GUÍA PARA LA ADAPTACIÓN DEL TEXTO LITERARIO A LA ORALIDAD

GUÍA PARA LA ADAPTACIÓN DEL TEXTO LITERARIO A LA ORALIDAD 1.- Establecer el punto de vista del adaptador. ¿Por qué elijo

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GUÍA PARA LA ADAPTACIÓN DEL TEXTO LITERARIO A LA ORALIDAD 1.- Establecer el punto de vista del adaptador. ¿Por qué elijo este cuento? ¿Cuál es mi motivación con respecto al cuento? Poder comprender si mi relación con ese cuento se establece a través del tema, del interés por un personaje, por el lenguaje, por la reminiscencia, por el género, por la emoción que nos provoca, por la ideología, el cuento debe hablarnos en algún aspecto. El poder de precisar esto va a determinar el punto de vista y las elecciones y la dirección de la adaptación. 2.- Adaptar siempre puede ser en algún aspecto también, traicionar o tergiversar. Por eso es también importante tratar de entender el punto de vista y la temática del autor. Esto es en definitiva algo muy personal pero desde mi punto de vista no es lícito trastocar totalmente la decisión o el enfoque del autor. Sobre esto hay múltiples posiciones, en general totalmente contrapuestas, de manera que en definitiva es una cuestión de elección, con la salvedad de que si la versión debe ser aprobada por el autor, éste está en su derecho de rechazarla. 3.- Otro aspecto a tener en cuenta con respecto al autor original es el estilo o la escritura. Desde mi punto de vista hay que tratar de respetar su manera de escribir y no sólo tomar la anécdota, la temática o la línea de acción. Yo personalmente respeto frases literales, que den cuenta de la escritura del autor. Sin embargo la oralidad tiene reglas que son inflexibles, si se quiere realmente comunicar. 4.- Establecer cuál es a nuestro juicio el tema central del cuento. Dicho de otra manera sería poder establecer de qué quiero hablar narrando este cuento. Esto va a determinar también el acento, el énfasis que voy a dar a ciertos elementos, pasajes o personajes y otro tipo de elecciones (síntesis, supresiones, agregados, aclaraciones, etc) que puedo hacer de acuerdo al tema que voy a enfocar, con respecto al texto original. 5.- Poder enunciar el argumento, que es en realidad un resumen de la línea de acción, en una o dos frases. Esto también nos obliga a enfocar y evitar las adaptaciones erráticas o parciales. 6.- Establecer la línea de acción. Enunciar el cuento en la sucesión de acciones que hacen avanzar el argumento y la trama sin los elementos de caracterización (las descripciones, el escenario, la caracterización de los personajes, etc) 7.- Seleccionar los personajes que van a intervenir en mi versión. Poder definir los indispensables para el desarrollo de mi cuento, cuáles con los protagonistas y cuáles son los secundarios, teniendo en cuenta que a veces estos son un elemento esencial para el avance de la trama o la definición de la intriga. 8.- Elegir qué voy a tomar como descripción del ámbito, el escenario, el paisaje donde se desarrolla el cuento. Es necesario tener en cuenta que la descripción siempre debe estar al servicio de la acción, de lo que ocurre. A veces el ámbito es un personaje más y es esencial a la comprensión de la historia, como por ejemplo la casa en “Casa tomada” de Julio Cortázar. 9.- Tener claro que la construcción de mi lenguaje para la versión oral del cuento debe respetar las reglas de la oralidad. Por es interesante hacer una primera versión escrita para ser contada y luego llegar a la versión definitiva a través de hacerla varias veces en voz alta, hasta llegar a ablandarla y convertirla en una versión verdaderamente oral. El lenguaje de la oralidad es más simple, yuxtapuesto más que subordinado. Las frases deben ser cortas, claras, cuidando que las acciones de cada personaje queden claramente establecidas. Es importante que siempre podamos saber quién es el que habla y quién es el que responde, quién actúa, quién sale, quién vive o muere, etc. 10.- Construir mi relato a través de las imágenes del cuento. Es importante tener en mi cabeza la sucesión de cuadros visuales, como los de un film, articulando el cuento. Si yo no imagino mientras cuento, es imposible que quién me escucha forme en su cabeza su propia imagen. Por lo tanto, también debo seleccionar del texto las imágenes que me parecen más relevantes, las más claras e interesantes a los efectos de hacer mi relato vivo y atrapante. Es necesario por lo tanto también

que las imágenes sensoriales sean precisas y vívidas, específicas, no generales y dadas por supuestas. Cuando más específico y preciso es el relato, es más creíble e interesante. 11.- Actualizar el suceder. El cuento aún contado en tiempo pasado, está sucediendo ahora, en el mismo momento en que lo cuento, en ese espacio mítico y aceptado convencionalmente por parte del que escucha. Por lo tanto mi compromiso con lo que narro debe ser total, aún cuando pretenda ser sólo el narrador objetivo de una historia que no me pertenece. En un texto escrito a veces esa inmediatez no es tan clara, pero yo debo hacerla aparecer en mi relato. 12.- Apropiarme del cuento. Esto significa varios momentos y procedimientos, que varían de acuerdo al narrador. Algunos necesitan crear una referencia personal, para dar la ilusión que este cuento es parte de su propia experiencia. Este procedimiento es una forma de apropiación. Otro aspecto es la repetición a lo largo de los ensayos y las presentaciones, donde el cuento va tomando su forma de base definitiva. Esta forma seguramente sufrirá modificaciones a lo largo del tiempo y frente a diferentes públicos, pero siempre tendrá una matriz inicial de la cual partir. También puedo realizar agregados, alteraciones del orden temporal del relato, actualizaciones en cuanto al tiempo, la época, la localización geográfica, etc., a mi juicio siempre teniendo en cuenta el texto original. Si necesito alterar totalmente el sentido o el propósito inicial del cuento, es preferible escribir otro texto. El cuento de tradición oral anónimo o el cuento maravilloso es muy flexible, tiene una estructura elemental y arquetípica que admite con mucha mayor comodidad, cambios, rellenos, amoldamientos, actualizaciones según el gusto o las necesidades de cada narrador. Georgina Parpagnoli Septiembre 2005- Salta