Gramsci

Gramsci es italiano. Es un teórico y es un político porque gran parte de su producción teórica es producto de una prácti

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Gramsci es italiano. Es un teórico y es un político porque gran parte de su producción teórica es producto de una práctica política. Nace en el sur de Italia, fines del siglo XIX, y muere poco tiempo después de salir de la cárcel fascista en 1936. Estos datos tienen importancia en cuanto a cómo él maneja la concepción de Estado. Siendo muy joven va a estudiar a la Universidad que están en el norte de Italia, en Turín. Allí él va a tomar contacto con el movimiento de los turineses, que era realmente un movimiento de avanzada para la época, es decir eran movilizaciones obreras que trascendían al sindicalismo, disputaban poder. Entre 1917 y 1919 en Italia (Primera Guerra Mundial), entre estos años los obreros turineses van a disputar poder con lo que se van a llamar los Dos Años Rojos. Los Dos Años Rojos suponen la toma de fábricas y partes de la ciudad de Turín. Es decir, en una disputa de poder para la burguesía. Y como les decía, este movimiento turinés de organización obrera a través de lo que eran los concejos de fábrica que se forman durante la Primera Guerra Mundial, esos concejos de fábrica trascienden las meras reivindicaciones sindicales. Es el proceso que estuvimos viendo de formación de clase, es para la construcción de la clase para sí. Entonces, Gramsci participa activamente en estos movimientos y recuerden que en 1917 se produce la Revolución Rusa. Entonces, se empiezan a formar en Europa los Partidos Comunistas. Gramsci va a ser cofundador del Partido Comunista Italiano, y va a ser elegido Diputado. Así que es un hombre político. En la puja entre burguesía y movimiento obrero aparece también la figura del fascismo. El fascismo también aparece frente a una situación de empate de fuerzas que no puede resolverse, dirimiendo esa situación. Gramsci va a ser encarcelado por Mussolini. Va a pasar largos años en la cárcel y cuando sale de la cárcel ya muy enfermo, muere. Fíjense que pasa más o menos 10 años en la cárcel. Es en la cárcel donde Gramsci va a escribir lo que se va a conocer como Los Cuadernos de Cárcel. ¿Por qué? Porque en cuadernitos escolares escribió gran parte de su cuestión teórica que como les digo, es producto también de una práctica política. El eje argumental de Gramsci pasa por la crítica que les hace a sus propios camaradas del Partido Comunista Italiano respecto a lo que se denominaba el Economicismo. Esta es una concepción (producto de la Revolución Rusa de 1917) que sostenía gran parte del Partido Comunista. Planteaba que de una crisis económica-social, esta crisis se traducía inmediatamente en una crisis política. Esto era efectivamente lo que había ocurrido en la Revolución Rusa de 1917. Lo que ocurre es que Rusia se encontraba en la Primera Guerra Mundial, se produce una situación de crisis en la sociedad Rusa y se toman rápidamente el aparato del Estado. Obviamente organizando política y militarmente a las masas. Es decir, en una acción directa frente a la crisis, toma directa del aparato del Estado. Esta situación de toma directa del aparato del Estado, el Partido Comunista pensaba que podía ser replicada en otros lugares. ¿Qué es lo que plantea Gramsci? Que en las sociedades europeas, en las sociedades de Occidente, la sociedad ha adquirido un grado de complejidad donde las clases que mantienen el poder en estas sociedades lo mantienen a través de la acumulación ideológica que han logrado concretar a través de esta concepción de estas clases que manejan el poder, que transmiten su concepción del mundo a los sectores subordinados. Es decir, concretamente, los sectores subordinados, clases subalternas están imbuidas de la ideología y de la concepción del mundo de los sectores que manejan el poder. Entonces, lo que ocurre es que esta penetración ideológica hace sumamente difícil que se pueda replicar esta situación de toma directa del aparato del Estado porque opera como una suerte de defensa frente a las situaciones de

crisis. Es decir, el aspecto ideológico que las clases que dominan logran transmitir a los sectores subalternos opera frente a situaciones de crisis como aparatos defensivos. Cuando se da la toma directa del aparato del Estado en Rusia, Gramsci va a decir que hay una guerra de maniobra, que es un ataque directo y frontal. La guerra de posiciones o de trinchera son las que Gramsci dice, hay que dar en estas sociedades de Occidente. Es decir, las trincheras son los espacios, los lugares de defensa, frente al avance del enemigo. La penetración ideológica es la que está operando como una trinchera frente a las situaciones de crisis que se pueden producir dentro del orden burgués y capitalista. Entonces, acá Gramsci va a sostener que un proceso de transformación de la sociedad conducido por los sectores subalternos puede tratar de modificar la concepción del mundo de los sectores burgueses, esa concepción del mundo burgués, y dar la lucha en el plano ideológico. Es decir, concretamente, los sectores subalternos deben darse su propia concepción del mundo. Deben construir una voluntad nacional y popular que les sea autónoma. Fíjense acá como esta modificado, por dónde pasa el proceso de transformación. Porque para aquellos que habían vivido la Revolución Rusa, por ejemplo para Lenin, la cuestión pasaba directamente por organizar política y militarmente a las masas y tomar el poder en un acto directo y único. Acá la situación es mucho más compleja porque hay que trabajar sobre lo ideológico, hay que trabajar sobre lo cultural, sobre el campo de las ideas que han penetrado en los sectores subalternos y que los sectores subalternos de alguna manera han hecho suyo. ¿Quién va a conducir esta construcción de esta voluntad colectiva nacional y popular?, ¿en manos de quien va a estar esta construcción? Bueno, obviamente acá juega un papel fundamental el partido político. Y acá también Gramsci va a tener nuevamente conflictos sobre todo con los sectores más Stalinistas, lo que va a ser el Partido Comunista o el Comunismo. ¿Por qué? Porque para algunos sectores, el partido político era una organización vertical con una vanguardia. Ahora, esa vanguardia conduce el partido, es la que establece el programa, la dirección y las bases acatan esa dirección y esa organización que da la vanguardia, que dan los dirigentes del partido. Gramsci sostiene que el partido tiene que tener esencialmente una concepción educadora. Y en el partido debe haber una articulación, una interrelación entre bases y conducción. La conducción (la vanguardia) conduce, es la que tiene la dirección; pero tiene que estar muy atenta a las demandas, sentires, necesidades de las bases. Tiene que estar sumamente atenta, y tiene que ser un interlocutor con las bases. Esto es lo que se denomina el centralismo democrático. Centralismo porque hay una conducción, una dirección. Pero esa conducción tiene que ser lo más participativa y abierta posible, por eso es centralismo democrático. Vamos a pasar ahora a los conceptos más teóricos de Gramsci. Eje central: Hegemonía. ¿Qué es construir hegemonía? y ¿cómo se construye? Acá aparecen dos conceptos: sociedad civil y sociedad política. Sociedad civil es la concepción del mundo de la clase que dirige a la sociedad. Y que han logrado transmitir esa concepción del mundo al conjunto, o por lo menos a una buena

parte del conjunto. Gramsci exactamente dice: es el conjunto de instituciones privadas que dan cuenta de la función de hegemonía que la clase dirigente ejerce sobre el conjunto de la sociedad. Esta concepción del mundo de la clase dirigente se expresa como ideología de la clase dirigente. Esta ideología se manifiesta en todos los aspectos de la sociedad. Hay ideología en cómo se nombran las calles, hay ideología en el arte, hay ideología en la ciencia. También se expresa como concepción del mundo que se transmite a otros sectores sociales, o a otras clases sociales. Ese es otro nivel. En este nivel, el de la transmisión aparece esta transmisión bajo distintos aspectos. En primer lugar está la filosofía, que es el nivel más elevado y más elaborado de esa concepción del mundo. Es donde están las bases doctrinarias, políticas de esa concepción del mundo. Ahora, ese nivel, que es el más elaborado, tiene que ser bajado a la sociedad. Hay que bajarlo para poderlo transmitir a otros sectores sociales, y se lo baja a través del sentido, de la construcción de un sentido común. Este sentido común se construye a través de lo que son las necesidades, sentires, del conjunto. Se lleva ese aspecto tan elaborado a las vivencias cotidianas incluso de la gente, para que penetre esa ideología. Y finalmente, el nivel más bajo es el del folklore. Acá entran los aspectos más primitivos, menos elaborados. Acá hay una moral y una religión popular que permite seguir manteniendo la dominación. Recuerden siempre que para el marxismo, la religión fue un factor alienante. Otro aspecto bajo el cual se manifiesta esta sociedad civil es como dirección ideológica de la sociedad. Y acá van a jugar un papel fundamental todo lo que son las estructuras de comunicación, de transmisión, la organización escolar y la Iglesia difunden ideología. Y también los instrumentos para difundirla: libros, revistas, diarios, en ese momento estaba la radio, no había poder de televisión. Resumiendo, hay tres niveles o aspectos donde se manifiesta esta sociedad civil: como ideología de la clase que dirige a la sociedad, como concepción del mundo es transmitida a otros sectores sociales, y como dirección ideológica de la sociedad. Sociedad política: es el aparato de coerción. La coerción tiene que ver tanto con lo que hace a la violencia física, como así también con la coerción legal, lo jurídico, lo que estamos obligados a hacer por ley. Es el aparato de violencia física y el aparato jurídico. ¿Cómo juegan sociedad civil y sociedad política en la construcción de hegemonía? Cuando la sociedad política depende de la sociedad civil, la clase que dirige construye hegemonía, esto significa conducir a la sociedad, a su conjunto, a través del consenso. Acá hay construcción de consenso. Quiere decir que los sectores subalternos/conjunto de la sociedad, legitima esa conducción, la hace suya. Hay una legitimación de esa conducción. Y la clase que dirige construye una dirección político-cultural-moraleconómica. Esto es posible porque la case que dirige ha logrado penetrar ideológicamente, su concepción del mundo en otras clases sociales. Cuando la sociedad política se autonomiza de la sociedad civil, que de todas formas nunca es total pero bueno, cuando aparece aislado de la sociedad civil, de esa concepción del mundo; ya no tenemos construcción de hegemonía sino que tenemos una dictadura. Es decir, ya hay una clase que en realidad maneja a la sociedad, casi exclusivamente o en gran parte, a través del aparato represivo. Y acá más que dirección

tenemos simplemente una dominación. El aparato represivo prácticamente está totalmente automatizado e independizado de toda posibilidad de construir consenso, es decir, la sociedad es manejada a través de los aparatos de coerción. Gramsci cuando habla del Estado, alude algunas veces a Estado = sociedad política, otras veces habla del Estado = sociedad política + sociedad civil. Cuando Gramsci habla de Estado = sociedad política está asimilando al Estado al aparato coercitivo. Y acá, este tipo de Estado es típicamente el Estado guardián del siglo XIX hasta la crisis del año 30 del capitalismo. Este Estado Guardián es el Estado Liberal. Se lo llama Estado Guardián porque es un Estado que, en realidad lo que prioritariamente atiende es a los aspectos de seguridad, prescindente en otros aspectos, como los económicos, culturales, sociales. Cuando está este Estado = sociedad política + sociedad civil, éste es el Estado Interventor que va a desarrollarse en el capitalismo a partir de la crisis del 30 y que después en la segunda mitad de la década del 40 va a dar lugar al Estado Social. Este Estado empieza a intervenir en los ciclos económicos del capitalismo, va a atender demandas. Gramsci se mueve entre estos dos tipos de Estado. Cuando él da esa definición de sociedad civil o instituciones vulgarmente llamadas privadas, se está en realidad refiriendo al primer tipo de Estado. Las instituciones privadas que tenían la función de transmisión ideológica en Italia era la Iglesia que manejaba muchísimos colegios y lo que tenía que ver con los aspectos educativos. Por eso entonces está hablando ahí de instituciones vulgarmente llamadas privadas. Más que el aparato estatal, quienes hacen o tienen a su cargo esa función de transmisión, de penetración ideológica, lo son las instituciones que están fuera del aparato estatal. Obviamente, cuando el Estado va tomando mayor injerencia, piensen ustedes lo que es el Estado Benefactor o el Estado Social, también hay difusión y transmisión de ideología. Hay un cuadrito que aparece en Perry Anderson diferenciando Oriente de Occidente. Oriente es Rusia fundamentalmente, la experiencia de la Revolución Rusa. Occidente es Europa. Fíjense, en Oriente en la experiencia de la Revolución Rusa del 17, tenemos un aparato de coerción que en realidad subordina a la sociedad civil. Porque en Rusia había una sociedad civil primitiva y gelatinosa, es decir una sociedad civil muy débil. Porque en Rusia, antes de la Revolución el poder dominante que era el zarismo, manejaba la sociedad a través del aparato coercitivo. Ejercía más dominación que dirección. No había suficiente penetración ideológica en las masas, por eso también fue posible tomar directamente el aparato del Estado. Porque las masas no estaban suficientemente penetradas por la ideología de una clase que las dirigiera. Entonces, acá el aparato estatal tiene preeminencia sobre la concepción del mundo. En Occidente es al revés exactamente. Es decir, la sociedad civil es fuerte, es un complejo de instituciones que produce y difunde ideología, y el aparato de coerción está de alguna suerte subordinado a esa concepción del mundo. En Oriente hay: coerción - dominación - guerra de maniobra (toma directa del aparato del Estado). Y en Occidente hay: consenso - dirección, hegemonía - guerra de posiciones (lentamente ir construyendo una nueva sociedad civil). Cuando se construye hegemonía no es que el aparato de coerción desaparece. El aparato de coerción en una sociedad clasista siempre va a estar presente; va a ser

utilizado para aquellos que no acuerden con la construcción de hegemonía. No todos los sectores van a estar de acuerdo con esa dirección en una sociedad donde se dan las diferencias de clase. Siempre el elemento coercitivo va a estar presente, el tema es si el aparato coercitivo se maneja autónomamente, prácticamente no hay construcción de consenso o hay muy poca construcción de consenso, o si la construcción de consenso prevalece sobre el aparato coercitivo Entre Lenin y Gramsci va a haber una serie de similitudes, acuerdos, y alguna diferencia en cuanto a cómo construir la hegemonía. Las bases en común tienen que ver con que ambos reconocen el carácter de clase que debe tener esa construcción de hegemonía. Esto, de alguna manera está también ligado a un tema que comparten, y es el de las alianzas. Es decir, cuando una clase se propone disputar poder, construye alianzas con otras clases. El tema está en quien conduce esa alianza. Al interior de las alianzas hay también una lucha por ver quien conduce esa alianza. Cuando se dio la Revolución Rusa hubo toda una disputa entre sectores que decían (entre ellos estaba Lenin), es la clase proletaria, los trabajadores, los obreros los que deben conducir este proceso, y otros que decía no, es la pequeña burguesía la que debe conducir este proceso y los obreros tienen que estar en una segunda línea. Hubo toda una discusión alrededor de eso. Entonces, carácter de clase y de hegemonía, construcción de alianzas, esto lo comparten Lenin y Gramsci, como comparten también el papel que debe jugar el partido político con su vanguardia. Lo que de alguna manera los diferencia, pero también hay que entender que Lenin estaba metido en otro contexto, es que para Lenin prevalece este aspecto político militar, esta cuestión de organicemos política y militarmente a las masas y tomemos el aparato del Estado. Después, desde ahí, comenzamos a construir una nueva concepción del mundo. Gramsci en cambio, lo que va a resaltar es la necesidad de poner el énfasis primero en la construcción de una nueva sociedad civil. Es decir, dar la lucha primero en el plano ideológico y después si, o ir paralelamente ir organizando política y militarmente a las masas. Perry Anderson va a señalar también una cuestión sobre esta penetración ideológica. Va a sostener también que desde su punto de vista, la democracia burguesa es de alguna manera el eje central por donde pasa este tema de la penetración ideológica. Sería el eje vertebral del aparato ideológico. Porque considera que el Estado burgués, el orden burgués establece una separación entre orden económico y orden político. Las diferencias de clase, las desigualdades de clase, quedan de alguna manera enmascaradas por esa igualdad jurídica formal de los ciudadanos. Es decir, todos los ciudadanos somos iguales ante la ley, una igualdad jurídico-formal que de alguna manera enmascara las situaciones de dominación y de explotación, y que da la idea de que este Estado burgués representa a todos los sectores sociales. Entonces, esto dificulta que los sectores subalternos puedan realmente pensar en otro tipo de Estado y en la necesidad de transformarlo. La nueva sociedad: (esto es muy de Marx, no solo de Gramsci), la nueva construcción de hegemonía en manos de la clase proletaria, supone poder resolver la separación entre sociedad civil y sociedad política. La sociedad política como aparato de coerción nace con la sociedad de clase, con las diferencias de clase. Recuerden lo que les decía de cuando

nacían las clases sociales, cuando se generaba un excedente, ese excedente se lo apropiaba una clase social, un determinado conjunto de individuos y establecían el derecho de propiedad sobre otros. Ahí aparece necesariamente el aparato coercitivo, para poder establecer la dominación. El proletariado, al hacer de sus intereses los intereses del conjunto, de eso se trata la construcción de hegemonía, va a tender a instaurar una sociedad sin clases. En esta sociedad sin clases ya no es necesario el aparato de coerción. Y ahí la sociedad política es reabsorbida por la sociedad civil, lo único que queda es una determinada concepción del mundo que se supone, es una concepción del mundo más igualitaria. La sociedad civil y la sociedad política, ambas, forman parte de la superestructura. Estructura en el marxismo es la base material de la sociedad. Es cómo se produce en esa sociedad, cómo se transforman los recursos naturales que tiene la sociedad. Cómo se produce tiene que ver con el desarrollo de las fuerzas productivas. En las fuerzas productivas entran: qué grado de división del trabajo tiene esa sociedad, cuál es el desarrollo tecnológico con el que cuenta. Y además también esta base material tiene que ver con las relaciones sociales de producción. Quiere decir las relaciones en las que entran los individuos en ese proceso de transformación de la naturaleza. Y esto tiene su expresión jurídica en la institución de la propiedad. Algunos son propietarios, otros no poseen propiedad. Algunos son dominantes, otros son dominados. Unos son explotadores, otros son explotados. ¿Quedó claro entonces qué es la base material de la sociedad? A esta base material de la sociedad le corresponde una superestructura. En esta superestructura entran todos los aspectos ideológicos, que siempre van a ser los aspectos de una clase sobre otras, una determinada concepción del mundo entra, que legitima esa base material. Es el orden, el mundo de las ideas que dan la base de legitimación social, política, a la forma en cómo se produce en esa sociedad. Acá también entra el derecho, por eso es sociedad civil + sociedad política para Gramsci. Entra la religión, y bueno la religión tiene que ver con la concepción del mundo. El bloque histórico en Gramsci es la articulación, él va a decir: el vínculo orgánico entre estructura y superestructura. Esto quiere decir eso que la superestructura (el cuerpo de ideas, etc.) tiene que avanzar o tiene que desarrollarse a medida que se va desarrollando la base material. Justamente, este vínculo está construyendo la idea de unidad del bloque. Porque justamente, ese cuerpo de ideas es el que le está dando legitimidad a esa base material. Esto no supone que un elemento está subordinado al otro. En todo esto hay una gran discusión pero Portelli sostiene que para Gramsci juega un papel tan fundamental estructura como superestructura. Es decir, son dos elementos visibles justamente para la construcción de esa unidad que es el bloque histórico. Cuando se construye un bloque histórico hay construcción de hegemonía. Reflexionemos un segundo sobre esta idea sobre bloque histórico. Cómo hay un cuerpo, una concepción del mundo que va a legitimar el capitalismo como modo de producción, si bien el capitalismo ha pasado por distintas etapas, no es lo mismo el capitalismo productivo que el capitalismo financiero. Pero cada uno, desde esa manera de construir en la lógica de acumulación, porque la base material se está construyendo en la lógica de acumulación capitalista, es decir, desde esa base material cómo se legitima esa lógica de acumulación. Y esa lógica

de acumulación se legitima a través de la construcción de un cuerpo de ideas, que es la que permite además articular el consenso. Este es el vínculo orgánico entre estructura y superestructura. ¿Quiénes integran el bloque histórico? En primer lugar la clase fundamental que es la clase que dirige a la sociedad, económica, políticamente, culturalmente. Las clases auxiliares, son la base para la construcción de hegemonía, es donde se asienta la hegemonía, por eso son clases auxiliares. Y finalmente las clases subalternas. Gramsci dice que las clases subalternas forman parte del bloque histórico (que es siempre un momento histórico determinado) pero no forman parte del sistema hegemónico. Están las clases subalternas, el proletariado, en ese momento histórico. Pero las clases que dirigen y dominan lo están haciendo sobre las clases auxiliares pero no han logrado penetrar sobre esas clases subalternas. ¿Por qué? Porque Gramsci está viviendo históricamente un momento anterior a lo que va a ser el Estado Social o el Estado Benefactor. Obviamente Gramsci ve, apenas, la construcción de este Estado Interventor pero no logra ver la construcción del Estado Social que se construye luego de la segunda post guerra, porque muere antes. El Estado Social va a integrar a amplios sectores y amplias clases subalternas al sistema, a ese bloque histórico. Los integra en primer lugar en carácter de ciudadanos, atendiendo demandas sociales de esos sectores subordinados. Y esos sectores subordinados, en la medida en que son atendidas sus demandas sociales, son a la vez integrados al sistema y legitiman ese sistema, sobre todo en los países de mayor nivel de desarrollo. El Estado Social dentro del capitalismo es el gran constructor de legitimidad. Son 30 años gloriosos del capitalismo que atraviesan la mitad de la década del 40 hasta casi la mitad de los 70, porque se logra conciliar acumulación capitalista con legitimidad política, y esa legitimidad política la dan los sectores subordinados y subalternos que están integrados al sistema. La crisis orgánica es una crisis dentro del bloque histórico, es una crisis de hegemonía, una crisis de esa dirección político-cultural-social-etc. ¿Cómo se produce esta crisis? En primer lugar hay una ruptura también del vínculo orgánico entre estructura y superestructura. El cuerpo de ideas ya está dando cuenta de los avances que se están produciendo en la base material. Esta crisis de hegemonía se puede manifestar concretamente porque la clase fundamental, la clase que dirige, convocó al conjunto, por ejemplo, a entrar en guerra. Entonces ahí empieza a haber una situación de crisis. O también puede ocurrir que los sectores subordinados, subalternos, pasen de la pasividad política a la movilización política, es decir empiecen a avanzar y disputar poder. La situación de crisis orgánica es siempre una situación que puede dar lugar a la construcción de un nuevo bloque histórico. Gramsci dice que está muriendo lo viejo pero todavía no termina de nacer lo nuevo. Ahí está la tensión entre viejo y nuevo. La clase que está perdiendo poder tiene distintas maneras y posibilidades de enfrentarla. Una es la recomposición de la sociedad civil; buscar nuevas alianzas, modificar algunos programas, cambiar hombres, que sería cambiar nombres. Significa modificar algo para que en el fondo nada cambie, es decir, para seguir manteniendo esa dirección. Esto va a acompañado de la aplicación de la sociedad política, del aparato de coerción. Y ahí, o el

sistema se torna nuevamente hegemónico porque se recupera la conducción sobre el conjunto o, si se aplica fuertemente el aparato coercitivo, el sistema deviene en una dominación, se mantiene únicamente esa clase a través de la fuerza. Otra situación que se puede producir para reacomodar las cuestiones estas, es lo que Gramsci llama cesarismo, es un concepto que viene que Julio Cesar y algo que hizo en su momento. El cesarismo se produce cuando hay una situación de empate social, es decir, cuando la clase fundamental está perdiendo la dirección y están avanzando los sectores subalternos. Los sectores subalternos avanzan pero no están en condiciones todavía de tomar el aparato del Estado. Acá tiene que aparecer un tercero que resuelva ese empate. Esta situación es la que se dio típicamente en la Argentina en 1976, cuando los que desempataron fueron los militares, haciendo uso de la sociedad política, del aparato represivo, como forma de dirimir violentamente ese empate y liquidar toda posibilidad de transformación o de tener alguna estructura de poder por parte de los sectores subalternos, Otra cuestión a la que apela es el transformismo, que consiste en descabezar la conducción de los sectores subalternos, esto es, absorbiéndolos, llevándolos, hacia su propia clase política. Entonces, esto descabeza, desmoviliza, deja sin conducción a los sectores subalternos. En Gramsci los intelectuales son justamente los administradores de la superestructura. Son los que articulan ese vínculo orgánico entre estructura y superestructura. Y cuando Gramsci habla de intelectuales, no se está refiriendo únicamente a intelectuales como teóricos, sino también a dirigentes barriales, organizadores sindicales, etc. Son todos los que producen o pueden difundir ideología, concepción del mundo. La revolución pasiva, consiste en atender, desde el propio Estado, las demandas de los sectores subalternos pero quitándole a estos sectores todo tipo de participación, por eso se lo llama Revolución pasiva o Revolución desde lo alto. Es decir, es atender demandas pero sin participación en ellas de los propios actores o sujetos de esas demandas. Los programas que emergen, las políticas keynesianas, a partir de las crisis del 30, todas las intervenciones de Estado, es una revolución desde lo alto. Porque está organizada desde la propia estructura de poder, justamente para salvar de alguna manera al orden capitalista. Portelli explica que históricamente son posibles dos situaciones duraderas. La hegemonía, donde la sociedad civil tiene superioridad sobre la sociedad política y la clase fundamental, más dirigente que dominante, utiliza el bloque ideológico de los intelectuales para controlar los grupos auxiliares, sin tener en cuenta los intereses propios de estos grupos. Y la dominación, donde la sociedad política se adelanta a la sociedad civil y utiliza el bloque ideológico para neutralizar al resto de las clases, absteniéndose de todo compromiso con ellas. En este caso, la dominación de la clase fundamental es más difícil, puesto que no se apoya sobre una base social extensa sino sobre una coerción inteligente, exponiéndose así a la formación de una eventual coalición hostil. La clase dirigente está en una situación preeminente en un doble nivel: a nivel estructural porque es la clase fundamental en el campo económico, y a nivel superestructural en tanto posee la dirección ideológica por intermedio del bloque intelectual. Por su parte, los grupos aliados tienen un papel secundario en ambos niveles del bloque histórico. Esta dirección necesita de una amplia base social y de otros grupos que deberán agruparse

alrededor de la clase dirigente; estos son los grupos auxiliares o aliados, que permiten reforzar el poder de la clase fundamental, a la vez como base política (plano electoral) y como semillero de cuadros intelectuales y políticos simultáneamente. Además, esta base adquirida por la clase dirigente es sustraída a sus adversarios. En este sentido, la clase fundamental deberá tener en cuenta los intereses específicos de estos grupos auxiliares. De esta manera, el sistema hegemónico puede ser calificado de alianza, ya que el grupo dominante es coordinado concretamente con los intereses generales de los grupos subordinados y la vida estatal es concebida como una formación y una superación continua de equilibrios inestables entre los intereses del grupo fundamental y los de los grupos subordinados, equilibrios en donde los intereses del grupo dominante prevalecen, pero hasta cierto punto. Pero el interés del grupo dirigente puede coincidir con el de los grupos auxiliares, y éste es un factor esencial para la solidez de la hegemonía (la burguesía en Italia de 1920).