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• rafael

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GUION TEATRAL ¡AL RINCON!¡ QUITA CALZON! NARRADOR: Erase un seminario en la que el Obispo Chávez de la Rosa lo visitaba día a día para supervisar el buen ejercicio estudiantil. Una mañana, al realizar la supervisión matutina, escuchó como los estudiantes hacían de las suyas en la ausencia del profesor, al ver tal insolencia, el obispado decide reemplazar al profesor ausente. (ENTRA EL OBISPO AL SALÓN DE CLASES) OBISPO(gritando): ¡Silencio!¡siéntense! OBISPO(señalando al alumno 1): ¡Tu! ¡párate y acércate! (SE ACERCA EL ALUMNO 1 AL OBISPO) OBISPO(enojado): Dime jovencito ¡¿Cuál es el acusativo del plural musa? (EL ALUMNO 1 SE QUEDA CALLADO CON LA MIRADA ABAJO) NARRADOR: Y al no oír la ninguna respuesta el obispo Chávez dio su célebre orden OBISPO (gritando): ¡al rincón!¡quita calzón! (EL ALUMNO 1 CON LA MIRADA ABAJO VA AL RINCÓN) NARRADOR: En ese tiempo se rejía por la doctrina de que la letra con sangre entra y había un bedel quien daba azotes a los estudiantes condenados a ir al rincón. OBISPO (apuntando al alumno 2 y exclamando): ¡Tu!¡párate!¡ven! (SE ACERCA EL ALUMNO 2 AL OBISPO) OBISPO: Dime el nominato del quis vel quid (EL ALUMNO 2 SE QUEDA CALLADO) NARRADOR: y así pronuncio la frase de nuevo. OBISPO(gritando): ¡Al rincón!¡Quita calzón! NARRADOR: Ya tenía más de una docena de alumnos hasta que se le acerco e más pequeño. OBISPO: ¿Quid esto ratio? (EL ALUMNO 3 SE MUESTRA DUDOSO MIRA HACIA ARRIVA) OBISPO: ¿Por qué miras hacia arriba? La respuesta no te va a caer del cielo. NARRADOR: El alumno absorbido por la duda no tuvo más que otra que quedarse callado. Y por tal silencio el obispo pronuncio. OBISPO (gritando): ¡Al rincón!¡Quita calzón! ALUMNO 3(se va al rincón susurrando): Si yo le haría un pregunta. NARRADOR: Al escuchar el susurro del alumno el obispo se incomoda y llama al alumno OBISPO: ¿Que has dicho muchacho insolente? ALUMNO 3(dudoso): ¿Yo? nada señor nada OBISPO: A mí no me vas a engañar trastuelo insolente, dime de una vez que es lo que dijiste entre dientes ALUMNO 3: No he dicho nada señor OBISPO (exaltado): ¡Dímelo! ALUMNO 3(asustado): Lo que digo es que si usted me permitiera a mi hacerle una pregunta a usted NARRADOR: El obispo lleno de curiosidad responde. OBISPO(alegre): Haber hijo pregúntame. ALUMNO 3: Quisiera que me dijese cuantos Dominus Vasicum tiene la misa. NARRADOR: El señor Chaves sin darse cuenta levanto la mirada, la verdad al obispo nunca se le había ocurrido pensar en los Dominicus Vobiscum que tiene la misa, y el obispo dijo. OBISPO (alegre): Muy bien no puedo llegar a responderte esa pregunta. ¡Los del rincón! ¡Vuelvan a su sitio! (TOCA LA CAMPANA) OBISPO: Haber niños salgan de la clase, vayan al recreo NARRADOR: Pasado el tiempo el obispo se constituyó en padre y protector del niño, quien al ser de familia pobre, pero rica en virtudes concedió una de las becas del seminario. En 1804 el señor Chávez renuncio al obispado y llevo a su protegido a quien de cariño le decía “el cleriguito Dominicus Vobiscum” a España. Pasado el tiempo el niño fue uno de los prohombres de la independencia. ¿Han adivinado ustedes su nombre? Señores estamos hablando del vigésimo arzobispo de Lima Francisco de Luna Pizarro, nacido en Arequipa en diciembre de 1780 y que falleció el 9 de febrero de 1885.