De la escala regional del reducido comercio medieval se pasó a la escala nacional e internacional del primer mercantilismo. Pero la Revolución Industrial implica un aumento que sólo puede absorber a escala mundial. El mundo entero no es ya sino un inmenso mercado que las grandes industrias de todos los países se disputan como un campo de batalla. Todo el sistema pivota alrededor de las ganacias, lo que produce hechos positivos y negativos. De ahí ha salido el régimen social propio de nuestra civilización contemporánea y que forma un todo tan completo, tan coherente como pudo serlo en el siglo X el régimen feudal. En el siglo XIX, culminó un proceso iniciado por la Edad Media, de desarrollo, afianzamiento y predominio de la burguesía, a la que se le suma la creciente clase media. (VER R. IGLESIAS págs. 18,

35

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy 19, 20). La burguesía es parte del contradictorio siglo XIX. Al principio el romanticismo fue una rebelión pequeña burguesa contra el clasicismo de la nobleza.



La significación de las nuevas ideas modernas imperantes en América y Europa, en las variables económicas, políticas, filosóficas, estéticas…

Claro está, que tanto el tipo de capitalismo como el concepto de clase, no son los mismos para Europa,

EEUU y América Latina. Al diferir las estructuras sociales, la inclusión que de estos

fenómenos derivan dan resultados diferentes. (VER VITALE, págs. 24, 25, 26).

Rafael Iglesias. Las fuerzas sociales que promovieron el cambio, aspiraron a unas formas de gobierno que efectivizaran su dominio sobre las sociedad. El poder fue compartido por una clase más extensa, lo que produjo, sino una igualdad social total, un mayor igualitarismo de los derechos cívicos, una mayor permeabilidad social y mayor repartición de la riqueza. El modelo político predominante fue la democracia parlamentaria, organizada como República y basada en los modelos de la Grecia clásica y de la Roma republicana.

La revolución estadounidense, la revolución francesa y las revoluciones latinoamericanas promovieron repúblicas parlamentarias, mientras Inglaterra se había ya convertido en, desde principios del siglo XVII en una democracia parlamentaria conservando las formas de la monarquía. La democracia se idealizó buscando las libertades individuales, en los gobiernos parlamentarios la representación se efectuaba por la suma de individuos aislados sin ninguna relación con su función social. Sin embargo, esta nueva forma política se suma también junto a la burguesía, al contradictorio siglo XIX: el concepto ilustrado de autonomía e individualismo, derivan a los intereses de la clase dominante, por lo que fracasan los ideales democráticos ilustrados: gran parte de las expectativas que desataron las promesas originales por las que la burguesía obtuvo el apoyo del proletariado y de sus filas mas bajas, no pudieron ser cumplidos dado que los intereses de la clase dominante eran en definitiva, intereses de un solo sector de la sociedad.

36

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy La CIENCIA, como el principal instrumento para la iluminación del hombre, crea una imagen del universo mecanicista y “desacralizada”. En esta nueva realidad lo no conocido no fue algo misterioso fruto de la voluntad de Dios o del accionar de potencias sobrenaturales, sino lo aún no explicado. Todo era explicable para la razón y por lo tanto, el mundo necesariamente debía ser racional. El mundo físico, orgánico, e inorgánico, se mueve de acuerdo con la causalidad mecánica. El hombre percibe el mundo físico no a través de sus sentidos, sino solamente a través de la razón. De este modo la teoría de Descartes prueba que la causalidad mecánica, es la materialización del pensar lógico. En el concepto de causalidad mecánica la razón proyecta su finalidad, su proceder, hacia el dominio y explotación de la naturaleza como materia. La manifestación más clara de este proceder utilitario de la razón es la herramienta, la máquina que sirve para el dominio y explotación de la materia. La razón interpreta las leyes de la naturaleza en la forma que corresponda mejor al tratamiento mecánico, que es la de la causalidad mecánica. Pero junto a este mundo mecánico y racional, coexiste el mundo irracional y orgánico del romanticismo. La burguesía admitió esta coexistencia contradictoria, cuya consecuencia fue una conducta dual: racional y mecánica en los aspectos materiales de la vida; e idealista, casi supersticiosa, en los aspectos espirituales de la misma. “Existir, eso es sentir”, es la frase clave del romanticismo que Rosseau lanza como un ariete contra la proposición racional de Descartes: “Pienso, luego existo”.



TIEMPO Y LUGAR DE LA MODERNIDAD. ¿Un mundo situado para el “proyecto moderno”?

En palabras de Casullo, América Latina está absolutamente involucrada en el proyecto moderno, en el proyecto de la Ilustración, desde los tiempos de la Revolución. Lo que los autores ilustrados dicen, lo que ellos descifran, lo que ellos especulan o piensan, es para todo tiempo y para todo lugar.

En este punto, señala M. Waisman, los temas que nos preocupan giran en torno a ciertas antinomias, que no son sino distintas caras de una tensión común: universalismo/ localismo; modernidad/ identidad; centro/ periferia, entre otras. El concepto de modernidad apropiada presentado por F. Cox, es para M. Wasiman, una de las fórmulas más felices propuestas para enfrentar el conflicto entre lo universal y lo específico, entre la marcha del mundo desarrollado y las identidades particulares. La modernidad apropiada (en arquitectura), no es un “ismo” arquitectónico, ni un modo

37

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy estilísticamente determinable de arquitectura; es una actitud frente al hacer arquitectura. Una actitud determinada y común, cuyos resultados arquitectónicos son tan diversos y variados como cada realidad histórica. Por lo tanto, esta modernidad apropiada, tiene un triple significado: en cuanto adecuada, en cuanto hecha propia y en cuanto propia.

Fernandez Cox, presenta de esta manera, dos modos distintos de “ver” los asuntos de la modernidad, dos sensibilidades diferentes, que se encuentran opuestas dialécticamente: 

la MODERNIDAD ILUSTRADA, representa a un conjunto de respuestas ya dadas pertenecientes al modelo normativo absoluto del ser moderno, instaurado, principalmente, en Inglaterra, Francia y EEUU. A ella sólo pueden acceder quienes la construyeron por dentro y desde allí, sólo ellos pueden hacer su introspección autocrítica, y desarrollar su reflexión posmoderna.



la MODERNIDAD APROPIADA, la modernidad apropiada es el conjunto de desafíos históricos pendientes, cuyo proceso de modernización, se produjo por un exogénesis, “modernización a presión”. Las elites (aristocráticas, políticas, intelectuales, artísticas), han sido los principales agentes de los intentos de modernización y de la enajenación de dichas modernizaciones. ”…hemos sido incapaces de asumir una modernidad apropiada real a nuestra autenticidad. Hemos importado las soluciones, sin tener todavía los problemas”.

Hoy, la problemática de la posmodernidad tan cuestionada en los países desarrollados, no nos pertenece, y, como dice M. Waisman: ”…como nunca hemos alcanzado la modernidad no vale la pena que nos ocupemos de la posmodernidad”. F. Cox, se pregunta: ¿los fracasos de la modernidad se deben a una substancial inaptitud de los pueblos sudamericanos ante las instituciones de la modernidad?, a lo que se responde: “más exacto sería decir que las ideas filosóficas y políticas de la modernidad han fracasado entre nosotros”. Esto nos lleva a replantear una modernidad otra emergente, esto es una modernidad apropiada como el concepto actualizado de modernidad construido desde nuestra condición latinoamericana. La modernidad ilustrada hoy está en crisis, pero hay otras modernidades que lejos de estar en crisis, entran en pleno proceso de emergencia.

Vitale, ante la ausencia de una teoría de la historia para América Latina y el Caribe, impone la necesidad de una ruptura epistemológica con la hasta ahora considerad historia universal: “…el

38

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy problema central, es no transladar a nuestra historia los esquemas de estudio utilizados para la historia europea, creados desde el análisis de sociedades industrializadas.”

Esta preocupación por la caracterización de la nación latinoamericana, afirma Comas, es el fruto del desencanto y la perplejidad. Preocupación similar a la de Europa en el siglo XIX, donde y cuando se plasma el concepto moderno de nación en medio de formidables transformaciones de naturaleza socio- económica y política. Estamos en búsqueda de una expresión arquitectónica de IDENTIDAD NACIONAL. Con respecto a la antinomia centro/periferia, Liernur expone que la cuestión del centro no existe como tal, y explica la transitoriedad de los mismos en relación directa al capitalismo, cuyo sistema es cambiante y móvil. “…debemos desarmar la metáfora de que el arte europeo tenía su centro en la metrópolis y el arte americano constituía la periferia o sucursal...”“…debemos prestar atención al cruce de miradas, tanto las que provienen de los “centros” como las que se emiten desde cada particular condición de la periferia; para conocer nuestras particularidades, nuestra arquitectura apropiada, que no está solo en relación a unas condiciones concretas dadas, sino que se inscribe en un proyecto global”.(LIERNUR)



REVOLUCIÓN INGLESA, REVOLUCION FRANCESA Y REVOLUCION de MAYO: Asimilaciones y reinterpretaciones.

La revolución estadounidense, la revolución francesa y las revoluciones latinoamericanas promovieron repúblicas parlamentarias, mientras Inglaterra se había ya convertido en, desde principios del siglo XVII en una democracia parlamentaria conservando las formas de la monarquía.

Casullo. El proyecto de la ilustración, ese proyecto moderno donde nosotros como América Latina estamos absolutamente involucrados, con nuestros héroes de Mayo, trabajando al calor esencialmente del pensamiento de la Ilustración francesa. Lo que lee Castelli, lo que lee Mariano Moreno, lo que lee Belgrano son las obras que llegaban en fragatas luego de recorrer cuatro o cinco meses el Atlántico; Voltaire, Diderot, Montesqui, Rosseau, que van a ser los mismos autores que veinte años antes de la Revolución de Mayo van a ser leídos por los caudillos de la Revolución francesa, Robespierre, Marat, Dantón, se van a sentir absolutamente impregnados por el pensamiento de esto que empieza a aparecer de una manera extraña: el poder del autor.

39

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy Y muchos Robespierre, y muchos Mariano Moreno que leen sus obras. Que acá también van a cometer la locura, por ejemplo de producir la revolución, en una aldea que era barro y paja, que no tenía más que cincuenta o sesenta manzanas, y mandar ejércitos a dos mil kilómetros de distancia, al Alto Perú; sólo pensarlo parece algo increíble. Esas son las maravillosas locuras de la revolución, de gente que básicamente se nutre en la lectura se este pensamiento moderno que se va gestando en el Siglo de las Luces, en la lectura de estos hombres, en sus escritos que tienen básicamente el carácter de universalidad. Lo que ellos dicen, lo que ellos descifran, lo que ellos especulan, piensan, es para todo tiempo y lugar. Este es el gran proyecto de la Ilustración del siglo XVIII, que va a tener un enorme eco en América Latina y en la revolución norteamericana, en el norte y, que va también a beber de la fuente de la Revolución Inglesa del siglo XVII.



MODERNIDAD-MODERNIZACIÓN-MODERNISMO como ideas de lo MODERNO:

Berman Marshall analiza la cita de Marx: “Todo lo sólido se desvanece en el aire, todo lo sagrado es profano, y los hombres, al fin, se ven forzados a considerar serenamente sus condiciones de existencia, y sus relaciones recíprocas”. Al modo de Berman Marshall, Liernur distingue entre tres distintas nociones, fundamentales en el estudio de la arquitectura moderna: 

La modernización, como el proceso socioeconómico de transformaciones de los últimos siglos, en el que la industrialización, la mercantilización, la urbanización, la burocratización y la secularización son los principales acontecimientos.



La modernidad, como el modo de experiencia vital del hombre de nuestros días en todo el mundo.



El modernismo/s, como formas de conciencia de la modernidad.

Estas tres nociones pueden no coincidir, y por lo tanto entrar en contradicción: puede haber modernismos que sustenten o pongan en cuestión las formas dominantes en cuestión. Berman define el tiempo de la modernidad como aquel en que “todo lo sólido se desvanece en el aire”, a lo que aclara: “Ser moderno es encontrarnos a nosotros mismos en un entorno que nos promete aventura, poder, alegría, crecimiento, transformación de nosotros mismos y del mundo, pero

40

Sofia Garcia- Historia 2 Meinardy que, al mismo tiempo, amenaza con destruir todo lo que tenemos, todo lo que conocemos, todo lo que somos”. Para Berman, la cita de Marx tiene una grandeza cósmica y visionaria.

LIERNUR agrega a ésta interpretación, que el fenómeno físico, producto por excelencia de la modernización es la metrópoli, en donde “se disuelven en el aire” los valores de la ciudad. Mientras ésta última es un orgánico complejo de lugares, la metrópoli es su ausencia; la ciudad es sede de las diferencias, la metrópoli de la igualación, de la matematización universal; la ciudad es el refugio de la comunidad, la metrópoli la sede de la sociedad; en la ciudad radica la cultura, en la metrópoli se expande la civilización. El pueblo que compone la muchedumbre está utilizando y expresando sus poderes vitales, su lucidez, su inteligencia y su coraje, para enfrentarse y luchar contra los horrores: muchas de las cosas que hace, solamente para pasar el día, revelan lo que Baudelaire llamó “el heroísmo de la vida moderna”. No le caben dudas a Liernur de que nosotros y los que vendrán después de nosotros seguiremos luchando para sentirnos más en casa en este mundo, aun si las casas que habremos hecho, la calle moderna, el espíritu moderno desaparezcan como “todo lo sólido, disuelto en el aire”.

41