Herbert Marcuse

Herbert Marcuse. ”Cultura y Sociedad”. Acerca del carácter afirmativo de la cultura afirmativa escrito en la década del

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Herbert Marcuse. ”Cultura y Sociedad”. Acerca del carácter afirmativo de la cultura afirmativa escrito en la década del 30. Marcuse produce allí una muy fuerte crítica a las formas en que se delineó la praxis burguesa y el marco de relaciones capitalistas Para ello expone como ya en la antigüedad se había producido una distinción de las esferas de "lo útil" y "lo bello", en Aristóteles consagrando a su vez la división que existía socialmente entre los esclavos (dedicados al mundo del trabajo) y los miembros de la polis (que tenían resuelto el mundo de la necesidad y por lo tanto podían dedicarse al cultivo de lo bello, lo bueno y lo verdadero). La cultura(2) de occidente se fundamenta en la praxis aristótelica, cuyo pensamiento se construye a partir de verdades conocidas para llegar a la praxis de la cotidianidad. El hombre, para su existencia requiere del esfuerzo para producir los bienes materiales y espirituales a través del conocimiento, obtenido adecuadamente y transmitido por una didáctica en su aplicación, es construido desde "el saber práctico (que) es en realidad el que asigna su lugar a cualquier competencia técnica basada en la ciencia." (3), faculta su actuar acorde a las exigencias y las respectivas especialidades. Pero, el conocimiento aristótelico es diferenciado según una escala de valores que parte del saber funcional práctico, hasta el conocimiento filosófico-político que proporciona la mayor felicidad a los hombres. Según Marcuse, ya aquí queda abierto "el campo para el materialismo de la praxis burguesa por una parte, y por la otra para la satisfacción de la felicidad y del espíritu en el ámbito exclusivo de la cultura" Esta distinción que reaparece en el mundo moderno como la "civilización" (es decir, el desarrollo material) y la "cultura" (como el conjunto de bienes del espíritu) termina convalidando un modo de organización social en el que la cultura afirma el mundo tal cual existe. La diferencia capital entre el mundo moderno y la antigua Grecia es que en la segunda había un elemento de "buena conciencia" -no ocultaba las divisiones de clases- mientras que la burguesía consideró que ese mundo de lo bello, lo verdadero y lo bueno era accesible y obligatorio para todos. Sin embargo, luego de su momento revolucionario, la burguesía sacrificó aquello por lo que había luchado contra el viejo orden y para lo que había convocado a las clases subalternas: "Los grupos sociales burgueses en ascenso habían fundamentado en la razón humana universal su exigencia de una nueva libertad social. A la fe en la eternidad de un orden restrictivo impuesto por Dios opusieron su fe en el progreso, en un futuro mejor. Pero la razón y la libertad no fueron más allá de los intereses de aquello grupos cuya oposición a los intereses de la mayor parte de los hombres fue cada vez mayor. A las demandas acusadoras la burguesía dio una respuesta decisiva: la cultura afirmativa. Esta es, en sus rasgos fundamentales, idealista. A la penuria del individuo aislado responde con la humanidad universal, a la miseria corporal con la belleza del alma, a la servidumbre externa, con la libertad interna, al egoísmo brutal, con el reino de la virtud del deber. Con el surgimiento y desarrollo de la burguesía, se crea una nueva cultura laica, que supera el horror a la muerte, sensibiliza la colectividad en el plano escatológico hacia una supervivencia en el mito de la gloria y le entrega a las letras un papel inusitado. Surge una nueva visión humanística del mundo y diversas concepciones éticas irradian la historia y la política La sociedad burguesa, abstrae al individuo y lo transforma en el personaje particular, obligado él mismo a la manutención de su existencia, a la satisfacción de sus necesidades y a ubicarse frente a determinados fines y objetivos. La sociedad de consumo a medida que lo atrapa más, en el afán de satisfacer con mercancías sus necesidades le crea el espejismo de una nueva felicidad, que sólo una pequeña cantidad de individuos pudientes adquiere, en una abismal desigualdad. Instaura la modernidad, el mito del progreso, como una escatología con un

objetivo final que recoge todo un mundo de realidades e innovaciones en un hombre emprendedor y virtuoso dotado de un nuevo ethos del trabajo. Ante la praxis colmada de penurias la sociedad burguesa dio como consuelo el arte, desvinculado y más allá de ella. Transformándola en objeto de contemplación aportaba el complemento de belleza que la praxis burguesa -centrada en el cálculo y los beneficios- había eliminado de la sociedad. Igualdad abstracta y desigualdad concreta serían aspectos complementarios en la sociedad capitalista La tesis de Marcuse en torno al mundo de ideales llamado en la época burguesa "cultura´´ explica que Si bien por un lado la religión (o la "cultura afirmativa") es un consuelo ante la miseria del mundo (oculta las condiciones de existencia), a la vez, preserva la idea de que un mundo mejor es posible (este es su momento de verdad) La cultura afirmativa , estableció la idea de la satisfacción general del individuo. Las leyes y las formas de gobierno tienen un solo fin: que cada individuo pueda ejercitar sus fuerzas para sí en un goce más libre y placentero de la vida. La realización del hombre está referida a una comunidad de personas libres y razonables, en la que cada una tiene las mismas posibilidades de desarrollo y satisfacción de todas sus fuerzas. La idea de persona, siempre ha estado vigente, por encima de las contradicciones sociales, abarca a todos los individuos. El hombre es culpable de su minoría de edad. Toda riqueza y toda pobreza proceden de él mismo. El ideal dominante ha sido el lado conservador.

"La cultura significa, más que un mundo mejor, un mundo más noble: un mundo al que no se ha de llegar mediante la transformación del orden material de la vida, sino mediante algo que acontece en el alma de los individuos.´´

La cultura afirmativa fue la forma histórica bajo la cual se conservaron, por encima de la reproducción material de la existencia, las necesidades del hombre.