Gratitud

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Gratitud

Existe un dicho estonio que dice: “Quien no es agradecido en lo poco, tampoco lo será en lo mucho”… Y es que el agradecimiento puede venir de pequeñas cosas que nos suceden en nuestra vida, por ejemplo; dar gracias por tener un día más de vida, por recibir la amabilidad de una persona al darnos el asiento del autobús o por tener un trabajo que nos permita pagar nuestros gastos cotidianos. En los últimos 20 años, la gratitud ha sido uno de los comportamientos que ha sido estudiado por los psicólogos positivos en diferentes ámbitos, por ejemplo; en las escuelas, organizaciones, hospitales o centros de salud, en las relaciones de parejas, entre otros más. El investigador más reconocido en el estudio de la gratitud es el Dr. Robert Emmons quien es profesor de psicología en la UC Davis en California. En su libro titulado ¡Gracias! explica diversas investigaciones que ha realizado en colaboración con otros investigadores y los hallazgos de realizar un diario de gratitud de manera sistemática (registran regularmente las cosas por las que están agradecidos) son sorprendentes. ¿Qué es la Gratitud? El Diccionario Oxford de Inglés define la gratitud como: “la cualidad o condición de ser agradecido; la apreciación de una inclinación a devolver las atenciones”. La Palabra “gratitud” se deriva del latín “gratia”, que significa “favor”, y de “gratus”, que significa “agradable” o “grato”. Todos los derivados de está raíz latina tienen que ver con amabilidad, generosidad, regalos, la belleza de dar y recibir, o de recibir algo a cambio de nada. La gratitud es agradable. Hace sentirse bien. La gratitud es también motivadora. Al sentirnos agradecidos, tendemos a compartir la generosidad recibida con otros. Fases de la Gratitud Según Emmons (2008), la gratitud se puede dividir en 2 fases:

1. La gratitud es el reconocimiento de la bondad en nuestra vida. Afirmamos que, en rasgos generales, la vida es buena y tiene elementos que hacen que valga la pena vivirla. El reconocimiento por haber recibido algo que nos significa, bien sea por su presencia o por el esfuerzo que hizo el donante para elegirlo. 2. La gratitud es conocimiento de que la(s) fuente(s) de generosidad se encuentra(n), al menos en parte, fuera del yo. El objeto de gratitud va dirigido al otro; podemos estar agradecidos a otras personas, a Dios, a animales, pero nunca a nosotros mismos. Esta es una manera significativa en la que la gratitud se diferencia de otras inclinaciones emocionales. “Una persona puede enfadarse consigo misma, sentirse complacida consigo misma, orgullosa de sí misma o sentirse culpable de haber hecho algo mal, pero sonaría extraño decir que una persona se siente agradecida de sí misma… Las gracias están dirigidas al exterior, al donante de un regalo”… (Emmons, 2008).

Así mismo, Emmons (2008) comenta que; desde este ángulo, la gratitud es algo más que un sentimiento. Exige la buena voluntad de reconocer (a) que uno ha sido al beneficiario de la generosidad de otra persona, (b) que el benefactor ha dispensado un beneficio, incurriendo a menudo en algún grado de coste personal, y (c) que el beneficio tiene valor a ojos del beneficiario. La gratitud implica humildad, es decir, el reconocimiento de que en la vida no podríamos ser quienes somos o estar donde estamos sin las contribuciones hechas por otros. La gratitud implica también el reconocimiento de que es posible que otras fuerzas actúen a nuestro favor, impulsadas por motivos beneficiosos altruistas. Contar las Bendiciones y las Dificultades Emmons & McCullough hicieron una investigación para examinar el impacto de la intervención de la gratitud en el bienestar físico y psicológico.

En el estudio asignaron de manera arbitraria a los sujetos una de tres tareas, cada una de ellas responsables de condiciones diferentes. Decidieron animar a algunos sujetos a sentir gratitud indirectamente, a otros a ser indirectamente negativos y a quejarse, y un tercer grupo neutral. Todas las semanas, los sujetos deberían escribir un pequeño diario, en el que describían brevemente, en una sola frase, cinco cosas ocurridas durante la semana por las que se sentían agradecidos (la condición de gratitud), o hacían lo contrario, describían cinco problemas que habían experimentado (la condición de problemas), que les habían disgustado. Al grupo neutral solamente se les pidió que mencionaran cinco sucesos o circunstancias que hubieran ocurrido durante la semana, sin pedirles que acentuaran los aspectos positivos o negativos de dichas circunstancias (la condición de sucesos). El experimento duro 10 semanas. Los miembros del grupo que trabajaban la condición de gratitud señalaron un variado número de experiencias que habían despertado su gratitud, por ejemplo:  Generosidad de los amigos  Derecho al voto 

El don divino de la decisión



Haber aprendido lo que sé



Una apuesta de sol entre las nubes



La oportunidad de estar vivo



Mis suegros viven tan sólo a diez minutos

Al segundo grupo se les pidió que hicieran lo contrario, enumerar los problemas en lugar de las cosas buenas, estos son algunos ejemplos:  Dificultad para encontrar aparcamiento  Cocina desordenada que no limpia nadie 

Dinero que se agota rápidamente



Impuestos



Falta de dinero para gasolina



Nuestra casa huele que apesta



Hacer un favor a un amigo que no lo apreció

Antes de escribir las cosas buenas o los problemas, los sujetos del experimento tenían que completar un extenso y detallado diario con sus humores, salud física, y comentarios generales sobre cómo les iba la vida. Lo que querían Emmons & McCullough era medir lo felices que eran estás personas, en otras palabras, medir la felicidades antes y después de escribir el diario. La clasificación de humores incluían sentimientos tales como: interés, angustia, excitación, actitud de alerta, irritabilidad, tristeza, vergüenza y felicidad. También se valoraron síntomas físicos pidiendo a los sujetos que marcarán una lista de aquellas sensaciones que hubieran experimentado, a saber, dolores de cabeza, mareos o desmayos, dolor o malestar de estomago, falta de aire, dolor de pecho, acné o irritación de la piel, moqueo o congestión nasal, agarrotamiento o dolor de músculos, mala digestión o náuseas, colon irritado, falta de apetito, escozor o dolor de garganta y otros. Resultados Los sujetos en la condición de gratitud se sentían mejor con su vida, más optimistas de cara al futuro que los sujetos de las otras dos condiciones de control. Además, eran un 25% más felices que el resto de los sujetos. También expresaron menos quejas relacionadas con la salud e incluso pasaron más tiempo haciendo ejercicios que los sujetos del grupo de control. Además, experimentaron menos síntomas de enfermedad físicaque los sujetos de los otros dos grupos. Por último, se registró un efecto significativo en el número de horas dedicadas al ejercicio físico: los sujetos del grupo de gratitud dedicaron una cantidad de tiempo significativamente

superior (casi una hora y media semanal más) que los individuos del grupo de problemas. En cambio, los sujetos del grupo neutral registraron unos valores, más o menos, intermedios entre los de los otros dos grupos. La Felicidad & la Gratitud Requieren Esfuerzo Sonja Luybomirsky quien es una de las investigadoras referentes en el estudio de la Felicidad, nos comenta que la Felicidad requiere esfuerzo, según esta investigadora: “La felicidad no se alcanza como aseguran los libros de autoayuda. En cierto sentido se parece a perder peso, si queremos adelgazar hay que cambiar la rutina diaria, hacer ejercicio, mejorar la dieta… Y mantener estos buenos hábitos el resto de nuestra vida.” Según Lyubomisky (2012), existen muchas estrategias para ser más felices, sin embargo hay dos que están relacionadas con el valor social de la felicidad: la generosidad y el agradecimiento. Esta investigadora nos comenta en el libro Hablemos de Felicidad que si queremos sentir una felicidad sostenible, que perdure con el paso del tiempo, tenemos que comprometernos a ayudar a los otros. Ayudar a los demás trae consigo beneficios como: nuevas amistades, sentirse mejor persona, recibir ayuda cuando se necesita, cultivar una visión más optimista de la vida. En cuanto al agradecimiento, Lyubomisky (2012) comenta que está en él involucrado el optimismo y el sentimiento de gratitud, y que sus efectos positivos se dejan sentir en todas las culturas. Además, si uno se siente agradecido, se empuja a protagonizar actividades que están conectadas con la felicidad. Así, ser más agradecido te impulsa a ser más sociable, te conecta con otros. Así, que tanto la generosidad como el agradecimiento requiere de nuestra motivación, depende del esfuerzo y del comportamiento personal, de que nos sintamos felices con lo que estamos haciendo, que confiemos en que gracias a ellos nos sentiremos al final del proceso más felices que si no hiciéramos nada.

Beneficios de la Gratitud En un artículo que publique anteriormente titulado: “5 Vídeos que nos Recuerdan el Poder de la Gratitud”, cito el ensayo del Dr. Roberts Emmons ¿Por qué la Gratitud es Buena?, publicado en Great Good Magazine de la Universidad de Berkeley, donde explica algunos de los beneficios que se han encontrado en personas (desde los 8 hasta los 80 años) que practican la gratitud: Físicas  Sistema inmunológico más fuerte  Menos molestias por dolores   

Disminución de la presión arterial Hacen más ejercicio y cuidan mejor de su salud Duermen más tiempo y dicen sentirse más descansados al despertar

Psicológicos  Niveles más altos de emociones positivas  Están más de alertas, vivos y despiertos 

Expresan más alegría y placer



Más optimismo y felicidad

Sociales  Dicen sentirse más útiles, generosos y compasivos  Perdonan más 

Dicen sentirse menos solos y aislados.

Relación entre la Felicidad y la Gratitud Los investigadores peruanos Reynaldo Alarcón y Tomás Caycho, realizaron un estudio titulado “Relaciones entre Gratitud & Felicidad en Estudiantes Universitarios de Lima Metropolitana”, donde explican algunos hallazgos en relación a la felicidad y la gratitud.

Antes se creía que las personas felices tendían a ser más agradecida, pero se ha comprado que son las personas agradecidas son las que tienden a ser más felices. “Existe una relación causal entre gratitud y felicidad”(Emmons y McCullough, 2003). Por otra parte, McCullough, Emmons y Tsang (2002), señalan que las personas agradecidas son más propensas a experimentar mayores emociones positivas y una mayor felicidad. También se ha encontrado asociaciones positivas entre la gratitud y la satisfacción con la vida (Chen, & Kee, 2008; Froh, Sefick, & Emmons, 2008; Froh, Yurkewicz, & Kashdan, 2009; Wood, Joseph, & Maltby, 2008; Tseng, 2008). Cabe señalar que la satisfacción con la vida es una de las dimensiones del constructo de la felicidad. En cuanto al genero, las mujeres en comparación con los hombres, parecen más propensas a experimentar y expresar gratitud (Becker, & Smenner de 1986; Gordon, MusherEizenman, Holub, & Dalrymple, 2004). Froh et al. (2009), informaron que las niñas, en promedio, presentan niveles ligeramente elevados de gratitud en comparación con los varones. Kashdan, Mishra, Breen y Froh (2009) reportan que las mujeres, en comparación con los hombres, evalúan la expresión de gratitud como menos complejo, incierto y conflictivo, y más interesante y emocionante, así mismo, las mujeres reportan más situaciones en las que se evidencian gratitud al ser beneficiadas y menos situaciones de carga u obligación. 10 Maneras de ser más Agradecidos A continuación les comparto una lista de recomendaciones que los psicólogos Robert Emmons quien es profesor de la UC Davis en California & Sara B. Algoe de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, argumentan que funcionan para incrementar los niveles de gratitud. 1. Mantenga un diario de gratitud: Es el ejercicio más utilizado en practicas de gratitud, la gente hace un

inventario de las cosas buenas que le sucedieron en su día y le permite tener una perspectiva más amplias de los sucesos ocurridos y de las personas que nos aportan su bondad y generosidad. 2. Recuerda lo malo: A veces es bueno recordar las situaciones difíciles o adversas en las que hemos sido sometidos, recordar el pasado difícil y compararlo con nuestro presente nos permite tomar consciencia de nuestros recursos personales, redes de apoyo y de lo agradecido que podemos estar por encontrar mejor. 3. Hágase tres preguntas: Existen una técnica de meditación llamada Naikan, que implica reflexionar sobre tres preguntas: “¿Qué he recibido de…?”, “¿Qué le he dado a…?” Y “¿Qué problemas y dificultades he causado?”… Realizar este tipo de actividad de vez en cuando nos permite hacer un balance de lo generosidad que he recibido como la que he dado. 4. Aprender las oraciones de gratitud: Existen culturas, religiones y tradiciones espirituales donde una forma poderosa de cultivar la gratitud es a través de las oraciones, ya que las personas atribuyen o reconocen a un ser más grande que ellos mismos, todo lo bueno que han vivido. 5. Los sentidos: A través de nuestros sentidos, la capacidad de tocar, ver, oler, saborear y escuchar, obtenemos una apreciación de lo que significa ser humano y de qué increíble milagro es estar vivo. Estar agradecidos también implica reconocer lo que tenemos y muchas veces damos las cosas por sentadas y las apreciamos cuando las perdemos. 6. Utilice recordatorios visuales: Los apoyos visuales siempre nos permite recordar y desencadenar emociones, de tal manera que la gratitud puede ser una de ellas. A través de fotos de nuestros seres queridos o amigos podemos invocar la gratitud.

7. Observar las conductas y acciones de su pareja: La gratitud es una emoción social, así que reconocer con palabras o tarjetas lo bueno que hace nuestra pareja por nosotros es una manera de demostrarle que apreciamos su bondad y generosidad. 8. Ser genuinos: No es necesario hacer grandes cosas para demostrar que estamos agradecidos, con pequeñas acciones que sean sinceras bastaran para demostrar el aprecio que tenemos por las personas que nos brinda su amor, apoyo, bondad y/o generosidad. 9. Carta de Agradecimiento: Este es un ejercicio muy poderoso (al inicio muchas personas se rehúsan hacerlo) ya que da la sensación de quedar vulnerable hacia la otra persona. El ejercicio consiste en escribir una carta de al menos 300 palabras a una persona que haya tenido un impacto positivo en nuestra vida y que no hayamos tenido la oportunidad de darle las gracias fuera de contexto. De preferencia escribir la carta a alguien con vida, posteriormente citar a la persona (no decir para que la queremos ver) y por último leerle la carta en voz alta y entregársela. Según diversos estudios, el efecto de la carta de gratitud en la persona que la realiza como en quién lo recibe tienen un tiempo de duración de hasta 6 meses. 10. Piense fuera de la caja: La Madre Teresa habló de lo agradecida que estaba con las personas a las que estaba ayudando, las enfermas y moribundas en los barrios pobres de Calcuta, ya que le permitieron crecer y profundizar su espiritualidad. Esa es una manera muy diferente de pensar acerca de la gratitud: podemos agradecer por lo que podemos dar en lugar de lo que recibimos. Conclusión Los descubrimiento que ha hecho la ciencia de la gratitud son extensos. No solo se le considera una emoción positiva

que esta orientada hacia el pasado, sino que también es considerada como una fortaleza de carácter (rasgo del buen carácter). Además, es considerada como una emoción social ya que permite mejorar las relaciones entre las personas y fomentan lazos de unión. También su correlación con la felicidad y múltiples beneficios (físicos, psicológicos y sociales) ha hecho que esta emoción sea uno de los comportamientos más estudiados por los psicólogos positivos en los últimos 20 años. Cabe mencionar que al parecer existen personas que están más predispuestas a ser más agradecidas, sin embargo, los investigadores Del blog de Gerardo Velazquz