Guía de Transformación Thelémica

Una Estrella En El Horizonte Tus pies en el lodo, tu cabeza en la obscuridad, ¡Oh humano, cuan lastimosa es tu condicio

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Una Estrella En El Horizonte

Tus pies en el lodo, tu cabeza en la obscuridad, ¡Oh humano, cuan lastimosa es tu condicion! Te aterrorizan las dudas, los infortunios te exasperan -No tienes ingenio ni voluntad para luchar¿Cuanta esperanza en el corazon o dignidad en el trabajo? ¡Ninguna estrella en el horizonte! Tus dioses resultaron titeres del sacerdote. ''¿La verdad? todo es relativo'' suspiro la ciencia. Por tu servidumbre con tu hermana la bestia El amor te torturo y murio asi la esperanza de amor Y se consumio la fe en el amor. Ni siquiera es la vida Una tenue estrella divisada Tu vil carroña acobardada y reptante Que se descubrio a si misma como un lugar casual Cuyo dolor no tenia proposito; aterrorizada Por el accidente que sin sentido tanto abrumo Su agonia ¡Que los cielos vacios se esparcieron Sobre la tierra baldia! Todas las almas existen eternamente Cada una individual, ultima -Perfecta- se hace a si misma una neblina De mente y cuerpo para proclamar Con una doble mascara su tierna cita Nunca satisfecha. Algunos borrachines, delirando en el sueño, Se desesperan por lo que morira, se confunden Ellos mismos con su sombra Una estrella puede requerirlos para que despierten Sean ellos mismos; estrella serena de las almas que resplandece En el lago sosegado de la vida. Lo que finalizo nunca comenzo. Todas las cosas permanecen porque son. Haz tu voluntad, para cada hombre Y cada mujer es una estrella.

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¡Pan no esta muerto: el vive, Pan! ¡Abajo la barrera! Al hombre vengo, el numero de Un hombre es mi numero, leon de luz; Yo soy la bestia cuya ley es el amor Amor bajo la voluntad, su real derecho Aqui esta, al lado, y no en la lejania, Una estrella en el horizonte.

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Guía de Transformación Thelémica

Frecuentemente escuchamos relatos de personas que se sienten muy envueltas con las enseñanzas Thelémicas, pero que aún no se juzgan Thelemitas porque no fueron iniciadas o no hacen parte de alguna Organización u Orden. Cuando escuchamos eso, es casi inevitable no remitirnos inmediatamente al pasado, cuando recibimos las primeras instrucciones y no encontramos referencia ninguna a tal condición. La cuestión es: ¿Donde está escrito, en cualquier punto de la literatura thelémica, que solamente iniciados pueden ser Thelemitas? Este guía de transformación fue escrito para aquellos que: 1. Ya escucharan hablar superficialmente de Thelema; 2. Nunca escucharan hablar de Thelema; 3. Están confundidos acerca de que es Thelema; 4. Son estudiantes de ciencias ocultas comparadas; 5. En fin, desean tornarse Thelemitas.

El Guía de Transformación Thelémica es un conjunto de textos (Libri) escritos por Maestro Therion y por Frater Achad que tenían exactamente la intención de instruir acerca de la Filosofía de Thelema. Todos los textos de esta selección pueden ser encontrados en la obra “The Equinox”.

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Orden de los Textos El orden de los textos fue elegida de manera a partir de explicaciones más sencillas y gradualmente aumentar la complejidad de las enseñanzas. Nuestro deseo es que, con el avanzo de la lectura, la persona escuche una voz, la voz que la llamará o le despertará para la Grande Obra de sus Vidas. Estos textos deben ser leídos exactamente en el siguiente orden:     

Pasando del Viejo al Nuevo Aeon La Ley de Libertad El mensaje del Maestro Therion De Lege Libellum Líber OZ

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Deber Líber AL vel Legis- El libro de la Ley

(Traducido desde "Guia da transformaçao Thelêmica", disponible en Hadnu.org)

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Pasando del Viejo al Nuevo Aeon Stepping out of the Old Æon into the new por Frater Achad (Charles Stansfeld Jones)

Como debéis saber, entramos en el Nuevo Aeon. Una Verdad más alta ha sido dada al mundo. Esta Verdad está a la espera de todos que conscientemente la aceptan, pero tiene que ser percibida antes que pueda ser comprendida, y día a día aquellos que la aceptan, y están intentando vivirla, aprenden más y más acerca de su Belleza y Perfección. La nueva enseñanza parece rara al principio; y la mente es incapaz de abarcar mas que un poquito de lo que el en verdad significa. Solamente cuando estamos viviendo la Ley, puede ese poquito se expandir en la infinita perspectiva del todo. Me gustaría que compartierais conmigo un pedacito de esa gran Verdad que se ha hecho clara para mí en esta mañana de sol; me gustaría que vierais conmigo- si así es vuestra voluntad- solamente un poquito más allá del Viejo Aeon, y contemplarais por un momento al Nuevo. Entonces, si lo que veáis les agrada, quizás quedaréis con nosotros; o, quizás, volveréis atrás por algún tiempo; pero una vez la entrada esté abierta, y el Camino visible, siempre podréis retornar, en un instante, apenas reajustando vuestra Visión Interna a la Verdad. Vos sabéis lo profundamente que fuimos nosotros impresionados por las ideas del Nacer y Poner del Sol, y como nuestros hermanos de eras pasadas, que viendo el Sol desaparecer en la noche y surgir en la mañana, basaran todas sus ideas religiosas en esa concepción única de un Dios Muerto y Resucitado. Esta era la idea central de la religión del Viejo Aeon, pero nosotros la dejamos atrás, porque si bien parecía basada en la Naturaleza (y los símbolos de la Naturaleza siempre son verdaderos), nosotros ya hemos crecido allende esa idea, la cual, aun en la Naturaleza, es solamente una apariencia. Desde la época cuando ese Ritual de Sacrificio y Muerte fue concebido y declarado, nosotros, a través de la observación de nuestros cientistas, venimos a saber que no es el Sol que se levanta y se pone, sino la Tierra sobre la cual vivimos la que gira de tal forma que su sombra nos separa de la luz solar durante aquello que llamamos noche. El Sol no muere, como pensaban los antiguos: El está siempre fulgiendo, siempre irradiando

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Luz y Vida. Parad un momento y adquirid una concepción clara de ese Sol: Como Ele está fulgiendo de mañana temprano, fulgiendo al mediodía, fulgiendo por la tarde, y fulgiendo a medianoche. Tenéis esa idea claramente formulada en vuestra mente? ENTONCES PASASTEIS DEL VIEJO AL NUEVO AEON. Ahora, consideremos que ha pasado con vosotros. A fin de asumir esa concepción mental del Sol siempre fulgente, que hicisteis? Te identificasteis con el Sol. Salisteis de la conciencia de este planeta, y por un instante, te considerasteis como Entes Solares. Entonces, para que volver atrás? Podéis haber retrocedido involuntariamente, porque la Luz era tan ofuscante que pareció Oscuridad. Pero avanzad nuevamente, de esta vez más por completo, y consideremos juntos cuales serán los cambios en nuestra concepción de Universo. En el momento en que nos identificamos con el Sol, percibimos que nos tornamos la fuente de Luz: que nosotros también estamos ahora brillando gloriosamente; pero al mismo tiempo, percibimos que la Luz del Sol no es más para nosotros; nosotros no podemos ya ver el Sol, tal como en nuestra estrecha conciencia del Viejo Aeon no podríamos ver a nosotros mismos. A nuestro alrededor hay Noche perpetua; pero esta es la Luz Estelar del Cuerpo de Nuestra Señora Nuit, en la cual vivimos, y nos movemos, y tenemos nuestro ser. Entonces, de esta altura, nosotros contemplamos aquel pequeño Planeta, del cual nosotros, hace un momento, eramos parte; y Nos vemos emitiendo Nuestra Luz sobre todos esos pequeños individuos que llamaremos hermanos y hermanas, los esclavos que sirven. Pero no paremos ahí. Imaginad el Sol concentrando sus rayos un momento sobre un minúsculo local: la Tierra. ¿Que pasa? La Tierra se vaporiza, ella es consumida, desaparece. Pero en nuestra Conciencia Solar hay Verdad, y a través de esta, contemplamos nuestra herencia más amplia: vemos el Cuerpo de Nuestra Señora Nuit. Ahora estamos en oscuridad, estamos mucho más cercanos a ella. Aquello que, visto desde el pequeño planeta, parecía solamente puntitos de luz, ahora lanza brasas como otros grandes Soles, y estos en verdad son nuestros hermanos y hermanas, cuya esencial y Estelar naturaleza nosotros nunca antes percibimos que habíamos dejado atrás. Hay lugar para todos aquí;cada uno viaja en Su propia verdadera Via; todo es Alegría. Ahora, si deseáis retroceder al Viejo Aeon, hacedlo. Pero intentad llevar en la memoria que esos alrededor son en realidad Soles y Estrellas, no

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pequeños esclavos temblorosos. Si no queréis ser un Rey vosotros mismos, admitid entretanto que ellos tienen derecho a la Realeza, como vos tenéis ese derecho, cuando quieras aceptarlo. Y en el momento en que quieras aceptarlo, tendréis solamente que recordar esto: Mirad las cosas del punto de vista del Sol.

(traducido desde The Equinox Vol III)

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Liber DCCCXXXVII {Book 837} La ley de Libertad

Un tratado de ΤΟ ΜΕΓΑ ΘΗΡΙΟΝ 666 Que es un Magus 9○=2□ A∴A∴ Ésta espistola primero apareció en “The Equinox III(1)(Detroit: Universal, 1919)”, y es una exposicion comentada del “Liber Legis—The Book of the Law”, del cual se toman las referencias—H.B.

Do what thou wilt shall be the whole of the Law. I Se me pregunta con frecuencia porqué comienzo mis cartas de esta forma. No importa si le escribo a mi señora o a mi carnicero, siempre comienzo con estas once palabras. Pero, ¿de qué otro modo debería comenzar? ¿Qué otro saludo podría ser tan alegre? ¡Mira, hermano, somos libres! ¡Regocíjate conmigo, hermana, no hay ninguna ley más allá de Haz Tu Voluntad! II Escribo esto para los que no han leído nuestro Libro Sagrado, el Libro de la Ley, o para los que, al leerlo, han de alguna forma fallado en entender su perfección. Porque hay muchas cuestiones en este Libro, y las Alegres Nuevas están ya aquí, ya allá, desparramadas por todo el Libro como las Estrellas están desparramadas por todo el campo de la Noche. ¡Regocijen se conmigo, toda la gente! En el mismísimo encabezamiento del Libro está el gran título de nuestra divinidad: "Todo hombre y toda mujer es una estrella". Somos todos libres, todos independientes, todos brillamos gloriosamente, cada uno es un mundo radiante. ¿No es eso buenas nuevas? Luego viene el primer llamado de la Gran Diosa Nuit, Señora del Cielo Estrellado, que es también Materia en su más profundo sentido metafísico, que es el infinito en quien todos vivimos y nos movemos y tenemos nuestro ser. Oigan Su primer convocatoria para nosotros, hombres y mujeres: "¡Aparezcan, oh niños, bajo las estrellas, y tomen su colmo de amor! Estoy sobre ustedes y en ustedes. Mi éxtasis está en el vuestro. Mi alegría es ver vuestra alegría". Después Ella explica el misterio de la aflicción: "Porque estoy dividida por bien del amor, por la chance de la unión". "Esta es la creación del mundo, que el dolor de la división es como nada, y la alegría de la disolución todo". Después se expone cómo puede ser esto, cómo la muerte misma es un éxtasis como el amor , pero más intenso, la reunión del alma con su verdadero yo. ¿Y cuáles son las condiciones de esta alegría, paz, y gloria? ¿Es nuestro el tenebroso ascetismo del Cristiano, el Budista, y el Hindú? ¿Caminamos con miedo eterno por temor a que algún "pecado" nos arranque de la "gracia"? De ningún modo. "Sed vistosos por consiguiente: ¡vestíos todos con fina ropa; comed ricas comidas y bebed vinos dulces y vinos que espumeén! ¡También tomen su colmo y su deseo de amor como quieran, donde, cuando,

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y con quien quieran! Pero siempre hacia mí". Este es el único punto a tener en cuenta, que todo acto debe ser un ritual, un acto de adoración, un sacramento. Viva n como los reyes y príncipes, coronados y no coronados, de este mundo, siempre han vivid o, como los maestros viven siempre; pero que no sea auto-indulgencia; hagan de su auto-indulgencia su religión. Cuando beben, bailan y tomen su deleite, no están siendo "inmorales", no están "arriesgando su alma inmortal"; están cumpliendo los preceptos de nuestra santa religión— con la única condición de que recuerden observar sus acciones bajo esta luz. No se rebajen, destruyan y vulgaricen su placer excluyendo la alegría suprema, la conciencia de la Paz que da paso al entendimiento. No abracen a la mera Marian o Melusina; ella es Nuit Misma, especialmente concentrada y encarnada en una forma humana para darles amor infinito, para convidarlos a probar incluso en la tierra el Elíxir de la Inmortalidad. "Pero que el éxtasis sea vuestro y l a alegría de la tierra: ¡siempre A mí! ¡A mí!" Otra vez habla Ella: "Amor es la ley, amor bajo voluntad". Mantengan puro su más alto ideal; luchen siempre en pos de éste sin permitir que nada los detenga o los desvíe, así como una estrella pasa rápidamente sobre su incalculable e infinito curso de gloria, y todo es Amor. La Ley de vuestro ser se vuelve Luz, Vida, Amor y Libertad. Todo es paz, todo es armonía y belleza, todo es alegría. Porque oigan, qué graciosa es la Diosa: "Yo doy inimaginables alegrías en la tierra: certeza, no fe, mientras se está en la vida, sobre la muerte; paz indecible, descanso, éxtasis; tampoco exijo nada en sacrificio". ¿No es esto mejor que la muerte envida de los esclavos de los Dioses de Esclavo, ya que van oprimidos por la conciencia de "pecado", fatigadamente buscando o fingiendo fatigosas y tediosas "virtudes"? Con tales, los que hemos aceptado la Ley de Thelema no tenemos nada que ver. Nosotros hemos oído la Voz de la Diosa Estelar: "¡Yo os amo! ¡Yo os anhelo! Pálida o púrpura, velada o voluptuosa, Yo que soy toda placer y púrpura, y embriaguez del sentid o más interior, os deseo. Ponéos las alas, y despertad el esplendor enroscado dentro de ustedes: ¡venid hacia mí!" Y de esta manera Ella termina: "¡Cantad la arrebatadora canción de a mor para mí! ¡Encended perfumes para mí! ¡Lucid joyas para mí! ¡Bebed para mí pues yo o s amo! ¡Yo os amo! Soy la hija de párpados azules del Atardecer; soy la brillantez corita del voluptuoso cielo nocturno. ¡A mí ¡A mí!" Y con estas palabras "La Manifestación de Nuit se termina". III En el capítulo siguiente de nuestro libro se da la palabra de Hadit, que es el complemento de Nuit. Él es la energía eterna, el Movimiento Infinito de las Cosas, el núcleo central de todo ser. El Universo manifestado sale del casamiento de Nuit y Hadit; sin esto ninguna cosa podría ser. Esta eterna, esta perpetua fiesta de casamiento es entonces la naturaleza de las cosas mismas; y por consiguiente todo lo que es, es una cristalización de éxtasis divino. Hadit nos cuenta sobre Él mismo: "Soy la llama que quema en todo corazón de hombre, y en el núcleo de toda estrella". Él es entonces tu propio yo divino más íntimo; eres tú, y no otro, el que está perdido en el constante arrebato de los abrazos de la Infinita Belleza. Un poco más adelante Él habla de nosotros: "No somos para el pobre y el triste: los señores de la ti erra son nuestros parientes". "¿Tiene que vivir Dios en un perro? ¡No!

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sino que los más elevados son de nosotros. Ellos se regocijarán, nuestros elegidos: el que se aflige no es de nosotros". "Belleza y fuerza, risa saltarina y deliciosa languidez, energía y fuego, son de nosotros". Después, respecto a la muerte, Él dice: "No pienses, oh rey, sobre esa mentira: Que Tú Debes Morir: en verdad tú no morirás, sino que vivirás. Ahora que se entienda: si el cuerpo del Rey se disuelve, permanecerá en puro éxtasis por siempre". Cuando sabes eso, ¿qué queda sino deleite? ¿Y cómo tenemos que vivir mientras tanto? "Es una mentira, esta insensatez contra el yo" — "¡Sé fuerte, oh hombre! codicia, disfruta todas las cosas del sentido y arrebato: no temas que ningún Dios te niegue por esto". Muchas veces, en palabras como estas, Él ve la expansión y el desarrollo del alma a través de la alegría. Acá está el Calendario de nuestra Iglesia: "Pero ustedes, oh mi gente, levantáos y despertad! ¡Que los rituales se realicen debidamente con alegría y belleza!" Recuerden que todos los actos de amor y placer son rituales, deben ser rituales. "Hay rituales de los elementos y fiestas de los tiempos. ¡Una fiesta para la primer noche del Profeta y su Novia! U na fiesta para los tres días de la escritura del Libro de la Ley. Una fiesta para Tahuti y el niño del Profeta — secreto, ¡oh Profeta! Una fiesta para el Ritual Supremo, y una fiesta para el Equinoccio de los Dioses. Una fiesta para el fuego y una fiesta para el agua; ¡una fiesta par a la vida y una fiesta más grande para la muerte! ¡Una fiesta cada día en vuestros corazones en la alegría de mi arrebato! ¡Una fiesta cada noche a Nu, y el placer de sumo deleite! ¡Sí! ¡ festejad! ¡regocijáos! no hay ningún miedo de aquí en adelante. Está la disolución, y el éxtasis eterno en los besos de Nu". Todo depende de su propia aceptación de esta nueva ley, y no se les pide que crean nada, que acepten una sarta de fábulas tontas por debajo del nivel intelectual de un Salvaje nómada y el nivel moral de un drogadicto. Todo lo que tienen que hacer es ser ustedes mismos, hacer su voluntad, y regocijarse. "¿Fracasas? ¿Lo lamentas? ¿Está el temor en tu corazón?" Él dice otra vez: "Donde Yo esto y, éstos no están". Hay mucho más de la misma clase; suficiente ha sido citado ya para aclarar todo. Pero hay un mandamiento más. "La Sabiduría dice: ¡sé fuerte! Entonces puedes concebir más alegría. No seas animal; ¡refina tu arrebato! Si bebes, bebe por las ocho y noven ta reglas del arte: si amas, excede en delicadeza; y si haces algo alegre, ¡que haya sutileza en eso! ¡Pero excede! ¡Excede! ¡Esfuérzate siempre por más! y si eres verdaderamente mío — ¡y no lo dudas, y si tú estás siempre alegre! — la muerte es la corona de todo". ¡Alzáos, mis hermanos y hermanas de la tierra! ¡Poned bajo vuestros pies todos los temores , todos los remordimientos, todas las vacilaciones! ¡Alzáos! Apareced, libres y jubilosos, de día y de noche, para hacer vuestra voluntad; porque "No hay ninguna ley más allá de Haz lo que tú quieras". ¡Alzáos! Salid con nosotros en Luz, Vida, Amor y Libertad, tomando nuestro placer como Reyes y Reinas en el Cielo y sobre la Tierra. El sol ha salido; el espectro de las eras ha sido ahuyentado. "La palabra de Pecado es Restricción", o como se ha dicho de otro modo en este texto: ¡Eso es Pecado, sujetar a tu santo espíritu! Sigue, sigue en tu poder; y no dejes que ningún hombre te atemorice.

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Love is the Law, love under will

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Liber II Un mensaje del maestro Therion

A.·.A.·. Publicacion en clase E Imprimatur: N. Fra. A.·.A.·. "Haz lo que quieras ha de ser la totalidad de la ley" "No hay mas ley que hacer tu Voluntad" "La palabra de ley es Thelema" *

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Thelema - significa Voluntad. La clave para este Mensaje es esta palabra “Voluntad”. El primero significado obvio de esta Ley es confirmado por antítesis: "la palabra de Pecado es Restricción” Otra vez: "Tú no tienes derecho sino hacer tu Voluntad”. Haz esto y ningún otro dirá no. Pues Voluntad pura, desembarazada de propósito, libre del ansia de resultado, es toda vía perfecta". Considerad esto cuidadosamente; parece implicar una teoría que si todo hombre y toda mujer hiciera su Voluntad - la verdadera Voluntad - no habría conflicto. "Todo hombre y toda mujer es una estrella", y cada estrella se mueve en una órbita determinada sin interferencia. Hay mucho espacio para todos; es sólo el desorden el que crea confusión. De estas consideraciones estaría claro que "Hacer lo que tú quieres" no significa “Haz lo que te agrade". ES la apoteosis de la Libertad; sin embargo es también la más estricta de las cadenas. Haz lo que tú quieres - entonces no hagas nada más. No permitas que nada te desvíe de aquella austera y santa tarea. La Libertad es absoluta para hacer tu Voluntad; pero busque hacer cualquier otra cosa que sea, y, instantáneamente, obstáculos deberan surgir. Todo acto que no está en el curso explícito de aquella órbita única es errática, uno estorbo. La Voluntad no debe ser dos, sino una. Nota además que esta voluntad no es sólo para ser pura, es decir, única, como explicado arriba, sino también "desembarazada de propósito". Esta frase extraña debe causarnos vacilación. Puede significar que cualquier propósito en la voluntad la enflaquecería; es evidente que “el ansia de resultado" es algo de que ella debe ser libre. Pero la frase puede también ser interpretada como se lee "con propósito desembarazado" - con energía incansable. La concepción es, por lo tanto, de un movimiento eterno, infinito e inmutable. ES el Nirvana, sólo dinámico en vez de estático - y esto viene a ser en el fin la misma cosa. La tarea práctica obvia del mago es entonces, descubrir lo que realmente es su Voluntad, de modo que él pueda hacerla de esta forma, y él puede realizarla mejor por las prácticas del Liber Thisarb (u otras que puedan ocasionalmente ser establecidas). Tú tienes que: 1 - Descubra cuál es tu Voluntad. 2 - Hacer aquella Voluntad con: a - propósito único; b - desprendimiento; c - y paz. Entonces, y sólo entonces, estás tú en armonía con el Movimiento de las cosas, tu voluntad parte de, y por lo tanto se iguala a la Voluntad de Dios. Y desde que la

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voluntad es sólo el aspecto dinámico del yo, y desde que dos entes no pueden poseer voluntades idénticas; entonces, si tu voluntad sea la Voluntad de Dios, Tú eres un dios. Hay sólo una otra palabra a explicar. En otro lugar está escrito - ciertamente para nuestro grande confort - "Amor es la ley, amor bajo Voluntad". Esto debe ser aprendido como significando que, mientras Voluntad es la Ley, la naturaleza de aquella Voluntad es el amor. Pero este amor es cómo si fuera un sub-producto de aquella Voluntad; no la contradice o suplanta; y si la contradicción aparente surge en una crisis, es la Voluntad la que nos guiará correctamente! mientras en el Libro de la Ley hay mucho de Amor, no hay palabras de sentimentalismo. ¡El odio mismo, es casi como el Amor! ¡"Como hermanos luchad!" Todas las razas masculinas del mundo entienden esto. El Amor de Liber Legis es siempre audaz, viril, aún orgiástico. Hay delicadeza, pero es la delicadeza de la fuerza. Pujante, terrible y glorioso como él es; pero, es sólo la flama sobre la sagrada lanza de la Voluntad, la inscripción sobre las espadas de los Monjes-Jinetes del Thelema. Traducción Frater Eo6

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LIBER CL

VEL ‫נעל‬ A SANDAL DE LEGE LIBELLUM L-L-L-L-L LA LEY Haz tu voluntad será la totalidad de la Ley Con rectitud de corazón acércate y escucha: porque soy yo ΤΟ ΜΕΓΑΘΗΡΙΟΝ quien brinda esta Ley a todo aquel que se mantenga puro. Soy yo, y no otro, quien desea vuestra total Libertad y el despertar en vuestro seno de la plena Sabiduría y el Poder. ¡Contemplad! El Reino de Dios está en vosotros, así como el Sol se halla eterno en los cielos e igual en la medianoche y en el mediodía. No se levanta; no se pone; no es más que la sombra de la tierra quien lo oculta o las nubes quienes desdibujan su rostro. Permitidme que os revele este Misterio de la Ley tal y como me fue dado a conocer en lugares diversos, en montañas y en desiertos, incluso en grandes ciudades, cuya materia os transmito para vuestro bienestar y coraje. Y así sea en cada uno de vosotros. Sabed primero que de la Ley brotan cuatro Rayos o Emanaciones: así que si la Ley es el centro de vuestro ser, precisarán colmaros con sus secretas bondades. Las cuatro emanaciones son Luz, Vida, Amor y Libertad. La Luz os permitirá veros a vosotros mismos y advertir que Todas las Cosas son Una Única Cosa Verdadera, cuyo nombre hubiera debido ser No Cosa, por la razón que más tarde te será revelada. Pero la sustancia de la Luz es la Vida, ya que nada sería sin la Existencia y la Energía. De Vida, pues, sois y os hacéis, eterna e incorruptible, luciendo como los soles, autocreada y autoalimentada, cada cual único centro del Universo. Gracias a la Luz contempláis; gracias al Amor sentís. Existe un éxtasis de pura Sabiduría y otro de puro Amor. Y este Amor es la fuerza que reúne lo diverso, y la Luz quien permite la contemplación de su Unidad. Sabed que el Universo no está en reposo, sino en un movimiento sumo cuyo colmo es el Reposo. Y esto explica que la Estabilidad sea Cambio y el Cambio Estabilidad; que el Ser sea Proceso y el Proceso Ser: la clave del Palacio Dorado de la Ley. Por último, la Libertad es la capacidad de dirigir tu rumbo según tu Voluntad. La superficie del Universo carece de límites, sois libres para gozar según vuestra Voluntad, pues también la diversidad del ser es infinita. También es Deleite de la Ley que no haya dos estrellas semejantes, que comprendáis que la Multiplicidad es en sí misma Unidad y que sin aquélla no existiría ésta. Y esto es un duro aserto contra la Razón: comprended

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que, por encima de la Razón -que no es sino una manipulación del Pensamiento- puedes alcanzar la pura Sabiduría mediante la percepción de la Verdad. Sabed también que estas cuatro Emanaciones de la Ley resplandecen sobre todos los senderos: usadlas no sólo como esas Calzadas del Universo sobre las que he escrito, sino como cualquier vereda de vuestra vida diaria. Amor es la ley, amor bajo voluntad

DE LA LIBERTAD Es de la Libertad sobre lo que quiero escribir en primer lugar, pues, de no ser libres para actuar, no podríais actuar. Así que los cuatro dones de la Ley deben de ser ejercitados en algún grado, y teniendo en cuenta que los cuatro se reducen a uno. Para el Aspirante que se aproxime al Maestro, la primera necesidad es la libertad. La mayor servidumbre de todas las servidumbres es la ignorancia. ¿Cómo puede ser un hombre libre para actuar si desconoce su propio objetivo? Debéis, por consiguiente, en primer lugar descubrir qué estrella de la constelación sois, vuestra relación con las estrellas de vuestro alrededor, vuestra relación para, y vuestra identidad con, la Totalidad. En nuestras Sagradas Escrituras se brindan diversos medios para hacer el descubrimiento, y cualquiera puede realizarlo por sí mismo, alcanzar la convicción absoluta mediante la experiencia directa y no solamente pensando o calculando qué es lo probable. Y a cualquiera alcanzará el conocimiento de su voluntad finita, sea poeta, profeta, metalúrgico o tallador de jade. Pero también a cualquiera alcanzará el conocimiento de su Voluntad infinita, su sino para realizar la Gran Obra, la realización de su Verdadero Yo. Permítaseme, pues, hablar claramente de dicha Voluntad sobre las demás, pues a ella conciernen todas. Aceptad que en vosotros mismos existe cierto grado de insatisfacción. Analizad bien su naturaleza: en cada caso llegaréis a una conclusión. El enfermo se halla entre dos creencias: el Ser y el No Ser, y el conflicto entre ambos. Esto es, obviamente, una limitación de la Voluntad. Quien esté enfermo está en conflicto con su propio cuerpo; quien es pobre, en disputa con la sociedad; y así los demás. Finalmente, el problema consiste en cómo destruir dicha percepción de la dualidad, cómo lograr la aprehensión de la unidad. Supongamos ahora que os habéis acercado al Maestro y que éste os ha revelado el Camino que lleva al logro. ¿Qué os detiene? ¡Ay! La Libertad sigue muy lejos. Entended diáfanamente esto: si estáis seguros de vuestra Voluntad y seguros de vuestros medios, cualquier pensamiento o acción que sea contrario a dichos medios será contrario también a esa Voluntad. Si el Maestro os ordena un Voto de Obediencia Sagrada, la obediencia no es una rendición de la Voluntad, sino su cumplimiento.

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En realidad, ¿qué os detiene? O procede de fuera o de dentro, o de ambos. Debiera de ser sencillo para un severo escudriñador pisotear la opinión pública, o rasgarse las telas del corazón con aquello que ama: pero siempre quedarán en él algunas querencias discordes, amén de la cárcel de la costumbre, que también debe conquistar. En nuestro Libro más sagrado está escrito: ‘‘Tú no tienes más derecho que hacer tu voluntad. Hazla, y nadie dirá nada’’. Grabadlo en vuestro corazón y en vuestro cerebro, ya que es la clave de todo. La Naturaleza misma es vuestra predicadora; pues en cada fenómeno de fuerza y movimiento proclama ella en alta voz su verdad. Incluso en un hecho tan insignificante como es clavar una punta en una tabla oiréis este mismo sermón. La punta deberá ser dura, pulida, afilada o no seguirá con presteza la dirección deseada. Imaginad una punta de madera con veinte extremos –no sería realmente una punta. Semejante a esto es, aproximadamente, el género humano. Anhelan una docena de ocupaciones diferentes; pero la fuerza que se necesita para alcanzar la eminencia en alguna de ellas es malgastada en las otras: se anulan. Permítaseme hacer una confesión sincera y decir esto: aunque me comprometí casi en mi adolescencia con la Gran Obra, aunque en mi ayuda las más pujantes fuerzas del Universo acudieron a sostenerme, y aunque incluso la costumbre me lleva en la dirección correcta, todavía no he cumplido mi Voluntad y aún me desvío a menudo de la tarea señalada. Fluctúo. Balbuceo. Me rezago. Permitid, pues, que sea un gran consuelo para vosotros, ya que si soy tan imperfecto –y debido a mi mucha vergüenza no he enfatizado dicha imperfección-, si yo, el elegido, todavía yerro, ¡qué simple debería de ser para vostros superarme! O bien, si sois mis iguales, ¡qué gran logro el vuestro! Sea motivo de alegría, pues, que tanto mi fracaso como mi éxito sean razones de vuestra fuerza. Escrutaos con sagacidad, os lo ruego, analizad vuestros pensamientos más íntimos. Primero descartaréis todos los obstáculos obvios y crasos de vuestra Voluntad: la pereza, las amistades estúpidas, los ocios y trabajos inútiles, por no enumerar los que conspiran contra el bienestar de vuestro Estado. Después, reservad el tiempo del cual cada día precisáis para gozar del deleite de vuestra vida natural. El resto lo dedicaréis a las Verdaderas Formas de vuestro Logro. Y deberéis consagrar asimismo el tiempo necesario a la Gran Obra, siendo siempre conscientes, durante estas labores, de que las realizáis únicamente con el propósito de mantener cuerpo y mente saludables en la correcta aplicación del sublime y único Objeto. No tardaréis mucho en llegar a comprender que una vida así es la verdadera Libertad. Padecerá algunas distracciones vuestra Voluntad. No siempre se mostrarán éstas agradables y atractivas, sino también como prisiones e ignominias. Cuando lleguéis a este punto, sabed que habéis cruzado la Puerta mediana de este Camino: habréis conformado vuestra Voluntad.

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De esta suerte, si a un espectador le aburre la obra que está presenciando, puede distraerse con cualquier hecho y encontrarlo divertido; pero si muestra todo su interés en la pieza, cualquier incidente extraño le distraerá. Su actitud ante lo que le distrae es indicativa de su actitud hacia la obra. El hábito de la atención se adquiere con dificultad. Hay que perseverar, pues se sufren espasmos involuntarios con frecuencia. Incluso la Razón os asediará preguntándoos: ¿Cómo tan extremo sacrificio puede ser Camino de Libertad? Perseverad. Todavía no conocéis la Libertad. Cuando las tentaciones sean vencidas y la Razón acallada, vuestro espíritu será liberado de sus prisiones y llevado por el camino elegido; por vez primera experimentaréis el deleite supremo de ser Señores de vosotros mismos y, consecuentemente, del Universo. Cuando esto se logra plenamente, cuando estáis seguros en vuestro asiento, entonces podéis gozar incluso de aquellas distracciones que en primera instancia os agradaron y después os enfurecieron. Ya no os pueden hacer nada nunca más: son vuestras esclavas y vuestros juguetes. Hasta que no hayáis alcanzado este punto no sois totalmente libres. Debéis acabar con vuestro deseo y con vuestro temor. El fin último es poder vivir según vuestra naturaleza, sin que el peligro que pueda desarrollarse parcialmente afecte a la totalidad o importe que aparezca. El borracho bebe, y está borracho; el cobarde no bebe, y se estremece; el hombre sabio, valiente y libre bebe, y otorga gloria al Dios Más Alto. Ésta es, en conclusión, la ley de la Libertad: posees toda la Libertad por derecho, pero debes hermanar Derecho y Poder; debes alcanzar tu propia Libertad en más de una batalla. ¡Ay de la progenie que duerme en la Libertad que le procuraron sus antepasados! ‘‘No hay más ley que Haz tu voluntad’’: pero esto sólo alcanza al más grande linaje, el de quienes poseen fuerza y firmeza para acatarla. ¡Hombre, contémplate a ti mismo! ¡Con qué sufrimientos fuiste labrado! ¡Cuánto tiempo hasta moldearte! ¡La historia del planeta ha tramado la sustancia toda de tu cerebro! ¿Todo esto para nada? ¿No albergas intención alguna? ¿Fuiste concebido para alimentarte, engendrar y morir? ¡ ni lo pienses! Integras multitud de elementos, eres el fruto de multitud de eones, tienes la forma de tu existencia, y no de otra, destinada a un Fin colosal. Esfuérzate en buscarlo y realizarlo. La Nada puede agradarte pero el cumplimiento de tu Voluntad trascendente se esconde en ti mismo. Así pues, ¡manos a la obra! ¡Gánate tu propia Libertad! ¡Lucha!

II DEL AMOR

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Está escrito que ‘‘Amor es la ley, amor bajo voluntad’’. Aquí se oculta un Arcano, ya que en la lengua griega Αγάπη Amor, tiene el mismo valor numérico que Θελημα, Voluntad. De aquí que deduzcamos que la Voluntad Universal está hecha de la naturaleza del Amor. El Amor es la unión en éxtasis de Dos que quieren ser Uno. He aquí una fórmula Universal de la Alta Magia. Porque todas las cosas, sumidas en el dolor de la escisión, necesitan como medicina la Unidad. También en esto es la Naturaleza maestra para quienes buscan la Sabiduría en su seno; pues en la unión de elementos de contrarias polaridades toman parte el fuego, la luz y la electricidad. Pueden apreciarse en el hombre los frutos espirituales de la poesía y del genio, nacidos no de otra cosa que del origen animal, según el parecer de aquellos que son versados en la Filosofía. Y es de subrayar que las pasiones más violentas y divinas se dan entre aquellas personas con naturalezas profundamente inarmónicas. Pero ahora debería haceros saber que no existen en el pensamiento limitaciones tales respecto de las espcies como para impedir que un hombre se enamore de un objeto inanimado o de una idea. Pues para aquel que se encuentra avanzado con sabiduría en el Camino de la Meditación, todos los objetos excepto el Objeto Único son desagradables, incluso cuando se dan con anterioridad a los deseos fortuitos de la Voluntad. Por consiguiente todos los objetos han de ser abarcados por la mente y puestos al rojo en la séptupla forja del Amor, hasta que en el clímax del éxtasis se unan y desaparezcan, ya que, al ser imperfectos, se destruyen completamente en la génesis de la Perfecta Unión, así como las personas del Amante y el amado se funden en el oro espiritual del Amor, que no reconoce persona alguna pero las comprende todas. Puesto que cada astro es único, y la reunión de cualquier pareja no es más que un éxtasis parcial, quien aspire a nuestra Ciencia y nuestro Arte sagrados debe progresar constantemente según este método de asimilación de ideas, que al final nos hace capaces de aprehender el Universo en un único pensamiento; debe llegarse hasta ello con la fuerza intensa del Ser: destruyendo las dualidades, se alcanza la Unidad cuyo nombre es Nada. Buscad todos constantemente, por lo tanto, uniros a vosotros mismos en éxtasis con todas y cada una de las cosas que existen, y hacedlo con extrema pasión y anhelo de Unión. Para cumplir este fin, asimilad principalmente aquellas cosas que son naturalmente repulsivas. Porque lo que es agradable se adquiere con facilidad y sin éxtasis; es al transfigurar lo repugnante y execrable en lo Amado cuando el Ser se lanza hasta la raíz del Amor. Es en el amor humano donde se aprecia la mediocridad entre los hombres casados con mujeres anuladas; pero la Historia nos enseña que incluso los señores supremos del mundo recurrieron a las criaturas más viles y horribles para hacerlas sus concubinas, transgrediendo las limitadoras leyes de sexo y especie en su necesidad de trascender la normalidad. No es suficiente, para semejantes naturalezas, alimentar la lujuria o la pasión: la imaginación misma debe inflamarse mediante diversos métodos. Así pues, nosotros, emancipados de toda ley elemental, ¿qué debemos hacer para satisfacer nuestra Voluntad de Unidad? No tener en menos a una ramera que al Universo; al más abyecto lupanar que al Espacio Infinito; ¡ninguna noche de violación que no coopere con la Eternidad!

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Pensad que así como el Amor es suficiente para procurarnos el Éxtasis, la ausencia de Amor supone el mayor anhelo. A quienquiera que el Amor desbarata sufre, pero aquel que no aloja con empeño la pasión hacia algo en su corazón es abrumado por el dolor del anhelo. Este estado recibe el nombre místico de ‘‘Aridez’’. No hay más cura, tal y como yo lo creo, que la paciente perseverancia en una Norma de Vida. Pero la Aridez posee su virtud: en tal estado el alma se purifica de todo aquello que pone en tela de juicio a la Voluntad; cuando la sed es totalmente perfecta, se tiene la certeza de que de ninguna forma puede ser el Alma satisfecha, excepto por la Consumación de la Gran Obra. Y esto es para los espíritus fuertes un estímulo para la Voluntad. Es en la Fragua de la Sed donde arden todas nuestras escorias. A cada acto de la Voluntad le corresponde su particular Aridez, y así como crece en ti el Amor lo hace el tormento de Su ausencia. ¡Sea esto consuelo para tu ordalía! Más aún, cuanto más violenta sea la plaga de la impotencia, más fácil y repentinamente será abatida. He aquí el método del Amor en la Meditación. Permítase primero al Aspirante ensayarlo y, luego, será él quien se discipline en el Arte de concentrar su atención sobre cualquier cosa a voluntad, sin permitirse la distracción más insignificante. Permítasele también ensayar el arte del Análisis de Ideas, y que comprenda que todo lo rechazado procede de reacción natural de su mente, sea agradable o no; de este modo se asientan en él la Sencillez y la Indiferencia. Todo esto debe lograrse en su propia madurez, sabiendo que todas las ideas son iguales para vuestra aprehensión, pues cada una es simple e indiferente; ninguna permanece en la mente a Voluntad sin conmoción ni lucha, o sin querer dar paso a cualquier otra. Pero cada idea poseerá una cualidad especial y común a todas las demás: ninguna de ellas es el Ser, puesto que son percibidas por el Ser como Algo Opuesto. Cuando se halla inmerso profundamente en la realización es cuando el aspirante debe encaminar su Voluntad hacia el Amor, pues toda su consciencia opera sobre dicha Idea Única. Al principio puede asentarse y agotarse o mantenerse ligeramente. Luego ha de seguir hacia la aridez o hacia la aversión. Por último, la pura persistencia de la Voluntad de Amor hará que nazca el Amor, como un ave, como una llama, como una melodía, y el Ala toda sobrevolará el ígeno camino de la música hasta el Último Cielo de la Posesión. Este método tiene muchos caminos, algunos sencillos y directos, otros ocultos y misteriosos; incluso cuando se trata del amor humano, con el que el hombre no hace más que los primeros bocetos del Mapa, pues el Amor es tan diverso e infinito como los Astros. De ahí que el Amor sea el maestro de vuestros corazones; él os aleccionará con justicia si le servís con diligencia y devoción hasta el abandono. No os mostréis desconcertados o sorprendidos por sus travesuras: Él es un muchacho díscolo y juguetón, docto en los Ardides de Nuestra Señora Afrodita, Su dulce Madre, y todas sus bromas y crueldades son aromas de una confitura artera que ningún arte puede igualar. Regocijaos pues con Su función, sin que remita en modo alguno vuestro ardor; abrasaos con el aguijón de Sus azotes y haced de la Carcajada misma un sacramento adjutor del

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Amor, incluso como con el Vino de Reims que es espumoso y amargo, como si fueseis ministros del Gran Sacerdote de la Intoxicación. Conviene también que escriba de la importancia que tiene la Pureza en el Amor. Este asunto no pertenece en modo alguno al método práctico; lo único esencial es que ningún elemento ajeno debe inmiscuirse. Y esto es de particular incumbencia para el aspirante y la parte primaria y mundana de su labor, donde se establece a sí mismo en el método a través de sus afectos naturales. A saber, todas las cosas son máscaras o símbolos de una Única Verdad, y la naturaleza permite siempre encontrar la más alta de las perfecciones bajo el velo de la más baja perfección. Así pues, todo el Arte y Oficio del amor humano nos servirá como un jeroglífico, ya que está escrito que Aquello que está arriba es como aquello que está abajo, y Aquello que está abajo es como aquello que está arriba. Haced, pues, lo que corresponda con cautela para que no erréis en este asunto de la Pureza. Porque aunque cada acto se alcance en su plano y ninguna influencia procedente de otro se alce como interferencia o mixtura, pues entonces todo sería impureza, cada acto en sí mismo ha de ser tan completo y perfecto que sea como un espejo de la perfección de cualquier otro plano; de este modo participará de la Luz pura de lo supremo. Por otra parte, como todos los actos han de ser actos de la Voluntad libre en cualquier plano, todos los planos son en realidad uno: la más baja expresión de la Voluntad es a un tiempo expresión de la Voluntad Suprema o única Voluntad verdadera, que es aquella que está implicada en la aceptación de la Ley. Sea bien entendido que no es necesario ni obligado neutralizar cualquier actividad natural, como algún falso pueblo, los eunucos del espíritu, enseñan vilmente, para la destrucción de tantos. Porque por más inherente que sea su perfección, al despreciar la operación completa y la función de cada parte adviene la distorsión y degeneración de la totalidad. Actuad, pues, en todos los sentidos, pero transformando los efectos en el Único Camino de la Voluntad; el Universo es Uno y solo Uno, y su apariencia como Multiplicidad es la ilusión principal que el Amor tiene como objetivo disipar. En la consecución del Amor existen dos principios: el del dominio y el de la rendición. Es difícil explicar su naturaleza, ya que es sutil y quien mejor la enseña es el Amor mismo en el transcurso de las Operaciones. Se dice que la elección de una u otra fórmula es automática, siendo responsabilidad de la Voluntad íntima. No tratéis de determinar conscientemente esta decisión, porque el verdadero instinto no está sujeto a equivocación. Termino, sin más palabras, ya que en nuestros Libros Sagrados se detallan los usos reales del Amor. Y son los mejores y más verdaderos que se han escrito, en símbolo e imagen, especialmente de la Tragedia y la Comedia, puesto que si la naturaleza toda de estas cosas pertenece a este género, la Vida misma no es sino el fruto del árbol del Amor. Es pues de la Vida sobre lo que tengo necesidad de escribiros ahora, advirtiéndoos que en cada acto de la Voluntad amorosa realizáis una quintaesencia más misteriosa y gozosa de lo que pueda pensarse –algunos hombres llaman vida a no más que una sombra de la verdadera Vida-, vuestra primogenitura y el don de la Ley de Thelema.

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III DE LA VIDA Sístole y diástole: éstas son las fases de que se componen las cosas. Y entre ellas también la vida del hombre. Su curva arranca desde la latencia del óvulo fecundado hasta ¿un cenit desde dónde se desciende hasta la nada de la muerte? Visto con rigor, esto no es totalmente cierto. La vida del hombre no es sino un segmento de una curva serpenteante que llega hasta el infinito, y sus ceros señalan las variables de más a menos y de menos a más; son los coeficientes de su ecuación. Por esta razón, entre otras, los hombres sabios eligieron en tiempos pasados la Serpiente como Jeroglífico de la Vida. La Vida es indestructible, como todo lo demás. Destrucción y Construcción son cambios de la naturaleza del Amor, como he escrito en el capítulo precedente. Y así como la sangre que produce una pulsación en la muñeca no es la misma sangre de la siguiente, la individualidad se destruye en parte con cada vida que acaba, o incluso con cada pensamiento. ¿Qué puede hacer el hombre si muere y renace con cada aliento? Esto: poseer la conciencia de continuidad que le proporciona la memoria, la concepción de su Ser como algo cuya existencia, lejos de ser amenazada por dichos cambios, se afianza en ellos. Entienda, pues, el aspirante a la Sabiduría sagrada su Ser como un segmento de la Serpiente, pero también como la totalidad; que dilate su conciencia en la contemplación de la vida y de la muerte como incidentes tan triviales como la sístole y la diástole del corazón, y tan necesarias como ellas. Para asegurar en el pensamiento esta aprehensión de la Vida existen dos modos aconsejables, que son preliminares de las acciones mayores que serán tratadas en el momento adecuado, pues se trat de experiencias que trascienden incluso loslogros de la Libertad y el Amor, sobre los que he escrito; es ahora de la Vida de lo que trato en esta breve obra que compongo para que alcancéis el Gran Cumplimiento. El primer modo es la adquisición de la llamada Memoria Mágica, cuyos métodos se describen con exactitud y claridad en nuestros Libros Sagrados. Pero para casi todos los hombres se trata de una práctica de una dificultad excesiva. Siga el aspirante el impulso de su Voluntad para decidir si elegir o no este modo. El segundo es más fácil, grato, nada tedioso y, por último, tan certero como el otro. Pero así como el error en el anterior reside en el Desaliento, en este segundo hay que estar atento a los Caminos Falsos. Como puede decirse en general de cualquier obra,, existen dos peligros: el obstáculo del Error y la cárcel del Éxito. Este segundo modo permite disociar los hechos que enmascaran la vida. Primero, al ser mucho más fácil, puede disociarse la Forma que llamamos Cuerpo de Luz –que también recibe otros nombres- y prepararnos para viajar en esta Forma y hacer una exploración sistemática de aquellos mundos que son a las otras cosas materiales lo que tu Cuerpo de Luz es a tu propio cuerpo material. Ocurrirá en estos viajes que te encuentres con muchas Puertas que no puedes atravesar. Ello se debe a que tu Cuerpo de Luz no es aún lo suficientemente fuerte, apto o puro, 2

con lo que deberás entonces aprender a disociar los elementos de dicho Cuerpo según un procedimiento semejante al primero: tu conciencia en lo supremo y lejos de lo inferior. Continuarás dirigiendo tu Voluntad como si un enorme Arco lanzase la Flecha de tu conciencia a través de cielos siempre más altos y sagrados. Mantenerse en este Camino es de vital importancia: puesto que la costumbre misma puede convencernos de que el cuerpo con que naces y mueres en un lapso tan corto como una rotación de Neptuno en el Zodíaco no es la esencia de tu Ser; que la Vida de la que participas, sujeta a la Ley de acción y reacción, flujo y reflujo, sístole y diástole, es insensible a las aflicciones de aquella vida que tú mismo creaste como tu único lazo con la Existencia. Y es aquí donde debes decidir que tu ser realice todos los esfuerzos posibles, pues tan floridas son las praderas de este Edén y tan dulces los frutos de sus huertos, que desearás demorarte en ellos y deleitarte con indolencia y ociosidad. Así que te digo con energía que no le pongas estos obstáculos a tu verdadero progreso, porque todos estos solaces dependen de la dualidad, de modo que su verdadero nombre es Sufrimiento de la Ilusión, tal como es la vida normal del hombre, que tú te has dispuesto trascender. Actúa según tu Voluntad, pero aprende esto: como está escrito, sólo son felices aquellos que han deseado lo inalcanzable. Es, por lo tanto, lo mejor, que sea tu Voluntad la que halle el mayor goce en el Amor, que es en la Conquista, y en la Muerte, y en la Entrega, como ya he escrito. Debes deleitarte con los goces anteriormente mencionados, pero sólo como si de entretenimientos se tratase, manteniendo tu madurez preparada para penetrar en los éxtasis más profundos y sagrados sin detención de la Voluntad. Más aún, debo decirte que en esta práctica, ejercida con insaciable ardor, consiste la gracia especial, que te llegará como si caprichosamente los mismos estados trascendiesen la práctica misma, siendo la naturaleza de aquellas Obras la Luz Pura de la que trataré en el capítulo siguiente. Hay, no obstante, algunas Puertas que ningún ser que mantenga la conciencia de la divisibilidad, esto es, del Ser y No Ser como opuestos, puede atravesar: en el frenesí de tales Puertas, próximas al arrebato de sensualidad celestial, tu llama arderá vehemente en contra de tu craso Ser, divino según tu imaginación y consumido en muerte mística, de modo que en la travesía de la Puerta todo queda disolvido en la informe Luz de la Unidad. Pues bien, al regresar de estos grados del ser –y ya que en el retorno se da el Misterio del Deleite- se produce la separación de la Leche de la Oscuridad de la Luna y se participa del Sacramento del Vino, que es la sangre del Sol. Al principio puede desazonar y confundir, pues el antiguo pensamiento sobrevive debido a la fuerza del hábito: está en tu mano crear, mediante la repetición, el hábito correcto de la conciencia de la Vida, que mora en la Luz. Y es fácil si eres fuerte: ya que la verdadera Vida es más intensa y depurada que la falsa(dicho de forma coloquial), una hora de la anterior impresiona tanto la memoria como un año de la contraria. Una sola experiencia, que puede ocupar sólo unos segundos de tiempo terrenal, basta para acabar con la creencia en la realidad de la vida inútil en la tierra; pero esto se agota si la conciencia, más allá de la desazón o el miedo, no lo hace propio, y la Voluntad no se empeña en repetir tal arrobo, más bello y terrible que la muerte, y que se logra gracias a la virtud del Amor. Existen además muchas otras formas de lograr aprehender la verdadera Vida, y las dos siguientes son valiosas para romper el hielo acerca del error mortal que se comete en torno a la visión del ser. La primera de ellas es la contemplación constante de la

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Identidad de Amor y Muerte, y la compresión de la disolución corporal como un Acto de Amor realizado sobre el Cuerpo del Universo, como está escrito en nuestros Libros Sagrados. Con esto viene aparejada, como a una mujer sus dos hermanos gemelos, la práctica del amor mortal como un sacramento simbólico de la gran Muerte: como está escrito: ‘‘Mátate a ti mismo’’ y ‘‘Muere a diario’’. La segunda de estas prácticas menores es la prática de la aprehensión mental y el análisis, principalmente como os he enseñado ya, pero con especial énfasis en la elección de cosas naturalmente repulsivas: en particular, la muerte misma y sus fenómenos complementarios. Buda invitaba a sus discípulos a que meditaran sobre Diez Impurezas, esto es, sobre diez casos de muerte y descomposición, de modo que el Aspirante, al identificarse con su propio cadáver en cada una de dichas formas imaginadas, pudiera perder el horror, la aversión, el miedo o la repugnancia que le son naturales y que pudiese tener. Sabed esto: cualquier idea de cualquier tipo se vuelve irreal, fantástica o la más patente de las ilusiones si se la somete a un escrutinio con persistencia y concentración. Esto es fácil de lograr cuando se trata de impresiones físicas, puesto que todas las cosas materiales, y especialmente aquellas de las que somos conscientes desde el principio – por ejemplo, nuestro propio cuerpo- son las mayores y más antinaturales falsedades. Pues está presente en todos nosotros, latente, aquella Luz donde ningún error puede perdurar, y que guía a nuestro instinto primigenio a rechazar todos aquellos velos que la envuelven. Así, en la meditación, para muchso, es más provechoso concentrar la Voluntad de Amor sobre los centros sagrados de la fuerza vital, pues, como todas las cosas, son imágenes o reflejos verdaderos de su apariencia en las más puras esferas; en conclusión, sus burdas naturalezas se disuelven en el ácido corrosivo de la Meditación, sus más bellos espíritus aparecen, por decirlo así, desnudos, y desarrollan su fuerza y gloria en la conciencia del aspirante. ¡Sí, arda vuestra Voluntad de Amor con anhelo en la creación de vuestra Vida verdadera, que acompasa sus olas en el mar sin orillas del Tiempo! ¡No viváis vuestras insignificantes vidas con miedo a las horas! La Luna, el Sol y los Astros con que medimos el Tiempo no son sino siervos de la Vida que late en vosotros, el alegre redoble de tambor con el que, triunfantes, desfiláis por la Avenida de las Edades. Cuando reconozcáis cada nacimiento y muerte vuestros desde este punto de vista y no sean más que mojones en vuestra eterna Carretera, ¿qué estúpido incidente de vuestra vida sobrevivirá? ¿No son acaso como granos de arena arrastrados por el viento del desierto, o piedrecillas a las que dar puntapiés, o huecas semillas que hundes en el blando musgo o en el mullido césped al son de la música? Para aquel que vieve la Vida nada ocurre: él es movimiento eterno, energía, deleite y Cambio siempre certero; sin descanso va de eón a eón, de estrella a estrella; el Universo es un campo de juego con infinita variedad de deportes, antiguos y nuevos. Todas aquellas ideas de las que nacieron el dolor y el miedo son ahora conocidas en su verdad, y así se convierten en la semilla del placer; pues más allá de toda prueba es cierto que tú nunca puedes morir; pues aunque cambies, el cambio es parte de tu propia naturaleza. El Gran Enemigo se ha convertido en el Gran Aliado. Y ahora, enraizado en esta perfección, tu Ser se convierte en el auténtico Árbol de la Vida, tienes un fulcro para tu palanca; estás preparado para entender que este latido de Unidad es en sí Dualidad, y por ello, en el sentido más elevado y sagrado, todavía Dolor e Ilusión; y habiendo comprendido esto, aspira todavía una vez más, incluso hasta el Cuarto Don de la Ley, hasta el Final del Camino, hasta la Luz.

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IV DE LA LUZ Os ruego que seáis pacientes con cuanto escribiré sobre la Luz: se da aquí una dificultad, cada vez mayor, en cuanto al uso de las palabras. Por otra parte, yo mismo me siento arrastrado y sumido por lo sublime del tema, de manera tal que el discurso llano puede devenir lírico, cuando me afano apaciblemente en ser didáctico. Mi principal deseo es que podáis entenderme en virtud de la simpatía de vuestra intuición, del modo en que dos amantes pueden hablar en un lenguaje tan ininteligible para los demás que parezcan tontos, desenfrenados o estúpidos, o, como ocurre en la intoxicación por éter, en que nos sentimos en comunión con la imaginación o la sabiduría infinitas, según el ánimo en que las aceptamos, mediante una palabra o un gesto, al ser iniciados en la aprehensión por el artificio de la droga. Séame permitido a mí, que me hallo inflamado del amor de dicha Luz y ebrio del vino eterno de dicha Luz, que lo que comunique no lo haga mediante la razón y la inteligencia, sino con ese principio vuestro oculto del que estoy a punto de ser partícipe. Puesto que el hombr ey la mujer pueden enloquecer por amor, sin que ninguna palabra sea dicha, debido a la inducción (mientras existe) de sus almas. Vuestra comprensión dependerá de la madurez con que percibáis mi Verdad. Es más, si estáis preparados para que se haga luz en vosotros, será ella quien os traducirá las palabras oscuras al lenguaje luminoso, como una cuerda inanimada, debidamente en tensión, vibrará en su tono particular al dar con otra cuerda. Leed pues, no sólo con los ojos y el cerebro, sino con el ritmo de la Vida que habéis logrado gracias a vuestra Voluntad de Amor, urgidos por la dimensión armónica de palabras que representan los movimientos de la batuta de mi Voluntad de Amor, y así dirigiréis vuestra Vida hacia la Luz. En este punto interrumpí la escritura de este breve libro y durante dos días y dos noches en vela he reflexionado, en lucha vehemente con mi espíritu, para que ni por premura ni por descuido pueda fallaros. En el ejercicio de la Voluntad y del Amor intervienen el movimiento y el cambio, pero en la Vida se logra la Unidad dinámica y cambiante solamente con pulso o con fases, tal y como ocurre en la música. En el logro de esta Vida ya has experimentado que la Quintaesencia es Luz pura, un éxtasis informe, sin límite ni huella algunos. En esta Luz nada existe, pues es homogénea, por lo que los hombres la han denominado Silencio, Oscuridad, Nada. Pero es éste, como otros tantos esfuerzos de nombradía, origen de falsedad y error, pues todas las palabras contienen alguna dualidad. Así, cuando la llame Luz, no es Luz, ni tampoco ausencia de Luz. Muchos han tratado de definirla mediante contrarios, ya que a través de la negación trascendente de todo discurso pueden algunas naturalezas alcanzarla. También mediante imágenes y símbolos se han esforzado en expresarla, pero siempre en vano. Aquellos que están preparados para aprehender la naturaleza de esta Luz la comprenden por simpatía; y así te ocurrirá a ti que lees esta pequeña obra con amor. No obstante, debes saber que la mejor enseñanza en este asunto, y la Palabra que mejor se ajusta al Eón de Horus, está escrita en El Libro de la Ley. Asimismo, el Libro Ararita es valioso para la Obra de la Luz, como el Trigrammaton para la de la Voluntad, Cordis Cincti Serpente para el Camino del Amor, y Liberi para el de la Vida.Todos estos libros tratan de los Cuatro Dones, por lo que comprenderás que cada uno es inseparable de los demás.

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Quisiera dirigirme a ti con la mirada puesta en el número 93, el número de Θελημα. No es sólo el número de su interpretación Αγάπη, sino también el de una Palabra desconocida para ti a menos que seas Neófito de nuestra Sagrada Orden A.·.A.·., para quienes dicha palabra representa en sí el nacimiento del Discurso desde el Silencio y el retorno al Fin. El 93 es tres veces 31, que es he hebreo LA, esto es, NO, y así pues niega la extensión de las tres dimensiones del Espacio. Asimismo me gustaría que meditases sobre NU, que es 56, sobre el que dividimos, sumamos, multiplicamos y comprendemos. Mediante división llegamos a 0,12, como si escribiésemos ¡Nuith! ¡Hadith! ¡Ra-Hoor-Khuith! Delante de la Díada. Por adición llega el Once, el número de la Magia Verdadera; y por multiplicación el Trescientos, el Número del Sagrado Espíritu del Fuego, donde todo se consume completamente. Con estas observaciones, y una comprensión total de los misterios de los Números 666 y 418, estarás suficientemente pertrechado para el Camino del más alto vuelo. Pero también debes conocer todos los números en su justa medida. No hay modo de análisis mejor que el de la matemática pura, donde las ideas burdas se convierten en sutiles, y donde todo se ordena y programa para la Alquimia de la Gran Obra. Ya se ha escrito cómo, en la Voluntad de Amor, la Luz se alza como parte secreta de la Vida. Y en un principio, lo insignificante, Amores, la vida lograda es aún personal; más tarde se vuelve impersonal y universal. No bien la Voluntad llega, por así decir, a su polo magnético, todas las fuerzas señalan cada camino y cada error: el Amor ya no es más un esfuerzo sino un estado. Estas cualidades forman parte de la Vida Universal que continúa de forma infinita con el deleite de la Voluntad y siendo el Amor inherente. Estas cosas, así pues, en su perfección, pierden sus nombres y sus naturalezas. Son la Sustancia de la vida, Padre y Madre, y sin su intervención e influencia la Vida misma menguaría gradualmente en su pulso. Pero si la energía infinita de todo el Universo está en ellas, ¿cómo es posible pues el retorno a su Curso Primigenio, deshaciéndose poco a poco en la Luz, que es su más secreta y pura Naturaleza? Porque el Universo es el Cero, una ecuación en la que el Cero es el Todo. He aquí la prueba, pues de no ser así no existiría equilibrio y todo procedería de la Nada, lo que es absurdo. Esta Luz o Nada es, pues, la Resultante o la Totalidad en Perfección pura, y todos los demás estados, positivos o negativos, son imperfectos, pues omiten sus contrarios. He de hacer notar que esta igualdad o identidad de ecuación entre todas las cosas y Nada es completamente absoluta, por lo que no hay que obcecarse entre una cosa u otra. Comprenderéis este, el más grande Misterio, fácilmente a la luz de aquellas experiencias con las que habéis gozado: dinamismo y quietud, cambio y estabilidad, y tantos otros contrarios que habéis reintegrado en identidad mediante la fuerza de vuestra meditación sagrada. El Don más grande de la Ley nade, pues, de los Tres Dones Inferiores. Tan a fondo debéis trabajar en esta Obra para poder cruzar de un lado de la ecuación al otro; no, para comprender la totalidad al instante y para siempre. Es entonces cuando vuestro espíritu limitado temporal y espacialmente podrá moverse según su naturaleza en su órbita, revelando la Ley a aquellos que caminan encadenados, pues éste es tu deber particular. He aquí ahora el Misterio del Origen del Mal. En un principio, entendemos el Mal como aquello que se opone a nuestros deseos: es un término relativo y no absoluto. Cualquier

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cosa que sea el mayor mal de otra es a su vez el mayor bien de una tercera, del mismo modo que la dureza de la madera con la que se enfrenta el talador es nuestra seguridad cuando se aventure en el mar con una embarcación construida con aquella madera. Es una verdad fácil de entender, superficial e inteligible hasta para la mente común. Todo mal es, por lo tanto, relativo, aparente e ilusorio; pero, volviendo a la filosofía, recordaré que su origen está siempre en la dualidad. Para huir de este mal aparente debe buscarse la Unidad, cosa que haréis según os mostrado. Mencionaré ahora lo que sobre esto está escrito en El Libro de la Ley. Siendo el grado primero la Voluntad, el Mal aparece bajo esta definición: ‘‘todo aquello que impide la ejecución de la Voluntad’’. Por esta razón se dice que ‘‘la palabra del Pecado es Restricción’’. Debe advertirse también que en El Libro de los Treinta Aethyrs(Éteres) [Libro 418] el Mal aparece como Choronzon, cuyo nombre es 333 y que en griego significa Impotencia y Pereza: la naturaleza de Choronzon es la Dispersión y la Incoherencia. En el Camino del Amor el Mal aparece como ‘‘todo aquello que tiende a evitar la Unión de dos cosas’’. De este modo, el Libro de la Ley, bajo la imagen de la Voz de Nuit dice: ‘‘¡Tomad vuestra abundancia y voluntad de amor como deseéis, cuando, donde y con quien deseéis! Pero siempre hacia mí’’. Cualquier acción del Amor debe realizarse ‘‘bajo Voluntad’’, esto es, de acuerdo con la Verdadera Voluntad, que no se contenta con las cosas parciales y transitorias, sino que se dirige con resolución hacia el Fin. Así también, en El Libro de los Treinta Aethyrs, los Hermanos Negros son aquellos que se obligan a sí mismos a callar, negándose a destruirse a sí mismos por Amor. En tercer lugar, en el Camino de la Vida, el Mal aparece bajo la forma de ‘‘todo aquello que no es impersonal y universal’’. Aquí El Libro de la Ley, en voz de Hadit, nos dice: ‘‘En toda esfera estoy en el centro’’. Y: ‘‘Yo soy la Vida, y el dador de la Vida’’. ‘‘Venid a mí es una frase estúpida, pues soy yo quien va’’. ‘‘Pues soy perfecto, siendo No’’. Puesto que esta Vida está en todo lugar y tiempo simultáneamente, no existen dichas limitaciones en Ella. Puedes comprobarlo por ti mismo, pues en cada acto de Amor desaparecen tiempo y espacio con la creación de la Vida y su virtud, y así también la personalidad misma. Por tercera vez, pues, en el sentido más penetrante, ‘‘la palabra del Pecado es Restricción’’. Por último, en el Camino de la Luz este mismo versículo es la clave de la concepción del Mal. Pero aquí la Restricción se da cuando no se acierta a resolver la Gran Ecuación, y se prefiere una expresión o fase del Universo a otra. Contra esto nos previene El Libro de la Ley, en la palabra de Nuit, cuando dice: ‘‘Ninguna […] y dos. Pues estoy dividida por el amor, por la oportunidad de la unión’’; y después, ‘‘Si esto no es correcto; si confundes las marcas del espacio, diciendo: Ellas son una: o diciendo, Ellas son muchas; […] entonces aguarda los horribles juicios [… ]’’. Merced a Thoth termino ahora este libro mío; pertrechaos con las Cuatro Armas: la Vara para la Libertad, la Copa para el Amor, la Espada para la Vida y el Disco para la Luz, pues con ellas se producen todos los milagros del Arte de la Magia Suprema bajo la Ley del Nuevo Eón, cuya Palabra es Θελημα.

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Liber LXXVII "La ley del fuerte: ésta es nuestra ley, y el goce del mundo." -AL II.21 Hacer tu voluntad será el todo de la ley". AL I. 40 "no tienes más derecho que hacer tu voluntad. Haz eso y ninguno se opondrá". AL I. 42-3 "Todo hombre y toda mujer es una estrella". AL I. 3 NO HAY MÁS DIOS QUE EL HOMBRE 1. El hombre tiene el derecho de vivir según su propia ley, de vivir en el modo en que quiera hacerlo, de trabajar como quiera, de actuar como quiera, de descansar como quiera, de morir como y cuando quiera. 2. El hombre tiene el derecho de alimentarse de lo que quiera, de beber lo que quiera, de morar donde quiera, de trasladarse como quiera sobre la faz de la tierra. 3. El hombre tiene el derecho de pensar lo que quiera, de hablar de lo que quiera, de dibujar, pintar, cincelar, moldear y construir lo que quiera, de vestir lo que quiera. 4. El hombre tiene el derecho de amar como quiera: "toma tu colmo y voluntad de amor como quieras; cuando, donde y con quien quieras" AL I. 51 5. El hombre tiene el derecho de matar a aquellos que coartaran estos derechos. "los esclavos servirán." Al II. 58 "El amor es la ley, el amor bajo la voluntad." Al I.57 2

DEBER Aleister Crowley Una observación acerca de las reglas maestras de conducta práctica a ser observadas por aquellos que aceptan La Ley de Thelema "Hacer tu voluntad será el todo de la Ley" "No hay ley más allá de Haz tu voluntad" "(...) tú no tienes más derecho que hacer tu voluntad. Haz eso, y ninguno dirá que no. Pues pura voluntad, no atenuada por el propósito, libre de la lujuria del resultado, es perfecta en todo sentido". "El amor es la ley, el amor bajo la voluntad". "Todo hombre y toda mujer es una estrella". A. TU DEBER PARA TI MISMO 1. Ubícate en el centro de tu propio Universo. "Soy la llama que arde en cada corazón de hombre, y en el núcleo de cada estrella". 2. Explora la Naturaleza y Poderes de tu propio Ser. Esto incluye todo lo que es, o puede ser, para ti; y debes aceptar todo exactamente como es en sí mismo, como uno de los factores que contribuyen a formar tu Ser Verdadero. Así, este Ser Verdadero incluye en última instancia a todas las cosas; su descubrimiento es la Iniciación (la peregrinación hacia el interior); y como la Naturaleza, que está en continuo movimiento, este Ser Verdadero no debe ser comprendido como algo estático, sino dinámico, no como un Sustantivo, sino como un Verbo. 3. Desarrolla cada facultad que poseas, en su debida armonía y proporción. "La sabiduría dice: ¡sé fuerte! "¡Mas excede! ¡excede! "¡Sé fuerte, oh hombre! goza todos los objetos de los sentidos y el arrebato: no temas que ningún Dios te negare por esto". 4. Contempla tu propia Naturaleza. Considera cada elemento de tu Naturaleza a la vez separado y relación con el resto, para así juzgar con precisión el propósito verdadero de la totalidad de tu Ser. 5. Encuentra la fórmula que exprese a este propósito o "Verdadera Voluntad", expresada de la forma más simple posible. Aprende a comprender claramente la mejor manera de manipular las energías bajo tu control, para así obtener los resultados más favorables de su interacción con la parte del Universo que todavía no controlas. 6. Extiende al máximo los dominios de tu conciencia, así como su control sobre todas las fuerzas que le son ajenas. Haz esto aplicando tus facultades cada vez más fuerte y hábilmente, a la percepción más fina, clara, abarcadadora, y precisa; a la mejor comprensión; y al gobierno más sabiamente organizado, de ese Universo externo. 7. Nunca permitas que los pensamientos o la voluntad de cualquier otro Ser interfieran con los tuyos. Manténte constantemente vigilante para resentirte de, y en alerta para resistirte a, cualquier intento de cualquier otro Ser por influenciarte de cualquier otra manera que no sea aportar nuevos datos a tu experiencia del Universo; o ayudarte, mediante una apasionada fusión, a alcanzar una síntesis superior de la verdad. Debes mantener esta vigilia con un ardor inconquistable, con la vehemencia de una pasión que no puede ser apagada. 8. No reprimas ni limites ningún instinto verdadero de tu Naturaleza; pero dedícalos todos en su perfección al solo servicio de tu Verdadera Voluntad. "Sé magnánimo por lo tanto" "La palabra de pecado es Restricción. ¡Oh hombre! ¡No rehuses a tu esposa, si ella desea! ¡Oh amante, si tu quieres, parte! No hay vínculo que pueda unir lo dividido 2

que no sea el amor: todo lo demás es una maldición. ¡Malditos! ¡Malditos sean por los eones! Infierno". "Así con todo lo tuyo; no tienes más derecho que hacer tu voluntad. Haz eso, y nadie dirá nada. Pues pura voluntad, no atenuada por el propósito, liberada de la lujuria del resultado, es perfecta desde todo punto de vista". "Harán acopio de bienes y provisión de mujeres y especias; llevarán ricas joyas; excederán a las naciones de la tierra en esplendor y orgullo ; pero siempre en el amor a mí, y así vendrán a mi alegría". 9. ¡Regocíjate! "Recuerden todos ustedes que la existencia es pura alegría; que todas las penas no son más que sombras; pasan y están concluidas; pero hay aquello que resta". "¡Pero ustedes, oh mi pueblo, sublévense y despierten! ¡Que los rituales se lleven a cabo correctamente, con alegría y belleza (...) ¡Un fiesta para el fuego y una fiesta para el agua; una fiesta para la vida y una fiesta mayor para la muerte! ¡Una fiesta cada día en vuestros corazones, en la alegría de mi arrebato! Una fiesta cada noche a Nu, y el placer del deleite más entrañable! ¡Sí! ¡Festejad! ¡Regocijáos! No hay miedo de aquí en más. Hay la disolución, y el éxtasis eterno en los besos de Nu". "¡Ahora regocíjate! ¡ahora entra en nuestro esplendor y arrebato! ¡Entra en nuestra paz apasionada, y escribe dulces palabras para los Reyes!"¡Estremécete con el goce de vida y muerte! ¡Ah! tu muerte será hermosa: quienes la vean se alegrarán. Tu muerte será el sello de la promesa de nuestro longevo amor. ¡Ven! ¡Eleva el corazón tuyo y regocíjate!". "¿Puede Dios vivir en un perro? ¡No! mas los encumbrados son de los nuestros. Se regocijarán, nuestros elegidos: los que se lamentan no son de los nuestros. Belleza y fortaleza, risa cantarina y delicioso langor, fuerza y fuego, son nuestros". B. TU DEBER HACIA OTROS INDIVIDUOS, HOMBRES Y MUJERES 1. "El amor es la ley, el amor bajo la voluntad". Únete apasionadamente con toda forma de conciencia, destruyendo así la sensación de estar separado del Todo; y creando en el Universo un nuevo patrón con el cual medirlo. 2. "¡Como hermanos, pelead!" "Si él es un Rey, tú no puedes herirlo" Sacar a la luz las diferencias entre dos, resulta útil a ambos para medir la posición de cada uno con respecto a la totalidad. El combate estimula la energía viril o creativa; y, como el amor, del cual es una forma, excita la mente hasta un orgasmo que le permite trascender su torpeza racional. 3. Abstente de toda interferencia con otras voluntades. "¡Cuidáos de que ninguno fuerce al otro, Rey contra Rey!" (El amor y la guerra a los que se refieren las sentencias anteriores son de la misma naturaleza que el deporte, donde uno respeta a su oponente y aprende de él, pero nunca interfiere con él fuera del juego). Buscar dominar o influenciar a otro es buscar deformarlo o destruirlo; y él es una parte necesaria de nuestro propio Universo, es decir, de nuestro ser. 4. Busca, si es esa tu voluntad, iluminar a otros cuando surja la necesidad. Esto puede ser hecho, y siempre respetando estrictamente la actitud del buen deportista, cuando la persona esté sufriendo por su incapacidad para comprenderse claramente, y especialmente cuando pide la ayuda, pues su oscuridad puede impedir la propia percepción de la percepción. (Incluso su oscuridad puedes servir como advertencia, o para despertar el propio interés.) También es admisible la ayuda cuando su ignorancia lo ha llevado a interferir con la propia voluntad. En todos los casos, toda interferencia es peligrosa, y exige el ejercicio de una extrema habilidad y un buen juicio fortalecido por la experiencia. Influenciar a otro es dejar sin guardia la propia fortaleza; y el intento generalmente termina con la pérdida de la soberanía sobre uno mismo.

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5. ¡Adora todo! "Todo hombre y toda mujer es una estrella". "Sea la piedad dejada de lado: ¡malditos los que se compadecen!" "Nada tenemos con el descastado y el incapaz: que mueran en su miseria. Pues no sienten. La compasión es el vicio de los reyes: aplasta al miserable y al débil: esta es la ley del fuerte: esta es nuestra ley, y el goce del mundo. No pienses, oh rey, en esa mentira: Que Tú Debes Morir: verdaderamente no has de morir, sino vivir. Ahora que sea comprendido: Si el cuerpo del Rey se disuelve, permanecerá por siempre en puro éxtasis. ¡Nuit! ¡Hadit! ¡Ra-Hoor-Khuit! El Sol, Fuerza y Visión, Luz; son estos para los siervos de la Estrella y la Serpiente." Cada ser es, exactamente en la misma forma que tú, el único centro de un Universo que no es en absoluto idéntico, ni siquiera asimilable, al tuyo. Aquél Universo impersonal de la "Naturaleza" es sólo una abstracción, aproximadamente cierta, de aquéllos factores que por conveniencia se consideran comunes a todos. El Universo de otro ser, es por lo tanto necesariamente desconocido e incognoscible para ti; aunque es capaz de inducir corrientes de energía en tu Universo, determinando en parte tus reacciones. Por lo tanto sírvete de hombres y mujeres, con absoluto respeto a los inviolables estándares de medida; verifica tus propias observaciones cotejándolas con similares juicios emitidos por ellos; y, estudiando los métodos que determinan su éxito o fracaso, adquiere para ti mismo el ingenio y la habilidad necesarios para hacer frente a tus propios problemas. C. TU DEBER PARA CON LA HUMANIDAD 1. Establece la Ley de Thelema como la única base de conducta. Siendo el bienestar de la raza, en muchos aspectos, necesario para el tuyo propio, y ambos principalmente el resultado de la sabia e inteligente observancia de la ley de Thelema, es de primerísima importancia para ti que todo individuo acepte con franqueza esa Ley, y se gobierne a sí mismo en estricto acuerdo con ella. Puedes considerar el establecimiento de la Ley de Thelema como una parte esencial de tu propia Verdadera Voluntad, ya que cualquiera sea la naturaleza última de esa voluntad, es evidente que la condición necesaria para ejecutarla es la libertad con respecto a toda interferencia externa . Los gobiernos a menudo exhiben la más deplorable estupidez, sin importar cuán iluminados puedan ser los hombres que los componen y constituyen, o las gentes cuyos destinos dirigen. Concierne por lo tanto a todo hombre y mujer, el dar los pasos necesarios para revisar a la luz de la Ley de Thelema todos los estatutos existentes. Siendo ésta una Ley de Libertad, la meta de la legislación debe ser asegurar la más amplia libertad para cada individuo del estado, absteniéndose de la presuntuosa suposición de que cualquier ideal positivo es digno de ser obtenido. "La palabra de Pecado es Restricción". El crimen es, esencialmente, la restricción de la libertad del individuo ultrajado. (Por ejemplo, el asesinato restringe la libertad de vivir; el robo restringe el derecho a gozar los frutos de la propia labor; la emisión indiscriminada de moneda restringe el derecho del individuo a la seguridad del cambio; etc.) Es entonces el deber común prevenir el crimen segregando al criminal, y mediante la amenaza de las represalias; también enseñando al criminal que sus actos, correctamente analizados, son contrarios a su propia Verdadera Voluntad.(Esto a menudo puede llevarse a cabo quitándole al criminal el mismo derecho que él ha negado a los demás; de modo que al dejar fuera de la ley al ladrón, éste se sienta constantemente ansioso por las seguridad de sus propias posesiones, sin la protección del Estado.) La regla es bien sencilla. Aquél que viola cualquier derecho está declarando mágicamente la inexistencia de dicho derecho; por lo tanto así es, para él.

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Siendo el crimen una directa violación espiritual a la Ley de Thelema, no debe ser tolerado dentro de la comunidad. Aquéllos que posean este instinto deben ser segregados en un asentamiento donde puedan construir un estado propio, aprendiendo así, de ellos mismos, la necesidad de imponer y mantener leyes de justicia. Todos los crímenes artificiales deben ser abolidos. Cuando desaparezcan las restricciones exageradas, será la mayor libertad del individuo la que le enseñe a evitar los actos que realmente restringen a los derechos naturales. De esta forma, el verdadero crimen disminuirá dramáticamente. La forma de administrar la Ley debe ser simplificada merced a hombres entrenados, de probadas rectitud y discreción, cuya voluntad sea cumplir con esta función en la comunidad, resolviendo todos los reclamos por el principio abstracto de la Ley de Thelema, y dando su fallo en relación a la restricción real causada por la ofensa. El fin último es por lo tanto la reintegración de la conciencia, sobre la base de verdaderos principios científicos, como el guardián de la conducta, el monitor de la gente, y la garantía de los gobernantes. D. TÚ DEBER PARA CON TODOS LOS DEMÁS SERES Y COSAS 1. Aplica la Ley de Thelema a todos los problemas de capacidad, uso y desarrollo. Es un abuso de la Ley de Thelema el abusar de las cualidades naturales de cualquier animal u objeto separándolo de su función apropiada, función que está determinada por las consideraciones de su historia y estructura. Por lo tanto, entrenar niños para realizar operaciones mentales , o para cumplir misiones para las que no están cualificados, es un crimen contra la naturaleza. Similarmente, construir casas con materiales de mala calidad, adulterar alimentos, destruir selvas, etc., etc., es ofensivo. La Ley de Thelema debe ser aplicada sin hesitaciones para resolver cualquier interrogante de conducta. La capacidad inherente de cualquier cosa, para cualquier fin determinado, debe ser el único criterio a considerar. Los conflictos entre intereses surgirán con frecuencia, a veces sólo en apariencia, a veces realmente. Estos casos deben decidirse por la valoración general de las partes contendientes, según la escala de la Naturaleza. Así, por ejemplo, un árbol tiene derecho a su vida; pero siendo un hombre más que un árbol, si surge la necesidad puede cortarlo para obtener combustible o cobijo. Incluso en este caso, que se le recuerde que la Ley nunca deja infracciones sin vengar: como cuando la deforestación lasciva ha arruinado un clima o un suelo; o cuando la importación de conejos como sustituto alimenticio barato ha creado una plaga. Observa que la violación de la Ley de Thelema provoca enfermedades acumulativas. El drenaje de las poblaciones rurales hacia las grandes ciudades, principalmente porque se las convence de abandonar sus ideales naturales, no sólo ha vuelto al campo menos tolerable para el campesino, sino que ha degradado las ciudades. Y el error tiende a incrementarse en progresión geométrica, hasta que cualquier solución resulte inconcebible y toda la estructura de la sociedad resulte amenazada por la ruina. La sabia aplicación de la Ley de Thelema, basada en la observación y la experiencia, debe funcionar en consciente armonía con la Evolución. Los experimentos relativos a la creación, concernientes a la variación de los tipos ya existentes, no sólo son lícitos, sino también necesarios. Su valor debe ser juzgado por su capacidad para permanecer como testigos de su armonía con el curso de la naturaleza hacia la perfección

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